Sei sulla pagina 1di 15

EL ESTUDIO DE LA CULTURA MATERIAL EN ARQUEOLOGÍA A TRAVÉS

DE LAS CORRIENTES TEORICAS DE LOS SIGLOS XIX Y XX.

Manuel Alexis Rodríguez Oliva

II Grado Arqueología
EL ESTUDIO DE LA CULTURA MATERIAL EN ARQUEOLOGÍA A TRAVÉS
DE LAS CORRIENTES TEORICAS DE LOS SIGLOS XIX Y XX.

I. INTRODUCCIÓN

El propósito fundamental de éste trabajo, es sintetizar las principales ideas de las diversas
escuelas, acerca del estudio de la cultura material. Para ellos, vamos a intentar extraer de
las distintas escuelas o corrientes, cuales fueron las principales formas de entender la
cultura material, a qué le dieron mayor importancia, así como el tratamiento a la
información obtenida por medio de la misma. Nos hemos centrados en las corrientes
teóricas fundamentales que se dan durante el siglo XIX y XX, con un pequeño resumen
de los antecedentes que se dieron, fundamentalmente en el Renacimiento.

II. ANTECEDENTES

El interés por lo que denominamos “antiguo”, viene desde el inicio de las civilizaciones.
Ya en la antigüedad, se le daba importancia a la cultura material. En Grecia y Roma se
da una “actitud arqueológica” de recuperación de material del pasado, dándole un valor
más allá de lo artístico, ideológico o religioso. Sin embargo en la Tardoantigüedad se
pierde esa valoración de lo que habían sido elementos del pasado, hay un uso ideológico
de la reutilización de piezas, los expolia, aprovechamiento de restos significativos de
otras culturas. Lo observamos bien en el material de acarreo utilizado para otras
construcciones, póngase el ejemplo de capiteles romanos en la mezquita de Córdoba.

Sin embargo, a pesar del interés desde la antigüedad y su posterior olvido, es en el


Renacimiento donde produce gran admiración y sensibilidad sobre todo por el pasado
clásico grecorromano, y en particular romano, ya que Grecia desde el punto de vista de
la cultura material fue hasta mucho después de más difícil acceso, debido a la ocupación
otomana. En cierta forma, el gran interés renacentista también les lleva pues a una gran
destrucción ya que los materiales son expoliados y utilizados de manera masiva.
Se va gestando una identidad de corte clasicista y es que en el fondo la Arqueología se va
a identificar como Arqueología Clásica. En gran medida, esto ocurre así porque la
Prehistoria no tiene textos y no se puede acceder a la información de forma escrita.
Entendían que la Arqueología se puede completar con los restos materiales. Al final la
esta idea es la que va a perdurar durante muchos siglos, quedando olvidado cualquier otro
periodo, por ejemplo el medieval, ya que no le daban importancia alguna para su estudio.

Durante el siglo XVII es donde se eclosiona la anticuaria, frente lo q había sido el


renacimiento como vuelta al pasado clásico. El coleccionismo se generaliza en este
siglo, dándole cierto carácter técnico a las antigüedades obtenidas, pero aún muy lejos
de lo que posteriormente denominaríamos ciencia. Destacamos el “Museo del Mundo”
kircheriano de Athanasius Kircher, en el colegio jesuita de Roma, que contenía gran
cantidad de antigüedades. También se estudia dentro del coleccionismo, el
coleccionismo de los gabinetes de curiosidades, llamada cámaras de las maravillas por
los alemanes. El Gabinete de curiosidades de Worm, es un buen ejemplo del
coleccionismo llevado a cabo estos años.

La Ilustración fue otro de los momentos históricos (Siglo XVIII) donde hubo gran interés
y reverencia por el mundo antiguo El arte clásico se va a tener como gran modelo. Las
sociedades europeas, han ido avanzando desde el Renacimiento, y se produce unos
cambios a nivel de gestión administrativa y social que van a desarrollar las primeras
Academias. Estas Academias, fomentadas mayormente por reyes, se interesarán
especialmente en las esculturas y estatuaria, así como en los epígrafes, y monedas. Se
empieza a tener un interés más sistemático y ordenado, iniciando el coleccionismo. Las
esculturas son muy importantes en esta época, debido a un concepto estético-artístico,
como elemento de cultura material básico. El interés por las monedas y epígrafes, darán
como nuevas disciplinas la Numismática y Epigrafía.

Durante el siglo XVIII, Winckelmann, será bastante influyente, ya que concibe la


Arqueología como Arqueología Clásica e Historia del Arte. Su “Historia del arte de los
antiguos” (1764) supone la revalorización del arte griego. Se basa fundamentalmente en
la plástica, arquitectura y cerámica, revaloriza el arte griego frente al romano. Como
comenta en su libro Esteban Tollinchi “La metamorfosis de Roma”, vemos sin embargo,
que debido a la accesibilidad de Roma, los ejemplares en que se basaba, eran copias
romanas.
“El clasicismo alemán está montado sobre un enigma y se realiza mediante una
paradoja. El enigma se refiere al modo cómo la Alemania de principios del siglo
XVIII llega a descubrir a Grecia y transformarla en la clave de su renacimiento
cultural. La paradoja es que el descubrimiento tuviera que realizarse a través de
Roma. Tanto el enigma como la paradoja encarnan en la figurade Winckelmann,
quien, por consenso universal, es considerado el originador de la vuelta a Grecia.
Si así fuera, el enigma y la paradoja serían entonces primeros de él que de sus
coetáneos. Respecto a lo primero, nada en la biografía de Winckelmann (ni en la
de Lessing o la de Wieland) nos explica satisfactoriamente cómo el pensador pudo
transformar su vivencia de las copias romanas en Dresde en la convicción de la
ejemplaridad del arte griego.”(p.664)

También en este momento estamos en un tipo de estudio de la cultura material muy


filológico que se mantendrá en el siglo XIX. Según Baindinielli, se podría definir como:

“La filología como investigación y ordenación de los textos literarios y de su transmisión


manuscrita había surgido en el período del tardo helenismo; en el mundo moderno, puede
decirse que nació cuando Friedrich August Wolf, en 1777, pidió y consiguió
matricularse, a los dieciocho años, en la Universidad de Gottinga como studiosus
pbilologiae, y no, como quería la costumbre, como studiosus theologiae. De esta
victoria sobre un rector reacio data la entrada de la filología en la nomenclatura
universitaria oficial en Europa. La filología se afirmó especialmente en Alemania y se
dividió en dos grandes ramas: la gramática comparada y la crítica de textos”
Baindinielli (p.59)

Esta arqueología le da gran importancia a identificar los talleres, artistas. También le dan
gran importancia a la escultura. Aquí parte la idea de que el mundo griego es la cima de
lo cultural, y el mundo romano el gran copiador. Destacamos a A. Fürtwangler, ya en el
siglo XIX utilizaba la arqueología filológica para confrontar las copias y restituir las obras
a su estado original.
III. LAS CORRIENTES EN EL SIGLO XIX Y XX.

Ante todo, debemos comentar, qué es en el siglo XIX, donde se da los primeros indicios
científicos en el estudio de la cultura material. Sin embargo, hay que destacar que en
principio, se dividió claramente entre dos campos, uno dedicado a la Prehistoria y otro a
la Arqueología. Esta situación, pone en relieve una distancia entre ambas disciplinas que
se mantendrán hasta el siglo XX. Todo esto dará como resultado diferentes disciplinas
divididas en dos líneas:

a) Arqueología Clásica y Anticuaria.


b) Arqueología prehistórica: histórico-cultural, procesual, posprocesual,
marxista y darwinista.

a) La Anticuaria y Arqueología Clásica.

Totalmente influenciado por los siglos anteriores, la Arqueología Clásica fue la que
mayor interés de estudio se dio desde la perspectiva de la cultura material. Realmente
importaba esta época, además de las primeras incursiones en el mundo de Egipto y Asiria.
Realmente aún se ve influenciado por lo estético y cobran gran importancia las obras de
arte como las esculturas.

Desde un punto de vista del coleccionismo, se fueron agrupando gran cantidad de


antigüedades, que con el tiempo pasaran a formar parte de colecciones privadas, a lo
museos, debido fundamentalmente a los procesos nacionalistas, ocurrentes en el siglo
XIX.

Desde esta perspectiva se da gran importancia tanto a las monedas como a los textos
(Epigrafía y Numismática). Por ejemplo relacionaban a aquellas monedas con el rostro
del emperador, con la estatuaria oficial, y así se iban obteniendo, no sin dificultad, una
serie de los mismos. Es por ello que centraron su interés en este tipo de cultura material.

La Epigrafía y la Numismática, cobraron gran peso a lo largo del siglo XIX, y se


instauraron como las principales disciplinas universitarias en el campo de la Arqueología.
b) Arqueología prehistórica

Las bases para el estudio de la Prehistoria en el siglo XIX fueron en su inicio el


establecimiento del Sistema de tres edades, propuesto por Thomsem de la escuela danesa
(Piedra, Bronce, Hierro), además del estudio de estratigrafía de Boucher de Perthes (desde
1837) y Charles Lyell (1859). Charles Darwin, también contribuyó de forma significativa,
a la aparición de otra escuela, y forma de estudio de la cultura material desde una óptica
diferente.

En Inglaterra las llamadas “sociedades antediluvianas “comenzó a desarrollar la de la


disciplina en el estudio de la cultura material de forma científica, aunque partían de la
influencia bíblica.

En prehistoria al no contar con textos, la elaboración de la historia ha contado más con


las corrientes teóricas para elaborar la historia. Todo ello no quiere decir que en la
arqueología asistida por textos, no se puedan utilizar las corrientes teóricas, es
simplemente la tradición de una forma de trabajar distinta. De hecho, todas estas
corrientes teóricas, se utilizan sin lugar a dudas en la Arqueología, desde el siglo XIX
hasta nuestros días.

Vamos a comentar, las diferentes corrientes teóricas que han dado de forma diferente,
importancia a la cultura material, y cada una, a su particular forma de estudiarla.

 Historicismo cultural

El pensamiento que hoy llamamos historicismo cultural es muy antiguo, es el que ha


predominado siempre en arqueología en general y prehistórica, y sigue predominando
hoy. A pesar de que las críticas se centran fundamentalmente en falta de base teórica, es
la que mayor influencia cultural tiene, y es como hoy en día la mayor parte de la gente lo
entiende.

Historiográficamente, debemos citar a Gustav Kossinna, a Oscar Montelius, y a Gordon


Childe como los autores preponderantes de esta corriente.

La filosofía del historicista parte de la influencia de otras materias como la geografía


humana y sobre todo la etnología, con gran desarrollo en el siglo XIX. EL historicista fue
asumiendo filosóficamente, que al igual que las culturas humanas etnológicas actuales
tienen una diversidad de comportamiento, pero que todos esos individuos que conforman
esa cultura tienen unos patrones comunes entre sí, algunos son rasgos propios de esa
cultura, que se materializan además en una cultura material propia de esas culturas, y por
tanto el historicista asumió la idea de que mediante la cultura material podía diferenciar
distintas culturas humanas.

Los historicistas creían que por medio de la cultura material se podía identificar diferentes
pueblos, y a su vez, cuál de ellos podía ser el originario. Se embarcan por ello en una
exhaustica búsqueda de elementos materiales que definan o puedan definir a una cultura
determinada. En el historicismo cobra importancia, lo que se denominó fósil guía, esto
son, aquellos elementos de la cultura material que servían para identificar una cultura
determinada frente a otras, además de ir asociando unas culturas a otras por similitud.
Una vez que sabe o cree saber cuál es el fósil guía de la cultura, los sitúa en un espacio
geográfico (Horizonte), y el tiempo durante el cual se utilizó dicho fósil (Tradición).
Ambos conceptos, tradición y horizonte, quieren decir espacio geográfico de una cultura
por dónde se movió, y verticalidad, tiempo, para explicar el proceso de la historia
particular dentro de su horizonte.

Por ello se centran en la búsqueda de aquellos elementos de la cultura material más


antiguos y que tengan un espacio tiempo común. Al historicismo se le ha denominado
también particularismo histórico, ya que se centra en la historia particular de una cultura
determinada, sin buscar leyes generales del comportamiento cultural.

Cada conjunto de cultura material expresa la variación de conjunta de cada cultura, pero
hay alguna, lo más frecuente, que es la norma, lo normal, lo que más se da en esa cultura
frente a otras, y los fósiles guía de esa cultura suelen encontrarse ahí.

Esta variación o variabilidad es entendida por el historicista en términos estilísticos, más


que en términos funcionales. En términos generales el historicista tiende a ver la
diversidad de los conjuntos materiales como las diferentes formas de expresión estilística
de los individuos de una sociedad.

En tanto que cada cultura es definida en el tiempo y en el espacio dado por el rango de
variación de los conjuntos materiales.
Otro aspecto muy importante para el historicista es cómo se da la difusión de esa cultura,
qué modelo de difusión explica el horizonte alcanzado, por ello es fundamental darle
importancia a la transmisión cultural que se produce desde el punto de vista de la cultura
materia.

 Nueva Arqueología

Las críticas al historicismo cultural, hace que W.W. Taylor, en los años 40 del siglo XX
en su libro “A Study of Archaeology” , opine que el enfoque tradicional historicista en
arqueología es demasiado limitado y que se debería intentar generar, un enfoque
conjuntivo donde se estudiase el sistema cultural en su totalidad y no particularmente.
Diez años después, a finales de los 50, hay una obra de Wiley y Phillips (Method and
Theory in American Archaeology), donde se promueve la idea de una interpretación
“procesual” que suponga “una síntesis definitiva en una búsqueda común de la causalidad
y las leyes socioculturales”.

Lewis Binford podríamos decir que es el arqueólogo más influyente de esta corriente
teórica. Escribe a lo largo de los años 60 en el Norteamérica y con sus obras se puede
decir que se inicia la Nueva Arqueología. Se le denominó a esta corriente procesalista, y
tuvo mucha importancia, y aún la tiene, en la década de los 60, 70 y 80,
fundamentalmente en Norteamérica y en Europa del Norte.

Los investigadores de esta corriente seguirán unas mismas reglas, modos o


procedimientos de trabajar de forma objetivista. Esto asume filosóficamente la existencia
de una única realidad independiente del investigador y a la cual se intenta acceder por una
serie de procedimientos. Como objetivistas, los procesualistas trabajarán con valores
epistémicos, no queriendo saber de valores culturales que rodean al investigador, cuestión
que se desde el principio se criticó al historicismo cultural. Se embarcan en la búsqueda
del porqué de las leyes socioculturales. El objetivo es encontrar leyes del comportamiento
humano.

Los miembros de la escuela procesual consideran al comportamiento humano como un


punto de coincidencia o articulación entre un gran número de sistemas, cada uno de los
cuales engloba fenómenos culturales y no culturales. La estrategia de la escuela procesual
es aislar cada sistema y estudiarlo como una variable independiente. El enfoque procesual
trata de aislar y estudiar los diferentes procesos que actúan en y entre la sociedad,
poniendo el acento en las relaciones sociales, la subsistencia y la economía. (Renfrew y
Bahn).

Realizarán en su estudio análisis sistemáticos, y contempla las sociedades humanas como


sistemas donde hay variables que se relacionan entre sí, no caóticamente, sino con una
serie de patrones según las propiedades de las variables que tienen una razón de ser. El
procesualista intenta, para conocer esos patrones q subyacen a los sistemas.

Lo primero que hace es aislar distintos subsistemas dentro de los sistemas de las
sociedades humanas (esto es, dimensiones de éstas) para empezar a analizar ese sistema
complejo que supone una sociedad humana. Descompone el problema en partes más
sencillas para analizar cada una de forma independiente, conocerla de forma
independiente, y una vez que cree que conoce bien cada subsistema, intenta ver cuál es el
patrón de articulación de los subsistemas entre sí, y por tanto el patrón general de
funcionamiento del sistema, de la sociedad humana.

Además, los subsistemas, variables o fenómenos pueden ser culturales pero también no
culturales, por tanto subsistemas extraculturales, extrasociales, dimensiones que influyen
en el funcionamiento de una sociedad pero no forman parte de la misma.

Estos subsistemas serán estudiados dándole gran importancia al estudio de la cultura


material. Por ejemplo el procesualista en una excavación presta atención a los residuos
dejados por una cultura para saber qué es lo que se consume y cómo, infiriendo el tipo de
economía de esa cultura. También infieren el comportamiento simbólico (Religión) por
medio de la cultura material, que se identifique en el ámbito religioso. Por ejemplo
también pueden estudiar los útiles líticos para identificar el grado de tecnología de una
cultura. Para un procesualista, se supone que centrándose en los procesos concretos de
cada sistema llegará a extraer conocimiento de cada uno de esos sistemas y llegará a
conocer el funcionamiento de cada sistema.

Después realizan compuestos teóricos para relacionar los subsistemas.

Los procesualistas prestaron gran importancia al tema económico, definiéndose por sus
críticos como una corriente extremadamente materialista. Es de destacar, que para los
procesualistas las sociedades humanas cambian porque maximizan mejor los recursos, de
forma que la cultura material también va en proporcional desarrollo.
Ese principio teórico de la maximización de recursos, es el que ha llevado a definir a la
nueva arqueología como funcionalista. Esta corriente suele asumir la idea de progreso.
No descarta una fase histórica que pueda producir menos, pero es una especie de paso
atrás dentro de la idea general del procesualista.

La idea final del procesualista es que la búsqueda de las leyes socioculturales es pegar el
salto del funcionamiento del sistema al de otros sistemas, para ver qué patrones son
comunes a una serie de sistemas, o por qué variable cambia un patrón de un sistema. En
última estancia lo que hace es intentar extraer patrones universales del comportamiento
humano.

También es importante para el procesualista, la idea de que la búsqueda de estos patrones


en el registro arqueológico “muerto”, se podía servir muy útilmente del registro cultural
dinámico “vivo”, del registro etnográfico. Por tanto, que la arqueología podía desarrollar
más fácilmente ese marco valiéndose del registro etnográfico, valiéndose de culturas
similares a las que investiga el arqueólogo.

 Posprocesualismo

Las críticas al procesualismo vienen fundamentalmente de la corriente posprocesualista.


Critica al procesualismo que apenas atendió la ideología, tanto del investigador y menos
aún la de las sociedades que estudia, debido esto a la base materialista que tiene. No se
centra tanto en el estudio de los procesos ideológicos porque los procesos económicos
son los más importantes a la hora de encontrar los patrones de funcionamiento del cambio
en el sistema.

El posprocesualismo critica también al procesualismo diciendo que los individuos no son


importantes.

El posprocesualismo no está interesado en el funcionamiento del sistema, sino en el papel


específico de grupos más pequeños que lo forman. Arqueologías posprocesualistas son la
arqueología de lo extraño, arqueología de la infancia, o arqueología de género. Estas
arqueologías tienen un carácter más individualista, y por tanto tiene sentido que el
posprocesualismo critique el carácter generalista del procesualismo, aunque éste responda
diciendo que su visión es generalista porque el marco conceptual trabaja a ese nivel.
Para los posprocesualistas, el registro etnográfico tiene sus límites, ya que son fenómenos
históricos distintos y distantes en términos cronológicos. A veces puede que la similitud
nos hable de una función parecida, pero no tiene por qué. La comparación etnográfica es
importante por tanto para imaginar hipótesis, pero no vale como elemento de contraste.

 Materialismo histórico

La aplicación del materialismo histórico en arqueología se da en las tres últimas décadas


del siglo XX. El autor fundamental y originario de la corriente es Karl Marx, con “El
capital”. Su objetivo era estudiar los modos productivos de las sociedades humanas,
especialmente el sistema capitalista. Lo que ocurre es que en sus investigaciones observa
que a lo largo de las sociedades humanas hay una especie de condición necesaria siempre
se da, que es el proceso de trabajo. Esa condición es donde se centra Marx. El principio
teórico del materialismo histórico, que está íntimamente ligado a esa condición, es la
lucha de clases, viniendo a decir que toda sociedad humana tiene un proceso de trabajo,
y que en él, el trabajo y los beneficios del mismo, no se distribuye equitativamente, lo que
supone un caldo de cultivo para contradicción interna en la sociedad. De ahí que para el
marxista, en tanto que siempre existe proceso de trabajo en las sociedades humanas y
siempre se distribuye de manera desigual, siempre va a existir la lucha de clases, es una
constante que siempre funciona en las sociedades humanas, y por eso el marxismo echa
mano de ese principio fundamental para explicar sociedades que aún no conocemos.

Los marxistas en líneas generales piensan que la reconstrucción histórica de las


sociedades antiguas nunca puede ser una reconstrucción fidedigna de lo q realmente
ocurrió en esas sociedades, puesto q la historia se genera dentro de unas circunstancias
políticas y sociales diferentes.

El conflicto interno de las sociedades es lo que genera el motor de cambio para un


marxista, el desarrollo histórico económico de las sociedades humanas.

El materialismo histórico, define los conceptos de infraestructura y superestructura

 Infraestructuras son las fuerzas de producción de una sociedad y las relaciones


que se establecen entre ellas.
 Superestructuras son los sistemas de creencias, ideológicos, los sistemas políticos,
legales, la base ideológica de una sociedad.

La infraestructura se puede en cierta medida equiparar a la base económica de una


sociedad. Marx pensaba que la superestructura y por tanto la ideología en general se
fundamenta y surge a partir de la infraestructura, es decir, de la base económica. De
forma subjetiva, esta corriente, analizará la cultura material dándole una importancia
desde el punto de vista de la producción, y así entenderá las diferentes condiciones
sociales, diferenciando bien aquellos que someten de los que son sometidos. Supondrán
que el colapso de un modo productivo que genera otro tipo de sociedad, ha eliminado la
contradicción, conflicto o desigualdad del modo productivo anterior, en tanto que el modo
productivo anterior ha colapsado y emerge uno nuevo de sus ruinas.

 Neomarxismo

El neomarxismo, trata de aumentar el papel de la ideología al mismo o mayor nivel de la


infraestructura. No determinar los sistemas ideológicos por la infraestructura. Lo cual, es
lo suficiente para quitarle el sustantivo de materialismo a la corriente. Es el marxismo
moderno. Este pilar neomarxista es uno de los que tienen después la corriente
posmoderna, pero no se refiere al marxismo clásico. Eso, entre otras cosas, al menos
permitía eliminar ese determinismo económico del marxista, además de dar sentido a la
idea de que la praxis política funcionaba. Tanto para el marxista clásico como para el
neomarxista, la cultura material de corte ideológico, la contempla como una cultura
material que en su momento tuvo un papel activo para cubrir la realidad desigual. Se
entiende por tanto la cultura material como ente activo. Por ejemplo entendían que los
enterramientos calcolíticos eran colectivos no en sentido igualitario, sino lo que hacían

 Darwinismo

Darwin escribe en el siglo XIX, y sus escritos con bastante rápida influencia en muchas
áreas científicas. Algunos prehistoriadores pensaron que efectivamente esa idea de la
evolución, de que todo organismo procedía de otro antiguo tenía también sentido para las
ciencias históricas como la historia donde todo cambia. Y se pensó que había esa
influencia.

En la segunda mitad del XIX hay escritos de prehistoriadores, antropólogos, etc. No


solamente en esas áreas, esa idea de que las cosas cambian a partir de algo previo la
podemos ver en lingüística, las lenguas evolucionan a partir de cosas previas, lenguas
ancestrales. Aquí la idea es previa a los escritos de Darwin, remontándose al menos al
XVIII, un siglo antes de que los naturalistas, ahora biólogos, trabajasen con el marco
darwinista. Sin embargo es a partir del XIX cuando se extiende y se hace común a muchas
áreas del conocimiento científico, más en antropología que arqueología. Sin embargo,
esas nociones evolucionistas no fueron aproximaciones evolucionistas darwinistas. No
trabajaron con el marco que Darwin había propuesto. Entre otras cosas, la antropología
del siglo XIX mantenía la idea de progreso, de que los tipos de sociedades se sucedían
entre sí siguiendo una línea basada en el progreso, y en consecuencia pensaban q las
sociedades humanas progresaban hacia algo mejor, muy lejos de la propuesta del propio
Darwin. En el siglo XX sigue habiendo nociones evolucionistas, pero en la segunda mitad
del XX, años 60-70 hay una especie de bajada en la frecuencia de aproximaciones
evolucionistas, seguramente por el impacto o la influencia que tuvo el mal uso político de
algunos principios evolucionistas, aplicándose a la gestión política de poblaciones
humanas algo científico. No es hasta la década de los 80-90 en adelante del XX cuando
el darwinismo se retoma en líneas generales y en especial en Arqueología.

El cambio darwinista es fundamentalmente eso, la evolución, el cambio en la diversidad


de las poblaciones, cómo va cambiando la diversidad de las poblaciones en el tiempo y el
espacio geográfico dadas las interacciones entre organismos y poblaciones y la
generación de presiones selectivas de ese tipo, que no solo viene dado por cosas como
esta, sino por cualquier cosa. Un organismo puede generar una presión selectiva sobre
otro, una población sobre otra, una parte de una población sobre otra. Las presiones se
generan espontánea y casualmente en función de las interacciones de organismos y
poblaciones en los espacios.

El criterio teórico fundamental para el cambio darwinista es la selección natural. Las


presiones selectivas seleccionan o descartan parte de la diversidad de las poblaciones, y
el criterio teórico del darwinismo es que el cambio en la diversidad de las poblaciones de
la tierra viene dado por el éxito replicativo de los organismos. Así pues es de gran la
utilidad para la Arqueología y el estudio de la cultura material, estudiar la cultura material
respecto una línea evolutiva, tal como cita García Rivero

“Actualmente, la comunidad científica general dedicada al estudio del cambio en la vida


está de acuerdo en que la Teoría de la evolución constituye la epistemología que aúna el
mayor número de los valores científicos a los que hemos aludido anteriormente, además
de ser la que lo hace de la forma más sencilla y armoniosa. Este paradigma evolutivo, aun
siendo tan sencillo, posee un gran poder explicativo. El resorte heurístico de la episteme
darwiniana puede generar fácilmente un gran volumen de hipótesis y discusión científica
que además puede irse contrastando y refinando conforme a los principios de
refutabilidad y construcción del conocimiento”(García Rivero p71).

Además en sus estudios el mismo autor, nos habla de estudios de la cultura material,
donde “existen aproximaciones filogenéticas concretas y algunas otras más centradas en
los propios procesos de transmisión cultural” (García Rivero.p87)

IV CONCLUSIONES

La realidad es que el desarrollo del estudio de la cultura material, desde las diferentes
corrientes, pone de manifiesto la importancia que tiene, tanto en su búsqueda como en su
interpretación para estudiar culturas pasadas. El conocimiento general de una cultura va
ligado a los rastros que nos dejan y es por ello que desde un entorno científico se ha
intentado dar respuesta, a lo múltiples interrogantes que surgen, cuando el elemento de
estudio es el ser humano en el pasado.

Cada corriente teórica, a su forma, intenta esclarecer con su análisis, la relación que se da
entre la cultura material y una cultura determinada, intentando explicar complejas
situaciones. Ocurre, que en función de la cultura a estudiar y de su cultura material, nos
pueda venir mejor o peor aplicar las teorías de una corriente en particular.

Realmente pienso que en cierta forma escudarse en una sola práctica teórica, nos limitaría
como arqueólogos. Quizás con algo de flexibilidad, entre las diversas posturas, se pueda
esclarecer de mejor manera, los desafíos pendientes y venideros que encontramos en
nuestra disciplina.
BIBLIOGRAFIA

Esteban Tollinchi “La metamorfosis de Roma”, UNIV.DE PUERTO RICO,


EDITORIAL, 1998.

R Bianchi Bandinielli “Introducción a la Arqueología” Ediciones Akal 1992,2005

Trigger, Bruce “Historia del Pensamiento arqueológico” Editorial Crítica. 1992

Colin Renfrew / Paul Bahn “Arqueología, Teoría, Métodos y Práctica” Ediciones Akal
1993

Marx, Karl. “El capital. Crítica de la economía política.” Madrid: Akal. (1977).

Recurso electrónico

Daniel García Rivero “Arqueología evolutiva y Filogenética cultural”. Complutum,


2012, Vol. 23 (2): 69-92

Potrebbero piacerti anche