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Material de formación Actividad de aprendizaje N°1

Generalidades de los aceites esenciales

Introducción

El contenido de esta Actividad de aprendizaje está enfocado en dar a conocer qué

son: aceites esenciales, metabolitos secundarios, clasificación de los aceites,

propiedades generales, la volatilidad, las vías de adsorción y la farmacología. Por

medio de las actividades planteadas en esta actividad de aprendizaje se podrá

desarrollar y retroalimentar los conocimientos sobre el tema.

Descripción del material del programa de formación

Estos textos le van a permitir al aprendiz comprender todo acerca de la actividad de

aprendizaje que va a desarrollar,

también los puede utilizar de

apoyo para realizar las

actividades propuestas.
➢ ¿Qué son aceites esenciales?

Los aceites esenciales son los aromas que liberan las plantas cada vez que las

cortamos, estos se encuentran en las hojas, cáscaras de las frutas, semillas,

cortezas, árboles y flores. Los aceites esenciales están compuestos por terpenos,

también son fracciones líquidas volátiles llamadas aceites volátiles, aceites etéreos

o esencias, son una mezcla de sustancias aromáticas producidas por muchas

plantas, que son muy importantes en la industria de los alimentos (saborizantes,

condimentos, aromas) y en la industria de los cosméticos (lociones y aromas).

Es un concepto que es muy importante tener en cuenta cuando se va trabajar con

esencias. Cuando se habla de un flavonoide, alcalaloide o de un azúcar de una

planta se está señalando un producto puro químicamente, determinado con una

fórmula característica; cuando se menciona un aceite fijo, resinoide o esencia, es

importante tener en cuenta que se está hablando de una mezcla de productos con

composición variable, esto quiere decir que no siempre es un sólo metabolito que

compone una esencia, sino que es la mezcla de muchos metabolitos.

➢ Los metabolitos

Los metabolitos primarios (proteínas, lípidos, azúcares, etc.) en la plantas son

vitales para que la planta crezca, se multiplique y viva, mientras que para que ella

sobreviva se necesitan los metabolitos secundarios. Estos últimos son moléculas de

bajo y mediano peso molecular, generados en la planta por varias rutas

biosintéticas; pertenecen a diferentes clases de sustancias químicas, e.g., alcoholes,

ácidos, ésteres, fenoles y terpenos, entre muchas otras. A algunos de ellos, les
caracteriza un olor típico y una alta volatilidad. A ciencia cierta y con los detalles

experimentales requeridos, todavía no se conocen todos los papeles que juagan

los metabolitos secundarios en las plantas, porque ellos cumplen varias funciones

y operan a través de diversos mecanismos.

Son agentes de defensa químico de las plantas, actúan contra depredadores,

insectos, microorganismos (bacterias, virus, hongos), en general, contra diferentes

tipos de plagas; también son remedios vegetales endógenos, e.g., exudaciones

de tipo balsámico, que la planta segrega cuando está lesionada, experimenta

estrés o está infectada. Muchas de estas sustancias son repelentes de insectos,

mientras que otras, al revés, los atraen. Algunos compuestos son antialimentarios

(antifeeding agents), o sea, quitan a los depredadores y herbívoros las ganas o el

apetito para tragar la planta. Las sustancias volátiles de las plantas, que atraen

distintos insectos benévolos, son necesarias para su polinización y la

reproducción. Varios compuestos volátiles participan en el proceso de la

respiración de la planta, ayudan a regular en ella la humedad y cumplen, entre

otras, diversas funciones fisiológicas, lo que es objeto de numerosos estudios

científicos.

Las plantas se comunican entre sí, “se quieren” o se repelen, lo que incide sobre la

velocidad de su crecimiento, propagación, abundancia de biomasa producida,

resistencia a las enfermedades, entre otros factores. Así como la gente se comunica

a través de las plantas, las plantas emiten mensajes moleculares, que se “leen” y se

interpretan por otras plantas o por insectos. Desde antaño, se ha observado

empíricamente esta cualidad de las plantas, que cuando se siembran juntas pueden
crecer bien o deficientemente. Por ejemplo, el ajenjo, la ruda y el paico, entre otras,

poseen “antipatía” hacia la mayoría de las plantas aromáticas “dulces”, que crecen

en su vecindad. Contrario a esto, se conoce muy bien el sinergismo, en los

cultivos intercalados de maíz con frijol, trigo o cebada con alverja, entre muchas

otras combinaciones. Diversas propiedades de los metabolitos secundarios de las

plantas se han aprovechado en medicina popular para hacer remedios caseros,

también en agricultura, como biorreguladores moleculares de diferente índole, por

ejemplo, como bioinsecticidas.

Entre muchos metabolitos secundarios aislados de las plantas, se destacan

algunos, muy especiales, de amplio uso en diversas ramas de la industria, medicina

y en muchos productos empleados en la vida cotidiana. Esta clase de sustancias

recibe el nombre de aceite esencial, aceite volátil, aceite etéreo o esencia.

Numerosas sustancias forman parte de la esencia, que es una mezcla compleja

de compuestos volátiles y de naturaleza química muy diversa. Lo que más la

caracteriza y destaca es su olor, generalmente agradable, intenso, que evoca la

fragancia de la planta, o de la fruta o de la madera, de la cual proviene. La esencia

puede recordar el olor, por ejemplo, de una hierba recién cortada, o de vainilla

dulce y empalagosa, entre otros acordes aromáticos que posee un aceite

esencial, formado por una compleja gama de sustancias volátiles con diferentes

notas fragantes y distintos umbrales sensoriales para su percepción.

Aislados de flores (rosa, azahar, lirio, ylang-ylang), semillas (coriandro, cilantro,

anís, cardamomo), hojas y tallos (albahaca, tomillo, menta, lavanda, orégano),

corteza (canela), madera (pino, sándalo), raíces (valeriana, vetíver) y rizomas


(jengibre, cúrcuma), los aceites esenciales pueden considerarse el alma de la

planta, su espíritu, que la caracteriza y destaca, evoca y hace memorizar en el

tiempo; los aceites, generalmente, producen una sensación placentera, sobre todo,

cuando están diluidos. Encontramos su mención en jeroglíficos egipcios,

manuscritos chinos, escrituras de sacerdotes de la Edad Media y de alquimistas, sus

usos no solo eran mágicos-religiosos sino también curativos. Algunos frascos

sellados que se encontraron en la tumba de Tutankamon, en Egipto, y contenían un

ungüento cuyo análisis reveló la presencia de frankincensé (árbol de incienso,

Boswelia thurifera) y de la esencia de nardo índico (Nardostachys jatamansi). Éste,

tal vez fue el hallazgo de un perfume más antiguo elaborado hace más de 3300

años. La literatura Ayurvédica revela que en la India desde hace ya más de

2000 años se empleaban esencias para curar diferentes enfermedades. Los griegos

antiguos y los romanos usaban esencias y extractos de plantas con fines cosméticos

y para baños, que tomaban varias veces al día, aromatizaban con esencias su

cabello, cuerpo y hasta la cama, para tener un sueño placentero, o como

afrodisíacos. El verdadero despliegue del uso de aceites esenciales en diferentes

productos y por sí solos, así como su elaboración industrial, empezaron en Francia,

a finales del siglo XVll. El conocimiento obtenido por los árabes en la Edad

Media sobre cómo destilar el alcohol fue el éxito para la posterior elaboración de

perfumes en su forma moderna de presentación y uso, puesto que un perfume es

una mezcla de agua, alcohol y aceites esenciales, juntos con algunos aditivos

(antioxidantes, fijadores, colorantes, etc).


Los aceites esenciales o volátiles “la quinta esencia”, como lo solían llamar los

griegos en la antigüedad, se producen en cantidades apreciables (0.5-6%) en las

llamadas plantas “aromáticas”, aquellas que generalmente son hierbas o arbustos,

poseen un fuerte y característico olor o fragancia y a menudo atractores de

insectos. Algunos ejemplos de plantas aromáticas son: canela, limonaria,

geranios y patchoulí, todas ellas son exógenas, es decir, introducidas a Colombia y

algunas son ya bien adaptadas y cultivadas como ornamentales (e.g., geranio) en

el país.

Los aceites esenciales en la plantas pueden encontrarse en las diferentes células

oleíferas (jengibre, cúrcuma, vainilla), en los canales secretorios (pino, artemisia,

anís, angélica), estar presente en las glándulas (cítricos, eucaliptos) o en los

tricomas (muchas plantas de las familias Labiadas, Asteráceas, Solanáceas,

Geraniáceas). El material vegetal (planta aromática), al ser sometido al vapor de

agua, libera una mezcla odorífera líquida (aceite esencial) de una gran variedad de

sustancias volátiles, que recuerdan el olor, en forma muy concentrada, de la misma

planta. Esta mezcla puede tener desde 50 hasta más de

300 sustancias químicas y está compuesta por hidrocarburos terpénicos,

sus derivados oxigenados, alcoholes, aldehídos y cetonas, así como por éteres,

ésteres, compuestos fenólicos, fenilpropanoides y otros derivados. (Stashenko,

2009)
Partes de la planta donde se encuentran los aceites esenciales

Aceites esenciales Parte de la planta utilizada


Ciprés y jara Ramas
Lavanda y lavandín Sumidades floridas
Menta, hierba, limón y eneldo Planta entera
Geranio y petitgrain Hojas
Nelori, rosa y Ylang-ylang Flor
Limón, naranja y mandarina Flavedo (capa externa del fruto)
Romero, tomillo, ajeldra, mejorana Planta entera con flor
Melisa Planta fresca
Abeto de Siberia Acículas
Manzanilla Flor seca
Canela Corteza
Cedro Madera
Lima Fruto entero
Clavo Botones florales
Vetiver Raíz
Mostaza Semillas

➢ ¿De dónde proviene el nombre de aceite?


El nombre “aceite” viene de la contextura del líquido, que al tocarlo se siente

grasoso, aceitoso, pero con la particularidad de que al evaporarse, no

deja ninguna huella, ni mancha, solo tenue fragancia y un recuerdo sensorial

agradable. Nada que ver con los aceites vegetales o de cocina (aceites de

palma, soya, girasol, oliva), formados por triglicéridos (ésteres de glicerol y diversos

ácidos grasos), que son muy poco volátiles, pesados y dejan la mancha grasosa

sobre cualquier superficie de contacto, son fácilmente oxidables, mientras que

los aceites esenciales, al contrario, se usan como mezclas antioxidantes en

diferentes productos terminados (jabones, cremas, etc).


El olor de esta mezcla es fuerte, penetrante, pero si una pequeña alícuota del

aceite se incorpora a una solución hidroalcohólica (agua y alcohol 20-60 %), la

fragancia se torna deliciosa y forma por sí sola un perfume. (Stashenko, 2009)

➢ Clasificación de los aceites esenciales

Los aceites se clasifican teniendo en cuenta su estabilidad (consistencia), su

procedencia, la naturaleza química de los componentes que se encuentran en

mayor cantidad.

➢ Consistencia:

En este grupo se encuentran los siguientes:

✓ Esencias fluidas: son sustancias líquidas de alta volatilidad a

temperatura ambiente.

✓ Bálsamos: son extraídos de árboles, de consistencia espesa y pueden sufrir

polimeración en algunas de sus reacciones.

✓ Oleorresinas: contienen el aroma de la planta bien concentrado, son líquidos

y de alta viscosidad.

➢ De acuerdo a su procedencia sintética, artificial y natural:

✓ Naturales: se extraen de la planta y no sufren cambios fisicoquímicos.

✓ Artificiales: se generan a través de procesos de enriquecimiento de una

esencia con algunos de sus componentes, como por ejemplo: anetol que se le

adiciona a una mezcla de esencia de rosas.


✓ Aceites esenciales sintéticos: son producidos por síntesis química.

La producción de estos compuestos es más económica y por esto son muy

utilizados como aromatizantes y saborizantes.

➢ Clasificación de los aceites esenciales desde el punto de vista químico:

✓ Monoterpénicos: hierbabuena, albahaca, salvia.

✓ Sesquiterpénicos: clavo, canela, anís.

Distribución en su estado natural

Estos están distribuidos en las siguientes familias:

✓ Lamiaceas.
✓ Lauráceas.
✓ Mirtáceas.
✓ Pináceas.
✓ Rotáceas.
✓ Umbelíferas.
Principales estructuras vegetales de los productos aromáticos

Estructura celular Ejemplos


Pelos gladulares Lamiaceae, verbenaceae, Geraniaceae

Cavidad esquizógenas, células separadas Myrtaceae, Poaceae, Asteraceae


unas de otras
Canales lisígenos (espacios por disolución Rutaceae
celular)

Canales resinosos Coniferae


Canales gomosos Cistaceae, Burseraceae
Tomado: (De Silva, 1995)
➢ Propiedades generales de los aceites esenciales

Los aceites esenciales son utilizados por el hombre desde hace mucho tiempo en la

medicina, la cosmética, la aromaterapia. Algunos de estos aceites son muy

utilizados por sus propiedades antisépticas y bactericidas, aunque pocos de estos

son los que tienen un efecto antifúngico como es el caso del Corymbia citriodora. Su

poder antiséptico depende de los compuestos activos como son los fenoles timol y

carvacrol, presentes en algunas plantas de tomillo y las esencias que contienen

alcoholes y cetonas. También por el poder antiséptico de algunas esencias son

utilizadas para dentífricos y combatir problemas respiratorios y urinarios.

En las esencias pueden encontrarse muchas propiedades antitóxicas y

antivenenosas que pueden ayudar a neutralizar compuestos químicos tóxicos de

los insectos como: avispas, abejas, arañas. Muchas de estas esencias tienen

propiedades antiespasmódicas y hormonales, ejerciendo una condición reguladora

en las glándulas endocrinas.

Acción antiparasitaria: algunos aceites esenciales de plantas aromáticas son

utilizados en el mundo por sus propiedades antiparasitarias, como es el caso del

paico y del boldo, claro que se está desaconsejando su uso si no es bajo la

supervisión de un profesional, ya que se ha presentado una alta toxicidad, puesto

que su dosis efectiva es muy cerca de la tóxica.

Acción sobre el aparato digestivo: muchas plantas aromáticas son usadas en

licores o infusiones porque ayudan a la digestión, como es el caso de la manzanilla,


cedrón, poleo, hinojo, anís, romero. Esto se debe al efecto antiespasmódico y

carminativo de algunos terpenos presentes en estas plantas aromáticas.

En la actualidad en la aromaterapia existen procedimientos para conservar los

alimentos utilizando mezclas de aceites esenciales por su efecto antiséptico.

Hay que dejar claro que hoy en día, la palabra "aromaterapia" se puede encontrar

en casi cualquier tienda de alimentos saludables, en muchos supermercados y

tiendas al por menor.

También esta es una "palabra de moda" para nuestro tiempo, a menudo en los

hogares se utilizan elementos como velas perfumadas, ambientadores, sales de

baño, y otros artículos de cuidado personal. Esto ciertamente aumenta la conciencia

del público en general de la aromaterapia, su etiqueta la muestra como una moda

vendible, pero es muy discutible en la modalidad de sanación, ya que en el

etiquetado no lo describen como una técnica de sanación alternativa viable y

dinámica. De hecho, este es uno de los problemas con los que deben lidiar los

aromaterapeutas entrenados, mientras practican su oficio en un mundo en

constante comercialización.

La volatilidad de las esencias

Cuando se dice volatilidad se quiere decir la velocidad con la que una esencia se

evapora. Las esencias tienen diferentes características, algunas son más volátiles y

ligeras como es caso del eucalipto, y otras más pesadas y lentas como es el caso

del sándalo y pachuli.


Las personas que conocen el tema de perfumes han clasificado las esencias

dependiendo de la capacidad de dispersión en el aire; el grado de evaporación

comprende tres clases: índice superior, que son los aceites que se evaporan con

facilidad, y los de índice medio y bajo, son las sustancias cuya evaporación es más

lenta.

La volatilidad es una de las principales propiedades de las esencias, es muy usada

en la medicina para nebulizaciones, masajes, baños de inmersión e inhalaciones, ya

que están compuestas de moléculas muy pequeñas de fácil acceso a la piel.

El olor de una planta viva no es el mismo que cuando se aísla su esencia, por esto

se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:

✓ Volatilidad y solubilidad: para oler los productos aromáticos pesados en

una planta es necesario dejarla secar para excluir los productos aromáticos

livianos, pero como esto no suele pasar, los volátiles enmascaran los

compuestos pesados, cosa que no pasa si se huele la esencia pura. Los

productos muy volátiles suelen perderse en el proceso de extracción, como en el

caso de la extracción por vapor de agua.

✓ Factores metabólicos: una vez la planta es cosechada, su metabolismo sigue

evolucionando a medida que ésta pierde agua, lo que ayuda a inhibir los

procesos enzimáticos. Se ha demostrado que es el mismo olor de una flor en

la planta, que el de una flor cortada.

✓ Ubicación en tejidos: cada una de las partes que conforman la planta

puede tener una esencia diferente a la calidad olfativa, es decir que se pueden
percibir las esencias que están en la parte superior porque se pueden oler,

pero hay otras que no, puesto que se encuentran en el interior de esta.

Los aromas de grado superior son los que se pueden valorar al oler un perfume y en

aromaterapia, estos estimulan el sistema nervioso central, por ejemplo el romero y

la salvia. En cambio los de grado inferior se usan como fijadores para retener los

volátiles y así hacer que perdure un perfume durante más tiempo, además son

utilizados por su poder sedante, por ejemplo la mayoría de las maderas y resinas.

Las vías de absorción

Generalmente las esencias se absorben por la piel y el sistema olfativo, se cree que

las que ingresan en el organismo a través del olfato influyen en el ánimo y las

funciones psíquicas como: la memoria y la capacidad del aprendizaje.

También se ha demostrado que algunos aceites esenciales pueden quemar la piel

si se aplican directamente, por ejemplo, algunos aceites esenciales de cítricos como

el limón, la naranja y mandarina.

Por lo tanto, hay que tener en cuenta que los aceites esenciales tienen una notable

capacidad para traspasar la piel, tejidos y así entran en el torrente sanguíneo,

afectando el cuerpo de una persona en cuestión de minutos, de hecho los estudios

demuestran que si se aplica en la piel los compuestos de algunos aceites

esenciales pueden ser detectables en la sangre en su concentración más alta

después de 20 minutos. Un experimento seguro, es cuando se frota un ajo en los

pies y más tarde el aliento de la persona huele a este.


Diferentes aplicaciones de los aceites esenciales

Otro de los usos de los aceites esenciales aromáticos es el que se le da en la

industria de las fragancias y sabores. Estos productos si son trasformados,

técnicamente pueden ser una alternativa importante de comercialización. Un

ejemplo de un producto promisorio es el aceite extraído del árbol del té, en Austria

se comercializan 200 tn/año.

Es así como en la actualidad muchos agricultores que se han especializado en

satisfacer este pequeño mercado con este tipo de productos, ofreciendo variedad y

cantidad. Estos casos demuestran las ventajas de diversificación en los mercados

de las aromáticas.

Aceites esenciales en la farmacología

Un aceite esencial con una dosis definida puede ser tan viable como lo es un

medicamento, alcaloide, antibiótico o enzima. Las plantas fueron utilizadas por los

ancestros como medicina y también como sahumerios religiosos para desinfectar

los ambientes, dando el origen a la perfumería moderna. Hoy en día las especies

como la canela y la manzanilla son utilizadas en los medicamentos, y en

la cocina para aromatizando y dar sabor a los alimentos.

Desde tiempos pasados los perfumes y aceites esenciales están sujetos a la

farmacéutica, y muchos de estos tienen propiedades farmacológicas, pero también

hay que dejar claro que algunas esencias pueden ser peligrosas si no se les da un

adecuado uso, con la dosis requerida.


Otras aplicaciones

Como se mencionó anteriormente hay varias maneras de utilizar los aceites

esenciales, esto depende de la creatividad de las personas, puesto que se utilizan

en el tratamiento de enfermedades, como relajante, para baños de inmersión,

inhalaciones; sino que también se usan como ingredientes en pastas

dentífricas, champús, lociones, aromatizantes de múltiples productos de aseo,

higiene personal, desinfectantes y desodorantes.

Los aceites esenciales también se usan en la industria tabacalera, textil y de

pinturas. En algunas industrias, los aceites se utilizan en calidad de disolventes

biodegradables (aceite de cítricos, pino, trementina y bálsamos), limpiadores y

aditivos. En la agricultura se usan como ingredientes en mezclas de

biorreguladores, bioinsecticidas y en general como aleloquímicos.

Un aceite esencial se puede producir y comercializar por diferentes razones:

(1) porque posee propiedades organolépticas excepcionales que pueden ser

aprovechadas en diferentes productos finales, e.g., perfumes, cremas, como aditivo,

aromatizante y saborizante en alimentos;

(2) porque su producción es altamente rentable y el rendimiento en la planta es

alto, y porque puede reemplazar aceites más costosos; por ejemplo, el aceite

Litsea cubeba, producido en China y rico en citral (80%), puede reemplazar otras

especies, de producción de biomasa menor, o de más lento crecimiento, o porque


poseen citral en menor proporción, o contiene aceites mucho más costosos, entre

otros factores;

(3) porque es un aceite con propiedades biológicas interesantes, e.g., exhibe alta

actividad antioxidante, antibacteriana o antifúngica, lo que puede ser aprovechado

para su uso en diferentes formulaciones de productos finales, farmacéuticos, de

aseo personal, cosméticos, como conservantes, entre otros;

(4) porque posee un componente mayoritario en alta concentración (˃75%), que

puede ser aislado (e.g. pineno, citral, linalool, estragol, anetol, timol, etc) y utilizado

como reactivo de partida en la síntesis orgánica fina, para obtener nuevas moléculas

aromatizantes, saborizantes o agentes farmacológicos, entre otros. (Stashenko,

2009)

Referencias bibliográficas

• Baldoni, A.L. (2002). Los Recursos Vegetales Aromáticos en Latinoamérica.

Buenos Aires, Argentina: CYTED.

• De Silva, T. (1995). A manual on the Essential Oil Industry. Viena: UNIDO.

• Orduño Sanchez, M.F. (2006). Manual práctico de aceites esenciales,

aromas y perfumes. Alicante: AIYANA.

• Padrini, F. & Lucheroni, M.T. (2004). Aceites esenciales. VECCHI. S.A.

Barcelona
• Stanshenko, E. (2009). Aceites esenciales. División de Publicaciones

UIS. Santander

Control del documento

Nombre Cargo Dependencia Fecha

Ángela Viviana Centro Agroindustrial Marzo de


Autor Páez Perilla Experta técnica Regional Quindío 2013

Paola Andrea Guionista -


Adaptación Bobadilla Línea de producción Centro Agroindustrial Junio de
Gutiérrez Regional Quindío 2013

Control de cambios

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Autor Angela Rocío Gestor de curso Centro de gestión y Junio de Actualización de


(es) Báez León área agroindustrial desarrollo sostenible 2017 información y
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