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San Miguel Arcángel pesando las almas en el Juicio Final

INFERNO

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"El infierno consiste en la condenación eterna de quienes, por
libre elección, mueren en pecado mortal" (Catecismo de la
Iglesia Católica, Compendio, 212)

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Apreciado Lector:

Nada de lo que vas a leer a continuación ha salido de mi autoría. Mi único


aporte ha sido hacer un recopilación de historias de personas y místicos
renombrados que han tenido la gracia de ver el Infierno y venir a contarlo.
Yo, por mi parte, no es que nunca lo dudase, pero después de haber leído,
estoy firmemente convencida que existe.Tú, lector, tienes la oportunidad de
hacerte tu propio juicio...

Un alma temerosa del Infierno

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"Así será el fin del mundo; los ángeles saldrán y sacarán a los malos de
entre los justos, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el
crujir de dientes".
San Mateo 13:49-50 

La doctrina del infierno es una de las más olvidadas de toda la Escritura.


Cuando hoy se menciona el infierno, generalmente es ridiculizado, como si
toda la idea del infierno estuviera tan pasada de moda que sólo los ingenuos e
ignorantes pudieran creer que un lugar así realmente exista. Esto no es difícil
de entender. El hombre natural aborrece la idea de tener que dar cuenta de
su vida delante de un Dios santo, él (el hombre natural), ama el pecado y no
quiere vivir sin él. La mente no regenerada presenta una objeción tras otra
con tal de no encarar la realidad del infierno.

El ser humano vive su vida pensando que si ignora una dificultad por un
determinado tiempo puede que ésta desaparezca. Hasta los líderes religiosos
tenidos por conservadores comienzan ahora a atacar la idea del infierno.
Dejemos que los hombres hagan lo que les plazca, seguros de que las frívolas
objeciones de los necios no conseguirán destruir la realidad del infierno. En
medio del clamor que busca aniquilar el infierno están aquellos que creen que
la Biblia es verdad, estos deben pararse y hablar. Meditar en los terrores del
infierno puede ser uno de los ejercicios mas importantes que puedas hacer en
esta vida. Si "el que oye el sonido de la trompeta no se da por advertido, y
viene una espada y se lo lleva, su sangre recaerá sobre su cabeza" (Ezequiel
33:4). Pido el favor de que el lector se tome el tiempo de leer este librito
hasta el final.

¿Por qué debería uno preocuparse por el infierno? ¿Por qué gastar tiempo
leyendo sobre el infierno? Son varias las razones que nos muestran el
beneficio de hacerlo: Oír de los terrores del infierno puede chocar a la
consciencia y despertarle de su falsa seguridad. Saber del infierno contribuye
a detener al hombre de su camino de pecado. Tanto el piadoso como el
malvado son persuadidos de no pecar cuando recuerdan regularmente los
terrores del infierno.

Conocer los terrores del infierno puede ayudar a despertar a aquellos que
piensan que son salvos sólo porque creen en Cristo o en los hechos del
Evangelio, pero que no son realmente salvos sino que están camino del
infierno, sin saberlo. Predicar la doctrina del infierno es beneficioso tanto
para creyentes e incrédulos por igual, como será demostrado.

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¿Por qué las personas no tienen miedo del infierno?

Parece que hoy hay una real carencia de miedo a la realidad del infierno. Esto
afecta tanto a aquellos que asisten a la iglesia como a los que viven en el
mundo. La gente no teme el infierno, ¿por qué? Una persona no tendrá miedo
de un león cuando es un cuadro en la pared. ¿Cómo es esto? 

Bueno, se trata sólo de una pintura. Sabe que no es real. Pero si esa persona
fuera dejada sola en la jungla y se topara cara a cara con una león real,
rugiendo ferozmente, entonces se llevaría un susto de muerte.

La consciencia del ser humano tocante al infierno es semejante a la del


hombre que sólo ve un león pintado en un cuadro. Sin embargo, oímos del
infierno en la Biblia. Sabemos que el Señor Jesús habló del infierno. De
hecho, Cristo habló más del infierno que de ninguna otra cosa en las
Escrituras. ¿Cómo es que los hombres no creen que el infierno es real? Porque
no han escuchado lo suficiente sobre él. No han estudiado todo lo que la
Biblia enseña sobre el tema.

No es lo que oímos solamente lo que contribuye a forjar nuestra creencia, lo


que no oímos también contribuye a formar nuestro sistema de creencias.
Únicamente el Espíritu Santo puede presentar a nuestros corazones los
terrores del infierno de tal modo que los sintamos tan reales como nunca
antes. 

La doctrina del infierno ha sido usada por Dios en la conversión de pecadores


más que ninguna otra de las Escrituras.

Ora para que, mientras lees este tratado, el Espíritu Santo pueda mostrarte el
infierno tan auténticamente real como es. 

http://catolicosalvatualma.blogspot.com/2013/01/los-terrores-del-
infierno.html

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“Si las visiones de los santos son mínimamente
cercanas a la verdad, el infierno es real y terrible.
Nadie debería querer ir...”

El juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos Antonin Scalia afirma creer en
el infierno y en el diablo y se han burlado de él, pero los partidarios de Scalia
son mucho más importantes que sus críticos: aparte de la mayoría de los
norteamericanos, tanto Jesús, el hijo de Dios, como su vicario, el Papa
Francisco, hablan constantemente del infierno en sus enseñanzas.
 
El infierno es real y para los católicos su existencia es un dogma. El Concilio
de Florencia estableció en 1439 que “las almas de los que mueren en pecado
mortal actual, o solo en el pecado original, descienden rápidamente al
infierno”.

Ya que es un lugar en el están solo los que están muertos, no pueden tener
acceso al infierno los que todavía están vivos, al menos en circunstancias
ordinarias. Sin embargo, muchos santos y no santos en el transcurso de la
historia de la Iglesia afirmaron haber vivido experiencias místicas del infierno
y las han descrito. A continuación detallaremos tres de estas descripciones:
 
El Catecismo afirma claramente que el papel de las revelaciones privadas “no
es el de ‘mejorar’ o de ‘completar’” el depósito de la fe, sino el de “ayudar a
vivirla más plenamente en una determinada época histórica”. El relato de
estas visiones sirven para ayudar a las personas a tomar más seriamente la
realidad del reino eterno de los condenados: dos de las visiones que
proponemos son del siglo XX.

Brantley Milligan, 25 de Octubre 2013.

http://es.aleteia.org/2013/10/25/tres-visiones-del-infierno-absolutamente-aterradoras/

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“Densa oscuridad”:
Santa Teresa de Ávila
 
La gran santa del siglo XVI, Teresa de Ávila era una religiosa y teóloga
carmelita. Es una de los 35 doctores de la Iglesia. Su libro “El castillo
interior” está considerado uno de los textos más importantes sobre la vida
espiritual. En su autobiografía, la santa describe una visión del infierno que
creía que Dios le había concedido para ayudarla a alejarse de sus pecados.
 
“La entrada me parecía un callejón largo y estrecho, como un horno muy
bajo, oscuro y angosto; el suelo, un lodo de suciedad y de un olor a
alcantarilla en la que había una gran cantidad de reptiles repugnantes. En la
pared del fondo había una cavidad como de un armario pequeño encastrado
en el muro, donde me sentí encerrar en un espacio muy estrecho. Pero todo
esto era un espectáculo agradable en comparación con lo que tuve que
sufrir” […].
 
“Lo que estoy a punto de decir, sin embargo, me parece que no se pueda ni
siquiera describirlo ni entenderlo: sentía en el alma un fuego de tal violencia
que no se como poderlo referir; el cuerpo estaba atormentado por

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intolerables dolores que, incluso habiendo sufrido en esta vida algunos graves
[…] todo es incomparable con lo que sufrí allí entonces, sobre todo al pensar
que estos tormentos no terminarían nunca y no darían tregua”.
 […].
 
“Estaba en un lugar pestilente, sin esperanza alguna de consuelo, sin la
posibilidad de sentarme y extender los miembros, encerrada como estaba en
esa especie de hueco en el muro. Las misas paredes, horribles a la vista, se
me venían encima como sofocándome. No había luz, sino unas tinieblas
densísimas” […].
 
“Pero a continuación tuve una visión de cosas espantosas, entre ellas el
castigo de algunos vicios. Al verlos, me parecían mucho más terribles […]. Oír
hablar del infierno no es nada, como tampoco el hecho de que haya meditado
algunas veces sobre los distintos tormentos que procura (aunque pocas veces,
pues la vía del temor no está hecha para mi alma) y con las que los demonios
torturan a los condenados y sobre otros que he leído en los libros; no es nada,
repito, frente a esta pena, es una cosa bien distinta. Es la misma diferencia
que hay entre un retrato y la realidad; quemarse en nuestro fuego es bien
poca cosa frente al tormento del fuego infernal. Me quedé espantada y lo sigo
estando ahora mientras escribo, a pesar de que hayan pasado casi seis años,
hasta el punto de sentirme helar de terror aquí mismo, donde estoy” […].
 
“Esta visión me procuró también una grandísima pena ante el pensamiento de
las muchas almas que se condenan (especialmente las de los luteranos que
por el bautismo eran ya miembros de la Iglesia) y un vivo impulso de serles
útil, estando, creo, fuera de dudas de que, por liberar a una sola de aquellos
tremendos tormentos, estaría dispuesta a afrontar mil muertes de buen
grado” […].
 

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Santa Catalina de Siena:
visiones del Cielo, Purgatorio e infierno

Santa Catalina de Siena tuvo, como tantos otros santos, visiones del
Purgatorio, y también del infierno. Aqui reproducimos una breve narración de
una de sus experiencias místicas
 
»-¿Qué vio usted, madre, durante ese tiempo y por qué retornó su alma al
cuerpo? -le pregunté de nuevo-. Le pido encarecidamente que no me oculte
nada.

»-Sepa, Padre -me contestó-, que mi alma penetró en un mundo desconocido


y vio el premio de los justos y el castigo de los pecadores. Pero aquí me falla
la memoria y la pobreza del lenguaje me impide hacer una descripción
adecuada de esas cosas. Sin embargo le diré lo que pueda.

Tenga la seguridad de que vi la ESENCIA divina y por eso sufro tanto al verme
de nuevo encadenada al cuerpo. Si no me lo impidiese el amor a Dios y al
prójimo, moriría de dolor. Mi gran consuelo está en sufrir porque tengo la
seguridad de que mis sufrimientos me permitirán una visión más perfecta de
Dios. De aquí el que las tribulaciones, en lugar de resultarme penosas,
constituyen para mí una delicia.

Vi los tormentos del infierno y los del purgatorio; no existen palabras con que
describirlos. Si los pobres mortales tuvieran la más ligera idea de ellos,
sufrirían mil muertes antes que exponerse a experimentar uno de esos

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tormentos por espacio de un solo día. Vi en particular los tormentos que
sufren aquellos que pecan en el estado del matrimonio no observando las
normas que él impone y buscando en él únicamente los placeres sensuales». Y
como yo le preguntase por qué este pecado, que no es en sí peor que los
demás, recibe tan duro castigo, me dijo: «-Porque se le presta poca atención
y por consiguiente produce menos contrición y se comete con mayor
facilidad. Nada hay tan peligroso como una falta, por pequeña que sea,
cuando quien la comete no la purifica cuidadosamente con las aguas de la
penitencia».

Catalina prosiguió después con lo que había comenzado. «Mientras mi alma


contemplaba estas cosas, mi esposo celestial me dijo: ‘-Ves la gloria que
pierden y los tormentos que sufren quienes me ofenden. Vuelve por
consiguiente a la vida y muéstrales lo extraviados   -108-   que están y el
terrible peligro que los amenaza’.

Y como mi alma se mostrase horrorizada ante el pensamiento de retornar al


mundo, el Señor agregó: ‘-Lo exige así la salvación de muchas almas; en lo
sucesivo ya no vivirás como antes. Abandonarás tu celda y continuamente irás
de un lado a otro a través de la ciudad a fin de salvar muchas almas. Yo
cuidaré de ti; te traeré y te llevaré; te confiaré el honor de mi SANTO
NOMBRE y tu enseñarás mi doctrina a altos y a bajos, a legos, a sacerdotes y
monjes; te daré un don de palabra y de sabiduría al que nadie podrá resistir.

Te pondré en presencia de los Pontífices y de los gobernantes, tanto de la


Iglesia como del pueblo para confundir así la arrogancia de los poderosos’.
Mientras Dios se dirigía de esta manera a mi alma, me encontré de pronto, sin
poder explicarme cómo, unida al cuerpo. Entonces me acometió una gran
pena y vertí copiosas lágrimas durante tres días y tres noches; siempre que
recuerdo esto no puedo reprimir los deseos de llorar, y, Padre, no se admire
de esto: ¿puedo acaso evitar que mi corazón se sienta destrozado al recordar
la gloria que llegué a poseer y de que ahora me siento privada? La salvación
de mi prójimo es la causa de esto; si yo amo tan ardientemente a las almas
cuya conversión ha puesto el Señor en mis manos, es porque me han costado
muy caro. Me han separado de Dios; me han privado del goce de su gloria por
un tiempo que todavía me es desconocido».

Una vez que Dios me hubo concedido la gracia de escuchar estas cosas, me he
preguntado si no sería mi deber el publicarlas en una época en que el egoísmo
hace a los hombres tan ciegos y tan incrédulos. Mis hermanos y hermanas en
el Señor se opusieron a que las publicase en vida de Catalina. Pero ahora que
ella se ha ido a la mansión de los bienaventurados, me creo obligado a hablar
con el fin de que tan gran milagro no deje de ser conocido por mi culpa. Las
siguientes circunstancias dan toda la autenticidad posible al hecho.

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Sor Josefa Menéndez:
Visiones del Infierno
Sor Josefa Menéndez, mística perteneciente a la Sociedad del Sagrado
Corazón, tuvo un carisma particular: Dios le permitió experimentar el infierno
para que diera testimonio de su existencia, especialmente en este momento
en el que es fuertemente rechazado. He aquí su experiencia: “En un instante
estaba en el infierno, pero sin ser arrastrada como en otras ocasiones, tal
como caen los condenados. El alma se precipita desde sí misma, se arroja
como si deseara desaparecer de la vista de Dios, para poderlo odiar y
maldecir. El alma se dejó caer en un abismo, del cual no se podía ver el
fondo, que era inmenso [ ... ] .

He visto el infierno como siempre: cuevas y fuego. Aunque no se ven formas


corporales, los tormentos destrozan a los condenados como si los cuerpos
estuvieran presentes, y las almas se reconocen. Me sumergí dentro de un
nicho de fuego y aplastada como entre placas candentes y como si hierros y
picos encendidos se introdujeran en mi cuerpo.

He sentido como si se quisiera –aunque sin lograrlo- arrancarme la lengua, lo


que me reducía al extremo, con un dolor insoportable. Los ojos parecían salir
de órbita, creo que a causa del fuego que los quemaba horriblemente. No se
puede mover un dedo para buscar alivio, ni cambiar de posición; el cuerpo
está como comprimido. Las oídos están aturdidos por los gritos confusos, que
no cesan ni por un momento.

Un olor repugnante y nauseabundo asfixia e invade todo, como si se quemase


carne en putrefacción con brea y azufre. Todo esto lo he experimentado

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como en otras ocasiones, y aunque estos son terribles tormentos, serían nada
si el alma no sufriera. Pero el alma sufre de una manera indescriptible. He
visto algunas de estas almas condenadas rugir por el tormento eterno que
saben que deben sufrir, especialmente en las manos. Creo que han robado,
porque dijeron: “¿Dónde está ahora aquello que habías tomado? ¡Malditas
manos!”. Otras almas acusaban a su propia lengua, los ojos... Cada alma
acusaba a lo que había sido causa del pecado: “¡Bien pagadas están las
delicias que te concedía, oh cuerpo mío…!”.

“Y eres tú, cuerpo, el que lo ha querido! (…) Por un instante de placer, una
eternidad de dolor!”. Me parece que en el infierno las almas se acusan
especialmente de pecados de impureza. Mientras estaba en aquel abismo, he
visto precipitarse a los mundanos y no se puede decir ni comprender los gritos
y rugidos que emitían: “¡Maldición eterna! ¡Me engañé! ¡Estoy perdido! ¡Estoy
aquí para siempre , para siempre y ya no hay más remedio! ¡Maldita sea mi
alma!”.

Una niña gritaba desesperadamente, maldiciendo contra las malas


satisfacciones otorgadas al cuerpo y maldecía también a los padres, que le
habían dado demasiada libertad para seguir la moda y las diversiones
mundanas. Estaba condenada desde hacía  tres meses. Todo esto que he
escrito - concluye Sor Josefa Menéndez - no es sino “una sombra en
comparación con lo que se sufre en el infierno”.

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Beata María Serafina Micheli
 (el encuentro con Lutero)
Lutero había dicho que “ni siquiera los ángeles podrían desafiar su doctrina”,
lo cual es “Vanidad de vanidades”, como dice la Biblia.

En 1883, Sor María Serafina Micheli (1849-1911), beatificada el 28 de mayo de


2011, se encontraba de paso en Eisleben, Sajonia, ciudad natal de Lutero, con
motivo del centenario de su nacimiento. Encontrando una Iglesia cerrada,
comenzó a rezar en las escaleras, pero un ángel le advirtió que era una iglesia
luterana protestante y le hizo ver a Lutero en el infierno, con sus
padecimientos.

Así cuenta la historia: mientras rezaba el ángel de la guarda se le apareció y


le dijo: “Levántate, porque esta es una iglesia protestante”. Luego añadió:
“Quiero que veas el lugar donde fue condenado a Martín Lutero y el castigo
que sufre en castigo de su orgullo”.

 “Después de estas palabras vi una horrible vorágine de fuego, en la cual eran


horriblemente atormentadas un incalculable número de almas. En el fondo de
esta vorágine había un hombre, Martín Lutero, que se distinguía de los otros:
estaba rodeado por demonios que lo obligaban a estar de rodillas y todos,

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munidos de martillos, se esforzaban, pero en vano, en clavarle un clavo en la
cabeza.

La hermana pensaba: “Si la gente viera esta escena dramática, con toda
seguridad no le tributaría honores, recuerdos, conmemoraciones y festejos a
tal personaje”. Más tarde, cuando se presentó la oportunidad, recordaba a
sus hermanas en religión el vivir en la humildad y escondidas a los ojos del
mundo. Estaba convencida de que Martín Lutero fue castigado en el infierno,
especialmente a causa del primer pecado capital, el orgullo.

¡Atención! Con esto no queremos erigirnos en jueces de Lutero, no sabemos si


está o no en el infierno. La pedagogía de Dios va más allá de la curiosidad que
a menudo nos anima, y no es este –la curiosidad vana- el mensaje que Dios
quiere darnos a través de sus santos, sino el evitar aquello que puede
condenar nuestras almas, el pecado mortal.

Decimos con el salmista: “Señor, mi corazón no es soberbio ni altivos mis


ojos, no estoy en busca de grandes cosas, más allá de mis fuerzas” (Sal 130).

Ofrecemos a Dios nuestra “nada”: la incapacidad, las dificultades, el


desánimo, la desilusión, las incomprensiones, las tentaciones, las caídas y la
amargura de todos los días. Más bien nos reconocemos pecadores, necesitados
de su misericordia. Jesús, precisamente porque somos pecadores, nos pide
que abramos el corazón y nos dejemos amarnos por Él.

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San Juan Bosco

San Juan Bosco: conducido por su ángel de la guarda hacia


el valle de las sombras...

San Juan Bosco tuvo una visión del infierno que él contó así a los jóvenes:
“Me encontré con mi guía (el Ángel de la Guarda) en el fondo de un precipicio
que terminaba en un valle oscuro. En ese momento aparece un inmenso
edificio, que tenía una puerta altísima, cerrada.

Tocamos el fondo del precipicio, un calor sofocante me oprimía, un humo


espeso, casi verde, se levantaba sobre los murallones del edificio, junto con
llamas sanguinosas. Le pregunté: “¿Dónde estamos?”. “Lee –me dijo mi guía-
la inscripción en la puerta”. Había algo escrito que decía: “Ubi non est
redemptio!”, es decir, “¡Donde no hay redención!”.

Mientras tanto, vi caer en ese abismo [ ... ] primero un joven, después otro, y
todavía otro más; todos tenían escrito en la frente su propio pecado. Exclamó
el guía: “Esta es la causa principal de estos condenaciones: los malos
compañeros, los malos libros y los hábitos perversos”.

Los infelices eran jóvenes conocidos por mí. Le pregunté: “Pero entonces es
inútil que se trabaje con los jóvenes, si tantos terminan así?”. ¿Cómo impedir
tanta ruina?”. “Aquellos que has visto, todavía están vivos, pero ésta es su
situación actual y si muriesen, ¡vendrían aquí sin duda!”.

Después entramos en el edificio, se corría con la velocidad del rayo. Leí esta
inscripción: “¡Ibunt ignem impía en Aeternum!”, es decir: “¡Los impíos irán al

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fuego eterno!”. “¡Ven conmigo!”, agregó el guía. Me tomó de la mano y me
llevó a una puerta, que se abrió. Se me presentó a la vista una especie de
caverna inmensa, llena de fuego; aquel fuego sobrepasaba los miles y miles
de grados de calor.

No puedo describir esta cueva en toda su espantosa realidad . Mientras tanto,


de repente, vi a los jóvenes caer en la caverna de fuego. El guía dijo: “La
transgresión del sexto mandamiento es la causa de la ruina eterna de muchos
jóvenes”. “Pero si han pecado, sin embargo se han confesado”. “Ellos
confesaron sus pecados, pero los pecados contra la virtud de la pureza los han
confesado mal o los han callado”.

Por ejemplo, uno había cometido cuatro o cinco de estos pecados, pero él
dijo que sólo dos o tres. Hay quienes han cometido uno en la infancia y han
tenido siempre vergüenza de confesarlo, o lo confesaron mal y no dijeron
nada. Otros no tuvieron dolor ni propósito de enmienda; otros, en vez de
hacer un examen de conciencia, estudiaban maneras de engañar al confesor.
Y quien muere con esa resolución, elige ser del número de los réprobos y así
será por toda la eternidad [ ... ].

“Y ahora, ¿quieres ver porqué la misericordia de Dios que te ha traído hasta


aquí?”. El ángel levantó un velo y vi un grupo de jóvenes de este Oratorio, a
quienes yo conocía a todos, condenados por este delito. Entre ellos estaban
los que aparentemente poseen un buen comportamiento. Continuó el ángel:
“¡Predica por todas partes contra la inmodestia!”.

Luego hablamos por cerca de media hora sobre las condiciones necesarias
para hacer una buena confesión y concluyó: “¡Cambiar de vida, cambiar de
vida!”. Ahora -añadió el amigo- que has visto los tormentos de los
condenados, es necesario que pruebes tú también un poco de infierno!”.
Habiendo salido del horrible edificio, el guía me agarró la mano y me hizo
tocar la última pared externa; dí un grito [...]. Terminada la visión, me di
cuenta de que mi mano estaba hinchada y por una semana estuve vendado”.

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María de Santa Cecilia romana
Sor María de Santa Cecilia Romana: esta beata también tuvo la oportunidad
de ver el lugar al que nunca querríamos ir.

La Beata Sor Mary S. Cecilia Romana (Dina Belanger , Quebec , Canadá , 30 de


abril 1897 - Sillery , Quebec , Septiembre 4, 1929), beatificada el 20 de marzo
de 1993, llegó a las alturas de la vida mística en su breve vida terrena. A los 4
años fue fuertemente impresionado por el diablo y el infierno, viendo a los
demonios en movimiento constante y agitado. Entendió entonces que el
pecado es una sugestión diabólica.

En su autobiografía, escrita bajo obediencia, habla como si viviera una


experiencia aterradora del diablo y el infierno.

Esta es la historia de un encuentro con el Señor el 07 de abril de 1927: “Desde


el 20 de marzo, la enfermedad me obliga a estar en cama. Esta mañana,
antes de la comunión, el Señor me ha presentado el tema de mis
consideraciones para estos dos días, es decir, “el dolor infligido a su Corazón
agonizante a causa de la inutilidad de sus sufrimientos para un gran número
de almas”. “En el momento de la comunión me ha dado su cáliz bendito.

Durante la acción de gracias me mostró, en espíritu, a aquellos que, por


millones y millones, corrían hacia la perdición eterna, seguiendo a Satanás. Y

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Él, el Salvador, rodeado de un pequeño número de almas fieles, estaba
sufriendo, pero en vano, por todos aquellos pecadores.

Su corazón veía caer, de a miles de ellos, en el infierno. En este punto le


dije: “Jesús mío, de parte tuya, tu redención fue completa; pero entonces
¿qué puede faltar, desde el momento en que tantas almas se pierden?”.

Él respondió: “La razón es que las almas piadosas no se asocian


suficientemente a mis sufrimientos”.

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 Verónica Giuliani
Santa Verónica Giuliani describe la repulsión que le dan las
almas condenadas.
Santa Verónica Giuliani (27 de diciembre 1660 - 9 de julio 1727) vivió en el
monasterio de las Clarisas de Città di Castello, y narra así sus visiones del
infierno: “Me pareció que el Señor me hacía ver un lugar oscurísimo; pero en
el que igualmente había un incendio como si se tratara de un gran horno.

Había llamas y fuego, pero no se podía ver la luz; sentí gritos y ruidos, pero
no podía ver nada; salía hedor y humo horribles, pero no hay , en esta vida,
algo con lo que se puede comparar.

En este punto, Dios me dió una comunicación acerca de la ingratitud de las


criaturas, y de cómo aborrece este pecado. Y aquí se me mostró todo
flagelado, azotado, coronado de espinas, con una pesada cruz en el hombro.

Entonces me dijo: “Mira y ve bien este lugar que nunca terminará. Está, para
el tormento, mi justicia y mi desprecio riguroso”.

Mientras tanto, me pareció oír un ruido fuerte. Aparecieron muchos


demonios: todos, con cadenas, sostenían animales de diversas especies. Estas
bestias, repentinamente, se convirtieron en criaturas (hombres), pero tan

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espantosas y horribles, que me daban más terror que los mismos demonios.
Yo estaba temblando de pies a cabeza, y me quería acercar adonde estaba el
Señor. Pero a pesar de que había poco espacio, nunca pude acercarme más.
El Señor estaba chorreando sangre, y estaba bajo aquel grave pesado. ¡Oh
Dios! Querría haber recoger su Sangre y tomar la Cruz. En un instante,
aquellas criaturas se convirtieron, una vez más, en forma de animales y, a
continuación, todos fueron precipitados en aquel lugar oscurísimo, y mientras
eran precipitados, maldecían a Dios y a los santos.

Me pareció que el Señor me hiciese entender que aquel lugar era el infierno y
que esas eran almas muertas y, por el pecado, se habían convertido en
bestias; entre ellos había también religiosos […].

Y yo tenía delante mío todos mis pecados [ ... ]. Sentía un incendio de fuego,
pero no podía ver las llamas; sentía alguno que soplaba sobre mí, pero no veía
a nadie. De repente, sentí como una llama de fuego que venía hacia mí, y yo
sentía que me golpeaban, pero no veía nada. ¡Oh! ¡Qué pena! ¡Qué tormento!
No puedo describirlo, e incluso el solo recordarlo, me hace temblar. Al final,
en tanta oscuridad, me pareció ver un poco de luz como por el aire. Poco a
poco, se dilató y agrandó. Me parecía que me librara de estas penas, pero no
veía nada”.

Otra visión del infierno es del 17 de enero de 1716. La santa narra que en ese
día fue transportada por algunos ángeles al infierno: “En las profundidades
del abismo vi un trono monstruoso, hecha de demonios aterradores. En el
centro había una silla formada por los jefes del abismo. Satanás se sentaba
encima en su horror indescriptible y desde allí observaba a todos los
condenados. Los ángeles me dijeron que la visión de Satanás constituye el
tormento del infierno, así como la visión de Dios constituye el deleite del
Paraíso. Mientras tanto, me di cuenta que el silencio almohadón de la silla
era Judas y otras almas desesperadas como él.

Le pregunté a los ángeles si quiénes eran aquellas almas y tuve esta terrible
respuesta: “Ellos eran prelados religiosos y dignatarios de la Iglesia”. Y en ese
abismo, vio precipitar una lluvia de almas. Y una voz grita: “Siempre será así.
Siempre, siempre, siempre”. Verónica es conducida ante la presencia de
Lucifer. El tiene a su alrededor a las almas que más gracias recibieron del
cielo, pero que nada hicieron por Dios, por su gloria; y los tiene bajo sus pies,
como una almohada, golpeando continuamente las almas de aquellos que
faltaron a sus votos”. “¡Vete fuera, intrusa, que aumentas nuestros
tormentos!”, le grita furioso a sus ministros. Una vez sacada del infierno,
Verónica repite aterrorizada: “¡Oh, justicia de Dios, cuán poderosa eres!”.

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Alfonso M. de Ligorio
San Alfonso María de Ligorio: “Si los hombres muestran poca paciencia ya
sobre la tierra... ¿cómo harán para luego soportar las llamas del infierno por
toda la eternidad?”.

En su obra: “Preparación para la muerte”, dice así el santo: “¿Qué será,


cuando Dios en la muerte dirá a los réprobos: “Vete, que no quiero verte
más”. “Abscondam faciem ab eo, et invenient eum et omnia mala” (Deut 31 .
17).

“Ustedes (dirá Jesús los condenados en el último día) ya no sois más míos, Yo
no soy más vuestro”. (..) Los condenados dirán a los demonios: “Guarda, ¿qué
de la noche? “Custodio, quid de nocte?” (Is 21, 11 ). ¿Cuándo termina?
¿Cuándo terminan estas tinieblas, estos gritos, estos hedores, estas llamas,
estos tormentos? Y se les contesta: “Nunca, nunca”. ¿Y cuánto van a durar?
“Siempre, siempre”.

Oh, Señor, da luz a tantos ciegos, que al pedírseles que no se condenen,


responden: “En fin de cuentas, si voy al infierno, paciencia, no importa”. ¡Oh
Dios, ellos no tienen paciencia para sentir un poco de frío, ni para estar en
una habitación caliente, ni para sufrir un golpe; pero luego tendrán paciencia
para estar en un mar de fuego, golpeados por los demonios y abandonados por
Dios y por todos por toda la eternidad! (…) Pero, ¿cómo –dirá un no creyente-,

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qué clase de justicia es esta? ¿Castigar un pecado, que dura un momento, con
un castigo eterno? Pero, ¿cómo (respondo yo) puede tener la audacia un
pecador de ofender a un Dios de infinita majestad por el gusto de un
momento? Incluso en el juicio humano (dice Santo Tomás, I. 2 . Q. 87. a. 3) la
pena no se mide según la duración del tiempo, sino según la cualidad del
delito... (.. )

La muerte en esta vida es lo que más temen los pecadores, pero en el


infierno será la cosa más deseada” (Ap 9, 6).

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Pintura que representa el caso del prof. Diocrè.

El extraño (e inquietante) caso del prof. Diocrè


Cuánto bien bien pueda hacer el pensamiento del infierno, nos lo dice lo
sucedido en los funerales de un famoso maestro de la Sorbona de París,
Raymond Diocrè.

El episodio, clamoroso, fue , en palabras del P. Tomaselli , reportado y


analizado con rigor en todos sus detalles . Esto es lo que sucedió: a la muerte
del profesor, que tuvo lugar en París, se prepararon funerales solemnes en la
iglesia de Notre-Dame. Asistieron profesores y hombres de la cultura,
autoridades eclesiásticas y civiles, además de discípulos del difunto y fieles
de todas las clases sociales.

El cuerpo, colocado en el centro de la nave, estaba cubierto con un simple


velo. Se comenzó a recitar el oficio de difuntos. Cuando se llegó a las
palabras: “Responde mihi : Quantas habeo iniquitates et peccata...”, es
escuchó una voz sepulcral salir de debajo del velo: “¡Por el justo juicio de
Dios, he sido acusado!” .

Con consternación se quitó el velo, pero el cuerpo estaba quieto y sin


movimiento. Se reinició el oficio interrumpido, en medio de la conmoción
general. Cuando se llegó al mismo versículo anterior, el cadáver se levantó a
la vista de todos y gritó: "¡Por el justo juicio de Dios he sido juzgado!”.

El terror y el espanto se apoderaron de todos. Algunos médicos se acercaron


al cadáver que se había sumergido nuevamente en la más absoluta

22
inmovilidad, pero solo pudieron constataron que el profesor estaba realmente
muerto.

En este punto, no tuvieron ánimo para continuar con el funeral y decidieron


continuarlo al día siguiente. Las autoridades eclesiásticas no sabían qué
hacer: algunos decían que estaba condenado y no se podía rezar por él; otros
dijeron que todavía no había certeza de la condena, a pesar de haber sido
acusado y juzgado. El obispo ordenó que se reiniciara la recitación del oficio
de difuntos. Pero cuando se llegó nuevamente al mismo versículo, el cadáver
se levantó y gritó: “¡Por el justo juicio de Dios he sido condenado al infierno
para siempre!”.

Ya no había ninguna duda: el difunto había sido condenado. El funeral


terminó y se pensó que era mejor no sepultar el cadáver en el cementerio
común.

Entre los presentes se encontraba un cierto Bruno, discípulo y admirador de


Diocrè, que quedó profundamente conmovido por lo que había pasado. A
pesar de que era ya un buen cristiano, decidió dejarlo todo y dedicarse a la
penitencia. Con él, otros tomaron la misma decisión.

Bruno se convirtió en el fundador de la Orden de los Cartujos o trapense,


orden que se encuentra entre las más estrictas de la Iglesia Católica.

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UN EXORCISTA ENTREVISTA
AL DIABLO

A BRAZO PARTIDO CON EL MALIGNO

La idea de este escrito me vino de improviso en una tarde de agosto del


pasado año de gracia y de desgracias 1974.

Fue así: Desde hace dos meses, quizás antes, casi todos los días, a las tres de
la tarde en punto, el Segundo Canal de la RAI emitía una programa titulado
Entrevistas imposibles.

Se trataba de encuentros entre literatos, periodistas y estudiosos de cultura


variada con hombres de¡ pasado: Con personajes del pensamiento, del arte,
de la política introducidos bien o mal en la historia, con nombre más o menos
famosos,

El programa era original y, si bien coincidiese con la hora de la siesta, me


puse a seguirlo con asidua curiosidad.

Eran encuentros - decía - de hombres de hoy con otros de ayer para


interrogarles, como si fuesen, por no se qué clase de truco mediático,
momentáneamente revividos, y hacerles hablar y dar explicaciones de algunos
de sus actos y confesar sus intenciones secretas, ya obligados a responder a
las preguntas, ya puestos en la necesidad de justificarse de las cosas mal
hechas de algún histórico.

El personaje entrevistado normalmente aparecía fielmente centrado en el


ambiente de su tiempo. Las respuestas se referían a la vida y al pensamiento
que le caracterizaron. Y cuando los entrevistadores eran muy inteligentes - no
siempre - en poco más de un cuarto de hora nos daban buenas pruebas de
habilidad mental con esbozos de retratos histórico-psicológicos de una feliz y
muy vivaz finura.

Uno tras de otro venían interpelados, sin ningún orden cronológico, Atila,
Marat, Casanova, Marco Polo, Pitágoras, Copérnico, Bruto, Diderot, Swift,
Marco Aurelio, Pilatos, Cleopatra, la Beatrice de Dante, etc., aunque ésta
villanamente desfigurada.

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Entre una y otra audición me vino a la mente una observación muy
extravagante:

“¡Falta una entrevista con Satanás!... Sería interesante. No obstante, hoy,


con la habilidad que ha logrado tal maestro para no hacernos creer en él..."

El calor de aquella tarde era sofocante y me estiré sobre una silla para
recuperarme un poco del sueño.

*  *  *
La mañana siguiente, apenas me despierto: "i Claro que una entrevista con
Satanás, o mejor con el Maligno, sería fantástico! Qué importa que tantos no
crean en él. Y recordé el planteamiento hecho por el Papa en uno de sus
discursos del miércoles. Una fantasía bien presentada por lo menos lograría
llamar la atención sobre tal sujeto. Quizás también a quitar el sueño a más de
uno".

No pensé en ello durante cierto tiempo. Pero la idea se presentaba


intermitentemente y a veces con extrañas líneas de algo factible. Si podría,
por ejemplo, decir esto... presentar así un episodio... introducir este o aquel
otro aspecto... Poco a poco se hizo un poco mi sufrimiento.

Una entrevista con el Maligno. No pensaba precisamente meterme en ella. \/


eamos entonces a quien confiarla. Comencé entre mí a dar nombres. Puse en
mente a varios. Mientras pensaba en ello, uno tras otro iba descartando.

Meterse a dialogar con el diablo, aunque sólo sea sobre el plano de la


fantasía, no es cosa fácil. Ninguno aceptaría una idea tan bizarra, y sobre
todo, fuera de tiempo: ¡Cosa de la Edad Media!

Entre tanto, lo extraño era esto: cuando pensaba tomar en serio esta idea,
sentía mi ánimo abrirse a la serenidad y a cosa interesante. Por el contrario
cuando me proponía no hacer nada, me sentía inquieto y caía en un extraño
nerviosismo. Había en mí algo que echar fuera, como una liberación.

En mi vida fue la primera vez que tuve la sospecha de tener necesidad de un


neurólogo.

Una tarde fui, como obligado por no sé qué, a una iglesia, donde es venerada
una Virgen muy querida por el pueblo romano, y la encontré, como cosa rara,
muy llena de gente.

Sucedió algo increíble. Apenas pasada la puerta, se me acercó una muchacha


de mediana edad, de baja estatura, con dos ojos luminosísimos y dulces, y de

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improviso me dijo: "¿Cuándo se decide a escribir aquellas cosas?..." Y me
miraba con insistencia.

“¿Escribir? ¿Qué cosas?”

“Anda ya, lo sabe mejor que yo".

Pero Ud. ¿quién es?»

“¿Qué interesa decirle quien soy? Vaya a ver a Aquella - e indicó el cuadro de
la Virgen - Vaya a oír qué quiere Ella decirle."

Un numeroso y compacto grupo de turistas invadió en aquel momento la


entrada. La muchacha fue envuelta en la confusión y la perdí de vista

¡Qué cosa tan extraña! ¿Una alucinación o un aviso del cielo? Me sentí perdido
y ridículo, sobre todo ridículo.

Encontrado un puesto adecuado, antes de ponerme a los pies de la Virgen


para rezarla, aquel embarazo mío interno me desapareció como si nada. Sin
volver a pensar al sufrimiento que me molestaba, experimenté dentro de mí
como un empujón dulcísimo y firme a recogerme en el argumento para
empezar a hacer cualquier cosa.

Mirando a la querida imagen, no me atreví a pedirla nada sobre esto, pues ya


advertía en mí una promesa de asistencia materna.

"Está bien, dije saliendo. Me embarcaré en este asuntazo. Yo mismo escribiré


esta extrañísima entrevista. Me saldrá algo que me cubrirá sobre todo de
ridículo. Pero me habré quitado una idea fastidiosa de la cabeza"

PRIMER ENCUENTRO

Aquella misma tarde, después de una cena más bien rápida y desganada, me
retiré a mi cuarto a despachar un poco de correspondencia.

Después de media hora me puse a recitar la última parte de la "Liturgia de las


horas». Hice devotamente la señal de la Cruz y comencé:

'Jesús, luz de luz, - sol sin ocaso, -tu iluminas las tinieblas, - en la noche del
mundo,- En Ti, Santo Señor - buscamos descanso- de la fatiga humana, - al

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fin del día"...

Noté esta vez, que cuanto más iba adelante, más crecía en mi el deseo de
retrasar aquella oración habitual. Sentidos y gustos nuevos fluían de aquellas
palabras antiguas y simples.

Al final, besé el breviario y lo puse aparte. ¿Y ahora qué hago? Algunas veces
apunto notas rapidísimas en mi diario; intenté hacerlo pero pronto se me
pasaron las ganas.

Volteándome, mi mirada se encontró con la imagen de la Virgen, ante la cual


aquella tarde había ido a orar. Tuve deseos de entretenerme con Ella y,
cogido el rosario del bolsillo, me hice la señal de la cruz. Las Ave María me
venían dulcísimas como una íntima toma de contacto con Ella. No había
terminado aún la primera decena, y ya me encontraba sentado y con la pluma
en la mano.¿Cosa extraña? ¿Para hacer qué? Un bloque de papel estaba allí
sobre la mesa: ¿Comenzar a escribir algo sobre aquella diablura? No pensaba
en esto en absoluto. No tenía nada concreto en mi cabeza y la fantasía no
parecía ayudarme.

Para hacer cualquier cosa, tomé el bloque de papel y escribí en lo alto:


«Entrevista con Satanás". ¿No? corregí. Mejor decir: «con el Maligno". Este
segundo apelativo es menos común y de un sentido más inmediato. Y
permanecí con la pluma en el aire.

En aquel mismo instante advertí a lo largo de la columna vertebral una


imprevista sacudida de frío que inmediatamente me envolvió todo entero.

Al lado de la escribanía, a la izquierda, la ventana estaba completamente


abierta, instintivamente me levanté para cerrarla. Advertí sin embargo que
de fuera venía un aire caliente. Era la tarde de una jornada calurosa de
septiembre.

Mientras me tocaba las mejillas, la frente, mirando si tenía síntomas de


fiebre, una hoja más bien fría me atravesó y tuve un extraño asalto de miedo.
Me senté, permanecí un rato sobre mí mismo, después intenté acostarme en
la cama. No logré moverme. Me sentía clavado a la escribanía, no porque
alguien me hiciese violencia desde fuera, sino por un sentido de inercia total:
una especie de pegamento.

Invoqué mentalmente a la Virgen que me miraba a unos metros de distancia


de la pared y tuve una caricia imprevista de paz.

Mientras en mi interior daba gracias a la Madre Celestial, la silla, la

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escribanía, casi toda la habitación sufrieron un sobresalto misterioso.

"Has pedido entrevistarme, aquí estoy”

Era una voz lóbrega, áspera, metálica. Una voz que no supe precisar de qué
punto venía, pero que desencadenó en mí un largo y muy fuerte escalofrío de
miedo. Permanecí algunos minutos sin respiración, después tomé fuerzas.

“Pero ¿quién eres tú?".

“No seas estúpido, ¡soy yo!"

No había pensado nunca de poder pasar con mi entrevista del plano de la


fantasía al de un tú a tú con el Maligno.

En un ángulo de la escribanía había un rosario e instintivamente lo cogí como


si fuese un arma de defensa,

"iTira fuera esa tontería, si quieres hablar conmigo!”

“¿Tontería?..."

"iExcrementos de cabra colocados juntos!”

¡Si para ti es una tontería, yo lo beso y para tu desprecio lo enrollo entorno a


mi muñeca, como defensa. Veo que te da miedo, bellaco!

¡Eso para mí es una guillotina!..

“¡Mejor aún, y gracias por habérmelo dicho!”

He intentado muchas veces explicarme cómo percibí aquella voz tan cercana,
que no venía de ningún punto preciso de la habitación ni salía de mi interior.
Sin embargo, lo comprendía claramente, siempre en un tono amenazador y
desdeñoso y cargado de una rabia especial.

“¿Cómo es que has venido? ¿Quién te envía?”

"He sido obligado".

“¿Por quién ?” Siguió un silencio tenso.

“Vamos ¿obligado por quien?”

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“¡Por aquella!”

“Gritó esta respuesta con un desprecio y con un odio indescriptibles."

“¿Quién es ella?" Sin embargo, había comprendido.

“¡No diré jamás su nombre!'

«¿Te quema tanto?«

"¡La odio infinitamente!",

“Porque es la criatura más alta y más santa…”

Masticándose las palabras con rabia: "¡Él la ha querido así para mi desprecio,
para que fuese mi más aplastante humillación!”

Permanecí atolondrado. “¿Cómo es posible? ¿Eres el padre de la mentira y


dices una verdad tan grande? ¿No te das cuenta que ésta es una alabanza
inmensa?”

Mi pregunta quedó sin respuesta. Por esta vez esto fue todo.

SEGUNDO ENCUENTRO

Pasaron algunos días sin que sucediese nada nuevo. No sabía qué pensar. No
tenía la valentía de invocar la vuelta de un tan singular interlocutor. Aquel
primer encuentro había dejado en suspenso más de una pregunta. Pero fue
cortado en lo mejor. Aquella última respuesta, sin embargo, tan inesperada,
me dejó una alegría grande.

Una mañana, apenas había terminado de celebrar la Misa, tuve un deseo


insólito de ir rápidamente a casa. Mi empujaba el extraño indicio de algo no
acostumbrado.

«Aquel mensajero debe estar ya aquí, pensé. Correcto, he aquí los


acostumbrados escalofríos de frió helado. No me había equivocado.

Me senté, invoqué mentalmente a la Virgen y esperé.

"Estoy aquí. ¿Qué más quieres preguntarme?".

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Parece que aquel ser tenebroso hubiese sido puesto a mi dispo-sición.

“Antes que nada, debo agradecerte el alto elogio que la última vez hiciste a
la Virgen. Me impresionó mucho tu respuesta. Y todavía no logro explicarme
como se te haya podido escapar”.

 “Es ella que me obliga a hablar así, ¿lo quieres comprender? Ella me obliga.
Lo hace para contentarte y para humillarme. Pero tú,- recuérdalo - me las
pagarás. Tú no lograrás comprender jamás qué tortura es para mí tenerla
que obedecer obligándome a decir ciertas verdades. Yo odio la verdad,
porque la verdad es Él, ¿comprendes? Tu permaneces horrorizado ante los
tormentos a los que tantos subalternos míos someten a sus condenados
políticos, recurriendo a la píldora de la verdad, al lavado de cerebro - todos
son inventos míos, para que lo sepas - para llevarles a la autocrítica y a
sacarles sus confesiones preestablecidas. Peor es el suplicio al que soy
sometido por aquella para llevarme a escupirte en la cara ciertas verdades.
Por eso, te repito que me las pagarás”.

"Gracias también por esto que me dices; pero si Ella está conmigo, tú no me
das miedo”.

“Te he dicho que me las pagarás".

"De acuerdo. Pero continúa hablándome de Ella".

"Es mi más implacable enemiga".

“Lo creo: Es la Mujer destinada a darnos a Jesús, nuestro Redentor, el


reparador de todas tus maldades, especialmente por habernos regalado el
pecado y la muerte. Y Ella, por virtud de su Hijo, para tu humillación, ha
vencido todo esto".

Un largo silencio de espera.

“Comprendo que no tengas mucho deseo de hablar de María. Eres


infinitamente soberbio y el recuerdo de Ella es demasiado humillante para ti.
Dijiste bien, es tu humillación más grande. Pero, en nombre de Ella,
responde. ¿Creíste haber obtenido una victoria plena arrebatándonos a
nuestra madre Eva? ¿Ni siquiera sospechaste que Dios te habría vencido con
María? Una Madre infinitamente más grande que la que nos arrebataste y con
la cual nos mandaste a la ruina. Dios nos ha dado a María y la ha hecho Madre
suya".

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"¿Pero por qué te obstinas tanto en hablarme de aquella? íDéjalo ya!”

«Precisamente porque te fastidia tanto...”

“Es una terrible desbaratadora de mis planes. Es una devastadora de mi


reino. No me deja conseguir una victoria y ya me prepara una derrota. Me la
encuentro siempre entre los pies. Siempre ocupada en atravesarse en mi
camino, a suscitar fanáticos que la ayudan a arrebatarme almas. Allí donde
más clamorosas son mis conquistas, en un silencio capilar ella multiplica las
suyas. Pero ahora ha llegado el tiempo en que obtendré sobre ella victorias
jamás vistas...”

"¡Efímeras como las demás!”

*  *  *

Aún un breve silencio. “¡No serán efímeras!.. Esta vez será una victoria total.
Creía estar al seguro en una fortaleza inalcanzable. ¡Ahora os he abierto una
brecha que será peor que la primera!...”

  “¿Qué brecha? Pienso que corres demasiado. Estás muy seguro de ti mismo".

“Tengo de mi parte también a los teólogos. Los mis presuntuosísimos


doctores, Si fuese capaz de amar, serían mis amigos más queridos. Vuestros
cultivadores del dogma van abandonando una tras otra vuestras posiciones.
Los he inducido a avergonzarse de ciertas fórmulas ridículas. A avergonzarse
antes que nada de creer en mi existencia y en mi trabajo en medio a
vosotros: Cosa para mí comodísima".

"¿Y con esto, crees?

«De este modo, las fábulas de la Inmaculada Concepción, de la Maternidad


Divina, de la siempre Virgen, de la omnipotente llena de gracia están siendo
desmoronadas como miserables necedades. Dentro de pocos años quedará
solo el recuerdo - vergonzante recuerdo - de tan estúpidas leyendas. Mucho
he debido esperar pero ahora ha llegado finalmente mi tiempo.
íDefinitivamente ha llegado mí hora! ¡Si supieras lo bien que trabajan mis
aliados: curas, frailes, doctores!... ¿Dónde están ahora los fanáticos de su
culto, sus calenturientos simpatizantes?”

*  *  *
Parecía que se hubiese marchado. Pero estaba allí, quizás en espera de mi
reacción.

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“Lo sé: Has logrado reunir en torno de tantas verdades del Credo una
polvareda irrespirable llena de confusión. Crees suprimir el sol sólo porque los
has escondido detrás de cúmulos de nubes. Pero todo esto pasará. Bastará un
soplo del Omnipotente para desbaratar todo lo que estás construyendo. Un
soplo solo y Dios, en su Providencia, también de nuevo sacará bien del mal,
Incluso de estas confusiones sabrá hacer brillar más espléndida la verdad”.

"No te hagas ilusiones".

"Sé que no me engaño. La fe me lo dice. Ni tú mismo, eterno mentiroso, crees


en esta victoria final.

Tú te agitas porque sabes que Dios tiene medido el tiempo en el que, para sus
designios, te deja exagerar. Tú sabes que el más poderoso es Él. Él tiene
delante de Si la eternidad. En un instante te arrebatará de la mano tus
victorias momentáneas. Eres el eterno fanfarrón ridículo. Te crees
omnipotente, mejor aún quieres hacértelo creer a ti mismo, pero basta un
signo de la cruz para ponerte en fuga, basta un poco de agua bendita para
paralizar tu omnipotencia. La parábola del grano y de la cizaña ha sido dicha
sobre todo para ti. Eres simplemente ridículo en tus bravuconadas. Eres un
pobre perro atado a tu cadena. Tú no puedes nada más de lo que te permite
Dios. Te lo permite para probar a sus elegidos en el tiempo, y derrotarle para
toda la eternidad”.

“¡Qué elocuente eres! Has hecho una bella predicación para los papagayos de
la parroquia. Tu reúnes palabras, yo cuento hechos".

“Te estoy solamente descubriendo tu mentira. Tu historia concluirá como


empezó. Tienes la estúpida presunción de creerte semejante a Dios. Te
rebelaste y Dios en aquel mismo instante, con un soplo te precipitó a ti y a los
tuyos en los abismos infernales. Bastó un movimiento de su voluntad para
fulminaros a todos, para transformaros de ángeles en horribles demonios".

“Todavía un trozo de predicación”.

"Sabes bien que no es predicación. Es un hecho tremendo. Como tremendo es


el infierno en el que te precipitaste... A propósito: ¿Qué es el infierno?..."

Un silencio pesado como una pesadilla.

“En nombre de Ella, responde, háblame del infierno".

“Imposible decírtelo".

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“Prueba”.

“Ni siquiera ella misma, en Fátima, supo explicarlo”.

”¿Cómo? ¡Aquellos pobres niños por poco no murieron de espanto!

"¿Y qué vieron... el infierno es bien distinto... Conténtate con esto”.


*  *  *

También esta vez tuve la sospecha de que se hubiese ido. De manera extraña
me advirtió de que se encontraba allí.

“¡Desgraciado! Eras un ángel. Dios te creó riquísimo de dones y de bellezas


divinas. Tenías la inteligencia de los espíritus elegidos. Es inconcebible cómo
tú y los tuyos habéis podido atreveros a un tan estúpido pecado de rebelión.
¿Como intentar apropiarse de lo que no era vuestro? ¡Responde!”.

“Porque quiso someternos a una prueba infinitamente humillante para


nosotros, espíritus altísimos. Una prueba inimaginable, digna sólo de una
revuelta”.

“¿Qué prueba?"

De nuevo un silencio cargado de misterio. "Vamos, en el nombre de Ella que


te ha obligado a venir, responde. ¿Qué prueba?".

"Nos impuso un obsequio muy humillante e inaceptable. Nos puso frente al


diseño de la creación del mundo material, de todo el cosmos, por encima del
cual os creó también a vosotros los hombres con el propósito de elevaros a la
misma dignidad a la que nos había elevado a nosotros, y para colmo de todo,
lo que hizo desencadenar nuestra revuelta… nos puso delante de la
encamación del Hijo, hecho hombre, revestido de una naturaleza inferior a la
nuestra, y nos impuso adorarle. Nuestra inteligencia se pasmó. Millones de
ángeles se sometieron vilmente a Él. Muchísimos de nosotros lo vimos como
una afrenta a nuestra dignidad y nos rebelamos. El castigo explotó de
inmediato. Nosotros no queremos aceptar nuestra condición de criaturas, de
tener necesidad de Él, de estar sometidos a Él. Nos creímos autosuficientes -
y lo éramos - de nosotros mismos... En aquel rechazo nuestro gesto es de
revuelta... Y en un momento nos encontramos como somos. Su condena fue
sin apelación". Tampoco nos hubiéramos sometido a su voluntad.

“¿Y no era un pecado gravísimo de rebeldía?”

Un «Nooo…” lóbrego, largo, cavernoso, de helar la sangre, resonó un buen

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tiempo en la lejanía. Comprendí que había desaparecido, dejándose atrás un
fracaso que parece el estrépito de un alud. Todo lo que era firme tembló. Salí
al corredor mirando si alguien se hubiese percatado de algo. Nada. No vi a
nadie.

TERCER ENCUENTRO

Esta vez no se hizo esperar mucho.

La noche siguiente, estaba para meterme en la cama, cuando oí rumores


extraños en la habitación. Eran pasos fuertes, casi sordos que hacían vibrar el
pavimento. Advertida su presencia, agarré el rosario, hice la señal de la cruz,
invocando mentalmente a la Virgen que estaba junto a mí, al lado de la
cama, y esperé.

"Siento que estás aquí. Bien, en nombre de Ella, que te obliga a venir y a
responderme, dime: inmediatamente después de tu gran pecado, ¿te diste
cuenta de todo lo que habías perdido para siempre?»

“¡Qué pregunta tan estúpida!”.

"Gracias, eres muy amable; Sé muy bien que mi inteligencia no se puede


comparar con la tuya. Por eso permíteme una pregunta aún más idiota:
¿Jamás te has arrepentido de aquel pecado?”

"¿Arrepentimiento?”, la respuesta surgió de inmediato, como un rugido de


bestia.

"¿Pero no sabes que un acto de arrepentimiento hubiese sido un acto de


amor? Y esto es totalmente inconcebible en nosotros. Nosotros fuimos
inmediatamente investidos de un odio inmenso contra Él. Un odio
implacable, eterno. Nos encontramos envueltos, casi petrificados, en una
maldición que ha llegado a ser nuestra segunda naturaleza. “

Tranquilamente hubiese querido concentrar la reflexión sobre la desgracia


irreparable de tantísimas criaturas tan excelsas, pero el otro me interrumpió.

“Después de habernos expulsados de su paraíso, se ha vengado destinando a


nuestro estado a los seres más nauseabundos, vosotros los hombres, un
amasijo de espíritu y de sucia materia. Ha hecho de vosotros un objeto de su
amor infinito. Va mendigando de vosotros el amor que nosotros le habíamos
rechazado. El amor por vosotros le ha hecho cometer locuras, hasta humillar

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al Hijo en el vientre de una mujer. Tiene la ambición de ocupar con vosotros
los puestos que nosotros hemos dejado vacíos. Pero antes de que logre esto,
llenaremos nuestro infierno con vosotros los hombres. La venganza que no
podemos realizar sobre Él, la haremos con vosotros. “

"Eso es lo que tu sueñas. Pero entre nosotros y tú, sobre el vértice de tu


abismo infernal está Cristo Crucificado, contigo tendrás solo a aquellos que
obstinadamente quieran permanecer a tu lado. Todos los demás, también los
pecadores, también los pobres infieles, te serán arrancados como presa que
no te pertenece, porque no son tuyos, Él los ha pagado con el precio de Su
Sangre y son suyos. ¡Me niego a creer que finalmente tengas tú más que Él!”

*  *  *

Hubo una pausa más bien larga. Tuve la sensación de que quisiera agredirme
con un discursazo, y en efecto, pasó inmediatamente al ataque.

"¿Dices que Él tendrá más que yo?... ¿Pero es que no ves, ciego y estúpido
como eres, que hoy estoy movilizando todo para vuestra ruina? ¿No ves que
su reino se desmorona y que el mío se agranda de día en día sobre las ruinas
del suyo? Prueba a hacer un balance entre sus seguidores y los míos, entre
aquellos que creen en sus verdades y los que siguen mis doctrinas, entre los
que observan su ley y los que abrazan la mía. Piensa solamente al progreso
que estoy haciendo por medio del materialismo ateo y militante, que es el
rechazo total de Él!
Aún un poco más de tiempo y todo el mundo caerá en adoración ante mí. El
mundo será completamente mío.

"Piensa en las devastaciones que estoy llevando en medio de vosotros,


sirviéndome principalmente de sus ministros. He desencadenado en su rebaño
un espíritu de confusión y de rebelión que jamás hasta hoy había logrado
obtener. Tenéis a vuestro guardián de ovejas, vestido de blanco, que todos
los días habla, grita, charla inútilmente. ¿Quién lo escucha? Puedo hacerlo
callar inmediatamente apenas quiera, en un momento puedo eliminarlo;
basta que arme la mano de un emisario mío.

Todo el mundo escucha mis mensajes, los aplaude y los sigue. Todo está de
mi parte. Tengo las cátedras con las que he puesto en jaque a vuestra
filosofía. Tengo conmigo la política que os disgrega. Tengo el odio de clases
que os hiere. Tengo los intereses terrenos, el ideal de un paraíso en la tierra
que os enfrenta a unos con otros. Os he metido en el cuerpo una sed de
dinero y de placeres que os hace enloquecer y que os está reduciendo a ser
un tropel de asesinos.

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"He desencadenado en medio a vosotros una sexualidad que está haciendo de
vosotros un grupo exterminado de puercos. Tengo la droga que pronto os
convertirá en una masa de miserables larvas de locos y moribundos. Os he
llevado a adoptar el divorcio para reducir a fragmentos vuestras familias. Os
he llevado a practicar el aborto con el que causo matanzas de hombres, antes
de que nazcan”.

"iTodos ángeles destinados al cielo!"

"¡Pero te parece poco haber convertido a las mujeres, a las madres en peores
que las bestias; las he inducido a matar a sus hijos, cosa que ni las bestias
hacen!”

“Todo lo que puede destruiros lo intento, y obtengo lo que quiero: injusticias


a todos los niveles para teneros en un continuo estado de desesperación;
guerras en cadena que destruyen todo y os llevan al sacrificio como a las
ovejas; y junto a esto la desesperación de no saber liberaros de las
calamidades con las que tengo que llevaros a la destrucción. Conozco hasta
donde llega la estupidez de vosotros los hombres y la aprovecho
completamente.

“La redención de aquel que se hizo matar por vosotros, bestias, yo la he


sustituido por la de los gobernantes asesinos, y vosotros os arrojáis en su
seguimiento como ovejas estupidísimas. Con las promesas de bien que os he
hecho y que no obtendréis nunca, he logrado cegaros, haceros perder la
cabeza, hasta llevaros fácilmente a donde quiero. Recuerda que yo os odio
infinitamente, como le odio a Él que os ha creado. ¡Sí, vaya favor os ha
hecho, enviando a su Hijo a desperdiciar su Sangre por la dichosa Redención.
Yo os odio, os desprecio!”

*  *  *

“¿Y con esto?”

“¿Qué quieres decir? ¿No es suficiente? Puedo continuar, si crees...”

“¿Con todo esto crees poder cantar victoria contra Dios? ¿Tú serías el gran
vencedor y Dios el gran derrotado? No niego que estás trabajando quizás como
nunca, que ahora vas obteniendo seguidores más que en el pasado, pero en
tus diseños eres un habilísimo inflador de balones. Te he dicho ya que tu
historia concluirá como ha comenzado. Nuestra atención va hacia el final de
todo esto. Entonces, tuviste en un instante muchísimos seguidores. Pero
¿cómo terminó tu gesto de rebelión? ¿Arrojaste a Dios del trono de su gloria?"

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“¿Aún te engañas? ¿No has comprendido nada de lo que te he mostrado?”

“¡Tú eres el ¡¡uso! Todas estas fanfarronadas tuyas pueden impresionar a un


hombre de poca fe, no a quien cree firmemente que Dios es Dios y tú eres un
miserable rebelde, una criatura suya, que Él podría destruir con un soplo, en
un solo instante, pero que no lo hará jamás. Has podido engañar a millones de
hombres para que no crean en Dios, pero tú sabes que Él existe, que Él es el
Omnipotente, que tiene en su mano el destino de los hombres y de la
historia. Has querido entablar la guerra contra Él y te está dejando obtener
algunos resultados, incluso momentáneamente espectaculares Pero sabes
bien que su poder está condicionado a su omnipotencia y ¡la victoria final
será sólo de Él!”

"¡Al contrario, será mía!”

“Mentiroso, ni tú mismo te lo crees, porque sabes bien con quien te has


metido. Recuerda la lección del Viernes Santo. Trabajaste bien ese día. Por
medio de tus satélites te apoderaste de Jesús y lograste hacerlo matar. Pero,
en la ceguera de tu odio, no te diste cuenta que aquella muerte fue victoria
de Él al quererla y tú fuiste un instrumento sometido. Creíste haberlo
liquidado para siempre. Sin embargo, el vencido fuiste tú. Él resucitó al
tercer día, vencedor de la muerte y del pecado. ¡Vencedor sobre ti y sobre
todo tu infierno!”

*  *  *

“El misterio pascual te ha vencido de una vez para siempre. Sin embargo, se
renueva, a lo largo de los siglos en la vida de la Iglesia y de las almas, en un
enfrentamiento ininterrumpido de luchas, de muerte y de resurrección. Pero
el triunfo del Reino de Dios aquí no se anuncia con las fanfarronadas, se
anuncia y progresa y resiste a los ataques con el misterio divino del silencio”.

“Los acostumbrados viejos discursos de oratoria…”

“Sabes que esto no es oratoria. En la mañana que resucitó, Jesús no tuvo


ninguna preocupación por vengarse de sus enemigos, de tus malhechores. No
tuvo ningún deseo de humillarles, como Él habría podido hacer y como alguno
podría haber esperado. Con una demostración espectacular y fulgurante de su
triunfo sobre la muerte, hubiera podido aparecer ante el Sanedrín, ante
Pilatos, ante Herodes, ante cuantos le humillaron y le dieron muerte... No fue
a gritarles a la cara: "¡He aquí vuestra victoria!" Por el contrario, Su Majestad
infinita está muy por encima de ese tipo de satisfacción triunfalista, no le
preocuparon sus enemigos. No pensó en rehabilitar su reputación ante ellos”.

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"Él inauguraba un estilo Suyo propio. Daba ejemplo de cómo se realiza su
triunfo en esta tierra, de cómo procede su Iglesia en medio de los hombres y
a lo largo de los tiempos: Un camino extenuante, duro, sin estrépito. Ella va
adelante en el silencio, cubierta continuamente de heridas, rodeada de
mártires que son sus testigos incomparables, obligada demasiadas veces a
refugiarse en las catacumbas; pero todo esto ya se le había anunciado y eso
es lo que la hace más semejante a su Jefe".

“¡Palabras, palabras, palabras! ¿No te das cuenta de que tengo en mi mano


todas las fuerzas del mal?... ¿No ves cómo las he movilizado compactas
contra el reino de Él?... ¡Mi ofensiva avanza ya incontenible!".

“¿Hasta cuando? Te crees el dueño de la situación. Te presentas corno el


señor y el dominador del mundo. Y apenas eres el ejecutor de los planes de
Él. Tú colaboras sólo a la magnificencia de su victoria final. Como tantas
veces en el pasado, también hoy, la Iglesia tiene necesidad de ser purificada.
A esto sirven las pruebas. Él no arranca su viña, la poda. La actual acción de
obstáculo que tú y tus satélites habéis desencadenado en el seno del pueblo
de Dios sirve a esto, a purificarlo. Los actuales logros aparentes de tu obra de
seducción y de desorden le sirven a Él para sus planes. Al final se volteará
todo contra ti y quedarás definitivamente vencido”.

CUARTO ENCUENTRO
No fue propiamente un encuentro como los anteriores ni como los que
seguirán. Esta vez, excepto un rápido retorno del Maligno al final, se
desarrolló casi todo en un largo y muy movido sueño. Todo aconteció de un
modo que hubiera jurado que estaba completamente despierto. Los sueños,
dicen, suelen ser breves pero éste me pareció larguísimo, si debo juzgarlo por
las cosas que vi y que entendí. Era un sueño que llamaré adivinador.

Tuve la sensación de ser despertado de sobresalto, al ruido ensordecedor de


miles de cornetas de coche, de tambores partiendo a ritmo de marcha, que
martilleaban un impotentísimo canto marcial. Asomándome me encontré
delante de una grandísima plaza, jamás vista por mí, repleta de gente,
especialmente de jóvenes, que con banderas rojas en la cabeza, continuaban
llegando de todas partes, como ríos en crecida que venían a desembocar en
aquel mar de gente.

Un cañonazo fue la señal de un silencio inmediato. Todos estaban a mi


espalda y mirando hacia un palco altísimo que surgía a lo lejos sobre el fondo
de la plaza. Apenas aprecio allí un hombre con una larga tira roja a los
flancos, gritos frenéticos de "viva" le saludaron durante largo tiempo. Hecho

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silencio a una señal suya, comenzó a hablar en una lengua de la que no
comprendí ni una palabra.

Mientras asistía a esta espectacular reunión, sucedió un fenómeno extraño. A


medida que el orador hablaba y los altavoces difundían la voz hacia todas
direcciones, la superficie de la plaza se dilataba, se alargaba hasta no poder
más reconocer con los ojos los confines. Sólo lograba captar un confuso
fluctuar de gente hacia la lejanía cada vez más difuminada.

Fue aquí que, en el estupor de aquella extraña visión, intervino la voz alta y
soberbia del Maligno:

“¡Mira, mira qué espectáculo tan maravilloso!... Toda la juventud se ha


puesto de mi parte. Es mi juventud. A muchos he seducido con la lujuria, con
la droga, con el espíritu de revolución. Pero a la mayor parte la he ganado
con el lazo del marxismo materialista. Casi todos han venido aquí sin los
acostumbrados esquís bautismales. Estos jóvenes han pasado a través de
escuelas programadas sobre un ateísmo radical, Allí han aprendido que no ha
sido aquél de allá arriba quien creó al hombre, sino que el hombre se ha
creado estúpidamente a si mismo. Ahora aguerridamente luchan contra Él,
que se resiste a desaparecer. Pero desaparecerá. ¡Es fatal! Estos jóvenes
míos han aprendido a deshacerse de todas las verdades así llamadas
metafísicas. Para ellos existe sólo el mundo material y sensible. Ha sido un
universal lavado de cerebro, y nos serviremos de éstos para todos los que se
atrevan a mantenerse todavía agarrados a las viejas creencias. Él debe
desaparecer de modo absoluto. Pronto vendrá el día en que ni siquiera será
recordado su Nombre. Las pocas zonas de resistencia que no lograremos
eliminar con nuestra filosofía, lo haremos con el terror. Existe para los que
queden, decenas y decenas de hospitales psiquiátricos y centenares de
campos de concentración donde les enviaremos a morir. Así para todos los
países de la tierra. Uno tras otro deben caer a mis pies, abrazar mi culto,
reconocer que el único señor del mundo soy yo...”

*  *  *

En este punto, mientras el Maligno se exaltaba y se calentaba hablando con


tanta seguridad, la plaza de improviso desapareció, y toda aquella
muchedumbre desapareció, de toda aquella muchedumbre exterminada no
quedaba ni la más pequeña traza, y el discurso del orador cesó como por una
inesperada interrupción de corriente. En un instante me encontré en un
profundo subterráneo iluminado escasamente, que me hizo recordar los
pasillos de las catacumbas romanas, dominadas por un aire de serenidad y de
paz.

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Visto allá, a lo lejos un punto más luminoso, me dirigí con ánimo y paso
seguro hacia aquel lugar. Presentándome, sentí venir a mi encuentro el eco
de una oración coral. Me detuve, esperando captar el significado. Imposible;
aunque se trataba de una lengua desconocida por mí, comprendí por ciertos
motivos que era el Padre Nuestro. Una fuerza interior me animó a seguir
caminando. Uno del grupo vestido de pope, se dio cuenta de mi presencia,
vino inseguro y excitado a mi encuentro. "Sea alabado Jesús”, le dije. Ante
aquel saludo, alargó los brazos y sonriendo me pregunto: "¿Eres acaso un
hermano nuestro?».

"Si, soy un hermano vuestro” y nos abrazamos calurosamente.

“En nombre de Dios”, le pedí, “explicadme ¿dónde me encuentro y quiénes


sois vosotros?".

“Te encuentras en un subterráneo del país de los sin Dios. Dos veces a la
semana, de noche, nos reunimos aquí para nuestras oraciones comunes, para
asistir a la liturgia, y dar testimonio de Dios lo mejor que podamos". Sonrió
viendo mi estupor y continuó: "Mira, aquí somos apenas un centenar, pero en
otros sitios se reúnen incluso más para orar por nosotros, por la patria, por el
mundo entero".

“¿Cómo en los tiempos de las catacumbas?”

“Exacto, como en los tiempos de las catacumbas; ésta es nuestra catacumba"

“¿Pero es verdad que Dios ha sido eliminado de este gran país?”

“¡A Dios no se le puede eliminar, querido hermano! Expulsado de la puerta,


entra por todas las vías misteriosas que sólo Él sabe abrirse”.

Mi interlocutor se dio cuenta de que estaba conmovido y calló.

*  *  *

"Veo que también hay jóvenes".

"Aquí cerca de la mitad de los que recogemos son jóvenes. En otros refugios
aún son más. Jóvenes que no vienen sólo a orar sino a trabajar. Piensa,
querido hermano, después de una jornada de fatiga demasiado extenuante,
estos hijitos sacrifican por turnos, horas enteras, para venir aquí a prestar su
trabajo”.

“¿Qué hacen?"

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"Ven, te lo enseñaré”.

Después en una pequeña vuelta a la derecha, bajados pocos peldaños, nos


encontramos en un antro con algunas salidas de seguridad y transformado en
una oficina tipográfica rudimentaria: algunas máquinas de escribir; una
multicopista que iba velozmente a pedaladas, una atadora y otros utensilios.

“¿Qué están imprimiendo?”.

«Ante todo parte de la Biblia, Evangelios, los Hechos de los Apóstoles,


pequeños misales, catecismos, libros de oración y también romances, poesías
de escritores no aliados y condenados o expulsados de la patria. Creo que
nuestro país una gran parte ha leído ya las obras de Pasternak, de Sinjavskij,
de SoIzenitzin; el ejemplo de estos hombres es enorme sobre nuestra
juventud.

Apenas ésta se ha dado cuenta de haber estado años y años engañada y


embotada por mentiras en los discursos de las plazas, por los libros, en las
escuelas, ha sido cogida por un hambre insaciable por la verdad: quieren
saber la verdad sobre todo. No te digo la conmoción que nos sucede cuando
no logramos escuchar la liturgia transmitida en nuestra lengua por Radio
Vaticano".

*  *  *

Me di cuenta de mi interlocutor mientras me hablaba continuaba


examinándome. Pero se dio cuenta que conmigo podía hablar libremente, y
continuó hasta vaciar el saco. Me retiró un poco a un lado y acercándose un
poco más, me tomó las manos en las suyas y continuó: "Mira, yo soy un pope
pero hace años que disiento con mi superior local, demasiado politizado por
el régimen y pasado al servicio del partido. He sido obligado por tanto a vivir
escondido. Estos jóvenes lo saben; la voz ha pasado de éste a los demás
refugios y así me toca vivir de uno al otro para el servicio religioso. ¡Qué
jóvenes tan queridos¡ Me han dado toda su confianza. Me tratan como a un
padre. Me abren su alma, ¡y si vieses qué almas!. ¡Sobre todo son héroes!

“¡Y esto en el país de los sin Dios!”

"Oh, no ¡no digas esto! ¡Aquí Dios existe, y trabaja con su gracia y obtiene!
Créeme, en estos 60 años de prueba infernal el pueblo ruso ha dado a Dios
ejércitos de Santos y de mártires como nunca en la historia pasada. Todo lo
que este pueblo ha sufrido y está sufriendo no es algo perdido. Yo pienso que
sea el largo invierno que prepara en nuestro país una primavera jamás vista,

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un renacimiento religioso que será la envidia de tantos países libres. Mira, yo
soy acusado demasiado de hacer cristianos: estos jóvenes lo saben y de aquí
su confianza. Piensa: entre ellos hay quienes saben de memoria el evangelio
de San Juan, alguna carta de los apóstoles, la Pacem in terris, La Lumen
gentium, el Credo de Pablo VI. Y editan y difunden todo esto. Rusia está llena
de estos libros.

“¡Dios, Dios mío! ¡Qué cosas tan grandes me dices, hermano mío!"

“¿También tú eres sacerdote?”

“Sí”

Me abrazó y me besó: "¿Y vienes de Italia?... ¿De Roma?... Aquí dicen que
Italia es toda comunista, ¿Es esto posible?.

«Toda no, pero una parte si".

¡Es increíble! ¿Pero saben qué significa vivir bajo el comunismo? Aquí en Rusia
no hay ninguno que crea en ellos. Aquí ha sido suficiente que nuestros
jóvenes habían aprendido a hacer la comparación entre la propaganda oficial
y la realidad de la vida de nuestro país para perder la fe en la ideología del
partido".

"Precisamente lo que en Italia no logramos hacer creer especialmente a los


jóvenes. ¡Es un fenómeno de monstruosa ceguera!"

Me llevó todavía un poco más hacia un lado y continuó: "Mira, aquí el


materialismo nos ha cazado en una calle ciega. El alma rusa no sabe
prescindir de una explicación del hombre y del mundo, y como el
materialismo en esto ha fallado, nos lanza con una sed instintiva a los valores
espirituales, a la iglesia, a Dios. La ideología marxista nos lleva a la muerte y
al nada, y nuestro pueblo tiene enraizada en el alma la fe en el más allá. Tú
no puedes creer qué acrobacias de prudencia realiza esta pobre gente para
poder decir un De profundis en la tumba de algún familiar sepultado
recientemente. Cuántos vericuetos son necesarios para obtener en Pascua un
poco de pan bendecido para distribuir en la mesa, después del saludo familiar
"Cristo verdaderamente ha resucitado"

“Todo esto, querido hermano, lo sabemos y nos conmueve inmensamente”

“¿Entonces porque los italianos quieren caminar bajo el comunismo ateo?”

"Porque muchísimos creen más en el demonio que en Dios: Esta es la verdad"

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“Estos jóvenes han comprendido que sólo El cristianismo pone el máximo
acento sobre el valor de los derechos de la persona humana: el socialismo
habla sólo de colectivismo, de masa, para él el individuo no existe".

“A este paso, hay que esperar que el más grande estado comunista del
mundo, por la lógica de las cosas, pueda desenvolverse en la más grande
fuerza anticomunista”

“Lo pensamos todos, hermano, aunque somos pocos a decirlo, porque es


horrible el terror que se tiene de los juicios, del lavado de cerebro, de los
campos de concentración diseminados por todo el territorio ruso. Aquí, sin
embargo, la ideología marxista se rige únicamente por la fuerza. Pero el día
en que ésta caiga - sólo Dios sabe cuándo- Rusia se presentará con un rostro
completamente nuevo, religiosamente probada, gracias a la experiencia del
martirio que ningún pueblo ha sufrido hasta ahora”

"Nosotros confiamos mucho en las promesas de la Virgen de Fátima”.

"¡Oh, la Santa Madre de Dios! ¡Si supieses cómo la venera nuestro pueblo! Y es
Ella quien ha conservado - aunque en ciertos momentos muy reducida -
nuestra fe. Sus imágenes han desaparecido de casi toda las casas, pero
muchísimos las conservan escondidas, y sobre todo la invocan”

“¿Crees que pronto la oposición de los jóvenes, de los intelectuales, de la


clase que reflexiona podrá aumentar?”

"Para mí es una cosa muy cierta. Y esto sucederá poco a poco a medida que
progresará el descubrimiento alegre de la fe cristiana y la persuasión en
muchos ya radicada de que el cristianismo es la única fuerza capaz de
cambiar el mundo. Si entre nosotros se recogiesen las voces de nuestros
convertidos del materialismo, pensarías en el milagro de un nuevo
Pentecostés."

«Puedo decirte que muchas de estas voces llegan a nuestro país. Existen
también antologías que las recogen, pero, por desgracia, no todos las leen".

"Conservamos cartas que nos llegan de los campos de concentración. Son de


hombres, mujeres, de jóvenes allí condenados que nos animan a conservar
intacta nuestra fe en Dios: imposible leerlas sin estremecerse de conmoción y
sin llorar”.

En Italia se lee mucho El Doctor Zivago de Pasternák, La otra litera tura de

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Molicev, Padre Dimitrij Dunko, Párroco en Moscú,

Un golpe de gong anunció la recitación en común del Padrenuestro.

*  *  *

Aquí me desperté. Pero me di cuenta que a arrancarme del sueño fue un gran
golpe en la puerta de la habitación. Miré el reloj, era todavía muy pronto. Un
nuevo golpe me hizo saltar y grité: «¿Quién es?" La respuesta fue una risa
burlona loca y sin sentido que me advirtió de inmediato de la presencia de él.

"¿Qué bello sueño, eh? Te habrá gustado mucho, pienso, Quizás incluso te
habrá dejado la boca dulce. Pensando de nuevo, ¿serías capaz de creer todas
aquellas bellas noticias?”

`Es una terrible desbaratadora de mis planes. Es una devastadora de mi


reino. No me deja conseguir una victoria y ya me prepara una derrota. Me la
encuentro siempre entre los pies. Siempre ocupada en atravesarse en mi
camino, a suscitare fanáticos que la ayudan a arrebatarme almas. Allí donde
más clamorosas son mis conquistas, en un silencio capilar ella multiplica las
suyas. Pero ahora ha llegado el tiempo en que obtendré sobre ella victorias
jamás vistas...

"¡Efímeras como las demás!”

Aún un breve silencio. “¡No serán efímeras!.. Esta vez será una victoria total.
Creía estar al seguro en una fortaleza inalcanzable. ¡Ahora os he abierto una
brecha que será peor que la primera!...”

“¿Qué brecha? Pienso que corres demasiado. Estás muy seguro de ti mismo".

“Tengo de mi parte también a los teólogos. Los mis presuntuosísimos


doctores, Si fuese capaz de amar, serían mis amigos más queridos. Vuestros
cultivadores del dogma van abandonando una tras otra vuestras posiciones.
Los he inducido a avergonzarse de ciertas fórmulas ridículas. A avergonzarse
antes que nada de creer en mi existencia y en mi trabajo en medio a
vosotros: Cosa para mí comodísima".

"¿Y con esto, crees?

“De este modo, las fábulas de la Inmaculada Concepción, de la Maternidad


Divina, de la siempre Virgen, de la omnipotente llena de gracia están siendo
desmoronadas como miserables necedades. Dentro de pocos años quedará
solo el recuerdo - vergonzante recuerdo - de tan estúpidas leyendas. Mucho

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he debido esperar pero ahora ha llegado finalmente mi tiempo.
¡Definitivamente ha llegado mí hora! ¡Si supieras lo bien que trabajan mis
aliados: curas, frailes, doctores!... ¿Dónde están ahora los fanáticos de su
culto, sus calenturientos simpatizantes?”

  “Si, las creo todas como cosas verdaderas."

"No me maravillo, conozco tu credulidad. Crees también en los sueños".

“¡Cuántos sueños han venido de Dios!”

"¿Entonces serías capaz de probarme que una sola de todas aquellas tonterías
responda a la verdad? Venga, una prueba”.

Estuve un tiempo sobre mí mismo, después apretando fuerte entre las manos
la corona del Rosario, me senté sobre la cama y con tono imperativo dije:

Ya que vienes a desafiarme, en nombre de Ella, que es tu enemiga capital, te


ordeno decirme si en aquel sueño había una sola mentira."

“Es todo una mentira”.

"Tú debes responder en nombre de Ella, te lo he dicho, en nombre de Ella."

En vez de responder, el Maligno se enfureció como no lo había hecho nunca.


Parecía que estuviese desencadenando un terremoto.

“En vez de hacer toda esta comedia, te ordenó responder: Debes decirme que
aquel sueño era verdad. Vamos, en nombre de María, te lo ordeno, responde”

Lo sentí gritar como un león herido de muerte y le vi desaparecer.

QUINTO ENCUENTRO
Esta vez pasó una semana entera en la que el Maligno no manifestó ningún
signo de su presencia. Entre nosotros no se había dicho todo y con gusto
esperaba su regreso.

Me preparaba a recitar vísperas a media tarde cuando el gran calendario


holandés que colgaba de la pared de frente comenzó abanicar sus hojas como
golpeado por el aire.

“En el nombre de María, dime de dónde vienes"

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"Tu pregunta es estúpida”

“¿Por qué estúpida?”

"Porque yo no estoy en ningún sitio, no soy un cuerpo, una carroña como tú;
soy espíritu”.

“¿Y el Infierno?”

“El infierno no es un lugar, no es un campo de concentración o un estanque


de fuego, como vosotros pretenciosos lo vais describiendo. El infierno soy yo.
Somos cada uno de nosotros. Es un estado".

“¿Pero entre vosotros, espíritus condenados, os conocéis?”

“¿Por qué no? Nos conocemos, nos odiamos, como os odiamos a vosotros
marmotas, como odiamos a Él, vivimos encerrados cada uno en una soledad
eterna, pero estamos de acuerdo en trabajar para daño vuestro."

“No vivís nada más que para esto”

“Nuestra esencia es el mal, es el rechazo de Él, es odiar todo y a todos”.

“¡La única miserable satisfacción que os queda!”

“¡No es ninguna satisfacción!“

"¡No comprendo, explícate!"

“Vosotros imagináis que odiar para nosotros, hacer el mal, destruir las obras
de El, sea una satisfacción, una especie de consuelo, una alegría. También
esto nos lo ha negado nuestro enemigo. Nosotros hacemos el mal por el mal.
Atravesar el diseño de Él, arrancarle almas, especialmente aquellas que son
más queridas para Él, no nos procura ninguna satisfacción, incluso Él nos lo
hace pesar como si fuera un castigo; pero ejercitar nuestro odio, nuestra
naturaleza maligna es una necesidad, aunque obremos a su despecho, para
hacer el mal a sus criaturas”.

“Todas estas bellas cosas ya lo sabíamos. Quien primero ha definido quién


eres ha sido Jesús. Y la Iglesia nos lo repite en sus enseñanzas. Los Santos nos
ponen en guardia. Sabemos que eres el Maligno, que es el enemigo por
excelencia, que eres homicida desde el principio, que eres el padre de la
mentira, que eres un misterio de iniquidad, que eres el príncipe de este

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mundo, hasta que Dios te lo consienta. ¿Basta para tu retrato?”.

"Quizás, ¿pero con esto...?”

"Quieres decir que los hombres a pesar de esto, se dejan atrapar en tus
redes... lo sé... Si reflexionasen sobre lo que eres y sobre lo que tramas
contra ellos, estarían en guardia..., Por eso, de padre de la mentira y de
espíritu de las tinieblas, te transfiguras en ángel de luz; te presentas a ellos
como un refinado maestro de seducciones y les tiendes estas insidias de
consejero galante. Y has enseñado muy bien este arte también a todos los
colaboradores, incluso a ciertos eclesiásticos»

*  *  *

“Has hablado de almas muy queridas a Él: ¿Quiénes son?"

“¡Deberías saberlo! Aquellas más unidas a su amistad, Aquellas que Él logra


conservar siempre suyas. Aquellas que trabajan y se gastan por sus intereses.
Las que buscan su Gloria, Un enfermo que sufre por años y se ofrece por los
demás. Un sacerdote que se conserva fiel, que reza mucho, al cual no hemos
logrado jamás contaminar, que se sirve de la Misa - de esa tremenda y muy
maldita Misa - para hacernos un mal inmenso y arrancamos multitud de
almas. Estos son para nosotros los seres más odiosos, aquellos que
mayormente perjudican los asuntos de nuestro reino”.

“Saberlo de tu boca es para mí un anuncio precioso”.

“Es aquella que me lo obliga a decir, que me hace responder a tus estúpidas
preguntas?”.

“Continua aún sobre estas revelaciones. Para tu despecho, no puedes


hacerme sino el bien. Las almas que tú odias más...”

“Son aquellas que nosotros cogemos más fuertemente al asalto. Hacer caer a
un sacerdote nos recompensa más que mil almas que nos ha arrancado otro.
Envolver a un sacerdote en la podredumbre de la lujuria, hacerle pasar una
noche con una meretriz y a la mañana mandarlo celebrar Misa, mandarlo al
confesionario, a ensuciar más que a purificar, es uno de los mayores
desprecios que procuramos infligir a nuestro gran enemigo. Y lo logramos
más de lo que se cree. “

“Por desgracia. Pero junto a estas almas elegidas caídas, sé que Él, en el
silencio y en el ocultamiento, suscita muchísimas otras que se inmolan, que
reparan y Le dan una gloria más grande de la que tú crees haberle

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arrebatado".

"No importa. A mi me preocupa incrementar el número de los sacerdotes que


se pasan a mi lado. Son los mejores colaboradores de mi reino. Muchos o ya
no dicen misa o no creen lo que están haciendo en el altar. A muchos de ellos
los he atraído a mis templos, al servicio de mis altares, a celebrar mis misas.
Si vieses qué liturgias tan maravillosas he sabido imponerles a ellos como
ofensa grave contra la que celebráis en vuestras iglesias. Mis misas negras:
celebraciones de lujuria, profanación de hostias y de vasos sagrados,
profanados de tal modo que aquella no me lo permite describírtelo.

¡Qué porquerías tan bellas! ¡Lee mis rituales, están impresos!”

*  *  *

“Eres el eterno mono de Dios...”

"He esperado a estos últimos tiempos para hacer las mayores conquistas
entre los sacerdotes, los frailes, las vírgenes consagradas a Él… Y su número
crece de tal modo que si fuese capaz de alegrarme, sería mi delicia más
grande”.

"Lo que dices es triste. Pero sé que una sola Misa ofrecida a Dios en
reparación de todas estas cosas horribles le dará una satisfacción
infinitamente más grande. ¡El sacrificio infinito de Cristo repara tus
profanaciones!

“Hablas siempre de almas reparadoras; pero también a éstas sé cómo


tratarlas; como desfogar sobre ellas mi furor Descargo sobre ellas un odio
que me recompensa de todo el daño que hacen a mis intereses"

“Lo sé: La historia de la santidad está llena - en la medida en que Dios lo


permite - de estas intervenciones malignas tuyas. Pero ¿con qué resultado?
¿Qué obtienes de ello?”

“Que puedo cansarlas, abatir su resistencia, llevarlas a la quiebra”.

“¿Qué logras? ¿Dios te lo consiente? Por el simple hecho de que Él te deja


desfogar tu rabia contra estas almas, es signo de que las ha hecho
invencibles. Y tú, con tus vejaciones, colaboras solamente al crecimiento de
sus méritos, trabajas contra ti mismo... Las habrás hecho sólo más santas,
más ricas de eficacia reparadora y conquistadora en el mundo de las almas.
¿Cuántas almas te han arrebatado Catalina de Siena, Teresa de Avila, el Cura
de Ars, Don Bosco, Padre Pío,?"

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“Al menos me vengo y les hago pagar caro el daño que me hacen".

“¡Eres un Pésimo calculador! Dios te lo permite porque colaboras a demostrar


la potencia de su gracia y para tu mayor humillación, porque todas las veces
que atacas a estas almas, el vencido eres tú".

“Tú sin embargo, denunciando estas intervenciones mías, solamente lograrás


hacer reír a los teólogos y doctores. "

“Sobre esto no me preocupan nada ellos”.

*  *  *

Pausa. Parecía que se hubiese marchado. Me equivoqué, porque comenzó a


hablarme con una nueva carga de odio y de desprecio.

“Tú nunca podrás comprender cuanto os odio a vosotros los hombres. Cuanto
os detesto y cuanto sois detestables. Gozáis de un primado de dignidad sobre
las bestias y sois las bestias más abominables. Vuestro ser me da asco. Os
considero por debajo de vuestros cerdos. Creéis ser inteligentes y sois muy
estúpidos. Bastaría que vieseis lo que os hago tragar por medio de tantos
catedráticos puestos a mi servicio y que os regalo huecos de vana palabrería
doctísima. ¡Piensa en lo que os hago beber y digerir con mi prensa! ¿Vosotros,
la más noble criatura suya? Son suficientes unas pocas porquerías para
compraros. Os rendís por nada a las lisonjas de mis mensajeros. Valoráis
tanto vuestra libertad y os dejáis coger por mis más feroces negreros. ¡Oh,
las burlas que os estoy haciendo en nombre de esta libertad! Mostráis horror
por lo que es sucio y, dominados por vuestras pasiones, os revolcáis en
vuestras inmundicias como puercos en el lodo. Por una mujer y por un
puñado de oro os desencadenáis que es una maravilla.

Os ha ganado mucho aquel que ha derramado su sangre para redimiros.


¿Redimiros de qué? ¿Del pecado? Pero sí os introducís tanto en el que os
ahogáis. ¡Y qué decir cuando desencadeno contra vosotros el espíritu de la
envidia, de la maledicencia, del odio, de la rivalidad, de la venganza!"

"Cállate, que estás exagerando. Tú generalizas demasiado. Es la rabia


envidiosa la que te tiene clavado a tu condena para toda la eternidad. Te
baste esto: Dios nos ama con todos nuestros pecados, Cristo nos ha redimido y
una sola gota de su sangre nos purifica de todo. Y nosotros podemos amarlo.
Cuenta, si puedes, las almas que lo aman. Por una sola de ellas volvería a dar
su vida voluntariamente de nuevo. Mientras tú, maldito, enfureces en tu odio
por toda la eternidad. Pero dime, ¿Qué es la eternidad?"

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"¿La eternidad? ¿Ahora... ¡un ahora siempre detenido!...?

Y desapareció.

SEXTO ENCUENTRO
Una tarde apenas había entrado en la habitación, y cogido por sorpresa por el
imprevisto estrépito de un galope que me tuvo la respiración suspendida y me
hizo comprender que se trataba de él.

«Esta vez has venido con el propósito de asustarme».

"Si pudiese hacerlo, sabría muy bien cómo hacerte temblar de miedo. Tu no
sabes que tengo la fuerza de hacer temblar toda la tierra, si quiero. Tengo la
fuerza de aguantar esta pelota del globo donde habitáis y lanzarla contra los
demás astros o incluso tirarla en una de las bolsas solares y reducirla a
cenizas."

“Has dicho: si quiero pero precisamente es esto lo que tú no puedes hacer.


¡El mundo está en manos de Aquel que lo ha creado, no en tus manos, bufón!
Sé muy bien qué serías capaz de hacerlo; pero, encadenado como estás, no
puedes dar miedo ni siquiera a un niño. Una vez más, tú eres un perro atado a
una cadena. La inocencia de un niño te da miedo como la espada llameante
de un arcángel".
*  *  *

"Goza de tu seguridad. Ahora te digo que pronto llegarán días en los cuales
todo el mundo temblará con mi avanzada. Estoy preparando un desbarajuste
universal que no te lo puedes imaginar"

“¿La bomba atómica?”

“Mucho peor. Antes, y más que todo esto, me importa el desconcierto de la


humanidad entera, comenzando por la Iglesia, que debe ser la primera en
desaparecer, esta durísima Iglesia Católica., que ahora la haré desaparecer
en un baño de sangre”.

"Si Dios te lo permitiera..."

“Lo sé: os refugiáis en el viejo versículo “no prevalecerán". Sin embargo


prevaleceremos. La meteremos en desconcierto, combatiéndola desde
dentro”.

50
"Será quizás una prueba más fuerte que otras sufridas en el pasado. Una
nueva gran marea. Después el Señor te dirá: «basta» y sobre tus ruinas
resplandecerá de nuevo el sol de su triunfo. Purificada, la Iglesia florecerá
como en primavera.

“Sin embargo el golpe que estoy preparando no será como los otros. Hasta
ahora, en la Iglesia, a la que cogía por asalto, había un punto invencible de
resistencia que me hizo perder muchísimos ataques. ¡Ahora verás!"

 “Hace pocos decenios inspiré a Lenin, uno de mis mejores colaboradores,


que para acabar con la religión era más importante introducir la lucha de
clases en el seno de la Iglesia que atacar de frente la religión. Se trata de
obrar disolviendo, de formar focos de división entre los fieles, pero sobre
todo en los ambientes eclesiásticos y religiosos. Dividir a los obispos en dos
bloques: los integristas y los progresistas. Revelar a los sacerdotes contra los
obispos con miles de pretextos. Atacar de frente a la iglesia como
combatiendo, para su bien, sus estructuras anticuadas y los abusos que la
desfiguran. Con hábiles golpes formar en los ambientes eclesiásticos núcleos
insatisfechos para atraerles poco a poco al clima fecundo de la lucha de
clases. Adaptación lenta y paciente, con infiltración de nuevos contenidos en
las ideas tradicionales. Se trata no de liquidar, en un primer momento a la
Iglesia, si no de ponerla en el dique seco, incorporándola al servicio de la
revolución comunista. El resto vendrá después”.

***
Una pausa alargada durante la cual miraba a mi Virgencita y mentalmente la
invocaba. La voz volvió con un tono ronco, rabioso como rugido de bestia. El
maligno subrayaba así sus propósitos catastróficos.

“Ahora estoy preparando un asalto táctico sobre todo contra aquel vestido de
blanco. Él tiene sus activistas fanáticos. Me hace reír. ¡Que se atrevan a
encontrarse con los míos! A los míos los escogeré sobre todo entre los suyos.
Serán las mejores palancas. Comenzaré a encerrarlo poco a poco en un
aislamiento completo. Induciré a sectores enteros de la cristiandad a
abandonarlo. ¡Después vendrá el asalto que lo eliminará!"

"Hablas con tal seguridad que simplemente te hace ridículo”

“Con una seguridad, como puedes ver, que no tengo ni el menor miedo de
revelarte mis planes. Por lo demás, ¿qué podrías tú contra ellos?"

"Orar al Señor para que te fulmine y para que la Virgen tenga bien custodiado
a aquel vestido de blanco, que es su hijo predilecto”.

51
Él respondió con una palabrota y inmediatamente volvió a la carga:

“En un segundo momento trabajaré uno a uno a todos los párrocos con
respecto a su pastor. Hoy el concepto de autoridad no funciona como antes.
He logrado darle un golpe imprevisto e irreparable. El mito de la obediencia
está ya superado. Por esta vía la Iglesia será llevada a la pulverización.
Mientras tanto voy adelante diezmando continuamente a los sacerdotes, a los
frailes hasta llegar a vaciar totalmente los seminarios y los conventos.
Quitados del medio los así llamados `obreros de la viña', se introducirán los
míos y tendrán vía libre en su trabajo definitivo”.

***
"Pareces un estratega rico en fantasía, no hay nada que decir. Salvo que
programas todo como si Cristo, el verdadero Jefe de la Iglesia, la hubiese
abandonado para siempre y Él estuviese nuevamente muerto sin esperanza de
resurrección. Tú, bufón grandilocuente, no ignoras que la Iglesia es Él. Ella es
su Cuerpo místico. Y sabes bien que detrás del pastor visible está Él invisible
y Él es fiel a la palabra dada: «No tengáis miedo, dijo, Yo estoy con vosotros
hasta la consumación de los siglos».Prueba y verás, tendrás que
encontrártelas con Él y ¡huirás ante su sola presencia¡. Además, está María,
Ella es la Madre de la Iglesia y basta una señal suya para tener paralizados a
todos los ejércitos infernales”.

“Los acostumbrados viejos chismes. Todos estáis embutidos en frases hechas.


Todos estáis adiestrados en el uso de estos temas comunes. Hoy, los primeros
en reírse de estas frases hechas son vuestros sacerdotes, vuestros doctores, a
los que yo he hinchado con el espíritu del orgullo y con el espíritu de
rebelión. Mira cómo han sabido cambiar el moho teológico por los grandes
ideales de la historia. Me he preparado y me he llevado a mi bando a
sacerdotes politiqueros, a sacerdotes que apenas dicen Misa alguna, a
sacerdotes chacharacheros, que asiduamente frecuentan ciertos grupos
errados, a la caza de citas galantes, y cuando en torno a ellos surge el
escándalo, en vez de avergonzarse como antes, se vanaglorian con alegría, y
se sienten felices de haberse liberado de pesos insoportables. ¡Y ni decirte de
los sacerdotes que sólo piensan en hacer dinero! Todos estos son mis mejores
obreros".

"Has recorrido ya en el pasado los mismos caminos y Dios te ha dejado


realizar también algunas conquistas. Sin embargo recuerda que cuando
parecía que la plaga iba a gangrenarse y a extenderse a todo el cuerpo, Él
intervino sin movilizar contra ti a ejércitos espectaculares, sino trabajando
con unos pocos, en el silencio.

52
Tú cuentas con la masa, Él cuenta con unos pocos. Cuántas veces Él nos ha
hecho ver que sirve más a la Iglesia un pequeño número de auténticos
sacerdotes y religiosos, llenos de espíritu evangélico verdaderamente
impregnados de fermento evangélico, impregnados de Amor y fervor,
preparados a la renuncia, dispuestos al sacrificio total, quiero decir: Él
cuenta con unos pocos santos mas que con una masa de sacerdotes
burócratas, secularizados, embebidos en la mundanidad y mujeriegos. Dios te
los regala, no sabe qué hacer con ellos, Él se servirá de unos pocos, pero
serán suyos, y con éstos restaurará su Iglesia”.

“Estoy seguro de que te darás cuenta de que hoy en la Iglesia se encuentra


trabajando un buen frente de almas silenciosas, no importa de que condición
ni raza, especialmente sacerdotes y religiosos, que se preparan para
combatirte, Muchos de ellos se unen en el nombre de María, proceden de
nidos de oración y de amor a la Iglesia, y de obediencia al Papa. Trabajan por
una Iglesia consolidada en su unidad y aceptan toda renovación legítima, pero
rechazan las innovaciones arbitrarias, y están persuadidos del servicio
insustituible del romano Pontífice y se aprietan en torno suyo como al único
principio verdaderamente sólido de su unidad. Esta persuasión también se va
haciendo camino secretamente entre algunos hermanos separados".

“Son almas silenciosas, que en vez de agitarse, trabajan en vez de proclamar


discursos grandilocuentes, oran; en vez de pedir reformas continuamente, se
reforman. Son almas escondidas, de las que sería difícil hacer una estadística,
pero se sabe que existen, realmente se encuentran por todas partes, y se
reúnen en grupos de oración y fraternidad. Quizás nunca como hoy florecen
tantos Santos en la Iglesia. ¡Cuántos grupos de almas fervientes vemos surgir
al servicio de la Iglesia!. Ella cuenta con éstos grupos, en su capacidad de
fermentar a la masa. Son las revanchas de la generosidad divina a favor de la
iglesia. Almas que trabajan en un apostolado capilar, que van descubriendo el
rostro de Cristo en el ejercicio de la Caridad hacía sus hermanos, los pobres,
los marginados, los más necesitados".

“¡No, espíritu rebelde! El balance de la acción de Dios en el mundo y en la


Iglesia no es un fracaso. El curso de su acción no está paralizado por tus
sabotajes. La Iglesia tiene direcciones y brotes que son invisibles y lejanos;
pero Él está actuando siempre en Ella. ¡Invencible es Él! ¡Invencible es Ella! Y
tú lo sabes, tú lo crees y tú solamente puedes aprovechar al máximo el
tiempo que todavía te queda para hacer el mal. El día en que nuevamente
escuches con pavor "Quien como Dios", será el día de tu derrota definitiva.
¡Para siempre!".

A este punto mi interlocutor se había ya marchado.

53
SEPTIMO ENCUENTRO
"¡Es sólo cuestión de tiempo!…"

Esta imprevista y perentoria afirmación interrumpió mi lectura de un libro


que me estaba interesando mucho. Un grito de pavor me contuvo la
respiración. Pero mi Protectora vino inmediatamente en mi ayuda y me puso
tranquilo en la escucha, Esta vez el maligno se puso a hablarme con una
solemnidad insólita, casi declamatoria: se reveló como el acostumbrado
fanfarrón.

“¡Es cuestión sólo de tiempo! El proceso de destrucción de la Iglesia ya está


en camino, una destrucción radical e imparable. Mis planes se cumplirán con
una precisión y una puntualidad que os dejará estupefactos. Pronto esta vieja
y podrida carcasa seguirá la suerte de tantas otras instituciones que han
resistido un cierto tiempo y después han desaparecido... "

“¿Pero no ves, bufón, que siempre vuelves con la misma canción? Te falta
siempre toda originalidad y fantasía, incluso para organizar el mal y así en
vano intentas darme miedo".

"¿Por qué no me dejas continuar?"

Porque eres tremendamente aburrido. Me pareces un comediante que en la


plaza repite siempre las mismas payasadas. Convéncete de que con tu
insistencia en la amenaza de destruir a la Iglesia no sólo no me impresionas,
sino que incluso me haces reír. La Iglesia, aunque está constituida por
hombres que tienen sus miserias, es institución de Cristo, le pertenece a Él y
sólo Él la gobierna en sus acontecimientos. En sus designios misteriosos Dios
hace que la Iglesia obtenga ventajas incluso de las persecuciones y de las
herejías. En el pasado, gracias al surgir de errores heréticos, muchos ' puntos
de la doctrina Católica han sido profundizados y precisados. Por esto la Iglesia
mira con serenidad también a los teólogos contestatarios y confusos que hoy
abundan. Con relación a ciertos problemas todavía no madurados, estos
teólogos pueden tener una indisciplinada sensibilidad pero esto incluso puede
ser estímulo para estudiar algunas cuestiones planteadas por ellos mas
atentamente y descubrir en el fondo los elementos de verdad y de claridad
útiles para el crecimiento de su depósito doctrinal”

"¿Y tú no estás repitiendo las mismas declamaciones?"

"Hace más de medio siglo que estás combatiendo contra Dios para hacerle

54
desaparecer de Rusia, ¿lo has logrado? Lo sé, has hecho un mal inmenso a
aquellas almas, pero la necesidad de Dios no has logrado quitarla todavía de
millones de ellas. Has prometido a aquel pueblo un paraíso en la tierra y lo
has hecho tan encantador y deseable que muchos se escapan de él en cuanto
pueden”

*  *  *
“Corres demasiado y en tus locuras te atarán las manos"

Hoy te quiero decir algo nuevo. Algo de lo que quizás no te hayas dado
cuenta. Hoy se ha unido decisivamente a nosotros la Madre de Dios, la Madre
de la Iglesia, cuyo solo nombre - no quieres ni oírlo, por eso te lo repito - te
hace temblar. Ella que ha dado la primera vez al mundo a Jesús, está ahora
trabajando silenciosamente para colocarle de nuevo en las almas que se han
alejado de Él, Se quiere servir de nosotros los sacerdotes: un grupo escogido
de fidelísimos, preparados para inmolarse por su causa. Los está recogiendo
de todas partes del mundo, sin ningún aparato organizado, es Ella misma
quien les llama dulcemente a reclutarse en su Movimiento Sacerdotal.
Les llama sus predilectos. Esta Madre les está trabajando con corazón de
Maestra, para entrenarles en la oración, en el amor a Jesús Eucarístico, en la
fidelidad total al Papa”.

"Ella nos ha advertido de una gran tribulación que está llegando, que pronto
nos darás gran batalla. En la lucha te enfrentarás con un grupo de sacerdotes
asistidos y sostenidos por Ella. Contra tantos que se han dejado seducir por
tus artimañas y que has alejado de Ella, María opondrá sus sacerdotes, les
revestirá de su potencia. Les hará intrépidos en la hora de la gran
purificación. A ellos confía la tarea de defender el honor y la causa de Jesús y
de su Iglesia; serán los que acompañarán al Santo Padre en el camino del
Calvario para verle vencer por medio de la Cruz. Esta seguridad nos viene de
Ella y nosotros la vivimos con alegría."

“Comprendo, ¡todo sobre la falsa línea de las escenas absurdas de


Fátima!...”

“Precisamente, aquí en Fátima, cuando nuestra Madre bendita ha


preanunciado momentos terribles para el Papa, le ha prometido además su
protección especial. Ella le defenderá por medio de sus sacerdotes, hombres
forjados en la oración y muy amantes de su Rosario: El arma que te huele tan
mal y te da tanto miedo. Tienes un terror invencible a todo sacerdote que
ora. Continuamente lo experimentas, por eso recurres a todas tus artimañas
para distraerle en la oración. Ahora María está preparando no sólo a uno, sino
a un ejército de sacerdotes que oran, y que son amantes del Rosario.”

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“Esta Madre Divina no nos engaña. Nos ha advertido muy bien que la hora de
la prueba vendrá y que será dura. Pero nos asegura que en el momento en
que creas ser el señor del mundo y te sientas seguro vencedor, Ella misma
intervendrá para arrebatarte de la mano la presa. Tú serás destronado y al
final la victoria sólo será de Jesús. Jesús quiere obtenerla así para tu mayor
humillación, por medio de una mujer. Y la victoria de Ella será el triunfo del
Corazón Inmaculado en los países sin Dios y en todo el resto del mundo.”

*  *  *

“¡Qué rápido eres para desdramatizar! Espera que lance contra vosotros a
mis hombres transformados en verdaderos endemoniados. Les estoy
preparando y entrenando para el ataque, que será pronto, imprevisto e
inenarrable”.

"Nosotros nos armaremos de nuestra fe y estaremos a la espera… Dios no nos


dejará solos. Contaremos con la protección de su Madre".

“He obtenido ya de hacerles trabajar al descubierto. No creerán que son


manipulados por mí. Hoy ya nadie cree en mi presencia en el mundo. Prueba
a hablar de mi acción en medio a vosotros. Te cubrirán de ridículo”

“Sí, en esto eres muy hábil. Pero no todos se han dejado atrapar por tus
artimañas. Existe quien cree y advierte éste tu nefasto trabajo en medio del
pueblo de Dios. ¡Tenemos aún la oración de la Iglesia contra ti, y recurrimos a
ella!".

"¿Crees que los míos se detendrán ante cuatro perros que ladran?"

“¡Son sacerdotes de Cristo, no perros! Tú lo sabes: Quien durante su vida


terrena, te arrojó de tantos pobres hombres poseídos, continúa arrojándote
por medio de sus sacerdotes. Las derrotas que vas consiguiendo las conoces
muy bien. Conocemos la rabia que te asalta cuando un sacerdote te barre y te
ordena abandonar a las criaturas que tú has destrozado para satisfacer tu
instinto maléfico. Es un poder comunicado por Cristo a sus ministros,
incluyendo el mandato de ejercitarlo: “En mi Nombre arrojaréis demonios”. Y
nosotros los sacerdotes lo hacemos. En estos choques entre tu poder y el de la
Iglesia a nosotros comunicado, el balance para ti es absolutamente un
fracaso. Es una experiencia que te aplasta."

“¡Retórica!... ¡Retórica!... ¿No ves como todo el horizonte se oscurece?


Espera todavía un poco y verás como yo desencadeno un huracán... ¡Todos
temblaréis como pobres hojas, y todas serán arrancadas del árbol”'

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“Veo que conoces bastante bien la fuerza del miedo, la potencia del terror en
el doblegar a los hombres a tus deseos. La esclavitud despiadada con que
dominas regiones destruidas es invención de tu genio maléfico. Dios nos
conquista con el amor y nos impone un peso ligero, tú tienes a los tuyos
sujetos con puño de acero y con el asombro. Para que no se te escapen,
recurres a las cárceles de hierros. ¡No obra así nuestro Dios! El terror es la
fuerza de tu gobierno, que es gobierno de opresión y de odio: ¡Tú mismo lo
has dicho! Nosotros no tenemos ningún motivo para temer tus argumentos
catastróficos de fin del mundo..."

"¡Estás muy seguro de ti mismo; pero verás!”

“Podemos temer todo de nuestra debilidad! Pero es precisamente esta


debilidad la que nos hace recurrir a Quien es nuestra fuerza! Nosotros
sabemos que en el cielo hay un Padre Omnipotente que nos ama: y es la
revelación más tierna y exultante de Jesús. Con la fe en este amor nosotros
desafiamos todos los pesimismos que puede inspirarnos la visión de un mundo
tan horriblemente descompuesto por ti. Desafiamos todos los miedos que
intentas insinuarnos con tus amenazas para desplomar nuestra resistencia al
mal. Espíritu mezquino y malvado, ¡Dios está con nosotros! Mientras que tú
eres un maldito de Dios. Nosotros tenemos fe en el amor, es esta fe la que te
hace temblar, por eso recurres a todas tus artimañas para arrancársela a las
almas. Para vencerlas tienes necesidad de desarmarlas"

"¡Cuando veáis mis milagros terroríficos...!”

“Tú no puedes hacer nada más que simulaciones de milagros, Los verdaderos
son el sello exclusivo de Dios. Contra Él, que es el Autor de la vida, has
organizado hecatombes de muertes; te complaces haciendo millones de
víctimas con las guerras atómicas, con las ejecuciones en masa realizadas por
los policías de estado, con los abortos que llevan a una escala ascendente que
supera todos los exterminios registrados en la historia. Pero olvidas que la
muerte ha sido vencida por el Autor de la vida. Al final de los tiempos se hará
el balance entre las ganancias hechas por Dios y tus pérdidas”.

Aquí el maligno se enfureció. Me vino a la mente la oración del exorcismo ya


usada, privadamente, otras veces con éxito para liberar las almas
horriblemente vejadas por el maligno. Es una oración para mi uso privado,
pero que siempre he experimentado como eficaz. Es ésta:

Señor Jesús, durante tu vida mortal, siempre tuviste una inmensa piedad por
las almas poseídas y atormentadas por Satanás, y jamás dejaste de liberarlas
con el poder de tus palabras. Diste este mismo poder a tus discípulos y
ordenaste que lo ejercitarán, diciéndoles: “En mi Nombre expulsaréis

57
demonios” Armados por este Divino mandato, confiando en la potencia de tu
Nombre y en la intercesión de María, vencedora del enemigo infernal:

Yo te digo a ti, Espíritu inmundo, que dejes en paz a esta criatura de Dios:
por lo tanto, te exorcizo en el nombre del Padre + que la ha creado, del Hijo
+ que la redimido,+ del Espíritu Santo + que la santificado. Te exorcizo en el
nombre de la Bendita Virgen María + que la ha puesto bajo su custodia; en el
nombre de San Miguel Arcángel + triunfador de todos los Espíritus rebeldes, y
en el nombre de todos los Santos y Santas + que está alma invoca con
confianza.

Te ordeno, Espíritu maldito, no yo pobre pecador, sino como sacerdote de


Cristo; no por virtud mía, sino por la de Jesús vencedor de todos los
enemigos infernales, no con mi poder, sino con el que me ha sido dado por la
Iglesia; te ordeno salir de esta criatura de Dios e irte al infierno, preparado
para ti y para tus seguidores, en el nombre del Padre +, del Hijo + y del
Espíritu Santo + Amén.

Al finalizar esta oración esperé que el Maligno diese algún signo de reacción
pero no se hizo oír más. Me pareció salir de un sueño atormentado. Estaba
bañado en sudor, y el alma recobró pronto dulcemente la serenidad.

OCTAVO ENCUENTRO
Apenas me había dormido un poco en la siesta cuando la habitación fue
inundada de un hedor que me hizo contener la respiración. Miré a mi
alrededor: la puerta y las ventanas estaban cerradas. Era un aire fétido que
se movía como agitado por un ventilador. ¿Qué sucede? Pronto me di cuenta
de que esto significaba una nueva visita del Maligno e invoqué la asistencia de
Ella.

"¿Será acaso tu billete de presentación?”

“¡Sí!”

“No sabía que un espíritu puro se anunciase con tanto hedor"

“Apenas he soplado sobre el hedor de vuestras miserables carroñas"

"Pienso por el contrario que sea el tufo de tu esencia de pecado”

"¿No has dicho tú mismo que un espíritu no puede oler mal?"

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"No es del todo así pero basta: en nombre de tu gran enemiga, ¿Qué quieres?

"Interrógame"

Me recogí un instante en mi mismo:

“Háblame de las artimañas que utilizas para seducir a las almas",

“¿Tienes necesidad de que te lo revele yo? Eres maestro en Israel “.

"Pero prefiero que me hables tú de ello, maestro de seducción”

*  *  *

Parecía que no se decidiese a responder: pero advertía que estaba allí.

“¡Vamos, te impongo que me respondas!"

"No se necesita mucha habilidad para atraparos en el lazo a vosotros,


miserables. Sois tan estúpidos y tan frágiles que da vergüenza a quien os ha
amasado. Normalmente, puestos delante de lo que Él os prohíbe, basta un
pequeño empujón”.

Esto puede suceder con almas desprevenidas, que no tienen suficiente temor
de Dios, que no recurren a los medios para vencer tus tentaciones, sobre todo
si no oran y si no tienen contacto con el Señor... ¿Pero las otras?"

“A éstas me las como lo mismo; se necesita solo un poco más de tiempo y de


paciencia. Basta conocer los gustos, las tendencias, los innumerables
enganches que todos lleváis consigo y con los cuales os aferráis: la lujuria, la
ira, la ambición, la envidia, el orgullo, la sed de dinero, de bienes terrenos,
la maledicencia... Si supieseis los servicios que nos hace una lengua maléfica
sembradora de discordias... A las almas que muestran mayor resistencia no
me acerco jamás a ellas con un asalto frontal. Las conquistó con maniobras y
doy vueltas alrededor, o excavando el terreno bajos sus pies, provocando las
pasiones hasta cansarlas, y llevándolas también a la desesperación.
Persuadiéndolas poco o poco de que ciertos mandamientos son imposibles:
que vuestro amo es un tirano; que tal cosa no puede ser pecado...”

"Es la artimaña que hoy estas utilizando más, demoler el sentido del
pecado...”

"También aquí mis mejores colaboradores son los sacerdotes... Si supieses


cuánto me ha costado cansarles de estar en aquellas casetas para escuchar

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cantinelas!... Así finalmente he logrado que se predique que la confesión no
es necesaria, he logrado despoblar los confesonarios y enviar un montón de
gente, que es mía, a hacer grandes comilonas de comuniones. Si supieses a
cuántas meretrices, a cuantos comilones y profanadores, ladrones y violentos
les mando a recibirla "'

"Estoy convencido de que generalizas demasiado y que contra tantos que caen
en esta trampa, hay tantos que huyen de ti, especialmente si son almas que
oran y se esfuerzan por vivir en Gracia".

Una pausa muy larga: «¿No es verdad que el arma de la oración te da miedo y
que en tus asaltos te hace retirar avergonzado?".

"Debo admitirlo: pero contra aquellos que usan la oración no los atacó jamás
de frente. Busco poco a poco y de todas maneras posibles, molestar su
oración, distraerles con mil tonterías, llevarles lentamente a la náusea.
Mientras tanto intensificó contra ellos mis tentaciones. A la vez buscó
convencerles que Él no les escucha, que es inútil la oración, porque aún no ha
perdonado ciertos pecados pasados, porque se ha abusado demasiado de su
Misericordia... “.

“La vieja trampa: primero haces caer a las almas en el pecado


persuadiéndoles de que no es pecado, y que Dios perdona todo; después de
haberles hecho caer, les restituyes la vergüenza para no confesarse por lo que
han hecho, haces revivir el sentido del pecado y lo agrandas hasta hacer creer
que para ellas no hay perdón. Primero la presunción, después la
desesperación: dos vías óptimas para perjudicar a las almas".

“Es un truco que da resultado...”

“¡Sin embargo la Misericordia de Dios es infinitamente más grande que tus


artimañas y que tus conquistas momentáneas. Las almas le han costado la
sangre de su Hijo y conoce infinitos caminos para encauzarlas a su dominio!".

*  *  *

"Hay que ver cuanto exageras pensando en eso de la Misericordia”

En este momento fui yo quien tomé una pausa de tiempo.

"Esta es una de tus insinuaciones más diabólicas y la más mentirosa. Sabes


que Dios nos ama infinitamente, que una sola gota de la sangre de Jesús basta
para lavar todos los pecados del mundo, que nosotros podemos pecar por
falta de confianza en su Misericordia, pero jamás por haber creído en su

60
indulgentísima bondad. Para ti no hubo ni habrá jamás perdón; para nosotros
siempre; basta que no lo rechacemos tenazmente, consciente-mente, hasta el
último instante. Él, antes de dejar un alma en tus manos, usa todos los
recursos de su amor, que son infinitos. ¡Todo esto lo sabes, lo experimentas
en todo momento y la omnipotencia de este amor gratuito y redentor que Él
tiene por nosotros es el infierno de tu infierno!".

“Eres el abogado de una causa muy mal presentada. Tú dices que él es


omnisciente, mira dónde llega su perfidia, su cínica crueldad... sabe que
muchos de vosotros seréis míos, lo prevé, sin embargo los crea, ¿Por qué los
crea?, ¿para quién? ¡Para mí! "

“He aquí otra artimaña con la que buscas embaucar a las almas. Me basta
creer firmemente en el Amor para rechazar estas insinuaciones. Dios nos ha
creado por Amor. Nuestro destino es el de Vivir el Amor en Dios ocupando los
puestos de los que tú y los tuyos habéis sido arrojados. Para eso nos ha
redimido y nos ofrece todos los medios para alcanzar su redención. Sin
embargo Dios respeta siempre nuestra libertad, por eso no coarta a nadie
para que acepte su salvación... Pero en sus manos dispone, con su Bondad,
inimaginables caminos para inducir también a las almas rebeldes a la dócil
aceptación de su Gracia".

"Ahora eres tú quien estás filosofando”.

"Déjame decir: El don de la libertad confiere al hombre un valor y una


dignidad inviolables, tal es, que si alguno abusara de ellos... Dios ha querido
antes correr el riesgo de dejarlo libre y aunque voluntariamente quisiera
perderse, Él nunca le privaría de su libertad. Es el hombre el que no quiere
dar a Dios su amor, no es que sea Dios el que no quiera Amar al hombre, como
tú quieres presentar. Dios es puro Amor en todos sus actos, si no, no sería
Dios.

*  *  *

“¡Tú no quieres responder a mi objeción!...”

“¡Eres tú quien no quiere comprender! La libertad la Misericordia, el


sufrimiento, especialmente la muerte de su Hijo, la comunión de los Santos,
su Gloria eterna son tales bienes que justifican por sí mismos el permitir la
posibilidad de la perdida voluntaria y obstinada de algunos malvados que
libremente decidan meterse y colocarse en tu bando”.

“Tú deliras y no me dejas hablar… Has dicho que Él ha preferido correr el


riesgo de la perdida... “.

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"Sí, lo he dicho. Pero Él ha hecho todo lo que era posible para atenuar, para
alejar ese riesgo. Él podía, es verdad, recurrir a su Omnipotencia eliminando
además el argumento de tal riesgo. Pero Dios no se comporta como vuestros
tiranos, que cuando no pueden doblegar una voluntad, la matan. Él no es el
Dios de muertos, sino de Vivos. Él no ha querido privar a los obstinados de su
libertad de elección. Ha tenido hacia ellos un respeto infinito. Pero, repito,
para impedir la trágica posibilidad de su ruina, ha hecho todo lo que
Divinamente era posible".

"Te comportas en tus delirios corno un viejo escolástico...”

“¡Acepto! desde el momento en que Dios nos ha amado hasta el punto de


darnos la Sangre y la Vida de su Hijo, no hay objeción alguna posible contra la
inmensidad y la universalidad de su Amor. Es verdad que al mismo tiempo en
que nos hacía tan gran don, veía a aquellos que habrían rechazado Su
salvación. Y sin embargo los creó igualmente; obró en su Omnipotencia
operando la Creación, conociendo aquella parte de los que, a pesar de su
Amor, le rechazarían obstinada y voluntariamente. ¡Misterio adorable! Sin
embargo, te baste saber a ti, misterio de iniquidad, que si no hubieras vertido
sobre la humanidad las cataratas del mal y del pecado, nosotros los hombres
no habríamos podido ser capaces de conocer hasta qué punto nos ama Dios.
La Iglesia - repito - paradójicamente nos hace cantar: "¡Oh feliz culpa la de
Adán!"

“Y aún así me ganaré a la mayor parte de las criaturas tan amorosamente


redimidas por Él”.

“¿La mayor parte? ¡mientes! La sangre de Cristo tiene tal eficacia Salvadora
que tu no puedes ni podrás lanzar desafío semejante al Amor de Dios. Esta
sangre ha sido esparcida sobre todos los hijos de Adán, sin exceptuara
ninguno. Ella tiene el poder de llegar, por caminos misteriosos, a todas las
almas creadas. Dios -repito - te deja sólo aquellos que voluntariamente han
escogido estar contigo. Es para tu mayor castigo. Porque su compañía no
atenúa, sino que aumenta inmensamente el peso de tu condena. ¡Para toda la
eternidad!".

Desde entonces mi interlocutor - durante bastante tiempo - no se hizo vivo.

62
NOVENO ENCUENTRO
La ocasión, más rara que única, de encontrarme con semejante personaje
inició en mí la curiosidad por conocer cada vez más su manera de ser. Varias
cosas habían sido ya dichas, pero habían sido sacadas en cada ocasión con la
habilidad del sacamuelas, especialmente cuando se trataba de arrancarle una
verdad, y esto se había hecho siempre recurriendo a la Omnipotente
intervención de Ella, que le obligaba a responderme.

Comprendía que no era tan fácil preparar una serie de preguntas y provocar
las respuestas. Sin embargo un día después de haber orado mucho, a la
primera percepción de su presencia, intenté comportarme como si fuese un
juez inquisidor.

Con esta intención, antes de que él introdujese sus discursos, le puse esta
pregunta a quemarropa:

“¿Qué piensas de aquellos que son o parecen muy inteligentes y sin embargo
niegan la existencia de Dios y la de vosotros, los ángeles rebeldes?"

Con gran sorpresa para mí respondió:

“Son sólo unos insensatos”.

Inmediatamente lo cogí con la pregunta: ¿Qué piensas de aquellos que niegan


tributo a Dios con la voluntad?».

Comprendió inmediatamente que aludía especialmente al hecho de su


negación demoníaca, y respondió:

"Habíamos querido reivindicar nuestra libertad respecto a él”.

“¡Explícame que significa esto! Seres como vosotros, que delante de Él sois
nada, qué ventajas podríais sacar con estas reivindicaciones".

En vez de responder, le escuché emitir sonidos como los de una bestia


cruelmente torturada. Claramente me hizo comprender que no insistiese
sobre este argumento. Comprendí que su respuesta no podría ser sino
trágicamente negativa y representaba una tortura que rechazaba manifestar.

*  *  *

63
Después, pasando a los sufrimientos que inflige a tantas pobres criaturas,
también inocentísimas, de las cuales en ocasiones toma posesión le pregunté:

“¿Cómo te atreves, con almas que son ejemplo de Dios, tabernáculos de


Cristo, habitación de toda la Trinidad? Son seres que Dios ha creado para Sí, y
habitando en ellos se hace una sola cosa con ellos... ¿Cómo puedes hacer
esto?".

Respondió de inmediato:

“Tú te enterneces ante los tormentos que inflijo a estos seres; pero no
reflexionas en lo que sufro yo... Y al hecho mismo de que atormento a estas
criaturas"

“¿Qué satisfacciones consigues?"

“Te lo he dicho ya: ¡Ninguna!... Nosotros no ganamos nada al infligir el


mal... Nosotros nos encontramos como sobre una arena movediza: cuanto
más obramos el mal, más nos hundimos”.

"Entonces, deja de atormentar a estas pobres criaturas y vete a tu morada...


Mira como también para ti Dios te ha preparado una casa...”.

"No es una morada; es un estado que nosotros mismos nos hemos procurado”.

“Tienes razón. Dios en su bondad, creándote, no podía predestinarte a un


estado semejante. Bien dices que lo habéis hecho vosotros mismos. Por culpa
vuestra habéis llegado a ser vasos de la ira y de la justicia de Dios. De esta
manera mientras nosotros alabaremos su Misericordia toda la eternidad; con
el mismo Hosanna, Hosanna, Hosanna cantaremos la Justicia usada con
vosotros".

“i Qué sádico eres !”.

Fue una respuesta inmensamente reveladora, que me heló dejándome


profundamente pensativo.

¡Qué grande debió ser la malicia del pecado de los Ángeles, si Dios, que es
tan infinitamente Bueno, los ha golpeado con tanta Justicia!

*  *  *

En este momento me vino a la mente volver a la pregunta sobre las relaciones


que los demonios y los condenados tienen entre sí en el infierno: ¿Se conocen,

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se hablan según nuestro modo de entendernos, se hacen compañía?

También esta respuesta fue tremenda:

"Cada uno de nosotros es un solitario... Concentrado solamente en la


amargura de su propia condenación... En una angustia sin fin... Cada uno
tiene su infierno, y es su infierno para la eternidad”.

Repetía la respuesta ya dada en otra ocasión. Yo rebatí:

“No comprendo cómo podáis decir que sois solitarios cuando sois tantos
ángeles caídos que estáis juntos".

"Es así, porque cada uno se ha separado de la unión con nuestro enemigo. La
completa separación de él comporta nuestro completo y recíproco
aislamiento de las criaturas que giran en tomo a él. Nosotros sentimos esta
atracción, pero somos excluidos de su fin con una violencia irreversible. La
atracción hacia él es regulada por una ley de amor de la cual hemos sido
echados fuera y así permanecemos cerrados en la soledad del odio... El odio
es nuestro elemento, nuestra fuerza y procuramos extenderlo por todas
partes. Queremos introduciros en él a todos vosotros, marmotas humanas.
Hoy nos servimos del odio de razas, del odio de clases, del odio de ideologías.
Y desencadenamos con esto ciclones de catástrofes, hacemos verter ríos de
sangre. Todos los instrumentos de comunicación están en nuestro poder para
la destrucción...”

«Bien veo que vivís de esto... ¿Pero cuándo Dios ponga fin a la historia?...
¿Cuándo el retorno de Cristo traiga su triunfo final?..

La pregunta quedó sin respuesta

DECIMO ENCUENTRO
"Este es el último encuentro al cual soy obligado a tener contigo... Pero esto
no quiere decir que no pueda haber cualquier otro decidido por mi propia
iniciativa y sin ciertas cautelas impuestas por aquella odiosa tirana... Te
podré siempre coger por sorpresa y cuando menos te lo esperes... Tienes ya
demasiadas cosas que pagarme... No creas que he olvidado las rociadas de
agua bendita que me has tirado encima para alejarme de aquél tal...”

Este discurso explotó de improviso y amenazante, sin los acostumbrados


signos premonitorios, mientras - ni que lo hubiera hecho aposta - estaba
leyendo un pequeño libro llamado L’Era del diávolo de un autor alemán,

65
Antonio Bohm.

El tono de mi interlocutor era, como siempre, fuerte y arrogante; también


esta vez hablaba con aire de gran señor que dispone de todo, aunque es
apenas el miserable ejecutor de cuanto le es permitido.

«Es el último encuentro, has dicho, y espero que sea en verdad así. Mientras
agradezco a Ella que ha estado siempre cercana a mí, como lo estará también
en los encuentros por sorpresa con que amenazas prepararme. Para decirte la
verdad, tenía ya demasiado con tus fanfarronadas y con todas tus
bravuconadas con las que pretendes hacer temblar al mundo... también creo,
y ya te lo he dicho, que el Señor podrá permitir un tiempo grande de prueba
para su Iglesia... Pero sucederá todo bajo su dirección y para librarnos de la
suciedad que has acumulado en ella... Serás, también esta vez, su encargado
de limpieza... Si habrá víctimas, como es previsible, servirán para hacer más
bella y más santa a su Iglesia."

"Eres demasiado irónico y seguro, tu... espera a que sucedan los hechos.
¡Estoy preparando cosas terribles! ¡Escenas de destrucción y de sangre jamás
vistas! Sobre los pináculos de vuestras Iglesias, en vez de la cruz, ondeará mi
estandarte. "

“Ya nos lo han predicho también esto almas inspiradas. Pero quizás será tu
último desfile como "príncipe de este mundo". Después intervendrá Él y todo
se derrumbará sobre ti y sobre tus secuaces.”

"Te equivocas. Sin embargo, empieza mi época. Triunfará mí poder de


destrucción. Me presentaré a los hombres sin máscara; me presentará tal
como soy, para que todos tiemblen ante mi presencia “.

“¡Que va, bufón! Ni siquiera tú, como tantas otras veces, crees en lo que
estás diciendo. Tú sabes bien quien es Dios. Tú sabes que Él no abandonará
jamás a la humanidad a tus diseños grandiosos de destrucción. Te permitirá
solamente aquello que servirá para castigarla por sus traiciones, y purificarla
de sus culpas en las que tú la has metido, pero no más de esto..."

“¡Ilusiónate, ilusiónate... La humanidad se está preparando por si misma,


gracias a mis inventos ya mis iniciativas, a este suicidio universal. La bomba
de cobalto, la de uranio, los productos radioactivos de la energía atómica,
pulverizarán todo, en pocos instantes; todo germen de vida será
destruido...”

«Así tú reinarás sobre un inmenso cementerio, serás el rey de los muertos;


mientras el nuestro es el Dios de los vivos; por eso os deja vivir también a

66
vosotros, ángeles rebeldes... Os deja porque debéis ser los testigos de su
triunfo sobre vuestra loca rebelión... Os deja para que nos contempléis
durante toda la eternidad a nosotros los hombres, - una naturaleza inferior a
la vuestra pero Divinamente transfigurada por la gracia de Cristo, - gozando
de la bienaventuranza que vosotros perdisteis para siempre."

“Este cambio os quema por la eternidad. Expulsados de la Civitas Dei, habéis


trabajado duro para construir la civitas diaboli, una efímera construcción de
papel pisoteado. Puestos en fuga por Cristo, os habéis dado un Anticristo, una
caricatura del Hijo de Dios para destruir sus obras e imitar de manera ridícula
su potencia”.

“¿Por qué no dices antagonista?"...

“¡Te daría demasiado honor! Antagonista es aquel que lucha con su adversario
combatiendo a cara descubierta. Tú, con Él, ni siquiera se te ocurre, porque
sabes que es infinitamente más fuerte. Sin embargo, con nosotros tienes que
recurrir al engaño, a la mentira; con los ingenuos te presentas como una
superpotencia; con los inteligentes intentas borrar tus huellas, necesitas
trabajar de incógnito, recurres a la astucia de no hacernos creer el ser
maléfico que en verdad eres. Todo lo que consigue hacerte pasar
desapercibido, lo pones en marcha recurriendo a mil astucias. También has
logrado persuadir a las inteligencias más vigilantes para que no vean nada de
malo en todo lo que el hombre puede hacer. El delito se manifiesta mediante
un dinamismo progresivo. El psicoanálisis, presenta el pecado como una
enfermedad, librando aparentemente al hombre de toda responsabilidad. Los
escrúpulos de una conciencia turbada por las culpas intentan camuflarse
como residuos de tabú provenientes de viejas prohibiciones no motivadas. Por
otra parte, para convencer a los hombres de tu poder absoluto utilizas la
propaganda del terror”.

*  *  *

"Me doy cuenta, en todo este discurso tuyo, que te crees un especialista de
bagatelas demonológicas con el añadido de que ni siquiera te percatas de las
tonterías que tu presunción te hace decir”.

"Quizás no logro decir todo sobre tu ser y tu naturaleza; pero tú sabes que te
conozco bastante. Sé que para comprender tu obrar maligno tengo que
recurrir a tu origen y a tu naturaleza, tal como nos son presentadas en la
Sagrada Escritura, especialmente en el Evangelio, y en la tradición cristiana.
Estas son para mí las únicas fuentes fidedignas: Las únicas para comprender el
origen del mal; eras una criatura predilecta de Dios y has llegado a ser un
rebelde; eras un ser de luz y ahora eres espíritu de las tinieblas. Esto eres tú.

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Puedes camuflarte con todas las artimañas. Tus características son éstas: Una
criatura perdida para siempre, un ser sin redención".

“¿Has dicho todo?”.

"Creo, sin embargo, haber dicho demasiado poco. Ni me importa saber más.
Tengo suficiente para odiarte y estar en guardia contra todas tus tretas. Y
sobre todo para orar, orar mucho por todos los que ceden a tus engaños. Pero
en esto sé que no estoy solo. Están conmigo millones de almas que luchan
contra ti. Está con nosotros Jesús. Está también su Madre Bendita".

“Tenemos, sobre todo, en nuestra mano la facultad de renovar cada día el


sacrificio redentor de Cristo: Basta esto sólo para destruir totalmente tu
efímera potencia. Basta una Misa para arrebatarte millones de almas".

“Siempre las mismas tonterías. No me has permitido decirte todo lo que


quería. Hablarán los hechos, te lo repito. "

Ya te lo he dicho: No te tengo miedo. Está con nosotros Él, que es más fuerte
que tú, y sólo para tu mayor castigo no te destruye totalmente. Si nos tocará
sufrir, lo bendeciremos. A cambio de los sufrimientos de aquí, Él nos prepara
un premio que te hará temblar de envidia. Para ti será sólo el peso de tu
condenación, el fuego inextinguible de tu orgullo y al final de los tiempos la
trágica imposibilidad de poder continuar haciéndonos el mal y la envidia
torturadora al sabernos bienaventurados para siempre en el paraíso, por ti
perdido".

CONCLUSION DEL ACONTECIMIENTO


En la conclusión de este acontecimiento sucedió un hecho insólito. Llevaba ya
varios días con mi ánimo en la necesidad de ir a dar gracias a la Virgen ante
su imagen en la que había experimentado el impulso para escribir estos
"encuentros” y por haberlos podido realizar con Su protección, que me puso a
seguro de cualquier posible superioridad del Enemigo. Así es que una tarde fui
a la iglesia donde aquella querida imagen es venerada en Roma y arrodillado
a sus pies comencé a darle las gracias.

A los pocos minutos, proveniente de la primera fila de los bancos, donde


estaba también ella orando, se me acercó la muchacha de la vez pasada.. Me
impresionaron también ahora sus ojos luminosísimos y dulces y su sonrisa
excepcionalmente encantadora.

“Eh, ¿ha quedado contento de haber obedecido?”.

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“Perdón, señora...”

"No, señorita”.

"Podría decirme, señorita, ¿quién es Vd?.

“Mi nombre no importa, déjelo así le ruego que no le busque. Le digo que
estoy contenta de que Vd haya obedecido".

“Se ve que está muy interesada en este asunto".

“Sí, muchísimo. Ahora se lo digo." Entonces cogí una silla que tenía cerca y
me senté a su lado, en un ángulo apartado, y ella comenzó a hablar con voz
baja y calmadamente me dijo:

Quería decirle que ha hecho mucho bien al escribir esa entrevista.

Comprendo que pocos le creerán, pero es necesario no callar El enemigo


recurre a todo tipo de argucias para no hacerse descubrir. Quiere trabajar
escondido. Y lo logra.

Ustedes, los sacerdotes, deben desenmascararle. El Señor les concedió contra


el demonio un poder especial del que no son conscientes…     Él tiene un
miedo terrible de ustedes, sacerdotes. Por eso les odia más que a los demás,
les rodea, les tienta y les hace caer. Son muchas las víctimas que va haciendo
entre ustedes.

Y pensar que son muchos los sacerdotes que no creen en su presencia, ni en


sus obras. Hablan de él por diversión, por burla, y no piensan que se trata de
su enemigo capital.                  

¡Es una situación triste! Vd. No se preocupe de lo que digan sobre lo que ha
escrito. Déjeles reír. Muchos son instrumentos suyos y no se dan cuenta.
Obedecen sus órdenes pero Dios les observa. ¡Si viese qué horror, qué
repugnancia dan ciertas almas de sacerdotes, llenos          de orgullo, de
impureza, de rebeldía y sembradores de escándalos! Si Dios les concediera
ver su alma, aunque solo fuese por un instante y mirarse al espejo! ¡Se han
dejado arruinar por su enemigo y no creen en él! ¡Dios mío, qué
horror!              

Vd confíe su escrito a manos de Ella y no se preocupe. La gracia de Dios podrá


servirse de estas páginas para iluminar tantas almas Y esto tiene un gran
mérito. Dios le bendiga”.

69
"Muchos me ridiculizarán".           

"No le preocupe”,

Aquí la muchacha, con la cara de nuevo sonriente, se levantó, hizo una


genuflexión hacia el altar, me saludó y se fue.

Me quedé con la impresión de haberme encontrado con una de aquellas almas


escondidas, pero muy queridas por Dios. No es una persona creada por mi
fantasía. Está viva y es verdadera.

EDITORIAL PRO SANCTITATE


ROMA

Se acabó de imprimir el 2 de febrero del 2004


Fiesta de la Virgen de Candelaria

Traducido de la 3' edición en italiano por AGP

Ejemplar sin valor comercial.

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TESTIMONIO DEL INFIERNO EN UNA EXPERIENCIA CERCANA A
LA MUERTE
EL ENFERMO TERMINAL EN EL HOSPICIO
Esta historia de una enfermera de hospicio en Michigan tiene que ver con un
hombre, un paciente moribundo, a quien ella llamaba Alan. Él estaba
sucumbiendo al cáncer de vejiga que había hecho metástasis “en todas
partes”.

En su lecho de muerte, Alan, de 77 años, un ex ingeniero que era dueño de su


propia compañía, supuestamente contó cómo él había tenido un episodio
cercano a la muerte veintidós años antes, durante una cirugía a corazón
abierto.

La enfermera lo grabó en detalle, al punto que está escribiendo un libro.


Fue un evento, le dijo a la enfermera del hospicio, que había cambiado
drásticamente su vida; a Alan se le habría mostrado el infierno por el
Arcángel San Miguel, bajo la dirección de Jesús, que lo salvó después de
mucho suplicar; su destino hubiera sido ese, si él hubiera muerto en ese
momento particular.

Había sido frío, egoísta, compañero grosero, sin ni siquiera amor hacia su


esposa e hijos, un hombre que se preocupaba sólo por el dinero y su
comodidad personal, que se rió de la idea de Dios cuando un anestesiólogo se
ofreció a rezar con él.

¿Verdad? ¿Ficción? Lo estamos dando a conocer debido a algunas similitudes


sorprendentes con otras experiencias cercanas a la muerte, igualmente
oscuras.

Por alguna razón, curiosamente, las experiencias del infierno parecen estar
llegando a un primer plano ahora. Parece estar de acuerdo con los signos de
nuestro tiempo.

VIO LA SUCIEDAD DE SU ALMA


Como “Alan” dijo,
“Yo podría haber sido aplastado, completamente aplastado por mi propia
pecaminosidad. Vi a mi alma como Dios la ve, y fue horrible“.

“Mi alma estaba cubierta de agujeros y suciedad, una inmundicia que yo


había acumulado y amontonado sobre mí mismo de buena gana. Tanto que me

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había vuelto irreconocible. Como un cadáver en descomposición, cubierto de
supuración, rancio, viviendo en suciedad, pero pesándome, gritando mi
vergüenza ante mi Dios”.

“Debí correr voluntariamente lo que pude, pero no había ningún sitio donde
ir. Yo estaba pegado al lugar y obligado a ver todo, y sin excusa, sin alivio, y
mi vergüenza creció más y más ante tal Pureza incomprensible”.

LA LLEGADA AL INFIERNO
“Lo siguiente que supe, fue que mis guías y yo estábamos de pie en un valle,
completamente desolado y rodeado de enormes montañas negras,
puntiagudas y estériles. Su base era profunda, más profundo que el camino
que estábamos parados, y que se extendía a profundidades que parecían no
tener fin ni fondo. Caminamos por este mismo camino ancho y descendimos
lentamente. Al principio el camino era suave, pero a medida que caminamos
se convirtió en empinado y resbaladizo. Temía que iba a caer, porque en cada
lado de la vía había horribles criaturas, arrastrándose en la oscuridad,
gruñendo y maldiciéndome, extendiendo sus manos tratando de agarrar mis
talones”.

“Cuanto más profundo fuimos, más pesado era el aire, y más oscuro el
ambiente se puso. A lo lejos, oí muy débilmente, un terrible alboroto,
peleando, discutiendo y gritando. Yo no quería ir más lejos y pedí a mis
ángeles por favor sácame de allí. Me dijeron:‘Tienes que ver lo que le
espera a los pecadores que rechazan a Dios‘. Continuamos yendo más y más
hacia una inmensa y viva negritud. Al final de nuestro descenso había una
estructura enorme y formidable que parecía no terminar nunca, tanto en
profundidad y altura”.

“El temor que se apoderó de mí fue abrumador y yo quería huir, pero fui
detenido firme por mis guías ángel. Las inmensas puertas estaban cerradas,
cuidadas con enormes pernos negros en la parte exterior. Miguel levantó la
mano, los bloqueos se liberaron y las puertas se abrieron. Inmediatamente un
nauseabundo hedor llenó mi nariz la quemaba y me daba náuseas. Al igual
que la carne podrida en el calor de un sol de verano, o la quema de alquitrán
y azufre. Era aterrador y yo estaba tan asustado que me aferré a mi ángel de
la guarda. Cuando las puertas abrieron por completo, los sonidos que golpean
mis oídos me hicieron temblar de miedo, gritos guturales en un lenguaje que
era tan absolutamente asqueroso, que nunca volvería a repetirlo a nadie“.

LAS ALMAS DE LOS CONDENADOS


“La cacofonía de gritos, blasfemias, y llanto continuo llenaban el aire y
reverberaban a través de mí llenándome de un miedo intenso y terror
indescriptible. Cuando entramos, mi mente se llenó de un conocimiento

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inmediato de cada una de las almas que vi encarceladas aquí. Fui testigo en
este lugar de un sufrimiento tan indescriptible, que las palabras no pueden
reproducir todos los aspectos. El hedor y el calor son completamente
insoportables. A mi derecha vi unas paredes negras dentro de las que estaban
tallados pequeños nichos que se extendían a alturas vertiginosas de la piedra
ennegrecida”.

“Había un innumerable número, miles y miles de ellos, cada uno era de forma
y tamaño similar. Eran de forma circular y cada uno contenía un alma que
estaba encajada en él, incapaz de moverse, incapaz de ajustarse a ninguna
comodidad. Sus rostros estaban vueltos hacia fuera, hacia el centro de esta
mazmorra, y ellos lloraban, gritaban y maldecían continuamente. Ojos
saltones con expresiones de tortura, odio y la desesperación tan insoportable
que tuve que apartar la mirada. “¡Mira!” mi ángel dijo: “¡Mira!”

“La desesperación que llenaba a todos y cada uno de ellos era sin tregua. El
conocimiento de cada acción que los llevó a este pozo de oscuridad siempre
se juzgaba ante sus almas en un flujo continuo de remembranza que sólo ellos
podían ver. Además del dolor y la desesperación, sufrían una soledad
abrumadora y penetrante“.

“Tan intenso era su sufrimiento que ninguna palabra posiblemente pueda


describir semejante horror. Pude ver la causa de su tortura, ya que sus vidas
continuamente jugadas ante ellos, se detenía en momentos específicos que
mostraban un episodio en particular, un pecado en particular. O una
oportunidad de haber hecho el bien, en el que optaron por no hacer
nada. Ellos gritaban insultos contra Dios, maldiciendo los nombres de los
padres, amantes, incluso a sus propios hijos.Escenas una y otra vez, no sólo
de sus propios pecados, sino cómo sus pecados afectaron a otras personas. El
daño que habíann causado, cómo sus palabras destruyeron a otras personas”.

“Si otra alma terminó en este abismo debido a sus acciones, también eran
responsables de esa alma a tal punto, que se intensificaban sus sufrimientos
el doble, triple. Demonios en las formas más horribles, algunos medio
animales, algunos de aspecto más humano, se ponían junto a los rostros de
ciertas almas gritándoles desde su hoyo en la pared”.

LAS TORTURAS DE LOS DEMONIOS A LAS ALMAS


“Estos demonios agarraban los rostros de los torturados y las almas que
sufrían y les abrían sus bocas con sus garras, tan ampliamente que les
arrancaban la carne a lo largo de los lados de sus mejillas. Se ponían blancos,
como metal fundido, mientras gritaban con horror. Los demonios los
empujaban más profundo en su tortura, mientras lanzaban insultos
repugnantes contra ellos”.

73
“Pero un nicho estaba vacío y de pie delante de él había un horrible demonio
que me señaló, maldiciendo y riéndose, y luego señaló con el nicho vacío.
Supe de inmediato que ese estaba reservado para mí. Me sentí abrumado por
el terror y di un paso atrás y grité que sólo aumentó el placer evidente de esa
horrible criatura que se abalanzó sobre mí”.

“Clamé a mi ángel y traté de huir, pero me tranquilicé cuando me aseguró


que la misericordia de Dios no sólo había impedido que estuviera allí, sino
también protegerme contra cualquier ataque de cualquiera de las criaturas en
este lugar. Mientras continuábamos más en este abismo, vi una pared
desolada llena de celdas. En una celda en particular había un alma horrible,
enferma mirando y completamente sucia. Este hombre en particular, en la
tierra había manipulado, maltratado, y obligado a las mujeres a ejercer la
prostitución. Vi que era un cruel tirano, él daba drogas a las mujeres, las
golpeaba con frecuencia hasta que sus cuerpos y sus voluntades estaban
completamente rotas”.

“En la tierra era conocido por su crueldad y su codicia y estaba poseído de


una lujuria insaciable. Aquí, en su prisión, se veía obligado a experimentar
una y otra vez lo que él infligió a las mujeres a su dominio, sólo
magnificado a un inimaginable grado. Él era mutilado continuamente por las
más horribles criaturas que sin piedad desgarraban su piel, le rasgaban parte
de la entrepierna hasta la garganta, exponiéndolo al ridículo y a la
humillación increíble”.

“Una y otra vez, cada tortura era superior a la anterior en su brutalidad y


crueldad. Gritando sin cesar en busca de ayuda, dejaba escapar gritos
guturales suplicando a sus torturadores, que sólo enfurecían su odio y su
crueldad hacia su víctima. Al final de cada tortura, su cuerpo se reducía a
meros retazos. Su cuerpo, entonces volvía a la normalidad y sus torturas
comenzaban de nuevo”.

“Explicarlo con palabras es casi imposible. Todas y cada una de estas almas


en este lugar sabían exactamente por qué estaban allí. Veían muy claramente
las decisiones en su vida que los encarceló. Usted ve, Dios no nos puso en
infierno, nos pusimos nosotros allí. Cada alma en el juicio ve con perfecta
claridad su vida como Dios la ve, y entonces se juzgan en su luz.No hay
refutación, no hay discusión con Dios, porque sus pecados clama su juicio
ante la pureza absoluta“.

“Nuestras acciones, nuestras palabras poco amables, nuestra crueldad, y en


última instancia nuestro total rechazo de la gracia de Dios, es lo que decide
nuestro destino. Se le da a cada alma, incluso hasta el último momento de
nuestra vida, la elección de aceptar a Dios o rechazarlo. Las almas en el

74
infierno son las que lo rechazan, rechazan su amor, rechazan su gracia, y lo
más importante rechazan su misericordia, incluso hasta el final. Incluso
después de que lo han visto, se lanzan en este abismo porque es peor
quedarse de pie delante de él, que estar en la oscuridad“.

EL LUGAR DE SATANÁS
“A medida que continuamos más abajo hacia el centro del infierno, el ruido y
la confusión total proseguía en su escalada más profunda y las torturas
infligidas a las almas se volvieron más y más horripilantes.Rápidamente
bajamos hasta que llegamos a lo que parecía ser la parte inferior de una
enorme fosa que contenía una celda inmensa. Sus puertas eran tan gruesas
como altas y se abrieron a la orden de San Miguel. Cuando se abrieron las
puertas, un humo nauseabundo vomitado desde su centro envolvió todo lo que
estaba a nuestro alrededor”.

“Mi ángel levantó su mano cuando nos acercamos a la celda, que estaba llena
de una luz brillante. En las paredes había lo que parecían ser serpientes y
sabandijas de tamaño sobrenatural, y se deslizaban y se escabullían. En el
centro de este calabozo había un gran trono que hecho de oro y monedas de
plata, y aunque sucio y manchado, se amontonaban en pilas que forman una
forma básica de trono, y era enorme. En su base habían almas de seres
humanos, algunos con piel, algunos sólo huesos, todos en diferentes grados
de descomposición y cubiertos de gusanos”.

“Cuando los huesos estaban completamente desnudos y toda la carne había


caído o había sido devorada por los gusanos, de inmediato se cubrían de piel y
todo empezaba de nuevo, ardor, putrefacción, mordiscos. Estas almas
estaban completamente inmóviles bajo el peso de este enorme trono. Detrás
de mí, sentí una presencia aterradora. Una presencia tan completamente
mala y tan llena de odio que yo quería correr, pero aterrorizado, estaba
congelado en el lugar”.

“Sentí que se me acercaba, con su aliento caliente que fluía sobre la parte de
atrás de mi cuello. Tan completo era su odio hacia mí, que me pareció que el
odio me pesaba y me hundía. Instintivamente supe quién era este y sabía que
él estaba permanente en su estado. No sólo no iba a alterar su destino, él
nunca lo desearía, nunca. Su condena se fijó para siempre y se cementó en
oposición completa y total a Dios”.

“Él odiaba por completo todo lo que Dios es, y por lo tanto odiaba más allá de
las palabras todo lo que Dios ha creado. En el infierno, él vomita todo su odio
en todas y cada una de esas almas encarceladas en el infierno”.

“Estas almas son bombardeados constantemente por él, y están

75
constantemente recordando que podrían haber tenido el Cielo, pero que
optaron por el infierno. Ellos recuerdan la belleza de Dios, y ahora están
separadas para siempre de ella. Podrían haber tenido amor, paz y la completa
felicidad, y en su lugar lo han perdido por toda la eternidad. Hay un gran
número de niveles del infierno y cada alma está condenada de acuerdo con
sus crímenes. Estas torturas continúan sin cesar y repiten una y otra vez,
llevado a cabo por millones y millones de demonios dispuestos”.

ATAQUE SE SATANÁS Y EL PERDÓN


Alan hizo una pausa en el relato de su historia. “Lo siento”, dijo a la
enfermera, que está escribiendo un libro acerca de tales experiencias.

Se inclinó hacia delante y se ajustó en la cama. Y Luego continuó:


“Nada puede describir la presencia del mal porque él no se parece a nada de
este mundo. No puedo expresar lo suficiente su odio, y su odio en ese
momento fue dirigido completamente a mí. Mi alma se llenó de una
desesperación opresiva, abrumadora, cuando le oí burlarse de mí, no en voz
alta, pero podía oír sus palabras sucias dentro de mi mente. Procedió a
decirme por qué yo pertenecía a él y a todos los pecados que siempre había
hecho. En mi mente yo traté de tranquilizarme con lo que los ángeles me
habían dicho antes, cuando otra acusación me fue arrojada cada vez con
mayor rapidez y fuerza. Su voz astuta y vulgar me acusaba y me llenaba con
tal desesperación que le rogué a mis guías que me llevaran lejos, lo que sólo
intensificaba su burla hacia mí, una tras otra, después de otra”.

“Miguel levantó la mano, lo que detuvo el ataque de satanás sobre mí, y con
una atronadora, majestuosa voz Miguel gritó: ‘¡Basta! Todo ha sido
perdonado!'”.

“Una luz brillante emanaba de mis guías, cada vez más y más brillante que yo
veía a satanás acobardado para alejarse de él. Él empezó a aullar, lanzando
blasfemias contra nosotros con un rugido atronador tal que las paredes de
esta mazmorra deberían haber sido destrozadas. Rápidamente y con fuerza
salimos de ese pozo, a través del camino que habíamos venido y hacia atrás a
través de las puertas de ese horrible lugar”.

“Las puertas se cerraron y los enormes pernos se colocaron con fuerza en su


posición anterior, encerrando a sus habitantes para siempre. Volamos hacia
arriba, disparando a una velocidad cada vez mayor y podía oír los gritos
blasfemos de satanás lentamente disminuyendo. Luego, al instante, estaba
fuera de ese horrible lugar y de nuevo en la luz, lejos del calor y el hedor del
infierno. Yo estaba tan agradecido de estar fuera de ese pozo negro de
suciedad, que lloré”.

76
“Aferrado a mi ángel de la guarda, le di las gracias por sacarme de allí.
Llegamos a una parada y Miguel se volvió hacia mí y me dijo: ‘Sólo has visto
una pequeña muestra de los horrores del infierno. ¡No lo olvides!”

DE VUELTA A LA TIERRA Y EL CAMBIO DE VIDA


“Cuando mis guías desaparecieron me lanzaron de nuevo, esta vez por mi
cuenta a través de un túnel muy estrecho. Abrí los ojos y estaba tendido en la
espalda con un tubo en mi boca. Médicos y enfermeras me rodeaban, me
decían que iban a quitar mi tubo de respiración“.

“Mi cabeza me daba vueltas y mi pecho estaba con un dolor horrible mientras
intentaba respirar. Yo estaba confundido y asustado y no podía mover los
brazos o las piernas. En esta confusión, pensé que ya no me podía mover, tal
vez me habían empujado a mi agujero en la pared del infierno. Me puse
frenético y traté con todo lo que tenía de zafar de lo que estaba sosteniendo
mis brazos y piernas. Entonces oí la voz de mi médico explicando de nuevo
que me relajara, que la cirugía había terminado y que me iban a quitar mi
tubo de respiración. Entonces me di cuenta de que estaba en la tierra, en el
hospital y nunca estuve tan feliz de estar aquí y no en el infierno”.

“Nada en mi vida es lo mismo”, supuestamente dijo en conclusión. “Le pedí


a un sacerdote que viniera tan pronto como fuera posible”.

“Estaba desesperado y le dije a las enfermeras que tenían que darse prisa y
conseguirme un sacerdote. Ningún sacerdote estaba disponible hasta el día
siguiente y esa noche no dormí. Yo no había estado en confesión desde la
escuela primaria y no había ido a misa desde que estaba en la escuela
secundaria”.

“Cuando el sacerdote llegó al día siguiente, le pedí que escuchara mi


confesión. Busqué con las palabras, sin saber por dónde empezar, pero con
paciencia hablé él. Tomó tres horas, pero confesé todo“.

“Después de llegar del hospital, y después de que me recuperé y conseguí


fuerzas, me senté con mi mujer y me disculpé con ella por todo. Luego fui a
cada uno de mis hijos, todos mayores, algunos de ellas con sus propios hijos,
y me disculpé con ellos porque yo les había fallado por completo”.

“Al principio creyeron que me había vuelto loco, pero al final perdonaron.
Estamos muy cerca ahora, y he probado todos los días mostrarles cuánto los
amo. Le tomó a Regina mucho tiempo perdonarme, porque estaba muy
molesta con nuestra vida de casados, ??que no confiaba realmente que yo
había cambiado. Eventualmente, ella perdonó y hemos estado cincuenta años
juntos. Sí, ella tomó a este viejo pecador y ¡alabado sea Dios por eso!”

77
Él levantó la mano izquierda y giró su anillo de bodas con el pulgar.

“He pasado cada momento desde luego haciendo las paces con ella y con
Jesús. Rezo todo el tiempo, todo el día y voy todos los días a Misa y a
Comunión.Regina y yo estamos mejor ahora que nunca hemos estado y ahora
estamos tratando con este tipo de cáncer. Ella está teniendo un momento
difícil para aceptar esto, así que ha seguido mucho más que yo esta
enfermedad y sé hacia donde voy. Yo sé que me estoy muriendo. Añoro el
día, pero no pueda compartir eso con Regina, pero yo digo que no puedo
esperar“.

SU PARTIDA
Él sonrió por encima a la enfermera.
“Es todo un cuento ¿no? No puedo decirle cuántas veces me he dicho esto, y
cada vez que que lo pienso no puedo dejar de llorar, porque yo casi no lo
logré. Casi terminé en ese lugar horrible, y con razón. Pero Jesús, en un acto
de increíble e inmerecida misericordia cambió todo. Sé que pase lo que pase,
la gente necesita darse cuenta de que nada es imperdonable porque Jesús es
más grande que cualquier pecado.Pero no puede perdonar si no estamos
dispuestos a pedir perdón”.

Alan se acercó y le apretó la mano.


“Todo lo que tenemos que hacer es amar. Si te gusta, sonríe, es muy simple.
Difícil algunos días, pero simple”.

Dijo nuestra enfermera:


“Alan siguió disminuyendo con el sangrado de la vejiga. Ni una sola vez lo oí
quejarse Una tarde de abril llegué al trabajo y de inmediato fui a ver cómo
estaba. Estaba empapado en sudor y con un gris pálido enfermizo. Le limpié y
le cambié de ropa y su vestido. Cuando terminamos, él me miró y susurró:
‘Está a punto de terminar. Siento a Jesús que viene’. Me incliné y lo abracé,
con el corazón roto porque mi amigo se estaba muriendo. Alan me sonrió y
dijo: ‘Recuerda, es muy simple’. Alan murió en paz a las tres de la mañana,
rodeado de su esposa e hijos”.

http://pensamientodisidente.blogspot.com/2014/11/testimonio-del-infierno-en-
una.html

78
EL INFIERNO
Una de las más terribles experiencias vividas en algunas NDE es la visión y
vivencia del infierno. Según algunos investigadores, sólo se dan en el 0.3% de
los casos. Otros como Gallup y Proctor en su libro Adventures in inmortality o
Ken Ring en su libro Heading Toward Omega, dicen que son el 1%. Pero nunca
se puede saber con exactitud ya que los que tienen este tipo de experiencias
negativas no suelen publicarlas. De todos modos, los casos conocidos son
suficientemente expresivos como para creer en la existencia de un mundo
tenebroso e infernal en el que viven muchos seres humanos que han
rechazado voluntariamente el amor y el perdón, que Dios les ofrecía en el
momento de su muerte. Veamos algunos de estos casos significativos.

El doctor Melvin Morse, en su libro Últimas visiones, dice: Me entrevisté un


día con un hombre que había sido un delincuente en su adolescencia y
después era un hombre interesado sólo en su propio beneficio personal.
Estuvo a punto de morir, al ser herido con una botella rota mientras trataba
de robar en una tienda. En la ambulancia, cuando era conducido al hospital,
se sintió arrastrado fuera de su cuerpo y envuelto en llamas. En vez de
contemplar afectuosos ángeles de la guarda, dijo que se le aparecieron los
rostros de sus amigos que habían muerto en la calle, lanzando interminables
gritos de dolor. Como resultado de esta experiencia, abandonó su vida
50
delictiva y acabó, ordenándose ministro .

El doctor Moody narra lo que le dijo uno de sus pacientes: Al salir de mi


cuerpo estaba todo oscuro. Había gente que daba alaridos, había fuego y ellos
querían un trago de agua... Entonces, se me acercó alguien y me empujó a un
lado y me dijo: “Tú no tienes que venir aquí abajo. Tú tienes que volver
arriba”... Estaba todo negro y vi un montón de gente chillando y aullando...
Eran desgraciados y odiosos. Me pidieron agua, porque ellos no tenían agua...
51
Había alguien observándolos. Era el mismísimo diablo .

La Fundación para las investigaciones de las experiencias cercanas a la


muerte tiene muchas experiencias de toda clase en su página web. He aquí

79
una de ellas.

Yo tenía 20 años y lo recuerdo como si fuera ayer. Entré en el coche con mi


amigo Gareth. Él había estado bebiendo mucho aquella noche. No debía
conducir el coche, pero yo necesitaba a alguien que me llevara a casa,
porque era tarde. Habíamos estado discutiendo durante todo el viaje. En un
momento de rabia, él golpeó el acelerador con fuerza e intentó dar una
vuelta en U. Lo próximo que supe es que yo estaba rodando hacia dentro de
un gran espacio en una soga. Comencé a flotar fuera de mi cuerpo y atravesé
un extraño túnel de luz. Yo no sabía adónde iba, pero no podía controlar
hacia donde era como chupada. Durante una fracción de segundo, pensé que
me dirigía hacia el cielo, pero repentinamente algo sucedió. Me detuve en
seco en ese túnel y, como un relámpago, empecé a caer más y más rápido.

Sentía que caía verticalmente en una especie de agujero negro. Era tan
oscuro que, mientras caía, empecé a escuchar chillidos, gritos, horribles risas
y el olor más putrefacto que pueda imaginarse. Entonces, la oscuridad se
convirtió en fuego, y yo caía hacia un inmenso horno. El fuego comenzó a
consumirme y empecé a chillar. Aterricé sobre mi espalda, choqué con lo que
parecían rocas y sentí un dolor horrible por todas partes.

Cuando abrí mis ojos, me di cuenta de que no estaba sola, porque unas
extrañas criaturas comenzaron a agarrarme y arrastrarme hacia lo que
parecían unas puertas negras inmensas. Empecé a patear y a chillar, gritando
a todo pulmón. Recuerdo que una criatura gigante empezó a rasgarme la piel
de la espalda con lo que parecían sus afiladas uñas, otra empezó a tirarme
del pelo fuertemente, otra me pateó, me tiró, riéndose y burlándose acerca
de asuntos personales que parecía conocer de mí...

Recuerdo haber visto repentinamente a Gareth, colgado boca abajo con


clavos atravesándole las manos y los pies. Aquellas criaturas empezaron a
azotarlo. El fuego lo consumía y la carne de sus manos, pecho y cabeza ya
había comenzado a fundirse y a pelarse. Lo miré a la cara. ¡Él estaba
aterrorizado! Y empezó a llorar de forma incontrolable, suplicándoles que no
lo hicieran. Repentinamente, yo grité: Dios mío, por favor, ayúdame... Y, de
pronto, una gran succión me arrancó de sus garras y comenzó a llevarme de

80
vuelta al túnel, despertándome ante la voz de una doctora. Ella me dijo que,
después de dos horas, yo me había recuperado, pero Gareth no.
Aparentemente, mientras ellos intentaban revivirlo, su corazón cedió. La hora
de su muerte había sido confirmada media hora antes que la mía.

Hasta hoy juro que todavía puedo oler ese olor a podrido de carne quemada y
pelo quemado. Antes, incluso, me solía dar fiebre cada vez que pensaba sobre
lo ocurrido a Gareth y sobre dónde estará hoy día (www.nderf.org/spanish).

La famosa bailarina francesa Janine Charrat, mientras danzaba en un estudio


de televisión, quedó envuelta en llamas el 18 de diciembre de 1961. Todo
ocurrió muy rápido y recibió quemaduras de tercer grado, siendo llevada de
urgencia a la clínica parisina más cercana. Durante algunos minutos tuvo
parada cardíaca y tuvo una experiencia del más allá. Se encontró en un
mundo horrible, todo rodeado de grandes llamas de fuego. Dice: Pensé que
iba a perecer de miedo. Era realmente el infierno. Parecía que los diablos
venían del interior de la tierra en una danza salvaje. En medio de una gran
soledad y del creciente peligro de las llamas, tomé la decisión de salir. Como
creyente, yo siempre había rezado en los momentos de peligro y eso es lo que
hice. Después de rezar y pedir ayuda, levanté la cabeza y me di cuenta de
que las llamas no eran tan terribles y se hacían cada vez más pequeñas y
transparentes. Ya no tenía miedo y me sentí aliviada.

En ese momento, me di cuenta que había una mujer con vestido de seda y el
pelo blanco, que me dijo: “¿No te acuerdas de mí, Janine? ¿Me has
olvidado?”. Reconocí a mi abuela difunta y me sentí llena de alegría. Ella me
tomó tiernamente del brazo y me guió a otro lugar. Yo la seguí. Llegamos a
un gran jardín con árboles desconocidos. Era un lugar de mucha armonía y
paz. El agua del estanque era clara y limpia. El estanque parecía un espejo
lleno de luz. De pronto, todo desapareció y abrí los ojos, estando en la cama
de hospital. Esta experiencia me dio la fortaleza para superar con paciencia
52
el proceso de mi recuperación que tomó un año entero .

Otro paciente, después del túnel, llegó a un inmenso lago de fuego, donde
muchas sombras de personas estaban moviéndose como animales enjaulados
en un zoo. Dice: Yo vi a un amigo que había muerto. Lo último que recuerdo
es que él había estado metido en el vicio del juego. Yo le grité: ¡Eh, Jim! Él

81
me miró, pero no me sonrió. Otros lo estaban llevando a un rincón, donde él
comenzó a gritar. Yo corrí, pero no había salida.

Entonces, empecé a decir: Jesús es Dios. Lo dije muchas veces. De alguna


manera, yo salí. Sólo Dios pudo hacerme salir de un lugar como aquel. Nunca
53
lo olvidaré .

Jay tenía 36 años. Trabajaba en Las Vegas en un periódico y le gustaba la vida


divertida. Dice: Un día estaba en una fiesta. Tomé droga que alguien me
regaló y no sé lo que pasó. Sentí mi cuerpo fuera de mí en una terrible
oscuridad. Era la eternidad. Era el vacío increíblemente doloroso, y sentía
que era para siempre. Ahora sé lo que significa infierno, porque era el
infierno. Era la ausencia de todo, la ausencia de amor y de emociones, un
absoluto vacío. Nunca olvidaré el dolor que sentía. Era un dolor, no físico sino
emocional, sicológico y espiritual. Yo estaba convencido de que nunca saldría
de allí y reviví la historia de mi vida brevemente. Lo vi como un aviso, como
un juicio. Yo grité a Dios y fue el poder de Dios y su misericordia, quien me
permitió regresar.

Ahora sé que Dios tiene control de todo lo que sucede y eso fue un aviso de
Dios. Lo que me sucedió fue una bendición de Dios. Por eso, ahora ya no tomo
drogas y rezo. Ahora temo la muerte. La vida en la tierra es muy breve, pero
la eternidad es para siempre. A mí se me ha dado una nueva oportunidad. La
54
muerte no es el final .

Yolanda nos dice: Primero, yo estuve en un lugar oscuro y frío. Yo sentía seres
a mi alrededor, pero no los podía ver... Parecía que estaba en las puertas del
infierno con millones de ojos de demonios mirándome. Fue algo muy terrible
y estremecedor. Yo sabía que era el infierno y no quería ir. De alguna
manera, fui hacia atrás y llegué a un lugar vacío, como si no existiera
absolutamente nada. Estaba flotando, pero sin ningún control de mí misma.
Entonces, grité desde lo profundo de mi alma: Señor, Señor... En ese
momento, vi toda mi vida clarísimamente. Vi cada cosa que había hecho y me
di cuenta de que había sido una vida sin sentido. me sentí muy débil y sin
esperanza. Pero, cuando grité al Señor, una pequeña luz brilló. La luz era
conocimiento, hermosura y amor. Y me dijo: “Yo te amo totalmente e
incondicionalmente”. Era una voz que venía de Dios y que me decía: “En la

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tierra lo único que importa es aprender a amar y a recibir amor”... Ahora veo
55
que algunos son como ciegos que no quieren aprender .

El doctor Rawlings Maurice, en su libro To hell and back, narra el


impresionante caso de Charlie McKaig, un hombre de 48 años de La Fayette,
USA. Estando en su mismo consultorio del hospital, quedó como muerto de un
infarto. Rawlings le dio masajes al corazón. Dice: Al recobrar los latidos, me
miraba desesperadamente y me decía: “No se detenga, no se detenga, estoy
en el infierno, estoy en el infierno”.

Yo pensé que eran alucinaciones. Después de unos momentos, volvió a quedar


sin latidos y, al regresar, repetía desesperado: “Por favor, no se detenga. ¿No
comprende? Cada vez que usted se detiene, voy al infierno”. Cuando él me
pidió que rezara, yo me sentí como insultado y le hice callar. Yo era un
doctor no un ministro cristiano. Pero las enfermeras me miraron conmovidas.
Entonces, al regresar de nuevo, le hice repetir palabra por palabra, una
oración espontánea, algo así como: Jesucristo, hijo de Dios, sálvame del
infierno. Entonces, una extraña conversión religiosa se produjo. Yo nunca
había sido testigo anteriormente de algo así. El paciente se calmó y se sintió
relajado. Yo estaba conmovido, no sólo porque aquella oración espontánea
había salvado a Charlie, sino porque yo me sentía tocado en mis creencias. A
Charlie, desde entonces, se le han colocado tres bypasses, pero todavía me es
difícil creer que una pobre oración, hecha por mí, le abriera a Charlie el
camino de la salvación. La conclusión es que nunca debemos hacer oraciones
fingidas, pues ellas no son efectivas. Esto me estimuló en mi vida profesional
para buscar nuevos casos e investigarlos... La experiencia del infierno de
Charlie me hizo desempolvar mi Biblia aquella misma noche y leer otros libros
56
sobre la fe .

Podríamos seguir escribiendo más casos de experiencias negativas, pero creo


que es suficiente. Si alguien quiere profundizar más en estos casos, puede
leer el libro de Bárbara Rommer, Blessing in disguise, o el de Maurice
Rawlings, To hell and back. Pero lo que sí es interesante anotar es que en los
casos en que ellos clamaron a Dios, inmediatamente fueron escuchados y
salieron del infierno. Y es que el infierno, como tal, no existe en ninguna
parte. Dios no ha creado un infierno en un lugar concreto del universo. El

83
infierno lo lleva cada uno consigo mismo y, por eso, hay tantos infiernos,
cuantas personas distintas están en él. Lo importante es saber que cada uno
decide a dónde ir, pues Dios les da a todos la oportunidad, en el último
momento, de decidirse por Él o contra Él, de amarlo o rechazarlo.

Dice el Catecismo de la Iglesia católica que el infierno es un estado de


autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados
(Cat 1033). Quizás podríamos decir que también es, en cierto modo, un lugar
en cuanto que los condenados se juntan, porque no pueden vivir solos, y viven
en unión con los demonios, haciendo así un mundo tenebroso y horrible, en
algún lugar concreto, donde todo es blasfemias contra Dios, odio, violencia,
lujuria y maldad. Un lugar donde todo está vacío y sin amor. Veamos lo que
dice el doctor George Ritchie de lo que vio en su experiencia personal: Yo vi
algo que me horrorizó más de lo que hubiera visto en toda mi vida. Aquellos
seres estaban llenos de odio, mentira, soberbia y lujuria hasta el punto de
querer llevar a cabo toda clase de actos abominables unos contra otros. Esto
rompía el Corazón del Hijo de Dios que estaba junto a mí... No había fuego,
pero había algo miles de veces peor, desde mi punto de vista. Era un lugar
57
totalmente vacío de amor. Era el infierno .

P. Angel Peña, “Experiencias del más allá”

84
Qué Relatan los que Han Estado en el Infierno
UN ENORME LAGO DE FUEGO
Un hombre de Oregon llamado Thomas Welch describió lo que encontró como
un enorme “lago de fuego” después de su encuentro con la muerte al caer de
un caballete sobre un transportador en un aserradero.

El maquinista observó que fue todo el camino hacia abajo en el


agua, recordó. 

“Lo siguiente que supe es que estaba de pie cerca de una orilla de un gran
océano de fuego. Parecía ser lo que la Biblia dice en Apocalipsis 21:8?.
“Yo recuerdo con más claridad que cualquier otra cosa que jamás me haya
sucedido en la vida todos los detalles de cada momento, lo que vi y lo que
pasó durante esa hora en que me había ido de este mundo. Yo estaba de pie a
cierta distancia de esta quema, turbulenta, de fuego azul. Hasta lo que mis
ojos podían ver era lo mismo. Un lago de fuego y azufre”.

Mientras que Welch no vio a nadie directamente en él, otros sí, incluyendo a
videntes como los de Fátima.
“Vi a gente que había conocido, que había muerto, cuando yo tenía trece
años”, relata este hombre, para nuestro discernimiento.

“Otro era un muchacho con quien había ido a la escuela, que había muerto de
cáncer en la mandíbula que se había iniciado con un diente infectado,
mientras que él era sólo un muchacho. Él era dos años mayor que yo y nos
reconocimos el uno al otro, a pesar de que no hablamos. Ellos también
estaban buscando y parecían estar perplejos y en una profunda reflexión,
como si no pudieran creer lo que veían”.

¿Era simplemente una muestra del lugar? Dios nos advierte.


También, algunos confunden el purgatorio más bajo con el infierno
(especialmente los no católicos que no creen en el purgatorio).
 
LAS CRIATURAS QUE LO HABITAN
Un médico llamado Maurice Rawlings, que se especializó en enfermedades
cardiovasculares en el Hospital de Diagnóstico en Chattanooga, Tennessee,
registra una serie de casos similares, y argumenta que no toda la luz es
brillante y feliz después de la muerte.
“Mientras estaba cerca de ese enorme abismo de fuego, no había atacantes
inmediatos que parecieran ser amenazantes, así que esto me dio un momento
para disfrutar de mi entorno”, recordó otro compañero que falleció y regresó,

85
Bill Wiese, cuya experiencia ocurrió (a las 3 a.m.) en 1998 y que escribió un
libro sobre ella.
“Llovía fuego y rocas hirvientes, similar a la forma que la lava cae del cielo
cuando un volcán explota. El humo de las llamas era muy grueso, lo que
permitía la visibilidad a sólo a una corta distancia, pero lo que pude ver era
horrible. Vi muchas personas llegar a salir del pozo de fuego, tratando
desesperadamente de abrirse paso hacia fuera. Pero no había escapatoria.
Volví la cabeza, y me di cuenta de que yo estaba de pie en medio de una
cueva. La pared envolvía todo alrededor de mí y desembocaba a la vasta
extensión de la fosa”.

“Mientras miraba las paredes, vi que estaban cubiertas con miles de criaturas
horribles. Estas criaturas demoníacas eran de todos los tamaños y formas.
Algunos de ellos tenían cuatro patas y eran del tamaño de osos. Otros estaban
en posición vertical y eran del tamaño de gorilas. Todos estaban
terriblemente y grotescamente desfigurados. Parecía como si su carne se
estaba descomponiendo y todos sus miembros se retorcieran y estuvieran
fuera de proporción.

Algunos mostraban inmensos largos brazos o pies anormalmente grandes.


Parecían estar muertos en vida. También había ratas gigantes y enormes
arañas por lo menos de tres pies de ancho y dos o tres pies de altura.
También vi serpientes y gusanos, que iban desde pequeñas a enormemente
grandes. Yo estaba petrificado y no podía creer lo que veía”.
No es algo que nos gusta informar pero alguien debe hacerlo.
El infierno parece existir, y en el infierno el entorno coincide con lo que está
en nuestro interior.

 
DIFÍCIL DESCRIBIR LA PROFUNDIDAD DE LA DESESPERACIÓN
“Cuando mi espíritu empezó a salir de mi cuerpo, empecé a bajar a un pozo
muy profundo”, dijo una mujer llamada Christine Eastell que lo relata en un
libro reciente.

“Es difícil de describir. Era muy negro y brumoso. No había principio ni fin, y
no había lados. Sólo sabía que estaba en un hoyo. Seguí cerrando los ojos, con
la esperanza de que cuando los abriera todo hubiera sido un mal sueño, pero
nada cambió. Es imposible encontrar palabras para describir el miedo que
sentía. Estaba desesperada por salir. Cuando vi lo que pensé que era una
pequeña abertura empecé a arañar desesperadamente. Pero cuanto más
trataba de llegar a esta apertura, más distante se volvía. Era una situación
imposible”.

“Todo alrededor había gente, sólo gente ordinaria”, añadió Christine.

86
“Estaban en un profundo dolor y desesperación, y parecían ser atormentadas
por un enorme sentimiento de culpa, que se reflejaba en sus rostros. Es muy
difícil describir la profundidad de la desesperación que estaba presente en
ese lugar. Si pudiera poner todo el dolor, el sufrimiento y la desesperación en
el mundo juntos, eso era lo que yo sentía en ese lugar. Yo era mucho más
consciente de la profundidad de la desesperación de lo que era la gente”.
 
LA SEPARACIÓN ETERNA
También había Mickey Robinson:
“En un instante, el mundo físico desapareció y mi hombre interior salió de mi
cuerpo físico, ya no estaba en la habitación del hospital. Había entrado en el
reino del espíritu. Una gran oscuridad empezó a rodearme, y vi lo que fue en
realidad un punto de separación. Vi a través del espacio un rayo de la luz
blanca, tan pura que jamás había visto. La puerta comenzó a cerrarse cada
vez más rápido. El significado de esta separación se iluminó para mí. Sabía
que si esta puerta se cerrara completamente, yo estaría desconectado por
toda la eternidad de esta luz”.]

“Experimenté una profunda desesperanza y horror. La separación es


desesperanza. La separación eterna es la desesperanza eterna. La separación
eterna es un tormento más allá de la creencia. Quiero que sepa que hay un
lugar establecido en alguna parte que es la separación eterna. Se me permitió
no sólo ver, sino experimentar la sensación de lo que sería estar en esa
separación eterna”.

Un peligro aún mayor. La falta de amor. Odio. Nuestra “otra vida” reflejará lo


que somos por dentro. Gracias a Dios tenemos la confesión y el tiempo para
reformarnos.

 
SOLO ORAR PARA QUE EL SEÑOR NOS RESCATE
Un hombre llamado Ronald Reagan (no el ex presidente) en un libro
llamado Visión Celestial.
“¿Qué podía hacer yo?” dijo.

“Ahí estaba yo en el infierno con satanás, y en la desesperación total. Había


pensado que era cristiano, pero no había dedicado mi vida a Jesús. En ese
momento pensé: ‘Señor, por favor rescátame’”. 
“Oré por el perdón, y me acuerdo caer de rodillas rogándole que me perdone.
Luego me quedé allí, porque no podía hacer otra cosa. Pero, alabado sea
Dios, satanás es un enemigo derrotado”
 

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CONTRASTE ESO CON EL CIELO
“Vi una multitud animada, sonriendo brillantemente, hombres y mujeres
jóvenes llenos de sonrisas, el rostro radiante con la salud resplandeciente de
la juventud, quería unirme a ellos”, dijo un hombre que tuvo una experiencia
cercana a la muerte, llamado Terry James.

“Nunca había estado más en paz, rodeándome calma absoluta… y dentro de


mí. Esto era la vida en su ápice, y yo avanzaba, mi deseo de estar con ellos
era tan poderoso como su seducción”.

“El ambiente vívidamente colorido generado por su amor era abrumador –


como el resplandor del sol que calienta al corazón. Yo estaría con ellos, con
una parte de ellos. Nada más entraba en mi mente – no había preguntas sobre
donde estaba, no pensaba en dónde había estado. Yo estaba aquí. Esto era
real, y era la realidad que todo lo abarca”.

Todo el amor en el mundo – multiplicado por el eterno.

http://forosdelavirgen.org/79610/algunos-que-tuvieron-una-experiencia-cercana-a-
la-muerte-estuvieron-en-un-inframundo-2014-06-25/

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Dos Impresionantes Historias de Personas Rescatadas del
Infierno

Hay muchos relatos de experiencias cercanas a la muerte, en realidad hay


muchas más de visitas al cielo que al infierno. En este artículo traemos dos
historias de personas que murieron y fueron llevadas por demonios al infierno,
y en un caso una fue rescatada por Jesús y en el otro por San Miguel Arcángel.

El primer caso de supuesta experiencia en el infierno es el de un Ingeniero


que luego de un accidente automovilístico fue arrastrado al infierno por un
demonio, clamó a Dios y apareció Jesús para salvarlo y darle otra
oportunidad. Y además de paso le mostró el Cielo.

El otro caso es de una supuesta experiencia de un Marine norteamericano que


estuvo muerto por 8 minutos, fue tomado por un demonio para llevarlo al
infierno profundo, cuando fue rescatado por una figura angélica, que resultó
ser el arcángel Miguel.
 
LA HISTORIA DEL INGENIERO
Una voz le dijo que quitara las manos del volante justo antes de chocar su
auto contra una columna de concreto fue lo que sucedió cuando el accidente.
“Fue una experiencia absolutamente terrible” según relata Randall Rathbun,
un matemático investigador de Oregon quien tuvo una breve experiencia
durante un grave accidente de tránsito el 30 de agosto de 2002.

“Podía sentir que mi descenso se aceleraba cada vez más y más. Fue como
caer en el foso de un elevador”,“Me llevaban al infierno. Era tan terrible que
la mente humana no puede comprender la experiencia. Estaba atado con tres
cadenas y un espíritu muy poderoso me retenía. Tenía un metro cincuenta de
alto pero era trescientas o cuatrocientas veces más fuerte que un hombre. Un
grito extremadamente potente explotó a un lado de mi cabeza”

El grito vino de aquel demonio y fue tan potente, enfatiza Rathbun, que casi
me deja sordo.

“Era una voz que gritaba tan fuerte como el ruido que hace un motor a
reacción… una voz iracunda y desafiante… y ahora yo podía entender lo que
decía… ‘El es mío, es mío. Su nombre es mentiroso, mentiroso, mentiroso y lo
llevo hacia el Lago de Fuego’”.

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Rathbun, quien trabajaba en aquel tiempo en California en el programa del
avión caza furtivo F-22 para la empresa TRW — fue un estudiante brillante,
primero de su clase en la escuela secundaria y graduado con honores en sus
estudios de Ingeniería en la Universidad Estatal de Montana.

Él cree que la entidad que lo llevaba al Infierno era una que él había visto
muchos años antes, al comienzo de la década de los 70, después de un
“renacimiento espiritual”.

Dice que su cabeza,“estaba deformada, no era humana, como una calavera


pero no igual, su piel era como de cuero oscuro, casi negra y lucía como algo
que hubiera muerto hace miles de años con odio puro. Sus ojos eran
profundos y tenían dos puntos de luz llameantes que penetraban como
picahielos cuando los miraba. El tenía deseos de matarme”.

Rathbun relató que a medida que caía en aquel ‘foso’ la atmósfera se volvía
opresiva más allá de cualquier cálculo humano.

“Comenzó a ponerse muy bochornosa y opresiva. Comencé a tener problemas


para respirar; era como si un humo espeso comenzara a ahogar todo”.

Y después los gritos,“Eran los peores gritos que puedas imaginar‚… miles de
personas gritando‚… no, millones de personas gritando. Los gritos eran tan
horrorosos que no los podía soportar. Solo un grito nada más haría te haría
erizar los vellos del brazo. Pero yo escuchaba millones de ellos”.

“Eran gritos de tormento, gritos de dolor, gritos de sufrimiento, gritos de


obscenidades, gritos de rebelión, pero sobre todo, gritos de los condenados
en el Infierno”. El rugido de las llamas era constante.

“Sonaba como un trueno continuo o como flamas que se consumen


permenentemente. Yo había escuchado fuego mientras vivía en la tierra y
había visto llamas de 30 metros incinerar colinas en segundos, pero las llamas
en la tierra eran nada comparadas con el sonido que comenzaba a escucha”.

 
UN HISTORIAL DE VIDA PECAMINOSA
El ingeniero tenía un historial de problemas, comenzando con abuso sexual
cuando estaba en séptimo grado a manos de un estudiante mayor, lo cual
cree que abrió una ‘puerta’ al mal, que le convirtió luego en asiduo
espectador de pornografía suave, lo cual desembocó en visitas a prostitutas
en las noches de fin de semana aún cuando asistí a servicios religiosos los
Domingos.
Estaba en una espiral descendente antes del accidente de tránsito. Su estilo

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de vida desordenado comenzó por lo que veía en Internet. El dice que fue
terrible a donde casi lo condujo ese estilo de vida.
Pero sólo fue después que Randall imploró a Dios (“¡Por qué, por qué me
sucede esto a mí!”) que el Señor lo sacó del foso.
Tres pasajes de las Escrituras que relatan sobre el Salario del Pecado le
fueron súbitamente mostrados delante de él, no solo en palabras sino una voz
que le hablaba (Romanos 6:23, Juan 8:34 y Galatas 6:7).
Como le dijo a un entrevistador‚
“Pude ver una larga cadena de pecados sexuales. Peor aún, pude ver como
me había engañado a mi mismo. Me había engañado al creer que podía pecar
voluntariamente y aun así la Gracia de Dios podía cubrirme”.
En otras palabras, él sintió que podía pecar pero que todo estaría bien si
simplemente después pedía perdón a Dios.
Un pecado pequeño no lo dañaría; Dios entenderá. ¡Cuántos caen en este
engaño!
Más que un solo pecado, es el patrón de pecados lo que nos causa problemas
con Dios, enfatiza Rathbun.

 
LA MISERICORDIA DE DIOS LO RESCATÓ
Aún así, tan grande es la misericordia de Dios que tiene piedad de Rathbun y
después de un momento en el cual todo “se oscureció”, él se encontró muy
por encima del abismo – lo que describe como a 5.000 kilómetros sobre la
tierra.

Dios le habló y le dijo que era el sufrimiento de Jesús – su Preciosísima Sangre


– la que lo había salvado: lo que le había dado una segunda oportunidad.
El Señor le dijo que él tenía una decisión muy importante que tomar y que le
sería dado el tiempo que necesitaba – una vez que regresara a la tierra – para
tomarla.

“Hijo mío Yo confío en ti” dijo el Señor – con una voz que Randall dice que
“tenía tanta autoridad – autoridad absoluta y total – que todo el lugar tembló
ante esa autoridad. Al escuchar esa voz sabes que es la fuerza mas poderosa
en el universo”.

Al escuchar que Dios confiaba en él,“algo despertó dentro de mí. Yo no quiero


herirlo”, dice Rathbun emocionado.

La clave para desprenderse de un hábito pecaminoso, dice el ingeniero, es


simplemente acercarse más a Dios – “enamorarse” de Él, en palabras de
Rathbun.
“Somos observados constantemente por el bando bueno y el bando malo y los
espíritus oscuros tomarán ventaja de cualquier apertura”.

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Rathbun cree que le fue permitido regresar en parte para permitir que otros
conozcan las cosas de las que él fue testigo.
“Nos estamos volviendo rebeldes. Cada vez más desconectados de Dios. El
conoce nuestros corazones y está muy interesado en su pureza”.

 
LE MUESTRAN EL CIELO
Durante su supuesta experiencia, Randall, quien actualmente trabaja
diseñando programas para un inversor financiero, también le fueron
mostradas partes del Cielo.
Fue tan bueno como malo fue el Infierno; realmente infinitamente mejor;
agradable más allá de la imaginación.
“Es totalmente asombroso. Te dejará impactado. Verás como Dios es un Padre
increíblemente amoroso”.

“En el Cielo, todo está vivo. El pasto allá excede con mucho al pasto de la
tierra. Y había esta música de adoración y alabanza con la cual siempre te
puedes sintonizar. En el Cielo todo da alabanzas a Dios”.
“Me encontré entre flores y frutas maravillosas, un aroma a albaricoques.
Totalmente delicioso y puro. Cuando era pequeño teníamos un árbol especial
de albaricoques que disfrutábamos mucho. Daba tanto fruto que sus ramas
casi se rompían con los albaricoques”.

“Me encantó que Dios supiera eso y que me pusiera en el Cielo en un lugar
que encajara, en el cual tus dones fueran utilizados. Tus dones permanecen
aún después de muerto. La matemática continúa en el Cielo – es un
conocimiento fundamental, como la Teología también es un conocimiento
fundamental”.

“Me fue permitido ‘probar’ el Cielo mas no  entrar a la ‘Ciudad’. Y Dios
guardó lo mejor para el final: Me fue permitido ver cantar a los Serafines –
tan puros, tan sagrados, tan llenos de adoración por Dios, como nada que
hayas escuchado jamás, cómo un armonía de 16 o más partes y llamas de
santidad. Exaltaban tanto a Dios que te derretías”.
Esta vez, llamas buenas; esta vez, pureza; esta vez las llamas del Espíritu
Santo.

LA HISTORIA DEL MARINE


El hombre, Shawn Weed, un infante de marina de Louisiana, afirma en su
caso (ver mas abajo) un cuento increíblemente detallado de lo que vio
durante ocho minutos de “muerte”, después de la estrangulación mientras
hacía una broma práctica con una soga alrededor de su cuello.
Hizo supuestamente un viaje aleccionador hacia un lugar que era el infierno,
sin duda, como la mayoría de las personas asocian el infierno (con fuego y

92
azufre, junto con lo demoníaco).
Shawn Weed dice que estuvo fuera de su cuerpo y se dirigió a ese “otro lugar”
durante un episodio de muerte de ocho minutos causada por una travesura
que salió terriblemente mal.

En un descanso de la Infantería de Marina y para relejarse con dos amigos


marinos (uno del cuerpo y el otro agente de inteligencia S-2), Weed y sus
amigos estaban haciendose los tontos tomando fotografías de una soga que se
colocaban en su cuello, cuando fue atrapado por detrás por uno de los
hombres, que pensó que sería aún más divertido apretar el nudo un poco,
Weed fue repentinamente incapaz de inhalar, sin el conocimiento de sus
colegas, que pensaron que Weed había prolongando el truco. Fue todo lo
contrario.

Weed se encontró incapaz de respirar. Desesperado, el marine había


intentado aflojar la soga estrangulándolo. Eso le resultó imposible.
De repente, se encontró allí, en la habitación, pero de una forma
completamente nueva, ahora mirando a su propio cuerpo en la misma
habitación con sus amigos marinos, que se tomaron un tiempo terriblemente
largo para darse cuenta de que estaba inconsciente y en problemas. Su
espíritu había dejado su cuerpo.
Con la misma rapidez, Weed se encontró fuera de la habitación y en un lugar
de otro mundo totalmente desconocido con una oscuridad tan densa y sólida,
negra que casi no tenía una textura: una vasta región o plano que parecía no
tener tierra o el piso, y sin embargo, estaba de pie en algo, como en el aire.

 
EL OTRO LUGAR Y “LA COSA”
Un lugar que no conocía en absoluto: no había luz, no había viento, sin
sonido, de pie sobre la nada, como en un almacén gigante. La única luz era
una tenue luz que venía de su propia forma. Se sentía atrapado a pesar de dar
grandes zancadas hacia adelante para encontrar una salida. “No tenía ni
idea”, dice, “donde estaba”.

“Empecé a darme cuenta de que estaba de pie en el intervalo entre dos


planos paralelos que se extienden por siempre y no hay paredes, no hay
puertas, no hay ventanas, estoy atrapado entre estos dos planos paralelos, y
no hay manera de salir”.

“A partir de ese momento me sentí muy asustado, pero antes de que pudiera
pensar en otra idea salió de mis pies un demonio muy grande. Y, por
supuesto, yo no sabía lo que había pasado. Era como ser golpeado por un
camión y uno no tiene ni idea de que estaba viniendo. Esta cosa se había
apoderado de mí muy rápido y me agarró con tanta sorpresa y era tan grande,

93
que no es posible describir lo que se siente al estar en las garras de algo tan
grande”.
“Tuve ese dolor punzante de mi cabeza a mis pies, como un rayo de
electricidad, pero sin detenerse. Y tuve esa palpitante sensación, de estar
lastimado, golpeado, con la sensación bajando de mi hombro izquierdo y vi
estos dedos que bajaban a aproximadamente al fondo de mi pecho”.

“El tamaño de sus manos eran desde el costado de mi cuello hasta mi


hombro. Esa era la anchura de su mano. El color de su piel era negro y rojo.
No sé si era roja con sombras negras moviéndose a través de ella o rojo con
una sustancia aceitosa negra como una nube en movimiento debajo de la piel,
por lo que tenía una percepción de movimiento mientras estaba detenido,
como el cielo con las nubes en movimiento. Estaba viendo estos dedos rojos
gigantes en la oscuridad en movimiento y esta cosa estaba aplastando mi
hombro izquierdo“.

“Esta cosa me tenía y estaba sonriéndome, esperando a que yo lo viera.


Cuando miré por encima de mi hombro, esta cosa era grotesca. Suena aún
más loco, pero era como de cuatro metros de altura”.

“Cualquier cosa que quisiera saber en este lugar se puede pedir en la mente y
la respuesta es dada inmediatamente y cuando pensé en lo grande que era,
‘trece pies’ de vino a mí. Sólo sé que era enorme, arrasaba con mis músculos.
Sin cabello, sin barba, totalmente sin pelo y de forma humanoide – dos
piernas, dos brazos, una boca, una nariz, dos oídos”.

“Las diferencias eran estas: en que nuestros ojos son de color blanco, los
suyos era amarillos, y mientras nuestros iris son de color verde o azul o
marrón, sus iris eran de oro y diamantes en forma de una serpiente. Tenía
una nariz muy ancha y plana y relucientes dientes blancos y perfectamente
en la forma de un ser humano. Lo único extraño en los dientes es que donde
tenemos los caninos, tenía dos colmillos que salían de su boca como un jabalí,
un cerdo salvaje”.

“La cosa me tomó como si no pesara nada. Y me llevaba a un paseo. Sólo miré
su rostro por un segundo. Eso es todo lo que hice. Como hombre, yo no tengo
miedo de ningún otro hombre sobre la faz de esta tierra. Lucharé contra
cualquier hombre, no me importa cuánto más grande es que yo. ¿Pero esta
cosa? No había como combatirlo. Era demasiado grande. Era como que pesaba
tres o cuatro mil libras. Usted podría tomar uno sobre mí y poner otro encima
de mí y aún así no sería tan alto”.

“Esta cosa me tenía por el hombro y se movía a una velocidad muy rápida. Me
sentía como yendo a un centenar de millas por hora y tenía el control

94
completo. No había nada, nada en absoluto, yo no podía hacer nada para
escapar. Había visto esa cara por tan solo un segundo y fue suficiente para
asustarme. Estoy bastante seguro de que asustaría a cualquiera”.

Toda esperanza desapareció de Weed. Parecía que todo había terminado.


“Creo que la fuerza de la esperanza está con Dios, y sin Dios, cualquier
esperanza realmente no tiene una razón para vivir y para luchar y no da
ninguna fuerza en absoluto”, dice en el vídeo (que se puede ver más
adelante).
“Sin esperanza usted no tiene fuerza. Después que la esperanza me dejó, me
estaba llevando a donde quiera que quería llevarme”.

UN REPASO DE SUS ERRORES


Una idea vino a él de que se dirigían desde las “tinieblas de afuera” (lo que
más tarde se preguntó si no es lo que la Biblia llama el “seno de Abraham”)
hacia la parte de fuego (el “fuego y azufre”) del infierno.Esto confundió a
Weed.

Él no era un santo. Él era indiferente (lo que la Biblia dice acerca de ser
“tibio”). Él “bebía como un pez” muchas noches, y fumaba unos cigarrillos.
Quién sabe qué más.
Pero él no se consideraba una persona “mala”. Él no era un asesino. Él nunca
había molestado a un niño. De vez en cuando iba a la iglesia.
Y así le parecía “mortalmente atroz” que estuviera “siendo llevado al
infierno” por un demonio imponente.
Suena absurdo, hasta que ves y escuchas a Weed contarlo. ¿Fantasía? ¿Igual
que un cómic? Si es así, es un cuento que hace que este rudo infante de
marina llore en varias coyunturas.
Ese llanto comienza cuando describe (comenzando aproximadamente a los 52
minutos del video) cómo fue rescatado por un ángel.
“Yo era un tipo normal”, dijo. “Nunca me imaginé a mí mismo como malo”.

 
SAN MIGUEL ARCÁNGEL AL RESCATE
Mientras pensaba en estas cosas él vio un punto de luz.
“Cuando yo estaba pensando en mí mismo – que no soy un mal tipo – es
cuando esa luz apareció”, dice, “como una estrella lejana en el cielo
nocturno, algo tan pequeño e insignificante y lejano que no podía ayudarme”.
“Luego se marchó a la izquierda un poco y volvió a la derecha. Se movía y me
pregunté: ‘¿Qué es eso?’ y empecé centrarme en ella y salió corriendo hacia
mí como – la única manera de describirla – a la velocidad de un relámpago”.

“Vino a mí tan rápido que en un segundo era sólo una pequeña estrella
pequeña en el cielo de la noche y al siguiente hubo un cegamiento de luz

95
blanca y su mano estaba alcanzándome y era un ángel”. [aquí comienza a
llorar] .
“Mi mano sólo se estiró y agarró su mano, mi reflejo fue sólo para tomar esta
mano. Y tan pronto como toqué esta mano los tres estábamos inmóviles y de
pie en esta tierra que no se puede ver”.
“Esta bestia, este demonio, todavía me tenía por el hombro e instintivamente
supe que debía detenerme porque sabía que si me movía hubiera arrancado
mi hombro y el brazo. Era muy fuerte. Hubo algo en mí que me decía, ‘No te
muevas. No te muevas'”.
“Yo estaba allí de pie mirando a este ángel y ese ángel era como de nueve
pies y seis pulgadas de alto y tenía el pelo castaño ondulado, empujado a la
parte trasera y tenía la piel de color oliva-, en realidad no era blanco, no era
realmente negro, era un punto intermedio, pero la luz que emanaba de su
interior era tan brillantemente blanca que prácticamente eclipsaba el color
de su piel”.

“Yo digo ‘eso’, porque en realidad no era un ‘él’ o ‘ella’ a pesar de que el
cuerpo tenía la forma de un ‘él’, como un hombre, y cuando miré su rostro
era como el hombre más guapo que haya visto combinado con la mujer más
hermosa que jamás haya visto. Quiero decir, que cuando se mira a este ángel,
piensas, ‘Wow, es hermoso’. Sé que esto es algo gracioso de decir. En la
lengua vernácula, un hombre es ‘guapo’ y una mujer es ‘bella'”.
“Pero este ángel era simplemente hermoso”.
“Sus ojos eran azules, me refiero azul perfecto. Como si alguien tomó un
pedazo de cielo y lo puso en sus ojos, o una taza del océano, y la puso en sus
ojos, no había fallas en ellos. Simplemente perfecto. Simplemente hermoso”.
“Él tenía la forma de un hombre con un pecho y brazos fuertes y la nuez de
Adán, un hombre fuerte, más como un fitness trainer fuerte, no un
fisicoculturista fuerte como el demonio, con los músculos que resaltan donde
no deberían estar”.

“Pero se puede decir que este ángel estaba allí para luchar y tenía una túnica
blanca con un corte en v en cuello en la parte delantera y bordada de oro a lo
largo del borde de su cuello; este manto era como una especie de túnica
romana blanca que llegaba justo debajo de las rodillas y los codos y yo estaba
impresionado por ella”.

“Estaba mirándola y perdiendo la cabeza por su brillo y belleza, y al mismo


tiempo, congelado porque se podía sentir el aire del demonio, que miró a su
alrededor para ver qué lo había detenido. Se dio la vuelta y estaba dispuesto
a luchar, no se equivoquen, este demonio estaba listo para batallar de la peor
manera – pero cuando se dio la vuelta, este ángel – su velocidad era
simplemente increíble y simplemente se adelantó y con la palma abierta
golpeó a este demonio a la altura de la cabeza y en el pecho. No puedo

96
describir la fiereza y el poder de esta cosa. Golpeó a este demonio con tal
fuerza que su mano literalmente fue arrancada de mi hombro y no tenía ni
idea de lo que le había golpeado”.
“Este demonio fue golpeado con tanta fuerza que literalmente se dobló y voló
hacia atrás”.
El ángel, al parecer, de acuerdo con el marine, llama a Weed por un “largo”
nombre místico.
“Me llamó por el nombre que me hacía saber que todavía tenía la oportunidad
de estar en el cielo, que tenía un nombre celestial, y que yo lo dilapidé, me
perdí, y si hubiera sido mi tiempo final, ahí es donde me habría quedado.
Cuando me llamó con este largo nombre, era como sentirme en ‘casa'”.
El nombre fue removido con la misma rapidez de su memoria.
“Me miró y empezó a hablar de mí y su voz era como una cascada. Si una
cascada pudiera hablar, como un sonido de ráfaga (Shawn), comprendí que
estaba convirtiendo mi entendimiento para entender su idioma. Me elevó
hasta entender su lengua y él me miró y dijo: ‘Hola, mi nombre es
Michael’ [Weed llora otra vez]. De inmediato supe que era el Arcángel de la
Biblia“.

El demonio estaba tratando de volver, afirma Weed, y el ángel “me dio una
mirada triste y me dijo: ‘tu tiempo aún no ha llegado. Ya es hora de que te
vayas'”.
Inmediatamente el marine estaba de vuelta en su cuerpo, tan
inmediatamente como lo había dejado. Shawn abrió los ojos; regresó a la
“vida”; allí estaba, de nuevo en la sala con sus amigos; acostado en el sofá en
que le habían puesto; él dijo que le tomó veinte minutos para recuperar el
uso de su cuerpo, ya que trataron de reanimarlo (con éxito,
afortunadamente, para los tres, ¿te imaginas ?).
El mensaje de Weed:
Dedicar la vida a Dios tanto como te sea posible.
.
No es suficiente decir que crees. Tú debes creer.
.
No es suficiente que no seas un asesino, o un abusador. Tú debe ser santo .
Y Weed reafirma, “No nos damos cuenta de la realidad del lugar. Estuve a las
puertas del infierno . Sé a ciencia cierta que existe, porque ahí es donde
[antes de que Miguel llegara] me estaban llevando”.

97
Dios Resucita a un Sacerdote para darle una Misión
BREVEMENTE SU HISTORIA
Fr. Joseph Maniyangat actualmente es el pastor de la Iglesia Católica Santa
Catalina de Siena en Orange Park, Florida, donde dirige una Ministerio de
sanación espiritual, mental y física.

Nació el 16 de julio de 1949 en Kerala, India de sus padres, Joseph y Theresa


Maniyangat. Fue el mayor de siete hermanos: Joseph, Mary, Theresa,
Lissama, Zachaaríah, Valsa y Tom.

A la edad de catorce años, entró en el Seminario Menor de Santa María en


Thiruvalla para empezar a estudiar para el sacerdocio. Cuatro años más
tarde, fue al Seminario Mayor Pontificio San José en Alwaye, Kerala, para
proseguir su formación sacerdotal. Después de completar los siete años de
filosofía y teología, fue ordenado sacerdote el 1 de enero de 1975 para servir
como misionero en la diócesis de Thiruvalla.

Mientras enseñaba en el seminario menor de San Thomas en Bathery en 1978,


se convirtió en un carismático y comenzó a realizar retiros carismáticos y
conferencias.
El Padre José trabajó en la Diócesis de Idaho entre 1987 y1989. En 1992, el
padre José entró en la Diócesis de San Agustín donde fue asignado a distintos
destinos.

En julio 2011 el padre José fue trasladado a la Iglesia Católica Santa Catalina
de Siena en Orange Park, Florida. El Padre José, es el Director Espiritual
Diocesano de la Legión de María y tiene un ministerio eucarístico y
carismático de sanación. Lleva a cabo misiones de sanación en la parroquia,
las principales ciudades de los Estados Unidos y países de ultramar.

 
EL ACCIDENTE
Cuenta el padre José. El domingo 14 de abril de 1985, en la Fiesta de la
Divina Misericordia, iba a celebrar misa en una iglesia de la misión en la parte
norte de Kerala, y tuve un accidente fatal.
Yo estaba en una motocicleta cuando fue impactado de frente por un jeep
conducido por un hombre que estaba borracho después de un festival hindú.
Me llevaron a un hospital a unos 35 kilómetros de distancia. En el camino, mi
alma salió de mi cuerpo y experimenté la muerte.

Inmediatamente, encontré a mi Ángel de la Guarda. Vi mi cuerpo y las


personas que me estaban llevando al hospital. Les oí llorando y orando por

98
mí. En este momento el ángel me dijo:
“Voy a llevarte al cielo, el Señor quiere verte y hablar contigo”. Dijo también
que, en el camino, él quería mostrarme el infierno y el purgatorio.

 
EL INFIERNO 
En primer lugar, el ángel me escoltó al infierno. ¡Era un espectáculo horrible!
Yo veía a satanás y los demonios, un fuego que nunca se apagará de alrededor
de 2.000 grados Fahrenheit, gusanos arrastrándose, la gente gritando y
peleando, otros torturados por los demonios.
El ángel me dijo que todos estos sufrimientos se debían a pecados mortales
no arrepentidos. 

Entonces, comprendí que había siete grados o niveles de sufrimiento de


acuerdo con el número y tipo de los pecados mortales cometidos en sus vidas
terrenales. Las almas se veían muy feas, crueles y horribles.

Fue una experiencia terrible. Vi a gente que conocía, pero no estoy


autorizado a revelar sus identidades.

Los pecados que los condenaban eran principalmente el aborto, la


homosexualidad, la eutanasia, el odio, el rencor y el sacrilegio. 
El ángel me dijo que si se hubieran arrepentido, habrían evitado el infierno, y
hubieran ido al purgatorio.

También entendí que algunas personas que se arrepienten de estos pecados,


pueden ser purificados en la tierra a través de sus sufrimientos. De esta
manera pueden evitar el purgatorio e ir directamente al cielo.
Me sorprendí cuando vi en el infierno hasta los sacerdotes y obispos, algunos
de los cuales nunca me esperaba ver. Muchos de ellos estaban allí por haber
guiado con enseñanzas erróneas, y mal ejemplo. 

 
EL PURGATORIO 
Después de la visita al infierno, mi ángel de la guarda me acompañó hasta el
purgatorio.
También en este caso, hay siete niveles de sufrimiento y fuego que nunca se
apagará. Pero es mucho menos intenso que en el infierno y no hay peleas ni
conflictos.
El principal sufrimiento de estas almas es su separación de Dios. Algunos de
los que están en el Purgatorio cometieron pecados mortales, pero se
reconciliaron con Dios antes de su muerte.
A pesar de que estas almas sufren, gozan de paz y el conocimiento de que
algún día verán a Dios cara a cara.

99
Tuve la oportunidad de comunicarse con las almas del purgatorio. Me pidieron
que orara por ellos y que le diga a la gente que oren por ellos también, para
que puedan ir al cielo rápidamente. Cuando rezamos por estas almas,
recibimos su agradecimiento por medio de sus oraciones, y una vez que
entren en el cielo, sus oraciones se vuelven aún más meritorias. 

 
EL CIELO
Después, mi ángel me escoltó hasta el cielo pasando a través de un gran
túnel, deslumbrantemente blanco. Nunca experimenté tanta paz y alegría en
mi vida.
Inmediatamente después, el cielo se abrió, y percibí la música más deliciosa,
que nunca había oído antes. Los ángeles estaban cantando y alabando a Dios.
Vi a todos los santos, especialmente a la Santísima Madre y San José, y
muchos santos piadosos obispos y sacerdotes que brillaban como estrellas.
Y cuando aparecí ante el Señor, Jesús me dijo:
“Quiero que vuelvas al mundo. En tu segunda vida serás un instrumento de
paz y sanación para mi pueblo. Caminarás en tierra extranjera, y hablarás en
una lengua extranjera. Todo es posible para ti con Mi gracia”.

Después de estas palabras, la Virgen me dijo:


“Haced lo que Él os diga. Yo te ayudaré en tu ministerio”.
Las palabras no pueden expresar la belleza del cielo. Allí nos encontramos
con mucha paz y felicidad, que excede millones de veces nuestra
imaginación.

Nuestro Señor es mucho más hermoso que cualquier imagen puede


transmitir. Su cara es radiante y luminosa, más bella que mil soles en
ascenso. Las imágenes que vemos en el mundo son sólo una sombra de su
magnificencia.
La Santísima Madre estaba junto a Jesús, Ella era muy hermosa y radiante.
Ninguna de las imágenes que vemos en este mundo puede compararse con su
belleza real.
El cielo es nuestro verdadero hogar, todos hemos sido creados para alcanzar
el cielo y gozar de Dios para siempre.

Entonces, volví al mundo con mi ángel.


Es difícil para mí describir lo hermoso que es mi ángel de la guarda. Él es
radiante y luminoso. Él es mi compañero constante y me ayuda en todos mis
ministerios, especialmente mi ministerio de sanación. Experimento su
presencia donde quiera que voy y estoy agradecido por su protección en mi
vida diaria.

100
VUELTA A LA VIDA EN LA TIERRA
Mientras mi cuerpo estaba en el hospital, el médico completó todos los
exámenes necesarios, y fui declarado muerto. La causa de la muerte fue
hemorragia. Mi familia fue notificada, y ya que estaban muy lejos, el personal
del hospital decidió llevar mi cuerpo muerto a la morgue. Debido a que el
hospital no tenía aire acondicionado, estaban preocupados de que el cuerpo
se descompondría rápidamente.

A medida que fueron moviendo mi cuerpo muerto a la morgue, mi alma volvió


al cuerpo. Sentí un dolor insoportable a causa de tantas heridas y huesos
rotos. Empecé a gritar, y entonces la gente se asustó y salió corriendo
gritando. Uno de ellos se acercó al médico y le dijo:
“El cuerpo muerto está gritando“. El médico vino a examinar el cuerpo y
descubrió que estaba vivo. Así que le dijo: “El padre está vivo, es un
milagro. Llévalo de vuelta al hospital”. 

Ahora, de vuelta en el hospital, me hicieron una transfusión de sangre y me


llevaron a una cirugía para reparar los huesos rotos. Trabajaron en mi
mandíbula, costillas, pelvis, muñecas, y pierna derecha. Después de dos
meses, me dieron de alta del hospital, pero mi médico traumatólogo dijo que
nunca volvería a caminar. 

Entonces le dije:
“El Señor, que me devolvió la vida y me envió de vuelta al mundo, me
curará”.
Una vez en casa, todos rezamos por un milagro. Aún después de un mes, y
cuando me sacaron el yeso, yo no era capaz de moverse. Pero un día,
mientras rezaba, sentí un dolor espantoso en la pelvis. Después de un rato el
dolor desapareció por completo y oí una voz que decía:
“Estás curado. Levántate y anda”.
Sentí la paz y el poder sanador en mi cuerpo. De inmediato me levanté y
caminé. Alabé y agradecí a Dios por el milagro.

Fui a mi médico con la noticia de mi curación, y él se quedó asombrado. Él


dijo:
“Tu Dios es el Dios verdadero. Tengo que seguir a tu Dios”.
El médico era hindú, y me pidió que le enseñara sobre nuestra Iglesia.
Después de estudiar la fe, lo bauticé y se hizo Católico.
Tras el mensaje de mi ángel de la guarda, yo vine a los Estados Unidos el 10
de noviembre de 1986 como un sacerdote misionero…

http://forosdelavirgen.org/60910/dios-resucita-muertos-para-darles-una-
mision-2014-04-05/

101
LA VIRGEN MARÍA LLEVA A UNA VIDENTE AL MAS ALLÁ
En África, en un lugar de apariciones aprobadas por la Iglesia, una de las
videntes, Vestine Salina, fue tomada en un “viaje” a través de los niveles de
la otra vida por la Santísima Virgen el Viernes Santo, de 1983 (ella estuvo
“coma” en Pascua, después que los médicos y los funcionarios de la iglesia,
comprobaron que no tenía pulso, detectaron falta de respiración, y al no
encontrar la presión arterial, estaban listos para enterrarla).

Vio el Cielo, pero también:


“Nuestra Señora me mostró un abismo lleno de fuego para explicar que este
es el fuego eterno”, dijo el vidente.

“Pero ella me dijo que el infierno no es el fuego. Es el sufrimiento eterno de


no ver a Dios, la privación de Dios“
Eso fue Kibeho en Ruanda.

Ella vio tres niveles:


“Isangano” – el “lugar de la comunión” – donde siete hombres guapos en
capas blancas puras estaban en un círculo creando música hermosa, pero sin
instrumentos, “cada nota llena de una sensación diferente de contentamiento
y alegría”;

“Isenderezwa z’ibyishimo” o el “lugar querido de Dios”, también forma


parte de los Cielos;

así como el purgatorio: “Isesengurwa”, un “lugar de purificación” para


aquellos que “perseveraron”.

“El último lugar que visitamos fue una tierra del crepúsculo, donde la única
iluminación era una sombra desagradable roja que me recordó a la sangre
coagulada” dijo otra vidente, Anathalie Mukamaimpka, que todavía vive en
Kibeho, es vista a menudo en oración profunda mientras camina alrededor del
santuario.

“El calor que se levantaba en ese mundo era sofocante y seco – rozó mi cara
como una llama, y yo temía que mi piel se ampollara y rompiera. Yo no podía
mirar a la multitud de personas que poblaban ese lugar infeliz porque su
miseria y la angustia me dolían mucho. María no tuvo que decirme el nombre
de este lugar… Yo sabía que estaba en el infierno”.
Un día sabremos donde pasó Jesús entre su muerte y resurrección.
 
http://forosdelavirgen.org/76940/experiencia-de-cercana-a-la-muerte-en-viernes-
santo-2014-03-29/

102
ANGEL, EL ENDEMONIADO MEXICANO

El Padre Juan Rivas relato de su encuentro con Angel el


endemoniado mexicano que visito al Papa Francisco y le hizo
un exorcismo

Mi encuentro con Ángel


 
 Me despedí de mi gente y llegué a Tulum, el 13 de mayo de ese año. Ese
mismo mes viajé a Morelia a dar una conferencia en el Congreso de la Divina
Misericordia organizado por Hombre Nuevo.

Después del evento me informaron que un gran promotor de la Divina


Misericordia quería hablar conmigo y quedamos de vernos en los arcos frente
a la catedral.

Ahí me encontré por primera vez con Ángel que me dijo:

—Padre necesito su consejo. Tengo un problema.

—¿Cuál es tu problema?

—Tengo tres demonios dentro y no se me quieren salir.

— ¡Qué presumido! —le dije, tratando de quitarle importancia al asunto—


¿Cómo sabes que traes tantos demonios? ¿Te han hecho exorcismos?

—Sí padre,  muchos.

Mencionó a varios y entre ellos al exorcista español, el P. Fortea. A este


sacerdote lo conocía personalmente y sabiendo que, no sólo es un experto en
el campo, sino además tiene estudios de psicología, una gran capacidad de
discernimiento y autor de numerosos libros de exorcistica, no me quedaron
dudas de que así era. Entonces mi interlocutor añade.

—Pero mi problema no es que tenga los demonios dentro, sino que no se me


quieren salir.

—¿!Cómo!? ¿A qué atribuyes eso?

—Lo demonios dicen que Ella no los deja salir. A los exorcistas les parece un

103
caso muy extraño y esto les hace creer que yo tengo una misión.

—¿Y?

— El problema es que no saben decirme cuál es mi misión.

El caso de Ángel era muy singular. Normalmente los poseídos entran en trance
y no se enteran de nada de lo que sucede durante el exorcismo. En cambio,
mi amigo recordaba mucho de lo que se decía y sucedía a su alrededor. Eran
los otros que tomaban control de su persona. Cuando le miraba a los ojos, su
mirada era muy penetrante.

—Platícame más de esos demonios —le dije.

—Uno de ellos se llama Pitón.

Pitón es el demonio de los adivinos y brujos, es el que inspira a los falsos


profetas. Algunos exorcistas la identifican con lo que San Juan llama la
serpiente antigua.

— Otro se llama Pantera.

“Pantera”. Las panteras son negras. Según el P. Gobi es el demonio de la


anti-iglesia[1]. El Apocalipsis la llama la bestia negra que está al servicio de
Satanás para destruir la Iglesia. Muchas de las blasfemias, sacrilegios y las
profanaciones de iglesias, están inspiradas por esta bestia negra. Su poder le
viene de los pecados y sacrilegios cometidos por sacerdotes y almas
consagradas[2].

—¿Y el tercer demonio, cómo se llama?

—Cachalala. Éste, era un brujo azteca, que hacía sacrificios humanos a los
demonios, matando a las mujeres embarazadas y ofreciendo los bebés a los
demonios.

Al escuchar aquello le dije:

—No necesitas decirme nada más. Para mí está claro cuál es tu misión.

Él se quedó sorprendido y esperó mi explicación

—Si mi análisis no está equivocado, tu posesión diabólica está relacionada con


todo lo que está pasando en México. Es lo mismo que yo venía diciendo desde
hace tiempo. Con la despenalización del aborto, volvimos a los sacrificios

104
humanos a los demonios, destapamos el infierno y ofendimos gravemente a la
Virgen de Guadalupe.

A Ángel se le iluminó el rostro y me dijo:

—“Padre, ahora recuerdo cosas que hacen sentido con lo que Ud. me dice.
Cuando me hicieron uno de los primeros exorcismos, se estaba discutiendo la
ley del aborto. Los demonios le decían al sacerdote, que Ella pedía que fuera
con el cardenal de México, a prevenirle de las desgracias que iban a venir
sobre el país si se aprobaba esa ley. Pero a continuación se burlaban de él
diciendo: “Tú no tienes fe, tú no vas a creer”. “Tú no eres como el indio Juan
Diego. No vas a creer”[3]. Terminado el exorcismo le preguntaba al sacerdote
qué debíamos hacer. ¿Debíamos ir con el cardenal y advertirle de lo que
decían los demonios? Pero él no quiso hacerlo, me aseguraba que el demonio
siempre miente y no le debíamos hacer caso.

También me viene a la memoria –añadió– lo que dijeron los demonios en otra


ocasión: “Dios nos dio permiso de salir del pozo del abismo el día en que los
asambleistas aprobaron la ley del aborto. Si pudieran ver lo que sucedió en
ese momento, habrían visto el cielo oscuro de tantos demonios que salimos
del infierno. Tenemos poder para matar por cada aborto que Uds. cometan”.

— Debemos verificar eso – le dije.

— Ya lo he hecho: Para febrero de este año 2011 se han cometido 45 mil


abortos y ese es más o menos el número de crímenes violentos.

— Me parece que la Virgen está pidiendo a iglesia mexicana una manifestación


de fe. Creo que tu misión es escribir tu testimonio, entregarlo a los obispos
del país, y decirles que si quieren que se acabe la violencia en el país, se
debe revertir la ley del aborto y hacer un acto de desagravio nacional a
María. Valor de profetas.

  En mi opinión, ni la Virgen estaba pidiendo nada extraordinario, ni los


demonios estaban revelando algo del otro mundo. Era obvio que habíamos
ofendido gravemente a Nuestra Madre, era obvio que ante esa ley que se nos
venía encima, las autoridades eclesiales, debieron ver la necesidad de
recordar a los legisladores, la grave ofensa que supone el aborto al Señor de
la vida e incluso advertir de las penas canónicas. No se trataba de condenar a
nadie, sino de despertar las conciencias.  Porque ¿cómo te explicas que en
México, haya mujeres que se llaman así mismas católicas pro-derecho a
decidir? Esto sólo lo pueden hacer, si ignoran la gravedad de este crimen. Las
he escuchado decir en la radio: “Ya lo logramos en México ahora lo vamos a
lograr en Guadalajara y en todos los estados del país”. Si ellas hablan

105
públicamente y los sacerdotes nos quedamos callados, la culpa la tenemos
también nosotros. Ojalá y no nos falte valor para denunciar el pecado como lo
hizo Natán con David y el Bautista con Herodes.

[1] Los teólogos explican que Satanás es e rival de Dios y copia a Dios su
Iglesia, sus apóstoles, sus sacramentos, su Mesías…

[2] P. Gobi. A los sacerdotes, hijos predilectos de la Santísima Virgen p. 791.


23 a ed.
 

[3] El príncipe de las tinieblas puede confundir e intimidar a los mismos


exorcistas por eso es necesario que sean muy marianos y pidan el don de
discernimiento al Espíritu Santo.

Desde 1999 el michoacano Angel, de 45 años, casado y con hijos, asegura que
es atormentado por 4 demonios que no han conseguido sacarle ninguno de los
10 exorcistas en 30 exorcismos a los que ha acudido, entre ellos el padre
Gabriele Amorth, exorcista oficial de la diócesis de Roma desde hace 26 años
y realizador de más de 160 mil exorcismos.

La intervención del Papa Francisco, de haber tenido éxito inmediato, habría


supuesto desatar la madeja de la posesión de Ángel y suponía abrir la puerta
para el cese de la violencia sobrenatural en México.

LA POSESIÓN
Ángel recuerda que todo comenzó en 1999 mientras regresaba desde la
Ciudad de México a su natal Michoacán:
“Sentí que una energía entraba en el autobús. No la vi con los ojos, pero la
percibí. Noté que se aproximaba a mí y se colocaba enfrente de mí. Y de
pronto noté como una estaca que se me clavaba en el pecho y luego, poco a
poco, la sensación de que se me iban abriendo las costillas”.

El padre de 2 hijos creyó que iba a morir en ese momento, pero no fue así; sin
embargo, su salud comenzó a deteriorarse: sentía piquetes en todo el cuerpo,
tenía dificultades para caminar y respirar, además de insomnio que se
mezclaban con pesadillas ‘relacionadas con el mal’.
Desde entonces ha tenido trances en los que blasfema y hablas lenguas
desconocidas.

Los médicos, tras varios análisis, radiografías y todo tipo de pruebas, no


dieron con la causa de sus problemas. Debido a su situación el hombre
licenciado en Mercadotecnia por la Universidad de Guadalajara ha visto cómo
su negocio de publicidad se ha ido a la quiebra.

106
Después de 5 años de padecer los ‘trances’, Ángel notaba cierto alivio cuando
rezaba y asistía a misa, pero aún no relacionaba sus malestares a una posible
posesión. Fue hasta que asistió a la conferencia de un sacerdote ucraniano en
la iglesia de San Agustín, en Morelia, Michoacán.

Le contó sus síntomas a la persona que lo acompañaba y éste le colocó en el


pecho una reliquia, Ángel afirma que vio una luz especial que lo rodeaba e
inmediatamente sintió que algo le arañaba su interior… tuvo un trance; era
2004 y, por fin, recibió un diagnóstico: estaba poseído, ese día le practicaron
el primer exorcismo.
Desde entonces, Ángel empezó a buscar exorcistas, así pasó varios años ‘de
exorcista en exorcista’.
 
LO QUE SUCEDIÓ DESDE PASCUA DE 2013
El domingo de Pascua de 2013, en Plaza San Pedro, el Papa Francisco llevó a
cabo un exorcismo o una imposición de manos, al mexicano originario de
Michoacán.
Su llegada a Roma fue un acto de desesperación, para ver si el Papa podía
hacerle el milagro. Lo acompañó el Padre Juan Rivas, L.C.

Estando en San Pedro, Ángel se sintió desvanecer, por lo cual lo sentaron en


una silla de ruedas. El P. Juan pensó que era la ocasión ideal para llevarlo a
la sección de enfermos y acercarlo al Papa.
Cuando el Papa pasó frente a ellos, el P. Juan se acercó y le dijo al Papa que
Ángel era un atormentado y que nadie lo había podido liberar. Entonces el
Papa intentó hacerlo.

Inmediatamente Ángel besó el Anillo del Pescador cayó en trance, el Sumo


Pontífice le puso las manos en la cabeza al tiempo que se escuchaba un
alarido saliendo de la garganta del mexicano ‘como el rugido de un león’, que
todos los presentes lograron escuchar.

Ángel cuenta que él vio que los demonios “se hacían chiquitos”, pero
siguieron allí. El papa no lo logró sacarlos, en parte porque fue algo
improvisado, mientras que hay requisitos previos para poder hacerlo.

El hecho es que a los dos días, el P. Juan hizo otro intento, llevándolo con el
P. Gabriele Amorth, quien es el exorcista número uno en la Iglesia, autor de
varios libros sobre exorcismo.

Ángel perdió el conocimiento durante el ritual y los demonios que trae dentro
comenzaron a hablar en latín y en italiano con el Padre Amorth.

Por esa conversación, el Padre Amorth logró saber lo que él mismo declaró a

107
la prensa, a saber, que esa persona está poseída por cuatro demonios, y que
esa posesión es una consecuencia y un signo.
Es consecuencia, de que los obispos mexicanos no hicieron nada cuando se
aprobó el aborto en la Ciudad de México.

Y signo, de la liberación por la que México pasará una vez que se hayan
liberado las diócesis del mal que vino a raíz de la omisión de los obispos
cuando se aprobó el aborto, y cuyo efecto directo son los homicidios en
México.

Por cada aborto habría un asesinato de parte del crimen organizado, que
entre otras cosas hacen sacrificios rituales y misas negras a la “santa muerte”
para obtener la protección del demonio en el negocio del narcotráfico.

 
LA VIRGEN LES OBLIGÓ A HABLAR A LOS DEMONIOS
El caso del que hablamos, el de Ángel y su posesión, está relacionado con el
triunfo del Corazón Inmaculado de María, prometido en Fátima, y que está
siendo frenado y su corazón ultrajado por el aborto aprobado en México desde
el 2007.

Los demonios son mentirosos por naturaleza y no querían divulgar esto, pero
en los exorcismos que realizaron tanto el padre Amorth como otros
sacerdotes, los demonios han sido obligados por “La Señora” (la Virgen María,
en este caso de Guadalupe) para que revelen las causas de la posesión y de
las vejaciones.

También han revelado los demonios que la Virgen de Guadalupe les quitó la
tierra mexicana en 1531 con su aparición y conversión de los aztecas, y que
ahora ellos están tratando de dar vuelta su influencia.
 
EL MENSAJE
El mismo Amorth explicó que se trata de una posesión particular, que
contiene un “mensaje”. Asegura que la causa de la posesión de Ángel sería la
débil respuesta de los obispos mexicanos ante la aprobación de la legalización
del aborto en la Ciudad de México.

Afirma que para la liberación de Ángel y para librar a México de la violencia


que lo sacude, los obispos tienen que cumplir ciertas condiciones:

– Reconocimiento y condena pública y nacional del pecado del aborto.


.
– Acto de reparación a María por haberle clavado una espada en su corazón y
haber ofendido gravemente al Señor por quien se vive.

108
.
– Acto de consagración (y renuncia a satanás) de la nación entera.

“En esta batalla decisiva contra Satanás, añadió, México tiene una función
primordial. México es y sigue siendo una nación cristiana”.

“La fe del pueblo es fuerte y ellos darán el aporte decisivo al Triunfo del
Corazón Inmaculado de María”.

La liberación de México, señaló el P. Amorth, se obtendrá una vez que los


obispos se arrepientan de su grave omisión, y una vez que se haga una gran
cruzada en que los mexicanos consagren el sufrimiento que están padeciendo
mediante su ofrenda personal.

Una mención particular se hizo de la Basílica de Guadalupe, señalando que la


Santísima Virgen está muy ofendida de que en la Ciudad donde está su
presencia, se estén cometiendo miles de abortos.

Después que los obispos hagan ceremonias de reparación y México sea


liberado, entonces se podrá derogar la ley del aborto en la Ciudad de México,
origen de todos esos males que sufre la nación.

El P. Juan Rivas comentó a diversos medios que es urgente comenzar con una
cruzada de reparación y de liberación en todas las diócesis del país, porque
ningún esfuerzo del ejército o de la policía federal va a lograr acabar con el
flagelo de la violencia hasta que no se vaya a la raíz que ocasionó ese mal.

Mientras que los obispos no se arrepientan por su pecado de omisión, insiste,


y los mexicanos ofrezcan humildemente su reparación y sufrimiento, el aborto
y la violencia del crimen organizado seguirán creciendo.

Como se hizo el Sigiloso Primer Exorcismo a un País para


Expulsar al Demonio

El cardenal Sandoval y Obispos realizaron un Exorcismo Magno de México


con el Ritual del exorcista Fortea.  

Al mediodía del 20 de mayo de 2015 se realizó en la Catedral de San Luis


Potosí un evento excepcional, un sigiloso exorcismo de México, según el ritual
que elaboró el demonólogo y exorcista español Padre José Antonio Fortea.

109
Lo encabezó el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo emérito de
Guadalajara; monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de San Luis
Potosí; el Padre Carlos Spahn, exorcista argentino; el Padre Alberto Ferrara
Schievano, exorcista de Tehuacán; varios exorcistas más, los canónigos de la
Catedral, sacerdotes, seminaristas, un grupo reducido de laicos, y participó el
propio Fortea llegado desde España.
 
¿POR QUÉ MÉXICO?
México sufre una creciente ola de violencia. De acuerdo con cifras oficiales,
aproximadamente 100 mil abortos se han realizado solo en la capital desde
que el aborto fue legalizado en 2007.

Según Wikipedia:
Entre diciembre de 2006 y enero de 2012 se estima que han muerto alrededor
de 60.000 personas mediante ejecuciones, enfrentamientos entre bandas
rivales y agresiones a la autoridad. Otras estimaciones llegan a contabilizar
hasta 150 mil muertos.

Por cada aborto habrá un muerto por el crimen organizado. La posesión de


Ángel salió a la luz pública por la polémica de si Francisco le había hecho un
exorcismo en PascuaL.

A partir de ahí los periodistas salieron a investigar y encontraron una historia


terrible, que vincula los crímenes de los narcos en México con el aborto (por
cada aborto habrá un crimen), con la posesión de Ángel, y la débil respuesta
de los Obispos contra el aborto, el cual comenzará a desaparecer de México
cuando hagan una cruzada de reparación y de liberación en todas las diócesis
del país. 
 
UN EXORCISMO REALIZADO CON SIGILO
Debido a la naturaleza privada de este rito, sólo se dio a conocer a través de
redes sociales o publicaciones aisladas. Una noticia de primera mano fue la
del periodista mexicano Roberto O’Farrill, quien estuvo presente en la Gran
Exorcismo y habló sucintamente del evento.

Roberto O’Farrill cree que México está pasando por una infestación
demoníaca, similar a lo ocurrido en tierras mexicanas antes de la
evangelización y de la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe, cuando las
culturas precolombinas ofrecían sacrificios humanos a sus dioses falsos.

El mismo O’Farrill entrevistó al Padre Carlos Cancelado para su programa el


Pulso de la Fe hablando sobre el tema de la infestación diabólica.

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VERSIONES OFICIALES
En ACI Prensa, el Arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero, confirmó
el evento y dijo:

“Esta celebración es un sacramental de la Iglesia”, explicó, y señaló que en


este ritual “estuvieron presentes algunos sacerdotes, y me hizo el favor de
acompañar el Cardenal (Sandoval) a invitación expresa que le había hecho”.

Mons. Cabrero explicó que el carácter reservado de la ceremonia se debe a


que, “luego aparece el morbo, las malas interpretaciones y lo que se quiere
buscar es el bien ante todo”.

El Arzobispo mexicano señaló que en esta oración “se pide, por ejemplo, por
la cuestión del divorcio, del aborto, y que muchas veces son favorecidas por
leyes inhumanas, leyes que van contra la naturaleza misma”.

Se le pide a Dios, “que nos libere de esa presencia fuerte de ese maligno que
se deja sentir. Por eso uno acude a esta oración especial, ciertamente,
extraordinaria, pero no deja de ser una práctica de la Iglesia”.

Y también ACI Prensa entrevistó al Padre Fortea quien dijo:


“En la medida en que en un país aumenta desmedidamente el pecado, en esa
medida la acción tentadora de los demonios resulta más fácil”, indicó.

“Que en una nación se realicen más actos de brujería y más satanismo, en esa
misma medida van a suceder más hechos extraordinarios provenientes de esos
poderes de las tinieblas”.

“El exorcismo realizado en San Luís Potosí es el primero que se ha realizado


en México, en el que exorcistas venidos de distintos lugares de la nación se
reúnen para exorcizar a los poderes de la tinieblas no de una persona, sino de
todo un país”.

“Este modo ritual, bello, lleno de ceremonias, nunca antes había tenido lugar
en ninguna parte del mundo. Si bien, de un modo privado sí que lo habían
hecho santos como San Francisco en el caso de la ciudad italiana de Arezzo”.

Pero señaló que la situación no cambiará de forma automática:


“Sería un error pensar que por realizar un gran exorcismo a toda la nación, ya
automáticamente todo cambiará. El pecado tiene muchas causas, no sólo el
demonio”.

Sin embargo destacó que “si con el poder recibido de Cristo alejamos a los
demonios de una nación, ciertamente eso repercutirá positivamente, puesto

111
que hacemos que se marchen una gran cantidad de tentadores, si bien ese
alejamiento es parcial”.

“Con una sola ceremonia no expulsamos a todos los malos espíritus de un


país. Pero aunque no se marchen todos, los que han sido alejados ya no
están”.

Y añadió que:
“si este ritual se realizase en más países una vez al año, antes o después, sí
que acabaría sucediendo algún hecho extraordinarios que nos mostrarían la
rabia del demonio. Porque, sin duda, a los demonios no les gusta que se les
expulse de un lugar o que se les ate con el poder de Cristo”.

Y finalizó sugiriendo:
“Sería muy de desear que cuando hay una reunión anual de exorcistas de una
nación, realizaran un ritual como éste del exorcismo magno”.
Un Obispo “también puede autorizar que se realice con sus sacerdotes en su
catedral una vez al año”.

EL RITUAL DE EXORCISMO DEL PADRE JOSÉ ANTONIO FORTEA


En su libro Exorcismo Magno,  el P. José Antonio Fortea explica este paso
ritual a paso. El libro puede bajarse en esta dirección.

Fortea cuenta que como conferenciante en un Congreso de Exorcistas


“expliqué a los exorcistas que el poder exorcístico se puede aplicar no sólo a
liberar a una persona de la posesión diabólica, o a liberar una casa de una
infestación, sino que también se puede exorcizar a las fuerzas infernales para

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que se alejen de una parroquia, de una ciudad, de una diócesis o de la Iglesia
universal”.
Fortea explicó ahí el fundamento bíblico y teológico de esta afirmación
diciendo que “el sacerdote puede ordenar a las fuerzas tentadoras que se
alejen de un determinado ámbito: su parroquia, su diócesis, etc.”

Y sugirió hacer en los días de los Congresos de Exorcismo “un gran exorcismo
coral para proteger a la Iglesia universal”.

Fortea afirma que “el Derecho Canónico prohíbe realizar exorcismos sobre
personas vejadas por el demonio, pero no prohíbe, a solas, exorcizar a los
demonios del mundo. Si un obispo decide realizar una ceremonia puntual de
este tipo y hacerlo de un modo comunitario con ocasión de un encuentro
anual, desde luego, no estaría contraviniendo ninguna ley”.

Fue así que creó un ritual de Exorcismo Magno, que fue el que se usó en la
catedral de San Luis de Potosí, solo que adaptado a las circunstancias. Por
ejemplo en lugar de hacerse de noche como él sugiere, se realizó al
mediodía.

Fortea explicó en su libro la razón para realizarlo de noche:


“La noche tiene una capacidad perfecta para simbolizar la hora de las
tinieblas de la que nos habla el Evangelio. Mas ésta es la hora vuestra y el
poder de las tinieblas (Lc 22, 53). En el mundo hay muchas horas de las
tinieblas. La Iglesia ha recibido un poder sobre esos seres tenebrosos. Una
catedral vacía y sin ninguna otra iluminación que las velas que lleven los
celebrantes es un lugar extraordinariamente sugerente para una ceremonia
como ésta que será realizada a puerta cerrada”. 

Además sugiere que la ceremonia tenga lugar después del rezo en la catedral
de Completas, que haría las veces de liturgia de la Palabra para el exorcismo
posterior.

Propone que sean muy pocos los que participen en la ceremonia para no
dispersar la concentración de los celebrantes.

PASOS DE LA CEREMONIA
El Padre Fortea dice que “el ritual está concebido como un itinerario que es
una subida hacia el altar que es Cristo. La procesión parte desde delante del
altar, porque es Cristo el que envía a los Apóstoles a expulsar demonios.
Parte desde el altar y retorna al altar”.

Según O’Farril en San Luis de Potosí se utilizaron los pasos de la ceremonia


que Fortea explica en su libro Exorcismo Magno:

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1 Oración de inicio
Ritos de circunvalación del templo, recorriendo el perímetro de la Catedral
por dentro deteniéndose en cada punto cardinal para hacer una oración
diferente cada vez, que pueden leerse en el libro:
2 Conjuración al Este
3 Conjuración al Norte
4 Conjuración al Oeste
5 Conjuración al Sur
Ritos en el eje del templo, que es el pasillo central, con la recitación de
oraciones para cada una de las estaciones 6ª a 9ª
6 Invocación de los Santos Ángeles
7 Conjuración hacia la Puerta del Abismo
8 Invocación a la Santísima Virgen María
9 Conjuración hacia la Puerta del Iglesia, como la puerta es el símbolo de
apertura para que las almas entren y para evitar el paso de los demonios, el
celebrante asperge agua bendita en ella. El Padre Fortea trazó dos cruces con
el Sagrado Crisma, una en cada puerta, y otras dos cruces en el eje central
del portón.
Conclusión de la ceremonia
10 Oración final

 
EFECTOS DEL RITUAL
El Padre Fortea dice que el ritual del Exorcismo magno no es al azar ni se
realiza con un fin estético, sino que tiene efecto en el mundo espiritual de los
demonios y es un mensaje a los fieles.

“El mero hecho de que se sepa que se ha hecho este ritual supone una
enseñanza para el pueblo fiel” Y sugiere que “resultaría muy beneficioso que
un obispo lo realizara en ocasiones de extraordinario peligro, por ejemplo, en
peligro inminente de que se desate una guerra. También puede ser útil
realizar este ritual ante un inminente referendum acerca del aborto o del
matrimonio homosexual, para que los demonios se alejen y no tienten al
pueblo de una nación”. 

Pero advierte que, “el ritual no puede ser usado en situación de catástrofe
nacional, de una peste o de calamidades similares, porque no es un ritual
para alejar todos los males. Pero sí es útil en una situación en que se ha
desatado una gran violencia en un país”.

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