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Es necesario saber que las batas de laboratorio son convenientes por que protegen la ropa de
manchas y quemaduras causadas por productos químicos. Así mismo es recomendable usar
anteojos de seguridad o los anteojos ordinarios y mascaras o tapabocas, siempre que se vaya
a realizar un experimento que ofrezca peligro. Las gotitas de reactivos corrosivos o los
fragmentos de vidrio son un peligro para los ojos y para la cara.
A manera general las siguientes son algunas de las precauciones que se deben tener en
cuenta en el laboratorio:
Los primeros auxilios son medidas terapéuticas urgentes que se aplican a las víctimas de
accidentes o enfermedades repentinas hasta disponer de tratamiento especializado. El
propósito de los primeros auxilios es aliviar el dolor y la ansiedad del herido o enfermo y evitar
el agravamiento de su estado. En casos extremos son necesarios para evitar la muerte hasta
que se consigue asistencia médica.
Los primeros auxilios varían según las necesidades de la víctima y según los conocimientos del
socorrista. Saber lo que no se debe hacer es tan importante como saber qué hacer, porque una
medida terapéutica mal aplicada puede producir complicaciones graves.
Se debe evitar el estado de shock del paciente o afectado. Se deben valorar la frecuencia
cardiaca y la tensión arterial. Una valoración inicial se obtiene tomando el pulso: permite valorar
la frecuencia y ritmo cardiaco, y su “fortaleza” nos indica una adecuada tensión arterial. El
shock o choque es un trastorno hemodinámico agudo caracterizado por una perfusión
inadecuada, general y duradera, de los tejidos que pone en peligro la vida. Los signos
característicos son la piel fría y húmeda, los labios cianóticos (azulados), la taquicardia y la
hipotensión arterial (pulso débil y rápido), la respiración superficial y las náuseas. Estos
síntomas no son inmediatos; el shock puede desarrollarse varias horas después del accidente.
Para evitarlo debe mantenerse abrigado al paciente e iniciar lo antes posible la perfusión de
líquidos y electrolitos por vía intravenosa. Está prohibido administrar fármacos estimulantes y
alcohol.
A pesar de todas las precauciones que se deben mantener en el laboratorio cuando se realiza
un experimento son frecuentes las quemaduras y cortadas, por lo que se debe tener algunas
nociones sobre como proceder.
Quemaduras
Cortadas
Cortadas pequeñas: Lave la herida con una gasa estéril y agua. Se puede aplicar mertiolate
para evitar la infección. Se deja secar antes de aplicar la venda.
Cortadas grandes: Requiere tratamiento medico inmediato. Aplique el procedimiento anterior.
Hemorragias: El sangrado “en surtidor”, “a chorro” o “a golpes” es signo inequívoco de
hemorragia grave. La simple presencia de sangre sobre una superficie corporal grande no es
signo de hemorragia. Puede haber salido sangre de múltiples heridas pequeñas, o puede
haberse extendido. La cantidad de sangre que se pierde por una herida depende del tamaño y
clase de los vasos lesionados. La lesión de una arteria produce sangre roja brillante que fluye a
borbotones, mientras que la lesión de una vena produce un flujo continuo de sangre roja
oscura. Si se rompe una arteria principal, el paciente puede morir desangrado en un minuto.
Las lesiones de arterias de calibre medio y las lesiones venosas son menos críticas, pero si no
se tratan también pueden ser fatales. Una complicación grave de la hemorragia es el shock
hipovolémico, que debe ser prevenido y tratado lo antes posible. El procedimiento a utilizar
para detener la hemorragia (hemostasia) depende del tamaño de la herida y de la
disponibilidad de material sanitario. El mejor método es la aplicación de presión sobre la herida
y la elevación del miembro. Esto es suficiente en lesiones de vasos de calibre medio. Lo ideal
es utilizar compresas quirúrgicas estériles, o en su defecto ropas limpias, sobre la herida y
aplicar encima un vendaje compresivo. Cuando este apósito se empapa de sangre no debe ser
retirado: se aplican sobre él más compresas y más vendaje compresivo. Si el sangrado de una
extremidad es muy abundante se puede aplicar presión sobre el tronco arterial principal para
comprimirlo sobre el hueso y detener la hemorragia. La arteria braquial, que irriga la extremidad
superior, debe ser comprimida en una zona intermedia entre el codo y la axila en la cara medial
(interna) del brazo. La arteria femoral, que irriga la extremidad inferior, puede ser comprimida
en el centro del pliegue inguinal, donde la arteria cruza sobre el hueso pélvico.
Reactivos
Reactivos en los ojos: Cuando caen reactivos en los ojos debe lavarse inmediatamente con
bastante agua, pero no toque el ojo. Si el malestar permanece después de este tratamiento,
debe consultarse al medico.
Envenenamiento: Para atender a una persona envenenada es primordial la identificación del
tóxico, preguntando a la víctima o buscando indicios como, por ejemplo, envases vacíos, que
suelen mencionar la lista de antídotos en su etiqueta. Las quemaduras, las manchas o un olor
característico también pueden servir para identificar el veneno. La primera medida es diluir la
sustancia tóxica haciendo beber a la víctima una gran cantidad de leche, agua o ambas. La
dilución retrasa la absorción y la difusión del veneno a los órganos vitales.
a) Ácidos o bases fuertes: Excepto en estos casos, estricnina o queroseno, no se debe
proceder como se haría normalmente. La medida siguiente es inducir el vómito para eliminar la
mayor cantidad posible de tóxico antes de que se absorba. Se puede inducir haciendo beber a
la víctima una mezcla de medio vaso de agua y varias cucharadas de bicarbonato de sodio o
de magnesia, o introduciendo los dedos o una cuchara hasta estimular el velo del paladar y
conseguir el vómito. Se debe repetir este procedimiento hasta vaciar el estómago. Después
conviene administrar un laxante suave. El veneno se debe contrarrestar con un antídoto.
Algunos de ellos aíslan la sustancia tóxica de las mucosas sensibles; otros reaccionan
químicamente con el veneno y lo transforman; otros estimulan al organismo a contrarrestar la
acción del tóxico. Si el antídoto específico no está disponible se utiliza uno universal que
contrarresta la mayoría de los venenos. Un antídoto universal sencillo se puede obtener
mezclando una parte de té fuerte, una parte de magnesia y dos partes de polvillo de pan
quemado.
a) Ácidos: Lave inmediatamente con una gran cantidad de agua y luego exponga la parte
quemada durante un tiempo al agua. Cubra la parte quemada con ungüento de aceite de
hígado de bacalao (o vaselina) y aplique una venda.
b) Álcalis: Lave inmediatamente con una gran cantidad de agua, luego remoje la parte
afectada en agua durante un tiempo, aplique ungüento de ácido bórico y una venda.
c) Bromo: Lave inmediatamente con una gran cantidad de agua, introduzca la parte afectada
en una solución de tiosulfato de sodio al 10%, o coloque sobre ella una gasa mojada con esta
solución. Luego aplique sobre la parte quemada un ungüento de aceite de hígado de bacalao y
si es necesario aplicar una venda.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
http://www.mografias.com/trabajos13/manubio.shtml
http://capra.iespana.es/capra/bioseguradad/bioseguridad.html
http://www.qb.fcen.uba.ar/microinumo/higieneyseguridad.htm
Koneman, E. Diagnostico microbiológico, Editorial médico panamericana, 110 - 111