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8 hábitos para mantener una buena higiene personal

1- Lávate las manos con frecuencia

Las manos son una de las fuentes principales a la hora de contraer y contagiar infecciones. Es muy
importante tomar algunas medidas preventivas de higiene, realizando un correcto lavado de
manos antes de comer o después de ir al baño. Este aseo debe aumentarse cuando estamos
enfermos o cuando entramos en contacto con alguien enfermo.

Según la organización Globalhandwashing, más de un millón de niños mueren al año por


enfermedades como la neumonía o la diarrea, enfermedades que se pueden prevenir con una
buena higiene de las manos.

El lavado de las manos con jabón es una manera fácil de prevenir infecciones y un método barato
y, en su mayoría, accesible para todo el mundo.

Es importante lavarse las manos de manera correcta. Os pongo como ejemplo el procedimiento
que establece una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos,
la Organización de Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (Centers for Disease
Control and Prevention, CDC).

Esta organización dice que hay varios momentos clave en lo que hay que lavarse las manos,
además de los que cité arriba. Por ejemplo, al acariciar a algún animal, antes, durante y después
de cocinar o al tocar la basura.

El proceso adecuado para lavarse las manos según el CDC se divide en cuatro pasos:

1. Mojarse las manos con agua limpia, ya sea templada o fría, cerrar el grifo y aplicar jabón.
2. Frotar las manos con el jabón, haciendo espuma, juntando palma con palma y después en
la parte trasera de la mano, así como entre los dedos y las uñas. Este proceso debe durar
al menos 20 segundos.
3. Enjuagar las manos bajo el agua del grifo.
4. Secar las manos con una toalla de papel o bajo un secador.

La higiene de las manos no sólo es muy importante en la actividad diaria, sino que cada vez son
más los protocolos y las políticas para extender una buena higiene de esta parte del cuerpo entre
los profesionales sanitarios. Según la Organización Mundial de la Salud (World Health
Organization), miles de pacientes mueren al día por infecciones derivadas del tratamiento de los
profesionales sanitarios.

Además del agua y el jabón, existe un desinfectante a base de alcohol que la piel absorbe sin
necesidad de ser enjuagada. Estos desinfectantes son muy útiles para llevarlos a la calle o a algún
sitio donde no hay un baño cerca. Sin embargo, el método más útil sigue siendo el tradicional, ya
que esta sustancia no elimina todos los tipos de gérmenes.

2- Mantén tu piel limpia e hidratada


Para tener una buena higiene corporal es recomendable ducharse una vez al día. Aunque se suele
creer que la ducha es el mejor remedio para mantener una buena higiene, hay que tomarla con
cautela, pues hay algunos hábitos que pueden perjudicar la salud de nuestra piel.

Según la American Academy of Dermatology, los niños de 6 a 11 años no tienen por qué ducharse
a diario, aunque sí un mínimo de una o dos veces a la semana y cuando suden o se ensucien por
alguna actividad física o por nadar en algún sitio público.

Es a partir de la adolescencia cuando se establece el rito de una ducha diaria. Aunque esta
actividad suele aportar muchos beneficios psicológicos, no lo es tanto para nuestra piel si no se
usan los productos adecuados.

Un exceso de higiene, los componentes químicos de los productos o una temperatura del agua
demasiado alta puede fomentar la aparición de afecciones de la piel como la piel seca o la
dermatitis atópica.

Los productos limpiadores o los jabones neutros ayudan a mantener mejor el PH de la piel que el
jabón. Lo importante, según la American Academy of Dermatology, es que los jabones que se usen
no contengan alcohol o algún tipo de fragancia.

Tras la ducha, es muy importante secarse bien con una toalla y lavar esta frecuentemente para
evitar la aparición de hongos por la humedad acumulada.

Por último, es muy importante mantener la piel hidratada con cremas o lociones, en el caso de
quienes sufran de piel seca hasta dos ó tres veces al día.

Otros consejos que da la American Academy of Dermatology son el cuidado de la piel de los labios
y de las manos, con el uso de vaselina y guantes respectivamente.

3- Lávate los dientes correctamente

La boca es una de las partes que más sensación de buena o mala higiene causa en los demás. Una
boca mal cuidada puede derivar en la aparición de caries, pérdida de dientes, un mal aliento o en
enfermedades como la periodontitis.

Es aconsejable cepillarse los dientes dos o tres veces al días, después de cada comida y
especialmente por la mañana y antes de dormir, ya que durante la noche la actividad bacteriana
es más prolongada. Este proceso debe darse pasados 20 o 30 minutos después de la ingestión de
alimentos y debe durar unos tres minutos.

El doctor Bonner, recoge en The Oral Health Bible que es más eficaz un cepillo de dientes eléctrico
que un cepillo de dientes manual.

Otro elemento que no hay que olvidar es el cepillado de la lengua, aquí también se acumulan
bacterias.
4- Cuida bien tus pies

La limpieza y el cuidado diario de los pies es muy importante, especialmente para los diabéticos
que, de esta forma, pueden prevenir la aparición de úlceras en los pies. Aunque quienes padezcan
esta enfermedad deben contar siempre con un asesoramiento médico.

Algunos pasos para una limpieza correcta de los pies son:

 Lavar los pies a diario con agua y jabón, incidiendo en el espacio que hay entre los dedos.
 Secar bien los pies con una toalla, insistiendo de nuevo entre los dedos para evitar la
aparición de grietas.
 Hidratar de manera adecuada los pies, en este caso no aplicar la crema entre los dedos.
 Usar zapatos cómodos y adecuados a la forma de nuestro pie.

También es aconsejable, evitar andar descalzo en lugares públicos como piscinas municipales o
baños comunes, para evitar la aparición de hongos.

5- Tu higiene íntima debe ser adecuada

Mantener una buena higiene en las partes genitales, no sólo evita el mal olor, sino también
infecciones por hongos, especialmente en el caso de las mujeres.

Además, una buena limpieza íntima es fundamental a la hora de mantener relaciones sexuales.

Tanto hombres como mujeres, deben cambiar frecuentemente de ropa interior y lavar su zona
íntima a diario. La ropa más aconsejable es la de algodón.

En el caso de las mujeres, son frecuentes las candidiasis, por ello es muy importante el uso de
jabones especiales.

La vagina no debe lavarse más de dos veces al día y debe ser secada, sin frotar, desde delante
hacia atrás para evitar infecciones por bacterias como la Escherichia coli, presente en el ano y las
heces.

Las medidas de higiene deben aumentarse durante la menstruación con un cambio frecuente de
compresas o tampones. Tampoco es aconsejable abusar del uso de toallas sanitarias o protegeslip,
pues propician las infecciones de orina y las candidiasis vaginales.

A su vez, los varones deben tener especial cuidado con la suciedad que se acumula en el glande.

6- Consigue un pelo sano, limpio y brillante

El cabello debe lavarse dos o tres veces en semana. También debe lavarse a diario en el caso de
personas con el cuero cabelludo graso, o de aquellas que practican mucho deporte o sudan en
exceso.
En el caso del cabello seco es aconsejable el uso de aceites y mascarillas para hidratar el pelo. Es
aconsejable cortarse el pelo frecuentemente para asegurar un crecimiento fuerte y sano del
cabello, evitando que este se vuelva quebradizo.

Hay que vigilar especialmente a los niños, para evitar el contagio de piojos o tratarlo a tiempo.

7- Usa ropa limpia

La ropa es como una capa más de piel que también acumula bacterias, tanto de nuestro cuerpo
como del exterior.

Además de la ropa interior, que debe cambiarse a diario, es recomendable cambiar de ropa
frecuentemente, especialmente después de la ducha.

Esto, además de hacerte sentir mejor, te previene de las infecciones causadas por las bacterias
que pueda acumular la ropa. El cambio debe ser más frecuente en verano, ya que se suda más.
Con respecto al sudor, es bueno que se trate de prendas transpirables, especialmente el calzado.

8- Presta atención a tu cuidado personal

Con cuidado personal me refiero a llevar las uñas bien cortadas, a la limpieza correcta después de
ir al baño, y a la limpieza de la zona facial.

A la hora de cortar las uñas, hay que tener en cuenta algunos consejos:

 Cortar las uñas de los pies de forma recta, nunca redondeada para permitir que la nueva
uña crezca bien.
 No acercarse en exceso a la piel, de esta forma se evitan cortes innecesarios.

Al hablar de la limpieza de la cara, de nuevo hay que tener en cuenta el tipo de piel, si es sensible,
seca o con acné. Hoy en día existen muchos productos distintos para obtener una limpieza más
completa de la zona facial.

Hay que tener especial cuidado con la nariz, que debe limpiarse frecuentemente, especialmente
cuando hay presencia de mocos. La mejor forma de lavar la nariz es con la mezcla de agua y sal o
con suero fisiológico.

Otra parte importante son los oídos, la forma más aconsejable son las gotas o acudir a un
especialista si hay demasiada cera, pero nunca introducir bastoncillos.

Los ojos se limpian con las propias lágrimas, aunque existe una gran diversidad de colirios para
combatir la sequedad de forma complementaria. En todo caso, nunca debe introducirse jabón en
el órgano ocular. Si esto sucede de forma accidental, aclarar con abundante agua.

Por último, el afeitado y la depilación son dos elementos estéticos que repercuten en la sensación
de higiene personal, aunque hay que tener especial cuidado con la depilación genital, ya que
puede repercutir en enfermedades como el Virus del Papiloma Humano.
¡Aprende a relajarte!

1.-Practica la meditación: Encuentra un lugar tranquilo, lejos de distracciones; aclara tu mente y


concéntrate en tu respiración, entre 10 y 20 minutos. Trata de hacerlo diariamente, para que le
des a tu cuerpo un descanso físico y mental.

2.-Escucha música: Oír un disco de tu artista favorito o algunos sonidos relajantes como el
movimiento del mar, cascadas o ruidos de la selva tropical, pueden ser un alivio para la tensión.

3.-Haz ejercicio: Salir a caminar o participar en un programa de entrenamiento completo te ayuda


físicamente y te estimula mentalmente.

4.- Escribe: Redactar un diario es una gran manera de manejar tu estrés. Al mantener un registro,
puedes explorar tus propios pensamientos y sentimientos.

5.- Realiza yoga: Esta disciplina tiene muchos beneficios contra la tensión, gracias a la respiración
controlada, la meditación y los ejercicios mentales.

6.- Reduce el consumo de alcohol: Existen estudios que demuestran que la ingesta de cantidades
de bebidas alcohólicas refuerzan los síntomas del estrés.

7.- Experimenta la relajación muscular: Se realiza mediante el aislamiento de un grupo muscular,


es decir, crea tensión durante 10 segundos y luego deja que el músculo se relaje.

8.- Deja de comer en exceso: Cuando una persona está estresada suele ingerir grandes cantidades
de comida, pero esta situación sólo te distrae temporalmente de tus problemas. Establece una
estrategia de alimentación que te permita mantenerte sano y en forma.

9.- Date un masaje relajante: Esta terapia es una de las más agradables y efectivas para reducir el
estrés. Existen diferentes tipo que van de cuerpo completo, shiatsu o con piedras. Tu pareja puede
ayudarte al masajear tus hombros por 10 minutos.

10.- Descansa: Dormir las horas adecuadas cada noche es un componente vital de un estilo de
vida saludable. La falta de sueño puede disminuir el rendimiento mental, incluyendo la pérdida de
concentración y mala memoria.

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