Sei sulla pagina 1di 9

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL

ORIENTE
FACULTAD DE MEDICINA

RENOURETERAL
Materia : UROLOGIA

Alumna : kleifer De liz

Karin Mendez

Diana Galdos

Fecha : 16/03/2018

Santa Cruz - Bolivia


INTRODUCCIÓN

La litiasis urinaria se define como la presencia de cálculos urinarios, ya sea en el


riñón, uréteres, vejiga y uretra, y representa uno de los problemas urológicos más
comunes en la práctica diaria del médico general y del urólogo. Según el lugar
donde se localicen los cálculos, el riñón o la vejiga, se puede denominar cálculo
renal o cálculo vesical, respectivamente. En el siguiente trabajo se desarrollará la
litiasis renal teniendo en cuenta los siguientes aspectos: su etiología, la
clasificación, la clínica, el diagnóstico y su tratamiento.
LITIASIS RENOURETERAL

La urolitiasis o nefrolitiasis, es una enfermedad causada por la presencia de


cálculos en el interior de los riñones o de las vías urinarias (uréteres). Los
cálculos, “piedras” o “litos” son agregaciones de un importante número de
unidades cristalinas componentes de un fluido biológico (orina) que habitualmente
arrastra e incorpora otras sustancias minerales y orgánicas dando un complejo
que adquiere caracteres pétreos.

Etiología

La litiasis renal es multifactorial. Afecta al 10% de la población y puede ocurrir a


cualquier edad, pero sobre todo se presenta entre la segunda y cuarta década de
la vida, siendo más frecuente en hombres, en un 70%. Tiene una gran
predisposición heredofamiliar (errores congénitos del metabolismo) y predomina
en personas sedentarias y expuestas de manera persistente a los rayos solares,
causando una mayor producción de dihidroxivitamina D3 y una mayor excreción
urinaria de calcio. Sin embargo, la diuresis aumentada a expensas de una mayor
ingesta de agua reduce el tiempo de permanencia de los solutos en la orina y
aumenta la dilución de la misma, previniendo la formación de cristales.

El contenido mineral del agua ingerida es también importante, puesto que la


presencia de carbonato de sodio produce una mayor incidencia de cálculos y un
mayor contenido de zinc, que es un inhibidor eficaz de la cristalización siendo un
factor protector.

En relación a la dieta se puede mencionar que la aparición de cálculos se ve


favorecida por dietas ricas en purinas, oxalatos, calcio y fosfato, y en los sujetos
con alta ingesta de proteínas animales, y por lo tanto, mayor concentración de
ácido úrico, oxalato y calcio.
Clasificación

La macroscopía de los cálculos renoureterales nos permite apreciar:

*forma: esferoidea, facetada, espiralada, coraloidea, en asta de ciervo

*superficie: lisa, irregular

*tamaño (sumamente variable)

*color: grisáceos los oxálicos, negruzcos por incluir sangre, amarillentos los
uráticos, amarillo ocre o miel los cistínicos, gis los fosfatasicos, blanquecinos los
de carbonato

*consistencia: blandos los de matriz proteica, duros los oxálicos y uráticos, duros
pero friables los fosfáticos y de carbonato, y firmes y desgranables los de cistina.

*composión: se distinguen dos grandes grupos: cálcicos (70%) y no cálcicos 30%).

1- Cálculos cálcicos. Son, en orden de frecuencia:

a) de oxalato de calcio, que aparecen sobre todo en hipercalciurias y más


raramente como consecuencia de hiperoxalurias.

b) de fosfato de calcio, que se ven conjuntamente con los de oxalato en el


hipertiroidismo, donde se produce una hipercalcemia con hipofosfatemia +
hipercalciuria con hiperfosfaturia.

2- Cálculos no cálcicos. En este grupo podemos encontrar:

a) Litiasis úrica: frecuente en la hiperuricemia y deshidratación prolongada.

b) Litiasis cistínica: la cistinuria es una enfermedad genética recesiva en la que los


túbulos

renales pierden cistina, ornitina, lisina y arginina. La cistina se hace insoluble y


precipita formando cálculos.

c) Litiasis xantinica: la xantina es un precursor de ácido úrico, que si permanece


como xantina puede haber hipouricemia + hiperxantinemia e hipersantinuria, con
posibilidad de litogénesis.

d) Litiasis alcaptonurica: trastorno genético recesivo, la alcaptonuria da orina que


se ennegrece tiempo después de ser emitida, y produce cálculos de igual
tonalidad.
Clínica

Con respecto a los síntomas, se puede decir que crónicamente, favorecen las
infecciones urinarias. Los cálculos renales pueden ser silenciosos, asintomáticos y
descubrirse en un estudio radiológico no urológico (si son muy pequeños) o
manifestarse por dolor lumbar que se irradia hacia flanco, fosa iliaca y genitales
del lado en dónde se localiza el cálculo dentro de la vía urinaria (riñón, uréter,
vejiga); si el cálculo se desplaza, el espasmo de los músculos y la inflamación
causada por el daño al tejido origina un dolor cólico nefrítico, muy intenso, que se
puede acompañar de estado nauseoso, vómito, distensión abdominal y
ocasionalmente íleo paralítico. En ocasiones se acompaña de hematuria, atribuida
al decúbito y al roce del cálculo sobre el urotelio en el que se apoya; además
puede producirse hematuria aislada por eliminación de cálculos, generalmente,
cuando estos son de un diámetro menor que 0,5 cm.

Diagnóstico

El diagnóstico de la litiasis renoureteral se basa en la historia clínica del paciente,


en cuyos antecedentes se puede encontrar crisis de cólico nefrítico o la expulsión
de cálculos urinarios; así también las manifestaciones dolorosas menos intensas,
con las características ya señaladas, hacen pensar en la posible causa litiásica del
síndrome. En el examen físico de los casos positivos pueden encontrase los
síntomas y signos descritos anteriormente.

Para confirmar la presencia de un cálculo en el aparato urinario excretor, son


necesarios los estudios radiográficos y, en especial, la urografía intravenosa.

Mediante la radiografía simple, con la que inicia generalmente este estudio, se


pone en evidencia la presencia de una sombra radiopaca ya sea a nivel renal o del
uréter.

La ausencia de sombras radiopacas en la radiografía simple no excluye la


posibilidad de que exista litiasis. Los cálculos pequeños, radiotransparentes o
poco densos, así como los situados sobre las estructuras óseas, pueden pasar
inadvertidos en este estudio. La presencia de una sombra radiopaca al nivel del
hipocondrio derecho puede deberse a una litiasis renal o biliar, con la que cabe
hacer diagnóstico diferencial.

La radiografía lateral viabiliza el diagnóstico ya que los cálculos del tracto urinario
se superponen con mucha frecuencia a la columna vertebral, mientras que los
cálculos situados en la vesícula biliar o el colédoco se proyectan en la región
anterior del abdomen.
En las radiografías contrastadas, la función renal puede estar conservada. La
detención de la sustancia de contraste hace pensar en la presencia de un cálculo
ureteral. Es frecuente que exista un retardo en la eliminación por el riñón afectado,
sobre todo si está localizado en el uréter; lo habitual es que se encuentre un
aparato excretor dilatado hasta el lugar donde se aloja el cálculo
(ureterohidronefrosis).

Si la litiasis obstructiva es de mucho tiempo de evolución y hay infección severa,


es posible que el riñón no elimine al encontrarse muy destruido, como sucede en
las pionefrosis calculosa. Cuando se requiera estudiar el estado de conservación
renal, se indica el estudio por ultrasonido diagnóstico que mide el parénquima
conservado.

La ecografía es también muy demostrativa en posibles litos del riñón: marcan su


presencia con una fuerte ecogenicidad y además con “sombra acústica” por detrás
de la misma.

Como datos complementarios se encuentran el análisis de orina (densidad, ph,


sedimento, microhematuria, leucocituria, piuria y urobacteriologia); y análisis de
sangre. Pueden realizarse además el análisis químico de los cálculos, sea que
hayan sido expulsados o extraídos.

Tratamiento

El tratamiento para la litiasis renoureteral puede ser medicamentoso o quirúrgico.


El primero se utiliza en casos de litiasis pielocalicial o ureteral menores de 1 cm,
sin repercusión apreciable y de corta evolución clínica, siempre que se demuestre
una buena permeabilidad de la vía excretora. Las medidas que deben aplicarse
son la medicación antiespasmódica, la ingestión forzada de líquidos, así como el
control de la infección. Algunos pacientes con pequeños cálculos alojados durante
tiempo prolongado en los cálices inferiores, deben ser tratados asumiendo una
conducta expectante, si no hay dolor, dilatación o infección.

También puede emplearse tratamiento medicamentoso en algún paciente de edad


avanzada, con cálculo coraliforme y riesgo quirúrgico apreciable.

El intento de disolución de los cálculos, generalmente solo ha dado resultados


favorables en casos de litiasis úrica. El tratamiento quirúrgico está indicado
cuando el cálculo es de más de un centímetro de tamaño, obstructivo o con
infección asociada. Si el daño renal es grande e irreversible y la lesión es
unilateral, la nefroctomía total está indicada.

Pronóstico, evolución y complicaciones

Si la litiasis renoureteral no ha sido tratada, evoluciona por lo general hacia


diversas complicaciones que se derivan del carácter eminentemente obstructivo
de esta enfermedad. Pueden originarse diversos grados de uretero e hidronefrosis
hasta llegar, incluso, al deterioro funcional del riñón; suele presentarse un cuadro
de insuficiencia renal en los pacientes con daño bilateral y en los monorrenos. Sin
embargo, en la mayoría de los casos, la dilatación y el daño renal son reversibles
después de la expulsión o de la extracción quirúrgica de la litiasis.

La infección es otra complicación de la litiasis que llega en casos extremos a


producir una pionefrosis calculosa, casi siempre acompañada de algún grado de
perinefritis. En algún, caso de cálculo piélico de larga evolución, puede formarse
un carcinoma epidermoide de la pelvis renal por irritación crónica. La hipertensión
arterial es excepcional. Es bueno señalar que ocasionalmente, un cálculo renal
pequeño puede evolucionar con lentitud, sin producir mayores dificultades.

Tratada adecuadamente y después de expulsarse o de ser extraída


quirúrgicamente, la litiasis con frecuencia puede tener recidiva, sobre todo, si no
se han diagnosticado y tratado eficazmente los factores etiológicos.
CONCLUSIÓN

A partir de lo expuesto en el siguiente trabajo se puede concluir que la litiasis


renoureteral es una de las patologías urológicas más comunes, que afecta con
mayor frecuencia a hombres que a mujeres, presentándose en la mayoría de los
casos con un dolor muy característico, denominado cólico nefrítico, el cual debe
ser tratado urgentemente para la tranquilidad del paciente. Por último, el
tratamiento de los litos renoureterales puede ser de tipo medicamentoso (si es
menor de 1cm) o quirúrgico, en caso de cálculos mayores de 1cm o si hay daño
renal.
BIBLIOGRAFÍA

1. Hereñú, R.C. - Urología Clínica 1° ed.- Buenos Aires- El Ateneo, 1995


2. Enomoto A, Kimura H, Chairoungdua A et al. Molecular identification of a
renal urate anion exchanger that regulates blood urate levels. Nature 2002;
417:447-52.
3. Sakhaee K, Adams-Huet B, Moe OW et al. Pathophysiologic basis for
normouricosuric uric acid nephrolithiasis. Kidney Int 2002; 62:971-979.
4. Hoppe B, Beck BB, Milliner DS. The primary hyperoxalurias. Kidney Int
2009; 75:1264-71.
5. Chillarón J, Font-Llitjós M, Fort J et al. Pathophysiology and treatment of
cystinuria. Nat Rev Nephrol 2010; 6:424-34.
6. Grases F, García-Ferragut L, Costa-Bauzá A et al. Simple test to evaluate
the risk of urinary calcium stone formation. Clin Chim Acta 1997; 263:43-55.
7. Kohri K, Garside J, Blacklock NJ. The role of magnesium in calcium oxalate
urolithiasis. Br J Urol 1988; 61:107-15. [Pubmed]
8. Aras B, Kalfazade N, Tugcu V et al. Can lemon juice be an alternative to
potassium citrate in the treatment of urinary calcium stones in patients with
hypocitraturia? A prospective randomized study. Urol Res 2008; 36:313-7.
[Pubmed]
9. Grases F, Isern B, Sanchis P et al. Phytate acts as an inhibitor in formation
of renal calculi. Front Biosci 2007; 12:2580-7. [Pubmed]
10. Siener R, Jansen B, Watzer B et al. Effect of n-3 fatty acid supplementation
on urinary risk factors for calcium oxalate stone formation. J Urol 2011;
185:719-24. [Pubmed]
11. García-Nieto V, Monge-Zamorano M, González-García M et al. Effect of
thiazides on bone mineral density in children with idiopathic hypercalciuria.
Pediatr Nephrol 2012; 27:261-8. [Pubmed]

Potrebbero piacerti anche