Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...

Ensayo sobre la histografía

mexiquense, de la Revolución
al siglo XX

María del Pilar Iracheta Cenecorta*

105

2005

La colección Documentos de Investigación difunde los avances de trabajo realizados por investigadores de El Colegio
Mexiquense, A.C., con la idea de que los autores reciban comentarios antes de la publicación definitiva de sus textos. Se
agradecerá que los comentarios se hagan llegar directamente al (los) autor(es). Los editores han mantenido fielmente el
texto original del presente documento, por lo que tanto el contenido como el estilo y la redacción son responsabilidad
exclusiva del(de los) autor(es). D.R. © El Colegio Mexiquense, A.C., Ex hacienda Santa Cruz de los Patos, Zinacantepec,
México. Teléfonos: (7) 218-01-00 y 218-00-56; fax: 218-03-58; E-mail: ui@cmq.edu.mx Correspondencia: Apartado postal
48-D, Toluca 50120, México.
* El Colegio Mexiquense, A.C. E-mail: pirachet@cmq.edu.mx
 María del Pilar Iracheta Cenecorta 2

INDICE

INTRODUCCIÓN.................................................................................................................... 4
1. Las etapas históricas.................................................................................................... 5
1.1) La etapa revolucionaria (1910-1920).......................................................................... 5
1.2) Balance y perspectivas..................................................................................................12
1.3) La etapa de reconstrucción (1920-1940).....................................................................12
1.4) Balance y perspectivas..................................................................................................17
1.5) La etapa institucional (1940-1990)..............................................................................17
1.6) Balance y perspectivas..................................................................................................22

2. Los géneros historiográficos.......................................................................................22

2.1) Las historias generales del Estado de México.................................................................22
2.2) Los estudios monográficos.............................................................................................24
2.3) Los cuadernos municipales...........................................................................................28
2.4 Las monografías delegacionales......................................................................................28
2.5) Las crónicas...................................................................................................................29
2.6) Las biografías.................................................................................................................30
2.7) Las bibliografías y catálogos..........................................................................................32

CONSIDERACIONES FINALES..................................................................................................47
Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución... 3

RESUMEN

El documento se aboca a realizar un análisis sobre la producción historiográfica

mexiquense en el siglo XX, tomando en cuenta a los historiadores oriundos del Estado
de México y a los de fuera de la entidad. La investigación tiene como objetivo realizar
un análisis, pero también un balance sobre la productividad historiográfica, con los
avances y las lagunas que todavía existen en varios campos de la historiografía
mexiquense que aún no han sido abordados. El trabajo está dividido en dos partes:
En la primera se analizan las grandes etapas históricas del Estado de México, que
han merecido la atención de los historiadores: 1) La etapa revolucionaria (1910-1920);
2) La etapa de la reconstrucción (1920-1940); 3) La etapa institucional (1940-1990).
Dicho análisis evalúa varios elementos: el número y enfoque de las obras escritas
en el siglo xx sobre las etapas mencionadas; los campos historiográficos que han
sido más o menos trabajados por los historiadores y las razones de estas preferencias
u omisiones. Respecto a este último punto, se realiza un balance de la producción
historiográfica de cada etapa y las lagunas que quedan por cubrir. La segunda parte
del trabajo abarca la producción historiográfica mexiquense del siglo xx de acuerdo
con los géneros historiográficos en los que han incursionado los historiadores
mexiquenses: las historias generales del Estado de México, los estudios monográficos,
los cuadernos municipales editados por El Colegio Mexiquense A. C. las monografías
delegacionales, las crónicas, las biografías y las bibliografías y catálogos.

Palabras clave: Historiografía, Estado de México, siglo XX, etapas históricas, géneros
historiográficos.
María del Pilar Iracheta Cenecorta
INTRODUCCIÓN
La historiografía mexiquense, desde la revolución
a finales del siglo XX, ha pasado por diversos
momentos. En principio destaca la historiografía
política, militar y las gestas biográficas realizadas
por una generación de historiadores autodidactas,
formados en diversas disciplinas profesionales,
cuya ideología se fundamentaba en la apología de
las élites y los hombres ilustres. Empero entre 1940
y 1960 emerge una generación de estudiosos,
también de diversas profesiones quienes realizan
una importante labor historiográfica, si bien son
también autodidactas. Sin dejar de lado la impronta
de los grandes héroes y acontecimientos, estos
historiadores fueron los pioneros en el desarrollo
de temas y problemas que aún son exploradas por
historiadores profesionales. Este periodo también
está signado por la aparición de la Biblioteca
Enciclopédica del Estado de México, colección
dirigida por don Mario Colín, cuyo acervo abarca
trabajos historiográficos, antropológicos, etnográ-
ficos, etcétera, mismos que enriquecieron de
manera importante el rico pasado mexiquense.
En un segundo momento, entre las décadas
de 1960 y1970 aparece una nueva generación
de historiadores bajo el impulso de la licenciatura
en historia de México impartida en la Facultad
de Humanidades de la Universidad Autónoma del
Estado de México así como un grupo de
historiadores cuya sede es la Universidad
Autónoma de Chapingo, hecho que inaugura la
profesionalización de la historia. A nivel mundial
4
la década de 1970 es la de la creación de nuevas
teorías, enfoques y métodos, los historiadores
mexiquenses reciben una fuerte influencia de una
de esas teorías, el marxismo, notoriamente los
de la Universidad de Chapingo.
No es sino hasta la década de los ochenta
cuando se da un desarrollo más acusado en el
quehacer historiográfico de la entidad, debido a
factores como la llegada de una nueva generación
de profesores de historia a la Facultad de
Humanidades que enriquecieron la planta docente
original, el quehacer continuado de los histo-
riadores de la Universidad Autónoma de Chapingo
y la constante producción de la Biblioteca
Enciclopédica del Estado de México. A esto hemos
de agregar el interés de historiadores de otras
instituciones por la historia mexiquense, el apoyo
del Gobierno del Estado de México a las
publicaciones historiográficas, aunado a la pro-
ducción editorial de la Universidad Autónoma del
Estado de México. También influyó la creación de
la delegación regional del Instituto Nacional de
Antropología e Historia, así como de El Colegio
Mexiquense A.C., institución que conjunta a un
grupo de historiadores profesionales formados en
El Colegio de México, la Universidad Nacional
Autónoma de México, la Universidad Autónoma
del Estado de México y otras instituciones nacionales
y extranjeras. Ahora bien, desde décadas anteriores
existió la práctica de la historia local, la micro-
historia, la crónica y las monografías municipales,
éstas últimas realizadas por los cronistas muni-
cipales, agrupados en la Asociación de Cronistas
Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...
del Estado de México (AMECROM). La historia local
ha aportado nuevas visiones del pasado en los
diferentes espacios locales mexiquenses, las cuales
han sido un apoyo para cuestionar la versión
nacional-oficial de la historia del Estado de México.
1. Las etapas históricas
1.1. La etapa Revolucionaria (1910-1920)
Salvo tres excepciones,1 hasta la década de los
setenta la historiografía mexiquense no se había
ocupado de manera sistemática del proceso
histórico conocido como Revolución Mexicana.2
Podríamos pensar en que el hecho de que en el
Estado de México no se hubieran producido los
grandes conflictos bélicos, como los acontecidos
en otras partes del país, pudiera haber influido
en la falta de interés de los historiadores por el
fenómeno. No fue sino hasta 1976 que José
Ángel Aguilar produce el primer texto mono-
gráfico relativo al movimiento revolucionario.3 Sin
embargo la obra carece de aparato crítico y no
es un texto académico estrictamente hablando,
más bien se trata de una crónica cercana al trabajo
periodístico. Aunque Aguilar destaca que el origen
de la revolución estaba en el acaparamiento de
la tierra y el reparto desigual de la riqueza, las
1
Carlos Castillo Piña, Valle de Bravo histórico y legendario,
México, edición del autor, 1944; José Heliodoro López, Apuntes
sobre la revolución en Tenancingo, Estado de México, México,
tipografía Carvallo y Gamas, 1944, .Gustavo G. Velázquez, “La
Revolución en el Estado de México, en El Noticiero, noviembre
de 1964, varios números.
2
Dos autores tocan el tema de la Revolución Mexicana en el
Estado de México en dos libros que abordan temáticas más amplias
respectivamente: Gustavo G. Velázquez, Toluca de ayer, t. II,
México, Biblioteca Enciclopédica del Estado de México, 1972;
Alfonso Sánchez García, Historia del Estado de México, Toluca,
Dirección de Prensa y Relaciones Públicas del Gobierno del Estado
de México, 1974. Posteriormente Carlos Herrejón Peredo en su
Historia del Estado de México, Toluca, Universidad Autónoma del
Estado de México,. 1985 aborda el periodo revolucionario con
nuevos datos e interpretaciones. Por su parte José Yurrieta Valdés
realizó una valiosa compilación documental sobre los periodos
del movimiento en el Estado de México, dividiéndolos en:
Antecedentes, lucha armada y movimiento constitucionalista, José
Yurrieta Valdés, La Revolución Mexicana, síntesis de nuestra
identidad nacional, ¨Toluca Instituto Mexiquense de Cultura, 1990.
3
José Ángel Aguilar, La revolución en el Estado de México,
México, Patronato del Instituto de Estudios Históricos de la
Revolución Mexicana, 1976, 2 t.
5
carencias del trabajo hacen concluir al autor que
la Revolución en el Estado de México fue un
movimiento exógeno “importado” del Estado de
Morelos, gracias a que los grupos zapatistas
incursionaron en la entidad mexiquense, distor-
sionando la vida pacífica de sus habitantes. Esta
caracterización del Estado de México tiene cierta
veracidad, pues según se desprende de dos
estudios4 la divisa del “orden, paz y progreso” fue
llevada hasta sus últimas consecuencias bajo los
gobiernos de José Vicente Villada (1889-1904) y
Fernando González (1904-1910).
Dos obras posteriores a la de Aguilar 5
corroboran la tesis de este autor, de manera es-
pecial el trabajo de Ricardo Ávila Palafox.6 Los
dos autores, quienes detienen su trabajo en 1914,
se basaron en fuentes limitadas, pues no tomaron
en cuenta situaciones tan importantes como la
agraria en las distintas regiones de la entidad ni
el estado de malestar social y agitación del sec-
tor obrero. De este modo el Estado de México
aparecía como una entidad pacífica,7 sin grandes
problemas sociales, llegando a sugerirse que la
—Revolución llegó de fuera a cargo, sobre todo
del zapatismo de Morelos. Sin embargo fue una
realidad la alteración del rumbo histórico del
4
José Antonio Gutiérrez Gómez, “El gobierno de Fernando
González y la alborada de la Revolución” en Revista del Archivo
Histórica del Estado de México, segunda época. año 1, número 1,
junio-diciembre, 1991, pp. 13-21.; Margarita García Luna “Orden
paz y progreso al estilo villadista y gonzalista”, en Mílada Bazant
(Coord.), Ciento Setenta y Cinco años de historia del Estado de
México y perspectivas para el Tercer Milenio, Zinacantepec, El
Colegio Mexiquense, A.C., 1999, pp. 167-194. El trabajo de Yadira
Hinojosa muestra el control y abuso de poder de los jefes políticos
que incidían en un mantenimiento opresivo del orden en la
entidad. Yadira Hinojosa Hernández, Casos de abusos de jefes
políticos y otros funcionarios, durante el gobierno de Fernando
González, 1904-1911, Toluca Universidad Autónoma del Estado
de México, Facultad de Humanidades, Tesis de licenciatura, 2000.
5
Rodolfo Alanis, El Estado de México durante la Revolución
Mexicana, 1910-1914, Toluca, Gobierno del Estado de México,
Secretaría de Administración, 1985. ; Ricardo Ávila Palafox,
¿Revolución en el Estado de México?, México Instituto Nacional
de Antropología e Historia-Gobierno del Estado de México, 1988.
6
Desde 1986 Ávila desarrolló su hipótesis en su trabajo “La
Revolución en el Estado de México”, en La Revolución en las
regiones, t. II, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, Instituto
de Estudios Sociales, 1986, pp. 37-371.
7
Empero, el trabajo de José Antonio Gutiérrez Gómez, El
Impacto del movimiento armado en el Estado de México, 1910-
1920,Toluca, Instituto Mexiquense de Cultura, 1997 sugiere que
a partir del inicio de la contienda bélica la paz no estuvo presente
en territorio mexiquense, a juzgar por la cantidad de encuentros
 María del Pilar Iracheta Cenecorta
Estado de México durante el periodo revolu-
cionario. Tres estudios más descriptivos que
explicativos8 abordan las modalidades de las
administraciones zapatista y constitucionalista en
la entidad, cuya divisa era remediar las
necesidades populares que, pese a los esfuerzos
del gobernador Villada sobre todo, no habían
podido ser atendidas a fondo. También cuatro
trabajos9 dan cuenta de acontecimientos revo-
lucionarios de importancia nacional y su impacto
en el Estado de México: el huertismo y la invasión
norteamericana al puerto de Veracruz, la
Convención de Aguascalientes y la lucha entre
carrancistas y zapatistas.
La aparición del Diccionario Biográfico e
Histórico de la Revolución Mexicana en el Estado
de México,10 editado por El Colegio Mexiquense,
A.C., marcó un importante esfuerzo en la carac-
terización del movimiento armado en el territorio
mexiquense. La obra identificó a no pocos autores
locales de la gesta revolucionaria, ubicó con
puntualidad acciones de guerra, mostró la
bélicos ocurridos en él, así no fueran de la magnitud e importancia
de las grandes batallas libradas en otras partes del país.
8
Rodolfo Alanís, Historia de la Revolución Mexicana en el Estado
de México. Los zapatistas en el poder, Toluca, Gobierno del Estado
de México, 1987. ; Rodolfo Alanis, “Los gobiernos provisionales
constitucionalistas en el Estado de México (1815-1917)” en Revista
del Archivo Histórico del Estado de México, segunda época, año
1, número 1, junio-diciembre, 1991, pp. 30-48. Rodolfo Alanis,
La administración pública constitucionalista en el Estado de México,
1915-1917, Toluca, Gobierno del Estado de México, 1989..
9
Arturo Romero Cervantes, “Gustavo Baz y la Convención de
Aguascalientes”, en Boletín Bibliográfico de la Hacienda y Crédito
Público, México, Dirección General de Prensa, Memoria,
Bibliografía y Publicaciones, época segunda, año XX, número 496,
abril de 1974 pp. 10-13. Ricardo Ávila Palafox “Carrancistas y
zapatistas: notas y anécdotas sobre una etapa de la lucha
revolucionaria en el Estado de México”, en Boletín del Archivo
General del Estado de México, segunda época, número 4, julio-
diciembre, 1984.Ricardo Ávila Palafox “Avatares del huertismo
en el Estado de México” en Revista del Archivo Histórico del Estado
de México, número 1, enero-junio 1987, pp. 4-38. José Antonio
Gutiérrez Gómez, “El Estado de México en el conflicto México-
Norteamerica de 1914”, en Revista del Archivo Histórico del Estado
de México, número 1, enero-junio, 1987, pp. 39-66.
10
Roberto Blancarte (Coord.), Diccionario-Biográfico e
Histórico de la Revolución en el Estado de México, Toluca, El Colegio
Mexiquense-Instituto Mexiquense de Cultura, 1992. En 1991 el
Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana
editó, con la colaboración de los gobiernos de los Estados, el
Diccionario Histórico y Biográfico de la Revolución Mexicana, en
cuyo tomo III aparecieron los diccionarios de los Estados de México,
Guanajuato, Guerrero e Hidalgo.
6
cantidad e importancia de asociaciones, partidos
y clubes políticos, así como de manifiestos,
publicaciones, tratados, planes y legislaciones.
Asimismo registró una serie de procesos políticos
y sociales que se desarrollaron en la entidad
durante el movimiento revolucionario. Por ello
en la introducción al Diccionario, se concluía que
en el Estado de México sí había habido revolución,
pero con características muy diferentes a las de
las otras entidades. En este sentido, no sólo se
registraron movimientos armados sino “quizá
sobre todo un movimiento social en búsqueda de
mayor justicia”. 11 De ahí en adelante varias
investigaciones resaltaron el papel de hombres
ilustres y de la población mexiquense en la lucha
armada. Un estudio destaca el papel de don Isidro
Fabela12 en la revolución, quien sería un tiempo
después gobernador del Estado de México. Otros
dos trabajos enfocan, desde la perspectiva
biográfica la vida y obra de don Gustavo Baz,
enfatizando el papel de don Gustavo como
guerrillero primero y luego como gobernador
zapatista de la entidad13 Haciendo acopio de
fuentes variadas, entre ellas el citado
Diccionario..., Laura O´Dogherty14 realizó una
reconstrucción del movimiento revolucionario en
la entidad. Aunque su tesis no es concluyente la
autora afirma que en la entidad el movimiento
armado puso las bases para los cambios sociales
radicales que se vivirían en la misma en las
décadas de 1920 y 1930.
En 1992 aparece el artículo de Marco
Antonio Anaya Pérez. 15 Este trabajo,con un
enfoque regional, aborda la lucha revolucionaria
que tuvo lugar en el distrito de Chalco, Estado
11
Blancarte, op cit., p. 10.
12
Manuel Miño, et al. Isidro Fabela. Imágenes de la Revolución,
Toluca, Gobierno del Estado de México- El Colegio Mexiquense,
A.C., 1994.
13
Héctor Medina Neri, Gustavo Baz, guerrillero de Emiliano
Zapata, Toluca, Talleres de Offset y Encuadernación América,
1979; Rodolfo Alanis, Gustavo Baz Prada. Vida y Obra, Toluca,
Universidad Autónoma del Estado de México, 1994.
14
Laura O´Dogherty, “El Estado de México en la Revolución,
1910-1917” en Manuel Miño y Teresa Jarquín (Coords.), Historia
General de Estado de México, v. 6, Toluca, Gobierno del Estado
de México-El Colegio Mexiquense, A.C., 1998, pp. 23-46.
15
Marco Antonio Anaya Pérez, “Inicia el movimiento armado”
en Boletín del Archivo Histórico del Estado de México, tercera
época, año 1, núm. 1, enero-junio, 1992.
Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...
de México. El estudio minucioso de la lucha ar-
mada y agraria en dicho distrito autoriza al autor
a refutar la hipótesis de que la Revolución fue
un movimiento importado y sin impacto en la
entidad. Al menos en el distrito de Chalco el
zapatismo fue asumido como un movimiento
propio por los campesinos chalquenses, quienes
pelearon por las tierras que les fueron arrebatadas
por las haciendas. Anaya refuerza su hipótesis
en un importante estudio posterior. A estas dos
investigaciones se suma otra que refuerza la
presencia zapatista en la entidad, sobre todo en
el sur.16
En la misma línea se produce otro estudio
con enfoque regional,17 que es un buen ejemplo
de microhistoria. El trabajo relata minuciosamente
los avatares de una etapa de lucha agraria
protagonizada por los pueblos del municipio de
Acolman. El autor hace uso de fuentes primarias
y testimonio orales, destacando la resistencia de
las haciendas a quedar reducidas a los límites de
la pequeña propiedad agraria en beneficio de los
pueblos y barrios, no siendo hasta el periodo
cardenista cuando se desmantelaron las hacien-
das. Una de las novedades de este estudio es el
enfoque sociológico mediante el cual se trata de
explicar la situación social y establecer la
conformación de clases sociales para conectarla
con la tenencia de la tierra. También el autor
realiza un análisis del desempeño de los grupos
locales durante el proceso revolucionario,
asimismo se analiza la actuación de los primeros
gestores ejidales y se explica la actuación de los
estratos medios y semiproletarizados del cam-
pesinado de Acolman en su lucha por alcanzar
la dotación de ejidos. El estudio finaliza con la
dotación de tierras ejidales en el Cardenismo.
Finalmente cabe resaltar que la investigación se
inscribe en lo que se ha llamado “servicio
16
Marco Antonio Anaya, Rebelión y revolución en Chalco-
Amecameca, Estado de México, 2 vols., México, Instituto Nacional
de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, 1997. Salva-
dor Rueda Smithers, “La zona armada de Genovevo de la O”, en
Cuicuilco, año II, núm. 3, enero de 1981, pp. 38-43.
17
José Alfredo Castellanos Suárez, Empeño por una expectativa
agraria: experiencia ejidal en el municipio de Acolman, 1915-1940,
México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución
Mexicana-Universidad Autonóma de Chapingo, 1998.
7
histórico” en la Universidad de Chapingo, me-
diante el cual los estudios históricos realizan una
convergencia entre el pasado y el presente “para
que los actores sociales actuales relacionen su
quehacer con la historia del pasado”. El estudio
realizado por Felipe Ávila Espinoza, 18 el cual
retoma estudios recientes sobre el movimiento
revolucionario en el Estado de México,19 refuta
claramente la hipótesis de su “importación” a la
entidad mexiquense. Ávila demuestra, ayudado
por trabajos antecesores al suyo que en el caso
del zapatismo hubo:
[...] una toma de posición y una actitud
diferenciada entre los distintos grupos,
estratos y clases sociales, que fueron des-
de la incorporación plena ya consciente a
sus filas por una identificación ideológica
y política y una visión compartida de de-
mandas y aspiraciones con una problemá-
tica agraria en varios sentidos semejante a
la que se presentó en Morelos, con líderes
autóctonos zapatistas, hasta una oposición
organizada y militante por p arte de otros
sectores, no sólo de las élites y de los gru-
pos dominantes, sino también de los sec-
tores medios y populares, por medio de
la formación de grupos denominados “vo-
luntarios” que combatieron al zapatismo
en sus localidades.20
Otro trabajo importante con enfoque regional21,
esta vez en el municipio de Texcoco, analiza el
movimiento revolucionario en ese territorio. El
autor destaca el hecho de que, pese a la situación
socioeconómica de los habitantes, no se repor-
taron importantes levantamientos masivos. Esta
situación resulta interesante y es explicada
18
Felipe Ávila Espinoza, “La revolución zapatista en el Estado
de México durante el gobierno maderista”, en Mílada Bazant
(Coord.), Ciento Setenta y Cinco años de historia en el Estado de
México y perspectivas para el Tercer Milenio, Zinacantepec, El
Colego Mexiquense, A.C., 1999, pp. 219-240.
19
Entre otros el ya citado de Anaya Pérez (1997) y el de
María Eugenia Romero Ibarra, Manuel Medina Garduño, entre el
Porfiriato y la Revolución en el Estado de México, México, Instituto
Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana.
20
Ávila Espinoza, op cit.., p. 220.
21
José Alfredo Castellanos Suárez, Impacto de la Revolución
Mexicana en Texcoco (1910-1915) en Sólo Historia, número 3,
mayo-abril, 1999, pp. 22-27.
 María del Pilar Iracheta Cenecorta
porque la población campesina en Texcoco y
otros lugares no se sublevaba fácilmente debido
a los controles políticos federales, estatales y
regionales.22 Era más posible la rebelión en
lugares del sur del Estado como Sultepec, donde
el poder zapatista se encontraba en las áreas de
las modernas haciendas que casi exclusivamente
utilizaban mano de obra temporal, mismas que
estaban rodeadas por comunidades pobres que
continuamente sufrían incursiones.23 El municipio
de Texcoco cuenta con otra obra sobre la revo-
lución,24 cuyo gran valor reside en el uso de
testimonios orales a cargo de protagonistas de la
gesta armada, quienes lucharon bajo la filiación
zapatista.
La tendencia de estudiar el movimiento
armado en el Estado de México desde el enfoque
regional continúa hoy en día, según los muestran
varios trabajos,25 varios de los cuales hacen uso
de fuentes documentales y testimoniales. Asi-
mismo la ciudad de Toluca ha sido objeto de dos
estudios referentes a la situación política, social
22
Existe una investigación que puede ayudar a explicar este
fenómeno en la entidad: Alberto Ramírez González, Poder distrital
y control político en el Estado de México durante el siglo XIX y
principios del XX, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C.,
Tesis de Maestría, 1997.
23
Claude Bataillon, et al., Ville et campaigne dans la region de
México,, París, Editions Antrophos, 1971, p. 21, apud. Dick
Papousek, “La historia rural del Estado de México en el siglo XX”,
en Manuel Miño y Teresa Jarquín (Coords.), Historia General del
Estado de México, v. 6, Toluca, Gobierno del Estado de México-
El Colegio Mexiquense, A.C., p. 231.
24
Guillermo González Cedillo, “Cuatro pueblos en la lucha
zapatista”, en Con Zapata y Villa, tres relatos testimoniales, México,
Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución
Mexicana-Secretaría de Gobernación, 1991. El trabajo se enfoca
en el área Texcoco-Chalco.
25
José Luis Manjarrez, La Revolución en el sur. Un pueblo
llamado Ixtapan, s.p.i, Laura Espejel, El movimiento campesino
en el oriente del Estado de México. El caso de Juchitepec, en
Cuicuilco, año 11, número 3, enero, 1981, pp. 33-37, este estudio,
centrado en el municipio de Juchitepec, distrito de Chalco se
centra en el porfiriato y la Revolución, durante la cual los
campesinos se unieron al zapatismo para recuperar sus tierras de
manos de los hacendados. Elisa Estrada Hernández, El movimiento
zapatista en la región del centro y sur del Estado de México, 1911-
1915, Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad
de Humanidades, tesis de licenciatura, 1985. Dos trabajos, basados
en testimonios orales, presentados en el concurso “Mi pueblo
durante la Revolución” abordan este tema desde el enfoque de
la historia pueblerina: Rafael Pozos Acatitla, “Ayotzingo durante
la Revolución”, en Mi pueblo durante la Revolución, México,
Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1984, pp. 65-71;
Ignacio Méndez Alonso, “ Recordando un poquito de mi vida “,
8
y económica experimentada durante el movi-
miento armado.26
Hay que mencionar que la gran mayoría
de los estudios mencionados hasta ahora han
abordado la rebelión agraria en el Estado de
México durante la Revolución.27 Sin embargo hay
carencia de investigaciones en torno a las haci-
endas mexiquenses, mismas que pudieran
ilustrarnos sobre la relación de estas unidades
en Mi pueblo durante la Revolución, México, Instituto Nacional
de Antropología e Historia, 1989, pp. 191-213. el autor hace una
remembranza de su adhesión al zapatismo. Maricurz Castro Ricalde,
“Doña Catalina Hinojosa y sus recuerdos de la Revolución”, en
Aire Nuestro, año 1, número 4, enero-febrero, 1986; René Rosas
Ferrusca, “Ozumba en la Revolución de 1910”, en Rosaura
Hernández (Coord.), Ozumba, cuaderno municipal número 10,
Zinacanatepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 1997, pp.53-59; René
Rosas Ferrusca, “Zumpahuacan en la Revolución de 1910”, en
Rosaura Hernández (Coord.), Zumpahuacan, cuaderno munici-
pal número 10, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 1997,
pp. 25-39; Rodolfo Alanis, “Movimiento revolucionario en los
municipios centro-sur “, en Memoria del Primer Concurso Estatal
de Historia Municipal, Toluca, Gobierno del Estado de México,
1999, pp. 89-128. Elvia Montes de Oca, ha escrito varios trabajos
relativos a la Revolución en los municipios del Estado de México:
“La Revolución Mexicana en la región de Tenango del Valle”, en
Rosaura Hernández (Coord.), Tenango del Valle, cuaderno mu-
nicipal número once, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C.,
1998, pp. 63-78; ¿Que pasó en el municipio de Jocotitlán du-
rante el periodo revolucionario y unos años después?, en Rosaura
Hernández (Coord.), Jocotitlán, cuaderno municipal número
catorce, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A. C.-H.
Ayuntamiento de Jocotitlán, 2000, pp.131-154; “La Revolución
Mexicana en la región de Joquicingo, Méx”, en Rosaura Hernández
(Coord.), Joquicingo, cuaderno municipal número quince,
Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 2000, pp. 65-84;
“Historia de la Revolución Mexicana en el municipio de Toluca”,
en Guadalupe Y. Zamudio y José Aranda (Coords), en Valle de
Toluca, devenir social y cultural, Toluca, Universidad Autónoma
del Estado de México, 2001, pp. 141-171.; ¿Qué pasó en el
municipio de Malinalco durante la Revolución Mexicana y el
Cardenismo?, en Rosaura Hernández (Coord.), Malinalco,
cuaderno municipal número 17, Zinacantepec, El Colegio
Mexiquense, A.C., 2001, pp. 143-161.
26
Rodolfo Alanís, “Notas sobre la revolución de 1910 en Toluca”,
en Boletín del Archivo General del Estado de México, número 7,
enero-abril, 1981, pp. 7-14;José Ángel Aguilar, “Toluca, distrito
y capital de la Revolución”, en Altiplano, año 1 número 4, enero-
marzo, 1985, pp. 116-124.;Alfonso Sánchez García “Toluca al inicio
de la Revolución”,en Altiplano, año 1, número 4, enero-marzo,
1985.
27
Además de los trabajos citados que abordan la cuestión agraria,
añadimos otros dos : Elisa Estrada Hernández “Pensamiento y acción
del campesino del centro-sur de México durante la Revolución”,
en Boletín del Archivo General del Estado de México, número 2,
mayo-agosto, 1979, pp. 8-9. José Antonio Gutiérrez Gómez,
“Problemas agrarios durante la Revolución Mexicana en el Estado
de México”, en Boletín del Archivo General del Estado de México,
segunda época, número 5, enero-junio, 1985, pp. 60-76.
Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...
productivas con los trabajadores rurales, con el
objeto de entender las reivindicaciones campe-
sinas durante el movimiento revolucionario. Si
bien hay que señalar que los trabajos ya citados
de Marco Antonio Anaya y José Alfredo Caste-
llanos Suárez sí tocan aspectos como la extensión
de las haciendas y de los pueblos y la relación
entre dichas haciendas y los trabajadores en los
espacios geográficos analizados por los autores.
Asimismo localizamos cuatro estudios que dan
cuenta de las actividades agrícolas e innovaciones
tecnológica en las haciendas, así como del
proceso de innovación tecnológica. En otro se
da aporta una metodología para reconstruir el
espacio ocupado por las haciendas, en este caso
las de la región de Chalco, dicha metodología
aporta elementos para estudiar el funcionamiento
de las haciendas, las relaciones con el Estado y
los vínculos socio políticos de los hacendados con
los grupos de poder. Un trabajo más investiga la
trayectoria de un prominente político
mexiquense, dueño de una hacienda. Finalmente
existe una investigación reciente sobre la historia
de una importante hacienda mexiquense, La
Gavia, cuyo autor abarca un amplio arco tempo-
ral, 1799-1932, 28 Otro tema enmarcado en la
problemática agraria es el de los recursos
hidráulicos durante el movimiento revolucionario
en la entidad mexiquense. Pero su novedad va
28
Alejandro Tortolero, Les haciendas et l‘innovation: activites
agricoles et changements techniques dans la region centrale du
Mexique (District de Chalco et etat de Morelos) 1880-1914, Tesis
doctoral, París, Ecole des Hautes Etudes en Sciencies Sociales,
1990. Del mismo autor: “Hacendados y aperos agrícolas: el caso
de la hacienda de San Nicolás del Moral en Chalco, 1880-1916,
en Manuel Miño (Coord.), Haciendas, pueblos y comunidades.Los
valles de México y Toluca entre 1530 y 1916, México, Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes. 1991. También del mismo
autor: “Haciendas y espacio: algunas reflexiones y un método
para la reconstrucción del territorio de las explotaciones”, en
Iztapalapa, año 12, número 26, julio-diciembre, 1992, pp. 77-
95. Los dos siguientes trabajos fueron publicados en: Teresa Jarquín,
Juan Felipe Leal y Fernández, et al (Coords.), Origen y evolución
de la hacienda en México: siglos XVI al XX, Toluca, El Colegio
Mexiquense, A.C.-Universidad Iberoamericana-Instituto Nacional
de Antropología e Historia, 1990, ellos son: José Alfredo Castellanos
Suárez, “Modernización técnica en la hacienda de Santa Catarina,
municipio de Teotihuacán, Estado de México (1904-1925)” pp.253-
262; Patricia Luna Marez y María Eugenia ¨Romero Ibarra, “Manuel
Medina Garduño: hacendado, empresario y político del Estado
de México, 1911-1913”, pp. 176-183; Xavier Guzmán
9
aparejada con el escaso interés que ha recibido
hasta ahora. Hasta este momento localizamos dos
trabajos que tratan sobre el agua, que es un
recurso esencial para la vida de los habitantes
del Estado de México.29 En el primero la autora
abarca una zona más amplia que la de la entidad,
pues aborda la problemática para todo la zona
centro de México, cuyas plantas hidroeléctricas
sufrieron los embates de las tropas zapatistas El
segundo trabajo se desarrolla en un marco tem-
poral más amplio que el revolucionario y aborda
una temática esencial respecto al agua: sus
derechos y usos sociales.
Existen algunos estudios acerca del sector
obrero mexiquense durante la gesta revolu-
cionaria. Tenemos noticia de cinco.30 El primero
de ellos, desarrolla la lucha de los dos grupos
mexiquenses más desprotegidos: los campesinos
y los obreros, sobre éstos últimos, el autor destaca
el proceso de la lucha obrera durante los sucesivos
gobierno federales y estatales, que culminaron
en la conformación de sindicatos que protegían
los intereses de los trabajadores. El segundo trabajo
reviste una mayor importancia en cuanto se
refiere al estudio de la lucha obrera mexiquense.
En él destacan tres aspectos principales que
Urbiola,México en una gavia: una hacienda del Valle de Toluca,
1799-1932, México, Universidad Nacional Autónoma de México,
Facultad de Filosofía y Letras, 2001, Tesis de Licenciatura.
29
Diana Birrichaga Gardida, “Desorden revolucionario: los
ataques zapatistas a las compañías hidroeléctricas en el centro de
México, en Sólo Historia, número 10, octubre-diciembre, 2000,
pp. 34-39; María del Carmen Chávez Cruz, Amalia Sandra Ramírez
Solórzano, Derechos y usos sociales del agua en el Estado de México,
1888-1946, Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México,
Facultad de Humanidades, 1999, Tesis de Licenciatura.
30
Norberto López Ponce, “Obreros y campesinos mexiquenses
durante la Revolución Mexicana”, en Pilar Iracheta y Elvia Montes
de Oca (Coords.), Estado de México. Tras la huella de su historia,
Toluca, El Colegio Mexiquense, A.C.-H. Ayuntamiento de Toluca,
1996, pp. 205-245.Norberto López Ponce y Pilar Iracheta, “El
movimiento obrero”, 1910-1920", en Manuel Miño y Teresa Jarquín
(Coords.), Historia General del Estado de México, v. 6, Toluca,
Gobierno del Estado de México-El Colegio Mexiquense, A. C.,
1998, pp. 47-68. Margarita García Luna, Huelgas de mineros en
El Oro, México, 1911-1920, Toluca, Secretaría del Trabajo del
Gobierno del Estado de México, 1988; . Norberto López Ponce
“La organización de los obreros textiles. Miraflores” en Alejandro
Tortolero (Coord.), Entre lagos y volcanes. Chalco-Amecameca:
pasado y presente, v.1, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C.-
H. Ayuntamiento de Chalco, 1993. Laura Espejel, “San Rafael: un
pueblo y una empresa. Imágenes de su historia”, México, s.p.i
(inédito) (1993).
 María del Pilar Iracheta Cenecorta
caracterizan dicha lucha en el periodo
revolucionario: una continua demanda de
beneficios laborales, un ascendente proceso de
organización y una clara tendencia a la formación
sindical. Una característica relevante fue que los
trabajadores no buscaban cambiar radicalmente la
estructura capitalista, ni influir en el gobierno o
participar en la configuración del Estado. En este
sentido las luchas de las fracciones revolucionario
no fueron asumidas por los obreros mexiquenses,
quienes permanecieron neutrales. El tercer estudio
se refiere a la condición de explotación sufrida
por los mineros de El Oro, gran productor de
metales, y las huelgas protagoni-zadas por dichos
mineros en su lucha por conseguir mejores
condiciones laborales y de vida. La cuarta
investigación explora, desde un enfoque regional,
la organización y lucha de los obreros de
Miraflores. Un último trabajo es una muestra de
cómo usar un acervo fotográfico como fuente de
conocimiento histórico, en este caso la historia de
una fábrica y del pueblo donde ésta se asentó.
Menos atención aún ha recibido la historia
empresarial, de hecho conocemos un estudio
solamente.31 En cuanto al proceso de indus-
tralización en la época revolucionaria, contamos
con dos investigaciones en torno a la industria
textil. El primer estudio se refiere a la historia de
dicha industria en un municipio de la entidad. El
segundo relaciona el desarrollo de la industria textil
con el conflicto obrero-patronal en una zona
amplia, el centro-oriente de México32
Dentro del notorio avance que han tenido
los estudios en torno a la Revolución Mexicana
en el Estado de México, destacan algunos trabajos
dedicados a diversos aspectos de la lucha ar-
mada, aparte de los ya mencionados. Por ejemplo
la investigación en torno al aspecto legislativo
31
Lucía Martínez Moctezuma, “Españoles en Chalco. Estrategias
de empresarios frente a la fuerza de trabajo, 1895-1915” en Alejandro
Tortolero (Coord.), Entre lagos y volcanes. Chalco-Amecameca:
pasado y presente, v. 1, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C.-
H. Ayuntamiento de Chalco, 1993 pp.l 301-334.
32
Coralia Gutiérrez Álvarez, Experiencias contrastadas:
industrialización y conflicto en los centros textiles del centro-oriente
de México, 1884-1917, México, El Colegio de México- Benémerita
Universidad de Puebla, 2000; María Teresa Dorantes, Historia
de la industria textil en el Estado de México: Fábrica María, 1895-
1966, Toluca, s.n., 1980.
10
del movimiento revolucionario, cristalizado en las
labores del Congreso Constituyente del Estado de
México,33 trabajo riguroso que abarca aspectos
como el contexto histórico en el que realizó sus
trabajos el Congreso, un análisis jurídico de las
leyes dictadas, la relación entre la Constitución
y la tenencia de la tierra. Asimismo la obra
contiene todas las actas de las sesiones del
Congreso y las biografías de los constituyentes.
A este estudio se aúna otro 34 que aborda la
reconstrucción de los poderes ejecutivo y
legislativo en el Estado de México a partir de
1917 y hasta 1925, periodo en que se inicia el
proceso de institucionalización en la entidad
mexiquense.
El tema de la minería la cual fue un renglón
económico importante de la entidad cuenta con
un solo estudio que, además finaliza en 1910.35
Lo mismo sucede con la historia empresarial.36
Las finanzas estatales durante el periodo
revolucionario han sido tema de dos estudios.37
Si bien ninguno de los dos se refiere exclu-
sivamente a la problemática financiera del Estado
de México en la Revolución, ambos trabajos
tienen la ventaja de analizar la estructura fiscal
en periodos de larga duración lo cual permite
llegar a conclusiones más profundas y certeras.
Empero para el caso de los años revolucionarios
el autor concluye que las finanzas sufrieron una
33
Gerald L. McGowan, El Congreso Constituyente del Estado
Libre y Soberano de México, 1917, 3 vols., México, El Colegio
Mexiquense, A.C.-Gobierno del Estado de México, 1992.
34
Susana Violeta Rojas González y Araceli González López,
Reconstrucción de los poderes ejecutivo y legislativo en el Estado
de México, 1817-1925, Toluca, Universidad Autónoma del Estado
de México, Facultad de Humanidades, Tesis de licenciatura, 2000.
35
Gómez González, Yenny Lilia, La minería en el Estado de
México, 1900-1910, Toluca, Universidad Autónoma del Estado
de México, Facultad de Humanidades, Tesis de Licenciatura, 1986.
36
Lucía Martínez Moctezuma, “Un empresario en el valle de
México: Iñigo Noriega Laso, 1867-1913”, en Manuel Miño (Coord.),
Haciendas, pueblos y comunidades . Los valles de México y Toluca
entre 1539 y 1916, México, Consejo Nacional para la Cultura y
las Artes, 1991, pp. 300-317.
37
Paolo Riguzzi, “Hacienda pública y fiscalidad en el Estado
de México, 1870-1929”, en Pilar Iracheta y Elvia Montes de Oca
(Coords.), Estado de México. Tras la huella de su historia, Toluca,
El Colegio Mexiquense, A.C.-H. Ayuntamiento de Toluca, 1996,
pp. 173-203.; Paolo Riguzzi, “Crisis y reorganización del sistema
fiscal”, en Mílada Bazant (Coord.) Ciento Setenta y Cinco años de
Historia del Estado de México y perspectivas para el Tercer Milenio,
Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 1999, pp. 195-217.
Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...
crisis de la cual no se recuperarían sino hasta los
años de la década de 1930.
Un aspecto que ha merecido una mayor
atención ha sido el de la educación, abordado en
estudios. El primero de ellos investiga la
interesante y conflictiva relación entre la
educación y la religión, a través del análisis de
los debates legislativos del Congreso Consti-
tuyente del Estado de México en 1917. Hablando
de religión, contamos con un trabajo relativo a
la legislación anticatólica en México que abarca
un largo periodo que finaliza en 1917. 38 El
segundo tiene un enfoque institucional y de larga
duración, pues aborda la historia de un plantel
educativo desde 1911 a 1966.El segundo trabajo
se vale también del enfoque regional para
analizar la educación y la actuación de los maes-
tros rurales en el municipio de Toluca. 39 La
tercera investigación abarca un periodo más
amplio que el de la Revolución.40 En este sentido
el problema educativo durante ese periodo es
visto de manera panorámica, sin ahondar
demasiado. Sin embargo el estudio aporta la
definición y caracterización de las diferentes
corrientes educativas implantadas en la entidad
durante el movimiento revolucionario y épocas
posteriores. Un cuarto trabajo vuelve al enfoque
institucional, abordando el funcionamiento del
Instituto Científico y Literario de Toluca en el
contexto de la Revolución Mexicana. Dos trabajos
tratan temas novedosos a saber: el establecimiento
de dos escuelas de obstetricia y el debate sobre
el servicio gratuito o la remuneración de la
educación superior,41 si bien hacemos notar que
38
Jorge Martínez Vázquez, La confrontación educativa. Estado
Mexicano e Iglesia Católica en los debates legislativos de 1917. El
caso del Estado de México, Toluca, Universidad Autónoma del Estado
de México, Facultad de Humanidades, 1991. Félix Navarrete, De
Carrabus a Carranza. La Legislación anticatólica en México, 1793-
1917, México, Jus, 1957.
39
José Luis García Martínez, Educación escuelas y maestros
rurales en el municipio de Toluca, 1910-1917, Toluca, Universidad
Autónoma del Estado de México, Facultad de Humanidades, Tesis
de licenciatura, 1996.
40
Alicia Civera Cerecero, Raquel Beato King, “Política Educativa,
1910-1990”, en Manuel Miño y Teresa Jarquín (Coords.) Historia
General del Estado de México, v. 6, Toluca, Gobierno del Estado
de México-El Colegio Mexiquense, A.C., 1998, pp. 381-410.
41
Liliana Pérez González, El funcionamiento del Instituto
Científico y Literario “Porfirio Díaz” en el contexto de la Revolución
11
ambos estudios parten del siglo XIX y se detienen
en la fecha de inicio de la Revolución, 1910. La
misma situación se da con cuatro trabajos que
abordan distintas temáticas.42
La política sanitaria, es abordada en un
estudio dentro de un periodo mucho más amplio
(1824-1937).43 El punto de partida de la autora
es la lucha del sector salud mexiquense por la
sobrevivencia y alargamiento de la vida de los
habitantes de la entidad. En cuanto al periodo
revolucionario cabe resaltar que, según la
investigadora éste estuvo marcado por la carestía,
la escasez de alimentos que fueron consecuencia
de la expansión de enfermedades epidémicas
Sobre esta última problemática la autora produjo
dos trabajos sobre la acción gubernamental en el
combate a la viruela.44 El papel de la mujer en
la lucha revolucionaria en varios estados de la
república es un tema que ha cobrado auge en
los últimos años. Sin embargo hasta ahora existe
un solo estudio sobre este importante aspecto del
Mexicana, 1910-1915, Toluca, Universidad Autónoma del Estado
de México, Facultad de Humanidades, Tesis de licenciatura, 2000.
Mílada Bazant, “Dos escuelas de obstetricia: la privada Luis G.
Ezeta y la pública en el Hospital de Maternidad”, Toluca, 1892-
1910, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 2000,
Documentos de Investigación número 51; de la misma autora: “La
falange negra del proletariado intelectual. Debates en torno a la
gratuidad o remuneración de la educación superior, 1900-1910”,
Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 2000, Documentos
de Investigación número 52.
42
Los cuatro trabajos que se citan a continuación fueron
publicados en: Alicia Civera Cerecedo (Coord.), Experiencias
educativas en el Estado de México: Un recorrido histórico,
Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 1999. Dichos trabajos
son: “Mílada Bazant, “La mística del trabajo y el progreso en las
aulas escolares, 1874-1911”, pp. 143-162; Lucía Martínez
Moctezuma, “Un país una patria: lecturas de historia en el Estado
de México durante el porfiriato”, pp. 195-228; María del Car-
men Gutiérrez Garduño, “La construcción de un modelo educativo
de utilidad social: La Escuela de Artes y Oficio para señoritas del
Estado de México, 1891-1910” pp. 263-284.
43
Marta Vera, “La lucha por la supervivencia: la acción sani-
taria pública en el Valle de Toluca”, en Guadalupe Y. Zamudio y
José Aranda (Coords.) Valle de Toluca: devenir social y cultural,
Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México, 2001, pp.
53-83. Esta autora redondea esta problemática en su tesis doc-
toral: Sobrevivencia en el Estado de México, 1898-1930, México,
El Colegio de México, 2001.
44
Marta Vera, “La inmunización contra la viruela en el Estado
de México”, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 2000
Documentos de Investigación número 43, “Vigilancia y control
de la viruela a cargo de instancias gubernamentales, 1891-1930”,
Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 2000, Documentos
de Investigación número 45.
 María del Pilar Iracheta Cenecorta
movimiento armado mexiquense.45 El trabajo
consiste en una visión panorámica de la actuación
de las mujeres en los diversos ámbitos de la vida
de la entidad, desde las amas de casa, las
maestras, las obreras y las lideresas militares.
Tampoco la temática religiosa ha sido de interés
para los historiadores, consignamos un sólo
estudio con enfoque regional, que, además abarca
un periodo más amplio que revolucionario.46
También el aspecto artístico y cultural ha recibido
muy poca atención de los estudiosos. Al respecto
existe un sólo estudio que aborda de manera
general y dentro de un periodo más amplio (1900-
1960) algunas manifestaciones culturales de la
entidad en el periodo revolucionario.47 Otro
estudio, referente a la arquitectura mexiquense
en la Revolución, se centra únicamente en la
ciudad de Toluca. Finalmente un estudio se aboca
a la historia de la arqueología, desarrollando el
tema de la primera expedición arqueológica a
Teotihuacan.48 Entre la variedad de temáticas que
han sido objeto de estudio en el periodo
revolucionario destaca una que habla de la
curiosidad de los investigadores por incursionar
en temas poco tratados como es el proceso de
secularización de cementerios. El propósito del
autor es analizar desde una perspectiva
antropológica, cómo se produce dicho proceso
desde 1908 al año 2000.49
45
María del Pilar Iracheta Cenecorta, “Luz y sombra. Las mujeres
y la Revolución Mexicana en el Estado de México”, en Sólo Historia,
número 8, abril-junio, 2000, pp. 34-40.
46
Laura Espejel, “El Metodismo en Miraflores, Estado de México.
Una experiencia local, 1874-1929”, sp.p.i
47
Yolanda Sandoval Santana “Manifestaciones de la cultura” en
Manuel Miño y Teresa Jarquín (Coords.), Historia General del Estado
de México, v. 6, Toluca, Gobierno del Estado de México- El Colegio
Mexiquense, A.C., 1998, pp. 343-357.
48
Margarita García Luna, “Arquitectura toluqueña en los años
de la Revolución Mexicana”, en Guadalupe Y. Zamudio y José
Aranda (Coords.), Valle de Toluca.: Devenir social y cultural, Toluca,
Universidad Autónoma del Estado de México, 2001, pp.271-287.
María del Pilar Iracheta Cenecorta, “La otra historia de la exploración
de Teotihuacan (1905-1910)” en Expresión Antropológica, nueva
época, número 7, pp. 7-21.
49
Elías Gutiérrez García, Hacia la secularización de la muerte.
Historia breve de la construcción de los cementerios y la celebración
del día de muertos en San Mateo Oxtotitlán, 1908-2000, Toluca,
Universidad Autónoma del Estado de México, Tesis de licenciatura,
2001.
12
1.2. Balance y Perspectivas
Haciendo un balance de los estudios sobre la
Revolución Mexicana en el Estado de México,de
los años setenta en adelante dichos estudios han
ido en aumento. Las investigaciones producidas
han permitido el avance en la caracterización de
esta etapa histórica de la entidad. Después del
aspecto político la problemática agraria ha recibido
una creciente atención por parte de los
investigadores, centrándose preferentemente en
estudios regionales, los cuales han permitido
analizar minuciosamente el proceso agrario y con
él la identificación y caracterización de los actores
sociales gestores de los movimientos agrarios. El
movimiento obrero ha suscitado un menor interés,
aunque los trabajos dedicados al tema son
importantes. Estas dos líneas de investigación han
abierto una brecha en la reinterpretación de la
Revolución en territorio mexiquense como un
fenómeno endógeno y no “importado” como lo
habían mostrado los primeros trabajos sobre el
tema. Empiezan a abrirse nuevas líneas de
investigación que enriquecen el conocimiento en
torno a cómo fue vivido el proceso revolucionario
por los mexiquenses. En otras palabras ha cobrado
vigor la corriente “revisionista” de la revolución
en el Estado de México Sin embargo, como se
desprende del número de trabajos que abordan
diferentes aspectos de la Revolución, las
perspectivas de investigación son muy vastas.
Hacen falta un mayor número de trabajos con
enfoque regional que aborden las problemáticas
ya estudiadas y otras nuevas. Dejando a un lado
los estudios generales sobre el movimiento
revolucionario en el Estado es necesario reforzar
los estudios regionales con el objeto de que los
municipios de la entidad cuenten con una historia
más completa y comprensiva en torno a la
Revolución Mexicana, pues varios de los procesos
iniciados en esa etapa histórica inciden hoy en la
historia contemporánea de dichos municipios.
1.3. La Etapa de Reconstrucción (1920-1940)
En el aspecto político el periodo post revolu-
cionario ha recibido creciente atención por parte
Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...
de los historiadores, dado que empieza a
comprenderse la importancia de este proceso
histórico al ser una etapa de estabilidad política
interna, —fenómeno no muy común en la vida
de las entidades federativas de aquella época—
misma que permitió sentar las bases de un
sistema político que se iría consolidando a lo largo
del siglo XX. Esta estabilidad política fue acom-
pañada de un impulso a la obra pública, el
fomento industrial y la reforma agraria. Los
estudios existentes revisten gran importancia
porque rescatan un periodo hasta hace poco
“olvidado” por la historiografía local. Entre los
momentos culminantes del periodo destaca la
formación del Partido Socialista del Trabajo (PST)
considerado por algunos estudiosos como el
antecedente del Partido Nacional Revolucionario
(PNR) que luego se transformaría en el Partido
Revolucionario Institucional (PRI). En efecto, el
líder del PST, Filiberto Gómez fue presidente del
comité organizador del PNR.
Corresponde a Gustavo G. Velázquez el
inicio de los estudios de la formación e impacto
del PST en el Estado de México,50 Destacan los
trabajos producidos por Alfonso Sánchez García51
quien estudia la formación, auge y decadencia
del Partido Socialista del Trabajo, basado en el
periódico “Acción Social” órgano informativo del
PST. Si bien los dos trabajos del autor carecen de
aparato crítico, acercándose más bien a la crónica,
la información que proporcionan es muy valiosa
para conocer la estructura y funcionamiento de
un organismo político de tanta trascedencia en
la vida del Estado de México.
Cabe el mérito a Carlos Herrejón de haber
realizado un detallado estudio de los años veintes
y treintas en el Estado de México, tratando de
abarcar diversos aspectos de las políticas públicas
establecidas por los gobiernos estatales, si bien
la obra de Herrejón es una historia general de
50
Gustavo G. Velázquez, Toluca de Ayer, T. II, México,
Biblioteca Enciclopédica del Estado de México, 1972.
51
Alfonso Sánchez García, El círculo rojinegro, Toluca
Universidad Autónoma del Estado de México, 1984; Ocaso y fi-
nal del círculo rojinegro, Toluca, Universidad Autónoma del Estado
de México, 1991.
13
la entidad.52 Otro rasgo característico de la etapa
posrevolucionaria mexiquense fue el predominio
y proyección nacional de varias familias de
políticos como los Gómez y los Rivapalacio.
Utilizando fuentes de primera mano un estudio53
describe y analiza, si bien de manera breve, la
actuación de estas familias de políticos mexi-
quenses, enfatizando sus logros en aspectos como
el desarrollo industrial, las comunicaciones, la
Reforma Agraria, la educación. El historiador cierra
su trabajo con la muerte de los hermanos Gómez
y la decadencia del Partido Socialista del Trabajo.
Existe otro trabajo sobre la actitud de las élites
políticas estatales, marcadamente el gomismo, y
el PST ante el sistema político nacional.54 Otro
estudio estudia el proceso de institucionalización
del régimen político centrado en el Partido
Socialista del Trabajo en el periodo 1928-1934.55
Dentro de este grupo de estudios de corte
político incluimos uno que aborda un tema
novedoso: el del estudio de las elecciones en la
entidad.56 El enfoque del trabajo es sociológico,
específicamente en la llamada sociología elec-
toral y abarca un periodo amplio (1917-1993).
El autor aborda el tema desde la perspectiva
regional y estatal. En lo que concierne a la etapa
que reseñamos, el investigador analiza las
elecciones llevadas a cabo en los periodos que
van de 1917 a 1941.
Como mencionamos uno de los aspectos
sobresalientes en la administración posrevo-
lucionaria fue la Reforma Agraria, esta problemática
ha atraído a varios historiadores quienes han
52
Carlos Herrejón Peredo, Historia del Estado de México, Toluca,
Universidad Autónoma del Estado de México, 1985.
53
Carlos Macías Richard, “La reconstrucción institucional, 1929-
1935”, en Manuel Miño y Teresa Jarquín (Coords.), Historia General
del Estado de México, v. 6, Toluca, Gobierno del Estado de México-
El Colegio Mexiquense, A.C., 1998, pp. 71-89.
54
Salvador Maldonado, “Rediscutiendo el centralismo político:
élites políticas, el gomismo y el PST en el Estado de México (1823-
1940)” en Relaciones, número 82, vol. XXI, primavera de 2000,
pp. 233-266.
55
Jenaro Reynoso Jaimes, Institucionalidad del regimen político
en el Estado de México, 1928-1934, Toluca, Universidad Autónoma
del Estado de México, Facultad de Humanidades, tesis de
licenciatura en historia, 1991.
56
Álvaro Arreola Ayala, La sucesión en la gubernatura del
Estado de México, 1917-1993, Zinacantepec, El Colegio Mexi-
quense, A.C., 1995.
 María del Pilar Iracheta Cenecorta
realizado una serie de estudios sobre aquélla. Como
la mayoría de las investigaciones son tesis de
licenciatura, los enfoques y resultados han sido
disparejos.57 Destaca un estudio que relaciona la
reforma agraria con la problemática de los pueblos
indígenas del Estado de México.58 Mención aparte
merece un trabajo que analiza el proceso de
restitución de tierras en el Estado de México,
desarrollado entre 1915 y 1989.59 Esta investigación
es probablemente, la más seria que se ha hecho
en la materia. Desde la perspectiva de la socio-
lógica política el autor argumenta que el conflicto
por la tierra, su control y concentración no puede
reducirse al recurso físico; la pugna se explica por
el enfrentamiento entre diversos proyectos histó-
ricos: el modelo de propiedad comunal de la tierra
frente al proyecto estatal (implantado desde el siglo
XIX) dirigido a disolver y eliminar el proyecto de
la propiedad colectiva de los pueblos, pues éste
contravenía la pequeña propiedad impulsada por
el Estado. Por ello, en el proceso de la Reforma
Agraria, el Estado no reconoció la propiedad
comunal de las tierras y favoreció un reparto agrario
57
Roberto Gayón Cruz, Dotaciones de tierras ejidales
comprendidas de 1919 a 1968, Toluca, gobierno del Estado de
México, 1969. Juan Antonio Recio Velarde, Efectos de la reforma
agraria en la estructura socioeconómica del Distrito de Texcoco,
México, Universidad Iberoamericana, Tesis de Licenciatura, 1973.;
Marisol Arias, La reforma agraria en el municipio de Atlacomulco,
México de 1917 a 1940, Toluca, Universidad Autónoma del Estado
de México, 1980. Juan Carlos Becerril Andrade, Un caso de reforma
agraria en el Estado de México. Otzolotepec, 1915-1940, Toluca
Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad de
Humanidades, Tesis de licenciatura, 1988.; Ricardo Hernández
Navarrete, El problema agrario en Jiquipilco, 1915-1940, Toluca
Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad de
Humanidades, Tesis de licenciatura, 1993.; Rogelia Morales
Sánchez, Dotación y ampliación de ejidos en San Andrés
Cuexcontitlán de 1917 a 1938, Toluca, Universidad Autónoma
del Estado de México, Facultad de Humanidades, Tesis de
licenciatura, 1999. Elvia Montes de Oca, “El reparto de tierra en
el municipio de Toluca”, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense,
A.C., 2001, 35 pp., Documentos de Investigación número 59
58
Antonio Huitrón, La Reforma agraria y el problema indígena
en el Estado de México, Toluca, Congreso Nacional Agrario de
Toluca, 1961.
59
Eduardo Aguado López, Una mirada al reparto agrario en el
Estado de México (1915-1992). De la dotación y restitución a la
privatización de la propiedad social, Zinacanatepec, El Colegio
Mexiquense, A.C., 1998. El autor refuerza su tesis en otro estudio:
“Restitución de tierras y modernidad: las trampas legales de la
disputa”, en Mílada Bazant (Coord.) Ciento Setenta y Cinco Años
de historia del Estado de México y perspectivas para el Tercer Milenio,
Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 1999, pp.241-275.
14
centrado en el ejido, mediante la negativa de
restitución de tierras y su reversión en dotación
ejidal, según se demuestra en los cuadros presen-
tados en el trabajo. Empero, durante el gobierno
del coronel Filiberto Gómez (1829-1932) se
realizaron intentos por concebir el desarrollo de la
agricultura apoyado no exclusivamente en el reparto
agrario. Por el ello el gomismo instauró el llamado
cooperativismo, sistema económico-social, basado
en la organización de sociedades de ayuda mutua,
con el objeto de que el reparto agrario fuera inte-
gral y los agricultores contaran con otros instru-
mentos, aparte de la tierra, para lograr la
autosuficiencia. Un trabajo aborda el intento de
establecer un sistema de granjas cooperativas en
la ciudad de Toluca.60 Problemática afín a la agraria
es la de los usos del agua en el medio rural,
específicamente el riego. Dos estudios enfocan el
tema a nivel regional. Uno investiga la historia de
un distrito de riego del Alto Lerma.61 El otro se aboca
a la reconstrucción histórica del sistema de riego
en la región de Texcoco entre 1920 y 1930, si bien
la autora lleva su estudio hasta 1991.62
En otro orden de cosas, en agudo contraste
con la actitud de algunos gobernantes de los estados
de la República, los gobiernos post revolucionarios
mexiquenses, en especial los de Abundio y Filiberto
Gómez entablaron relaciones armoniosas con el
clero. No sucedió así con el gobierno de Carlos
Rivapalacio, estrechamente ligado a Plutarco Elías
Calles, conocido opositor del clero mexicano. Una
de las consecuencias de la relación tirante entre el
gobierno y la Iglesia Católica fue la guerra cristera
que impactó directamente en el Estado de México.
60
María del Pilar Iracheta Cenecorta, “Las granjas cooperativas
del sistema Ezeta”, en Castálida, año IV, números 11-12, primavera-
verano, 1998, pp. 71-72.
61
María Lucila García Huerta, Irrigación y política: historia del
distrito de riego número 11 del Alto Lerma, 1926-1978, Toluca,
Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad de
Humanidades, Tesis de Licenciatura, 2000.
62
Marci Lane Rodríguez, “Estudio preliminar sobre la
reconstrucción del sistema de riego en la región de Texcoco en
1920-30 y 1991”, en Carmen Viqueira Landa y Lydia Torre Me-
dina (Coords.), Sistemas hidráulicos, modernización de la
agricultura y migración, Zinacantepec, El Colegio Mexiqiuense-
Universidad Iberoamericana, 1994, pp. 137-161.
Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...
Tan importante proceso histórico no ha merecido
más que un estudio monográfico.63
La educación en este periodo ha recibido
cierta atención por parte de los investigadores. Existe
una investigación relevante sobre la política
educativa en el Estado de México, una de cuyas
virtudes es que rebasa el aspecto educativo para
adentrarse en la situación política del periodo 1910-
1950.64 Citamos de nuevo un estudio que aborda
también esa temática de 1910 a 1990, tocando el
periodo de 1917 a 1940.65 Ahora bien, la educación
en los años treinta en el Estado de México estuvo
signada por la implantación de la Escuela Socialista,
experimento aplicado a nivel nacional durante el
periodo del general Lázaro Cárdenas (1934-1940).
Los historiadores mexiquenses han mostrado un
particular interés por la controvertida reforma
socialista del sistema educativo de la entidad. Dos
tesis de licenciatura en historia inauguran el estudio
de la Escuela Socialista mexiquense, si bien el ámbito
territorial de las dos investigaciones no abarca toda
la entidad,66 caso similar al de una investigación67
que aborda el fenómeno en dos municipios del sur
del Estado, sustentada en la tesis de que la hetero-
geneidad política, cultural y económica de la entidad
impide una explicación general de las modalidades
que asumió en la práctica la escuela socialista. Sin
embargo se trata de un estudio regional que
profundiza y analiza con seriedad el desarrollo de
63
María del Carmen Colín Contretas, La rebelión cristera en el
Estado de México, 1925-1929, Toluca, Universidad Autónoma del
Estado de México, Facultad de Humanidades, Tesis de Licenciatura,
1989. Carlos Herrejón aborda este periodo de la rebelión cristera
en su libro Historia del Estado de México, Toluca, Universidad
Autónoma del. Estado de México, 1985, en el cual aporta
importantes datos. El estudio de Jean Meyer, La Cristiada, México,
Siglo XXI, 1979, contiene abundante información relativa al Estado
de México.
64
Eugenio Martínez Gutiérrez, Política educativa en el Estado
de México, 1910-1950, Toluca, Gobierno del Estado de México-
Universidad Autónoma del Estado de México, 1990.
65
Civera y Beato, op cit.
66
Patricia Hurtado Tomas, Intentos de la educación socialista en
el Estado de México, la Escuela Normal Mixta, Toluca, Universidad
Autónoma del Estado de México, Tesis de licenciatura, 1986.; Bruno
Sánchez Hisojo, La educación socialista en las escuelas primarias
federales del Valle de Toluca, 1934-1946, Toluca, Universidad
Autónoma del Estado de México, Tesis de licenciatura, 1995.
67
Alicia Civera Cerecedo, Entre surcos y letras. Educación para
campesinos en los años treinta, Zinacantepec, Estado de México,
El Colegio Mexiquense A.C.-Instituto Nacional de Estudios Históricos
de la Revolución Mexicana, 1997.
15
la educación socialista en los municipios
seleccionados. Un trabajo68 plantea una visión gen-
eral de la implan-tación y funcionamiento de la
escuela socialista en todo el Estado de México uno
de sus más relevantes méritos es el exhaustivo
acopio de fuentes de primera mano inéditas y de
testimonios orales, así como la consideración de todos
los niveles educativos en los cuales se implantó la
Escuela Socialista. A este trabajo se suma otro de
la misma autora,69 en el cual se rescatan los valores
inculcados por la educación socialista a los
educandos. La perspectiva regional en el estudio
de la Escuela Socialista es retomada en otro estudio
que abarca los distritos de Texcoco y Chalco.70 En
este trabajo el autor realiza un interesante enfoque
de larga duración en torno al desarrollo de la
educación federal en el Estado de México y el
significado coyuntural de la implantación de la
Escuela Socialista. Asimismo el investigador retoma
la tesis ya desarrollada en el trabajo de Civera sobre
Tenancingo y Malinalco de la heterogeneidad re-
gional en la respuesta a la educación socialista.
Mientras que el distrito de Texcoco ésta encontró
mayor resistencia y registró un nivel de conflic-
tividad más amplio que en el distrito de Chalco,
debido a la mayor presencia del aparato ecle-
68
Elvia Montes de Oca Navas, La educación socialista en el
Estado de México, 1934-1940. Una historia olvidada, Toluca, El
Colegio Mexiquense, A.C.-Instituto Tecnológico y de Estudios
superiores de Monterrey, Campus Toluca, 1998. Un antecedente
resumido de esta obra es “Historia de la educación socialista en
el Estado de México, 1934-1940” en María del Pilar Iracheta
Cenecorta y Elvia Montes de Oca Navas, Estado de México. Tras
la huella de su historia, Toluca, El Colegio Mexiquense, A.C.-H.
Ayuntamiento de Toluca, 1996, pp. 247-279. Otros tres trabajos
de esta autora sobre la educación socialista son: “La educación
socialista en el municipio de Toluca, 1934-1940, Zinacantepec,
El Colegio Mexiquense, A.C., 1998, Documentos de Investigación
número 24; “Protagonistas de la educación socialista en el Estado
de México”, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C. 1998,
Documentos de Investigación número 34; “Historia de la educación
socialista en Ixtapan de la Sal, 1934-1940”, en Rosaura Hernández
(Coord.), Ixtapan de la Sal, cuaderno municipal número dieciséis,
Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 2000, pp. 99-113.
69
Elvia Montes de Oca Navas, “Los valores contenidos y
enseñados en la escuela socialista, 1934-1940”, en Alicia Civera
Cerecedo (Coord.), Experiencias educativas en el Estado de México.
Un recorrido histórico, Toluca, El Colegio Mexiquense, A.C., 1999,
pp. 395-431.
70
Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos, “La Escuela Socialista
en la región de los lagos y los volcanes”, en Alicia Civera Cerecedo
(Coord.), Experiencias educativas en el Estado de México. Un
recorrido histórico, Toluca, El Colegio Mexiquense, A.C., 1999,
pp. 355-394.
 María del Pilar Iracheta Cenecorta
siástico católico en Texcoco. Otro trabajo con en-
foque regional analiza el impacto de la reforma
educativa de 1934 en el distrito de Tenango del
Valle. 71
Un trabajo aborda una problemática
novedosa dentro de los estudios educativos de
la época: el del gasto destinado a la educación
durante el transcurso de varios periodos de
gobierno, que van de 1917 a 1945.72 Sin duda,
como se señala en el estudio, el gasto educativo
es esencial para conocer y analizar la forma en
que se concretó el discurso político en torno a
las “realizaciones” educativas pregonadas por los
sucesivos regímenes políticos. Concluimos que
este trabajo abre una importante línea de
investigación sobre el la relación del gasto público
y el desarrollo del sistema educativo mexiquense.
La organización sindical del magisterio es
abordada por este mismo autor,73 cubriendo una
laguna dentro del contexto de los estudios
educativos sobre el periodo 1920-1940, incli-
nados, más bien a los lineamientos educativos de
los gobiernos federal y estatal, plasmados en
planes, proyectos y reformas educativas.
La presencia de la industria ha marcado en
buena parte el rumbo económico de la entidad.
Si bien la industrialización del Estado de México
recibió un impulso definitivo en los años sesenta,
existen antecedentes importantes del proceso de
industrialización desde los años cuarenta. Varios
investigadores se han interesado por esta
problemática, en el periodo que tratamos. Un
trabajo considerado ya clásico fue el realizado por
71
Elvia Montes de Oca Navas, “¿Que paso en el distrito de
Tenango del Valle cuando se aplicó la reforma educativa de 1934?”,
en Rosaura Hernández (Coord.), Tenango del Valle, cuaderno
municipal número11, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C.,
1998, pp. 79-100.
72
Norberto López Ponce, “El gasto educativo: de Agustín Millán
a Isidro Fabela”, en Alicia Civera Cerecedo (Coord.), Experiencias
educativas en el Estado de México: Un recorrido histórico, Toluca,
El Colegio Mexiquense, A.C., 1999, pp. 285-353.
73
Norberto López Ponce, El proceso de organización sindical
de los maestros del Estado de México, 1922-1959, Toluca, Instituto
Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México, tesis
de maestría en Educación, 1995.En 2001 el autor publicó su tesis
de maestría con el título Ya es tiempo de actuar. El proceso de
organización de los profesores del Estado de México, 1921-1959,
Zinacantepec, Estado de México, El Colegio Mexiquense, A.C.,
2001.
16
dos investigadores que rastrean el desarrollo
industrial de la entidad a partir de las primeras
décadas del México independiente y hasta los
años cuarenta del siglo XX.74 Otros dos autores
abordan el proceso de industrialización estatal
dentro de un análisis más amplio de la economía
de la entidad.75 En este trabajo se enfatiza el
esfuerzo de los gobernantes por acelerar la
implantación de industrias, hecho que culminaría
en los años de la década de 1960. Otra inves-
tigación aborda la historia de la industrialización
mexiquense tomando en cuenta un amplio
periodo.76
Dos trabajos inauguran temáticas novedosas
en lo que se refiere al tema del trabajo en el
periodo que contemplamos, el primero relaciona
las diferentes ideologías que permearon a las
organizaciones sociales y laborales, en especial
los sindicatos, y las modalidades que asumieron
las ligas entre dichas organizaciones y los partidos
políticos locales, especialmente el Partido
Socialista del Trabajo del Estado de México (PST),
que dominó el panorama político estatal y en el
cual se formaron los políticos más prominentes
de la época, varios de los cuales gobernaron la
entidad 77. El segundo estudio analiza en un
periodo más amplio que el que consideramos
aquí, el desarrollo de las instituciones guberna-
mentales encargadas de la administración pública
del trabajo y su relación con el desarrollo del
sector obrero mexiquense. 78 El movimiento
obrero en esta etapa ha recibido cierta atención.
Se cuenta con cuatro trabajos, tres de ellos
abordan dicho movimiento desde un enfoque
74
Raúl Béjar Navarro y Francisco Casanova Álvarez, Historia
de la industrialización del Estado de México, México Biblioteca
Enciclopédica del Estado de México, 1970.
75
Alfonso y Gilberto Fabila, México. Ensayo socieconómico
del Estado, 2 vols., México, Talleres Gráficos de la Nación, 1953.
76
Margarita García Luna, Los orígenes de la industria en el Estado
de México (1830-1930), Toluca, Gobierno del Estado de México,
1998.
77
Ángel Albíter Barrueta, Historia de las ideas sociales en el
Estado de México. Primera parte. Los sindicatos, Toluca, Instituto
Mexiquense de Cultura, s/a.
78
Alexander Nemer Naime Libien, La evolución de la
administración pública del trabajo en el Estado de México, Toluca,
Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México-Instituto de
Administración Pública del Estado de México, 1993.
Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...
regional.79 El cuarto abarca el movimiento obrero
en el periodo 1934-1940 y tiene la virtud de
realizar un análisis cuantitativo en todo el ámbito
estatal, sobre el significado que tuvo para la
entidad la política cardenista y su afán de
organización de los campesinos y obreros. El
estudio analiza las modalidades de organización
del sector obrero, sus demandas laborales, los
obstáculos puestos a las organizaciones y los
resultados logrados por ellas en el corto y
mediano plazo, todo en el contexto de los
gobiernos estatales que se sucedieron en el
periodo mencionado.80
La temática de las finanzas estatales no ha
sido muy explorado, tal como sucede en el
periodo revolucionario. De nuevo citamos dos
trabajos de un autor que dentro de un periodo más
amplio aborda el considerado en este apartado.81
Tampoco ha despertado mucho interés la
problemática de la salubridad pública, abordado
solamente en dos estudios ya citados.82 Otros temas
como el de la cultura y el arte no han sido
abordados con prolijidad. De nueva cuenta citamos
un trabajo que aborda la cultura estatal de manera
somera, tocando muy generalmente el periodo
que consideramos aquí.83
1.4. Balance y Perspectivas
La etapa de reconstrucción en el Estado de México
revistió una serie de características propias como
la estabilidad política, la fundación de un partido
79
Los dos trabajos siguientes fueron publicados en Alejandro
Tortolero (Coord.), Entre lagos y volcanes. Chalco-Amecameca,
pasado y presente, v. 1, Zinacantepec, Estado de México, El Colegio
Mexiquense, A.C.-H. Ayuntamiento de Chalco, 1993. Dichos
trabajos son: Rodolfo Huerta González, “Identidad y clase obrera:
los papeleros de San Rafael, 1918-1936” pp. 451-480; Mario
Camarena y Laura Espejel, “Comunidad, hacienda y fábrica:
formación y desintegración de Tlalmanalco [1895-1940]”, pp. 481-
520; Juan Manuel Gutiérrez Ortega, El movimiento obrero en la
ciudad de Toluca, 1925-1941, Toluca, Universidad Autónoma del
Estado de México, Facultad de Humanidades. Tesis de Licenciatura,
1998.
80
Elvia Montes de Oca Navas, Política laboral y corporativismo
en el Estado de México, 1934-1940, Toluca, El Colegio Mexiquense-
A.C.- Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey,
2000.
81
Riguzzi, op cit. (1996 y 1999).
82
Vera,2001 (a) op cit. Vera,2001 (b).
83
Sandoval Santana, op cit., (1998).
17
hegemónico el PST, la reforma agraria, la
implantación de un sistema educativo experimen-
tal llamado la Escuela Socialista, así como avances
en la industrialización y la organización del
movimiento obrero. En consonancia con estas
características propias de la época reseñada, las
investigaciones se han centrado en aspectos
políticos, agrarios, industriales, educativos y
obreros. En mucha menor medida se ha abordado
el conflicto religioso, concretamente la revolución
cristera que tuvo un importante impacto en la
entidad, sobre todo en los municipios del sur. Otros
aspectos han merecido también muy poca
atención como el financiero, cultural, artístico, la
cuestión del agua o el tema de la mujer, así como
la vida social y cotidiana de la población. Es de
notarse también que los estudios reseñados, salvo
excepciones, abordan sus respectivas proble-
máticas desde el ámbito estatal. Por ende
consideramos que hacen falta un mayor número
de estudios que desde la perspectiva regional den
cuenta de la diversidad de problemáticas y cómo
fueron experimentadas por los habitantes de los
municipios y pueblos del Estado de México.
1.5. La etapa institucional (1940-1990)
Los años cuarenta no sólo marcan el inicio de
la modernización política nacional sino también
de la industrialización y el desarrollo económico.
En consonancia con este proceso el Estado de
México fue gobernado por don Isidro Fabela,
quien puso fin al contexto de caos y dispersión,
—manifestado en el control de grupos caciquiles
y tradicionalistas—, que privaba en la otrora
estable política estatal. No fue sino hasta 1942,
cuando Fabela tomó el poder, que el Estado entró
en una nueva etapa de su vida política. Es más
varios investigadores consideran que el gobierno
de don Isidro constituyó un parteaguas en el
devenir histórico de la entidad. De ahí en adelante
los sucesivos gobiernos siguieron el modelo de
desarrollo capitalista que priva hoy en el Estado
de México, cuya suerte quedó, más que nunca
ligada a la capital de la república, pues la elite
política local se desarrolló a la par que la nacional
y gran parte de la geografía estatal se convirtió
 María del Pilar Iracheta Cenecorta
en el mayor asentamiento industrial del país. El
aspecto político de la primera etapa de la historia
moderna y contemporánea de la entidad ha sido
tratada por una buena cantidad de historiadores
y estudiosos de otras disciplinas.84 Las etapas
políticas posteriores no habían recibido la misma
atención, pues sólo se trataron en algunas historias
generales de la entidad y otros pocos trabajos.85
Sin embargo en años recientes ha crecido el
interés de los estudiosos por el ejercicio político
en la entidad en el periodo moderno y con-
temporáneo, incluyendo algunos que abordan el
tema electoral.86 Cabría mencionar dos trabajos
que abordan la perspectiva municipal, la cual ha
adquirido gran importancia en los últimos
tiempos. Uno que realiza un recorrido sobre el
municipio en el Estado de México durante el siglo
XX, señalando sus características principales, los
cambios sufridos a través del tiempo, sus proble-
mas y posibilidades de desarrollo. También reúne
puntos de vista de algunos especialistas sobre el
municipio, que es la clave de la organización del
sistema político. El otro trabajo enfoca el tema
84
Gustavo G. Velázquez, Toluca de Ayer, México, Biblioteca
Enciclopédica del Estado de México, t. II, 1972; Fernando
Rosenzweig, “La formación y el desarrollo del Estado de México
(1821-1940)” en Fernando Rosenzweig, Rosaura Hernández, et
al., Breve historia del Estado de México, Toluca, Gobierno del Estado
de México-El Colegio Mexiquense, A.C., 1987; Alfonso Sánchez
Arteche, Don Quijote Gobernador, Toluca, Gobierno del Estado
de México, 1987, Isidro Fabela, Mi gobierno en el Estado de México,
Toluca s/e, 1946; Mario Colín, Isidro Fabela: un gobernante
intelectual (1942-1945), Toluca, Instituto Científico y Literario
Autónomo del Estado de México, 1946. Manuel López Pérez, Mi
paso por el Estado de México, Toluca, Cuadernos del Estado de
México, 1974 Rodolfo García, Páginas dispersas, México, Biblioteca
Enciclopédica del Estado de México, 1982.Alfonso Sánchez García,
Ocaso y final del Círculo Rojinegro, Toluca, Universidad Autónoma
del Estado de México, 1991; Carlos Herrejón Peredo, Historia
del Estado de México, Toluca, Universidad Autónoma del Estado
de México, 1985; Clemente Díaz de la Vega, Adolfo López Mateos:
vida y obra, Toluca, Gobierno del Estado de México y Editorial
Terranova, 1986; Álvaro Arreola Ayala, La sucesión en la
gubernatura del Estado de México: en el vaivén de la pluralidad y
el unipartidismo, 1917-1993, Zinacantepec, El Colegio Mexi-
quense, A.C., 1995.
85
Alfonso Sánchez García, (1974), op cit.; Herrejón op cit.
(1985) Gilberto Fabila, Un gobernador,. Crítica de sus actuación,
México, Talleres Gráficos de la Nación, 1952, obra referente al
periodo de Alfredo del Mazo Vélez.
86
Algunas obras sobre periodos gubernamentales fueron
producidas por los mismos gobiernos: Salvador Sánchez Colín, El
Estado de México, su historia, su ambiente, sus recursos, México,
Agrícola Mexicana, 1951; en la administración de Sánchez Colín
se editó Sinopsis de la obra de gobierno, 1951-1957, Toluca, 1957;
18
político a nivel municipal dentro de la perspectiva
de la historia de las elecciones, en un periodo
de corta duración.87 Finalmente contamos con dos
investigaciones cuyo autor estudia, desde la
sociología ‘política, la actuación de las élites
políticas locales —entre ellas el llamado “Grupo
Atlacomulco”—, cuya suerte, hasta hace poco,
había estado estrechamente unida a la política
federal.88 Concomitante al aspecto político en la
entidad es el ejercicio de la administración pública
estatal y municipal. Varios estudios dan cuenta
de estas problemáticas.89 Asimismo contamos con
otro grupo de estudios que abordan las políticas
en el sexenio de Gustavo Baz se produce Proyecto de Programa
de Gobierno, México, Talleres Gráficos de la Nación, 1958. La
situación de la entidad que coincide con el periodo de Juan
Fernández Albarrán cuenta con numerosas páginas incluidas en
la investigación de Claude Bataillon, La ciudad y el campo en el
México central, México, Siglo XXI, 1978; un análisis político sobre
el periodo de Alfredo del Mazo González se encuentra ene Edgar
Samuel Morales Sales, Estado de México: sociedad, economía, política
y cultura, México, Universidad Nacional Autónoma de México,
1989;Álvaro Arreola Ayala realiza un análisis histórico panorámico
sobre el aspecto político en la entidad en: “Cincuenta años de política,
1940-1990”, en Manuel Miño y Teresa Jarquín, Historia General
del Estado de México, V. 6, Toluca, Gobierno del Estado de México-
El Colegio Mexiquense, A.C., 1998, pp. 163-193; Rogelio Tinoco
García, Gabriela Camacho Beiza, “El desarrollo político en el Estado
de México”, en: Alfonso X. Iracheta Cenecorta (Coord.), Gobierno
y administración pública en el Estado de México. Una mirada a
175 años de historia, Zinacanatepec, El Colegio Mexiquense, A.C.,
2000, pp. 41-62. Jorge Toribio, El grupo Atlacomulco, secretos,
México, Ágora, 2000. Los trabajos que tratan el tema electoral son:
Álvaro Arreola Ayala, Legislación electoral en el Estado de México,
siglos XIX y XX, Toluca, Instituto de Estudios Legislativos de la
Legislatura del Estado de México, 1999; del mismo autor: “ La política
electoral”, en: Alfonso X. Iracheta Cenecorta (Coord.), Gobierno y
administración pública en el Estado de México. Una mirada a 175
años de historia, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 2000.
pp. 63-91.
87
Alberto Ramírez González, “El municipio durante el siglo
XX”, en Teresa Jarquín y Manuel Miño (Coords.), Historia Gen-
eral del Estado de México, v. 6, Toluca, Gobierno del Estado de
México-El Colegio Mexiquense, A.C., 1998, pp. 195-224; Héctor
Vázquez Trujillo, Democracia e historia política regional en el caso
de las elecciones municipales en Xonacatlán, 1978-1987, Toluca,
Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad de
Humanidades, Tesis de Licenciatura, 1991.
88
Rogelio Hernández Rodríguez, Amistades, compromisos y
lealtades. Líderes y grupos políticos en el Estado de México, 1942-
1993, México, El Colegio de México, 1998; “Los políticos del
Estado de México: entre la dispersión y la competencia”, en Mílada
Bazant (Coord.), Ciento Setenta y Cinco años de historia del Estado
de México y perspectivas para el Tercer Milenio, Zinacantepec, El
Colegio Mexiquense, A.C., 1999, pp. 454-480.
89
Santiago Velazco Monroy, Administración pública del Estado
de México. Aparato público y sociedad, poder y cambio, desarrollo
y prospectiva, 1824-1992, Toluca, Instituto de Administración
Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...
públicas desarrolladas en la entidad en los rubros
de asistencia social y seguridad social para los
servidores públicos del estado y municipios.90
La respuesta de la sociedad civil al ejerci-
cio político desarrollado en el Estado ha optado,
en ocasiones, por la modalidad de movimientos
sociales integrados por distintos sectores como
el productivo, el magisterial, el mercantil, etcétera.
Un estudio reciente hace un recuento y análisis
de algunos movimientos sociales contemporáneos,
si bien el autor sólo abarca el Valle de Toluca y
algunas de las movilizaciones sociales suscitadas
en dicho territorio. Dichas movilizaciones han
estado a cargo de los estudiantes de la Univer-
sidad, el sindicato de la misma institución, el sin-
dicato de maestros del Estado, sección Valle de
Toluca, la Coordinadora de Pueblos Unidos del
Estado de México, los comerciantes ambulantes
y la población del municipio de Ocoyoacac.91
Pública del Estado de México, 1992; Alexander Naime Libién,
La administración pública en el Estado de México, 1824-1999,
Toluca Universidad Autónoma del Estado de México-Imagen
editores, 1993; Santiago Velázco Monroy, “La política pública
administrativa en el Estado de México, 1824-1999. Procesos de
transformación dele aparato público”, en Alfonso Iracheta (Coord.),
Gobierno y administración pública en el Estado de México, una
mirada a 175 años de historia, Zinacantepec, El Colegio
Mexiquense, A.C., 2000, pp. 311-371. Otros tres trabajos, referidos
a la administración municipal, las políticas públicas aplicadas para
el desarrollo económico de la entidad y la evaluación
gubernamental fueron publicados en el libro coordinado por Alfonso
Iracheta. Ellos son: Julián Salazar Medina, “175 años de
administración municipal en el Estado de México”, pp. 373-410;
Alexander Naime Libién, “Desarrollo económico del Estado de
México. Apuntes sobre políticas públicas”, pp. 209-237: Guillermo
Haro Bélchez, “El control y la evaluación gubernamental en el
Estado de México. Constante histórica: política pública institucio-
nalizada”, pp. 411-436.
90
Ambas investigaciones también aparecen en el libro
coordinado por Alfonso Iracheta: Gloria Guadarrama Sánchez, “Las
lecciones de la historia: ideas y fines de las políticas de asistencia
social en el Estado de México”, pp. 137-176; Apolinar Mena Vargas,
“El proceso evolutivo y de institucionalización de la seguridad
social para los servidores públicos del Estado de México y
municipios (1824-1999), pp. 177-205.
91
José María Aranda Sánchez, “Algunos de los principales
movimientos sociales durante el siglo XX en el Valle de Toluca”,
en José María Aranda Sánchez y Guadalupe Yolanda Zamudio
Espinoza (Coords.), Valle de Toluca. Devenir social y cultural, Toluca,
Universidad Autónoma del Estado de México, Centro de Investigación
en Ciencias Sociales y Humanidades, 2001, pp. 173-205.
19
Durante la etapa de 1940 a 1990 el verti-
ginoso proceso experimentado por el Estado de
México lo ha llevado a ser la entidad más poblada
del país. Dos estudios dan cuenta de la dinámica
de la población experimentada en el estado.92
Asimismo la industrialización, la terciarización y
urbanización aceleradas son características
peculiares del territorio mexiquense. Dichos pro-
cesos han sido tratados en varios estudios ya
citados y en otros nuevos. 93 Inherente a la
industrialización es el ejercicio del empresariado,
92
Jean Paul Guevara, Adán Barreto, Diagnóstico de la evolución
de la dinámica poblacional en el Estado de México, 1950-1994,
Zinacantepec, El Colegio Mexiquense- A.C.-Consejo Estatal de
Población, 1995; Ivonne Szaz, “La población, 1910-1990”, en
Manuel Miño y Teresa Jarquín (Coords.), Historia General del Estado
de México, V. 6, Toluca, Gobierno del Estado de México- El
Colegio Mexiquense, A.C., 1998.
93
Béjar y Casanova, op cit., (1970). Un trabajo muy interesante
con un enfoque regional, que relaciona la industria manufacturera
con los cambios en los patrones sociodemográficos del municipio
de Toluca es el de Abel Ángeles Anaya, El establecimiento de
industrias manufactureras y los cambios sociodemográficos en el
municipio de Toluca entre 1960 y 1980, Toluca Universidad
Autónoma del Estado de México, Facultad de Humanidades, Tesis
de Licenciatura, 1995. Varios de los nuevos estudios sobre
industrialización y urbanización fueron publicados en: Manuel Miño
y Teresa Jarquín (Coords.), Historia General del Estado de México,
v. 6, Toluca, Gobierno del Estado de México-El Colegio
Mexiquense, A.C., 1998, dichos estudios son: Ryszard Rózga Luter
y Angélica Madrigal García, “La industrialización”, pp. 277-298;
Beatríz Albores, “Industrialización y cambio económico en el Alto
Lerma mexiquense”, pp. 299-314, interesante trabajo que aborda
desde una perspectiva etnohistórica, el impacto de la
industrialización en la vida económica y cotidiana de los municipios
de la cuenca del Alto Lerma; Margarita García Luna, “La industria
en el Estado de México durante 175 años”, en Alfonso X. Iracheta
Cenecorta (Coord.), Gobierno y Administración pública en el Estado
de México. Una mirada a 175 años de historia, Zinacantepec, El
Colegio Mexiquense, A.C., 2000, pp. 285-308. La terciarización,
es decir la expansión de l sector de servicios en la entidad ha
sido abordado en: Guadalupe Hoyos Castillo, “La terciarización
del Estado de México” en Teresa Jarquín y Manuel Miño (Coords.),
Historia General del Estado de México, v. 6, Toluca, Gobierno
del Estado de México-El Colegio Mexiquense, A.C., 1998, pp.
315-342. En cuanto a la urbanización contamos con algunos trabajos:
José María Aranda Sánchez, “La urbanización, 1960-1990”; pp.
123-162. Un caso paradigmático del proceso de urbanización en
la entidad es ciudad Nezahualcóyotl, el cual ha merecido varias
investigaciones: Antonio Huitrón, Nezahualcóyotl. Miseria y
grandeza de una ciudad, Toluca, Libros de México, 1975. Pedro
Ocotitla Saucedo, Ciudad Nezahualcóyotl: una historia de las clases
subalternas, 1994-1975, Toluca Universidad Autónoma del Estado
de México, Facultad de Humanidades, Tesis de Licenciatura, 1996;
Margarita García Luna,. Nezahualcóyotl;: tierras que surgen de un
desequilibrio ecológico, Toluca, Gobierno del Estado de México,
1990. De la misma autora: Ciudad Nezahualcóyotl: de colonias
marginadas a gran ciudad, Toluca, Gobierno del Estado de México,
1992. Dos estudios similares son: Rosa María Carbajal Jiménez,
 María del Pilar Iracheta Cenecorta
tema que hasta ahora cuenta con un trabajo.94 En
cuanto a la urbanización esta se encuentra
estrechamente vinculada a las obras públicas,
tema tratado en dos trabajos, uno de ellos referido
a la historia de las obras públicas en un municipio
y otro que propone un recorrido histórico,
centrado en las edificaciones que, habiendo sido
construidas por quienes detentaban el poder,
transformaron físicamente el entorno de las
comunidades asentadas en el territorio del Estado
de México. El autor llega hasta el periodo moderno
del desarrollo acelerado de la entidad, donde la
obra pública además de seguir orientada
fuertemente a la educación, adquiere un papel
relevante como base de las actividades produc-
tivas, es decir, se concibe como soporte de la
producción y el desarrollo social.95 Existen dos
valiosos estudios que enfocan de manera global
la estructura socio-económica presente en la
entidad en un periodo que va de 1960 a 1993.96
Los procesos de industrialización y urbanización,
el aumento de la población y otros factores han
conllevado la degradación ambiental en muchos
puntos del Estado de México. Entre otros estudios
existe uno que aborda el aspecto del medio
ambiente en la entidad en el siglo XX.97
San Pedro Totoltepec de un pueblo del Matlatzinco a una delegación
del municipio de Toluca, Toluca, Universidad Autónoma del Estado
de México, Facultad de Humanidades, Tesis de Licenciatura, 1995;
Jesús Martínez Maldonado, Rosa María Sánchez Navarrete, Agua
y electrificación. Historia de Colorines en el Estado de México: su
transición de campamento de la Comisión Federal de Electricidad
a pueblo, Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México,
Facultad de Humanidades, Tesis de Licenciatura, 2000.
94
Alexander Naime Libién y Mario Ríos Villegas, “Los grupos
empresariales en el Estado de México” (inédito), 1985.
95
Esperanza Baca Gutiérrez, Obras públicas en el municipio
de Huixquilucan, 1960-1980, Toluca Universidad Autónoma del
Estado de México, Facultad de Humanidades, Tesis de Licenciatura,
1987; Pedro Martínez Narváez, “La obra pública” en Alfonso X.
Iracheta Cenecortta (Coord.), Gobierno y administración pública
en el Estado de México. Una mirad a 175 años de historia,
Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 2000, pp.437-456.
96
Francisco Rodríguez Hernández, Estado de México: bienestar
y territorio, 1960-1980, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C.,
1991: Jesús Salgado Vega, Estado de México, evolución socio-
económica, 1989-1993, Toluca, Universidad Autónoma del Estado
de México, 1993.
97
Andrés Latapí Escalante, “El medio ambiente en el Estado
de México durante el siglo XX”, en Teresa Jarquín y Manuel Miño
(Coords.), Historia General del Estado de México, v. 6, Toluca,
Gobierno del Estado de México-El Colegio Mexiquense, A.C.,
1998, pp. 411-422.
20
Una investigación aborda el tema de la
historia rural, problemática casi olvidada ante el
avasallador proceso de modernización en la
entidad. Las modalidades asumidas por la Reforma
Agraria y el modo de vida rural en esta etapa son
tratados en dos trabajos ya citados y en otros
más. 98 El agotamiento de la Reforma Agraria,
aunado a la expansión del sector industrial y el
proceso paralelo de modernización, que ame-
nazan la propiedad campesina, hicieron surgir
movimientos por la defensa de la tierra por parte
de los campesinos. En el Estado de México el
conflicto por la defensa de las tierras se ha venido
expresando históricamente ya desde el período
inmediatamente anterior al del gobierno de
Alfredo del Mazo González, a finales de los
setenta, y luego durante la gestión de este
funcionario. La década de los ochenta no se
caracterizó por el reflujo de los movimientos
campesinos en el Estado de México. Por el
contrario, el proceso de modernización y el
contexto de crisis social y económica del periodo
de de la Madrid determinaron la continuidad de
la movilización campesina, ocurrida por diversos
motivos: la expropiación promovida por el Estado,
problemas entre comunidades por límites terri-
98
Gayón, op cit. (1969), Aguado, op cit. (1998 y 1999) Gilberto
Mendoza Vargas, Evolución agraria en el Estado de México, 1940-
1975, Metepec, Gobierno del Estado de México-CODAGEM,
1979; Dick Papousek, “La historia rural del Estado de México en
el siglo XX”, en Manuel Miño y Teresa Jarquín (Coords.), Historia
General del Estado de México, Toluca, Gobierno del Estado de
México-El Colegio Mexiquense, A.C., 1998, pp. 225-256; Jean
Gilruth Rivera, “La arriería en Malinalco”, en Malinalco, Cuaderno
municipal número diecisisiete, Zinacantepec, El Colegio Mexi-
quense, A.C., 2001, pp. 161-190. Otro trabajo que aborda la
problemática del indígena en el medio rural, bajo un enfoque
antropológico es el de Soledad González Montes “ La comunidad
campesina de raíz indígena en el siglo XX. El caso de Xalatlaco”,
en Manuel Miño y Teresa Jarquín (Coords.), Historia General del
Estado de México, v. 6, Toluca, Gobierno del Estado de México-
El Colegio Mexiquen-se, A.C., 1998, pp. 257-276. Otro trabajo
similar al de González Montes es el de Concepción Almeida Flores,
Economía campesina familiar en el municipio de Otzolotepec, 1980-
1994, Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México,
Facultad de Humani-dades, Tesis de Licenciatura, 1998;. Finalmente
una investigación aborda el carácter liberal de las reformas agrarias
del XIX y el neoliberal de las del siglo XX, Eduardo Aguado López,
“La cuestión agraria: de las reformas liberales del siglo XIX a las
reformas neoliberales del siglo XX”, en Alfonso X. Iracheta
Cenecorta (Coord.), Gobierno y Administración Pública en el Estado
de México. Una mirada a 175 años de historia, Zinacantepec, El
Colegio Mexiquense, A.C. 2000, pp.239-283.
Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...
toriales, el retardo en la ejecución de resoluciones
presidenciales, la recuperación de tierras a las que
los movilizados se sentían con derecho. Esta grave
problemática ha suscitado el interés de algunos
investigadores.99 Vinculada a la agricultura la
política de irrigación cuenta con dos trabajos ya
citados anteriormente.100
En cuanto a la educación, es digno de
mencionar la importancia que este renglón ha
tenido en una entidad que como el Estado de
México enfrenta el gigantesco reto de otorgar
servicios educativos a una población en constante
crecimiento. Como lo afirma una historiadora, la
educación en el Estado de México ha tenido su
especificidad, que tiene que ver con “la conso-
lidación de un sistema educativo gigantesco,
fuerte, diversificado, que muchas veces ha servido
de laboratorio para el ámbito nacional; otras, ha
sido vanguardia en ideas pedagógicas, y, como
caso excepcional en el país, ha conservado un
sindicato magisterial regional”.101 Varios trabajos
dan cuenta del interés de los historiadores por
el tema educativo, algunos de los cuales ya han
sido citados anteriormente. Cabe señalar que
algunas de las investigaciones vinculan el impacto
99
Un estudio aborda la lucha por la tierra en México incluyendo
los movimientos campesinos mexiquenses, Eduardo Aguado, et
al., “ La lucha por la tierra en México”, en Revista Mexicana de
Ciencias Políticas y Sociales, año XXVIII, nueva época, números.
113-114, julio-diciembre, 1983, pp. 43-66. Un libro tiene tres
estudios que dan cuenta de movimientos de carácter agrario:
Alberto Saladino García, “Coordinadora de Pueblos del Estado de
México, COPUEM”; pp. 79-95, si bien los fines de esta organización
rebasan el mero aspecto agrario; Ruperto Retana Ramírez,
“Movimiento por la tierra en San Andrés Cuexcontitlán”; pp. 97-
115; Jorge Castillo Magallón, “Perspectivas de recomposición
democrática en la Productora Agroindustrial Ejidal del Estado de
México”, pp. 117-138. todos ellos publicados en: René Roberto
Becerril, et al., Movimientos sociales en el Estado de México, Toluca,
Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad de
Humanidad, 1986. Un estudio hace un recuento de movimientos
campesinos y de otro tipo en el Estado de México dentro de una
problemática más amplias: René Roberto Becerril, et al., Sistema
político y la democracia en el Estado de México, Toluca, Universidad
Autónoma del Estado de México, 1987.; Dos investigaciones
estudian el movimiento campesino mexiquense desde una
perspectiva regional: Guillermo Mendoza Castelán, Los movimientos
sociales en el Valle de Teotihuacan, 1980-1985, Tesis, Universidad
Autónoma de Chapingo, 1995; María del Pilar Iracheta Cenecorta,
Ocoyoacac. La persistencia de un movimiento social, 1982-1995,
Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C.,1998.
100
García Huerta, op cit. (2000) Lane Rodríguez, op cit. (1994)
101
Civera (Coord), (1999) op cit., p.11.
21
que la modernización —expresada en la urba-
nización, industrialización y la educación oficial—
ha tenido en la educación de los mexiquenses,
sobre todo los de los primeros niveles de
escolarización.102 Como se mencionó líneas arriba,
el sindicato magisterial tiene una fuerza
importante en el —Estado de México. Algunos
estudios, entre ellos uno ya citado, dan cuenta
102
Civera y Beato, op cit. (1998); López Ponce,(1999), op cit.,
López Ponce (1995 y 2001), op cit. Un importante trabajo vin-
cula la escolaridad y el proceso de industrialización y su impacto
en un municipio del Estado de México: Maricela Olivera Campirán,
Escolaridad y proceso de industrialización de una comunidad en
trancisión, el caso de San Pedro Tultepec, Toluca Universidad
Autónoma del Estado de México, Facultad de Humanidades, Tesis
de Licenciatura, 1978. Otra investigación da cuenta del proceso
de desintegración de una cultura indígena, la otormí, gracias al
impacto de la educación oficial en los educandos de nivel primaria:
Alejandro Solalinde Guerra, Proceso de desintegración de la cultura
otomí a través de la educación oficial, Toluca, Universidad Autó-
noma del Estado de México, Facultad de Humanidades, Tesis de
Licenciatura, 1986; La política sindical del magisterio se ha
enriquecido con otro estudio regional: Regino Lara Garduño, La
política sindical de la sección 17 del SENTE del Valle de Toluca de
1943 a 1992, Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México,
Facultad de Humanidades, Tesis de Licenciatura, 1995. Dos nuevos
estudios sobre educación abordan esta problemática con un en
foque institucional: Gabriel Buendía Armeaga, Desarrollo histórico
de la Escuela Preparatoria No. 2 Nezahualcoyotl, 1972-1985,
Toluca, a Universidad Autónoma del Estado de México, Facultad
de Humanidades, Tesis de Licenciatura, 1986. Alejandro Rosales
Corral, El internado Carmen Serdán: intento de educación para
el indígena, 1945-1970, Toluca Universidad Autónoma del Estado
de México, Facultad de Humanidades, Tesis de Licenciatura, 1992.
Eduardo Aguado López, “La equidad, una asignatura pendiente:
acceso y resultados educativos en cuatro zonas del Estado de
México, en Enrique Pieck y Eduardo Aguado (Comps.), Educación
y pobreza: de la desigualdad social a la equidad, Zinacantepec,
El Colegio Mexiquense, A. C., 1995; José Guadalupe Arzate Sal-
gado, Neoliberalismo, pobreza y educación primaria: el caso del
Estado de México, México, Universidad Iberoamericana, Tesis de
Maestría, 1996; Eugenio Martínez Gutiérrez, Política educativa
en el Estado de México, 1970-1990, México, Universidad Nacional
Autónoma de México, Tesis de Doctorado, 1995. Otro estudio
sobre la política educativa estatal en el mismo periodo es el de
Alicia Civera Cerecedo, “Política educativa en el Estado de México
entre 1970-1990”, Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, 1997,
Zinacanatepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 1997, Documentos
de Investigación número 5. Los siguientes trabajos fueron
publicados en: Alicia Civera Cerecedo (Coord.), Experiencias
educativas en el Estado de México: Un recorrido histórico,
Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A. C., 1999. Dichos trabajos
son: Alicia Civera Cerecedo,”Desde el archivo escolar: una historia
de la Escuela Secundaria número Uno de Toluca”, pp. 433-494;
Eugenio Martínez Gutiérrez, “La educación básica en el Estado
de México: Un acercamiento al periodo de expansión (1970-1980),
pp. 495-512; Gloria Guadarrama Sánchez, “La investigación
educativa: políticas estatales y construcción de la disciplina”, pp.
513-540; Eduardo Aguado López y Rosario Rogel Salazar, “La
contribución de la educación a la justicia social: una ilusión
fragmentada”, pp. 571-609.
 María del Pilar Iracheta Cenecorta
de la lucha histórica de este sector.103 Existen otros
muchos estudios sobre la educación que no son
consignado aquí por falta de espacio. La
problemática de la salud ha sido abordado en un
estudio no muy reciente.104 Asimismo el aspecto
cultural no ha sido muy beneficiado por los
historiadores. Un sólo trabajo aborda algunos
tópicos de la cultura mexiquense durante una
etapa reciente. Asimismo contamos con un trabajo
que se aboca a la obra de Manuel Gamio en
Teotihuacan.105 Existen algunos estudios sobre el
aspecto religiosos en la entidad.106
1.6. Balance y Perspectivas
El gran número y variedad de obras producidas
en el periodo “institucional” o contemporáneo nos
habla del interés de los estudiosos por investigar
y explicar los complejos procesos y problemas
que enfrenta el Estado de México en dicho
periodo, como el sistema político, la industria-
lización, la urbanización, la explosión demo-
gráfica, la migración, etcétera. Esta exploración
de campos historiográficos diversos expresa una
saludable pluralidad en el ejercicio del historiador
quien, aborda nuevos temas aparte de los
103
René Roberto Becerril, Génesis del Comité Permanente de
Lucha Magisterial: 1973-1976" en René Roberto Beceriil, et al.
Movimientos sociales en el Estado de México, Toluca, Universidad
Autónoma del Estado de México, Facultad de Humanidades, 1986.
La Universidad estatal también ha contado con movimientos
sindicales, un trabajo da cuenta del movimiento sindical en esta
institución: José Luis Jaime Correa, “El sindicalismo en la Universidad
Autónoma del Estado de México”, publicado en el mismo libro
citado. Norberto López Ponce, Ya es tiempo de actuar. El proceso
de organización de los profesores del Estado de México, 1921-1959,
Zinacantepec, El Colegio Mexiquense, A.C., 2001.
104
Estela Ortíz Romo y Carlos López Ruiz, Diagnóstico econó-
mico-social y de salud en el Estado de México, Toluca, Universidad
Autónoma del Estado de México, 1977.
105
Alfonso Sánchez Arteche, “La cultura, 1960-1970”, en Teresa
Jarquín y Manuel Miño (Coords.), Historia General del Estado de
México, v. 6, Toluca, Gobierno del Estado de México-El Colegio
Mexiquense, A.C., 1998, pp. 359-376. Ignacio Marquina “La obra
de Manuel Gamio” en Amérca Indígena, México, número 4, 1960.
106
Ricardo Crespo, 100 años en Toluca, Toluca, Ed. Guadarrama,
1984; Carlos Bravo Marentes. “Un conflicto en la feria de la
Ascensión en el Santuario de Chalma”, en Cuicuilco, año IV, núms.
14-15, julio-diciembre, 1984, pp. 37-42; Gilberto Giménez,
Cultura popular y religión en el Anahuac. México, Centro de
Estudios Ecuménicos, 1978, Miguel Othón de Mendizábal, El
Santuario de Chalma, en Obras Completas, T. 2, México, Talleres
Gráficos de la Nación, 1946; José Gutiérrez Casillas, S.J., Jesuitas
en México durante el siglo XX, México, Porrúa, 1981.
22
tradicionales como el político. Pero no podemos
dejar de señalar que gran parte de las
investigaciones consignadas en este trabajo
fueron escritas por estudiosos de diversas
disciplinas distintas a la de la historia, con algunas
excepciones como la educación, que, por lo
demás, en una de las líneas de investigación más
consolidadas. Este fenómeno pudiera ser natu-
ral dada la complejidad y diversidad de los
procesos y temas estudiados, pero no puede
menos que hacernos reflexionar en torno a la
capacidad de la ciencia histórica para abordar el
análisis de los problemas que plantea el proceso
histórico estatal. En nuestro concepto es nece-
sario que la investigación histórica mexiquense
aplique los métodos de las ciencias sociales a
todos los campos y épocas de la entidad, puesto
que dichas ciencias han abierto perspectivas de
investigación en problemáticas donde la historia
no había penetrado. Con ello no queremos decir
que ningún historiador mexiquense haya tendido
este puente hacia las ciencias sociales. Pero es
notorio que multitud de problemáticas como la
religión o la mujer, por citar algunas, han quedado
fuera de la esfera de la investigación histórica,
siendo abordadas por especialistas de otras
disciplinas, muy posiblemente ante la falta de
instrumentos metodológicos por parte del
historiador. En este sentido, parafraseando a
Enrique Florescano,107 concluimos diciendo que
la dimensión de lo histórico en el ámbito
mexiquense se ampliara cuando exista un ejercicio
plural de la historia y una diversidad de
acercamientos al pasado, con nuevos enfoques
que amplíen, diversifiquen y democraticen la
comprensión y la práctica misma de la disciplina
histórica.
2. LOS GÉNEROS HISTORIOGRÁFICOS
2.1. Las Historias Generales del Estado de México
La etapa moderna y contemporánea de la entidad
ha sido abordada en las historias generales del
107
Florescano, op cit., p. 158.
Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...
Estado con que contamos. La escrita por Alfonso
Sánchez García abarca, en lo que se refiere a la
época moderna y contemporánea, desde la
Revolución Mexicana hasta el sexenio del
gobernador Carlos Hank González. Existe otra
historia general del mismo autor que es un
compendio de la primera. Si bien las dos obras
carecen de aparato crítico, aunque aparece una
bibliografía al final, ambas tienen el gran mérito
de contener información valiosa y haber sido
pioneras en el estudio del pasado global del
Estado de México.108 En 1985 sale a la luz la
historia general escrita por Carlos Herrejón.109 Este
autor también abarca el periodo moderno,
finalizando en el periodo de Alfredo del Mazo
González, mismo que éste no terminó. El trabajo
tampoco cuenta con aparato crítico, pero sí con
una bibliografía abundante, novedosa y muy
variada, misma que aparece al final del texto. El
autor cuidó incluir muy diversos aspectos de la
historia de la entidad La calidad del análisis y la
inclusión de cuadros con datos estadísticos han
hecho de este libro una obra indispensable de
consulta. En 1987 El Colegio Mexiquense, A.C.,
y el Gobierno del Estado de México editaron la
Breve Historia del Estado de México.110 El capítulo
dedicado a la historia moderna y contemporánea
de la entidad, titulado “La formación y el desarrollo
del Estado de México” estuvo a cargo del doc-
tor Fernando Rosenzweig. La investigación
consistió en una visión panorámica desde el
momento de la constitución del Estado de México
en 1821 hasta 1940, año en que se inició el
moderno proceso de su desarrollo urbano e in-
dustrial. Este trabajo es muy importante porque
abarca aspectos como el territorio del Estado, la
historia del número y secuela de los habitantes
en el territorio, distinguiendo situaciones
regionales y antecedentes etnográficos y la
distribución entre el medio urbano y el rural, la
108
Alfonso Sánchez García, Historia del Estado de México, Toluca,
Gobierno del Estado de México, Dirección de Prensa y Relaciones
Públicas, 1974.
109
Carlos Herrejón Peredo, Historia del Estado de México, Toluca,
Universidad Autónoma del Estado de México, 1985.
110
Fernando Rosenzweig, Rosaura Hernández, et.al, Breve
Historia del Estado de México, Toluca, Gobierno del Estado de
México-El Colegio Mexiquense, A.C., 1987.
23
actividad productiva, predominantemente agrícola
y ganadera durante todo el periodo; ciclos de bo-
nanzas y depresiones en algunos focos de
actividad minera y manufacturera, señaladamente
la artesanal, así como la aparición de las primeras
fábricas a partir del último cuarto del siglo XIX;
la estructura social rural y los estratos urbanos.
Por último la vida política determinada por la
interacción de intereses y fuerzas locales y la
influencia del gobierno federal en la confor-
mación, control y marcha de los órganos e
instrumentos del poder político en el estado. La
variedad y importancia de los aspectos abordados
en esta obra también la han convertido en un
trabajo de consulta obligada.
En ese mismo año se editó la obra Estado
de México. Una historia compartida, de Marta
Baranda y Lía García Verástegui.111 Obra que
abarca aspectos históricos de la entidad. En
cuanto al periodo contemporáneo esta Historia
estatal se detiene en el periodo revolucionario.
Una obra en dos volúmenes que podría
considerarse dentro del género de historia gen-
eral es Un Siglo de Noticias. Estado de México, si
bien esta investigación aborda solamente el siglo
XX. 112
Hasta 1998 apareció la Historia General del
Estado de México, editada por el Gobierno del
Estado de México y El Colegio Mexiquense, A.C.
En 1998. Podemos afirmar que esta obra es un
ejemplo muy significativo del quehacer de la
historia regional, pues fueron abordados multitud
de temas a nivel regional con muy diversos
enfoques, aparte del histórico, como el antropo-
lógico, económico, etnohistórico, arqueológico,
jurídico, etcétera. El volumen 6 se ocupa de la
historia moderna y contemporánea de la entidad.
Por primera vez en una obra de esta naturaleza
se incluyeron una variedad de temas no
abordados por la historiografía local, y que
resultan de vital importancia para entender la
dinámica de desarrollo de la entidad. Algunos de
111
Marta Baranda y Lía García Verástegui, Estado de México.
Una historia compartida, México, Instituto José María Luis Mora-
Gobierno del Estado de México, 1987.
112
Alexander Naime Libién, et al., Un siglo de Noticias. Estado
de México 2 tomos, Toluca, Gobierno del Estado de México, 1991.
 María del Pilar Iracheta Cenecorta
estos temas son: la urbanización, la industriali-
zación, la terciarización, la historia municipal, el
medio ambiente, el desarrollo de la población,
la educación, etcétera. Si bien la Historia Gen-
eral del Estado de México representa un signi-
ficativo avance en el conocimiento del pasado
mexiquense, incluyendo el del siglo XX, hacemos
notar de nuevo que los artículos incluidos en el
volumen 6 no fueron escritos en una buena parte
por los historiadores. En este sentido nos parece
que hace falta la disciplina histórica aplique las
herramientas de las ciencias sociales para penetrar
en los diversos campos de estudio que existen
en la compleja realidad mexiquense del siglo XX
y del nuevo siglo XXI.
2.2. Los estudios monográficos
En el Estado de México, la historia local y regional
o microhistoria ha tenido un auge inusitado a lo
largo del siglo XX, como seguramente ha
sucedido en otras entidades de la república. La
rica tradición local y regional mexiquense, así
como el gusto por la historia y la pasión por
registrar los acontecimientos locales, ha
estimulado la realización de multitud de trabajos,
fuera del ámbito de la historia académica sobre
los pueblos y municipios del Estado, sus
actividades productivas, sus personajes ilustres,
sus tradiciones y otros muchos aspectos de la vida
local y regional. Hemos localizado una buena
cantidad de trabajos monográficos que contemplan
una gran variedad de temas, si bien dominan las
investigaciones que abordan la historia de
pueblos, ciudades y municipios.113 En este sentido
113
Margarita Loera y Salvador Rueda, “Hacia la reconstrucción
de la historia pueblerina”, en Ignacio González Polo et al., El
cronista municipal, Toluca, Gobierno del Estado de México, s.f.
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historia”, en Mi pueblo: su historia y sus tradiciones, México, Instituto
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México, 1987. Los siguientes artículos abordan la historia pueblerina
a través de secuencias fotográficas: Rodolfo Alanís “Fotografías
de la villa de Sultepec”. En Boletín de Archivo General del Estado
de México, Toluca, número 5, mayo-agosto de 1980, pp. 52-
55.;José Luis Alanís, “Los ferrocarriles en el Estado de México,
secuencia fotográfica”, en Boletín del Archivo General del Estado
de México, Toluca, número 8, mayo-agosto de 1981, pp. 53-56.;
Álvaro López Gallero, “Capulhuac hoy”, en Boletín del Archivo
General del Estado de México, Toluca, número 7, enero-abril de
24
1981, pp. 52-54. Domingo Reyes García, “San Antonio de las
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de México, 1987, pp. 167-199.; María Rodríguez Ronces
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de México, Toluca, número 9, septiembre- diciembre de 1981,
pp 85-92.; Esperanza Baca, Vitaliana Pulido “Fotografías del
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del Estado de México, 1985, (Serie Identidad Estatal, 4. 2ª. Serie);
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de México, 1985, (Serie Identidad Estatal, 7. 2ª. Serie); Fiestas y
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Monografìa municipal de Lerma, Lerma, H. Ayuntamiento de
26
cabe destacar una buena cantidad de obras sobre
la ciudad de Toluca.114
Mención aparte merecen las monografías
municipales editadas por el Gobierno del Esta-
do de México y el Instituto Mexiquense de
Cultura.115cuyo antecedente son las monografías
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Monografía municipal; Pedro Gutiérrez Arzaluz, Santa Cruz
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Marcela Vicencio Carballo, San Mateo Atenco. Monografía mu-
nicipal; Alfredo Borbolla Reyes, Temascaltepec. Monografía
municipal; Jesús Martínez Martínez, Temamatla. Monografía
municipal; Alfredo Cardoso Santín, Tejupilco. Monografía mu-
nicipal; Julio Garduño Cervantes, Temascalcingo. Monografía
municipal; Néstor Granillo Bojorges, Tecámac. Monografía mu-
nicipal; Susana Lechuga Martínez, Tenango del Valle. Monografía
municipal; Juan López Medina, Tenancingo. Monografía munici-
pal; Julio Salamanca Méndez, Tenango del Aire. Monografía
municipal; Jesús Arzate Becerril, Temoaya. Monografía munici-
pal; Minerva Sánchez Pérez, Temascalapa. Monografía munici-
pal; Alejandro Felipe Hernández Lazcano, Teoloyucan. Monografía
municipal; Jorge Cruz Peralta Pacheco, Tezoyuca. Monografía
municipal; Víctor Eric González Lugo y Mauricio Mejía Estrada,
Timilpan. Monografía municipal; Rodolfo Pulido Acuña, Texcoco.
Monografía municipal; Blanca Oralia Arce Valdés, Texcaltitlán.
Monografía municipal; María Elena Rodríguez Peláez,
Tequixquiac. Monografía municipal; José Luis Alanís Boyzo,
Tepetlixpa. Monografía municipal; Gaudencio Neri Vargas,
Tepotzotlán. Monografía municipal; Haydee García del Cueto,
Teotihuacán. Monografía municipal; Mariano Cardo Morales,
Tepetlaoxtoc. Monografía municipal; Lorenzo Orihuela Flores,
Texcalyacac. Monografía municipal; Antonio Vázquez Urbán;
Tultepec. Monografía municipal; Amada Esperanza Bacca
Gutiérrez, Huixquilucan. Monografía municipal; Rodolfo
Guadarrama González, Villa Guerrero. Monografía municipal;
Óscar Prisciliano Vázquez Illana, Tonatico. Monografía munici-
pal; Guillermo Padilla Díaz de León, Tlalnepantla de Baz.
Monografía municipal; Jaime Noyola Rocha, Tlalmanalco.
Monografía municipal; Carlos César Morón Becerril, Villa de
Allende. Monografía municipal; Jaime Noyola Rocha, Valle de
Chalco Solidaridad. Monografía municipal; Raúl Estrada Carreón,
Zacualpan. Monografía municipal; Alfredo Cardoso Santín,
Tlatlaya. Monografía municipal; Luis Córdoba Barradas, Tultitlán.
Monografía municipal; Héctor González Carranza, Valle de Bravo.
Monografía municipal; José Barreto Rosales, Villa del Carbón.
Monografía municipal; Justino Antonio Mondragón, Donato
Guerra. Monografía municipal; Javier García Sánchez, Capulhuac.
Monografía municipal; Luis Salas Villamil, Coyotepec. Monografía
municipal; Amada Esperanza Bacca Gutiérrez y Enrique García
Garrido, Chapa de Mota. Monografía municipal, Sonia Ramos
Duarte, Hueypoxtla. Monografía municipal; Atanasio Rosales
Carmona, Ecatzingo. Monografía municipal; Leonardo Muñoz
López, Ecatepec de Morelos. Monografía municipal; José Zuani
Cruz y Humberto Domínguez Ávila Cuautitlán Izcalli. Monografía
municipal; Alberto Mazzoco Montoya y Luis Córdoba Barradas,
Coacalco de Berriozábal. Monografía municipal; María Elena
Rosario Venado Durán, Chiconcuac. Monografía municipal; Oralia
Alemán Reyes, Chalco. Monografía municipal; Ricardo Poery
Cervantes Zebadúa, Naucalpan de Juárez. Monografía munici-
pal; Juan Manuel Bejines Juárez, Nextlalpan de Felipe Sánchez
Solís. Monografía municipal; Efraín Bonifacio Alva, Xonacatlán.
27
Monografía municipal; Margarita García Luna Ortega y Pedro
Gutiérrez Arzaluz, Nezahualcóyotl. Monografía municipal; Xaxier
I. Esparza Santibáñez Nicolás Romero. Monografía municipal; José
Guadalupe Palacios Balbuena, Mexicaltzingo. Monografía munici-
pal; María Oliva Castro Orozco, Metepec. Monografía municipal;
Luis Mario Schneider, Malinalco. Monografía municipal; María
Eugenia Alonso Chombo, Chimalhuacán. Monografía municipal;
Virginia Castillo Jiménez y Manolo Ortiz Fernández, Chicoloapan
de Juárez. Monografía municipal; A. Raúl Torres Hernández,
Chapultepec. Monografía municipal; José de la Cruz Rojas, Chiautla.
Monografía municipal; Marisol Arias Flores, Atlacomulco.
Monografía municipal; Elías Espinoza Peña, Atlautla. Monografía
municipal; Julián Rivera López y Federico García García,
Ayapango. Monografía municipal; Eufracio García López, Ocuilan.
Monografía municipal; Juan Pacheco Vázquez, Nopaltepec.
Monografía municipal; Ernesto Gómez Aco, Otumba. Monografía
municipal; Aldegunda Espinoza Rebollar y J. Trinidad Bernardo
Espinos Otzoloapan. Monografía municipal; Jesús Téllez Portillo,
Otzolotepec. Monografía municipal; Arturo Miranda Velásquez,
Papalotla. Monografía municipal; Alejandro Aguilar Torres y
Luciano Contreras Pérez, Melchor Ocampo. Monografía munici-
pal; Sonny García Vázquez, Lerma. Monografía municipal; Esteban
E. Ramírez Guzmán e Ignacio Ramírez Carmona, La Paz.
Monografía municipal; Pedro Gutiérrez Arzaluz, Joquicingo.
Monografía municipal; Felipe Molina Quiroz, Juchitepec.
Monografía municipal; Ricardo Hernández Navarrete, Jiquipilco.
Monografía municipal; Fernando Bojorges Oliva, Ozumba.
Monografía municipal; Ignacio González Polo y Acosta, Polotitlán.
Monografía municipal; Adolfo Marcenobe Ortiz Martínez, Rayón.
Monografía municipal; Eugenio José Luis Arroyo Pedraza,
Zacazonapan. Monografía municipal; Juan Daniel González
Gómez y Pedro Gutiérrez Arzaluz, Villa Victoria. Monografía
municipal; Donaciano Vargas Ordóñez, Xalatlaco. Monografía
municipal; Octavio Rivera Gómez, Axapusco. Monografía mu-
nicipal; Martín Abraham Sánchez Gómez, Atenco. Monografía
municipal; Alberto Fragoso Castañares y Luis Córdoba Barradas,
Cuautitlán. Monografía municipal; Arturo Galicia Córdoba,
Cocotitlán. Monografía municipal; Alejandro Luis Ramiro Juárez
Varón, Coatepec Harinas. Monografía municipal; Enrique Bringas
López, Atizapán de Zaragoza. Monografía municipal; Horacio
Alejandro López López, Amecameca. Monografía municipal;
Moisés Pérez Alvirde, Zinacantepec. Monografía municipal;
Alejandro Ramírez Curiel, Zumpango. Monografía municipal;
Leobardo Casanova García, Zumpahuacán. Monografía municipal;
Alfonso Sánchez García y Alfonso Sánchez Arteche, Toluca.
Monografía municipal; Xavier I. Esparza Santibáñez, Jilotzingo.
Monografía municipal; Joaquín Sánchez Blas, Ixtlahuaca.
Monografía municipal; Felipe Estrada Domínguez, Jaltenco.
Monografía municipal; Luis René Arizmendi Domínguez, Ixtapan
de la Sal. Monografía municipal; Fernando Velásquez Tinoco,
Ixtapan del Oro. Monografía municipal; Xavier I. Esparza
Santibáñez, Isidro Fabela. Monografía municipal; Ana María Vargas
Contreras, Ixtapaluca. Monografía municipal; Enrique López
Maldonado, Huehuetoca. Monografía municipal; Joaquín Sánchez
Blas, El Oro. Monografía municipal; Raymundo Salinas Pineda,
Amanalco. Monografía municipal; Alfredo Cardoso Santín,
Amatepec. Monografía municipal; Jaime Vázquez Castillo,
Almoloya del Río. Monografía municipal; Gabriela Martínez Álvarez
y Marcela Vicencio Carballo, Almoloya de Juárez. Monografía
municipal; Edmundo Roa García; Almoloya de Alquisiras.
Monografía municipal; Miguel Ángel Nolasco Álvarez, Aculco.
Monografía municipal; Araceli Guillermina Juárez González,
Acolman. Monografía municipal; Edgar A. Serrano Pérez,
Acambay. Monografía municipal.
María del Pilar Iracheta Cenecorta
editadas durante el gobierno de Carlos Hank
González. Dichos trabajos se abocan al estudio
monográfico de los municipios de la entidad,
cubriendo, por tanto, muy diversos aspectos:
ubicación, toponimia, historia, educación, tradi-
ciones, leyendas, personajes ilustres, diversos
aspectos actuales como las actividades produc-
tivas, industriales, etcétera. Si bien el número de
monografías municipales no abarca el de los 124
municipios existentes en el Estado de México,
casi todo el territorio de la entidad ha sido cu-
bierto en estos trabajos. Dos problemas limitan
la calidad de estos trabajos: 1) un esquema rígi-
do u “oficial” a seguir por el autor de la mono-
grafía. 2) Por lo que toca al aspecto histórico
debemos señalar que salvo algunas excepciones,
hace falta un mayor rigor y una metodología con
mayor contenido científico Esto debido a que gran
parte de los autores de las monografías, los cron-
istas municipales, no son historiadores profesion-
ales, aunque realizan su tarea con gran entusi-
asmo y dedicación. De esta manera los
historiadores profesionales e investigadores de
otras disciplinas encuentran datos útiles en es-
tas monografías para la realización de sus respec-
tivas investigaciones.
2.3. Los cuadernos municipales
Como un producto de las llamadas Mesas
Itinerantes o serie de conferencias sobre un
municipio determinado, desde 1996 El Colegio
Mexiquense, A.C., emprendió la publicación de
los llamados Cuadernos Municipales —que
suman ya diecisiete— los cuales pretenden
ofrecer a los habitantes de los municipios del
Estado investigaciones actualizadas y especia-
lizadas sobre la historia y los problemas contem-
poráneos de las jurisdicciones municipales. En
cuanto al aspecto histórico, la labor de los
cuadernos es muy importante ya que se aboca
al estudio de periodos históricos insuficientemente
estudiados en las monografías municipales, ya sea
por falta de fuentes históricas o por falta de un
archivo municipal, acudiéndose entonces a otras
fuentes como el Archivo General de la Nación
o a los propios archivos municipales, en caso de
28
existir. Por cuanto hace a la historiografía del siglo
XX mexiquense, los temas historiográficos
tratados en los cuadernos han sido, en su mayoría,
sobre la Revolución Mexicana.
2.4. Las monografías delegacionales
El ayuntamiento del municipio de Toluca
emprendió un ambicioso programa para el
conocimiento de las 24 delegaciones integradas
a dicho municipio a través de las monografías
delegacionales.116 Al igual que las monografías
116
Joaquín Hernández González, Delegación municipal de
Santiago Miltepec de Cuauhtémoc. Toluca, H. Ayuntamiento de
Toluca, 1989. (Edición actualizada del 2000); Hilda Lagunas Ruiz,
Delegación municipal de Santa Ana Tlapaltitlán de Benito Juárez.
Toluca, H. Ayuntamiento de Toluca, 1990. (Edición actualizada
2000); Yolanda Sandoval Santana, Delegación municipal de
Cacalomacán de Carlos Hank González. Toluca, H. Ayuntamiento
de Toluca, 1990. (Edición actualizada del 2000 por Graciano Jasso
González); Porfirio Valdés Romero, Mi solar natal. Perfiles de
Cacalomacán Estado de México, México, Impresora Ambriz, 1980;
Guadalupe Yolanda Zamudio Espinosa, Delegación municipal de
San Buenaventura de Guadalupe Victoria, Toluca, H.
Ayuntamiento de Toluca, 1989. (Actualización en 1999); Gerardo
Sámano Hernández, San Mateo Otzacatipan, Toluca, H.
Ayuntamiento de Toluca, 1991. (Edición actualizada el año 2000
por Laura Flores Hernández y María del Carmen Esquivel Ríos);
María Rosa Silva Fragano, San Marcos Yachihuacaltepec, Toluca,
H. Ayuntamiento de Toluca, 1991; Victoria Georgina Fuentes
Ortega, Monografía delegacional. Santa María Totoltepec, Toluca,
H. Ayuntamiento de Toluca, 2000; Viliulfo Renedo Hernández,
Monografía delegacional. San Mateo Oxtotitlán, Toluca, H.
Ayuntamiento de Toluca, 2000; Lorena Teresa Trevilla García,
Monografía delegacional. San Antonio Buenavista, Toluca, H.
Ayuntamiento de Toluca, 2000; Jesús Rojas Álvarez, Monografía
delegacional. San Andrés Cuexcontitlán, Toluca, H. Ayuntamiento
de Toluca, 2000; Sonia Romero Dávila y Sergio Esteban de León
López, Monografía municipal. Santiago Tlaxomulco, Toluca, H.
Ayuntamiento de Toluca, 2000; María Elisa Peñaloza Rodríguez,
Monografía delegacional. San Marcos Yachihuacaltepec, Toluca,
H. Ayuntamiento de Toluca, 2000; Gabriela Martínez Álvarez e
Ismael Hernández Cruz, Monografía delegacional. Tlachaloya,
Toluca, H. Ayuntamiento de Toluca, 2000; José Luis Alanís Boyso,
Monografía delegacional. Capultitlán, Toluca, H. Ayuntamiento
de Toluca, 2000; Candelario Valdés Gómez y Samuel Valdés
Rodríguez, Monografía delegacional. San Pablo Autopan, Toluca,
H. Ayuntamiento de Toluca, 2000; Óscar Dorantes Nava y Gabriela
Martínez Álvarez, Monografía delegacional. San Felipe
Tlalmimilolpan, Toluca, H. Ayuntamiento de Toluca, 2000; Gabriela
Martínez Álvarez, Monografía delegacional. Santa Cruz
Atzcapotzaltongo, Toluca, H. Ayuntamiento de Toluca, 2000; Rosa
María Navarrete Sánchez y Gumercindo Cristóbal González,
Monografía delegacional. San Cristóbal Huichochitlán, Toluca, H.
Ayuntamiento de Toluca, 2000; Óscar Dorantes Nava et al,
Monografía delegacional. San Pedro Totoltepec, Toluca, H.
Ayuntamiento de Toluca, 2000; Marino Iturbe Albarrán,
Monografía delegacional. San Juan Tilapa, Toluca, H.
Ayuntamiento de Toluca, 2000; Verónica Vega Hernández,
Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...
municipales, las delegaciones se abocan al estudio
de los más diversos aspectos de la historia y vida
cotidiana de esas jurisdicciones.
2.5. Las crónicas
Otro género cultivado ampliamente por la
historiografía mexiquense es la crónica.117 Al igual
Monografía delegacional. Tecaxic, Toluca, H. Ayuntamiento de
Toluca, 2000; Juan Manuel Reza González, Monografía
delegacional. San Martín Toltepec, Toluca, H. Ayuntamiento de
Toluca, 2000, Juan Manuel Reza González, Monografía
delegacional. Calixtlahuaca, Toluca, H. Ayuntamiento de Toluca,
2000; Gabriel Buendía Arriaga, Delegación municipal. San Lorenzo
Tepaltitlán, Toluca, H. Ayuntamiento de Toluca, 2000; Ignacio
Gil Dolores, Monografía delegacional. Santiago Tlacotepec, Toluca,
H. Ayuntamiento de Toluca, 2000.
117
Javier Ariceaga, Hace mucho tiempo..., Toluca, H.
Ayuntamiento de Toluca-Centro Toluqueño de Escritores, 1984;
Javier Ariceaga, Crepúsculos del Señor Desnudo. Crónicas del Valle
de Toluca, Toluca, Gobierno del Estado de México, 1987; Jean
A. Bassford, “Pilgrimage to Amecameca of the indians”, en, The
Americans. A.A. F. H., Whasington, D.C., V. 3, No. 2, octubre de
1946, pp. 190-198; José Castillo y Piña; Oro en polvo. Mixcoac.
Imprenta Efrén Rebollar, 1943; “San Isidro Labrador”, en, Aire
nuestro, Toluca, Consejo Mexiquense de Recursos para la Atención
de la Juventud, Año 2, Núm. 6, septiembre-octubre de 1986,
pp. 31-32; Bertha Abraham Jalil, “De cómo el arcángel San Miguel
venció a Satanás en Chalma o de cómo la historia la escriben los
vencedores”, en, Dos Valles. Revista del Estado de México, Toluca,
Gobierno del Estado de México, V. 1, Núm. 1, enero-marzo de
1988, pp. 43-50; Víctor Ceja Reyes, Bejucos. Un pueblo hombre.
México, Libros de México, 1982; Ramón Cruces Carvajal, “Onírico
ecológico”, en, Páginas para la historia, Toluca, Universidad
Autónoma del Estado de México, T. 1, V. III, mayo-diciembre de
1988, pp. 59-77; David Díaz Gómez, “La peña de la Virgen”, en,
México desconocido, México, Organización Editorial Novaro, Núm.
75, febrero de 1983, pp. 12-15; Antonio Huitrón Huitrón, El Distrito
Federal y la traslación de los poderes federales. Crónica histórico-
constitucional del Estado del Valle de México, con referencia al
Estado de México y al Distrito Federal, Toluca, Universidad
Autónoma del Estado de México, 1976; Eduardo Martínez
Márquez, “La fiesta del 4 de octubre”, en, Tlacuiloani, Toluca,
Dirección de Patrimonio Cultural, Núm. 4, Mayo de 1986, pp.
27-30; Harry Müller, “Valle de Bravo”, en, México desconocido,
México, Organización Editorial Novaro, Núm. 85, diciembre de
1985, pp. 21-27; Salvador Novo, “Un viernes en Toluca”, en,
Altiplano, Toluca, Dirección de Patrimonio Cultural, Año 1, Núm.
4, enero-marzo de 1985, pp. 94-95; Elsa Peña Haaz, ”La fiesta
del Señor de las Agonías”, en, Boletín Bibliográfico de la Secretaría
de Hacienda y Crédito Público, México, Dirección General de
Prensa, Memoria, Bibliotecas y Publicaciones, Año XIX, Época
segunda, Núm. 483, marzo de 1973, pp. 3-7; Jorge Ramos Malváez,
“Leyenda La virgen Loreto”, en, Tlacuiloani, Toluca, Dirección
de Patrimonio Cultural, Núm. 1, abril de 1986, pp. 24-24; Alfonso
Sánchez García, El Paseo Colón de Toluca, Toluca, H. Ayuntamiento
de Toluca, 1981; Alfonso Sánchez García, “Las revistas culturales
en el Estado de México”, en, Dos Valles, Revista del Estado de
México, Toluca, Gobierno del Estado de México, V. 1, Núm. 2,
29
que la monografía ha abarcado multitud de temas.
Quizá una diferencia principal con las monografía
producidas, es que la crónica se aboca a un tema
particular, mientras que los estudios monográficos
abordan los distintos aspectos de un pueblo,
región o municipio. Pero, en suma, tanto las cró-
abril-junio de 1988, pp. 27-36; Inocente Peñaloza García, Reseña
histórica de la Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca,
s/e, 1990, Inocente Peñaloza García, Reseña histórica del Instituto
Literario de Toluca (1828-1956), Toluca, Universidad Autónoma
del Estado de México, 1990; Javier Ariceaga, El último farol. Crónicas
y relatos toluqueños, Toluca. H. Ayuntamiento de Toluca 1988-
1990, 1990; José Antonio Bernal Obregón, “Crónica. El Consejo
Cultural de la ciudad”, en, Toluca, H. Ayuntamiento de Toluca, T.
1. V. 1, diciembre de 1978, pp. 4-9; Graciela Carrión y Luis Iturbe,
Avándaro, México, Editorial Diógenes, 1971; Mario Colín, Toluca,
Crónicas de una ciudad, Toluca, s.e, 1955; Instituto Mexiquense
de Cultura, Crónica del desarrollo industrial en el Estado de México,
Toluca, Instituto Mexiquense de Cultura, 1990; Alfonso Sánchez
García, La Plaza González Arratia. Toluca, H, Ayuntamiento de
Toluca, 1981; Alfonso Sánchez García, Toluca en la mirada. Toluca,
H. Ayuntamiento de Toluca, 1990; José G. Palacios, “CXX Aniversario
de la creación del municipio de Mexicaltzingo, Estado de México”,
en, Hechos municipales, México, Centro Nacional de Desarrollo
Municipal-Secretaría de Gobernación, año 1, Núm. 4, 1990, pp.
54; Victorio Soltero Uribe, “Ciudad de Amecameca de Juárez, Estado
de México”, en, México en la historia y en la Leyenda, México,
Impresora Peregrina, enero de 1958, pp. 36-39; Daniel Benítez
Bringas, “A la sombra de la Mora (anécdotas)”, en, La Mora, Toluca,
Universidad Autónoma del Estado de México, época 1, año 1, Núm.
2, octubre de 1993, p. 18; José Castillo y Piña, “Un viaje a
Otzoloapan”, en, Revista Mexicana de Geografía, México,
Universidad Autónoma del Estado de México, T. 1, Núm. 2, octubre-
diciembre de 1940, pp. 231-247; José Castillo y Piña, “Luvianos,
Nanchititla, Tejupilco y Temascaltepec. Memorias de un viaje”, en,
Revista Mexicana de Geografía, México, Universidad Nacional
Autónoma de México, T. III, Núms. 3-4, julio-diciembre de 1942,
pp. 29-55; José Castillo y Piña, “Otra excursión a los pueblos del
sur. Tenayac, Zacazonapan, Luvianos, Peña Blanca, Nanchichitla,
El Reparo”, en, Revista Mexicana de Geografía, México, Universidad
Nacional Autónoma de México, T. IV, núms.. 1-2, enero-junio de
1943, pp. 1-27; Víctor Ceja Reyes, Crónicas de mi pueblo. Coatepec
Harinas 1990, Toluca, Gobierno del Estado de México, 1990; Rodolfo
García G., Paisajes del Estado de México. Toluca, Ediciones de la
Casa de la Cultura, 1970; Rodolfo García G., “Anecdotario
Institutense. Tiene razón Don Servando”, en, La Mora, Toluca,
Universidad Autónoma del Estado de México, Año II, Núm. 4, enero-
marzo de 1995, p. 10; Gobierno del Estado del México, Estado de
México. Notas históricas sobre su erección como entidad federativa
(Edición preparada por Mario Colín), Toluca, Gobierno del Estado
de México, 1974; Lorenzo Orihuela Flores, Leyendas de mi pueblo.
Texcalyacac. Textos de identidad municipal. s.p.i, 1989; Carlos E.
Vega Sapia, “Tenancingo entre la fe y la tradición”, en, México
desconocido, México, año XVII, Núm. 199, septiembre de 1993,
pp. 70-73; Inocente Peñaloza García, “Génesis, revista de la Liga
Antiyanqui”, en, La colmena. Revista de la Universidad Autónoma
del Estado de México, Toluca, Núm. 20, octubre-diciembre de 1998,
pp. 104-106; Sedesol Solidaridad, Valle de Chalco. Crónica de una
transformación en marcha, México, Secretaría de Desarrollo So-
cial-Programa Nacional de Solidaridad, 1994.
 María del Pilar Iracheta Cenecorta
nicas como las monografías mexiquenses mani-
fiestan un gran interés latente por rescatar el
pasado mexiquense local y regional.
2.6. Las biografías
Una manera de tratar de afirmar la identidad de
los habitantes del Estado de México ha sido la
práctica de biografiar la vida de políticos o
intelectuales mexiquenses, destacados en los
distintos ámbitos del quehacer en el Estado de
México. Por tanto la biografía ha sido un género
que ha sido cultivado extensamente por la
historiografía mexiquense.118
118
“Narciso Bassols”, en Aire Nuestro, año 1, número 3,
septiembre-octubre de 1985, pp. 21-23; Album del primer obispo
de Toluca, Toluca, s.e., 1951.; José Ángel Aguilar, Lo que supe y
me consta de Salvador Sánchez Colín en este año que cumple medio
siglo como ingeniero agrónomo de la especialidad de industrias
agrícolas, Toluca, Imprenta Venecia, 1986.; José Luis Alanis Boyzo,
“Mario Colín Sánchez” en Ateneo, t. 2, número 5, mayo de 1991,
pp. 6-9.; Ängel Albiter Rodríguez, Bosquejo Geológico del Estado
de México. Ezequiel Ordóñez, en Revista de la Universidad
Autónoma del Estado de México, número 5, segundo cuatrimestre
de 1984, pp. 9-21; Pedro Salvador Ale, “Laura Méndez de Cuenca
y Horacio Zúñiga. Otros tiempos, otros decires”, en ENSEM. Revista
de Información y orientación pedagógica de la Escuela Normal
Superior del Estado de México, Toluca, segunda época, número
5, junio de 1991, pp. 37-45.; José Ramón Arana Pozos, Legislaturas
y legisladores del Estado de México, Toluca, LIII Legislatura del
Estado de México, 1998; Marta Baranda, Lía García Verástegui,
Adolfo López Mateos, estadista mexicano, Toluca, Gobierno del
Estado de México, 1987, 163 pp.; Ángel Bassols Batalla, “Narciso
Bassols”, en Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y
Estadística, t. CVIII, 1969, pp. 227-234; Georges Baudot, “Angel
María Garibay”, en Cahiers du monde hispanique et louso-brasilien
(Caravelle), Tolouse, v. 9, 1967, pp. 181-182.; Trinidad Beltrán
Bernal, “Prof. Domingo Monroy Medrano”, en ENSEM. Revista
de Información y orientación pedagógica de la Escuela Normal
Superior del Estado de México, Toluca, segunda época, número
5, junio de 1991, pp. 99-112.; Trinidad Beltrán Bernal, “Jesús
Mastache Román. Biografía”, en ENSEM. Revista de información
y orientación pedagógica de la Escuela Normal Superior del Estado
de México, Toluca, segunda época, número 6, mayo de 1993.;
Alfredo Borboa Reyes, “Discurso Jubilar (en homenaje al padre
Lauro López Beltrán)”, en Ateneo, Toluca, t.1, número 3, octubre-
diciembre de 1984, pp. 198-201.; Xorge del Campo, Cuentistas
y novelistas de la Revolución Mexicana, t. vi, México, Secretaría
de Gobernación, Comisión Nacional para los festejos de los inicios
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Don Artemio-El Padre Garibay- Alfonso Méndez Plancarte”, en
Ábside. Revista de Cultura Mexicana, México, Jus, XXXVIII-4.
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Contestación al anterior discurso [biografía de Ángel María Garibay]”
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Española (Discursos Académicos), México, Jus, t. XV, 1956, pp.
78-86; Ma. Del Rosario Casco Montoya y René Avilés Fabila, “El
30
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de Antropología Americana, México, v. XXXVII, parte 1, 1966,
pp. 89-95.;Alfonso Caso, _”Alfonso Fabila, vida y obra”, en Acción
Indigenista, número 85, julio de 1960, pp. 1-4; Vicente Castellanos
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Semblanza de Isidro Fabela, Atlacomulco, s.e., 1944, ; Mario Colín,
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Atlacomulco, 1956, 25 pp.; Mario Colín, Salvador Sánchez Colín,
Notas Biográficas, Atlacomulco, Testimonios de Atlacomulco, 1956,
25 pp.; Mario Colín, Isidro Fabela. Gran Mexicano del siglo XX,
Atlacomulco, Testimonios de Atlacomulco, 1962, 11 pp.; Mario
Colín, Salvador Azuela. Maestro emérito de la Preparatoria,
Atlacomulco, Testimonios de Atlacomulco, 1968, 28 pp.; Manuel
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candidato al gobierno del Estado de México, Toluca, Club
Democrático Progresista del Estado de México, 1917, 34 pp.;
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Molina Henríquez y Madero”, en Administración y Política, Toluca,
cuarta época, número 10, 1985, pp. 183-193; Adrián Correa,
“Fernando Ocaranza. Semblanza-2, en Memoria de la Academia
Nacional de Historia y Geografía, México, segunda época, número
3, 1945, pp. 29-56.; Alfonso Cravioto, “Contestación al anterior
discurso [biografía de Isidro Fabela Alfaro]” en Memoria de la
Academia Mexicana correspondiente a la española (Discursos
Académicos), México, Jus, t. XIV, 1956, pp. 297-301.;Gabriel
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s.e., 1935, 22 pp.; Ángel Chopin Cortés, 25 gobernadores nacidos
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de Estudios Legislativos de la Legislatura del Estado de México,
1999; Clemente Díaz de la Vega, El Savonarola laico. Semblanza
biográfica del poeta Horacio Zúñiga, Toluca, Universidad Autónoma
del Estado de México, 1975,; Clemente Díaz de la Vega, “Los
rectores de la Universidad. Su vida y su obra”, en Universidad y
Legislación, Toluca, año II, número 7, septiembre-octubre de 1984,
pp. 13-72.; Clemente Díaz de la Vega, Adolfo López Mateos. Vida
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Nova, 1986, ; Isidro Fabela, Maestros y Amigos, México, Instituto
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Quijano”, en Memoria de la Academia Mexicana correspondiente
a la Española (Discursos Académicos), México, Jus, t. XVI, 1958,
pp. 33-39.; Alfonso Fabila, “El hallazgo de un poeta de provincia”,
en Dos Valles. Revista del Estado de México, v. II, número 6,
Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...
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Rosendo Baz Prada, Toluca, s.e., 1958.; Gobierno del Estado de
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Gobierno del Estado de México, Isidro Fabela Alfaro, Toluca,
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Pública del Estado de México, 1989, 35 pp.; Gobierno del Estado
de México, Narciso Bassols y Lerdo de Tejada, Toluca, Gobierno
del Estado de México, Instituto de Administración Pública del Estado
de México, 1989, 30 pp.; Gobierno del Estado de México, Alfredo
del Mazo Vélez, Toluca, Gobierno del Estado de México, Instituto
de Administración Pública del Estado de México, 1989, 31 pp.
Gobierno del Estado de México, Adolfo López Mateos, Toluca,
Gobierno del Estado de México, Instituto de Administración
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de México, Beneméritos del Estado de México, Toluca, Gobierno
del Estado de México, 1985. (Serie Identidad Estatal 4),; Gobierno
del Estado de México, “Hombres ilustrres del Estado de México”,
en Gaceta de Turismo, año 2, v. II, número 14, enero de 1971,
11 pp. ; Gobierno del Estado de México, Rotonda de los Hombres
Ilustres del Estado de México, Toluca, Coordinación General de
Comunicación Social, 1985, 30 pp.; Gobierno del Estado de México,
Escritores y poetas del Estado de México, Toluca, Gobierno del Estado
de México, 1985.( Serie Identidad Estatal 6),; Gobierno del Estado
de México, Gobernantes distinguidos del Estado de México, Toluca,
Gobierno del Estado de México, 1985. (Serie Identidad Estatal
5),; Gobierno del Estado de México, Músicos y pintores del Estado
de México, Toluca, Gobierno del Estado de México (Serie Identidad
Estatal 7).; Gobierno del Estado de México, Científicos e
historiadores del Estado de México, Toluca, Gobierno del Estado
de México, 1985 (Serie Identidad Estatal 8).; Gobierno del Estado
de México, Maestros ilustres del Estado de México, Toluca, Gobierno
del Estado de México, 1985 (Serie Identidad Estatal 5. 2a. Serie).;
Gobierno del Estado de México, Mexiquenses destacados en la
política nacional, Toluca, Gobierno del Estado de México, 1985
(Serie Identidad Estatal, 10).; Gobierno del Estado de México,
Monumento a los hombres ilustres del Estado de México, Toluca,
Gobierno del Estado de México, 1985.; Gobierno del Estado de
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año XIII, época segunda, número 378, 1 de noviembre de 1967,
p. 17. José Luis Rublúo Islas, “Los libros de Garibay”, en Memo-
 María del Pilar Iracheta Cenecorta 32

2.7. Las bibliografías y catálogos que compilan la vasta producción existente.

Dichas bibliografías resultan de gran utilidad para
La gran cantidad de obras historiográficas ha los investigadores que desean informarse
promovido la publicación de varias bibliografías respecto a los trabajos escritos sobre un tema
específico. 119 Función similar cumplen los
catálogos de documentos archivísticos.
ria de la Academia Mexicana de Historia correspondiente de la
Real de Madrid, México, t. XXVI, número 4, octubre-diciembre
de 1967, pp. 395-402.; Alberto Saladino García, “El pensamiento
de Octavio Paz”, en Coatepec, año 4, número 5, febrero de 1992,
pp. 22-32.; Carlos San Juan, “Fidel Velázquez: mi personaje
inolvidable. Notas sobre las dirigencias sindicales en la coyuntura
reciente”, en IV Jornadas de Historia de Oriente. Ideología y praxis
de la Revolución Mexicana, Jiquilpan de Juárez, Mich., Centro
de Estudios de la Revolución Mexicana “Lázaro Cárdenas”, 1982,
pp. 101-119.; Alfonso Sánchez Arteche, “El concepto de hidalguía
en Isidro Fabela”, en Ciuhnauhteca, Toluca, número 5, mayo-
junio de 1985, pp. 7-9.; Alfonso Sánchez Arteche Don Quijote
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Ensayo sobre la histografía mexiquense, de la Revolución...
CONSIDERACIONES FINALES
A juzgar por la gran cantidad de obras producidas
en el curso del siglo XX y en los albores del XXI,
asistimos a un intenso quehacer de nuevas
generaciones de historiadores, salidos de las filas
de las instituciones académicas de la entidad y
de fuera de ella, varios de los cuales ensayan
nuevas teorías y metodologías, abarcando la
historia social, política y económica, desde una
perspectiva estructural tratando de alejarse del
positivismo que impregnó los trabajos de los
primeros historiadores de la entidad. Y es que
33
la realidad mexiquense y sus nuevos actores
imponen el desplazamiento de la historia
tradicional para dar paso a la apertura de nuevos
temas con enfoques interdisciplinarios con el
objeto de explicar de la mejor manera la compleja
realidad del Estado de México y la conducta de
los muy diversos actores sociales y políticos. En
este sentido las problemáticas del Estado son
abordadas por los historiadores profesionales,
pero también, como ya lo habíamos señalado, por
diversos profesionales cuyas especialidades les
permiten explicar los complejos y múltiples
procesos que se desarrollan en la entidad.