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PALMA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
EPISTEMOLOGÍA
ANTOLOGÍA
1
PRESENTACIÓN
Estimado lector dejo en tus manos el que profundices los puntos que
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creas conveniente a partir de algunas concepciones presentadas, las cuales
por obvias razones no pueden cubrir las aristas presentadas por la ciencia o la
gnoseología, en tal sentido el obtener el mayor beneficio dependerá del manejo
del presente texto. Esperamos que los materiales reunidos cumplan con ubicar
al estudiante en los temas de la epistemología y lo estimulen a ampliar y
profundizar, a través de otras lecturas, sus conocimientos sobre este
importante campo.
Por último agradecer a los profesores Fernando Varas y Carlos Giles por
ayudarme a tener más clara la selección de textos así como el tratamiento
pedagógico.
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CAPITULO I
4
OBJETIVOS DE LA I UNIDAD
explicación de la naturaleza
El participante explica interior de las ciencias.
los conceptos en función a las relaciones
El participante
establecidas conyelexplica
define ámbitolos
o medio socialempleados
conceptos donde se desempeña.
en las posturas
epistemológicas.
5
MARIO BUNGE; Buenos Aires 1919
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I. CIENCIA, TÉCNICA Y EPISTEMOLOGÍA
comunidad
de
investigado
-res
Sociedad Dominio
Supuestos
Métodos
filosóficos
Fondo de
Fondo
conocimie
formal
-ntos
Objetivos Problemática
Fondo
específico
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los investigadores científicos no están solos sino que forman una comunidad
más o menos cohesiva. No quiere decir que no haya conflictos entre ellos, por
supuesto que los hay. Cada vez que hay cooperación también hay conflicto. El
que los investigadores en un campo científico forman una comunidad significa
simplemente que están en comunicación entre sí, que los unos aprenden de los
otros, que los unos corrigen a los otros, que no se da, al menos en la ciencia
moderna, el sabio aislado.
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que el mundo exterior es legal, es decir no hay milagros, hechos ilegales. Hay
supuestos gnoseológicos, tales como el de la posibilidad de alcanzar la verdad,
al menos parcial y aproximada. Finalmente, hay una ética del investigador: los
imperativos de la búsqueda de la verdad, de la coherencia y de la claridad; la
propiedad común de los conocimientos, la promesa tácita de no usar el saber
para dañar, etc. Quien viola estos preceptos morales no se considera un
investigador científico propiamente dicho. Naturalmente, la mayor parte de los
científicos no se ocupan de desenterrar esos supuestos, ésa es una de las
tareas del filósofo, averiguar la filosofía que hay metida en la ciencia.
Luego viene el Fondo Específico (B). Hay una sola ciencia que no
supone ninguna otra ciencia, y ésa es la matemática. Los matemáticos no
presuponen la física ni la biología, ni la sociología, ni la economía, ni la historia,
nada. Los matemáticos, en principio, o las matemáticas, se bastan a sí mismas.
No ocurre así con la física, que presupone la matemática; ni con la química que
presupone la matemática y la física; ni con la biología, que presupone la
matemática, la física y la química, y así sucesivamente. Es decir, hay un fondo
específico que toda ciencia, con excepción de la matemática, admite y no
discute. Por ejemplo, un químico no discute las proposiciones de la física, a
menos que él mismo se convierta en físico.
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matemáticas ya no interesan en el momento actual. Con todo, no se discute
que son adquisiciones que se pueden perfeccionar. A medida que se va
subiendo la escala de las ciencias se ve que ese fondo es cada vez menos
seguro. Por ejemplo, sabemos que las teorías físicas más exactas de todas no
son completamente verdaderas: sabemos que tienen defectos y esperamos
que alguna vez esos defectos se corrijan.
O= objetivos
M = metódica
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Ahora bien, hay ciertas condiciones que deben cumplir esta decatupla
o, mejor dicho, una disciplina para ser considerada científica, además de las
que he mencionado. Una de estas condiciones es que no debe estar aislada.
Es decir, toda ciencia forma parte de un sistema de ciencias, en el sentido de
que cada una de estas ciencias tiene alguna ciencia vecina con la que se
solapa aunque sea parcialmente. Por ejemplo, en el caso de la física y la
química, el solapamiento es la fisicoquímica. La biología y la física se combinan
formando la biofísica, y así sucesivamente. La sociología y la economía se
unen en la sociología económica y, aún más íntimamente, en la socio-
economía. La historia y la sociología se combinan formando la historia
sociológica y la sociología histórica.
Ahora quisiera hacer una diferencia radical entre dos grupos de ¿Cuál es la
diferencia
ciencias: las ciencias formales principalmente la matemática, y las ciencias de entre lo factual
y lo forma?
hechos o fácticas. Desde luego que lo que voy a decir pertenece a una cierta
filosofía de la matemática, la mía. Hay muchas otras filosofías de la a=a
matemática, pero de ellas no podemos ocuparnos en detalle ahora; puede ser Todos los
durante el periodo de la discusión. cuerpos
ocupan un
lugar en el
como los números, las figuras, las estructuras algebraicas y los espacios
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topológicos— existen de una manera muy diferente de la manera en que
existen los objetos físicos existe un micrófono, o como existe alguno de
nosotros. Los objetos matemáticos carecen de propiedades físicas: no tienen
masa, no tienen carga eléctrica, etc. Carecen de propiedades biológicas: no
están ni vivos ni muertos. Carecen de propiedades sociales: no son prosociales
ni antisociales.
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Admitimos entonces dos tipos de existencia: existencia formal y
existencia material. Por ejemplo, Euclides demostró el teorema según el cual
hay infinitos números primos (es decir números que no son divisibles por otros
números salvo por ellos mismos). Acaso alguien pregunte dónde están esos
números. Respuesta: en ninguna parte. Pero al menos ¿están en la mente de
alguien? No. Nadie puede pensar sucesivamente una infinidad de números, ni
primos ni compuestos. Se hace de cuenta que estos conjuntos, numerables
pero infinitos, existen de por sí: son ficciones.
Luego hay hechos que están fuera de la proposición, pero a los cuales
se refiere una proposición dada. En cambio, la negación de esta proposición
será falsa si no hay ningún hecho que la apoye. Una vez que logro afirmar la
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proposición p, no-p queda excluida completamente. Con mayor razón queda
excluida la conjunción de ambas, es decir, p y no-p. Éste es un principio clave
de todas las lógicas propiamente dichas. Sin él no podríamos hacer ciencia de
ningún tipo, formal ni fáctica, básica o aplicada.
Sin embargo, hay que aclarar que lo anterior vale solamente para las
proposiciones precisas, que sólo contienen predicados exactos. Si en cambio
enuncio proposiciones imprecisas, tales como: "Fulano es más o menos
bueno", o "Zutano es más o menos joven", estoy empleando conceptos
imprecisos. En estos casos también puede valer la contradictoria, tal como
"Fulano de tal es más o menos malo".
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ajustarse a los hechos conocidos.
1.4. SEUDOCIENCIA
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son mortales". Hasta ahora ha sido confirmada empíricamente: toda la gente
eventualmente ha muerto. Pero un empirista podría argüir que esto no prueba
la imposibilidad de que alguna vez, en alguna parte, existan seres humanos
inmortales. ¿Qué contestaría un realista científico? Veamos.
Ahora voy a hacer una breve mención al psicoanálisis, que —junto con
la homeopatía—es la más rentable de las seudociencias. En efecto, los
psicoanalistas cobran por lo menos cien dólares por hora, mientras que los
parapsicólogos no hacen consultas (a menos que oficien como espiritistas).
Otro ejemplo: la hipótesis de que todo varón sufre el complejo de Edipo. ¿Cuáles son las
hipótesis del
Si un varón ama realmente a su padre, los psicoanalistas dicen que el superyó Psicoanálisis?
Si toda
del sujeto está reprimiendo el odio. Cuando afirma que ama a su padre está hipótesis debe
probando que, en realidad, lo odia. La sola presencia de hipótesis ser confirmada
cómo
incomprobables en el psicoanálisis muestra que es una seudociencia. confirmamos
una hipótesis
del
Las hipótesis psicoanalíticas comprobables son en principio de tres psicoanálisis.
tipos: las que han sido verificadas, las que han sido falseadas, y las que no han
sido puestas a prueba. Yo no conozco ninguna que haya sido verificada. Una
tras otra, las que han sido puestas a prueba, han sido refutadas.
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bien introvertido; en cambio, los sujetos con personalidad oral son
despreocupados, indisciplinados y extrovertidos.
Esto no quita que no exista toda una industria: la terapia de los ¿A qué se
refiere con lo
recuerdos reprimidos. Este negocio, hasta hace poco floreciente en los EE.UU., del mito
psicoanalítico?
se ha desinflado en años recientes. El negocio consiste en lo siguiente. Una
persona, por lo común una mujer, acude donde una psicoanalista porque tiene
algún problema psicológico. Puede ser que él o la psicoanalista le diga:
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En todo caso, en los EE.UU. ha habido algunos juicios espectaculares,
en los cuales mujeres han acusado a su padre de haberles arruinado la vida
por haberlas violado en su infancia. El único testimonio exhibido era el
testimonio de un psicoanalista. La presunta perjudicada entablaba un juicio a
su padre. Éste era encarcelado y quedaba arruinado, y su familia quedaba
desmantelada, etc. Finalmente, los tribunales de California han decidido que no
van a aceptar más ese tipo de testimonio de psicoanalistas. Existe, además,
una Fundación para el estudio y la denuncia de esta industria.
Nada de esto implica que en algunos casos haya habido incesto. Pero
esos casos han sido descubiertos de una manera muy diferente. Han sido
verificados por testigos y visitadores sociales. No se ha recurrido a sugestión ni
a drogas, nadie ha injertado recuerdos. Bueno, en todo caso, si hay interés
podremos volver al psicoanálisis cuando nos ocupemos de la Psicología.
Hay ciencias básicas, hay técnica, y en el medio tenemos las ciencias ¿Cuándo un
investigador
aplicadas, por ejemplo la farmacología, la toxicología, la criminología, etc. es un
Científico y
Estas disciplinas buscan verdades, lo mismo que las ciencias básicas. Pero las cuando es un
verdades que buscan son de posible utilización práctica, de posible valor o un técnico?
práctico. Ejemplo, la investigación de productos naturales en química,
bioquímica y farmacología, con la finalidad de ver si algunos de ellos podrían
utilizarse en la industria farmacéutica.
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En cambio, las estrellas y el pasado de la humanidad no tienen el menor
valor para un técnico, porque él se propone modificar la realidad. Mejor dicho,
se propone diseñar aparatos o procesos capaces de cambiar, sea el curso de
la naturaleza, sea las acciones humanas. De modo, pues, que para el técnico
el conocimiento es un medio, un instrumento para hacer, o para permitir que
otros actúen guiados por esos diseños o esos planes.
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Hay una enorme diferencia entre la técnica artesanal, por ejemplo la
técnica de la confección de vestidos por modistas, y la técnica de la confección
de vestidos en escala industrial. Son técnicas bastante diferentes, porque en la
producción en gran escala se necesita maquinaria especializada, que se diseña
sobre la base de conocimientos de ingeniería, que a su vez se basan sobre la
física y la matemática.
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Lo que no puede modificar la palabra en forma permanente es la
química del cerebro. Con meras palabras no se puede aumentar ni disminuir
sino fugazmente la concentración de los neurotransmisores. Justamente de
esto se ocupa la psiquiatría biológica: de modificar los procesos químicos que
intervienen en los procesos mentales, en particular los afectos, los sentimientos
y las emociones.
Hay dos razones por las cuales la psiquiatría biológica está poco
desarrollada. Una es que sigue dominando el mito del alma inmaterial, ¿Somos consu-
midores de la
inventado por las religiones y reforzado por las filosofías idealistas. El segundo seudotécnica?
motivo es que la mayoría de los psiquiatras no tienen una formación científica Esa es una
razón del
adecuada. Tienen formación de médicos. Son entrenados para aplicar porqué existen.
conocimientos biomédicos, no para contribuir a ellos.
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administración de remedios homeopáticos. Si el porcentaje es bajo, se abriga la
esperanza de que aparezcan remedios homeopáticos más eficaces.
¿Existe me-
Hace poco menos que una década, un tal doctor Benveniste, director de moria en los
objetos?
un laboratorio de la Universidad de París, publicó un artículo en la revista
científica británica Nature. En él sostenía que, si bien es verdad que en un
presunto remedio homeopático prácticamente no queda nada de sustancia
activa, el agua conserva el recuerdo de la misma. Pero, como no aclaró en qué
consistía esa presunta memoria, lo que dijo no es sino bla-bla. El agua en
estado líquido no tiene estructura suficiente para recordar lo que contuvo en el
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pasado. Es muy diferente del caso de una barra de hierro: si se la dobla, queda
doblada, y si se la imanta queda imantada.
23
HANS REICHENBACH;
Hamburgo, 1891 – Los Ángeles, 1953.
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II. LAS TRES TAREAS DE LA EPISTEMOLOGÍA
Toda teoría del conocimiento debe partir del conocimiento como un El saber de la
experiencia y el
hecho sociológico dado. El sistema de conocimiento como ha sido construido conocimiento,
por generaciones de pensadores, los métodos usados para adquirir son propiedad
de la sociedad.
conocimientos en los primeros tiempos o en nuestros días, los fines del
conocimiento tal como son expresados por el proceder de la investigación
científica, el lenguaje en el cual el conocimiento es formulado; todo ello nos es
dado de la misma forma que otros hechos sociológicos, tales como las
costumbres sociales, los hábitos religiosos, o las instituciones políticas.
¿Qué genera esta diferencia? Usualmente se dice que es una diferencia La epistemo-
logía, y la
de las relaciones internas y externas entre aquellas expresiones humanas que sociología,
tomadas como un todo son denominadas “conocimiento”. Las relaciones aportan al
conocimiento
internas son de tal naturaleza que pertenecen al contenido del conocimiento. en general
tanto
La epistemología en consecuencia, está interesada solamente en las internamente
relaciones internas mientras que la sociología, aunque puede tomar en cuenta como
externamente.
parcialmente las relaciones internas, siempre combina éstas con las relaciones
externas en las que esta ciencia se encuentra también interesada. Un
sociólogo, por ejemplo, puede informar que los astrónomos construyen grandes
observatorios con telescopios para observar las estrellas y de esta suerte la
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relación interna entre los telescopios y las estrellas entra dentro de la
descripción sociológica.
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construir procesos de pensamiento de tal modo que ellos deberían producirse
así si fueron ordenados en un sistema consistente, o construir conjuntos de
operaciones justificables que pueden ser intercalados entre el punto de partida
y el resultado del proceso de pensamiento, reemplazando los eslabones
intermedios reales. La epistemología considera así un substituto lógico que el
proceso real. Para este substituto lógico hemos introducido el término
reconstrucción racional [este término fue usado por R. Carnap]; el cual parece
apropiado para indicar la tarea de la epistemología. Muchas falsas objeciones y
malas comprensiones de la moderna epistemología tienen su origen en no
haber separado estas dos tareas; en consecuencia, en ningún caso será
objeción atendible a una tesis epistemológica que el pensamiento real no se
ajuste a ella.
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cualquier teoría es sometida a un riguroso examen epistemológico, el veredicto
resulta todavía más desfavorable. Pues el lenguaje científico, estando
destinado como el lenguaje de la vida diaria a propósitos prácticos, contiene
tantas abreviaciones e inexactitudes toleradas silenciosamente, que un lógico
nunca estará plenamente satisfecho con la forma de las publicaciones
científicas. Nuestra comparación, sin embargo, puede al menos indicar el modo
en que queremos que el pensamiento sea reemplazado por operaciones
justificables; y puede también mostrar que la reconstrucción racional del
conocimiento pertenece a la tarea descriptiva de la epistemología. Esta se
encuentra ligada al hecho del conocimiento de la misma manera que la
exposición de una teoría está ligada a los procesos de pensamiento de su
autor.
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una forma más general. La cuestión de la síntesis a priori que ha jugado un rol
tan importante en la historia de la filosofía, también cae dentro de este marco; y
de la misma manera el problema del razonamiento inductivo del que ha surgido
más de una “investigación concerniente al entendimiento humano”. El análisis
de la ciencia comprende todos los problemas básicos de la epistemología
tradicional; por tanto está considerado en primer plano cuando hablamos de
epistemología.
Las convenciones constituyen una clase especial de decisiones; ellas Las conven-
ciones cienti-
representan una elección entre concepciones equivalentes. Los diferentes ficas son un
sistemas de pesos y medidas son un buen ejemplo de tal equivalencia; ellos punto de
partida.
ilustran el hecho de que la decisión en favor de cierta convención no influye en
el contenido del conocimiento. Los ejemplos elegidos de la teoría del espacio y
del tiempo previamente mencionados son igualmente ubicables entre las
concepciones. Hay decisiones de otro carácter que no conducen a
concepciones equivalentes sino a sistemas divergentes; ellas pueden ser
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llamadas bifurcaciones volitivas. Mientras una convención puede ser
comparada a una elección entre diferentes vías que conducen al mismo lugar,
la bifurcación volitiva se asemeja a una bifurcación de vías que nunca se
juntarán de nuevo. Hay bifurcaciones volitivas de importancia que se
encuentran en la misma entrada de la ciencia; estas son decisiones
concernientes a los fines de la ciencia ¿Cuál es el propósito de la investigación
científica? Esta es, lógicamente hablando, una cuestión que no es de carácter
veritativo sino una decisión volitiva y la decisión específica que dará respuesta
a esta cuestión pertenece al tipo de bifurcaciones volitivas. Si alguien nos dice
que estudia ciencia por placer y para llenar sus horas de ocio nosotros no
podemos esgrimir como objeción que este razonamiento es “un enunciado
falso” - no es un enunciado en absoluto sino una decisión y todos tienen
derecho a hacer lo que quieran. Nosotros podemos objetar que tal
determinación es opuesta al uso normal de las palabras y que lo que él llama el
fin de la ciencia es generalmente llamado el fin del juego- este si sería un
enunciado verdadero. Este enunciado pertenece a la parte descriptiva de la
epistemología, nosotros podemos mostrar que en libros y discursos la palabra
“ciencia” está siempre conectada con el “descubrimiento de la verdad” y a
veces también con la “predicción del futuro”. Pero, lógicamente hablando, este
es un asunto de decisiones volitivas. Es obvio que esta decisión no es una
convención o porque las dos concepciones obtenidas, por diferentes
postulados concernientes a los fines de la ciencia, no son equivalentes; se trata
de una bifurcación.
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conocimiento. Un hecho sociológico es de este tipo. Es, por supuesto, del
mismo tipo de hechos con los que trata la ciencia natural. Al segundo
enunciado le concierne el hecho de que, lógicamente hablando, hay una
decisión y no un enunciado; un hecho de esta clase puede ser llamado un
hecho lógico. No hay contradicción en hablar aquí de un hecho refiriéndonos a
una decisión, su carácter de ser una decisión es un hecho y puede ser
expresado por un enunciado.
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dos o aún más decisiones diferentes están en uso, entremezcladas e
interfiriéndose dentro del mismo contexto confundiendo las investigaciones
lógicas. El concepto de significado puede servir como ejemplo; algunos
ejemplos más simples se presentan en la teoría de la medida. El trabajo
concreto de la investigación científica puede poner de lado las exigencias del
análisis lógico, el hombre de ciencia no siempre tiene en cuenta las demandas
del filósofo. Sucede, por tanto, que las decisiones presupuestadas por la
ciencia positiva no son aclaradas. En tal caso será tarea de la epistemología
sugerir una propuesta en relación con la decisión y nosotros hablaremos, por
tanto, de la tarea de orientación de la epistemología como su tercera tarea.
Esta función de la epistemología puede resultar de un gran valor práctico, pero
debe pensarse con claridad que lo que se proporciona aquí es una propuesta y
no una determinación de carácter veritativo. Nosotros podemos señalar las
ventajas de la decisión propuesta y podemos usarla en nuestras propias
exposiciones de las materias relativas al caso, pero nunca podemos reclamar
acuerdo con nuestra propuesta en el mismo sentido en que lo reclamamos para
enunciados cuya verdad hemos probado.
Hay sin embargo, una cuestión concerniente a hechos que debe ser Las interco-
nexiones, entre
considerada en conexión con la propuesta de una decisión. El sistema del las ciencias es
otra tarea de la
conocimiento está interconectado de tal manera que algunas decisiones están
Epistemología.
ligadas entre sí; una decisión incluye otras y, aunque somos libres para elegir
la primera, no somos libres respecto de aquellas que la siguen. Llamaremos al
grupo de decisiones por una decisión, sus decisiones implicadas. Daremos un
ejemplo: la decisión por el sistema inglés de medidas conduce a la
imposibilidad de añadir números de medida de acuerdo a las reglas técnicas
del sistema decimal; así la renuncia a estas reglas será una decisión implicada.
O un ejemplo complicado: la decisión expresada en la aceptación de geometría
euclidiana en física puede conducir a la concurrencia de extrañas fuerzas, de
“fuerzas universales”, que distorsionan todos los cuerpos en la misma magnitud
y puede conducir aún a mayores inconvenientes concernientes al carácter
continuo de la causalidad. El descubrimiento de interconexiones de esta clase
es una importante tarea de la epistemología; las relaciones entre diferentes
decisiones son frecuentemente oscurecidas por la complejidad de la materia;
es solamente añadiendo el grupo de decisiones implicadas que una propuesta
respecto a una nueva decisión resulta completa.
Decir que algo
es Veritativo
El descubrimiento de las decisiones implicadas pertenece a la tarea tiene el mismo
crítica de la epistemología y las relaciones entre decisiones pertenecen a la sentido que
afirmar qué
clase de los hechos lógicos. Podemos reducir la tarea de orientación de la algo es
epistemología a la tarea crítica usando el siguiente procedimiento sistemático: Verdadero.
renunciamos a hacer propuestas y en lugar de eso construimos una lista de
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todas las decisiones posibles, cada una acompañada de sus decisiones ¿Una decisión
puede ser
implicadas. Elegir después de conocer todas las conexiones factuales a los verdadera?
cuales él está ligado. Son una especie de postes de señales lógicas que
nosotros erigimos. Para cada camino damos su dirección junto con todas las
direcciones conexas y dejamos la elección de la ruta a cargo del caminante que
viaja a través de la selva del conocimiento. Tal vez el viajero estará más
agradecido por tales postes que si fuera mediante una recomendación
sugerente, directamente encaminado, por cierta senda. Dentro del marco de la
moderna filosofía de la ciencia hay un movimiento que lleva el nombre de
convencionalismo; éste trata de mostrar que la mayor parte de las cuestiones
epistemológicas no son de carácter veritativo sino que puede ser explicada por
decisiones arbitrarias.
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discusión. La parte objetiva del conocimiento, sin embargo, debe ser liberada
de los elementos volitivos por el método de reducción, transformando la tarea
de orientación de la epistemología en la tarea crítica. Nosotros podemos
establecer la conexión en la forma de una implicación.
Decisión Decisión
1 2
Decisión Decisión
5 3
Decisión
4
¿Qué criterios
debemos emplear
para una buena
decisión?
34
CAPITULO II
35
SOBRE LA METÓDICA YEXPLICACIONES
36
OBJETIVOS DE LA II UNIDAD
37
ALAN CHALMERS; Bristol 1939
38
III. EL INDUCTIVISMO: LA CIENCIA COMO CONOCIMIENTO
DERIVADO DE LOS HECHOS DE LA EXPERIENCIA
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La concepción inductivista ingenua de la ciencia, que esbozaré
en las siguientes, secciones, puede ser considerada como un intento de
formalizar esta imagen popular de la ciencia. La he denominado inductivista
porque se basa en un razonamiento inductivo, como explicaré brevemente,
Argumentaré que esta concepción de la ciencia, como la concepción popular a
la que se asemeja, está completamente equivocada e incluso es
peligrosamente engañosa. Espero que para entonces resulte evidente que el
adjetivo «ingenuo» es el adecuado para describir a muchos inductivistas.
40
diferencia de un segundo grupo de enunciados que veremos en breve, se
refieren a un determinado acontecimiento o estado de cosas en un
determinado lugar y en un momento determinado. El primer enunciado se
refiere a una determinada aparición de Marte en un determinado lugar del cielo
en un momento especificado, el segundo a una determinada observación de un
determinado palo, etc. Es evidente que todos los enunciados observacionales
serán enunciados singulares. Proceden de la utilización que hace el observador
de sus sentidos en un lugar y un momento determinados.
De la astronomía:
Los planetas se mueven en elipses alrededor de su sol.
De la física:
Cuando un rayo de Iuz pasa de un medio a otro cambia de
dirección de tal manera que el seno del ángulo de incidencia dividido por
el seno del ángulo de refracción es una característica constante de los
dos medios.
41
De la psicología:
Los animales en general poseen una necesidad inherente de
algún tipo de descarga agresiva.
De la química:
Los ácidos vuelven rojo el papel de tornasol.
42
condiciones.
El tipo de razonamiento que nos permite ir de los enunciados singulares a los universales, es
decir, de la parte al todo, se llama razonamiento inductivo, y el proceso, inducción.
Si se confirma
HIPÓTESIS empíricamente
Teoría
Leyes
GENERALIZACIÓN
Leyes
OBSERVACIONES Leyes
43
barras de hierro largas, barras de hierro cortas, barras de plata, barras de
cobre, etc., a alta y baja presión, a altas y bajas temperaturas, etc. Si en todas
las ocasiones todas las muestras de metal calentadas se dilatan, entonces y
sólo entonces es lícito generalizar a partir de la lista resultante de enunciados
observacionales la ley general. Además, resulta evidente que si se observa que
una determinada muestra de metal no se dilata al ser calentada, entonces no
estará justificada la generalización universal. La condición 3 es esencial.
44
Figura 1
45
características importantes para nuestro análisis de la ciencia mediante
ejemplos triviales.
Ejemplo 1:
1. Todos los libros de filosofía son aburridos.
2. Este libro es un libro de filosofía.
3. Este libro es aburrido
Ejemplo 2:
46
verdaderas o no, no es una cuestión que se pueda resolver apelando a la
lógica. Una argumentación puede ser una deducción perfectamente lógica
aunque conlleve una premisa que sea de hecho falsa. He aquí un ejemplo.
Ejemplo 3:
47
Ejemplos menos triviales serán más complicados, pero los papeles que
desempeñan la observación, la inducción y la deducción siguen siendo en
esencia los mismos. Como ejemplo final consideraremos la explicación
inductivista de cómo puede la ciencia física explicar el arco iris.
48
Dadas las leyes dela óptica y las condiciones iniciales, es posible
entonces efectuar deducciones que proporcionen una explicación de la
formación de un arco iris visible para el observador. Estas deducciones ya no
serán tan evidentes como en nuestros ejemplos anteriores y supondrán tanto
argumentaciones matemáticas como verbales. La argumentación será más o
menos la siguiente. Si suponemos que una gota de lluvia es más o menos
esférica, entonces el trayecto de un rayo de luz a través de una gota de agua
será más o menos el dibujado en la figura 2. Si un rayo de luz blanca incide en
una gota de lluvia en a, entonces, si la ley de la refracción es verdadera, el rayo
rojo viajará a lo largo de la línea ab y el rayo azul a lo largo de ab'. Una vez
más, si las leyes que rigen la reflexión son verdaderas, entonces ab debe
reflejarse a lo largo de bc y ab' a lo largo de b'c'. De nuevo la refracción en c y
c' se determinará mediante la ley de la refracción, de modo que un observador
que contemple la gota de lluvia verá los componentes rojo y azul de la luz
blanca por separado (y también todos los demás colores del espectro). Nuestro
observador también podrá ver la misma separación de colores en cualquier
gota de lluvia que esté situada en una parte del cielo tal que la línea que una la
gota de lluvia con el sol forme un ángulo D con la línea que une la gota de lluvia
con el observador. Así pues, las consideraciones geométricas proporcionan la
conclusión de que el observador podrá ver un arco coloreado, siempre que la
nube de lluvia esté suficientemente extendida.
Figura 2
49
En esta ocasión sólo he bosquejado la explicación del arco iris, pero lo
que se ofrece debe bastar para ejemplificar la forma general del razonamiento
implicado. Dado que las leyes de la óptica son verdaderas (y para el
inductivista ingenuo eso se puede establecer por inducción a partir de la
observación) y dado que las condiciones iníciales están descritas de modo
preciso, se sigue necesariamente la explicación del arco iris. Se puede resumir
de la siguiente manera la forma general de todas las explicaciones y
predicciones científicas:
1. Leyes y teorías.
2. Condiciones iniciales.
¿Es lo mismo
3. Predicciones y explicaciones una ley que una
teoría?
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En segundo lugar, se analizarían, compararían y clasificarían los hechos
registrados y observados, sin más hipótesis o postulados que los que
necesariamente supone la lógica del pensamiento.
51
determinar haciendo uso directo de los sentidos, Además, la fiabilidad de los
enunciados observacionales se transmitirá a las leyes y teorías derivadas de
ellos, siempre que se satisfagan las condiciones para una lícita inducción, lo
cual queda garantizado por el principio de inducción que forma la base de la
ciencia según el inductivista ingenuo.
52
ERNEST NAGEL; Praga, 1901 -
Nueva York 1985.
53
IV. EL MODELO DEDUCTIVO DE EXPLICACIÓN
Por ejemplo, la dilatación, de un trozo de alambre en una ocasión determinada puede ser
explicada citando el hecho de que se acaba de calentar el alambre; y es evidente que el explicandum no
se deduce lógicamente de la premisa explicativa, como se indica. Sin embargo, parece muy plausible que
la explicación propuesta supone tácitamente premisas adicionales, por ejemplo, que el alambre es de
cobre y que el cobre siempre se dilata al ser calentado. Cuando se hacen explícitas estas suposiciones
adicionales, la explicación sigue el modelo deductivo.
54
las substantivas, que prescriben el tipo de contenido (empírico o de otra
especie) que deben tener las premisas. El significado de estos rótulos se
aclarará a medida que avancemos en nuestra exposición. Pero sería engorroso
y requeriría inútiles repeticiones examinar separadamente cada tipo de
condición; por consiguiente, no intentaremos realizar tal análisis rígidamente
dividido. No obstante esto, consideraremos en este capítulo la mayor parte de
las condiciones lógicas que es menester destacar.
55
la de que para cada temperatura el aire tiene una densidad de saturación
definida. Otras, leyes que pasan inadvertidas fácilmente porque son muy
familiares se ocultan en la caracterización de diversas cosas como agua, vaso,
etc. Estas últimas leyes afirman, en efecto, que hay distintos tipos de
substancias, cada una de las cuales manifiesta ciertas concatenaciones de
características y modos de conducta fijos. Por ejemplo, el enunciado de que algo
es agua afirma implícitamente que una serie de propiedades (un cierto estado de
agregación, un cierto calor, un cierto punto de congelación y de ebullición,
ciertas afinidades para entrar en reacciones químicas con otros tipos de
substancias, etc.) están uniformemente asociadas entre sí. El descubrimiento y
la clasificación de tipos de substancias constituyen una etapa temprana pero
indispensable en el desarrollo del conocimiento sistemático; y todas las ciencias,
inclusive la física y la química, postulan, refinan y modifican distinciones con res-
pecto a tipos de substancias que han sido reconocidas inicialmente en la
experiencia común. En verdad, el desarrollo de vastos sistemas teóricos sólo
parece posible después de realizar una clasificación preliminar de tipos de
substancias, y la historia de la ciencia confirma repetidamente la opinión de que
la observación y el ordenamiento de diversos tipos de substancias —etapa de
investigación llamada a menudo "historia natural"— es un prerrequisito para el
descubrimiento de tipos de leyes reconocidos más comúnmente y para la
construcción de teorías de largo alcance. La física y la química. sólo surgieron
después de tales clasificaciones preliminares de substancias (cuyos comienzos
se pierden en la primitiva antigüedad); la botánica y la zoología tradicional
consisten, en gran parte, en especificaciones y subordinaciones de especies, y
algunas de las ciencias sociales aún pugnan por lograr formulaciones útiles y
confiables de tipos de seres humanos y de instituciones sociales. El
reconocimiento de diferentes especies marchan a la par con la subordinación (o
inclusión) de una especie a otra. Así, la química no sólo distingue entre las
especies cobre y azufre, sino también entre metales y no metales; incluye el
cobre entre los metales y el azufre entre los no metales. Análogamente, la
biología incluye las especies tigre y león en el género común gato, esta última en
el orden más amplio de los carnívoros, los carnívoros en la clase de los
mamíferos, y así sucesivamente. Cuando se logra un sistema de inclusión entre
especies, es posible, explicar (aunque sea de una manera tosca) por qué un
objeto individual es un miembro de una especie determinada, mostrando que
ese objeto es un miembro de una especie subordinada (por ejemplo, un
animalito doméstico es un mamífero porque es un gato y los gatos son
mamíferos). Tales explicaciones, obviamente, están muy lejos del tipo de expli-
caciones al cual nos han acostumbrado las ciencias teóricas modernas; sin
embargo, son los primeros pasos por el camino que conduce a las últimas.
56
Se introduce esta condición para eliminar excepciones triviales. Así, aunque
"Pérez es más viejo que Rodríguez" es deducible de las dos premisas
"Rodríguez es más joven que Pérez" y "todos los mamíferos son vertebrados",
no será considerada como una explicación aunque las premisas incluyan una ley
general, simplemente porque la segunda premisa no es necesaria para la
deducción.
Es evidente que este requisito basta para excluir como caso genuino de
explicación la deducción, mencionada antes, del hecho de que Júpiter tiene al
menos un satélite a partir del hecho de que este planeta tiene ocho lunas.
57
x es B".) Pero por obvio que esto sea, se trata de un punto importante que con
frecuencia se pasa por alto en las discusiones acerca de los procedimientos
científicos. Su olvido es responsable, al menos en parte, de la manera
despreocupada de usar a veces grandes generalizaciones para explicar
cuestiones de hechos especiales (particularmente, en el estudio de asuntos
humanos) y del escaso valor, que, a veces, los observadores asignan a
laboriosas investigaciones para determinar los hechos. Sin embargo, a menudo
es difícil utilizar de manera concreta leyes y teorías, simplemente porque
las condiciones iniciales específicas para su aplicación son inaccesibles, y, por
lo tanto, desconocidas. Y, a la inversa, con frecuencia se proponen
explicaciones equivocadas y se hacen predicciones falsas porque las
suposiciones generales empleadas, aunque bastante correctas en sí mismas,
se aplican a situaciones que no constituyen condiciones iniciales apropiadas
para tales suposiciones. Si bien las leyes de uno u otro tipo son indispensables
en las explicaciones científicas del curso real de los acontecimientos, lo que
acontece no puede ser explicado exclusivamente con referencias a leyes. En la
búsqueda de explicaciones científicas, como en la solución de pleitos jurídicos,
los, principios generales solos no bastan para determinar un caso particular.
Ley universal
Premisas
Condiciones iniciales
explicandum
58
pinchaduras. Por otro lado, podemos observar la aparición de dos o más
fenómenos, sospechar que están relacionados e intentar descubrir las leyes que
formulan los modos específicos de dependencia entre los fenómenos de ese
carácter. Así, podemos observar que el pulso de una persona se acelera cuando
ésta se empeña en algún ejercicio vigoroso; y si sospechamos que la
aceleración del pulso depende de algún modo del ejercicio, podemos investigar
el modo preciso de conexión entre las actividades para obtener una fórmula
general de su relación de dependencia. Asimismo, en el intento de explicar
algunos sucesos, se puede dirigir la investigación al descubrimiento de ambos
tipos de premisas explicativas. Por ejemplo, podemos no conocer ninguna ley
atinente a la aparición de cierto crecimiento canceroso y podemos desconocer
también los fenómenos específicos de los cuales depende tal crecimiento. Y
podemos, por ende, tratar de descubrir las circunstancias particulares que dieron
origen al cáncer y, al mismo tiempo, las leyes que conectan tales circunstancias
con los crecimientos cancerosos.
59
Una primera aproximación a tal deducción es la siguiente: la fuerza de empuje
de un líquido sobre un cuerpo sumergido en él se ejerce en una dirección
perpendicular a la superficie del líquido y es igual, pero de sentido opuesto, al
peso del líquido desplazado por el cuerpo. [Por lo tanto, la fuerza de empuje del
agua sobre el hielo sumergido en ella tiene una dirección perpendicular a la
superficie del agua y es igual al peso del agua desplazada por el hielo.]
Hay tres cosas evidentes en esta explicación: Todas las premisas son Ten presente
que las
enunciados universales; hay más de una premisa, y cada una de ellas esencial definiciones
para la deducción del explicandum; y las premisas, tomadas aislada o son una parte
esencial en la
conjuntamente, no se deducen lógicamente del explicandum. El primer punto ciencia.
sólo requiere breve comentario, pues es lógicamente inevitable, ya que el Es necesario el
poder distinguir
explicandum mismo es una ley universal. Por consiguiente, la introducción el explicandum
de condiciones iniciales en las premisas sería gratuita en la explicación de del explicans.
leyes universales.
60
Pero el segundo punto plantea el
problema de saber si la presencia de más de Se realiza, en efecto, la deducción,
una ley universal en las premisas es sólo sustituyendo las "variables"
implícitas en la formulación del
una peculiaridad del ejemplo usado o si es
principio de Arquímedes por valores
un rasgo esencial de todas las explicaciones particulares. La forma esquemática
aceptables. No podemos resolver esta de la deducción es la siguiente:
cuestión de manera definitiva, pues no Para todas las propiedades P
tenemos un criterio preciso para distinguir que están en K1y para todas
entre las explicaciones satisfactorias y las las propiedades Q que está en
K2todos los P son Q.
que no lo son. Sin embargo, es oportuno
A esta en K1, y B está en K2, ex
preguntarse si la deducción de una ley vi terminorum.
universal a partir de una sola premisa sería Por consiguiente, todos los A
considerada normalmente como una son B.
explicación de la primera. Para tomar un
La deducción es totalmente análoga
ejemplo concreto, consideraremos la ley de
a la derivación de la ley de Boyle —
Arquímedes, según la cual la fuerza de la cual afirma que, para todo gas
empujé que ejerce un líquido sobre un ideal, el producto de la presión del
cuerpo sumergido en él es igual al peso del gas por su volumen es constante,
líquido desplazado por este cuerpo. De esta cuando la temperatura del gas es
constante— a partir de la ley de
ley se deduce, como caso especial, que la
Boyle- Charles según la cual, para
fuerza de empuje del agua sobre el hielo todo gas ideal, el producto de la
sumergido en ella es igual al peso del agua presión del gas por su volumen es
desplazada por el hielo. Sin embargo, proporcional a su temperatura.
parece improbable que la mayoría de los
físicos considere que se ha explicado la ley
de este modo; y pocas personas, ciertamente, "tendrían la 'sensación" de que
esta deducción de la ley especial es una explicación. Si este ejemplo puede ser
considerado típico y si estas conjeturas acerca de cómo responderían ante él
los científicos son correctas, parece un requisito lógico razonable para la
explicación de leyes que las suposiciones explicativas contengan, al menos,
dos premisas formalmente independientes.
Pero hay también otra consideración que habla en favor de este requi-
sito, aunque la misma no agrega peso a la argumentación, de manera in-
dependiente. A menudo, reservamos la palabra "explicación", al analizar
leyes, a uno de dos casos posibles. En el primero de éstos, se muestra que el
"fenómeno" formulado por la ley es el resultado de varios factores
independientes que entran en algún conjunto especial de relaciones. En el
segundo caso, se muestra que la asociación invariable entre las características
afirmadas por la ley es el producto de dos o más asociaciones que se
establecen entre las características mencionadas en la ley y otras que son
eslabones intermedios de una cadena o red. La intención que guía el
61
establecimiento de esta diferencia quizás se aclare con los siguientes ejemplos
esquemáticos.
62
El tercer punto señalado antes en lo concerniente al ejemplo del hielo —
que el explicandum no debe implicar lógicamente las premisas— es menos
discutible como requisito general para las explicaciones. Pues si no se
satisficiera esta condición, la conjunción de las premisas sería lógicamente
equivalente al explicandum, en cuyo caso las premisas no harían más que
reformular la ley para la cual se propone la explicación, Tomemos como
ejemplo la ley de que el tiempo que tarda un cuerpo en caída libre para recorrer
determinada distancia es proporcional a la raíz cuadrada de esta distancia.
Esta ley se deduce lógicamente de la ley según la cual la distancia recorrida
por un cuerpo en caída libre es proporcional al cuadrado de la duración de la
caída. Sin embargo, probablemente nadie llame a esto una explicación de la
primera ley, pues la premisa no es más que una transformación del
explicandum, matemáticamente equivalente a éste. (Este ejemplo viola el
requisito de que una explicación debe tener más de una premisa. Los ejemplos
que no violan esta condición pero en los cuales las premisas y el explicandum
son, a pesar de todo, lógicamente equivalentes —por ejemplo, la formulación
newtoniana de la mecánica, familiar para los estudiantes de física noveles, y la
formulación más general de la teoría dada por el físico teórico del siglo XVIII
Joseph Lagrange, formulación menos familiar porque es matemáticamente
menos elemental—, son demasiado complejos para formularlos en detalle.) Si
alguien lo hiciera, también podría tomar el explicandum como una explicación
de sí mismo.
63
El requisito de que las premisas no deben ser equivalentes al
explicandum es suficiente para eliminar muchas seudoexplicaciones, en las
cuales las premisas simplemente rebautizan los hechos que se desea explicar
acuñando nuevos nombres para ellos. El ejemplo clásico de tales
seudoexplicaciones es la sátira de Moliére en la cual ridiculiza a quienes
explican el hecho de que el opio provoca sueño afirmando que el opio posee
una virtud dormitiva. Una ilustración menos obvia y que se encuentra a veces
en las exposiciones de divulgación científica es la explicación de la ley según la
cual la velocidad de un cuerpo permanece constante a menos que actúe sobre
el cuerpo una fuerza externa no equilibrada, alegando que todos los cuerpos
poseen una fuerza de inercia inherente a ellos. Esta es una seudoexplicación,
pues la palabra "inercia" no es más que otro rótulo para el hecho formulado en
la ley.
64
enunciado "todos los planetas se mueven en órbitas elípticas" implica
lógicamente "todos los planetas se mueven en órbitas que son secciones
cónicas", pero el primero, presumiblemente, no es más general que el
segundo. Por consiguiente, para que S1 sea más general que S2, no parece
necesario ni suficiente que S1 implique lógicamente a S2.
65
entonces, S1 es también más general que S3. Sin embargo, este requisito no se
satisface cuando se entiende "más general" según la definición propuesta. Así,
supongamos que "todo A es B" es más general que "todo Ces D"(de modo que
"todo Ces A" sea lógicamente verdadero, pero no lo sea su converso). Pero
"todo no-B es no-A" es lógicamente equivalente a "todo Aes B", y de acuerdo
con el requisito sugerido debería ser más general que "todo Ces D". Para que
esto ocurra, sobre la base de la definición propuesta, "todo Ces no-B" tendría
que ser lógicamente verdadero, aunque de hecho habitualmente esto no
sucede. Por ejemplo, "todos los organismos vivos son mortales" es más
general, según la definición propuesta, que "todos los seres humanos son
mortales" (porque "todos los seres humanos son organismos vivos" es una
verdad lógica, pero no lo es su converso); y "todos los organismos vivos son
mortales" es también lógicamente equivalente a "todos los no-mortales son
organismos no-vivos". Pero puesto que "todos los seres humanos son no-
mortales" manifiestamente no es una verdad lógica, el enunciado "todos los no-
mortales son organismos no-vivos" no es más general, cuando se lo juzga de
acuerdo con la definición propuesta, que "todos los seres humanos son
mortales".
Los requisitos para las explicaciones considerados hasta ahora han sido ¿Toda
ción
explica-
considera
casi exclusivamente condiciones lógicas. Pero es obvio que también es una relación
lógica?
necesario admitir otros requisitos. Por ejemplo, si se supiera que una condición
inicial de una explicación propuesta para un suceso particular fuera falsa,
inmediatamente rechazaríamos la propuesta por considerarla insatisfactoria.
Pasemos, por lo tanto, a esbozar brevemente algunos requisitos epistémicos
que deben cumplir las explicaciones adecuadas.
66
entre los expertos en lo que respecta al problema de si tales enunciados
(y, en verdad, hasta dé si cualquier teoría científica) pueden ser
caracterizados adecuadamente como verdaderos o falsos. Por
consiguiente, todo el que adhiera a la idea de que tales caracterizaciones
están fuera de lugar cuando se las usa en conexión con esos enunciados
automáticamente rechazará el requisito de que las premisas explícitas de
una explicación satisfactoria sean verdaderas. Así, el rechazo o la
aceptación de este requisito depende de la manera como se resuelva el
problema mencionado. Por el momento, supondremos que todo
enunciado que pueda aparecer como premisa en una explicación puede
ser verdadero o falso.
Si se hace la suposición anterior, el requisito de que las premisas de una
explicación satisfactoria sean verdaderas parece ineludible. Es siempre
relativamente fácil inventar un conjunto arbitrario de premisas que
satisfaga las condiciones lógicas de las explicaciones deductivas; y, a
menos que se impongan otras restricciones sobre las premisas, sólo se
necesitaría una moderada capacidad lógica y matemática para explicar
cualquier hecho del universo sin abandonar el propio sillón. Pero, de
hecho, todas las explicaciones semejantes construidas arbitrariamente
serían consideradas inadecuadas si se supiera que algunas de las
premisas son falsas. La verdad de las premisas es, indudablemente, una
condición deseable para las explicaciones satisfactorias.
2. Pero este requisito no nos sirve de mucho para juzgar el valor de una
explicación propuesta, si no estamos en condiciones de discernir si las
premisas son o no falsas. El requisito aristotélico según el cual debe
saberse que las premisas son verdaderas suministra un criterio
aparentemente efectivo para eliminar muchas explicaciones
insatisfactorias. Pero este requisito es demasiado fuerte. Si se lo
adoptara, pocas o ninguna de las explicaciones dadas por la ciencia
moderna podrían ser consideradas satisfactorias. Pues, de hecho, no
sabemos si las premisas irrestrictamente universales supuestas en las
explicaciones de las ciencias empíricas son realmente verdaderas; y si
adoptáramos este requisito, deberían ser juzgadas insatisfactorias la
mayoría de las explicaciones comúnmente aceptadas en la ciencia actual.
Se trata, en efecto, de una reducción al absurdo de ese requisito. En la ¿Cómo determi-
namos que una
práctica, simplemente conduciría a la introducción de otro término, quizás premisa es
recientemente acuñado para tal propósito, para distinguir las verdadera?
explicaciones que son juzgadas satisfactorias por la comunidad científica
—a pesar de su carácter "insatisfactorio" nominal según el requisito— de
las explicaciones que no merecen tal juicio. Por lo tanto, no tiene objeto
adoptar los estrictos requisitos aristotélicos para la adecuación de las
explicaciones.
67
Sin embargo, en lo concerniente al status cognoscitivo de las premisas
explicativas se necesita una estipulación de alguna especie, aunque más
débil que la aristotélica. Un candidato razonable para cumplir tal función
sería el requisito de que las premisas explicativas sean compatibles con
hechos empíricos establecidos y, además, que reciban un "adecuado
apoyo" (o que sean hechas "probables") por parte de los elementos de
juicio basados en datos diferentes de los datos observacionales sobre los
cuales se basa la aceptación del explicandum. La primera parte de este
requisito equivale, simplemente, a establecer que no haya fundamento
alguno para considerar falsas las premisas. La segunda parte no sólo
trata de excluir las llamadas premisas ad hoc para las cuales no hay
ningún elemento de juicio, sino que también trata, entre otras cosas, de
eliminar las explicaciones que sean, en cierto sentido, circulares y, por lo
tanto, triviales, porque una o más de las premisas se hallen establecidas
(y quizás puedan ser establecidas) sólo a través de los elementos de
juicio usados para establecer el explicandum. Supongamos, por ejemplo,
que tratamos de explicar los ruidos explosivos llamados estáticos que
salen de una radio un día determinado; y supongamos que una de las
premisas explicativas enuncie la condición inicial de que ese día había
violentas tormentas magnéticas en el Sol. Si el único elemento de juicio
de la existencia de esas tormentas fueran los ruidos estáticos de la radio,
la explicación adolecería de una especie de circularidad y, en general,
sería considerada defectuosa.
68
las explicaciones adecuadas.
69
CAPITULO III
CONJETURAS EPISTEMOLÓGICAS
70
OBJETIVOS DE LA III UNIDAD
71
POPPER, KARL RAIMUND; Viena 1902 -
Londres1994.
72
V. PANORAMA DE ALGUNOS PROBLEMAS FUNDAMENTALES
De acuerdo con una tesis que tiene gran aceptación —y a la que nos
opondremos en este libro—, las ciencias empíricas pueden caracterizarse por
el hecho de que emplean los llamados «métodos inductivos»: según esta tesis,
la lógica de la investigación científica sería idéntica a la lógica inductiva, es
decir, al análisis lógico de tales métodos inductivos.
Inferencia inductiva:
Si x es un metal y es sometido al calor entonces se dilata.
Si y es un metal y es sometido al calor entonces se dilata.
Si z es un metal y es sometido al calor entonces se dilata.
Luego, todos los metales sometidos al calor se dilatan.
Ahora bien, desde un punto de vista lógico dista mucho de ser obvio
que estemos justificados al inferir enunciados universales partiendo de
enunciados singulares, por elevado que sea su número; pues cualquier
conclusión que saquemos de este modo corre siempre el riesgo de resultar un
día falsa: así, cualquiera que sea el número de ejemplares de cisnes blancos
73
que hayamos observado, no está justificada la conclusión de que todos los
cisnes sean blancos.
74
principio de inducción tiene que ser un enunciado sintético: esto es, uno cuya
negación no sea contradictoria, sino lógicamente posible. Surge, pues, la
cuestión acerca de por qué habría que aceptar semejante principio, y de cómo
podemos justificar racionalmente su aceptación.
Por mi parte, considero que las diversas dificultades que acabo de ¿Es lo mismo
verdad qué
esbozar de la lógica inductiva son insuperables. Y me temo que lo mismo validez?
ocurre con la doctrina, tan corriente hoy, de que las inferencias inductivas, aun
no siendo «estrictamente válidas», pueden alcanzar cierto grado de La verdad es
un predicado
«seguridad» o de «probabilidad». Esta doctrina sostiene que las inferencias para calificar a
inductivas son «inferencias probables». «Hemos descrito —dice los
enunciados,
Reichenbach— el principio de inducción como el medio por el que la ciencia en tanto que
decide sobre la verdad. Para ser más exactos, deberíamos decir que sirve para validez se
emplea para
decidir sobre la probabilidad: pues no le es dado a la ciencia llegar a la verdad calificar a los
ni a la falsedad..., más los enunciados científicos pueden alcanzar únicamente argumentos.
75
inalcanzables, son la verdad y la falsedad» [REICHENBACH, Erkenntnis 1,
1930].
Por el momento, puedo hacer caso omiso del hecho de que los
creyentes en la lógica inductiva alimentan una idea de la probabilidad que
rechazaré luego por sumamente inoportuna para sus propios fines. Puedo
hacer tal cosa, porque con recurrir a la probabilidad ni siquiera se rozan las
dificultades mencionadas: pues si ha de asignarse cierto grado de probabilidad
a los enunciados que se basan en inferencias inductivas, tal proceder tendrá
que justificarse invocando un nuevo principio de inducción, modificado
convenientemente; el cual habrá de justificarse a su vez, etc. Aún más: no se
gana nada si el mismo principio de inducción no se toma como «verdadero»,
sino como meramente «probable». En resumen: la lógica de la inferencia
probable o «lógica de la probabilidad», como todas las demás formas de la
lógica inductiva, conduce, bien a una regresión infinita, bien a la doctrina del
apriorismo.
76
La etapa inicial, el acto de concebir o inventar una teoría, no me parece
que exija un análisis lógico ni sea susceptible de él. La cuestión acerca de
cómo se le ocurre una idea nueva a una persona —ya sea un tema musical, un
conflicto dramático o una teoría científica— puede ser de gran interés para la
psicología empírica, pero carece de importancia para el análisis lógico del
conocimiento científico.
Algunos objetarán, tal vez, que sería más pertinente considerar como ¿Qué es una
reconstrucción
ocupación propia de la epistemología la fabricación de lo que se ha llamado racional?
una «reconstrucción racional» de los pasos que han llevado al científico al Una
descubrimiento, a encontrar una nueva verdad. Pero la cuestión se convierte reconstrucción
racional supone
entonces en: ¿qué es, exactamente, lo que queremos reconstruir? Si lo que se un
ordenamiento
trata de reconstruir son los procesos que tienen lugar durante el estímulo y lógico de las
formación de inspiraciones, me niego a aceptar semejante cosa como tarea de ideas, en tal
sentido no se
la lógica del conocimiento: tales procesos son asunto de la psicología empírica, asume la forma
pero difícilmente de la lógica. Otra cosa es que queramos reconstruir de cómo las
ideas aparecen
racionalmente las contrastaciones subsiguientes, mediante las que se puede en el hombre.
descubrir que cierta inspiración fue un descubrimiento, o se puede reconocer
como un conocimiento. En la medida en que el científico juzga críticamente,
modifica o desecha su propia inspiración, podemos considerar —si así nos
place— que el análisis metodológico emprendido en esta obra es una especie
de «reconstrucción racional» de los procesos intelectuales correspondientes.
Pero esta reconstrucción no habrá de describir tales procesos según acontecen
77
realmente: sólo puede dar un esqueleto lógico del procedimiento de contrastar.
Y tal vez esto es todo lo que quiere decir los que hablan de una
«reconstrucción racional» de los medios por los que adquirimos conocimientos.
78
LA CONTRASTACIÓN DE UNA TEORÍA
Comparación lógica de las
conclusiones.
contrastación de la
conclusión por medio de la
aplicación empírica.
79
Conviene observar que una decisión positiva puede apoyar a la teoría
examinada sólo temporalmente, pues otras decisiones negativas subsiguientes
pueden siempre derrocarla. Durante el tiempo en que una teoría resiste
contrastaciones exigentes y minuciosas, y en que no la deja anticuada otra
teoría en la evolución del progreso científico, podemos decir que ha
«demostrado su temple» o que está «corroborada» por la experiencia.
En el procedimiento que acabamos de esbozar no aparece nada que ¿Si algo puede
ser verificado
pueda asemejarse a la lógica inductiva. En ningún momento he asumido que sería
podamos pasar por un razonamiento de la verdad de enunciados singulares a verdadero?
Entre las muchas objeciones que pueden hacerse contra las tesis que
he propuesto ahora mismo, la más importante es, quizá, la siguiente: al
rechazar el método de la inducción —podría decirse— privo a la ciencia
empírica de lo que parece ser su característica más importante; esto quiere
decir que hago desaparecer las barreras que separan la ciencia de la
especulación metafísica. Mi respuesta a esta objeción es que mi principal razón
para rechazar la lógica inductiva es precisamente que no proporciona un rasgo
discriminador apropiado del carácter empírico, no metafísico, de un sistema
teórico; o, en otras palabras, que no proporciona un «criterio de demarcación»
apropiado.
80
De estos dos problemas —que son fuente de casi todos los demás de la
teoría del conocimiento— el de la demarcación es, según entiendo, el más
fundamental. En realidad, la razón principal por la que los epistemólogos con
inclinaciones empiristas tienden a prender su fe en el «método de la
inducción», parece ser que la constituye su creencia de que éste es el único
método que puede proporcionar un criterio de demarcación apropiado: esto se
aplica, especialmente, a los empiristas que siguen las banderas del
«positivismo».
CIENCIA
Física,
Matemática
CONCEPTO
Fuerza,
Cantidad
EXPERIENCIA
(Sensaciones de
datos sensibles,
impresiones,
percepciones,
recuerdos)
81
Carnap Bertrand Russell Wittgenstein
CIENCIA
ENUNCIADOS
EXPERIENCIA
82
de un criterio de demarcación aceptable tiene que ser una tarea crucial de
cualquier epistemología que no acepte la lógica inductiva.
Esto «se hace patente» con gran claridad en el caso de Wittgenstein, WITTGENSTEIN
“La nieve es
según el cual toda proposición con sentido tiene que ser lógicamente blanca”.
Lo que es el
reducible[WITTGENSTEIN, Tractatus Logico Philosophicus (T.L.P.), caso
Proposición 5]a proposiciones elementales (o «atómicas»), que caracteriza
como descripciones o «imágenes de la realidad» [WITTGENSTEIN, T.L.P.,
Proposiciones 4.01, 4.03 y 2.221] (caracterización, por cierto, que ha de cubrir Hechos
todas las proposiciones con sentido). Podemos darnos cuenta de que el criterio
de sentido de Wittgenstein coincide con el criterio de demarcación de los
Composición
inductivistas, sin más que remplazar las palabras «científica» o «legítima» por del mundo
«con sentido». Y es precisamente al llegar al problema de la inducción donde
se derrumba este intento de resolver el problema de la demarcación: los ENUNCIADO
METAFÍSICO
positivistas, en sus ansias de aniquilar la metafísica, aniquilan juntamente con “El ser es
ella la ciencia natural. Pues tampoco las leyes científicas pueden reducirse inmóvil”.
lógicamente a enunciados elementales de experiencia. Si se aplicase con
83
absoluta coherencia, el criterio de sentido de Wittgenstein rechazaría por
carentes de sentido aquellas leyes naturales cuya búsqueda, como dice
Einstein, es «la tarea suprema del físico»: nunca podrían aceptarse como
enunciados auténticos o legítimos. La tentativa wittgensteiniana de
desenmascarar el problema de la inducción como un pseudoproblema vacío,
ha sido expresada por Schlick [Schlick atribuyó a Wittgenstein la idea de tratar
las leyes científicas como pseudoproposiciones, con lo cual se resolvía el
problema de la inducción] con las siguientes palabras: «El problema de la
inducción consiste en preguntar por la justificación lógica de los enunciados
universales acerca de la realidad... Reconocemos, con Hume, que no existe
semejante justificación lógica: no puede haber ninguna, por el simple hecho de
que no son auténticos enunciados» [SCHLICK, Naturwissenschaften 19, 1931,
pág. 156. En lo que se refiere a las leyes naturales, Schlick escribe (pág. 151):
«Se ha hecho notar a menudo que, estrictamente, no podemos hablar nunca
de una verificación absoluta de una ley, pues hacemos siempre —por decirlo
así— la salvedad de que puede ser modificada a la vista de nuevas
experiencias. Véase también el apartado *12 (Popper) de mi Postscript.].
84
Por tanto, quienquiera que plantee un sistema de enunciados
absolutamente ciertos, irrevocablemente verdaderos, como finalidad de la
ciencia, es seguro que rechazará las propuestas que voy a hacer aquí. Y lo
mismo harán quienes ven «la esencia de la ciencia... en su dignidad», que
consideran reside en su «carácter de totalidad» y en su «verdad y esencialidad
reales». Difícilmente estarán dispuestos a otorgar esta dignidad a la física
teórica moderna, en la que tanto otras personas como yo vemos la realización
más completa hasta la fecha de lo que yo llamo «ciencia empírica».
85
Una vez que he hecho estas advertencias, sigo considerando que la
primera tarea de la lógica del conocimiento es proponer un concepto de ciencia
empírica con objeto de llegar a un uso lingüístico —actualmente algo incierto—
lo más definido posible, y a fin de trazar una línea de demarcación clara entre
la ciencia y las ideas metafísicas —aun cuando dichas ideas puedan haber
favorecido el avance de la ciencia a lo largo de toda su historia.
T1
T2
T3
86
Más, ¿cómo ha de distinguirse el sistema que represente nuestro
mundo de experiencia? He aquí la respuesta: por el hecho de que se le ha
sometido a contraste y ha resistido las contrastaciones. Esto quiere decir que
se le ha de distinguir aplicándole el método deductivo que pretendo analizar y
describir.
Corresponde al
universo posible,
Todos los cisnes son negros. sin embargo no es
empírico.
Corresponde a
nuestro universo
empírico, por lo Algunos cisnes no son negros.
tanto permite la
contrastación.
87
Naturwissenschaften 19. 1931, pág. 150]; y Waismann escribe, aún con mayor
claridad: «Si no es posible determinar si un enunciado es verdadero, entonces
carece enteramente de sentido: pues el sentido de un enunciado es el método
de su verificación».
Ahora bien; en mi opinión, no existe nada que pueda llamarse inducción Las teorías no
son
[No me refiero aquí, desde luego, a la llamada «inducción matemática»; lo que verificables,
niego es que exista nada que pueda llamarse inducción en lo que se tan sólo lo
son los
denominan «ciencias inductivas»: que existan «procedimientos inductivos» o enunciados
que
«inferencias inductivas»]. Por tanto, será lógicamente inadmisible la inferencia conforman la
de teorías a partir de enunciados singulares que estén «verificados por la teoría.
experiencia» (cualquiera que sea lo que esto quiera decir). Así pues, las teorías
no son nunca verificables empíricamente. Si queremos evitar el error positivista
de que nuestro criterio de demarcación elimine los sistemas teóricos de la
ciencia natural, debemos elegir un criterio que nos permita admitir en el
dominio de la ciencia empírica incluso enunciados que no puedan verificarse.
88
información positiva que un enunciado científico comporta es tanto mayor
cuanto más fácil es que choque —debido a su carácter lógico— con
enunciados singulares posibles. (No en vano llamamos «leyes» a las leyes de
la Naturaleza: cuanto más prohíben más dicen.)
AB
entre la verificabilidad y la falsabilidad: asimetría que se deriva de la forma ~B
lógica de los enunciados universales. Pues éstos no son jamás deductibles de
~A
enunciados singulares, pero sí pueden estar en contradicción con estos Si llueve
últimos. En consecuencia, por medio de inferencias puramente deductivas entonces
todos se
(valiéndose del modus tollens de la lógica clásica) es posible argüir de la mojan. Nada
verdad de enunciados singulares la falsedad de enunciados universales. Una esta mojado.
Por lo tanto,
argumentación de esta índole, que lleva a la falsedad de enunciados no llovió.
universales, es el único tipo de inferencia estrictamente deductiva que se
mueve, como si dijéramos, en «dirección inductiva»: esto es, de enunciados
singulares a universales.
Más grave puede parecer una tercera objeción. Podría decirse que,
incluso admitiendo la asimetría, sigue siendo imposible —por varias razones—
falsar de un modo concluyente un sistema teórico: pues siempre es posible
encontrar una vía de escape de la falsación, por ejemplo, mediante la
introducción ad hoc de una hipótesis auxiliar o por cambio ad hoc de una
definición; se puede, incluso, sin caer en incoherencia lógica, adoptar la
posición de negarse a admitir cualquier experiencia falsadora. Se reconoce que
los científicos no suelen proceder de este modo, pero el procedimiento aludido
siempre es lógicamente posible; y puede pretenderse que este hecho convierte
en dudoso —por lo menos— el valor lógico del criterio de demarcación que he
propuesto.
Me veo obligado a admitir que esta crítica es justa; pero no necesito, por Si
falsabilidad
la
resultara
ello, retirar mi propuesta de adoptar la falsabilidad como criterio de como el más
demarcación. Pues voy a proponer que se caracterice el método empírico de apropiado
criterio de
tal forma que excluya precisamente aquellas vías de eludir la falsación que mi demarcación
imaginario crítico señala insistentemente, con toda razón, como lógicamente entonces qué
ocurriría con
posibles. De acuerdo con mi propuesta, lo que caracteriza al método empírico aquello que
es su manera de exponer a falsación el sistema que ha de contrastarse: no es falsable.
89
justamente de todos los modos imaginables. Su meta no es salvarles la vida a
los sistemas insostenibles, sino, por el contrario, elegir el que
comparativamente sea más apto, sometiendo a todos a la más áspera lucha
por la supervivencia.
Pero incluso en este caso se ha conseguido algo. Pues en la práctica de ¿Un enunciado
empírico tiene
la investigación científica la demarcación presenta, a veces, una urgencia el mismo
contenido qué
inmediata en lo que se refiere a los sistemas teóricos, mientras que rara vez se el de un
suscitan dudas acerca de la condición empírica de los enunciados singulares. anunciado
básico?
Es cierto que se tienen errores de observación, y que dan origen a enunciados
singulares falsos, pero un científico casi nunca se encuentra en el trance de
describir un enunciado singular como no empírico o metafísico.
90
contrastación— desempeñan un papel en la lógica de la ciencia algo diferente
del representado por la mayoría de los demás problemas de que habremos de
ocuparnos. Pues gran parte de éstos se encuentran en relación estrecha con la
práctica de la investigación, mientras que el problema de la base empírica
pertenece casi exclusivamente a la teoría del conocimiento. Me ocuparé de
ellos, sin embargo, ya que dan lugar a muchos puntos obscuros: lo cual ocurre,
especialmente, con las relaciones entre experiencias perceptivas y enunciados
básicos. [Llamo «enunciado básico» o «proposición básica» a un enunciado
que puede servir de premisa en una falsación empírica: brevemente dicho, a la
enunciación de un hecho singular.]
92
tomamos muy en serio nuestras observaciones, ni las aceptamos como
científicas, hasta que las hemos repetido y contrastado. Sólo merced a tales
repeticiones podemos convencernos de que no nos encontramos con una mera
«coincidencia» aislada, sino con acontecimientos que, debido a su regularidad
y reproductibilidad, son, en principio, contrastables intersubjetivamente [Kant se
dio cuenta de que de la objetividad que se ha requerido para los enunciados
científicos se sigue que deben ser contrastables intersubjetivamente en
cualquier momento, y que han de tener, por tanto, la forma de leyes universales
o teorías. Yo no postulo semejante principio; pero estoy de acuerdo en que los
enunciados científicos, deben ser contrastables intersubjetivamente y han de
tener siempre el carácter de hipótesis universales.].
93
otra sería incompatible con la idea de la objetividad científica. Incluso el hecho
—para mí tan firmemente establecido— de que estoy experimentando un
sentimiento de convicción, no puede aparecer en el campo de la ciencia Las hipótesis
psicológicas no
objetiva más que en forma de hipótesis psicológica; la cual, naturalmente, pide son posibles de
un contraste o comprobación intersubjetivo: a partir de la conjetura de que yo ser
comprobadas
tengo este sentimiento de convicción, el psicólogo puede deducir, valiéndose intersubjetiva-
de teorías psicológicas y de otra índole, ciertas predicciones acerca de mi mente.
Comprobar una
conducta —que pueden confirmarse o refutarse mediante contrastaciones hipótesis
experimentales—. Pero, desde el punto de vista epistemológico, carece intersubjetiva-
mente sería
enteramente de importancia que mi sentimiento de convicción haya sido fuerte admitir la
o débil, que haya procedido de una impresión poderosa o incluso irresistible de verdad de la
hipótesis de un
certeza indudable (o «evidencia»), o simplemente de una insegura sospecha: modo objetivo.
nada de todo esto desempeña el menor papel en la cuestión de cómo pueden
justificarse los enunciados científicos.
94
De este modo llegamos a la siguiente tesis. Los sistemas teóricos se
contrastan deduciendo de ellos enunciados de un nivel de universalidad más
bajo; éstos, puesto que han de ser contrastables intersubjetivamente, tienen
que poderse contrastar de manera análoga —y así ad infinitum.
Podría pensarse que esta tesis lleva a una regresión infinita, y que, por
tanto, es insostenible. En el apartado 1, al criticar la inducción, opuse la
objeción de que llevaría a un regreso infinito; y puede muy bien parecerle ahora
al lector que la misma objeción exactamente puede invocarse contra el
procedimiento de contrastación deductiva que defiendo a mi vez. Sin embargo,
no ocurre así. El método deductivo de contrastar no puede estatuir ni justificar
los enunciados que se contrastan, ni se pretende que lo haga; de modo que no
hay peligro de una regresión infinita. Pero ha de admitirse que la situación
sobre la que acabo de llamar la atención —la contrastabilidad ad infinitum, y la
ausencia de enunciados últimos que no necesitasen ser contrastados— crea,
ciertamente, un problema. Pues es evidente que, de hecho, las contrastaciones
no pueden prolongarse ad infinitum: más tarde o más temprano hemos de
detenernos. Sin discutir ahora el problema en detalle, quiero únicamente
señalar que la circunstancia de que las contrastaciones no puedan continuar
indefinidamente no choca con mi petición de que todo enunciado científico sea
contrastable. Pues no pido que sea preciso haber contrastado realmente todo
enunciado científico antes de aceptarlo: sólo requiero que cada uno de estos
enunciados sea susceptible de contrastación; dicho de otro modo: me niego a
admitir la tesis de que en la ciencia existan enunciados cuya verdad hayamos
de aceptar resignadamente, por la simple razón de no parecer posible —por
razones lógicas— someterlos a contraste.
95
KUHN, THOMAS SAMUEL; Ohio 1922 -
Massachusetts 1996.
96
VI. NATURALEZA DE LA CIENCIA NORMAL
Para comprender cómo puede suceder esto, debemos reconocer lo muy Un paradigma
obtiene el
limitado que puede ser un paradigma en alcance y precisión en el momento de reconocimien-
to de su
su primera aparición. Los paradigmas obtienen su status como tales, debido a status por los
que tienen más éxito que sus competidores para resolver unos cuantos éxitos
obtenidos
problemas que el grupo de profesionales ha llegado a reconocer como agudos. frente a sus
Sin embargo, el tener más éxito no quiere decir que tenga un éxito completo en competidores,
no obstante
la resolución de un problema determinado o que dé resultados suficientemente esto no la
satisfactorios con un número considerable de problemas. El éxito de un hace
permanente.
paradigma —ya sea el análisis del movimiento de Aristóteles, los cálculos
hechos por Tolomeo de la posición planetaria, la aplicación hecha por Lavoisier
de la balanza o la matematización del campo electromagnético por Maxwell— La ciencia
normal pone
es al principio, en gran parte, una promesa de éxito discernible en ejemplos a prueba a sus
seleccionados y todavía incompletos. La ciencia normal consiste en la miembros
mediante
realización de esa promesa, una realización lograda mediante la ampliación del enigmas el
conocimiento de aquellos hechos que el paradigma muestra como cual se
sostiene por
particularmente reveladores, aumentando la extensión del acoplamiento entre poseer una
esos hechos y las predicciones del paradigma y por medio de la articulación promesa de
logro, es
ulterior del paradigma mismo. decir, más de
una solución
asegurada.
97
Pocas personas que no sean realmente practicantes de una ciencia
madura llegan a comprender cuánto trabajo de limpieza de esta especie deja
un paradigma para hacer, o cuán atrayente puede resultar la ejecución de
dicho trabajo. Y es preciso comprender esos puntos. Las operaciones de
limpieza son las que ocupan a la mayoría de los científicos durante todas sus
carreras. Constituyen lo que llamo aquí ciencia normal. Examinada de cerca,
tanto históricamente como en el laboratorio contemporáneo, esa empresa La ciencia
normal no
parece ser un intento de obligar a la naturaleza a que encaje dentro de los está
límites preestablecidos y relativamente inflexibles que proporciona el encaminada a
provocar
paradigma. Ninguna parte del objetivo de la ciencia normal está encaminado a nuevos tipos
provocar nuevos tipos de fenómenos; en realidad, a los fenómenos que no de
fenómenos,
encajarían dentro de los límites mencionados frecuentemente ni siquiera se los debido a que
ve. Tampoco tienden normalmente los científicos a descubrir nuevas teorías y a se restringe al
paradigma
menudo se muestran intolerantes con las formuladas por otros [Bernard Barber, vigente
"Resistance by Scientists to Scientific Discovery", Science, CXXXIV (1961), establecido.
596-602].Es posible que sean defectos. Por supuesto, las zonas investigadas
por la ciencia normal son minúsculas; la empresa que está siendo discutida ha
restringido drásticamente la visión. Pero esas restricciones, nacidas de la
confianza en un paradigma, resultan esenciales para el desarrollo de una
ciencia. Al enfocar la atención sobre un cuadro pequeño de problemas
relativamente esotéricos, el paradigma obliga a los científicos a investigar
alguna parte de la naturaleza de una manera tan detallada y profunda que sería
inimaginable en otras condiciones. Y la ciencia normal posee un mecanismo
interno que siempre que el paradigma del que proceden deja de funcionar de
manera efectiva, asegura el relajamiento de las restricciones que atan a la
investigación. En ese punto, los científicos comienzan a comportarse de Los científicos
manera diferente, al mismo tiempo que cambia la naturaleza de sus problemas son
tradicionales-
de investigación. Sin embargo, mientras tanto, durante el periodo en que el tas. Sólo
articulan las
paradigma se aplica con éxito, la profesión resolverá problemas que es raro teorías que el
que sus miembros hubieran podido imaginarse y que nunca hubieran paradigma les
ha ofrecido,
emprendido sin él. En lugar de ello, la investigación científica normal va dirigida es parte del
a la articulación de aquellos fenómenos y teorías que ya proporciona el compromiso.
paradigma.
98
¿Qué determina su elección? Y, puesto que la mayoría de las observaciones
científicas toman tiempo, equipo y dinero, ¿qué es lo que incita a los científicos
a llevar esa elección hasta su conclusión?
Creo que hay sólo tres focos normales para la investigación científica
fáctica y no son siempre ni permanentemente, distintos. Primeramente,
encontramos la clase de hechos que el paradigma ha mostrado que son
particularmente reveladores de la naturaleza de las cosas. Al emplearlos para
resolver problemas, el paradigma ha hecho que valga la pena determinarlos
con mayor precisión y en una mayor variedad de situaciones. En un momento u
otro, esas determinaciones fácticas importantes han incluido: en astronomía, la
posición y magnitud de las estrellas, los periodos de eclipses binarios de los
planetas; en física, las gravedades y compresibilidades específicas de los
materiales, las longitudes de onda y las intensidades espectrales, las
conductividades eléctricas y los potenciales de contacto; y en química, la
composición y la combinación de pesos, los puntos de ebullición y la acidez de
las soluciones, las fórmulas estructurales y actividades ópticas.
HECHO COSA
• Cosas, propiedades o relaciones tal como • Se refiere al objeto intencional de la
son en la realidad, independientemente de conciencia, por lo que la cosa pensada,
la interpretación humana. querida o imaginada puede ser tanto real
como simplemente mental.
99
Una segunda clase habitual, aunque menor, de determinaciones
fácticas se dirige hacia los hechos que, aunque no tengan a menudo mucho
interés intrínseco, pueden compararse directamente con predicciones de la
teoría del paradigma. Como veremos un poco más adelante, cuando pasemos
de los problemas experimentales a los problemas teóricos de la ciencia normal,
es raro que haya muchos campos en los que una teoría científica, sobre todo si
es formulada en una forma predominantemente matemática, pueda
compararse directamente con la naturaleza. No más de tres de tales campos
son accesibles, hasta ahora, a la teoría general de la relatividad de Einstein [El
único punto duradero de comprobación que es reconocido todavía en la
actualidad es el de la precesión del perihelio de Mercurio. El corrimiento hacia
el rojo del espectro de la luz de las estrellas distantes puede deducirse a partir
de consideraciones más elementales que la relatividad general y lo mismo
puede ser posible para la curvatura de la luz en torno al Sol, un punto que en la
actualidad está a discusión].Además, incluso en los campos en que es posible
la aplicación, exige a menudo, aproximaciones teóricas e instrumentales que
limitan severamente el acuerdo que pudiera esperarse. El mejoramiento de ese
acuerdo o el descubrimiento de nuevos campos en los que el acuerdo pueda
demostrarse, representan un desafío constante para la habilidad y la
imaginación de los experimentadores y los observadores. Los telescopios ¿La Luna es
un hecho, una
especiales para demostrar la predicción de Copérnico sobre la paralaje anual; cosa o un
la máquina de Atwood, inventada casi un siglo después de los Principia, para objeto?
proporcionar la primera demostración inequívoca de la segunda ley de Newton;
el aparato de Foucault, para demostrar que la velocidad de la luz es mayor en
el aire que en el agua; o el gigantesco contador de centelleo, diseñado para
demostrar la existencia del neutrino —esos aparatos especiales y muchos otros
como ellos— ilustran el esfuerzo y el ingenio inmensos que han sido
necesarios para hacer que la naturaleza y la teoría lleguen a un acuerdo cada
vez más estrecho. Este intento de demostrar el acuerdo es un segundo tipo de
trabajo experimental normal y depende de un paradigma de manera todavía
más evidente que el anterior. La existencia del paradigma establece el
problema que debe resolverse; con frecuencia, la teoría del paradigma se
encuentra implicada directamente en el diseño del aparato capaz de resolver el
problema. Por ejemplo, sin los Principia, las mediciones realizadas con la
máquina de Atwood no hubieran podido significar nada en absoluto.
100
resulta la más importante de todas y su descripción exige una subdivisión. En
las ciencias de carácter más matemático, algunos de los experimentos cuya
finalidad es la articulación, van encaminados hacia la determinación de
constantes físicas. Por ejemplo: el trabajo de Newton indicó que la fuerza entre
dos unidades de masa a la unidad de distancia sería la misma para todos los
tipos de materia en todas las posiciones, en el Universo. Pero sus propios
problemas podían resolverse sin calcular siquiera el tamaño de esa atracción,
la constante gravitacional universal; y nadie diseñó un aparato capaz de
determinarla durante todo el siglo que siguió a la aparición de los Principia. La
famosa determinación de Cavendish, en 1790, tampoco fue la última. A causa
de su posición central en la teoría física, los valores perfeccionados de la
constante gravitacional han sido desde entonces objeto de esfuerzos repetidos
por parte de experimentadores extraordinarios. Otros ejemplos del mismo tipo
de trabajo continuo incluirían la determinación de la unidad astronómica, el
número de Avogadro, el coeficiente de Joule, la carga electrónica, etc. Pocos
de esos esfuerzos complejos hubieran sido concebidos y ninguno se habría
llevado a cabo sin una teoría de paradigma que definiera el problema y
garantizara la existencia de una solución estable.
La determina-
ción del
hecho
significativo.
ACTIVIDADES QUE
REALIZA EL
CIENTÍFICO DE LA
CIENCIA NORMAL
El
acoplamien- La
to de los articulación
hecho con la de la teoría.
teoría.
101
de que sea necesario un paradigma, como requisito previo para el
descubrimiento de leyes como ésas. Con frecuencia se oye decir que son
descubiertas examinando mediciones tomadas por su propia cuenta y sin
compromiso teórico, pero la historia no ofrece ningún respaldo a un método tan
excesivamente baconiano. Los experimentos de Boyle no eran concebibles (y
si se hubieran concebido hubieran recibido otra interpretación o ninguna en
absoluto) hasta que se reconoció que el aire era un fluido elástico al que
podían aplicarse todos los conceptos complejos de la hidrostática. El éxito de
Coulomb dependió de que construyera un aparato especial para medir la fuerza
entre dos cargas extremas. (Quienes habían medido previamente las fuerzas
eléctricas, utilizando balanzas de platillo, etc., no descubrieron ninguna
consistencia o regularidad simple.) Pero a su vez, ese diseño dependió del
reconocimiento previo de que cada partícula del fluido eléctrico actúa sobre
cada una de las otras a cierta distancia. Era la fuerza entre esas partículas —la
única fuerza que con seguridad podía suponerse una función simple de la
distancia— la que buscaba Coulomb. También los experimentos de Joule
pueden utilizarse para ilustrar cómo de la articulación de un paradigma, surgen
leyes cuantitativas. En efecto, la relación existente entre el paradigma
cualitativo y la ley cuantitativa es tan general y cercana que, desde Galileo,
tales leyes han sido con frecuencia adivinadas correctamente, con ayuda de un
paradigma, muchos años antes de que pudiera diseñarse un aparato para su
determinación experimental.
102
procedían de la teoría calórica como paradigma y todos se aprovecharon de
ella en el diseño de experimentos y en la interpretación de los resultados. Una
vez establecido el fenómeno del calentamiento por compresión, todos los
experimentos ulteriores en ese campo fueron, en esa forma, dependientes del
paradigma. Dado el fenómeno, ¿de qué otra forma hubiera podido
seleccionarse un experimento para elucidarlo?
Veamos ahora los problemas teóricos de la ciencia normal, que caen Una parte del
trabajo teórico
muy aproximadamente dentro de las mismas clases que los experimentales o normal
de observación. Una parte del trabajo teórico normal, aunque sólo una parte consiste en el
uso de la
pequeña, consiste simplemente en el uso de la teoría existente para predecir teoría
información fáctica de valor intrínseco. El establecimiento de efemérides existente para
predecir
astronómicas, el cálculo de las características de las lentes y la producción de información.
Su fin es
curvas de propagación de radio son ejemplos de problemas de ese tipo. Sin mostrar una
embargo, los científicos los consideran generalmente como trabajos de poca nueva forma
aplicación del
monta que deben dejarse a los ingenieros y a los técnicos. Muchos de ellos en paradigma.
ningún momento aparecen en periódicos científicos importantes. Pero esos
mismos periódicos contienen numerosas discusiones teóricas de problemas
que, a los no científicos, deben parecerles casi idénticos. Son las
manipulaciones de teoría emprendidas no debido a que las predicciones que
resultan sean intrínsecamente valiosas, sino porque pueden confrontarse
directamente con experimentos. Su fin es mostrar una nueva aplicación del
paradigma o aumentar la precisión de una aplicación que ya se haya hecho.
103
desarrolló otras. Además, en comparación con lo que cualquier graduado de
física puede lograr hoy en día con esas mismas leyes, las pocas aplicaciones
de Newton no fueron ni siquiera desarrolladas con precisión.
104
varias técnicas matemáticas muy poderosas para la hidrodinámica y para el
problema de las cuerdas vibratorias. Esos problemas de aplicación
representan, probablemente, el trabajo científico más brillante y complejo del
siglo XVIII. Podrían descubrirse otros ejemplos por medio de un examen del
periodo posterior al paradigma, en el desarrollo de la termodinámica, la teoría
ondulatoria de la luz, la teoría electromagnética o cualquier otra rama científica
cuyas leyes fundamentales sean totalmente cuantitativas. Al menos en las
ciencias de un mayor carácter matemático, la mayoría del trabajo teórico es de
ese tipo.
105
paradigma más preciso, obtenido mediante la eliminación de ambigüedades En todas las
ciencias han
que había retenido el original a partir del que trabajaban. En casi todas las tenido lugar
ciencias, la mayor parte del trabajo normal es de este tipo. reformulacio-
nes similares
a la de un
Estas tres clases de problemas —la determinación del hecho
paradigma, no
obstante las
de mayor
significativo, el acoplamiento de los hechos con la teoría y la articulación de la éxito han
teoría— agotan, creo yo, la literatura de la ciencia normal, tanto empírica como mantenido
vigencia.
teórica. Por supuesto, no agotan completamente toda la literatura de la ciencia.
Hay también problemas extraordinarios y su resolución puede ser la que hace
que la empresa científica como un todo resulte tan particularmente valiosa.
Pero los problemas extraordinarios no pueden tenerse a petición; surgen sólo
en ocasiones especiales, ocasionados por el progreso de la investigación
normal. Por consiguiente, es inevitable que una mayoría abrumadora de los
problemas de que se ocupan incluso los mejores científicos, caigan
habitualmente dentro de una de las tres categorías que hemos mencionado. El
trabajo bajo el paradigma no puede llevarse a cabo en ninguna otra forma y la
deserción del paradigma significa dejar de practicar la ciencia que se define.
Pronto descubriremos que esas deserciones tienen lugar.
106
TEMAS ANTOLOGADOS
BUNGE, Mario.
1998 Vigencia de la Filosofía, Lima, Fondo Editorial U.I.G.V. Pp.
25 - 45
CHALMERS, Alan.
1982 ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? Madrid, Siglo XXI. Pp.
11 – 57
KUHN, Thomas:
2004 La estructura de las revoluciones científicas. México, F. C.
E. Pp. 51 – 67; 68 – 79.
NAGEL, Ernest.
1981 La estructura de la ciencia, Barcelona, Paidós. Pp. 27 – 55.
POPPER, Karl.
1980 La lógica de la Investigación científica, Madrid, Tecnos. Pp.
27 – 54.
REICHENBACH, Hans.
1961 Experience and Prediction. The University of Chicago
Press. Pp. 3 – 16. Traducción de Luis Piscoya
107