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René Arturo Villegas Lara

Derecho Mercantil Guatemalteco


—Obligaciones y Contratos-

Tomo IÍI

Editorial Universitaria Universidad de San Carlos de Guatemala


PRÓLOGO

En esta sexta edición que hace la Editorial Universitaria, de la Universidad de San Carlos, se
hace una adición al contenido o temática desarrollada en la quinta edición del año 2002, de esta
misma Editorial. La adición consiste en incluir un capítulo dedicado al Derecho mercantil marítimo,
materia poco estudiada en los pensa de estudios de las Escuelas o Facultades de Derecho de
Guatemala. El graduado en el pregrado o licenciatura no adquiere la más mínima noción de las
instituciones jurídicas referentes al comercio por mar, el cual se sigue rigiendo, en el ordenamiento
jurídico del país, por leyes emitidas en el siglo XIX. A ello hay que añadirle el escaso conocimiento
que pudiera existir sobre usos, costumbres, convenios y tratados internacionales que rigen la
actividad económica que utiliza esa vía de navegación/
Como se explica en este nuevo capítulo, el Libro III del Código de Comercio anterior al
vigente, sigue rigiendo en Guatemala, aun cuando sus normas hayan caído en desuso en su mayor
parte. Sin embargo, es derecho vigente. Y aun cuando ese vacío legal lo llena el Derecho mercantil
internacional marítimo, por tratarse de una actividad global en la economía mundial, se percibe
como de poca urgencia sustituir dicho libro por una ley actualizada, no obstante que casi el 90% del
comercio de importación y exportación de Guatemala se hace por mar.
En razón de lo anterior considero necesario incluir el tema del Derecho mercantil marítimo
dentro de este Volumen III de mi obra Derecho Mercantil Guatemalteco, siguiendo la sistemática de
la ley y de los textos de Derecho Mercantil que tratan este tema como capítulo final.
Aclaro que son breves notas sobre el Derecho mercantil marítimo, escritas en la urgencia de
adquirir conocimientos básicos sobre un tema que, repito, nos ha sido ajeno en los estudios de
licenciatura.
Espero que esta sexta edición siga cumpliendo su objetivo principal de contar con un texto
para que el estudiante tenga los conocimientos básicos sobre los negocios contractuales mercantiles,
8 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

típicos y atípicos, y sobre lo que constituye el Derecho mercantil marítimo.

Dr. René Arturo Villegas Lara


Guatemala, 2006.
índice general

Introducción 23

Capítulo Primero
CARACTERÍSTICAS ESPECIALES DE LAS
OBLIGACIONES Y CONTRATOS MERCANTILES
1. Características de las obligaciones mercantiles 25
1.1 Principios filosóficos 25
1.2 Solidaridad de los deudores 26
1.3 Exigibilidad de las obligaciones sin plazo 27
1.4 La mora mercantil 27
1.5 Derecho de retención 28
1.6 Nulidad de las obligaciones plurilaterales 30
1.7 Calidad de las mercaderías 30
1.8 Capitalización de intereses 31
1.9 Vencimiento de las obligaciones de tracto sucesivo 31
2. Características de los contratos mercantiles 31
2.1 La representación para contratar 32
2.2 Forma del contrato mercantil 33
2.3 Cláusula compromisoria 33
2.4 Los contratos por adhesión 33
2.5 Omisión fiscal 35
2.6 Líbertuu de contratscion 3D
2.7 Efectos de la cláusula "rebus sic stantibus" 36
2.8 Contratante definitivo 37
3. Integración del Código de comercio y Código civil en materia de obligaciones y contratos
37
4. Clasificación de los contratos 38

Parte especial LOS CONTRATOS MERCANTILES EN PARTICULAR

Capítulo Segundo LA COMPRAVENTA MERCANTIL


9 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

1. Concepto 43
2. Caracteres 45
3. Elementos 45
4. Especies de compraventa 46
4.1 Venta contra documentos 46
4.2 Venta de cosas en tránsito 46
4.3 Venta FOB 47
4.4 Ventas FAS 47
4.5 Venta CIF 47
4.6 VentaCyF 48
4.7 Otras Especies 48
5. Opción de compraventa 48

Capítulo Tercero CONTRATO DE SUMINISTRO

1. Concepto 51
2. Función 52
3. Caracteres 52
4. Elementos 53
5. Plazo, suspensión, denuncia y terminación de este contrato 53

Capítulo Cuarto
/~’rvx» rrn » t/~v CrTmíTAnm V.U1M 1 ivn 1U LJ11111/11 U1UU

1. Concepto 55
2. Función 56
3. Caracteres 56
4. Elementos 56
5. Terminación de este contrato 57

Capítulo Quinto CONTRATO DE DEPÓSITO MERCANTIL

1. Concepto 59
2. Caracteres 60
3. Elementos 60
4. Terminación 62
5. Depósito en Almacenes Generales • 62
René Arturo Villegas Lara 10

CONTRATOS RELACIONADOS CON OPERACIONES DE CRÉDITO Capítulo Sexto LAS


OPERACIONES DE CRÉDITO

1. Campo de las operaciones de crédito 66


2. La banca y las operaciones de crétito 66
3. El contrato bancario 69

Capítulo Séptimo APERTURA DE CRÉDITO


1. Concepto 71
2. Función 71
3. Caracteres del contrato 72
4. Naturaleza jurídica 72
5. Obligaciones y derechos de los contratantes 73
6. Modalidades de apertura de crédito 74
7. Terminación 75

Capítulo Octavo CONTRATO DE DESCUENTO


1. Concepto 77
2. Naturaleza jurídica 78
3. Caracteres 79
4. Clases de descuento 79

Capítulo Noveno CONTRATO DE CUENTA CORRIENTE


1. Concepto 82
2. Caracteres 82
3. Naturaleza jurídica 82
5.1 Elementos del contrato 140
5.2 Particularidades del contrato
de transporte de personas 141
Transporte de cosas 143
5.1 Elementos del contrato 143
5.2 Particularidades del contrato de
transporte de cosas 144

Anexo
René Arturo Villegas Lara 8

Ley de transporte Decreto Número 253 145

Capítulo Décimo Sexto


CONTRATO DE PARTICIPACIÓN
1. Concepto 150
2. Caracteres 150
3. Elementos 151
4. Efectos 151
5. Lucro del Partícipe 152
6. Régimen Legal Supletorio 152

Capítulo Décimo Séptimo CONTRATO DE HOSPEDAJE


1. Concepto 153
2. Modalidades de este Contrato 154
3. Elementos 154
4. Caracteres 155
5. Naturaleza 155
6. Efectos 156
7. Extinción 157

Capítulo Décimo Octavo CONTRATOS DE AGENCIA Y DISTRIBUCIÓN O


REPRESENTACIÓN
1.1 Concepto 160
1.2 Elementos 160
1.3 Caracteres 161
1.3.1 Características esenciales 161
1.3.2 Características ocasionales 162
2. Contrato de Distribución o Representación 162
2.1 Concepto 162
2.2 Elementos 163
2.3 Caracteres 164
3. Terminación y Rescisión de estos Contratos 164

Capítulo Décimo Noveno


CONTRATOS SOBRE EL DERECHO DE AUTOR Y
DERECHOS CONEXOS
1. Contrato de Edición 167
9 1.1 Concepto 168
Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
1.2 Caracteres 168
1.3 Elementos 169
1.4 Integración del derecho de autor 170
1.4.1 Derechos y obligaciones del titular 170
1.4.2 Derechos y obligaciones del editor 171
1.5 Contrato de edición y obra anónima 172
2. Contrato de Representación Ejecución Pública 172
2.1 Elementos 173
2.2 Caracteres 173
2.3 Particularidades de este contrato 173
2.4 El caso de las obras musicales 174
3. Contrato de Fijación de Obra 175
3.1 Elementos 176
3.2 Caracteres 177
Anexo
Decreto Número 33-98 178
4. Desenvolvimiento de este contrato 82
5. Cierre del contrato 83
6. Terminación 84

Capítulo Décimo
CONTRATO DE REPORTO
1. Concepto 85
2. Caracteres 86
3. Función del reporto 87
4. Operatividad del reporto 87

Capítulo Décimo Primero


CARTAS ÓRDENES DE CRÉDITO
1. Concepto 89
2. Sujetos de la carta-orden de crédito 90
3. Revocabilidad 90
4. Forma de la carta 90

Capítulo Décimo Segundo


LA TARJETA DE CRÉDITO
1. Operatividad de la tarjeta de crédito 93
René Arturo Villegas Lara 10

2. Caracteres del contrato 94


3. Forma de la tarjeta de crédito 94
4. Efectos de la tarjeta 94

Capítulo Décimo Tercero


CRÉDITO DOCUMENTARIO
1. Concepto 95
2. Forma de este contrato 96
3. Sujetos del contrato 97
4. Clases de crédito documentario 97
5. Otros aspectos del crédito documentario 97
Anexos
Cámara Internacional de Comercio
Reglas y usos uniformes relativos a los créditos documéntanos
(Reglas de Viena—Revisión 1962) 99
Créditos Documéntanos Reglas y usos uniformes relativos
a los Créditos Documentados —Revisión 1983— 107

CONTRATOS DE SERVICIO Y DE COLABORACIÓN EMPRESARIAL Capítulo Décimo Cuarto EL


FIDEICOMISO

1. Antecedentes 127
2. Concepto de Fideicomiso 129
3. Características del Fideicomiso 129
4. Elementos Personales 130
4.1 Fideicomitente 130
4.2 Fiduciario 130
4.3 Fideicomisario 131
5. Forma del Fideicomiso 132 *
6. Régimen de los Bienes Fideicometidos 133
7. Clases de Fideicomiso 134
7.1 Fideicomiso de Garantía 134
7.2 Fideicomiso de Administración 135
7.3 Fideicomiso de Inversión 135
8. Nulidad 135
9. Extinción 136
Capítulo Décimo Quinto
CONTRATO DE TRANSPORTE
1. Concepto 138
2.11 Naturaleza Jurídica 133 III
Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno
3. Caracteres 139
4. Clases de Contrato de Transporte 139
5. Transporte de personas 140
16
CONTRATOS DE SEGURO Y FIANZA Capítulo Vigésimo EL CONTRATO DE SEGURO
Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
Primera Parte Aspectos Generales del Seguro

1. Función del Seguro 217


2. Origen del Seguro 218
3. Seguro Social y Seguro Comercial 219
4. Fundamentos Técnicos del Seguro 220
5. Seguro y Mutualismo 221

Segunda Parte Conceptos Fundamentales del Contrato de Seguro

1. Concepto 222
2. Naturaleza Jurídica 223
3. Caracteres 224
4. Elementos 225
4.1 Personales 225
4.2 Objetivos 227
4.2.1 El Riesgo 227
4.2.2 La prima 229
4.3 Fonvial; la Póliza 231
4.3.1 Funciones de la Póliza 232
4.3.2 Clases de Pólizas 232
4.3.3 Reposición de la Póliza 233
5. Efectos del Contrato de Seguro 234
5.1 Obligaciones del asegurado 234
5.2 Derechos del asegurado 236
5.3 Obligaciones del asegurador 236
5.4 Derechos del asegurador 237
5.5 Obligación recíproca de las partes 237
Nulidad, Rescisión y Reducción 237
5.6 Nulidad 238
5.7 Rescisión 238
5.8 Reducción 241

Tercera Parte Contratos de Seguro de Daños Sección Primera Seguro de daños en general

1. Interés asegurable 243


2. Seguro doble o múltiple 243
Valor del seguro y suma asegurada • 244
3. Indemnización 245
4. Objeto y riesgo 246
René Arturo Villegas Lara 17

5. Nulidad, rescisión y reducción del seguro de daños 247

Sección Segunda Seguro contra incendio

1. Riesgos cubiertos 248


2. Agente causal del siniestro 249
3. Cálculo de la indemnización 249

Sección Tercera Seguro del Transporte

1. Riesgos cubiertos 250


2. Responsabilidad del asegurador 251
3. Vigencia 252
4. Modalidades de pólizas 253
5. Indemnización y abandono 253
6. Las personas en el seguro del transporte 254
Sección Cuarta Seguro Agrícola y Ganadero

1. Objeto asegurado 255


2. Efectos principales 256
3. Particularidades del seguro agrícola 256
4. Particularidades del seguro ganadero 257
Anexo
Condiciones Generales para el Seguro de Ganado 257

Sección Quinta Seguro contra la Responsabilidad Civil

1. Función de este seguro 262


2. Operatividad de este seguro 262

Sección Sexta Seguro de Automóviles

1. Función 263
2. Riesgos cubiertos 263
3. Riesgos no cubiertos y excluidos 264

Cuarta Parte Seguro de Personas

1. Noción general 265


2. Especialidades de este seguro 266
18 2.1 Asegurador Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno 267
III
2.2 Confusiones 267
2.3 Seguro de tercero 267
2.4 Del beneficiario 268
2.5 Del asegurado 270
2.6 De la prima 271
3. Clases de seguros personales 272
3.1 Seguro temporal 272
3.2 Seguro popular o de grupo 272
4. Seguros de personas en la práctica 272
4.1 Ordinario de vida 273
4.2 Seguro de vida con pagos limitados 273
4.3 Seguro dotal 273
4.4 Seguro de accidentes 273
4.5 Seguro de enfermedad 273

Capítulo Vigésimo Primero


CONTRATOS DE REASEGURO Y CESIÓN DE CARTERA
1. Contrato de Reaseguro 275
2. Contrato de cesión de cartera 276

Capítulo Vigésimo Segundo CONTRATOS DE FIANZA Y REAFIANZAMIENTO

1. Concepto 277
2. Elementos 278
2.1 Personales 278
2.2 Objetivos 278
2.3 Formal 278
3. Caracteres 279
4. Derechos y obligaciones 279
5. Contratos de fianza y Clases de fianzas 280
6. Contrato de reafianzamiento 281
7. Extinción y prescripción 281

Capítulo Vigésimo Tercero CONTRATOS DE BOLSA


1. Generalidades 283
2. Contrato de Fondo de Inversión 285
3. Contrato de Fideicomiso de Inversión 286
4. Contrato de suscripción de Valores 286
René Arturo Villegas Lara 19

5. Contratos a Futuro 287


6. Depósito Colectivo de Valores 288
Capítulo Vigésimo Cuarto LOS
CONTRATOS ATÍPICOS

1. Ei Contrato de Leasing 290


1.1 Ideas generales sobre este contrato 290
1.2 Modalidades del contrato de leasing 292
1.2.1 Leasing operativo 292
1.2.2 Leasing financiero 293
1.2.2.1 Elementos personales, reales y formales
del contrato de leasing financiero 294
1.2.2.2 Características del leasing financiero 295
1.3 Función del contrato de leasing financiero296 1.3.1 Diferencia del leasing financiero con
el arrendamiento 297
2. Contrato de Factoring 298
2.1 Generalidades 298
2.2 Sujetos del contrato 300
2.3 El Factoring y otras operaciones afines 300
2.4 Modalidades y caracteres del contrato de factoring 301
3. Contrato de Underwriting 302
3.1 Generalidades 302
3.2 Concepto y caracteres 302
3.3 Sujetos, objeto y forma de este contrato 303
3.4 Modalidades del contrato 304
4. Contrato de Franquicia 305
4.1 Generalidades 305
4.2 Características de la franquicia 308
4.3 Derechos y obligaciones de las partes 309
4.4 Clases de contrato de franquicia 311
4.5 Caracteres del contrato de franquicia 311
5. Contrato de "Joint Ventures" 312
5.1 Generalidades 312
5.2 Características 312
5.3 Concepto 313
Contrato de Concesión Comercial 314
5.4 Concepto 314
5.5 Elementos 315
5.6 Caracteres 315
5.720 Diferencia con otras figuras afines 316 III
Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno
5.7.1 Diferencias con el contrato de agencia 316
5.7.2 Diferencias con el contrato de distribución 316
6. Contratos de tiempo compartido y clubes de campo (*) 317
6.1 Contrato de tiempo compartido 318
6.2 Clubes de campo 319
7. Contratos relacionados con la propiedad intelectual,
el servicio profesional y la informática. 320
8.1. Transferencia de Tecnología. 320
8.2. Consultoría 322
8.3. Contratos informáticos 324
8.4. Asistencia administrativa 325

Capítulo Vigésimo Quinto ‘


NOCIONES DE DERECHO MERCANTIL MARÍTIMO
Primera Parte
Generalidades ;,

1. Origen del Derecho marítimo o Derecho de la navegación marítima 330


2. La navegación y su régimen jurídico 334
2.1. Derecho de la navegación en sentido amplio 334
2.2. Derecho de la navegación en sentido estricto 334
2.3. Derecho de ia navegación marítima en sentido estricto 334
3. Contenido del Derecho comercial marítimo 335
4. Concepto del Derecho mercantil marítimo 336

Segunda Parte instituciones jurídicas del Derecho comercial marítimo

Régimen jurídico del buque o nave mercante


340
1.1. Individualización del buque 341
1.1.1. El tema de la nacionalidad del buque 341
1.1.2. Publicidad del buque 342
1.1.3. Adquisición de la propiedad del buque 342
Personas que intervienen en el comercio
marítimo 343
1.2. Naviero 343
1.3. Del trabajo de los hombres de mar 344

Tercera Parte Contratos del comercio marítimo

1. Contrato de construcción de buque 346


2. Contrato de arrendamiento del buque 346
3. Contrato de fletamento y del transporte 346
4. Contratos de remolque 347

Cuarta Parte De los riesgos y daños en la navegación marítima

1. Averías 348
2. Abordaje 349
3. Arribada forzosa 349
Anexo

Libro III Del comercio marítimo 350

Bibliografía 425
INTRODUCCIÓN

El libro IV del Código de comercio de Guatemala, contiene las normas que rigen en forma especial
a las obligaciones y contratos de naturaleza mercantil. El Título I desarrolla las particularidades propias
de las obligaciones mercantiles con el objeto de singularizarlas frente a las obligaciones civiles; y el
Título
22 II, contiene la sistematización de los contratos típicamente mercantiles.
Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
Las disposiciones generales aplicables a las obligaciones mercantiles constituyen una serie de
especialidades que se dan en estas relaciones jurídicas y la intención de la ley es hacer las evidentes. Sin
embargo, ia ley mercantil vigente no es profunda ni extensa al regular el campo de las obligaciones,
sobre todo en su parte general; de manera que cualquier omisión del Código de comercio se hace sobre
la base de una integración del Derecho privado: Derecho civil y Derecho mercantil.
Al estudiar los temas introductorios del Derecho mercantil, explicamos que una de las novedades
de la doctrina y la legislación contemporánea ha sido 1?. de unificar en un solo código la materia de las
obligaciones y contratos. Es decir, que la ley, en cuanto a estos temas, sea una misma para el campo civil
y el mercantil. Suiza e Italia han seguido ese camino. Pero resulta que las características de las
relaciones que se dan en el comercio no les permite cobijarse con exactitud dentro del rigorismo del
Derecho civil; de ahí que haya tenido poca aceptación la tendencia unificadora, aunque no les ha faltado
razón a quienes ayer y hoy siguen pensando en la unificación. Es por eso que los modernos códigos, sin
llegar a unificar una ley de las obligaciones y los contratos, en lo que a los de comercio se refiere, tratan
de normar únicamente aquéllo que es especial en las obligaciones que nacen del tráfico comercial,
dejando al Código civil todo el andamiaje del Derecho obligacional.
Lo anterior nos permite advertir que en este texto no vamos a repetir los conceptos de obligación,
sujetos de la obligación, objeto de la obligación y, en general, todos los temas que integran esta unidad
científica, porque consideramos que las nociones sobre esos aspectos se adquieren al estudiar el
Derecho civil en su unidad de obligaciones. La misión de este libro, pues, es explicar las características
especiales de las obligaciones mercantiles, sobre todo las que resaltan en nuestro Código de comercio.
Las obligaciones y contratos mercantiles han constituido una materia básica dentro del Derecho
mercantil. En su etapa clásica se consideró que era el núcleo principal del comercio y, por ende, de su
legislación. En la función intermediadora de comprar y vender en forma masiva, se creía encontrar la
substancia del comercio. En la actualidad, como ya hemos dicho, las relaciones comerciales son más
universales y los hechos objetivos van más allá del terreno obligacional y contractual, sin que por eso
pierdan importancia como vehículos realizadores del tráfico comercial.
Este texto se divide en una parte general dedicada a explicar las características propias de la
obligación y del contrato mercantil; y una especial, en donde se tratan los contratos mercantiles en
particular, en el orden en que aparecen en el Código de comercio de Guatemala. Al final de algunos de
ellos se han colocado apéndices sobre leyes o formatos que harán más claro el conocimiento que
pretendemos transmitir al escribir este tercer tomo sobre el Derecho mercantil guatemalteco,
adaptándolos al método expositivo del maestro mejicano don Raúl Cervantes Ahumada.

CAPÍTULO PRIMERO CARACTERÍSTICAS ESPECIALES DE LAS


OBLIGACIONES Y CONTRATOS MERCANTILES
1. CARACTERÍSTICAS DE LAS
OBLIGACIONES
MERCANTILES

1.1 PRINCIPIOS FILOSÓFICOS

Cuando el Código de comercio en su artículo 669 establece que las obligaciones mercantiles se
interpretan, ejecutan y cumplen de conformidad con los principios de verdad sabida y buena fe
guardada, no significa que la verdad y la buena fe dejen de tomarse en cuenta para obligaciones de
otra naturaleza jurídica. Lo que se traía es de insistir en que, por ei poco formalismo con que se dan,
esos principios funcionan como parte de su propia substancia; de manera que las partes obligadas
conocen en verdad sus derechos y obligaciones y se vinculan de buena fe en sus intenciones y deseos
de negociar, para no darle una interpretación distinta a los contratos, ya que de otra manera se
destruiría la seguridad del tráfico comercial. En otras palabras, el cumplimiento de los deberes y el
ejercicio de los derechos es riguroso, porque sólo de esa manera puede conseguirse armonía en la
intermediación para la circulación de los bienes y la prestación de servicios. Ésta es, pues, una
característica de las obligaciones mercantiles: el escrúpulo en hacer prevalecer la verdad y la buena fe
que proviene del contrato como elementos consubstanciales a su propia naturaleza. De ahí que en
materia de nulidad de obligaciones y contratos mercantiles, la doctrina aconseje reducirlas al máximo,
con el fin de mantener la seguridad del tráfico.

1.2 Solidaridad de los deudores

La doctrina civil nos enseña que cuando una obligación tiene del lado pasivo o activo a varias
personas, se le llama mancomunada. Esta mancomunidad puede ser simple y solidaria. En el caso
del deber, es simple cuando cada uno de los sujetos responde de una parte de la obligación; y
solidaria cuando cualquiera de ellos responde de la totalidad frente al sujeto del derecho. Conforme
nuestro Código civil, para que una obligación mancomunada sea solidaria, es necesario que se pacte
expresamente. Con el fin de entender mejor la anterior exposición, transcribimos los artículos del
Código civil que regulan esta materia:
Artículo 1347. Hay mancomunidad cuando en la misma obligación son varios los acreedores o varios los
deudores.
Artículo 1348. Por la simple mancomunidad no queda obligado cada uno de los deudores a cumplir íntegramente
la obligación, ni tiene derecho cada uno de los acreedores para exigir el total cumplimiento de la misma. En este
caso, el crédito o la deuda se considerarán divididos en tantas partes como acreedores o deudores haya, y cada
parte constituye una deuda o un crédito separados.
Artículo 1352. La obligación mancomunada es solidaria cuando varios deudores están obligados a una misma
cosa, de manera que todos o cualquiera de ellos pueden ser constreñidos al cumplimiento total de la obligación, y
el pago hecho por uno sólo, libera a los demás; y es solidaria con respecto a los acreedores cuando cualquiera de
ellos tiene el derecho de exigir la totalidad del crédito, y ei pago hecliu ¿ uno de ellos libera al deudor.
Artículo 1353. La solidaridad no se presume; debe ser expresa por convenio de las parles o por disposición de la ley...
24 Subrayamos sólo el primer párrafo del último artículo, porqueMercantil
Derecho con relación a éste esTorno
Guatemalteco, que III
se
establece una especialidad de las obligaciones mercantiles mancomunadas, en io que al deudor o los
fiadores se refiere: si en una obligación mercantil hay varios deudores, su mancomunidad es solidaria
en virtud de la ley (Art. 674 del Código de comercio); o sea que se presume; no necesita ser expresa
como lo manda el Código civil. A la inversa de éste, lo que se pactaría sería que la mancomunidad
fuera simple. Esta regla rige también para el fiador de una relación mercantil; y si hay varios fiadores,
son solidarios entre sí, salvo pacto en contrario. Lo anterior no excluye el
RenéArturo Villegas Lara 25

derecho a repetir que reconoce el artículo 1358 del Código civil. También es especialidad que el Código de
comercio sólo regule la presunción de la mancomunidad solidaria en el sujeto pasivo de la obligación (deudores),
no así en el sujeto activo (acreedores). En resumen, ¡a particularidad de la mancomunidad en las obligaciones
mercantiles es que, en cuanto a los deudores o sus fiadores, es solidaria por disposición legal en contraposición a la civil
c¡ue debe ser expresa; no se presume, salvo disposición legal en contrario.

1.3 Exigibilidad de las obligaciones sin plazo

La obligación está sujeta a un plazo, o sea el tiempo en que el deudor debe cumplirla. De acuerdo
al Código civil, cuando se omite pactar el plazo, o se dejó a voluntad del deudor fijar la duración del
mismo, el acreedor tiene que recurrir a un juez competente para que lo determine (Arto. 1283 del
Código civil). Si este fuera el procedimiento que se siguiera ante obligaciones mercantiles sin plazo, la
celeridad en el cumplimiento de los contratos se vería afectada y generaría hechos negativos en el
tráfico comercial, además de hacer nugatoria la característica del poco formalismo del Derecho
mercantil. Aquí surge entonces una segunda especialidad de las obligaciones mercantiles: cuando se
omite el plazo, la obligación es exigible inmediatamente. La única excepción a esta regla es que el plazo
sea consecuencia de la misma naturaleza del contrato, en cuyo caso no opera la exigibilidad inmediata.
Por ejemplo, si se contrata una compraventa cuyo precio se pagará por abonos, es lógico que la
obligación no es exigible de inmediato, porque el plazo es consecuencia del mismo contrato. En
concordancia con este mismo tema, los términos de gracia y cortesía para ampliar el plazo, no existen
en las obligaciones mercantiles, a menos que se pacten expresamente (Artos. 675, 676 del Código de
comercio).

1.4 LA MORA MERCANTIL

Los sujetos de una obligación civil —tanto deudor como acreedor- pueden incurrir en mora; la
mora es el status jurídico en que se encontrará •el sujeto si no cumple con su obligación o no acepta la
prestación que le hace el deudor, según el caso, en virtud de la exigibilidad de los respectivos vínculos.
La característica propia del Código civil es que, para caer en mora, salvo las excepciones que establece
el artículo 1431, es necesaria la interpelación o sea el requerimiento en forma judicial o por medio de un
notario (Artos. 1428-1430). En cambio, en las obligaciones y contratos mercantiles se incurre en mora sin
necesidad de requerimiento, bastando únicamente que el plazo haya vencido o sea exigible. Así se
adquiere el status de moroso. La excepción a esta regla son los títulos de crédito y cuando hay pacto en
contrario.
Al respecto de este mismo tema, el Código civil establece que la mora del deudor genera daños y
perjuicios que deben ser pagados al acreedor; pero ellos deben ser consecuencia inmediata y directa
de la contravención (Artos. 1433 y 1434). A nuestro juicio, y tal como lo ha reiterado la jurisprudencia,
el Código civil se orienta a obligar que se pruebe fehacientemente que esos daños y perjuicios se han
causado o que necesariamente deban causarse, no siendo suficiente la simple reclamación o
pretensión, a menos que se tratara de una cláusula indemnizatoria. En lo mercantil sucede lo
contrario: hay un mandato para el deudor moroso de pagar daños y perjuicios, salvo pacto en
contrario, cuando la obligación tuviere por objeto una cosa cierta y determinada o determinable;
daños y perjuicios que se cuantifican en relación al interés legal sobre el precio pactado en el contrato;
y26a falta de éste, por el que tenga en la plaza al día del vencimiento; el de su cotización
Derecho Mercantil en bolsa
Guatemalteco, Tornosi III
se
trata de títulos de crédito; y en defecto de lo anterior, el que fijen expertos. Esta especialidad, que
favorece privilegiadamente al acreedor, es injusta porque no entra a considerar si los daños y
perjuicios realmente los provocó el incumplimiento del deudor; la ley los presume en desmedro de
una tradición jurídica que viene desde el Derecho romano: las estipulaciones en favor del deudor.
Creo que esta norma tiene su fundamento, pero no debió formularse dejando a una de las partes
completamente desguarnecida; debió seguirse la tónica del Código civil, para que no resultara que
este Código, calificado de conservador, viene a ser más protector que la ley mercantil. Y todavía más,
si la obligación tiene por objeto una prestación pecuniaria, el acreedor puede estimar (léase disponer)
que los daños y perjuicios sobrepasan la cantidad que representa el interés legal o las sumas que se
hayan establecido; y, como consecuencia de ello, puede reclamar el excedente (Artos. 678-679). Estas
disposiciones considero que deben modificarse, porque la normatividad en materia de obligaciones y
contratos debe hacer realidad la igualdad ante la ley, y colocar a las partes contratantes en similar
calidad subjetiva de derechos y obligaciones.

1.5 Derecho de retención

El tema de la retención no puede parangonarse en forma sistemática entre disposiciones del


Código civil y del Código de comercio. El derecho de retención aparece diseminado en todo el libro V
del Código civil. Por ejemplo, en el artículo 1715 encontramos que el mandatario puede retener
objetos que tenga en su poder como consecuencia del mandato, si el mandante no le paga las
cantidades a que tiene derecho por indemnización y reembolso de gastos efectuados. En cambio, en la
ley mercantil, la institución está sistematizada en la parte general que el Código dedica a las
obligaciones, sin perjuicio de que aparezca también en algunos contratos en particular.
¿Qué es el derecho de retención? Es la facultad que se concede al acreedor mercantil para retener
bienes muebles o inmuebles de su deudor, que se hallen en su poder; o de los que tuviere por medio de
títulos representativos, cuando al ser exigida la obligación el deudor no cumple; o bien, hasta que el
deudor cumpla (Arto. 682 del Código de comercio). De acuerdo a lo anterior, la retención funciona
como una garantía en favor del acreedor que desea hacer efectiva la obligación. Pero como los bienes
retenidos siguen siendo propiedad del deudor, el acreedor debe velar por su conservación; por eso la
ley le asigna a éste las obligaciones de un depositario; guardar la cosa depositada y abstenerse de hacer
uso de ella; no registrar las cosas que se le han entregado embaladas o selladas; avisar de cualquier
pérdida o deterioro que pudiera sufrir la cosa y de las medidas que deben tomarse para evitarlo; e
indemnizar los daños y perjuicios que por dolo o culpa sufriere el deudor con relación a la cosa. (Arto.
1978 del Código civil; 683 del Código de comercio).
Conforme los artículos 684, 685, 686 y 687 del Código de comercio, el derecho de retención opera
bajo el siguiente régimen:
a) cesa la retención si el deudor consigna la suma adeudada o la garantiza;
b) la disposición (enajenación) que el deudor haga de los bienes retenidos, no afecta la retención;
c) cuando ¡os bienes retenidos son citibatgudus, el acreedor que ios posee tiene derecho: a conservar
los bienes con carácter de depositario judicial; a ser pagado preferentemente, si el bien retenido
estaba en su poder en razón del mismo contrato que originó su cuenta; y, a ser pagado con
René Arturo Villegas Lara 27

prelación al embargante, si su relación de crédito es anterior a la de éste; y


d) el acreedor que retiene pagará costas judiciales, daños y perjuicios, si no entabla la demanda
dentro del término legal; o, si se declara improcedente su demanda. ¿Cuál es ese término para
entablar la demanda? La ley no lo dice y es una inexcusable omisión, porque entonces debe
estarse a los términos de la prescripción de las obligaciones, a menos que cada contrato se
pronuncie sobre este particular. Creemos que la ley debió ser más específica en este aspecto.
1.6 NULIDAD DE LAS OBLIGACIONES PLURILATERALES

Es criterio reiterado de la doctrina que en materia de obligaciones y contratos mercantiles los


hechos de nulidad deben reducirse al máximo, en aras de la seguridad del tráfico comercial; sobre
todo por su rapidez y poco formalismo. Comentamos bajo este título el artículo 689 del Código de
comercio, en donde se establece que la nulidad que afecte la obligación de una de las partes en un
negocio plurilateral, no anula la totalidad del negocio jurídico, sino únicamente con relación a la parte
que provocó la nulidad; salvo que ese hecho haga imposible la existencia del negocio. Si observamos
bien este artículo, detectamos que no se refiere a la nulidad de los contratos bilaterales. La nulidad de
éstos se regiría por el Código civil, conforme las directrices señaladas por su doctrina. ¿Por qué se
singularizó a los plurilaterales? Negocio jurídico plurilateral es aquél en que los sujetos que
intervienen no tienen intereses ni status jurídicos contrapuestos, como en el caso del contrato de
sociedad. La verdad es que una disposición de esta naturaleza no sería propia del Derecho
mercantil/porque también en el Código civil está previsto el contrato de sociedad civil; pero, por la
ausencia de una norma precisa en ese cuerpo legal, fue acertado incluirla en el Código de comercio,
por los contratos plurilaterales que se dan a su amparo, relacionados con la sociedad mercantil.
Con relación al tema de la nulidad de las obligaciones y contratos mercantiles, no debemos
olvidar que, aun cuando no se tratara de negocios jurídicos plurilaterales, el Juez debe ser cauteloso
para declarar una nulidad de obligaciones mercantiles, basándose en los principios de verdad sabida
y buena fe que deben regir la conducta de los sujetos, ya que esa cautela le da confianza y seguridad
al tráfico comercial. El fenómeno debe ser muy evidente para que genere la nulidad de un negocio
mercantil.

1.7 Calidad de las mercaderías

Cuando existe obligación de entregar mercaderías como consecuencia de un contrato, y no se


estableció su especie o calidad, al deudor sólo puede exigírsele la entrega de mercaderías de especie o
calidad medias. Esta previsión se encuentra en el artículo 690 del Código de comercio y se parangona
con el artículo 1321 del Código civil, de manera que no constituye una especialidad de las
obligaciones mercantiles; aunque por la forma en que se da el comercio, el beneficiado con esta
fórmula suele ser el comerciante, aunque no necesariamente.
1.8 CAPITALIZACIÓN DE INTERESES

Capitalizar intereses significa que cuando el deudor deja de pagarlos, la cantidad que se adeude
por ese concepto, acrecenta el capital; de manera que, a partir de la capitalización, los intereses
aumentan porque se elevó la suma del capital. Este fenómeno (Arto. 691) era conocido en el negocio
bancario; pero el Código de comercio lo extendió a todo tipo de obligación mercantil, siempre que así se
pacte
28 en el contrato y que la tasa de interés no sobrepaseDerecho
la máxima que Guatemalteco,
Mercantil cobran los bancos. La
Torno III
capitalización de intereses, duramente criticada por la doctrina, es uno de los aspectos negativos del
actual Código de comercio, porque va en contra de grandes masas de población que consumen bienes y
servicios. Una futura revisión del Código debiera suprimir esta especialidad. Contrariamente, el
artículo 1949 del Código civil prohíbe la capitalización de intereses; permitiéndola únicamente en el
negocio bancario.

1.9 VENCIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES DE TRACTO SUCESIVO

El artículo 693 del Código de comercio establece que en las obligaciones de tracto sucesivo (la
compraventa por abonos, por ejemplo), salvo pacto en contrario, la falta de un pago da por vencido
el plazo de la obligación, y la hace exigible. Aun cuando en el Código civil no exista una
disposición similar en forma genérica, la previsión del Código de comercio es especial, porque el
artículo 1836 del civil, al referirse a la compraventa de bienes inmuebles por abonos, ésta se resuelve
por la falta de pago de cuatro o más mensualidades consecutivas. En el caso de los bienes muebles la ley
civil no tiene ninguna previsión; y si no se trafican como mercaderías, se aplicaría por analogía la
misma disposición del Código civil. Así también, el artículo 1940 de éste, da por terminado el contrato
de arrendamiento cuando se dejan de pagar dos meses de renta, por lo menos.

2. CARACTERÍSTICAS DE LOS
CONTRATOS MERCANTILES

Al hablar de las fuentes del Derecho mercantil, dijimos que el contrato es considerado como
fuente del Derecho, aunque no de carácter general, porque es ley únicamente entre las partes que lo
celebran. El contrato, como acto jurídico, constituye el medio para que se de el movimiento en el tráfico
comercial; y aun cuando las obligaciones mercantiles no necesariamente devienen de él, sigue siendo
una categoría para el surgimiento de obligaciones de origen contractual.
La teoría general del contrato no difiere diametralmente entre el campo civil y el mercantil; de
manera que los conceptos fundamentales son aplicables a este tema. Por ese motivo es que los autores
no desarrollan una teoría general del contrato mercantil; lo que se hace es señalar aquellas
características especiales de los contratos mercantiles que existen para adaptar la forma a un conjunto
de relaciones objetivas que, como antes hemos señalado, se producen en masa, con celeridad, con
reducidos formalismos, los que casi no se observa en la contratación civil.
Al tratar de establecer las especialidades que el Derecho guatemalteco le asigna a los contratos
mercantiles o a las formas de contratar, vamos a resaltar esas características propias, deducidas del
mismo contexto de la ley. Pero antes, es necesario que recordemos el artículo 1517 del Código civil, que
dice:
"Hay contrato cuando dos o más personas convienen en crear, modificar o extinguir
una obligación".

2.1 La representación para contratar


René Arturo Villegas Lara 29

En el Derecho mercantil funciona lo que se llama la representación aparente; o sea que una
persona se manifiesta como representante de otra, sin necesidad de ostentar un mandato, como sería
necesario en el tráfico civil. Esta singularidad del campo mercantil ya la expusimos al estudiar los
títulos de crédito, de manera que no resulta difícil entender esta característica de la contratación
mercantil: un agente vendedor llega a una tienda y realiza un negocio de suministro de mercadería en
nombre de su principal; éste envía la primera remesa o realiza otro acto que denota el conocimiento
que tiene de lo que en su nombre realiza el agente viajero. Si el principal comerciante quisiera
incumplir sus obligaciones de suministro, alegando que el agente viajero no tenía mandato para
representarlo, su argumento carecería de fundamento porque en ese caso se dio la representación
aparente, o sea, representar a otro sin mayores formalidades, siempre y cuando, expresa o tácitamente,
se de la confirmación por parte del representado. Esta particularidad en el surgimiento del contrato
mercantil se encuentra en el artículo 670 del Código de comercio.
2.2 Forma del contrato mercantil

En el campo civil (Arto. 1574), las personas pueden contratar y obligarse por medio de escritura
pública, documento privado, acta levantada ante el alcalde del lugar, por correspondencia y
verbalmente. En el campo mercantil (Arto. 671), la forma se encuentra más simplificada: los contratos
de comercio no están sujetos, para su validez, a formalidades especiales. Cualquiera que sea la forma y
el idioma en que se celebren, las partes quedan vinculadas en los términos que quisieron obligarse.
Cuando el contrato se celebre en Guatemala y sus efectos surtan efectos aquí, debe usarse el idioma
español, en concordancia con las leyes fundamentales de la República. Esta libertad en el uso de la
forma tiene sus excepciones, pues hay contratos en que si se exige una solemnidad determinada, tal es
el caso del contrato de fideicomiso y el de sociedad, para citar dos ejemplos, los que deben celebrarse
en escritura pública.
.; ■

2.3 Cláusula compromisoria


\

Los artículos 270 y 272 del Código procesal civil y mercantil, establecen que toda controversia
relativa a los contratos puede dirimirse mediante juicio arbitral, si así se consigna en escritura pública.
En el terreno mercantil es diferente: un contrato puede discutirse mediante arbitraje sin necesidad de
que la cláusula compromisoria conste en escritura pública, lo que viene a ser una característica del
contrato mercantil (Arto. 671 del Código de comercio).

2.4 Los contratos por adhesión

El llamado contrato por adhesión ha sido discutido profundamente en la doctrina, tanto por la
forma en que se da el negocio como en lo referente a su conveniencia para contener auténticas
manifestaciones de voluntad. Se le critica, fundamentalmente, el hecho de colocar al consumidor en
una posición de desventaja frente al que le ofrece un bien o un servicio. Sin embargo, quienes lo
defienden consideran que es el medio más adecuado para aquellas transacciones que se dan en grandes
cantidades. Por eso se ha considerado que esta modalidad de contrato es más susceptible de darse en el
campo mercantil; aunque no es extraño a las relaciones civiles, aun cuando se le revista de
procedimientos diferentes. Por ejemplo, cuando se venden inmuebles por medio de compañías
lotificadoras
30 o constructoras, el comprador está en imposibilidad de discutir
Derecho losGuatemalteco,
Mercantil términos en Torno
que seIIIle
vende y por ello es un contrato por adhesión. En el campo comercial esta forma de contratar es lo más
corriente. Por eso es que el Código de comercio establece algunas reglas, tímidas por cierto, para
interpretar los contratos por adhesión, con el objeto de proteger al contratante que recibe la oferta de
contrato. Estos contratos, llamados en forma más técnica "Contratos por adhesión", 1 son producto de la
negociación en masa; son elaborados en serie, según la ley de los grandes números, sometidos a las
leyes de una estandarización rigurosa, que por un proceso de tipificación contractual reduce al mínimo
el esfuerzo de las partes y la pérdida de tiempo. ¿Cómo puede lograrse que esos contratos por
adhesión no sean contrarios a los intereses de la masa consumidora? Que el Estado tuviera un órgano
que revisara previamente los formularios, machotes o pólizas, antes de que se usaran con el público, tal
como está previsto en el Código civil para los formularios de la empresa que presta servicios públicos;
previsión que debió ser para todo contrato por adhesión.
En cuanto al Código de comercio se refiere, debemos distinguir dos situaciones que disciplinan el
contrato por adhesión:
a) Contratos mediante formularios (Arto. 672). En los contratos estandarizados mediante
formularios, su interpretación se rige por las siguientes reglas:
I) Se interpretan, en caso de duda, en sentido menos favorable de quien preparó el
formulario;
II) Cualquier renuncia de derechos tiene validez si en la redacción del documento aparece en
caracteres tipográficos más grandes o diferentes al resto del documento; y,
III) Las cláusulas adicionales prevaiccen sobre las generales, aunque éstas no hayan sido
dejadas sin efecto.
b) Contratos mediante pólizas (Art 673). Hay contratos que se celebran mediante pólizas (el
seguro), mediante facturas (una compraventa), mediante órdenes o pedidos (el suministro). En
estos contratos puede suceder que los términos en que se contrato, difieran de lo que dice el
documento. Para ello se puede pedir la rectificación dentro de los quince días siguientes a
aquél en que se recibe el documento; de lo contrario, se consideran aceptadas las condiciones
consignadas. Asimismo, si la persona contra quien se reclama no contesta dentro de quince días,
se considera aceptada la rectificación. En estos dos casos debe tenerse al silencio como tácita
manifestación de voluntad. A estas formas de contratar también se les aplican las reglas de
interpretación antes dichas.

2.5 OMISIÓN FISCAL

Los actos jurídicos, sobre todo los que se refieren al tráfico patrimonial, están sujetos a cargas
impositivas en favor del Estado. El hecho de que los sujetos contratantes fueran omisos en la
tributación fiscal, puede ocasionar que esos actos adolezcan de ineficacia. Sin embargo, como el tráfico
mercantil puede verse afectado en la buena fe comercial, cuando los sujetos omiten tributar con
respecto a sus contratos y obligaciones, la ley establece que ello no produce la ineficacia de los actos o
contratos mercantiles, como tampoco los libera de pagar los impuestos omitidos. En estos casos,

1 Se prefiere el contexto: "Contratos por adhesión”, en lugar de "Contratos de adhesión", ya que no se trata de un contrato específico en
si, sino, una forma de manifestación ce voluntad con respecto a diferentes contratos.
René Arturo Villegas Lara 31

además de pagar la carga tributaria, se responderá de las multas que se imponen como consecuencia de
disposiciones del Derecho tributario (Arto. 680 del Código de comercio).

2.6 LIBERTAD DE CONTRATACIÓN

El contrato ha sido considerado como la máxima contención de la libertad jurídica, entendida ésta
como el desiderátum de las personas para hacer o no hacer lo que la ley permite. Ninguna persona está
obligada a celebrar contrato. En este sentido el artículo 681 del Código de comercio establece que a
nadie se le puede obligar a contratar sino cuando rehusarse a ello significa un acto ilícito o abuso de
derecho.2 Lo que a mi juicio pretende la ley, es lo siguiente: si una persona habilita una empresa fabril
o de intermediación para ofrecer al público bienes y servicios, ella tiene libertad jurídica para decidir si
contrata o no con una persona determinada. Ahora bien, se dan casos en que por prejuicios de variada
índole un comerciante puede decidir que no contrata o negocia con sujetos de determinada religión,
raza o situación económica. ¿Podría fundamentarse esa conducta en la libertad de contratación? No,
porque ello sería un acto ilícito y un abuso de derecho. Además, recordemos que puede darse
comercios únicos para proveer un bien o un servicio —un monopolio—, colocados en posición de
privilegio. El comerciante en tal caso, cometería un abuso de derecho si se negara a contratar, porque
como bien lo dice el dictamen del anteproyecto del Código de comercio: "Si el consumidor no tiene
la facultad de elegir proveedor, éste tampoco debe poder elegir su clientela".

2.7 EFECTOS DE LA CLÁUSULA "REBUS SIC STANTIBUS"

Esta cláusula contractual, conocida como "Teoría de la Imprevisión", quiere decir que el contrato
se cumple siempre y cuando las circunstancias o cosas —rebus— se mantengan —stantibus—en
las mismas condiciones o situaciones iniciales (sic). A este respecto, y sin que varíe mucho de lo que
establece la doctrina y el Código civil (Arto. 1330), el Código de comercio dice en su artículo 688 que el
deudor puede demandar la terminación del contrato únicamente en los de tracto sucesivo y en los de
ejecución diferida, si sobrevienen hechos extraordinarios e imprevisibles que hagan oneroso el
cumplimiento de la prestación. Una terminación que se diera por esas circunstancias no afectaría las
obligaciones ya cumplidas ni aquéllas en las que ya se ha incurrido en mora. O sea, que se trata
únicamente de obligaciones pendientes. El artículo 688 a que nos referimos tiene una defectuosa
redacción, porque no era necesario decir en qué clase de contratos puede operar la cláusula de la
imprevisión, ya que es natural que únicamente puede serlo en los contratos sucesivos y no en los
instantáneos. A este respecto, los tratadistas Mazeaud, dicen: "La teoría de la imprevisión... no se
puede aplicar, por la fuerza de las cosas, más que a los contratos sucesivos. En efecto,
supone cjue se hayan tornado en exceso gravosas las obligaciones de una de ias partes, en
ti curso de su cumplimiento..."3
El último párrafo del artículo citado dice que la imprevisión no funciona en los contratos
aleatorios ni en los conmutativos, si la onerosidad que sobreviene es riesgo normal del contrato. Por

2 Algunos piensan que debe decirse abuso de poder, en vez de abuso de derecho. No existiría el abuso del derecho, sino del pode: que
contiene el derecho. Sin embargo, la expresión más usada es la primera.
3 Hcnri y León, Mazeaud. Lecciones de Derccho Civil. Segunda Parte, V. I., p. 119.
ejemplo,
32 si se contrata un seguro, sólo se ha pagado una prima
Derechoy Mercantil
sucede elGuatemalteco,
siniestro, aunTorno
cuando
III
hubiera desproporción entre la prima y la indemnización, no se podría invocar esa cláusula porque se
trata de un contrato aleatorio, cuya desproporción entre las prestaciones es riesgo propio de su misma
naturaleza.
2.8 CONTRATANTE DEFINITIVO

El artículo 692 del Código de comercio trae una particularidad del contrato mercantil; y que
puede darse debido al poco formalismo del tráfico comercial. Cuando se celebra un contrato se debe
saber de antemano quiénes son las personas que lo van a concertar. Al fin y al cabo, el mismo concepto
de contrato que da el Código civil así lo insinúa. Pero, en el mundo del comercio puede suceder otra
cosa: una persona contrata con otra un determinado negocio, pero una de ellas lo hace como
representante aparente, reservándose la facultad de designar dentro de un plazo no superior a tres días,
quién será la persona que resultará como contratante definitivo. Esta designación, para que surta
efectos y vincule al designado, depende de que efectivamente éste acepte el contrato en forma personal
o por medio de representante debidamente acreditado. ¿Qué sucedería si el designado no se vincula al
contrato? Que el contratante original deviene en contratante nato. Donde más se configura este caso es
en el contrato de transporte de cosas, cuándo Ja documentación permite sustituir al consignatario.
'7 \-

3. INTEGRACIÓN DEL CÓDIGO DE COMERCIO Y CÓDIGO CIVIL EN *.


MATERIA DE OBLIGACIONES Y CONTRATOS

Ya desde el artículo lo. del Código de comercio, decíamos que cuando hay insuficiencia de la ley
mercantil, se aplicará la civil, observando siempre que por la naturaleza del tráfico comercial, deberá
tomarse en cuenta los principios c¡ue son básicos para que, tanto las relaciones objetivas que norma,
como las leyes que lo rigen, se adecúen perfectamente. El artículo 694 establece que sólo a falta de
disposiciones expresas del Código de comercio, se aplicarán las disposiciones del Código civil. Este
artículo es innecesario. Su objetivo ya estaba previsto, y en mejor forma, en el artículo lo. del Código de
comercio. De todos modos es muy importante el tema, no por la redacción de la ley, sino porque es
necesario conocer como se va a actuar en materia de obligaciones y contratos, cuando el Código de
comercio es insuficiente.
El lector habrá observado en nuestros comentarios a la dogmática general del Código en materia
de obligaciones y contratos mercantiles, que la sistemática de la ley es de poco articulado. Ello indica
que todo lo normativo de las obligaciones y contratos es genérico y se encuentra en el Código civil, de
manera que las preguntas sobre esta materia no la responde el Código de comercio; las respuestas están
en el Código civil. Ello es así, porque es innecesario tratar de elucumbrar sobre conceptos ya elaborados
con precisión por la doctrina civil. Entonces, lo que el Código de comercio hace es establecer aquellos
aspectos que singularizan a las obligaciones y contratos que se dan en el campo comercial, de manera
que operen como signos distintivos. Lo que hemos estudiado en este capítulo no es para decir que ésta
es una teoría general de la obligación y el contrato mercantil, sino para entender como las ha previsto la
ley con relación al formalismo del derecho común.
René Arturo Villegas Lara 33

4. CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRATOS

El tema de la clasificación de los contratos se estudia en el curso de obligaciones y contratos del


Derecho civil. Sin embargo, habremos de repetir aquí, brevemente, las clasificaciones más conocidas
de los contratos, porque es necesario recordar el tema para un mejor aprendizaje. De manera que al
estudiar cada contrato en particular, lo que haremos es señalar únicamente a qué clase pertenece,
advertidos que el alumno ya sabe de antemano el significado del lenguaje con que estamos hablando.
a) Contratos bilaterales y unilaterales. Contratos bilaterales son aquéllos en que las partes se
obligan en forma recíproca (compraventa, suministro, seguro, etc.); y unilaterales aquéllos en
que la obligación recae únicamente en una de las partes contratantes (donación pura y simple,
mandato gratuito).
b) Onerosos y gratuitos. Contrato oneroso es aquél en que la prestación de una de las panes
tiene como contrapartida otra prestación. Es decir, ante una obligación se tiene un derecho,
aunque no sean equivaienics iús prestaciones. En cambio, los contratos gratuitos se fundan en la
liberalidad: se da algo por nada. Obviamente en el Derecho mercantil no hay gratuitos porque la
onerosidad es principio de este derecho.
c) Consesuales y reales. De acuerdo a lo que establece nuestro Código civil, un contrato es
consesual cuando se perfecciona en el momento en que las partes prestan su consentimiento; en
cambio, los contratos reales son aquéllos en que la perfección del contrato se da siempre y
cuando se entregue la cosa objeto de! negocio.
d) Nominados e innominados. El contrato, sustantivamente, tiene un nombre. Una nominación.
Este nombre se lo puede dar la ley —nominación legal— o la práctica social —nominación
social—. Si un contrato tiene un nombre proveniente de la ley o las costumbres de los
comerciantes, es nominado; en caso contrario, innominado, que significa sin nombre.
e) Principales y accesorios. Cuando un contrato surte efectos por sí mismo, sin recurrir a otro, es
principal. Si los efectos jurídicos de un contrato dependen de la existencia de otro, es accesorio.
f) Conmutativos o aleatorios. Nuestra ley sigue la corriente de programar esta clasificación
como una subdivisión de los onerosos; de manera que hay oneroso conmutativo y oneroso
aleatorio. El contrato conmutativo es aquél en que las partes están sabidas desde que se celebra el
contrato, cuál es la naturaleza y alcance de sus prestaciones (obligaciones), de manera que
aprecian desde el momento contractual el beneficio o la pérdida que Ies causa o les podría causar
el negocio. En cambio, el contrato es aleatorio cuando las prestaciones dependen de un
acontecimiento futuro e incierto que determina la pérdida o ganancia para las partes (el contrato
de seguro, por ejemplo).
g) Típicos y atípicos. Un contrato es típico cuando la ley lo estructura en sus elementos esenciales:
aparece en el listado que da la ley. Es atípico —sin tipicidad— cuando no obstante ser contrato,
porque crea, modifica o extingue obligaciones, no lo contempla la ley específicamente.
h) Formules o solemnes y no formales. Al estudiar la forma contractual, hemos dicho que el
Derecho mercantil se caracteriza por su poco formalismo. Entonces, esta clasificación tiene mucho
sentido en el tráfico comercial porque en él, cualquier forma de contratar, salvo casos expresos de
la ley (el de sociedad, fideicomiso, etc.), tiene validez y vincula a las partes. El contrato es formal
cuando ella hace nacer el vínculo; la ausencia de la formalidad anula el contrato. El contrato es no
34 formal, cuando el vínculo no deja de surgir por la ausencia de alguna
Derecho formalidad.
Mercantil Esto Torno
Guatemalteco, últimoIIIes
la regla en el Derecho mercantil.
i) Condicionales y absolutos. Un contrato es condicional cuando las obligaciones que genera se
sujetan a una condición suspensiva o resolutoria; yes absoluto, cuando su eficacia no está
sometida a una condición.
j) Instantáneos y sucesivos. Cuando un contrato se consuma o cumple de una vez en el tiempo, se
clasifica como instantáneo. Ahora bien, si las obligaciones se van cumpliendo dentro de un
término o plazo que se prolongue después de celebrado el contrato, se le llama sucesivo o de
tracto-sucesivo.

Parte especial LOS CONTRATOS


MERCANTILES EN PARTICULAR
1. CONCEPTO

La compraventa mercantil es la figura contractual que hace efectiva la mayor parte del tráfico
comercial, ya que la actividad productiva, canalizada a través del comerciante intermediario,
desemboca en el consumidor por medio de la compraventa. Podemos considerar a este contrato
como el motor de la dinámica comercial, que a su vez genera otro tipo de vinculaciones: bancarias,
de seguros y fianzas, de títulos de crédito, etc.
La compraventa mercantil se encuentra regulada del artículo 695 al 706 del Códieo de
comercio. Tiene este coniunto de normas la particularidad de no desarrollar el contrato con la
extensión que lo hace el Código civil; particularidad que también suele observarse en la doctrina,
pues los autores la tratan escuetamente; y cuando se extienden, suelen repetir conceptos o
razonamientos ya dichos en los textos de Derecho civil. En el caso del Derecho guatemalteco, su
intenciones normar únicamente aquellas especialidades que pueden darse al negociar
compraventas mercantiles; y deja al Código civil la tarea de recoger toda la teoría que durante
siglos se ha ido acumulando en torno a este contrato. Esta técnica de formulación legislativa, en
principio, nos parece acertada, porque resulta ocioso reformular conceptos sobre una institución de
sobra estudiada, con el peligro de hacer exposiciones repetitivas. Por otro lado, estando prevista la
integración del Derecho privado guatemalteco, cualquier ausencia de una norma específica en el
Código de comercio, es suplida por el articulado del Código civil. Esta circunstancia no se da en
otras legislaciones. Por ejemplo, en el Código de Costa Rica, notamos una considerable cantidad de
normas para regular la compraventa mercantil en sus variadas formas de presentarse. La fórmula
de nuestro Derecho no la podemos considerar como la.más adecuada. Estamos de acuerdo en que
es atinado no repetir lo ya dicho por la ley civil; pero deben introducirse aclaraciones con respecto a
la objetividad del tráfico comercial. Por ejemplo: ¿Cómo se resolvería la limitación que tienen los
cónyuges para comprarse entre sí, si uno de ellos compra un bien en la empresa del otro que ejerce
el comercio en forma independiente? ¿Es nula la compraventa que hace un menor de edad, en un
almacén? La masificación de los contratos mercantiles, y de las compraventas de cosas comunes
sobre todo, no permite reparar en los requisitos esenciales para celebrar un negocio jurídico; y de
ahí, que hubiere sido necesario que los autores del Código previeran muchas circunstancias que se
dan en la práctica comercial, e irresolubles si se aplicara el rigorismo de los preceptos civiles.
René Arturo Villegas Lara 45

Para arribar a un concepto de compraventa mercantil tampoco el Código nos permite, de


primera intención, formular una idea de este contrato y señalar la diferencia específica con la
compraventa civil. Es necesaria una lectura de todo el articulado para estar en posibilidad de
aproximarnos a un concepto suficiente. ¿Cómo podemos detectar el hecho de estar o no ante una
compraventa mercantil? Principiemos por reconocer que ésta se da en masa y no en forma aislada
como sucede en el campo civil. Pero, conforme nuestro derecho, este señalamiento no es suficiente
aún. Si leemos nuestro Código observamos que los artículos se están refiriendo sistemáticamente a
las mercaderías, entendiéndose como tales a todo satisfactor que se produce para ser revendido,
ya sea como producto acabado o sujeto a posterior reelaboración. Lo anterior impiica ia
participación del comerciante dentro dp su rol empresarial. La participación de los comerciantes
puede ser en los dos extremos subjetivos del vínculo: comprador y vendedor. A esta compraventa
podemos llamarle plena: un industrial de calzado le vende un lote de unidades a un comerciante
para posterior venta. En este caso, los dos son comerciantes. Pero, también puede darse como acto
mixto, y sucedería cuando este comerciante de calzado le vende el producto al consumidor no
comerciante. En ambos casos, se trata de compraventas mercantiles. Por lo anterior: que los
negocios se den en masa; que el objeto vendido sea una mercadería; y que participe el comerciante
en su actividad profesional, son parámetros que sirven para elaborar un concepto de compraventa
mercantil. Pero, antes de eso, una última dificultad: ¿Es compraventa mercantil la enajenación de
una empresa, de una marca, de un nombre comercial, de un establecimiento? En algunas
legislaciones se encuentra prevista como tal; en nuestro Código no. Sin embargo, sí debe
considerarse como compraventa mercantil porque las cosas mercantiles se rigen por el Código de
comercio, conforme el artículo lo.; aunque el contrato no se rija por el articulado que ahora
comentamos, ya que no hay una sola norma aplicable a la enajenación de dichas cosas; pero, como
ese mismo artículo habla de negocios, que es el género, y no de contratos, que es la especie, es
indudable la naturaleza mercantil de la enajenación de la empresa o sus elementos.
De acuerdo a lo anterior y tomando en cuenta el contenido de los artículos que regulan la
tipificación de la compraventa mercantil, podemos decir que es un contrato por el cual el
vendedor transfiere la propiedad de una mercadería o cosa mercantil al comprador, cuya
obligación es pagar el precio.

2. CARACTERES

La compraventa mercantil es un contrato bilateral, oneroso, conmutativo, consensual, principal


y traslativo de dominio.

3.ELEMENTOS V

a) Personales. Los elementos personales de la compraventa son el vendedor y el comprador. Los


René Arturo Villegas Lara 46

dos o uno de estos sujetos tiene que ser comerciante y encontrarse actuando dentro de su
actividad empresarial. Obligación del vendedor es entregar la mercadería; y del comprador,
pagar el precio. Estas obligaciones se particularizan según la modalidad de compraventa que se
adopte y que veremos más adelante.
b) Reales. Los elementos reales son la cosa y el precio. La cosa son las mercaderías; y el precio, la
contraprestación a cargo del comprador. Éste debe ser real y cierto; real para que el contrato no
sea gratuito; y cierto, en cuanto a que debe ser determinado o determinable por los
contratantes.
c) Formales. La forma del contrato de compraventa varía según la mercadería enajenada. Si es
un vehículo, se suele utilizar un documento que extiende el Ministerio de Finanzas como Título
de Propiedad; si se trata de un televisor, se hace por documento privado con firmas legalizadas;
la compra de un pantalón, por una simple factura; la compra de un refresco, es verbal. No hay
pues, una fórmula general. Depende del negocio en particular.
47 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

4. ESPECIES DE COMPRA-VENTA

En la mayoría de los textos de Derecho mercantil se incluyen como especies de este contrato
algunas figuras propias del Código civil y que aparecen en el tráfico comercial. Por nuestra parte y
fieles al contenido del Código de comercio, sólo incluimos aquellas que pueden inferirse de éste; o
que están relacionados con artículos que disciplinan las generalidades del contrato mercantil.
Dentro de esas especies estudiamos las siguientes:

4.1 VENTA CONTRA DOCUMENTOS

Al estudiar los títulos de crédito conocimos la existencia de los llamados 'títulos


representativos de mercaderías", caracterizados por no representar un valor dinerario, sino una
mercadería determinada: carta de porte, conocimiento de embarque y certificado de depósito.
Entonces, la venta contra documentos ocurre cuando el vendedor cumple su obligación de entregar
el objeto vendido, en el momento en que transfiere el título representativo; en ese mismo instante,
salvo pacto en contrario, se debe pagar el precio y el comprador sólo puede negarse por defectos en
la calidad o estado de las mercaderías representadas si tiene prueba sobre ello. De lo contrario,
entregado el título, debe pagarse el precio. (Arto. 395 del Código de comercio).

4.2 VENTA DE COSAS EN TRÁNSITO

De acuerdo con el artículo 1802 del Código civil, se puede negociar un objeto que está en
tránsito; por ejemplo, uiu mercadería que aún viene pn el barco. En este caso, el comprador tiene
facultad de resolver el contrato si el objeto no llega en buen estado o en la fecha acordada. En el
tráfico comercial también se puede dar esta modalidad de contratar, pero con la particularidad de
que, si en los documentos entregados al porteador se encuentra la póliza de seguro de transporte,
los riesgos han sido trasladados al comprador desde el momento de la entrega de las mercaderías, a
no ser que el vendedor tuviere conocimiento de la pérdida o avería de las cosas y hubiere ocultado
esas circunstancias al comprador. (Arto. 696 del Código de comercio). La diferencia pues, es que en
la mercantil el riesgo de las cosas puede adquirirse antes del recibo de las mercaderías.
4.3 VENTA FOB

Al igual que otras modalidades de compraventa que estudiaremos más adelante, la venta FOB
se distingue por sujetarse en su fórmula contractual a las expresiones abreviadas que se usan en el
comercio internacional y que son conocidas como INCONTERMS (Términos Internacionales de
Comercio). FOB quiere decir libre a bordo-puerto de embarque convenido; y se caracteriza
porque el vendedor cumple su obligación de entregar la cosa, al depositarla a bordo del buque u
otro vehículo que ha de transportarla, en el lugar y tiempo convenidos. A partir de ese momento se
trasladan los riesgos al comprador. En este negocio se habla de precio FOB y éste comprende: el
valor de la cosa más los gastos, impuestos y derechos que se causen hasta el momento en que la cosa
esté a bordo del medio de transporte. (Arto. 697 del Código de comercio).
48 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

4.4 VENTAS FAS

Esta venta se caracteriza porque la obligación del vendedor es entregar la mercadería


colocándola a un costado del medio de transporte, momento a partir del cual se transfieren los
riesgos al comprador. El precio incluye el valor de la cosa, más los gastos, impuestos y derechos que
se causen hasta el momento de colocar la mercadería al costado del medio de transporte. FAS quiere
decir: libre al costado del barco-puerto de embarque convenido. (Arto. 698 del Código de
comercio).

4.5 VENTA CIF

La compraventa CIF es aquélla en la que el precio de la mercadería comprada incluye el costo,


el seguro y el flete; el término, al igual que los anteriores, es una sigla que proviene del idioma
ingles: cost, insurance, freight. En esta especialidad, el vendedor tiene las siguientes
obligaciones:
a) contratar y pagar el transporte de las mercaderías y obtener los títulos representativos;
b) tomar y pagar un seguro por el valor total de la cosa objeto del contrato, en beneficio del
comprador o de la persona que éste indique, por los riesgos convenidos o los que sean usuales
con respecto al objeto asegurado, debiendo obtener la póliza o certificado correspondiente;
c) entregar al comprador o a la persona indicada, los documentos antes señalados. En esta
compraventa los riesgos son por cuenta del comprador desde el momento en que la
mercadería es entregada al porteador, el que también marca el inicio del período del seguro.
La obligación de pagar el precio nace cuando el comprador recibe los títulos representativos y
la póliza del seguro. Pudiera ser que el vendedor no contratara el seguro en los términos
convenidos o fuera de lo que se acostumbra en el caso específico; si eso sucediera, el vendedor
responde de los riesgos como hubiera respondido el asegurador. Incluso, el comprador puede
contratar el seguro y deducir del precio el valor de la prima pagada. (Artos. 699, 700, 701 y 702
del Código de comercio).

4.6 V E N T A C Y F

La compraventa C y F es aquélla en la que el precio cotizado sólo incluye el costo y el flete, o


sea que se suprime el seguro. A esta modalidad se aplica todo lo expuesto para la compraventa
CIF, omitiendo las directrices legales que se refieren al seguro.

4.7 OTRAS ESPECIES

Las modalidades anteriores, en su mayoría, recogen los términos comerciales internacionales


para contratar, en el entendido que, cuando se trata de transacciones de país a país, el significado
puede ampliarse para interpretar los contratos, tal como lo apreciara el lector en el apéndice a este
René Arturo Villegas Lara 49

capítulo. Sin embargo, a nivel local, pueden darse otras modalidades comunes previstas en el
Código civil y que operan con más relieve en el ámbito del comercio: Compraventa al gusto o a
prueba (Arto. 1799); compraventa sobre muestras (Arto. 1800); compraventa expresando
especie y calidad (Arto. 1801); compraventa de cosas futuras (Arto. 1805); compraventa con
reserva de dominio (Arto. 1834 y siguientes). Estas formas de compraventa, como hemos dicho,
se encuentran en el Código civil y han sido estudiadas en los cursos de la materia; de manera que
únicamente cabe señalar que son modalidades muy comunes dentro del tráfico comercial.

5. OPCIÓN DE COMPRAVENTA

El artículo 706 del Código de comercio establece una diferencia con la opción (promesa
unilateral) del Código civil (Artos. 1676-1681) en cuanto al plazo, pues en ésta no puede
exceder de dos años si se trata de inmuebles o derechos reales sobre los mismos; y de un año, si se
irata de otros bienes o prestaciones. En cambio, en la opción de compraventa de cosas mercantiles,
el artículo indicado dice que las partes son libres de pactar el plazo sin límite alguno. Es interesante
señalar que, como promesa de contrato, no se encuentra una figura específica en el Código de
comercio, más que el señalado en este capítulo. Ello no quiere decir que en la práctica no pueda
celebrarse un negocio para prometer la celebración de otro, aplicando lo previsto en el Código civil
y tomando en cuenta las características de las obligaciones y contratos mercantiles.
El contrato de suministro es tratado como una modalidad de compraventa y se le estudia dentro
de ésta. Pero en el Derecho guatemalteco está tipificado como un contrato autónomo y regulado por los
artículos 707, 708, 709, 710, 711 y 712 del Código de comercio. El argumento de quienes afirman que el
suministro es una especie de compraventa, parte del supuesto de que también en ésta la entrega del
objeto vendido puede hacerse en forma fraccionada. Pero, esa circunstancia no tipifica un contrato de
suministro porque en la compraventa cada fracción forma parte de una misma prestación. En cambio,
en el suministro las entregas periódicas de la mercadería son prestaciones aisladas entre una y otra, de
manera que también el precio se define por cada una que se cumple. En todo caso, en nuestra legislación
no hay argumento para confundir un contrato con otro; el suministro es un contrato típico, autónomo
de cualquier otra figura negocial.
52 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

de bienes al final de cada mes, conforme el plazo pactado. Las prestaciones continuadas se darían
en el suministro diario de energía eléctrica o el servicio de lavandería que un comerciante le
prestara en forma continua a un hospital.

2.FUNCIÓN

Este contrato cumple una función importante dentro del comercio, porque permite que las
personas suministradas tengan asegurada la provisión de un bien o un servicio. Es común este
contrato dentro de los negocios jurídicos mercantiles; aunque a muchos, por desconocimiento de la
tipicidad del mismo, cuando se redacta por escrito, no se le llama por su nombre. Un comerciante
revendedor, en lugar de proveerse aisladamente de las cosas que expende en su empresa, celebra
un contrato de suministro para mantener surtido su almacén; un hotel que careciera de lavandería,
puede contratar el servicio de limpieza de ropa con un comerciante que se dedicara a prestarlo.

3. CARACTERES

El contrato de suministro es consensual, bilateral, principal, oneroso, de tracto sucesivo. El


profesor guatemalteco Edmundo Vásquez Martínez, cita a los autores De Marino y Langle y Rubio,
quienes caracterizan 4 a este contrato como "oneroso aleatorio", porque las partes corren el riesgo de
que los precios varíen durante el plazo del contrato y ello significa pérdida para una de las partes.
Sin embargo, creemos que ese argumento no es aceptable. A este respecto, los autores fvíazeauu,
dicen:
..."Si es preciso correr un albur, no basta, para que sea aleatorio un contrato, que las partes puedan ganar o
perder. Admitirlo sería hacer de todo contrato un contrato aleatorio, sobre todo de la compra venta. Hace falta,
para que sea aleatorio un contrato, que las partes hayan querido correr un albur de ganar o perder, que hayan
celebrado el contrato para correr esle albur".J

En el contrato de suministro la variación de los precios no puede ser un riesgo de los que
determinan la calidad aleatoria. 3e contrata sobie bases ciertas
y por eso es oneroso conmutativo; si las prestaciones se vuelven onerosas, para eso está el artículo 688
del Código de comercio, que recoge la teoría de la imprevisión, con el que se resolvería cualquier
diferencia entre las partes por la variación del precio.

4 CONCEPTO

Explicitando el contenido del artículo 707 del Código de comercio, podemos decir que por el
contrato de suministro, una parte, llamada suministrante, se obliga mediante un precio, a realizar en
favor de otra, llamado suministrado, una serie de prestaciones periódicas y continuadas de mercaderías
o servicios. Las prestaciones periódicas serían, por ejemplo, que un industrial de muebles se obligara a
entregarle a un intermediario una cantidad
René Arturo Villegas Lara 53

4. ELEMENTOS

a) Personales. Los elementos personales son el suministrante, o sea quien proporciona los bienes o
servicios a cambio de un precio; y el suministrado, que se beneficia con las prestaciones
periódicas o continuadas de los bienes o servicios y paga el precio.
b) Formales. El contrato de suministro no está sujeto a formalidades especiales. Según la
organización de la empresa, puede constar en documentos prerredac- tados; salvo que lleve
aparejada una garantía prendaria o hipotecaria, en cuyo caso debería constaren escritura
pública. Pero, son casos muy raros; a veces ni siquiera consta por escrito.
c) Reales. Aun cuando decir “cosas muebles" es una tautología, los términos que usa la ley para
designar el objeto-real de un contrato de suministro, son los de cosas muebles o servicios. La
entrega de éstos se hace mediante prestaciones periódicas o continuadas que puedan estar
cuantificadas en el contenido del contrato, ya sea por una cantidad específica o fijando un mínimo
y un máximo en donde puede oscilar el monto de las prestaciones, en el entendido de que, en este
último caso, es al suministrado a quien se le confiere el derecho de fijar la cuantía. Ahora, cuando
no se fija la suma de las prestaciones se entenderá que es aquélla que necesita el suministrado al
momento de celebra» e! contrato. E sta última solución en un caso de omisión es poco
certera, porque resulta bastante subjetivo fijar el límite de la necesidad del suministrado. Sin
embargo, es la regla contenida en la ley. El otro elemento real del contrato es el precio. Este,
cuando las prestaciones son periódicas, se determina y paga con relación a cada una, en forma
aislada. Si son continuadas se calcula sobre la base de un período de tiempo.

5. PLAZO, SUSPENSIÓN, DENUNCIA


Y TERMINACIÓN DE ESTE
CONTRATO

El plazo en el contrato de suministro tiene la particularidad de estar pactado en interés del


suministrante y suministrado. Esto quiere decir que
las dos partes están facultadas para darlo por concluido si observan lealtad en la comunicación. Como
dentro del plazo se pueden cumplir prestaciones periódicas y el suministrado está facultado para fijar
las fechas de las entregas, debe comunicarle éstas al suministrado con suficiente anticipación, lo que
viene a ser una previsión imprecisa, porque el término suficiente es vago. Hubiese sido mejor
determinar un plazo específico en ausencia de una previsión contractual.
La suspensión del contrato es una facultad del suministrante, quien puede interrumpir las
prestaciones si el suministrado no cumple sus obligaciones, sobre todo en lo que se refiere al pago del
precio. Pero, para que se pueda ejercer esa facultad es necesario que comunique su decisión con
anticipación suficiente. En cuanto a la denuncia, ésta ocurre cuando el contrato no tiene plazo específico;
en ese caso, cualquiera de las partes se desliga del vínculo contractual dando aviso con la anticipación
pactada o noventa días antes de la fecha en que se considere que la relación ya no surtirá efectos.
En lo que se refiere a la terminación del contrato, es indudable que la conclusión del plazo lo da
por terminado. Pero, también termina si la conducta del suministrante denota que las prestaciones
54 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

futuras no se cumplirán en su oportunidad. En este aspecto creo que la ley debió cubrir la conducta de
ambos contratantes, de manera que la falta de pago de una prestación también fuera causa de
terminación, ya que el artículo 711 está destinado sólo para la obligación del suministrante; empero, en
un caso de esta naturaleza, no se optaría por la terminación, sino por la suspensión con pre-aviso, lo
cual nos parece que introduce una desigualdad en la forma de tratar el incumplimiento de las
obligaciones de las partes, ya que no es lo mismo suspender que dar por terminado un contrato.
A este contrato no se le dio la importancia legislativa que amerita y se le colocó como gemelo del
suministro, lo cual viene a ser unCerror
APÍTULO CUARTO
porque siendo un contrato autónomo, no tenía por qué aparecer
C
ubicado como apéndice y reguladoONTRATOpor un sólo E STIMATORIO
artículo del Código de comercio: el 713. Por otro lado,
dada su importancia en la práctica comercial y por la forma en que lo denominan los comerciantes, no
debió llamársele contrato estimatorio, sino contrato de consignación; con lo cual, los autores del
Código faltaron a la metodología del Derecho mercantil que se orienta por la inducción. Además, se
hace evidente la poca creatividad que siempre campea en la redacción de nuestro derecho positivo. Los
auloies extranjeros, españoles sobre todo, desarrollan este contrato como una forma de compraventa
porque hay transferencia de propiedad, lo que consideramos un error porque la transferencia del
dominio no necesariamente debe provenir de un contrato de esa naturaleza. Conforme al Derecho
guatemalteco, el contrato "estimatorio" no se parangona con ningún otro contrato, ya que ha sido
tipificado como negocio autónomo.
56 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

estimado, para que en un plazo fijado se pague dicho precio o bien se devuelvan las mercaderías.
El concepto anterior, que recoge en parte la deficiente normatividad del Código de Comercio de
Guatemala, se adapta a la práctica de nuestro medio.

2. FUNCIÓN

De acuerdo con el concepto antes dicho, este contrato cumple.una función importante en el
comercio porque el comerciante minorista puede adquirir mercaderías sin cancelar de inmediato el
precio, con la opción de devolverlas si no las vende dentro del plazo que se pacte. Ahora bien, si las
vende, paga el precio y obtiene una ganancia que se constituye por el valor que el consignatario le sume
al precio estimado. Por ejemplo, un industrial de zapatos entrega un lote de ese producto a un
comerciante. Los zapatos son entregados a un precio de Q 10.00 el par. El consignatario los vende a Q
15.00, de manera que ese excedente de Q 5.00 es su ganancia. Si no vendiera los zapatos, debe
devolverlos. De lo anterior, podemos apreciar la función que tiene ese contrato, permitiendo la
provisión de mercaderías sin necesidad de un pago inmediato del precio y con la expectativa de obtener
ganancias.

3. CARACTERES

a) Principal
b) Bilateral
c) Real
d) Oneroso conmutativo
e) De tracto sucesivo
f) Traslativo de dominio

4. ELEMENTOS

a) Personales. Como ya lo señalamos con anterioridad, quien entrega las mercaderías se le llama
consignante; y, quien recibe para venderlas se llama consignatario. El artículo 7 13, único que
se refiere a este contrato, establece las siguientes obligaciones para las partes:
1) El consignatario en ningún momento se puede liberar de la obligación de pagar el precio de
lo que no pueda restituir, aunque las causas no le sean imputables.
2) El consignatario tiene disposición de los bienes consignados, pero no pueden ser perseguidos
por sus acreedores; o sea que están dentro de su esfera patrimonial, pero en forma limitada.
3) El consignante no tiene poder de disposición sobre las cosas consignadas.
b) Formales. El contrato estimatorio no está sujeto a formalidad alguna, y regularmente, sobre todo
con mercaderías de uso diario, se concerta de palabra, basados en la confianza comercial. Ahora
bien, si se tratara de consignar mercaderías sujetas a registro —vehículos, maquinaria identificable,
etc.— tendría que formularse el contrato en escritura pública e inscribirse en el Registro de la
René Arturo Villegas Lara 57

Propiedad Inmueble, con el objeto de que el consignatario estuviera en capacidad de transferir la


propiedad y con base en el poder de disposición que tiene.
c) Reales. Los elementos reales son las cosas (mercaderías) y el precio. Con relación a este último,
debemos decir que es el que estiman las partes entre sí, sin tomar en cuenta el valor agregado que
le suma el consignatario; no obstante, es práctica corriente que se pacte el monto del valor
agregado, con el objeto de que no sea excesivo y se desestimule la circulación de las mercaderías.

5. TERMINACIÓN DE ESTE CONTRATO

Como es un contrato sujeto a un plazo, el contrato termina por el transcurso do este. Sin embargo,
si antes del vencimiento ei consignatario ha vendido las mercaderías y paga el precio estimado en que
las recibió, el contrato se da por finalizado.
LCONCEITO

CAPÍTULO QUINTO
El depósito, considerado como la prestación de un servicio, es un contrato por medio
CONTRATO
del cual el sujeto depositario recibeDE DEPÓSITO
una cosa que leMconfía
ERCANTIL
el depositante, con la obligación
de custodiarlo y devolverlo cuando se le requiera.
Como la función primordial del depósito es la custodia de un bien, ésta viene a ser la nota
distintiva para no confundirlo con otros negocios jurídicos: el arrendamiento, por ejemplo. El acto de
depositar puede estar relacionado con distintas ramas de un sistema jurídico; de ahí que puede haber:
depósito civil, cuando el negocio se rige por el contrato de depósito del Código civil; depósito
mercantil, cuando se trata de un negocio jurídico mercantil; depósito bancario —que también es
mercantil—, cuando se hace por medio de una institución bancaria; y, depósito judicial, cuando lo
ordena un juez.
Atendiendo a la naturaleza del bien depositado y su restitución, el depósito puede ser regular e
irregular. Es regular cuando se devuelve el mismo bien que se depositó; e irregular cuando se
devuelve uno distinto al depositado, de la misma especie y calidad o de valor equivalente como en el
caso del dinero. El regular es más común en las relaciones civiles; y el irregular, en las mercantiles.
Sin embargo, la custodia que se confía a un almacén general de depósito, es regular y de carácter
mercantil.
El contrato de depósito cumple una función importante en el tráfico comercial, porque permite a
los comerciantes que no disponen de locales adecuados, la posibilidad de confiar a otro la custodia y
conservación de sus mercaderías. En el caso del dinero, entregado a una institución bancaria no
60 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

solo otorga seguridad, sino también proporciona la ventaja de poder devengar intereses o
adquirir medios de pago (cheques) cuando se dispone a la vista. En lo que a los almacenes generales se
refiere, como negocios organizados técnicamente, facilitan el comercio de importación y exportación
por medio del depósito. Es pues, variada la posibilidad de este negocio. Pensemos en los tradicionales
mesones de la ciudad capital de Guatemala, en donde pequeños comerciantes guardan sus
mercaderías de consumo diario, sin que necesariamente se combine con un contrato de hospedaje. Y
más aún, los aparcamientos de vehículos que proliferan en las ciudades de tránsito congestionado, son
verdaderos contratos de depósito por la custodia que se le confía al propietario de la empresa
aparcadora, y no de arrendamiento como se ha pretendido, con el fin de eludir las responsabilidades
provenientes de una deficiente conservación del bien. En síntesis, nos encontramos ante uno de los
contratos de mayor práctica para el desenvolvimiento comercial.

2.CARACTERES

El contrato de depósito mercantil es bilateral, oneroso conmutativo, principal, real, de tracto


sucesivo.
b) Reales. El elemento real de un contrato de depósito mercantil puede presentarse en diversa forma:
mercaderías, dinero, joyas, títulos de crédito, títulos valores, etc. Cuando se depositan cosas
fungibles, dice el artículo 714 del Código de comercio, puede pactarse que el depositario tenga
poder de disposición sobre la cosa depositada, con la obligación de restituir otra de la misma
especie y calidad. En este caso, en lo que fuere conducente, se aplican las reglas del contrato de
mutuo; este es el típico depósito irregular. En el caso de que el bien depositado sea dinero
(depósito bancario), por la misma naturaleza del negocio bancario, hay transferencia de propiedad
sobre el bien depositado, de manera que, sin que se pacte, el banco puede disponer del mismo, con
la obligación de restituirlo cuando se le requiera (Arto. 715). Un aspecto importante del depósito
mercantil, sobre todo en el depósito bancario de dinero, es que cuando los depositantes son dos o
más personas, cualquier codepositante puede exigir la devolución del bien, aun en el caso de que
uno o algunos de ellos hubieren fallecido, previsión legal que admite pacto en contrario (Arto.
716). Por ejemplo, cuando dos o más personas hacen un depósito bancario puede aparecer en el
contrato que están facultados para exigir restituciones, Manuel y Pedro. En este caso, la
mancomunidad acreedora, que la tienen los depositantes, es solidaria: ese es un pacto en contrario.
Sin embargo, en la práctica bancada se comete un error señalado magistralmente por el profesor
Mario Bauche Garciadiego, 5 y es el siguiente: se dice que pueden retirar el depósito Manuel y/o
Pedro. La conjugación “y” expresa una mancomunidad solidaria en los depositantes, de manera
que para retirar es necesario que ambos manifiesten su voluntad; mientras quela conjugación “o”
expresa una mancomunidad simple, osea que lo puede hacer uno u otro. Ello constituye un vicio
porque es contrario al principio lógico de contradicción. En este sentido, dice Guicia iviaynez:
"Si la conducta que el Derecho regula no puede hallarse, a la vez, prohibida y permitida, y dos normas de un
ordenamiento jurídico vedan y permiten, respectivamente, a los mismos sujetos, un mismo proceder, en

5 Operaciones Bancadas, Segunda edición, pp. 62-63.


René Arturo Villegas Lara 61

condiciones iguales de espacios y tiempo, su aplicación simultánea es imposible y, por tanto, no pueden tener
validez las dos. Dicho más brevemente, dos normas de derecho contradictorias entre sí no pueden ambas ser
válidas".6
Para la práctica contractual bancaria, podríamos decir que el uso aparejado de las conjunciones
“y/o”, no es posible porque la mancomunidad o es simple o es solidaria; pero no puede ser las dos
cosas a la vez.
c) Formales. En cuanto a la forma de depósito, varía según la naturaleza y organización
empresarial del sujeto depositario. Puede ser que se formalice mediante simple acuerdo verbal;
por un contrato de adhesión; y por escrito, como en el caso del depósito bancario o el que se hace
en almacenes generales de depósito.

4. TERMINACIÓN

El Código de comercio no establece ninguna norma relativa a la terminación del contrato de


depósito, de manera que se estará a lo previsto en el Código civil: restitución del objeto depositado a
requerimiento del depositante; devolución que hace el depositario avisando con prudente anticipación,
cuando no se hubiere pactado plazo; devolución que puede hacer el depositario cuando se ve
imposibilitado de cumplir su obligación de custodia (Artos. 1974,1992 y 1996 del Código civil).
Estas reglas para la terminación del contrato de depósito no operan de pleno derecho en el caso del
depósito bancario, pues éste se rige por sus leyes específicas y por los usos propios de la práctica
bancaria. Por ejemplo, un depósito se puede hacer para un plazo en el que el depositante no puede
exigir la restitución, sino hasta transcurrido el mismo. Y, en el caso del depósito de Almacenes
generales, se rige por leyes específicas.

6 Eduardo, G.M.: Lógica de Raciocinio Jurídico, p. 102.


CONTRATOS RELACIONADOS CON OPERACIONES

DE CRÉDITO
El Capítulo IV del Libro IV del Código de comercio de Guatemala, desarrolla siete negocios
jurídicos que se refieren al funcionamiento del crédito? En el tráfico comercial de nuestra época el
CAPÍTULO SEXTO
LAS OPERACIONES DE CRÉDITO

crédito facilita las relaciones mercantiles que permiten adquirir recursos, sobre todo dinerarios, que se
traducen en nueva riqueza mercantil; o bien es el vehículo apropiado para obtener sátisfac- tores de
nuestras necesidades. En todos los sectores de la actividad económica el crédito se hace presente para
lograr variados objetivos.
Según el Diccionario de Derecho Privado, la palabra crédito significa el "derecho que uno tiene a
recibir de otro alguna cosa: por lo común dinero”.
Para Joaquín Garriguez, jurídicamente, en las llamadas operaciones de crédito
"... la voluntad consiste en devenir acreedor de una obligación aplazada, es decir, la voluntad de realizar
anticipadamente una prestación ser acreedor del equivalente económico. Se produce, por tanto, una pausa entre el
ejercicio del derecho por parte del acreedor y el cumplimiento de la obligación por parte del deudor. En el
patrimonio (del deudor) entra una cosa con carácter definitivo, y al propio tiempo nace una obligación de
cumplimiento diferido. El interés aparece entonces como precio del tiempo". 7

Ahora bien, las relaciones de crédito no son propias del tráfico jurídico

7 Derecho Mercantil, Tomo II. p. 162.


66 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

comercial; también existen en el civil: el mutuo, por ejemplo. Pero en esta parte estudiaremos
únicamente las que el Código de comercio tipifica como contratos.

l. CAMPO DE LAS OPERACIONES DE CRÉDITO

Las operaciones de crédito han estado vinculadas, generalmente, a la actividad bancaria. El


mismo nombre que se les asigna es similar a las llamadas operaciones bancarins. En el medio
guatemalteco estos negocios que vamos a estudiar tienen la particularidad de que legalmente no son
propios de la negociación que llevan a cabo los bancos; en otras palabras, para celebrar un contrato que
contenga una operación de crédito no se necesita hacerlo con un banco; las partes pueden ser dos
personas individuales. Y decimos legalmente, porque una cosa es lo que presume la ley, y otra, la
realidad. En la práctica es común que el descuento, la apertura de crédito, el crédito documentario, se
manifiesten únicamente como negocios bancarios. Por esa razón, y con la salvedad antes apuntada,
hemos creído necesario exponer algunos datos importantes en torno a la función bancaria —muy
mínimos por cierto—, dada la finalidad docente de este texto; no sin antes advertir que quien quiera
profundizar sobre esta unidad del Derecho mercantil —el Derecho bancario— encontrará la
bibliografía suficiente para un mayor conocimiento sobre dichos temas.
Este negocio también lo pueden realizar los bancos organizados en el extranjero cuando se les autoriza
operar en Guatemala, por medio de una sucursal. También la realizan bancos públicos, es decir
propiedad del Estado de Guatemala, los cuales se crean y organizan por decreto que emita el Congreso
de la República. De los bancos públicos que han funcionado en Guatemala, ya sólo existe el Crédito
Hipotecario Nacional. El Banco de Guatemala, se sale del rol que realizan los bancos privados, los
públicos y las sucursales de bancos extranjeros, porque se trata de un Banco Central cuyo ámbito de
acción y competencia es, como lo dice el artículo 3 del Decreto 16-2002 del Congreso de la República,
"Contribuir a la creación y mantenimiento de las condiciones más favorables al desarrollo ordenado de
la economía nacional, para lo cual, propiciará las condiciones monetarias, cambiarías y crediticias que
promuevan la estabilidad en el nivel general de precios". Además, sólo a este banco le compete emitir
moneda nacional, administrar las reservas monetarias internacionales, mantener el nivel adecuado de
la liquidez del sistema bancario, actuar como banco central, etc.
Con la nueva ley de Bancos y Grupos Financieros, desapareció la impráctica clasificación que se
hacía de los bancos, en comerciales, hipotecarios y de capitalización, lo cual vino a facilitar el
desenvolvimiento del negocio bancario. Hoy sólo es dable clasificar los bancos en: Bancos Privados
organizados en Guatemala; Bancos extranjeros que funcionen mediante una sucursal; y, Bancos
públicos propiedad del Estado de Guatemala, creados por ley.
En concordancia con la sistemática de la ley vigente, también se readecua- ron las tradicionales
operaciones bancarias que se clasificaban en activas, pasivas y neutras. Esta clasificación devino
inoperante, pues, los bancos desarrollan en la actualidad una serie de actos que no encajan dentro de
esa clasificación. Conforme al artículo 41 de la Ley de Bancos y Grupos Financieros, las operaciones y
servicios, son:
René Arturo Villegas Lara 67

a) OPERACIONES PASIVAS :

Recibir depósitos monetarios; recibir depósitos a plazo; recibir depósitos de ahorro; crear y
negociar bonos y pagarés, previa autorización de la Junta Monetaria; obtener financiamiento del Banco
de Guatemala, conforme a la ley orgánica de éste; obtener créditos de bancos nacionales y extranjeros;
crear y negociar obligaciones convertibles; crear y negociar obligaciones subordinadas; y, realizar
operaciones de reporto, como reportado.
68 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

b) OPERACIONES ACTIVAS :

Otorga créditos; realizar descuento de documentos; otorgar financiamien- to en operaciones de


cartas de créditos; conceder anticipos para exportación; emitir y operar cartas de crédito; realizar
arrendamiento financiero; realizar factoraje; invertir en títulos valores emitidos y/o garantizados por el
Estado, por los bancos autorizados de conformidad con esta la ley o por entidades privadas. En el caso
de inversión en títulos valores emitidos por entidades privadas, se requiere autorización de la Junta
Monetaria; adquirir y conservar bienes inmuebles o muebles, siempre que sean para su uso; constituir
depósitos en Bancos, tanto dentro como fuera del territorio del Estado de Guatemala; y realizar
operaciones de reporte como reportador.

c) Operaciones de confianza:

Cobrar y pagar por cuenta ajena; recibir depósitos con opción de inversiones financieras;
comprar y vender títulos valores por cuenta ajena; y, servir de agente financiero, encargándose del
servicio de la deuda, pago de intereses, comisiones y amortizaciones.

d) PASIVOS CONTINGENTES:

Otorgar garantías; prestar avales; otorgar fianzas; y, emitir o confirmar cartas de crédito.

e) SERVICIOS :

Actuar como fiduciario; comprar y vender moneda extranjera, tanto en efectivo como en
documentos; apertura de cartas de crédito; efectuar operaciones de cobranza; realizar transferencia de
fondos; y arrendar cajillas de seguridad.
En el mismo artículo, párrafo final, se dice que los bancos podrán realizar otras operaciones y
servicios que sean compatibles con la función bancaria, con autorización de la Junta Monetaria, previa
opinión que rinda la Superintendencia de Bancos.
3. EL CONTRATO BANCARIO

El negocio bancario forma parte de las relaciones jurídicas mercantiles, ya que nuestro
Código de comercio en su artículo 2o., lo tipifica como actividad mercantil. Ello quiere decir que el
contrato bancario, nominado o no, es de naturaleza mercantil. Debemos aclarar que cuando
usamos el contexto Derecho bancario, no es con la finalidad de inducir a pensar que constituye
una rama autónoma de la ciencia jurídica; es únicamente para facilitar su sistematización y
estudio, en el entendido de que constituye una sub-rama del Derecho mercantil en general.
Por las características con que se dan las relaciones objetivas de comercio, el negocio
bancario expresado en los contratos no escapa a los matices propios de las operaciones masivas.
René Arturo Villegas Lara 69

Así, podemos decir que son particularidades del contrato bancario, las siguientes:
a) Son contratos por adhesión. Cuando uno celebra un contrato con una institución bancaria,
es ésta quien determina los términos contractuales a los que debe sujetarse el negocio. En el
préstamo bancario, por ejemplo, cuando; se le entrega al usuario la resolución que otorga el
crédito, se señalan las , bases generales y especiales para la elaboración del contrato; conducta
que es similar en cualquier otra manifestación negocial.
b) Son contratos estandarizados. Los bancos, como complemento de la adhesión, tienen
uniformados mediante contratos-tipo, las fórmulas que se usan en cada una de las especies
de negocios que puede efectuar.
c) Especialidad de la prueba de los contratos. Hemos visto con anterioridad que para
seguridad de las obligaciones mercantiles, salvo disposición expresa de la ley, la prueba de
las mismas es amplia y variada. En el caso de las obligaciones que se tienen ante un banco,
los asientos de ia contabilidad son concluyentes para establecer el vínculo, sin que ello
signifique que no se tenga derecho a discutir la veracidad de esos asientos.
d) Importancia de la buena fe. Las obligaciones mercantiles, lo decíamos en la parte general
de este libro, tienen como bases fundamentales la verdad sabida y la buena fe. Significa
estoque las partes deben actuar con absoluta lealtad al celebrar un contrato; y mantenerla
durante su vigencia. Faltaría a la buena fe el cliente que falsea su situación financiera para
obtener un crédito; como también faltaría el banco que divulga injustificadamente el secreto
bancario, en cuanto a las operaciones que le confía su cliente. Estos son nada más que dos
ejemplos de cómo las partes deben conducirse con estricto apego a la buena fe en esta clase
de contratos.
Antes de pasar a estudiar las operaciones de crédito tipificadas en el Código de comercio de
Guatemala, insistimos de nuevo que al introducir esta exposición mínima de los negocios bancarios, es
únicamente con fines docentes, sugiriendo que cualquier profundización de estos temas se haga en
textos especializados. Y, volvemos a señalar que los contratos que desarrollaremos a continuación
pueden darse entre sujetos que no necesariamente deben tener la calidad de entidades bancadas.
Algunas operaciones que realizan los bancos, son operaciones de crédito; pero, las operaciones de
crédito no necesariamente son operaciones bancadas.
1.CONCEPTO

Por el contrato de apertura de crédito, un sujeto denominado acreditante se obliga frente a


otro llamado acreditado, a poner a su disposición una suma de dinero o a contraer obligaciones por
cuenta del acreditado; éste a su vez, se obliga a restituir las sumas de que hubiere dispuesto o las
que se hubieren pagado por su cuenta, más gastos, comisiones e interés que resulten a su cargo.
Este contrato se rige por los artículos 718 al 728 inclusive, del Código de comercio.

2.FUNCIÓN

El contrato de apertura de crédito cumple la función de poner a disposición del acreditado


CAPÍTULO SÉPTIMO
APERTURA DE CRÉDITO

una cantidad de dinero para dedicarlo a sus actividades comerciales o industriales o bien que se
cancelen obligaciones por su cuenta. Como el acreditado puede no saber el momento preciso en
que necesitará el dinero, es una ventaja tenerlo únicamente a disposición para su oportunidad, con
el privilegio de pagar intereses únicamente sobre el saldo que le resulte en un momento
determinado y no sobre la cantidad total de la apertura. Por otro lado, como se fija un límite
máximo, el acreditado puede pactar una cantidad más allá de lo que tiene planificado invertir,
sobre todo por las fluctuaciones de precios u otras circunstancias fortuitas de contratación, lo
que no sucede en los préstamos cerrados. En el caso del acreditante, esta operación le permite ganar
dinero por concepto de intereses mediante estudios planificados, previos al otorgamiento de una
apertura. En los bancos, específicamente, los créditos se otorgan haciendo estudios sobre la capacidad
económica del acreditado, exigiéndose garantías que aseguren la recuperación.

3. CARACTERES DEL CONTRATO

a) Consensúa!
b) Conmutativo
c) Principal
d) Bilateral
e) Oneroso

4.NATURALEZA JURÍDICA

Muchas teorías se han formulado para explicar la naturaleza.jurídica del contrato de apertura de crédito,
siendo las más connotadas, las siguientes:
73 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

a) Es un contrato de mutuo. Las circunstancias de que en este contrato se dé la restitución del valor
recibido y que se paguen intereses, fundamenta la tesis de que la apertura de crédito es igual a un
mutuo. Pero el mutuo es un contrato retal y se olvida que la apertura significa una relación
contractual conscnsual, en donde la calidad de deudor pleno se va adquiiiendo paulatinamente y no
al momento de celebrar el contrato. Por otro lado, en la apertura, el acreedor (acreditante), no sólo lo
es per entregar dinero, sino también por saldar una obligación frente a un tercero, como sería el paso
de un título de crédito. Estos dos señalamientos permiten considerar que es una teoría inadecuada.
b) Contrato preliminar. Esta teoría considera que !a apertura es un contrato preparatorio; y por eso,
preliminar de otros contratos. El contrato preliminar, regularmente, se refiere a otro que se celebrará
en el futuro, el cual es de la misma naturaleza del preparatorio: se promete celebrar un contrato de
arrendamiento; uno de compraventa, para uno de compraventa. Pero sucede que en la apertura no
se prepara nada. La relación jurídica entre las partes existe por si misma, con carácter principal,
aunque la consumación se difiera por su peculiar forma de operar.
René Arturo Villegas Lara 74

c) Teoría de Francisco Messineo.8 Considero que es la más ajustada a la realidad de este


contrato y que no se contraría con el sentido del Derecho guatemalteco.
Lo fundamental de la teoría de Messineo es considerar que este contrato es principal; y por lo
mismo, los efectos los surte él mismo, sin referirse a otro. Basándonos en esta teoría no
compartimos el criterio de considerar a la apertura como un contrato de opción, porque no se
está dejando ninguna puerta abierta para la celebración de otro contrato. Creemos que es un
contrato autónomo; no es un comienzo para un final. No es "...algo a medio andar, sino
un contrato tan sustantivo y acabado como otro cualquiera." 9

5. OBLIGACIONES Y DERECHOS
DE LOS CONTRATANTES

Para el acreditante y el acreditado, sus obligaciones y derechos en la apertura de crédito, son las
siguientes: l
a) El acreditante se obliga a poner una suma de dinero a disposición del acreditado o a contraer
obligaciones por cuenta de éste. No existe ninguna disposición que niegue la posibilidad de que
la obligación tenga ambos sentidos; debemos comentar entonces, la redacción del Código de
comercio v al referirse al segundo caso, en el artículo 718, porque al decir:
"contraer obligaciones por cuenta de éste"
podría creerse que el acreditante hace gestión activa en la concertación de los negocios
(obligaciones) del acreditado, cuando lo que se persigue es asumir y pagar obligaciones a
cargo del acreditado. Los derechos del acreditante, a su vez, son: que se le restituyan las
sumas que haya retirado el acreditado; y que se le provea el dinero necesario cuando se trate
de pagar obligaciones por cuenta del acreditado, provisión que debe hacerse hasta el día
hábil anterior al vencimiento de la obligación a pagar. Además, tiene derecho a que se le
paguen los gastos, comisiones e intereses provenientes de su actuación, según el caso.
b) El acreditado, por el derecho que tiene a disponer del dinero que se le acredita o a que se
cancelen obligaciones por su cuenta.se obliga a restituir el dinero de que dispuso; a proveer
el dinero de que dispuso; a proveer el dinero cuando
se hayan asumido obligaciones en su nombre; y, a pagar gastos, comisiones
e intereses.
En cuanto a este tema de las obligaciones y derechos de las partes en la apertura, considero que el
Código tiene algunas contradicciones. En este contrato, el acreditante se beneficia con los intereses, las
comisiones y los gastos en que haya incurrido por el desempeño de su función contractual. Estos tres
renglones se suman para formar la cantidad acreditada y cuantificar la obligación del acreditado; pero, los

8 Citado por Manuel Govea Lciningcr. Principales Operaciones Activas de los Bancos de Crédito Ordinario. Revista d: la
Universidad de Zulia, Maracaibo, Venezuela, p. 201.
9 Jorge Mossel Iturraspc. Manual de Derecho Civil-Contratos, p. 134.
René Arturo Villegas Lar a 75

intereses se deben únicamente sobre las cantidades que se hayan usado, ya que se pueden disponer total o
parcialmente del importe del crédito. Ahora bien, el artículo 722 dice que se pagarán intereses sobre las
cantidades pagadas por su cuenta. Entonces, ¿en qué queda el artículo 724 que obliga al acreditado
entregarle los fondos al acreditante para que pague las obligaciones que asumió en su nombre?
Obviamente, si esa provisión se efectuó, sería lesivo pagar intereses por ese concepto; de manera que, el
único derecho que tendría el acreditante, sería la comisión y los gastos. Ahora, si esa provisión no se
efectúo y el acreditante cancela la obligación, el pago de intereses es procedente.

6. MODALIDADES DE APERTURA DE CRÉDITO

a) Garantizada. Se da cuando la obligación del acreditado se garantiza con hipoteca, prenda o fianza.
b) Al descubierto. Se le llama así a la apertura que no tiene más garantía que la confianza mutua entre
las partes.
c) En c nenia corriente. L a d cetrina y 1 a ley guatemalteca (Arto. 7 23) s e refieren a la apertura de
crédito en cuenta corriente como aquella modalidad en la que el acreditado puede hacer remesas
(abonos) antes de que deban liquidarse (pagarse), en cumplimiento parcial o total de la cantidad
acreditada; si el plazo no se ha vencido, puede seguir haciendo uso de la cantidad original. Por
ejemplo: Manuel le acredita a José, la cantidad de Q 5,000.00 por el plazo de un año, délos cuales se
dispone desde la celebración del contrato. Si José paga a los seis meses, su saldo vuelve a cero y
puede disponer de la suma original por el resto del plazo. Esta facultad del acreditado sólo puede ser
posible si la apertura de crédito es en cuenta corriente. Y es aquí en donde surge la contradicción
legal: la cuenta comente es un contrato típico, nominado en el Código de comercio (Anos. 734 al 743).
Entonces, ¿cómo puede ser que mediante otro contrato —la apertura de crédito— se celebre uno de
cuenta corriente? ¿Ante qué tipo de contrato estamos? A las partes no puede llamárseles
cuentacorrentistas, ni se van a hacer anotaciones recíprocas de abonos y cargos, porque en la
apertura, de antemano se sabe quién es el deudor y el acreedor real o potencial del contrato.
Consideramos que, al elaborar nuestro Código, no se percataron de la contradicción que introducían
al normar la apertura en cuenta corriente, ya que la segunda no puede desvincularse de un contrato
debidamente tipificado en la ley. Si se quería legislar sobre esa modalidad, lo que nos parece muy
conveniente, no era necesario yuxtaponer dos contratos que por su tipicidad entran en contradicción:
o es uno o el otro;pero no los dos ala vez. Esta contradicción se observa en otras legislaciones sin que
los textos doctrinarios critiquen esta situación normativa.

7. TERMINACIÓN

Como se fija un plazo para el uso del crédito, la extinción de éste da por terminado el contrato.
También puede terminar anticipadamente si el acreditado le comunica por escrito al acreditante su
determinación. Puede suceder que se haya omitido el plazo para utilizar el crédito; en ese caso cualquiera
76 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

de las partes puede darlo por terminado mediante denuncia que se le hace saber a la otra parte por medio
de un notario.
: r-vv
i T' ÍÍV.
Este contrato se encuentra regulado del artículo 729 al 733 del Código'¿.i de comercio. Al leer
este articulado nos percatamos de la falta de precisión de la ley en cuanto a establecer la naturaleza
de los negocios jurídicos que.v. contienen operaciones de crédito, ya que algunas figuras se les califica
como‘¿: contratos, mientras que a otras se les llama operaciones. Sin embargo, siendo claro el
concepto de contrato contenido en el artículo 1517 del Código civil, y estando ubicado el descuento
dentro del libro del Código que tipifica las especies de la contratación mercantil, debemos fijarnos la
idea de que el descuento es un contrato.

l. CONCEPTO

Cuando estudiamos la Letra de cambio, en el volumen que desarrolla los títulos de crédito,
expusimos que una de las funciones de dicho título es la de facilitar las operaciones de descuento y
redescuento. Si una persona tiene a su favor una letra de cambio cuyo vencimiento está previsto
dentro de un plazo determinado o determinable, tiene que esperar su transcurso para poder tener
en sus manos el dinero que el título representa. No obstante, puede optar por recurrir a un banco,
por ejemplo, entregarle el título y obtener el dinero por el representado, menos una suma que se
descuenta y que constituye la ganancia de quien facilita la negociación. Vemos entonces, que de la
operatividad de la relación ha surgido el nombre del contrato. Ahora bien, el descuento
no78desarrolla su acción únicamente con créditos contenidos Derecho
en letrasMercantil Guatemalteco,
de cambio, Torno III
sino con cualquier
otro que no esté vencido y aunque no conste en un título de crédito. Su función es, pues, que el titular
de un crédito pueda hacerlo efectivo en el presente, para invertir los fondos en otras negociaciones.
Pongamos un ejemplo que permita comprender cómo se desenvuelve este contrato: al señor
Pedro Gómez García le adeudan Q 5,000.00; esta deuda puede constar en un título de crédito (Letra
de cambio o pagaré) o bien en sus libros de contabilidad. La fecha en que este crédito debe ser
pagado es a dos años plazo; o sea que dicho señor tiene que esperar el transcurso de ese tiempo para
obtener el dinero y dedicarlo a otras inversiones. Pero, puede descontar ese crédito transfiriéndolo a
otra persona; él sabe que no va a recibir la cantidad total, porque se le descontará una suma; aunque
ésta siempre será mínima con relación a la ventaja de tener dinero en efectivo para cualquier nuevo
negocio. Esa suma que se descuenta, cuando la operación se hace por medio de un banco, es lo que se
conoce como "tasa de descuento".
Con lo dicho con anterioridad podemos afirmar que el contrato de descuento es aquel por
medio del cual un sujeto llamado descontatario, transfiere a otro llamado descontador, un crédito no
vencido, a cambio del valor dinerario que representa, previa deducción de una suma fijada por las
partes. Salvo pacto en contrario, el descontatario es responsable ante el descontador del pago de
crédito transferido, ya que lleva implícita la cláusula "salvo buen cobro".
El concepto anterior se basa en lo establecido en el artículo 729 del Código de comercio; y
preferimos usar la frase "...un crédito no vencido..."; en vez del equivoco de la ley que habla de
"...un crédito de vencimiento futuro..."; ya que ei tiempo fuiuio es parte de la institución del
crédito, de donde resulta redundante la redacción de la ley, porque no pueden haber créditos de
vencimiento pasado o presente.

2. NATURALEZA JURÍDICA

Las teorías que explican la naturaleza jurídica del contrato de descuento parten de puntos
diferentes. Las más conocidas son:
a) Teoría de la cesión de créditos;
b) Teoría de la compra venta; y
c) Teoría del préstamo.
La primera considera que en el descuento lo que se da es la cesión de un derecho de crédito,
figura jurídica que en el caso de nuestra ley, existe como medio de transmitir obligaciones. Para la
segunda, el descuento es una típica compraventa en la que el objeto vendido es el crédito, y el precio
la suma que el descontador entrega al descontatario; y para la tercera, cuando se descuenta un crédito
se está realizando un préstamo de descontador o descontatario, por lo que viene a ser una operación
de crédito. Esta última teoría es la que, según Vásquez Martínez, contiene el Derecho guatemalteco. 1
A ese respecto es necesario decir que aun cuando del contexto de nuestra ley se deduce la
característica de préstamo, su forma de realizarse es a través de una cesión de derechos de créditos,
en la que, para seguridad del descontador, el descontatario responde de la legitimidad del crédito y
de la solvencia del deudor al momento del cumplimiento, como una manifestación de la seguridad
René Arturo Villegas Lara 79
jurídica que se busca en las obligaciones mercantiles.

3. CARACTERES

El contrato de descuento es bilateral, oneroso, consensual, nominado, principal, conmutativo.


En cuanto a la bilateralidad, algunos autores lo califican como unilateral porque sólo el descontatario
queda obligado frente al descontador por medio de una obligación subsidiaria de pago, que opera en
defecto del deudor del crédito cedido. Pero, por el carácter accesorio de ésta obligación, debemos
considerar que ella no tipifica un contrato unilateral; las obligaciones principales son recíprocas y por
ello es bilateral.

4. CLASES DE DESCUENTO

Según la forma en que se represente el crédito descontado, el descuento puede ser cartáceo y
no cartáceo. El primero ocurre cuando se transfieren títulos de crédito, que por lo regular son letras
de cambio. En este caso, si las letras son documentadas, el descontador tiene la calidad de un
endosatario en garantía con respecto a los títulos representativos (cartas de porte o conocimientos de
embarque) mientras los tenga en su poder. El segundo, el no cartáceo, se da cuando el crédito consta
en los libros de contabilidad del comerciante; pero, para ello es necesario:
a) Que los créditos sean exigibles a término o con previo aviso;
b) Que haya prueba escrita de la existencia del crédito;
c) Que el contrato conste por escrito; y
d) Que se giren letras de cambio en favor del descontador por el o los créditos transferidos. La letra
se haría efectiva si al vencimiento no se paga el importe del crédito descontado. Esto podría dar
problemas de duplicidad de obligaciones provenientes de un mismo negocio subyacente,
porque las letras no expresan causa negocial. En ese sentido, creo que en el contrato debe
hacerse relación a la emisión de las letras y evitar una duplicidad de reclamaciones: el contrato y
la letra. En el caso del descuento no cartáceo, el descontador tiene derecho a revisar los libros de
contabilidad que datan el crédito cedido; y, para el cobro del mismo, la ley lo inviste con las
facultades de un mandatario, lo cual ha significado que se considere este descuento como un
mandato, lo que no tiene fundamento en nuestro medio porque la calidad de mandatario sólo
puede provenir de un contrato de mandato.
El contrato de cuenta corriente se encuentra regulado del artículo 734 al 743 del Código de
comercio. Se caracteriza por el hecho de que las dos partes del negocio puede fungir como acreedores
o deudores de la relación jurídica, ya que realizan operaciones de crédito en forma cruzada. De ahí
que ambas partes reciban el mismo calificativo: cuentacorrentistas. La cuenta corriente, como
contrato, se presenta en dos modalidades: cuenta corriente común y cuenta corriente bancaria. A la
primera se le llama también mercantil; pero, sería un calificativo equivocado conforme el Derecho
guatemalteco, porque en nuestro medio las dos son mercantiles. Los tratadistas italianos suelen

l Ob. Cit., p. 6S4.


CAPÍTULO NOVENO
CONTRATO DE CUENTA CORRIENTE
abogar por esa división; mientras la corriente francesa nos habla de una sola, ailerio que es aplicable a
Guatemala. Podemos decir que es la práctica la que introduce la diferencia, ya que cuando interviene
como cuenta correntista una institución bancaria, el contrato opera en forma distinta.
Aceptando que son los hechos quienes proporcionan los elementos diferen- ciadores, es dable
señalar lo siguiente:
a) En la común hay concesión recíproca de créditos; en la bancaria la concesión es unilateral: de banco
a cliente o de cliente a banco;
b) En la común, la categoría de deudor o acreedor se establece al cierre de la cuenta; en la bancaria se
establece en cualquier momento;
c) En la común hay novación periódica, porque el deudor pasa a ser acreedor y viceversa; en la
bancaria no se da esa novación; y
d) En la común las remesas no necesariamente se constituyen en dinero; en la bancaria, las remesas
son dinerarias.
82 l. CONCEPTO Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Por el contrato de cuenta corriente mercantil, las partes, denominadas en común


cuentacorrentistas, se’obligan a entregarse remesas recíprocas de bienes de diversa naturaleza, cuyo
valor dinerario constituyen partidas de abono o cargo en la cuenta de cada cuentacorrentista, saldándose
las operaciones al cierre de contrato para determinar quien es el sujeto deudor de la relación y exigirle el
pago en los términos convenidos.

2. CARACTERES

El contrato de cuenta corriente es consensual, principal, bilateral, oneroso, nominado y de tracto


sucesivo.

3. NATURALEZA JURÍDICA

Los autores que se refieren a este contrato discuten su naturaleza jurídica semejándolo a otros que
en alguna forma se le parecen en su funcionamiento. Así, se dice que el contrato de cuenta corriente es
un mutuo recíproco, un mandato reciproco, un depósito irregular, una apertura recíproca de
créditos, para concluir en última instancia, en que es un contrato sui generis; término que funciona
Como un comodín que nos saca del atolladero, con el consiguiente empobrecimiento de la doctrina
mercantil. Por nuestra parte creemos que su naturaleza deviene de una definición precisa de la ley, en el
seniido de considerar a este negocio como un contrato típicamente mercantil, por el que las partes, por la
forma en que se dan las relaciones, son potenciales deudores o acreedores del vinculo jurídico. Esta
característica no nos autoriza a darle la categoría de mutuo recíproco o mandato recíproco, sin correr el
riesgo de caer en discusiones bizantinas, ya que su género está determinado por la ley: se trata de un
contrato perfectamente tipificado por el Código de comercio, de manera que es irrelevante buscarle
parecido con otras figuras contractuales.

4. DESENVOLVIMIENTO DE ESTE CONTRATO

Debemos decir en principio que entre dos comerciantes pueden aparecer contabilizados cargos y
abonos provenientes de relaciones comerciales, sin que ello pruebe la existencia de un contrato de cuenta
corriente. Para que se de la relación negocial que estudiamos, debe ser consecuencia, no por presunción,
de una relación contractual de cuenta corriente que hace que los cargos y abonos no sean exigibles sino
hasta el cierre de la cuenta, lo cual ocurre regularmente cada seis meses, salvo pacto en contrario. Estos
cargos o abonos provienen de las remesas recíprocas que se remiten los cuentacorrentistas. El término
remesa significa remisión de un valor (remesas de dinero, remesas de mercaderías), y está íntimamente
relacionado con el contrato que estudiamos. Como este contrato puede facilitar las relaciones jurídicas de
los comerciantes e incrementar el tráfico comercial, se presume que este se refiere a todos los negocios
del giro ordinario de las partes, a menos que se estipulara uno específico.
Un aspecto muy importante que contiene nuestro Derecho es que la anotación de un crédito no
René Arturo Villegas Lara 83

significa que se renuncie a las acciones que tiendan a anular el acto o contrato que lo originó, si estos
carecen de validez, ya que su anulación significa también la de la partida contable. Esta previsión
contenida en el artículo 737, es justa, porque de lo contrario se interpretaría en el sentido de que el
registro contable del valor de la remesa implica la aceptación del negocio que la originó, no obstante lo
nulo o anulable que fuera. En todo caso, la nulidad de un acto se reclamaría conforme las reglas
generales de las obligaciones y contratos mercantiles que ya estudiamos.
Los créditos incluidos en una cuenta corriente pueden estar garantizados en forma real o
personal. Así también, si el crédito contabilizado es a cargo de un tercero, el cuentacorrentista deudor
tiene una responsabilidad subsidiaria porque se presume que es "salvo buen cobro".
La ley establece que el saldo eventual de un cuentacorrentista, deudor de un tercero puede ser
embargado, lo que da derecho a dar por terminada la cuenta. Esta notificación de embargo paraliza el
movimiento del saldo del cuentacorrentista demandado; pero, quedan a salvo los cargos provenientes
de remesas ya concluidas, aun cuando no se hubieren anotado.

5. Cierre del CONTRATO

Hemos dicho con anterioridad que en la cuenta corriente los sujetos del negocio son potenciales
deudores o acreedores, porque el valor de las remesas recíprocas que se envían se cuantifica al finalizar
el plazo pactado o cada seis meses según lo prevé la ley. Al finalizar ese plazo se determina quien es el
deudor y quien el acreedor, para exigirse el pago del saldo que resulte, el que tiene la cualidad de ser
líquido y exigible. Este saldo, si se conserva en cuenta, o sea que no se hace efectivo, según convengan
las partes, causará intereses al tipo que se haya pactado para las remesas o al interés legal a falta de
convenio.
De lo anterior podemos deducir que el cierre de la cuenta no es la terminación del contrato, aunque
eventualmente podría serlo; es sólo un acto necesario para determinar quien es deudor o acreedor entre
las partes del contrato y proseguir el envío de remesas que originaran nuevos cargos y abonos en sus
contabilidades. Podría suceder que al hacer el cierre de la cuenta se cometieran errores de número, de
cálculo, duplicaciones u omisiones en las cuentas; en tales casos, el derecho a pedir la rectificación
prescribe en seis meses a partir de la fecha del cierre.

6. TERMINACIÓN

Al celebrarse el contrato puede establecerse el plazo y las épocas de cierre. En el primer caso, al
vencerse, termina el contrato con los mismos efectos de un cierre en cuanto a la determinación del
deudor y el acreedor, sólo que ya no habrán nuevas remesas. Ahora bien, si ese plazo no se convino
inicialmente, cualquier cuentacorrentista puede darlo por terminado en la fecha de un cierre, si da aviso
con diez días de anticipación, por lo menos. Una particularidad de este contrato es que si fallece un
cuentacorrentista, el vínculo no termina si los herederos o sus representantes deciden continuarlo, lo cual
es una concordancia de la ley con el principio de conservación de la empresa, ya que este contrato
viabiliza las relaciones del tráfico comercial.
CAPÍTULO DÉCIMO
CONTRATO DE REPORTO
El contrato de reporto, en Guatemala, era un negocio contractual que podía catalogarse como
derecho vigente no positivo, ya que era poca la experiencia que se tenía sobre él. El Código de
comercio lo tiene regulado,1 del artículo 744 al 749; y la doctrina la considera como una operación
projíia de las bolsas de valores; pero, siendo recientes esas instituciones auxiliares del tráfico
comercial en el medio guatemalteco, la ley no requiere que se dé como contrato bursátil; de
manera que puede concertarse entre el tomador o el tenedor de un título y una institución de
crédito o con otra persona que tenga interés en este tipo de negocio. La influencia de la legislación
mexicana es evidente en el caso del contrato que estudiamos, al grado de que. con ligeras variantes,
el articulado de nuestro Código es una copia tomada de la ley General de Títulos y Operaciones
de Crédito mexicana, sin mayores aportes del legislador nacional. No sucede lo mismo con el
Derecho costarricense, en donde no se consideró necesario legislar sobre una materia alejada de la
realidad jurídica de nuestros países. Sin embargo, dada la finalidad didáctica de este texto, es
necesario que lo estudiemos como unidad de los programas académicos de Derecho Mercantil.

1.CONCEPTO

Por el contrato de reporto, una parte, llamada reportado, transfiere a la otra llamada
reportador, la propiedad de títulos de crédito, obligándose este
86 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
último a devolver al primero otros títulos de la misma especie dentro del plazo pactado y contra
reembolso del precio de los títulos, el que podrá ser aumenta do o disminuido según se haya
convenido.
El concepto anterior recoge la idea que nos da el artículo 744 de nuestro Código, señalando como
característica especial que todo título de crédito puede ser objeto de reporto, aun cuando de los demás
artículos que lo rigen se infiere que su incidencia se daría más en el terreno de aquellos títulos de crédito
que, como las obligaciones sociales debentures, tienen semejanza con las acciones de las sociedades, que
son los genuinos títulos objeto de un reporto, ya que existen para jugar con la especulación. Pero, como
las acciones en nuestra ley no son títulos de crédito, obviamente están excluidas de ser objeto del
contrato de reporto. Un ejemplo práctico puede permitirnos comprender mejor el concepto anterior: X es
propietario de una letra de cambio cuyo valor es de Q 1,000.00. Por un contrato de reporto, X
(reportador) transfiere a B (reportado) la propiedad sobre la letra de cambio, recibiendo por ello un
precio. Al finalizar el plazo del reporto, B tiene que devolver a X otro título de la misma especie, o sea
otra letra de cambio, en el entendido de que X reembolsará el precio que recibió al iniciarse la operación,
el que podrá ser aumentado o disminuido en el monto de lo que se va a reembolsar. El valor del
aumento o disminución es lo que constituye el premio en favor del reportado.

2. CARACTERES

E¡> luí cumíalo iípico, nominado, res!, formal, bilateral, oneroso, conmutativo y de tracto sucesivo.
Es importante señalar el carácter real de este contrato porque únicamente se perfecciona con la entrega
cambiaría del título, lo cual significa que debe hacerse mediante un endoso en propiedad. Es también
un contrato formal por cuanto la ley exige que el negocio debe pactarse por un procedimiento escrito. El
documento entonces, en que conste el reporto, deberá cumplir con los requisitos que estipula el artículo
745, siendo ellos los siguientes:
a) Nombres completos de los contratantes;
b) Clase de títulos reportados y datos que permitan su identificación;
c) Plazo para concluir la operación; y,
d) Precio del contrato.
Este último aspecto, a mi juicio, se refiere tanto al que se paga al momento de iniciarse la
operación, como el que se reembolsará al liquidarse, el que deberá estar previsto en su aumento o
disminución futura.

3. FUNCIÓN DEL REPORTO

El propietario de un título de crédito puede tener interés en adquirir el valor dinerario que
representa; para ello puede recurrir al contrato de reporto y adquiere una suma por transferir su
derecho; pero, a diferencia de otras operaciones —el descuento por ejemplo— el propietario tiene una
expectativa patrimonial, ya que al finalizar el plazo se le devolverá otro título de la misma especie:
reporto una letra de cambio, para recibir otra letra de cambio. Durante el plazo, ambos contratantes se
han beneficiado con la operación: uno recibió el valor al momento de contratar —reportador—; y otro al
René Arturo Villegas Lara 87

instante de cobrar el título —reportado—.

4. OPERATIVIDAD DEL REPORTO

Bajo este subtítulo vamos a hacer un análisis de los artículos 746,747 y 748 del Código de
comercio, con lo cual podremos observarlo inoperante que es esta figura contractual, como marco
general para negociar cualquier título de crédito. Veamos:
a) Arto. 746. Este artículo establece que si el título reportado confiere un derecho de opción, ci
reportador deberá ejercitarlo por cuenta del reportado; pero, si para ejercerlo se necesita pagar
una suma determinada de dinero, debe ser proveído para que se dé la obligación. A ese respecto
no encontramos muchos títulos de crédito a los que podría aplicárseles esta norma. Sólo las
obligaciones sociales o debentures, cuando son convertibles en acciones, daría ese derecho de
opción, con la salvedad de que no sería necesaria la provisión de fondos para ejercer la opción.
b) Ano. 747. Preceptúa que, salvo pacto en contrario, los derechos accesorios que produce el título
reportado los ejercita el reportador por cuenta del reportado; y cuando se trate de percibir
dividendos o intereses, serán acreditados al reportado y se liquidarán al vencimiento de la
operación. ¿Qué título de crédito produce dividendos? En Guatemala, ninguno. En ese sentido
sólo podría hablarse de intereses. Por otro lado, dice este artículo que el derecho
de voto corresponde al reportador, el que solo podría referirse a las obligaciones sociales en una
reunión de obligacionistas,
c) Arto. 748. Este artículo establece que si hay obligación de pagar llamamientos, el reportador
deberá ser proveído del dinero necesario por parte del reportado. Por "llamamiento” se entiende
el pago parcial del valor total de una obligación. Pero resulta que este término —llamamiento—
sólo lo encontramos como significante de los pagos parciales del valor de una acción —Arto. 103—.
En ningún título de crédito encontramos este concepto.
¿Que significa todo lo anterior? Que el reporto es para títulos de especulación; para títulos sujetos a
la oferta y demanda del mercado de valores; para las acciones de sociedades anónimas, en otras palabras.
De manera que, aun cuando nuestra ley generaliza el objeto del reporto a todo título de crédito, son muy
pocos los que podrían servir para estas operaciones, lo que hace más dramática la existencia del reporto
como contrato típico de nuestro Derecho Mercantil.
l. CONCEPTO

La carta-orden de crédito es un contrato que se formaliza en un documento denominado


Carta-orden de crédito, por medio del cual quien loéxpfde —dador— se dirige a un
destinatario, ordenándole la entrega de una suma de dinero a la persona que en el mismo se
indica y a quien le llamaremos tomador o beneficiario.
Aun cuando se considera que es un instrumento de poco uso, nuestro Código regula este
negocio del artículo 750 al 756 del Código de comercio. El documento o título que representa a la
carta orden de crédito no debe tomársele como título de crédito, o sea que no se necesita
aceptación, no es protestable ni confiere derecho alguno al tomador en contra del destinatario. Por
esas razones se le considera como título impropio.
Es importante señalar que al referirnos a esta operación de crédito debemos llamarle carta-
CAPÍTULO DÉCIMO PRIMERO
CARTAS ÓRDENES DE CRÉDITO

orden de crédito, con el objeto de distinguirla del crédito documentado que se manifiesta en una
carta de crédito. La función de este negocio es facilitar que una persona —el tomador— pueda
disponer de dinero en efectivo en una plaza distinta a aquélla en que se emite. A pesar de su
poco uso, puede ser importante para la celebración de transacciones mercantiles.
90 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

2. SUJETOS DE LA CARTA-ORDEN DE CRÉDITO

a) Dador: es la persona que emite la carta-orden de crédito. Si el valor al que la misma se refiere
es pagado total o parcialmente, éste queda obligado, frente al destinatario.
b) Destinatario: es la persona a quien va dirigida la carta-orden de crédito. Esta persona no
está obligada a cumplir la “orden”; es de su absoluta libertad acatar o no el requerimiento que
le hace el dador.
c) Tomador o beneficiario: es la persona en cuyo favor se emite la carta-orden de crédito. Si
este sujeto recibió alguna cantidad como consecuencia de la carta, contrae la obligación de
pagarle al dador, tanto la suma recibida, como también los intereses legales sobre la suma.
Esta obligación es exigible desde el momento en que el dador le pague al destinatario, salvo
pacto encontrado. Ahora bien, si el tomador, para obtener la carta hubiere entregado el monto
de la operación al dador, o satisfecho el importe en otra forma, y el destinatario no la hace
efectiva, se entiende que tiene derecho a que le restituya la suma entregada, más una suma
por daños y perjuicios, que no puede exceder de la quinta parte de la suma pagada, y otros
gastos que se hubieren causado. Estos daños y perjuicios sólo devienen de causas imputables
al dador.

3.REVOCABILIDAD

Como la carta-orden de crédito se puede extender sin necesidad de que el tomador entregue
el importe de la misma, en este caso la carta es revocable, lo que se debe notificar a! tomador y al
destinatario. Esta previsión del artículo 753 no funciona si existió entrega de la suma acreditada.

4. FORMA DE LA CARTA

Como la carta-orden de crédito contiene una operación, un contrato de crédito, podemos


calificarla como sujeta a una formalidad, ya que debe constar
por escrito y referir lo siguiente:
a) Fecha de la carta;
b) Nombre del destinatario;
c) Nombre del tomador o beneficiario;
d) Cantidad hasta donde se puede entregar si el destinatario acepta el requerimiento;
e) Plazo de la carta-orden de crédito, el que si no se expresa es de un año; y
f) Firma y nombre del dador.
La tarjeta de crédito es un documento de gran difusión en el trafico comer- cial que, sin
embargo, carece de exposición entre los autores del Derecho; : mercantil. Para nosotros constituye
un ejemplo de como la práctica comercial ],-, va haciendo que surjan instituciones no contempladas
CAPÍTULO DÉCIMO SEGUNDO
LA TARJETA DE CRÉDITO
en los textos doctrina- -V rios. Todos oímos hablar de la tarjeta de crédito; muchos la manejan como
- medio de facilitar la adquisición de satisfactores, mediante transacciones al crédito. En Guatemala
esta regulada en un artículo del Código de comercio: el 767.

1. OPERATMDADDELA
TARJETA DE CRÉDITO

En Guatemala funcionan sociedades, como Cuentas S.A.; o sucursales de comerciantes


extranjeros, como American Express, Diners Club Intematiotial o MasterCharge —
VISA—, que se dedican a extender tarjetas de crédito. La persona que tenga interés en poseer un
documento de esta naturaleza, concurre a estas empresas, en donde se le investiga su capacidad
económica, vocación de pago, etc.; y si resulta elegible para la empresa, se celebra un contrato de
tarjeta de crédito por el cual el comerciante'que extiende el documento se compromete a pagar,
hasta una suma determinada, las compras al crédito que el titular haga con los comerciantes
afiliados al sujeto que extiende la tarjeta. El propietario del documento paga una suma por su
94 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

vigencia según el plazo; y garantiza al dador en la forma que este se lo exija: descuento de sueldos,
garantías flotantes, etc. El tarjeta-habiente llega a un almacén afiliado y compra al crédito una mercadería
o hace uso de un servicio; el dador le paga al afiliado; y el tarjeta-habiente le paga al dador el valor de los
créditos obtenidos más los intereses que se hayan pactado.

2. CARACTERES DEL CONTRATO

Como la tarjeta de crédito surge de un contrato, éste debemos caracterizarlo como típico, oneroso,
de tracto sucesivo y formal. El carácter formal del contrato es evidente, aun en el caso de que no se
extienda la tarjeta propiamente dicha. Sin embargo, en la práctica, la firma de un documento especial o
formulario para poder recibir la tarjeta, es una exigencia, o sea que estamos ante dos documentos: aquel
en que se establece la relación entre dador y tarjeta-habiente; y la tarjeta de crédito con la cual se hace
efectiva la función de la operación de crédito.

3. FORMA DE LA TARJETA DE CRÉDITO

La tarjeta de crédito se expide en favor de una persona determinada y no son negociables;


únicamente la puede usar la persona en cuyo favor se expide. Debe contener el nombre de la persona que
la expide —regularmente son comerciantes sociales— y la firma autógrafa del tarjeta-habiente. Además,
expresa el plazo de validez y el territorio en que se puede usar.

4. EFECTOS DE LA TARJETA

Aun cuando a la tarjeta de crédito se le aplica el régimen de la carta- orden de crédito, debemos
decir que la relación intersubjetiva sólo existe entre tarjetahabiente y dador, para el caso de que la tarjeta
no se haga efectiva en su función. En tal sentido, el tarjeta-habiente no tiene ninguna acción contra los
afiliados al sistema. Estos pueden elegir entre vender o no vender al cliente que muestra la tarjeta de
crédito.
CAPÍTULO DÉCIMO TERCERO
El crédito documentarioCes un contrato
RÉDITO que contiene una operación de crédito cuya incidencia en
DOCUMENTARIO
el movimiento comercial, sobre todo a nivel internacional, es sumamente apreciable. Conforme la tónica
del Código de comercio guatemalteco, este negocio puede darse fuera del ámbito bancario; pero, en la
práctica se observa que únicamente se realiza como operación bancaria. Cuando un Banco le extiende
una carta de crédito a un cliente, se asimila al hecho de abrirle un crédito, con la particularidad de que es
la institución la que se encarga de pagar las obligaciones hacia las que está destinado el crédito
documentario. Su uso es en transacciones de plaza a plaza y permite que el comprador cumpla con su
obligación de pagar antes de recibir el objeto o mercadería comprada; mientras que el vendedor recibe el
precio antes de consumarse la compraventa. Este contrato se encuentra regulado, del Artículo 758 al 765
del Código de comercio de Guatemala.

i. CONCEPTO

Por el contrato de crédito documentario un sujeto llamado acreditante, se obliga frente a otro
llamado acreditado, a pagar o contraer una obligación por cuenta de éste y en beneficio de un tercero
beneficiario, de acuerdo con los requerimientos del propio acreditado.
El concepto anterior recoge la idea plasmada en el Artículo 758, modificándolo en lo que tiene de
defectuoso. Por ejemplo, el Artículo dice que el
acreditante se obliga de acuerdo a las condiciones establecidas por el acreditado. Esto no es cierto,
sobre todo si pensamos que cuando es a nivel bancario nos encontramos con un contrato por
adhesión, en donde el banco tiene preestablecidos los términos de la contratación. Lo que en verdad
hace el acreditante es otorgar el contrato conforme las peticiones o requerimientos del acreditado,
que no deben considerarse como condiciones, jurídicamente hablando.
Consideramos importante transcribir el concepto que da Joaquín Rodríguez y Rodríguez,
sobre este contrato, en los términos siguientes:
"Los créditos documéntanos son contratos de apertura de crédito en los
que el acreditante se obliga a pagar o bien a aceptar letras (de cambio)
en favor de un tercero por cuenta del acreditado contra presentación de
ciertos documentos, anexos generalmente a letras documentadas".1

El concepto anterior es importante porque señala que el cumplimiento de la obligación puede


ser al momento en que se presente el beneficiario a requerir el pago o al vencimiento de una letra de
cambio aceptada por el banco corresponsal de quien celebró el crédito documentario. Se le llama
crédito documentario, porque el beneficiario recibe el valor del crédito si entrega los documentos de
la transacción: pólizas, carta de porte, conocimiento de embarque, etc.

2. FORMA DE ESTE CONTRATO


René Arturo Villegas Lara 97

El crédito documentario se formaliza a través de un documento conocido como Carta de


crédito, la que no debemos confundir con ia caria-urden de crédito, ya estudiada, porque la fuerza
vinculante de la primera es de mayor intensidad para el cumplimiento de las obligaciones a que se
refiere. Esta carta de crédito se solicita en machotes impresos que proporcionan las instituciones
bancarias, en las que están contemplados todos los términos que el banco exige para otorgar el
crédito documentario y en los que se recogen las practicas más usuales del comercio internacional.
3. S UJET OS DEL C ONT R AT O

Los sujetos del contrato de crédito documentado, son los siguientes:


a) Acreditante: es la persona que otorga el crédito mediante la carta de crédito. En la práctica
sólo los bancos fungen como tales.
b) Acreditado, es la persona a quien se le otorga el crédito. Regularmente el adquiriente de un
bien.
c) Beneficiario: esla persona quevaa recibir el valor dinerarioa queserefiere el crédito
documentado.
d) Corresponsal, cuando un banco distinto del acreditante, es el que hará efectivo el crédito al
beneficiario, se le denomina corresponsal, aun cuando no es indispensable porque el
acreditante puede tener sucursales.

CLASES DE CRÉDITO DOCUMENTARIO v;:


a) Revocable: cuando el banco no hiciere constar en la carta de crédito, su. facultad de
revocarlo, como acreditante puede rescindir o modificar los términos del contrato. En este
caso se le llama revocable (Arto. 759).
b) Irrevocable: existe cuando el banco no puede rescindir ni modificarlos términos
contractuales sin anuencia de los interesados. Regularmente las cartas de crédito se solicitan
irrevocables porque los comerciantes extranjeros sólo aceptan negociar con esta clase de
créditos (Arto. 759).
c) Confirmado: cuando el crédito se va a pagar por medio de un corresponsal y éste también
garantiza al beneficiario de que el crédito lo hará efectivo, entonces se esta ante un crédito
documentario confirmado. La simple notificación que el corresponsal hace sobre la existencia
del crédito, no es confirmación. Esta última se entiende como la adquisición de una
obligación (Ano. 760).
98 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

4. OTROS ASPECTOS DEL CRÉDITO DOCUMENTARIO

Existiendo la cesión de créditos como medio de transmitir derechos, en el caso del crédito
documentario, nuestra ley establece que sólo se puede transmitir si expresamente se ha facultado
al beneficiario para ello (Arto. 762). Por otro lado, la carta de crédito debe indicar un vencimiento;
en caso contrario, se entiende que el plazo es de seis meses contados a partir de la fecha en que fue
notificado el beneficiario.
En cuanto al papel del acreditante, o del corresponsal en su caso, su función no es la de simple
acreedor; antes bien y con funciones de mandatario, debe cerciorarse de Ja legalidad de los
documentos que amparan la transacción para la que se extendió la carta de crédito, de manera
que reúna los requisitos que establece la ley y las reglas uniformes del comercio internacional. En ese
sentido, cualquier pago sobre el valor que represente la carta de crédito esta sujeta a que los
documentos representativos de las mercaderías estén extendidos en debida forma. Es interesante
anotar que si la carta de crédito se refiere a una compra de mercadería y se extendió para garantizar al
vendedor el pago del precio, en ese caso, dicho documento es independiente del contrato de
compraventa (Artos. 763 y 764).
ANEXOS

CÁMARA INTERNACIONAL DE COMERCIO REGLAS Y USOS UNIFORMES RELATIVOS A LOS CRÉDITOS


DOCUMENTARIOS*
(REGLAS DE VlENA—REVISIÓN 1962)

Disposiciones generales y definiciones

a) Las disposiciones generales, las definiciones y los artículos siguientes, se aplicaran a todos los créditos documéntanos y obligaran a
todas las parles i nteresadas, a menos que se haya pactado expresamente lo contrario;
b) En estas disposiciones, definiciones y artículos, las expresiones “crédito(s)”, “documen- tario(s)” y "créditoís)" significan un convenio,
cualquiera que sea su denominación o designación, por medio del cual un banco (el banco emisor) obrando a solicitud y de acuerdo
con las instrucciones de un cliente (el solicitante del crédito) se encarga de efectuar el pago a un tercero (el beneficiario) o bien se
compromete a pagar, aceptar o negociar efectos de comercio girados por el beneficiario, o autorizar que se efectúen pagos o que los
giros sean pagados, aceptados o negociados por otro banco, contra la entrega de los documentos estipulados y bajo las condiciones
convenidas;
c) Los créditos son, por su naturaleza, operaciones comerciales distintas de las ventas o de otros contratos en que puedan estar basados y
respecto de los cuates los bancos se consideran desligados;
d) Todas las instrucciones relativas a los créditos documéntanos y los créditos documéntanos mismos, deben ser completos y precisos.
Para evitar confusión y malas interpretaciones, el banco emisor deberá procurar que los solicitantes no incluyan demasiados detalles
en
sus instrucciones;
e) Cuando el banco titular de una opción conforme los artículos siguientes, resuelva utilizarla, su decisión obligara a todas las partes
interesadas; y
f) El beneficiario no podrá, en ningún caso, prevalerse de las relaciones contractuales que existan entre los bancos o entre el solicitante y
René Arturo Villegas Lara 99
el banco acreditante.

A) Forma y Notificación de los Créditos


/
Artículo 1 —Los créditos podrán ser:
a) revocables, o
b) irrevocables.
Todos los créditos deberán indicar, claramente, si son revocables o irrevocables.
A falta de indicación, el crédito se considera revocable, aun cuando se determine fecha de expiración.
Artículo 2.—Un crédito revocable no constituye un vínculo que obligue jurídicamente al banco o bancos interesados frente al
beneficiario; y aquel al crédito podrá ser modificado o revocado en cualquier momento, sin aviso al beneficiario.
Sin embargo, cuando un crédito revocable haya sido transmitido a una sucursal o a otro banco, para ser utilizado por ellos, la
modificación o anulación no surtirá efectos sino después de la recepción del aviso relativo por dichos bancos o sucursal, y no afectará el
derecho de estos al reembolso de cualquier pago, aceptación o negociación efectuados por ellos con anterioridad a la recepción del aviso
correspondiente.

Artículo 3.—Un crédito irrevocable es un compromiso firme del banco acreditante y constituye obligación directa de este frente
beneficiario o, en su caso, frente al beneficiario y a los tenedores de buena fe de los giros y/o de los documentos presentados, a condición de
que las disposiciones para el pago, aceptación o negociación se cumplan plenamente y se cumplan, igualmente, las condiciones y términos del
crédito.
Un crédito irrevocable puede ser notificado al beneficiario por medio de otro banco (banco notificador) sin compromiso para é ste;
pero cuando el banco emisor o acreditante autorice a otro banco a confirmar su crédito irrevocable y este último lo confirme, la confirmación
constituirá, para el banco confirmante, un compromiso firme, tanto si las condiciones de pago o de aceptación son realizadas, o en el caso de
un crédito realizable por negociación de giros, si el banco puede negociar estos con total independencia del girador.
Los compromisos no podrán ser modificados o revocados sin la conformidad de todos los interesados.

Artículo 4.—Cuando un banco acreditante (emisor) encomienda a otro banco por cable, telegrama o "telex", notificar un crédito, y la
carta de crédito original sea el instrumento de operación del crédito, el banco emisor deberá enviar al beneficiario dicho original de la carta de
crédito y todas sus modificaciones ulteriores, por conducto del banco notificador.
El banco emisor que no siga el indicado procedimiento, será responsable de las consecuencias que deriven de su falta, í
Artículo 5.—Cuando un banco sea encargado por cable, telegrama o “telex”, de emitir, confirmar o notificar un crédito en términos
similares a los de un crédito precedente, y que este último haya sufrido modificaciones, deberá entr.ndr.rcr. nnc l.is condiciones de! crédito
por emitir, confirmar o notificar, se comunicaran al beneficiario por exclusión de las modificaciones, a menos que las instrucciones
especifiquen claramente cuales modificaciones serán aplicables.

Artículo 6.—Sí el banco requerido para emitir, confirmar o notificar un crédito, recibiere instrucciones incompletas o imprecisas,
podrá enviar al beneficiario una notificación preliminar, sólo para información y sin responsabilidad para el banco; y el crédito no será
emitido, confirmado o notif^ado hasta que se haya recibido la información necesaria.

B) Responsabilidades

Artículo 7 .—Los bancos deberán examinar los documentos con cuidado razonable, para asegurarse de que los textos estén de
acuerdo con los términos y condiciones del crédito.

Artículo 8.—En las operaciones de crédito documentarlos todas las partes interesadas contratan sobre documentos y no sobre
mercancías.
El pago, la aceptación o la negación contra documentos cuyo texto este conforme con las condiciones de un crédito, hecho por un banco
autorizado para realizarlos, obligará a la parte que haya dado la autorización, a recoger los documentos y a reembolsar al banco que
haya efectuado el pago, la aceptación o la negociación.
Si al recibir los documentos el banco emisor considera que estos no están aparentemente conformes con las condiciones del crédito, el banco
deberá decidir, con la sola base de los documentos, si el pago, la aceptación o la negociación deben negarse según los términos y condiciones del
crédito.
En caso de negativa, deberá avisar por cable o por otro medio rápido al banco que haya remitido los documentos, y el aviso deberá
indicar si los documentos se retienen a disposición de este último banco o si le son devueltos. El banco emisor dispondrá de un tiempo
razonable para examinar los documentos.
100 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Artículo 9.—Los bancos no asumirán ninguna responsabilidad en cuanto a la forma, suficiencia, exactitud, autenticidad,
falsificación y efectos legales de los documentos, ni en cuanto a las condiciones generales y/o particulares estipuladas en los documentos o
supuestas en ellos; ni asumirán responsabilidad alguna en cuanto a la designación, la cantidad, la calidad, el peso, el acondicionamiento,
el embalaje, el embarque, el valor o la existencia de la$._, mercaderías que representen los documentos, ni tampoco en cuanto a la buena fe o a
los actos;*; y/u omisiones, a la solvencia, al cumplimiento de las obligaciones o a la reputación de los \»' expedidores, transportadores o
aseguradores de la mercancía, o de cualesquiera otras personas, quien quiera que sean. vV
V'

* íf
Artículo 10.—¿OÍ bancos no asumirán ninguna responsabilidad ni en cuanto a las consecuencias de los retardos y/o perdidas que
pudieran sufrir en su transmisión todos los .5 mensajes, cartas o documentos, ni en cuanto a los retardos, a la mutilación u otros errores
que ;- sc pudieran producir en la transmisión de cables, telegramas o “telcx", ni en cuanto a los errores de traducción o de
interpretación de términos técnibos. Los bancos tendrán reservado su derecho de transmitir los términos de los créditos sin traducirlos.

Artículo 11.—¿OÍ bancos no asumirán ninguna responsabilidad en lo que concierne a las consecuencias que puedan resultar de la
interrupción de sus prnnias actividades producidas por ia huelga, paros, motines, trastornos civiles, insurrección, guerras y todo caso de fuerza
mayor, o por cualesquiera otras causas independientes de su voluntad. En caso de expiración de un crédito durante alguna de tales interrupciones,
los bancos no efectuaran ningún pago, aceptación o negación posterior a la expiración, salvo autorización expresa.

Artículo 12.—Los bancos que utilizaren los servicios de otro banco para realizar las instrucciones del solicitante del crédito, actuarán por
cuenta y a riesgo de éste.
No asumirán responsabilidad alguna en caso de que las instrucciones trasmitidas por ellos no sean debidamente atendidas, ni aun en el
caso de que ellos mismos hayan escogido al otro banco. El acreditado deberá asumir todas las obligaciones y responsabilidades derivadas de leyes o
ds usos de países extranjeros y deberá indemnizar a los bancos de todas las consecuencias que resulten de tales leyes o usos.

C) Documentos

Artículo 13.—Todas las instrucciones para emitir, confirmar o notificar un crédito, deberán
101 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

especificar con precisión los documentos contra los cuales deberá efectuarse el pago, la aceptación o la negociación.
Los términos como “primera clase", “bien conocido" o "calificado", u otros términos similares no deben usarse para describir a! banco emisor los
documentos que deberán remitirse en virtud de un crédito; y si estos términos figurasen en el crédito, los bancos aceptarán los documentos tal y como les
sean presentados, sin incurrir en responsabilidad alguna.

Documentos Probatorios de Embarque o del Despacho

Documentos de embarque

Artículo 14.—Salvo lo dispuesto en el artículo 18, la fecha del conocimiento o la fecha indicada en el sello de recepción, o la indicada sobre algún
otro documento de embarque o de expedición, serán consideradas en cada caso, como fechas del embarque o de expedición de las mercancías.

Artículo 15.—Si las palabras “flete pagado” o ‘‘fletes pagados previamente” apareciesen estampadas con sello o de alguna otra manera sobre los
documentos probatorios del embarque o la expedición, serán consideradas como justificación del pago del flete.
La mención “freight prepayable" o “freight to be prepaid" (flete que debe pagarse previamente) u otras palabras de significado similar que
aparecieren estampadas con sello o en alguna otra forma en los documentos no serán consideradas como una justificación del pago del flete.
Salvo que en el crédito se disponga otra cosa o que en alguno de los documentos presentados en virtud del crédito se diga lo contrario, ios bancos
podrán aceptarlos documentos que lleven la mención de que el flete o los gastos de transporte serán cubiertos contra la entrega.

Artículo 16.—Un documento de embarque “limpio” es un documento que no contiene cláusulas o anotaciones superpuestas que hagan constar
expresamente el estado defectuoso o anotaciones superpuestas que hagan constar expresamente el estado defectuoso de la mercancía y/o del embarque.
Los bancos rehusaran los documentos de expedición queiieveu (ales upaieciúas cláusulas o anotaciones, a menos que el crédito indique
expresamente las cláusulas o anotaciones que sean aceptadas.

Conocimientos marítimos

Artículo 17.—A menos que el crédito lo autorice expresamente, no serán aceptados los conocimientos de los tipos siguientes:
a) Los conocimientos emitidos por agentes de transportes;
b) Los conocimientos emitidos y sujetos a las condiciones de un contrato de fletamcnto de buque por entero o por compartimiento (“Charter-Party”); y
c) Los conocimientos que cubran embarques en veleros;
Sin embargo, salvo instrucciones en contrario contenidas en el crédito, deberán aceptarse lob conocimientos de las siguientes clases:
a) Los conocimientos con las anotaciones “Port” o “Custody", para los embarques de algodón procedentes de los Estados Unidos de América; y
b) Los conocimientos denominados "Through Bills of Landine” emitidos por las compañías de navegación o sus agentes, aun cuando cubran varios
medios de transporte.
Artículo 18.—Salvo instrucciones contrarias contenidas en el crédito, los conocimientos deben indicar que las mercancías han sido colocadas a
bordo. La puesta a bordo puede ser probada por un conocimiento “a bordo”, o por medio de una anotación expresa fechada y firmada o iniciales por el
transportador o por su agente, y la fecha de dicha anotación será considerada como fecha de la puesta a bordo y el embarque.

Artículo 19.—A menos que el trasbordo se prohíba por las condiciones del crédito, serán aceptados los conocimientos que indiquen que las
mercancías serán trasbordadas en ruta, a condición de que el viaje completo sea cubierto por un solo y único conocimiento.
Los conocimientos que contengan cláusulas impresas que permitan a los transportadores proceder al trasbordo, serán aceptados no obstante que el
crédito prohíba los trasbordos.

Artículo 20.—Los bancos rehusarán un conocimiento que mencione la carga de las mercancías sobre el puente, a menos que el crédito lo autorice
expresamente.

Artículo 21.—Los bancos podrán exigir que el nombre del beneficiario figure en el conocimiento como cargador o endosante, salvo que en el
crédito se disponga lo contrario. Otros documentos de embargue, etc.

Artículo 22.—Los bancos consideraran como regulares las cartas de porte o resguardos del ferrocarril o de la navegación interior, los resguardos de
viaje, los recibos o certificados del correo ordinario o aéreo, los resguardos, recibos o cartas de porte aéreos, los conocimientos de embarque por
102 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

autocamiones, y cualesquiera otros documentos similares, cuando lleven el sello de recibo o la firma de los transportadores o emisores.

Artículo 23.—Cuando un crédito exija testificación o certificación de peso, en casos de transportes no marítimos, los bancos podrán aceptar en los
documentos de embarque la indicación del peso por sello o por cualquier otro medio oficial, amenos que el crédito pida un c e rtificado de peso
independiente o por separado.

Documentos de seguros

Artículo 24.—Los documentos de seguros deberán ser los expresamente descritos en el crédito, y deben ser expedidos por compañías de seguros
o sus agentes o por aseguradores individuales autorizados.
Las notas de cobertura emitidas por corredores no se aceptarán, a menos que estén expresamente autorizadas en el crédito.

Artículo 2 5.—Salvo que en el crédito se autorice lo contrario, los bancos podrán rehusar todo documento de seguro que lleve una fecha posterior a
la señalada para el embarque en los documentos de éste.

Artículo 2 6.—Salvo instrucciones contrarias en el crédito, el documento de seguro debe referirse a la misma moneda de crédito.
1:1 valor mínimo asegurado debe ser el valor CIF de las mercancías. Sin embargo, cuando el valor CIF de las mercancías no pueda determinarse por
los documentos presentados, los bancos aceptarán como valor mínimo el del monto del crédito, o el de la correspondiente factura comercial, cuando sea
mayor.
Artículo 27.—Los créditos deberán indicar expresamente el tipo de seguro que se requiera y en su caso, los riesgos adicionales que deban ser
cubiertos. No deberán usarse términos imprecisos, como "riesgos usuales" o "riesgos corrientes”.
A falta de instrucciones específicas, los bancos aceptarán la cobertura de los riesgos previstos en el documento de seguro que se les presente.

Artículo 28.—Cuando un crédito exprese “seguro contra riesgo”, los bancos aceptarán un documento que contenga cualquier cláusula o anotación
"todo riesgo", y no asumirán responsabilidad en el caso de que un riesgo particular no sea cubierto.

Artículo 29.—Los bancos pueden aceptar un documento de seguro que indique que la cobertura este sometida a “franquicia”, a menos que se ha ya
indicado expresamente en el crédito que el seguro no debería contener ningún porcentaje de franquicia.

Facturas comerciales
Artículo 30.—Salvo instrucciones contrarias en el crédito, las facturas comerciales deben estar expedidas a nombre del dador de la orden.
Los bancos podrán rehusar, salvo instrucciones contrarias del crédito, facturas expedidas por un monto superior al del crédito.
La descripción de las mercancías que figure en las facturas comcrcialcs deberá corresponder a la del crédito. En todos los otros documentos, las
facturas pueden ser descritas en términos generales.

Otros documentos
Artículo 31.—Cuando sean exigibles otros documentos, tales como: recibos de almacén, órdenes de entrega, facturas consulares, certificados de
origen, de peso, de calidad o de análisis, etc., sin definición precisa, los bancos podrán aceptar ules documentos como les sean entregados, sin incurrir en
responsabilidad.

Disposiciones diversas
Artículo 32.—Las palabras “poco más o menos”, ‘aproximadamente” o expresiones similares, serán interpretadas como permitiendo una diferencia
que no exceda de 10%, de más o de menos, aplicable, según el lugar que ocupen en las instrucciones, al momo del crédito o a la cantidad o precio unitario de
las mercancías.
A menos que el crédito determine que la cantidad de las mercancías debe ser ni más ni menos que la indicada, será admitida una tolerancia de 3%
de más o de menos; pero siempre bajo la rcseiva de que el monto total de los giros no exceda del monto del crédito. Esta tole rancia no se aplicará si el
crédito especifica cantidad en unidades de embalaje o en artículos.

Embarques parciales
René Arturo Villegas Lara 103

Artículo 33.—Los embarques parciales se considerarán autorizados, si el crédito no contiene expresamente instrucciones contrarias.
Los embarques hechos en el mismo buque y para el mismo viaje no serán considerados como embarques parciales, aunque los conocimientos que
acrediten la puesta a bordo tengan fechas diferentes.
Artículo 34.—Si se hubieren estipulado embarques fraccionados en períodos determinados y una fracción no se embarca en el período autorizado
para ella cesará el crédito de ser disponible para esa fracción y todas las subsecuentes, salvo instrucciones contrarias contenidas en el crédito.

Validez y fecha de vencimiento


Artículo 35.—Todo crédito irrevocable debe contener un plazo para la presentación de los documentos para el pago, aceptación o negociación, que
será independiente de la indicación de una fecha límite para el embarque.

Artículo 36.—Las palabras "a” y “hasta" u otras similares empleadas para determinar la fecha de expiración del plazo para la presentación de los
documentos para el pago, aceptación o negociación, o la fecha límite para el embarque, se entenderá que incluyen la fecha indicada.

Artículo 37.—Cuando la fecha de expiración caiga en un día en que los bancos estén cerrados por razones distintas a las mencionadas en el Artículo
11, el período de validez se extenderá hasta el primer día hábil siguiente.
Esto no se aplicará a la fecha para el embarque, que si se ha estipulado, deberá respetarse.
Los bancos que efectúen el pago, aceptación o negociación en la fecha antes indicad*» deberán agregar a los documentos su certificación en
los siguientes términos: >yí>-
"Presentado para pago (o aceptación o negociación, según el caso) en el término prorrogado de acuerdo con el Artículo 37 de los Usos Uniformes”.
.

Artículo 38.—La validez de un crédito revocable, si no se hubiese establecido término, expirará seis meses a partir de la fecha de la notificación
dirigida al beneficiario por el bjnco en el cual se podía utilizar el crédito. \i .r

Artículo 39.—Salvo instrucciones contrarias expresas, toda prórroga del término fijado para el embarque prolongará, por un plazo igual a la
prórroga, la validez del crédito.
Si un crédito establece una fecha límite para el embarque, la prórroga del período de validez no importará la prolongación del plazo para el
embarque, salvo instrucciones contrarias expresas.

Embarque, carea o despacho


Artículo 40.—Salvo que los términos del crédito indiquen lo contrario, las palabras “salida”, "envío”, "carga" o "despacho", utilizadas para
determinar la fecha extrema del embarque, se entenderán como sinónimos de “embarque".
Expresiones como “pronto", “inmediatamente", “tan pronto como sea posible" y otras similares, no deberán utilizarse. Si se usaren, los bancos las
interpretarán como exigencia de que el embarque se haga dentro de los treinta días siguientes a la fecha de la notificación deJ crédito dirigido al
beneficiario por el banco emisor o, en su caso, por un banco notificador.

Presentación

Artículo 41.— Los documentos deberán presentarse en un plazo razonable a partir de su emisión. Los bancos pagadores, aceptantes, o negociadores
podrán rehusar los documentos si, a su juicio, éstos les son presentados con demora injustificada.
Artículo 42.—Los bancos no tendrán obligación de aceptar la presentación de documentos fuera de sus horas de trabajo.

Fechas y términos
Artículo 43.—Las expresiones “primera mitad", “segunda mitad” de un mes, deberán entenderse respectivamente como el 1 al 15 y del 16 al último
del mes, inclusive.

Artículo 44.—Las expresiones “comienzo”, "mediados” o "fin” de un mes, se interpretarán respectivamente como del 1 al 10, del 11 al 20 y del 21 al
último del mes, inclusive.

Artículo 4 5.—Cuando un banco emisor de un crédito da instrucciones de que el crédito sea confirmado o notificado como utilizable “por un m es",
104 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

“seis meses” u otra expresión semejante, pero no especifica la fecha desde la cual el término comenzará a correr, el banco confirmante o notificador, podrá
confirmar o notificar el crédito como que expirará al final del período asi indicado, a partir de la fecha de la confirmación o de la notificación.

D) Transferencia

Artículo 46.—Un crédito transferible es un crédito respecto del cual el beneficiario tiene el derecho de dar instrucciones al banco encargado de hacer
los pagos o las aceptaciones o a cualquier banco encargado de efectuar la negociación, para hacer el crédito utilizable total o parcialmente, por uno o más
terceros {segundos beneficiarios).
Un crédito sólo podrá transferirse si ha sido expresamente designado como “transferible” por el banco emisor. Términos como “ divisible”,
“fraccionable”, “asignable" o “transmisible" nada añaden al término “transferible", y no deberán ser utilizados.
Un crédito transferible podrá transferirse sólo una vez. Fracciones de un crédito transferible (cuya suma no exceda al total del crédito) pueden ser
transferidas separadamente, siempre que los embarques parciales no estén prohibidos, y el conjunto de las transferencias parciales se considerará que
constituye una sola transferencia del crédito. El crédito podrá transferirse sólo en los términos y condiciones especificados en el crédito original, con las
excepciones de la suma toiai dei crédito, de ¡o* pícelos muíanos establecidos en el y de los termines de validez o de embarque, los que podrán ser reducidos,
conjunta o separadamente. Además, el nombre del primer beneficiario puede ser sustituido por el del solicitante del crédito, pero si en el crédito original se
requiere expresamente que el nombre del solicitante aparezca en todos los documentos distintos de la factura, tal exigencia deberá respetarse.
El primer beneficiario tendrá el derecho de sustituir s u:> propias facturas a las del segundo beneficiario, por cantidades que no excedan a la sutna
original establecida en el crédito, y por los precios unitarios originales también establecidos, y en relación con tal sustitución de facturas, el primer
beneficiario podrá girar contra el crédito por la diferencia, si existiere, entre sus facturas, y las del segundo beneficiario. Cuando un crédito ha sido
transferido y el primer beneficiario ha hecho sustituir sus propias facturas por las del segundo beneficiario, pero sin haberlo solicitado expresamente, el
banco que pague, acepte o negocie el crédito, tiene el derecho de enviar al banco emisor los documentos recibidos en virtud d el crédito, incluyendo las
facturas del segundo beneficiario, sin responsabilidad alguna frente al primer beneficiario.
El primer beneficiario de un crédito transferible puede transferir el crédito a un segundo beneficiario en el mismo país; pero para trasmitirlo a un
segundo beneficiario ea el crédito, el primer beneficiario tendrá el derecho de exigir que el pago o negociación se hagan ?.l segundo beneficiario en la plaza
donde el crédito fue transferido, hasta la fecha de vencimiento del crédito original, inclusive, y sin perjuicio de los subsecuentes derechos del primer
beneficiario para sustituir sus propias facturas por las del segundo beneficiario, y de reclamar cualquier diferencia que resulte a su favor.
.El banco a quien se solicite transferir el crédito, lo haya confirmado o no, no tendrá obligación alguna de efectuar el traspaso, excepto en los
límites y formas expresamente consentidas por dicho banco, y a condición de que le sean pagados los gastos del traspaso.
Los gastos bancarios originados por las transferencias serán a cargo del primer beneficiario, salvo estipulación contraria.

CRÉDITOS DOCUMENTAMOS REGLAS Y USOS UNIFORMES RELATIVOS A LOS CRÉDITOS DOCUMENTARIOS —R EVISIÓN 1983—

La Cámara de Comercio Internacional acaba de introducir reformas significativas a las Reglas y Usos Uniformes relativas a los Créditos
Documentarios, que en adelante serán incorporados al presente folleto número 400.
Los idiomas oficiales de la Cámara de Comercio Internacional son el inglés el francés. En los folletos anteriores, la demora en presentar una
traducción oficial al español dio lugar a la aparición de innumerables ensayos, la mayoría de ellos con muy poca fortuna técnica e idiomática
Para evitar las confusiones harto peligrosas que la proliferación de traducciones traería consigo y para superar los posibles equívocos a que los
usos regionales conducirían, la Federación Latinoamericana de Bancos se encargo de la presente edición oficial en español del folleto 400 Para conseguir
este texto final se tuvieron en cuenta otras versiones y opinión de expertos en comercio exterior de más de diez países. Luego de tan cuidadoso esfuerzo,
recomendamos sin reserva el uso úc csie documento, que puede ser utilizado con plena confianza por exportadores, importadores, transportistas,
aseguradores, banqueros y por todos aquellos que intervienen en el manejo de este apasionante y universal instrumento de comercio.

Fernando Londoño Hoyos Secretario General Federación Latinoamericana de Bancos

Prefacio
René Arturo Villegas Lara 105

Este prefacio se escribe exactamente cincuenta años después que la Cámara de Comercio Internacional adoptó la primera edición de las Reglas y
Usos Uniformes de los Créditos Documentarios, en su Séptimo Congreso realizado en Viena, en 1933.
Innumerables aspectos en las operaciones de comercio internacional cambiaron radicalmente en los años que transcurrieron. Sin embargo, las
Reglas y Usos Uniformes han sido un elemento vital en el inundo de los negocios. Un número cada vez mayor de banqueros y otros ejecutivos, todavía
necesitan saber de sus disposiciones y utilizarlas cada día.
¿Cómo es posible que las Reglas y Usos Uniformes se hayan vuelto indispensables por tanto tiempo, período que seguramente se extenderá hasta el
siglo XXI?
Considero que por dos razones. Primera, las relaciones de comercio internacional siguen exigiendo los créditos documentarios y por lo tanto también
un conjunto de estándares intcrnacionalmente aceptados que orienten su uso.
Así como hace 50 años, los vendedores todavía vacilan en entregar la mercancía antes de recibir el pago, mientras que los compradores prefieren
tener el control de la mercancía antes de entregar su dinero. Sin embargo, como es casi imposible hacer coincidir el pago con la remesa física de la mercancía,
normalmente se pacta un compromiso: el pago contra la "remesa táctica", es decir, la entrega de documentos transfiriendo el derecho o el control sobre las
mercancías.
La confianza se hizo importante entonces y los banqueros fueron solicitados para que intervinieran dando su garantía condicio nal al vendedor para
pagar contra la presentación de documentos y de conformidad con las condiciones establecidas por el comprador. Así pues, la continua necesidad por los
créditos documentarios.
En segundo lugar, las Reglas y Usos Uniformes son, afortunadamente, un texto vivo que ha sido permanentemente actualizado por la Comisión
Bancaria de la C.C.I., desde su introducción inicial.
Antes de 1962 las Reglas y Usos Uniformes fueron básicamente encargadas de resguardar al banquero cuando el comprador daba instrucciones
incompletas o imprecisas. En la Revisión de 1962—la primera en conseguir aceptación global— se hizo énfasis en el deber del comprador por especificar lo
que deseaba, estableciéndose "usos y reglas bancarias internacionales para facilitar las funciones bancarias".
La Revisión de 1974 consolidó las modificaciones respecto a la documentación y procedimientos en vista del progreso en las facilidades comerciales
y la revolución en los transportes marítimos—el uso de contenedores y el desarrollo resultante del transporte combinado—. Las consideraciones adoptadas
reflejan las prácticas bancarias, pero también dictan "la manera de actuar más prudente sin considerar el tiempo que pueda tener un uso, la conducta en ¡os
negocios y las costumbres”.
En la Revisión de 1983 otra vez tuvimos que “mirar hacia el futuro—porque será ahí donde tendremos que vivir". Así es que donde los intereses y
problemas del comprador y del vp.ndf.dnr «i*.,™ nrnminentf’S. nhí PM c.n donde sf ha tnmadn la nota-
La continuada revolución en las tecnologías de transporte, y la geográfica extensión del uso de contenedores y de transporte combinado;
La creciente influencia de las facilidades comerciales representadas por nuevos documentos y nuevos métodos de producción de documentos;
La revolución en las comunicaciones, reemplazando el papel como medio de transmisión de informaciones (datos) relativos a una transacción
comercial a través de métodos automatizados o procesamiento electrónico de datos; y
Desarrollo de nuevos tipos de créditos documentarios, tales como crédito con pago diferido y crédito "stand-by”.
Además, para que las Reglas y Usos puedan dar la máxima orientación posible y ayuda a todas las partes, tres principios se tuvieron en mente:
Que el comprador es responsable de estipular clara y precisamente los documentos exigidos y las condiciones que deben ser atendidas;
El creciente interés e influencia del comercio internacional por parte de naciones que son menos desarrolladas y, por lo tanto, con menos experiencia
en esa área; y
Rcné Arturo Villegas Lara 106

Malentendidos y problemas de interpretación causados por el texto de 1974, amplificado o simplificado, según sea el caso, en la versión de 1983.
Finalmente, se ha considerado el actual problema de fraudes, reconociendo que este ocurre cuando una parte comercial contrata con mala intención
y que el crédito documentario apenas paga la transacción comercial y no la puede fiscalizar.
4 La revisión fue realizada por un Grupo de Trabajo— con representantes del comercio, industria, aseguradores, despachadores y transportistas, así

como banqueros— reportándose a la Comisión Bancaria.


Las Comisiones Nacionales de la C.C.I., la Comisión de Derecho Comercial Internacional de las Naciones Unidas (en el caso de países que no
cuentan con Comisión Nacional de la C.C.I.), otros organismos de las Naciones Unidas que cuidan de facilitar los procedimientos de comercio
internacional, círculos bancarios en países representados en el Comité Este/Oeste de la C.C.I., todos participaron activamente en el proyecto, tanto a través
del Grupo de Trabajo y en la Comisión, como a través de cerca de 4,000 i tems individuales de comentarios presentados.
Sinceros agradecimientos a todos ellos, pero su real recompensa será el reconocimiento por su gran contribución en facilitar el comercio
internacional a través de la Revisión 1983 de las Reglas y Usos Uniformes.

Bernard S. Wheble Presidente


Comisión de Técnicas y Prácticas Bancarias de la C.C.I.

Junio, 1983
a»'
A. Disposiciones Generales y Definiciones

Artículo 1. Aplicación de las Reglas y Usos Uniformes. Los presentes artículos se aplican a todos los créditos documentarlos, incluyendo,
en la medida en que les sean aplicables, las cartas de crédito “stand-by”, y obligan a todas las partes que en ellos intervengan, a menos que expresamente
se pacte lo contrario. Se considerarán estos Artículos como partes integrantes de todo crédito documentario, siempre que en el se exprese textualmente que
ha sido emitido conforme a las Reglas y Usos Uniformes Relativos a los Créditos Documentarios, Revisión de 1933. Publicación No. 400 de la Cámara de
Coincido Internacional.

Artículo 2. Definición de "Crédito(s)" Para los propósitos de estos Artículos, las expresiones “Crédito(s) Documentario(s)” y *‘Carta(s) de
Crédito(s) Stand-by" utilizadas en el presente texto —en adelante simplemente como “Crédito(s)”— comprenden todo convenio, cualquiera que sea su
denominación o designación, por medio del cual un banco (banco emisor), obrando por solicitud y de conformidad con las instrucciones de uu cliente (el
ordenante del crédito):
i) Debe hacer un pago a un tercero (el beneficiario) o a su' orden, o pagar, o aceptar letras de cambio giradas por el beneficiario, o
ii) Autoriza otro banco para que efectúe el pago o para que pague, acepte o negocie las dichas letras de cambio contra la entrega de los documentos
exigidos, siempre y cuando se cumplan los términos y las condiciones del crédito.

Artículo 3. Créditos y Contratos Comerciales. Los créditos son, por su naturaleza, operaciones independientes de las ventas o de cualquier
otro(s) contrato(s) que puedan conformar su base causal, los cuales en ningún caso conciernen a los bancos ni obligarán a los mismos, aun cuando el
crédito contenga alguna referencia a tal(es) contrato(s) y cualquiera que sea esta referencia.

Artículo 4. Documentos y Mercancías y Servicios con los que puedan relacionarse. En las operaciones de crédito, todas las
partes que intervienen negocian sobre documentos y no sobre mercancías, servicios y/u otras prestaciones que puedan tener relación con dicho documento.

Artículo 5. Instrucciones Relativas a los Créditos y a las Modificaciones. Las instrucciones relativas a la emisión de un crédito,
los créditos mismos, todas las instrucciones de modificación de éstos, y las modificaciones mismas, deben ser completas y precisas.
Para evitar cualquier confusión o mal entendido, los bancos deberán desestimular cualquier intento de incluir detalles excesivos en el crédito o en
cualquiera de sus modificaciones.

Artículo 6. Relaciones Beneficiario-Bancos. En ningún caso podrá el beneficiario aprovecharse de las relaciones contractuales existentes
entre los bancos, o enlre el ordenante del crédito y el banco emisor.

B. Forma y Notificación de los Créditos

Artículo 7. Tipos de Créditos.


René Arturo Villegas Lara 107

a) Los créditos pueden ser:


i. revocables, o
ii. irrevocables;
b) Todo Crédito deberá, por consiguiente, indicar claramente si es revocable o irrevocable;
y
c) A falta de tal indicación, el crédito será considerado como revocable.

Artículo 8. Responsabilidad del Banco Notificador. Un crédito puede ser notificado al beneficiario a través de otro banco (banco
notificador) sin compromiso para el banco notificador. Sin embargo, este banco deberá tener un razonable cuidado en verificar la aparente autenticidad del
crédito que notifica.

Artículo 9. Crédito Revocable.


a) Un crédito revocable puede ser modificado o cancelado por el banco emisor en cualquier momento y sin previo aviso al beneficiario;
b) Sin embargo, el banco emisor esta obligado a:
i) Reembolsa; a una sucursal o a un banco en el cual un crédito revocable se ha hecho disponible para pago a la vista, para aceptación o para
negociación por cualquier pago, aceptación o negociación efectuado por dicha sucursal o banco con anterioridad al recibo de la notificación
d¡ modificación o cancelación, contra documentos aparentemente conformes con los términos y condiciones de crédito; y
ii) Reembolsar a una sucursal o a un banco en el cual el crédito revocable se ha hecho disponible para pago diferido si dicha sucursal o dicho
banco, con anterioridad al recibo de la notificación de modificación o cancelación, ha tomado los documentos aparentemente conformes con
los términos y condiciones del crédito.
Artículo 1 0. Crédito Irrevocable y Confirmación.
a) Un crédito irrevocable constituye para el banco emisor, en la medida en que los documentos estipulados sean presentados y los términos y
condiciones del crédito respetados, un compromiso en firme:
i) Si el crédito dispone el pago a la vista-de pagar, o de hacer efectuar el pago;
ii) Si el crédito dispone el pago difcrido-de pago, o hacer efectuar el pago en la fecha o en las fechas determinadas de acuerdo a las
estipulaciones de crédito;
iii) Si el crédito dispone aceptación-de aceptar las letras de cambio giradas por el beneficiario si el crédito estipula que deben ser giradas
contra el banco emisor, o de asumir la responsabilidad de su aceptación y de su pago al vencimiento, si el crédito estipula que deben ser
giradas contra el ordenante del crédito o contra cualquier otro librado designado en el crédito; y
iv) Si el crédito dispone negociación - de pagar sin recurso contra los giradores y/o tenedores de buena fe. la(s) Ictra(s) de cambio girada(s)
por el beneficiario, a la vista o a término, contra el ordenante o cualquier otro girado indicado en el crédito, diferente del propio banco
emisor o disponer la negociación por parte de otro banco y de pagar como se prevé arriba, si dicha negociación no se efectúa.
b) Cuando un banco emisor autoriza o pide a otro banco confirmar su crédito irrevocable y éste añade su confirmación, tal confirmación constituye,
por parte de este banco (banco confirmante), siempre y cuando los documentos estipulados sean presentados y los términos y las condiciones del
crédito sean respetados, un compromiso en firme, que se suma a! del banco emisor:
i) Si el crédito dispone el pago a la vista - de pagar o de hacer efectuar el pago;
ii) Si el crédito dispone el pago diferido - de pagar o de hacer efectuar el pago en la fecha o en las fechas determinadas de acuerdo a las
estipulaciones del crédito;
iii) Si el crédito dispone aceptación - de aceptar las letras de cambio giradas por el beneficiario si el crédito estipula que deben ser giradas
contra el banco confirmante, o de asumir la responsabilidad de su aceptación y de su pago al vencimiento, si el crédito estipula que deben
ser giradas contra el ordenante del crédito o contra cualquier olio librado designado en el crédito;
iv) Si el crédito dispone negociación - de negociar sin recurso contra los giradores y lo tenedores de buena fe la(s) letra(s) de cambio girada(s)
por el beneficiario, a la vista o a término, contra el banco emisor o contra el ordenante del crédito o contra cualquier otro girado indicado
en e! uédilo, diferente dei propio banco confirmante.
Si un banco recibe autorización o petición del banco emisor para agregar su confirmación a un crédito, pero no está dispuesto a hacerlo,
deberá informarlo sin demora al banco emisor. A menos que el banco emisor especifique lo contrario en su autorización o petición de
confirmación, el banco notificador notificará el crédito al beneficiario sin añadir su confirmación; y
c) Estos compromisos no pueden ser modificados o cancelados sin el acuerdo del banco emisor, dei banco confirmante (si lo hay) y del beneficiario.
La aceptación parcial de modificaciones contenida en un sólo aviso de modificación, no tendrá efecto sin el acuerdo de todas las partes arriba
mencionadas.
108 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Artículo 11. Disponibilidad del Crédito / Designación del Banco donde se ha hecho
disponible:
a) Todos los créditos deben indicar claramente si son disponibles para pago a la vista, para pago diferido, para aceptación o para negociación;
b) Todos los créditos deben designar el banco (banco designado) que está autorizado para efectuar el pago (banco pagador), o para aceptar las letras
(banco aceptante), o para negociar (banco negociador), a ráenos que el crédito permita la negociación por cualquier banco (banco negociador);
109 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

c) A menos que el banco designado sea el propio banco emisor o el banco confirmante, la designación por el banco emisor no constituye ningún
compromiso para el banco designado de pagar, de aceptar o de negociar; y
d) Al designar otro banco, o al autorizarla negociación a cualquier otro banco, o al autorizar o pedir a un banco que agregue su confirmación, el banco
emisor autoriza a dicho banco a efectuar el pago, a aceptar o a negociar, según sea el caso, contraía presentación de los documentos aparentemente
conformes con los términos y las condiciones del crédito, y se compromete a reembolsar a dicho banco de conformidad con las d isposiciones de
estos Artículos.

Artículo 1 2. Emisión/Modificación por Telecomunicación.


a) Cuando un banco emisor da instrucciones a otro banco (banco notificador), por cualquier medio de telecomunicación para notificar un crédito o una
modificación relativa a un crédito y tiene la intención de que la confirmación por carta sea el instrumento operativo del crédito o de la modificación,
dicha telecomunicación debe especificar “siguen detalles completos” (Jull details lo follow), o una expresión similar, o indicar que la
confirmación por carta será el instrumento operativo del crédito o de la modificación. El banco emisor debe emitir sin demora al banco notificador el
instrumento operativo del crédito o de la modificación;
b) La telecomunicación será considerada como el instrumento operativo del crédito o de la modificación, y ninguna confirmación por carta deberá ser
enviada, a menos que en la telecomunicación se especifique “siguen detalles completos” (full details to follow), o una expresión similar , o que se
precise que la confirmación por carta deberá ser el instrumento operativo del crédito o de la modificación;
c) Una telecomunicación enviada por el banco emisor con el propósito de ser el instrumento operativo del crédito, deberá indicar claramente que el
crédito es emitido sujeto a las “Reglas y Usos Uniformes Relativos a los Créditos Documentarios". Revisión de 1983. Publicación No. 400 de la
Cámara de Comercio Internacional, C.C.I.;
d) Si un banco utiliza los servicios de otro banco o bancos (banco notificador) para notificar el crédito al beneficiario, deberá asimismo utilizar los
servicios del(os) misino(s) banco(s) para notificar cualquier modificación; y
e) Los bancos serán responsables de todas las consecuencias que resulten de la i nobservancia por su parte de los procedimientos dispuestos en los
parágrafos anteriores.

Artículo 13. crédito(s) similar(es). Cuando se encargue a un banco de emitir, confirmar o notificar un crédito en términos similares a los de
otro emitido, confirmado o notificado antes, y este último haya sufrido enmiendas, se entenderá que las condiciones del crédito por emitir, confirmar o
notificar no incluirán ninguna de las modificaciones, a menos que en las instrucciones se especifique claramente cuales serán las modificaciones aplicables.
Los bancos deberán desaconsejar las ordenes de emitir, confirmar o notificar un crédito de esta manera.

Artículo 14. Instrucciones Incompletas o Imprecisas. Cuando un banco reciba instrucciones, confirmar, notificar o modificar un crédito,
podrá dar al beneficiario un aviso preliminar a título simplemente informativo sin incurrir en responsabilidad alguna. En este caso el crédito no se emitirá,
confirmará, notificará o modificará, sino cuando el banco reciba las aclaraciones necesarias y esté dispuesto a actuar según estas instrucciones. Los bancos
deberán suministrar sin demora la información necesaria.
C. Obligaciones y Responsabilidades

Artículo 15. Examen y Concordancia de los Documentos. Los bancos deben examinar todos los documentos con razonable cuidado para
comprobar que aparentemente están de acuerdo con los términos y las condiciones del crédito. Los documentos que, en apariencia, no concuerden entre si,
serán considerados como que no están aparentemente de acuerdo con los términos y las condiciones del crédito.

Artículo 16. Responsabilidades / Derechos del Banco Emisor.


a) Si un banco así autorizado efectúa un pago, o se compromete a efectuar un pago diferido o acepta, o negocia contra presentación de documen tos
aparentemente conformes con los términos y las condiciones del crédito, la parte que ha dado la autorización quedará obligada a r eembolsar a 1 b
anco que h a e fectuado e 1 p ago, o s e h a comprometido a e fectuar u n p ago diferido, o ha aceptado, o negociado, y a tomar los documentos.
b) Si e n e 1 m omento de r ecibir I os d ocumentos, e 1 b anco emisor c onsidera q ue a parentemente no están conformes con los términos y las
condiciones de crédito, debe decidir únicamente sobre la base de estos documentos, si los acepta o los rechaza alegando que a parentemente no
están conformes con los términos y las condiciones del crédito.
c) El banco emisor dispondrá de un tiempo razonable para examinar los documentos;yvpara decidir, en las condiciones que se acaban de expresar, si
acepta o rechaza los documentos;
d) Si el banco emisor decide rechazar los documentos, deberá notificar inmediatamente por un medio de telecomunicación y si no es posible, por
cualquier otro medio rápido, al banco que le ha remitido los documentos (banco remitente) o al beneficiario, si los documentos le fueron remitidos
directamente por él. En este aviso el banco emisor, deberá indicar las discrepancias en virtud de las cuales rechaza los documentos y precisar
también si los documentos quedan a disposición del remitente (el banco remitente o el beneficiario, según sea el caso) o si se los esta devolviendo.
110 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

El banco emisor tendrá entonces el derecho de reclamar al banco remitente la restitución de cualquier reembolso que haya efectuado a este banco;
c) Si el banco emisor no actuase de acuerdo a las disposiciones de los párrafos (c) y (d) de este Artículo y/o dejare deponer lo s documentos a la
disposición del presentador u omitiere retornárselos, perderá el derecho de alegar que los documentos no se conforman con los términos y las
condiciones del crédito; y 0 Si el banco remitente llama la atención del banco emisor sobre la existencia de cualquier discrepancia en los
documentos, o bien le informa al banco emisor que ha efectuado el pago, contraído un compromiso de pago diferido, aceptado o negociado bajo
reserva o contra una garantía relativa a esas discrepancias, el banco emisor no quedará por ello exonerado de ninguna de las obligaciones
establecidas en el presente Artículo. Estas reservas o garantías solamente afectan las relaciones entre el banco remitente y la parle respecto de la
cual se ha formulado la reserva o respecto a quien o por cuenta de quien se ha obtenido la garantía.

C*l. Clausulas Exoneratorias


Artículo 17. Documentos. Los bancos no asumen ninguna obligación ni responsabilidad respecto a la forma, la suficiencia, la exactitud, la
autenticidad, la falsificación o el valor legal de ningún documento, ni respecto a las condiciones generales y/o particulares que se indiquen en los
documentos, o que se agreguen a ellos; tampoco asumen obligación ni responsabilidad alguna por la descripción, cantidad, peso , calidad, estado, embalaje,
despacho, valor o existencia délas mercancías representadas por los documentos, ni aun respecto ala buena fe o a losados y/o las omisiones, a la solvencia,
al cumplimiento de las obligaciones o la reputación de los despachadores, transportistas o aseguradores de la mercancía o de cualquier otra persona quien
quiera que sea.

Artículo 18. Retrasos, Etc. Los bancos no asumen ninguna obligación ni responsabilidad por las consecuencias provenientes del retraso y/o
pérdida que pueda sufrir en su tránsito, cualquier mensaje, carta o documento, ni por el retardo, la mutilación u otros errores que se puedan producir en la
transmisión de cualquier telecomunicación. Los bancos no asumen ninguna obligación ni responsabilidad por errores que se come tan en la traducción o
interpretación de términos técnicos y se reservan el derecho de transmitir los términos de los créditos sin traducirlos.

Artículo 19. Fuerza Mayor, Etc. Los bancos no asumen ninguna obligación ni responsabilidad por las consecuencias que puedan derivarse
de la interrupción de su propia actividad provocada por casos fortuitos, motines, conmociones civiles, insurrecciones, guerras o por cualquier otra causa de
fuerza mayor, así como por huelgas y cierres. Salvo autorización expresa, los bancos no se comprometerán a efectuar ningún pago diferido, ni efectuarán
ningún pago, ninguna aceptación o negociación al reiniciar su actividad, en el caso de créditos que hubiesen vencido durante tal interrupción de sus
actividades.

Artículo 20. Otros Bancos.


a) Los bancos que utilicen los servicios de otro banco u otros bancos para dar cumplimiento a las instrucciones del ordenante, lo harán por cuenta y
riesgo de este ordenante;
b) Los bancos no asumen ninguna obligación ni responsabilidad en el caso de que las instrucciones que ellos transmitan no sean atendidas, aun si
fueran ellos mismos quienes tomaron la iniciativa en la selección del otro banco o de los otros bancos; y
c) El ordenante del crédito deberá asumir todas las obligaciones y responsabilidades que se desprendan de las leyes y costumbres vigentes en los
países extranjeros e indemnizar a los bancos de todas las consecuencias que de ellas pudieren resultar.

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L-ir nccmuuiou

Artículo 21.
a) Si un banco emisor tiene la intención de que el reembolso al cual un banco pagado, aceptador o negociador tiene derecho, sea obtenido por este
banco en otra sucursal u oficina del banco emisor o en un tercer banco (todos estos de ahora en adelante denominados bancos reeinbolsadores)
deben proporcionar oportunamente al banco reembolsador las instrucciones y las autorizaciones apropiadas que le permitan honrar las peticiones
de reembolso y sin poner para ello como condición que el banco que tiene el derecho de reclamar el reembolso tenga que certificar a! banco
reembolsador su conformidad con los términos y las condiciones del crédito;
b) Un banco emisor no estará relevado de ninguna de sus obligaciones de efectuar el mismo el reembolso, si éste no es efectuado por el banco
reembolsador; y
c) El banco emisor será responsable ante el banco pagador, aceptante o negociador por cualquier pérdida de intereses, si el reembolso no se efectúa a
la primera solicitud presentada al banco reembolsador, o de cualquier otra manera prescrita en el crédito, o por acuerdo mutuo, según sea el caso.
D. Documentos
René Arturo Villegas Lara 111

Artículo 22. Descripción - Aceptabilidad.


a) Todas las instrucciones para emitir créditos y los créditos mismos y llegado el caso, todas las instrucciones de modificación y las modificaciones
mismas deben especificar con precisión el documento o los documentos contra los cuales se efectuará el pago, la aceptación o la negociación;
b) Expresiones, tales como “Primera Clase" (First Class) "Bien Conocido” (Well Known). “Calificado" (Cualified), “independiente"
(Independent), “Oficial” (Official), no deberán ser utilizadas para designar a quienes emiten los documentos exigidos en un crédito. Si
tales expresiones se incorporan en los términos del crédito, los bancos aceptaran los documentos respectivos tal como les sean presentados, siempre
que aparentemente estén de acuerdo con los términos y las condiciones del crédito; y
c) Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos aceptarán como originales los documentos producidos o aparentemente producidos:
i) por sistemas de fotocopias;
ii) por o como resultado de sistemas automatizados o computarizados; y
iii) por copia mediante papel carbón,
si son señalados como originales, sujeto a que, cuando fuere necesario, tales documentos parezcan haber sido auténticos.

Artículo 23. Emisor y Contenido. Cuando se exijan documentos de transporte, documentos de seguro y facturas comerciales, el crédito debe
estipular quien debe emitir dichos documentos y/o el texto o el contenido detallado de los mismos. Si el crédito no lo estipula, los bancos aceptarán los
documentos, tales como les sean presentados, siempre y cuando la información que contienen permita relacionar las mercancías y/o los servicios a que se
refieren los mismos, con la mercancía y/o los servicios descritos en la(s) factura(s) comercial(es) presentada(s), o con aquellos a que se refiere el crédito, si el
crédito no estipula la presentación de una factura comercial

Artículo 24. Fecha Anterior a la Emisión del Crédito Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos aceptarán un documento
que lleve una fecha de emisión anterior a la del crédito, siempre y cuando dicho documento sea presentado dentro de los plazos fijados en el crédito y en
los Artículos.

Documentos de Transporte (documentos que indican el embarque, o el despacho o la toma a c argo d e 1 a m crcancía)

Artículo 25. Documento de Transporte. Generalidades. A menos que un crédito que exija un documento de transporte estipule como
tal un conocimiento de embarque marítimo (o un conocimiento de embarque que cubra el transporte; o un recibo, o certificado postal de despacho:
a) Los bancos aceptaran, salvo estipulación contraria el crédito, un documento de transporte que:
i) Aparentemente haya sido emitido por un transportista designado o su agente, y que
ii) Indique el despacho de las mercancías, o que se han tomado a cargo que se han embarcado, según el caso, y que
iii) Consista en el juego completo de originales entregados al consignatario si se emitió en más de un original, y que
¡v) Cumpla con todas las demás estipulaciones del crédito;
b) Sujeto a lo anteriormente mencionado y salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos NO rechazarán un documento de
transporte que:
i) Lleve un título tal, como "Conocimiento de Transporte Combinado” (Combined Transpon Bill of Lading),
“Documento de Transporte Combinado" (Combined Transpon Document), "Conocimiento de Transporte
Combinado o de Embarque Puerto a Puerto" (Combined Transpon Bill of Lading or Port-to-Port Bill of
Lading o cualquier título o combinación de títulos con significado o efectos similares, y/o
ii) Indique algunas o todas las condiciones del transporte, haciendo referencia a una fuente o a un documento diferente del
documento de transporte mismo (documento de transporte Short form (abreviado) o con el dorso en blanco, y/o
iii) Indique un lugar de toma a cargo de la mercancía, diferente del puerto de embarque, y/o un lugar de destino final diferente
del puerto de desembarque, y/o
iv) Se refiere a cargamentos, tales como en contenedores (containers en plataformas de madera (palléis) o similares, y/o
v) Contenga la indicación "previsto" (intended) o un término similar relacionado con el buque u otro medio de transporte,
y/o el puerto de embarque y/o desembarque;
c) Salvo estipulación contraria en el crédito, en el caso de transporte por vía marítima o por más de un rnedio de transporte pero
incluyendo un transporte por vía marítima, los bancos rechazarán un documento de transporte que:
i) Indique que está sujeto a un contrato de flctamento (charter party) y/o
ii) Indique que el buque que hará el transporte es impulsado solo por velas; y
d) Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos rechazaran un documento de transporte emitido por un despachador de carga a
112 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

menos que sea un Conocimiento de Transporte Combinado FIATA, aprobado por la Cámara de Comercio Internacional, o a menos
que sea emitido por un despachador de carga actuando en calidad de transportista o de agente de un transportista designado.

Artículo 26. Conocimiento Marítimo. Si un crédito que exige un documento de transporte


estipula como tal un conocimiento de embarque marítimo:
a) Los bancos aceptarán, salvo estipulación contraria en el crédito, un documento de transporte que:
i) Anarcntrmenl* hava sidn emitido nnr tin traiunnrtUta dp?ign»dn n nnr sil agente:
ii) Indique que la mercancía ha sido embarcada o colocada a bordo de un buque designado, y
iii) Consiste en el juego completo de originales entregado al consignatario, si se emitió en más de
un original, y !
iv) Cumpla con todas las demás estipulaciones del crédito;
b) Sujeto a lo arriba mencionado y salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos NO rechazarán un documento que:
i) Lleve un título, tal como "Conocimiento de Transporte Combinado" (Combined Transpon Bill of Lading)
"Documento de Transporte Combinado” (Combined Transpon Document) "Conocimiento de Transporte
Combinado o de Embarque Puerto a Puerto” (Combined Transpon Bill of Lading or P on-to-Port Bill of
Lading), o cualquier título o combinación de títulos con significado y/o efecto similares, y/o
ii) Indique algunas o todas las condiciones del transporte haciendo referencia a una fuente o a un documento diferente del
documento de transporte mismo (documento de transporte) Shonform (abreviado) y con el dorso en blanco), y/o ¡
iii) Indique un lugar de loma a cargo de la mercancía diferente del puerto de embarque y/o un
lugar de destino final diferente del puerto de desembarque, y/o !
I
I
iv) Se refiere a cargamentos, tales como en contenedores (comainers), en plataformas de madera (palléis), o similares;
c) Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos rechazarán un documento que:
i) Indique que está sujeto a un contrato de fletamento (charter pariy), y/o
ii) Indique que el buque que hará el transporte es impulsado solo por velas, y/o
iii) Contenga la indicación “previsto" (intended) o un término similar relacionado con:
El buque y/o el puerto de embarque - a menos que dicho documento lleve una anotación de a bordo, de acuerdo con las disposiciones
del Articulo 27 (b) e indique asimismo, el puerto de embarque real, y/o
El puerto de desembarque • a menos que el lugar de destino final indicado en el documento sea diferente del puerto de
desembarque, y/o
iv) Sea emitido por un despachador a menos que se indique que es emitido por dicho despachador actuando en calidad de transportista
o agente del transportista designado.

Artículo 27. A Bordo.


a) A menos que el crédito exija expresamente un documento de transporte a bordo, o que el documento presentado sea inconsistente con otras
estipulaciones del crédito o con el Artículo 26, los bancos aceptarán un documento de transporte que indique que la mercancía ha sido
tomada a cargo o recibida para embarque; y
b) El embarque o la puesta a bordo de un buque se puede demostrar mediante un documeÁto v de transporte que contenga
textualmente la indicación de puesta a bordo de un buque designado o de embarque designado, o, en el caso de un documento de
transporte que diga: “Recibido para Embarque" (Receivcd for Slüpment) mediante una anotación de puesta
a bordo sobre el documento de transporte, firmada, o rubricada y fechada por el transportista osuagente. La fecha de esta a notación se
considerará como la fecha de la puestaa bohío ■ o del embarque en el buque designado. ‘ '*

Artículo 28. Sobre Cubierta.


a) En e 1 c aso d e t ransporte p or m ar, o p or m ás d e un medio d e t ransporte p ero i ncluyendo e I marítimo, los bancos rechazarán un
documento de transporte en el que se indique que la mercancía ha sido o será cargada sobre cubierta, a menos que el crédito lo autorice
específicamente; y
b) Les bar.ccs NO rechazarán un ú ocumento de transporte que contenga una indicación según la cual la mercancía puede ser transportada
sobre cubierta, siempre y cuando no se diga específicamente que las mercancías han sido o serán cargadas sobre cubierta.

Artículo 29. Transbordo


René Arturo Villegas Lara 113

a) Para los propósitos de este Artículo, se entenderá por “transbordo” la transferencia y el reembarque durante el curso del transporte entre el
puerto de embarque, o el lugar de despacho, o donde se tomó a cargo la mercancía, y el puerto de desembarque, o el lugar de destino, bien
sea de un buque a otro buque, o de un medio de transporte a otro de la misma especie, bien sea de un medio de transporte a otro distinto;
b) A menos que el transbordo esté prohibido por los términos del crédito, los bancos aceptarán documentos de transporte que indiquen que la
mercancía será objeto de transbordo, siempre y cuando el transporte completo esté cubierto por un sólo y único documento de transporte;
c) Aun cuando el transbordo esté prohibido por los términos del crédito, los bancos aceptarán documentos de transporte que:
i) contengan cláusulas impresas que indiquen que el transportista tiene el derecho de transbordar o
ii) establezcan o indiquen que el transbordo se llevará a cabo o podrá llevarse a cabo, cuando el crédito estipule un documento de transporte
combinado, o indique el transporte del lugar de donde se tomará a cargo la mercancía a un lugar de destino final, por diferen tes medios de
transporte, incluido el transporte por vía marítima, siempre y cuando el transporte completo esté cubierto por un sólo y único documento de
transporte, o
iii) establezcan o indiquen que las mercancías se encuentran en contenedor(es). remolquc(s), barcaza(s) LASH, y/o similares y se transportarán
desde el lugar de la toma a cargo hasta el lugar de destino final, en el(los) mismo(s) contenedor(es), barcaza(s) LASH, y similares, cubiertos
por uno sólo y el mismo documento de transporte; y
iv) establezcan o indiquen el lugar de recibo a cargo y/o de destino final como “C.F.S." (Estación de Flete Contenedor) o "C.Y.” (Almacén de
Contenedores) en el, o junto al puerto de cargue y/o el puerto de destino.

Artículo 30. Envío Postal. Si el crédito estipula el despacho de las mercancías por correo y requiere un recibo postal o un certificado de
despacho por correo, los bancos aceptarán este recibo o certificado postal, si aparece sellado o autenticado de cualquier otra manera y fechado en el lugar
desde donde el crédito estipule que las mercancías se deben despachar.

Artículo 31. Flete, etc.:


a) Salvo estipulación contraria en el crédito o que uno de los documentos presentados en virtud del crédito implique lo contrario, los bancos aceptarán
los documentos de transporte que indiquen que el flete o los gastos de transporte (en adelante simplemente llamados "flete"), deben aun ser
pagados;
b) Si un crédito estipula que el documento de transporte debe indicar que el flete ha sido pagado, o pagado por anticipado, los bancos aceptarán un
documento de transporte en el cual se mencione claramente el pago, o el pago anticipado del flete, bien sea mediante un sello o de otra manera, o en
e! cual se indique por otros medios el pago de! flete;
c) Las palabras "Flete pagadero por anticipado” (FreightPrepayable) "Flete a pagar por anticipado” (Freight to be Prepaid), y otras con
significado similar que aparezcan en los documentos de transporte, no se consiúeiaián como prueba del pago del flete; y
d) Los bancos aceptarán documentos de transporte que hagan mención, por medio de un sello o de otra manera, de costos adicionales al flete, tales
como gastos o desembolsos en que se ha incurrido en razón de operaciones de cargue, descargue o similares, a menos que las condiciones del crédito
prohíban específicamente tales menciones.

Artículo 32. Carga y Cuenta de los Cargadores. Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos aceptarán documentos de transporte
que incluyan en su anverso menciones, tales como ‘‘Carga y Cuenta del Cargador" (Shipper Load and Count), o "Dice Contener según el Cargador"
(Said by Shipper to Contain), o alguna de efecto similar.

Artículo33. Tercer Despachador. Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos aceptarán documentos de transporte que indiquen como
consignataria de las mercancías una persona diferente del beneficio del crédito.

Artículo 34. Documento de Transporte Limpio:


a) Un documento de transporte limpio es un documento que no contiene cláusulas o anotaciones sobreañadidas que hagan constar exp resamente el
estado defectuoso de las mercancías y/o del embalaje;
b) Los bancos rechazarán los documentos de transporte que contengan tales cláusulas o anotaciones, salvo que el crédito estipule
expresamente las cláusulas o anotaciones que se puedan aceptar; y
c) Los bancos considerarán que un documento de transporte con la cláusula “Limpio a Bordo” (Clean on Roard), cumple con este
requisito si tal documento de transporte respeta las disposiciones del presente Artículo y del Artículo 27 (b).

D-2. Documentos de Seguro

Artículo 35. Tipos de Documentos:


114 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

a) Los documentos de seguro deberán ser los indicados en elcréditoy emitidos y/osuscritos por compañías de seguros o aseguradores
(undenvriters) o por sus agentes; y
b) No se aceptarán las notas de coberturas (Cover Notes) emitidas por corredores a menos que el crédito lo autorice expresamente.

Artículo 36. Fecha de Iniciación de la Cobertura Salvo estipulación contraria en el crédito, o a menos que aparezca en
el(los) documento(s) de seguro(s) que la cobertura será efectiva a más tardar a partir de la fecha de embarque o de despacho, o de toma a cargo de
las mercancías, los bancos rechazarán documentos de seguro presentados que tengan una fecha posterior a la fecha de embarque o
de despacho o de toma a cargo de las mercancías indicadas en el(los) documento(s) de transporte.

Artículo 37. Valor de la Cobertura:


a) Salvo que el crédito contenga instrucciones en contrario los documentos de seguro deberán expresarse en la misma moneda del crédito; y
b) Salvo estipulación contraria en el crédito el valor mínimo por el cual el documento de seguro debe indicar que el seguro ha sido suscrito, es el
valor CIF (Costo, Seguro, Flete.
. . “Puerto de Destino Convenido”) o CiP (Flete/ Porte y Seguro Pagados hasta “Punto de Destino Convenido”) de las mercancías, según
el caso, aumentado en un 10%. Sin embargo, si ios bancos «o pueden determinar ei valor CIF o CIP, según el caso, por los
documentos presentados, aceptarán como dicho valor mínimo el valor por el cual se pide el pago, la aceptación o la negociación
del crédito, o el valor de la factura comercial, eligiendo entre ambos el que fuere mayor.

Artículo 3$. Riesgos Cubiertos:


a) Los créditos deberán indicar el tipo de seguro que se requiere y si fuere el caso, los riesgos adicionales que deba cubrir. No se deberá utilizar
términos imprecisos, tales como “Riesgos Habituales” (Usual Risks), o “Riesgos Corrientes" (Customary Risks);si fueran utilizados,
los bancos aceptarán los documentos de seguro, tal como les sean presentados, sin asumir ninguna responsabilidad por cualquier riesgo no
cubierto por los mismos; y
b) A falta de instrucciones específicas en el crédito, los bancos aceptarán los documentos de secura, tal como les sean presentados, sin asumir
ninguna responsabilidad por cualquier riesgo no cubierto.

Artículo 39. Todo Riesgo. Cuando un crédito estipule “Seguro Contra Todo Riesgo” (Insurance Against All Risks), los bancos
aceptarán un documento de seguro que contenga cualquier cláusula o anotación "Todo Riesgo" (AII Risks) independientemente de que su título sea o no
“Todo Riesgo” (All Risks) y aun si indica que ciertos riesgos quedan excluidos, sin asumir ninguna responsabilidad por cualquier riesgo(s) que no
sea(n) cubierto(s).

Artículo 40. Franquicia/Deducible. Los bancos aceptarán un documento de seguro que indique que la cobertura queda sujeta a una
franquicia o a un exceso (deducible), a menos que se indique expresamente en el crédito que el seguro debe expedirse sin considerar ningún porcentaje.

D-3.Factura Comercial

Artículo 41. Valor/Descripción de las Mercancías.


a) , Salvo estipulación contraria en el crédito, las facturas comerciales deben expedir a nombre
del ordenante del crédito;
b) Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos pueden rechazar las facturas comerciales expedidas por un valor superior al valor permitido por
el crédito. Sin embargo, si un banco, autorizado a pagar, o a comprometerse a efectuar un pago diferido, o a aceptar, o a neg ociaren virtud de un
crédito, acepta tales facturas, su decisión comprometerá todas las partes, siempre y cuando dicho banco no haya pagado, o no se haya comprometido a
efectuar un pago diferido, o no haya aceptado o negociado por un valor superior al importe permitido por el crédito; y
c) La descripción de las mercancías que aparezcan en la factura comercial debe corresponder a su descripción en el crédito. En todos los demás
documentos se podrá describir las mercancías en términos generales, siempre y cuando no sean incompatibles con la descripción de las mismas en el
crédito.

D-4.0 tros Documentos

Artículo 42. Certificado de Peso. Si un crédito exige confirmación o certificación de peso en el caso de transporte no marítimo, los bancos
aceptarán la colocación de un sello de pasaje o cualquier otra declaración de peso que parezca haber sido colocada en el documento de transporte por el
René Arturo Villegas Lara 115

transportista o por su agente, a menos que el crédito estipule específicamente que la confirmación o certificación de peso debe ser objeto de un documento
separado.

E. Disposiciones V arias

Artículo 43. Cantidad y Valor. Tolerancias:


a) Las expresiones “Alrededor de" (About), “Aproximadamente" (Crica), u otras similares que se empleen en relación al valor del crédito, a la
cantidad o al precio unitario declarado en el crédito, deben interpretarse en el sentido de que permiten una diferencia hasta del 10% en exceso o en
defecto sobre el valor, la cantidad o el precio unitario a las cuales se refieren; y
b) A menos que el crédito disponga que la cantidad de las mercancías especificadas no debe ser superada o disminuida, será tolerable una diferencia
del 5% en exceso o en defecto, aun si los embarques parciales no están autorizados, siempre y cuando el valor total del despacho no exceda el valor
total del crédito. Esta tolerancia no es aplicable cuando el crédito estipula la cantidad en términos de un número determinado de unidades de
embalaje o de partidas individualizadas.
Artículo 4 4. Utilizaciones y/o Embarques Parciales:
a) Están permitidas las utilizaciones y/o despachos parciales, salvo que el crédito disponga de otra manera;
b) No se considerarán como embarques parciales, los marítimos o los que se hagan por más de un medio de transpone pero incluyendo el transporte
marítimo, realizados en el mismo buque y para el mismo viaje, aunque los documentos de transporte que indiquen la carga a bordo tengan fechas
diferentes de expedición y/o indiquen diferentes puertos de embarque;
c) No se considerarán como embarques parciales, los que se hagan por correo, si los recibos de correo o los certificados postales aparecen sellados, o
autenticados de otra manera y en el lugar donde el crédito estipula que se deben despachar las mercancías, y en la misma fecha; y
d) No se considerarán como despachos parciales, los que se hagan por medio de transportes diferentes de los descritos en los párrafos (b) y (c) del
presente Artículo, a condición de que les documentos de transporte sean emitidos por el mismo transportista o por su agente y de que indiquen la
misma fecha de emisión, el mismo lugar de despacho o de toma a cargo de las mercancías y el mismo destino.

Artículo 45. Utilizaciones y/o Despachos Fraccionados. Si se estipulan en el crédito


utilizaciones y/o despachos fraccionados en períodos determinados y no se utiliza y/ó despacha
alguna fracción en el período autorizado para esta fracción, cesa la disponibilidad del crédito
para esta fracción y para todas las subsiguientes, salvo que el crédito lo disponga de otra manera.

E-l. Fecha de Vencimiento y Presentación

Artículo 46. Fecha de Vencimiento:


a) Todo crédito debe indicar una fecha última de vencimiento para la presentación de los documentos para el pago, la aceptación o la negociación;
b) Excepto lo dispuesto en el Artículo 48 (a), los documentos deben ser presentados a más tardar en la fecha última de vencimiento; y
c) Si un banco emisor indica que el crédito estará disponible “por un mes’ 1, "por seis meses",
o d e m añera s imilar, p ero n o precisa I a f echa en q ue c omenzará a correr e I p lazo, 1 a f echa de emisión de! crédito pur ei banco emisor se
considerará como el primer día a partir del cual empezará a correr dicho plazo. Los bancos deberán desestimular la práctica de señalar de esta manera la fecha
de vencimiento del crédito.
Artículo 47. Fecha de Presentación /Fecha de Emisión:
a) Además de estipular una fecha última para la presentación de los documentos, todo crédito que exija uno o más documentos de transporte deberá
también estipular un período de tiempo, expresamente definido, contado a partir de la fecha de emisión del o de los documento s de transporte,
dentro del cual debe efectuarse la presentación de los documentos para el pago, la aceptación o la negociación. Si no se especifica este período, los
bancos rechazarán los documentos que se les presenten con un retardo de más de 21 días contados a partir de la fecha de emisión del o de los
documentos de transporte. Sin embargo, en todo caso, los documentos no podrán ser presentados después de la fecha de vencimiento del crédito;
b) Para los fines de los presentes Artículos se considerará como fecha de emisión del o de los documentos de transporte:
i) En el caso de un documento de transporte que pruebe el despacho, o la toma a cargo, o de la recepción de mercancías para su despacho por
un medio de transporte diferente al aéreo —la fecha de emisión que indique el documento de transporte o la fecha del sello de recibo que
aparezca en el mismo, si esta última es posterior;
ii) En el caso de un documento de transporte que pruebe el transporte aéreo -la fecha de emisión que indique ese documento, o, si el crédito
estipula que el documento de transporte debe indicar la fecha real de vuelo, que indique el documento de transporte;
iii) En el caso de un documento de transporte que pruebe el embarque que a bordo de un buque expresamente identificado • la fecha de
emisión del documento de transporte o, en el caso de una anotación a bordo, conforme el Artículo 27 (b), la fecha de esta anotación; y
116 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

iv) En los casos en que se aplique el Artículo 44 (b), la fecha, tal como acaba de determinarse, del último documento de transporte emitido.

Artículo 48. Extensión del plazo de Presentación.


a) Si la fecha de vencimiento del crédito y/o el último día de! plazo para la presentación de los documentos, contado a partir de la fecha de emisión del
o de los documento(s) de transporte estipulados en el crédito o determinado en viitud del Artículo 47, coincide con un día en el cual está cerrado el
banco al que deban ser presentados, por razones diferentes de las citada: en el Artículo 19, la fecha de vencimiento y/o el ú ltimo día del plazo para
la presentación de los documentos a partir de la fecha de emisión del o de los documentos de transporte, según sea el caso, quedará prorrogada
hasta el primer día hábil siguiente en el que dicho banco este abierto;
b) La fecha límite de embarque, o de despacho, o de toma a cargo no se prorrogará porque se prorrogue la fecha de vencimiento del crédito, y/o del
phzo de presentación de los documentos contados a partir de la fecha de emisión del o de los documentos de transporte, y en v irtud de lo previsto
en este Artículo. Si en el crédito o en cualquiera de sus modificaciones no se estipula esta fecha límite de embarque, los bancos rechazarán los
documentos de transporte que indiquen una fecha de emisión posterior a la fecha de vencimiento estipulada para el crédito o sus modificaciones; y
c) El banco al cual son presentados los documentos el primer día hábil siguiente, deberá agregar a los documentos la certificación expresa de que
fueron presentados dentro de la prorroga del término de vencimiento según ei Artículo 48 (a) ue las Reglas y Usos Uniformes Relativos a los
Créditos Documéntanos, Revisión 1983, Publicación de la Cárn 2ra de Comercio Internacional, C.C.I., No. 400.

Artículo 4 9. Presentación en el Horario del íc-nco Los bancos no estarán obligados a aceptar la presentación de los documentos fuera
de su horaro d-* atención al público.

Artículo SO. Carga a Bordo, Despacho. Toma a Cargo {Embarque):


a) Salvo estipulación coutraria en el crédito, la palabra “EMBARQUE" utilizada para determinar la fecha más próxima y/o la fecha límite de
"EMBARQUE", se entenderá que incluye las expresiones "Carga a Bordo" (Loading on Doard), “Despacho” (Dispatch), "Toma a Cargo”
{Taking Charge):
b) La fecha ue emisión del documento de transporte determinado según el Artículo 47 (b), será considerada como la fecha de EMBARQUE;
c) No se deberán utilizar expresiones, tales corm* ‘'Pronto" (Prompt), “Inmediatamente" (Inmedíately), “Tan Pronto como Fuere Posible" (As
soon as Possible). Pero si se las utilizare, los bancos las interpretarán como una exigencia para que el embarque se efectúe dentro de un
término de 30 días contados a partir de la fecha de emisión del crédito por el banco emisor; y
d) Si se usaren expresiones como “El. .(On), o “Alrededor del. . (About) o similares, los bancos las interpretarán como la exigencia de que el
embarque se haga durante el período comprendido entre los cinco días anteriores y los cinco días posteriores a la fecha indicada, incluido en
ambos casos el último día límite.

Artículo 51. Términos Referentes a Fechas. Las palabras “Al" (To), “Hasta" (Unlil) "Hasta el” (Till) "Desde" (From) y
expresiones similares que empleen para definir cualquier fecha límite en el crédito se entenderán que incluyen la fecha indicada. La palabra “Después
Del” (After) se entenderá que excluye la fecha indicada.

Artículo 52. Se entenderá que las expresiones “Primera Mitad" (First HalJ), o "Segunda Mitad" (Second Half) de un mes, comprenden
respectivamente desde el primero hasta el quince inclusive y desde el dieciséis hasta el último de cada mes, inclusive.

Artículo 53. Se entenderá que las expresiones "A Comienzos" (Beginning) “A Mediados” (Middle) o "A Finales” (End) del mes
comprenden, respectivamente, desde el primero hasta el diez inclusive, desde el once hasta el veinte inclusive y desde el veintiuno hasta el último día de
cada mes, inclusive.

F. Transferencia

Artículo 5 4. Crédito Transferible:


a) Un crédito transferible es un crédito en virtud del cual el beneficiario tiene el derecho de exigir al banco encargado de efectuar el pago o la
aceptación, o a cualquier otro banco habilitado para efectuar la negación, que haga el crédito disponible total o parcialmente a una o varias otras
parles (segundos beneficiarios);
b) Solamente puede ser transferible un crédito si es calificado expresamente como “Trans- fcrible" (Transferible) por el banco emisor. Términos
tales como "Divisible” (Divisible) "Fraccionable" (Fractionable), "Cesible” (Assignable) y "Transmisible"
(Transmissible) no agregan nada al sentido del término "Transferible" (Transferible) y no deberán ser empleados;
c) El banco requerido para efectuar la transferencia (banco transferente), sea que haya o no confirmado el crédito, no tendrá ninguna obligación de
René Arturo Villegas Lara 117

efectuar tal transferencia sino dentro de los límites y en la forma expresamente consentidos por dicho banco;
d) Salvo estipulación en contrario, los cargos bancarios respecto a las transferencias son pagaderos por el primer beneficiario. El banco transferente no
estará obligado a efectuar la transferencia hasta tanto no se le paguen dichos cargos;
c) Un crédito transferible puede ser transferible solamente una vez. Se pueden transferir por separado fracciones de un crédito transferible (que no
excedan en total el valor del crédito) a condición de que no estén prohibidos los embarques parciales y el conjunto de tales transferencias se
considerará que constituye una sola transferencia del crédito. El crédito solamente puede transferirse en los términos y condiciones especificados
en el crédito original, con la excepción dei valor del crédito, de cualquier precio unitario indicado en el mismo, del periodo de validez, de la fecha
límite para la presentación de los documentos según el artículo 47 y del plazo para el embarque, qu: pueden reducirse, o del porcentaje por el cual
se debe efectuar la cobertura del seguro, que puede aumentarse de tal manera que proporcione el valor de la cobertura estipulada en el crédito
original o en los presentes Artículos. Además, el nombre del primer beneficiario puede ser sustituido por el del ordenante del crédito, pero si
según el crédito original, el nombre del ordenante debe aparecer en cualquier documento distinto de la factura, esta exigencia debe respetarse;
f) El primer beneficiario tiene el derecho de sustituir sus propias facturas (y letras de cambio si el crédito estipula que se giren letras a cargo del
ordenante) a cambio de las del segundo beneficiario, por valores que no excedan el valor original estipulado en el crédito y por los precios unitarios
originales, si estuvieren estipulados en el crédito y en los casos de semejante sustitución de facturas (y letras de cambio), el primer beneficiario
puede cobrar en virtud del crédito la diferencia, si la hubiere, entre sus propias facturas y las del segundo beneficiario. Cuando se haya transferido
un crédito y el primer beneficiario deba suministrar sus propias facturas (y letras) del segundo beneficiario, y deje de hacerlo al primer
requerimiento, el banco llamado a efectuar el pago, la aceptación o la negociación, tiene el derecho de remitir al banco emisor los documentos
recibidos en virtud del crédito, incluidas las facturas (y letras) del segundo beneficiario, y sin incurrir en responsabilidad frente al primer
beneficiario; y
g) Salvo que esté de otra manera estipulado en el crédito, el primer beneficiario de un crédito transferible a un segundo beneficiario, en el mismo país
o en otro país. Además, salvo que esté de otra manera estipulado en el crédito, el primer beneficiario tendrá el derecho de pedir que el pago o la
negociación, se efectúe al segundo beneficiario en la plaza donde el crédito ha sido transferido, hasta la fecha de vencimiento del crédito original,
ese día inclusive, y sin perjuicio del derecho del primer beneficiario de sustituir en seguida sus propias facturas y letras (si las hubiere) por las del
segundo beneficiario y de reclamar cualquier diferencia que le sea debida.

Artículo 55. Cesión del Producto del Crédito. El hecho de que un crédito no se establezca como transferible, no afectará el derecho del
beneficiario de ceder cualquier producto del crédito que haya obtenido o pueda obtener en virtud de dicho crédito, de acuerdo con las disposiciones de la
ley aplicable.

CONTRATOS DE SERVICIO Y DE
COLABORACIÓN EMPRESARIAL
r,

í
'•

'
CAPÍTULO DÉCIMO CUARTO EL FIDEICOMISO

l. ANTECEDENTES

El negocio jurídico denominado Fideicomiso, aunque su origen no es reciente, constituye en


la actualidad una institución que sirve para conseguir diversos objetivos. No existe unanimidad en
la doctrina para indicar cuál es el antecedente directo del fideicomiso que se practica en los países
de derecho latino. Unos lo encuentran en el antiguo Derecho romano, mientras otros, en el Derecho
anglosajón.
En el Derecho romano antiguo se señalan como negocios fiduciarios el llamado
fideicommissum, que era un acto por el cual el tpstador transmitía sus bienes a un heredero que a
su vez adquiría la obligación de transmitirlos a un tercero. Esto obedecía al hecho de que este
tercero, por limitaciones en su capacidad de adquirir, no podía aparecer como parte en un contrato
de enajenación. El acto se basaba en la confianza que existía entre las partes, de ahí que el mismo
nombre del negocio se forme del latín fides que significa fe y commissus que indica comisión. El
negocio estuvo en principio fuera de las normas vigentes del Derecho romano; pero al irse
asentando como práctica jurídica y presentarse conflictos de intereses debido al incumplimiento de
la comisión, se instituyo el funcionamiento de un Pretor específico para velar por la efecth idad del
fideicommissum. Existieron también los llamados pactos fiduciarios que se basaban siempre en la
confianza entre las partes, con la diferencia de que eran realizados entre vivos, ¡.afiducia cumers
dilore, era un pacto por el que se transmitía un bien para garantizar una obligación; si ésta
120 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

no se cumplía, el bien podía ser retenido o vendido para pagar la deuda. Por su lado, la fiducia
cum amico permitía trasladar el dominio sobre un bien, en forma parecida al depósito o el
comodato, con el fin de que fuera devuelto oportunamente. Por lo regular se recurría a este pacto
cuando se temía perder la propiedad por disposiciones del poder público. Como vemos, la forma
testamentaria de constituir el fideicomiso de garantía o el de administración, encuentran sus raíces
en esos pactos que vienen desde el Derecho romano.
En el Derecho anglosajón se ha conocido el negocio denominado Trust, considerado como el
antecedente más directo del fideicomiso que se practica en Latinoamérica, incluyendo el de
Guatemala. El trust no debe ser confundido con lo que significa desde la perspectiva de la ciencia
económica; no se trata de una concentración de empresas con finalidad monopolística. Trust para
los efectos del estudio del fideicomiso, significa un negocio que, basado en la buena fe, da como
resultado la transferencia de un bien en beneficio de un tercero. El Instituto de Derecho
Norteamericano ha definido al trust como una relación fiduciaria relativa a bienes, que obliga a la
persona que los detenta a deberes de equidad para administrarlos en beneficio de otra, y que nac e
como resultado de una manifestación de la intención para crearlo. Esta concepción 110 ha sido
aceptada en forma unánime; es por eso que el maestro mexicano Rodolfo Baliza 10 considera más
gráfica la que da Richard Powell:
"La idea del trust es esencialmente simple y conforme a ella una persona posee en calidad
de dueño y administra bienes determinados para el beneficio económico de otra" 1.
Este concepto operacional nos permite situar al trust como antecedente de nuestro
fideicomiso.
El fideicomiso surgió en Guatemala con la Constitución de 1945; posteriormente se legisló en
forma ordinaria sobre el mismo y se le situó en el Decreto Ley 106, Código civil. Al emitirse el
Decreto 2-70 del Congreso, Código de comercio, se le trasladó al terreno mercantil por considerar
que es un negocio bancario; por lo mismo, del Derecho mercantil. El argumento es aceptable; pero,
debe recordarse que el fideicomiso encierra una modalidad de propiedad que se sale de los
esquemas tradicionales; y si bien su régimen en general es conveniente que figure en el Código de
comercio, también es necesario que en el Código civil figuren normas que delimiten esta modalidad
especial de propiedad cuyos alcances veremos más adelante.

10 Ver: Rodolfo Baliza, El trust Angloamericano y el Fideicomiso I/ninoamcricano. Boletín del Instituto
Centroamericano de Derecho Comparado. Nos. 3-4, p. 83, Tegucigalpa, 1964.
2 Ibid.
René Arturo Villegas Lara 121

2. CONCEPTO DE FIDEICOMISO

Del contenido del Código de comercio de Guatemala —artículos 766 y 793 inclusive—
podemos decir que el fideicomiso es un negocio jurídico por el que una persona llamada
fideicomitente, transmite bienes a otra llamada fiduciario, con fines específicos y en beneficio de un
tercero llamado fideicomisario.
Al formular el anterior concepto, usamos los términos "negocio jurídico" por ser más genérico,
ya que el fideicomiso se puede constituir por testamento o por contrato.

3. CARACTERÍSTICAS DEL FIDEICOMISO

Siguiendo nuestro sistema de exposición, señalamos las características qtfe


son conocidas conceptualmente y explicamos las que a nuestro juicio ameritan
una mayor atención:
a) Es un negocio que puede presentarse como acto unilateral (por testamento) o como acto
bilateral (por contrato); -y
b) Es un negocio oneroso. Esta característica deviene de la misma naturaleza mercantil del
fideicomiso y se confirma en el artículo 793 del Código de comercio, en donde se prescribe que
el fiduciario tiene derecho a honorarios en compensación por sus servicios, los que serán por
cuenta del fideicomitente, del fideicomisario y de ambos a la vez. Para tal efecto, el fiduciario
tiene preferencia frente a otros acreedores en resguardo de su derecho;
c) Es un negocio nominado legislativamente;
d) Es un negocio típico mercantil;
e) Es formal ad. solemnitatem. Debe constar necesariamente en escritura pública en las dos
formas de presentarse la constitución. La ausencia de esa formalidad, hace inexistente el
vínculo;5
f) Es de tracto sucesivo porque la consumación del negocio se prolonga en el tiempo. Así el
artículo 787 inciso 7o. del Código de comercio establece que el fideicomiso tiene un plazo
máximo de 25 años, salvo que se pacte en favor de un incapaz, enfermo incurable o institución
de asistencia social, en donde no opera dicho límite. Puede suceder que en el instrumento se
establezca un límite mayor; en esa circunstancia el vínculo negocial existe, pero el plazo se
reduce al límite legal; y
g) Es consensual cuando se formaliza mediante contrato. Esta característica no tiene razón de ser
cuando proviene de una declaración unilateral de voluntad.

4. ELEMENTOS PERSONALES

Dada la especialidad de este negocio, vamos a exponer el status jurídico de cada uno de los
sujetos que en el intervienen: Fideicomitenle, Fiduciario y Fideicomisario.

4.1 FIDEICOMITENTE
122 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
Es la persona que mediante testamento o contrato, transfiere bienes con un fin específico. La
declaración de voluntad la puede hacer por sí o por medio de apoderado con facultades especiales
para constituir fideicomisos. Como es un acto de disposición patrimonial, la ley exige que el
fideicomitente tenga capacidad para enajenar. En el caso de los menores, incapaces y ausentes, sus
representantes legales pueden constituir fideicomisos por sus representados, siempre que medie
autorización judicial.

4.2 FIDUCIARIO

A quien se le confían los bienes fideicometidos y se le encarga darles el destino que se previo
en el instrumento constitutivo, se le llama fiduciario. Únicamente los bancos o instituciones de
crédito autorizadas por la Junta Monetaria, pueden desempeñarse como fiduciarios. 11 En el caso de
los bancos, actuar como fiduciarios significa una operación neutra que reporta beneficios en concepto
de honorarios. El fiduciario nunca puede tener la calidad de fideicomisario del fideicomiso en que
intervenga como tal. Cuando el fideicomiso se organiza mediante contrato, la figura del fiduciario
aparece suscribiendo el contrato, según lo convenido en la policitación del negocio. Pero, cuando es
por testamento, puede suceder que se omita quien va a tener esa calidad. En este caso la ley establece
que el juez competente, a propuesta del fideicomisario o por iniciativa judicial, si no recibiere
respuesta, hará la designación correspondiente. Pueden también existir varias personas como
fiduciarios, quienes actuarán conjunta o sucesivamente según lo previsto en el instrumento
constitutivo. A nuestro juicio, lo que no pueden es actuar aisladamente.
Como el servicio del banco o de la Institución de crédito no es gratuito, el fiduciario tiene los
siguientes derechos: ejercitar las facultades y efectuar las erogaciones necesarias para el
cumplimiento del fideicomiso, con las limitaciones que le imponga la ley o el instrumento
constitutivo; accionar en defensa de los bienes fideicometidos, otorgar mandatos especiales, con
representación, delegando su actuación como fiduciario; y, percibir la remuneración que le
corresponda por el servicio que presta, la que podrá deducirse de los ingresos del fideicomiso y con
preferencia sobre otros acreedores. Como consecuencia de esos derechos se le atribuyen las
siguientes obligaciones: ejecutar el fideicomiso de acuerdo a la voluntad de quien lo instituyó;
desempeñarse con diligencia y no renunciar al cargo sino por causa grave calificada por Juez de
Primera Instancia; tomar posesión de los bienes fideicometidos y velar por su conservación y
seguridad; y, llevar control contable del fideicomiso, por separado de los demás negocios que se
atienden, debiéndose rendir cuentas del mismo por lo menos una vez por año o cuando sea
requerido por el fideicomitente o el fideicomisario.
El fiduciario puede ser removido de su cargo si incumple las obligaciones antes detalladas.
Asimismo, procede la remoción si surgen intereses antagónicos entre el fiduciario y el
fideicomisario. La remoción del fiduciario no significa el fin del fideicomiso, a menos que resulte
insustituible según las circunstancias estipuladas en el instrumento constitutivo.

4.3 FIDEICOMISARIO
La persona que resulta beneficiada con motivo de la ejecución del fideicomiso, se le denomina

11 Conforme la Ley del Mercado de Valores, cuando el fideicomiso es de inversión, la función puede delegarse en un agente de Bolsa.
René Arturo Villegas Lara 123

fideicomisario. La ley requiere que tenga capacidad para adquirir dorechos y su designación
puede aparecer en el instrumento constitutivo o por lo menos darse los parámetros que servirán
para determinarlo. Por ejemplo, si se constituyera un fideicomiso para becnr a estudiantes universi-
tarios que por sus notas sobresalientes quisieran continuar una especialización en el exterior, las
calificaciones servirían para determinar a los fideicomisarios definitivos dentro de una carrera, una
universidad, etcétera. El fideicomisario tiene los siguientes derechos: ejercitar los que le confiere la
ley y el instrumento constitutivo; exigir el cumplimiento del Fideicomiso; pedir la remoción del
fiduciario por las causas anteriormente expuestas; impugnar los actos realizados por el fiduciario
con manifiesta mala fe o con infracción de las reglas del fideicomiso, exigiendo la restitución de los
bienes que hubieren salido del patrimonio fideicometido como consecuencia de los actos
impugnados; y, revisar por sí por medio de apoderado, los libros, cuentas y comprobantes sobre las
operaciones del fideicomiso y mandar a practicar auditoría. Ahora bien, como puede suceder que el
fideicomiso este funcionando y no exista aún fideicomisario, mientras éste es designado,
corresponde al Ministerio Público el ejercicio de los derechos apuntados.

5. FORMA DEL FIDEICOMISO

Ha quedado establecido que el fideicomiso puede instituirse por medio de testamento o por
contrato. En ambos casos, por mandato del Código de notariado y del Código de comercio, es
necesaria la escritura pública para que se considere que el vínculo existe como declaración unilateral
o bilateral de voluntad. Si se hace por testamento, el fideicomiso surte efectos hasta que se declara la
legitimidad de aquel, oportunidad en que se hará inventario y avalúo de los bienes para luego
entregarlos al fiduciario, quien interviene en estas diligencias. Cuando se constituye por contrato
debe comparecer el fiduciario y en el mismo se detallan los bienes debidamente justipreciados.
La constitución contractual del fideicomiso puede provenir también de una decisión judicial.
En efecto, la ley faculta al Juez de Primera Instancia para proceder de esa manera si interviniendo en
un juicio o diligencia que tonga que ver con la protección de menores, incapaces o ausentes,
considera que el fideicomiso es la forma apropiada de administrar los bienes de las personas en
dichas situaciones y siempre que la ley lo faculte para nombrarles un administrador. Por esa razón el
fiduciario nombrado tiene la calidad de administrador de bienes, por lo que se trataría de un
fideicomiso de administración.
El fideicomiso instituido por testamento o contrato, afecta a terceros en una u otra forma. En
consecuencia, la ley establece que el negocio surte efectos frente a terceros en la siguiente forma:
a) desde el momento en que se presenta el testimonio de la escritura al Registro
de la propiedad, cuando afecta bienes o derechos registrables;
b) Desde que la traslación se perfeccione de acuerdo con el documento constituti-
vo de la obligación o en virtud de la ley, si se trata de créditos u obligaciones no endosables;
c) Desde la fecha del endoso o registro, según se trate de títulos “a la orden” o “nominativos”, o
bienes muebles sujetos a registro;
d) Desde la fecha de la escritura pública de constitución cuando se trate de bienes no sujetos a
ningún requisito de publicidad registral;
e) Desde que se efectúa la tradición si se tratare de títulos al portador; y
Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
f)124 Desde que se efectúe la publicación de un edicto en el Diario Oficial, notificando a los
interesados si se trata de una empresa industrial, comercial o agrícola.
Los casos anteriores, extraídos del artículo 776 del Código de comercio, merecen un comentario
las literales c) y f). En la c)está repetida la alusión a los muebles sujetos a registro, pues están
previstos en el primer caso. En la f) existe un error conceptual porque la ley no clasifica a las
empresas en agrícolas, comerciales o industriales. Si hay actividad para el mercado, la empresa se
sujeta al Código de comercio, independientemente de que se trate de uña actividad productiva, de
intermediación o transformación de prodútfps' agropecuarios. Por otro lado, si se transmitiera una
empresa por medió de un fideicomiso, debe tomarse en cuenta lo establecido en el artículo 656 del
Código de comercio, ya comentado en su oportunidad. '
Por último, debe tomarse en cuenta con relación a la forma del fideicomiso, que de
conformidad con el artículo 792 del Código de comercio, el documento y la traslación de los bienes al
fiduciario están libres de impuestos; exención que también abarca la devolución de los bienes al
fideicomitente al finalizar el plazo. Sin embargo, no cubre el traspaso de bienes inmuebles al
fideicomisario o a terceros, quienes deberán tributar conforme los impuestos vigentes al momento de
la enajenación, Si se tratare de fideicomisos testamentarios, el impuesto sobre inmuebles se liquidará
atendiendo al grado de parentesco entre el fideicomitente y el fideicomisario, según las reglas de la
Ley de herencias, legados y donaciones.

6. RÉGIMEN DE LOS BIENES FIDEICOMETIDOS

Insistimos en que el fiduciario tiene un poder de disposición sobre los bienes fideicometidos de
naturaleza especial. La especialidad consiste en que únicamente puede realizar los actos que sean
necesarios para cumplir con los fines para los cuales se instituyó. Por ello, y aunque el término carece
de una significación precisa en la doctrina, se prefiere decir "titularidad" para no recurrir al término
"propiedad". El fiduciario entonces, va a desarrollar su función según los términos de la escritura y
de la ley. No puede vender, donar o gravar los bienes si carece de facultades específicas. Si necesita
realizar un acto fuera de su poder, debe solicitar autorización judicial. Si hay extralimi- tación o
abuso de su función, se le puede reclamar daños y perjuicios, pedir su remoción y que se impongan
las sanciones relacionadas con las circunstancias. No obstante, cuando se trata de invertir en valores,
si la escritura no dispone algo en especial, el fiduciario puede adquirir títulos valores creados por el
Estado, entidades públicas, instituciones financieras, bancos o empresas privadas cuya emisión haya
sido calificada de primer orden por la Comisión de Valores.
Los bienes fideicometidos se sustraen a la persecución de los acreedores con el objeto de que se
puedan cumplir los objetivos del negocio, de manera que no puede ser embargada la cuota que
sobre los mismos tenga el fideicomisario, aunque si están afectos los frutos a que tenga derecho,
según el caso, ya que habría que establecer si no están comprendidos dentro de renglones no
embargables que estipulen otras disposiciones legales. Lo que si puede lograrse sobre el patrimonio
fideicometido es una anotación, a fin de que al finalizar el fideicomiso y proceder a devolver o
adjudicar los bienes, se puedan hacer valer las acreedurías; prevención que puede hacerse valer aun
ante bienes no sujetos a registro, haciéndole saber tal circunstancia al fiduciario, quien deberá
extender constancia de enterado y tenerla en cuenta al momento de liquidar el fideicomiso.
René Arturo Villegas Lara 125

7. CLASES DF. FIDEICOMISO

Las clases de fideicomiso no es un problema de legislación. En la doctrina se señalan tantas


clases de fideicomisos como fines se pretende lograr con el. Existe suficiente consenso sobre tres:
Fideicomiso de Garantía, Fideicomiso de Administración y Fideicomiso de Inversión.
Advertimos que esta no es una clasificación absoluta; pero, se aproxima genéricamente a los
diversos propósitos de un fideicomiso en particular.

7.1 FIDEICOMISO DE GARANTÍA

Es el fideicomiso que se instituye para garantizar el cumplimiento de obligaciones,


especialmente crediticias. En este caso suele recaer sobre bienes inmuebles y cumple una función
accesoria a la obligación garantizada. Substituye a la hipoteca y a la prenda porque es más sencillo
el procedimiento para ejecutar la garantía. Este fideicomiso se encuentra previsto en el artículo 791
del Código de comercio, y en el se establece que si hay incumplimiento de la obligación
garantizada, se promueve la venta en pública subasta ante notario para saldar la obligación. El
acreedor puede ser postor, pero no puede adquirirlos por otro procedimiento. El fiduciario no
puede ser el acreedor beneficiado con la garantía.

7.2 FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN

Es aquel en que el fiduciario administra los bienes fideicometidos: otorga contratos de


arrendamiento, cobra rentas, paga impuestos, toma medidas de conservación de los bienes, etcétera,
en beneficio del fideicomisario. Por ejemplo, una persona que no quiere administrar personalmente
sus bienes, en lugar de dárselos a un mandatario, los somete a un fideicomiso de administración, con
un fiduciario solvente y organizado que garantiza la efectividad de los beneficios que va a recibir el
fideicomisario.

7.3 FIDEICOMISO DE INVERSIÓN

Este fideicomiso se da cuando el fideicomitente transfiere bienes destinados a ser invertidos en


ejecución del fideicomiso. Por lo general el fideicomitente es fideicomisario; y el fiduciario se encarga
de conceder préstamos con los bienes fideicometidos, aunque no necesariamente son operaciones de
mutuo las que se van a ejecutar. Estos fideicomisos se han usado en Guatemala para la construcción
de viviendas y son los que, a nuestro juicio, permiten la creación de Certificados Fiduciarios. En
síntesis, por esta modalidad lo que persigue el fideicomitente es encargar al fiduciario operaciones de
inversión con el bien fideicometido, a efecto de obtener una ganancia.
documento privado. 12 También son nulos aquellos en que el beneficio se otorgue a diversas personas
que se irán sustituyendo sucesivamente por fallecimiento del anterior, salvo que la sustitución se
hiciera entre personas vivas o concebidas a la. muerte del fideicomitente. Por ejemplo, que se
instituyera dos fideicomisarios en el entendido de que el primero disfrutará cinco años, y el segundo
otros cinco años en un plazo de diez. La nulidad de la sustitución por muerte ha sido prevista para

12 Siempre que no se trate de modificar un fideicomiso de inversión según la Ley del Mercado de Valores, para substituir al fiduciario.
126 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
evitar la vinculación de bienes.

9. EXTINCIÓN

Nos concretamos en este subtítulo a transcribir los casos en que termina el fideicomiso, tal
como aparecen en el artículo 787 del Código de comercio:
a) Por realizarse el fin para el que fue constituido;
b) Por hacerse imposible su realización;
c) Por haberse realizado la condición resolutoria a que haya quedado sujeto;
d) Por convenio expreso entre fideicomitente y fideicomisario;
e) Por revocatoria cuando el fideicomitente se haya reservado ese derecho en el instrumento
constitutivo;
f) Por renuncia, no aceptación o remoción del fiduciario, si no fuere posible sustituirlo;
g) Por el transcurso del plazo máximo de veinticinco años, salvo que se refiera a la excepción que
establece la ley; y
h) Por sentencia judicial.
En cuanto a la literal g), consideramos que si el plazo establecido en el instrumento es menor
de veinticinco años, es factible prorrogarlo, siempre y cuando no se pase dei límite máximo que
permile la ley.
Al extinguirse el fideicomiso, los bienes se entregarán a la persona que según el documento
constitutivo deba recibirlos; o bien a quien indique la sentencia judicial si fuere el caso. En su
defecto, le serán entregados al fideicomitente o a sus herederos si se extinguió por lo que indica el
articulo 787 en sus numerales 2, 3, 4, 5 y 6; y al fideicomisario si se extinguió por lo indicado en los
numerales 1^7 del mismo artículo. En el caso de la extinción por sentencia judicial, se supone que
ésta indicará la persona a quien deben entregársele los bienes.
CAPÍTULO DÉCIMO QUINTO
CONTRATO DE TRANSPORTE
Antes de entrar en vigencia el actual Código de comercio de Guatentaí£> el contrato de
transporte se encontraba regulado por el Código civil. Pero, con base en las orientaciones de la
doctrina y tomando en cuenta que es '|£inegocio que se desenvuelve con las características más
significativas del tráfitfb comercial —actos en masa y precedidos de una organización
empresarial—, se optó por trasladar su régimen normativo al Libro V del Código de comercio, en
donde se tipifican una serie de contratos considerados como de naturaleza mercantil. Es necesario
apuntar que en el Código civil, el contrato de transporte contaba con menos artículos que los que le
asigna el de comercio; por otro lado, en este el Capítulo que lo describe consta de tres secciones:
a) La primera, que se refiere a las disposiciones generales del contrato de transporte;
b) La segunda, que desarrolla el transporte de personas; y
c) La tercera, que trata del transporte de cosas. Esta sistematización de las normas, a pesar de ser
más técnica en su presentación, adolece de algunas disposiciones confusas que no existían en el
Código civil.
El transporte, como actividad que facilita el desplazamiento de personas o cosas de un lugar a
otro, da origen al contrato que estudiamos, el que también se encuentra normado por leyes y
reglamentos de carácter administrativo que tienden a garantizar los requisitos que deben concurrir
en la prestación del servicio. Por estas razones, el transporte, como actividad mercantil, no funciona
ai arbitrio de los comerciantes: se sujeta a leyes y reglamentos dictados por el Estado, lo cual incide
en el campo contractual.
138 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
Así mismo, si se trata del transporte a nivel internacional, tanto de personas como de cosas, existen
tratados o convenios internacionales que también surten efectos en este contrato.
En el presente capítulo estudiaremos el contrato de transporte tal como se encuentra regulado,
del articulo 749 al 823 del Código de comercio de Guatemala.

1. CONCEPTO

Para delinear un concepto de contrato de transporte, tomaremos en cuenta lo que establece el


artículo 794. Conforme esta norma podemos decir que es un contrato por el cual una persona,
llamada "porteador", se obliga, por un precio, a conducir personas o cosas de un lugar a
otro. Este concepto es aplicable al contrato de transporte terrestre, al aéreo o al que tenga el agua
como vía de comunicación, ya que el régimen jurídico del negocio es genérico (Arto. 795).

2. NATURALEZA JURÍDICA

En cuanto a su ubicación dentro de las dos ramas que tradicionalmente forman el Derecho
privado, no existe ninguna duda de que el contrato de transporte, particularmente en el Derecho
guatemalteco, es un contrato mercantil, ya que se encuentra tipificado dentro de los contratos
particulares que contiene el Código de comercio, sin perjuicio de que ai darse como fenómeno de
tráfico comercial, la voluntad de la parte que presta el servicio de transporte se sujeta a las
previsiones que le imponen leyes de carácter público, no modificables por la autonomía de la
voluntad: tarifas o precios del transporte, rutas, horarios, categorías, etcétera.
Dentro del tema de la naturaleza jurídica del contrato de transporte, como es usual en los
tratadistas, se ha pretendido encontrarle similitud con otros contratos: es un arrendamiento de
servicios; es un contrato de locación de obra; es una zona intermedia entre el arrendamiento de
servicios y el de obra Por nuestra parte, y siguiendo la tónica que tratamos de imprimirle a la
interpretación del Derecho guatemalteco, consideramos al contrato de transporte como un medio
para la prestación de un servicio público, con características propias y destinado a funcionar como
unidad contractual autónoma.
3. CARACTERES

a) Consensual;
b) Bilateral;
c) Oneroso;
d) Principal; y
e) Conmutativo

4. CLASES DE CONTRATO DE TRANSPORTE

El contrato de transporte se clasifica atendiendo diversos aspectos. Si se toma en cuenta el


espacio en que se va a llevar a cabo la actividad de transportación, se hablaría de contrato de
René Arturo Villegas Lara 139

transporte terrestre, aéreo, marítimo y fluvial. Pero, consideramos que este punto de vista clasifica
la actividad y no al contrato en sí. Si el porteador actúa solo o utiliza los servicios de terceros para el
cumplimiento de su obligación, se clasifica el contrato en unitario y acumulativo. Esta última
clasificación, que podría encontrar su asidero en los artículos 796 y 797 del Código de comercio,
tampoco la consideramos aplicable a nuestro medio, ya que las normas citadas se refieren a la
responsabilidad del porteador cuando el servicio no lo proporciona en forma estrictamente
personal. A nuestro juicio, en Guatemala sólo es factible hablar de dos clases de transporte:
a) Contrato de Transporte de Personas; y
b) Contrato de Transporte de Cosas. F.l porteador puede er, ambos casos ser una o varias
personas; y el servicio puede prestarse por aire, tierra o agua. En razón de lo anterior, nos
dedicaremos a explicar cada una de estas variantes. Pero, antes es necesario señalar lo que
nuestro Derecho establece como generalidades para ambas clases de contrato, siendo ellas las
siguientes:
a) El concepto de contrato de transporte es genérico o sea para personas o cosas (Ano.
794);
b) El régimen legal del contrato se aplica al transporte por tierra, aire o agua (Arto. 795);
c) El porteador tiene una responsabilidad personal, aun cuando utilice los servicios de
terceros (Arto. 796);
d) Cuando intervienen varios porteadores, la responsabilidad de cada uno se limita al
ámbito de su respectiva ejecución (Arto. 797);
e) La intervención de dos o más porteadores origina el llamado transporte combinado.
En este caso, si el porteador tiene su domicilio en Guatemala, está sujeto a las leyes y
tribunales de la República, aunque el transporte se hubiese iniciado o concluido fuera
del territorio nacional (Arto. 798);
y
f) Los derechos que se quisieran reclamar como consecuencia del contrato de transporte
prescribe en seis meses, plazo que corre a partir de haber terminado el viaje o de la fecha
en que la persona o las cosas debieron llegar a su destino (Arto. 799).

5. Transporte DE personas

De lo que llevamos dicho en este capítulo, es lógico deducir que el contrato de transporte de
personas tiene por fin conducir al sujeto de un lugar a otro. Esta persona recibe el calificativo de
"pasajero". Estudiaremos ahora las particularidades elementales de esta modalidad contractual.

5.1 ELEMENTOS DEL CONTRATO

Los elementos del contrato de transporte de personas los dividimos en personales, reales y
formales.
a) Personales, son el porteador y el pasajero. El porteador es la persona —individual o jurídica—
que contrae la obligación de conducir al pasajero de un lugar a otro. Para que el porteador
pueda prestar el servicio necesita autorización previa —derecho de línea— de la Dirección
General de Transportes, perteneciente al Ministerio de Economía, cuando se iraia de transporte
140
extraurbano; o de las autoridades municipales, cuando Derecho
se trate Mercantil Guatemalteco, Torno III
de transportación urbana. Con
relación a esta última, el Código municipal establece que el transporte urbano es un servicio
público que las municipalidades pueden prestar discrecionalmente. Por lo anterior y en cuanto
al funcionamiento de la empresa del porteador le son aplicables la Ley de Transportes —
Decreto 253 del Congreso— y el Código municipal; así como los reglamentos y ordenanzas que
se dicten para la adecuada efectividad de la ley. Ello incluye el precio del transporte, rutas,
horarios, cargas impositivas, etc. En cuanto al elemento personal, “pasajero", su interés radica
en que se le conduzca de un lugar a otro, conforme las estipulaciones con que se ofrece el
servicio; y, como estas están establecidas de antemano, se considera que en la mayoría de los
casos es un contrato por adhesión.
b) Reales, en el contrato de transporte el elemento real es el valor o precio del pasaje que el
porteador tiene derecho a cobrar y el pasajero obligación de pagar. Este precio o pasaje se
encuentra determinado en interés público y no puede ser alterado sin autorización previa de
las dependencias administrativas que correspondan. Ahora bien, si la transportación no
obedece a la explotación de una línea autorizada, por ser negocios ocasionales, este precio va a
resultar de un convenio entre las partes contratantes. Se considera también que es elemento
real de este contrato, el equipaje u objetos que el pasajero tiene derecho a llevar como
consecuencia del contrato, dentro de volúmenes que el porteador acepta conducir como parte
de sus obligaciones. Pero este elemento debemos considerarlo circunstancial, porque el
pasajero puede no llevar equipaje o bien la naturaleza del servicio no lo permite, tal es el caso
del transporte urbano regular; y decimos regular, porque en nuestra ciudad capital se da un
transporte urbano que conduce a los pequeños comerciantes hacia los sitios de mercado, en
donde, además de los pasajeros, se transportan fardos de mercaderías. ksÜT
c) Formales, aun cuando el contrato mercantil se puede probar en forma lúúy flexible, el
transporte se encuentra sujeto a la formalidad del boleto o billete que el porteador está
obligado a entregar al pasajero, como prueba (^el contrato celebrado. Los elementos de forma
son simples y tanto el Códi¿o de comercio (Arto. 804), como las leyes y reglamentos del
transporte extra- urbano establecen los requisitos mínimos de tales boletos: nombre de la
empresa, fecha del viaje, equipaje que se lleva, precio del pasaje, origen y destino de la
transportación, fecha del servicio, etc. Esos boletos están estandarizados en cuanto a sus
elementos generales y se reducen a un minimum considerable cuando se trata de transporte
urbano; así podemos observarlo en el boleto que nos extienden al abordar un autobús en la
ciudad capital, lo que es consecuencia de la masificación del tráfico comercial. En resumen, con
el boleto o billete se prueba la existencia de un contrato de transporte, así como todos los
derechos y obligaciones que genera la relación jurídica, tanto para el porteador como para el
pasajero.

5.2 PARTICULARIDADES DEL CONTRATO DE


TRANSPORTE DE PERSONAS

a) Responsabilidad del porteador en cuanto al pasajero, en la ejecución de un contrato de


transporte de personas, el porteador puede devenir en sujeto responsable de pagar daños y
perjuicios que cause el vehículo, aun cuando quien lo conduzca no sea empleado del porteador
René Arturo Villegas Lara 141

o se le haya encomendado aunque sea de manera transitoria. Esta responsabilidad se refiere,


tanto a los daños y perjuicios que se causaren al pasajero, como los que sufriere un tercero
como consecuencia déla actividad de transportación, con fundamento en las disposiciones del
Código civil en materia de responsabilidad civil. Esta responsabilidad, regulada en el artículo
800, no existe si se comprueba que el sujeto damnificado ha dado lugar a que se le cause el
daño o perjuicio, sobre todo cuando se actúa con manifiesta violación de leyes y reglamentos.
También es responsable el porteador de los daños que cause al pasajero por el atraso o
incumplimiento del contrato si existe culpa de la empresa. Si se trata de transportación aérea, el
porteador responde de los gastos que se ocasionen al pasajero cuando por cualquier causa se
cambie de ruta o bien no se pueda iniciar el vuelo en la fecha u hora convenida (Arto. 803). Por
eso es que cuando una persona tiene que pernoctar en una ciudad de donde debe partir, debido
a que el vuelo no puede despegar, cualesquiera que sea la causa, el regreso al hotel, el
hospedaje, la alimentación, etcétera, son gastos que debe cubrir el porteador. Ello sucede así en
el transporte aéreo internacional y en igual forma procede dentro del territorio nacional,
conforme la última norma citada.
b) Responsabilidad d el p orteador e n cuanto al equipaje. Los daños que ocasiona la
transportación pueden recaer también en el equipaje del pasajero. Si el valor del equipaje fue
declarado al momento de celebrarse el contrato, esa suma sirve de parámetro para determinar
la cuantía del daño a pagar.
Sin embargo, para que no exista un enriquecimiento indebido por parte del pasajero, se
establece que la cuantía a pagar se rebajará si se prueba que la declaración sobrepasa el valor real del
equipaje. Ahora bien, como puede suceder que el valor no se haya declarado, la ley establece que en
ese caso la responsabilidad del porteador se limitará a una cantidad igual, por kilogramo de
equipaje, al importe del pasaje o precio que corresponda a un recorrido de cincuenta kilómetros
(Arto. 801). Si un objeto —equipaje— pesa treinta kilogramos y se le pierde a un pasajero cuyo
recorrido fue de 150 kilómetros, habría que determinar el valor dei pasaje en su tercera parte para
cuantificar la responsabilidad del porteador. Esta norma, que más parece un malabarismo, debería
substituirse por un procedimiento más efectivo en la determinación del monto del daño, ya que el
valor del pasaje esta fijado en razón de la persona y no del equipaje que puede llevar; de donde
puede resultar una responsabilidad minúscula para reparar un daño mucho mayor.
Puede ocurrir que el equipaje no sea entregado al porteador para su control. Sucede con
objetos de reducido volumen que el pasajero lleva en sus manos. Por este equipaje el porteador no
adquiere responsabilidad en el caso de pérdida o avería, a menos que el pasajero pruebe que el daño
proviene de una causa imputable al porteador (Arto. 802).

6. TRANSPORTE DE COSAS

El contrato de transporte de cosas se va a referir siempre a la actividad de la transportación de


un lugar a otro; sólo que en este caso lo que se transporta es mercadería o cosa mercantil, cuya
propiedad, por la propia naturaleza de la relación, es ajena al porteador y sin necesidad de que lo
diga la ley, como sucede en el articulo 794, ya que si el objeto transportado fuera propiedad del
porteador, no tendría por que hablarse de la existencia de un contrato.
6.1142 ELEMENTOS DEL CONTRATO Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Al igual que en el transporte de personas, en éste también dividiremos nuestro estudio en


elementos personales, reales y formales.
a) Personales. En el contrato de transporte de cosas los sujetos del contrato reciben las siguientes
denominaciones: cargador, remitente o consignante, es la persona que por cuenta propia o
ajena contrata con el porteador la conducción de la cosa mercantil. Porteador, fletante o
transportista, es la persona e ncargada d e 1 a c onducción del o bjeto a t ransportar. Y, c
onsignatario o destinatario, es la persona a quien se le entregará la cosa transportada en el
destino final de la conducción. Regularmente es el adquirente del objeto transportado, quien
puede ser substituido por el cargador antes que el inicialmente indicado no haya pedido la
entrega de la mercancía. Semánticamente es preferible el término destinatario.
b) Reales. Los elementos reales del contrato de transporte se constituyen por las mercaderías o
cosas que se transportan; y el flete, término con el que se conoce el precio de la transportación.
c) Formales. El artículo 808 del Código de comercio dice que el porteador debe extender al
cargador un comprobante que acredite haber recibido la cosa a transportar; este "comprobante"
es un documento en donde deben constar todos los términos del contrato, por lo que la forma
escrita deviene en obligatoria. A la par de dicho comprobante, el cargador puede exigir al
porteador que le extienda una caria de porte o un conocimiento de embarque, según el caso,
que viene a completar la forma escrita en el transporte de cosas.
6.2 PARTICULARIDADES DEL CONTRATO DE
TRANSPORTE DE COSAS

a) Derecho y obligaciones del cargador. Cuando el cargador entrega las cosas al porteador,
debe trasladarle todos aquellos documentos que faciliten la transportación: pólizas, facturas,
catálogos, etc. Asimismo, debe informarle sobre la dirección del destinatario, el lugar para la
entrega de las cosas; embalarlas cosas transportables, indicando el número, peso, genero y
calidad de los objetos enfardados; pagar el flete, a menos que se pacte que es a cobrar, ya que en
ese caso quien va a pagarlo es el destinatario. Ahora bien, si el cargador falta a las obligaciones
señaladas, especialmente las que se refieren a las cualidades, cantidades y documentación de
las cosas, los daños que ocasione le son imputables. Además, debe responder de vicios ocultos
de la cosa transportada. (Artos. 805, 806 y 807 del Código de comercio).
b) Derechos y obligaciones del porteador. A cambio del flete que el porteador, fletante o
transportista tiene derecho a cobrar, se obliga:
a) A expedir el comprobante del contrato o los títulos de crédito que se le requieran;
b) Poner las cosas a disposición del destinatario al concluir la conducción y darle aviso
inmediato del mismo hecho, en el caso de que el lugar de destino no sea el domicilio del
destinatario;
c) Cobrar el valor de las cosas transportadas cuando así lo hayan pactado con el cargador;
d) A responder de los daños ocurridos a las cosas, por averías o retrasos en el tiempo de
transportación, salvo las excepciones que para este deber establece la ley. En el caso de la
obligación por retardo puede exonerársele al porteador convencionalmente, si cobra un
Hete menor ai establecido en las tarifas ordinarias y siempre que el cargador tenga la
opción de contratar sobre la base del flete que más le convenga. No adquiere tampoco
René Arturo Villegas Lara 143

obligación de responder por avería o pérdida, cuando los objetos son transportados al
descubierto, no obstante que las cosas necesiten transporte cerrado, contando desde luego
con la autorización escrita del remitente; en el caso de que se transporten substancias
explosivas, corrosivas o de naturaleza peligrosa; y también si la manipulación de los
objetos transportados está a cargo de personas designadas por el remitente.
Por el uso s istemático que hace el Código de comercio de los términos avería o pérdida,
aclaramos que la avería es una pérdida que sucede cuando la cosa transportada sufre un daño
que demerita sus características cualitativas; y la pérdida, cuando la cantidad de cosas
entregadas para la transportación, no coincide con la que se entrega al destinatario.
c) Obligaciones y derechos del destinatario. De conformidad con el articulado del Código de
comercio, la persona que resulte destinatario de las cosas transportadas, tiene las siguientes
obligaciones y derechos:
Obligaciones
a) Recibir las cosas en un término de veinticuatro horas a partir del momento en que el porteador
los ponga a disposición suya. Si fuere el caso, sólo está obligado a recibir las que no hayan
sufrido avería (Art. 812);
b) Si el porteador se lo requiere, abrir y reconocerlos bultos en el momento de la recepción (Arto.
813);
c) Pagar el flete, si es "a cobrar" al momento de la recepción; y
d) Pagar el precio de las cosas, cuando el porteador tiene encargo de cobrarlo (Arto. 815).
Derechos
a) No recibir las cosas averiadas; y
b) Negarse a abrir y reconocer los bultos en el acto de la recepción. Señalamos únicamente estos
dos derechos, porque de la enumeración de
obligaciones se puede deducir que a cada una de ellas le corresponde u,n
derecho correlativo. Por ejemplo, de la obligación de pagar el precio détja
cosa, deviene el derecho a que se le entregue la misma. -\

ANEXO

LEY DE TRANSPORTE
DECRETO NÚMERO 253

El Congreso de la República de Guatemala

CONSIDERANDO:
Que la experiencia ha demostrado que la actual Ley de Transportes necesita acomodarse en forma practica a las modalidades tan
peculiares y complejas de los servicios de transporte urbano, la que hace necesario introducirle algunas reformas que faciliten su eficacia y
aplicación.

CONSIDERANDO:
Que para la mejor organización y funcionamiento de tales servicios, debe otorgarse a las municipalidades ciertas facultades de caracter
reglamentario a fin de ir acomodando servicios urbanos de transporte a las demandas y exigencias del público,
144 POR TANTO, Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

DECRETA:
La Ley de Transportes que con las reformas introducidas, queda así:

TÍTULO ÚNICO

Artículo lo.—Todos los servicios públicos de transporte, de carga o pasajeros, establecidos


o que se establezcan para funcionar en el territorio de la República, deben llenar las condiciones de seguridad, eficiencia y beneficio público
que señala esta ley; para sus efectos se comprende también dentro del territorio de la República el espacio aéreo y el mar territorial.

Artículo 2o.—Para el funcionamiento de los servicios de transporte expresados en el artículo anterior, se requiere previa autorización y
registro por parte del Ministerio de Economía, a excepción de los servicios urbanos y los de tracción animal que quedan sujetos a las disposi-
ciones que más adelante se especifican.

Artículo 3o.—Para el cumplimiento de lo preceptuado en el artículo 2o. de la presente ley, se seguirá un expediente en el Ministerio de
Economía o en la Municipalidad respectiva, según el caso, sobre los puntos siguientes:
a) Sobre la conveniencia del servicio y la aplicación correcta de los principios económicos en materia de transporte a fin de evitar
competencias ruinosas, duplicación o multiplicación innecesaria de inversiones, eliminación injusta de los pequeños empresarios y
cualquier otra circunstancia perjudicial para la economía nacional;
b) Sobre la imposibilidad de que pueda resultar una absorción o monopolización de hecho, de una o varias líneas de transporte, p or parte
de los interesados;
c) Sobre las condiciones de eficiencia y seguridad que pueda ofrecer el servicio, principalmente con respecto a la carga y las vidas de
pasajeros y tripulantes; y
d) Sobre la calidad de los vehículos y demás implementos del servicio u otros datos que se consideren necesarios.

Artículo 4o.—Si hubiere varios solicitantes para ei establecimiento de ¡os servicios de transporte de que trata esta ley, los
guatemaltecos naturales, en igualdad de circunstancias, gozan de prioridad con respecto a los extranjeros; en todo caso dichas personas no
podrán establecer ni mantener los mencionados servicios, si no cuentan por lo menos con un aporte de sesenta por ciento del capital nacional.
Se exceptúan de esta disposición las compañías de ferrocarriles, de aviación o de navegación, salvo sus servicios auxiliares de transporte, los
cuales quedan sujetos a lo prescrito por el articulo 11 de la presente ley.

Artículo 5o.—Es de la competencia del Ministerio de Economía, la supervigilancia, aprobación de tarifas y demás problemas
económicos de los transportes que no sean urbanos.

Articulo 6o.—¿or transportes se clasifican en los siguientes grupos:


a) Transportes urbanos;
b) Transportes extraurbanos; y
c) Transportes internacionales.

Artículo lo.—Los servicios públicos de transporte urbanos de pasajeros por autobuses o tranvías son municipales.
Artículo 8 o.—Las municipalidades podrán celebrar contratos y otorgar concesiones para el establecimiento y funcionamiento de los
servicios expresados en el artículo anterior, siempre que se llenen los requisitos estipulados en el artículo 3o. de la presente ley y los
siguientes:
lo. Que los interesados se comprometan a cumplir expresamente todos los requisitos y condiciones que en el contrato respectivo fije la
Municipalidad para la explotación de esta clase de servicios;
2o. Que la Municipalidad fije, a su prudente arbitrio, el número de rutas o líneas del servicio que se van a establecer y el número de vehículos
que deban servirlas; y 3o. Que el vencimiento del plazo estipulado en el contrato, no podrá ser mayor de quince años, estará a lo que prescribe
el artículo 102 de la Constitución de la República.13

Artículo 9o.—Cualquier nuevo servicio de transporte urbano de pasajeros que se establezca con una línea fija o determinada, por
medio de vehículos que no sean detracción animal, queda sujeto a las disposiciones de esta ley.

13 Se refiere ala Constitución de 1945.


René Arturo Villegas Lara 145

Artículo 10.—La existencia entre dos puntos del país de servicios de ferrocarriles, o por medio de naves o aeronaves, no impedirá el
establecimiento de servicios de transporte por medio de autobuses u otra clase de vehículos entre estos mismos puntos.

Artículo 11.—Las empresas de ferrocarriles, de aviación o de navegación, no podrán obtener autorización por sí, ni por medio de sus
representantes, para establecer líneas auxiliares de transporte, salvo que el sesenta por ciento del capital invertido sea aportado por los
trabajadores guatemaltecos naturales de la empresa, o en su defecto por los que gocen de esta calidad, aunque no sean trabajadores de dichas
compañías.

Artículo 12.—Los servicios de transporte internacionales de carga o pasajeros, por medio de vehículos motorizados, deberán optar por
un trayecto fijo a través del territorio de Ii República, sin que puedan funcionar fuera de la ruta especificada en la autorización, quedando
sujetos a lo que preceptúan los artículos 2o., 3o., 4o. y 5o. de esta ley.

Artículo 13.—Las municipalidades podrán aumentar o restringir el número de rulas, líneas y vehículos a que se refiere el inciso 2o. úei
artícuio 8o. de esta ley, en cualquier momento que se estime necesario y conveniente a juicio del Consejo Municipal, quien asimismo, podrá
o no autorizar que una misma línea o ruta sea servida por una o varias personas o empresas.

Artículo 14.—Los servicios públicos de transporte actualmente establecidos en la República, serán objeto de una revisión por parte del
Ministerio de Economía, o de las municipalidades, si fueren urbanos. Los propietarios o sus representantes legales solicitarán a dichas
dependencias, se les concedan plazos prudenciales para funcionar de conformidad con la presente ley, los que en ningún caso excederán de
seis meses a partir de la fecha en que ésta entre en vigor; si no lo hicieren, deberán cesar en sus funciones.
Se exceptúan de esta disposición aquellas empresas que ya estuvieren funcionando en el país en virtud de contratos legalmente
celebrados con el Gobierno de la República, pero únicamente durante la vigencia de estos. Toda ampliación o modificación que se haga en
tales contratos, ik-htrn sujetarse a las prescripciones de esta ley.
146 Artículo 15.—El Organismo ejecutivo y las municipalidades emitirán los reglamentos
Derecho que sean necesarios
Mercantil para el cumplimiento
Guatemalteco, TomodeIII
esta ley.2

Artículo 16.—Se deroga el Decreto número 130 del Congreso.

Artículo 17.—El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial.

Pase al Ejecutivo para su publicación y cumplimiento.

Dado en el Palacio del Congreso: en la ciudad de Guatemala, a los diecinueve días del mes de junio de mil novecientos cuarenta y
seis, año segundo de la Revolución.

GERARDO GORDILLO BARRIOS Presidente

G. PREM R. ASTURIAS VALENZUELA Secretario


Secretario
Palacio Nacional: Guatemala, tres de julio de mil novecientos cuarenta y seis

Publíquese y cúmplase.

Juan José Arévalo

El Subsecretario Encargado del Despacho de Economía y Trabajo.


A. BAUER PAIZ

2 Reglamentado el 24 de octubre de 1967.


El contrato de participación, conocido también como: cuentas en participación, asociación
en participación o negocios en participación,
CAPÍTULO DÉCIMO SEXTO es una figura negocial que puede prestar
singulares funciones dentro del tráfico mercantil. Si dos personas desean asociarse para llevar a cabo
CONTRATO DE PARTICIPACIÓN
explotaciones comerciales;.pero no desean formar una sociedad, el contrato adecuado es el de
participación. Es probable que este contrato tenga el mismo origen que las sociedades comanditarias,
pues su característica especial, en el plano subjetivo, es la presencia de un inversionista que pone su
capital en manos de un comerciante, sin tener ningún vínculo con los terceros que entran en
relaciones jurídicas que, indirectamente, se originan en la participación. Por eso es que a la relación
que se da entre los sujetos de la participación se le considera una sociedad oculta.
El Código de comercio anterior, aun cuando reconocía que este contrato no da como resultado
una persona jurídica ni se forma sociedad mercantil por su medio, lo trataban con esas
consideraciones, ya que después de indicar qué formas de sociedades eran mercantiles, agregaba que
también reconocía el contrato de participación.’ El nuevo Código es más claro al respecto: lo extrajo
del marco del derecho societario y lo colocó en el Libro IV, como un contrato tipificado, con funciones
de colaboración y asociación para la explotación de una empresa, en parte o la totalidad de sus
negocios. Actualmente se encuentra regulado, del Artículo 861 al 365 inclusive.

1 Artículo 279 del Decreto 2946 del Presidente de la República.


150 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

1. CONCEPTO

Por el contrato de participación un comerciante denominado "gestor" se obliga a compartir


con una o varias personas llamadas " partícipes", que le entregan bienes o servicios, las utilidades o
las pérdidas que produzca su empresa como consecuencia de parte o la totalidad de sus negocios.
Explicando el anterior concepto hacemos resaltar que, en el fondo, se trata de un agrupamiento
de personas con fines lucrativos. Por eso sostenemos que, aunque voladamente, se trata de un
fenómeno asociativo. No obstante, para evitar confusiones, la ley expresamente declara que este
contrato no da como consecuencia una persona jurídica; no estamos entonces frente a una sociedad
mercantil; de manera que la relación jurídica que produce el contrato no puede publicitarse frente a
terceros por medio de razón social o denominación.
La ley define la profesión del gestor, ya que este debe ser comerciante; no así los partícipes que
serían ajenos a esa profesión. ¿Significa esto que no puede celebrarse un contrato de participación si
no es con la presencia de un, comerciante? Al tenor del Artículo 861, la respuesta es afirmativa. Sin
embargo, consideramos que no se vicia el contrato si el gestor no tiene esa categoría previa, ya que
por ese acto y a partir de él, el gestor estaría en la situación de cumplir con las obligaciones propias
de los comerciantes y se le tendría como tal. Creemos que esta sería una solución adecuada en aras de
la seguridad del tráfico comercial.
En cuanto a la operatividad del contrato, aun cuando la ley es muy parca en el tratamiento que
le da, creemos que la relación entre gestor y participe funciona como si se tratara de una sociedad.
Por esa razón, si fueran requeridos los servicios de un notario para darle forma ai negocio, deberá
tenerse cuidado en la formulación instrumental, de manera que queden asegurados los derechos y
obligaciones de las partes y garantizados sus efectos. No basta, consideramos nosotros, con tener en
cuenta su régimen vigente; es necesario integrar por analogía los conceptos fundamentales de la
sociedad mercantil en lo que fuere aplicable. De ahí que un instrumento que recoja este contrato exige
tantos cuidados como el que se refiere a una sociedad mercantil.

2. CARACTERES

El contrato de participación tiene las siguientes características: es consen- sual, bilateral,


oneroso, de tracto sucesivo, principal y típicamente mercantil.
3. ELEMENTOS

a) Personales. El gestor es el comerciante que, recibiendo bienes de otro, hace participar a este de
las utilidades o pérdidas que se obtengan en su explotación comercial según los términos del
contrato. El partícipe es la persona que entrega sus bienes al gestor con el propósito de
utilizarlos en su actividad empresarial y con el fin de obtener una utilidad, aunque pueden
ocasionarse pérdidas.
b) Objetivos. Serían los bienes que el participe traslada al gestor. Para el primero es un acto de
disposición; y para el segundo, un acto de adquisición patrimonial. En razón de ello el gestor
tiene facultades dominicales o de disposición sobre los bienes que le aportan, ya que
únicamente bajo ese concepto se puede entender que los introduzca en su tráfico comercial, tal
Rcné Arturo Villegas Lara 151

como se transmiten los aportes de la sociedad mercantil.


c) Formales. El Código de comercio no exige ninguna formalidad para perfeccionar el contrato.
Esto lo considero un enor de la ley porque, tal como lo establecimos anteriormente, un contrato
de participación viene a ser tan minucioso como uno de sociedad. En aras de la seguridad de
las panes, fundamentalmente, debió establecerse el requisito de la escritura pública; o al menos
la forma escrita con legalización notarial, ya que algo significaría la asesoría que las partes
deben tener para celebrarlo.

4. EFECTOS

Los efectos del contrato debemos estimarlos en cuanto a las relaciones jurídicas internas y las
externas que se originan en el mismo negocio.
Internamente el contrato de participación produce una relación que sólo enlaza al gestor con el
participe. No produce ningún efecto con relación a terceros, de manera que estos no tienen ningún
vínculo jurídico con el partícipe, aun cuando se tratara de pretensiones que tuvieran que ver con
negocios concertados con motivo de la participación.
Externamente el gestor actúa en nombre propio. Los actos que patrocina en su empresa y que
están vinculados al contrato de participación, son de su absoluta responsabilidad. Esto quiere decir
que en ningún momento el gestor compromete al participe. Sólo el debe inscribirse en el Registro
Mercantil; en su nombre operará la contabilidad, etcétera.
En resumen: el contrato de participación produce un vínculo jurídico que principia y termina
en el gestor y el partícipe. Externamente no se manifiesta.
Los negocios que se realizan como consecuencia del contrato, no delatan la existencia de la
participación. Comprendemos entonces, por que se dice que es una sociedad oculta.

5. LUCRO DEL PARTÍCIPE

El partícipe pretende una ganancia como consecuencia de su inversión. Pero, tratándose de un


negocio asociativo, existe la posibilidad de perder. La ley establece que para distribuir las utilidades y
las pérdidas entre gestor y partícipe, se observarán las reglas que da el Artículo 33 del Código de
comercio, ya estudiado en el primer volumen de este texto. Salvo pacto en contrario, las pérdidas del
partícipe no pueden ser mayores al valor de su aportación.

6. RÉGIMEN LEGAL SUPLETORIO

El Artículo 865 del Código de comercio establece que a falta de una expresa previsión
contractual, se estará a las reglas que sobre información, intervención del socio partícipe, rendición de
cuentas, extinción del contrato, existen para la sociedad colectiva; tomando en cuenta, claro está, que
se aplicarán atendiendo a la naturaleza de un negocio que no forma sociedad. Lo anterior confirma
nuestro criterio de que el contrato debería formalizarse por escrito, ya que es imposible que se pueda
probar
152 que no se previo algo, si se usó la forma verbal para Derecho
contratar. Reiteramos
Mercantil que este contrato
Guatemalteco, Torno III
aun cuando la ley pareciera simplificarlo, es de complicada formulación, lo que exige la concurrencia
de la función notarial para darle una estructura adecuada, segura y eficaz.
' y-i
El contrato de hospedaje se encuentra regulado, del Artículo 866 áj'873 del Código de
comercio. Antes de que entrara en vigencia este Código, formaba parte de los contratos tipificados
en el Colegio civil — Decreto Ley 106—, de donde fue trasladado a la legislación mercantil,
tomando en cuenta que se realiza por medio de una organización empresarial y con fines
lücfáti*
VOS. Vv-
154 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
2. MODALIDADES DE ESTE CONTRATO

Aunque no convence la clasificación que suele hacerse de este contrato, resulta efectiva si
resaltamos el hecho de que el alojamiento de una persona por otra, no ocurre necesariamente en un
hotel. En Guatemala funcionan las llamadas "casas de huéspedes", en donde la presencia del
huésped se basa en un contrato de hospedaje que no es el que, en última instancia, pretende regular
la ley. Pero, como no existe una figura contractual en el Código civil que fuera aplicable a esa
relación, es indudable que tiene que recurrirse al Código de comercio.
Atendiendo al razonamiento anterior se divide este contrato en: tácito y expreso. Se afirma
que hay un contrato de hospedaje tácito cuando el huésped solicita alojamiento en un
establecimiento —hotel, fonda, albergue— autorizado o fundado precisamente para prestar ese
servicio. Como la empresa esta abierta al público para eso precisamente, el contrato existe desde
que se toma el servicio, según los preceptos legales que lo rigen y el reglamento que regula su
funcionamiento. El huésped llega, solicita el servicio y firma un libro o llena una tarjeta, según el
caso, y el contrato se perfecciona. Se dice luego que hay un contrato de hospedaje expreso,
cuando quien proporciona el servicio no tiene empresa y establecimiento propio para ello, de
manera que cuando se da el contrato existe una policitación entre las partes, y después de fijar sus
derechos y obligaciones, se llega al perfeccionamiento del mismo. Esto sucede en el caso de las
casas de huéspedes, pues no se acude a ellas como si se tratara de un hotel, sino mediante un
proceso precontractual distinto y rnnocido. Repetimos que el Código de comercio se refiere al
llamado "tácito" pero el régimen legal señalado es aplicable a un contrato "expreso", aun en el
supuesto de que no exista organización empresarial para prestar el servicio, ya que se trata de un
contrato típicamente mercantil.
tienen tarifas autorizadas para cobrar, ya que el Estado interviene en la industria turística para
fomentarla y estimular su crecimiento,
c) Formales. Este contrato no se sujeta a una forma en especial. Como se dijo, el huésped
suscribe un libro de entradas o llena un formulario y con ello se perfecciona el contrato. En ese
sentido el huésped se adhiere a los términos en que se le presta el servicio, los que pueden
constar en la tarjeta de ingreso, complementada por lo que prescribe el Código de comercio, el
reglamento interior del establecimiento, además de otras leyes aplicables, como las de turismo
o de la salud.

4. CARACTERES

El contrato de hospedaje se caracteriza por ser: bilateral, consensual, oneroso, de tracto


sucesivo, por adhesión en la mayoría de los casos.

5. NATURALEZA

Dada la integración de diversos servicios que se pueden prestar mediante este contrato,
además del esencial que es el albergue o alojamiento, se ha especulado de que es una amalgama de
René Arturo Villegas Lara 155

contratos: es un arrendamiento de cosas en cuanto a la habitación; es un contrato de obra en cuanto


a la alimentación; y un contrato de depósito en cuanto a la custodia del equipaje del viajero, máxime
si hay cajas de seguridad proporcionadas por el hotel. Pero, a pesar de que esta idea la han
sosleniuu tratadistas'* de reconocida solvencia científica, resulta bizantino un razonamiento de tal
naturaleza. El contrato de hospedaje tiene su propia identidad; el hecho de que en sus efectos se den
prestaciones similares a las de otros contratos, no permite llegar a la conclusión de que sea un
conjunto de contratos. En nuestro derecho es un contrato tipificado y delimitado en sus alcances
jurídicos, en el que la prestación del comerciante es, fundamentalmente, dar albergue o alojamiento.
6. EFECTOS

Los efectos del contrato de hospedaje los expondremos en torno a los derechos y obligaciones
de las partes.
De conformidad con la ley guatemalteca, el hotelero tiene las siguientes obligaciones:
a) Colocar los reglamentos aplicables a su negocio en lugar visible para el huésped, incluyendo
las habitaciones;
b) Resarcir los daños y perjuicios que sufra el huésped o sus bienes que conforme a los
reglamentos hubiere introducido al establecimiento, si existe culpa o negligencia que le sea
imputable. Si no existe culpa o negligencia, la ley establece los parámetros para cuantificar el
monto délos daños a pagar por el mismo caso;
c) Custodiar dinero y objetos de valor en concepto de depositario, cuando se solicite. Pero, tiene
el derecho a negarse cuando por el valor del depósito resulte una carga excesiva por la
importancia del establecimiento o por la capacidad de sus instalaciones. Si recibe los objetos,
se obliga a extender un resguardo pormenorizado de los mismos. El comerciante hotelero
tiene a su vez los siguientes derechos:
a) Retener el equipaje y efectos personales del huésped, si este se niega a pagar la
retribución por el servicio prestado;
b) Extraer sin responsabilidad, el equipaje y los efectos personales cuando haya
incumplimiento de las obligaciones del huésped. Para ello deberá contarse con la
presencia de dos testigos y formular un inventario de los bienes. Los baúles, maletas,
etcétera, que se encuentren cerrados se conservarán en tal estado y se les pondrá una
cinta selladora que firmarán los testigos^
c) Derecho a vender con intervención notarial, los bienes retenidos al huésped, si treinta
días después determinado el contrato, no se presenta a liquidar su cuenta. Del precio
que se obtenga se paga la cuenta, los gastos y el saldo se deposita en una institución
bancaria. Si transcurren cinco años y el depósito no es retirado, el Banco debe ponerlo a
disposición de la Universidad de San Carlos.
En cuanto al huésped, podemos decir que su obligación principal es pagar la retribución. A
cambio de ella, tiene derecho a gozar de los servicios que el comerciante ofrece según la ley y los
reglamentos respectivos.
7. EXTINCIÓN

El Artículo 871 del Código de comercio, indica que el contrato de hospedaje se extingue:
156 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

a) ' Por el transcurso del plazo convenido. Si no hay convenio al respecto, el


huésped tiene derecho a denunciar el contrato antes de las quince horas del día de salida;
b) Por violación de los pactos y reglamentos que lo rigen;
c) Si el huésped comete faltas a la moral o protagoniza escándalos que perturben a los demás
huéspedes;
d) Por ausencia del huésped por más de setenta y dos horas sin dejar aviso o advertencia;
e) Porque no se pague la retribución en la forma convenida; y
f) Por otras causas convenidas entre las partes.
Cuando se da una causa de extinción y el huésped se niega a desocypar la habitación, como no
se trata de un contrato de arrendamiento,, lá ley establece en el Artículo 873, un procedimiento
expedito de desocupación: el hotelero solicita el auxilio de la autoridad —entendiéndose como tal
las de policía—, para obligar a la desocupación sin ningún otro trámite. ;
CAPÍTULO DÉCIMO OCTAVO CONTRATOS DE AGENCIA Y DISTRIBUCIÓN O REPRESENTACIÓN

Los contratos de agencia y distribución o representación no se encuentran adecuadamente


tipificados en el Código de Comercio de Guatemala. Si leemos detenidamente todo el contenido del
Libro IV de dicho Código, que norma las obligaciones y contratos mercantiles, encontramos que no
existe capítulo alguno dedicado a exponer qué es un contrato de agencia o qué es un contrato de
distribución o representación. Sin embargo, de una manera poco técnica, si hay referencia a dichos
contratos en los Artículos 280 al 291 del Código, inclusive, tal como aparecen redactados después
de su reforma contenida en el Decreto 8-98 del Congreso de la República. En dichos Artículos se
hace alusión a psos contratos para explicar o dar un concepto de lo que son los auxiliares del
comerciante llamados agente de comercio y distribuidor o representante; pero eso no permite
afirmar que la escasa referencia a dichos contratos baste para decir que la tipificación de cada uno
es suficiente, además de su defectuosa ubicación. Ello obliga a pensar que la verdadera intención al
reformar los artículos 280 al 291 del Código de Comercio, no era proporcionarle a la ley una mejor
sistematización en esta materia, sino extinguir al Decreto 78-71, que como ley especial regulaba
dichos contratos y establecía limitaciones a la libertad de comercio. Y si bien buscar la superación
de esas limitaciones era atendible, no por ello debió perderse la oportunidad de separar el
articulado que contemplara las figuras de los auxiliares, de los contratos que viabilizan su
actuación en el mercado, con lo cual se habría logrado una mejor organización del Código.
159 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Por otro lado, el Decreto 8-98 incurre en inexactitudes, que no se sabe si son del legislador o
del Diario Oficial. Por ejemplo, si atendernos al título del Capítulo, parece ser que se trata de tres
auxiliares: agentes, distribuidores y representantes. Pero, al leer el tercer párrafo del Artículo 280,
resulta que al distribuidor se le llamará: distribuidor o representante. En tal sentido, sólo cabe
hablar de dos contratos: de agencia y de distribución o representación. No obstante, en nuestro
medio hay profesionales del derecho que piensan en una separación entre distribución y
representación, deducida de la actuación real de estos auxiliares del comerciante; separación que no
puede obtenerse del texto legal. Además, la representación, como posibilidad de que una persona
pueda actuar por medio de otra, también es aneja al contrato de agencia, como veremos; de manera
que, a mi juicio, conforme está elaborada la ley, distribuidor o representante son sinónimos; y de ahí
que, contrato de distribución o contrato de representación significa hablar de una misma figura
contractual, al menos desde el punto de vista de nuestra ley.
b) Objetivos: La promoción de los negocios del principal o la promoción y celebración de los
mismos.
c) Formales: No existe una forma obligatoria para su celebración, rigiéndose por la regla de la
libertad de la forma. En todo caso es recomendable la forma escrita.

1.3 CARACTERES

a) Bilateral
b) Oneroso
c) No formal
d) Conmutativo
e) Intuitu personae
f) De tracto sucesivo
Los caracteres señalados se explican conforme lo establecido en los temas generales de este
texto. Sin embargo, es necesario resaltar que, siendoVyn contrato oneroso, lo que el agente percibe
por los contratos que promociaha o que promociona y celebra, se calcula con base en una comisión
que se haya pactado o según lo que manden los usos y costumbres del lugar (Art. 288 del C. de
Comercio)..
En la doctrina se establece lo que es esencial y ocasional en un contráto de agencia, lo cual
coincide bastante con lo establecido en nuestra ley, a saber:

1.3.1 CARACTERÍSTICAS ESENCIALES

a) Que el agente promocione negocios de un principal o bien los promocione y celebre.


b) El agente actúa independientemente y con su propia empresa. Esto quiere decir que puede
actuar en el mercado con relación a negocios propios e incluso de otros principales, siempre
que no sean de la misma índole de los que son materia del contrato de agencia, a manera de
160 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

evitar actos de competencia desleal (Art. 81 del C. de Comercio).


c) Su actuar es unilateral ya que trabaja en beneficio del principal y no de la clientela que por su
medio se vincula a éste. Tal circunstancia sirve para diferenciarlo del corredor, que actúa en
beneficio del principal y de la cliente. Además, el corredor actúa en negocios aislados,
mientras que el agente en negocios en masa, por la misma prolongación temporal del
contrato.
d) Es esencial del contrato de agencia fijar un territorio en donde el agente va a actuar. Esto
permite lo previsto por nuestra ley en el sentido de que, si es agente exclusivo, los contratos
celebrados en su zona, sin su intervención, le generen derecho a percibir comisión como si él
los hubiese celebrado.

1.3.2 CARACTERÍSTICAS OCASIONALES

a) Exclusividad. La exclusividad consiste en que el agente adquiere el derecho de representar al


principal, con exclusión de otro agente y sólo puede darse si así se pacto en el contrato.
b) Representación. Puede ser que el agente no ejerza representación. En tal caso sólo promociona
los negocios; no los celebra.
No incluimos el tema de la indemnización como característica ocasional del contrato, porque
las mismas, conforme a nuestra ley.no deviene del contrato, sino del régimen legal a que están
sujetas las partes.14

2. CONTRATO DE DISTRIBUCIÓN O REPRESENTACIÓN

2.1 CONCEPTO

Conforme a lo que estatuye el Artículo 280 párrafo tercero del Código de Comercio, por el
contrato de distribución o representación, un comerciante denominado principal, contrata con otro
comerciante denominado distribuidor o representante, para que por cuenta de este último se venda,
distribuya, promueva expenda o coloque los bienes o servicios de su giro.
Marzorati, dice al respecto:
"El contrato de distribución ha sido definido en la doctrina argentina como aquel por el cual el productor o
fabricante conviene el suministro de un bien final —productos determinados— al distribuidor quien adquiere
el producto para proceder a su colocación masiva por medio de su propia organización en una zona
determinada.7

De acuerdo con lo que establece la ley y lo que indica la doctrina comentada, resulta que el

14 Marzorati. Ob. Cit., pp. 12,13,14 y 15.


René Arturo Villegas Lara 161

distribuidor actúa por su cuenta, con su propia empresa, colocando los bienes y servicios en forma
masiva. Siendo así, el distribuidor no puede ser un auxiliar del comerciante en el significado del
término, porque no actúa en nombre de un principal ni funge para ligarlo con un tercero. Sus
negocios celebrados son actos personales, como consecuencia de la provisión de bienes o servicios
que ha recibido. Por esta razón tampoco es razonable la ley cuando identifica con un mismo
contrato a la distribución o representación, porque el distribuidor, al contratar, no representa al
principal. La verdad es que la figura de la representación como instituto jurídico, no debe servir
para crear un contrato, pues ella es propia de otros contratos, como el mandato, especialmente; o
puede surgir de actos no contractuales, como el caso de la representación legal. Creemos entonces
que debió nominarse a este contrato, simplemente, como contrato de distribución.
Este contrato, al igual que el de agencia, permite al principal la expansión de sus negocios, sin
correr los riesgos en la negociación de sus productos o servicios, pues el distribuidor, al actuar en
nombre propio, se sujeta a cualquier reclamación que el tercero pudiera hacer por el contrato
celebrado. Además, el distribuidor, a diferencia del agente independiente, no percibe comisión por
su actuación, sino su ganancia es la diferencia en el precio en que le suministra el principal y el que
él le aplica a quien le compra los bienes o servicios, sobre los cuales ha adquirido un derecho de
propiedad, porque de lo contrario no podría disponer de ellos a título personal.
De acuerdo con lo anterior, podemos decir que por el contrato de distribución, el distribuidor
se liga al principal, para colocar sus bienes o servicios, acciones que las lleva a cabo en masa y en
nombre propio, con su organización empresarial. Estos son elementos fundamentales para
diferenciarlo del contrato de agencia. Además, no debe confundírsele con el suministro, porque,
además de que éste es un contrato tipificado en la ley y con su naturaleza propia, el suministrado va
a realizar negocios individualizados, no en masa como sucede en el de distribución.

2.2 ELEMENTOS

a) Subjetivos: el comerciante principal y el distribuidor. En este caso también puede pactarse la


exclusividad con los mismos efectos expuestos en el contrato de agencia.
b) Objetivos: el suministro de bienes o servicios al distribuidor.
c) Forma: no existe forma exigida por la ley. Se rige por la regla general de la libertad de la
forma en lo mercantil.
162 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

2.3 CARACTERES

a) Consensual.

b) Bilateral.
c) Oneroso.
d) Conmutativo.
e) No formal.
0 Intuitu Personae.
g) De tracto sucesivo.
h) De colaboración empresarial.
A los caracteres anteriores debe agregarse que los elementos exclusividad, como ya dijimos,
el territorio a explotar comercialmente, el tracto sucesivo, también van a caracterizar este contrato.
Y aun cuando el distribuidor actúa por su cuenta, es también de la naturaleza de este negocio el
control que el principal ejerce sobre el distribuidor a efecto de convenir en precios a terceros,
atención al público, presentación de los bienes o servicios y, en fin, todo aquello que en última
instancia va a incidir en el prestigio del principal, que al fin y al cabo es el que produce el bien o el
servicio y quien posibilita la existencia de este contrato. Marzorati dice a este respecto que un
contrato de distribución no debe omitir cláusulas como:
a) volumen mínimo de ventas;
b) entrega de mercaderías y servicios;
c) el precio de las mercaderías o servicios entregados y el de venta al público consumidor;
d) lugares y formas de entrega y fechas de pago de las facturas;
e) sobre la publicidad de los bienes o servicios. Este autor también sugiere prever que el
distribuidor no negocie productos de otro principal; pero, esto ya está regulado en nuestra
legislación y sólo se puede hacer si se cuenta con autorización del principal. 1

3. TERMINACIÓN Y RESCISIÓN
DE ESTOS CONTRATOS

Los dos contratos a que nos referimos en líneas anteriores, se encuentran parcialmente
tipificados en nuestro Código de Comercio y en un lugar que
no corresponde a su sistematización. Por lo anterior será en el contrato en donde las partes enriquezcan
las deficiencias del legislador, en todo aquello que quieran regir su relación contractual con términos de
su conveniencia. Sin embargo, en materia de terminación y rescisión, transcribimos el Artículo 290 del
Código de Comercio, que se refiere al tema:
Artículo 290. Terminación del contrato de agencia, distribución o representación. Los contratos de
agencia independiente, distribución o representación mercantil, sólo pueden terminar o rescindirse:
a) Por mutuo consentimiento entre las partes manifestado por escrito;
b) Por vencimiento del plazo, si lo hubiere. (Aquí se refiere al plazo determinado, porque plazo

3 Ob. Cit., p. 69.


René Arturo Villegas Lara 163

siempre hay).
c) Por decisión del agente, siempre que diere aviso al principal con tres meses de anticipación. En
este caso quedará obligado a la rendición de cuentas desde que fuere requerido para ello y, si así
lo requiere el principal, a reintegrar la mercadería objeto de la relación contractual en su poder, a
precio 7C.I.F." La terminación del contrato o relación de agencia por virtud de lo expuesto en este
inciso y los dos anteriores, no generará para ninguna de las partes, obligación de indemnizar
daños y perjuicios.
d) Por decisión del principal, en cuyo caso será responsable frente al agente por los daños y
perjuicios causados como consecuencia de la terminación del contrato o relación comercial si no
existiere justa causa para haber dado por terminado dicho contrato o relación.
e) Por justa causa. En este caso, el causante de la rescisión o terminación del contrato será
responsable de los daños y perjuicios causados a la otra parte. Para tal efecto se entiende que
existe justa causa y pueden invocarla a su favor:
A. Cualquiera de las parles:
I. Por incumplimiento o contravención de la otra parte, de las obligaciones que
hubieren convenido;
II. Por la comisión de un delito contra la propiedad o persona de una de las partes
contra la otra; y,
III. Por la negativa infundada de la otra parte a rendir los informes y cuentas o practicar
las liquidaciones relativas al negocio, en el tiempo y modo que se hubiere convenido.
B. El principal:
I. Si el agente divulga o informa tercero, sin la debida autorización, de todo hecho, d
ato, clave o f orma c uyo s ecreto s e 1 e h aya confiado por virtud del respectivo
contrato y,
II. Por la baja en el promedio de ventas o colocación de los bienes o servicios convenidos,
debido a negligencia o ineptitud del agente, comprobada judicialmente. En caso de
que no se demostraría dicho extremo, se estará a lo dispuesto en el número 4 de este
Artículo.
C. El agente, distribuidor o representante:
I. Cuando el principal llevare a cabo actos que directa o indirectamente, impidan o
tienda a impedir, que el agente cumpla con el contrato. 15

15 En este artículo se demuestra también la pobreza técnica de la ley, pues debió referirse a los dos contratos en forma genérica y no dar la
impresión de que únicamente se norman las situaciones que se den en el contrato de agencia, cuando también se aplica al de distribución.
Per otro lado, no hay necesidad de hablar de contrato o relación de agencia, porque la situación es una sola: contrato de age ncia,
formalizado por escrito o teniendo un origen no escrito.
CAPÍTULO DÉCIMO NOVENO CONTRATOS
SOBRE EL DERECHO DE AUTOR Y DERECHOS
CONEXOS

Bajo el título de "Contratos sobre el derecho de autor y derechos conexos", el Decreto 33-98
del Congreso de la República, Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos, regula los contratos
relacionados con los derechos autorales, extendiendo el peregrinaje que tales negocios han
experimentado, pues, primero fueron regulados en el Código Civil de 1964; luego se trasladaron al
Código de Comercio, en 1970; y, ahora, en fecha reciente, son trasladados a una ley especial —el
Decreto 33-98—, rompiendo con la técnica codificadora que se ha tratado de mantener en materia de
contratos. En consecuencia, ha quedado derogado el Capítulo V1T del libro IV del Código de Comcrcio
de Guatemala.
La nueva Ley comprende los contratos siguientes: de edición, de representación y ejecución
pública y de fijación de obra, los cuales explicaremos en este Capítulo, en donde también se transcribe
el Decreto 33-98 del Congreso, modificado por el Decreto 56-2000 del Congreso.
inmaterial, propiedad intelectual o simplemente derecho de autor, que es la terminología que adopta la
ley guatemalteca.
El interés del titular del derecho, al celebrar este contrato, es obtener una retribución; y el del
editor, obtener ganancia con la negociación o venta de la obra editada. Lo anterior quiere decir que el
contrato de edición sigue siendo un contrato mercantil, originado en la autonomía de la voluntad de las
partes y, por lo mismo, sujeto a las reglas de interpretación de los contratos mercantiles y a los
principios que inspiran al Derecho Mercantil. Esto es importante señalarlo, porque el artículo lo. del
Decreto 33-98 dice que la Ley de Derecho de Autor y Derechos Conexos es de orden público, lo cual
introduce en dicho instrumento un error conceptual, porque en tal caso la ley no debiera regular
contratos, pues éstos son manifestaciones de la autonomía de la voluntad, y por eso mismo, ajenos a la
normatividad de orden público.
René Arturo Villegas Lara 165

1.1 CONCEPTO

Tomando en cuenta lo establecido en los artículos 84 al 92 de la Ley de Derecho de Autor y


Derechos Conexos, principalmente el 84, se puede decir que:
el contrato de edición es el que celebra el titular de un derecho de autor sobre una obra literaria, científica o
artística, o sus derechohabientes, con un editor, para que éste la reproduzca y la venda por su cuenta y riesgo, a
cambio de una retribución.

De acuerdo con la ley, por titular del derecho vamos a entender al creador de la obra; y por
derechohabiente, a la persona que adquirió ei derecho de autor y forma parte de su esfera patrimonial.
En cuanto al editor, se entiende que es un comerciante que persigue obtener lucro al reproducirla y
venderla. En tal sentido el contrato se ubica dentro de los negocios mixtos a que se refiere el artículo 5o.
del Código de Comercio, porque esta interviniendo una persona que no es comerciante, el titular o
derechohabiente del derecho de autor, y un empresario editor que tendrá la categoría de comerciante.

1.2 CARACTERES

a) Consensual
b) Bilateral
c) Oneroso
d) Principal
e) De tracto sucesivo.
f) Típico mercantil y nominado.

1.3 ELEMENTOS

a) Sujetos del contrato: en el contrato de edición encontramos como sujetos: El titular del derecho
de autor o su derechohabiente, quien concede el derecho de reproducir la obra y venderla; y, el
editor que lleva a cabo la reproducción y venta de la obra, con fin de lucro.
b) Objeto del contrato: entendiendo como tal las respectivas prestaciones de las partes o sujetos
contractuales, es objeto del contrato de edición la obra que se va a reproducir y vender y la
retribución que se recibirá por autorizar tal reproducción. &
c) Forma del contrato: contrariamente al silencio anterior de la ley en cuanto a la forma del
contrato de edición, en el articulo 85 de la nueva lejkse establece que este contrato debe
formalizarse por escrito, de manera que.no se estará a la libertad de la forma establecida en las
disposiciones generales del Código de Comercio. En ese orden, es aconsejable optar por la
escritora pública para que la asesoría notarial permita a los autores o derechohabiehtes dejar
establecidos con claridad sus derechos, pues regularmente estos contratos se hacen mediante
formularios preparados por la empresa editorial, en los que al autor o al derechohabiente no le
queda más que adherirse a cláusulas que pueden ser desventajosas para quien, en su caso, ha
puesto su ingenio en la generación de la obra.
166 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

En cuanto a la íorma del contrato es preciso indicar que elementos deben quedar plasmados en
el documento que lo contenga, además de los derechos y obligaciones que las partes establezcan dentro
de la autonomía de su voluntad, a saber:
1. La concesión al editor de reproducir la obra y venderla;
2. La retribución o remuneración que se recibirá a cambio de conceder el derecho de reproducción y
venta, así como la forma y tiempo de pago de la misma.
3. El plazo del contrato que puede determinarse en razón de tiempo o por número de ediciones.
4. El número de ejemplares que tendrá la edición o cada edición. La no mención del plazo y número
de ediciones debe entenderse que es poruña sola edición.
167 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

A este respecto, el párrafo segundo del artículo 86 del Decreto 33-98, dice: "Salvo pacto en
contrario, si agotada una edición el editor no reeditare la obra en el plazo de dieciocho meses, el autor
podrá solicitar la rescisión del contrato. En el caso de un contrato por tiempo determinado, los derechos
del editor expiran al agotarse la última edición hecha dentro del plazo, y si fuere un número
determinado de ediciones, al agotarse la última. Para tal efecto se considera que una edición esta
agotada cuando el editor no puede satisfacer la demanda del público o cuando el número de ejemplares
en su poder no excede de cien".

1.4 INTEGRACIÓN DEL DERECHO DE Aim>R

La doctrina es unánime en cuanto a reconocer dos componentes en el derecho de autor: el


patrimonial y el moral. El primero es el interés puramente económico que el autor o sus
derechohabientes tienen en la obra y, por supuesto, el provecho pecuniario que pueden obtener como
consecuencia de explotar un bien que forma parte de su patrimonio. El segundo componente es el
llamado "derecho moral", de difícil precisión, pero entendido como la inspiración, estilo, idea,
conceptos o teorías que caracterizan la obra. Por ejemplo: El editor no podrá exigir al autor o
derechohabientes que se cambie una idea que la obra expresa sobre algo, porque es patrimonio "moral"
del creador; no se podría exigir cambiar un lenguaje, un estilo. Hace algunos años se difundió la noticia
de que al Premio Nobel, García Márquez, se le sugería cambiar ciertas palabras de una obra porque se
consideraba que no era conveniente si los niños la leían. Obviamente el escritor rechazo tal pretensión.
¿Con base en que? Con base en el componente moral del derecho de autor, que a cambio de otro
nombre más adecuado, así se le conoce: "derecho moral".
Establecido lo anterior, se pueden precisar y entender los derechos y obligaciones de las partes
en el contrato de edición:

1.4.1 DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL TITULAR

A) Derechos:
a) Derecho a la retribución o remuneración;
b) Derecho a solicitar la rescisión del contrato cuando, vendida una edición, no se reedita la otra
dentro del plazo de dieciocho meses;
c) Derecho a corregir, enmendar o mejorar la obra, antes que entre en prensa;
d) Derecho a comprar al costo, más un diez por ciento, las obras sobrantes de una edición
cuando, vencido el plazo, no han sido vendidas;
e) Derecho a que figure su nombre o su seudónimo en cada uno de los ejemplares
reproducidos.
168 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

B) Obligaciones:
a) Entregar la obra al editor en el plazo que se haya pactado;
b) Pagar al editor el costo de las correcciones, enmiendas o mejoras hechas a la obra, si ello
hace más onerosa la impresión;
c) Devolver al editor la suma que se le haya anticipado y los gastos en que se haya incurrido,
cuando la obra se hubiere perdido o destruido en su poder, si es inédita.

1.4.2 DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL EDITOR

A) Derechos:
a) Derecho a reproducir y vender la obra;
b) Derecho a que se le pague el costo de correcciones, enmiendas o mejoras que aumenten el
costo de la reproducción, con relación a lo pactado originalmente;
c) Derecho a vender sobrantes de ediciones cuando la otra parte no las adquiriere como lo
prevé el artículo 92 del Decreto 33-98;
u) Derecho a que se le entregue ia obra que va a editar dentro del plazo pactado.

B) Obligaciones:
a) Pagar la retribución o remuneración al titular o derechohabiente del autor;
b) No hacer modificaciones, adiciones o abreviaturas a la obra, sin autorización escrita del
autor;
c) Pagar honorarios y perjuicios causados al autor, tanto de índole patrimonial como moral,
cuando la obra se pierda o destruya estando en su poder;
d) Incluir el nombre o seudónimo del autor en cada ejemplar de la obra reproducida.
Los anteriores derechos y obligaciones devienen de la ley y serán las partes quienes
establezcan otros términos que convienen a sus intereses. Es obligado observar que las normas
derogadas del Código de Comercio, relativas a este contrato, contenían previsiones que, a nuestro
juicio, daban una cobertura más amplia en cuanto a proteger al autor. Por ejemplo: se suprimió el
derecho a fiscalizar la impresión de la obra y marcar los ejemplares; derecho a publicar compendios o
traducciones de su obra, si no tuviere limitación contractual; derecho a discutir el precio que, aunque lo
fijaba el editor, pudiera desestimar la compra. En este sentido, estimo que los autores o sus
derechohabientes debieran estar informados para exigir que en el contrato se pacten éstas y otras
cláusulas favorables al titular del derecho de autor.

1.5 CONTRATO DE EDICIÓN Y OBRA ANÓNIMA

En el artículo 4 de la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos, se introduce una


interpretación autentica o legislativa de la terminología utilizada en su contexto. Así, se entiende que
es obra anónima: aquella en c¡ue no se menciona la identidad de su autor, por voluntad de
René Arturo Villegas Lara 169

este o por ser ignorado. Pero sucede que en el artículo 87, que forma parte de la regulación del
contrato de edición, se dice que, cuando se trate de una obra anónima, si se editare y posteriormente
aparece el autor, debe pagársele la retribución que equitativamente le corresponde; y si se actuó de
mala fe, el autor tiene derecho a una indemnización. Lo anterior quiere decir que en tal caso, no
estamos ante un contrato, porque la otra parte no existe; el autor es desconocido. Ahora bien, si se trata
de un autor que quiere omitir su autoría, el contrato sí es posible por la existencia real del autor. Eri
todo caso, se hizo bien con introducir esta norma porque son muchas las obras anónimas que puede
publicar un editor que se beneficia económicamente al venderlas.

2. CONTRATO DE REPRESENTACIÓN EJECUCIÓN PÚBLICA

Este contrato se encuentra regulado del artículo 3 al 100 de la Ley de Derecho de Autor y
Derechos Conexos, inclusive, estando destinado a regular el negocio de representar o ejecutar en
público una obra literaria, dramática, musical, dramático-musical, pantomímica o coreográfica, de la
que su autor o sus derechohabientes ceden o autorizan a una persona individual o jurídica para tal
representación o ejecución, a cambio de una remuneración. Por ejemplo: la obra El Señor Presidente,
de nuestro Piemio Nobel, Miguel Ángel Asturias, aunque no se trata de una obra de teatro, fue llevada
a escena. La relación entre el titular de dicha novela y el empresario de teatro configura un típico
contrato de representación y ejecución de obra. Observemos que en este negocio la finalidad es la
representación y ejecución en público, de manera que, en forma clara, el contrato se liga especialmente
con el teatro.

2.1 ELEMENTOS

a) Subjetivos: el autor o derechohabiente de la obra y la persona individual o jurídica que actúa


empresarialmente en la representación y ejecución pública de obras.
b) Objetivos: la obra que se va a representar o ejecutar y la retribución que percibe el autor o el
derechohabiente.
c) Formales: al igual que el contrato de edición debe constar por escrito.

El contrato también puede referirse a los actores de los principales papeles, al vestuario y al
escenario, con lo cual se ampliarían los elementos subjetivó^ y objetivos del contrato; pero, esto es
eventual. ^
V.*

2.2 CARACTERES
i
a) Consensual
b) Bilateral
c) Oneroso
170 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

d) De tracto sucesivo
e) Principal
f) Típico mercantil y nominado

2.3 PARTICULARIDADES DE ESTE CONTRATO

a) Del plazo. El plazo puede determinarse de modo cierto o relacionarlo con un número
especificado de representaciones. Podría establecerse que las representaciones se harán dentro de
un plazo de dos años a partir de la firma del contrato; o bien, que se harán doce representaciones.
El artículo 94, que regula este aspecto, dice en forma confusa que el empresario está obligado a
hacer la primera representación dentro del plazo establecido, lo cual es obvio; “o en su defecto,
dentro de los seis meses siguientes a la firma del contrato", previsión que funciona si el plazo
depende de un número de representaciones. Si el empresario no realiza las representaciones
negociadas,
171 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

el contrato se resuelve en favor del autor o derechohabiente, quien no estará obligado a devolver las
sumas que se le hubieren anticipado. La Ley establece así, una condición resolutoria expresa que
opera de pleno derecho.
b) De la exclusividad. El empresario, al tenor del artículo 95, adquiere un derecho exclusivo para
representar la obra, salvo pacto en contrario. En consecuencia, el autor o derechohabiente no
puede negociar con un tercero, mientras el empresario con quien negocio no haya terminado sus
representaciones.
c) De la retribución. La retribución del autor o derechohabiente se supone que resulta de los
ingresos obtenidos en las representaciones o ejecuciones de la obra. Por eso el artículo 97 lo
protege, al establecer que el empresario tiene la calidad de depositario de la suma que
porcentualmente le corresponda sobre el ingreso en la taquilla, la que no puede verse afectada
por medidas precautorias a que se viera sometido el empresario, como el caso del embargo.
Asimismo, si al empresario se le reclama la retribución y no la hace efectiva, judicialmente puede
ordenarse la suspensión de las representaciones, la retención de lo recaudado, sin perjuicio de
dar por terminado el contrato.
d) Obligaciones específicas del empresario. El artículo 96de la ley que comentamos, establece
como obligaciones propias del empresario, las siguientes: d.l) Representar la obra como lo dice el
contrato, sin introducir modificaciones no
consentidas por el autor y anunciarlas al público con su título, nombre del autor y, si fuere el caso, nombre del traductor o
adaptador. Esta obligación puede confrontar problemas de cumplimiento cuando se representan obras no creadas para ese fin,
como llevar a escena una novela. En ese sentido la obligación debe entenderse en no modificar lo esencial.

2.4 EL CASO DE LAS OBRAS MUSICALES

Los artículos 98 y 99 de la Ley se refieren al caso de las obras musicales como objeto de este
contrato. Dichas normas han venido a proteger a los autores de obras musicales, ante el
aprovechamiento que otros obtienen explotando la creatividad del titular del derecho de autor. Así, el
artículo 98 prohíbe la transmisión por radio, televisión, servicio parlante u otro medio electrónico
semejante, o ejecutarse en audiciones o espectáculos públicos, una composición musical, con letra o sin
ella, sin la autorización del titular del derecho de autor o del conexo y el pago de la retribución que
corresponda. Aquí se habla del derecho conexo, porque puede suceder que el reclamo lo haga el
interprete de una pieza
musical compuesta por otro. El compositor tiene el derecho de autor; el interprete, el derecho
conexo.
También establece este artículo que las personas que tienen relación con un espectáculo
público, como propietarios, socios, gerentes, directores o responsables de los establecimientos
(lugares de espectáculo) tienen responsabilidad solidaria con el organizador, por las violaciones a
los derechos de autor que ocurran en los mismos.
Además, en aquellos espectáculos públicos con participación en vivo de interpretes, es
172 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

prohibido grabar por cualquier medio sin la autorización escrita de los autores, artista interprete o
productor fonográfico o videográfico que corresponda. De la efectividad de esta prohibición son
responsables las personas que organizan el espectáculo y las autoridades competentes.
Las personas que tienen a su cargo la dirección de un establecimiento en donde se realicen
ejecuciones públicas de obras musicales, están obligados a llevar un control de las obras ejecutadas
en el mismo, lo que incluye el nombre del autor, artistas o interpretes, directores de orquesta, etc.;
así como informar de esos datos a las asociaciones de gestión que corresponda, a efecto de que
ejerzan vigilancia y protección de sus derechos gremiales. Estas asociaciones son no lucrativas y
puede ser una asociación de marimbistas, de música de cuerda, de tríos, etc.; o de autores de obras
literarias y compositores de música, como la actual Asociación Guatemalteca de Autores y
Compositores, AGAYC.
Por último, el artículo 100 establece que la autoridad encargada de autorizar espectáculos
públicos, no permitirá su realización si no se acredita la autorización HP los titulares de los
derechos a representar o cjccutar.
Como puede observarse, muchas de las normas introducidas en estos contratos no tienen
incidencia directa para fijar el marco contractual de cada negocio, aunque son importantes para la
negociación de los derechos de autor y de los conexos, lo cual demuestra la poca preocupación del
legislador en sistematizar y distribuir adecuadamente las previsiones legales.

3. CONTRATO DE FIJACIÓN DE OBRA

Uno de los defectos que pueden señalársele a la Ley de Derecho de Autor y Derechos
Conexos es su no correspondencia con el Código Civil, en donde existe una terminología que debe
respetarse para conservar la armonía del
ordenamiento jurídico. Decimos esto porque con respecto a la "persona individual", como debe
llamársele según el contenido de los artículos del Capítulo I, Título I, Libro I de dicho Código, ese es el
término que debe utilizarse; en cambio, dicha ley, indistintamente nos habla de persona física o persona
natural, cuando debió referirse a la persona individual cuando se trate del ser humano.
Este contrato de fijación de obra está regulado del artículo 101 al 103 del Decreto 33-98.
Conforme al artículo 101, tal contrato existe cuando, a cambio de una remuneración, el autor autoriza a
una persona (individual o jurídica), a incluirla en una obra audiovisual o fonograma, para su
reproducción y distribución. ¿Qué debe entenderse por obra audiovisual o un fonograma? La misma
ley, en su artículo 4, explica:
A) Obra audiovisual: Toda creación expresada mediante una serie de imágenes asociadas, con o sin sonorización incorporada,
que está destinada esencialmente a ser mostrada a través de aparatos de proyección o cualquier otro medio de comunicación de la
imagen y del sonido, independientemente de las características del soporte material que la contiene.
Por ejemplo, si la obra "La Mansión del Pájaro Serpiente", del autor guatemalteco, Virgilio Rodríguez Macal; o las Leyendas del
René Arturo Villegas Lara 173

Popol Vuh, del jurista y escritor guatemalteco, Wilfredo Valenzuela Oliva, sirvieron para crear películas de dibujos animados, con
base en sus relatos, estaríamos ante un contrato de fijación de obra.
B) Fonograma: Toda fijación exclusivamente sonora de una interpretación, ejecución o de otros sonidos, o de representaciones
digitales o de cualquier forma de los mismos, sin tener en cuenla el método por el que se hizo la fijación ni el medio en que se
hizo.

3.1 ELEMENTOS

a) Subjetivos: el autor y el reproducir, que puede ser una persona individual o jurídica.
b) Objetivos: la obra y la retribución al autor.
c) Formales: la ley no establece una forma; pero, se infiere del contexto de la ley que debe constar
por escrito, pues toda enajenación del derecho de autor debe constar por escrito, conforme al
artículo 74.

En cuanto a la retribución a que tiene derecho el autor, la ley establece que, salvo pacto en contrario, se
calculará en proporción a los ejemplares vendidos, mediante liquidaciones semestrales a partir del
inicio de la circulación. Para ello
René Arturo Villegas Lara 174

el productor esta obligado a llevar contabilidad que posibilite comprobar las copias producidas y las
vendidas.

3.2 CARACTERES

a) Consensual
b) Bilateral
c) Oneroso
d) Principal
e) De tracto sucesivo
0 Típico mercantil y nominado.
La Ley de Derecho de Autor y Derechos Conexos introdujo claridad en cuanto a esta figura
contractual, porque en el Código de Comercio aparecía como apéndice del acto de editar, aunque ya
algo se había adelantado al interpretar que se trataba de utilizar medios como el cinematógrafo, el disco,
la cintafla televisión o el video.
Los tres contratos estudiados son los que aparecen tipificados y nominados en el Decreto 33-98.
Sin embargo, como la ley regula genéricamente la enajenación de los derechos patrimoniales que
conforman el derecho de autor, artículo ?¿al 83, puede darse un contrato sobre este objeto a la luz de la
contratación civil: una compraventa, por ejemplo; o un contrato de obra, cuando se obtiene una obra por
encargo. En todo caso, el estudiante debe fijar como un conocimiento básico que el derecho moral, no
está sujeto a negociación. No es objeto de negociación porque conforme al artículo 19 de la ley ya citada,
el componente moral de derecho ue autor es inalienable, imprescriptible e irrenunciable.
ANEXO

DECRETO NÚMERO 33-98

El Congreso de la República de Guatemala,

Considerando:
Que la Constitución Política de la República reconoce y protege el derecho de autor como un derecho inherente a la persona hu mana,
garantizando a sus titulares el goce de la propiedad exclusiva de su obra, de conformidad con la ley y los tratados internacionales de los cuales la
República de Guatemala es parte;

Considerando:
Que la República de Guatemala, como parte de la Convención Internacional sobre la Protección de los Artistas Intérpretes o Ejecutantes,
los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión, adoptada en Roma el 26 de octubre de 1961, y el Convenio para la Protección de
los Pioductores de Fonogramas contra la Reproducción no Autorizada de sus Fonogramas, adoptado en Ginebra el 29 de octubre de 1971, debe
promover, por medio de su legislación interna, los mecanismos necesarios para tutelar adecuadamente los derechos de los Artistas Intérpretes o
Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión;

Considerando:
Que el desarrollo de nuevas tecnologías para la difusión de las obras ha permitido nuevas modalidades de defraudación de los derechos
René Arturo Villegas Lara 175

de propiedad intelectual, por lo que es necesario que el régimen jurídico que proteja los derechos de los Autores, los Artistas Intérpretes o
Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión, contenga normas que permitan qy? los citados derechos sean real y
efectivamente reconocidos y protegidos de acuerdo con las exigencias actuales, para estimular así la creatividad intelectual y la difusión de las
obras creadas por ios autores.

Por tanto:
En ejercicio de las atribuciones que le confiere el artículo 171 literal a) de ¡a Constitución Política de la República de Guatemala.

Decreta:

La siguiente:

LEY DE DERECHO DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS

Título I
Capitule único Disposiciones Generales
ARTICULO 1. La presente ley es de orden público y de interés social, y tiene por objeto la protección délos derechos de los
autores de obras literarias y artisticas.de los artistas intérpretes o ejecutantes, de los productores de fonogramas y de los organismos de
radiodifusión.

ARTÍCULO 2. En la materia que regula la presente ley, los nacionales de cualquier país gozan de los mismos derechos, recursos y
medios legales para defender sus derechos, que los guatemaltecos.
Las obras publicadas en el extranjero gozan de protección en el territorio nacional, de conformidad con los tratados y convenios
internacionales aprobados y ratificados por Guatemala. En los mismos términos, se protegen las interpretaciones y ejecuciones, los
fonogramas y las emisiones de radiodifusión, cuyos titulares sean extranjeros no residentes en el país.

ARTICULO 3. El goce y el ejercicio de los derechos de autor y los derechos conexos reconocidos en esta ley no están supeditados
a la formalidad de registro o cualquier otra y son independientes y compatibles entre sí, así como en relación con la propiedad y otros
derechos que tengan por objeto el soporte material a la que esté incorporada la obra, la interpretación artística, la producción fonográfica o
con los derechos de propiedad industrial. Las obras de arte creadas para fines industriales también estarán protegidas por esta ley en cuanto
a su contenido artístico.

ARTÍCULO 4(*). Para efectos de esta ley se entiende por:


Artista intérprete o ejecutante: Todo actor, cantante, músico, bailarín u otra persona que represente un papel, cante, recite, declame,
interprete o ejecute en cualquier forma obras literarias o artísticas o expresiones de folclore.
Cable distribución: La operación por la cual las señales portadoras do signos, sonidos, imágenes o imágenes y sonidos,
producidos electrónicamente o por otra forma, son transmitidas a distancia por hilo, cable, fibra óptica u otro dispositivo conductor,
conocido o por conocerse, a los fines de su recepción por el público.
Comunicación al Público: Todo acto por el cual una o más personas, reunidas o no en un mismo lugar, al mismo o en
distinto tiempo, incluso en el momento que cada una de ellas elija, puedan tener acceso a una obra sin previa distribución de ejemplares a
cada una de ellas, por cualquier medio o procedimiento, análogo o digital, conocido o por conocerse, que sirva para difundir los signos, las
palabras, los sonidos o las imágenes. Todo proceso necesario y conducente a que la obra sea accesible al público constituye comunicación.
Copia o ejemplar: Soporte material que contiene la obra o fonograma, como resultado de un acto de reproducción.
Copia ilícita: La reproducción no autorizada por escrito por el titular del derecho, en ejemplares que imitan o no las
características externas del ejemplar legítimo de una obra o fonograma.
Distribución al público: Puesta a disposición del público del original o copia de una obra o fonograma mediante su venta,
alquiler, préstamo, importación o cualquier otra forma. Comprende también la efectuada mediante un sistema de transmisión digital
individualizada, que permita, a solicitud de cualquier miembro del público, obtener copias.
Divulgación: Hacer accesible la obra o fonograma al público por cualquier medio o procedimiento.
x
(*) Reformado por el artículo 1 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
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Derecho Mercantil Guatemalteco


—Obligaciones y Contratos-

Tomo III
René Arturo Villegas Lara

Editorial Universitaria Universidad de San Carlos de Guatemala


René
Arturo
Villegas
Lara PRÓLOGO

En esta sexta edición que hace la Editorial Universitaria, de la Universidad de San Carlos, se
hace una adición al contenido o temática desarrollada en la quinta edición del año 2002, de esta
misma Editorial. La adición consiste en incluir un capítulo dedicado al Derecho mercantil marítimo,
materia poco estudiada en los pensa de estudios de las Escuelas o Facultades de Derecho de
Guatemala. El graduado en el pregrado o licenciatura no adquiere la más mínima noción de las
instituciones jurídicas referentes al comercio por mar, el cual se sigue rigiendo, en el ordenamiento
jurídico del país, por leyes emitidas en el siglo XIX. A ello hay que añadirle el escaso conocimiento
que pudiera existir sobre usos, costumbres, convenios y tratados internacionales que rigen la
actividad económica que utiliza esa vía de navegación,'
Como se explica en este nuevo capítulo, el Libro III del Código de Comercio anterior al
vigente, sigue rigiendo en Guatemala, aun cuando sus normas hayan caído en desuso en su mayor
parte. Sin embargo, es derecho vigente. Y aun cuando ese vacío legal lo llena el Derecho mercantil
internacional marítimo, por tratarse de una actividad global en la economía mundial, se percibe
como de poca urgencia sustituir dicho libro por una ley actualizada, no obstante que casi el 90% del
comercio de importación y exportación de Guatemala se hace por mar.
En razón de lo anterior considero necesario incluir el tema del Derecho mercantil marítimo
dentro de este Volumen III de mi obra Derecho Mercantil Guatemalteco, siguiendo la sistemática de
la ley y de los textos de Derecho Mercantil que tratan este tema como capítulo final.
f#
CAPÍTULO OCTAVO
CONTRATO DE DESCUENTO
Este contrato se encuentra regulado del artículo 729 al 733 del Código.;.^ de comercio. Al leer
este articulado nos percatamos de la falta de precisión .; de la ley en cuanto a establecer la naturaleza
de los negocios jurídicos que,, contienen operaciones de crédito, ya que algunas figuras se les califica
comp-ig contratos, mientras que a otras se les llama operaciones. Sin embargo, siendo claro el
concepto de contrato contenido en el artículo 1517 del Código civil, y estando ubicado el descuento
dentro del libro del Código que tipifica las especies de la contratación mercantil, debemos fijarnos la
idea de que el descuento es un contrato.
78 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
no desarrolla su acción únicamente con créditos contenidos en letras de cambio, sino con cualquier otro
que no esté vencido y aunque no conste en un título de crédito. Su función es, pues, que el titular de un
crédito pueda hacerlo efectivo en el presente, para invertir los fondos en otras negociaciones.
Pongamos un ejemplo que permita comprender cómo se desenvuelve este contrato: al señor Pedro
Gómez García le adeudan Q 5,000.00; esta deuda puede constar en un título de crédito (Letra de cambio o
pagaré) o bien en sus libros de contabilidad. La fecha en que este crédito debe ser pagado es a dos años
plazo; o sea que dicho señor tiene que esperar el transcurso de ese tiempo para obtener el dinero y
dedicarlo a otras inversiones. Pero, puede descontar ese crédito transfiriéndolo a otra persona; él sabe que
no va a recibir la cantidad total, porque se le descontará una suma; aunque ésta siempre será mínima con
relación a la ventaja de tener dinero en efectivo para cualquier nuevo negocio. Esa suma que se
descuenta, cuando la operación se hace por medio de un banco, es lo que se conoce como "tasa de
descuento".
Con lo dicho con anterioridad podemos afirmar que el contrato de descuento es aquel por medio
del cual un sujeto llamado descontatario, transfiere a otro llamado descontador, un crédito no vencido, a
cambio del valor dinerario que representa, previa deducción de una suma fijada por las partes. Salvo
pacto en contrario, el descontatario es responsable ante el descontador del pago de crédito transferido, ya
que lleva implícita la cláusula "salvo buen cobro".
El concepto anterior se basa en lo establecido en el artículo 729 del Código de comercio; y
preferimos usar la frase "...un crédito no vencido...''; en vez dei equívoco de la ley que habla de
"...un crédito de vencimiento futuro..."; ya que ei tiempo íuiüio es parte de la institución del
crédito, de donde resulta redundante la redacción de la ley, porque no pueden haber créditos de
vencimiento pasado o presente.

2. NATURALEZA JURÍDICA

Las teorías que explican la naturaleza jurídica del contrato de descuento parten de puntos
diferentes. Las más conocidas son:
a) Teoría de la cesión de créditos;
b) Teoría de la compra venta; y
c) Teoría del préstamo.
La primera considera que en el descuento lo que se da es la cesión de un derecho de crédito, figura
jurídica que en el caso de nuestra ley, existe como medio de transmitir obligaciones. Para la segunda, el
descuento es una típica compraventa en la que el objeto vendido es el crédito, y el precio la suma que el
descontador entrega al descontatario; y para la tercera, cuando se descuenta un crédito se está realizando
un préstamo de descontador o descontatario, por lo que viene a ser una operación de crédito. Esta última
teoría es la que, según Vásquez Martínez, contiene el Derecho guatemalteco. 1 A ese respecto es necesario
decir que aun cuando del contexto de nuestra ley se deduce la característica de préstamo, su forma de
realizarse es a través de una cesión de derechos de créditos, en la que, para seguridad del descontador, el
descontatario responde de la legitimidad del crédito y de la solvencia del deudor al momento del
cumplimiento, como una manifestación de la seguridad jurídica que se busca en las obligaciones
mercantiles.
René Arturo Villegas Lara 79

3. CARACTERES

El contrato de descuento es bilateral, oneroso, consensual, nominado, principal, conmutativo. En


cuanto a la bilateralidad, algunos autores lo califican como unilateral porque sólo el descontatario queda
obligado frente al descontador por medio de una obligación subsidiaria de pago, que opera en defecto
del deudor del crédito cedido. Pero, por el carácter accesorio de ésta obligación, debemos considerar que
ella no tipifica un contrato unilateral; las obligaciones principales son recíprocas y por ello es bilateral.

4. CLASES DE DESCUENTO

Según la forma en que se represente el crédito descontado, el descuento puede ser cartáceo y no
cartáceo. El primero ocurre cuando se transfieren títulos de crédito, que por lo regular son letras de
cambio. En este caso, si las letras son documentadas, el descontador tiene la calidad de un endosatario en
garantía con respecto a los títulos representativos (cartas de porte o conocimientos de embarque)
mientras los tenga en su poder. El segundo, el no cartáceo, se da cuando el crédito consta en los libros de
contabilidad del comerciante; pero, para ello es necesario:
a) Que los créditos sean exigibles a término o con previo aviso;
b) Que haya prueba escrita de la existencia del crédito;
c) Que el contrato conste por escrito; y
d) Que se giren letras de cambio en favor del descontador por el o los créditos transferidos. La letra se
haría efectiva si al vencimiento no se paga el importe del crédito descontado. Esto podría dar
problemas de duplicidad de obligaciones provenientes de un mismo negocio subyacente, porque las
letras no expresan causa negocial. En ese sentido, creo que en el contrato debe hacerse relación a la
emisión de las letras y evitar una duplicidad de reclamaciones: el contrato y la letra. En el caso del
descuento no cartáceo, el descontador tiene derecho a revisar los libros de contabilidad que datan el
crédito cedido; y, para el cobro del mismo, la ley lo inviste con las facultades de un mandatario, lo
cual ha significado que se considere este descuento como un mandato, lo que no tiene fundamento
en nuestro medio porque la calidad de mandatario sólo puede provenir de un contrato de mandato.
El contrato de cuenta corriente se encuentra regulado del artículo 734 al 743 del Código de
comercio. Se caracteriza por el hecho de que las dips partes del negocio puede fungir como
acreedores o deudores de la relación jurídica, ya que realizan operaciones de crédito en forma
cruzada. De ahí que ambas partes reciban el mismo calificativo: cuentacorrentistas. La cuenta
corriente, como contrato, se presenta en dos modalidades: cuenta corriente común y cuenta
corriente bancaria. A la primera se le llama también mercantil; pero, sería un calificativo
equivocado conforme el Derecho guatemalteco, porque en nuestro medio las dos son mercantiles.
Los tratadistas italianos suelen abogar por esa división; mientras la corriente francesa nos habla de
una sola, aiLerio que es aplicable a Guatemala. Podemos decir que es la práctica la que introduce la
diferencia, ya que cuando interviene como cuenta correntista una institución bancaria, el contrato
opera en forma distinta.
Aceptando que son los hechos quienes proporcionan los elementos diferen- ciadores, es
dable señalar lo siguiente:
CAPÍTULO NOVENO
CONTRATO DE CUENTA CORRIENTE

a) En la común hay concesión recíproca de créditos; en la bancaria la concesión es unilateral: de


banco a cliente o de cliente a banco;
b) En la común, la categoría de deudor o acreedor se establece al cierre de la cuenta; en la
bancaria se establece en cualquier momento;
c) En la común hay novación periódica, porque el deudor pasa a ser acreedor y viceversa; en la
bancaria no se da esa novación; y
d) En la común las remesas no necesariamente se constituyen en dinero; en la bancaria, las
remesas son dinerarias.
1. CONCEPTO

Por el contrato de cuenta corriente mercantil, las partes, denominadas en común


cuentacorrentistas, se'obligan a entregarse remesas recíprocas de bienes de diversa naturaleza, cuyo
valor dinerario constituyen partidas de abono o cargo en la cuenta de cada cuentacorrentista, saldándose
las operaciones al cierre de contrato para determinar quien es el sujeto deudor de la relación y exigirle el
pago en los términos convenidos.

2. CARACTERES

El contrato de cuenta corriente es consensual, principal, bilateral, oneroso, nominado y de tracto


sucesivo.

3. NATURALEZA JURÍDICA

Los autores que se refieren a este contrato discuten su naturaleza jurídica semejándolo a otros que
en alguna forma se le parecen en su funcionamiento. Así, se dice que el contrato de cuenta corriente es
un mutuo recíproco, un mandato reciproco, un depósito irregular, una apertura recíproca de
créditos, para concluir en última instancia, en que es un contrato sui generis; término que funciona
Como un comodín que nos saca del atolladero, con el consiguiente empobrecimiento de la doctrina
mercantil. Por nuestra parte creemos que su naturaleza deviene de una definición precisa de la ley, en el
sentido de considerar a este negocio como un contrato típicamente mercantil, por el que las partes, por la
forma en que se dan las relaciones, son potenciales deudores o acreedores del vinculo jurídico. Esta
característica no nos autoriza a darle la categoría de mutuo recíproco o mandato recíproco, sin correr el
riesgo de caer en discusiones bizantinas, ya que su género está determinado por la ley: se trata de un
contrato perfectamente tipificado por el Código de comercio, de manera que es irrelevante buscarle
parecido con otras figuras contractuales.

4. DESENVOLVIMIENTO DE ESTE CONTRATO


Debemos decir en principio que entre dos comerciantes pueden aparecer contabilizados cargos y
abonos provenientes de relaciones comerciales, sin que ello pruebe la existencia de un contrato de
René Arturo Villegas Lara 83

cuenta corriente. Para que se de la relación negocial que estudiamos, debe ser consecuencia, no por
presunción, de una relación contractual de cuenta corriente que hace que los cargos y abonos no sean
exigibles sino hasta el cierre de la cuenta, lo cual ocurre regularmente cada seis meses, salvo pacto en
contrario. Estos cargos o abonos provienen de las remesas recíprocas que se remiten los cuenta-
correntistas. El término remesa significa remisión de un valor (remesas de dinero, remesas de
mercaderías), y está íntimamente relacionado con el contrato que estudiamos. Como este contrato
puede facilitar las relaciones jurídicas de los comerciantes e incrementar el tráfico comercial, se presume
que este se refiere a todos los negocios del giro ordinario de las partes, a menos que se estipulara uno
específico.
Un aspecto muy importante que contiene nuestro Derecho es que la anotación de un crédito no
significa que se renuncie a las acciones que tiendan a anular el acto o contrato que lo originó, si estos
carecen de validez, ya que su anulación significa también la de la partida contable. Esta previsión
contenida en el artículo 737, es justa, porque de lo contrario se interpretaría en el sentido de que el
registro contable del valor de la remesa implica la aceptación del negocio que la originó, no obstante lo
nulo o anulable que fuera. En todo caso, la nulidad de un acto se reclamaría conforme las reglas
generales de las obligaciones y contratos mercantiles que ya estudiamos.
Los créditos incluidos en una cuenta corriente pueden estar garantizados en forma real o
personal. Así también, si el crédito contabilizado es a cargo de un tercero, el cuentacorrentista deudor
tiene una responsabilidad subsidiaria porque se presume que es "salvo buen cobro".
La ley establece que el saldo eventual de un cuentacorrentista, deudor de un tercero puede ser
embargado, lo que da derecho a dar por terminada la cuenta. Esta notificación de embargo paraliza el
movimiento del saldo del cuentacorrentista demandado; pero, quedan a salvo los cargos provenientes
de remesas ya concluidas, aun cuando no se hubieren anotado.

5. CIERRE DEL CONTRATO

Hemos dicho con anterioridad que en la cuenta corriente los sujetos del negocio son potenciales
deudores o acreedores, porque el valor de las remesas recíprocas que se envían se cuantifica al finalizar
el plazo pactado o cada seis meses según lo prevé la ley. Al finalizar ese plazo se determina quien es el
deudor y quien el acreedor, para exigirse el pago del saldo que resulte, el que tiene la cualidad de ser
líquido y exigible. Este saldo, si se conserva en cuenta, o sea que no se hace efectivo, según convengan
las partes, causará intereses al tipo que se haya pactado para las remesas o al interés legal a falta de
convenio.
De lo anterior podemos deducir que el cierre de la cuenta no es la terminación del contrato,
aunque eventualmente podría serlo; es sólo un acto necesario para determinar quien es deudor o
acreedor entre las partes del contrato y proseguir el envío de remesas que originaran nuevos cargos y
abonos en sus contabilidades. Podría suceder que al hacer el cierre de la cuenta se cometieran errores de
número, de cálculo, duplicaciones u omisiones en las cuentas; en tales casos, el derecho a pedir la
rectificación prescribe en seis meses a partir de la fecha del cierre.

6. TERMINACIÓN
84 Al celebrarse el contrato puede establecerse el plazo y las épocasMercantil
Derecho de cierre. En el primerTorno
Guatemalteco, caso,IIIal
vencerse, termina el contrato con los mismos efectos de un cierre en cuanto a la determinación del
deudor y el acreedor, sólo que ya no habrán nuevas remesas. Ahora bien, si ese plazo no se convino
inicialmente, cualquier cuentacorrentista puede darlo por terminado en la fecha de un cierre, si da aviso
con diez días de anticipación, por lo menos. Una particularidad de este contrato es que si fallece un
cuentacorrentista, el vínculo no termina si los herederos o sus representantes deciden continuarlo, lo
cual es una concordancia de la ley con el principio de conservación de la empresa, ya que este contrato
viabiliza las relaciones del tráfico comercial.
CAPÍTULO DÉCIMO
El contrato de reporto, enCONTRATO
Guatemala, DE
eraRun negocio contractual que ■ podía catalogarse
EPORTO
como derecho vigente no positivo, ya que era poca la experiencia que se tenía sobre él. El Código
de comercio lo tiene regulando.' del artículo 744 al 749; y la doctrina la considera como una
operación propia de las bolsas de valores; pero, siendo recientes esas instituciones auxiliares del
tráfico comercial en el medio guatemalteco, la ley no requiere que se dé como contrato bursátil; de
manera que puede concertarse entre el tomador o el tenedor de un título y una institución de
crédito o con otra persona que tenga interés en este tipo de negocio. La influencia de la legislación
mexicana es evidente en el caso del contrato que estudiamos, al grado de que, con ligeras
variantes, ei articulado de nuestro Código es una copia tomada de la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito mexicana, sin mayores aportes del legislador nacional. No sucede lo
mismo con el Derecho costarricense, en donde no se consideró necesario legislar sobre una materia
alejada de la realidad jurídica de nuestros países. Sin embargo, dada la finalidad didáctica de este
texto, es necesario que lo estudiemos como unidad de los programas académicos de Derecho
Mercantil.

1.CONCEPTO

Por el contrato de reporto, una parte, llamada reportado, transfiere a la otra llamada
reportador, la propiedad de títulos de crédito, obligándose este
último
86 a devolver al primero otros títulos de la misma especie dentro
Derecho del plazo
Mercantil y contra
pactado Torno
Guatemalteco, III
reembolso del precio de los títulos, el que podrá ser aumenta do o disminuido según se haya
convenido.
El concepto anterior recoge la idea que nos da el artículo 744 de nuestro Código, señalando como
característica especial que todo título de crédito puede ser objeto de reporto, aun cuando de los demás
artículos que lo rigen se infiere que su incidencia se daría más en el terreno de aquellos títulos de crédito
que, como las obligaciones sociales debentures, tienen semejanza con las acciones de las sociedades, que
son los genuinos títulos objeto de un reporto, ya que existen para jugar con la especulación. Pero, como
las acciones en nuestra ley no son títulos de crédito, obviamente están excluidas de ser objeto del
contrato de reporto. Un ejemplo práctico puede permitirnos comprender mejor el concepto anterior: X es
propietario de una letra de cambio cuyo valor es de Q 1,000.00. Por un contrato de reporto, X
(reportador) transfiere a B (reportado) la propiedad sobre la letra de cambio, recibiendo por ello un
precio. Al finalizar el plazo del reporto, B tiene que devolver a X otro título de la misma especie, o sea
otra letra de cambio, en el entendido de que X reembolsará el precio que recibió al iniciarse la operación,
el que podrá ser aumentado o disminuido en el monto de lo que se va a reembolsar. El valor del
aumento o disminución es lo que constituye el premio en favor del reportado.

2. CARACTERES

Es un tuiiiraio típico, nominado, real, formal, bilateral, oneroso, conmutativo y de tracto sucesivo.
Es importante señalar el carácter real de este contrato porque únicamente se perfecciona con la entrega
cambiaría del título, lo cual significa que debe hacerse mediante un endoso en propiedad. Es también
un contrato formal por cuanto la ley exige que el negocio debe pactarse por un procedimiento escrito. El
documento entonces, en que conste el reporto, deberá cumplir con los requisitos que estipula el artículo
745, siendo ellos los siguientes:
a) Nombres completos de los contratantes;
b) Clase de títulos reportados y datos que permitan su identificación;
c) Plazo para concluir la operación; y,
d) Precio del contrato.
Este último aspecto, a mi juicio, se refiere tanto al que se paga al momento de iniciarse la
operación, como el que se reembolsará al liquidarse, el que deberá estar previsto en su aumento o
disminución futura.

3. FUNCIÓN DEL REPORTO

El propietario de un título de crédito puede tener interés en adquirir el valor dinerario que
representa; para ello puede recurrir al contrato de reporto y adquiere una suma por transferir su
derecho; pero, a diferencia de otras operaciones —el descuento por ejemplo— el propietario tiene una
expectativa patrimonial, ya que al finalizar el plazo se le devolverá otro título de la misma especie:
reporto una letra de cambio, para recibir otra letra de cambio. Durante el plazo, ambos contratantes se
han beneficiado con la operación: uno recibió el valor al momento de contratar —reportador—; y otro al
instante de cobrar el título —reportado—.
René Arturo Villegas Lara 87

4. OPERATIVIDAD DEL REPORTO

Bajo este subtítulo vamos a hacer un análisis de los artículos 746,747 y 748 del Código de comercio,
con lo cual podremos observarlo inoperante que es esta figura contractual, como marco general para
negociar cualquier título de crédito. Veamos:
a) Arto. 746. Este artículo establece que si el título reportado confiere un derecho de opción, ei
reportador deberá ejercitarlo por cuenta del reportado; pero, si para ejercerlo se necesita pagar una
suma determinada de dinero, debe ser proveído para que se dé la obligación. A ese respecto no
encontramos muchos títulos de crédito a los que podría aplicárseles esta norma. Sólo las obligacio-
nes sociales o debentures, cuando son convertibles en acciones, daría ese derecho de opción, con
la salvedad de que no sería necesaria la provisión de fondos para ejercer la opción.
b) Arto. 747. Preceptúa que, salvo pacto en contrario, los derechos accesorios que produce el título
reportado los ejercita el reportador por cuenta del reportado; y cuando se trate de percibir
dividendos o intereses, serán acreditados al reportado y se liquidarán al vencimiento de la
operación. ¿Qué título de crédito produce dividendos? En Guatemala, ninguno. En ese sentido sólo
podría hablarse de intereses. Por otro lado, dice este artículo que el derecho de voto corresponde al
reportador, el que solo podría referirse a las obligaciones sociales en una reunión de
obligacionistas,
c) Arto. 748. Este artículo establece que si hay obligación de pagar llamamientos, el reportador deberá
ser proveído del dinero necesario por parte del reportado. Por “llamamiento" se entiende el pago
parcial del valor total de una obligación. Pero resulta que este término —llamamiento— sólo lo
encontramos como significante de los pagos parciales del valor de una acción —Arto. 103—. En
ningún título de crédito encontramos este concepto.
¿Que significa todo lo anterior? Que el reporto es para títulos de especulación; para títulos sujetos a
la oferta y demanda del mercado de valores; para las acciones de sociedades anónimas, en otras palabras.
De manera que, aun cuando nuestra ley generaliza el objeto del reporto a todo título de crédito, son muy
pocos los que podrían servir para estas operaciones, lo que hace más dramática la existencia del reporto
como contrato típico de nuestro Derecho Mercantil.
CONCEPTO 'Jf
*‘!v

La carta-orden de crédito es un contrato que se formaliza en un documento denominado


Carta-orden de crédito, por medio del cual quien lo éxpfde —dador— se dirige a un
destinatario, ordenándole la entrega de una suma de dinero a la persona que en el mismo se indica
y a quien le llamaremos tomador o beneficiario.
Aun cuando se considera que es un instrumento de poco uso, nuestro Código regula este
negocio del artículo 750 al 756 del Código de comercio. El documento o título que representa a la
carta orden de crédito no debe tomársele como título de crédito, o sea que no se necesita aceptación,
no es protestable ni confiere derecho alguno al tomador en contra del destinatario. Por esas razones
se le considera como título impropio.
Es importante señalar que al referirnos a esta operación de crédito debemos llamarle carta-
orden de crédito, con el objeto de distinguirla del crédito documentario que se manifiesta en una
carta de crédito. La función de este negocio es facilitar que una persona —el tomador— pueda
disponer de dinero en efectivo en una plaza distinta a aquélla en que se emite. A pesar de su
poco uso, puede ser importante para la celebración de transacciones mercantiles.
90 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

1. SUJETOS DE LA CARTA-ORDEN DE CRÉDITO

a) Dador: es la persona que emite la carta-orden de crédito. Si el valor al que ia misma se refiere
es pagado total o parcialmente, éste queda obligado, frente al destinatario.
b) Destinatario: es la persona a quien va dirigida la carta-orden de crédito. Esta persona no está
obligada a cumplir la “orden”; es de su absoluta libertad acatar o no el requerimiento que le
hace el dador.
c) Tomador o beneficiario: es la persona en cuyo favor se emite la carta-orden de crédito. Si
este sujeto recibió alguna cantidad como consecuencia de la carta, contrae la obligación de
pagarle al dador, tanto la suma recibida, como también los intereses legales sobre la suma.
Esta obligación es exigible desde el momento en que el dador le pague al destinatario,
salvopacto encontrario. Ahora bien, si el tomador, para obtener la carta hubiere entregado el
monto de la operación al dador, o satisfecho el importe en otra forma, y el destinatario no la
hace efectiva, se entiende que tiene derecho a que le restituya la suma entregada, más una
suma por daños y perjuicios, que no puede exceder de la quinta parte de la suma pagada, y
otros gastos que se hubieren causado. Estos daños y perjuicios sólo devienen de causas
imputables al dador.

3.REVOCABILIDAD

Como la carta-orden de crédito se puede extender sin necesidad de que el tomador entregue
el importe de la misma, en este caso la carta es revocable, lo que se debe notificar al tomador y al
destinatario. Esta previsión del artículo 753 no funciona si existió entrega de la suma acreditada.

4. FORMA DE LA CARTA

Como la carta-orden de crédito contiene una operación, un contrato de crédito, podemos


calificarla como sujeta a una formalidad, ya que debe constar por escrito y referir lo siguiente:
a) Fecha de la carta;
b) iNombre del destinatario;
c) Nombre del tomador o beneficiario;
d) Cantidad hasta donde se puede entregar si el destinatario acepta el requerimiento;
e) Plazo de la carta-orden de crédito, el que si no se expresa es de un año; y
f) Firma y nombre del dador.
René Arturo Villegas Lara 91

La tarjeta de crédito es un documento de gran difusión en el trafico comer-5' cial que, sin
embargo, carece de exposición entre los autores del Derecho ;' mercantil. Para nosotros constituye
un ejemplo de como la práctica comercial '-, va haciendo que surjan instituciones no contempladas
CAPÍTULO DÉCIMO SEGUNDO
LA TARJETA DE CRÉDITO
en los textos doctrina- -V rios. Todos oímos hablar de la tarjeta de crédito; muchos la manejan como
- medio de facilitar la adquisición de satisfactores, mediante transacciones al crédito. En Guatemala
esta regulada en un artículo del Código de comercio: el 767.

1. OPERATIVIDAD DE LA
TARJETA DE CRÉDITO

En Guatemala funcionan sociedades, como Cuentas S.A.; o sucursales de comerciantes


extranjeros, como American Express, Diners Club International o MasterCharge —
VISA—, que se dedican a extender tarjetas de crédito. La persona que tenga interés en poseer un
documento de esta naturaleza, concurre a estas empresas, en donde se le investiga su capacidad
económica, vocación de pago, etc.; y si resulta elegible para la empresa, se celebra un contrato de
tarjeta de crédito por el cual el comerciante 1 que extiende el documento se compromete a pagar,
hasta una suma determinada, las compras al crédito que el titular haga con los comerciantes
afiliados al sujeto que extiende la tarjeta. El propietario del documento paga una suma por su
94 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

vigencia según el plazo; y garantiza al dador en la forma que este se lo exija: descuento de sueldos,
garantías flotantes, etc. El tarjeta-habiente llega a un almacén afiliado y compra al crédito una mercadería
o hace uso de un servicio; el dador le paga al afiliado; y el tarjeta-habiente le paga al dador el valor de los
créditos obtenidos más los intereses que se hayan pactado.

2. CARACTERES DEL CONTRATO

Como la tarjeta de crédito surge de un contrato, éste debemos caracterizarlo como típico, oneroso,
de tracto sucesivo y formal. El carácter formal del contrato es evidente, aun en el caso de que no se
extienda la tarjeta propiamente dicha. Sin embargo, en la práctica, la firma de un documento especial o
formulario para poder recibir la tarjeta, es una exigencia, o sea que estamos ante dos documentos: aquel
en que se establece la relación entre dador y tarjeta-habiente; y la tarjeta de crédito con la cual se hace
efectiva la función de la operación de crédito.

3. FORMA DE LA TARJETA DE CRÉDITO

La tarjeta de crédito se expide en favor de una persona determinada y no son negociables;


únicamente la puede usar la persona en cuyo favor se expide. Debe contener el nombre de la persona que
la expide —regularmente son comerciantes sociales— y la firma autógrafa del tarjeta-habiente. Además,
expresa el plazo de validez y el territorio en que se puede usar.

4. EFECTOS DE LA TARJETA

Aun cuando a la tarjeta de crédito se le aplica el régimen de la carta- orden de crédito, debemos
decir que la relación intersubjetiva sólo existe entre tarjetahabiente y dador, para el caso de que la tarj eta
no se haga efectiva en su función. En tal sentido, el tarjeta-habiente no tiene ninguna acción contra los
afiliados al sistema. Estos pueden elegir entre vender o no vender al cliente que muestra la tarjeta de
crédito.
CAPÍTULO DÉCIMO TERCERO
El crédito documentarioCes un contrato
RÉDITO que contiene una operación de crédito cuya incidencia en
DOCUMENTARIO
el movimiento comercial, sobre todo a nivel internacional, es sumamente apreciable. Conforme la tónica
del Código de comercio guatemalteco, este negocio puede darse fuera del ámbito bancario; pero, en la
práctica se observa que únicamente se realiza como operación bancaria. Cuando un Banco le extiende
una carta de crédito a un cliente, se asimila al hecho de abrirle un crédito, con la particularidad de que
es la institución la que se encarga de pagar las obligaciones hacia las que está destinado el crédito
documentario. Su uso es en transacciones de plaza a plaza y permite que el comprador cumpla con su
obligación de pagar antes de recibir el objeto o mercadería comprada; mientras que el vendedor recibe el
precio antes de consumarse la compraventa. Este contrato se encuentra regulado, del Artículo 758 al 765
del Código de comercio de Guatemala.

l. CONCEPTO

Por el contrato de crédito documentario un sujeto llamado acreditante, se obliga frente a otro
llamado acreditado, a pagar o contraer una obligación por cuenta de éste y en beneficio de un tercero
beneficiario, de acuerdo con los requerimientos del propio acreditado.
El concepto anterior recoge la idea plasmada en el Artículo 758, modificándolo en lo que tiene de
defectuoso. Por ejemplo, el Artículo dice que el
acreditante se obliga de acuerdo a las condiciones establecidas por el acreditado. Esto no es cierto,
sobre todo si pensamos que cuando es a nivel bancario nos encontramos con un contrato por
adhesión, en donde el banco tiene preestablecidos los términos de la contratación. Lo que en verdad
hace el acreditante es otorgar el contrato conforme las peticiones o requerimientos del acreditado,
que no deben considerarse como condiciones, jurídicamente hablando.
Consideramos importante transcribir el concepto que da Joaquín Rodríguez y Rodríguez,
sobre este contrato, en los términos siguientes:
"Los créditos documentarlos son contratos de apertura de crédito en los que el acreditante se
obliga a pagar o bien a aceptar letras (de cambio) en favor de un tercero por cuenta del
acreditado contra presentación de ciertos documentos, anexos generalmente a letras
documentadas".1

El concepto anterior es importante porque señala que el cumplimiento de la obligación puede


ser al momento en que se presente el beneficiario a requerir el pago o al vencimiento de una letra de
cambio aceptada por el banco corresponsal de quien celebró el crédito documentario. Se le llama
crédito documentario, porque el beneficiario recibe el valor del crédito si entrega los documentos de
la transacción: pólizas, carta de porte, conocimiento de embarque, etc.

2. FORMA DE ESTE CONTRATO


René Arturo Villegas Lara 97

El crédito documentario se formaliza a través de un documento conocido como Carta de


crédito, la que no debemos confundir con la caria-uruen de crédito, ya estudiada, porque la fuerza
vinculante de la primera es de mayor intensidad para el cumplimiento de las obligaciones a que se
refiere. Esta carta de crédito se solicita en machotes impresos que proporcionan las instituciones
bancarias, en las que están contemplados todos los términos que el banco exige para otorgar el
crédito documentario y en los que se recogen las practicas más usuales del comercio internacional.
3. SUJETOS DEL CONTRATO

Los sujetos del contrato de crédito documentario, son los siguientes:


a) Acreditante: es la persona que otorga el crédito mediante la carta de crédito. En la práctica
sólo los bancos fungen como tales.
b) Acreditado, es la persona a quien se le otorga el crédito. Regularmente el adquiriente de un
bien.
c) Beneficiario: es la persona que va a recibir el valor dinerarioa que se refiere el crédito
documentario.
d) Corresponsal, cuando un banco distinto del acreditante, es el que hará efectivo el crédito al
beneficiario, se le denomina corresponsal, aun cuando no es indispensable porque el
acreditante puede tener sucursales.

CLASES DE CRÉDITO DOCUMENTARIO ::

a) Revocable: cuando el banco no hiciere constar en la carta de crédito. s u - facultad de


revocarlo, como acreditante puede rescindir o modificar los términos del contrato. En este
caso se le llama revocable (Arto. 759). >• .. ■ •
b) Irrevocable: existe cuando el banco no puede rescindir ni modificarlos términos contractuales
sin anuencia de los interesados. Regularmente las cartas de crédito se solicitan irrevocables
porque los comerciantes extranjeros sólo aceptan negociar con esta clase de créditos (Arto.
759).
c) Confirmado: cuando el crédito se va a pagar por medio de un corresponsal y éste también
garantiza al beneficiario de que el crédito lo hará efectivo, entonces se esta ante un crédito
documentario confirmado. La simple notificación que el corresponsal hace sobre la existencia
del crédito, no es confirmación. Esta última se entiende como la adquisición de una obligación
(Arto. 760).
98 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

4. OTROS ASPECTOS DEL CRÉDITO DOCUMENTARIO

Existiendo la cesión de créditos como medio de transmitir derechos, en el caso del crédito
documentario, nuestra ley establece que sólo se puede transmitir si expresamente se ha facultado
al beneficiario para ello (Arto. 762). Por otro lado, la carta de crédito debe indicar un vencimiento;
en caso contrario, se entiende que el plazo es de seis meses contados a partir de la fecha en que fue
notificado el beneficiario.
En cuanto al papel del acreditante, o del corresponsal en su caso, su función no es la de simple
acreedor; antes bien y con funciones de mandatario, debe cerciorarse de la legalidad de los
documentos que amparan la transacción para la que se extendió la carta de crédito, de manera
que reúna los requisitos que establece la ley y las reglas uniformes del comercio internacional. En ese
sentido, cualquier pago sobre el valor que represente la carta de crédito esta sujeta a que los
documentos representativos de las mercaderías estén extendidos en debida forma. Es interesante
anotar que si la carta de crédito se refiere a una compra de mercadería y se extendió para garantizar al
vendedor el pago del precio, en ese caso, dicho documento es independiente del contrato de
compraventa (Artos. 763 y 764).
ANEXOS

CÁMARA INTERNACIONAL DE COMERCIO REGLAS Y USOS UNIFORMES RELATIVOS A LOS CRÉDITOS DOCUMENTARIOS*
(REGLAS DE VlENA—REVISIÓN 1962)

Disposiciones generales y definiciones

a) Las disposiciones generales, las definiciones y los artículos siguientes, se aplicaran a todos los créditos documentarios y obligaran a
todas las partes i nteresadas, a menos que se haya pactado expresamente lo contrario;
b) En estas disposiciones, definiciones y artículos, las expresiones “crédito(s)”, “documen- tario(s)" y “crédito(s)" significan un
convenio, cualquiera que sea su denominación o designación, por medio del cual un banco (el banco emisor) obrando a solicitud y
de acuerdo con las instrucciones de un cliente (el solicitante del crédito) se encarga de efectuar el pago a un tercero (el beneficiario) o
bien se compromete a pagar, aceptar o negociar efectos de comercio girados por el beneficiario, o autorizar que se efectúen pagos o
que los giros sean pagados, aceptados o negociados por otro banco, contra la entrega de los documentos estipulados y bajo las
condiciones convenidas;
c) Los créditos son, por su naturaleza, operaciones comerciales distintas de las ventas o de otros contratos en que puedan estar basados
y respecto de los cuales los bancos se consideran desligados;
d) Todas las instrucciones relativas a los créditos documentarios y los créditos documéntanos mismos, deben ser completos y precisos.
Para evitar confusión y malas interpretaciones, el banco emisor deberá procurar que los solicitantes no incluyan demasiados detalles
en
sus instrucciones;
c) Cuando el banco titular de una opción conforme los artículos siguientes, resuelva utilizarla, su decisión obligara a todas las partes
interesadas; y 0 El beneficiario no podrá, en ningún caso, prevalerse de las relaciones contractuales que existan entre los bancos o entre el
solicitante y el banco acreditante.
René Arturo Villegas Lara 99
A) Forma y Notificación délos Créditos

Artículo 1 .—Los créditos podrán ser:


a) revocables, o
b) irrevocables.
Todos los créditos deberán indicar, claramente, si son revocables o irrevocables.
A falta de indicación, el crédito se considera revocable, aun cuando se determine fecha de expiración.
Artículo 2.—Un crédito revocable no constituye un vínculo que obligue jurídicamente ai banco o bancos interesados frente al
beneficiario; y aquel al crédito podrá ser modificado o revocado en cualquier momento, sin aviso al beneficiario.
Sin embargo, cuando un crédito revocable haya sido transmitido a una sucursal o a otro banco, para ser utilizado por ellos, la
modificación o anulación no surtirá efectos sino después de la recepción del aviso relativo por dichos bancos o sucursal, y no afectará el derecho
de estos al reembolso de cualquier pago, aceptación o negociación efectuados por ellos con anterioridad a la recepción del aviso correspondiente.

Artículo 3.—Un crédito irrevocable es un compromiso firme del banco acreditante y constituye obligación directa de este frente
beneficiario o, en su caso, frente al beneficiario y a los tenedores de buena fe de los giros y/o de los documentos presentados, a condición de que
las disposiciones para el pago, aceptación o negociación se cumplan plenamente y se cumplan, igualmente, las condiciones y términos del crédito.
Un crédito irrevocable puede ser notificado al beneficiario por medio de otro banco (banco notificador) sin compromiso para é ste; pero
cuando el banco emisor o acreditante autorice a otro banco a confirmar su crédito irrevocable y este último lo confirme, la confirmación
constituirá, para el banco confirmante, un compromiso firme, tanto si las condiciones de pago o de aceptación son realizadas, o en el caso de un
crédito realizable por negociación de giros, si el banco puede negociar estos con total independencia del girador.
Los compromisos no podrán ser modificados o revocados sin la conformidad de todos los interesados.

Artículo 4.—Cuando un banco acreditante (emisor) encomienda a otro banco por cable, telegrama o "telex”, notificar un crédito, y la carta
de crédito original sea el instrumento de operación del crédito, el banco emisor deberá enviar al beneficiario dicho original de la carta de crédito y
todas sus modificaciones ulteriores, por conducto del banco notificador.
El banco emisor que no siga el indicado procedimiento, será responsable de las consecuencias que deriven de su falta.

Artículo 5 .—Cuando un banco sea encargado por cable, telegrama o "telex”, de emitir, confirmar o notificar un crédito en términos
similares a los de un crédito precedente, y que este último haya sufrido modificaciones, deberá entenderse. nn<*. Us condiciones de! crédito por
emitir, confirmar o notificar, se comunicaran al beneficiario por exclusión de las modificaciones, a menos que las instrucciones especifiquen
claramente cuales modificaciones serán aplicables.

Artículo 6.—Sí el banco requerido para emitir, confirmar o notificar un crédito, recibiere instrucciones incompletas o imprecisas, podrá
enviar al beneficiario una notificación preliminar, sólo para información y sin responsabilidad para el banco; y el crédito no será emitido,
confirmado o notifjjado hasta que se haya recibido la información necesaria.

B) Responsabilidades

Artículo 7 .—Los bancos deberán examinar los documentos con cuidado razonable, para asegurarse de que los textos estén de acuerdo
con los términos y condiciones del crédito.

Artículo 8.—En las operaciones de crédito documéntanos todas las partes interesadas contratan sobre documentos y no sobre mercancías.
El pago, la aceptación o la negación contra documentos cuyo texto este conforme con las condiciones de un crédito, hecho por un
banco autorizado para realizarlos, obligará a la parte que haya dado la autorización, a recoger los documentos y a reembolsar al banco que
haya efectuado el pago, la aceptación o la negociación.
Si a! recibir los documentos el banco emisor considera que estos no están aparentemente conformes con las condiciones del crédito,
el banco deberá decidir, con la sola base de los documentos, si el pago, la aceptación o la negociación deben negarse según los términos y
condiciones del crédito.
En caso de negativa, deberá avisar por cable o por otro medio rápido al banco que haya remitido los documentos, y el aviso deberá
indicar si los documentos se retienen a disposición de este último banco o si le son devueltos. El banco emisor dispondrá de un tiempo
razonable para examinar los documentos.

Artículo 9.—Los bancos no asumirán ninguna responsabilidad en cuanto a la forma, suficiencia, exactitud, autenticidad,
falsificación y efectos legales de los documentos, ni en cuanto a las condiciones generales y/o particulares estipuladas en los documentos o
supuestas en ellos; ni asumirán responsabilidad alguna en cuanto a la designación, la cantidad, la calidad, el peso, el acondicionamiento, el
100 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

embalaje, el embarque, el valor o la existencia de I15mercaderías que representen los documentos, ni tampoco en cuanto a la buena fe o a
los actos;*; y/u omisiones, a la solvencia, al cumplimiento de las obligaciones o a la reputación de lps expedidores, transportadores o
aseguradores de la mercancía, o de cualesquiera otras personas, quien quiera que sean. £
' Y'
0 *
Articulo 10.—Los bancos no asumirán ninguna responsabilidad ni en cuanto a las '*<, consecuencias de los retardos y/o perdidas que
pudieran sufrir en su transmisión todos los .5 mensajes, cartas o documentos, ni en cuanto a los retardos, a la mutilación u otros errores que :- se
pudieran producir en la transmisión de cables, telegramas o “telex”, ni en cuanto a los errores de traducción o de interpretación de términos
técnilos. Los bancos tendrán reservado su derecho de transmitir los términos de los créditos sin traducirlos.

Artículo 11.—Los bancos no asumirán ninguna responsabilidad en lo que concierne a las consecuencias que puedan resultar de la
interrupción de sus propias actividades producidas por 1a huelga, paros, motines, trastornos civiles, insurrección, guerras y todo caso de
fuerza mayor, o por cualesquiera otras causas independientes de su voluntad. En caso de expiración de un crédito durante alguna de tales
interrupciones, los bancos no efectuaran ningún pago, aceptación o negación posterior a la expiración, salvo autorización expresa.

Artículo 12.—Los bancos que utilizaren los servicios de otro banco para realizar las instrucciones del solicitante del crédito, actuarán
por cuenta y a riesgo de éste.
No asumirán responsabilidad alguna en caso de que las instrucciones trasmitidas por ellos no sean debidamente atendidas, ni aun
en el caso de que ellos mismos hayan escogido al otro banco. El acreditado deberá asumir todas las obligaciones y responsabilidades
derivadas de leyes o de usos de países extranjeros y deberá indemnizar a los bancos de todas las consecuencias que resulten de tales leyes o
usos.

C) Documentos

Artículo 13.—Todas las instrucciones para emitir, confirmar o notificar un crédito, deberán especificar con precisión los documentos contra
los cuales deberá efectuarse el pago, la aceptación o la negociación.
Los términos como “primera clase", “bien conocido” o "calificado”, u otros términos similares no deben usarse para describir a! banco emisor
ios documentos que deberán remitirse en virtud de un crédito; y si estos términos figurasen en el crédito, los bancos aceptarán los documentos tal y
como les sean presentados, sin incurrir en responsabilidad alguna.

Documentos Probatorios de Embarque o del Despacho

Documentos de embarque

Artículo 14.—Salvo lo dispuesto en el artículo 18, la fecha del conocimiento o la fecha indicada en el sello de recepción, o la indicada sobre
algún otro documento de embarque o de expedición, serán consideradas en cada caso, como fechas del embarque o de expedición de las mercancías.

Artículo 1 5.—Si las palabras “flete pagado" o “fletes pagados previamente" apareciesen estampadas con sello o de alguna otra manera
sobre los documentos probatorios del embarque o la expedición, serán consideradas como justificación del pago del flete.
La mención “freight prepayablc" o “freight to be prepaid" (flete que debe pagarse previamente) u otras palabras de significado similar que
aparecieren estampadas con sello o en alguna otra forma en los documentos no serán consideradas como una justificación del pago del flete.
Salvo que en el crédito se disponga otra cosa o que en alguno de los documentos presentados en virtud del crédito se diga lo contrario, los
bancos podrán aceptarlos documentos que lleven la mención de que el flete o los gastos de transporte serán cubiertos contra la entrega.

Artículo 16.—Un documento de embarque "limpio" es un documento que no contiene cláusulas o anotaciones superpuestas que hagan
constar expresamente el estado defectuoso o anotaciones superpuestas que hagan constar expresamente el estado defectuoso de la mercancía y/o del
embarque.
Los bancos rehusaran los documentos de expedición queiicvcn íalcs up ai celdas cláusulas o anotaciones, a menos que el crédito indique
expresamente las cláusulas o anotaciones que sean aceptadas.

Conocimientos marítimos
René Arturo Villegas Lara 101

Artículo 1 7.—A menos que el crédito lo autorice expresamente, no serán aceptados los conocimientos de los tipos siguientes:
a) Los conocimientos emitidos por agentes de transportes;
b) Los conocimientos emitidos y sujetos a las condiciones de un contrato de fletamento de buque por entero o por compartimiento ("Chaiter-
Party”); y
c) Los conocimientos que cubran embarques en veleros;
Sin embargo, salvo instrucciones en contrario contenidas en el crédito, deberán aceptarse los conocimientos de las siguientes clases.
a) Los conocimientos con las anotaciones "Port" o "Custody", para los embarques de algodón procedentes de los Estados Unidos de América; y
b) Los conocimientos denominados "Through Bills of Landing” emitidos por las compañías de navegación o sus agentes, aun cuando cubran
varios medios de transporte.
Artículo 18.—Salvo instrucciones contrarias contenidas en el crédito, los conocimientos deben indicar que las mercancías han sido colocadas
a bordo. La puesta a bordo puede ser probada por un conocimiento “a bordo", o por medio de una anotación expresa fechada y firmada o iniciales
por el transportador o por su agente, y la fecha de dicha anotación será considerada como fecha de la puesta a bordo y el embarque.

Artículo 19.—A menos que el trasbordo se prohíba por las condiciones del crédito, serán aceptados los conocimientos que indiquen que las
mercancías serán trasbordadas en ruta, a condición de que el viaje completo sea cubierto por un solo y único conocimiento.
Los conocimientos que contengan cláusulas impresas que permitan a los transportadores proceder al trasbordo, serán aceptados no obstante
que el crédito prohíba los trasbordos.

Artículo 20.—¿o; bancos rehusarán un conocimiento que mencione la carga de las mercancías sobre el puente, a menos que el crédito lo
autorice expresamente.

Artículo 21.—Los bancos podrán exigir que el nombre del beneficiario figure en el conocimiento como cargador o endosante, salvo que en el
crédito se disponga lo contrario. Otros documentos de embarque, etc.

Artículo 22.—Los bancos consideraran como regulares las cartas de porte o resguardos del ferrocarril o de la navegación interior, los
resguardos de viaje, los recibos o certificados del correo ordinario o aéreo, los resguardos, recibos o cartas de porte aéreos, los conocimientos de
embarque por autocamiones, y cualesquiera otros documentos similares, cuando lleven el sello de recibo o la firma de los transportadores o
emisores.

Artículo 23.—Cuando un crédito exija testificación o certificación de peso, en casos de transportes no marítimos, los bancos podrán aceptar
en los documentos de embarque la indicación delpeso por s ello opor cualquier otro medio oficial, amenos queel crédito p ida un certificado de peso
independiente o por separado.

Documentos de seguros
Artículo 24.—Los documentos de seguros deberán ser los expresamente descritos en el crédito, y deben ser expedidos por compañías de
seguros o sus agentes o por aseguradores individuales autorizados.
Las notas de cobertura emitidas por corredores no se aceptarán, a menos que estén expresamente autorizadas en el crédito.

Artículo 25.—Salvo que en el crédito se autorice lo contrario, los bancos podrán rehusar todo documento de seguro que lleve una fecha
posterior a la señalada para el embarque en los documentos de éste.

Artículo 2 6.—Salvo instrucciones contrarias en el crédito, el documento de seguro debe referirse a la misma moneda de crédito.
Li valor mínimo asegurado debe ser el valor CIF de las mercancías. Sin embargo, cuando el valor CIF de las mercancías no pueda
determinarse por los documentos presentados, los bancos aceptarán como valor mínimo el del monto del crédito, o el de la correspondiente factura
comercial, cuando sea mayor.
Artículo 27.—Los créditos deberán indicar expresamente el tipo de seguro que se requiera y en su caso, los riesgos adicionales que deban ser
cubiertos. No deberán usarse términos imprecisos, como “riesgos usuales" o "riesgos corrientes”.
A falta de instrucciones específicas, los bancos aceptarán la cobertura de los riesgos previstos en el documento de seguro que se les presente.

Artículo 28.—Cuando un crédito exprese "seguro contra riesgo”, los bancos aceptarán un documento que contenga cualquier cláusula o
102 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

anotación "todo riesgo", y no asumirán responsabilidad en el caso de que un riesgo particular no sea cubierto.

Artículo 29.—Los bancos pueden aceptar un documento de seguro que indique que la cobertura este sometida a "franquicia", a menos que se
haya indicado expresamente en el crédito que el seguro no debería contener ningún porcentaje de franquicia.

Facturas comerciales
Artículo 30.—Salvo instrucciones contrarias en el crédito, las facturas comerciales deben estar expedidas a nombre del dador de la orden.
Los bancos podrán rehusar, salvo instrucciones contrarias del crédito, facturas expedidas por un monto superior al del crédito.
La descripción de las mercancías que figure en las facturas comerciales deberá corresponder a la dei crédito. En todos los otros documentos,
las facturas pueden ser descritas en términos generales.

Otros documentos
Artículo 3 1.—Cuando sean exigibles otros documentos, tales como: recibos de almacén, órdenes de entrega, facturas consulares, certificados
de origen, de peso, de calidad o de análisis, etc., sin definición precisa, los bancos podrán aceptar tales documentos como les sean entregados, sin
incurrir en responsabilidad.

Disposiciones diversas
Artículo 32.—Las palabras "poco más o menos”, ‘aproximadamente” o expresiones similares, serán interpretadas como permitiendo una
diferencia que no exceda de 10%, de más o de menos, aplicable, según el lugar que ocupen en las instrucciones, al momo del crédito o a la cantidad o
precio unitario de las mercancías.
A menos que el crédito determine que la cantidad de las mercancías debe ser ni más ni menos que la indicada, será admitida una tolerancia
de 3% de más o de menos; pero siempre bajo la reseiva de que el monto total de los giros no exceda del monto del crédito. Esta tolerancia no se
aplicará si el crédito especifica cantidad en unidades de embalaje o en artículos.

Embarques parciales

Artículo 33.—Los embarques parciales se considerarán autorizados, si el crédito no contiene expresamente instrucciones contrarias.
Los embarques hechos en el mismo buque y para el mismo viaje no serán considerados como embarques parciales, aunque los
conocimientos que acrediten la puesta a bordo tengan fechas diferentes.
Artículo 34.—Si se hubieren estipulado embarques fraccionados en períodos determinados y una fracción no se embarca en el período
autorizado para ella cesará el crédito de ser disponible para esa fracción y todas las subsecuentes, salvo instrucciones contrarias contenidas en el
crédito.

Validez y fecha de vencimiento


Artículo 35.—Todo crédito irrevocable debe contener un plazo para la presentación de los documentos para el pago, aceptación o
negociación, que será independiente de la indicición de una fecha límite para el embarque.

Artículo 36.—Las palabras “a" y “hasta" u otras similares empleadas para determinar la fecha de expiración del plazo para la presentación de
los documentos para el pago, aceptación o negociación, o la fecha límite para el embarque, se entenderá que incluyen la fecha indicada.

Artículo 37.—Cuando la fecha de expiración caiga en un día en que los bancos estén cerrados por razones distintas a las mencionadas en el
Artículo 11, el período de validez se extenderá hasta el primer día hábil siguiente.
Esto no se aplicará a la fecha para el embarque, que si se ha estipulado, deberá respetarse.
Los bancos que efectúen el pago, aceptación o negociación en la fecha antes indicada, deberán agregar a los documentos su certificación en
los siguientes términos:
"Presentado para pago (o aceptación o negociación, según el caso) en el término prorrogado de acuerdo con el Artículo 37 de los Usos
Uniformes".
René Arturo Villegas Lara 103

Artículo 38.—La validez de un crédito revocable, si no se hubiese establecido término, expirará seis meses a partir de la fecha de la
notificación dirigida al beneficiario por el bjnco en el cual se podía utilizar el crédito. ~
•7 * %

Artículo 39.—Salvo instrucciones contrarias expresas, toda prórroga del término fijado para el embarque prolongará, por un plazo igual a la
prórroga, la validez del crédito.
Si un crédito establece una fecha límite para el embarque, la prórroga del período de validez no importará la prolongación del plazo para el
embarque, salvo instrucciones contrarias expresas.

Embarque, carga o despacho


Artículo 40.—Salvo que los términos del crédito indiquen lo contrario, las palabras “salida”, “envío”, “carga” o "despacho", utilizadas para
determinar la fecha extrema del embarque, se entenderán como sinónimos de "embarque".
Expresiones como "pronto", “inmediatamente”, “tan pronto como sea posible" y otras similares, no deberán utilizarse. Si se usaren, los
bancos las interpretarán como exigencia de que el embarque se haga dentro de los treinta días siguientes a la fecha de la notificación deJ crédito
dirigido al beneficiario por el banco emisor o, en su caso, por un banco notificador.

Presentación
Artículo 41.— Los documentos deberán presentarse en un plazo razonable a partir de su emisión. Los bancos pagadores, aceptantes, o
negociadores podrán rehusar los documentos si, a su juicio, éstos les son presentados con demora injustificada.
104 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

Artículo 42.—Los bancos no tendrán obligación de aceptar la presenlación de documentos fuera de sus horas de trabajo.

Fechas y términos
Artículo 43.—Las expresiones ‘‘primera mitad", “segunda mitad” de un mes, deberán entenderse respectivamente como el 1 al 15 y del 16 al
último del mes, inclusive.

Artículo 44.—Las expresiones “comienzo”,"mediados" o “fin" de un mes, se interpretarán respectivamente como del 1 al 10, del 11 al 20 y de l
21 al último del mes, inclusive.

Artículo 45.—Cuando un banco emisor de un crédito da instrucciones de que el crédito sea confirmado o notificado como utilizable “por un
mes”, "seis meses” u otra expresión semejante, pero no especifica la fecha desde la cual el término comenzará a correr, el banco confirmante o
notificador, podrá confirmar o notificar el crédito como que expirará al final del período asi indicado, a partir de la fecha de la confirmación o de la
notificación.

D) Transferencia

Artículo 46.—Un crédito transferible es un crédito respecto del cual el beneficiario tiene el derecho de dar instrucciones al banco encargado
de hacer los pagos o las aceptaciones o a cualquier banco encargado de efectuar la negociación, para hacer el crédito utilizable total o parcialmeute,
por uno o más terceros (segundos beneficiarios).
Un crédito sólo podrá transferirse si ha sido expresamente designado como “transferible" por el banco emisor. Términos como “divisible”,
“fraccionable”, “asignable" o “transmisible" nada añaden al término “transferible", y no deberán ser utilizados.
Un crédito transferible podrá transferirse sólo una vez. Fracciones de un crédito transferible (cuya suma no exceda al total del crédito) pueden
ser transferidas separadamente, siempre que los embarques parciales no estén prohibidos, y el conjunto de las transferencias parciales se considerará
que constituye una sola transferencia del crédito. El crédito podrá transferirse sólo en los términos y condiciones especificados en el crédito original,
con las excepciones de la suma toiai del crédito, de iub piccios ümíáfiús establecidos en el y de los tcrnri¡ncs de validez o de embarque, los que
podrán ser reducidos, conjunta o separadamente. Además, el nombre del primer beneficiario puede ser sustituido por el del solicitante del crédito,
pero si en el crédito original se requiere expresamente que el nombre del solicitante aparezca en todos los documentos distintos de la factura, tal
exigencia deberá respetarse.
El primer beneficiario tendrá el derecho de sustituir sus propias facturas a las del segundo beneficiario, por cantidades que no excedan a la
suma original establecida en el crédito, y por los precios unitarios originales también establecidos, y en relación con tal sustitución de facturas, el
primer beneficiario podrá girar contra el crédito por la diferencia, si existiere, entre sus facturas, y las del segundo beneficiario. Cuando un crédito ha
sido transferido y el primer beneficiario ha hecho sustituir sus propias facturas por las del segundo beneficiario, pero sin haberlo solicitado
expresamente, el banco que pague, acepte o negocie el crédito, tiene el derecho de enviar al banco emisor los documentos recibidos en virtud del
crédito, incluyendo las facturas del segundo beneficiario, sin responsabilidad alguna frente al primer beneficiario.
El primer beneficiario de un crédito transferible puede transferir el crédito a un segundo beneficiario en el mismo país; pero para trasmitirlo
a un segundo beneficiario en el crédito, el primer beneficiario tendrá el derecho de exigir que el pago o negociación se hagan ?.l segundo beneficiario
en la plaza donde el crédito fue transferido, hasta la fecha de vencimiento del crédito original, inclusive, y sin perjuicio de los subsecuentes derechos
del primer beneficiario para sustituir sus propias facturas por las del segundo beneficiario, y de reclamar cualquier diferencia que resulte a su favor.
.El banco a quien se solicite transferir el crédito, lo haya confirmado o no, no tendrá obligación alguna de efectuar el traspaso, excepto en los
límites y formas expresamente consentidas por dicho banco, y a condición de que le sean pagados los gastos del traspaso.
Los gastos bancarios originados por las transferencias serán a cargo del primer beneficiario, salvo estipulación contraria.

CRÉDITOS DOCUMENTARIOS REGLAS Y USOS UNIFORMES RELATIVOS A LOS CRÉDITOS DOCUMENTARIOS —REVISIÓN 1983—

La Cámara de Comercio Internacional acaba de introducir reformas significativas a las Reglas y Usos Uniformes relativas a los Créditos
Documentarios, que en adelante serán incorporados al presente folleto número 400.
Los idiomas oficiales de la Cámara de Comercio Internacional son el inglés el francés. En los folletos anteriores, la demora en presentar una
René Arturo Villegas Lara 105

traducción oficial al español dio lugar a la aparición de innumerables ensayos, la mayoría de ellos con muy poca fortuna técnica e idiomática
Para evitar las confusiones harto peligrosas que la proliferación de traducciones traería consigo y para superar los posibles equívocos a que
los usos regionales conducirían, la Federación Latinoamericana de Bancos se encargo de la presente edición oficial en español del folleto 400 Para
conseguir este texto final se tuvieron en cuenta otras versiones y opinión de expertos en comercio exterior de más de diez países. Luego de tan
cuidadoso esfuerzo, recomendamos sin reserva el uso de esie documento, que puede ser utilizado con plena confianza por exportadores,
importadores, transportistas, aseguradores, banqueros y por todos aquellos que intervienen en el manejo de este apasionante y universal
instrumento de comercio.

Fernando Londoño Hoyos Secretario General Federación Latinoamericana de Bancos

Prefacio
Este prefacio se escribe exactamente cincuenta años después que la Cámara de Comercio Internacional adoptó la primera edición de las
Reglas y Usos Uniformes de los Créditos Documentarios, en su Séptimo Congreso realizado en Viena, en 1933.
Innumerables aspectos en las operaciones de comercio internacional cambiaron radicalmente en los años que transcurrieron. Sin embargo,
las Reglas y Usos Uniformes han sido un elemento vital en el inundo de los negocios. Un número cada vez mayor de banqueros y otros ejecutivos,
todavía necesitan saber de sus disposiciones y utilizarlas cada día.
¿Cómo es posible que las Reglas y Usos Uniformes se hayan vuelto indispensables por tanto tiempo, período que seguramente se extenderá
hasta el siglo XXI?
Considero que por dos razones. Primera, las relaciones de comercio internacional siguen exigiendo los créditos documentarios y por lo tanto
también un conjunto de estándares internacionalmente aceptados que orienten su uso.
Así como hace 50 años, los vendedores todavía vacilan en entregar la mercancía antes de recibir el pago, mientras que los compradores
prefieren tener el control de la mercancía antes de entregar su dinero. Sin embargo, como es casi imposible hacer coincidir el pago con la remesa física
de la mercancía, normalmente se pacta un compromiso: el pago contra la "remesa táctica", es decir, la entrega de documentos transfiriendo el derecho
o el control sobre las mercancías.
La confianza se hizo importante entonces y los banqueros fueron solicitados para que intervinieran dando su garantía condicional al
vendedor para pagar contra la presentación de documentos y de conformidad con las condiciones establecidas por el comprador. Así pues, la continua
necesidad por los créditos documéntanos.
En segundo lugar, las Reglas y Usos Uniformes son, afortunadamente, un texto vivo que ha sido permanentemente actualizado por la
Comisión Bancaria de la C.C.I., desde su introducción inicial.
Antes de 1962 las Reglas y Usos Uniformes fueron básicamente encargadas de resguardar al banquero cuando el comprador daba
instrucciones incompletas o imprecisas. En la Revisión de 1962—la primera en conseguir aceptación global— se hizo énfasis en el deber del
comprador por especificar lo que deseaba, estableciéndose "usos y reglas bancarias internacionales para facilitar las funciones bancarias”.
La Revisión de 1974 consolidó las modificaciones respecto a la documentación y procedimientos en vista del progreso en las facilidades
comerciales y la revolución en los transportes marítimos—el uso de contenedores y el desarrollo resultante del transporte combinado— . Las
consideraciones adoptadas reflejan las prácticas bancarias, pero también dictan “la manera de actuar más prudente sin considerar el tiempo que
pueda tener un uso, la conducta en los negocios y las costumbres”.
En la Revisión de 1983 otra vez tuvimos que “mirar hacia el futuro—porque será ahí donde tendremos que vivir”. Así es que donde los
intereses y problemas del comprador y del vende.rinr sean nrnminr.ntps, ahí <*.s r.n dnndf: SP ha tnmnrtn la nota-
La continuada revolución en las tecnologías de transporte, y la geográfica extensión del uso de contenedores y de transporte combinado;
La creciente influencia de las facilidades comerciales representadas por nuevos documentos y nuevos métodos de producción de documentos;
La revolución en las comunicaciones, reemplazando el papel como medio de transmisión de informaciones (datos) relativos a una transacción
comercial a través de métodos automatizados o procesamiento electrónico de datos; y
Desarrollo de nuevos tipos de créditos documentarios, tales como crédito con pago diferido y crédito “stand-by".
Además, para que las Reglas y Usos puedan dar la máxima orientación posible y ayuda a todas las partes, tres principios se tuvieron en
mente:
Que el comprador es responsable de estipular clara y precisamente los documentos exigidos y las condiciones que deben ser atendidas;
El creciente interés e influencia del comercio internacional por parte de naciones que son menos desarrolladas y, por lo tanto, con menos
106 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

experiencia en esa área; y


Malentendidos y problemas de interpretación causados por el texto de 1974, amplificado o simplificado, según sea el caso, en la
versión de 1983.
Finalmente.se ha considerado el actual problema de fraudes, reconociendo que este ocurre cuando una parte comercial
contrata con mala intención y que el crédito documentario apenas paga la transacción comercial y no la puede fiscalizar.
< La revisión fue realizada por un Grupo de Trabajo— con representantes del comercio, industria, aseguradores, despachadores y

transportistas, así como banqueros— reportándose a la Comisión Bancaria.


Las Comisiones Nacionales de la C.C.I., la Comisión de Derecho Comercial Internacional de las Naciones Unidas (en el caso de países
que no cuentan con Comisión Nacional de la C.C.I.), otros organismos de las Naciones Unidas que cuidan de facilitar los procedimientos
de comercio internacional, círculos bancarios en países representados en el Comité Este/Oeste de la C.C.I., todos participaron activamente
en el proyecto, tanto a través del Grupo de Trabajo y en la Comisión, como a través de cerca de 4,000 i tems individuales de comentarios
presentados.
Sinceros agradecimientos a todos ellos, pero su real recompensa será el reconocimiento por su gran contribución en facilitar el
comercio internacional a través de la Revisión 1983 de las Reglas y Usos Uniformes.

Bernard S. Wheble Presidente


Comisión de Técnicas y Prácticas Bancarias de la C.C.I.

Junio, 1983
m
A. Disposiciones Generales y Definiciones

Artículo 1. Aplicación de las Reglas y Usos Uniformes. Los presentes artículos se aplican a todos los créditos
documentarios, incluyendo, en la medida en que les sean aplicables, las cartas de crédito "stand-by”, y obligan a todas las partes que en ellos
intervengan, a menos que expresamente se pacte lo contrario. Se considerarán estos Artículos como partes integrantes de todo crédito
documentario, siempre que en el se exprese textualmente que ha sido emitido conforme a las Reglas y Usos Uniformes Relativos a los
Créditos Documentarios, Revisión de 1933. Publicación No. 400 de la.Cámara de Comercio Internacional.

Artículo 2. Definición dt "Crédito(s)" Para los propósitos de estos Artículos, las expresiones “Crédito(s) Documentario(s)" y
“Carta(s) de Crédito(s) Stand-by" utilizadas en el presente texto —en adelante simplemente como "Crédito(s)”— comprenden todo convenio,
cualquiera que sea su denominación o designación, por medio del cual un banco (banco emisor), obrando por solicitud y de conformidad con
las instrucciones de un cliente (el ordenante del crédito):
i) Debe hacer un pago a un tercero (el beneficiario) o a su' orden, o pagar, o aceptar letras de cambio giradas por el beneficiario, o
ii) Autoriza otro banco para que efectúe el pago o para que pague, acepte o negocie las dichas . letras de cambio contra la entrega de los
documentos exigidos, siempre y cuando se cumplan los términos y las condiciones del crédito.

Artículo 3. Créditos y Contratos Comerciales. Los créditos son, por su naturaleza, operaciones independientes de las
ventas o de cualquier otro(s) contrato(s) que puedan conformar su base causal, los cuales en ningún caso conciernen a los bancos ni obligarán
a los mismos, aun
107 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

cuando el crédito contenga alguna referencia a tal(es) contrato(s) y cualquiera que sea esta referencia.

Artículo 4. Documentos y Mercancías y Servicios con los que puedan relacionarse. En las operaciones de crédito,
todas las partes que intervienen negocian sobre documentos y no sobre mercancías, servicios y/u otras prestaciones que puedan tener relación con
dicho documento.

Artículo 5. Instrucciones Relativas a los Créditos y a las Modificaciones. Las instrucciones relativas a la emisión de un
crédito, los créditos mismos, todas las instrucciones de modificación de éstos, y las modificaciones mismas, deben ser completas y precisas.
Para evitar cualquier confusión o mal entendido, los bancos deberán desestimular cualquier intento de incluir detalles excesivos en el crédito
o en cualquiera de sus modificaciones.

Artículo 6. Relaciones Beneficiario-Bancos. En ningún caso podrá el beneficiario aprovecharse de las relaciones contractuales
existentes entre los bancos, o entre el ordenante del crédito y el banco emisor.

B. Forma y N otificación d e I os C réditos

Artículo 7. Tipos de Créditos.


a) Los créditos pueden ser:
i. revocables, o
ii. irrevocables;
b) Todo Crédito deberá, por consiguiente, indicar claramente si es revocable o irrevocable;
y
c) A falta de tal indicación, el crédito será considerado como revocable.

Artículo 8. Responsabilidad del Banco Notificador. Un crédito puede ser notificado al beneficiario a través de otro banco (banco
notificador) sin compromiso para el banco notificador. Sin embargo, este banco deberá tener un razonable cuidado en verificar la aparente
autenticidad del crédito que notifica.

Artículo 9. Crédito Revocable.


a) Un crédito revocable puede ser modificado o cancelado por el banco emisor en cualquier momento y sin previo aviso al beneficiario;
b) Sin embargo, el banco emisor esta obligado a:
i) Reembolsar a una sucursal o a un banco en el cual un crédito revocable se ha hecho disponible para pago a la vista, para aceptación o
para negociación por cualquier pago, aceptación o negociación efectuado por dicha sucursal o banco con anterioridad al recibo de la
notificación de modificación o cancelación, contra documentos aparentemente conformes con los términos y condiciones de crédito; y
ii) Reembolsar a una sucursal o a un banco en el cual el crédito revocable se ha hecho disponible para pago diferido si dicha sucursal o
dicho banco, con anterioridad al recibo de la notificación de modificación o cancelación, ha tomado los documentos aparentemente
conformes con los términos y condiciones del crédito.
Artículo 10. Crédito Irrevocable y Confirmación.
a) Un crédito irrevocable constituye para el banco emisor, en la medida en que los documentos estipulados sean presentados y los términos y
condiciones del crédito respetados, un compromiso en firme:
i) Si el crédito dispone el pago a la vista-de pagar, o de hacer efectuar el pago;
ii) Si el crédito dispone el pago diferido-de pago, o hacer efectuar el pago en la fecha o en las fechas determinadas de acuerdo a las
estipulaciones de crédito;
iii) Si el crédito dispone aceptación-de aceptar las letras de cambio giradas por el beneficiario si el crédito estipula que deben ser
giradas contra el banco emisor, o de asumir la responsabilidad de su aceptación y de su pago al vencimiento, si el crédito estipula
que deben ser giradas contra el ordenante del crédito o contra cualquier otro librado designado en el crédito; y
iv) Si el crédito dispone negociación - de pagar sin recurso contra los giradores y/o tenedores de buena fe, la(s) letra(s) de cambio
girada(s) por el beneficiario, a la vista o a término, contra el ordenante o cualquier otro girado indicado en el crédito, diferente del
propio banco emisor o disponer la negociación por parte de otro banco y de pagar como se prevé arriba, si dicha negociación no se
efectúa.
b) Cuando un banco emisor autoriza o pide a otro banco confirmar su crédito irrevocable y éste añade su confirmación, tal confirmación
108 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

constituye, por parte de este banco (banco confirmante), siempre y cuando los documentos estipulados sean presentados y los términos y
las condiciones del crédito sean respetados, un compromiso en firme, que se suma al del banco emisor:
i) Si el crédito dispone el pago a la vista - de pagar o de hacer efectuar el pago;
ii) Si el crédito dispone el pago diferido - de pagar o de hacer efectuar el pago en la fecha o en las fechas determinadas de acuerdo a
las estipulaciones del crédito;
iii) Si el crédito dispone aceptación - de aceptar las letras de cambio giradas por el beneficiario si el crédito estipula que deben ser
giradas contra el banco confirmante, o de asumir la responsabilidad de su aceptación y de su pago al vencimiento, si el crédito
estipula que deben ser giradas contra el ordenante del crédito o contra cualquier otio librado designado en el crédito;
iv) Si el crédito dispone negociación - de negociar sin recurso contra los giradores y lo tenedores de buena fe la(s) lelra(s) de cambio
girada(s) por el beneficiario, a la vista o a término, contra el banco emisor o contra el ordenante del crédito o contra cualquier otro
girado indicado «r. el uédiio, diferente dei propio banco confirmante.
Si un banco recibe autorización o petición del banco emisor para agregar su confirmación a un crédito, pero no está dispuesto a
hacerlo, deberá informarlo sin demora al banco emisor. A menos que el banco emisor especifique lo contrario en su autorización o
petición de confirmación, el banco notificador notificará el crédito al beneficiario sin añadir su confirmación; y
c) Estos compromisos no pueden ser modificados o cancelados sin el acuerdo del banco emisor, dei banco confirmante (si lo hay) y del
beneficiario. La aceptación parcial de modificaciones contenida en un sólo aviso de modificación, no tendrá efecto sin el acuerdo de todas
las partes arriba mencionadas.

Artículo 11. Disponibilidad del Crédito / Designación del Banco donde se ha hecho
disponible:
a) Todos los créditos deben indicar claramente si son disponibles para pago a la vista, para pago diferido, para aceptación o para negociación;
b) Todos los créditos deben designar el banco (banco designado) que está autorizado para efectuar el pago (banco pagador), o para aceptar las
letras (banco aceptante), o para negociar (banco negociador), a menos que el crédito permita la negociación por cualquier banco (banco
negociador);
c) A menos que el banco designado sea el propio banco emisor o el banco confirmante, la designación por el banco emisor no constituye ningún
compromiso para el banco designado de pagar, de aceptar o de negociar; y
d) Al designar otro banco, o al autorizar la negociación a cualquier otro banco, o al autorizar o pedir a un banco que agregue su confirmación, el
banco emisor autoriza a dicho banco a e fectuar e 1 pago, a a ceptar o a n egociar, según s ea e 1 c aso, c ontra 1 a presentación d e I os
documentos aparentemente conformes con los términos y las condiciones del crédito, y se compromete a reembolsar a dicho banco de
conformidad con las disposiciones de estos Artículos.

Artículo 12. Emisión/Modificación por Telecomunicación.


a) Cuando un banco emisor da instrucciones a otro banco (banco notificador), por cualquier medio de telecomunicación para notificar un crédito
o una modificación relativa a un crédito y tiene la intención de que la confirmación por carta sea el instrumento operativo del crédito o de la
modificación, dicha telecomunicación debe especificar "siguen detalles completos" (full details to follow), o una expresión similar, o
indicar que la confirmación por carta será el instrumento operativo del crédito o de la modificación. El banco emisor debe emitir sin demora
al banco notificador el instrumento operativo del crédito o de la modificación;
b) La telecomunicación será considerada como el instrumento operativo del crédito o de la modificación, y ninguna confirmación por carta
deberá ser enviada, a menos que en la telecomunicación se especifique “siguen detalles completos" (full details to follow), o una expresión
similar , o que se precise que la confirmación por carta deberá ser el instrumento operativo del crédito o de la modificación;
c) Una telecomunicación enviada por el banco emisor con el propósito de ser el instrumento operativo del crédito, deberá indicar claramente
que el crédito es emitido sujeto a las “Reglas y Usos Uniformes Relativos a los Créditos Documentarios”. Revisión de 1983. Publicación No.
400 de la Cámara de Comercio Internacional, C.C.I.;
d) Si un banco utiliza los servicios de otro banco o bancos (banco notificador) para notificar el crédito al beneficiario, deberá asimismo utilizar
los servicios del(os) mismo(s) banco(s) para notificar cualquier modificación; y
e) Los bancos serán responsables de todas las consecuencias que resulten de la i nobservancia por su parte de los procedimientos dispuestos en
los parágrafos anteriores.

Artículo 13. crédito(s) similar(es). Cuando se encargue a un banco de emitir, confirmar o notificar un crédito en términos similares a
los de otro emitido, confirmado o notificado antes, y este último haya sufrido enmiendas, se entenderá que las condiciones de l crédito por emitir,
confirmaro notificar no incluirán ningunade las modificaciones, a menos queen las instrucciones se especifique claramente cuales serán las
René Arturo Villegas Lara 109

modificaciones aplicables. Los bancos deberán desaconsejar las ordenes de emitir, confirmar o notificar un crédito de esta manera.

Artículo 14. Instrucciones Incompletas o Imprecisas. Cuando un banco reciba instrucciones, confirmar, notificar o modificar un
crédito, podrá dar al beneficiario un aviso preliminar a título simplemente informativo sin incurrir en responsabilidad alguna. En este caso el crédito
no se emitirá, confirmará, notificará o modificará, sino cuando el banco reciba las aclaraciones necesarias y esté dispuesto a actuar según estas
instrucciones. Los bancos deberán suministrar sin demora la información necesaria.
C. Obligaciones y Responsabilidades

Artículo 15. Examen y Concordancia de los Documentos. Los bancos deben examinar todos los documentos con razonable
cuidado para comprobar que aparentemente están de acuerdo con los términos y las condiciones del crédito. Los documentos que, en apariencia, no
concuerden entre si, serán considerados como que no están aparentemente de acuerdo con los términos y las condiciones del crédito.

Artículo 16. Responsabilidades / Derechos del Banco Emisor.


a) Si un banco así autorizado efectúa un pago, o se compromete a efectuar un pago diferido o acepta, o negocia contra presentación de
documentos aparentemente conformes con los términos y las condiciones del crédito, la parte que ha dado la autorización queda rá obligada
a r eembolsar a I b anco que h a e fectuado e 1 p ago, o s e h a comprometido a e fectuar un p ago diferido, o ha aceptado, o negociado, y a
tomar los documentos.
b) Si e n e 1 momento de recibir Ios documentos, e 1 b anco emisor c onsidera q ue a parentemente no están conformes con los términos y las
condiciones de crédito, debe decidir únicamente sobre la base de estos documentos, si los acepta o los rechaza alegando que aparentemente
no están conformes con los términos y las condiciones del crédito.
c) El banco emisor dispondrá de un tiempo razonable para examinar los documento.jyypara decidir, en las condiciones que se acaban de
expresar, si acepta o rechaza los documentos;
d) Si el banco emisor decide rechazar los documentos, deberá notificar inmediatamente por un medio de telecomunicación y si no e s posible,
por cualquier otro medio rápido, al banco que le ha remitido los documentos (banco remitente) o al beneficiario, si los documentos le
fueron remitidos directamente por él. En este aviso el banco emisor, deberá indicar las discrepancias en virtud de las cuales rechaza los
documentos y precisar también si los documentos quedan a disposición del remitente (el banco remitente o el beneficiario, según sea el
caso) o si se los esta devolviendo. El banco emisor tendrá entonces el derecho de reclamar al banco remitente la restitución de cualquier
reembolso que haya efectuado a este banco;
c) Si el banco emisor no actuase de acuerdo a las disposiciones de los párrafos (c) y (d) de este Artículo y/o dejare deponer los documentos a la
disposición del presentador u omitiere retornárselos, perderá el derecho de alegar que los documentos no se conforman con los términos y
las condiciones del crédito; y
f) Si el banco remitente llama la atención del banco emisor sobre la existencia de cualquier discrepancia en los documentos, o bien le informa
al banco emisor que ha efectuado el pago, contraído un compromiso de pago diferido, aceptado o negociado bajo reserva o contra una
garantía relativa a esas discrepancias, el banco emisor no quedará por ello exonerado de ninguna de las obligaciones establecidas en el
presente Artículo. Estas reservas o garantías solamente afectan las relaciones entre el banco remitente y la parte respecto déla cual se ha
formulado la reserva o respecto a quien o por cuenta de quien se ha obtenido la garantía.

C-l. Clausulas Exoneratorias

Artículo 17. Documentos. Los bancos no asumen ninguna obligación ni responsabilidad respecto a la forma, la suficiencia, la
exactitud, la autenticidad, la falsificación o el valor legal de ningún documento, ni respecto a las condiciones generales y/o particulares que se
indiquen en los documentos, o que se agreguen a ellos; tampoco asumen obligación ni responsabilidad alguna por la descripción, cantidad, peso,
calidad, estado, embalaje, despacho, valor o existencia délas mercancías representadas por los documentos, ni aun respecto ala buena fe o a losados
y/o las omisiones, a la solvencia, al cumplimiento de las obligaciones o la reputación de los despachadores, transporlistas o aseguradores de la
mercancía o de cualquier otra persona quien quiera que sea.

Artículo 18. Retrasos, Etc. Los bancos no asumen ninguna obligación ni responsabilidad por las consecuencias provenientes del retraso
y/o pérdida que pueda sufrir en su tránsito, cualquier mensaje, carta o documento, ni por el retardo, la mutilación u otros errores que se puedan
producir en la transmisión de cualquier telecomunicación. Los bancos no asumen ninguna obligación ni responsabilidad por errores que se cometan
en la traducción o interpretación de términos técnicos y se reservan el derecho de transmitir los términos de los créditos sin traducirlos.

Artículo 19. Fuerza Mayor, Etc. Los bancos no asumen ninguna obligación ni responsabilidad por las consecuencias que puedan
110 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

derivarse de la interrupción de su propia actividad provocada por casos fortuitos, motines, conmociones civiles, insurrecciones, guerras o por
cualquier otra causa de fuerza mayor, así como por huelgas y cierres. Salvo autorización expresa, los bancos no se comprometerán a efectuar ningún
pago diferido, ni efectuarán ningún pago, ninguna aceptación o negociación al reiniciar su actividad, en el caso de créditos que hubiesen vencido
durante tal interrupción de sus actividades.

Artículo 20. Otros Bancos.


a) Los bancos que utilicen los servicios de otro banco u otros bancos para dar cumplimiento a las instrucciones del ordenante, lo harán por
cuenta y riesgo de este ordenante;
b) Los bancos no asumen ninguna obligación ni responsabilidad en el caso de que las instrucciones que ellos transmitan no sean atendidas, aun
si fueran ellos mismos quienes tomaron la iniciativa en la selección del otro banco o de los otros bancos; y
c) El ordenante del crédito deberá asumir todas las obligaciones y responsabilidades que se desprendan de las leyes y costumbres vigentes en
los países extranjeros e indemnizar a los bancos de todas las consecuencias que de ellas pudieren resultar.

r» n n».«L.|AA
IX CCUIUUI JU

Artículo 21.
a) Si un banco emisor tiene la intención de que el reembolso al cual un banco pagado, aceptador o negociador tiene derecho, sea obtenido por
este banco en otra sucursal u oficina del banco emisor o en un tercer banco (lodos estos de ahora en adelante denominados bancos
reembolsadores) deben proporcionar oportunamente al banco reembolsador las instrucciones y las autorizaciones apropiadas que le
permitan honrar las peticiones de reembolso y sin poner para ello como condición que el banco que tiene el derecho de reclamar el
reembolso tenga que certificar al banco reembolsador su conformidad con los términos y las condiciones del crédito;
b) Un banco emisor no estará relevado de ninguna de sus obligaciones de efectuar el mismo el reembolso, si éste no es efectuado por el banco
reembolsador; y
c) El banco emisor será responsable ante el banco pagador, aceptante o negociador por cualquier pérdida de intereses, si el reembolso no se
efectúa a la primera solicitud presentada al banco reembolsador, o de cualquier otra manera prescrita en el crédito, o por acuerdo mutuo,
según sea el caso.
Rcné Arturo Villegas Lara 111

D. Documentos

Artículo 2 2. Descripción - Aceptabilidad.


a) Todas las instrucciones para emitir créditos y los créditos mismos y llegado el caso, todas las instrucciones de modificación y las
modificaciones mismas deben especificar con precisión el documento o los documentos contra los cuales se efectuará el pago, la aceptación
o la negociación;
b) Expresiones, tales como “Primera Clase" (First Class) "Bien Conocido" (Well Known). “Calificado" (Cualified), “independiente”
(Independent), “Oficial" (Official), no deberán ser utilizadas para designar a quienes emiten los documentos exigidos en un crédito.
Si tales expresiones se incorporan en los términos del crédito, los bancos aceptaran los documentos respectivos tal como les sean
presentados, siempre que aparentemente estén de acuerdo con los términos y las condiciones del crédito; y
c) Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos aceptarán como originales los documentos producidos o aparentemente producidos:
i) por sistemas de fotocopias;
ii) por o como resultado de sistemas automatizados o computarizados; y
iii) por copia mediante papel carbón,
si son señalados como originales, sujeto a que, cuando fuere necesario, tales documentos parezcan haber sido auténticos.

Artículo 23. Emisor y Contenido. Cuando se exijan documentos de transporte, documentos de seguro y facturas comerciales, el
crédito debe estipular quien debe emitir dichos documentos y/o el texto o el contenido detallado de los mismos. Si el crédito no lo estipula, los
bancos aceptarán los documentos, tales como les sean presentados, siempre y cuando la información que contienen permita relacionar las
mercancías y/o los servicios a que se refieren los mismos, con la mercancía y/o los servicios descritos en la(s) factura(s) comercial(es) presentada(s), o
con aquellos a que se refiere el crédito, si el crédito no estipula la presentación de una factura comercial

Artículo 24. Fecha Anterior a la Emisión del Crédito Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos aceptarán un
documento que lleve una fecha de <*.mUión anterior a la del crédito, siempre y cuando dicho documento sea presentado dentro de los plazos fijados
en el crédito y en los Artículos.

Documentos de Transporte (documentos que indican el embarque, o el despacho o la toma a c argo d e 1 a m ercancía)

Artículo 25. Documento de Transporte. Generalidades. A menos que un crédito que exija un documento de transporte estipule
como tal un conocimiento de embarque marítimo (o un conocimiento de embarque que cubra el transporte; o un recibo, o certificado postal de
despacho:
a) Los bancos aceptaran, salvo estipulación contraria el crédito, un documento de transporte que:
i) Aparentemente haya sido emitido por un transportista designado o su agentt, y que
ii) Indique el despacho de las mercancías, o que se han tomado a cargo que se han embarcado, según el caso, y que
iii) Consista en el juego completo de originales entregados al consignatario si se emitió en más de un original, y que
iv) Cumpla con todas las demás estipulaciones del crédito;
b) Sujeto a lo anteriormente mencionado y salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos NO rechazarán un documento de transporte que:
i) Lleve un título tal, como "Conocimiento de Transporte Combinado” (Combined Transpon Bill of Lading), "Documento
de Transporte Combinado” (Combined Transpon Document), "Conocimiento de Transporte Combinado o de Embarque
Puerto a Puerto" (Combined Transpon Bill of Lading or Port-to-Port Bill of Lading o cualquier título o
combinación de títulos con significado o efectos similares, y/o
ii) Indique algunas o todas las condiciones del transporte, haciendo referencia a una fuente o a un documento diferente del documento
de transporte mismo (documento de transporte Short form (abreviado) o con el dorso en blanco, y/o
iii) Indique un lugar de toma a cargo de la mercancía, diferente del puerto de embarque, y/o un lugar de destino final diferente d el
puerto de desembarque, y/o
iv) Se refiere a cargamentos, tales como en contenedores (containers en plataformas de madera (palléis) o similares, y/o
v) Contenga la indicación "previsto" (intended) o un término similar relacionado con el buque u otro medio de transporte, y/o el
puerto de embarque y/o desembarque;
c) Salvo estipulación contraria en el crédito, en el caso de transporte por vía marítima o por más de un rnedio de transporte pero incluyendo un
transporte por vía marítima, los bancos rechazarán un documento de transporte que:
i) Indique que está sujeto a un contrato de fletamento (charter party) y/o
112 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

ii) Indique que el buque que hará el transporte es impulsado solo por velas; y
d) Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos rechazaran un documento de transporte emitido por un despachador de ca rga a menos
que sea un Conocimiento de Transporte Combinado FIATA, aprobado por la Cámara de Comercio Internacional, o a menos que sea emitido
por un despachador de carga actuando en calidad de transportista o de agente de un transportista designado.

Artículo 26. Conocimiento Marítimo. Si un crédito que exige un documento de transporte


estipula como tal un conocimiento de embarque marítimo:
a) Los bancos aceptarán, salvo estipulación contraria en el crédito, un documento de transporte que:
i) Aparentemente haya «ido emitido por »n transportista designado o por ?u agente:
ii) Indique que la mercancía ha sido embarcada o colocada a bordo de un buque designado, y
iii) Consiste en el juego completo de originales entregado al consignatario, si se emitió en más de un original, y
iv) Cumpla con todas las demás estipulaciones del crédito;
b) Sujeto a lo arriba mencionado y salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos NO rechazarán un documento que:
i) Lleve un título, tal como “Conocimiento de Transporte Combinado" (Combined Transpon Bill of lading)
"Documento de Transporte Combinado" (Combined Transpon Document) "Conocimiento de Transporte Combinado
o de Embarque Puerto a Puerto” (Combined Transpon Bill of Lading or P ort-to-Port Bill o f Lading), o
cualquier título o combinación de títulos con significado y/o efecto similares, y/o
ii) Indique algunas o todas las condiciones del transporte haciendo referencia a una fuente o a un documento diferente del documento
de transporte mismo (documento de transporte) Shoriform (abreviado) y con el dorso en blanco), y/o
iii) Indique un lugar de toma a cargo de la mercancía diferente del puerto de embarque y/o un lugar de destino final diferente del
puerto de desembarque, y/o
iv) Se refiere a cargamentos, tales como en contenedores (containers), en plataformas de madera (palléis), o similares;
c) Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos rechazarán un documento que:
i) Indique que está sujeto a un contrato de fletamento (charter pariy), y/o
ii) Indique que el buque que hará el transporte es impulsado solo por velas, y/o
iii) Contenga la indicación "previsto" (intended) o un término similar relacionado con:
El buque y/o el puerto de embarque - a menos que dicho documento lleve una anotación de a bordo, de acuerdo con las
disposiciones del Artículo 27 (b) e indique asimismo, el puerto de embarque real, y/o
El puerto de desembarque - a menos que el lugar de destino final indicado en el documento sea diferente del puerto de
desembarque, y/o
iv) Sea emitido por un despachador a menos que se indique que es emitido por dicho despachador actuando en calidad de
transportista o agente del transportista designado.

Artículo 27. A Bordo.


a) A menos que el crédito exija expresamente un documento de transporte a bordo, o que el documento presentado sea inconsistente con
otras estipulaciones del crédito o con el Artículo 26, los bancos aceptarán un documento de transporte que indique que la mercancía ha
sido tomada a cargo o recibida para embarque; y íVi-
b) El embarque o la puesta a bordo de un buque se puede demostrar mediante un documento de transporte que contenga textualmente la
indicación de puesta a bordo de un buque designado o de embarque designado, o, en el caso de un documento de transporte que d iga:
“Recibido para Embarque" (Receivcd Jor Shipmenl) mediante una anotación de puesta
a bordo sobre el documento de transporte, firmada, o rubricada y fechada por el transportista'» o su agente. La fecha de esta a notación
se considerará como la fecha de la puesta a bohío o del embarque en el buque designado. ' r'

Artículo 28. Sobre Cubierta.


a) En e I c aso d e t ransporte p or m ar, o p or m ás d e u n m edio d e t ransporte p ero i ncluyendo e I marítimo, los bancos rechazarán un
documento de transporte en el que se indique que la mercancía ha sido o será cargada sobre cubierta, a menos que el crédito lo autorice
específicamente; y
b) Losbar.ccs NO rechazarán unducumento de transporte que contenga una indicación según la cual la mercancía puede ser transportada
sobre cubierta, siempre y cuando no se diga específicamente que las mercancías han sido o serán cargadas sobre cubierta.

Artículo 29. Transbordo


René Arturo Villegas Lara 113

a) Para los propósitos de este Artículo, se entenderá por “transbordo” la transferencia y el reembarque durante el curso del transporte
entre el puerto de embarque, o el lugar de despacho, o donde se tomó a cargo la mercancía, y el puerto de desembarque, o el lugar de
destino, bien sea de un buque a otro buque, o de un medio de transporte a otro de la misma especie, bien sea de un medio de
transporte a otro distinto;
b) A menos que el transbordo esté prohibido por los términos del crédito, los bancos aceptarán documentos de transporte que indiquen
que la mercancía será objeto de transbordo, siempre y cuando el transporte completo esté cubierto por un sólo y único documento de
transporte;
c) Aun cuando el transbordo esté prohibido por los términos del crédito, los bancos aceptarán documentos de transporte que:
i) contengan cláusulas impresas que indiquen que el transportista tiene el derecho de transbordar o
ii) establezcan o indiquen que el transbordo se llevará a cabo o podrá llevarse a cabo, cuando el crédito estipule un documento de
transporte combinado, o indique el transporte del lugar de donde se tomará a cargo la mercancía a un lugar de destino final, por
diferentes medios de transporte, incluido el transporte por vía marítima, siempre y cuando el transporte completo esté cubierto por
un sólo y único documento de transporte, o
¡ii) establezcan o indiquen que las mercancías se encuentran en contenedor(es), remolquc(s), barcaza(s) LASH, y/o similares y se
transportarán desde el lugar de la toma a cargo hasta el lugar de destino final, en el(los) mismo(s) contenedor(es), barcaza(s) LASH, y
similares, cubiertos por uno sólo y el mismo documento de transporte; y
iv) establezcan o indiquen el lugar de recibo a cargo y/o de destino final como “C.F.S.” (Estación de Flete Contenedor) o "C.Y." (Almacén
de Contenedores) en el, o junto al puerto de cargue y/o el puerto de destino.

Artículo 30. Envío Postal. Si el crédito estipula el despacho de las mercancías por correo y requiere un recibo postal o un certificado de
despacho por correo, los bancos aceptarán este recibo o certificado postal, si aparece sellado o autenticado de cualquier otra manera y fechado en el
lugar desde donde el crédito estipule que las mercancías se deben despachar.

Artículo 31 .Flete, etc.:


a) Salvo estipulación contraria en el crédito o que uno de los documentos presentados en virtud del crédito implique lo contrario, los bancos
aceptarán los documentos de transporte que indiquen que el flete o los gastos de transporte (en adelante simplemente llamados “flete”),
deben aun ser pagados;
b) Si un crédito estipula que el documento de transporte debe indicar que el flete ha sido pagado, o pagado por anticipado, los bancos aceptarán
un documento de transporte en el cual se mencione claramente el pago, o el pago anticipado del flete, bien sea mediante un sello o de otra
manera, o en e! cual se indique por otros medios el pago del flete;
c) Las palabras “Flete pagadero por anticipado" (FreightPrepayable) "Flete a pagar por anticipado" (Freight to be Prepaid), y
otras con significado similar que aparezcan en los documentos de transporte, no se cotisiuciaián como prueba del pago del flete; y
d) Los bancos aceptarán documentos de transporte que hagan mención, por medio de un sello o de otra manera, de costos adicionales al flete,
tales como gastos o desembolsos en que se ha incurrido en razón de operaciones de cargue, descargue o similares, a menos que las
condiciones del crédito prohíban específicamente tales menciones.

Artículo 32. Carga y Cuenta de los Cargadores. Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos aceptarán documentos de
transporte que incluyan en su anverso menciones, tales como "Carga y Cuenta del Cargador" (Shippcr Load and Count), o “Dice Contener
segúu el Cargador" (Said by Shipper lo Contain), o alguna de efecto similar.

Artículo 3 3. Tercer Despachador. Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos aceptarán documentos de transporte que
indiquen como consignataria de las mercancías una persona diferente del beneficio del crédito.

Artículo 3 4. Documento de Transporte Limpio:


a) Un documento de transporte limpio es un documento que no contiene cláusulas o anotaciones sobreañadidas que hagan constar
expresamente el estado defectuoso de las mercancías y/o del embalaje;
b) Los bancos rechazarán los documentos de transporte que contengan tales cláusulas o anotaciones, salvo que el crédito estipule
expresamente las cláusulas o anotaciones que se puedan aceptar; y
c) Los bancos considerarán que un documento de transporte con la cláusula “Limpio a Bordo" (Clean on Roard), cumple con este
requisito si tal documento de transporte respeta las disposiciones del presente Artículo y del Artículo 27 (b).
114 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

D-2. Documentos de Seguro

Artículo 35. Tipos de Documentos:


a) Los documentos de seguro d eberán s er los i ndicados e n el c rédito y e mitidos y/o suscritos por compañías de seguros o aseguradores
{underwriters) o por sus agentes; y
b) No se aceptarán las notas de coberturas (Cover Notes) emitidas por corredores a menos que el crédito lo autorice expresamente.

Artículo 36. Fecha de Iniciación de la Cobertura Salvo estipulación contraria en el crédito, o a menos que aparezca en el(los)
documento(s) de seguro(s) que la cobertura será efectiva a más tardar a partir de la fecha de embarque o de despacho, o de toma a cargo de las
mercancías, los bancos rechazarán documentos de seguro presentados que tengan una fecha posterior a la fecha de embarque o de despacho o de
toma a cargo de las mercancías indicadas en el(los) documento(s) de transporte.

Artículo 37. Valor de la Cobertura:


a) Salvo que el crédito contenga instrucciones en contrario los documentos de seguro deberán expresarse en la misma moneda del crédito; y
b) Salvo estipulación contraria en el crédito el valor mínimo por el cual el documento de seguro debe indicar que el seguro ha sido suscrito, es
el valor CIF (Costo, Seguro, Flete.
. . “Puerto de Destino Convenido”) o CiP (Flete/ Porte y Seguro Pagados hasta “Punto de Destino Convenido”) de las mercancías, según el
caso, aumentado en un 10%. Sin embargo, si los bancos nu pueden determinar ei valor CIF o CIP, según el caso, por los documen tos
presentados, aceptarán como dicho valor mínimo el valor por el cual se pide el pago, la aceptación o la negociación del crédito, o el valor de
la factura comercial, eligiendo entre ambos el que fuere mayor.

Artículo 38.Riesgos Cubiertos:


a) Los créditos deberán indicar el tipo de seguro que se requiere y si fuere el caso, los riesgos adicionales que deba cubrir. No se deberá
utilizar términos imprecisos, tales como “Riesgos Habituales” (Usual Risks), o “Riesgos Corrientes" (Customary Risks);si
fueran utilizados, los bancos aceptarán los documentos de seguro, tal como les sean presentados, sin asumir ninguna responsabilidad por
cualquier riesgo no cubierto por los mismos; y
b) A falta de instrucciones especificas en el crédito, los bancos aceptarán los documentos de serum, tal como les sean presentados, sin asumir
ninguna responsabilidad por cualquier nesgo no cubierto.

Artículo 39. Todo Riesgo. Cuando un crédito estipule “Seguro Contra Todo Riesgo" (Insurance Against All Risks), los
bancos aceptarán un documento de seguro que contenga cualquier cláusula o anotación “Todo Riesgo” (All Risks) independientemente de que su
título sea o no “Todo Riesgo” (All Risks) y aun si indica que ciertos riesgos quedan excluidos, sin asumir ninguna responsabilidad por
cualquier riesgo(s) que no sea(n) cubierto(s).

Artículo 40. Franquicia/Deducible. Los bancos aceptarán un documento de seguro que indique que la cobertura queda sujeta a una
franquicia o a un exceso (deducible), a menos que se indique expresamente en el crédito que el seguro debe expedirse sin considerar ningún
porcentaje.

D-3. Factura Comercial

Artículo 41. Valor/Descripción de las Mercancías.


a) , Salvo estipulación contraria en el crédito, las facturas comerciales deben expedir a nombre
del ordenante del crédito;
b) Salvo estipulación contraria en el crédito, los bancos pueden rechazar las facturas comerciales expedidas por un valor superior al valor
permitido por el crédito. Sin embargo, si un banco, autorizado a pagar, o a comprometerse a efectuar un pago diferido, o a aceptar, o a
negociaren virtud de un crédito, acepta tales facturas, su decisión comprometerá todas las partes, siempre y cuando dicho banco no haya
pagado, o no se haya comprometido a efectuar un pago diferido, o no haya aceptado o negociado por un valor superior a! importe permitido
por el crédito; y
c) La descripción de las mercancías que aparezcan en la factura comercial debe corresponder a su descripción en el crédito. En todos los demás
documentos se podrá describir las mercancías en términos generales, siempre y cuando no sean incompatibles con la descripción de las
mismas en el crédito.
René Arturo Villegas Lara 115

D-4. O tros D ocumcntos

Artículo 42. Certificado de Peso. Si un crédito exige confirmación o certificación de peso en el caso de transporte no marítimo, los
bancos aceptarán la colocación de un sello de pasaje o cualquier otra declaración de peso que parezca haber sido colocada en el documento de
transporte por el transportista o por su agente, a menos que el crédito estipule específicamente que la confirmación o certificación de peso debe ser
objeto de un documento separado.

E. Disposiciones V arias

Artículo 43. Cantidad y Valor. Tolerancias:


a) Las expresiones “Alrededor de" (About), “Aproximadamente" (Crica), u otras similares que se empleen en relación al valor del crédito,
a la cantidad o al precio unitario declarado en el crédito, deben interpretarse en el sentido de que permiten una diferencia hasta del 10% e n
exceso o e n defecto s obre e 1 valor, I a c antidad o e 1 p recio unitario a 1 as cuales s e refieren; y
b) A menos que el crédito disponga que la cantidad de las mercancías especificadas no debe ser superada o disminuida, será tolerable una
diferencia del 5% en exceso o en defecto, aun si los embarques parciales no están autorizados, siempre y cuando el valor total del despacho
no exceda el valor total del crédito. Esta tolerancia no es aplicable cuando el crédito estipula la cantidad en términos de u n número
determinado de unidades de embalaje o de partidas individualizadas.
Artículo 4 4. Utilizaciones y/o Embarques Parciales:
a) Están permitidas las utilizaciones y/o despachos parciales, salvo que el crédito disponga de otra manera;
b) No se considerarán como embarques parciales, los marítimos o los que se hagan por más de un medio de transporte pero incluyen do el
transporte marítimo, realizados en el mismo buque y para el mismo viaje, aunque los documentos de transporte que indiquen la carga a
bordo tengan fechas diferentes de expedición y/o indiquen diferentes puertos de embarque;
c) No se considerarán como embarques parciales, los que se hagan por correo, si los recibos de correo o los certificados postales aparecen
sellados, o autenticados de otra manera y en el lugar donde el crédito estipula que se deben despachar las mercancías, y en la misma fecha; y
d) No se considerarán como despachos parciales, los que se hagan por medio de transportes diferentes de los descritos en los párrafos (b) y (c)
del presente Artículo, a condición de que Ies documentos de transporte sean emitidos por el mismo transportista o por su agente y de que
indiquen la misma fecha de emisión, el mismo lugar de despacho o de toma a cargo de las mercancías y el mismo destino.

Artículo 45. Utilizaciones y/o Despachos Fraccionados. Si se estipulan en el crédito


utilizaciones y/o despachos fraccionados en períodos determinados y no se utiliza y/o despacha
alguna fracción en el período autorizado para esta fracción, cesa la disponibilidad del crédito
para esta fracción y para todas las subsiguientes, salvo que el crédito lo disponga de otra manera.

E-I. Fecha de Vencimiento y Presentación

Artículo 4 6. Fecha de Vencimiento:


a) Todo crédito debe indicar una fecha última de vencimiento para la presentación de los documentos para el pago, la aceptación o la
negociación;
b) Excepto lo dispuesto en el Artículo 48 (a), los documentos deben ser presentados a más tardar en la fecha última de vencimiento; y
c) Si un banco emisor indica que el crédito estará disponible "por un mes”, "por seis meses”,
o d e manera similar, pero no precisa la fecha en que comenzará a correr el plazo, la fecha de emisión del crédito por e¡ banco emisor se
considerará como el primer día a partir del cual empezará a correr dicho plazo. Los bancos deberán desestimular la práctica de señalar de esta manera
la fecha de vencimiento del crédito.
Artículo 4 7. Fecha de Presentación /Fecha de Emisión:
a) Además de estipular una fecha última para la presentación de los documentos, todo crédito que exija uno o más documentos de transporte
deberá también estipular un período de tiempo, expresamente definido, contado a partir de la fecha de emisión del o de los documentos de
transporte, dentro del cual debe efectuarse la presentación de los documentos para el pago, la aceptación o la negociación. Si no se especifica
este período, los bancos rechazarán los documentos que se les presenten con un retardo de más de 21 días contados a partir de la fecha de
emisión del o de los documentos de transporte. Sin embargo, en todo caso, los documentos no podrán ser presentados después de la fecha de
vencimiento del crédito;
b) Para los fines de los presentes Artículos se considerará como fecha de emisión del o de los documentos de transporte:
i) En el caso de un documento de transporte que pruebe el despacho, o la toma a cargo, o de la recepción de mercancías para su
116 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

despacho por un medio de transporte diferente al aéreo —la fecha de emisión que indique el documento de transporte o la fecha
del sello de recibo que aparezca en el mismo, si esta última es posterior;
ii) En el caso de un documento de transporte que pruebe el transporte aéreo -la fecha de emisión que indique esc documento, o, si el
crédito estipula que el documento de transporte debe indicar la fecha real de vuelo, que indique el documento de transporte;
iii) En el caso de un documento de transporte que pruebe el embarque que a bordo de un buque expresamente identificado - la fecha de
emisión del documento de transporte o, en el caso de una anotación a bordo, conforme el Artículo 27 (b), la fecha de esta ano tación;
y
iv) En los casos en que se aplique el Artículo 44 (b), la fecha, tal como acaba de determinarse, del último documento de transporte
emitido.

Artículo 48. Extensión del plazo de Presentación.


a) Si la fecha de vencimiento del crédito y/o el último día de! plazo para la presentación de los documentos, contado a partir de la fecha de
emisión del o de los documento(s) de transporte estipulados en el crédito o determinado en viitud del Artículo 47, coincide con un día en el
cual esta cerrado el banco al que deban ser presentados, por razones diferentes de las citadas en el Artículo 19, la fecha de vencimiento y/o el
último día del plazo para la presentación de los documentos a partir de la fecha de emisión del o de los documentos de transporte, según sea
el caso, quedará prorrogada hasta el primer día hábil siguiente en el que dicho banco este abierto;
b) La fecha límite de embarque, o de despacho, o de toma a cargo no se prorrogará porque se prorrogue la fecha de vencimiento de l crédito, y/o
del plazo de presentación de los documentos contados a partir de la fecha de emisión del o de los documentos de transporte, y en virtud de
lo previsto en este Artículo. Si en el crédito o en cualquiera de sus modificaciones no se estipula esta fecha límite de embarque, los bancos
rechazarán los documentos de transporte que indiquen una fecha de emisión posterior a la fecha de vencimiento estipulada para el crédito o
sus modificaciones; y
c) El banco al cual son presentados los documentos el primer día hábil siguiente, deberá agregar a los documentos la certificación expresa de
que fueron presentados dentro de la prorroga del término de vencimiento según ei Artícnio 48 (a) ue las Reglas y Usos Uniformes Relativos
a los Créditos Documentarios, Revisión 1983, Publicación de la Cámara de Comercio Internacional, C.C.I., No. 400.

Artículo 4 9. Presentación en el Horario del raneo. Los bancos no estarán obligados a aceptar la presentación de los
documentos fuera de su norar > c!* atención al público.

Artículo 5 0. Carga a Bordo, Despacho. Toma a Cargo (Embarque):


a) Salvo estipulación contraria en el crédito, la palabra “EMBARQUE" utilizada para determinar la fecha más próxima y/o la fecha límite de
“EMBARQUE", se entenderá que incluye las expresiones "Carga a Bordo" (Loading on Board), “Despacho" (Dispatch), “Toma a
Cargo" (Taking Charge):
b) La fecha de emisión del documento de transporte, determinado según el Artículo 4/ (b), será considerada como la
fecha de EMBARQUE;
c) No se deberán utilizar expresiones, tales como “Pronto” (Prompt), “Inmediatamente" (Inmedíately), “Tan Pronto como Fuere
Posible" (As soon as Possible). Pero si se las utilizare, los bancos las interpretarán como una exigencia para que el embarque se
efectúe dentro de un término de 30 días contados a partir de la fecha de emisión del crédito por el banco emisor; y
d) Si se usaren expresiones como “El. . ." (On), o “Alrededor del. .(About) o similares, los bancos las interpretarán como la exigencia de
que el embarque se haga durante el período comprendido entre los cinco días anteriores y los cinco días posteriores a la fecha indicada,
incluido en ambos casos el último día límite.

Artículo SI. Términos Referentes a Fechas. Las palabras “Al" (To), “Hasta” (Until) "Hasta el" (Till) “Desde” (From)
y expresiones similares que empleen para definir cualquier fecha límite en el crédito se entenderán que incluyen la fecha indicada. La palabra
“Después Del” (After) se entenderá que excluye la fecha indicada.

Artículo 52. Se entenderá que las expresiones "Primera Mitad" (First Half), o "Segunda Mitad” (Second Half) de un mes,
comprenden respectivamente desde el primero hasta el quince inclusive y desde el dieciséis hasta el último de cada mes, inclusive.

Artículo 53. Se entenderá que las expresiones “A Comienzos" (Beginning) "A Mediados” (Middle) o "A Finales” (End) del mes
comprenden, respectivamente, desde el primero hasta el diez inclusive, desde el once hasta el veinte inclusive y desde el veintiuno hasta el último
día de cada mes, inclusive.
René Arturo Villegas Lara 117

F. Transferencia

Artículo 5 4. Crédito Transferible:


a) Un crédito transferible es un crédito en virtud del cual el beneficiario tiene el derecho de exigir al banco encargado de efectuar el pago o la
aceptación, o a cualquier olro banco habilitado para efectuar la negación, que haga el crédito disponible total o parcialmente a una o varias
otras partes (segundos beneficiarios);
b) Solamente puede ser transferible un crédito si es calificado expresamente como “Trans- fcrible” (Transferible) por el banco emisor.
Términos tales como "Divisible" (Divisible) "Fraccionable" (Fractionable), "Cesible” (Assignable) y "Transmisible"
(Transmisible) no agregan nada al sentido del término "Transferible" (Transferible) y no deberán ser empleados;
c) El banco requerido para efectuar la transferencia (banco transferente), sea que haya o no confirmado el crédito, no tendrá ninguna
obligación de efectuar tal transferencia sino dentro de los límites y en la forma expresamente consentidos por dicho banco;
d) Salvo estipulación en contrario, los cargos bancarios respecto a las transferencias son pagaderos por el primer beneficiario. El banco
transferente no estará obligado a efectuar la transferencia hasta tanto no se le paguen dichos cargos;
e) Un crédito transferible puede ser transferible solamente una vez. Se pueden transferir por separado fracciones de un crédito transferible
(que no excedan en total el valor del crédito) a condición de que no estén prohibidos los embarques parciales y el conjunto de tales
transferencias se considerará que constituye una sola transferencia del crédito. El crédito solamente puede transferirse en los términos y
condiciones especificados en el crédito original, con la excepción dei valor del crédito, de cualquier precio unitario indicado en el mismo,
del período de validez, de la fecha límite para la presentación de los documentos según el artículo 47 y del plazo para el embarque, que
pueden reducirse, o del porcentaje por el cual se debe efectuar la cobertura del seguro, que puede aumentarse de tal manera que proporcione
el valor de la cobertura estipulada en el crédito original o en los presentes Artículos. Además, el nombre del primer beneficiario puede ser
sustituido por el del ordenante del crédito, pero si según el crédito original, el nombre del ordenante debe aparecer en cualquier documento
distinto de la factura, esta exigencia debe respetarse;
f) El primer beneficiario tiene el derecho de sustituir sus propias facturas (y letras de cambio si el crédito estipula que se giren letras a cargo del
ordenante) a cambio de las del segundo beneficiario, por valores que no excedan el valor original estipulado en el crédito y por los precios
unitarios originales, si estuvieren estipulados en el crédito y en los casos de semejante sustitución de facturas (y letras de cambio), el primer
beneficiario puede cobrar en virtud del crédito la diferencia, si la hubiere, entre sus propias facturas y las del segundo beneficiario. Cuando
se haya transferido un crédito y el primer beneficiario deba suministrar sus propias facturas (y letras) del segundo beneficiario, y deje de
hacerlo al primer requerimiento, el banco llamado a efectuar el pago, la aceptación o la negociación, tiene el derecho de remitir al banco
emisor los documentos recibidos en virtud del crédito, incluidas las facturas (y letras) del segundo beneficiario, y sin incurrir en
responsabilidad frente al primer beneficiario; y
g) Salvo que esté de otra manera estipulado en el crédito, el primer beneficiario de un crédito transferible a un segundo beneficiario, en el
mismo país o en otro país. Además, salvo que esté de otra manera estipulado en el crédito, el primer beneficiario tendrá el derecho de pedir
que el pago o la negociación, se efectúe al segundo beneficiario en la plaza donde el crédito ha sido transferido, hasta la fecha de vencimiento
del crédito original, ese día inclusive, y sin perjuicio del derecho del primer beneficiario de sustituir en seguida sus propias facturas y letras
(si las hubiere) por las del segundo beneficiario y de reclamar cualquier diferencia que le sea debida.

Artículo 55. Cesión del Producto del Crédito. El hecho de que un crédito no se establezca como transferible, no afectará el derecho
del beneficiario de ceder cualquier producto del crédito que haya obtenido o pueda obtener en virtud de dicho crédito, de acuerdo con las
disposiciones de la ley aplicable.

CONTRATOS DE SERVICIO Y DE
COLABORACIÓN EMPRESARIAL
CAPÍTULO DÉCIMO CUARTO EL FIDEICOMISO
1. ANTECEDENTES

El negocio jurídico denominado Fideicomiso, aunque su origen no es reciente, constituye en la


actualidad una institución que sirve para conseguir diversos objetivos. No existe unanimidad en la
doctrina para indicar cuál es el antecedente directo del fideicomiso que se practica en los países de
derecho latino. Unos lo encuentran en el antiguo Derecho romano, mientras otros, en el Derecho
anglosajón.
En el Derecho romano antiguo se señalan como negocios fiduciarios el llamado fideicommissum,
que era un acto por el cual el fpstador transmitía sus bienes a un heredero que a su vez adquiría la
obligación de transmitirlos a un tercero. Esto obedecía al hecho de que este tercero, por limitaciones en
su capacidad de adquirir, no podía aparecer como parte en un contrato de enajenación. El acto se basaba
en la confianza que existía entre las partes, de ahí que el mismo nombre del negocio se forme del latín
fides que significa fe y commissus que indica comisión. El negocio estuvo en principio fuera de las
normas vigentes del Derecho romano; pero al irse asentando como práctica jurídica y presentarse
conflictos de intereses debido al incumplimiento de la comisión, se instituyo el funcionamiento de un
Pretor específico para velar por la efectividad del fideicommissum. Existieron también los llamados
pactos fiduciarios que se basaban siempre en la confianza entre las partes, con la diferencia de que eran
realizados entre vivos. La fiducia cumers ditore, era un pacto por el que se transmitía un bien para
garantizar una obligación; si ésta
120 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

no se cumplía, el bien podía ser retenido o vendido para pagar la deuda. Por su lado, la fiducia
cum amico permitía trasladar el dominio sobre un bien, en forma parecida al depósito o el comodato,
con el fin de que fuera devuelto oportunamente. Por lo regular se recurría a este pacto cuando se temía
perder la propiedad por disposiciones del poder público. Como vemos, la forma testamentaria de
constituir el fideicomiso de garantía o el de administración, encuentran sus raíces en esos pactos que
vienen desde el Derecho romano.
En el Derecho anglosajón se ha conocido el negocio denominado Trust, considerado como el
antecedente más directo del fideicomiso que se practica en Latinoamérica, incluyendo el de Guatemala.
El trust no debe ser confundido con lo que significa desde la perspectiva de la ciencia económica; no se
trata de una concentración de empresas con finalidad monopolística. Trust para los efectos del estudio
del fideicomiso, significa un negocio que, basado en la buena fe, da como resultado la transferencia de
un bien en beneficio de un tercero. El Instituto de Derecho Norteamericano ha definido al trust como
una relación fiduciaria relativa a bienes, que obliga a la persona que los detenta a deberes de equidad
para administrarlos en beneficio de otra, y que nace como resultado de una manifestación de la
intención para crearlo. Esta concepción no ha sido aceptada en forma unánime; es por eso que el
maestro mexicano Rodolfo Batiza 16 considera más gráfica la que da Richard Powell:
"La idea del trust es esencialmente simple y conforme a ella una persona posee en calidad
de dueño y administra bienes determinados para el beneficio económico de otra" 17.
Este concepto operacional nos permite situar al trust como antecedente de nuestro fideicomiso.
El fideicomiso surgió en Guatemala con la Constitución de 1945; posteriormente se legisló en
forma ordinaria sobre el mismo y se le situó en el Decreto Ley 106, Código civil. Al emitirse el Decreto 2-
70 del Congreso, Código de comercio, se le trasladó al terreno mercantil por considerar que es un
negocio bancario; por lo mismo, del Derecho mercantil. El argumento es aceptable; pero, debe
recordarse que el fideicomiso encierra una modalidad de propiedad que se sale de los esquemas
tradicionales; y si bien su régimen en general es conveniente que figure en el Código de comercio,
también es necesario que en el Código civil figuren normas que delimiten esta modalidad especial de
propiedad cuyos alcances veremos más adelante.
2. CONCEPTO DE FIDEICOMISO

Del contenido del Código de comercio de Guatemala —artículos 766 y 793 inclusive— podemos
decir que el fideicomiso es un negocio jurídico por el que una persona llamada fideicomitente,
transmite bienes a otra llamada fiduciario, con fines específicos y en beneficio de un tercero llamado
fideicomisario.
Al formular el anterior concepto, usamos los términos "negocio jurídico" por ser más genérico, ya
que el fideicomiso se puede constituir por testamento o por contrato.

3. CARACTERÍSTICAS DEL FIDEICOMISO

16 Ver: Rodolfo Batiza, El trust Angloamericano y el Fideicomiso Latinoamericano. Boletín del Instituto
Centroamericano de Derecho Comparado. Nos. 3-4, p. 83, Tegucigalpa, 1964.
17 Ibid.
René Arturo Villegas Lara 121

Siguiendo nuestro sistema de exposición, señalamos las características qtte


son conocidas conceptualmente y explicamos las que a nuestro juicio ameritan
una mayor atención: c
a) Es un negocio que puede presentarse como acto unilateral (por testamento) o como acto bilateral
(por contrato); ■
b) Es un negocio oneroso. Esta característica deviene de la misma naturaleza mercantil del
fideicomiso y se confirma en el artículo 793 del Código de comercio, en donde se prescribe que el
fiduciario tiene derecho a honorarios en compensación por sus servicios, los que serán por cuenta
del fideicomitente, del fideicomisario y de ambos a la vez. Para tal efecto, el fiduciario tiene
preferencia frente a otros acreedores en resguardo de su derecho;
c) Es un negocio nominado legislativamente;
d) Es un negocio típico mercantil;
e) Es formal ad solemnitatem. Debe constar necesariamente en escritura pública en las dos formas
de presentarse la constitución. La ausencia de esa formalidad, hace inexistente el vínculo; 18
f) Es de tracto sucesivo porque la consumación del negocio se prolonga en el tiempo. Así el artículo
787 inciso 7o. del Código de comercio establece que el fideicomiso tiene un plazo máximo de 25
años, salvo que se pacte en favor de un incapaz, enfermo incurable o institución de asistencia
social, en donde no opera dicho límite. Puede suceder que en el instrumento se establezca un
límite mayor; en esa circunstancia el vínculo negocial existe, pero el plazo se reduce al límite
legal; y
g) Es consensúa! cuando se formaliza mediante contrato. Esta característica no tiene razón de ser
cuando proviene de una declaración unilateral de voluntad.

4. ELEMENTOS PERSONALES

Dada la especialidad de este negocio, vamos a exponer el status jurídico de cada uno de los
sujetos que en el intervienen: Fideicomitente, Fiduciario y Fideicomisario.

4.1 FIDEICOMITENTE

Es la persona que mediante testamento o contrato, transfiere bienes con un fin específico. La
declaración de voluntad la puede hacer por sí o por medio de apoderado con facultades especiales para
constituir fideicomisos. Como es un acto de disposición patrimonial, la ley exige que el fideicomitente
tenga capacidad para enajenar. En el caso de los menores, incapaces y ausentes, sus representantes
legales pueden constituir fideicomisos por sus representados, siempre que medie autorización judicial.

4.2 FIDUCIARIO

A quien se le confían los bienes fideicometidos y se le encarga darles ei destino que se previo en el
instrumento constitutivo, se le llama fiduciario. Únicamente los bancos o instituciones de crédito

18 Prescribe la reciente Ley del Mercado de Valores que, si fe trata de un fideicomiso de inversión, la substitución del fiduciario se puede
hacer, en documento privado, lo cual es una contradicción con el artículo 1578 del Código Civil.
autorizadas
122 por la Junta Monetaria, pueden desempeñarse como Derecho Mercantil
fiduciarios. Guatemalteco,
19 En el caso de losTorno III
bancos,
actuar como fiduciarios significa una operación neutra que reporta beneficios en concepto de
honorarios. El fiduciario nunca puede tener la calidad de fideicomisario del fideicomiso en que
intervenga como tal. Cuando el fideicomiso se organiza mediante contrato, la figura del fiduciario
aparece suscribiendo el contrato, según lo convenido en la policitación del negocio. Pero, cuando es por
testamento, puede suceder que se omita quien va a tener esa calidad. En este caso la ley establece que el
juez competente, a propuesta del fideicomisario o por iniciativa judicial, si no recibiere respuesta,
hará la designación correspondiente. Pueden también existir varias personas como fiduciarios,
quienes actuarán conjunta o sucesivamente según lo previsto en el instrumento constitutivo. A nuestro
juicio, lo que no pueden es actuar aisladamente.
Como el servicio del banco o de la Institución de crédito no es gratuito, el fiduciario tiene
los siguientes derechos: ejercitar las facultades y efectuar las erogaciones necesarias para el
cumplimiento del fideicomiso, con las limitaciones que le imponga la ley o el instrumento
constitutivo; accionar en defensa de los bienes fideicometidos, otorgar mandatos
especiales, con representación, delegando su actuación como fiduciario; y, percibir la
remuneración que le corresponda por el servicio que presta, la que podrá deducirse de los
ingresos del fideicomiso y con preferencia sobre otros acreedores. Como consecuencia de esos
derechos se le atribuyen las siguientes obligaciones: ejecutar el fideicomiso de acuerdo a la
voluntad de quien lo instituyó; desempeñarse con diligencia y no renunciar al cargo sino por causa
grave calificada por Juez de Primera Instancia; tomar posesión de los bienes fideicometidos y velar por
su conservación y seguridad; y, llevar control contable del fideicomiso, por separado de los demás
negocios que se atienden, debiéndose rendir cuentas del mismo por lo menos una vez por año o cuando
sea requerido por el fideicomitente o el fideicomisario.
El fiduciario puede ser removido de su cargo si incumple las obligaciones antes detalladas.
Asimismo, procede la remoción si surgen intereses antagónicos entre el fiduciario y el fideicomisario: La
remoción del fiduciario no significa el fin del fideicomiso, a menos que resulte insustituible según las
circunstancias estipuladas en el instrumento constitutivo.

4.3 FIDEICOMISARIO

La persona que resulta beneficiada con motivo de la ejecución del fideicomiso, se le denomina
fideicomisario. La ley requiere que tenga capacidad para adquirir derechos y su designación puede
aparecer en el instrumento constitutivo o por lo menos darse los parámetros que servirán para
determinarlo. Por ejemplo, si se constituyera un fideicomiso para becar a estudiantes universitarios que
por sus notas sobresalientes quisieran continuar una especialización en el exterior, las calificaciones
servirían para determinar a los fideicomisarios definitivos dentro de una carrera, una universidad,
etcétera. El fideicomisario tiene los siguientes derechos: ejercitar los que le confiere la ley y el
instrumento constitutivo; exigir el cumplimiento del Fideicomiso; pedir la remoción del fiduciario por
las causas anteriormente expuestas; impugnar los actos realizados por el fiduciario con manifiesta mala
fe o con infracción de las reglas del fideicomiso, exigiendo la restitución de los bienes que hubieren
salido del patrimonio fideicometido como consecuencia de los actos impugnados; y, revisar por sí por

19 Conforme la Ley del Mercado de Valores, cuando el fideicomiso es de inversión, la función puede delegarse en un agente de Bolsa.
René Arturo Villegas Lara 123

medio de apoderado, los libros, cuentas y comprobantes sobre las operaciones del fideicomiso y mandar
a practicar auditoría. Ahora bien, como puede suceder que el fideicomiso este funcionando y no exista
aún fideicomisario, mientras éste es designado, corresponde al Ministerio Público el ejercicio de los
derechos apuntados.

5. FORMA DEL FIDEICOMISO

Ha quedado establecido que el fideicomiso puede instituirse por medio de testamento o por
contrato. En ambos casos, por mandato del Código de notariado y del Código de comercio, es necesaria
la escritura pública para que se considere que el vínculo existe como declaración unilateral o bilateral de
voluntad. Si se hace por testamento, el fideicomiso surte efectos hasta que se declara la legitimidad de
aquel, oportunidad en que se hará inventario y avalúo de los bienes para luego entregarlos al fiduciario,
quien interviene en estas diligencias. Cuando se constituye por contrato debe comparecer el fiduciario y
en el mismo se detallan los bienes debidamente justipreciados.
La constitución contractual del fideicomiso puede provenir también de una decisión judicial. En
efecto, la ley faculta al Juez de Primera Instancia para proceder de esa manera si interviniendo en un
juicio o diligencia que tenga que ver con la protección de menores, incapaces o ausentes, considera que
el fideicomiso es la forma apropiada de administrar los bienes de las personas en dichas situaciones y
siempre que la ley lo faculte para nombrarles un administrador. Por esa razón el fiduciario nombrado
tiene la calidad de administrador de bienes, por lo que se trataría de un fideicomiso de administra-
ción.
El fideicomiso instituido por testamento o contrato, afecta a terceros en una u otra forma. En
consecuencia, la ley establece que el negocio surte efectos frente a terceros en la siguiente forma:
a) desde el momento en que se presenta el testimonio de la escritura al Registro
de la propiedad, cuando afecta bienes o derechos registrables;
b) Desde que la traslación se perfeccione de acuerdo con el documento constituti-
vo de la obligación o en virtud de la ley, si se trata de créditos u obligaciones no endosables;
c) Desde la fecha del endoso o registro, según se trate de títulos “a la orden” o “nominativos”, o
bienes muebles sujetos a registro;
d) Desde la fecha de la escritura pública de constitución cuando se trate de bienes no sujetos a
ningún requisito de publicidad registral;
e) Desde que se efectúa la tradición si se tratare de títulos al portador; y
f) Desde que se efectúe la publicación de un edicto en el Diario Oficial, notificando a los
interesados si se trata de una empresa industrial, comercial o agrícola.
Los casos anteriores, extraídos del artículo 776 del Código de comercio, merecen un
comentario las literales c) y f). En la c)está repetida la alusión a los muebles sujetos a registro, pues
están previstos en el primer caso. En la f) existe un error conceptual porque la ley no clasifica a las
empresas en agrícolas, comerciales o industriales. Si hay actividad para el mercado, la
empresa.^ se sujeta al Código de comercio, independientemente de que se trate de-
una actividad productiva, de intermediación o transformación de prodúctbs'
agropecuarios. Por otro lado, si se transmitiera una empresa por medió de un fideicomiso,
debe tomarse en cuenta lo establecido en el artículo 656 del Código de comercio, ya comentado
en su
124oportunidad. Derecho Mercantil Guatemalteco,
' Torno III
Por último, debe tomarse en cuenta con relación a la forma del fideicomiso, que de
conformidad con el artículo 792 del Código de comercio, el documento y la traslación de los bienes
al fiduciario están libres de impuestos; exención que también abarca la devolución de los bienes al
fideicomitente al finalizar el plazo. Sin embargo, no cubre el traspaso de bienes inmuebles al
fideicomisario o a terceros, quienes deberán tributar conforme los impuestos vigentes al momento
de la enajenación, Si se tratare de fideicomisos testamentarios, el impuesto sobre inmuebles se
liquidará atendiendo al grado de parentesco entre el fideicomitente y el fideicomisario, según las
reglas de la Ley de herencias, legados y donaciones.

6. RÉGIMEN DE LOS BIENES FIDEICOMETIDOS

Insistimos en que el fiduciario tiene un poder de disposición sobre los bienes fideicometidos
de naturaleza especial. La especialidad consiste en que únicamente puede realizar los actos que
sean necesarios para cumplir con los fines para los cuales se instituyó. Por ello, y aunque el término
carece de una significación precisa en la doctrina, se prefiere decir "titularidad" para
recurrir al término "propiedad". El fiduciario entonces,Derecho
no125 Mercantil Guatemalteco,
va a desarrollar Torno los
su función según III

términos de la escritura y de la ley. No puede vender, donar o gravar los bienes si carece de facultades
específicas. Si necesita realizar un acto fuera de su poder, debe solicitar autorización judicial. Si hay
extralimi- tación o abuso de su función, se le puede reclamar daños y perjuicios, pedir su remoción y
que se impongan las sanciones relacionadas con las circunstancias. No obstante, cuando se trata de
invertir en valores, si la escritura no dispone algo en especial, el fiduciario puede adquirir títulos
valores creados por el Estado, entidades públicas, instituciones financieras, bancos o empresas
privadas cuya emisión haya sido calificada de primer orden por la Comisión de Valores.
Los bienes fideicometidos se sustraen a la persecución de los acreedores con el objeto de que se
puedan cumplir los objetivos del negocio, de manera que no puede ser embargada la cuota que sobre
los mismos tenga el fideicomisario, aunque si están afectos los frutos a que tenga derecho, según el
caso, ya que habría que establecer si no están comprendidos dentro de renglones no embargables que
estipulen otras disposiciones legales. Lo que si puede lograrse sobre el patrimonio fideicometido es
una anotación, a fin de que al finalizar el fideicomiso y proceder a devolver o adjudicar los bienes, se
puedan hacer valer las acreedurías; prevención que puede hacerse valer aun ante bienes no sujetos a
registro, haciéndole saber tal circunstancia al fiduciario, quien deberá extender constancia de enterado
y tenerla en cuenta al momento de liquidar el fideicomiso.

7. CLASES DF FIDEICOMISO

Las clases de fideicomiso no es un problema de legislación. En la doctrina se señalan tantas clases


de fideicomisos como fines se pretende lograr con el. Existe suficiente consenso sobre tres:
Fideicomiso de Garantía, Fideicomiso de Administración y Fideicomiso de Inversión.
Advertimos que esta no es una clasificación absoluta; pero, se aproxima genéricamente a los diversos
propósitos de un fideicomiso en particular.

7.1 FIDEICOMISO DE GARANTÍA

Es el fideicomiso que se instituye para garantizar el cumplimiento de obligaciones, especialmente


crediticias. En este caso suele recaer sobre bienes inmuebles y cumple una función accesoria a la
obligación garantizada. Substituye a la hipoteca y a la prenda porque es más sencillo el procedimiento
para ejecutar la garantía. Este fideicomiso se encuentra previsto en el artículo 791 del Código de
comercio, y en el se establece que si hay incumplimiento de la obligación garantizada, se promueve la
venta en pública subasta ante notario para saldar la obligación. El acreedor puede ser postor, pero no
puede adquirirlos por otro procedimiento. El fiduciario no puede ser el acreedor beneficiado con la
garantía.

7.2 FIDEICOMISO DE ADMINISTRACIÓN

Es aquel en que el fiduciario administra los bienes fideicometidos: otorga contratos de


arrendamiento, cobra rentas, paga impuestos, toma medidas de conservación de los bienes, etcétera, en
beneficio del fideicomisario. Por ejemplo, una persona que no quiere administrar personalmente sus
bienes, en lugar de dárselos a un mandatario, los somete a un fideicomiso de administración, con un
126 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

fiduciario solvente y organizado que garantiza la efectividad de los beneficios que va a recibir el
fideicomisario.

7.3 FIDEICOMISO DE INVERSIÓN

Este fideicomiso se da cuando el fideicomitente transfiere bienes destinados a ser invertidos en


ejecución del fideicomiso. Por lo general el fideicomitente es fideicomisario; y el fiduciario se encarga de
conceder préstamos con los bienes fideicometidos, aunque no necesariamente son operaciones de mutuo
las que se van a ejecutar. Estos fideicomisos se han usado en Guatemala para la construcción de
viviendas y son los que, a nuestro juicio, permiten la creación de Certificados Fiduciarios. En síntesis,
por esta modalidad lo que persigue el fideicomitente es encargar al fiduciario operaciones de inversión
con el bien fideicometido, a efecto de obtener una ganancia.

8. NULIDAD

De conformidad con el artículo 789 del Código de comercio, son nulos los fideicomisos
constituidos en forma secreta. Estos se darían en el caso de que se prescindiera de la escritura pública, o
sea que se constituyeran en documento privado. 20 También son nulos aquellos en que el beneficio se
otorgue a diversas personas que se irán sustituyendo sucesivamente por fallecimiento del anterior, salvo
que la sustitución se hiciera entre personas vivas o concebidas a la. muerte del fideicomitente. Por
ejemplo, que se instituyera dos fideicomisarios en el entendido de que el primero disfrutará cinco años,
y el segundo otros cinco años en un plazo de diez. La nulidad de la sustitución por muerte ha sido
prevista para evitar la vinculación de bienes.

9. EXTINCIÓN

Nos concretamos en este subtítulo a transcribir los casos en que termina el fideicomiso, tal como
aparecen en el artículo 787 del Código de comercio:
a) Por realizarse el fin para el que fue constituido;
b) Por hacerse imposible su realización;
c) Por haberse realizado la condición resolutoria a que haya quedado sujeto;
d) Por convenio expreso entre fideicomitente y fideicomisario;
e) Por revocatoria cuando el fideicomitente se haya reservado ese derecho en el instrumento
constitutivo;
f) Por renuncia, no aceptación o remoción del fiduciario, si no fuere posible sustituirlo;
g) Por el transcurso del plazo máximo de veinticinco años, salvo que se refiera a la excepción que
establece la ley; y
h) Por sentencia judicial.
En cuanto a la literal g), consideramos que si el plazo establecido en el instrumento es menor de
veinticinco años, es factible prorrogarlo, siempre y cuando no se pase del límite máximo que permite la

20 Siempre que no se trate de modificar un fideicomiso de inversión según la Ley del Mercado de Valores, para substituir al fiduciario.
René Arturo Villegas Lara 127

ley.
Al extinguirse el fideicomiso, los bienes se entregarán a la persona que según el documento
constitutivo deba recibirlos; o bien a quien indique la sentencia judicial si fuere el caso. En su defecto, le
serán entregados al fideicomitente o a sus herederos si se extinguió por lo que indica el articulo 787 en
sus numerales 2, 3, 4, 5 y 6; y al fideicomisario si se extinguió por lo indicado en los numerales 1 yt 7
del mismo artículo. En el caso de la extinción por sentencia judicial, se supone que ésta indicará la
persona a quien deben entregársele los bienes.
CAPÍTULO DÉCIMO QUINTO
CONTRATO DE TRANSPORTE •
■ vá' '

Antes de entrar en vigencia el actual Código de comercio de Guaterrta^> el contrato


de transporte se encontraba regulado por el Código civil. Pero, con base en las orientaciones de la
doctrina y tomando en cuenta que es íjji negocio que se desenvuelve con las características más
significativas del tráfiéb comercial —actos en masa y precedidos de una organización
empresarial—, se optó por trasladar su régimen normativo al Libro V del Código de comercio, en
donde se tipifican una serie de contratos considerados como de naturaleza mercantil. Es necesario
apuntar que en el Código civil, el contrato de transporte contaba con menos artículos que los que le
asigna el de comercio; por otro lado, en este el Capítulo que lo describe consta de tres secciones:
a) La primera, que se refiere a las disposiciones generales del contrato de transporte;
b) La segunda, que desarrolla el transporte de personas; y
c) La tercera, que trata del transporte de cosas. Esta sistematización de las normas, a pesar de ser
más técnica en su presentación, adolece de algunas disposiciones confusas que no existían en el
Código civil.
El transporte, como actividad que facilita el desplazamiento de personas o cosas de un lugar a
otro, da origen al contrato que estudiamos, el que también se encuentra normado por leyes y
reglamentos de carácter administrativo que tienden a garantizar los requisitos que deben concurrir en
la prestación del servicio. Por estas razones, el transporte, como actividad mercantil, no funciona ai
arbitrio de los comerciantes: se sujeta a leyes y reglamentos dictados por el Estado, lo cual incide en el
campo contractual.
Así138 Derecho
mismo, si se trata del transporte a nivel internacional, tanto de Mercantil Guatemalteco,
personas como de cosas,Torno III
existen
tratados o convenios internacionales que también surten efectos en este contrato.
En el presente capítulo estudiaremos el contrato de transporte tal como se encuentra regulado, del
articulo 749 al 823 del Código de comercio de Guatemala.

i. CONCEPTO

Para delinear un concepto de contrato de transporte, tomaremos en cuenta lo que establece el


artículo 794. Conforme esta norma podemos decir que es un contrato por el cual una persona,
llamada "porteador", se obliga, por un precio, a conducir personas o cosas de un lugar a
otro. Este concepto es aplicable al contrato de transporte terrestre, al aéreo o al que tenga el agua como
vía de comunicación, ya que el régimen jurídico del negocio es genérico (Arto. 795).

2. NATURALEZA JURÍDICA

En cuanto a su ubicación dentro de las dos ramas que tradicionalmente forman el Derecho
privado, no existe ninguna duda de que el contrato de transporte, particularmente en el Derecho
guatemalteco, es un contrato mercantil, ya que se encuentra tipificado dentro de los contratos
particulares que contiene el Código de comercio, sin perjuicio de que ai darse como fenómeno de tráfico
comercial, la voluntad de la parte que presta el servicio de transporte se sujeta a las previsiones que le
imponen leyes de carácter público, no modificables por la autonomía de la voluntad: tarifas o precios del
transporte, rutas, horarios, categorías, etcétera.
Dentro del tema de la naturaleza jurídica del contrato de transporte, como es usual en los
tratadistas, se ha pretendido encontrarle similitud con otros contratos: es un arrendamiento de servicios;
es un contrato de locación de obra; es una zona intermedia entre el arrendamiento de servicios y
el de obra Por nuestra parte, y siguiendo la tónica que tratamos de imprimirle a la interpretación del
Derecho guatemalteco, consideramos al contrato de transporte como un medio para la prestación de un
servicio público, con características propias y destinado a funcionar como unidad contractual autónoma.
3. CARACTERES

a) Consensual;
b) Bilateral;
c) Oneroso;
d) Principal; y
e) Conmutativo

4. CLASES DE CONTRATO DE TRANSPORTE

El contrato de transporte se clasifica atendiendo diversos aspectos. Si se toma en cuenta el


espacio en que se va a llevar a cabo la actividad de transportación, se hablaría de contrato de
transporte terrestre, aéreo, marítimo y fluvial. Pero, consideramos que este punto de vista clasifica
René Arturo Villegas Lara 139

la actividad y no al contrato en sí. Si el porteador actúa solo o utiliza los servicios de terceros para el
cumplimiento de su obligación, se clasifica el contrato en unitario y acumulativo. Esta última
clasificación, que podría encontrar su asidero en los artículos 796 y 797 del Código de comercio,
tampoco la consideramos aplicable a nuestro medio, ya que las normas citadas se refieren a la
responsabilidad del porteador cuando el servicio no lo proporciona en forma estrictamente
personal. A nuestro juicio, en Guatemala sólo es factible hablar de dos clases de transporte:
a) Contrato de Transporte de Personas; y
b) Contrato de Transporte de Cosas. F.l porteador puede en ambos casos ser una o varias
personas; y el servicio puede prestarse por aire, tierra o agua. En razón de lo anterior, nos
dedicaremos a explicar cada una de estas variantes. Pero, antes es necesario señalar lo que
nuestro Derecho establece como generalidades para ambas clases de contrato, siendo ellas las
siguientes:
a) El concepto de contrato de transporte es genérico o sea para personas o cosas (Arto.
794);
b) El régimen legal del contrato se aplica al transporte por tierra, aire o agua (Arto. 795);
c) El porteador tiene una responsabilidad personal, aun cuando utilice los servicios de
terceros (Arto. 796);
d) Cuando intervienen varios porteadores, la responsabilidad de cada uno se limita al
ámbito de su respectiva ejecución (Arto. 797);
e) La intervención de dos o más porteadores origina el llamado transporte combinado. En
este caso, si el porteador tiene su domicilio en Guatemala, está sujeto a las leyes y tribunales
de la República, aunque el transporte se hubiese iniciado o concluido fuera del territorio
nacional (Arto. 798);
y
f) Los derechos que se quisieran reclamar como consecuencia del contrato de transporte
prescribe en seis meses, plazo que corre a partir de haber terminado el viaje o de la fecha en
que la persona o las cosas debieron llegar a su destino (Arto. 799).

5. TRANSPORTE DE PERSONAS

De lo que llevamos dicho en este capítulo, es lógico deducir que el contrato de transporte de
personas tiene por fin conducir al sujeto de un lugar a otro. Esta persona recibe el calificativo de
"pasajero". Estudiaremos ahora las particularidades elementales de esta modalidad contractual.

5.1 ELEMENTOS DEL CONTRATO

Los elementos del contrato de transporte de personas los dividimos en personales, reales y
formales.
a) Personales, son el porteador y el pasajero. El porteador es la persona —individual o jurídica—
que contrae la obligación de conducir al pasajero de un lugar a otro. Para que el porteador pueda
prestar el servicio necesita autorización previa —derecho de línea— de la Dirección General de
Transportes, perteneciente al Ministerio de Economía, cuando se traía de transporte extraurbano; o
de las autoridades municipales, cuando se trate de transportación urbana. Con relación a esta
última, el Código municipal establece que el transporteDerecho
140 urbanoMercantil Guatemalteco,
es un servicio públicoTorno
que III
las
municipalidades pueden prestardiscrecionalmentc. Por lo anterior y en cuanto al funcionamiento
de la empresa del porteador le son aplicables la Ley de Transportes —Decreto 253 del Congreso—
y el Código municipal; así como los reglamentos y ordenanzas que se dicten para la adecuada
efectividad de la ley. Ello incluye el precio del transporte, rutas, horarios, cargas impositivas, etc.
En cuanto al elemento personal, “pasajero", su interés radica en que se le conduzca de un lugar a
otro, conforme las estipulaciones con que se ofrece el servicio; y, como estas están establecidas de
antemano, se considera que en la mayoría de los casos es un contrato por adhesión.
b) Reales, en el contrato de transporte el elemento real es el valor o precio del pasaje que el
porteador tiene derecho a cobrar y el pasajero obligación de pagar. Este precio o pasaje se
encuentra determinado en interés público y no puede ser alterado sin autorización previa de las
dependencias administrativas que correspondan. Ahora bien, si la transportación no obedece a la
explotación de una línea autorizada, por ser negocios ocasionales, este precio va a resultar de un
convenio entre las partes contratantes. Se considera también que es elemento real de este contrato,
el equipaje u objetos que el pasajero tiene derecho a llevar como consecuencia del contrato, dentro
de volúmenes que el porteador acepta conducir como parte de sus obligaciones. Pero este
elemento debemos considerarlo circunstancial, porque el pasajero puede no llevar equipaje o bien
la naturaleza del servicio no lo permite, tal es el caso del transporte urbano regular; y decimos
regular, porque en nuestra ciudad capital se da un transporte urbano que conduce a los pequeños
comerciantes hacia los sitios de mercado, en donde, además de los pasajeros, se transportan fardos
de mercaderías.
c) Formales, aun cuando el contrato mercantil se puede probar en forma níuy flexible, el transporte
se encuentra sujeto a la formalidad del boleto o billete que el porteador está obligado a entregar al
pasajero, como prueba (^el contrato celebrado. Los elementos de forma son simples y tanto el
Código de comercio (Arto. 804), como las leyes y reglamentos del transporte extra- urbano
establecen los requisitos mínimos de tales boletos: nombre de la empresa, fecha del viaje, equipaje
que se lleva, precio del pasaje, origen y destino de la transportación, fecha del servicio, etc. Esos
boletos están estandarizados en cuanto a sus elementos generales y se reducen a un mínimum
considerable cuando se trata de transporte urhano; así podemos observarlo en el boleto que nos
extienden al abordar un autobús en la ciudad capital, lo que es consecuencia de la masificación del
tráfico comercial. En resumen, con el boleto o billete se prueba la existencia de un contrato de
transporte, así como todos los derechos y obligaciones que genera la relación jurídica, tanto para el
porteador como para el pasajero.

5.2 PARTICULARIDADES DEL CONTRATO DE


TRANSPORTE DE PERSONAS

a) Responsabilidad del porteador en cuanto al pasajero, en la ejecución de un contrato de


transporte de personas, el porteador puede devenir en sujeto responsable de pagar daños y
perjuicios que cause el vehículo, aun cuando quien lo conduzca no sea empleado del porteador o
se le haya encomendado aunque sea de manera transitoria. Esta responsabilidad se refiere, tanto a
los daños y perjuicios que se causaren al pasajero, como los que sufriere un tercero como
consecuencia de la actividad de transportación, coa fundamento en las disposiciones del Código
civil en materia de responsabilidad civil. Esta responsabilidad, regulada en el artículo 800, no
René Arturo Villegas Lara 141

existe si se comprueba que el sujeto damnificado ha dado lugar a que se le cause el daño o
perjuicio, sobre todo cuando se actúa con manifiesta violación de leyes y reglamentos. También es
responsable el porteador de los daños que cause al pasajero por el atraso o incumplimiento del
contrato si existe culpa de la empresa. Si se trata de transportación aérea, el porteador responde
de los gastos que se ocasionen al pasajero cuando por cualquier causa se cambie de ruta o bien no
se pueda iniciar el vuelo en la fecha u hora convenida (Arto. 803). Por eso es que cuando una
persona tiene que pernoctar en una ciudad de donde debe partir, debido a que el vuelo no puede
despegar, cualesquiera que sea la causa, el regreso al hotel, el hospedaje, la alimentación, etcétera,
son gastos que debe cubrir el porteador. Ello sucede así en el transporte aéreo internacional y en
igual forma procede dentro del territorio nacional, conforme la última norma citada.
b) Responsabilidad del porteador en cuanto al equipaje. Los daños que ocasiona la
transportación pueden recaer también en el equipaje del pasajero. Si el valor del equipaje fue
declarado al momento de celebrarse el contrato, esa suma sirve de parámetro para determinar la
cuantía del daño a pagar.
Sin embargo, para que no exista un enriquecimiento indebido por parte del pasajero, se establece
que la cuantía a pagar se rebajará si se prueba que la declaración sobrepasa el valor real del equipaje.
Ahora bien, como puede suceder que el valor no se haya declarado, la ley establece que en ese caso la
responsabilidad del porteador se limitará a una cantidad igual, por kilogramo de equipaje, al importe
del pasaje o precio que corresponda a un recorrido de cincuenta kilómetros (Arto. 801). Si un objeto —
equipaje— pesa treinta kilogramos y se le pierde a un pasajero cr.vo recorrido fue de 150 kilómetros,
habría que determinar el valor pasaje en su tercera parte para cuantificar la responsabilidad del
porteador. Esta norma, que más parece un malabarismo, debería substituirse por un procedimiento más
efectivo en la determinación del monto del daño, ya que el valor del pasaje esta fijado en razón de la
persona y no del equipaje que puede llevar; de donde puede resultar una responsabilidad minúscula
para reparar un daño mucho mayor.
Puede ocurrir que el equipaje no sea entregado al porteador para su control. Sucede con objetos
de reducido volumen que el pasajero lleva en sus manos. Por este equipaje el porteador no adquiere
responsabilidad en el caso de pérdida o avería, a menos que el pasajero pruebe que el daño proviene de
una causa imputable al porteador (Arto. 802).

6. TRANSPORTE DE COSAS

El contrato de transporte de cosas se va a referir siempre a la actividad de la transportación de un


lugar a otro; sólo que en este caso lo que se transporta es mercadería o cosa mercantil, cuya propiedad,
por la propia naturaleza de la relación, es ajena al porteador y sin necesidad de que lo diga la ley, como
sucede en el articulo 794, ya que si el objeto transportado fuera propiedad del porteador, no tendría por
que hablarse de la existencia de un contrato.

6.1 ELEMENTOS DEL CONTRATO

Al igual que en el transporte de personas, en éste también dividiremos nuestro estudio en


elementos personales, reales y formales.
a) Personales. En el contrato de transporte de cosas los sujetos del contrato reciben las siguientes
Derecho
142denominaciones: cargador, remitente o consignante, Mercantilque
es la persona Guatemalteco,
por cuenta Torno
propiaIIIo
ajena contrata con el porteador la conducción de la cosa mercantil. Porteador, fletante o
transportista, es la persona e ncargada d e 1 a c onducción del o bjeto a t ransportar. Y, c
onsignatario o destinatario, es la persona a quien se le entregará la cosa transportada en el
destino final de la conducción. Regularmente es el adquirente del objeto transportado, quien
puede ser substituido por el cargador antes que el inicialmente indicado no haya pedido la entrega
de la mercancía. Semánticamente es preferible el término destinatario.
b) Reales. Los elementos reales del contrato de transporte se constituyen por las mercaderías o cosas
que se transportan; y el flete, término con el que se conoce el precio de la transportación.
c) Formales. El artículo 808 del Código de comercio dice que el porteador debe extender al cargador
un comprobante que acredite haber recibido la cosa a transportar; este “comprobante" es un
documento en donde deben constar todos los términos del contrato, por lo que la forma escrita
deviene en obligatoria. A la par de dicho comprobante, el cargador puede exigir al porteador que
le extienda una carta de porte o un conocimiento de embarque, según el caso, que viene a
completar la forma escrita en el transporte de cosas.
6.2 P A R T I CU L A RI D A D ES D E L C O N T R A T O D E
TRANSPORTE DE COSAS

a) Derecho y obligaciones del cargador. Cuando el cargador entrega las cosas al porteador, debe
trasladarle todos aquellos documentos que faciliten la transportación: pólizas, facturas, catálogos,
etc. Asimismo, debe informarle sobre la dirección del destinatario, el lugar para la entrega de las
cosas; embalarlas cosas transportables, indicando el número, peso, genero y calidad de los objetos
enfardados; pagar el flete, a menos que se pacte que es a cobrar, ya que en ese caso quien va a
pagarlo es el destinatario. Ahora bien, si el cargador falta a las obligaciones señaladas,
especialmente las que se refieren a las cualidades, cantidades y documentación de las cosas, los
daños que ocasione le son imputables. Además, debe responder de vicios ocultos de la cosa
transportada. (Artos. 805, 806 y 807 del Código de comercio).
b) Derechos y obligaciones del porteador. A cambio dei flete que el porteador, fletante o
transportista tiene derecho a cobrar, se obliga:
a) A expedir el comprobante del contrato o los títulos de crédito que se le requieran;
b) Poner las cosas a disposición del destinatario al concluir la conducción y darle aviso
inmediato del mismo hecho, en el caso de que el lugar de destino no sea el domicilio del
destinatario;
c) Cobrar el valor de las cosas transportadas cuando así lo hayan pactado con el cargador;
d) A responder de los daños ocurridos a las cosas, por averías o retrasos en el tiempo de
transportación, salvo las excepciones que para este deber establece la ley. En el caso de la
obligación por retardo puede exonerársele al porteador convencionalmente, si cobra un tlete
menor al establecido en las tarifas ordinarias y siempre que el cargador tenga la opción de
contratar sobre la base del flete que más le convenga. No adquiere tampoco obligación de
responder por avería o pérdida, cuando los objetos son transportados al descubierto, no
obstante que las cosas necesiten transporte cerrado, contando desde luego con la autorización
escrita del remitente; en el caso de que se transporten substancias explosivas, corrosivas o de
naturaleza peligrosa; y también si la manipulación de los objetos transportados está a cargo
de personas designadas por el remitente.
René Arturo Villegas Lara 143

Por el uso sistemático que hace el Código de comercio de los términos avería o pérdida,
aclaramos que la avería es una pérdida que sucede cuando la cosa transportada sufre un daño que
demerita sus características cualitativas; y la pérdida, cuando la cantidad de cosas entregadas para
la transportación, no coincide con la que se entrega al destinatario.
c) Obligaciones y derechos del destinatario. De conformidad con el articulado del Código de
comercio, la persona que resulte destinatario de las cosas transportadas, tiene las siguientes
obligaciones y derechos:
Obligaciones
a) Recibir las cosas en un término de veinticuatro horas a partir del momento en que el porteador los
ponga a disposición suya. Si fuere el caso, sólo está obligado a recibir las que no hayan sufrido
avería (Art. 812);
b) Si el porteador se lo requiere, abrir y reconocerlos bultos en el momento de la recepción (Arto.
813);
c) Pagar el flete, si es "a cobrar" al momento de la recepción; y
d) Pagar el precio de las cosas, cuando el porteador tiene encargo de cobrarlo (Arto. 815).
Derechos :.r«*
a) No recibir las cosas averiadas; y
b) Negarse a abrir y reconocer los bultos en el acto de la recepción. Señalamos únicamente estos dos
derechos, porque de la enumeración de
obligaciones se puede deducir que a cada una de ellas le corresponde ijn
derecho correlativo. Por ejemplo, de la obligación de pagar el precio dé--ja
cosa, deviene el derecho a que se le entregue la misma. r:\

ANEXO

LEY DE TRANSPORTE
DECRETO NÚMERO 253

El Congreso de la República de Guatemala

CONSIDERANDO:
Que la experiencia ha demostrado que la actual Ley de Transportes necesita acomodarse en forma practica a las
modalidades tan peculiares y complejas de los servicios de transporte urbano, la que hace necesario introducirle
algunas reformas que faciliten su eficacia y aplicación.

CONSIDERANDO:
Que para la mejor organización y funcionamiento de tales servicios, debe otorgarse a las municipalidades ciertas
facultades de caracter reglamentario a fin de ir acomodando servicios urbanos de transporte a las demandas y
exigencias del público,
144 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

POR TANTO,

DECRETA:
La Ley de Transportes que con las reformas introducidas, queda así:

TÍTULO ÚNICO

Artículo lo.—Todos los servicios públicos de transporte, de carga o pasajeros, establecidos


o que se establezcan para funcionar en el territorio de la República, deben llenar las condiciones de seguridad,
eficiencia y beneficio público que señala esta ley; para sus efectos se comprende también dentro del territorio de la
República el espacio aéreo y el mar territorial.

Artículo 2o.—Para el funcionamiento de los ser vicios de transporte expresados en el artículo anterior, se requiere
previa autorización y registro por parte del Ministerio de Economía, a excepción de los servicios urbanos y los de
tracción animal que quedan sujetos a las disposi ciones que más adelante se especifican.

Artículo 3o.—Para el cumplimiento de lo preceptuado en el artículo 2o. de la presente ley, se seguirá un


expediente en el Ministerio de Economía o en la Municipalidad respectiva, según el caso, sobre los puntos siguientes:
a) Sobre la conveniencia del servicio y la aplicación correcta de los principios económicos en m ateria de transporte
a fin de evitar competencias ruinosas, duplicación o mul tiplicación innecesaria de inversiones, eliminación
injusta de los pequeños empresarios y cualquier o tra circunstancia perjudicial para la economía nacional;
b) Sobre la imposibilidad de que pueda resultar una absorción o monopolización de hecho, de una o varias líneas
de transporte, por parte de los interesados:
c) Sobre las condiciones de eficiencia y seguridad que pueda ofrecer el servicio, prin cipalmente con respecto a la
carga y las vidas de pasajeros y tripulantes; y
d) Sobre la calidad de los vehículos y demás implementos del servicio u otros datos que se consideren necesarios.

Artículo 4o.—Si hubiere vanos solicitantes para ei csiablcciiuiento de los servicios de transporte de que trata
esta ley, los guatemaltecos naturales, en igualdad de circunstancias, gozan de prioridad con respecto a los extranjeros;
en todo caso dichas personas no podrán establ ecer ni mantener los mencionados servicios, si no cuentan por lo menos
con un aporte de sesenta por ciento del capital nacional. Se exceptúan de esta disposición las compañías de
ferrocarriles, de aviación o de navegación, salvo sus servicios auxiliares de transporte, los cuales quedan sujetos a lo
prescrito por el articulo 11 de la presente ley.

Artículo 5o.—Es de la competencia del Ministe rio de Economía, la supervigilancia, aprobación de tarifas y demás
problemas económicos de los transportes que no sean urbanos.

Articulo 6o.— ¿oí transportes se clasifican en los siguientes grupos:


a) Transportes urbanos;
b) Transportes extraurbanos; y
c) Transportes internacionales.

Artículo 7o.—Los servicios públicos de transporte urbanos de pasajeros por autobuses o tranvías son
municipales.
Artículo 8 o.—Las municipalidades podrán celebrar contratos y otorgar concesiones para el est ablecimiento y
funcionamiento de los servicios expresados en el artículo anterior, siempre que se llenen los requisitos estipulados en
el artículo 3o. de la presente ley y los siguientes: lo. Que los interesados se comprometan a cumplir expresamente
todos los requisitos y condiciones que en el contrato respectivo fije la Municipalidad para la explotación de esta clase
de servicios;
2o.. Que la Municipalidad fije, a su prudente arbitrio, el número de rutas o líneas del servici o que se van a establecer
y el número de vehículos que deban servirlas; y 3o. Que el vencimiento del plazo estipulado en el contrato, no podrá
ser mayor de quince años, estará a lo que prescribe el artículo 102 de la Constitución de la República. 21

21 Se refiere ala Constitución de 1945.


René Arturo Villegas Lara 145

Artículo 9o.—Cualquier nuevo serv icio de transporte urbano de pasajeros que se establezca con una línea fijao
determinada, por medio de vehículos que no sean detracción animal.queda sujeto a las disposiciones de esta ley.

Artículo 10.—La existencia entre dos puntos del país de servicios de ferrocarriles, o por medio de naves o
aeronaves, no impedirá el establecimiento de servicios de transporte por medio de autobuses u otra clase de vehículos
entre estos mismos puntos.

Artículo 11.—Las empresas de ferrocarriles, de aviación o de navegació n, no podrán obtener autorización por sí,
ni por medio de sus representantes, para establecer líneas auxiliares de transporte, salvo que el sesenta por ciento del
capital invertido sea aportado por los trabajadores guatemaltecos naturales de la empresa, o en su defecto por los que
gocen de esta calidad, aunque no sean trabajadores de dichas compañías.

Artículo 12.—Los servicios de transporte internacionales de carga o pasajeros, por medio de vehículos
motorizados, deberán optar por un trayecto fijo a través del territorio de la República, sin que puedan funcionar fuera
de la ruta especificada en la autorización, quedando sujetos a lo que preceptúan los artículos 2o., 3o., 4o. y 5o. de esta
ley.

Artículo 13.—Las municipalidades podrán aumentar o restringirel número de rutas, líneas y vehículos a que se
refiere cí inciso 2u. dei anícuio 8o. de esta ley, en cualquier momento que se estime necesario y conveniente a juicio
del Consejo Municipal, quien asimismo, podrá
o no autorizar que una misma línea o ruta sea s ervida por una o varias personas o empresas.

Artículo 14.—Los servicios públicos de transporte actualmente establecidos en la Repúbli ca, serán objeto de una
revisión por parte del Ministerio de Economía, o de las municipalidades, si fueren urbanos. Los pr opietarios o sus
representantes legales solicitarán a dichas dependencias, se les concedan plazos prudenciales para funcionar de
conformidad con la presente ley, los que en ningún caso excederán de seis meses a partir de la fecha en que ésta entre
en vigor; si no lo hicieren, deberán cesar en sus funciones.
Se exceptúan de esta disposición aquellas empresas que ya estuvieren funcionando en el país en virtud de
contratos legalmente celebrados con el Gobierno de la República , pero únicamente durante la vigencia de éstos. Toda
ampliación o modificación que se haga en tales contratos, deberá sujetarse a las prescripciones de esta ley.
146 Artículo 15.—El Organismo ejecutivo y las municipalidades emitiránMercantil
Derecho los reglamentos que sean necesarios
Guatemalteco, Tomo III
para el cumplimiento de esta ley. 2

Artículo 16.—Se deroga el Decreto número 130 del Congreso.

Artículo 17.—El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial.

Pase al Ejecutivo para su publicación y cump limiento.

Dado en el Palacio del Congreso: en la ciudad de Guatemala, a los diecinueve días del mes de junio de mil
novecientos cuarenta y seis, año segundo de la Revolución.

GERARDO GORD1LLO BARRIOS Presidente

G. PREM R. ASTURIAS VALENZUELA Secretario


Secr et ari o
Palacio Nacional: Guatemala, tres de julio de mil novecientos cuarenta y seis

Publíquese y cúmplase.

Juan José Arévalo

El Subsecretario Encargado del Despacho de Economía y Trabajo.


A. BAUER PAIZ

2 Rcgl amentado el 24 de octubre de 1967.


El contrato de participación, conocido también como: cuentas en participación, asociación
en participación o negocios en participación, es una figura negocial que puede prestar
CAPÍTULO DÉCIMO SEXTO
singulares funciones dentro del tráfico mercantil.'Si dos personas desean asociarse para llevar a cabo
CONTRATO DE PARTICIPACIÓN
explotaciones comerciales,'pero no desean formar una sociedad, el contrato adecuado es el de
participación. Es probable que este contrato tenga el mismo origen que las sociedades comanditarias,
pues su característica especial, en el plano subjetivo, es la presencia de un inversionista que pone su
capital en manos de un comerciante, sin tener ningún vínculo con los terceros que entran en
relaciones jurídicas que, indirectamente, se originan en la participación. Por eso es que a la relación
que se da entre los sujetos de la participación se le considera una sociedad oculta.
El Código de comercio anterior, aun cuando reconocía que este contrato no da como resultado
una persona jurídica ni se forma sociedad mercantil por su medio, lo trataban con esas
consideraciones, ya que después de indicar qué formas de sociedades eran mercantiles, agregaba que
también reconocía el contrato de participación. 1 El nuevo Código es más claro al respecto: lo extrajo
del marco del derecho societario y lo colocó en el Libro IV, como un contrato tipificado, con funciones
de colaboración y asociación para la explotación de una empresa, en parte o la totalidad de sus
negocios. Actualmente se encuentra regulado, del Artículo 861 al 365 inclusive.

1 Artículo 279 del Decreto 2946 del Presidente de la República.


1. CONCEPTO
150 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Por el contrato de participación un comerciante denominado "gestor" se obliga a compartir


con una o varias personas llamadas "partícipes", que le entregan bienes o servicios, las utilidades o
las pérdidas que produzca su empresa como consecuencia de parte o la totalidad de sus negocios.
Explicando el anterior concepto hacemos resaltar que, en el fondo, se trata de un agrupamiento
de personas con fines lucrativos. Por eso sostenemos que, aunque veladamente, se trata de un
fenómeno asociativo. No obstante, para evitar confusiones, la ley expresamente declara que este
contrato no da como consecuencia una persona jurídica; no estamos entonces frente a una sociedad
mercantil; de manera que la relación jurídica que produce el contrato no puede publicitarse frente a
terceros por medio de razón social o denominación.
La ley define la profesión del gestor, ya que este debe ser comerciante; no así los partícipes que
serían ajenos a esa profesión. ¿Significa esto que no puede celebrarse un contrato de participación si
no es con la presencia de un, comerciante? Al tenor del Artículo 861, la respuesta es afirmativa. Sin
embargo, consideramos que no se vicia el contrato si el gestor no tiene esa categoría previa, ya que
por ese acto y a partir de él, el gestor estaría en la situación de cumplir con las obligaciones propias
de los comerciantes y se le tendría como tal. Creemos que ésta sería una solución adecuada en aras de
la seguridad del tráfico comercial.
En cuanto a la operatividad del contrato, aun cuando la ley es muy parca en el tratamiento que
le da, creemos que la relación entre gestor y participe funciona como si se tratara de una sociedad.
Por esa razón, si fueran requeridos los servicios de un notario para darie forma al negocio, deberá
tenerse cuidado en la formulación instrumental, de manera que queden asegurados los derechos y
obligaciones de las partes y garantizados sus efectos. No basta, consideramos nosotros, con tener en
cuenta su régimen vigente; es necesario integrar por analogía los conceptos fundamentales de la
sociedad mercantil en lo que fuere aplicable. De ahí que un instrumento que recoja este contrato exige
tantos cuidados como el que se refiere a una sociedad mercantil.

2. CARACTERES

El contrato de participación tiene las siguientes características: es consen- sual, bilateral,


oneroso, de tracto sucesivo, principal y típicamente mercantil.
3. E LE M EN T O S

a) Personales. El gestor es el comerciante que, recibiendo bienes de otro, hace participar a este
de las utilidades o pérdidas que se obtengan en su explotación comercial según los términos
del contrato. El partícipe es la persona que. entrega sus bienes al gestor con el propósito de
utilizarlos en su actividad empresarial y con el fin de obtener una utilidad, aunque pueden
ocasionarse pérdidas.
b) Objetivos. Serían los bienes que el participe traslada al gestor. Para el primero es un acto de
disposición; y para el segundo, un acto de adquisición patrimonial. En razón de ello el gestor
tiene facultades dominicales o de disposición sobre los bienes que le aportan, ya que
únicamente bajo ese concepto se puede entender que los introduzca en su tráfico comercial, tal
René Arturo Villegas Lara 151

como se transmiten los aportes de la sociedad mercantil.


c) Formales. El Código de comercio no exige ninguna formalidad para perfeccionar el contrato.
Esto lo considero un error de la ley porque, tal como lo establecimos anteriormente, un
contrato de participación viene a ser tan minucioso como uno de sociedad. En aras de la
seguridad de las partes, fundamentalmente, debió establecerse el requisito de la escritura
pública; o al menos la forma escrita con legalización notarial, ya que algo significaría la
asesoría que las partes deben tener para celebrarlo.

4. EFECTOS

Los efectos del contrato debemos estimarlos en cuanto a las relaciones jurídicas internas y las
externas que se originan en el mismo negocio.
Internamente el contrato de participación produce una relación que sólo enlaza al gestor con el
participe. No produce ningún efecto con relación a terceros, de manera que estos no tienen ningún
vínculo jurídico con el partícipe, aun cuando se tratara de pretensiones que tuvieran que ver con
negocios concertados con motivo de la participación.
Externamente el gestor actúa en nombre propio. Los actos que patrocina en su empresa y que
están vinculados al contrato de participación, son de su absoluta responsabilidad. Esto quiere decir
que en ningún momento el gestor compromete al participe. Sólo el debe inscribirse en el Registro
Mercantil; en su nombre operará la contabilidad, etcétera.
En resumen: el contrato de participación produce un vínculo jurídico que principia y termina
en el gestor y el partícipe. Externamente no se manifiesta.
Los negocios que se realizan como consecuencia del contrato, no delatan la existencia de la
participación. Comprendemos entonces, por que se dice que es una sociedad oculta.

5. LUCRO DEL PARTÍCIPE

El partícipe pretende una ganancia como consecuencia de su inversión. Pero, tratándose de un


negocio asociativo, existe la posibilidad de perder. La ley establece que para distribuir las utilidades y
las pérdidas entre gestor y partícipe, se observarán las reglas que da el Artículo 33 del Código de
comercio, ya estudiado en el primer volumen de este texto. Salvo pacto en contrario, las pérdidas del
partícipe no pueden ser mayores al valor de su aportación.

6. RÉGIMEN LEGAL SUPLETORIO

El Artículo 865 del Código de comercio establece que a falta de una expresa previsión
contractual, se estará a las reglas que sobre información, intervención del socio partícipe, rendición de
cuentas, extinción del contrato, existen para la sociedad colectiva; tomando en cuenta, claro está, que
se aplicarán atendiendo a la naturaleza de un negocio que no forma sociedad. Lo anterior confirma
nuestro criterio de que el contrato debería formalizarse por escrito, ya que es imposible que se pueda
probar
152 que no se previo algo, si se usó la forma verbal para Derecho
contratar. Reiteramos
Mercantil que este contrato
Guatemalteco, Torno III
aun cuando la ley pareciera simplificarlo, es de complicada formulación, lo que exige la concurrencia
de la función notarial para darle una estructura adecuada, segura y eficaz.
•I V *

El contrato de hospedaje se encuentra regulado, del Artículo 866 a|~873 del Código de
comercio. Antes de que entrara en vigencia este Código, formaba parte de los contratos
tipificados en el Colegio civil — DecretoLey 106—, de donde fue trasladado a la legislación
mercantil, tomando en cuenta que se realiza por medio de una organización empresarial y con
fines lucrativos. <y-

l. C O N CE PT O

De acuerdo a lo que estipula el Artículo 866 del Código de comercio, afirmamos que existe
contrato de hospedaje cuando una persona da albergue a otra mediante una retribución,
comprendiéndose o no la alimentación.
La ley guatemalteca está redactada de tal forma que insinúa la presencia de una empresa para
la prestación del servicio, con lo cual caracteriza la ubicación mercantil del contrato. Estas empresas
no se pueden organizar si no es llenando requisitos de orden administrativo, sobre todo los que
exige la autoridad encargada de fomentar el turismo en el país: el Instituto Guatemalteco de
Turismo.
La finalidad del contrato es prestar un servicio: el albergue o alojamiento. Por añadidura
pueden darse otros como la alimentación, limpieza de ropa personal, cajas de seguridad, recreación,
etcétera. Esto dependerá de cada negocio en particular. Pero, el servicio esencial es el albergue, que a
nuestro juicio, jerárquicamente, es el que define este contrato.
154 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
2. Modalidades de este Contrato

Aunque no convence la clasificación que suele hacerse de este contrato, resulta efectiva si
resaltamos el hecho de que el alojamiento de una persona por otra, no ocurre necesariamente en un
hotel. En Guatemala funcionan las llamadas "casas de huéspedes", en donde la presencia del
huésped se basa en un contrato de hospedaje que no es el que, en última instancia, pretende regular
la ley. Pero, como no existe una figura contractual en el Código civil que fuera aplicable a esa
relación, es indudable que tiene que recurrirse al Código de comercio.
Atendiendo al razonamiento anterior se divide este contrato en: tácito y expreso. Se afirma
que hay un contrato de hospedaje tácito cuando el huésped solicita alojamiento en un
establecimiento —hotel, fonda, albergue— autorizado o fundado precisamente para prestar ese
servicio. Como la empresa esta abierta al público para eso precisamente, el contrato existe desde
que se toma el servicio, según los preceptos legales que lo rigen y el reglamento que regula su
funcionamiento. El huésped llega, solicita el servicio y firma un libro o llena una tarjeta, según el
caso, y el contrato se perfecciona. Se dice luego que hay un contrato de hospedaje expreso,
cuando quien proporciona el servicio no tiene empresa y establecimiento propio para ello, de
manera que cuando se da el contrato existe una policitación entre las partes, y después de fijar sus
derechos y obligaciones, se llega al perfeccionamiento del mismo. Esto sucede en el caso de las
casas de huéspedes, pues no se acude a ellas como si se tratara de un hotel, sino mediante un
proceso precontractual distinto y conocido. Repetimos que el Código de comercio se refiere al
llamado "tácito" pero el régimen legal señalado es aplicable a un contrato "expreso", aun en el
supuesto de que no exista organización empresarial para prestar el servicio, ya que se trata de un
contrato típicamente mercantil.

3. ELEMENTOS

a) Personales. Los elementos personales del contrato de hospedaje son: el hotelero, hospedero,
albergador o fondista; o sea el comerciante que presta el servicio de alojamiento; y el viajero o
huésped que, a cambio de la retribución que paga, usa del servicio que se le presta.
b) Reales. Los elementos reales del contrato son el precio o retribución que paga el huésped y el
servicio o servicios que presta el hotelero. En cuanto a la retribución debemos recordar que los
hoteles, sujetos a control administrativo, tienen tarifas autorizadas para cobrar, ya que el
Estado interviene en la industria turística para fomentarla y estimular su crecimiento,
c) Formales. Este contrato no se sujeta a una forma en especial. Como se dijo, el huésped
suscribe un libro de entradas o llena un formulario y con ello se perfecciona el contrato. En ese
sentido el huésped se adhiere a los términos en que se le presta el servicio, los que pueden
constar en la tarjeta de ingreso, complementada por lo que prescribe el Código de comercio, el
reglamento interior del establecimiento, además de otras leyes aplicables, como las de turismo
o de la salud.
René Arturo Villegas Lara 155

4. CARACTERES

El contrato de hospedaje se caracteriza por ser: bilateral, consensuad oneroso, de tracto


sucesivo, por adhesión en la mayoría de los casos.

5. NATURALEZA

Dada la integración de diversos servicios que se pueden prestar mediante este contrato,
además del esencial que es el albergue o alojamiento, se ha especulado de que es una amalgama de
contratos: es un arrendamiento de cosas en cuanto a la habitación; es un contrato de obra en cuanto
a la alimentación; y un contrato de depósito en cuanto a la custodia del equipaje del viajero, máxime
si hay cajas de seguridad proporcionadas por el hotel. Pero, s pesar de que esta idea la han sosíemuu
iraiauistas* QC reconocida solvencia científica, resulta bizantino un razonamiento de tal naturaleza.
El contrato de hospedaje tiene su propia identidad; el hecho de que en sus efectos se den
prestaciones similares a las de otros contratos, no permite llegar a la conclusión de que sea un
conjunto de contratos. En nuestro derecho es un contrato tipificado y delimitado en sus alcances
jurídicos, en el que la prestación del comerciante es, fundamentalmente, dar albergue o alojamiento.

1 Clemente de Diego, Instituciones de Derecho Civil Español, citado por Rafael ce Pina. Elementos de
Derecho Civil, pág. 194.
156 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

6. E F EC T O S

Los efectos del contrato de hospedaje los expondremos en torno a los derechos y obligaciones
de las partes. De conformidad con la ley guatemalteca, el hotelero tiene las siguientes obligaciones:
a) Colocar los reglamentos aplicables a su negocio en lugar visible para el huésped, incluyendo
las habitaciones;
b) Resarcir los daños y perjuicios que sufra el huésped o sus bienes que conforme a los
reglamentos hubiere introducido al establecimiento, si existe culpa o negligencia que le sea
imputable. Si no existe culpa o negligencia, la ley establece los parámetros para cuantificar el
monto délos daños a pagar por el mismo caso;
c) Custodiar dinero y objetos de valor en concepto de depositario, cuando se solicite. Pero, tiene
el derecho a negarse cuando por el valor del depósito resulte una carga excesiva por la
importancia del establecimiento o por la capacidad de sus instalaciones. Si recibe los objetos,
se obliga a extender un resguardo pormenorizado de los mismos. El comerciante hotelero
tiene a su vez los siguientes derechos:
a) Retener el equipaje y efectos personales del huésped, si este se niega a pagar la
retribución por el servicio prestado;
b) Extraer sin responsabilidad, el equipaje y los efectos personales cuando haya
incumplimiento de las obligaciones del huésped. Para ello deberá contarse con la
presencia de dos testigos y formular un inventado de los bienes. Los baúles, maletas,
etcétera, que se encuentren cerrados se conservarán en tal estado y se les pondrá una
cinta selladora que firmarán ios testigos;
c) Derecho a vender con intervención notarial, los bienes retenidos al huésped, si treinta
días después determinado el contrato, no se presenta a liquidar su cuenta. Del precio
que se obtenga se paga la cuenta, los gastos y el saldo se deposita en una institución
bancaria. Si transcurren cinco años y el depósito no es retirado, el Banco debe ponerlo a
disposición de la Universidad de San Carlos.
En cuanto al huésped, podemos decir que su obligación principal es pagar la retribución. A
cambio de ella, tiene derecho a gozar de los servicios que el comerciante ofrece según la ley y los
reglamentos respectivos.
7. EXTINCIÓN

El Artículo 871 del Código de comercio, indica que el contrato de hospedaje se extingue:
a) ' Por el transcurso del plazo convenido. Si no hay convenio al respecto, el
huésped tiene derecho a denunciar el contrato antes de las quince horas del día de salida;
b) Por violación de los pactos y reglamentos que lo rigen;
c) Si el huésped comete faltas a la moral o protagoniza escándalos que perturben a los demás
huéspedes;
d) Por ausencia del huésped por más de setenta y dos horas sin dejar aviso o advertencia;
e) Porque no se pague la retribución en la forma convenida; y
f) Por otras causas convenidas entre las partes.
Cuando se da una causa de extinción y el huésped se niega a desocupar la habitación, como no
René Arturo Villegas Lara 157

se trata de un contrato de arrendamiento* l«l ley establece en el Artículo 873, un procedimiento


expedito de desocupación: el hotelero solicita el auxilio de la autoridad —entendiéndose como tal las
de policía—, para obligar a la desocupación sin ningún otro trámite. ;
CAPÍTULO DÉCIMO OCTAVO CONTRATOS DE AGENCIA Y DISTRIBUCIÓN O REPRESENTACIÓN

Los contratos de agencia y distribución o representación no se encuentran adecuadamente


tipificados en el Código de Comercio de Guatemala. Si leemos detenidamente todo el contenido del
Libro IV de dicho Código, que norma las obligaciones y contratos mercantiles, encontramos que no
existe capítulo alguno dedicado a exponer qué es un contrato de agencia o qué es un contrato de
distribución o representación. Sin embargo, de una manera poco técnica, si hay referencia a dichos
contratos en los Artículos 280 al 291 del Código, inclusive, tal como aparecen redactados después de
su reforma contenida en el Decreto 8-98 del Congreso de la República. En dichos Artículos se hace
alusión a p<?os contratos para explicar o dar un concepto de lo que son los auxiliares del
comerciante llamados agente de comercio y distribuidor o representante; pero eso no permite
afirmar que la escasa referencia a dichos contratos baste para decir que la tipificación de cada uno es
suficiente, además de su defectuosa ubicación. Ello obliga a pensar que la verdadera intención al
reformar los artículos 280 al 291 del Código de Comercio, no era proporcionarle a la ley una mejor
sistematización en esta materia, sino extinguir al Decreto 78-71, que como ley especial regulaba
dichos contratos y establecía limitaciones a la libertad de comercio. Y si bien buscar la superación de
esas limitaciones era atendible, no por ello debió perderse la oportunidad de separar el articulado
que contemplara las figuras de los auxiliares, de los contratos que viabilizan su actuación en el
mercado, con lo cual se habría logrado una mejor organización del Código.
Por otro lado, el Decreto 8-98 incurre en inexactitudes, que no se sabe si son del legislador o
del Diario Oficial. Por ejemplo, si atendernos al título del Capítulo, parece ser que se trata de tres
auxiliares: agentes, distribuidores y representantes. Pero, al leer el tercer párrafo del Artículo 280,
resulta que al distribuidor se le llamará: distribuidor o representante. En tal sentido, sólo cabe
hablar de dos contratos: de agencia y de distribución o representación. No obstante, en nuestro
medio hay profesionales del derecho que piensan en una separación entre distribución y
representación, deducida de la actuación real de estos auxiliares del comerciante; separación que no
puede obtenerse del texto legal. Además, la representación, como posibilidad de que una persona
René Arturo Villegas Lara 159

pueda actuar por medio de otra, también es aneja al contrato de agencia, como veremos; de manera
que, a mi juicio, conforme está elaborada la ley, distribuidor o representante son sinónimos; y de ahí
que, contrato de distribución o contrato de representación significa hablar de una misma figura
contractual, al menos desde el punto de vista de nuestra ley.

l. C O N T R A T O D E A G EN CI A

1.1 CONCEPTO

Existe el contrato de agencia cuando un comerciante, que en la tradición mercantil ha sido


conocido como principal, encarga a otra, el agente independiente, que va a fungir como su auxiliar,
la promoción de negocios de su giro, que celebrará por su cuenta y riesgo. Puede suceder que el
agente sólo promocione el negocio; o que lo promocione y celebre. En este último caso estamos ante
ei agente representante.
En razón de ese concepto cabe afirmar que el contrato de agencia permite al comerciante
ejercer su giro comercial en zonas distintas a la de su establecimiento, aprovechando la organización
empresarial de otra persona y sin asumir responsabilidades de otra índole, de naturaleza laboral o
tributaria, por ejemplo, logrando llegar a otros mercados o áreas de consumidores sin necesidad de
abrir sucursales. En ese sentido puede calificarse a este contrato como de colaboración entre
personas dedicadas al comercio.

1.2 E LE M EN T O S

a) Subjetivos: El comerciante o principal y el agente independiente.


b) Objetivos: La promoción de los negocios del principal o la promoción y celebración de los
mismos.
c) Formales: No existe una forma obligatoria para su celebración, rigiéndose por la regla de la
libertad de la forma. En todo caso es recomendable la forma escrita.

1.3 CARACTERES

a) Bilateral
b) Oneroso
c) No formal
d) Conmutativo
e) Intuitu personae
f) De tracto sucesivo
Los caracteres señalados se explican conforme lo establecido en los temas generales de este
texto. Sin embargo, es necesario resaltar que, siendo vn contrato oneroso, lo que el agente percibe
por los contratos que promocioíia o que promociona y celebra, se calcula con base en una comisión
160 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

que se haya pactado o según lo que manden los usos y costumbres del lugar (Art.,288 del C. de
Comercio).
En la doctrina se establece lo que es esencial y ocasional en un contrato de agencia, lo cual
coincide bastante con lo establecido en nuestra ley, a saber:

1.3.1 CARACTERÍSUCAS ESENCIALES

a) Que el agente promocione negocios de un principal o bien los promocione y celebre.


b) El agente actúa independientemente y con su propia empresa. Esto quiere decir que puede
actuar en el mercado con relación a negocios propios e incluso de otros principales, siempre
que no sean de la misma índole de los que son materia del contrato de agencia, a manera de
evitar actos de competencia desleal (Art. 81 del C. de Comercio).
c) Su actuar es unilateral ya que trabaja en beneficio del principal y no de la clientela que por su
medio se vincula a éste. Tal circunstancia sirve para diferenciarlo del corredor, que actúa en
beneficio del principal y de la cliente. Además, el corredor actúa en negocios aislados,
mientras que el agente en negocios en masa, por la misma prolongación temporal del contrato.
d) Es esencial del contrato de agencia fijar un territorio en donde el agente va a actuar. Esto
permite lo previsto por nuestra ley en el sentido de que, si es agente exclusivo, los contratos
celebrados en su zona, sin su intervención, le generen derecho a percibir comisión como si él
los hubiese celebrado,

1.3.2 CARACTERÍSTICAS OCASIONALES

a) Exclusividad. La exclusividad consiste en que el agente adquiere el derecho de representar al


principal, con exclusión de otro agente y sólo puede darse si así se pacto en el contrato.
b) Representación. Puede ser que el agente no ejerza representación. En tal caso sólo promociona
los negocios; no los celebra.
No incluimos el tema de la indemnización como característica ocasional del contrato, porque
las mismas, conforme a nuestra ley, no deviene del contrato, sino del régimen legal a que están
sujetas las partes.22

2. CONTRATO DE DISTRIBUCIÓN O REPRESEN TACIÓN

2.1 CONCEPTO

Conforme a lo que estatuye el Artículo 280 párrafo tercero del Código de Comercio, por el

22 Marzorati. Ob. Cit., pp. 12,13,14 y 15.


René Arturo Villegas Lara 161

contrato de distribución o representación, un comerciante denominado principal, contrata con otro


comerciante denominado distribuidor o representante, para que por cuenta de este último se venda,
distribuya, promueva expenda o coloque los bienes o servicios de su giro.
Marzorati, dice al respecto:
"El contrato de distribución ha sido definido en la doctrina argentina como aquel por el cual el productor o
fabricante conviene el suministro de un bien final —productos determinados— al distribuidor quien adquiere
el producto para proceder a su colocación masiva por medio de su propia organización en una zona
determinada.23

De acuerdo con lo que establece la ley y lo que indica la doctrina comentada, resulta que el
distribuidor actúa por su cuenta, con su propia empresa, colocando los bienes y servicios en forma
masiva. Siendo así, el distribuidor no puede ser un auxiliar del comerciante en el significado del
término, porque no actúa en nombre de un principal ni funge para ligarlo con un tercero. Sus
negocios celebrados son actos personales, como consecuencia de la provisión de bienes o servicios
que ha recibido. Por esta razón tampoco es razonable la ley cuando identifica con un mismo contrato
a la distribución o representación, porque el distribuidor, al contratar, no representa al principal. La
verdad es que la figura de la representación como instituto jurídico, no debe servir para crear un
contrato, pues ella es propia de otros contratos, como el mandato, especialmente; o puede surgir de
actos no contractuales, como el caso de la representación legal. Creemos entonces que debió
nominarse a este contrato, simplemente, como contrato de distribución.
Este contrato, al igual que el de agencia, permite al principal la expansión de sus negocios, sin
correr los riesgos en la negociación de sus productos o servicios, pues el distribuidor, al actuar en
nombre propio, se sujeta a cualquier reclamación que el tercero pudiera hacer por el contrato
celebrado. Además, el distribuidor, a diferencia del agente independiente, no percibe comisión por
su actuación, sino su ganancia es la diferencia en el precio en que le suministra el principal y el que
él le aplica a quien le compra los bienes o servicios, sobre los cuales ha adquirido un derecho de
propiedad, porque de lo contrario no podría disponer de ellos a título personal.
De acuerdo con lo anterior, podemos decir que por el contrato de distribución, el distribuidor
se liga al principal, para colocar sus bienes o servicios, acciones que las lleva a cabo en masa y en
nombre propio, con su organización empresarial. Estos son elementos fundamentales para
diferenciarlo del contrato de agencia. Además, no debe confundírsele con el suministro, porque,
además de que éste es un contrato tipificado en la ley y con su naturaleza propia, el suministrado va
a realizar negocios individualizados, no en masa como sucede en el de distribución.

2.2 ELEMENTOS

a) Subjetivos: el comerciante principal y el distribuidor. En este caso


también puede pactarse la exclusividad con los mismos efectos

23 Ob. Cit., p. 53.


162 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

expuestos en el contrato de agencia.


b) Objetivos: el suministro de bienes o servicios al distribuidor.
c) Forma: no existe forma exigida por la ley. Se rige por la regla general de
la libertad de la forma en lo mercantil.
2.3 C A RA C T E R E S

a) Consensual.

b) Bilateral.
c) Oneroso.
d) Conmutativo.
e) No formal.
f) Intuitu Personae.
g) De tracto sucesivo.
h) De colaboración empresarial.
A los caracteres anteriores debe agregarse que los elementos exclusividad,

como ya dijimos, el territorio a explotar comercialmente, el tracto sucesivo, también van a


caracterizar este contrato. Y aun cuando el distribuidor actúa por su cuenta, es también de la
naturaleza de este negocio el control que el principal ejerce sobre el distribuidor a efecto de
convenir en precios a terceros, atención al público, presentación de los bienes o servicios y, en fin,
todo aquello que en última instancia va a incidir en el prestigio del principal, que al fin y al cabo es
el que produce el bien o el servicio y quien posibilita la existencia de este contrato. Marzorati dice a
este respecto que un contrato de distribución no debe omitir cláusulas como:
a) volumen mínimo de ventas;
b) entrega de mercaderías y servicios;
c) el precio de las mercaderías o servicios entregados y el de venta al público consumidor;
d) lugares y formas de entrega y fechas de pago de las facturas;
e) sobre la publicidad de los bienes o servicios. Este autor también sugiere prever que el
distribuidor no negocie productos de otro principal; pero, esto ya está regulado en nuestra
legislación y sólo se puede hacer si se cuenta con autorización del principal. 3

3. TERMINACIÓN Y RESCISIÓN DE
ESTOS CONTRATOS

Los dos contratos a que nos referimos en líneas anteriores, se encuentran parcialmente tipificados
en nuestro Código de Comercio y en un lugar que
no corresponde a su sistematización. Por lo anterior será en el contrato en donde las partes
enriquezcan las deficiencias del legislador, en todo aquello que quieran regir su relación
contractual con términos de su conveniencia. Sin embargo, en materia de terminación y rescisión,
transcribimos el Artículo 290 del Código de Comercio, que se refiere al tema:
René Arturo Villegas Lara 163

Artículo 290. Terminación del contrato de agencia, distribución o representación. Los


contratos de agencia independiente, distribución o representación mercantil, sólo pueden terminar
o rescindirse:
a) Por mutuo consentimiento entre las partes manifestado por escrito;
b) Por vencimiento del plazo, si lo hubiere. (Aquí se refiere al plazo determinado, porque plazo
siempre hay).
c) Por decisión del agente, siempre que diere aviso al principal con tres meses de anticipación.
En este caso quedará obligado a la rendición de cuentas desde que fuere requerido para ello
y, si así lo requiere el principal, a reintegrar la mercadería objeto de la relación contractual en
su poder, a precio VC.I.F." La terminación del contrato o relación de agencia por virtud de lo
expuesto en este inciso y los dos anteriores, no generará para ninguna de las partes,
obligación de indemnizar daños y perjuicios.
d) Por decisión del principal, en cuyo caso será responsable frente al agente por los daños y
perjuicios causados como consecuencia de la terminación del contrato o relación comercial si
no existiere justa causa para haber dado por terminado dicho contrato o relación.
e) Por justa causa. En este caso, el causante de la rescisión o terminación del contrato será
responsable de los daños y perjuicios causados a la otra parte. Para tal efecto se entiende que
existe justa causa y pueden invocarla a su favor:
A. Cualquiera de las partes:
I. Por incumplimiento o contravención de la otra parte, de las obligaciones que
hubieren convenido;
II. Por la comisión de un delito contra la propiedad o persona de una de las partes
contra la otra; y,
III. Por la negativa infundada de la otra parle a rendir los informes y cuentas o
practicar las liquidaciones relativas al negocio, en el tiempo y modo que se
hubiere convenido.
B. El principal:
I. Si el agente divulga o informa tercero, sin la debida autorización, de todo hecho,
dato, clave o forma cuyo secreto se le haya confiado por virtud del respectivo
contrato y,
II. Por la baja en el promedio de ventas o colocación de los bienes o servicios convenidos,
debido a negligencia o ineptitud del agente, comprobada judicialmente. En caso de
que no se demostraría dicho extremo, se estará a lo dispuesto en el número 4 de este
Artículo.
C. El agente, distribuidor o representante:
I. Cuando el principal llevare a cabo actos que directa o indirectamente, impidan o tienda a
impedir, que el agente cumpla con el contrato. 24

24 En este artículo se demuestra también la pobreza técnica de la ley, pues debió referirse a los dos contratos en forma
genérica y no dar la impresión de que únicamente se norman las situaciones que se den en el contrato de agencia,
164 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

cuando también se aplica al de distribución. Per otro lado, no hay necesidad de hablar de contrato o relación de
agencia, porque la situación es una sola: contrato de agencia, formalizado por escrito o teniendo un origen no
escrito.
CAPÍTULO DÉCIMO NOVENO
CONTRATOS SOBRE EL DERECHO DE
AUTOR Y DERECHOS CONEXOS

Bajo el título de "Contratos sobre el derecho de autor y derechos conexos", el Decreto 33-98 del
Congreso de la República, Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos, regula los contratos
relacionados con los derechos autorales, extendiendo el peregrinaje que tales negocios han
experimentado, pues, primero fueron regulados en el Código Civil de 1964; luego se trasladaron al
Código de Comercio, en 1970; y, ahora, en fecha reciente, son trasladados a una ley especial —el
Decreto 33-98—, rompiendo con la técnica codificadora que se ha tratado de mantener en materia de
contratos. En consecuencia, ha quedado derogado el Capítulo VIT del libro IV del Código de Comcrcio
de Guatemala.
La nueva Ley comprende los contratos siguientes: de edición, de representación y ejecución
pública y de fijación de obra, los cuales explicaremos en este Capítulo, en donde también se transcribe
el Decreto 33-98 del Congreso, modificado por el Decreto 56-2000 del Congreso.

1. CONTRATO DE EDICIÓN

El titular de un derecho de autor de una obra literaria, científica o artística, que puede ser el
mismo autor o sus derechohabientes, puede contratar con un editor la reproducción de la obra, para ser
vendida, a cambio de una retribución. Al derecho de autor se le conoce también como propiedad
espiritual, propiedad inmaterial, propiedad intelectual o simplemente derecho de autor, que es la
terminología que adopta la ley guatemalteca.
El interés del titular del derecho, al celebrar este contrato, es obtener una retribución; y el del
166 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

editor, obtener ganancia con la negociación o venta de la obra editada. Lo anterior quiere decir que el
contrato de edición sigue siendo un contrato mercantil, originado en la autonomía de la voluntad de las
partes y, por lo mismo, sujeto a las reglas de interpretación de los contratos mercantiles y a los
principios que inspiran al Derecho Mercantil. Esto es importante señalarlo, porque el artículo lo. del
Decreto 33-98 dice que la Ley de Derecho de Autor y Derechos Conexos es de orden público, lo cual
introduce en dicho instrumento un error conceptual, porque en tal caso la ley no debiera regular
contratos, pues éstos son manifestaciones de la autonomía de la voluntad, y por eso mismo, ajenos a la
normatividad de orden público.

1.1 CONCEPTO

Tomando en cuenta lo establecido en los artículos 84 al 92 de la Ley de Derecho de Autor y


Derechos Conexos, principalmente el 84, se puede decir que:
el contrato de edición es el que celebra el titular de un derecho de autor sobre una obra literaria, científica o
artística, o sus derechohabientes, con un editor, para que éste la reproduzca y la venda por su cuenta y riesgo, a
cambio de una retribución.

De acuerdo con la ley, por titular del derecho vamos a entender al creador de la obra; y por
derechohabiente, a la persona que adquirió el derecho de autor y forma parte de su esfera patrimonial.
En cuanto al editor, se entiende que es un comerciante que persigue obtener lucro al reproducirla y
venderla. En tal sentido el contrato se ubica dentro de los negocios mixtos a que se refiere el artículo 5o.
del Código de Comercio, porque esta interviniendo una persona que no es comerciante, el titular o
derechohabiente del derecho de autor, y un empresario editor que tendrá la categoría de comerciante.

1.2 Caracteres

a) Consensual
b) Bilateral
c) Oneroso
d) Principal
e) De tracto sucesivo.
f) Típico mercantil y nominado.

1.3 E LE M EN T O S

a) Sujetos del contrato: en el contrato de edición encontramos como sujetos: El titular del derecho
de autor o su derechohabiente, quien concede el derecho de reproducir la obra y venderla; y, el
editor que lleva a cabo la reproducción y venta de la obra, con fin de lucro.
René Arturo Villegas Lara 167

b) Objeto del contrato: entendiendo como tal las respectivas prestaciones de las partes o sujetos
contractuales, es objeto del contrato de edición la obra que se va a reproducir y vender y la
retribución que se recibirá por autorizar tal reproducción.
c) Forma del contrato: contrariamente al silencio anterior de la ley en cuanto a la forma del
contrato de edición, en el articulo 85 de la nueva lejf-se establece que este contrato debe
formalizarse por escrito, de manera que .no se estará a la libertad de la forma establecida en las
disposiciones generales del Código de Comercio. En ese orden, es aconsejable optar por la
escritora pública para que la asesoría notarial permita a los autores o derechohabientes dejar
establecidos con claridad sus derechos, pues regularmente estos contratos se hacen mediante
formularios preparados por la empresa editorial, en los que al autor o al derechohabiente no le
queda más que adherirse a cláusulas que pueden ser desventajosas para quien, en su caso, ha
puesto su ingenio en la generación de la obra.
En cuanto a la forma del contrato es preciso indicar que elementos deben quedar plasmados en
el documento que lo contenga, además de los derechos y obligaciones que las partes establezcan dentro
de la autonomía de su voluntad, a saber:
1. La concesión al editor de reproducir la obra y venderla;
2. La retribución o remuneración que se recibirá a cambio de conceder el derecho de reproducción y
venta, así como la forma y tiempo de pago de la misma.
3. El plazo del contrato que puede determinarse en razón de tiempo o por número de ediciones.
4. El número de ejemplares que tendrá la edición o cada edición. La no mención del p lazo y número
de ediciones debe entenderse que es por u na solaedición.
A este respecto, el párrafo segundo del artículo 86 del Decreto 33-98, dice: "Salvo pacto en
contrario, si agotada una edición el editor no reeditare la obra en el plazo de dieciocho meses, el autor
podrá solicitar la rescisión del contrato. En el caso de un contrato por tiempo determinado, los
derechos del editor expiran al agotarse la última edición hecha dentro del plazo, y si fuere un número
determinado de ediciones, al agotarse la última. Para tal efecto se considera que una edición esta
agotada cuando el editor no puede satisfacer la demanda del público o cuando el número de
ejemplares en su poder no excede de cien".

1.4 INTEGRACIÓN DEL DERECHO DE AUTOR

La doctrina es unánime en cuanto a reconocer dos componentes en el derecho de autor: el


patrimonial y el moral. El primero es el interés puramente económico que el autor o sus
derechohabientes tienen en la obra y, por supuesto, el provecho pecuniario que pueden obtener como
consecuencia de explotar un bien que forma parte de su patrimonio. El segundo componente es el
llamado "derecho moral", de difícil precisión, pero entendido como la inspiración, estilo, idea,
conceptos o teorías que caracterizan la obra. Por ejemplo: El editor no podrá exigir al autor o
168 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

derechohabientes que se cambie una idea que la obra expresa sobre algo, porque es patrimonio "moral"
del creador; no se podría exigir cambiar un lenguaje, un estilo. Hace algunos años se difundió la noticia
de que al Premio Nobel, García Márquez, se le sugería cambiar ciertas palabras de una obra porque se
consideraba que no era conveniente si los niños la leían. Obviamente el escritor rechazo tal pretensión.
¿Con base en que? Con base en el componente moral del derecho de autor, que a cambio de otro
nombre más adecuado, así se le conoce: "derecho moral".
Establecido lo anterior, se pueden precisar y entender los derechos y obligaciones de las partes
en el contrato de edición:

1.4.1 DERECHOS Y OBLIGACIONES DEL TITULAR

A) Derechos:
a) Derecho a la retribución o remuneración;
b) Derecho a solicitar la rescisión del contrato cuando, vendida una edición, no se reedita la
otra dentro del plazo de dieciocho meses;
René Arturo Villegas Lara 169

c) Derecho a corregir, enmendar o mejorar la obra, antes que entre en prensa;


d) Derecho a comprar al costo, más un diez por ciento, las obras sobrantes de una edición
cuando, vencido el plazo, no han sido vendidas;
e) Derecho a que figure su nombre o su seudónimo en cada uno de los ejemplares
reproducidos.

B) Obligaciones:
a) Entregar la obra al editor en el plazo que se haya pactado;
b) Pagar al editor el costo de las correcciones, enmiendas o mejoras hechas a la obra, si ello
hace más onerosa la impresión;
c) Devolver al editor la suma que se le haya anticipado y los gastos en que se haya incunido,
cuando la obra se hubiere perdido o destruido en su poder, si es inédita.

1.4.2 D E RE C H O S Y O B LI G A CI O N E S D EL ED I T O R

A) Derechos:
a) Derecho a reproducir y vender la obra;
b) Derecho a que se le pague el costo de correcciones, enmiendas o mejoras que aumenten el
costo de la reproducción, con relación a lo pactado originalmente;
c) Derecho a vender sobrantes de ediciones cuando la otra parte no las adquiriere como lo
prevé el artículo 92 del Decreto 33-98;
u) Derecho a que se le entregue ia obra que va a editar dentro del plazo pactado.

B) Obligaciones:
a) Pagar la retribución o remuneración al titular o derechohabiente del autor;
b) No hacer modificaciones, adiciones o abreviaturas a la obra, sin autorización escrita del
autor;
c) Pagar honorarios y perjuicios causados al autor, tanto de índole patrimonial como moral,
cuando la obra se pierda o destruya estando en su poder;
d) Incluir el nombre o seudónimo del autor en cada ejemplar de la obra reproducida.
Los anteriores derechos y obligaciones devienen de la ley y serán las partes quienes
establezcan otros términos que convienen a sus intereses. Es obligado observar que las normas
derogadas del Código de Comercio, relativas a este contrato, contenían previsiones que, a nuestro
juicio, daban una cobertura más amplia en cuanto a proteger al autor. Por ejemplo: se suprimió el
derecho a fiscalizar la impresión de la obra y marcar los ejemplares; derecho a publicar compendios o
traducciones de su obra, si no tuviere limitación contractual; derecho a discutir el precio que, aunque lo
fijaba el editor, pudiera desestimar la compra. En este sentido, estimo que los autores o sus
derechohabientes debieran estar informados para exigir que en el contrato se pacten éstas y otras
170 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

cláusulas favorables al titular del derecho de autor.

1.5 Contrato de edición y obra anónima

En el artículo 4 de la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos, se introduce una


interpretación autentica o legislativa de la terminología utilizada en su contexto. Así, se entiende que
es obra anónima: aquella en que no se menciona la identidad de su autor, por voluntad de
este o por ser ignorado. Pero sucede que en el artículo 87, que forma parte de la regulación del
contrato de edición, se dice que, cuando se trate de una obra anónima, si se editare y posteriormente
aparece el autor, debe pagársele la retribución que equitativamente le corresponde; y si se actuó de
mala fe, el autor tiene derecho a una indemnización. Lo anterior quiere decir que en tal caso, no
estamos ante un contrato, porque la otra parte no existe; el autor es desconocido. Ahora bien, si se trata
de un autor que quiere omitir su autoría, el contrato sí es posible por la existencia real del autor. En
todo caso, se hizo bien con introducir esta norma porque son muchas las obras anónimas que puede
publicar un editor que se beneficia económicamente al venderlas.

2. CONTRATO DE REPRESENTACIÓN EJECUCIÓN PÚBLICA

Este contrato se encuentra regulado del artículo 3 al 100 de la Ley de Derecho de Autor y
Derechos Conexos, inclusive, estando destinado a regular el negocio de representar o ejecutar en
público una obra literaria, dramática, musical, dramático-musical, pantomímica o coreográfica, de la
que su autor o sus derechohabientes ceden o autorizan a una persona individual o jurídica para tal
representación o ejecución, a cambio de una remuneración. Por ejemplo: la obra El Señor Presidente,
de nuestro Premio Nobel, Miguel Ángel Asturias, aunque no se trata de una obra de teatro, fue llevada
a escena. La relación entre el titular de dicha novela y el empresario de teatro configura un típico
contrato de representación y ejecución de obra. Observemos que en este negocio la finalidad es la
representación y ejecución en público, de manera que, en forma clara, el contrato se liga especialmente
con el teatro.

2.1 ELEMENTOS

a) Subjetivos: el autor o derechohabiente de la obra y la persona individual o jurídica que actúa


empresarialmente en la representación y ejecución pública de obras.
b) Objetivos: la obra que se va a representar o ejecutar y la retribución que percibe el autor o el
derechohabiente.
c) Formales: al igual que el contrato de edición debe constar por escrito.

El contrato también puede referirse a los actores de los principales papeles, al vestuario y al
René Arturo Villegas Lara 171

escenario, con lo cual se ampliarían los elementos subjetivd| y objetivos del contrato; pero, esto es
eventual.

2.2 C A RA C T E R E S

1
■¿.i

a) Consensual
b) Bilateral
c) Oneroso
d) De tracto sucesivo
e) Principal
f) Típico mercantil y nominado

2.3 PARTICULARIDADES DE ESTE CONTRATO

a) Del plazo. El plazo puede determinarse de modo cierto o relacionarlo con un número
especificado de representaciones. Podría establecerse que las representaciones se harán dentro de
un plazo de dos años a partir de la firma del contrato; o bien, que se harán doce representaciones.
El artículo 94, que regula este aspecto, dice en forma confusa que el empresario está obligado a
hacer la primera representación dentro del plazo establecido, lo cual es obvio; “o en su defecto,
dentro de los seis meses siguientes a la firma del contrato", previsión que funciona si el plazo
depende de un número de representaciones. Si el empresario no realiza las representaciones
negociadas, el contrato se resuelve en favor del autor o derechohabiente, quien no estará obligado
a devolver las sumas que se le hubieren anticipado. La Ley establece así, una condición resolutoria
expresa que opera de pleno derecho.
b) De la exclusividad. El empresario, al tenor del artículo 95, adquiere un derecho exclusivo para
representar la obra, salvo pacto en contrario. En consecuencia, el autor o derechohabiente no
puede negociar con un tercero, mientras el empresario con quien negocio no haya terminado sus
representaciones.
c) De la retribución. La retribución del autor o derechohabiente se supone que resulta de los
ingresos obtenidos en las representaciones o ejecuciones de la obra. Por eso el artículo 97 lo
protege, al establecer que el empresario tiene la calidad de depositario de la suma que
porcentualmente le corresponda sobre el ingreso en la taquilla, la que no puede verse afectada
por medidas precautorias a que se viera sometido el empresario, como el caso del embargo.
Asimismo, si al empresario se le reclama la retribución y no la hace efectiva, judicialmente puede
ordenarse la suspensión de las representaciones, la retención de lo recaudado, sin perjuicio de
dar por terminado el contrato.
d) Obligaciones específicas del empresario. El artículo 96 de la ley que comentamos, establece
como obligaciones propias del empresario, las siguientes: d.l) Representar la obra como lo dice el
172 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

contrato, sin introducir modificaciones no


consentidas por el autor y anunciarlas al público con su título, nombre del autor y, si fuere el caso,
nombre del traductor o adaptador. Esta obligación puede confrontar problemas de cumplimiento cuando
se representan obras no creadas para ese fi n, como llevar a escena una novela. En ese sentido la
obligación debe entenderse en n o modificar lo esencial.

2.4 El caso DE las obras musicales

Los artículos 98 y 99 de la Ley se refieren al caso de las obras musicales como objeto de este
contrato. Dichas normas han venido a proteger a los autores de obras musicales, ante el
aprovechamiento que otros obtienen explotando la creatividad del titular del derecho de autor. Así, el
artículo 98 prohíbe la transmisión por radio, televisión, servicio parlante u otro medio electrónico
semejante, o ejecutarse en audiciones o espectáculos públicos, una composición musical, con letra o sin
ella, sin la autorización del titular del derecho de autor o del conexo y el pago de la retribución que
corresponda. Aquí se habla del derecho conexo, porque puede suceder que el reclamo lo haga el
interprete de una pieza
musical compuesta por otro. El compositor tiene el derecho de autor; el interprete, el derecho
conexo.
También establece este artículo que las personas que tienen relación con un espectáculo
público, como propietarios, socios, gerentes, directores o responsables de los establecimientos
(lugares de espectáculo) tienen responsabilidad solidaria con el organizador, por las violaciones a
los derechos de autor que ocurran en los mismos.
Además, en aquellos espectáculos públicos con participación en vivo de interpretes, es
prohibido grabar por cualquier medio sin la autorización escrita de los autores, artista interprete o
productor fonográfico o videográfico que corresponda. De la efectividad de esta prohibición son
responsables las personas que organizan el espectáculo y las autoridades competentes.
Las personas que tienen a su cargo la dirección de un establecimiento en donde se realicen
ejecuciones públicas de obras musicales, están obligados a llevar un control de las obras ejecutadas
en el mismo, lo que incluye el nombre del autor, artistas o interpretes, directores de orquesta, etc.;
así como informar de esos datos a las asociaciones de gestión que corresponda, a efecto de que
ejerzan vigilancia y protección de sus derechos gremiales. Estas asociaciones son no lucrativas y
puede ser una asociación de marimbistas, de música de cuerda, de tríos, etc.; o de autores de obras
literarias y compositores de música, como la actual Asociación Guatemalteca de Autores y
Compositores, AGAYC.
Por último, el artículo 100 establece que la autoridad encargada de autorizar espectáculos
públicos, no permitirá su realización si no se acredita la autorización dp los titulares de los
derechos a representar o cjccutar.
René Arturo Villegas Lara 173

Como puede observarse, muchas de las normas introducidas en estos contratos no tienen
incidencia directa para fijar el marco contractual de cada negocio, aunque son importantes para la
negociación de los derechos de autor y de los conexos, lo cual demuestra la poca preocupación del
legislador en sistematizar y distribuir adecuadamente las previsiones legales.

3. CONTRATO DE FIJACIÓN DE OBRA

Uno de los defectos que pueden señalársele a la Ley de Derecho de Autor y Derechos
Conexos es su no correspondencia con el Código Civil, en donde existe una terminología que debe
respetarse para conservar la armonía del
174 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

ordenamiento jurídico. Decimos esto porque con respecto a la "persona individual", como debe
llamársele según el contenido de los artículos del Capítulo I, Título I, Libro I de dicho Código, ese es el
término que debe utilizarse; en cambio, dicha ley, indistintamente nos habla de persona física o persona
natural, cuando debió referirse a la persona individual cuando se trate del ser humano.
Este contrato de fijación de obra está regulado del artículo 101 al 103 del Decreto 33-98.
Conforme al artículo 101, tal contrato existe cuando, a cambio de una remuneración, el autor autoriza a
una persona (individual o jurídica), a incluirla en una obra audiovisual o fonograma, para su
reproducción y distribución. ¿Qué debe entenderse por obra audiovisual o un fonograma? La misma
ley, en su artículo 4, explica:
A) Obra audiovisual: Toda creación expresada mediante una serie de imágenes asociadas, con o sin
sonorización incorporada, que está destinada esencialmente a ser mostrada a través de aparatos de
proyección o cualquier otro medio de comunicación de la imagen y del sonido, in dependientemente de las
características del soporte material que la contiene.
Por ejemplo, si la obra "La Mansión del Pájaro Serpiente", del autor guate malteco, Virgilio Rodríguez
Macal; o las Leyendas del Popol Vuh, del jurista y escritor guatemalteco, Wilfredo Valenzuela Oliva,
sirvieron para crear películas de dibujos animados, con base en sus relatos, estaríamos ante un contrato
de fijación de obra.
B) Fonograma: Toda fijación exclusivamente sonora de una interpretación, ejecución o de otros sonidos, o
de representaciones digitales o de cualquier forma de los mismos, sin tener en cuenta el método por el
que se hizo la fijación ni el medio en que se hizo.

3.1 ELEMENTOS

a) Subjetivos: el autor y el reproductor, que puede ser una persona individual


o jurídica.
b) Objetivos: la obra y la retribución al autor.
c) Formales: la ley no establece una forma; pero, se infiere del contexto de la
ley que debe constar por escrito, pues toda enajenación del derecho de
autor debe constar por escrito, conforme al artículo 74.

En cuanto a la retribución a que tiene derecho el autor, la ley establece que, salvo pacto en contrario, se
calculará en proporción a los ejemplares vendidos, mediante liquidaciones semestrales a partir del
inicio de la circulación. Para ello el productor esta obligado a llevar contabilidad que posibilite
comprobar las copias producidas y las vendidas.

3.2 CARACTERES

a) Consensual
b) Bilateral
c) Oneroso
René Arturo Villegas Lara 175

d) Principal
e) De tracto sucesivo
f) Típico mercantil y nominado.
La Ley de Derecho de Autor y Derechos Conexos introdujo claridad en cuanto a esta figura
contractual, porque en el Código de Comercio aparecía como apéndice del acto de editar, aunque ya
algo se había adelantado al intergre- tar que se trataba de utilizar medios como el cinematógrafo, el
disco, la cintila televisión o el video.
Los tres contratos estudiados son los que aparecen tipificados y nominados en el Decreto 33-98.
Sin embargo, como la ley regula genéricamente la enajenación de los derechos patrimoniales que
conforman el derecho de autor, artículo 7&ál 83, puede darse un contrato sobre este objeto a la luz de la
contratación civil: una compraventa, por ejemplo; o un contrato de obra, cuando se obtiene una obra por
encargo. En todo caso, el estudiante debe fijar como un conocimiento básico que el derecho moral, no
está sujeto a negociación. No es objeto de negociación porque conforme al artículo 19 de la ley ya citada,
el componente moral de derecho ue autor es inalienable, imprescriptible e irrenunciable.
ANEXO

D E C RE T O N Ú M E RO 33-98

El Congreso de la República de Guatemala,

Considerando:
Que la Constitución Política de la República reconoce y protege el derecho de autor como un derecho
inherente a la persona humana, garantizando a sus titulares el goce de la propiedad exclusiva de su obra, de
conformid ad con la ley y los tratados internacionales de los cuales la República de Guatemala es parte;

Considerando:
Que la República de Guatemala, como parte de ¡a Convención Internacional sobre la Protección de los Artistas
Interpretes o Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión, adoptada en Roma ei 26
de octubre de 1961, y el Convenio para la Protección de los Pioductores de Fonogramas contra h Reproducción no
Autorizada de sus Fonogramas, adoptado en Ginebra el 29 de octubre d e 1971, debe promover, por medio de su
legislación interna, los mecanismos necesarios para tutelar adecuadamente los derechos de los Artistas Interpretes o
Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión;

Considerando:
Que el desarrollo de nuevas tecnologías para la difusión de las obras ha permitido nuevas modalidades de
defraudación de los derechos de propiedad intelectual, por lo que es necesario que el régimen jurídico que proteja los
derechos de los Autores, los Artistas I ntérpretes o Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de
Radiodifusión, contenga normas que permitan <]iir lns citados derechos sean real y efectivamente reconocidos y
protegidos de acuerdo con las exigencias actuales, para estimular así la creatividad intelectual y la difusión de las
obras creadas por los autores.

Por tanto:
En ejercicio de las atribuciones que le confiere el artículo 171 literal a) déla Constitu ción Política de la
176 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

República de Guatemala.

Decreta:

La siguiente:

LEY DE D ERECHO DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS Título I


Capítulo único Disposiciones Generales
ARTICULO 1. La presente ley es de orden público y de interés social, y tiene por objeto la protección de los
derechos de los autores de obras literarias y artísticas, de los artistas intérpretes o ejecutantes, de los productores de
fonogramas y de los organismos de radiodifusi ón.

ARTICULO 2. En la materia que regula la presente ley, los nacionales de cualquier país gozan de los mismos
derechos, recursos y medios legales para defender sus derechos, que los guatemaltecos.
Las obras publicadas en el extranjero gozan de protección en el territorio nacional, de conformidad con los
tratados y convenios internacionales aprobados y ratificados por Guatemala. En los mismos t érminos, se protegen las
interpretaciones y ejecuciones, los fonogramas y las emisiones de radiodifusión, cuyos titulares sean extranjeros no
residentes en el país.

ARTÍCULO 3. El goce y el ejercicio de los derechos de autor y los derechos conexos reconocidos en esta ley
no están supeditados a la formalidad de registro o cualquier otra y son independientes y compatibles entre sí, así
como en relación con la propiedad y otros derechos que tengan por objeto el soporte material a la que esté
incorporada la obra, la interpretación artí stica, la producción fonográfica o con los derechos de propiedad industrial.
Las obras de arte creadas para fines industriales también estarán protegidas por esta ley en cuanto a su contenido
artístico.

ARTÍCULO 4(*). Para efectos de esta ley se entiende p or:


Artista intérprete o ejecutante: Todo actor, cantante, músico, bailarín u otra persona que represente un papel,
cante, recite, declame, interprete o ejecute en cualquier forma obras literarias o artísticas o expresiones de folclore.
Cable distribución: La operación por la cual las señales portadoras do signos, sonidos, imágenes o imágenes
y sonidos, producidos electrónicamente o por otra forma, son transmitidas a distancia por hilo, cable, fibra óptica u
otro dispositivo conductor, conocido o por conoce rse, a los fines de su recepción por el público.
Comunicación al Público: Todo acto por el cual una o más personas, reunidas o no en un mismo lugar, al
mismo o en distinto tiempo, incluso en el momento que cada una de ellas elija, puedan tener acceso a una obra sin
previa distribución de ejemplares a cada una de ellas, por cuaiquier medio o procedimiento, análogo o digital,
conocido o por conocerse, que sirva para difundir los signos, las palabras, los sonidos o las imágenes. Todo proceso
necesario y conducente a que la obra sea accesible al público constituye comunicación.
Copia o ejemplar: Soporte material que contiene la obra o fonograma, como resultado de un acto de
reproducción.
Copia ilícita: La reproducción no autorizada por escrito por el titular del derecho, en ejemplares que imitan o
no las características externas del ejemplar legítimo de una obra o fonograma.
Distribución al público: Puesta a disposici ón del público del original o copia de una obra o fonograma
mediante su venta, alquiler, préstamo , importación o cualquier otra forma. Comprende también la efectuada mediante
un sistema de transmisión digital individualizada, que permita, a solicitud de cualquier miembro del público,
obtener copias.
Divulgación: Hacer accesible la obra o fonograma al público por cualquier medio o procedimiento.
Emisión: La difusión directa o indirecta por medio de ondas hcrtzianas, cable, fibra óptica, o cualquier otro
medio, de sonidos o sonidos sincronizados con imágenes, para su recepción por el público.
Fijación: La incorporación de sonidos, imágenes o sonidos sincronizados con imágenes, o la representación de
éstos, sobre una base material que permita su percepción, reproducción o comunicación al público.
René Arturo Villegas Lara 177

Fonograma: Toda fijación exclusivamente sonora de una interp retación, ejecución o de otros sonidos, o de
representaciones digitales o de cualquier forma de los mismos, sin tener en cuenta el método por el que se hizo la
fijación ni el medio en que se hizo.
Grabación efímera: Fijación sonora o audiovisual de una rep resentación o ejecución o de una emisión, de
radiodifusión, realizada por un organismo de radiodifusión utilizando sus propios medios, por un período transitorio
y para sus propias emisiones de radiodifusión.
Obra anónima: Aquella en la que no se menciona la identidad de su autor, por voluntad de éste o por ser
ignorado.
Obra audiovisual: Toda creación expresada m ediante una serie de imágenes asociadas, con o sin sonorización
incorporada, que está destinada esencialmente a ser mostrada a través de aparatos de proyección o cualquier otro
medio de comunicación de la imagen y del sonido, independientemente de las características del soporte material que
la contiene.
Obra colectiva: La creada por varios autores, por iniciativa y bajo la responsabilidad de una persona, natural
o jurídica, que la publica bajo su nombre y en la que no es posible identificar los diversos aportes y sus
correspondientes autores.
Obra de arte aplicado: Crea ción artística con funciones utilitarias o incorporada en un artículo o un bien
útil, ya sea una obra de artesanía o producida en escala industrial.
Obra derivada: La creación que resulta de la adaptación, traducción, arreglo u otra transformación de una
obra originaria, siempre que sea una creación distinta con carácter de originalidad.
Obra en colaboración: Es la creada conjuntam ente por dos o más personas naturales.
Obra individual: La creada por una sola persona física.
Obra inédita: Aquella que no ha sido comunicada al público, con consentimiento del autor, bajo ninguna
forma, ni siquiera oral.
Obra originaria: La creación primigenia.
Obra postuma: Aquella que no ha sido publicada durante la vida de su autor.
Ubra seudónima: Áqueüa en ¡a que el autor se presenta baje un seudónimo que no lo identifica.
Organismo de radiodifusión: La empresa de radio o televisión que trasmite programa al público.
Préstamo: Puesta a disposición de ejemplares de la obra o de un fonograma, para su uso por tiempo limitado
y sin beneficio económico o comercial directo o indirecto, realizada por una persona natural, una i nstitución u
organización, cualquiera que sea su forma de constitución legal, cuyos servicios sean accesibles al público o a
cualquier persona.
Productor audiovisual: Empresa o persona que asume la iniciativa, la coordinación y la responsabilidad de
la realización de la obra audiovisual.
Programa: Todo conjunto de imágenes, de sonidos, o de imágenes y sonidos, registrados o no, e incorporado a
señales destinadas finalmente a su comunicaci ón al público.
Programa de ordenador: La obra constituida por un conjunto de instrucciones expresadas m ediante palabras,
códigos, planes o en cualquier otra forma, que al ser incorporadas a un soporte legible por máquina, es capaz de
hacer que un ordenador ejecute determinada tarca u obtenga determinado resultado.
Público: Conjunto de personas que reunidas o no en el mismo lugar, tienen acceso
por cualquier medio, a una obra, interpretación artística o fonograma, sin importar si lo
pueden hacer al mismo tiempo o en diferentes momentos o lugares.
Publicación: El hecho de poner a disposición del público, con la autorización del
titular del derecho, copias de una obra o de un fonograma.
Radiodifusión: La comunicación a distancia de sonidos o de imágenes y sonidos, por
ondas electromagnéticas propagadas en el espacio sin guía artificial para su recepción por
el público, inclusive la transmisión por vía satélite.
Reproducción: La realización por cualquier medio, de uno o más ejemplares de una
obra o fonograma, sea total o parcial, permanente o temporal, en cualquier tipo de
soporte.
Retransmisión: La transmisión simultánea o posterior por medios inalámbricos o
mediante hilo, cable, fibra óptica u otro procedimiento análogo o digital, conocido o por
conocerse, de una emisión originada por un organismo de radiodifusión o de cable
distribución.
178Satélite: Todo dispositivo situado en el espacio Derecho
extraterrestre,
Mercantil apto para recibir
Guatemalteco, y
Torno III
transmitir o retransmitir señales.
Señal: Todo vector producido electrónicamente y apto para transportar programas.
Sociedad de Gestión Colectiva: Toda asociación civil sin finalidad lucrativa, debidamente
inscrita, que ha obtenido por parte del Registro de la Propiedad Intelectual autorización
para actuar como sociedad de gestión colectiva de conformidad con lo establecido en
esta^ley.
Transmisión: La comunicación a distancia por medio de la radiodifusión, cable
distribución u otro procedimiento análogo o digital, conocido o por conocerse, de
imágenes, sonidos, imágenes con sonido, datos o cualquier otro contenido. 'if:
Usos honrados: Los que no interfieren con la explotación normal de la obra ni cáosan
perjuicio a los intereses legítimos del autor.
Videograma: Fijación audiovisual incorporada a soportes materiales como
videocás^tes, vídeo discos, discos digitales, cintas digitales u otro soporte, conocido o
por conocerse.'.''

Título II DERECHO DE AUTOR

CAPÍTULO I SUJETO

ARTICULOS. Autor es la persona física que realiza la creación intelectual. Solamente


las personas naturales pueden ser autoras de una obra; sin embargo, el Estado, las
entidades de derecho público y las personas jurídicas pueden ser titulares de los derechos
previstos en esta ley para los autores, en los casos mencionados en la misma.

ARTICULO 6. Se considera autor de una obra, salvo prueba en contrario, a la persona


natural cuyo nombre o seudónimo conocido esté indicado en ella, o se enuncie en la
declamación, ejecución, representación, interpretación o cualquier otra forma de difusión
pública de dicha obra.
Cuando la obra se divulgue en forma anónima o bajo seudónimo no conocido, el
ejercicio de los derechos del autor corresponde al editor hasta en tanto el autor no revele
su identidad.

ARTÍCULO 7. Los derechos sobre una obra creada en colaboración, corresponden a


todos los coautores, proindi viso, salvo convenio en contrario o que se demuestre la
titularidad de cada uno de ellos, en cuyo caso cada colaborador es titular de los derechos
sobre la parte de que es autor.
Para divulgar y modificar una obra creada en colaboración, se requiere del
consentimiento de todos los autores; en defecto de acuerdo, resolverá el Juez competente. Divulgada
la obra, ningún coautor puede rehusar injustificadamente su consentimiento para su
explotación, en la forma en que se divulgó.

ARTÍCULO 8(25). En la obra audiovisual, el autor de la obra es el director de la


misma. Sin embargo se presume, salvo pacto en contrario, que los derechos
patrimoniales sobre la obra han sido cedidos a favor del productor en la forma que
establece el artículo 27 de esta ley.

ARTÍCULO 9. Cuando se trate de obras colectivas, se presume, salvo pacto en


contrario, que los autores han cedido en forma ilimitada y exclusiva la titularidad de los
derechos patrimoniales a la persona natural o jurídica que los publique con su propio

25Reformado por el artículo 2 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
René Arturo Villegas Lara 179

nombre, quien queda igualmente facultada para ejercer los derechos morales sobre la
obra.

ARTÍCULO En las obras creadas para una persona natural o jurídica, por
encargo,
en cumplimiento de una relación laboral o en ejercicio de una función pública, el titular
originario de los derechos morales y patrimoniales es la persona natural que ha creado la
obra o ha participado en su creación.
Sin embargo se presume, salvo pacto en contrario, que los derechos patrimoniales
sobre la obra han sido cedidos a favor de quien la encarga o del patrono, según el caso,
en los términos y con los límites previstos en el artículo 75 de esta ley, lo que implica
además la autorización para el cesionario de divulgarla y ejercer la defensa de los
derechos morales necesarios para la explotación de la obra, siempre que no cause
perjuicio a la integridad de la misma o a la paternidad del autor.
En caso de conflicto entre las disposiciones de esta ley y las del Código de Trabajo,
prevalecerá la primera cuando el conflicto se derive o relacione con el derecho de autor.

ARTÍCULO 11 (26). En los programas de ordenador se presume, salvo pacto en


contrario, que el o los autores de la obra han cedido sus derechos patrimoniales al
productor, en forma ilimitada y exclusiva, lo que implica la autorización para divulgar ¡a
obra y cjcrcer la defensa de los derechos morales en la medida en que ello sea necesario
para la explotación del programa de ordenador.
Se presume, salvo prueba en contrario, que es productor del programa de ordenador
la persona natural o jurídica que aparezca indicada como tal en el mismo.

ARTÍCULO 11 bis.{27). Cuando un trabajador que no estuviese obligado por su


contrato de trabajo a ejercer una actividad que tenga por objeto producir programas de
ordenador, produjere un programa de ordenador relacionado con el campo de
actividades de su patrono, o mediante la utilización de datos o medios a los que tuviere
acceso por razón de su empleo,
deberá comunicar inmediatamente este hecho a su patrono por escrito y, a pedido de
éste, le proporcionará por escrito la información necesaria sobre la utilidad de su
creación.
Si dentro de un plazo de un mes contado a partir de la fecha en la que hubiese
entregado dicha comunicación, o de que hubiese tomado conocimiento por cualquier
otro medio de la creación del programa de ordenador, aplicándose el plazo que
venciere antes, el patrono notifica por escrito al trabajador su interés por obtener los
derechos patrimoniales sobre la obra, tendrá derecho preferente para adquirirlos.
En caso que el patrono notificare su interés por la obra, el trabajador tendrá
derecho a una remuneración equitativa, o bien a una participación en las ganancias,
regalías o rentas producto de la comercialización del programa de ordenador, según
se establezca contractualmente entre las partes. En defecto de acuerdo entre las
partes, la remuneración será fijada por un juez, por el procedimiento que establece el
Código de Trabajo.

ARTÍCULO 12. En las obras derivadas, es autor quien, con la autorización del

(’ * *) Reformado por el artículo 4 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de

Guatemala.

{* * **) Adicionado por el artículo 5 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de

Guatemala.
titular,
180 hace la adaptación, traducción o transformación de Mercantil
Derecho la obra Guatemalteco,
originaria. En la III
Torno
publicación de la obra derivada debe figurar el nombre o seudónimo del autor original.
Cuando la obra originaria sea del dominio público, el titular de la obra derivada
goza de todos los derechos que esta ley otorga sobre su versión, pero no puede
oponerse a que otros utilicen la misma obra originaria para producir versiones
diferentes.

ARTÍCULO 13. El derecho a publicar correspondencia privada corresponde a su


autor, quien para hacerlo necesita del consentimiento expreso del destinatario, salvo
que la publicación no afecte el honor o el interés de este último. El destinatario puede
hacer uso de las cartas o correspondencia recibida en defensa de su persona o de sus
intereses.

ARTÍCULO 14. Las expresiones de folclore pertenecen al patrimonio cultural del


país y serán objeto de una legislación específica.

CAPÍTULO
II OBJETO

ARTÍCULO 15. Se consideran obras todas las producciones en el campo literario,


científico y artístico, cualquiera que sea el modo o forma de expresión, siempre que
constituyan una creación intelectual original. En particular, las siguientes.
a) Las expresadas por escrito, mediante letras, signos o marcas convencionales,
incluidos los programas de ordenador;
b) Las conferencias, alocuciones, sermones y otras obras expresadas oralmente;
c) Las composiciones musicales, con letra o sin ella;
d) Las dramáticas y dramático-musicales;
e) Las coreográficas y las pantomimas;
f) Las audiovisuales;
g) Las de bellas artes como los dibujos, pinturas, esculturas, grabados y litografías;
h) Las de arquitectura;
1) Las fotográficas y las expresadas por procedimiento análogo a la fotografía; j) Las
de arte aplicado;
k) Las ilustraciones, mapas, croquis, planos, bosquejos y las obras plásticas relativas a
la geografía, la topografía, la arquitectura o las ciencias.
La enumeración anterior es ilustrativa y no exhaustiva, por lo que gozan del amparo
de esta ley, tanto las obras conocidas como las que sean creadas en el futuro.

ARTÍCULO 16. También se consideran obras, sin perjuicio de los derechos de autor
sobre las obras originarias, en su caso:
a) Las traducciones, adaptaciones, arreglos musicales y demás transformaciones de una obra;
b) Las antologías, diccionarios, compilaciones, bases de datos y similares, cuando la selección
o disposición de las materias constituyan una creación original.

ARTÍCULO 17. El título de una obra que se encuentre protegida en los términos de
esta ley no podrá ser utilizado por un tercero, a menos que por su carácter genérico o
descriptivo en relación con el contenido de aquellas, constituya una designación
necesario. En el caso de obras concernientes a tradiciones o leyendas, no podrá invocarse
esta protección.
Nadie podrá utilizar el título de una obra ajena como medio destinado a producir
confusión en el público o para aprovecharse indebidamente del éxito o reputación literaria
o comercial de su autor.
René Arturo Villegas Lara 181

CAPÍTULO III
CONTENIDO

ARTÍCULO 18. El derecho de autor comprende los derechos morales y patrimoniales,


que protegen la paternidad, la integridad y el aprovechamiento de la obra.

ARTÍCULO 19. El derecho moral del autor es inalienable, imprescriptible e


irrenunciable. Comprende las facultades para:
a) Reivindicar en todo tiempo la paternidad de la obra, en especial, exigir la mención de
su nombre o seudónimo, como autor de la obra, en todas las reproducciones y
utilizaciones de ella;
b) Oponerse a cualquier deformación, mutilación u otra modificación de la obra, sin su
previo y expreso cü¡i$cíit¡ni¡cfiío o a cualquier niocl¡ficücion o utilización de ¡a obra
¿juc la desmerezca o cause perjuicio a su .honor o reputación como autor;
c) Conservar su obra inédita o anónima o, disponer por testamento que así se
mantenga después de su fallecimiento. El aplazamiento para la divulgación de la obra
sólo podrá hacerse hasta por setenta y cinco años después de su fallecimiento;
d) Modificar la obra, antes o después de su publicación;
e) Retractarse o retirar la obra después de haber autorizado su divulgación, previa
indemnización de daños y perjuicios al titular de los derechos pecuniarios; y
0 Retirar la obra del comercio, previa indemnización de daños y perjuicios al titular de los
derechos de explotación.

ARTÍCULO 20. Al fallecimiento del autor, únicamente se transmite a sus herederos,


sin límite de tiempo, el ejercicio de los derechos a que se refieren los incisos a) y b) del
artículo 19 de esta ley. A falta de herederos, el ejercicio de esos derechos corresponde al
Estado.
ARTICULO 21(*). El derecho pecuniario o patrimonial, confiere al titular del
derecho de autor las facultades de utilizar directa y personalmente la obra, de
transferir total o parcialmente sus derechos sobre ella y de autorizar su utilización o
aprovechamiento por terceros.
Sólo el titular del derecho de autor o quienes estuvieren expresamente
autorizados por él, tendrán el derecho de utilizar la obra por cualquier medio, forma o
proceso; por consiguiente les corresponde autorizar cualquiera de los actos siguientes:
a) La reproducción y la fijación total o parcial de la obra, en cualquier tipo de soporte
material, formato o medio, temporal o permanentemente, por cualquier
procedimiento conocido o por conocerse;
b) La traducción a cualquier idioma, lengua o dialecto;
c) La adaptación, arreglo o transformación;
d) La comunicación al público, directa o indirectamente, por cualquier procedimiento
o medio, conocido o por conocerse, en particular los actos siguientes:
i) La declamación, representación o ejecución;
ii) La proyección o exhibición pública;
iii) La radiodifusión;
iv) La transmisión por hilo, cable, fibra óptica u otro procedimiento similar;
v) La retransmisión por cualquiera de los medios citados en los numerales iii) y
iv) anteriores;
vi) La difusión de signos, palabras, sonidos y/o imágenes, por medio de
parlantes, telefonía,14'paratos electrónicos semejantes, cable distribución o
cualquier otro medio; ;y?
vii) El acceso público a bases de datos de ordenadores por medio de
telecomunicación; CJJSP-
viii) La puesta a disposición del público de las obras, de tal forma que los
miembros del publico puedan acceder a estas obras desde el lugar y en el
182 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

momento que cada uno de ellos elija.


e) La distribución al público del original o copias de su obra, ya sea por medio de
la'.venta, arrendamiento, alquiler, préstamo o cualquier otra forma. Cuando la
distribución 'debidamente autorizada por el titular del derecho se realice mediante
venta, el derecho de controlar las sucesivas ventas se extingue únicamente
cuando la primera venta del original o copias de la obra hubiere tenido lugar
dentro del territorio guatemalteco, salvo el caso establecido en el artículo 38 de
esta ley y cualesquiera otras excepciones legales. No se extinguen por la
distribución autorizada mediante venta, los derechos de reproducción,
arrendamiento, alquiler, préstamo, modificación, adaptación, arreglo,
transformación, traducción, importación ni comunicación al público.
í) La de autorizar o prohibir la importación y exportación de copias de su obra o de
fonogramas legalmente fabricadas y la de impedir la importación y exportación de
copias fabricadas sin su consentimiento.

ARTÍCULO 22. Las diversas formas de utilización a que se refiere el artículo 21 de


esta ley, son independientes entre sí. La autorizacón para un determinado uso no es
aplicable a otros.
La cesión de los derechos de explotación sobre sus obras no impide al autor
publicarlas, reunidas en colección escogida o completa.

ARTÍCULO 23. El derecho de autor es inembargable. Podrán embargarse los


ejemplares o reproducciones de una obra publicada, así como el producto económico
percibido por la explotación de los derechos patrimoniales y los créditos provenientes
de esos derechos.
ARTÍCULO 24. Por el derecho de autor queda protegida exclusivamente la forma
mediante la cual las ideas del autor son descritas, explicadas, ilustradas o incorporadas
a las obras. No son objeto de protección las ideas contenidas en las obras literarias y
artísticas, el contenido ideológico o técnico de las obras científicas, ni su
aprovechamiento industrial o comercial.
Los descubrimientos, los conocimientos y las enseñanzas, así como los métodos
de investigación no están protegidos por el derecho de autor.

ARTÍCULO 25. las obras protegidas por el derecho de autor que aparezcan en
publicaciones o emisiones periódicas, no pierden por este hecho su protección legal. La
protección de la ley no se aplicará al contenido informativo de las noticias periodísticas
de actualidad publicadas por cualquier medio de difusión, pero sí al texto y a las
representaciones gráficas de las mismas.

CAPÍTULO IV DISPOSICIONES ESPECIALES PARA CIERTAS CATEGORÍAS DE OBRAS

SECCIÓN PRIMERA OBRAS AUDIOVISUALES

ARTÍCULO 26(*). Se presume productor de una obra audiovisual, salvo prueba en


contrario, la persona natural o jurídica que aparezca indicada como tal en la misma.

ARTÍCULO 27(**). Por el contrato de producción de obra audiovisual, se presumen


cedidos al productor en forma ilimitada y exclusiva, los derechos patrimoniales
derivados de la misma. Igualmente se presume que el productor ha quedado
autorizado para decidir sobre la divulgación o no divulgación de la obra, adaptarla
conforme a los distintos formatos para su fijación y divulgación, y ejercer la defensa de
(*)los derechos
Reformado por elmorales sobre
artículo 7 del DecretolaNúmero
obra 56-2000
audiovisual.
del Congreso de la República de Guatemala.
(*') Reformado por el artículo 8 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
ARTÍCULO
(“*) Reformado 28(***).
por el artículo 9 del El productor
Decreto de la del
Número 56-2000 obra audiovisual,
Congreso al exhibirla
de la República de Guatemala.al público, debe
René Arturo Villegas Lara 183

mencionar, además de su nombre y el del director, el del autor del guión o argumento,
el del autor de la obra sobre la que se inspiró la obra audiovisual y el dei o ¡os autores
de las composiciones musicales incorporadas en la obra audiovisual.

ARTÍCULO 29. Si uno de los autores, por cualquier razón, no puede completar su
contribución, no podrá oponerse a que se utilice la parte ya realizada ni a que se
designe a un tercero para concluir la obra. En este caso, tendrá la calidad de autor
respecto a la parte que realizó y gozará de los derechos que de ella se deriven.
SECCIÓN SEGUNDA PROGRAMAS DE ORDENADOR Y BASES DE DATOS

ARTICULO 30. Los programas de ordenador se protegen en los mismos términos


que las obras literarias. Dicha protección se extiende tanto a los programas operativos
como a los programas aplicativos, ya sea en forma de código fuente o código objeto y
cualquiera que sea su forma o modo de expresión. La documentación técnica y los
manuales de uso de un programa gozan de la misma protección prevista para los
programas de ordenador.

ARTÍCULO 31 (*). El derecho de arrendamiento incluido en la literal e) del artículo


21 de la presente ley, no es aplicable a los arrendamientos cuyo objeto esencial no sea
el del programa de ordenador en sí.
La colocación en el mercado del original o copias autorizadas de un programa de
ordenador, con el consentimiento del titular de los derechos, no extingue el derecho de
autorizar el arrendamiento o préstamo de dichos ejemplares, ni cualesquiera otros
establecidos en el artículo 21 de esta ley.

ARTÍCULO 32. La reproducción de un programa de ordenador, incluso para uso


personal, exigirá la autorización del titular de los derechos, con excepción de la copia
que se haga con el fin exclusivo de sustituir la copia legítimamente adquirida, cuando
ésta ya no pueda utilizarse por daño o pérdida. Sin embargo, ambas copias no podrán
utilizarse simultáneamente.

ARTÍCULO 33. Es lícita la introducción de un programa en la memoria interna del


ordenador que sirva únicamente para efectos de la utilización del programa por parte
del usuario. No es lícito el aprovechamiento del programa por varias personas mediante
la instalación de redes, estaciones de trabajo u otro procedimiento análogo, sin el
consentimiento del titular de
los derechos.

ARTÍCULO 34. Los autores o titulares de un programa de ordenador podrán


autorizar las modificaciones necesarias para la correcta utilización de los programas.
No constituye modificación ¡a adaptación de un programa reaiizada por el usuario, para
su uso exclusivo, cuando la modificación sea necesaria parala utilización de esc
programa o para un mejor aprovechamiento de éste.

ARTÍCULO 35. Las compilaciones o bases de datos, sea que fueren legibles en
máquina o en cualquier otra forma, se consideran como colecciones de obras para
efectos de su protección de conformidad con esta ley. Esta protección no se extenderá
a los datos o material contenido en las compilaciones ni prejuzgará sobre el derecho de
autor existente sobre los mismos.

SECCIÓN TERCERA OBRAS PLÁSTICAS

(*) Reformado por el artículo 10 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
184 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

ARTÍCULO 36. La enajenación del objeto material en el cual está incorporada una
obra de arte, no produce en favor del adquirente la cesión de los derechos de
explotación del autor.

(*) Reformado por el artículo 7 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
(*') Reformado por el artículo 8 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
(“*) Reformado por el artículo 9 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
185 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

El adquirente puede, sin embargo, exponer públicamente la obra, sea a título gratuito u
oneroso, salvo pacto en contrario.

ARTÍCULO 37. El autor de una obra de arte tiene el derecho de exigir al propietario
de la obra, el acceso a ésta, siempre que ello sea necesario para el ejercicio de sus
derechos morales o patrimoniales y no se afecte con ello la reputación o el honor del
propietario.

ARTÍCULO 3 8. En caso de reventa de obras de arte originales, efectuadas en


pública subasta o por intermedio de un negociante profesional en obras de arte, el
autor o en su caso, sus herederos o legatarios, gozan del derecho de percibir del
vendedor un diez por ciento (10%) del precio de la venta. Este derecho se recaudará y
distribuirá por una entidad de gestión colectiva, si la hubiere, a menos que las partes
acuerden otra forma de hacerlo.
Esta disposición es aplicable también a la venta que se haga de los manuscritos
originales de autores o compositores.

ARTÍCULO 39. El retrato o busto de una persona no podrá ser utilizado con fines
de lucro sin el consentimiento de la persona misma y, muerta ésta, con el de sus
herederos. Sin embargo, la publicación del retrato es libre cuando se relacione con fines
científicos, didácticos o culturales en general, o con hechos o acontecimientos de
interés público o que se hubieren desarrollado en público.
Las personas que posen para cuadros o fotografías artísticas o publicitarias,
tendrán los derechos pecuniarios que disponga el contrato respectivo.

SECCIÓN CUARTA
OBRAS MUSICALES

ARTÍCULO 40. El término obras musicales comprende las composiciones


musicales, con o sin letra, y las obras dramático musicales.

ARTÍCULO 41. Salvo lo que en particular convengan las partes, en las obras
dramático- musicales se permite la explotación comercial, en forma separada de la
obra a la que pertenecen, de aquellos extractos que no comprendan actos enteros.

AH i ¡CULO 4 2. E ¡ autor de una obra dramatice musical tiene, ademas de los


derechos establecidos en los artículo 19 y 21 de esta ley, el derecho de supervisar la dirección
y el reparto de los principales papeles de su obra.

SECCIÓN QUINTA ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS(*)

ARTÍCULO 42 bis.(**). Salvo pacto encontrarlo, la autorización parad uso de


artículos en periódicos, revistas u otros medios de comunicación social, otorgada por
un autor sin relación de dependencia con la empresa periodística, sólo confiere al editor
o propietario de la publicación el derecho de insertarlo por una vez, sin perjuicio de los
demás derechos patrimoniales del autor o del titular de los mismos.
Si se trata de un autor contratado bajo relación laboral, no podrá éste reservarse el
derecho de reproducción del artículo periodístico, que se presumirá cedido a la empresa
o medio de comunicación, salvo pacto en contrario. Sin embargo, el autor conservará
sus derechos respecto a la edición independiente de sus producciones en forma de
colección.
Lo establecido en este artículo se aplica en forma similar a los dibujos, historietas,
(*)gráficos,
Adicionado caricaturas,
por el artículo 11 del Decreto Número
fotografías y 56-2000
demás del Congreso
obras de la República de Guatemala.
susceptibles de ser publicadas en
(**) Adicionado por el artículo 12 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
René Arturo Villegas Lara 186
periódicos, revistas u otros medios de comunicación social.

CAPÍTULO V PLAZO DE PROTECCIÓN

ARTICULO 43(*). Salvo disposición en contrario en la presente ley, los derechos


patrimoniales se protegen durante toda la vida del autor y setenta y cinco años después
de su muerte. Cuando se trate de obras creadas por dos o más autores, el plazo
comenzará a contarse después de la muerte del último coautor.
El derechode autorpuede transmitirse por actoentre vivosy porcausa de muerte;
cuando sea por causa de muerte, se hará de conformidad con las disposiciones del
Código Civil. ¿
Cuando se trate de obras de autores extranjeros publicadas por primera vez fuera
dpi territorio de la República de Guatemala, el plazo de protección no excederá del
reconocido por la ley del país donde se haya publicado la obra; sin embargo, si aquella
acordase uña protección mayor que la otorgada por esta ley, regirán las disposiciones
de ésta última. ' '

ARTÍCULO 4 4(**). En el caso de los programas de ordenador y de las obras


colectiva*, el plazo de protección será de setenta y cinco años contados a partir de la
primera publicación o, en su defecto, de la realización de la obra. )'
Por ‘‘primera publicación" se entiende la producción de ejemplares puestos al
alcance del público, disponibles en cantidad tal que pueda satisfacer sus necesidades
razonables, tomando en cuenta la naturaleza de la obra.

ARTÍCULO 45(***). Cuando se trate de una obra anónima o seudónima, el plazo de


protección comenzará a contarse a partir de la primera publicación o, a falta de ésta, de
su realización. Fn raso que se compruebe legalmcntc la identidad úc¡ autor, el piazo se
calculará en la forma señalada en el artículo 43 de esta ley.

ARTÍCULO 46. Cuando se trate de obras formadas por varios volúmenes, que no se
hayan publicado en el mismo año, o de folletines o entregas periódicas, el plazo
comenzará acontarse respecto de cada volumen, folletín o entrega, desde la respectiva
publicación.

ARTÍCULO 47. Cuando se trate de obras audiovisuales, el plazo se contará a partir


de la primera exhibición pública de la obra, siempre que tal hecho ocurra dentro de los
setenta y cinco años siguientes al de la realización de la misma. En caso contrario, el
plazo se contará a partir de su realización.

(*) Reformado por el artículo 13 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
(**) Reformado pm el artículo 14 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
(“’*) Reformado por el artículo 15 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
187 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III
ARTÍCULO 48. Los plazos de protección previstos en este capítulo se computan a
partir del primero de enero del año siguiente a aquel en que ocurra el hecho que les dé
inicio. Al vencimiento del plazo de protección, las obras pasarán a ser del dominio
público.

ARTÍCULO 4 9. El Estado o sus entidades públicas, las municipalidades, así como


las universidades y demás establecimientos de educación del país, gozarán de la
protección que establece esta ley, pero, cuando fueren declarados herederos del
derecho de autor y no hicieren uso del mismo en el plazo de cinco años contados a
partir de la declaratoria respectiva, la obra pasará al dominio público.

TÍTULO III DERECHOS CONEXOS

CAPÍTULO I DISPOSICIONES GENERALES

ARTÍCULO SO. La protección a los artistas intérpretes o ejecutantes, a los


productores de fonogramas y a los organismos de radiodifusión, no afecta en modo
alguno la protección del derecho de autor establecida en la presente ley. Ninguna de
las disposiciones contempladas en este título puede interpretarse en menoscabo de esa
protección.

ARTÍCULO 51. Los derechos conexos gozan de protección por el plazo de setenta
y cinco años contados a partir del uno de enero del año siguiente a aquel en que ocurra
el hecho que les dé inicio, de conformidad con las reglas siguientes:
a) En el caso de los fonogramas y las interpretaciones o ejecuciones grabadas
en ellos, a partir de su fijación.
b) En el caso de actuaciones no grabadas en un fonograma, a partir de la
realización del espectáculo; y
c) En el caso de las emisiones de radiodifusión, a partir de la transmisión.

ARTÍCULO 52(*). Todo acto de transmisión o enajenación de los derechos a que se


refiere este título debe constar por escrito.

CAPÍTULO II ARTISTAS INTÉRPRETES O EJECUTANTES

ARTÍCULO 5 3. Los artistas intérpretes o ejecutantes, y sus derecho-habientes


tienen el derecho exclusivo de autorizar o prohibir la fijación, la reproducción, la
comunicación al público por cualquier medio, la radiodifusión o cualquier otra forma de
utilización de sus interpretaciones y ejecuciones. Se exceptúan de esta disposición los
intérpretes de obras audiovisuales.
Cuando un fonograma publicado con fines comerciales se utilice en cualquier
forma de comunicación pública, los artistas intérpretes o ejecutantes, cuyas
actuaciones se hayan fijado en aquel, tendrán derecho a una compensación económica.

ARTÍCULO54. Salvo estipulación en contrario, se entiende que:


a) La autorización para la radiodifusión no implica la autorización para permitir a
otros organismos de radiodifusión que retransmitan la interpretación o ejecución;
b) La autorización para la radiodifusión noimplicala autorización para fijar la i
nterpretación o ejecución;
c) La autorización para la radiodifusión y para fijar la interpretación o ejecución, no
implica la autorización para reproducir la fijación; y
d) La autorización para fijar la interpretación o ejecución y para reproducir esta

(’) Reformado por el artículo 16 del Decreto Número 56-2000 de! Congreso de la República de Guatemala.
188 fijación, no implica la autorización para transmitir
Derechola Mercantil
interpretación o la ejecución
Guatemalteco, a
Tomo III
partir de la fijación de sus reproducciones.

ARTÍCULO 55. Cuando varios artistas intérpretes o ejecutantes participen en una


misma ejecución, la autorización será dada por el director del grupo y en ausencia del
mismo, por la mayoría de sus integrantes.

ARTÍCULO 56. Para el ejercicio de los derechos reconocidos en la presente ley, las
orquestas y los grupos vocales o instrumentales serán representados por el director del
conjunto o por un mandatario legalmente constituido.

ARTÍCULO 57. Los artistas intérpretes tienen además, el derecho personal,


irrenunciablc, inalienable y perpetuo de vincular su nombre o seudónimo artístico a su
interpretación y de oponerse a la deformación o mutilación de la misma. Al
fallecimiento del artista se aplicará, en lo que corresponda, lo que dispone el artículo
20 de esta ley.

CAPÍTULO III PRODUCTORES DE FONOGRAMAS

ARTÍCULO 58. Los productores de fonogramas tienen el derecho exclusivo de


autorizar o prohibir la reproducción, directa o indirecta; la distribución y comunicación
al público o cualquiera otra forma o medio de utilización de sus fonogramas, o de sus
reproducciones y la puesta a disposición del público de los fonogramas, por cualquier
medio, de tal manera que los miembros del público puedan tener acceso a ellos, desde
el lugar y en el momento que cada uno de ellos elija.
El derecho de distribución comprende la facultad de autorizar la distribución de
los fonogramas, ya sea por medio de la venta, el arrendamiento o cualquier otra forma.
Cuando la distribución se efectúe mediante la venta, este derecho se extingue a partir
de la primera venta realizada, salvo las excepciones legales. Cuando la distribución se
efectúe mediante el arrendamiento, la colocación en el mercado del original o copias
autorizadas del fonograma no extingue el mismo.
El derecho de importación comprende la facultad de autorizar o prohibir la
importación de copias de fonogramas legalmente fabricados y la de impedir la
importación de copias fabricadas sin la autorización del titular del derecho.

ARTÍCULO 59. Quien ejecute o haga ejecutar públicamente en cualquier forma un


fonograma publicado para fines comerciales, deberá obtener autorización previa y
escrita de su productor y pagarle a éste una remuneración.

ARTÍCULO 60. El productor o su representante recaudará la suma debida per los


usuarios de ejecución pública de fonogramas y las repartirá con los artistas, en las
proporciones contractualmente convenidas con ellos.
En defecto del contrato, la mitad de la suma recibida por el productor, deducidos
los gastos de recaudación y administración, será pagada por éste a los artistas
intérpretes o ejecutantes, quienes de no haber celebrado convenio especial, la dividirán
entre ellos, de la siguiente forma:
a) El cincuenta por ciento se abonará al intérprete, entendiéndose por tal el
cantante o conjunto vocal u otro artista que figure en primer plano de la etiqueta del
fonograma.
b) El cincuenta por ciento seráabonadoa los músicos acompañantes y miembros
del coro, que participaron en la fijación, dividido en partes iguales entre todos ellos. Si
estos no se presentaren a reclamar esas sumas, en un plazo de doce meses, el

(*) Reformado por el artículo 17 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
René Arturo Villegas Lara 189

productor deberá entregarlas a la asociación de la categoría profesional


correspondiente, quienes las deberán destinar exclusivamente para fines asistenciales
de sus miembros.

ARTÍCULO 6 1. En los casos de infracción a los derechos reconocidos en este


capítulo, corresponde el ejercicio de las acciones procedentes tanto al productor
fonográfico como al cesionario de los mismos.

CAPÍTULO IV ORGANISMOS DE RADIODIFUSIÓN

ARTÍCULO 62(*). Los organismos de radiodifusión gozan del derecho exclusivo de


autorizar o prohibir:
a) La fijación de sus emisiones y de sus transmisiones sobre una base física o
soporte material; incluso la fijación de alguna imagen o sonidos o imagen y
sonidos aislados, difundidos en la emisión o transmisión;
b) La reproducción de las fijaciones de sus emisiones o de sus transmisiones por
cualquier medio, conocido o por conocerse; y
c) La retransmisión de sus emisiones o transmisiones por cualquier medio o
procedimiento, conocido o por conocerse; y
d) La comunicación al público de sus emisiones o transmisiones cuando se efectúe en
lugares a los que el público pueda acceder, mediante el pago de un derecho de
admisión o en lugares a los que el público pueda acceder para efectos de consumir
o adquirir productos o servicios de cualquier índole.
Sr. reconoce una protección equivalente a la establecida en este artículo a los
organismos o emisoras de origen que realicen sus transmisiones a través de cable,
fibra óptica u otro procedimiento similar,

TÍTULO IV LIMITACIONES ALA PROTECCIÓN

CAPÍTULO ÚNICO

ARTÍCULO 63. Las obras protegidas por la presente ley podrán ser comunicadas
lícitamente, sin necesidad de la autorización del autor ni el pago de remuneración
alguna, cuando la comunicación:
a) Se realice en un ámbito exclusivamente doméstico, siempre que no exista, un interés
económico, directo o indirecto, y que la comunicación no fuere deliberadamente
difundida al exterior, en todo o en parte, por cualquier medio.
b) Se efectúe con fines exclusivamente didácticos, en el curso de las actividades de
una institución de enseñanza por el personal y los estudiantes de dicha institución,
siempre que la comunicación no persiga fines lucrativos, directos o indirectos, y el
público esté compuesto exclusivamente por el personal y estudiantes del centro
educativo o padres o tutores de alumnos y otras personas directamente vinculadas
con las actividades de la institución.
c) Sea indispensable para la práctica de una diligencia judicial o administrativa.

ARTICULO 64. Respecto de las obras ya divulgadas también es permitida, sin


autorización del autor, además de los dispuesto en el artículo 32;
a) La reproducción por medios reprográficos, de artículos o breves extractos de
obras lícitamente publicadas, para la enseñanza o la realización de exámenes en
instituciones educativas, siempre que no haya fines de lucro y que tal utilización
no interfiera con la explotación normal de la obra ni cause perjuicio a los intereses
legítimos del autor;
b) La reproducción individual de una obra por bibliotecas o archivos que no tengan
190 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III
fines de lucro; cuando el ejemplar se encuentre en su colección permanente, con el
objeto de preservar dicho ejemplar y sustituirlo en caso de necesidad, o bien para
sustituir un ejemplar similar, en la colección permanente de otra biblioteca o
archivo, cuando éste-.sfehaya extraviado, destruido o inutilizado, siempre que no
resulte posible adquirir el ejemplar en plazo o condiciones razonables;
c) La reproducción de una obra para actuaciones judiciales o administrativas; y l*
d) La reproducción de una obra de arte expuesta permanentemente en lugares
públicos^ de la fachada exterior de los edificios, realizada por medio de un arte
distinto al cmpíéado para la elaboración del original, siempre que se indique el
nombre del autor, si se conociere, el título de la obra, si lo tuviere, y el lugar
donde se encuentra.

ARTÍCULO 65. Es permitido el préstamo al público del ejemplar lícito de una obra
expresada por escrito, por una biblioteca o archivo cuyas actividades no tengan directa
o indirectamente fines de lucro.

ARTÍCULO 66. Será lícito, sin autorización del titular del derecho y sin pago de
remuneración, con obligación de mencionarla fuente y el nombre del autor de laobrau
tilizada, si están indicados.
a) Reproducir y distribuir por la prensa o emitir por radiodifusión o transmisión por
cable, las informaciones, noticias y artículos de actualidad en los casos que la
reproducción, radiodifusión o transmisión pública no se haya reservado
expresamente.
b) Reproducir y poner al alcance del público, con ocasión de informaciones relativas a
acontecimiento de actualidad, por medio de la fotografía, videogramas, la
radiodifusión o transmisión por cable, fragmentos de obras vistas u oídas en el
curso de tales acontecimientos, en la medida justificada por el fin de la
información;
c) Utilizar por cualquier forma de comunicación al público, con fines de información
sobre hechos de actualidad, discursos políticos, judiciales, disertaciones,
alocuciones, sermones y otras obras similares pronunciadas en público,
conservando los autores el derecho exclusivo de publicarlos para otros fines; y
d) Incluir en una obra propia, fragmentos de otras ajenas de naturaleza escrita,
sonora o audiovisual, así como obras de carácter plástico, fotográfico u otras
análogas, siempre

(*) Reformado por el artículo 17 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
191 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

que se trate de obras ya divulgadas y su inclusión se realice, a titulo de cita o para su


análisis, con fines docentes o de investigación.

ARTÍCULO 67. Las conferencias o lecciones dictadas en establecimientos de enseñanza pueden ser anotadas y
recogidas libremente pero está prohibida su publicación o reproducción, total o parcial, sin la autorización escrita de
quien las pronunció.

ARTÍCULO 68. La publicación de leyes, decretos, reglamentos, órdenes, acuerdos,


resoluciones, las decisiones judiciales y de órganos administrativos, asf como las
traducciones oficiales de esos textos, podrá efectuarse libremente siempre que se
apegue a la publicación oficial.
Las traducciones y compilaciones hechas por particulares de los textos
mencionados serán protegidas como obras originales.

ARTÍCULO 69. Es libre la publicación del retrato o fotografía de una persona sólo
para fines informativos, científicos, culturales, didácticos o cuando se relacione con
hechos o acontecimientos de interés público o social, siempre que no sufra menoscabo
el prestigio o reputación de la persona y que tal publicación no vaya en contra de la
moral o las buenas costumbres.

ARTÍCULO 70. Es lícita la ejecución de fonogramas y la recepción de


transmisiones de radio o televisión, que se realicen, para fines demostrativos de la
clientela, dentro de establecimientos de comercio que expongan y vendan equipos
receptores, reproductores u otros similares o, soportes sonoros o audiovisuales que
contengan las obras utilizadas.

ARTÍCULO 71. Los organismos de radiodifusión pueden, sin autorización del autor
ni pago de una remuneración especial, realizar grabaciones efímeras con sus propios
equipos y para la utilización en sus propias emisiones de radiodifusión, de una obra
que tengan el derecho de radiodifundir. Sin embargo, el organismo de radiodifusión
deberá destruir la grabación en el plazo de seis meses contados a partir de su
realización, salvo que se haya convenido con el autor un plazo mayor.
La grabación podrá conservarse en archivos oficiales cuando tenga uu carácter
documenta! excepcional.

TÍTULO V

TRANSFERENCIA DE LOS DERECHOS PATRIMONIALES CAPÍTULO I


ARTÍCULO 7 2(*). Los derechos patrimoniales pueden transmitirse, total o
parcialmente, por cualquier título, debiendo constar por escrito. Toda transmisión
entre vivos se presume realizada a título oneroso, salvo pacto expreso :n contrario.
ARTÍCULO 73. La transferencia de los derechos de autor y derechos conexos
queda limitada al derecho o derechos cedidos, a las modalidades de explotación
expresamente previstas, al plazo y al ámbito territorial que se determinen.
En caso de no mencionarse el plazo, la trasferencia es por cinco años; en caso de no
establecerse el ámbito territorial, se entiende el país en el que se realice la
transferencia; y si no se especifican las modalidades de explotación, la cesión queda
limitada a aquella que se deduzca necesariamente del propio contrato y sea
indispensable para cumplir la finalidad del mismo.

ARTÍCULO 7 4. Es nula la cesión de explotación respecto al conjunto de las obras que


puede crear el autor en el futuro, así como las disposiciones por las cuales se
(*) Reformado por el artículo 18 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República do Guatemala.
192 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

compromete a do crear obras; la cesión no comprende modos o medios de explotación


inexistentes o desconocidos al tiempo de celebrarse. El contrato de cesión debe
formalizarse por escrito.

ARTÍCULO 75. La cesión de los derechos de explotación de la obra creada en


virtud de una relación laboral o por encargo, se regirá por lo pactado en el contrato. A
falta de pacto escrito, se presumirá que los derechos de explotación han sido cedidos en
exclusiva y con el alcance necesario para el ejercicio de la actividad habitual del
cesionario en el momento de la entrega de la obra realizada.

ARTÍCULO 76. La cesión de los derechos patrimoniales confiere al cesionario


legitimación para perseguir las violaciones que afecten a las facultades que se le hayan
concedido, sin perjuicio del derecho que corresponde al autor.

ARTÍCULO 77. La transferencia de derechos por parte del cesionario puede


hacerse total o parcialmente y no requiere de la autorización del cedente, salvo pacto
expreso en contrario.

ARTÍCULO 78. El que adquiera un derecho de utilización tendrá que cumplir las
obligaciones contraídas por el cesionario en virtud de su contrato con el autor. El
adquirente responderá ante el autor solidariamente con el trasmitentc por las
obligaciones contraídas por aquel en el respectivo contrato; así como por la
compensación por daños y perjuicios que éste pueda causarle por incumplimiento de
alguna de dichas obligaciones contractuales.

ARTÍCULO 7 9. La remuneración del autor podrá pactarse proporcional a los


ingresos que obtenga el cesionario por la explotación de su obra o por una cantidad
fija.
Si se estableciera una remuneración fija y se produjera una desproporción
significativa entre la remuneración del autor y los beneficios obtenidos por el
cesionario, aquel podrá pedir la revisión del contrato y el juez competente fijará una
remuneración equitativa, atendidas las circunstancias del caso. Esta facultad
corresponde en exclusiva al autor y sólo podrá ejercerse dentro de los cinco años
siguientes al de la cesión.

ARTÍCULO 8 0. La disposición del párrafo segundo del artículo 79 no es aplicable a:


a) Obras colectivas;
b) Obras en colaboración;
c) Obras audiovisuales;
d) Obras creadas pur encargo y de autor asalariado;
e) Prólogos, anotaciones, introducciones y presentaciones;
0 Obras que tengan carácter accesorio respecto a la actividad o al objeto material a los que

g) Obras que no constituyan un elemento esencial de la creación intelectual en la que


se
integre.

ARTÍCULO 81. El autor de una obra podrá otorgar por escrito licencias a terceros
para realizar actos comprendidos en sus derechos patrimoniales.
Las licencias podrán ser exclusivas o no; ninguna licencia se considerará exclusiva
si así no se indica expresamente en el contrato respectivo. La exclusividad otorgará al
cesionario, la facultad de explotar la obra con exclusión de otra persona, incluido el
propio cedente, y, salvo pacto en contrario, la de otorgar autorizaciones no exclusivas
a terceros.
René Arturo Villegas Lara 193

ARTÍCULO 82. Las obligaciones por cesión o licencia de derecho de autor tienen el
mismo privilegio que las de los trabajadores, en los procedimientos concúrsales de los
cesionarios o licenciatarios.

ARTÍCULO 83. La cesión de derechos de autor para su explotación a través de las


modalidades de edición, representación, ejecución, producción de obras audiovisuales
y fijación de obras, se regirá por las disposiciones específicas de esta ley para esos
casos, y en lo no previsto, por lo establecido en este capítulo.
Las condiciones no previstas en los contratos de cesión de derechos de autor,
incluyendo la remuneración, será resuelta de acuerdo a los usos y costumbres de la
materia de que trate el contrato.

TÍTULO VI
CONTRATOS S OBRE EL DERECHO DEAUTOR Y DERECHOS CONEXOS

CAPÍTULO I CONTRATO DE EDICIÓN

ARTÍCULO 84. Por el contrato de edición, el titular del derecho de autor de una
obra literaria, científica o artística, o sus dcrechohabientes, concede, en condiciones
determinadas, a una persona llamada editor, el derecho de reproducir su obra y vender
los ejemplares, a cambio de una retribución.
El editor editará por su cuenta y riesgo, la obra y entregará al autor la
remuneración convenida.

ARTÍCULO 85. El contrato de edición de una obra no implica la enajenación de los


derechos patrimoniales del autor de la misma. El editor no tendrá más derechos que los
de reproducir y vender los ejemplares de la obra en las condiciones convenidas en el
contrato, el que deberá formalizarse por escrito.
El derecho concedido a un editor para publicar varias obras separadas no
comprende la facultad de publicarlas reunidas en un solo volumen y viceversa.

ARTÍCULO 86. El contrato de edición podrá pactarse por un plazo determinado o


por un número establecido de ediciones, especificando el número de ejemplares que
tendrá cada edición. Si el contrato no estableciere ni el plazo ni el número de ediciones,
se entenderá que cubre una sola edición.

se destine; y
René Arturo Villegas Lara 194

Salvo pacto en contrario, si agotada una edición el editor no reeditare la obra en el


plazo de dieciocho meses, el autor podrá solicitar la rescisión del contrato. En el caso
de un contrato por tiempo determinado, los derechos del editor expiran al agotarse la
última edición hecha dentro del plazo, y si fuere un número determinado de ediciones,
al agotarse la última. Para tal efecto, se considera que una edición está agotada cuando
el editor no puede satisfacer la demanda del público, o cuando el número de
ejemplares en su poder no exceden de cien.

ARTICULO 87. Sise tratare de una obra anónima y con posterioridad apareciera el
autor de la misma, el editor queda obligado a pagarle los derechos que correspondan
por la explotación de s u o bra. En caso d e n o 1 legar aun acuerdo s obre e I m onto d
el p ago, se a plicará I o d ispuesto en el artículo 83 de esta ley.
Si e 1 e ditor h ubiere p rocedido d e m ala f e, el a utor t endrá d erecho a demás,
a l a i ndemniza- ción que corresponda.

ARTICULO88.El autor debe entregar al editor, en el plazo establecido en el


contrato, la obra que se va a editar, en forma tal que permita su reproducción normal.
El editor no podrá, sin la autorización escrita del autor, efectuar modificaciones,
abreviaturas o adiciones a la obra.

ARTICULO 89. El autor tendrá derecho a hacer a su obra las correcciones,


enmieil'das o mejoras que estime convenientes, antes de que la obra entre en prensa;
sin embargo, citando las correcciones o mejoras hagan más onerosa la impresión, está
obligado a resarcir aj&ditor los gastos correspondientes.
Este derecho lo conserva el autor en las ediciones sucesivas de su obra, siempre
que reconozca al editor los gastos en que por ello incurra.

ARTÍCULO 90. En caso de pérdida o destrucción de una obra inédita, el


resportsable debe cubrir las siguientes indemnizaciones:
a) Si ello ocurriere cuando la obra está en poder del autor, éste deberá pagar al editor
la
suma recibida por concepto de anticipo, más los gastos necesarios en que el editor
hubiese
incurrido.
b) Si ello ocurriere cuando la obra esté en poder del editor, éste deberá pagar al autor
sus
honorarios y perjuicios, morales y patrimoniales causados.

ARTÍCULO 9 1. El editor incluirá el nombre o seudónimo del autor en cada uno de


los ejemplares y publicará la obra en el plazo establecido en el contrato, en caso de
que ese plazo no se establezca, se entenderá que es de un año.
Si la obra fuere anónima, se hará constar tal circunstancia. Cuando se trate de
traducciones, compilaciones, adaptaciones y otras versiones, además del nombre del
autor de la obra original o su seudónimo, se hará constar el nombre del traductor,
compilador, adaptador o autor de la versión.
Sise tratare de traducción, debe figurar además, el título déla obra en el idioma
original.

ARTÍCULO 92. Si el contrato de edición tuviese plazo fijo para su terminación, y al


expirar éste, el editor conservare ejemplares no vendidos de la obra, el titular del
derecho de autor podrá comprarlos a precio de costo, más el diez por ciento. El plazo
para ejercitar este derecho será de un mes, contado a partir de la expiración del plazo,
transcurrido el cual el editor podrá continuar vendiéndolos en las mismas condiciones.
CAPÍTULO II CONTRATO DE REPRESENTACIÓN Y EJECUCIÓN PÚBLICA
René Arturo Villegas Lara 195

ARTÍCULO 93. Por el contrato de representación o de ejecución pública, el autor


de una obra literaria, dramática, musical, dramático-musical, pantomímica o
coreográfica, o su derecho habiente, cede o autoriza a una persona natural o jurídica,
el derecho de representar o ejecutar públicamente su obra, a cambio de una
remuneración.
El contrato podrá contener estipulaciones respecto a los actores que
desempeñarán los principales papeles, detalles del vestuario y descripción del
escenario.

ARTÍCULO 94. Las partes podrán contratar la cesión por plazo cierto o por número
determinado de representaciones al público. En ambos casos, el empresario estará
obligado a realizar la primera representación dentro del plazo establecido, o en su
defecto, dentro de los seis meses siguientes a la fecha de la firma del contrato. En caso
contrario, se tendrá por resuelto el contrato y el autor no estará obligado a devolver la
retribución que hubiere recibido.

ARTÍCULO9 5. En ausencia de estipulaciones contractuales, el empresario


adquiere la concesión exclusiva para la representación de la obra durante seis meses
contados a partir de su estreno. El autor de la obra no puede hacerla representar por
un tercero, mientras el empresario que la aceptó primero no haya terminado el número
de representaciones convenidas, salvo si su contrato fuere sin exclusividad.

ARTÍCULO 96. El empresario está obligado a:


a) Representar la obra en las condiciones indicadas en el contrato, sin introducir
modificaciones no consentidas por el autor y a anunciarla al público con su título,
nombre del autor
y, en su caso, nombre del traductor o adaptador;
b) Permitir que el autor supervise la representación de la obra; y
c) Mantener los intérpretes principales o los directores de la orquesta y coro, si éstos
fueron
elegidos de acuerdo con el autor.

ARTÍCULO 97. La participación del autor en los ingresos de la taquiiia tiene ia


calidad de un depósito en poder del empresario, a disposición del autor, y no será
afectada por ningún embargo dictado en contra de los bienes del empresario.
Si el empresario, al ser requerido por el autor, no le entregare la participación que
mantiene en depósito, la autoridad judicial competente, a solicitud del interesado,
ordenará la suspensión de las representaciones de la obra o la retención del producto
de las entradas, sin perjuicio del derecho del autor para dar por terminado el contrato e
iniciar las acciones a que hubiere lugar.

ARTÍCULO98. Sin la autorización del titular del derecho de autor o conexo, no


podrá transmitirse por radio, televisión, servicios de parlante u otros medios
electrónicos semejantes, o ejecutarse en audiciones o espectáculos públicos,
cualesquiera composiciones musicales, con o sin letra, debiendo el usuario pagar la
retribución económica correspondiente.
El propietario, socio, gerente, director o responsable de las actividades de los
establecimientos responderá solidariamente con el organizador del espectáculo por las
violaciones a los derechos respectivos que se realicen en dichos locales.
En los espectáculos públicos con intervención en vivo del intérprete, las empresas
y personas responsables de su organización y las autoridades públicas competentes,
están obligadas a prohibir a! público asistente la grabación del espectáculo, por
(*) Reformado por el artículo 19 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
196 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

cualquier medio, sin la autorización escrita del autor, artista intérprete y productor
fonográfico o videográfico que corresponda.

ARTICULO 99. La persona que tenga a su cargo la dirección de las entidades o


establecimientos, en donde se realicen actos de ejecución pública de obras musicales,
está obligada
a:
a) Anotar diariamente, el título de cada obra musical ejecutada, el nombre del autor
y compositor déla misma.de los artistas o intérpretes que intervienen, el director
del grupo u orquesta, en su caso, y el nombre del productor fonográfico o
vidtográfico, cuando la ejecución pública se haga a partir de un fonograma o
videograma.
b) Remitir esa información a cada una de las asociaciones o sociedades de gestión
que representan los derechos de los autores, artistas intérpretes o ejecutantes y
productores de fonogramas y videogramas.

ARTÍCULO 100. Las autoridades administrativas encargadas de autorizar


espectáculos públicos, no expedirán los permisos correspondientes si el responsable de
la representación o ejecución no acredita la autorización de los titulares de los
respectivos derechos.

CAPÍTULO III CONTRATO DE FIIACIÓN DE OBRA

ARTÍCULO 101. Por el contrato de fijación de obra, el autor autoriza a una persona
natural o jurídica, a incluirla en una obra audiovisual o fonograma para su reproducción
y distribución, a cambio de una remuneración previamente acordada.

ARTÍCULO 102. Salvo pacto en contrario, la remuneración del autor estará en


proporción al valor de los ejemplares vendidos y será pagada al autor en liquidaciones
semestrales, a partir de la fecha inicial de circulación. Para tal efecto, el productor
deberá llevar un sistema de contabilidad que permita la comprobación de la cantidad de
copias producidas y vendidas.

ARTICULO 103. El autor c sus representantes, así como el productor pudián,


conjunta o separadamente, iniciar las acciones legales correspondientes por la
utilización ilícita de las obras audiovisuales y fonogramas.

TÍTULO VII DEL REGISTRO DELAS OBRAS

CAPÍTULO ÚNICO

ARTÍCULO 104(*). El Registro de la Propiedad Intelectual tiene por atribución


principal, sin perjuicio de lo que dispongan otras leyes, garantizar la seguridad jurídica
de los autores, de los titulares de los derechos conexos y de los titulares de los
derechos patrimoniales respectivos y sus causahabientes, así como dar una adecuada
publicidad a las obras, actos y documentos a través de sus inscripción, cuando así lo
soliciten los titulares.
197 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
Asimismo, el Registro de la Propiedad Intelectual es la autoridad administrativa compe tente
para:
a) Recibir el depósito y realizar la inscripción correspondiente de las obras para las cuales lo soliciten sus
autores o titulares del derecho;
b) Recibir el depósito y realizar la inscripción correspondiente de las producciones fonográ ficas y las
interpretaciones o ejecuciones artísticas y producciones para radio y televisión que estén fijadas en un
soporte material, cuando así lo soliciten sus titulares;
c) Inscribir los convenios y contratos que en cualquier forma confieran, modifiquen, transmit an, restrinjan o
dispongan sobre derechos patrimoniales de autor o conexos y los que autoricen modificaciones o alteraciones
a una obra, cuando así lo solicite una o todas las partes o lo disponga la ley. Para los efectos de este literal,
será suficiente acomp añar a la solicitud respectiva un sumario del convenio o contrato que contenga, como
mínimo, la información que se establezca en el reglamento de esta ley;
d) Conocer y resolver de los expedientes de solicitud de autorización de operación como sociedades de g estión
colectiva que promuevan asociaciones sin finalidades lucrativas;
e) Ejercer de oficio, o a solicitud de parte, la vigilancia e inspección sobre las actividades de las sociedades de
gestión colectiva y sobre las actividades de sus directivos y/o represe ntantes legales e imponer las sanciones
contempladas en esta ley;
f) Ejercer de oficio o a solicitud de parte la vigilancia e inspección sobre las actividades que puedan dar lugar
al ejercicio de los derechos reconocidos por esta ley o los tratados que sobre Derecho de Autor y Derechos
Conexos sea parte Guatemala. Toda persona estará obligada a brindar las facilidades y proporcionar toda la
información y documentación que, para efectos de esta facultad, le sea requerida por el Registro de la
Propiedad Intelectual;
g) Realizar la inscripción del Director General, de los miembros de la Junta Directiva y del Comité de
Vigilancia de las sociedades de gestión colecti va, electos o designados por el órgano correspondiente;
h) Realizar la inscripción de los nombramientos de representantes legales y mandatarios de las sociedades de
gestión colectiva. Dichos nombramientos y mandatos no surtirán efectos legales, sino hasta que hayan
quedado inscritos en el Registro de la Propiedad Intelectual;
i) Imponer las sanciones establecidas en esta ley a las sociedades de gestión colectiva o a los miembros de la
Junta Directiva, del Comité de Vigilancia y al Director General de las mismas cuando se determine nnc.
éstos. con sus actuaciones, incurrieron en violación o incumplimiento de sus obl igaciones legales,
estatutarias o reglamentarias;
j) Intervenir por vía de la conciliación en los conflictos que se presenten con motivo del goce o ejercicio de los
derechos reconocidos en esta ley o en los tratados que sobre la materia de Derecho de Autor o de Derechos
Conexos sea parte Guatemala, cuando así lo soliciten las partes. Igualmente podrá el Registro de la
Propiedad Intelectual llamar a la conciliación a las partes cuando lo estime pertinente. El reglamento
desarrollará lo referente a la faculta d referida en esta literal;
k) Desarrollar programas de difusión, capacitación y formación en materia de derechos de Propiedad Intelectual; y
1) Realizar cualesquiera otras funciones o atribuciones que se establezcan por ley o en el reglamento respectivo.
El Registro de la Propiedad Intelectual, a través del Ministerio de Economía, podrá celebrar
acuerdos de cooperación con otras entidades nacionales para efectos de trasladar las copias o
ejemplares de obras que se presenten para depósito e inscripción.
Los depósitos e inscripciones correspondientes a que se refiere esta ley estarán sujetos al pago de las tasas
que determine el arancel que por acuerdo gubernativo se establezca.

ARTÍCULO 105. El registro de las obras y producciones protegidas por esta ley es declarativo y no
constitutivo de derechos; en consecuencia, la falta u omisión del registro no prejuzga sobre la protección de las
mismas ni sobre los derechos que esta ley establece. Sin perjuicio de ello, la inscripción en el registro presume
ciertos los hechos y actos que en ella consten, salvo prueba en contrario. Toda inscripción deja a salvo los derechos
de terceros.

ARTÍCULO 106. Para proceder al registro de una obra, el autor o su representante legal deberá presentar una
declaración jurada, en dupli cado, en la que consignará:
a) Los nombres y apellidos completos del titular o titulares del derecho de autor y, en su caso, del editor o
198 productor; su edad, estado civil, ocupación, nacionalidad yDerecho
domicilio;Mercantil Guatemalteco, Tomo III
b) El título, descripción y composición detallada de la obra, así como sus datos bibliográfi cos relevantes:
número de páginas, formato, composición, lugar y fecha de la edición, nombre del editor y lugar y fecha de
la primera publicación o fijación, en lo que fuere aplicable;
c) Si la obra fuere una compilación o una creación derivada de otra obra, la identificación de la obra
primigenia; y
d) Cualquier otra información relevante que permita identificar con mayor precisión la obra, así como la
existencia, titularidad o duración del derecho de autor.
De comprobarse la falsedad de la declaración jurada presentada, se deducirán cónto el responsable las
acciones penales y civiles correspondientes por la violación de los derechos establecidos en la presente ley.

ARTÍCULO 107. Cuando se trate de una obra hecha por varios autores, cualquiera de ellos podrá pedir el
registro de la obra completa y en el caso que actúen conjuntamente;' deberán nombrar un representante común.
Cuando dos o más personas soliciten la inscri pción de una misma obra, ésta se inscribirá en los términos de
la primera solicitud, sin perjuicio del derecho de impugnación del registro.

ARTÍCULO 108. Junto con la solicitud, el interesado deberá acompañar una copia de la obra y el comprobante
que acredite haber hecho el pago a que se refiere el artícul o 104 de esta ley. Cuatidu se trate de obras y a
publicadas, la copia que se acompañe será la de la última edición.
Cuando se trate de obras plásticas como esculturas, dibujos, grabados, litografías, planos o maquetas, sean o
no aplicadas, se acompañarán, e n defecto de la misma, fotografías a color de la obra, tomadas de diferentes
ángulos.
En el caso de obras audiovisuales, los interesados podrán acompañar un ejemplar de la obra o fotografías de
las principales escenas, acompañadas de una relación del argum ento y en su caso, una copia de la partitura
correspondiente.

ARTÍCULO 109. Para registrar una obra escrita bajo seudónimo, se acompañará a la solicitud, en sobre
cerrado, los datos de identificación del autor. El encargado del Registro abrirá el sobre, con asistencia de testigos,
cuando lo pida el solicitante del registro, el editor de la obra o sus causahabientes, o por resolución judicial. La
apertura del sobre tendrá por objeto comprobar la identidad del autor y su relación con la obra. De lo anterior
deberá dejarse constancia en acta.
ARTÍCULO 110. El Registro de la Propiedad Intelectual podrá, mediante resolución, permitir la sustitución
del depósito del ejemplar, en determinados géneros creativos, por el acompañamiento de documentos que permitan
identificar suficientemente las características y contenido de la obra o producción objeto de registro.

ARTÍCULO 111. Las inscripciones y documentos que obren en el Registro de la Propiedad Intelectual son
públicos; sin embargo, tratándose de programas de ordenador, el acce so a los documentos s ólo s e permitirá c on a
utorización d el titular d el d erecho d e autor, s u c ausahabiente o por mandamiento judicial.
Las obras que se presenten como inéditas para efectos de su inscripción en el Registro de la Propiedad
Intelectu al, sólo podrán ser consultadas por el autor o autores de la misma.

ARTÍCULO 112.En el caso que surja alguna controversia con relación a los derechos protegidos por esta ley,
la misma deberá ventilarse ante los tribunales de justicia. En lo que fuere aplicable, las disposiciones relativas al
registro de obras se aplicará a l registro de las producciones protegidas por los derechos conexos.

TÍTULO VIII SOCIEDADES D E GESTIÓN C OLECTIVA

CAPÍTULO ÚNICO

ARTÍCULO 113(*). Los titulares de derechos de autor y de derechos conexos pueden constituir asociacione s
civiles sin fines de lucro para que. una vez obtenida la inscripción respectiva, puedan solicitar su autorización
como sociedades de gestión colectiva, para la defensa y la administración de los derechos patrimoniales
reconocidos por la presente ley. Estas asociaciones se regir án por las disposiciones generales establecidas en el

(*) Reformado por el artículo 20 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de !a República de Guatemala.
(**) Adicionado por el artículo 21 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
René Arturo Villegas Lara 199

Código Civil y las especiales contenidas en esta ley y su reglamento, así como lo previsto en sus estatutos y
estarán sujetas a las inspección y vigilancia del Estado, a través del Registro de la Propie dad Intelectual.
Las Asociaciones que soliciten su autorización como sociedades de gestión colectiva, sólo podrán tener como
fines los previstos en esta ley. sin perjuicio de sus actividades complementarias de carácter cultural y asistenciaí,
y no podrán e jercer ninguna actividad poime* o religiosa.

ARTÍCULO 113 6 Í J .(**). La autorización de una asociación sin fines de lucro para su funcionamiento ¿orno
una sociedad de gestión colectiva podrá ser otorgada por el Registro de la Propiedad Intelectual cuando se
establezca el cumplimiento de los requisitos siguientes:
a) Que la asociación se haya constituido y obtenido su personalidad jurídica de conformidad con lo establecido
para ese efecto en el artículo 113 de esta ley;
b) Que cuente con los recursos humanos, técni cos, financieros y materiales básicos para el cumplimiento de sus
fines;
c) Que la asociación acredite que se encuentra integrada en su mayoría por miembros guatemaltecos de origen o
extranjeros domiciliados en Guatemala, titulares de derechos en un mismo género de obras o producciones;
d) Que se reconozca a los miembros de la asociación un derecho de participación apropiado en las decisiones
de la entidad;
e) Que en las normas de reparto, una vez deducidos los gastos administrativos hasta el porcentaje máximo
previsto en los estatutos, y que en todo caso no podrá superar el treinta por ciento, garanticen una
distribución equitativa entre los titulares de los derechos, en forma proporcional a la utilizaci ón real de las
obras, interpretaciones o ejecucione s artísticas, o fonogramas, según el caso;
f) Que tenga, como mínimo, reglamentos de miembros, de tarifas y de distribución;
g) Que acredite la efectividad de la gestión en el extranjero o del repertorio extranjero en el territorio
nacional, mediante elementos q ue aseguren la celebración de contratos de representación recíproca con
asociaciones o sociedades con los mismos fines que funcionen en el extranjero. El Registro de la Propiedad
Intelectual hará la valoración pertinente; y
h) Cualquiera otra información que a juicio del Registro de la Propiedad Intelectual sea necesaria.

ARTÍCULO 114. Para la defensa de los derechos patrimoniales de sus asociados, las sociedades de gestión
colectiva se consideran mandatarias de éstos por el simple acto de afiliación a las mis mas.

ARTÍCULO 115. Salvo pacto en contrario, son atribuciones de las sociedades de gestión colectiva las
siguientes:
a) Representar a sus socios ante las autoridades judiciales y administrativas del país, en todos los asuntos de
interés general y particular para los mismos, salvo que los socios decidieran ejercer por su parte las
acciones que correspondan por la infracción de sus derechos;
b) Negociar con los usuarios las condiciones de las autorizaciones para la realización de actos comprendidos
en los derechos que administren y la remuneración correspondiente, y otorgar esas autorizaciones;
c) Recaudar y distribuir a sus socios, las remuneraciones provenientes de los derechos que les corresponden.
Para el ejercicio de esta atribución las asociaci ones serán conside radas mandatarias de sus asociados por el
simple acto de afiliación a las mismas;
d) Celebrar convenios con sociedades de gestión colectiva extranjeras de la misma actividad c gestión;
c) Representar en el país a las sociedades extranjeras con quienes tengan con trato de representación, ante las
autoridades judiciales y administrativas, en todos los asuntos de su interés, estando facultadas para
comparecer a juicio en su nombre;
0 Velar por la salvaguarda de la tradición intelectual y artística nacional; y
g) Las demás que señalen sus estatutos.

ARTÍCULO 116. Una vez autorizadas las sociedades de gestión colectiva, estarán legitima das para ejercer
los derechos objeto de su gestión y hacerlos valer en toda clase de procedimientos administrativos y judiciales,
200 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III
sin aportar más título y prueba que sus propios estatutos. Salvo prueba en contrario, se presume que la sociedad
tiene la representación de los derechos reclamados.

ARTÍCULO 117. En los estatutos de las sociedades de gestión colectiva se hará constar:
a) La denominación de la entidad;
b) El objeto o fines, con indicación de los derechos que pueden ser administrados;
c) Las clases de titulares de derechos comprendidos en la gestión, y la participación, de cada categoría de
titulares, en la dirección o administración de la entidad;
d) Las condiciones para la adquisición y pérdida de la calidad de asociado;
e) Los derechos de los asociados y representados;
0 Las obligaciones de los asociados y representados y el régimen disciplinario a que se encuentran sometid os;
g) Los órganos de Gobierno y sus respectivas com petencias;
h) El procedimiento para la elección de las autoridades;
i) El patrimonio inicial y los recursos económicos previstos;
j) Las reglas para la aprobación de las normas de recaudación y distribución; k) El régimen de control y
fiscalización de la gestión económica y financiera de la sociedad; 1) La oportunidad de presentación del balance y
la memoria de las actividades realizadas anualmente, así como el procedimiento para la verificación del balance y
su do cumenta ción; y
m) El destino del patrimonio de la sociedad, en caso de disolución.

ARTÍCULO 118. Las sociedades de gestión colectiva admitirán como socios a los titulares de derechos
protegidos por esta ley, que lo soliciten y que acrediten debidamente su calidad de tales. Los estatutos
determinarán la forma y condiciones de admisi ón y retiro de la asociación.
Los socios extranjeros cuyos derechos sean administrados por una sociedad de gestión colectiva,
directamente o sobre la base de acuerdos con socieda des similares extranjeras, gozarán del mismo trato que los
socios que sean nacionales o que tengan su residencia en el país.
Las sociedades de gestión colectiva estarán siempre obligadas a aceptar la administración de los derechos
de sus asociados.

ARTÍCUL O 119. Los socios no podrán, en ningún caso, ser expulsados. Los estatutos determi narán los casos
en que proceda la suspensión de los derechos sociales. Para acordar la suspensión se requiere el setenta y cinco
por ciento (75%) de los votos representados e n la sesión de la Asamblea General en la que se tome el acuerdo. La
suspensión no implicará privación o retención de derechos económico o percepciones.

ARTÍCULO 120(*). La sociedad de gestión colectiva tendrá, como mínimo, los siguientes órganos; la
Asamblea General, una Junta Directiva y un Comité de Vigilancia. La sociedad de gestión colectiva estará
obligada a contar con auditoría externa. Tendrá también un Director Genera!, c! que será nombrado per Junta
Directiva. Quien presid?. !a Junta Directiva v el Director General, tendrán la representación legal de la entidad,
sin perjuicio de otros cargos que por disposición de los estatutos tengan también la representación legal de la
entidad.
Toda sociedad de gestión colectiva deberá inscribir en el Registro de la Propiedad Intelectual los
reglamentos que emita.
La Asamblea General es el órgano supremo de la entidad y designará a los miembros de los otros órganos.
A la Asamblea General le corresponde, entre otros:
a) Aprobar o rechazar los estados financieros y memoria anual de la entidad;
b) Aprobar o rechazar el informe de la Comisión de Vigilancia;
c) Designar a la auditoría externa;
d) Aprobar la reforma de los Estatutos; y
e) Cualesquiera otras atribuciones que establezcan sus estatutos, en tanto no contravengan lo disp uesto en
esta ley.
Sin perjuicio de las normas de fiscalización que se establezcan en los estatutos, los estados financieros y los

(*) Reformado por el artículo 20 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de !a República de Guatemala.
(**) Adicionado por el artículo 21 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
René Arturo Villegas Lara 201
registros y documentación contables de la entidad serán sometidos al análisis y dictamen de la auditoría externa.
El informe de la auditoría externa, los estados financieros y los registros y documentación contables, se pondrán a
disposición de los miembros con una antelación de quince días a la celebración de la Asamblea General respectiva.
La convocatoria para la celebración d e la Asamblea General se pondrá en conocimiento de los miembros
mediante avisos publicados por lo menos dos veces en el diario oficial y en otro de los de mayor circulación en el
país, con no menos de quince días de anticipación a la fecha de su celebració n.
Las resoluciones legalmente adoptadas por la Asamblea General son obligatorias aún para los miembros que
no estuvieren presentes o que votaren en contra, salvo el derecho de impugnarlas judicialmente cuando sean
contrarias al orden público, a esta ley y su reglamento, los estatutos y reglamentos délasociedad d e gestión
colectiva. La i mpugnación p or v ta j udicial deberá ejercitarse por el procedimiento de los incidentes dentro de
los quince días siguientes a la fecha en que tuvo lugar la asamblea gene ral.
La aprobación de los reglamentos y del presupuesto anual será atribución de la Asamblea General propuesta
de Junta Directiva.

ARTICULO 121(*). Las personas que formen parte de los órganos de gobierno.de una sociedad de gestión
colectiva, no podrán figurar en órganos similares de otra entidad relacionada con esta materia. i,
No podrán ser miembros titulares ni suplentes de la Junta Directiva, del Consté de Vigilancia o Director
General de una sociedad de gestión colectiva, las siguientes personas:
a) Los parientes entre sí, hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad;
b) Los cónyuges o quienes estuvieren unidos de hecho;
c) Los directores artísticos, empresarios, propietarios, socios, representantes o abogados al servicio de
entidades deudora s de la sociedad de gestión colectiva o que tengan litigio pendiente con ella; y
d) Los parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad, o segundo de afinidad, los cónyuges o quienes
estuvieren unidos de hecho con los funcionarios o personal del Registro de la Propiedad Intelectual que se
establezcan en el reglamento de esta ley.
Los miembros de la Junta Directiva, del Comité de Vigilancia y el Director General, al mom ento de asumir
sus cargo; anualmente, dentro de lu¡> primeros quince días del mes de enero, deberán presentar ai Registro de la
Propiedad Intelectual, declaración jurada contenida en acta notarial de no estar comprendidos en ninguna de las
incompatibilidades a que se refiere la presente ley.

ARTICULO 122(**). Las sociedades de gestión colectiva están obligadas a suministrar a sus miembros y
representados, una información periódica detallada sobre todas las actividades de la organización que puedan
interesar al ejercicio de sus derechos. Similar información debe ser enviada a las asociaciones o so ciedades
extranjeras con las cuales mantengan contrato de representación.
Igualmente están obligadas a proporcionar al Registro de la Propiedad Intelectual toda la información que
le requiera, así como facilitarle el acceso a libros y documentos con el fin de verificar el cumplimiento de las
normas legales y estatutarias.
ARTÍCULO 123(*). Las sociedades de gestión colectiva están facultadas para recaudar y distribuir las
remuneraciones correspondientes a la utilización de las obras y las grabaciones sonoras cuya administración se les
haya confiado, estando facultadas para establecer los aranceles que correspondan por la utilización de las mismas.
E! reparto de los derechos recaudados se hará equitativamente entre los titulares de los derechos
administrados, conforme lo aprobado en los estatutos. Para el reparto de los derechos recaudados se aplicarán los
siguientes principios:
a) La distribución se hará en forma proporcional a la utilización de las obras, interpretacio nes o producciones;
b) La distribución de derechos que correspondan a extranjeros se hará en los mismos términ os establecidos
para la distribución de los derechos que correspondan a los guatemaltecos;
c) El derecho de reclamar la liquidación sobre derechos no distribuidos prescribe en cinco años, con tados a
partir del día siguiente a la fecha en que corresponde la distribución. Por lo tanto, los derechos recaudados
no distribuidos en el plazo de 5 años, por falta de identificación o documentación de las obras o
producciones, deberán ser repartidos en forma proporcional a la utilización de las obras, interpretaciones o
producciones, debida mente identificadas o documentadas, correspondientes al mism o período de
recaudación.

(*) Reformado por el artículo23 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
(**) Reformado por el artículo 24 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
202 ARTÍCULO 124. Ninguna remuneración recaudada por una Derecho Mercantil
sociedad de Guatemalteco,
gestión colecti Tomo 111
va puede destinarse
para ningún fin distinto al de la distribución a sus asociados, una vez deducidos los gastos de administración
respectivos, salvo autorización expresa de la Asamblea General de Asociados. Los directivos de la sociedad serán
responsables solidarios por la infracción de esta disposición.

ARTÍCULO 125. Para permitir la realización de espectáculos y audiciones públicas de obras y fonogramas
protegidos, las autoridades de gobernación y cualquier otra competente, deben constatar que se ha obte nido la
autorización de los titulares del derecho y de las entidades de gestión colectiva, en su caso, y que se ha hecho
efectivo el pago de la remuneración fijada en los aranceles correspondientes.

TÍTULO IX

OBSERVANCIA EFECTIVA DE LOS DF.RF.CHOS CAPÍTULO ÚNICO


ARTÍCULO 126(**). Las tarifas serán aprobadas por la Asamblea General a propuesta de la Junta Directiva, y
deberán ser publicadas en el diario oficial, cobrando vigencia a partir del día siguiente de su publicación.
Igualmente deberán publicarse en el diario oficial y en otro de los de mayor circulación los estados financieros
anuales aprobados por la Asamblea General de la sociedad de gestión colectiva.

ARTÍCULO 126 bis.{***). En caso de incumplimiento de las obligaciones legales y/o reglamentarias por parte
de las sociedades de gestión colectiva y/o sus directivos y administra

(*) Reformado por el artículo 25 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
(* *) Reformado por el artículo 26 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
[***) Adicionado por el artículo 27 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
René Arturo
dores, Villegas
el Registro la Propiedad Intelectual, establ ecida la contravención, deberá mediante resolución203
de Lara
razonada, imponer la sanción que corresponda según la gravedad de la misma.
Las sanciones podrán consistir en:
a) Amonestación privada, dirigida a la Junta Directiva;
b) Amonestación pública;
c) Multa;
d) Suspensión temporal de la autorización como sociedad de gestión colectiva; y
e) Cancelación definitiva de la autorización como sociedad de gestión colectiva.
En los casos previstos en las literales d) y e), el Registro de la Propiedad Intelectual podrá design ar una
junta interventora por el plazo que dure la suspensión o durante el tiempo que tome el proceso de liquidación de
la gestión colectiva que ejerció la entidad.
En e 1 caso des uspensión temporal, 1 os administradores, d irectivos o representantes 1 eg ales de una
sociedad de gestión colectiva no podrán celebrar contrato alguno ni llevar a cabo operaciones en nombre de ella,
salvo las que sean necesarias para la conservación del patrimonio social. La contravención a la presente norma los
hará solidariamente responsables de los daños y perjuicios que ocasionen a la sociedad de gestión colectiva o a
terceros.
El reglamento de esta ley desarrollará los casos en que proceda cada sanción y lo relativo a la junta
interventora, cuando proceda su designación.

ARTÍCULO 127(*). Corresponde ai Ministerio Público el ejercicio de la acción penal en contra de los
responsables de los delitos y faltas tipificados en materia de Derecho de Autor y Derechos Conexos en el Código
Penal y otras leyes. El titular o licenciatario de los derechos infringidos podrá revocar la persecución penal
denunciando la violación de tales derechos o adherirse ala ya iniciada por el Ministerio Público, entidad que
estará obligada a actuar directa e inmediatamente en contra de los responsables. P odrá también instar la
persecución penal cualquier asociación u organización representativa de algún sector de la producción o de los
consumidores.

ARTÍCULO 12P.(**). El Ministerio Público, de oficio o a solicitud del titular del derecho o agraviado, al
tener conocimiento de un acto ilícito, dentro de los plazos que correspondan según las disposiciones del Código
Procesal Penal, deberá requerir al Juez com petente que autorice cualesquiera de ias providencias cautelares
establecidas en esta ley o en el citad o Código, que resulten necesarias para salvaguardar los derechos reconocidos
y protegidos por esta ley, y en los tratados internacionales sobre la materia de los que Guatemala sea parte, y que
estén resultando infringidos o bien cuando su violación sea inm inente.
Presentada la solicitud ante el Juez que corresponde, éste estará obligado a decretarlas con carácter de
urgente de conformidad con las disposiciones procesales aplicables, autorizando al Ministerio Público para que
proceda a su ejecución con el auxilio de la autoridad policíaca necesaria.

ARTICULO 1 28 Se podrán decretar como medidas cautelares las siguientes:


a) Cesación de los actos ilícitos o comercio ilegal de la obra protegida en fo rma inmediata;
b) El allanamiento y registro de inmuebles públicos o privados, abiertos o cerrados, el que se efectuará de
conformidad a lo establecido al respecto en el Código Procesal Penal;
c) El embargo de bienes muebles e inmuebles y, entre otros, de las cuentas bancarias a nombre de las empresas o
personas individuales señaladas como posibles autores o cómplices responsables del acto ilíci to denunciado y el
embargo del producto neto de los ingresos del posible infractor;
d) El secuestro o comiso inmediato de las copias o ejemplares ilícitamente elaboradas de obras o fonogramas, o
bien, de mercancías que de forma ilícita incorporan obras o fonogramas; los instrumentos empleados para
producirlas, transportarlas, conservarlas, distribuirlas, ofertarlas para la v enta, rentarlas o comunicarlas al
público de cualquier forma. Los bienes en comiso o secuestrados quedarán en depósito del Mi nisterio Público;
e) La suspensión del despacho en aduanas de copias o ejemplares ilícitamente elaboradas de obras o fonogramas, o
el secuestro de mercancías que de forma ilícita incorporan obras o fonogramas, que vayan a ser internadas en
Guatemala, las que quedarán en depósito de las autoridades aduaneras;
f) La orden de revisión de los registros contables de las personas individuales o j urídicas señaladas como posibles
H Reformado por el artículo 28 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
(**) RcfciTnado por el artículo 29 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
(*•**) Adicionado por el artículo .10 ¿el Decreto Número 56-2000 del Congreso de la Rcpúblicade Guatemala.
204 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

responsables del acto ilícito;


g) El secuestro de los registros contables o de los equipos de cómputo que los contengan, de las personas
individuales o jurídicas señaladas como posibles responsables del acto ilícito;
h) La clausu ra temporal del local o cierre temporal del negocio en el cual se encuentren copias ilícitas de obras o
fonogramas o cualquier mercadería infractora o medios c instrumentos empleados para producirlas. Esta medida
se mantendrá porel plazo necesario para ase gurar las resultas del proceso y no podrá levantarse en tanto exista
riesgo de que se repita la infracción u otra violación a los derechos establecidos en esta ley y en los tratados en
materia de derecho de autor y derechos conexos de los que sea parte Gua temala; e
i) Las medidas cautelares o precautorias, medios auxiliares o medidas de coerción que, según las circunstancias,
parezcan más idóneas para asegurar provisionalmente la cesación del ilícito, la protección de los derechos
reconocidos en esta ley, o a la preservación de las evidencias o pruebas relacionadas con una violación real o
inminente.
Los instrumentos y objetos del delito que hubieren caído en comiso o secuestro, se tendrán como evidencia en
contra de los responsables del acto ilícito.

ARTÍCULO 128 ter.(*) Si existe acuerdo entre el agraviado y la persona o personas sindicadas del ilícito penal y
el primero ha sido resarcido satisfactoriamente del daño ocasionado y se ha pagado, o se ha garantizado debidamente
los perjuicios producidos por la com isión del delito, podrá darse por terminado el procedimiento legal iniciado, en
cualquier estado del proceso.

ARTÍCULO 129. Cuando el titular de un derecho protegido por esta ley tuviere motivos fundados para suponer
que se prepara una importación o exportación de productos que infringen su derecho, podrá:
a) Solicitar a las autoridades aduanales correspondientes la suspensión de la importación o exportación de que se
trate, por un plazo no mayor de diez días hábiles; o
b) Solicitar al juez competente que o rdene a las autoridades de aduanas suspender el despacho
de esa importación o exportación.

ARTICULO 130. El titular del derecho que solicite las medidas en frontera a que se refiere el artículo 129 de esta
ley, deberá proporcionar a las autoridades aduanal es o al juez competente, pruebas suficientes que demuestren que
existe presunción de infracción o la inform ación necesaria sobre la infracción cometida; además, una descripción
suficientemente precisa de los ejemplares ilícitos de la obra o fonograma prote gido para que éstos puedan ser
reconocidos con facilidad. A la solicitud que se presente serán aplicables las disposiciones y garantías relativas a las
medidas precautorias establecidas para los procedimientos civiles.
Ejecutada la suspensión de la importa ción o exportación de las mercancías consideradas infractoras, la autoridad
aduanera que la haya dictado lo notificará inmediatamente al importador o exportador de las mismas y al solicitante de
la medida.
Transcurridos diez días hábiles contados a partir de la fecha de la notificación al solicitante sin haber recibido
orden de juez competente para mantenerla vigente, la autoridad aduanera levantará de oficio la suspensión y ordenará el
despacho de las mercancías retenidas. El incumplimiento en el levantami ento puntual de la suspensión causará la
responsabilidad del funcionario responsable.

• v i «sr
ARTICULO 131. A efectos de justificar la prolongación de la suspensión del despacho
de las mercancías retenidas por las autoridades aduaneras, o para sustentar uná'acción de infracción, el juez permitirá al
titular del derecho inspeccionar esas mercancías. Igual derecho corresponderá al importador o exportador de las
mercancías.

ARTICULO 132. El solicitante de la aplicación de medidas en frontera quedará sujeto a l pago de los daños y
perjuicios que cause al importador o al exportador en los casos siguientes.
a) Cuando no inicie la acción por la supuesta infracción cometida, dentro de los diez días
siguientes a la notificación de la suspensión de la importación o expo rtación; y
b) Cuando la retención fuere infundada.
En los casos señalados en el párrafo anterior, las autoridades judiciales y administrativas que hubieren ordenado

{*) Adicionado por el artículo 31 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
René Arturo Villegas Lara 205
la suspensión de la importación o exportación no serán responsables si hubieren procedido de buena fe.

ARTICULO 133Í*). Los procesos civiies que se promuevan para hacer valer derechos reconocidos en esta ley se
tramitarán de acuerdo con el procedimiento del juicio oral establecido en el Libro Segundo, Título II, Capítulos I y II del
Código Procesa l Civil y Mercantil.
No obstante lo dispuesto en este artículo y cu alquier otra disposición contenida en la presente ley que de lugar a
acciones civiles o mercantiles, los interesados también podrán utilizar métodos alternativos de resolución de
controversias, tales como la conciliación y el arbitraje.

ARTICULO 133 bis.(**). Quien inicie o pretenda iniciar una acción civil relativa a derecho de autor o derechos
conexos, podrá pedir al juez competente que ordene medidas de garantía y prov idencias de urgencia de eficacia
inmediata, con el objeto de proteger sus derechos, impedir

(*) Reformado por el artículo 32 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
(**) Adicionado por el artículo 33 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
206 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo ¡II

o prevenir la comisión de una infracción, evitar sus consecuencias y obtener o conservar pruebas. Si el Juez lo
considera necesario, en la misma resolución en la q ue decrete las medidas solicitadas podrá requerir al actor que
previamente a su ejecución preste fianza u otra garantía suficiente para proteger a la parte afectada por la medida y a la
propia autoridad y a sí mismo para impedir abusos.
El Juez deberá orde nar las providencias que prudentemente tiendan a la protección del derecho del actor o
peticionario, tales como:
a) La cesación inmediata de la violación que se alegue por parte del titular del derecho;
b) El comiso de los productos infractores, incluyendo los envases, empaques, embalajes, etiquetas, material impreso
o de publicidad, equipos, maquinaria y otros materiales resultantes de la infracción o usados para cometerla y de
los medios que sirvieran para realizar la infracción;
c) La prohibición de la importaci ón de los productos, materiales o medios referidos en el inciso anterior;
d) La c onfiscación y t raslado a 1 os d epósitos j udiciales d e I os p roductos, m ateríales o m edios referidos en el
inciso b);
e) Las medidas necesarias para evitar la continuación o la repetición de la infracción, incluyendo la destrucción de
los productos, materiales, equipos o medios referidos en el inciso b) cuando los mismo s causen un daño o
constituyen un riesgo que atente con la salud o la vida humana, animal o vegetal, o contra el medio ambiente; y
0 La suspensión o cancelación de los registros o licencias sanitarias o de otra naturaleza, que resulten necesarios para la
internación, distribución, venta o comercialización de los productos infractores.

ARTÍCULO 133 ter.(*). El Juez deberá ordenar y ejecutar las medidas que le solicitasen dentro del improrrogable
plazo de dos días. Cuando las medidas se soliciten previamente a la demanda, el plazo establecido se contará a partir de
la presentación de la fianza o garantía requ erida.
Todas las providencias cautelares se tramitarán y ejecutarán sin notificación, ni intervención de la parte
demandada, pero deberán notificarse a ésta en el momento de su ejecución o inmediatamente después de ello. Los
tribunales lomarán las medidas necesarias para asegurar que la solicitud de medidas cautelares sea mantenida en
reserva, de conformidad con lo establecido en el literal e) dei artículo i33 de esta ley.
Si las providencias seordenan antes de iniciarse la acción, las mismas quedarán sin efecto si quien las obtuvo no
presenta la demanda correspondiente dentro de un plazo de quince días, contando desde la fecha en que se hayan
ejecutado las medidas,

ARTÍCULO 133 quater.(**). Cuando las medidas se soliciten con la demanda o con posterioridad a ésta, no será
necesario constituir garantía alguna.
Una vez otorgada o concedida una providencia o medida cautelar que tienda a asegurar las resueltas del proceso
en cuanto a la pretensión restauradora en una acción civil, la misma no podrá ser dejada s in efecto mediante una caución
o garantía. La caución o garantía solamente podrá ser otorgada para lograr el levantamiento de providencias o medidas
cautelares que tiendan a asegurar o proteger una pretensión indemnizatoria propiamente dicha.
ARTÍCULO 134(*). Las acciones civiles derivadas de los derechos establecidos en esta ley caducarán en un plazo
de cinco años, contados a partir del conocimiento de la violación del derecho o derechos de que se trate.
La acción penal podrá ejercerse conjunta o independi entemente de la acción civil y caducará conforme las normas
establecidas en el derecho penal.

ARTÍCULO 134 bis.(**). La sentencia que declare con lugar alguna de las acciones previstas en esta ley, además de
resolver sobre el fondo del asunto, según el caso y teniendo en cuenta la necesidad de que haya proporción entre la
gravedad de la infracción, las medidas ordenadas y los derechos de terceros, deberá:
a) Ordenar que las mercancías infractoras sean, sin indemnización alguna, apartadas del comercio de forma que se
evite causar daños al titular del derecho, o que sean destruidas como objetos de ilícito comercio. Cuando se trate
de prendas de vestir de las que pueda eliminarse el elemento violatorio, el Juez podrá ordenar una vez haya sido
retirado éste y si lo estima conveniente, que sean entregadas gratuitamente a entidades no lucrativas, privadas o
públicas para que puedan utilizarlas exclusivamente en obras o actividades de beneficencia social, debiendo
quedar constancia escrita de la entrega;

O Adicionado por el artículo 34 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
(**) Adicionado por el artículo 35 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
René Arturo Villegas Lara 207
b) Disponer que los materiales e instrumentos que se hayan utilizado predominantemente en la producción de tas
mercancías infractoras, sean apartados del comercio y, cuando así se estime conveniente, que sean entregadas
gratuitamente por el Juez a entidades no lucrativas, privadas o públicas, para que puedan utilizarlas
exclusivamente en obras o actividades de beneficencia social, sin indemnización alguna para su propietario,
debiendo quedar constancia escrita de la entrega.
c) Prohibir que las mercancías infractoras ingresen al comercio;
d) Disponer que cesen los actos infractores y que se tomen las medidas necesarias para impedir sus consecuencias y
para evitar su repetición, así como el resarcimi ento de los daños y perjuicios.

TÍTULO X

DISPOSICIONES TRANSITORIAS Y FINALES CAPÍT ULO ÚNICO


ARTICULO 135. Las disposiciones de esta ley se aplicarán a las obras nacionales existentes que no hayan pasado
al dominio público por expiración del plazo de protección previsto en el Decreto Número 1037 del Congreso de la
República.
En cuanto a la protección de las obras extranjeras existentes, las mismas serán protegidas sólo si conforme la ley
de su país de origen no han pasado al dominio público por expiración del plazo de protección, aún cuando éste fuere
menor al plazo de protección previsto en la legislación guatemalteca.

ARTÍCULO 136(***).
ARTÍCULO 137(28). El Ministerio de Economía transformará el actual Registro de la Propiedad Industrial en el
Registro de la Propiedad Intelectual. En tanto no se establezca el Registro de la Propiedad Inte lectual, las funciones
asignadas por esta ley al mencionado Registro serán desempeñadas por el Registro de la Propiedad Industrial.
El reglamento a esta ley deberá emitirse en un plazo no mayor de 120 días, contados a partir de la fecha de
vigencia del pre sente decreto.

ARTÍCULO 137 bis.(29). Dentro de un plazo que no exceda de un año a partir de la vigencia de esta ley, el Fiscal
General de la República deberá crear y organizar una Fiscalía de Delitos contra la Propiedad Intelectual, la cual tendrá
a su cargo el ejercicio de la acción penal pública en el caso de los delitos tipificados en materia de Propiedad
Intelectual. En tanto se crea y organiza dicha Fiscalía especial, conocerá de dichos delitos las fiscalías actualmente
establecidas,

ARTÍCULO 137 ter.(30). Las acciones judiciales civiles, en materia de esta ley, que hayan sido iniciadas con
anterioridad a la vigencia del presente decreto, se proseguirán hasta su resolución conforme a las disposiciones bajo las
cuales se iniciaron.

ARTÍCULO 138(31). Se derogan el Decreto número 1037 del Congreso de la República, de fecha 8 de febrero de
1954, Ley Sobre el Derecho de Autor en Obras Literarias, Científicas y Artísticas; el Capítulo VII del Libro IV del
Decreto Número 2 -70 del Congreso de la República, Código de Comercio; y los literales a), d), e) y 0. del numeral 3 del
artículo 24 -QUATER del Decreto 5 1 -92 del Congreso de la República, Código Procesal Penal, adicionados por el artículo
4 del Decreto 79 -97 del Congreso de la República.

O Reformado por el artículo 39 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de
Guatemala.
29 Adicionado por el artículo 40 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de
Guatemala.
30 Adicionado por el artículo 41 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de
Guatemala.
31 Modificado por el artículo 42 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de
Guatemala.
(*) Reformado por el artículo 36 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
(*♦) Adicionado por el artículo 37 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
(***) Derogado por el artículo 38 del Decrelo Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
208ARTÍCULO 139. El presente decreto entrará en vigencia treintaDerecho Mercantil
días después de suGuatemalteco,
publicación enTorno III
el diario
oficial.

ARTÍCULO 2 74(32). Violación al derecho de autor y derechos conexos. Salvo los casos de excepción contemplados
expresamente en las leyes o tratados sobre la materia d e los que Guatemala sea parte, será sancionado con prisión de
uno a cuatro años y multa de un mil a quinientos mil quetzales, quien realizare cualquiera de los actos siguientes:
a) La distribución falsa de la calidad de autor y/o titular de un derecho de auto r, de artista,
jplÁ r nr /*»» aÍA v ilant a A» nr ní lir o(r >r Ha fnnnn nmi r\ r l/* u n nr nnn ic mn Hp r ifiinr 1ift l< inn *
Uílisl V wjt*wuiumvt -w w ~*o — -------------- ---- ------------------- 1 -------------

b) La deformación, mutilación, modificación o cualquier atentado que cause perjuicio a la integridad de la obra o al
honor y reputación del autor;
c) La reproducción de cualquier obra, de una interpretación o ejecución, de un fonograma o de una emisión, sin la
autorización del autor o titular del derecho correspondiente;
d) La adaptación, arreglo o transformación de una obra protegida o de parte de ella, sin autorización del autor o del
titular del derecho;
c) La comunicación al público por cualquier medio o procedimiento de una obra protegida o de un fonograma, sin la
autorización del titular del derecho correspondiente;

32 Modificado por el artículo 43 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de
Guatemala.
René Arturo Villegas Lara 209

f) La distribución de reproducciones no autorizadas, totales o parciales, de una obra protegida


o de un fonograma, ya sea por medio de !a venta, el arrendamiento, el alquiler, el arrendamiento con opción o
compra, el préstamo o en cualquier otra forma;
g) La fijación, reproducción o comunicación al público, por cualquier medio o procedim iento de una
interpretación o ejecución artística, sin la autorización del artista intérprete o ejecutante o del titular del
derecho;
h) La fijación, reproducción o retransmisión de una emisión, transmitida por satélite, radiodifusión o por hilo,
cable, fibra óptica o cualquier otro procedimiento, sin autorización del titular;
i) La comunicación al público de una emisión o transmisión efectuada e n un lugar al que el público pueda
acceder mediante el pago de un derecho de admisión, o bien, para efectos de consumir o adquirir productos
o servicios, sin la autorización del titular del derecho correspondiente;
j) La publicación de una obra protegida con el título cambiado o suprimido, con o sin alteración de la misma; k)
La decodificación de señales transmitidas por satélite o cualquier otro medio de telecomu nicación, portadoras de
programas de cualquier tipo, sin la autorización del distribuidor legí timo;
1) La realización de cualquier acto que eluda o pretenda eludir una medida tecnológica implementada por el
autor o el titular del respectivo derecho o del titular de un derecho conexo, para evitar la utilización no
autorizada de todo tipo de obra, de un ’fonograma, de una interpretación o ejecución artística o de una
emisión protegidas; m) La realización de cualquier acto que induzca, permita, facilite u oculte una
infracción a" cualesquiera de los derechos exclusivos correspondientes a los autores, a los titulares de un
derecho de autor, a los artistas intérpretes o ejecutantes, a los productores de fonogramas [-):
o a los organismos de radiodifusión; n) La supresión o alteración no autorizadas de cualquier información
electrónica sobre la gestión colectiva de los derechos de autor o derechos conexos;
o) La distribución, comercialización, promoción, importación, emisión o comunicación al público sin
autorización de obras, interpretaciones o ejecuciones artísticas, producciones fonográficas o emision es, sabiendo
que la información electrónica sobre la gestión colectiva de cualesquiera de esos derechos ha sido suprimida o
alterada sin autorización; p) El transporte, almacenamiento u ocultamiento de reproducciones o ejemplares, en
cualquier tipo de sopo rte material, de obras protegidas, de fonogramas, de interpretaciones o ejecuciones
artísticas o de emisiones, fabricadas sin el consentimiento del autor o el titular del derecho correspondiente; q) La
recaudación de beneficios económicos por la utilizació n de obras, de interpretaciones artísticas o ejecuciones, de
fonogramas o de emisiones de organismos de radiodifusión protegidos, o la realización de cualesquiera otras
actividades propias de una sociedad de gestión colectiva, sin estar facultado para tale s efectos; r) La divulgación
de una obra inédita sin el consentimiento del autor o del titular del respectivo derecho;
s) La traducción, total o parcial, de una obra sin la autorización del autor o titular del derecho correspondiente;
t) La distribución no autorizada del original o reproducciones legítimas de una obra protegida o de un fonograma,
ya sea por medio de la venta, el arrendamiento, el alquiler, el arrendamiento con opción a compra, el
préstamo o en cualquier otra forma; y
u) La importación o exportación del original o de reproducciones de toda obra protegida, con fines de explotación
comercia!, en cualquier tipo de soporte o de fonogramas, sin la autorización del titular del derecho respectivo.
La determinación de los supuestos contenidos en esta norma se hará con base en las disposiciones aplicables de
la Ley de Derecho de Autor y Derechos Conexos.

PASE AL ORGANIS MO EJECUTIVO PARA SU SANCIÓN, PROMULGACIÓN Y PUBLICA CIÓ N.

DADO EN EL PALACIO DEL ORGANISM O LEGISLATIVO EN LA CIUDAD DE GUATE MALA, A LOS


VEINTIOCHO DÍAS DEL MES DE ABRIL DE M IL NOVECIENTOS NOVENTA Y OCHO.

RAFAEL EDUARDO BARRIOS FLORES PRESIDENTE

RUBÉN DARÍO MORALES VELIZ SECRETARIO

VÍCTOR RAMÍREZ HERNÁNDEZ SECRETARIO


210 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

PALACIO NACIO NAL: Guatemala, diecinueve de mayo de mil novecie ntos noventa y ocho. PUBLÍQUESE Y CÚMPLASE

LUIS ALBERTO FLORES ASTURIAS PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA EN FUNCIONES

PAUL A. WF.VF.R 0.
VICEMINISTRO DE ECONOMÍA ENCARGA D O DEL DESPACHO.

LIC. MANUEL GONZÁLEZ RODAS SUBSECRETARIO


GENERAL DE LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA ENCARGADO
DEL DESPACHO.
CONTRATOS DE SEGURO Y FIANZA
CAPÍTUL
O
VIGÉSIM
O
EL
CONTRA
TO DE
SEGURO
H
l
PRIMERA PARTE •' $ ,
ASPECTOS GENERALES DEL SEGURO ;

Esta parte del libro se refiere a los contratos de seguro, reaseguro y fianza, tal
como aparecen tratados en el Código de comercio, ya que el interés de quien estudia
disciplinas jurídicas es conocer la teoría y práctica del seguro y la fianza como
contratos, como negocios que se desarrollan dentro del tráfico mercantil.
Consideramos necesario exponer previamente aquellos aspectos generales del seguro
que contribuyen a una delimitación conceptual de la institución, con el objeto de
e n t e n d e r l a mejor cuando se manifiesta en el campo de las relaciones jurídicas.

1. FUNCIÓN DEL SEGURO

La existencia de la persona esta sujeta a riesgos potenciales que de llegar a


suceder, crean desequilibrios de diversa índole. Un terremoto, una erupción
volcánica, un accidente, la pérdida de la capacidad de trabajo, la muerte, en fin,
cualquier siniestro que pudiera ocurrir en el futuro, causa preocupación y hace que el
hombre busque las formas más adecuadas a su alcance para prevenirse contra esos
riesgos. Una de esas formas es el seguro, que se describe gráficamente como un
cinturón de seguridad que protege a las personas, no del riesgo en sí, sino de los
efectos que produce un siniestro. En ese sentido,
el seguro da la posibilidad de convertir la incertidumbre en certidumbre, porque hay
garantía de que se cuenta con satisfactores económicos para cubrir una posible
necesidad. Existen otros procedimientos de precaución que se podrían programar con
relación al futuro: el ahorro privado. Pero, por muy ordenado que se fuera en ese
sentido, siempre será menos oneroso y más práctico prever un riesgo mediante la
institución del seguro, fundamentado en cálculos científicos y técnicos.
219 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

El negocio del seguro cubre un campo muy vasto de la actividad humana. De ahí
que no exista únicamente como vehículo protector de la persona, sino también de su
patrimonio, de su actividad social en general. Cuando se explota una industria, un
comercio o se tiene pendiente el cumplimiento de obligacio nes, se está sujeto a
riesgos: incendios, robos, explosiones maliciosas, fracasos de negocios proyectados,
etcétera, cuyos efectos se pueden prever mediante el seguro explotado en forma
empresarial; o sea como industria importante de la actividad económica. Por eso se ha
dicho que:
"En un sentido amplio, y siendo el seguro un medio eficaz de luchar contra el azar venciéndolo cuando ello es
posible, mitigando sus efectos cuando ello es inalcanzable, podemos fácilmente concluir que el profundo
cambio experimentado por el mundo en los últimos cincuenta años, en todas las ramas de la civilización
industrial no hubiese revestido el carácter de celeridad con que le conocemos, de no haber estado la institución
del seguro siempre pronta a prever y evitar riesgos que tal cambio llevó consigo" 1

2. ORIGEN DEL SEGURO

Al tratar del desarrollo histórico del Derecho Mercantil, hemos dicho que a los
riesgos se les atribuye la paternidad de un acto jurídico llamado préstamo a la gruesa
aventura, el que más tarde fue perfeccionado por los romanos con el nombre latino de
Nauticum Foenus, y que servía para garantizar el comercio marítimo por el Mar
Mediterráneo. Un prestamista celebraba un contrato proporcionando dinero u otros
bienes a un comerciante viajero, quien a su vez adquiría la obligación de pagar, tanto
el capital como los intereses, si el viaje llegaba a feliz destino. El contrato tenia la
calidad de aleatorio porque sus efectos dependían de un hecho futuro e incierto, con
algunas características similares a lo que hoy conocemos como contrato de seguro. Si
damos un paso
histórico rnás extenso, encontramos en la Edad Media, y siempre dentro del comercio
marítimo, funcionó el seguro dentro de los gremios de comerciantes, el que después se
fue extendiendo a la actividad económica terrestre. En todo caso, como dice Jean
Halperin, ha sido el desarrollo capitalista el que más ha incidido en la conformación
del seguro, particularmente en el campo del seguro privado o comercial. 33 En la
actualidad, el seguro es una institución que cubre una gran variedad de renglones de
la actividad social y su mayor o menor cobertura, cualquiera sea la organización
política del Estado, depende en gran parte de su desarrollo económico y social.

33 Lns Seguros en el Régimen Capitalista, p. 135.

1 Hugo Mármol Marquis, El Seguro de Vida, p. 17.


220 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
3. SEGURO SOCIAL Y SEGURO COMERCIAL

El seguro social o seguro público se remonta a la Alemania de Bismarck (1881),


cuando el Estado decidió hacerse cargo de cubrir los riesgos provenien tes de la
enfermedad y vejez de los trabajadores. Sumado a ese hecho significa tivo, la
especulación teórica sobre un nuevo derecho social, protector del sector laboral ,
contribuyo a que se desarrollaran programas de seguridad social a cargo del Estado,
cuya cobertura depende de la organización y de los fondos monetarios con que se
cuente para llevarla a cabo. Hay países, por ejemplo, en donde existe seguro de
desempleo como parte del seguro social; o sea que se principio por cubrir los
infortunios provenientes del trabajo, para irse extendiendo hacia otros problemas que
afectan al asegurado: enfermedad común, maternidad, pensiones a los familiares que
dependen del asegurado fallecido, jubilación, etc. Con similar efecto, pero atendiendo
a motivos diferentes, el seguro comercial responde a intereses privados. Un
comerciante de seguros —regularmente sociedades anónimas — explota la contratación
del seguro prestando un servicio con el fin de obtener una ganancia; el asegu rado, a su
vez, es libre de tomar un seguro, según le convenga o no a sus particulares intereses.
Luego entonces, el seguro social o público y el seguro comercial, parten de
concepciones diferentes. No obstante, el seguro comercial no esta fuera del alcance del
control del Estado, ya que dada su importancia y el impacto que tiene en la economía
de un país, el poder público se provee de mecanismos para vigilar el desenvolvimiento
empresarial del sujeto asegurador, buscando proteger los intereses de terceros
asegurados.
¿Cuál es la diferencia entonces entre el seguro social y seguro comercial? En
principio, que el primero se instituye en interés público y social para proteger,
mediante la previsión, al sector trabajador de la industria, el comercio, la agricultura
o la administración pública en general, sobre base de ser obligatorio y sostenido
mediante cuotas que pagan los trabajadores y patronos, sin ninguna finalidad
lucrativa para el sujeto asegurador. El seguro comercial en cambio, es un negocio de
derecho privado, cuyo surgimiento se basa en la autonomía de la voluntad contractual
de las partes y con una finalidad lucrativa para el asegurador.
Con relación al seguro privado debemos señalar dos hechos importa ntes para
evitar confusiones conceptuales: primero, que hay países en donde el seguro
comercial está estatizado y sigue siendo comercial, porque a la par se desarrolla
también el seguro social; y segundo, que hay seguros que pueden ser obligatorios sin
ser públicos; son contratados con aseguradores privados; tal es el caso del seguro del
automovilista. De manera que los criterios de diferenciación tienen sus excepciones.
En radical instancia, la distinción entre el seguro social y el seguro comercial debemo s
encontrarla en la filosofía que informa a cada uno de ellos: el seguro social se
establece en interés no lucrativo de las partes; mientras que el privado es un negocio
jurídico en interés lucrativo del asegurador. En Guatemala el seguro social se presta a
René Arturo Villegas Lara 221

través del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social; y el seguro comercial por


medio de sociedades anónimas organizadas para el efecto.

4. FUNDAMENTOS TÉCNICOS DEL SEGURO

Un programa de seguro, tanto a nivel público como privado, no es una aventura


administrativa o comercial. Para que sea factible asumir riesgos por cuenta de otro, es
necesario un estudio previo de los factores que pueden hacer viable o exitosa a la
empresa, usando cálculos aduanales certeros. Para ello existe la ciencia actuarial y sus
profesionales específicos, quienes fundamentan sus estudios en la matemática y la
estadística y aplican los principios de la probabilidad matemática y la ley de los
grandes números, con el fin de arribar a conclusiones aceptables sobre la factibilidad
de un proyecto que contemple riesgos asegurables. Determinar los riesgos a que están
expuestas las personas o sus bienes, los siniestros que suceden en un período
determinado, la cantidad de personas o bienes que pueden asegurarse contra esos
riesgos y el costo general del programa, hace que el actuario indique la procedencia o
improcedencia de que funcione un programa de seguro, basándose en las leyes antes
indicadas. Este calculo actuarial vale tanto para el seguro social como para el seguro
comercial: en el primero, para garantizar su funcionamiento; y en el segundo, tanto
para el funcionamiento, como para la utilidad que persigue el asegurador. En otras
palabras, el seguro se fundamenta en el cálculo científico, que sumado a una correcta
administración, posibilita sus resultados como política social de un Estado o como
negocio mercantil.

5. SEGURO Y MUTUALISMO

En el extenso campo de la previsión se dan las llamadas asociaciones mutualistas,


que en cierta medida cumplen la finalidad del seguro público o del comerc ial, aunque
en forma muy limitada. Regularmente son asociaciones gremiales y se organizan con
base en afinidades profesionales o de oficios en general. Se caracterizan porque quienes
pertenecen a la asociación son asegurados y aseguradores ai mismo tiempo. Por
ejemplo: se fúñela; una asociación mutualista de maestros. Cada asociado paga una
cuota mínima para el sostenimiento ordinario de la asociación. Cuando fallece un
miembro, a cada asociado se le cobra una cuota nivelada, mayor que la ordinaria, a la
que se le denomina "llamamiento": la que integra una suma total-qúe es entregada a los
beneficiarios que el asociado haya designado o a sus herederos legales. Su finalidad es
cubrir necesidades con motivo de la muerte, y se dice que sus miembros son
aseguradores-asegurados, porque mientras vivan tienen la primera calidad, y al
fallecer, pasan a tener la segunda. En el fondo evitan el seguro comercial y tratan de
222 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
llenar los vacíos de una incipiente cobertura de seguridad social. Sin embargo, creemos
que estas asociaciones no tendrían razón de ser si el seguro social fuera lo
suficientemente amplio como para anular la necesidad de organizar tales asociaciones.
En Guatemala funcionan, para poner algunos ejemplos, el Auxilio Postumo del
Empleado de Salud, la Asociación Mutualista de Abogados y Notarios, la Asociación
Mutualista del Gremio Obrero, entre otras. En todo caso, observemos que la intención
de las mutualistas es aminorar los problemas económicos que provienen como
consecuencia de la muerte, aunque podrían cubrir otros riesgos, según los planes de
cada asociación.
SEGUNDA PARTE
CONCEPTOS FUNDAMENTALES
DEL CONTRATO DE SEGURO

En el contrato de seguro se dan una serie de elementos que son comunes a las
distintas formas en que puede presentarse esta figura: como seguro de daños
(incendio, de responsabilidad civil, de automóvil, etc.) o como seguro de personas (de
vida, de accidentes y de enfermedad). La idea de este capítulo, entonces, es explicar lo
que es general a cualquier manifestación del contrato, de m anera que al estudiar cada
seguro en particular, no tengamos que repetir los conceptos que son valederos para
todos ellos. Por otro lado, esta es la sistemática que sigue el Código de comercio.

1. CONCEPTO

Tanto los tratadistas del Derecho mercantil, rama a l a cual pertenece el estudio
del contrato de seguro, como del Derecho civil, han formulado conceptos sobre este
contrato y todos coinciden en los elementos esenciales. Vivante, por ejemplo, dice:
"Es un contrato por el cual una empresa se obliga a pagar determinada suma cuando ocurra un evento fortuito,
mediante una prima, calculada según la probabilidad de que el evento suceda" 34 Gella afirma:
"Que el contrato de seguro es aquel por el cual una persona se obliga., mediante cierta retribución, a entregar a
otra una suma fijada o a indemnizarle de unos daños sufridos para el caso de que determinado riesgo, previsto
en el contrato, se realice"35 Para los profesores Mazeaud, el contrato de seguro se
conceptúa como
aquel:
"...por el cual una de las partes, el asegurador, toma a su cargo mediante el pago de una prima o cuota, un riesgo
cuya realización amenaza a la otra parte, el asegurado".36
Por último, y por considerarlo bastante completo, citamos el del autor español
Garrido y Comas, quien dice:

34 César Vivante, El Contrato de Seguro, citado por Hugo Mármol M., ob. Cit, p. 22.
35 Agustín Vicente Gella, Curso de Derecho Mercantil Comparado, citado por Hugo Mármol M., ob. Cit,
p. 21.
36 Ucciones de Derecho Civil, Tomo 12, p. 512.
René Arturo Villegas Lara 223

"Por el contrato de seguro el asegurador se obliga, mediante la percepción de una cuota o prima, a realizar la
prestación convenida, al asegurado o a los beneficiarios por el designados, de producirse la eventualidad
prevista en el contrato relativa a la persona o bienes del asegurado".4
Conforme al Derecho guatemalteco podemos dar un concepto del contra to de
seguro tomando en cuenta lo establecido en los artículos 874 y 875 del Código de
comercio, en concordancia con la Ley de Empresas Aseguradoras, Decret o Ley 473. Este
concepto, que pretende comprender, tanto el seguro de daños como el de personas,
delimita también la categoría del sujeto asegurador, dados los diferentes sistemas
legislativos existentes:
"Por el contrato de seguro, el asegurador, que deberá ser una sociedad anónima organizada conforme la ley
guatemalteca, se obliga a resarcir un daño o a pagar una suma de dinero al ocurrir el riesgo previsto en el
contrato, a cambio de la prima que se obliga a pagar el asegurado o el tomador del seguro".

2.NATURALEZA JURÍDICA

Por considerar que son las más importantes, referimos únicamente tres ideas
doctrinarias que pretenden justificar la naturaleza del contrato de seguro, así:
a) Teoría de la indemnización. Según esta concepción, el seguro es una institución
que tiene por objeto reparar o atenuar las consecuencias de un acontecimiento
eventual e imprevisto. Se le critica a esta teoría que la reparación de un daño o su
atenuación, sólo puede referirse al siniestro que ocurra en la esfera patrimonial de
las personas aseguradas; pero, no puede decirse lo mismo del seguro personal, ya
que la integridad física no es un bien sujeto a daños que puedan cuantificarse en
términos indemnizatorios;
b) Teoría de la necesidad. El fundamento del seguro, según esta teoría, consiste en
que es un recurso por medio del cual un gran número de existencias económicas
amenazadas por peligros análogos, se organizan para atender mutuamente
posibles necesidades tasables y fortuitas de dine ro. Esta teoría, más que explicar
al contrato de seguro, apunta hacia una justificación del seguro como institución,
ya que señala los elementos que lo justifican: la necesidad, la mutualidad, la
pluralidad de existencias económicas (cantidad de asegurados ) y la analogía de
peligros. Sin embargo, en el supuesto de que aplicáramos esta teoría al contrato de
seguro y dijéramos que éste se funda en la posibilidad de satisfacer necesidades
económicas futuras, ella no encajaría como causa general del contrato, y a que una
persona puede tomar un seguro, con la «seguridad» de que esa necesidad futura
no la va a experimentar porque tiene solvencia patrimonial suficiente; y c) Teoría
de la previsión. En nuestro criterio es la más acertada: cuando se contrata un
seguróse esta previendo minimizar las consecuencias de un hecho que, como
riesgo, motiva el contrato de seguro. Independientemente de otras
consideraciones, quien celebra un contrato de seguro, como asegurado o tomador,

4 El Contrato de Seguros, p. 23.


224 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
lo hace como persona previsora que quiere trasladar a otra, el asegurador, las
consecuencias parciales o totales de una eventualidad futura; o sea el riesgo
convertido en siniestro.

3. CARACTERES

a) Es un contrato principal y típicamente mercantil;


b) Es bilateral;
c) Es consensúa!, porque se perfecciona e n el momento en que las partes se ponen
de acuerdo en celebrarlo, lo que se presume cuando el asegurado recibe la
aceptación del asegurador para concertar la relación contractual, sin supeditarlo
al pago de la prima inicial o entrega de la póliza (Arto. 88 2 del Código de
comercio). En otras legislaciones el contrato de seguro es calificado como real y
formal, porque si no se paga la prima y se extiende la póliza, no hay contrato;
d) Es oneroso, no sólo porque las partes se gravan recíprocamente, sino por su
misma naturaleza mercantil;
c) Es aleatorio porque las partes someten la posibilidad contractual de obtener una
ventaja a un suceso futuro e incierto; o sea que depende del azar. Por esta
característica es que un contrato de seguro no puede adolecer de lesión, ya que
la desigualdad en las prestaciones es un riesgo propio de este tipo de contratos.
Por otro lado, debe aclararse que, aun cuando el cálculo actuarial sea cada día
más técnico y más certero, que el seguro sea m negocio seguro, porque los
aseguradores casi eliminan la posibilidad de perder, distribuyendo las
indemnizaciones o sumas pagadas entre un gran numero de sujetos asegurados,
esto no le quita al contrato su carácter aleatorio. El negocio del seguro, juzgado
cmpresarialmente, puede no ser aleatori o; pero el contrato en particular, si lo es;
f) Es un contrato de tracto sucesivo;
g) Es un contrato por adhesión. El contrato de seguro se formaliza por escrito en un
documento llamado póliza, cuyas cláusulas generalmente son impuestas por el
asegurador, previa aceptación de la Superintendencia de Bancos. En otras
palabras, quien contrata un seguro no puede discutir esas cláusulas generales ya
impresas, las que pretenden uniformar el régimen contractual según el ramo de
que se trate, con una técnica de formulaci ón que es propia de este contrato. Lo
importante en todo caso es la intervención que el Estado debe tener en la
redacción de las pólizas para evitar cláusulas leoninas que perjudiquen al posible
asegurado. De ello se preocupa también el Código de comercio cuando estipula
reglas para interpretar los contratos redactados mediante formularios, que es el
caso de seguro comercial. Por otro lado, las disposiciones legales que en materia
de seguros se encuentran en el Código de comercio, protegen los derechos del
asegurado y tienen carácter imperativo; y ninguna póliza podría hacerlos
René Arturo Villegas Lara 225

nugatorios, salvo que la misma ley admita pacto en contrario (Arto. 876 del
Código de comercio); y
h) Es un contrato que debe concertarse de buena fe. Esta característica del contrato
de seguro, como bien asienta el profesor guatemalteco Edmundo Vásquez
Martínez, es elemento importante en cualquier contrato. Pero.,'"se insiste en
señalarlo con particularidad en este negocio, porque tanto el asegurador como el
asegurado deben manifestar su voluntad basados erija mas estricta buena fe, tanto
en la celebración del contrato, como durante'-'su período de vigencia. Recordemos
que el seguro, para el asegurado, representa la posibilidad d e una ventaja p
atrimonial. S i falta a 1 a m ás mínima o bligación de veracidad, el contrato puede
anularse o rescindirse, según el caso. De todas maneras, conducirse con estricto
apego a la buena fe es obligación del asegurado, del tomador del seguro y del
asegurador; así como de otros sujetos relacionados con e l mismo.

4. ELEMENTOS

Dentro de los elementos del contrato de seguro vamos a estudiar los de naturaleza personal,
objetiva y formal.

4.1 PERSONALES

a) Asegurador. Es la persona jurídica que en forma de sociedad anónima y


organizada al tenor de la ley guatemalteca, se encuentra debidamente autoriza da
para dedicarse al negocio del seguro. En Guatemala no puede fungir como
asegurador una persona individual, ni las sociedades organizadas conforme al
derecho extranjero. Las sociedades anónimas son las únicas que pueden fungir
como tales; y para iniciar sus actividades se someten al previo control de la
Superintendencia de Bancos, en cuanto a las bases técnicas de sus pl anes, tarifas,
pólizas, etc., manteniéndose un control permanente sobre estas sociedades por
parte de la dependencia citada. Además, la Ley de Empresas Aseguradoras,
estipula con amplitud los requerimientos que debe cubrir el asegurador, y exige
mínimos de capital pagado que van mucho más allá de los previstos para las
sociedades anónimas ordinarias. Por ejemplo, si la sociedad cubre el seguro de
daños, su capital deberá ser de Q3,000,000.00; si cubre el seguro de personas, la
cantidad de Q3,000,000.00; para otros seguros, Q2,000,000.00. Ahora bien, si se
ofrece una cobertura en todos los ramos, el capital deberá ser de Q8,000,000.00.
Además, deben tener un capital complementario del 25% del capital pagado, el
que debe manejarse como reserva de capital, con destino a cubrir el déficit de la
sociedad, si lo hubiere.
El asegurador regularmente actúa por medio de su personal auxiliar para la
celebración de los contratos de seguro; a este personal se le conoce como “agentes
226 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
de seguros” o “agentes vendedores de seguros”. La categoría de estos agentes es
la de ser auxiliares del comerciante; pero, dada la especiali dad de su trabajo, su
función esta sujeta a las disposiciones del Código de comercio en materia de
auxiliares del comerciante, así como al Decreto Gubernativo No. 1543 y Acuerdo
Gubernativo del 27 de marzo de 1957. Puede darse el caso también de que la
función de concertar contratos de seguros en nombre de un principal, la
desempeñe una sociedad mercantil, tal como se observa en la práctica comercial
de Guatemala, resultando un comerciante social principal, actuando como auxiliar
independiente de otro comerciante principal. En cuanto al agente auxiliar de
seguros, necesita autorización o licencia de la Superintendencia de Bancos para
trabajar en ese ramo;
b) solicitante. Se le llama así a la persona que en forma directa contrata el seguro, ya
sea por su cuenta o por la de un tercero determinado o dcterminable que traslada
los riesgos al asegurador. Si este solicitante es a! propio tiempo el interesado en
trasladar el riesgo, se confunde con el sujeto asegurado, de lo contrario, el
solicitante actúa en representación de otro, que viene a ser el sujeto asegurado
(Arto. 875 del Código de comercio);
c) Asegurada. Nuestra ley define al asegurado como la persona interesa da en la
traslación de los riesgos. El asegurado en si, es el sujeto sometido a la posibilidad
de experimentar la eventualidad (riesgo) que actúa como motivo del contrato;
eventualidad que puede afectar su integridad física o bien su esfera patrimonial
(inciso 3o. Arto. 875 del Código de comercio); y
d) Beneficiario. Cuando el riesgo se hace realidad (siniestro), se produce el efecto
principal del seguro: obtener el beneficio previsto en la póliza como obligación del
asegurador. Entonces, beneficiario es la persona o personas que van a recibir ese
producto (Arto. 875 inciso 4o. del Código de comercio).
En relación con los elementos personales y observando el contenido del artículo
875 que hemos venido citando, una misma persona puede desempe ñarse como
solicitante, asegurado y beneficiario. Y también puede ser que esas calidades la tengan
diferentes personas por un mismo contrato.

4.2 OBJETIVOS

Consideramos como elementos objetivos del contrato de seguro: el riesgo y la


prima. Estos temas expondremos a continuación.

4.2.1 EL RIESGO

Nuestro Código de comercio define al riesgo como la eventualidad de todo caso


fortuito que pueda provocar la pérdida prevista en la póliza (Arto. 875 inciso 6o.).
Establecer un concepto preciso de lo que debe entenderse como riesgo, en forma
René Arturo Villegas Lara 227

genérica, es sumamente difícil. Que el riesgo cause daño, provecho o que sea
lamentable, son criterios que pueden confundir al momento de querer delimitar este
concepto. Vamos a tratar de introducir claridad con relación a este tema: el riesgo es e l
principal objeto del contrato de seguro y consiste, como lo dice nuestro Código de
comercio, en una eventualidad; es un hecho de naturaleza jurídica que puede o no
suceder en el futuro de una persona asegurada. Lo anterior quiere decir que, para
conformar el concepto de riesgo, debemos movernos dentro de la ciencia del seguro y
de la legislación, sin recurrir a otro tipo de valoraciones. Asimismo, es necesario
establecer la interdependencia conceptual entre riesgo y siniestro. Siniestro es la
ocurrencia del riesgo asegurado (Arto. 875 inciso 7o.) Una persona asegura su vehículo
contra robo. El riesgo es la eventualidad de que se lo roben o no. Ocurre que si se lo
roban, entonces se ha dado el siniestro. Ahora bien, otra persona contrata un seguro
dotal para que si sobrevive después de sesenta años, el asegurador le pague una
pensión mensual mientras siga viviendo. En el caso del vehículo, el hecho es
deplorable, es lamentable; en el seguro dotal es un
228 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

acontecimiento feliz: seguir viviendo. ¿Qué es lo que queremos decir con los
ejemplos anteriores? Que los conceptos de riesgo y siniestro, para los efectos del
contrato de seguro, son categorías jurídicas que deben aceptarse como tales,
independientemente de su impacto negativo o positivo. El riesgo es un hec ho que
puede o no suceder; es independiente de que su efecto sea favorable o desfavorable, ya
que de todos modos provoca el cumplimiento de la obliga ción del asegurador; y el
siniestro, es el riesgo en acto, en la realidad. Lo que se previo en el contrato de seguro,
sucedió; como consecuencia, el asegurador debe cumplir sus obligaciones.
El riesgo para que sea objeto del seguro, debe reunir una serie de requisitos
establecidos por la doctrina y la legislación. Estos requisitos son los siguientes:
a) Posible. Un riesgo asegurable debe ser posible. No puede admitirse como tal una
eventualidad que no estuviera dentro de un margen de posibilidad de suceder.
¿Podríamos asegurarnos contra los daños que causaría el riesgo de que el sol ya no
diera calor? No, porque seria un riesgo imposible de darse en un plazo
racionalmente inmediato.
b) Incierta. Las eventualidades ciertas no pueden tomarse como riesgos. Si el
acontecimiento previsto como riesgo tiene necesariamente que suceder, no puede
ser objeto de seguro, ya que perdería su carácter de aleatoriedad. Sin embargo, la
excepción a esta característica ocurre en el seguro de vida, ya que el hecho natural
de morir es un fenómeno de ocurrencia cierta; no se puede evitar. Pero, en este
caso la incertidumbre no se aplica al hecho de morir; sino al cuando se va a morir.
Lo incierto es la duración de la vida del asegurado.
c) Futuro. En el sentido que los riesgos que se trasladan son los que se corren en el
futuro. Debe ser un acontecimiento que puede o no suceder a partir del acto
contractual. En este aspecto, al estudiar el artículo 906 del Código de comerci o, no
debemos couiunuimos cit bu interpretación, ya que aun cuando e 1 contrato es n
ulo s i al celebrarse y a o currió e 1 s iniestro, e sa n ulidad no opera si las partes
consideran de mutuo acuerdo que el riesgo sigue existiendo. Después
comentaremos el desorden interpretativo a que induce este artículo.
d) Sujeto a interés. Un aspecto importante en cuanto al riesgo es que esa eventualidad
futura debe ser un acontecimiento en el cual se tenga inte rés en que no suceda. El
interés asegurable, muy manifiesto en el seguro de daños y menos en el de
personas, aunque siempre existente, consiste en el propósito de que el riesgo no se
convierta en siniestro. Si el asegurado desea que la eventualidad suceda, se
desnaturaliza el contrato de seguro y la misma buena
fe que la fundamenta —ubérrima fidei contractus— dice el maestro Garríguez 5 ,
porque en tal caso el mismo asegurado tendría interés en provocar el siniestro
para cobrar la suma asegurada.

4.2.2 L A PRIMA
René Arturo Villegas Lara 229

Nuestro Código de comercio define a la prima como "la retribución o precio del
seguro". (Arto.875, inciso 5o.). Más explícitamente podemos decir que la primera es la
cantidad que paga el tomador del seguro o el asegurado, al asegurador, en carácter d e
contraprestación a la eventual obligación de éste, de pagar la suma asegurada si
ocurre el siniestro. El valor que se le atribuye a la prima está sujeta a una serie de
previsiones técnicas por parte del asegurador, de tal manera que su cobro resulte
rentable. Y aun cuando la prima se establece para cada contrato en particular,
atendiendo al valor de la cosa asegurada, los riesgos a que está expuesta, la mayor o
menor posibilidad que ocurran los siniestros o la edad del asegurado, por ejemplo,
siempre se hace el cálculo sobre la base de planes generales cuya flexibilidad sé va
ajustando a cada situación en particular.
La prima como elemento objetivo del contrato de seguro, se sujeta a los
siguientes principios:
a) Principio de predeterminación. La prima como precio del seguro no es un valor
que deba discutirse en cada contrato que se celebre. Como elemento esencial, ha
sido sometido a un estudio técnico que permite al asegurador saber cuánto debe
exigir en determinado seguro tomando en cuenta los riesgos asegurados. En otras
palabras, la prima, en su valor, está predeterminadaPara cualquier contrato en
particular. El asegurador sabe de antemaño cuál es la prima que debe cobrar en
cada tipo de seguro, independientemente de cada contrato.
b) Principio de pago anticipado. De acuerdo a esta regla, el asegurado debe pagar la
prima al momento de celebrarse el contrato. Este principio lo desarrolla el
artículo 892 del Código de comercio, en el entendido que admite pacto en
contrario. Este pago anticipado se refiere al primer período del seguro o sea el
lapso por el cual se calcula la unidad de prima, que en caso de duda se considera
que es de un año. Por ejemplo: se asegura un vehículo por tres años. Por cada
año se fija una cantidad que el asegurado debe pagar y esa es la unidad de prima
que hará efectiva, salvo pacto en contrario, al

5 Curso de Derecho Mercantil, Tomo II, p. 257.


230 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo 111

iniciarse cada año. Un pacto en contrario sería que se permitiera cancelar el valor de
la unidad de prima mediante pagos parciales.
c) Principio de indivisibilidad. La prima se considera indivisible en su carácter de
obligación del asegurado. Ello quiere decir que su valor se adeuda en forma
total, aun en el caso de que el riesgo se haya cubierto únicamente durante una
parte del período. Si se asegura un toro semental, dentro del seguro agrícola y
ganadero, por un período de un año y por una prima de dos mil quetzales; y
resultara que el objeto asegurado viene a Guatemala cuando ya han pasado seis
meses de ese año, el asegurado tendría que pagar la tot alidad de la prima por el
principio de indivisibilidad.
En cuanto a las clases de primas, este es un tema que no lo desarrollan
las legislaciones, ya que es materia propia de la técnica general del seguro.
Existen las siguientes:
a) Prima pura o teórica. Esta prima se le considera como el equivalente técnico del
riesgo que se traslada al asegurador; y se calcula sobre las bases de la ley de los
grandes números y el cálculo de las posibilidades, tomando en cuenta como
factores: los riesgos cubiertos; la ma yor o menor posibilidad de que ocurran los
siniestros; la suma asegurada; la duración del contrato; el valor del objeto
asegurado (en el seguro de daños) entre otros;
b) Prima bruta o de tarifa. Como el sujeto asegurador es un comerciante y celebra
contratos de seguro por medio de una empresa, el mantenimiento de ésta le
ocasiona costos de diversa naturaleza; y, por otro lado, debe prever también el
lucro a percibir. El costo proporcional del contrato y el margen de lucro que
obtiene el asegurador, se suman al valor de la prima pura o teórica y da como
resultado la prima bruta o de tarifa. Esta última es la que paga el asegurado;
c) Prima normal y sobre prima. Un contrato de seguro, con relación a un ramo
específico, esta planificado para cubrir riesgos ordinarios , calificados así por la
ley o por la tecnología del seguro. Por estos riesgos se paga una prima normal. Si
fuera de estos riesgos ordinarios, el asegurado desea que se le cubran otros
riesgos que se consideran extraordinarios, o más graves como dice el pr ofesor
Vásquez Martínez, 6 entonces debe pagar un precio mayor: una sobreprima;
d) Prima única y prima periódica. A la primera se le denomina así porque el
asegurado la paga de una vez; mientras que la periódica es la que se va
cancelando mediante pagos parciales; y
e) Prima inicial y sucesiva. Cuando el seguro cubre varios p eríodos, se le llama
prima inicial a laque se paga al comenzar el primer período; y sucesiva a la
que se paga en los subsiguientes.

4.3 FORMAL: LA PÓLIZA

El elemento formal del contrato de seguro es la póliza. En nuestro Derecho


6 Ob.Cit.. p. 721.
René Arturo Villegas Lara 231

podemos conceptuar la póliza como el documento pre -redactado que contiene el


contrato de seguro. A este respecto, recordemos de nuevo que si bien la póliza viene a
formalizar en definitiva dicho contrato, este se perfecciona antes de que se extienda
dicho documento, ya que es un negocio jurídico consensual que se puede probar por
otros medios: la confesión del asegurador de que acepta la proposición de contratar
un seguro; o bien por otro medio, siempre que hubiere principio de prueba por
escrito. Esta última podría ser la nota que el asegurador entrega al asegurado, en la
que le informa que su proposición de contratar ha sido aceptada (Artos. 882 y 888 del
Código de comercio). Lo anterior quiere decir que, previo a la entrega de la póliza, se
da una policitación contractual cuya particularidad es la de no conformar una
preparación del negocio, sino que es el negocio en si, representado en la solicitud para
contratar de parte del tomador del seguro o el asegurado mismo, hecha por si o por un
representante, usando formularios especiales que deben contener las estipulaciones
generales sobre las que se va a contratar. En esta solicitud el interesado en celebrar el
contrato declara con veracidad todos aquellos hechos que el asegurador debe conocer
para apreciar el riesgo o los riesgos que se van a trasladar y que influyen en los
alcances del seguro. Después viene la aceptación por parte del asegurador, la que
también se hace por escrito; y por último, se extiende la póliza.
La póliza es un documento impreso en sus estipulaciones generales, como
contrato por adhesión; de manera que los convenios particulares se escriben en los
espacios que el machote tiene previstos. Por otro lado, si se quie ren extender las
previsiones de las pólizas hacia otros ámbitos que surgen de la autonomía de la
voluntad, se pueden usar hojas adicionales para dejar constancia de cualquier pacto
no ordinario. Una particularidad de estos pactos es que su contenido o alca nce
jurídico prevalece sobre los pactos impresos. La póliza, como documento
prerredactado, debe ser aprobada previamente por la Superintendencia de Bancos.
Jurídicamente, un pacto adicional, para considerarlo como tal, no debe estar
prerredactado.
4.3.1 FUNCIONES DE LA PÓLIZA

La póliza cumple varias funciones con relación a las partes, siendo ellas, las
siguientes.
a) Función normativa. Por ser el documento que en definitiva contiene el contrato
de seguro, la póliza norma los derechos y obligaciones de las par tes, en
concordancia con las disposiciones del Código de comercio. La póliza no puede
contradecir las disposiciones imperativas de la ley;
b) Función determinativa. El contenido general y particular de cada contrato de
seguro se determina por el contenido de la póliza, según lo establecido, en forma
general, en el artículo 887 del Código de comercio;
c) Función traslativa. Como un contrato de seguro puede sufrir substitución en sus
elementos personales, la póliza sirve para trasladar las legitimaciones que se dan
232 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
en los sujetos de la relación jurídica; sirve para ceder la calidad de asegurado o
de asegurador;
d) Función probatoria. La póliza prueba la existencia de un contrato de seguro, con
la salvedad de que no es el único medio de convicción para ese efecto:
y
e) Función de título ejecutivo. Conforme el artículo 327 del Código Procesal Civil y
Mercantil, la póliza es un título ejecutivo. Pero, debemos distinguir dos
situaciones: para el asegurador, la póliza tiene esa calidad con el fin de poder
cobrar las primas que se le adeuden; y para el asegurado sólo la tendría si la
obligación del asegurador, en cuanto a la suma asegurada, es una cantidad fija,
tal como sucede en el seguro de personas. Para el seguro de daños se considera
que la póliza no es un título ejecutivo, porque primero tiene que establecerse el
valor objetivo del daño,que puede no llegar a la suma asegurada. Por ello es que
una acción pata icuamar un derecho indemniza- torio es un seguro de daños,
necesariamente debe plantearse en juicio suma rio, a menos que la cantidad por
reclamar se hubiere fijado de antemano; aunque esto último sería ilógico que se
diera porque iría en contra de los intereses del asegurado y del asegurador, y no
compaginaría con la teoría y práctica del seguro. En resumen, funcio na como
título ejecutivo en el seguro de personas; pero no en el seguro de daños.

43.2 CLASES DE PÓLIZAS

Aun cuando el título del artículo 888 del Código de comercio es defectuo so
dándole su verdadera interpretación, las pólizas pueden ser nominativas,
a la orden y al portador. En el seguro de personas la póliza, por la propia naturaleza
del contrato, tiene que ser nominativa. Y, para el seguro de daños, puede adoptar
cualesquiera de esas formas. La cesión de la póliza nominativa sólo puede hacerse con
el consentimiento del asegurador, ya que se supone que éste acepto contratar en razón
de factores personales. Debemos aclarar que esta clasificación sirve para viabilizar la
función traslativa de la póliza, con los mismos efectos estudiados en la unidad de
títulos de crédito; teniendo presente que ello no significa darle a este documento la
categoría de título de crédito.

4.3.3 REPOSICIÓN DE LA PÓLIZA

La póliza, debido a su carácter documental, puede extraviarse o destruirse. El


Código de comercio en sus artículos 890 y 891 establece los procedimientos para
obtener su reposición, aunque con una confusa redacción para poder saber cual es el
mecanismo de esos procedimientos. Si la póliza que se pierde o se destruye es a la
orden o al portador, la persona que se considere con derecho al seguro puede pedir al
asegurador o al juez del domicilio’ si el primero se negare, para que publique un
René Arturo Villegas Lara 233

aviso en el Diario Oficial y en otro de mayor circulación, haciendo saber que la póliza
cuyos datos se informan quedará sin valor alguno treinta días después de la
publicación, si ninguna otra se opuso a la petición. Transcurrido dicho plazo, el
asegurador está obligado ante quien justifique su derecho relacionado con el seguro,
aun cuando no exhiba la póliza. Lo anterior, que es el contenido del artículo 890, me
parece defectuoso, porque pareciera que se refiere a la reposición de una póliza que
cubre riesgos ya acaecidos, lo cual no necesariamente es así porque el hecho de la
pérdida o deterioro puede suceder aun cuando el si niestro no haya ocurrido y el
período del seguro esté corriendo. De manera que, debemos entender que la
reposición se hace por la destrucción o pérdida en cualquier lapso de vigencia del
contrato. Por otro lado, el artículo 891 establece la reposición de l a póliza nominativa
la que únicamente se hace con la participación del asegurador por la misma
naturaleza del título nominativo. En resumen de lo anterior, debemos decir que la
reposición de una póliza deteriorada o perdida, tiene la finalidad de proporci onar un
documento substituto; y hacia ese fin debió armarse el articulado de la ley; y no en la
forma en que se redactó, ya que un acto de publicidad substituye al elemento formal
del contrato, cuando debió indicarse expresamente la necesidad de una resolu ción
judicial que substituyera a la póliza "al portador" y la "ti la
234 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

orden". Consideramos que así debe entenderse el procedimiento de reposición


judicial a que se refiere el Código de comercio. .

5. EFECTOS DEL CONTRATO DE SEGURO

El contrato de seguro por su carácter bilateral, genera derechos y obligaciones


para las partes. En este subtítulo trataremos de separar lo que corres ponde a cada uno
de los sujetos que se relacionan con el contrato, principal mente las del asegurado y
del asegurador.

5.1 OBLIGACIONES DEL ASEGURADO

a) Obligación de pagar la prima. Ya establecimos que la prima es la contraprestación


de la obligación que adquiere el asegurador. Es obligación esencial del
asegurado, pues proviene de la misma conceptualización legal del contrato de
seguro (Arto.874). Su pago debe hacerse, salvo pacto en contrario, al momento de
celebrarse el contrato, en lo que se refiere al primer período del seguro;
b) Obligación de veracidad. Como el solicitante de un contrato de seguro puede ser
el mismo asegurado, en tal caso tiene la obligación de declarar conforme a la mas
estricta verdad el interrogatorio que por escrito le formule el asegurador y que se
refiere a hechos importantes que permiten apreciar el riesgo o los riesgos que va
a cubrir el seguro. Esta obligación se fundamenta en la buena fe y es sujeto de
ella el asegurador, el solicitante, el representante o quien actúe en interés de un
tercero (Artos. 880-881 del Código de comercio). Cuando se falte al cumplimiento
de esta obligación, puede resultar la terminación del contrato o bien que el pago
de la suma asegurada no se efectúe, según la oportunidad en que se verifique la
declaración inexacta, ya que la veracidad se exige en toda manifestación
relacionada con el contrato;
c) Obligación de comunicarla agravación del riesgo. El riesgo como objeto del
contrato de seguro se aprecia en su mayor o menor posibilidad de que ocurra,
atendiendo a circunstancias objetivas. En ese sentido, la agravación del riesgo
podemos interpretarla como la mayor posibilidad de que se convierta en
siniestro. O sea que hay nuevos hechos que afectan la relación contractual, sobre
todo en cuanto a las obligaciones eventuales del asegurador. Las agravaciones
deben ser esenciales para que generen la obligación y se consideren como tales:
1) Hechos que de haberse tomado en cuenta en la oportunidad en que se aprecio el
riesgo asegurado, se habría co.itFatado en términos diferentes;.*
y
2) Se presume que el asegurado conoce toda agravación que emane de actos u
omisiones que provengan de su cónyuge o descendientes que vivan con el. En
René Arturo Villegas Lara 235

resumen, cuando surge una agravación del riesgo, debe ser comunicada de
inmediato al asegurador en el día hábil siguiente a la fecha en que se conoce la
agravación (Arto. 894);
d) Obligación de atenuar el riesgo. En un contrato de seguro se puede establecer que el
contratante —entiéndase asegurado—tiene la obligación de atenuar el riesgo o
impedir que se agrave. Esto consiste en que deben tomarse todas aquellas
precauciones para que el siniestro no suceda. Si se asegura un toro semental contra
riesgo de muerte, se podría establecer la obligación de mantenerlo vacunado como
atenuación del riesgo. En otras palabras, atenuar el riesgo es adoptar una conducta
que posibilite su no conversión en siniestro. Esta obligación esta contenida en el
artículo 895, y aun cuando la ley se la asigna al contratante, se entiende que se
refiere al asegurado porque es este quien tiene interés en que el riesgo no suceda;
por lo mismo, es quien debe atenuarlo. Ahora bien, si no obstante existir la
obligación de atenuar el riesgo, el siniestro sucede por un acto de solidaridad
humana, el asegurado debe pagar la suma asegurada. Por ejemplo, si en un seguro
de transporte se fija una ruta determinad a, que tiene pocos accidentes topográficos
como para condicionar un accidente; y para transportar unas personas heridas a un
centro asistencial se viera obligado a cambiar de ruta, si sucediera el siniestro, se
tendría que pagar porque el cambio se debió a un acto de solidaridad humana, aun
cuando transitar por la ruta no prevista significó incumplir la obligación de atenuar
el riesgo (Arto. 904 del Código de comercio);
e) Obligación de avisar el siniestro. Acaecido el siniestro, el asegurador o el
beneficiario, en su caso, deben darle aviso del mismo al asegurador. El plazo para
rendirlo es de cinco días, salvo pacto en contrario o disposición diferente de la ley;
y se entiende que corre para aquel que sabe del derecho que a su favor se desprende
del contrato de seguro. Si un beneficiario ignora ser el favorecido de una suma
asegurada, el plazo no se contaría a partir de la fecha en que sucede el siniestro,
sino desde aquella en que tuvo conocimiento de su derecho (Arto. 896 del Código
de comercio); y
f) Obligación de informar las circunstancias en que acaeció el siniestro. La obligación
del asegurador de pagar la suma asegurada no es un hecho automático en la
mayoría de los contratos de seguros. El asegurador debe conocer en que
circunstancias sucedió el siniestro; de manera que pueda apreciar la objetividad del
daño o la posibilidad de subrogarse en los derechos del asegurado, con base en los
informes que se le dan. En esa virtud, es obligación del asegurado rendir tal
información, la que es también del beneficiario cuando fuere el caso (Arto. 896 del
Código de comercio).

5.2 D E RE C H O S D EL A S EG U R A D O
236 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

El principal derecho del asegurado, como consecuencia del contrato de seguro, es el


de recibir la suma asegurada a que se obligó pagar el asegurador en el caso de que ocurra
el siniestro. Este derecho nace del mismo concepto que nuestra ley da sobre el contrato de
seguro y de lo preceptuado en el artículo 901 del Código de comercio. Este derecho, salvo
pacto en contrario o disposición expresa de la ley, debe ser satisfecho tr einta días después
de que el asegurador ha recibido los documentos e informaciones que hacen exigible la
reclamación. La obligación del asegurador con respecto al derecho del asegurado, existe
por la celebración del contrato y no se puede pactar que deba s er reconocida por el
asegurador o comprobada en juicio, porque un acuerdo de esa naturaleza sería nulo de
pleno derecho. Esto se hace sobre la base de que la obligación del asegurador también
debe cumplirse de buena fe, sin someterla a términos caprichosos .

5.3 O B LI G A CI O N E S D EL A S EG U R A D O R

a) Obligación de pagar la suma asegurada. Esta obligación, en el seguro de daños, debe


determinarse en su cuantía según el valor objetivo del daño causado por el siniestro;
si el asegurado no está de acuerdo con el avalúo fijado por ei asegurador, se puede
dirimir ei conflicto en un juicio sumario para establecer judicialmente la suma a
pagar. Lo anterior ocurre en el caso de que el daño sea parcial; si fuere total, en
principio, se estaría a la suma asegurada, tomando en cuenta s iempre el valor del
objeto al momento del siniestro, con el fin de que no sea lucrativo para el asegurado.
En el caso del seguro de personas —muerte, accidente, enfermedad— las cantidades a
pagar están determinadas de antemano y no sujetas a valoración alg una (Arto. 901
del Código de comercio).
Como esta obligación proviene de un hecho: que el riesgo se dé en la realidad, la ley
establece que el asegurador responde de todo acontecimiento que presente
características de riesgo y cuyas consecuencias estén previstas, salvo los que han sido
expresamente excluidos del contrato o que por disposición de la ley son riesgos no
cubiertos (Arto. 898 del Código de comercio).
René Arturo Villegas Lara 237

Asimismo, el asegurador responde de esta obligación aun en el caso de que el


asegurado o las personas de quienes responde civilmente hayan actuado con
culpa en la ocasión del siniestro; e incluso, responde en casos de culpa grave,
salvo pacto en contrario. De lo que si no se responde, es de la actua ción de mala
fe, por caer dentro del campo doloso (Arto. 903 del Código de comercio); y
b) Obligación eventual de reducir la prima. Como el valor de la prima se fija, entre
otros parámetros, atendiendo a las circunstancias que pueden contribuir a que
el riesgo se materialice, si estas desa parecen o pierden importancia y así se
convino en el contrato, el asegurado tiene derecho a pedir que se le reduzca la
prima a pagar; y el asegurador la obligación de reducirla (Arto. 900 del Código
de comercio).

5.4 D E RE C H O S D EL A S EG U R A D O R

a) Su derecho principal es cobrar la p rima en 1 a forma q ue establece 1 a ley o'jél',


contrato. Por lo tanto, cualesquiera sea el seguro que se tenga, la póliza és ’ el
título que usa el asegurador para cobrar la prima en caso de cobro judicial;
y V.
b) Derecho de compensar o descontar de la indemnización las primas que se^le
adeuden o los prestamos que le haya hecho el asegurado sobre las pólizas:; esto
último sucede sobre todo en el seguro de vida, en donde el asegurado obtiene
préstamos sobre su póliza después de cierto tiempo de estar pagando las
primas. Otro tipo de relaciones obligacionales no pueden compensarse, salvo
pacto en contrario (Arto. 902 del Código de comercio).

5.5 O B LI G A CI Ó N RE CÍ P RO C A D E L A S PA R T E S

Las partes contratantes deben comunicarse un cambio en la dirección que


establecieron en la póliza para sus relaciones contractuales. De lo contra rio,
cualquier comunicación entre ellos se tiene por bien hecha en la dirección que
registra la póliza.

6. N U LI D A D , R E S CI SI Ó N Y R E D U C CI Ó N

El Código de comercio de Guatemala se caracteriza por agrupar en un mismo


título el problema de la nulidad, rescisión y reducción del contrato de seguro, con el
fin de que las normas no estén dispersas en todo el contenido
de la ley. Se trata pues, de fenómenos que afectan a todos los contratos de seguro, ya que
son temas regulados en la dogmática general de la institución.
238 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

6.1 NULIDAD

La nulidad es considerada como la ineficacia de un acto jurídico a consecuencia de


hechos como los siguientes: ilicitud de su objeto, falta de cumplimie nto de los requisitos
necesarios para su realización o cuando se da un vicio del consentimiento, entre otros. En
el caso del contrato de seguro, la nulidad está provista por los siguientes motivos:
a) Es sabido que el riesgo es una eventualidad. Si ese riesgo ha desaparecido o se ha
convertido en siniestro, no puede ser cubierto mediante un contrato de seguro; y si
se celebra bajo esas circunstancias, es nulo al tenor del artículo 906 del Código de
comercio. No obstante lo anterior, las partes pueden pactar ex presamente un seguro
contrariamente al supuesto básico de esa norma, si consideran que la cosa asegurada
aún se encuentra expuesta al riesgo previsto en el contrato. En este caso, se trata de
una eventualidad calificada como incertidumbre subjetiva o riesgo putativo1 según la
doctrina, ya que del conocimiento que las partes tenían sobre los factores que
inducen al negocio, depende la validez del mismo Si este pacto no existe y los hechos
se dan como dicta la norma, la nulidad es una consecuencia y las parte s no tienen
derecho a reclamarse sus prestaciones recíprocas. En este mismo artículo se
encuentra prevista la posibilidad de darle efecto retroactivo al contrato de seguro,
siempre y cuando ese efecto no vaya rnás allá de un año. Regularmente sucede esto
en el seguro de transporte marítimo, cuando el medio de transporte ya saiió dei
pucriu, conociéndose este c aso c OmO riesgo sobre buenas y ¡¡¡alas noticias, y
b) En el contrato de seguro de personas es nula toda cláusula que faculte al asegurador
a dar por terminado el contrato en forma anticipada.

6.2 R ES CI SI Ó N

Recordemos que la rescisión se define como un


"Proceso dirigido a hacer ineficaz un contrato válidamente celebrudo, obligatorio en

Riesgo putativo significa que el hecho previsto, por ser presente, no podría funcionar como riesgo: y
sin embargo se!c toma como tal.
condiciones normales, a causa de accidentes externos susceptibles de ocasionar un perjuicio económico
a alguno de los contratantes o a sus acreedores"1.
En tal sentido se orienta nuestro Código civil, al establecer en el artículo 1579, que:
"Los contratos válidamente celebrados, pendientes de cumplimiento, pueden 1
rescindirse por mutuo consentimiento o por declaración judici al en los casos que
establece este Código".
El Código de comercio de Guatemala norma, como hechos que provocan
la rescisión del contrato de seguro, los siguientes:
a) Los seguros de daños pueden rescindirse por el asegurador o por el asegurado,
anticipadamente y sin expresión de causa, avisándose con quince días de
René Arturo Villegas Lara 239
anticipación a la fecha en que va a darse por terminada la relación contractual.
Esta posibilidad no existe en el contrato de transporte por viaje, una vez se haya
iniciado. Asimismo, en el seguro de personas, la posibilidad de rescindir el
contrato no existe para el asegurador y si existe para el asegurado;
b) La persona que solicita un seguro para si o para un tercero, tiene la obligación de
ser veraz en sus declaraciones sobre el riesgo a asegurar. Si se viola esta
obligación, entonces aparece lo que se conoce como RETICENCIA: omisión o
inexacta declaración. Esta omisión o inexactitud, para que sea digna de tomarse en
cuenta, debe estar referida a hechos relacionados con la apreciación del riesgo
asegurado y que estén contemplados en el cuestionario que el asegurador presenta
al solicitante, tal como los conozca o deba conocer al momento de celebrar el
contrato. O sea que no se podría calificar de omisión o inexactitu d el no
manifestarse sobre un hecho sobre el cual no ha sido cuestionado o que no lo
conozca o deba conocer según sus circunstancias. No pedna acusarse de reticencia
a una persona que emitió declarar una enfermedad que nunca le ha sido
diagnosticada. ¿Qué sucede entonces si se da la inexacta declaración o la o misión
o reticencia? Que el asegurador puede dar por terminado el contrato, lo cual
constituye rescisión. ¿Cuando debe ejercitarse este derecho por parte del
asegurador? El párrafo segundo del artículo 908, que contiene este caso de
rescisión, establece que dentro del mes siguiente en que se conozca la omisión o
inexactitud. Entonces, si se conoce en noviembre ¿debe hacerse en diciembre? La
redacción defectuosa es evidente, d ebiéndose e ntender q ue e s e 1 mes que s igue
a la f echa. Transcu- rrido ese plazo, si no se hace la notificación, caduca el
derecho a invocarla.

8 Rafael de Pina, Elementos de Derecho Civil Mexicano, p. 383.


240Dada la reticencia, el asegurador, a título Derecho
de indemnización, tiene derecho
Mercantil Guatemalteco, Tomoa lllla
prima correspondiente al período en curso; ahora bi en, si el riesgo no se ha
comenzado a correr, sólo se tiene derecho a que se le reembolsen los gastos que
ocasionó la contratación;
c) Cuando el asegurado actúa de mala fe o con culpa grave, omitiendo circuns tancias
o declarando inexactitudes, aunque no infl uyen en la realización del siniestro, da
como resultado la facultad del asegurador de tener por rescindido el contrato. Ello
es así porque uno de los pilares fundamentales del seguro es la estricta
observancia de la buena fe; y
d) Por último, podemos considerar que el contrato de seguro también es ineficaz y
por lo mismo surte los efectos de una rescisión, el hecho de que, como
consecuencia de una declaración inexacta o una omisión, hecha de buena fe y sin
culpa grave, resulte un riesgo no asegurable, ya que e n este caso el asegurador
queda liberado de la obligación de pagar la suma asegurada y no el siniestro como
equivocadamente dice el Código en el artículo 909. Como limitación a la
posibilidad de rescindir un contrato de seguro, el Código establece en el ar tículo
910 que no procede la terminación en los siguientes casos:
1) Si el asegurado provocó la omisión o inexacta declaración. Por ejemplo, si sus
cuestionarios confunden al declarante u omiten interrogar sobre una
circunstancia especial para la apreciación del riesgo. En este sentido, la
jurisprudencia argentina se ha pronunciado por considerar injusta la
atribución de una omisión sobre hechos que el asegurador es quien debe
conocer —como técnico del seguro— para la apreciación del riesgo. 9
2) Si el asegurado conocía o debía conocer el hecho omitido o declarado
inexactamente. Este conocimiento debe provenir de cualquier persona que
participa en la policitación del contrato. Si el médico que reconoce ai
asegurado no diagnostica una enfermedad, actuando por parte de la
aseguradora, la terminación no procede.
3) Cuando el asegurador renuncie a impugnar el contrato por esta causa. En este
aspecto creemos que la ley olvidó que la reticencia o falsa declaración puede
provenir de dolo o culpa grave; entonces una renuncia a este efecto vendría a
contradecir el espíritu del contrato; creemos que en la práctica esto no tiene
razón de ser y que no existe asegurador que pactara semejante circunstancia.
4) Si se omite contestar alguna de las preguntas del asegurador, salvo que la
omisión signifique, según el cuestionario, tenerla por contestada en un
sentido que no corresponda a la verdad de los hechos;
e) Hay también una declaración de rescisión parcial; y sucede cuando son varios los
sujetos asegurados, las cosas o los riesgos cubiert os s i la declaración sólo pueda
afectar a uno de ellos, así será el efecto de la rescisión, a menos que el asegurado
pruebe que no los habría asegurado separadamente.

6.3 R ED U C CI Ó N

9 José Luis Amadeo. Ley de Seguros, pp. 9-10.


René Arturo Villegas Lara 241

Por reducción del contrato de seguro debe entenderse como la rebaja en el monto
de la suma asegurada a que se obligó a pagar el asegurador; y sucede en los casos que
establece la ley para balancear la correlación que existe entre prima y suma asegurada,
de manera que esta no resulte excesiva con relación a la primera. Dentro de los casos de
reducción encontramos los siguientes:
a) La suma asegurada se reduce para el asegurador cuando ha habido declaración
inexacta u omisión sin mala fe o culpa grave, si sucede el siniestro sin/íjúe se haya
notificado dentro del mes antes referido, siempre que el riesgo Sea asegurable no
obstante la declaración;
b) Como existe la obligación de comunicar la agravación del riesgo, su incumpli -
miento produce la reducción de la suma asegurada en la misma forma ijue se
estableció en el inciso anterior. Este mismo caso de reducción se daría si fueran
varias las personas o cosas aseguradas, si la agravación se refiere a una sola,
yaque SÓLO cubriría a las demás, si lees imposible demostrar que no las había
asegurado separadamente (Artos. 912-913); y
c) También hay posibilidad de reducir la suma asegurada si se omite dar el aviso del
siniestro dentro del termino que fija la ley (Arto.914). Pero la ley no es clara en
cuanto al monto de esa reducción, porque al remitir el artículo 896, prácticamente
no dice nada. Hubiese sido mejor establecer el monto de la reducción.
T ER C E R A P A RT E C O N T RA T O S D E S E G U R O D E D A Ñ O S

S EC CI Ó N P RI M E R A S EG U RO D E D A Ñ O S EN G E N E RA L

Al tratar de los temas introductorios del contrato de seguro, establecemos la


clasificación más aceptada del seguro comercial: seguro de daños y seguro de personas.
Existen diferentes tipos de daños que le pueden ocurrir a los bienes de una
persona. El mismo desarrollo de la civilización va determina ndo que se produzcan
diferentes objetos sobre los que las personas tienen interés en que no les suceda un
siniestro; ello condiciona la expectativa de riesgos de diversa naturaleza, influyendo las
condiciones geográficas, el desarrollo económico, etcétera. Pero, pese a la imaginación
que pueda tener el estudioso del seguro, tanto a nivel científico como de organización
empresarial, no es posible particularizarlos de manera ilimitada y estructurar normas
contractuales para cada caso. Por eso es que existe un seguro de daños en general cuya
función es prever cualquier daño de los no asignados a otros en especial: seguros de
incendio, transporte, responsabilidad civil, agrícola y ganadero y de automó vil. Con
esta fórmula, que es común en muchas legislaciones, se puede contratar un seguro de
daños provenientes de diversos riesgos. Por ejemplo, no es común en Guatemala la
caída de granizo. No existe un seguro específico para ese riesgo. Pero, un cultivador de
rosas del altiplano que quisiera garantizarse ante una eventualidad como esa, podría
contratar un seguro de dañes con base en la figura que estudiamos en este capítulo.
El seguro de daños, tanto general como específico, es un seguro de mera
indemnización, ya que su finalidad es proporcionar una reparación eco nómica que
compense
242
la pérdida ocasionada por el siniestro. EstaDerecho
indemnización puede consistir en
Mercantil Guatemalteco, Torno III
la entrega de una suma de dinero según los términos del contrato, lo que es más
corriente, o la reparación o substitución del objeto asegurado. En todo caso, el monto de
la indemnización nunca puede sobrepasar al valor real del daño causado en vista de que
este seguro no es fuente de enriquecimiento para el beneficiario. Este seguro está
regulado, del artículo 919 al 946 del Código de comercio.
LINTERES ASEGURABLE

Por su carácter general, cualquier interés económico que se tenga para que no se
produzca un siniestro, es material del seguro contra daños. Su finalidad es de
protección patrimonial y el objeto asegurado puede pertenecer a la persona interesada
en la traslación del riesgo o bien a un tercero; en el segundo caso, el propietario se
beneficiará con la indemnización después de que se le haya pagado al contratante del
seguro, así como restituirle las primas pagadas.

2. S EG U R O D O B L E O M Ú L T I P L E

Un mismo bien puede asegurarse con dos o más aseguradoras, por el mismo riesgo
e igual interés, lo que configura el seguro doble o múltiple. Si al ocurrir el siniestro
previsto se dieran las reclamaciones del asegurado, podría darse el caso de que la suma
de las indemnizaciones fuera mayor que el valor objetivo del daño causado, lo que
daría un resultado de enriquecimiento y no indemnización. A fin de evitar esas
consecuencias, la ley establece las siguientes normas:
a) La persona que contrate más de un seguro con relac ión a un mismo bien, riesgo e
interés, debe poner en conocimiento del asegurador la existencia de los otros
seguros, dentro de los cinco días siguientes a la celebración de cada contrato. Este
aviso debe darse por escrito e informar de las sumas aseguradas y nombres de los
aseguradores;
b) Si se contratan varios seguros sin que exista mala fe y el monto de las obligaciones
de los aseguradores excede el valor del interés asegurado, cada uno responderá
proporcionalmente según su respectivo contrato, hasta comple tar el valor total del
daño. El interés, entonces, tiene un valor económico y viene a s er el v alor del
seguro o valor real d el d año que causó e 1 siniestro, juzgado objetivamente al
momento de suceder; y
c) Habiendo varios seguros, un asegurador puede paga r el monto total del daño; en
esa circunstancia tiene derecho a repetir en contra de los demás asegurado res para
resarcirse de las cuotas proporcionales que les correspondía pagar. Si uno de los
seguros que integran el seguro doble o múltiple, se rige por el derecho extranjero,
el asegurador únicamente puede invocar o ejercitar el derecho de repetición si
prueba que la legislación que lo rige tiene contem plado el reparto proporcional.
3. V A L O R D E L S EG U R O Y S U M A A SE G U R A D A
René Arturo Villegas Lara 243

Al producirse el siniestro el asegurador hace un estudio del daño que se ha


causado, para cuantificarlo. No es al capricho de las partes que se fija la cuantía. Lo
que se juzga es el valor del interés asegurado al momento de suceder. Un cuadro de un
pintor famoso, por ejemplo, probablemente se le daría más valor según el número de
años que tenga o si fuera el que mejor expresa el estilo del artista. Ese valor que se le
da al bien con ocasión del daño, se le llama valor del seguro Ahora bien, determinar el
valor del seguro no significa que el asegurador deba pagar la cuantía fijada. Para pagar
la indemnización a que se comprometió deberá tomar en cuenta la suma asegurada, o
sea la cantidad límite hasta donde la sociedad aseguradora se obligó según el contrato.
La relación que se da entre el valor del seguro y suma asegurada, en cuanto a
expresiones monetarias, determina tres situaciones necesarias de conocer:
a) Sobreseguro. Sucedería en el caso de que la suma asegurada fuera mayor que el
valor del seguro o interés asegurado. Un inmueble cuy o valor es de Q20,000.00, se
asegura en Q45,000.00. Esta desproporción ñola permite la ley con base en que el
seguro no tiene un fin lucrativo para el asegurado;
b) Seguro pleno. Si el valor del seguro coincide con la suma asegurada, surge el
seguro pleno. Un bien cuyo valor o interés asegurado es de Q20.000.00 está
asegurado en Q20,000.00. Este caso es factible y no encuentra obstáculo legal.
Aclaramos, empero, que la indemnización no coincide exactamente si el daño fuera
total, porque a esa suma asegurada la sociedad aseguradora le hace los descuentos
que se acostumbran pactar en las pólizas, como sucede con el deducíale que upera
en los segurus ue automóvil, o sea ¡a suma que se descuenta del monto que tiene
que pagar el asegurador; y
c) Infraseguro. Esta relación se da cuando la suma asegurada es menor que el valor
del seguro. Por ejemplo, un bien que vale Q60,000.00 se asegura en Q30,000.00. A
este respecto, el tercer párrafo del artículo 933, dice:
"Salvo pacto en contrario, si la suma asegurada es inferior al interés asegurado, el
asegurador estará obligado a pagar una suma que esté en la misma relación,
respecto del monto del daño causado, que la que existe entre el valor asegurado y
el valor íntegro del interés asegurable".
Una de las recomendaciones que sugiere la metodología jurídica principal mente en
materia de formulación legal, es que las normas sean claras; que se entiendan. Si
leemos el párrafo transcrito, nos damos cuenta cuan difícil resulta
René Arturo Villegas Lara 244

su interpretación. Pero, tomando en cuenta el ejemplo anterior, creemos que su


sentido es el siguiente: si el bien asegurado en Q60,000.00, y se destruye totalmente,
el asegurador debe pagar Q30,000.00. Si se destruye o se daña en un valor de
Q40,000.00, ¿cuánto pagará? El problema lo resuelve la regla de tres:

Q 60,000.00 Q 30,000.00
Q 40,000.00 X

X =0 40.000.00 X O 30.000.00 Q
60,000.00

El resultado de esta multiplicación y división es: Q20,000.00. Esta es la cantidad


que tendría que pagar el asegurador.
A todo lo anterior debe agregarse que cuando ocurre un siniestro, si la
indemnización a pagar no llega a la suma asegurada, porque el valor del da|p es
menor, el seguro sigue vigente por el saldo de la suma asegurada. -/®; también, en el
caso del infraseguro, la doctrina considera que la persona interesada en la traslación
del riesgo es asegurador de si mismo, porque p,or su cuenta va a correr el fallante que
no le pagará el asegurador.
*■
•'V V*

4. INDEMNIZACIÓN

La indemnización que deba pagar el asegurador, como ya quedó expresado, es


el valor del interés asegurado o valor del seguro, siempre dentro del límite de la
suma asegurada y siguiendo las pautas de la póliza. Esta indemni zación comprende,
en primer lugar, el daño emergente que viene a ser el interés asegurado o valor del
seguro, apreciado en el momento del siniestro. Pero pueden asegurarse provechos
esperados o rendimientos probables, en donde la forma de fijar la cuantía del daño y
la posible indemnización, ya no se sujetan a un análisis objetivo, c omo en el daño
emergente, sino a una apreciación abstracta. Si se dejó de cumplir un contrato ya
celebrado, como resultado del siniestro, ese es un provecho esperado, porque el
asegurado no percibirá algo que tenía exactamente previsto. En cambio, una cose cha
sujeta a diversas expectativas, es un rendimiento probable, porque es difícil ser
exacto en el volumen o cantidad que se puede recolectar.
Con relación a este tema puede darse el caso de que un bien, sin mala fe de las
partes, es asegurado por una suma que va más allá de su valor real.
En este caso el seguro no es nulo; pero debe reducirse en cuanto a las obligaciones de
las partes. Al presentarse la solicitud, el asegurador bonifica al asegurado el excedente
de la prima pagada en cuanto al período que quede por transcurrir; y, como
consecuencia, se rebaja la suma asegurada.
Cuando se ha fijado un valor específico del bien, objeto del seguro, para los efectos
del resarcimiento del daño, es ese el que se toma en cuenta para la cuantía de la
René Arturo Villegas iMra 245
indemnización; pero si el asegurador prueba que al momento del siniestro ese valor
pactado excede en un veinte por ciento del valor real, su obligación se limita hasta ese
excedente.
La indemnización se le paga al beneficiario del seguro. Pero, como las cosas,
aseguradas pueden soportar gravámenes —hipotecas, prendas—, el acreedor está
legitimado de pleno derecho para recibir la indemnización hasta el monto de su
acreeduría. El pago que el asegurador haga a quien esté legitimado como beneficiario,
se tiene por bien hecho si no constan en las pólizas los gravámenes o no se le notificó la
existencia de los mismos.
Por último, cuando el asegurador paga la indemnización, se subroga en los
derechos y acciones que el asegurado tenga en contra de la persona autora del daño,
siempre que no se haya causado en forma intencional y que los autores sean el cónyuge,
los descendientes o ascendientes del asegurado, en cuyo caso no hay subrogación.

5. OBJETO Y RIESGO

El objeto asegurado puede estar individualizado o designarse en forma genérica.


Este objeto, no obstante estar asegurado, puede entrar en el tráfico jurídico, conforme el
siguiente régimen:
a) Si es enajenado, debe hacérsele saber al adquirenle la existencia del seguro al
momento de celebrar el acto o contrato; y al asegurador, dentro de los quince días
siguientes. El adquirente se subroga en los derechos y obligacio nes del enajenante,
pero le asiste el derecho de no continuar con el contrato;
b) Cuando el objeto asegurado es gravado, debe dársele noticia de ello al asegurador,
notificándole o anotándolo en la póliza, para que éste tenga posibilidad de
informar sobre cualquier circunstancia que modifique, rescinda o tenninc el
contrato, y que el acreedor pueda ejercitar los derechos del asegurado; y
c) El objeto asegurado al verse afectado por el siniestro, debe ser conservado en ei
estado en que se encuentre. El asegurado no puede variarlo sin el consentimiento
del asegurador, salvo que se trate de preservar un interés público o para evitar o
disminuir un daño.
En cuanto a los riesgos asegurables, salvo pacto en contrario y pagando una prima
especial, están excluidos y no se responde de daños causados por vicio propio del
objeto asegurado, terremoto, huracán, guerra extranjera, guerra civil, o causados por
personas que participen en huelgas, motines o alborotos populares. Si sucede el
siniestro, el asegurado tiene la obligación de evitar o disminuir el daño; y serán por
cuenta del asegurador los gastos que ocasionen las medidas que tome el asegurado en
cumplimiento de esa obligación, si n que puedan cargarse al monto de la
indemnización. Si existe infraseguro, los gastos los soportarán ambas partes.
6. NULIDAD, RESCISIÓN Y REDUCCIÓN
246 DEL SEGURO DE DAÑOS Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

El tema ha sido tratado en los conceptos generales del seguro. En este capítulo
sólo señalaremos en qué caso o casos se da cada uno de esos fenóme nos:
a) Nulidad: existe cuando se da el sobreseguro con dolo o mala fe;
b) Rescisión: se puede rescindir un contrato de seguro cuando se celebra ignorando la
existencia de otros seguros. Cuando se omi te intencionalmente dar el aviso de que
existe seguro doble o se contrata para obtener provechos ilícitos, los aseguradores
quedan liberados de sus obligaciones. También se rescinde si la cosa asegurada
desaparece por causas ajenas al contrato o si desapar ece el riesgo. Cuando el daño
no exige el pago total de la suma asegurada, se considera que hay una rescisión
parcial, ya que el seguro continua vigente por el saldo, salvo que se hubiere
pactado la rehabilitación automática, la que tiene como efecto de qu e el contrato
se reinicia en sus alcances originales; y
c) Reducción: la reducción se refiere a la disminución de las obligaciones del
asegurador y se puede dar en los siguientes casos: si el asegurador incumple su
obligación de atenuar o evitar que se agrave el riesgo; si el objeto asegurado
disminuye de valor substancial, sólo que en este caso la reducción se puede dar en
la prima o en la suma asegurada; y, cuando el asegurado entorpeced derecho del
asegurador para subrogarse y exigir el resarcimiento del daño.
SECCIÓN SEGUNDA SEGURO CONTRA INCENDIO

El seguro contra incendio tiene por objeto indemnizar el daño que sufre un bien,
debido a la acción del fuego. En el Derecho guatemalteco esta regulado del artículo
947 al 949 del Código de comercio, en donde se precisa lo que es propio de esta
modalidad del seguro de daños.
Al igual que otros seguros, el seguro de incendio ha surgido ante siniestros que
han dejado pérdidas considerables a las comunidades en donde han sucedido. Nos
recuerda la historia verdaderos desastres como el incendio de Chicag o (1871), en
donde se destruyeron 17,500 edificios; el de Boston (1871), con pérdidas que se
aproximaron a los 75,000 millones de dólares; el de Baltimore (1904), con destrucción
de 1,450 edificios. 1 En nuestro medio, suceden incendios de establecimientos
comerciales o de plantaciones agrícolas, ocasionando pérdidas que inciden en la
actividad económica o en intereses estrictamente particulares. Para prever esos
riesgos existe el seguro de incendio, que comprende la cobertura de daños
provenientes de explosión o rayo, ya sea por una práctica del negocio del seguro,
como sucede en Guatemala, o por disposición expresa de la ley, como ocurre en el
Derecho argentino.

1. RIESGOS CUBIERTOS
René Arturo Villegas Lara 247

Mediante este seguro se protege el daño material que ocasione un incendio o


principio de incendio, en los objetos detallados en la póliza; pero, la cobertura se
extiende a los daños provenientes de las medidas de salvamento y a la pérdida d.p
nbiptos asegurados aue desaparezcan durante el incendio, a no
r * - ™. .. j. *.. u í í

ser que se demuestre que la pérdida de estos es consecuencia de hurto o robo


(Arto.947). Por ejemplo, en un edificio asegurado contra incendio funciona un
establecimiento comercial que expende mercaderías electrónicas, compren didas
también como objeto asegu rado. Si sucediera el siniestro, la aseguradora tendría que
pagar el daño al edificio y a la empresa comercial, producido por el fuego, así como
los daños ocasionados por los bomberos en su acción de apagar el incendio. Pero si la
pérdida fue por robo o hurto cometido por personas que se aprovechan de la
confusión que siempre ocurre con un siniestro, de ello no responde la aseguradora.
En este aspecto es más certera la legislación argentina, ya que se responde del objeto
perdido sin entrar a discutir si fue o no por acto delictivo.

2. AGENTE CAUSAL DEL SINIESTRO

Lo que este seguro cubre, como ya se dijo, es el daño proveniente de un


incendio o principio de incendio, así como el que tiene como causal el rayo o una
explosión. En la doctrina se ha discutido lo que debe entenderse por incendio como
riesgo asegurable. Se exige, por ejemplo, que haya combustión; que el objeto
asegurado no esté destinado para usarse con fuego (una caldera, para citar un caso);
y, que el daño sea consecuencia del fuego. La delimitación conceptual de lo que es un
incendio se encuentra resuelta en nuestra legisla ción, pues hay una interpretación
auténtica en cuanto a lo que debe conside rarse por incendio o principio de incendio:
que haya combustión o llamas. Entonces, son las llamas las que causan el daño o las
pérdidas y no una sinigle relación con el calor. Por ejemplo, si una librería asegurada
tuviera de vecígó a una panadería y el calor del horno causara daños en los libros no
sería un daño cubierto. En otras palabras, el fuego debe abrasar el objeto dañado,
aunque, como ya se dijo, están cubiertos los que cause una medida.tfe salvamento,
que constituye un daño indirecto. >•£

3. CÁLCULO DE LA INDEMNIZACIÓN

Cuando sucede el siniestro previsto en el seguro de daños, se procede a


indemnizar al asegurado. Para determinar el monto ue la indemnización se toma en
cuenta lo establecido en el artículo 949 del Código de comercio, según sean los
distintos valores que sufrieron el daño:
248 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
a) Si se trata de mercaderías, productos naturales o semovientes, se pagará el
precio que dichos objetos tienen en el mercado al momento del siniestro. Por
ejemplo, si se destruye una bodega que contiene café, deberá indemnizarse el
valor por quintal en el mercado;
b) En el caso de edificios o construcciones similares, se pagará el valor de la
construcción, deduciendo el valor en que se haya demeritado como consecuen -
cia del fuego. Un edificio sufre daños en su estructura como consecuencia del
calor. Si el edificio antes del incendio tenía un valor de Q 50,000.00, y como
consecuencia del fuego sufrió daños o un demérito de Q 10,000.00, la
aseguradora debe pagar Q40,000.00, sin perjuicio de descuentos usuales, como el
deducible; y
c) En el caso de muebles, objetos de uso, instrumentos de trabajo, maquinaria y equipo,
se pagará el valor de la adquisición de objetos nuevos, con una equitativa deducción
del valor del demérito que pudieron haber sufrido por el incendio.

SECCIÓN TERCERA SEGURO DEL TRANSPORTE

En Guatemala el seguro de transporte tiene una cobertura mayor que la que se le


asigna en otros países, ya que con la vigencia del actual Código de comercio, se estableció
un seguro genérico que se aplica a cualquier vía de navegación: marítima, fluvial, a érea o
terrestre, dejando de insistir en la tradicional clasificación de este seguro que distingue,
principalmente, el seguro de transporte marítimo del seguro de transporte terrestre. Este
seguro tiene mucha práctica porque esta ligado al tráfico comercia l, sobre todo en el
ámbito internacional. Nuestro Código lo regula, del artículo 950 al 978, inclu sive. Su
función principal es cubrir los medios de transporte y a los efectos o cosas transportadas,
ante los riesgos a que se sujetan con motivo de la transportación.

i. R I ES G O S C U B I E RT O S

El seguro de transporte se considera que tiene una cobertura contra "todo riesgo" o
una "universalidad de riesgos" debido a la imposibilidad de precisar la cantidad de
hechos que pueden ser nominados como tales con motivo de la transportación. Sobre ese
criterio nuestro Código señala que este seguro abarca los riesgos del transporte, sin
especificarlos. No obstante, las pólizas, por un lado, excluyen aquellos que el asegurador
no desea asumir; y la ley, por el otro, específicame nte deja fuera de la cobertura, salvo
pacto en contrario, los daños o pérdidas que le sobrevengan a la cosa asegurada por vicio
propio, naturaleza perecedera, mermas, derrames o dispendios originados por ello; a
menos que estos hechos ocurran como consecu encia de un siniestro cubierto por el
René Arturo Villegas Lara 249

contrato y siempre que no exista convenio en contrario.


Cuando el objeto asegurado es el medio de transporte, se supone que en el esta
incluido cualquier objeto accesorio; y si este medio sufre un accidente, este se co nsidera
un siniestro ante el cual debe responder el asegurador, siempre y cuando así haya sido
previsto en el contrato. Pero, estos efectos contractuales admiten una disposición en
contrario, sobre todo en cuanto a determinados accidentes en especial. Se s upone que el
medio de transporte se encuentra bajo todos los efectos del contrato cuando se esta
usando para las labores de transporte o sea cuando está en ruta. Por eso la ley establece
que, si se encuentra en reposo, el asegurador sólo responde de daños provenientes de
incendio.
Al estudiar el riesgo como elemento del contrato de seguro, establecimos que una de
sus características es la de ser un hecho futuro e incierto. Pero, en este seguro ocurre algo
especial: por constituir una expectativa que la doctrina ha dado en llamar "sobre buenas o
maltis noticias", es factible celebrar un contrato de seguro con relación a un riesgo
desaparecido o un siniestro realizado, ya que por condiciones o deficiencias de
comunicación, las partes pueden ignorar determinados hechos de un viaje que y a se
inició. De manera que lo previsto en el artículo 906 del Código de comercio, ya
estudiado, no es aplicable en este contrato, a menos que las partes tengan conocimiento
del arribo, pérdida o avería de los objetos asegurados; lo anterior vale sólo al re specto
del medio de transporte, ya que con relación a mercaderías la ley es clara al establecer que
no se cubren siniestros ocurridos antes de la celebración del contrato.
Por último, es importante señalar con relación al riesgo, que en este seguro no exis te
el deber de comunicar la agravación del riesgo, ni la venta del objeto asegurado; lo que
se explica por la forma en que se dan los hechos de tráfico comercial que este seguro
cubre. Asimismo, si se cambia el medio de transporte o se comete error al desi gnarlo, ello
no invalida el contrato; pero, si como consecuencia se agravare el riesgo, el asegurador
puede cobrar la diferencia de prima que existiría por cubrir un riesgo agravado.

2. RESPONSABILIDAD DEL ASEGURADOR

Nuestra ley señala como obligaciones del asegurador, indemnizar, salvo pacto en
contrario, los siguientes rubros:
a) Responder de los gastos de salvamento de los objetos asegurados;
b) Los daños que sufran 1 os instrumentos de navegación, los motores y cualquier
artefacto de naturaleza mecánica, que sea n consecuencia directa del siniestro;
c) Los daños o pérdidas ocasionados por vicios ocultos del medio de transporte, salvo
que se pruebe que el asegurado conocía tales vicios o pudo conocerlos en
condiciones normales;
250 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

d) Daños causados no obstante que se hubiere cambiado de ruta o de viaje si ello


obedeció a causas de fuerza mayor o al cumplimiento de un deber de solidaridad
humana;
e) La suma que el beneficiario deba pagar para contribuir a la avería gruesa; 37
f) Los daños que con el medio de transporte se causen a terceros. Como estos daños
estarían dentro del concepto de responsabilidad civil, el pago se haría con la
intervención directa del asegurador en cuanto a la discusión de la cuantía a pagar,
judicial o extrajudicialmentc.

3. VIGENCIA

Según el objeto asegurado sea el medio de transporte o los objetos transportados, se


establecen diversos supuestos para determinar la vigencia del contrato. Si se trata de
cosas o mercaderías, el seguro inicia su vigencia a partir del momento en que son
entregadas al porteador, y termina cuando son puestas a disposición del consignatario. Si
se trata del medio de transporte, se dan las siguientes alternativas:
a) Si es por viaje y se pactó un plazo para llevarlo a cabo, si este concluye estando el
medio aún en la ruta, se prorroga hasta la hora veinticuatro del día en que arribe a
su destino; pero, el asegurado deberá pagar la prima por los días que se hayan
tomado como prórroga del plazo original;
b) Cuando se aseguran cosas transportadas con relación a un viaje, la vigencia se inicia
desde el momento en que las mercaderías son puestas en el lugar de salida. Si éste no
existe, se estará al momento del zarpe, desamarre, inicio de la marcha o carrera de
vuelo, según el medio de transporte; y termina en el momento en que fondee, se
estacione o aterrice en c! lugar de destino; y
c) Si se contrata un seguro con relación a un viaje ya iniciado y no se estipula la hora
en que principian sus efectos, se tiene como tal la hora veinticuatro del día y lugar
en que el contrato se celebró.
4. MODALIDADES DE PÓLIZAS

Las pólizas fueron clasificadas según la forma en que se emiten: nominativas, a


la orden y al portador. Pero, en el contrato de seguro del transporte, por diversos

37 El concepto de avería se encuentra relacionado con el Derecho marítimo principalmente con el contrato de
Aclámenlo. Conforme la ley guatemalteca —Decreto 2946 del Presidente déla República o sea la parte no
derogada del anterior Código de Comercio— averías son los daños que pueden sufrir los medios de transporte
y las mercaderías transportadas; así como los gastos extraordinarios c Imprevistos causados para conservar el
medio o la mercadería. La avería es común o particular. La avería común se caracteriza por la responsabilidad
común de todos los que sufren el daño para asumir la pérdida; mientras que en la particular sólo soporta la
perdida el propietario de la cosa que se dañó.
René Arturo Villegas Lara 251

motivos, se habla de las siguientes pólizas:


a) Pólizas de viaje: cuando se refiere a una travesía específica;
b) Póliza abierta existe en el caso de que cubran una serie de viajes según los
términos contratados;
c) Póliza flotante: se caracteriza por cubrir un número indeterminado de medios de
transporte dentro del período que se fije en el contrato; estos medios se van
individualizando conforme se están realizando los viajes, circunstancias que
deben informarse al asegurador para controlar la efectividad del contrato;
y
d) Póliza a fort fait. en esta póliza el seguro cubre parte de los bienes asegurados sin
tomar en cuenta el numero de viajes que se realicen. En esta modalidad > el
asegurado no tiene obligación de informar la realización de los viájes. ¿ Nuestro
Código no refiere específicamente a las pólizas anteriormente
señaladas, pero se pueden fundamentar algunas de ellas en el articuló 959,. en donde
se establece que la omisión involuntaria de una declaración periódica, no libera al
asegurador de su obligación de responder por el riesgo previsto, siempre que la
póliza cubra otros "embarques" similares que el asegurado efectúe y sin perjuicio
de cumplir con la declaración omitida.

5. INDEMNIZACIÓN Y ABANDONO

Ya sabemos que el monto de la indemnización por el daño causado se determina


de manera objetiva, el que no pasara de la suma asegurada. Si se trata del medio de
transporte, se practican expertajes para precisar la diferen cia de valor que tendría
como nuevo y usado, a efecto de fijar el monto a pagar.
El siniestro puede ocasionar la pérdida total del objeto asegurado o
causarle daños que lo hagan inservible. En estos casos se tiene derecho a reclamar el
pago total del seguro; y a su vez, se abandona el objeto, lo que significa trasladar
el dominio a favor del asegurador. Para que proceda el abandono deben
concurrir los siguientes supuestos:
a) Que el objeto se pierda totalmente o se presuma que el medio está perdido o
imposibilitado para movilizarse;
b) Que el medio quede inutilizado a causa del accidente, siempre que la reparación alcance las tres
cuartas partes de su valor real; y
c) Cuando se trata de mercaderías que el daño alcance las tres cuartas partes de su valor real.
El asegurado debe declarar que abandona el objeto para los fines explica dos, en
forma total e incondicional. Este abandono beneficia al asegurador porque le puede
reponer en parte la indemnización que pague; pero, también le puede perjudicar si lo
acepta sin mayor investigación. Por eso la ley lo faculta para objetar la resolución del
252 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

asegurado, debiendo manifestarse dentro de los quince días siguientes a la fecha en que
recibe la declaración; si no lo hace, se presume que lo acepta. Al consumarse el abandono,
el asegurador tiene derecho a cobrar el seguro de fletes, si lo hubiere.

6. LAS PERSONAS EN EL SEGURO


DEL TRANSPORTE

Consideramos una falta de sistemática legal el haber incluido en este seguro el caso
de las personas que viajan y son aseguradas como consecuencia de una travesía o viaje. El
artículo 978 dice que los seguros de personas que cubran los riesgos a que se sometan
como consecuencia de un viaje, sólo serán válidos si se designa como beneficiario a!
cónyuge del asegurado, a sus parientes por consanguinidad dentro del cuarto grado, por
afinidad dentro del segundo grado o personas que dependan económicamente de él. La
falta de sistemática la consideramos así porque a esta norma debió buscársele ubicación
en el seguro de personas, y no colocarla como un lunar en el seguro patrimonial. Por lo
demás, creemos que en lugar de restarle validez al contrato en tales circunstanc ias, debió
decirse que en el caso de designar beneficiarios a personas que no se encontraren dentro
de esos vínculos, se tendrán como tales a los herederos legales, ya que una manifestación
en sentido contrario, que por lo demás está dentro de la libertad jurídica dei asegurado,
generaría un enriquecimiento indebido, ya que se cobró una prima y no se paga la
indemnización.
SECCIÓN CUARTA S EG U RO A G RÍ C O L A Y G A N A D E RO

En un país como Guatemala, en donde la producción nacional se basa en las


actividades agropecuarias, el seguro agrícola y ganadero debiera ser uno de los más
importantes en cuanto a su mercado, estimulado incluso por el Estado, en vista del costo
social que implican los riesgos a que está sometida la agricultura y la ganadería. La
incertidumbre en los rendimientos por razones de clima, sequías, excesos de lluvia,
plagas, enfermedades de las plantas y de los animales, etcétera, provoca el desaliento en
el empresario rural, tanto para proseguir como para iniciar una explotación agropecuaria.
Para prever esos riesgos existe el seguro agrícola y ganadero, el cual se da en muchos
países en forma casi obligatoria, pues surge aparejado con el crédito rural cuando se
presta con carácter de inversión. O sea que ya existe conciencia de que este seguro se
fomente en interés público. A ese respecto, la Organización de las Naciones Unidas para
la Agricultura y la Alimentación, preparo en 1981, el estudio legislativo No. 22 sobre
legislación en seguro agrícola y ganadero, en donde se presenta un panorama sobre este
seguro con el fin de alentar políticas de administración, financiamiento, coberturas,
René Arturo Villegas Lara 253

crédito agrícola, que incidan en la seguridad de los resultados de las labores de la


agricultura y la ganadería, lo que evidencia el interés que existe de fome ntar una forma
de previsión con fines que van más allá de los estrictamente privados.
El Códieo de comercio de Guatemala repula pstp spcniro, del artículo 979
v/ %J U*

al 985 inclusive. Al igual que los anteriormente estudiados, es un seguro de


indemnización y forma parte de los que la ley singulariza como seguro de daños.

1. O EJ E T O A S EG U R A D O

Los objetos que se aseguran mediante este contrato son los cultivos —permanentes u
ocasionales— y el ganado, ya sea vacuno, caballar, etcétera. En la práctica guatemalteca
se nota muy poca contratación en este tipo de seguro. Más que todo, es usual en cultivos
de gran explotación y en animales considerados como de "pura sangre" o de pedigree
garantizado. Se puede decir que este seguro no tiene el impacto que insistentemente se
ha aconsejado
254 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

para la actividad agropecuaria. El asegurador privado actúa con mucha cautela para
asegurar los riesgos que soporta la vida del campo; mientras que por otro lado, no existe
ninguna política estatal sobre la materia, sobre todo como parte de una estrategia agr aria
de desarrollo.

2. E F EC T O S P RI N CI P A L ES

A diferencia de lo que sucede en otros seguros de daños, dada la naturale za


perecedera de los objetos asegurados, se establece que el aviso del siniestro debe darse
dentro de las veinticuatro horas siguientes a su realización. El problema surgiría si el
hecho ocurre en lugares en que por falta de comunica ción fuera imposible cumplir dentro
de tan perentorio tiempo; aun a riesgo de que esa previsión tiene su explicación porque
los siniestros agropecuarios deben compr obarse de inmediato, creemos que no debió
dejarse tan tajante el cumplimiento de la obligación de comunicar el riesgo, o ampliarse a
tres días como sucede en el Derecho argentino.
Otro efecto singular de este seguro es que la falta de los cuidados ordina rios que
deben prestárseles a los cultivos o al ganado, se tienen como incumpli miento a la
obligación de atenuar el riesgo, de manera que si ello contribuye a que suceda el
siniestro, el asegurador queda liberado de su obligación de indemnizar.

3. PARTICULARIDADES DEL SEGURO AGRÍCO LA

Ya expiieamos que se entiende por "provechos esperados" en un seguro de daños. En


el caso del seguro agrícola, el contrato puede cubrir provechos provenientes de cultivos
ya efectuados o por efectuarse, los productos ya cosechados o ambos a la vez. Esto quiere
decir que este seguro, sin la claridad de otras legislaciones, puede referirse a distintas
etapas del proceso productivo agrícola. En el caso de asegurar el cultivo, la ley dice que
la póliza deberá expresar el área de siembra, el producto que se sembrará y la fecha
aproximada de cosecha, datos que son importantes para, entre otras cosas, calcular el
monto de la prima. Si se trata de asegurar el producto agrícola ya cosechado, deberá
expresarse el lugar de almacenaje. Si sucede el siniestro y el daño es parcial, la valuación
del daño se aplaza si así conviene a una de las partes y lo solicita, con el objeto de hacerla
hasta la época de cosecha. Esto tiene por objeto de que el valor del daño se calcule en una
forma objetiva, dadas las variaciones futuras en cuanto a la cuantía del interés asegurado.
En ese sentido queda protegido el asegurador para no pagar una indemnización mayor
que la perdida; y el asegurado, para no recibirla en una suma menor al valor real del
daño; siempre dentro de los límites de la suma asegurada.
René Arturo Villegas Lara 255

4. P A R T I CU L A RI D A D ES D E L S EG U RO G A N A D E RO

Como todo contrato de seguro, tiene un plazo de cobertura, en el de seguro


ganadero, cuando la cobertura es anual, los efectos se prolongan por un mes más para el
caso de muerte del ganado, siempre que el fallecimiento haya ocurrido por enfermedad
contraída durante la vigencia del contrato. Observemos entonces, que este ultraefecto del
seguro sólo se da si su plazo es anual. Si, por ejemplo, se asegura un toro semen tal
mientras esté en una exposición de una feria ganadera, no se aplicaría la previsión
comentada.-,.
Como el ganado se puede asegurar individualizando los animales, asegurar un
caballo de carrera, por ejemplo, o un rebaño completo; si el propieta rio enajena uno o más
animales, los beneficios del seguro no se transmiten, a menos que se enajene el rebaño en
su totalidad, dando aviso al asegurado#; quien tiene la opción de manifestar si acepta o
no la sustitución del asegurad^ Si sucede el siniestro —enfermedad o muerte del
ganado— el aseguradoV, en condiciones normales, deberá pagar la indemnización. En
caso de muerte el valor del interés a pagar es el precio de venta del animal en el momento
anterior al siniestro; y si se trata de una enfermedad, el daño q ue directamente cause la
dolencia.
Para una vivencia real del seguro ganadero ilustramos con un formulario de las
condiciones generales que suelen pactarse en el negocio estudiado.

A N EX O
C O N D I CI O N E S G E N E R A LE S P A R A E L S EG U RO D E G A N A D O

Base del Contrato

1) LA COMPAÑÍA DE SEGUROS S. A. (denominada en adelante la Compañía) expide la presente póliza, de acuerdo


con las Condiciones Generales y Particulares estipuladas, teniendo prelación las últimas sobre las primeras,
basándose en las declaraciones contenidas e n la solicitud del Asegurado y en cualquier otro documento suscrito o
presentado por éste, que forma parte integrante del contrato.
Indemnización

2) Este seguro garantiza una indemnización máxima de la suma individual mencionada en !a carátula de esta póliza,
siempre que la muerte no ocurra a consecuencia de anaplasmosis, piraplasmosis o fiebre de garrapatas, en cuyo
caso la indemnización máxima será hasta del sesenticinco por ciento (65%) del valor asegurado.

Riesgos E xcluidos

3)
a) Este seguro no cubre en ningún caso, la muerte del animal asegurado cuando ella fuera ocasionada directa o
indirectamente por uno de los siguientes hechos: guerra, declarada o no; invasión, actos de enemigos extranjeros,
g uerra civil o acontecimientos que pudieran originar estas situaciones de hecho o de derecho; actos de cualquier
gobierno de facto o de juro o de cualquier autoridad pública o local, motín, asonada, disturbios laborales,
rebelión, revolución, insurrección, poder mili tar o usurpado, confisc ación, nacionalización, requisición; ni los
256 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

riesgos derivados de la energía nuclear; epidemias o epizootias.


b) Esta póliza no cubre pérdidas o daños al animal asegurado, que sean consecuencia de:
1) Quedar incapacitado o imposibilitado el animal de llenar las f unciones o deberes para los cuales lo
dedique o use el Asegurado y que fueron consignados en la solicitud y/o póliza.
2) Ser destazados por conveniencia o en beneficio del Asegurado.
3) Cualquier operación quirúrgica o inoculación, a menos que tal operación o inoculación sea necesaria a
consecuencia de cualquier accidente sufrido o enfermedad que se manifieste por si mism a, durante la
vigencia de la póliza.
c) Esta póliza no cubre pérdidas o daños al animal asegurado que sean consecuencia de:
1) Envenenamiento.
2) Accidentes del animal cubierto que sea consecuencia de acto mal intencionado o de la voluntad del
Asegurado, o al ser trasladado en cualquier vehículo fuera del lugar de residencia del ga nado asegurado,
estipulado en la póliza o en endoso a la misma.
3) Daños por culpa grave del Asegurado o sus empleados o dependientes.
4) Muerte del animal por disposiciones de leyes sobre enfermedades contagiosas o por orden de cualquier
autoridad pública.

Inspecciones

4) El Asegurado se compromete a dar todas las facilidades posibles al o a los inspectores veterinarios nombrados
por la compañía, cada vez que visitaren el lugar donde se encuentre el animal asegurado y autoriza a esta para
que, por medio de los enviados, cubra al animal enfermo y/o le administre las medicinas preventivas que el caso
amerite.

Otros S eguros

5) Si la propiedad asegurada estuviere amparada en todo o en parte por otros seguros de este u otro ramo, que
cubrieran los mismos riesgos por el mismo período de vigencia, el Asegurado deberá declararlo inmediatamente
por escrito a la Compañía.
Coaseguradores

6) Cuando en el momento de un siniestro, que cause daños y pérdidas en los animales asegurados por la presente póliza, existan u no o varios
otros seguros sobre los mismos suscritos por el Asegurado o por cualquier otra persona o personas, la Compañía sólo esta obligada a pagar
los daños y perdidas proporcionalmente a la cantidad garantizada por ella.

Agravación del riesgo

7) Si durante la vigencia de esta póliza sobrevienen una o varias de las modificaciones que se consignan en los incisos siguientes de esta
cláusula y ellas se debieran a hechos propios del Asegurado o consentidos por él, o si en el caso de que tales, hechos no sean propios
o consentidos por el mismo asegurado, él omite dar aviso por escrito a la Compañía en un término máximo de 24 horas, perderá todo
derecho a indemnización con relación al presente seguro.
a) Los cambios de lugar de residencia del o los animales, que fue declarado en la solicitud y que conste en la carátula de la póliza o endoso
específico;
b) Enfermedad o accidente del animal, en cuyo caso el Asegurado además de comunicar inmediatamente el hecho a la Compañía con la máxima
diligencia posible, utilizando el teléfono o telégrafo, según resultare más rápido, deberá contratar inmediatamente y por su cuenta, los
servicios de un médico veterinario calificado.

Causales de nulidad
8) Toda declaración falsa o inexacta hecha a la Compañía, aun hecha de buena fe, así como toda reticencia o disimulación de cualquier
circunstancia que aminorase el concepto de gravedad del riesgo o cambiase el sujeto del mismo, anula la presente póliza en todos sus efectos
con relación a los objetos sobre los cuales la Compañía no ha podido formarse un criterio exacto en cuanto al riesgo. Asimismo, será nula la
René Arturo Villegas Lara 257

presente póliza, en el caso de que las reclamaciones de daños presentados por el Asegurado fueran de cualquier manera fraudulentas; si en
apoyo de dicha reclamación se hicieran o utilizaran declaraciones falsas; si se emplearan medios o documentos engañosos o dolosos por el
Asegurado o por terceras personas obrando por cuenta de este, a fin de realizar un beneficio cualquiera con motivo de la presente póliza.

Procedimiento e n c aso d e p érdida

9) Aviso de siniestro. La muerte del animal asegurado se comunicará por telégrafo o teléfono a la Compañía dentro de un plazo de doce
(12) horas después de ocurrida.
Documentos. El Asegurado confirmará por carta el aviso de siniestro y presentará a la Compañía, un certificado de examen
postmortem, firmado por un médico veterinario, así como cualquier dato o informe adicional requeridos por la Compañía, siendo todos
los gastos por cuenta del Asegurado.
Pago de la indemnización. La Compañía abonará la indemnización dentro de los treinta (30) días de haber recibido todos los
documentos requeridos para determinar las causas de la muerte.
Recuperaciones. Si antes o después del pago por la muerte del animal amparado por esta póliza, el Asegurado obtuviese
alguna recuperación con motivo de su destace, el producto de este será de propiedad de la Compañía.

Terminación a nticipada d el c ontrato

10) No obstante el término de vigencia del contrato, las partes convienen en que este podra
darse por terminada en cualquier tiempo,sin otro requisito que el de comunicar esta decisión por carta certificada con diez (10) días
de plazo, los que se empezarán a contar desde la fecha del envío. Cuando el asegurado lo diere por terminado, la Compañía tendrá
derecho a retener parte de la prima que correspondiere al tiempo durante el cual el seguro hubiere estado en vigor, de acuerdo con la
tarifa de seguros a corto plazo.
Cuando fuere la Compañía quien lo cancelare, ella tendrá derecho a la parte proporcional correspondiente al tiempo transcurrido.

Litigios

11) Los contratantes, con renuncia del fuero de sus respectivos domicilios, se someten expresamente para todo evento de litigio
proveniente de esta póliza a los tribunales competentes de la ciudad de Guatemala.

Prescripción

12) Cumplido el plazo de un año después de la fecha del siniestro. La Compañía quedará libre de la obligación de pagar la
indemnización correspondiente al mismo a menos que estuviere en tramitación una acción relacionada con la reclamación.

Comunicaciones

13) Cualquier comunicación deberá enviarse por escrito a la Compañía, a su oficina Central de la ciudad de Guatemala, y al Asegurado,
a su domicilio registrado en esta póliza.

Normas supletorias

14) En todo lo que no este provisto en este contrato, se aplicarán las leyes vigentes.

Cláusula d c g arantía p rendaría


15) En caso de siniestro, la indemnización correspondiente será pagadera a la Institución o Empresa o persona Acreedora, hasta la
concurrencia de la cantidad que a la fecha del siniestro pudiera adeudar el Asegurado a dicha institución o empresa o persona
acreedora, con garantía prendaria de animales que cubre esta póliza, y el saldo, si lo hubiere, será pagadero al Asegurado.

Compañía de Seguros, S. A.
SECCIÓN QUINTA SEGURO CONTRA LA RESPONSABILIDAD CIVIL
258 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

De conformidad con el artículo 1645 del Código civil, «Toda persona que cause daño o
perjuicio a otra, sea intencionalmente, sea por descuido o imprudencia, está obligada a repararlo,
salvo que demuestre que el daño o perjuicio se produjo por culpa o negligencia inexcusable de la
víctima». Esta obligación, que tiene como fuente un hecho o un acto ilícito, genera la llamada
responsabilidad civil, que es un riesgo al que está expuesta toda persona, individual o jurídica.
Para cubrir este riesgo existe el SEGURO DE RESPONSABILIDAD CIVIL o simplemente SEGURO
DE RESPONSABILIDAD, que se relaciona con la llamada responsabilidad objetiva, atenuada en
su concepto original en nuestro Código civil.
Este seguro es también una variedad del seguro de daños; pero, se caracteriza porque los
daños los sufre un tercero que no ha sido parte del contrato, y que no obstante, tiene derecho a
reclamar una indemnización por i el hecho o acto ilícito que le ha perjudicado. Por ejemplo, "el
profesional es responsable de los daños y perjuicios que cause por ignorancia o negligencia
inexcusable...-", según el artículo 1668 del Código civil. En los casos en.que un cirujano dejare un
instrumento quirúrgico dentro del cuerpo del paciente; un abogado ignore como se formule un
recurso de casación y lo presenta defectuosamente; un ingeniero instale columnas inconsistentes
para un edificio; todo ello puede ocasionar daños que generan responsabilidad civil. Ante esas
posibilidades, el seguro de responsabilidad cubre el valor de los daños y perjuicios que ocasiona
un defectuoso desempeño profesional. ¿Quién va a recibir el beneficio del seguro? No se puede
saber; de hecho puede ser que el siniestro nunca se dé, porque el profesional asegurado además de
tener una eficiente preparación, es cuidadoso en su practica profesional. Por esos argumentos es
que a este seguro se le denomina seguro de tercero. Recordemos que toda persona está expuesta
a causar un daño. Entre más compleja se vuelva la vida moderna, la posibilidad de tener que
responder de un daño o un perjuicio que la ley obliga a reparar, este seguro se presenta como una
alternativa de previsión, en el entendido de que el riesgo asegurado no es el hecho dañoso que se
experimenta en forma directa, sino la obligación de repararlo en concepto de daños o perjuicios,
conforme lo establezca la ley o el contrato en particular. 38
1. FUNCIÓN DE ESTE SEGURO

Conforme el artículo 986 del Código de comercio, por el seguro contra la responsabilidad civil, el
asegurador está obligado a pagar la suma indemni- zatoria que el asegurado deba a terceros como
consecuencia de un hecho no doloso que cause a estos un daño previsto en el contrato. Se puede decir
que es una especie de estipulación en favor de un tercero indeterminado, que se convierte
automáticamente en beneficiario del seguro al sufrir el siniestro. Según la norma citada, la
responsabilidad debe provenir de un daño previsto en el contrato, aun cuando el riesgo es la
responsabilidad civil como efecto; pero, teniendo como causa el daño contemplado en la póliza o que
resulte de la propia comprensión del riesgo. Por ejemplo, un abogado tiene previsto el hecho del daño
por ejercicio profesional, pero lo que se cubre es la reparación que debería pagar si ese daño se da.

38 Recordamos a! lector los artículos 1649,1650,1651,1652,1653,1654,1655,1656,1660,1664,1665,1667, 1668,1669 y 1670 del Código civil, que norman
situaciones generadoras de responsabilidad civil.
René Arturo Villegas Lara 259

2. OPERATIVIDAD DE ESTE SEGURO

La responsabilidad civil puede provenir de un incumplimiento contractual; estar pactada como


cláusula penal; o bien se desprende de una resolución judicial. Cualesquiera que fuere el origen de la
responsabilidad, para evitar colusiones, la ley establece que el asegurador no responde de un pago, por
la vía que fuere, concertado entre asegurado y tercero, sin su intervención y consentimiento. Incluso, la
confesión del asegurado, por sí sola, no genera obligación para el asegurador (Arto. 987). Con ello
pretende nuestro derecho evitar que se den concertaciones para defraudar al asegurador.
Cuando sucede el hecho o acto que engendra o pueda engendrar la responsabilidad civil, el
asegurado debe dar aviso al asegurador. La ley dice que se avisará del siniestro (Arto. 989); pero
considero que en el tal caso no existe aun el siniestro, ya que este es la obligación de pagar una suma
en concepto de responsabilidad civil siendo así, la relación de causa y efecto no opera
automáticamente como en otros seguros, ya que pudiera darse el caso de que, no obstante darse el daño
previsto en la póliza, este no generará el riesgo cubierto: la responsabilidad civil. Eso no quiere decir que
no se de el aviso, pero creemos que es aviso del daño y no del siniestro.
Al discutirse la responsabilidad civil en un órgano jurisdiccional, civil o penal, es obligada la
participación del asegurador en el desenvolvimiento del proceso, como un tercero coadyuvante. Incluso,
puede llegar a tomar la defensa del asegurado. Esto también tiene por objeto garantizar al asegurador
que el proceso se tramitará con todas las formalidades de la ley. En todo caso, el asegurador deberá
reembolsar al asegurado la indemnización, total o parcialmente, que hubiere pagado de acuerdo con la
suma asegurada, si se demuestra que estaba obligado a pagar. Podría darse el hecho de que el
asegurador no compareciera al proceso, no obstante haber sido avisado, en esa circunstancia no tendría
excusa para pagar porque hay aviso del daño y del juicio; y si se le notificó como tercero coadyuvante,
debe reembolsar la suma y las costas procesales.

SECCIÓN SEXTA SEGURO DE AUTOMÓVILES

1. FUNCIÓN

El seguro del automóvil es una variedad del seguro de daños que más se contrata dentro del
mercado de la previsión de riesgos. La existencia de una cantidad apreciable de vehículos y los riesgos
que se corren como propietario o conductor, hace que este seguro tenga una variedad de combinaciones
en cuanto a su cobertura. Ha preocupado fundamentalmente el hecho de que muchos daños que se
causan y que generan, sobre todo, responsabilidad civil, jamás llegan a pagarse por la insolvencia del
obligado. De ahí, pues, que en algunas legislaciones sea obligatorio el seguro de automóvil si se quiere
obtener licencia o permiso de conducción. Indudablemente que este seguro no tiene como función
específica garantizar el pago de daños a terceros; antes bien, se caracteriza por cubrir el vehículo mismo
como objeto de propiedad y, según el contenido de la póliza, los siniestros que inciden en la integridad
260 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

física de las personas. En resumen, la importancia de este seguro radica en la previsión que se logra por
su medio, ante los riesgos que devienen de la conducción de vehículos. El Código de Comercio de
Guatemala, regula este seguro en sus artículos 990 al 995 inclusive, rigiéndose también por las
disposiciones generales del seguro y del de daños en general.

2.RIESGOS CUBIERTOS

Este seguro tiende a cubrir los daños al vehículo o la pérdida de este; los daños y perjuicios que se
causen a terceros, ya sea en sus bienes como en la persona misma, con motivo del uso del automóvil.
Subrayamos este párrafo para connotar el hecho de la conducción como factor determinante de los
efectos del contrato. Es propio también de este seguro, salvo pacto en contrario, que el asegurador este
obligado a indemnizar los daños provenientes de vuelcos accidentales, colisiones, incendio,
autoignición, rayo y robo total del vehículo. O sea que se consideran como riesgos propios de este tipo
de seguros, de manera que su exclusión debe pactarse.
Asimismo, esta previsto en la ley cubrir la responsabilidad civil a que resulte obligada la persona
que contrato el seguro o propietaria del vehículo, tanto si es concepto de daños al patrimonio, como si se
tratara de lesiones a la integridad física de terceros. Y es en este último aspecto en donde se justifica la
opinión de que este seguro debiera ser obligatorio, para evitar reclamaciones insatisfechas por la
insolvencia del deudor de la responsabilidad civil.

3.RIESGOS NO CUBIERTOS Y EXCLUIDOS

Es necesario establecer la diferencia entre riesgo no cubierto y riesgo excluido. Riesgo no cubierto
es aquel que, por mandato legal, no se puede incluir en el contrato de seguro de automóvil. El artículo
994 contempla como tales los daños causados en propiedad de asegurado, de sus parientes dentro de los
grados de ley y personas bajo su custodia, a excepción del vehículo objeto del seguro39. Se explica esta
previsión de la ley, para evitar actos que pudieran desvirtuar la función del seguro.
Los riesgos excluidos, en cambio, son aquellos que no son propios del seguro de automóvil; pero,
que por un pacto en contrario pueden ser cubiertos por un contrato en particular. Ello, regularmente, se
hace sobre la base de pagar una prima más alia que la común y corriente. Ei artículo 995 dei Código de
comercio, contempla los siguientes:
a) Los ocurridos fuera del territorio nacional;
b) Daños en la persona del asegurado, acompañantes o del conductor profesional;
c) Rotura de cristales o piezas del mecanismo del automóvil, cuando se deba a un uso inadecuado,
sobrecarga o esfuerzo más allá de su capacidad;

39 Preferimos usar la expresión "objeto del seguro", en vez de "automóvil asegurado" para estar concordes con la parte general, en
donde indicamos que el asegurado es la persona interesada en trasladar los riesgos.
René Arturo Villegas Lara 261

d) Los provocados por infracciones graves al reglamento de Tránsito, siempre que la infracción influya
directamente en el accidente causante del daño;
e) Cuando se use el vehículo en estado de embriaguez legalmente
comprobada o sin licencia para conducir;
f) Los daños al equipo especial de un vehículo;
g) Pérdidas de utilidades o ingresos; o sea que no cubre ordinariamente los
provechos esperados ni los rendimientos probables;
h) Riesgos extraordinarios: temblores, terremotos, erupciones volcánicas,
huracanes, guerra;
i) Los que se ocasionan por participar en carreras o competencias; y
j) Los que resulten de utilizar el vehículo con fines de instrucción o enseñanza.
De la exposición anterior, podemos caracterizar a este seguro, además de indemnizatorio,
como un contrato que combina una serie de coberturas propias de otros seguros de daños y de
personas, lo que ha inclinado a considerarlo como un seguro contra "todo riesgo" aunque con más
propiedad debe tenérsele como un seguro combinado.
Lii
"i-%
CUARTA PARTE $É-4
SEGURO DE PERSONAS
•V;

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i. NOCIÓN GENERAL

El Código de comercio de Guatemala, clasifica los seguros en dos grandes grupos, siguiendo el
criterio más aceptado por la doctrina: seguros de daños y seguros de personas. En esta parte vamos a
explicar el de personas, cuya función es la protección de la vida y la integridad física de la persona
individual. De ahí que este grupo se le conozca a través del seguro de vida y el seguro de
accidentes.
El seguro de vida puede contratarse previendo la muerte o la supervivencia. En el primer caso,
mediante el pago de las primas, el asegurado persigue dejar un capital o una renta a las personas que
designe como beneficiarías; y en el segundo, el asegurado pretende que se le entregue un capital o se
le pague una renta si sobrevive más allá de la edad prevista en el contrato. Estas dos posibilidades
iniciales se combinan entre sí o con diferentes alternativas prácticas que ofrecen las sociedades
aseguradoras y que expondremos más adelante. En cuanto al seguro de accidentes, que sería un
aspecto que cubriría el de vida, puede presentarse en forma aislada y su fin es proteger a la persona
asegurada de daños corporales que llegare a sufrir.
Estos seguros se les califica de no indemnizatorios, aun cuando generan una reparación
económica al suceder el acontecimiento o siniestro previsto como riesgo asegurado. Además, como
el monto de la suma asegurada no tiene un equivalente exacto con el daño sufrido, la
262 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

indemnización es imposible cuantificarla en forma objetiva, lo que se señala como característica


fundamental. Por otro lado, y en lo que al seguro de vida para el caso de muerte se refiere, el hecho
previsto —fallecer— es un acontecimiento futuro cierto, contrario a la regla de que el riesgo debe
ser incierto. Pero, en este caso la incertidumbre no esta en el hecho de fallecer, sino en el cuando
se va a fallecer. Está circunstancia hace que este seguro exija una administración "matemáticamente
planeada", a fin de garantizar su efectividad.
Como los seguros de personas no son de indemnización, ya que la vida o la integridad física
no tiene un precio, se les considera como seguros de sumas, no sólo porque las primas pagadas se
van capitalizando, sino porque la cantidad asegurada no tiene más límite que las posibilidades
económicas de quien pagará las primas y la capacidad empresarial del asegurador para responder
de la suma asegurada. Lo anterior da las siguientes consecuencias:
a) La suma asegurada que debe pagarse está prevista en la póliza sin sujetar su cuantía a la
apreciación objetiva del daño; bj No existe en estos seguros, las relaciones de infraseguro, seguro
pleno, sobre seguro; ni es prohibido el seguro doble o múltiple y
c) Si el asegurado fallece por actos de un tercero, el beneficiario recibe la suma asegurada y le
quedan expeditas las acciones civiles y penales en contra del autor de la muerte, sin que el
asegurado tenga derecho a sustituirse en esas acciones como ocurre en el seguro de daños. 1

2. ESPECIALIDADES DE ESTE SEGURO

Los conceptos vertidos en los capítulos introductorios al estudio del seguro, son aplicables al
seguro de personas; por esa razón no repetiremos lo que es básico en estos contratos aleatorios, para
señalar únicamente lo que es especial en el de personas, sobre todo las que se enuncian en el Código
de comercio, del artículo 996 al 1019 inclusive. Al leer estas normas nos damos cuenta de que la ley
trata, más que todo, de resaltar el status jurídico de los sujetos que pueden intervenir en un seguro
de personas tomando en cuenta
la terminología que inicialmente establece el Código. En ese sentido, haremos parte de la exposición
de esta sección, refiriéndonos a cada sujeto contractual según el rol que juegue en el negocio.

2.1 ASEGURADOR

Recordemos que el asegurador deberá ser una sociedad anónima especial; autorizada para
cubrir el ramo del seguro de personas, y con un capital de Q 3,000,000.00, en lo que a este grupo se
refiere.

2.2 CONFUSIONES
René Arturo Villegas Lara 263

Antes de explicar las posiciones jurídicas del tomador, el asegurado o el beneficiario, es


necesario indicar las confusiones que pueden darse entre ellos:
a) Si una persona toma un seguro de vida para beneficiar a un tercero, como consecuencia de la
muerte de otra, tomador, asegurado y beneficiario son personas distintas;
b) Si la persona que contrata el seguro lo hace con el fin de que si el vive más allá de la edad
prevista, se le pague una suma o una renta periódica, las tres calidades se han reunido en la
misma persona;
c) Si la persona que toma el seguro es quien cone el riesgo trasladado al asegurador, a efecto de
que la suma o renta se le pague a un tercero, hay confusión entre asegurado y tomador; y
d) Si se toma un seguro sobre la vida de un tercero, en el entendido de que quien lo contrata se va
a beneficiar con la suma asegurada, hay confusión entre tomador y beneficiario.

2.3 SEGURO DE TERCERO

Un seguro de persona —el de vida sobre todo— puede contratarlo un tomador que no es el
asegurador. A ese respecto la ley contempla los siguientes casos:
a) Del menor de edad: si se asegura la vida de un menor de edad que haya cumplido doce años,
el contrato sólo puede celebrarse si se obtiene su consentimiento y el de su representante
legal. Si el menor tuviere menos de doce años, sólo se requiere el consentimiento del
representante legal; pero este debe contar con un seguro de vida por una suma igual o mayor
que la del seguro del menor. Este requisito no se exigiría en el supuesto de que el
representante fuera inasegurable. Esto último sucede, entre otros casos, cuando el asegurador
considera que por razones de edad, estado de salud, etcétera, no se califica para ser
asegurado;
b) Del interdicto: es prohibido contratar un seguro para el caso de muerte de una persona
declarada .en estado de interdicción; y
c) Del tercero mayor de edad: para tomar un seguro sobre la vida de un tercero mayor de edad,
se necesita su consentimiento expresado por escrito e indicando el monto de la suma
asegurada. Este consentimiento es necesario también cuando se va a cambiar beneficiario,
para ceder los derechos o para la constitución de prenda, salvo que la operación de garantía se
celebre con el mismo asegurador. El consentimiento para contratar un seguro de tercero mayor
de edad no es necesario cuando se celebra para cubrir prestaciones laborales o sociales, ya
que su finalidad de protección no puede poner en duda las intenciones del tomador.

2.4 DEL BENEFICIARIO

Es una facultad del asegurado designar en la póliza a quienes se les considere beneficiarios de
la suma asegurada. Esta facultad permite modificar la designación, ya sea por medio de un acto
entre vivos o por testamento, aun en el caso de que el beneficiario inicial o del que tuviere
conocimiento el asegurador, "hubiere manifestado su voluntad de aceptar" el derecho asignado. Por
264 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

principio de publicidad y dado que las pólizas en estos seguros sólo pueden emitirse en forma
nominativa, cualquier cambio de beneficiario debe hacerse saber por escrito al asegurador a efecto
de que lo haga constar en la póliza. Este derecho a revocar la designación de beneficiario se puede
renunciar durante la vigencia del contrato. A esto último se refiere el párrafo tercero dpi artículo
1000 dpi Códipn dp cnmprrin. al dprir mío la rpmmcia PS válida
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y queda firme al comunicársela por escrito al beneficiario; y produce efectos frente a terceros cuando
es comunicada por escrito al asegurador y este hace las anotaciones en la póliza. Diferente es el caso
en que la irrevocabilidad se establece al momento de celebrar el contrato, en donde esas
comunicaciones no son necesarias.
a) Beneficiario irrevocable: existe cuando al momento de celebrar el contrato Se renuncia al
derecho de cambiar el beneficiario. En este supuesto ei asegurado no puede disponer de los
derechos que con carácter accesorio le otorga el negocio, si no es con el consentimiento del
beneficiario, el que deberá darse por escrito. Este consentimiento no es necesario si el
asegurador se reservó esos derechos. Por ejemplo, el asegurado puede tener la opción a
obtener préstamos del asegurador garantizados con las prestaciones que genera
René Arturo Villegas luirá 265

el seguro y con la misma acumulación de primas pagadas. El ejercicio de este derecho requeriría la
anuencia del beneficiario i rrevocable si no existiera reserva;
b) Beneficiario genérico: se puede designar beneficiario usando los términos cónyuge,
descendientes, herederos o causahabientes. Como no se indica con precisión el nombre
o nombres de las personas a quien se quiere beneficiar, la ley les llama beneficiarios
genéricos. En esas circunstancias se tendría como tales a quienes acreditarán tener esas
calidades al momento de la muerte del asegurado. El reparto déla suma asegurada, en el caso
de estos beneficiarios, sigue la misma orientación del Código civil en materia de sucesión
hereditaria;
c) Status del beneficiario: el derecho del beneficiario lo contempla la ley como un
"derecho propio". Esto es importante porque permite independizarlo de cualquier motivo
de orden personal que el asegurado haya tenido para instituir a alguien como beneficiario.
Por ejemplo, la Corte de Casación de Francia, declaró sin lugar un recurso que pretendía la
nulidad de un contrato de seguro, por causa inmoral, ya que se decía que el asegurado había
condicionado.<jue una mujer, con quien sostenía relaciones amorosas sin ser su esposa,
conservaría la calidad de beneficiaría, mientras estuviera ligada a él por ese vínculo afectivo.
La esposa demandó la nulidad de la designación, pero la Corte desestimó la pretensión,
basándose en que se trata de un derecho propio, que permite reclamar el pago de la suma
asegurada, la cual está excluida de herederos y acreedores del asegurado. 40 Por lo mismo, el
asegurador, en cumplimiento de su obligación, debe pagar a quien registralmente le conste
que es el beneficiario, extinguiéndose así sus responsabilidades. Por otro lado, estos derechos
que genera el contrato de seguro no pueden ser embargados, ni están sujetos a ejecución en
caso de concurso, moratoria judicial, o quiebra del asegurado.
El derecho propio del beneficiario, elemento específico en este seguro, lo pierde si atenta en
contra de la persona del asegurado, aun cuando se tratare de beneficiario irrevocable. La ley no
dice con precisión de que atentado se trata, de manera que deberá juzgarse así a cualquier hecho
que ponga en peligro la vida o la integridad física del asegurado. 41 Al darse esa causal extintiva, la
suma asegurada se pagaría a los herederos del asegurado, siempre que no existieran otros
beneficiarios designados como sustitutos del que pierde el derecho.
Por último, el derecho propio no se transmite a los herederos, salvo que se trate de
beneficiarios irrevocables. Si el beneficiario muere antes o juntamente con el asegurado, sus
derechos acrecen a otros beneficiarios. Si estos no existen, la suma se pagará a los herederos del
asegurado.

2.5 DEL ASEGURADO

40 Ver Mazeaud. Ob. Cit. pp. 587,588 y 589.


41 En el caso del contratante de un seguro de la vida de un tercero, la ley (Arto. 1017) si es clara al hablar
de atentado a la vida del asegurado. En este caso cualquier beneficiario pierde su derecho y se
traslada a los herederos del asegurado.
266 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

a) Omisión o reticencia de la edad. Puede ocurrir que el sujeto asegurado haya


proporcionado un dato equivocado sobre su edad. Recordemos que en este tipo de seguros, la
edad es un dato importante para determinar si el sujeto se encuentra dentro de los parámetros
para ser asegurable y fijar el momento de las primas a pagar. Entonces, si el asegurado tiene
pruebas fehacientes de su edad, el asegurador debe hacerlo constar en la póliza.
La declaración inexacta de la edad puede ser causa de la terminación del contrato si la edad
real estuviere fuera del límite que el asegurador toma en cuenta para celebrar estos contratos.
Si ese fuere el caso, el asegurado tiene derecho a la reserva matemática, 42 si la hubiere, a la
fecha en que se estableció la edad real. Si el asegurado ha fallecido, esta reserva se entregará al
beneficiario, pudiéndose pactar que esa suma sea aumentada.
Puede ocurrir que la edad del asegurado si esté dentro del límite asegurable. Si es así y como
resultado de la edad inexacta se hubiere fijado una prima menor, la suma asegurada se calcula
sobre la base de la edad que realmente correspondía asegurar, según las tarifas vigentes al
momento de celebrarse el contrato y de acuerdo a la prima pagada.
Si ocurre que la edad real es menor a la declarada, y se descubre en vida del asegurado, éste
puede optar entre mantener la suma asegurada y la prima correspondiente, la que obviamente
sería mayor a la que debía pagar; o bien exigir la devolución del exceso de reserva, con un
ajuste de las primas futuras, a la edad real del asegurado.
b) Indisputabilidad. Ya estudiamos que la reticencia, en cualquiera de sus manifestaciones, da
derecho al asegurado la facultad de dar por terminado el contrato. Esta facultad caduca si el
contrato ha estado vigente durante dos años a contar de la fecha de su perfeccionamiento o
de su última rehabilitación. Luego entonces, indisputabilidad quiere decir que el asegurado
ya no puede hacer uso de su derecho de discutir las omisiones o inexactas declaraciones del
solicitante del seguro;
c) Suicidio del asegurado. Las complejas actitudes del ser humano ha determinado preverlos
casos en que una persona pudiera tomar un seguro de vida para el caso de muerte, con el
objeto de beneficiar a terceras personas a costa de su propia existencia material. Por ello, el
suicidio del asegurado no elimina la obligación de pagar el seguro, si ocurre dos años
después de celebrado el contrato o de que fue rehabilitado. 43
d) Rescate y préstamos. El asegurado tiene la facultad de dar por terminado el contrato en
cualquier tiempo, comunicándoselo al asegurador. Esta terminación le da derecho a que se le
pague el rescate, que se constituye por una suma que el asegurador le devuelve de las

42 El seguro de vida encierra una compleja operación de ahorro, cuando es un contrato phirianual, en c¡ que el
capital
o la renta que el asegurador pagará al tiempo del siniestro se solventa con las primas acumuladas en las
anualidades transcurridas desde la celebración. Esta acumulación es la reserva matemática José Luis Amadeo,
Ob. cil, p. 324.
43 Cuando el asegurado deja de pagar sus primas y se conviene con el asegurador que, pagando las primas
y otras prestaciones dinerarias. el seguro continuará vigente, ocurre la rehabilitación.
René Arturo Villegas Lara 267

primas que pago, según una tabla que consta en la póliza. La suma del rescate siempre será
menor al total de primas pagadas.
Si el contrato otorga derecho de rescate, el asegurado tiene derecho a préstamos automáticos
para pago de primas o de carácter personal para fines diversos, garantizados con las propias
obligaciones del asegurador. Sobre estos prestamos el asegurador cobra un interés que se rige
por la tasa bancaria por ser instituciones auxiliares de crédito.

2.6 DF. LA PRIMA

La prima en el seguro de personas se calcula sobre diversas circunstancias personales que


pueden influir en la realización del siniestro: edad, ocupación, estado de salud. El valor de la prima
se calcula por año, siendo mayor en los primeros y menor en los últimos por considerar que la
capacidad productiva del asegurado va disminuyendo conforme avanza la edad. Como
especialidad en los seguros de personas podemos señalar que el asegurador carece de acción para
exigir el pago de las primas que se adeudan, contrariamente a lo que sucede en el de daños. La
insolvencia ocasiona la caducidad del contrato si la prima no es pagada treinta días después del
vencimiento, salvo pacto en contrario. La falta de pago sólo le da derecho al asegurador a una
indemnización sobre el primer año del plazo, la que no puede exceder del quince por ciento de la
prima anual.

3. CLASES DE SEGUROS PERSONALES

Hemos dicho que estos seguros se refieren a la vida o a la integridad física de la persona. En
la práctica se presentan diversas opciones que veremos más adelante. Por ahora señalamos las que
la ley contempla en forma particular, aunque de manera escueta.

3.1 SEGURO TEMPORAL

Es aquel seguro de persona que se contrata para un plazo relativamente corto. Este seguro,
salvo pacto en contrario, no otorga derecho de rescate.

3.2 SEGURO POPULAR O de GRUPO

Este seguro de personas se da como consecuencia de un plan de previsión que pone en vigor
una asociación gremial. Se caracteriza por tener un costo relativamente bajo para el asegurado,
sustituyendo muchas veces a los planes mutualistas. En este seguro, la relación de la aseguradora es
con la asociación o gremio que contrata en nombre de sus miembros. En este seguro el asegurador si
tiene derecho a cobrar ¡as primas ucl primer año de cobéiluiá y puede pactarse la suspensión o
rescisión del contrato en caso de que no se paguen las primas en las fechas establecidas en el
contrato. Se puede contratar también como prestación laboral.
268 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

4. SEGUROS DE PERSONAS EN LA PRÁCTICA

Los planes de seguro de personas se presentan en forma tan variada, según las reglas de la
competencia comercial. Sin embargo, trataremos de presentar los más típicos de este ramo:
René Arturo Villegas Lara 269

4.1 Ordinario de vida

En este plan el asegurado paga sus primas hasta la fecha de su fallecimiento. Se le llama
también seguro de vida entera

4.2 Seguro de vida con pagos limitados

Se caracteriza porque las primas únicamente se pagan por un plazo limitado aun cuando la
suma se paga hasta el fallecimiento del asegurado.

4.3 Seguro dotal

En este seguro se combina la previsión para el caso de muerte o para el caso de sobrevivencia.
Se fija un período o plazo para el pago de las primas llamado período dotal. Durante ese periodo
se pagan las primas. Si ocurre el fallecimiento, se paga la suma a los beneficiarios; si el asegurado
sobrevive, es el quien recibe la suma asegurada. Esta suma se puede corivertir en una renta de pago
inmediato o de pago diferido según los términos de la póliza.
Los anteriores planes que describimos son una escasa muestra de como pueden ofrecernos un
seguro de personas, el que al combinarse puede cubrir los ingresos familiares, la acreeduría, la
educación de los hijos, etcétera.

4.4 Seguro de accidentes

La ley guatemalteca lo considera un seguro de personas y tiene como fin reparar el daño que
se sufre por un hecho que lesiona la integridad física, conforme los valores establecidos en la póliza.
En este seguro, el damnificado tiene acción directa en contra del asegurador para el pago de la
suma asegurada. La indemnización, regularmente está relacionada con la naturaleza de la lesión
que se sufre, principalmente con la parte del cuerpo afectada.

4.5 Seguro de enfermedad

De menos comercialización que el seguro de vida, el seguro de enfermedad cubre los daños
que ocasiona una dolencia física provocada por enfermedades que han sido previstas en la póliza.
La persona, en tales casos, pierde su capacidad de trabajo, y el seguro pretende proporcionarle un
sustituto económico. En Guatemala gran parte de estos riesgos los cubre la Seguridad Social, pero
únicamente para las personas que conforme la ley son beneficiarlas. Como seguro privado, existen
aseguradores que ofrecen coberturas sobre enfermedades,
CAPÍTULO VIGÉSIMO PRIMERO
CONTRATOS DE REASEGURO Y CESIÓN DE CARTERA
270 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
Para finalizar el tema del seguro, nos referiremos brevemente a los contratos de reaseguro y cesión
de cartera.
A) Los contratos de reaseguro deben registrarse en la entidad fiscalizadora —Superintendencia de
Bancos—, no siendo necesarias las legalizaciones que se exigen cuando los documentos provienen del
extranjero.
B) A diferencia de que el asegurador sólo puede ser una persona jurídica organizada conforme el
derecho guatemalteco, el reasegurador si puede ser un ente extranjero.
C) En lo que fuere pertinente, el reaseguro se rige por las normas internacionales que sean aplicables.
D) Las divergencias con motivo del contrato se resuelven por arbitraje, con árbitros que deberán ser
técnicos sobre la materia, debiendo tomar en cuenta para dictar su laudo, los usos y costumbres del
reaseguro.
E) El asegurado p rimitivo no t iene n inguna relación j urídica con e 1 reasegurador, como tampoco la
tiene el beneficiario. Este contrato, aunque indirectamente se relacione con el contrato de seguro
inicial, SÓLO vincula al asegurador con el reasegurador.

2.CONTRATO DE CESIÓN DE CARTERA

El contrato de cesión de cartera se da cuando una aseguradora cede a otra el conjunto de los contratos
de seguro de uno o varios ramos en que opera. Este contrato constituye una substitución del sujeto
asegurador y se encuentra previsto en el artículo 45 de la Ley de Constitución y Organización de Empresas
de Seguros, Decreto Ley 473. Para la celebración de este contrato, que debe constar en escritura pública, se
requiere la autorización previa de la Superintendencia de Bancos.
Dentro de los llamados contratos de garantía, cuya finalidad es resporider del incumplimiento de las
obligaciones de unaCpersona,
APÍTULOlaVIGÉSIMO SEGUNDO
fianza, como contrato, se caracteriza por ser una garantía personal, en
contraposición a los Cderechos
ONTRATOS DEdeFIANZA
reales Y Rprenda
garantía: e hipoteca. No obstante eso, coitto dice el maestro
EAFIANZAMIENTO
mexicano Joaquín Rodríguez y Rodríguez:
"...en la fianza la garantía resulta en definitiva de la solvencia patrimonial del fiador, en virtud del principio de que el
deudor responde del cumplimiento de sus obligaciones con todos sus bienes...; pero hay aquí una responsabilidad
difusa, sobre todo el patrimonio, y no sobre parte concreta del mismo".'

En este capítulo estudiaremos la fianza mercantil y el reafianzamiento, tal como aparecen en el


Código de comercio de Guatemala.

1. CONCEPTO

No existe en nuestro Derecho mercantil una norma que permita arribar a un concepto de fianza
mercantil. En cambio, el Código civil, en su artículo 2100 prescribe:
278 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
que hay contrato de fianza cuando una persona se compromete a responder de las obligaciones de otra.
Auxiliados por esa norma se puede afirmar que el contrato de fianza mercantil es aquel en el que una
afianzadora se compromete a responder de las obligaciones de otra persona, conforme las normas y tarifas
que dicta la Superintendencia de Bancos.

2. ELEMENTOS

2.1 PERSONALES

Por la forma en que opera este contrato, aparecen vinculadas tres personas: Fiador, es la afianzadora
constituida y autorizada para dedicarse al negocio de las fianzas. Como por lo regular se trata de una
sociedad anónima, esta caería dentro de las calificadas de especiales, porque se les exigen requerimientos
que no son comunes para las demás sociedades. Fiado, es el deudor de la obligación garantizada; y,
Beneficiario, es quien resulta acreedor del fiador, para el caso de incumplimiento del fiado.

2.2 OBJETIVOS

Los elementos objetivos del contrato de fianza son: la obligación del fiador y la obligación del fiado en
el sentido de pagar la prima. Si recordamos que los elementos objetivos de un contrato son las prestaciones
recíprocas de las partes, creemos que no debe tenerse como tal a la obligación garantizada.

2.3 FORMAL

La fianza mercantil se formaliza por medio de un documento prerredacta- do que al igual que en el
seguro, se llama póliza. La póliza, como documento, cumple una función tid probationem, ya que no
necesariamente debe formularse para la perfección del contrato. A falta de ella el contrato se puede probar
con la confesión del fiador o cualquier otro medio de convicción, siempre que haya principio de prueba por
escrito. La póliza deberá contener, entre otros elementos, lo siguiente:
a) Lugar y fecha de emisión;
b) Nombre y domicilio del fiador y del fiado;
c) Designación del beneficiario;
d) Mención de las obligaciones garantizadas y el monto y circunstancias de las garantías; y
e) Firma del titular de la afianzadora o su representante legal. La firma puede ser autógrafa o sustituirse
por impresión o reproducción.

3. CARACTERES

El contrato de fianza es un negocio consensual, formal, accesorio, oneroso, de garantía y de tracto


sucesivo.
De esas características interesa referirnos a su accesoriedad. Si recordamos el principio de que lo
René Arturo Villegas Lara 279

accesorio sigue la suerte de lo principal, la obligación de la afianzadora se extingue al mismo tiempo que la
del fiado; la validez de la obligación garantizada incide en la validez de la obligación de la afianzadora; la
situación procesal de la afianzadora, principalmente en materia de excepciones, es similar en cuanto a la
obligación garantizada.2
Como característica de este contrato, no en un sentido clasificatorio, señalamos el hecho de que el
fiador tiene una obligación mancomunada solidaria. Esta solidaridad, en el caso de la afianzadora, esta
ordenada en forma imperativa —no admite pacto en contrario— y sin derecho a gozar de los beneficios de
orden y excusión.

4. DERECHOS V OBLIGACIONES

En términos generales los derechos y obligaciones de los sujetos relacionados con el contrato de
fianza, son: El fiador responderá del incumplimiento de la obligación del fiado, en los términos
contratados, a cambio de su derecho a cobrar la prima que corresponda. Esta prima, como puede verse en
los anexos del presente capítulo, no se percibe por una suma arbitraria, sino el valor esta previamente
establecido por la Superintendencia de Bancos. El fiado tiene la obligación de pagar la prima a cambio del
derecho de que, en determinadas circunstancias, se responda por él al incumplir la obligación garantizada.
Y, el beneficiario tiene el derecho a cobrar la obligación accesoria, con la obli ción de solicitar el pago
por escrito y fundamentando su petición. Fuera de esos efectos, el Código de comercio prescribe los
siguientes:

2 Ver Rodríguez y Rodríguez. Ob. Cit. p. 275


376 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
a) Si la fianza es de conducta, el beneficiario tiene derecho a exigir el pago probando por cualquier
medio que el fiado ha dado lugar al acto u omisión previsto en el contrato y sin necesidad de
declaración judicial. Por ejemplo, si una persona custodia valores y se le exige fianza de conducta, la
pérdida de los mismos daría derecho al reclamo (Arto. 1028);
b) La afianzadora puede exigir que le aseguren el pago de la obligación garantizada cuando: se hayan
proporcionado datos falsos del fiador o contrafiador; se haya constituido contragarantía real y el
valor del bien disminuya de tal manera que sea insuficiente para responder de la obligación
garantizada; si la deuda se hace exigible o se demanda judicialmente el pago; y, cuando transcurren
cinco años si la obligación garantizada no tiene plazo de vencimiento o este no deriva de su
naturaleza misma. Se supone que en estos casos el fiador puede exigir ese aseguramiento porque se
contrata una fianza con relación a un hecho futuro e incierto: no cumplir la obligación; pero, no para
encubrir una insolvencia premeditada. La medida de aseguramiento la puede pedir el fiador
mediante un embargo de bienes; y
c) Reclamado el pago de una fianza, el fiador debe pagar dentro de diez días si no hay reafianzamiento;
y dentro de treinta días si lo hay.

5. CONTRATOS DE FIANZA Y CLASES DE FIANZAS

Debemos distinguir si existen varias clases de contrato de fianzas o de fianzas en particular.


Atendiendo a la legislación guatemalteca, afirmamos que únicamente pueden darse dos clases de contratos
de fianza: civil y mercantil. El primero, regulado del artículo 2100 al 2120 del Código civil; y el segundo, del
1024 al 1038 del Código de comercio, en donde también se comprenden el contrato de reafianzamiento, así
como la fianza múltiple o coafianzamiento. La fianza civil se caracteriza por presentarse en el tráfico
jurídico como un negocio aislado. En cambio, la fianza mercantil es un acto masificado, regularmente
empresarial y onerosa'por su misma ubicación mercantil. Señalamos no obstante, que en el comercio,
principalmente en la venta de mercaderías, cuando el pago del precio se difiere, es común que el
comerciante le exija al comprador la comparecencia de otra persona que aparece como fiador del
comprador-deudor, sin que aquella se dedique como empresario a afianzar. En este caso, esa fianza no
empresarial debe considerársele mercantil porque cae dentro del rol del negocio mixto a que se refiere el
artículo 5o. del Código de comercio. Si en un negocio intervienen comercian-
René Arturo Villegas Lara 281

tes y personas no comerciantes, a aplicabilidad del Código citado le otorga categoría mercantil.
Otra cosa es las clases de fianzas, según la naturaleza de la obligación a garantizar. En lo que
al terreno mercantil se refiere, la Superintendencia de Bancos ha dictado normas que clasifica las
fianzas atendiendo a las obligaciones y personas que se garantizan. Nos referimos al Acuerdo 280
de 1959, que, con modificaciones, sigue vigente. Este Acuerdo las clasifica así:
a) Fianzas de Fidelidad;
b) Fianzas Judiciales;
c) Fianzas Administrativas ante Gobierno; y
d) Fianzas Administrativas ante Particulares.
Los grupos anteriores se subdividieron para diferentes fines: fianza individual, fianza penal,
fianza del automovilista, fianza para venta de armas, fianza de arrendamiento, etcétera.

CONTRATO DE REAFIANZAMIENTO # Ti f
Con este contrato sucede un fenómeno igual como el que ocurre, con el reaseguro: una
afianzadora se obliga a pagar a otra, según los términos del contrato, las sumas que ésta haya
pagado al acreedor del contrato dé fianza reafianzado. Aun cuando se supone que la existencia de
este contrato surge de la autonomía de la voluntad, el artículo 3o. del decreto 470 del Presidente de
la República, lo hace obligatorio, ya que la afianzadora, para ser autorizada por la Superintendencia
de Bancos, deberá acompañar a su solicitud el contrato de reafianzamiento. La reafianzadora
provee los fondos para el cumplimiento de la obligación afianzada, bajo pena de responder ue los
daños y perjuicios que cause la no provisión. Cuando la reafianzadora paga, se subroga en los
derechos que la parte reafianzada tenga en contra de sus fiados o contrafiadores.

6. EXTINCIÓN Y PRESCRIPCIÓN

Repetimos que por el carácter accesorio de la fianza, ésta se extingue juntamente a la


obligación garantizada, sin necesidad de señalar una causa específica. En cuanto a la prescripción
del derecho principal de la fianza
—pretender el cumplimiento de la obligación del fiador si fuere el caso— las acciones del beneficiario en
contra de la afianzadora prescriben en dos años. Este plazo también norma la prescripción de las acciones
del fiador en contra del contrafiador o el reafianzador. 44

44 Por contra fiador se entiende a la persona que responde por el fiado, ante la afianzadora, para el caso en que éste tenga que demandarlo, como
consecuencia de haber pagado la obligación garantizada.
Con la promulgación de la Ley del Mercado de Valores y Mercancías, contenida en el del Decreto 36-
96 del Congreso de la República, se tipificaron una serie de contratos llamados contratos de bolsa,
CAPÍTULO
regulados del artículo 66 al 72 en VIGÉSIMO
sus aspectos TERCERO
generales, y del 74 al 79 en los aspectos particulares de cada
C ONTRATOS DE B OLSA
uno. Siguiendo el texto de dicho Decreto, daremos una idea conceptual de esos contratos.
284 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
este texto, lo que consideramos innecesario, porque tal norma debe formar parte del contexto
normativo general de las obligaciones mercantiles.
b) Formalidad de los contratos mercantiles. En el artículo 68 se reitera lo ya establecido en el
artículo 671 del Código de Comercio, en el sentido de que los contratos de bolsa no están sujetos a
formalidad alguna para su validez.
c) Solución de conflictos derivados de contratos de bolsa. Siguiendo los lincamientos propios del
Derecha Mercantil, que exigen soluciones rápidas a los conflictos entre comerciantes, el artículo 69
establece la vía del arbitraje de equidad para solucionar los conflictos de intereses devenidos de los
contratos de bolsa, como procedimiento obligado, salvo pacto en contrario. Este artículo regula en
exceso el mecanismo alternativo del arbitraje, pues, aunque establece la salvedad del pacto en
contrario, exige que el arbitraje sea de equidad, cuando debió dejarse la alternativa de recurrir a la
equidad o al texto de la ley. Además, pareciera ser que se insinúa utilizar para el efecto a un Centro
de Dictamen, Conciliación y Arbitraje, cuando las partes en conflicto deben gozar de la libertad de
escoger sus árbitros. Además, hasta donde conocemos, la misma Cámara de Comercio de Guatemala,
patrocinadora del Centro de Arbitraje y Conciliación, al publicitar sus estatutos, establece claramente
que, recurrir a sus servicios para solucionar conflictos por medios alternativos, es un derecho de las
partes, no una obligación.
d) Contratos de contado, de plazo, condicionales y opcionales. Contratos de contado, según el
artículo 70, son aquellos en que, como la misma ley lo indica, “las prestaciones se reputan firmes y
debidas al momento del cierre de la operación bursátil", debiendo liquidarse dentro del plazo
establecido en los reglamentos y normas generales de la bolsa en que se celebre el contrato. En los
contratos de plazo, conforme al artículo 71, las prestaciones
?r\n firmne \7 n V\ i/-J-»c ol rnrr^ren 1*5 rvrmr o/m 1• nnr»
v.uaiiu\.utui^j iiui 4 i ti xjliv,u j ucuíuuj uí tviiuiut iu u^/v-á uv.iwii v juui/ w juii

exigibles al cumplirse el plazo establecido en el contrato. Estos contratos se celebran conforme los términos
y condiciones que fije la Bolsa para esta modalidad de cumplimiento contractual.
En cuanto a los contratos sujetos a condición o a opción, el artículo 72 establece lo siguiente: si celebra
un contrato de bolsa sujeto a condición, una o las dos partes puede desvincularse del cumplimiento de su
respectiva prestación mediante el pago de una prima. En cuanto a la opción bursátil ocurre cuando una de
las partes, pagando una prima determinada o determina- ble, asume frente a la otra la obligación de realizar
una o más operaciones bursátiles al vencimiento o durante la vigencia de un plazo.
Las anotaciones anteriores constituyen las normas generales a que se sujetan los contratos de bolsa,
sin perjuicio de estar sometidos al régimen general de las obligaciones mercantiles en lo que fuere
conducente.

2. CONTRATO DE FONDO DE INVERSIÓN %


El artículo 74 nos proporciona un concepto claro de lo que debe entenderse por contrato de fondo de
inversión:
"El contrato de fondo de inversión es aquel por medio del cual un agente recibe dinero de terceras
personas con el objeto de invertirlo por cuenta de éstas, de manera sistemática y profesional, en
valores inscritos para oferta pública; y al vencimiento, durante el plazo pactado o a la terminación del
René Arturo Villegas Lara 285

contrato, según sus propias disposiciones, se obliga condicional o incondicionalmente a devolver el


capital recibido, con sus frutos, cargando una comisión cuyo monto y características se definen en el
propio contrato". ■£:
%
HB
A esta transcripción literal sólo le hemos substituido una coma por uí punto y coma, después de los
términos "oferta pública", a efecto de que lái«_ lectura sea comprensible en todo su alcance.
Los sujetos de este contrato son los inversionistas y el agente. Este última debe llevar una
contabilidad separada de los fondos que recibe en tal concepto para la inversión de valores. Estos valores
pueden ser al portador, nominativos o a la orden; en los últimos dos casos puede aparecer como titular de
los mismos el agente, siendo su obligación informar mensualmente a los inversores sobre el estado de su
respectiva cartera de valores. El artículo 75 establece, en su no muy clara redacción, que ios agentes podrán
ejercitar las facultades de un endosatario en procuración para actuar en nombre del inversionista; pero esto
se explica si el título valor no se emitió a nombre del agente, pues si este fuera el caso, no se justificaría su
actuar como endosatario en procuración. Si los títulos valores fueren acciones de sociedades, el agente
ejercitara todos los derechos del inversionista según el régimen legal de la sociedad emisora de esos títulos
valores. El agente, como consecuencia de sus servicios, gana una comisión y es responsable de la exactitud
de los estados de cuenta que remita a los inversionistas que atiende.
En cuanto a formalidades especiales de este contrato, el artículo 75, último párrafo, establece que el
contrato de fondos de inversión debe inscribirse en el Registro del Mercado de Valores y Mercancías.
3. CONTRATO DE FIDEICOMISO DE INVERSIÓN

Puesto que el contrato de fideicomiso ya lo estudiamos al tratar de los contratos de servicio y


colaboración, capítulo décimo cuarto, no nos extenderemos en describir lo que es un fideicomiso. En
realidad de lo que trata el artículo
76 del decreto 34-96, al regular el supuesto contrato de fideicomiso de inversión, es la posibilidad de que
los bancos o las sociedades financieras privadas que funjan como fiduciarios, por haber celebrado un
contrato de fideicomiso de inversión, puedan delegar su función de fiduciarios en los agentes. Si
observamos detenidamente el contenido de este artículo, a eso se contrae esta figura contractual: a sustituir
al fiduciario, banco o sociedad financiera, en un agente.
Como aspecto particular de este contrato existe una modificación en cuanto a la forma, pues este
"fideicomiso de inversión" bursátil puede celebrarse en documento privado, lo cual contraría al artículo 771
del Código de Comercio, en donde se establece que la formalizatión del fideicomiso debe ser en escritura
pública. ¿Olvidó el legislador que lo accesorio sigue la suerte de lo principal? ¿Olvidó que conforme al
artículo 1578 del Código Civil, la modificación de un contrato debe observar la forma observada para el
contrato modificado? ¿La sustitución del fiduciario no es acaso una. modificación subjetiva del contrato?
Creemos que este contrato previsto como contrato bursátil no es más que una modificación subjetiva de un
contrato ya existente. Además, se aparta de las bases substanciales del fideicomiso, particularmente de la
confianza o fiducia que el fideicomitente tiene al "confiar" un patrimonio destinado a la inversión. Creemos
que el banco o la financiera, como fiduciario, pucuen lugiai iguales t'tsuliáuüs por medio del contrato de
fondo de inversión con un agente, sin necesidad de desviar toda la unidad conceptual del fideicomiso. Por
lo demás, si ya sabemos que es el contrato de fideicomiso, es sencillo entender lo preceptuado en el artículo
286 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

76 del Decreto 34-96, que regula el "fideicomiso de inversión bursátil".

4. CONTRATO DE SUSCRIPCIÓN DE VALORES

El contrato de suscripción de valores está regulado en el artículo 77 del Decreto 34-96. Mediante este
contrato las sociedades financieras y los agentes pueden adquirir valores inscritos para oferta pública, con el
objeto de proveer recursos al emisor, menos el descuento o comisión que gana la sociedad o el agente,
quienes colocarán posteriormente los valores suscritos. En el caso de
las sociedades financieras celebrarán estos contratos atendiendo a las leyes que rigen sus
posibilidades de inversión y no tienen necesidad de estar inscritas como agentes, para ese efecto.
Consideramos que este contrato pareciera ser lo que en la doctrina de los contratos bancarios
modernos se conoce como "underwriter". En efecto, Boneo Villegas y Barreiro Delfino, dicen:
"Una sociedad anónima que decide la emisión de una nueva serie de acciones puede lograr su suscripción y
consiguiente integración, a través de sus propios accionistas...".

Pero puede recurrirse también a una entidad financiera que realice operaciones de
"underwriter", la cual adquirirá la totalidad o parte de la emisión de acciones, no con el propósito
de mantener el dominio de ellas por tiempo ilimitado, sino por el contrario, con el fin de
enajenarlas a medida que la capacidad de absorción del mercado de dichos valores así lo permita...
En tal sentido, las entidades que realizan "undenwriter" actúan como prefinanciadoras al
anticipar al emisor aportes de capital, siendo su intención transmitir la titularidad de las acciones
representativas de aquellos adelantos a otros inversores. 1
Nuestra ley en este caso, regula un contrato que se semeja a la función del "underwriter", con
la particularidad de tipificarlo como un contrato bursátil.

5. CONTRATOS A FUTURO

Cuando una bolsa organiza la negociación de contratos traslativos de dominio o entrega


futura de valores, mercancías, fondos en moneda nacional o extranjera, cualquier bien de licito
comercio o se negocia una liquidación futura, calculada y efectuada conforme índices definidos por
una bolsa de comercio, entonces estamos ante los llamados "contratos a futuro", tal como lo
establece el artículo 78 del Decreto 34-96.
Sin perjuicio de que cualquier bien puede negociarse a futuro, es muy común en Guatemala
negociar las producciones de café a futuro, particularmente favoreciendo al productor que puede
asegurarse un precio básico rentable para cuando entregue la cosecha. Esta práctica común en el
negocio del café aparece ahora como un negocio bursátil, ante el cual las bolsas de comercio dictan
las reglamentaciones que le dan certeza jurídica a este tipo de contratos. Por supuesto que esta
modalidad contractual no es original de la legislación de valores. El germen hay que encontrarlo en
el Derecho común. En efecto, el artículo 1538 del Código Civil establece que no sólo las cosas que
287 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

existen pueden ser objeto de los contratos, sino las que se espera que existan. Esta previsión, a
nuestro juicio, es la raíz de los contratos a futuro.

6. DEPÓSITO COLECTIVO DE VALORÉS

Por último, el artículo 79 regula el contrato de depósito colectivo de valores. Este es un


contrato mediante el cual el depositante entrega a una bolsa de comercio o a la sociedad que esta
designe, una serie de valores para su custodia, debiendo devolvérsele los mismos valores u otros
equivalentes, por el mismo monto, clase y especie de los depositados. Al existir derecho en el
depositante a disponer de los valores depositados, siguiendo la dogmática y práctica del depósito,
nos encontramos ante lo que se conoce como depósito irregular. Como este depósito no transfiere la
propiedad de los valores depositados, tampoco ingresan al patrimonio del depositario. Por
disposición del mismo artículo citado, en lo que fuere aplicable, se estará a la regulación que sob re
el depósito contiene el Código Civil.
CAPÍTULO VIGÉSIMO CUARTO

Los CONTRATOS ATÍPIC05

Este capítulo lo dedicamos a tratar someramente los llamados contratos atípicos, o sea
aquellos que no están regulados en la ley y que, no obstante, se practican en la realidad del
comercio. A nuestro juicio no debe confundirse el contrato atípico con el contrato innominado.
Innominado significa qué .no tiene nombre; atípico, que no lo contempla la ley. Un contrato puedfe
ser atípico y tener nombre, porque éste puede provenir de la práctica mercantil, en cuyo caso, como
288 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo Ul

dice el tratadista argentino Rodolfo Fontanarrosa, estamos ante una nominación social. 45 Todos los
contratos típicos tienen un nombre: compraventa, arrendamiento, sociedad, comodato, etc.;
mientras que los atípicos pueden tenerlo o no tenerlo.
El mundo del contrato atípico se fundamenta en la llamada libertad de configuración
interna, la que tiene como límite la creatividad de las personas para inventar fórmulas de
negociación y plasmarlas en cláusulas contractuales; libertad que debe respetar el orden público,
las leyes prohibitivas expresas y la moral, en cuanto al objeto del contrato y sus posibles
condiciones, de conformidad con los artículos 1271 y 1301 del Código Civil. De ahí que los
contratos que estudiamos en este capítulo no son más que algunos ejemplos significativos de estos
contratos, principalmente porque ya se dan en el medio guatemalteco.
l. EL CONTRATO DE L EASING

Uno de los contratos atípicos que ya es de uso común en la práctica comercial de Guatemala,
es el contrato de "leasing", también conocido como arrendamiento financiero, locación
financiera o arrendamiento con opción de compra. Esta última denominación es la que más
puede dar lugar a equívocos al momento de interpretar una relación contractual de esta naturaleza,
como
1 0 explicaremos más adelante. Además, el mismo origen del nombre leasing,
que deviene del inglés léase (contrato de alquiler) y to lease (arrendar), hace pensar que se trata del
contrato de arrendamiento regulado en el Código Civil; y si a eso se suma el hecho de no contar con
normas jurídicas que lo tipifiquen, el resultado es encontrar divergencias entre partes sobre la
naturaleza jurídica del contrato que han celebrado, las cuales sólo es dable resolverlas con base en
la doctrina existente sobre éste negocio atípico.

1.1 IDEAS GENERALES SOBRE ESTE CONTRATO

Sucede frecuentemente en la actividad empresarial, ya sea en la industria, en la


intermediación, en los servicios o en la común necesidad de una persona por adquirir un bien, que
no se posea el capital necesario para obtenerlo mediante la figura típica que nos sirve para nutrir
nuestro patrimonio: la compraventa al contado. Entonces recurrimos a quienes se dedican a propor-
cionar financiamiento para facilitar la satisfacción de esas necesidades, ya sea una entidad bancaria,
una entidad financiera o incluso el prestamista individual. Sin embargo, con el desarrollo de los
mecanismos de financiamiento nnp SP nrartiran dentro del tráfico comercial, han sureido fieuras
contractua-
1 1 * w ^

les que permiten obtener financiamiento mediante fórmulas no tradicionales, siendo una de ellas el
contrato de leasing. Así dicen los autores argentinos, Boneo Villegas y Barreiro Delfino:
"El contrato de leasing configura una típica operación de financiación de mediano

45 Derecho Comercial Argentino. Tomo II. p. 37.


2 Contratos Bancarios Modernos, p. 37
René Arturo Villegas Lara 289

o largo plazo que se materializa entre una entidad financiera autorizada y una empresa comercial, industrial
o de servicios interesada en incorporar, renovar o modernizar sus equipos productivos e instalaciones, en pro
de la obtención de mejores niveles de eficiencia y competitividad".2
En el desarrollo de este capítulo veremos que esta es la idea primaria del leasing; pero, que la
práctica comercial de cada país produce relaciones negóciales un poco más flexibles con respecto al
citado concepto doctrinario o variedades de contratos de leasing, con respecto al leasing financiero.
Un ejemplo práctico nos permite explicar la mecánica que precede a este contrato y la forma en
que opera: Supongamos que un industrial de la madera necesita comprar maquinaria eléctrica para la
producción de muebles y para ello requiere de financiamiento. Si opta por obtenerlo mediante un
contrato de leasing, acudirá ante un sujeto que se dedique a proporcionar esa asistencia —entidad
financiera— a plantear sus necesidades en cuanto al objeto o cosa que desea adquirir. Si su pretensión
es aceptada y se le otorga el financiamiento, el sujeto acreedor adquirirá la maquinaria de acuerdo a las
especificaciones del solicitante del leasing, pagando el precio directamente al proveedor y como sujeto
comprador de la cosa. Esta maquinaria pasara a poder del industrial para que la utilice en su proceso
productivo durante el plazo que se fije en el contrato, debiendo pagar a cambio, una "renta" periódica.
Al finalizar el plazo del contrato el industrial tendrá la opción de adquirir la propiedad sobre la
maquinaria que ha utilizado mediante el leasing, por el precio que se haya pactado desde el momento
en que celebró el contrato. Como se trata del ejercicio de un derecho subjetivo, si se renuncia a optar
por la compra, el bien debe ser devuelto al dador del finaciamiento. Si se ejerce la opción, se paga un
precio residual que es inferior al que se habría pagado por la maquinaria nueva.
El sujeto interesado en adquirir los bienes es quien los escoge y ello supone que ha puesto
diligencia en cuanto a la calidad y funcionamiento de los mismos, de manera que a el le afectaran lo?
vicios de que adolezcan. Además, para garantizar el pago de las rentas periódicas, el dador del
financiamiento se reserva el dominio sobre los bienes adquiridos y es usual que requiera una fianza
que garantice el pago de la cantidad financiada mediante el leasing financiero, la que ha sido dada con
un fin específico: la adquisición de los bienes que originan la contratación.
En Guatemala, desde el punto de vista formal, no existen normas legislativas que tipifiquen este
contrato. Sin embargo, la Junta Monetaria ha dictado resoluciones reglamentarias dentro del ámbito de
su competencia, que se refieren al arrendamiento financiero que pueden negociar las instituciones
bancadas y las sociedades financieras, como operación que no está prevista en las leyes de la materia,
junto al factoraje, el reporto, la emisión y operación de tarjetas de crédito, etc. En efecto, el Anexo 3 de
la resolución JM-752-92 de la Junta Monetaria, dice:
290 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

"Lincamientos generales para realizar operaciones de arrendamiento financiero".


a) El arrendamiento financiero implica la adquisición de bienes para el uso de las instituciones bancarias, con
el fin de otorgar el crédito.
b) Los contratos de arrendamiento financiero se registrarán en la contabilidad de los bancos como activos
financieros, afectos al requerimiento mínimo de capital a que se refiere la literal b) del artículo 20 de la Ley
de Bancos.
c) La amortización de los activos financieros, constituidos por los contratos de arrendamientos financieros, se
efectuará de conformidad con las cuotas previstas en los propios contratos. El valor de las cuotas se fijará de
manera que en el plazo convenido se amortice el monto pactado en el contrato respectivo".

La regulación transcrita, que son normas del derecho guatemalteco en sentido material, sólo tiene
efecto en el ámbito de la banca; y no constituye limitación para que se celebre un contrato de leasing en
el cual aparezca como sujeto financista una persona ajena al negocio bancario-financiero. En tal caso, es
el conocimiento que se tenga sobre la forma en que debe celebrarse este contrato lo que orientará la
formalización y redacción del documento en que se contenga el negocio de leasing financiero, lo mismo
que sucederá al momento de negociarse cualquier contrato atípico. Recordemos que la posibilidad de
celebrar un contrato que no está previsto en la ley, o sea el atípico, parte de la noción genérica de
contrato que contiene el artículo 1517 del Código Civil: si dos o más personas crean, modifican o
extinguen obligaciones, aunque su acuerdo de voluntades no encaje en un contrato tipificado y estruc-
turado en la ley, estaremos ante un contrato; atípico, pero, contrato; y este es el caso del contrato de
leasing, particularmente en su versión de leasing financiero.

1.2 Modalidades del contrato de leasing

La doctrina es unánime en considerar la existencia de dos modalidades de contrato de leasing:


leasing operativo y leasing financiero.

1.2.1 LEASINC OPERATIVO

En esta modalidad de leasing el propietario fabricante o proveedor de un bien lo transfiere a otro


para utilizarlo en su actividad económica. En este caso el locador o arrendante negocia con el locatario
o arrendatario el uso del bien o cosa, a cambio de una renta y por un plazo de coria duración, lo que
permite al fabricante o proveedor celebrar diversos contratos sobre el mismo bien, asegurándose
ganancias rentables. El arrendatario, en esta caso, tiene a su servicio el bien y no se preocupará de su
mantenimiento, pues eso es obligación del locador. En este modalidad de leasing no es de su naturaleza
que el arrendatario adquiera el bien al finalizar el plazo; no existe opción de compra; lo que a nuestro
juicio hace del leasing operativo un típico contrato de arrendamiento que se regiría por las normas
contenidas en el Código Civil para el contrato de arrendamiento, de manera que no estaríamos ante un
contrato atípico, sino ante una relación negocial que encaja dentro de los cánones del contrato de
arrendamiento.
En el leasing operativo el locador es al mismo tiempo el fabricante o proveedor de los bienes.
René Arturo Villegas Lara 291

Ahora bien, si no es así, entonces nos encontramos ante la figura de renting, que es el negocio que en
el mercado conocemos al arrendar un vehículo para uso personal y operado por el mismo
arrendatario. En este caso, el llamado contrato de renting es un típico contrato de arrenda? miento en
el que el locador ni fabrica ni provee el bien.

Leasing financiero $
' W:
• a*.
El leasing financiero es algo distinto porque su esencia es la de ser una operación financiera y,
por lo mismo, explicable a la luz de los principios de una operación de crédito, al grado de que
algunos ordenamientos sólo lo conciben si participa un banco o una sociedad financiera, lo cual no
sucede en el medio guatemalteco, pues aquí la asistencia financiera mediante leasing la puede dar una
persona que no necesariamente sea una entidad de crédito. En el leasing financiero el sujeto llamado
dador (dador del financiamiento) proporciona dinero para comprar un bien que necesita el tomador
(tomador del financiamiento y del bien por adquirir), adquiriéndolo directamente del proveedor y
pagándole el valor del mismo. Esta adquisición la hace el dador a su nombre y transfiere su uso al
tomador, quien previamente ha seleccionado el bien a su conveniencia. El tomador se compromete a
pagar una renta por el uso del bien adquirido con el financiamiento y goza de la opción de comprarlo
al finalizar el plazo, por un precio residual que fijan al celebrar el contrato. Esta explicación sobre la
estructura del leasing financiero nos permite afirmar que el contrato de leasing, en su modalidad
financiera, es de suyo complejo y da lugar a que se afirme que nos encontramos ante figuras
contractuales típicas: arrendamiento con opción de compra, compraventa con reserva de dominio, etc.,
dado el parecido estructural que puede tener con otros contratos. Sin embargo, el leasing financiero es
una figura contractual que tiene fisonomía propia, según veremos más adelante, aunque por ser de
una estructura compleja, como son las relaciones jurídicas comerciales, encontramos variadas
relaciones nacidas de un mismo vínculo, que también podemos encontrar en la compraventa, en el
arrendamiento, en la apertura de crédito, en el usufructo. En todo caso, tal variedad de relaciones no
significa que sea una yuxtaposición de contratos.
El autor mexicano, Oscar Vásquez Del Mercado, nos da un concepto completo sobre lo que es el
leasing financiero o arrendamiento financiero: "Por contrato de arrendamiento financiero debe entenderse
como aquel en virtud del cual la arrendadora financiera se obliga a adquirir determinados bienes y a conceder su
uso y goce temporal, a plazo forzoso, a una persona física o colectiva, obligándose esta a pagar como prestación,
que se liquidará en pagos parciales según se convenga, una cantidad de dinero determinada o determinable, que
cubra el valor de adquisición de los bienes, las cargas financiera y los demás accesorios, y a adoptar al
vencimiento del contrato alguna de las siguientes opciones: compra de los bienes, prorroga del contrato,
participación en el precio de venta de los bienes". 3

1.2.2.1 Elementos personales, reales y formales del contrato de leasing financiero


En el leasing financiero actúan los sujetos siguientes:
a) La persona que da ei financiamiento. En algunas legislaciones como la mejicana, según se deduce
292 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

de los textos que desarrollan este contrato, el dador del financiamiento debe ser una institución
de crédito. En el derecho guatemalteco esto no es necesario y de hecho se contrata el leasing
financiero con sociedades que no son ni bancos ni sociedades financieras, aunque si sociedades
anónimas que se dedican específicamente a dar financiamiento para adquirir bienes; y
b) El otro sujeto es el tomador o beneficiario del financiamiento y usuario de los bienes por
adquirir. En cuanto al proveedor del bien no es sujeto del contrato de leasing, aunque se
beneficia de él. Sin embargo, el proveedor no necesariamente debe ser una persona distinta al
dador del financiamiento, pues suele ocurrir que se dé una confusión de sujetos: financista y
proveedor.
En cuanto a los elementos reales estimamos que deben tenerse como tales la cantidad financiada
o monto del financiamiento y los bienes que con él se adquieren. Consideramos importante que la
suma financiada se tenga como

Contratos Mercantiles, p. 442


René Arturo Villegas Lara 293

elemento objetivo o real de este contrato, para insistir en que, en él se configura una operación de
financiamiento.
En cuanto a la forma debe estarse a la regla establecida en el artículo 671 del Código de
Comercio, que prescribe la libertad de la forma en el contrato mercantil, a excepción de los que
exijan una forma o solemnidad especial. Claro que en un contrato como este, la forma escrita es
recomendable y regularmente se hace mediante el contrato-formulario.

12.2.2 Características del leasing financiero


Como la celebración de un contrato atípico se fundamenta en la autonomía de la voluntad
para establecer su régimen, las partes se obligarán mediante cláusulas que regirán sus respectivas
prestaciones, teniendo como límites la ley en este caso la que regula el contrato en general, la
moral, el orden público o las leyes prohibitivas expresas, en los términos previstos en los artículos
1271 y 1301 del Código Civil. Sin embargo, como este contrato suele formalizarse en contratos por
adhesión, deben tenerse en cuenta las reglas doctri- ■ narias para interpretar los contratos
prerredactados y que en parte recoge el artículo 672 del Código de Comercio. En todo caso, nos
encontramos ante un contrato de leasing financiero, cuando el negocio celebrado tiene las
características siguientes:
a) El tomador o usuario de los bienes adquiridos mediante el leasing financiero debe tener
siempre el derecho a optar por la compra de los mismos, por el valor residual negociado, al
finalizar el plazo.
b) El plazo del contrato se negocia en razón de la vida útil del bien adquirido y es común que
sea forzoso.
c) El valor del precio que debe pagar el tomador se fija en razón dei precio del • objeto adquirido
y el beneficio que el dador va a obtener por la suma
financiada conforme a los intereses existentes en el mercado financiero.
d) El tomador o usuario de los bienes asume los riesgos y soporta los vicios del objeto
adquirido. El tomador ha escogido los bienes que necesita y el dador se concreta a dar el
financiamiento, adquirir los bienes y trasladar el uso al tomador, conservando la propiedad
sobre los mismos.4
De lo expuesto se deduce que el contrato de leasing financiero tiene los caracteres siguientes:
consensual, bilateral, oneroso, conmutativo, de tracto sucesivo y celebrado, conmunmente, por
adhesión.
1.3 FUNCIÓN DEL CONTRATO de LEASING FINANCIERO

El contrato de leasing financiero permite que los sujetos que en él intervienen satisfagan diversos
intereses. Para el dador o sujeto que da el arrendamiento, realiza una operación financiera que le
permitirá obtener una ganancia por medio de los intereses y demás réditos que rinde la asistencia
crediticia. Si al mismo tiempo es el proveedor de los bienes que necesita el tomador o beneficiario,
estará también colocando sus productos. Su ganancia estará incluida en las cuotas periódicas que se le
pagarán durante el plazo del contrato. En cuanto ai tomador, beneficiario o usuario de los bienes, el
leasing le permite equipar su empresa con bienes nuevos, regularmente maquinaria y equipo, lo cual

4 Ver: Boneo Villegas y Barreiro Deltino. Ob. Cit. p.p. 105-106


294 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
incide positivamente en su actividad económica; y, como sólo tiene el uso del bien, este no entra dentro
de sus activos, por lo que no se afecta su contabilidad, amén de que la renta la incluye dentro de su
pasivo. Sumado a eso, tiene en su favor la expectativa de adquirir el bien por un precio residual o, como
ya se dijo, arrendarlo de nuevo o tener derecho a parte del precio en que el dador lo vendiera a tercero,
si no dispusiera simplemente recuperarlo para si. Lo anterior hace que se distingan dos etapas dentro
del tracto sucesivo de este contrato, a saber:
a) Etapa de administración. En esta etapa lo importante es la utilización del bien adquirido con el
financiamiento, en el entendido de que el tomador debe utilizarlo racionalmente; cuidarlo y
conservarlo con diligencia, para devolverlo útil, si no hiciere uso del derecho a optar por la
compra; y,
b) Etapa de disposición. Sucede cuando, vencido el plazo, el tomador decide adquirir el bien,
ejercitando el derecho a la opción de compra. En ese momento seda la compraventa por el precio
residual, en el entendido de que el objeto ya está entregado aladquirente y, dada la naturaleza de
la relación, no existe la obligación de saneamiento en el dador. Si no se ejerce la opción o no hay
nuevo contrato para seguir utilizando el bien en el mismo concepto, aunque con obvias
modificaciones contractuales, el bien se devuelve al dador, quien, durante todo el plazo ha
conservado el derecho de propiedad sobre el mismo. Establecido el panorama general sobre lo
que debe entenderse por
contrato de leasing y principalmente en su modalidad de leasing financiero, estarnos en capacidad
de diferenciar a este último, del contrato de arrendamiento, que es con el que más se le confunde y lo
más importante de precisar, pues al momento de interpretarlo se podría pretender que el leasing
financiero se rigiera por la ley que norma y tipifica este contrato, lo que significa negarle el perfil propio
que la doctrina le asigna al leasing financiero. Veamos las diferencias:
13.1 DIFERENCIA DEL LEASING FINANCIERO CON EL ARRENDAMIENTO

Tanto el leasing financiero como el arrendamiento ponen a disposición de una persona,


bienes que pertenecen a otra, para utilizarlos en su provecho. Sin embargo, el objeto, la motivación,
los efectos, son distintos. Ricardo Olivera García, citado por Boneo Villegas y Barreiro Delfino, dice
al respecto:
"La locación (arrendamiento) es un contrato de administración por el cual el locador se obliga
a ceder el uso de una cosa, comprometiéndose a hacerlo en condiciones tales que permitan su
goce conforme a las exigencias del locatario. Es por ello que el locador debe entregar la cosa
en buen estado, responder de los vicios o defectos graves y asumir los riesgos de ella.
Alrededor del uso de la cosa gira toda la problemática de este contrato.
Por su parte, el leasing es un contrato de financiación mediante el cual el dador realiza una
operación de préstamo especial, con la particularidad de que la asistencia crediticia no se
exterioriza en la entrega de dinero, sino en la entrega de un bien que el tomador recibe con la
intención de usarlo y, eventualmente, adquirirlo.,*^ Para el dador el bien en si no es factor
motivante del contrato como lo es paVaél locador, al dador sólo le interesa la operación
financiera que instrumenta con él leasing. Consecuentemente es que el tomador recibe el bien
en el estado en que se halla y conoce por haberlo seleccionado y asume sus riesgos y vicios,
René Arturo Villegas Lara 295

es decir (¡út¿ks cargas contractuales se invierten respecto a la locación. Esta


particularidad sólo cobra sentido si se analiza el leasing como una operación financiera, en la
que el dador es un intermediario financiero que realiza una colocación crediticia de la que sólo
espera recibir un flujo de pagos constantes y predeterminados". 5

De acuerdo con la cita transcrita la intención de las partes en el arrendamiento es la de


permitir el uso de un bien y en razón de ello se pacía la renta. En el leasing financiero la intención
de las partes es negociar un crédito sujeto a las reglas del mercado financiero, lo cual influye en las
"rentas" periódicas que debe pagar por el uso del bien adquirido con el financiamiento, pues en
ellas se incluyen intereses y comisiones que no se estilan en la renta proveniente del arrendamiento.
Además, si bien en el arrendamiento también puede existir la opción de compra, para el caso de
que el propietario quisiera vender, esa opción funciona como una preferencia de adquisición, como
un derecho de tanteo en que las rentas ya pagadas no tendrían nada que ver con el precio; en
cambio en el leasing financiero, para que sea tal, la opción debe ser parte

5 Ob. Cit. p. 113


394 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

del contrato, el precio de la posible venta se pacta desde la celebración del contrato y siempre
será un valor residual que se calcula tomando en cuenta el natural deterioro del objeto durante el
plazo en que ha sido utilizado. Por otro lado, si en el arrendamiento no se hace ejercer el derecho de
opción y el bien es vendido a tercero, el locatario no tiene derecho a que se le entregue parte del
precio vendido; mientras que en el leasing suele prácticarse que, si no se ejerce la opción y el bien
es vendido a tercero, tendrá derecho a una parte del precio.
Lo anterior nos permite afirmar que el leasing financiero, como debe llamársele, no
es un arrendamiento con opción de compra ni las obligaciones y derechos de las partes se rigen
por las normas del Código Civil que rigen el arrendamiento.

2. CONTRATO DE FACTORING

2.1 GENERALIDADES

El movimiento comercial, tanto nacional como internacional, se desenvuelve sobre la base del
crédito. Se compra y se vende dentro de un sistema que permite diferir el pago del precio. Como
consecuencia, el vendedor tiene que esperar el vencimiento de los plazos para que las deudas se le
conviertan en recursos disponibles para nuevas inversiones, actuando como cobrador de sus
acreedurías. Ante esa realidad y para resolver las dificultades que las compraventas así realizadas
ocasionan, surge la técnica del factoring, que permite ai comerciante acreedor la obtención de
capital, mediante la rcaíizaión de las deudas a su favor, por medio del financiamiento y confiando a
otro el cobro de las mismas.
El contrato de factoring se origina en la función del factor, que principió siendo un auxiliar
del comerciante para la dirección de una empresa, y así sigue siendo considerado si nos
atuviéramos al artículo 263 del Código de Comercio. Sin embargo, en el caso del contrato de
factoring, el factor es una sociedad que se dedica a financiar las deudas que los comerciantes tienen
a su favor y a cobrarle a los deudores. Los franceses afirman que:
■'Una sociedad de factoring es una sociedad financiera cuya función social consiste en
comprar deudas comerciales a la vista o exigibles a corto plazo, negociarlas y prestar un
conjunto de servicios comerciales y financieros a su clientela-vendedora
de bienes o de servicios con arreglo a un contrato previo, establecido para cierta duración,
que vincula al factor con su diente". 46

Para ejemplificar lo anterior decimos lo siguiente: un comerciante de refrigeradoras ha


vendido sesenta unidades; y como el pago del precio se pacto a plazo diferido, le adeudan los
compradores la suma de Q 180,000.00, lo cual consta en las facturas correspondientes. Como ese

46 Serge Rolin: El Factoring. p. 68


300 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo lll

capital lo recibirá el vendedor hasta dentro de seis meses y deberá ejecutar los actos de cobro,
decide recurrir a una sociedad de factoring para celebrar un contrato de factoring, por el cual le
transfiere a dicha sociedad sus facturas, recibiendo el valor de las mismas, por un precio que la
sociedad cobre por el servicio y con la función de cobrar las facturas a los deudores. En el fondo la
sociedad está dándole un financiamiento al comerciante de refrigeradoras y por eso este contrato es
estudiado dentro de los negocios que contienen operaciones de crédito, aunque como veremos más
adelante, el financiamiento puede no existir, dándose únicamente la transferencia de las facturas
para su cobro, sin que por ello el contrato deje de constituir un factoring. El precio que la sociedad
factoring cobra cuando da financiamiento, incluye intereses vigentes en el mercado financiero .
Con el ejemplo que ensayamos sobre una posible operación de factoring, podemos entender
la idea que nos da Annie Fumo, cuando define al factoring como
"un convenio de efectos permanentes establecido entre el contratante, según el cual aquel se
compromete a transferir al factor todas o parte de las facturas que posee de terceros deudores
y notificarles esa transmisión; como contrapartida, el factor se encarga de efectuar el cobro de
estas deudas, de garantizar el resultado final, incluso e.n. caso de morosidad de! deudor y de
pagar su imperte, bien por anticipado, a fecha fija o mediante deducción de sus gastos de
intervención". 47

En Guatemala el contrato de factoring es atípico porque no existe ley que lo regule, aunque
por disposición reglamentaria de la Junta Monetaria, ya citada al tratar del contrato de leasing, es
una operación que pueden realizar las instituciones de crédito. En todo caso, por no estar
prohibido, puede contratar como factor, una sociedad ajena a las instituciones de crédito, que tenga
como objeto dedicarse a las operaciones de factoring, lo que supone una organización interna
especial, pues se necesita de capitales sólidos y

S Ob. Cit. P. 163


47 Citada por Borneo Villegas y Barrciro Dclfino. Ob. C¡!. p. 160
René Arturo Villegas Lara 301

suficientes para dar el financiamiento. Por ejemplo, en el caso de los bancos y las sociedades
financieras, están legal y técnicamente preparadas para dedicarse al factoraje.

2.2 Sujetos del contrato

Sujetos del contrato de factoring son: el factor, que es la sociedad factoring; y, el cliente, o sea
el titular de los créditos transferidos al factor.
En cuanto al funcionamiento empresarial del factor, es importante señalar que la sociedad
factoring celebra el contrato con su cliente previo estudio de su empresa y de la solvencia y
conducta de sus compradores, principalmente en cuanto al cumplimiento de las obligaciones. A
este respecto, Boneo Villegas y Barreiro Delfino, indican que la sociedad factoring va a contratar,
siempre y cuando se establezca:
a) La solvencia y moralidad de su posible cliente;
b) La verificación de que la estructura de su balance no revela desequilibrios;
c) La naturaleza y calidad del producto fabricado o comercializado por su cliente;
d) La eficiencia y dinamismo del cuadro directivo del cliente;
e) Que su posible cliente sea una empresa en expansión sometida a las naturales tensiones que
se le han de derivar de sus mayores ventas, para las que precisa más financiación.8

2.3 EL FACTORING y OTRAS OPERACIONES AFINES

La doctrina consultada explica al factoring en su concordancia con otros negocios que


persiguen fines parecidos, como el caso del descuento, la apertura de crédito como anticipo o el
seguro de crédito. Sin embargo, dado que estas figuras son contratos tipificados en la legislación
guatemalteca, la lectura de las leyes específicas, en este caso los códigos de comercio y civil, y una
reflexión sobre la causa o motivo negocial en cada uno de ellos, nos permite asegurar que sólo es
dable establecer las afinidades y diferencias que existen con el contrato de descuento.
En esa directriz recordemos que al desarrollar los contratos u operaciones de crédito
estudiamos que el descuento es una negociación que permite al titular de un crédito de
vencimiento futuro, obtener el importe del mismo a cambio de un precio. Pero, aun cuando el fin
puede resultar similar, en el factoring el cliente que transfiere los créditos debe quedar desligado de
garantizar el pago, como regla, lo que es una excepción en el descuento. Por otro lado, el descuento
es, regularmente, un negocio sobre créditos que constan en títulos de crédito o en libros, mientras
que en el factoring se opera sobre facturas, aunque podría ser sobre un título que a la vez es factura:
la factura cambiaría. Una operación de descuento puede negociarse sobre un título de crédito; el
factoring, en cambio, esta concebido para absorber una masa de facturas y la existencia de un
contrato base, el de factoring, que permite el traslado periódico de facturas durante el plazo del
302 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo lll

contrato. El factoring implica una vinculación entre las partes, distinta a la que ocurre en el
descuento, pues en aquel los mismos estudios que realiza la sociedad de factoring para celebrar el
contrato, inciden en la escogencia de los compradores, ya que sus calidades personales van a
permitir que la factura respectiva se incluya en la operación de factoraje, lo que no sucede en el
descuento. En suma, se trata de un contrato distinto al descuento, aunque la finalidad de ambos
tenga algún parecido.
4-
2.4 MODALIDADES Y CARACTERES DEL CONTRATO DE FACTORING

De las modalidades de factoring que enseña la doctrina, la que juzgamos' más importante es
la del factoring con financiamiento o sin financiamientD*, En el primer caso, el factoring es una real
y verdadera operación de crédito, por la cual el cliente obtiene el valor de los objetos que ha
vendido, lo que se traduce en una obtención de liquidez para el comerciante; a su vez, el factor
obtiene su ganancia mediante los intereses que cobra por el financiamiento, de acuerdo con el plazo
a que esté sujeto el cobro de las facturas y las tasas vigentes en el mercado financiero. En el segundo
caso, no hay financiamiento. Ei factor se concreta a la administración de las facturas y cobro de las
mismas, mediante un precio por ese servicio. En este caso, el cliente recibe el beneficio de no tener
que controlar a sus deudores y ello redunda en una simplificación de su administración interna.
Esta segunda modalidad la consideramos similar, al servicio bancario de cobros por cuenta ajena,
por el que pagamos los recibos
o facturas del servicio de energía eléctrica, de cable, de impuestos, etc.
En cuanto a los caracteres del contrato de factoring y de acuerdo a los objetivos que se
persiguen y las relaciones que de el surgen, se dice que es consensual, bilateral, oneroso,
comutativo, de tracto sucesivo y por adhesión. Al igual que en el caso de leasing, no consideramos
que sea innominado, porque este término significa "sin nombre"; y, el nombre de un contrato no
necesariamente deviene de la ley; puede provenir de la práctica social. En este caso el contrato es
nominado: contrato de factoring.

S Ob. Cit. P. 163


303 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

3. CONTRATO DE UNDERWRITING

3.1 GENERALIDADES

Una sociedad mercantil anónima, en especial, puede tener necesidad de capital para su
actividad económica, encontrándose con varias posibilidades para satisfacerla:
a) Aumentar el capital emitiendo acciones;
b) Emitir obligaciones sociales o debentures; y,
c) Recurrir a un p réstamo que 1 e podría dar una i nstitución de crédito: un b anco
o una sociedad financiera.
Si se decide por aumentar el capital o por emitir obligaciones sociales o debentures, tendrá que
realizar gestiones para colocar los valores, ya sea con los socios o con personas extrañas a la
sociedad. Esas gestiones están sujetas a las condiciones del mercado de inversión en valores. Para no
experimentar esas posibilidades de éxito o fracaso en la colocación, entonces, la sociedad puede
recurrir al contrato de underwriting, que es una operación por la cual un banco o una sociedad
financiera otorga prefinanciamiento a la sociedad emisora sobre la suma que representa el total o
parte de los valores a emitir: acciones o debentures, pagando un precio menor al valor nominal de
cada documento, los cuales colocará posteriormente por un precio mayor.

3.2 CONCEPTO Y CARACTERES

La doctrina considera que existe contrato de underwriting cuando una entidad de crédito se
obliga a prefinanciar la emisión de acciones u obligaciones sociales de una sociedad anónima, para
luego colocarlas en el mercado de valores. Conforme a este concepto y al tratar de los contratos de
bolsa en Guatemala, hemos afirmado que este contrato es similar a! que prevé el artículo
77 del Decreto 34-96 del Congreso de la República, tipificado como contrato de suscripción de
valores, porque allí se dice que las sociedad.e3 financieras o agentes pueden adquirir valores
inscritos para la oferta pública, con el objeto de proveer recursos a la sociedad emisora, a cambio do
un descuento o comisión y con la finalidad de colocarlos már, tarde, en el mercado. Y como al
colocarlos se supone que será por una cifra nominal mayor a la de la adquisición, la diferencia
constituye su ganancia. En principio podrí?, considerarse que el contrato de suscripción de valores
es el mismo undcnvriting de la doctrina contractual moderna; sin embargo, en el contrato bursátil la
previsión de los recursos como financiamiento sólo la puede dar una sociedad
i

financiera o un agente; debe tratarse de valores ya inscritos para la oferta pública, lo cual supone
que ya fueron emitidos; y, el contrato se celebra dentro de las operaciones de bolsa. Obviamente,
aunque la finalidad del underwriting es parecida: obtener financiamiento con respecto a títulos
valores, consideramos que este último se va a caracterizar porque:
a) No es un negocio realizado en la bolsa;
b) Quien da el financiamiento puede ser un banco, una sociedad financiera o cualquier sujeto
económicamente solvente para realizar este giro de negocios;
René Arturo
y Villegas Lara 304
c) El prefinanciamienlo es sobre títulos valores por emitir, pues esa es la obligación que
contrae la sociedad prefinanciada al celebrar el contrato.
Con esas modalidades de financiamiento la sociedad se evita correr el
albur de colocar los valores que va a emitir, aumenta con seguridad su capital social o capital
contable, según sea el valor que emita, en el primer caso acciones y en el segundo obligaciones, y
resuelve su necesidad de capital.
Juzgado así este contrato, podemos atribuirle los caracteres de consensúa!, bilateral, oneroso,
conmutativo, por adhesión, no formal y atípico.

3.3 Sujetos, odjeto y forma de este contrato

Los sujetos del contrato de underwriting son:


a) La entidad que da el prefinanciamiento, adquiere los títulos valores a emitir con la finalidad
de colocarlos posteriormente.
b) La sociedad anónima emisora que recibe el prefinanciamiento, contrayendo la obligación de
emitir los valores objeto del contrato, en los términos que hayan negociado.
En cuanto al objeto de ese contrato la doctrina considera que son dos: el prefinanciamiento
que se otorga y los títulos que se emiten.
La forma, como ya se explicó anteriormente, es libre por la regla general en materia
mercantil; sin embargo debe considerarse formalizarlo por escrito, dada la trascendencia del
mismo y la naturaleza de los sujetos que intervienen.
El autor argentino, Carlos Alberto Ghersi, en su obra Contratos civiles y Comerciales9,
establece las etapas necesarias para la celebración de un contrato de imderwriting, a saber:

9 pp. 183 - 184- 185- 186


305 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III
a) Actos preparatorios. Cuando la sociedad ha definido su necesidad de capital y emitir los títulos valores
con prefmanciamiento, recurrirá a una entidad financiera para estudiar la posibilidad de celebrar un contrato
de underwriting. A este respecto el autor citado advierte que debe tenerse en cuenta que la celebración del
contrato es sin perjuicio del derecho de suscripción preferente que tienen los socios, si se tratara de emitir
acciones u obligaciones convertibles en acciones, porque este es un derecho reconocido por la ley; aunque
también expresa el criterio de que, si se pacta como obligación de la entidad financiadora, que al colocar
posteriormente las acciones u obligaciones convertibles, debe primero ofrecerles a los socios !a
adquisición de los títulos, estaría a salvo el derecho de suscripción preferente. En todo caso y aun cuando
la solución al problema del ejercicio del derecho de suscripción preferente, pareciera así resuelto, creemos
que tal derecho, al devenir de la ley, 110 podría ser afectado por un contrato. Sin embargo, por tratarse de
un contrato atípico, las partes tienen libertad para utilizar la imaginación y encontrar la fórmula que permita
armonizar la necesidad de la sociedad en cuanto al financiamiento y el ejercicio del derecho de suscripción
preferente. Parte también de los actos preparatorios es hacer el estudio sobre la factibilidad de celebrar
dicho contrato.
b) Celebración del contrato. Al concluir satisfactoriamente los actos preparatorios, se suscribe el contrato en
el cual se establecerá el monto déla emisión, el valor nominal de los títulos, los términos de la financiación y
las modalidades de la colocación de los títulos valores. En cuanto al valor nominal de las acciones a emitir
debe recordarse que se estará a lo que establezca la escritura constitutiva de la sociedad; y en las
modalidades de la colocación de los títulos, es donde debe preverse la garantía del derecho de suscripción
preferente de los socios, si se trata de acciones o de obligaciones convertibles en acciones.
Celebrado el contrato se procederá a la emisión formal de los títulos, observando, según el caso, los
procedimientos que la ley establece para el efecto.

3.4 MODALIDADES DHL CONTRATO

De acuerdo con la doctrina el contrato de underwriting puede darse "en firme" y "no en firme". Si
dice que el underwriting es en firme cuando el ente que otorga el preíinanciamiento adquiere los títulos con el
fin de colocarlos en el menor plazo posible, en el entendido de que, con la adquisición, se convierte en socio
temporal de la sociedad emisora, aunque no con e! interés
que suele motivar al socio común ni para controlar a la sociedad emisora ni con carácter de
inversionista, pues el underwriting es una operación de crédito, una operación financiera. No en
firme, en cambio es cuando el ente financiero, no obstante otorgar el financiamiento, se obliga a
colocar los títulos, pero por cuenta del emisor,
"quien conserva los riesgos de la operación; de tal forma la prefinanciación reviste el carácter de un mutuo comercial y la obligación
de procurar la colocación el de un mandato." 10

En este caso, los títulos que no son colocados, son devueltos a la entidad emisora, de manera
que la cifra que representan pasa a ser una deuda de la sociedad. Por estas razones se afirma que un
underwriting en firme se contrata cuando del estudio que hace el ente financiero se desprende que
los valores a financiar son de segura colocación, según las posibilidades del mercado. ;;;

ÍJfir
306 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
4. CONTRATO DE FRANQUICIA
3?<
Generalidades %

La práctica del comercio siempre se ha caracterizado por desplazarse de un lugar a otro, en
busca de mercados. El comerciante se ha preocupado por tener sucursales, agencias o
representantes de su actividad económica, en plazas distintas a aquella en que ha surgido su
empresa, ya sea dentro del país de origen o en uno distinto, a veces teniendo que recorrer grandes
distancias, En la actualidad, viviendo en un munuo tan interreiacionado, en donde los negocios se
expanden más allá de las fronteras nacionales, ya sea por impulso de los mismos comerciantes o
como consecuencia de convenios y tratados internacionales, los negocios que hacen posible esa
transnacionalización han obligado a definir la estructura de aquellos contratos que permiten
negociar las relaciones por medio de las cuales un comerciante representa a otro en determinada
actividad económica. Este fenómeno es consecuencia de nuevas tecnologías, de los fluidos medios
de comunicación que hoy se conocen, de las relaciones económicas entre todos los estados, de las
regulaciones del comercio internacional. Para facilitar ese desplazamiento de un comerciante por
medio de otro, existe el llamado contrato de FRANQUICIA COMERCIAL, el que ya se practica en
Guatemala, particularmente en el negocio de la comida rápida y de los servicios, como en el caso de
la hotelería. La franquicia, entonces, es un método o un sistema que utilizan los comerciantes para
integrar sus empresas en el desarrollo de un negocio específico, el cual se formaliza en un contrato
de franquicia comercial.
El negocio de la franquicia se ha practicado desde hace años en los Estados Unidos y en
Europa. Anteriormente, la franquicia se.presentaba como un contrato en el que un comerciante, ya
fuera fabricante, distribuidor o titular de una marca, colocaba sus productos o sus servicios por
medio de otro, quien los revendía a un precio más alto a efecto de obtener ganancia. El comerciante
proveedor le daba cierta asistencia técnica al revendedor, sin que este se viera constreñido a seguir
rígidas reglas de mercadeo y atendiendo con libertad su empresa propia. Por el contrario, el
contrato de franquicia comercial de la actualidad se caracteriza por ser un negocio entre un
franquicianle y un franquiciado, por medio del cual el primero permite al segundo la
comercialización de un producto o un servicio que constituye la actividad propia de su empresa,
debiéndose seguir las mismas pautas que se observan en la empresa íranquiciante en cuanto a
calidad, presentación del producto o servicio, su publicidad, etc., de tal manera que el consumidor
estará recibiendo un bien, por medio del franquiciado, como si se lo estuviera proveyendo el
franquician- te. Lo anterior significa que la empresa franquicia da recibe toda la asistencia necesaria
en cuanto a técnicas de producción calidad de las materias primas, secretos de elaboración de
productos o prestación del servicio y en general el llamado know-hoiu, conceptuado como
"...una habilidad técnica o conocimiento especializado er. ur¡ campo determinado de los
negocios, un conocimiento práctico de cómo lograr un objetivo específico, y en general, todo
conocimiento técnico que es secreto, de uso restringido y conficen- cial".'1

Lo antes dicho significa que, contrariamente a la franquicia tradicional, en la franquicia


comercial que se práctica en la actualidad el franquiciante le da al franquiciado toda la asistencia
René Arturo Villegas Lara 307
que sea necesaria para que el mercadeo de süs productos o servicios reúna idénticas características
a los que él utiliza en la empresa matriz, particularmente porque está en juego, además de su
interés económico, el prestigio de la marca que los identifica. Esto quiere decir

1! Osvaldo Marzorati. Sistemas de Distribución Comercial p. 237


que aquí sí hay una relación directa y constante del franquiciante sobre la actividad del
franquiciado, para que éste, trabajando con su propia empresa y sus propios recursos, realice sus
actos de comercio cumpliendo con las obligaciones que se le asignan dentro de la entente
comercial.
Las ideas anteriores las encontramos en la definición de franquicia comercial que da la
Asociación Internacional de Franquicia en donde se dice que:
"...es una relación contractual entre un franquiciante y un franquiciado en la cual el primero
ofrece mantener un interés continuo en el negocio del segundo, respecto a áreas tales como el
Know-how y entrenamiento, en tanto el franquiciado opera bajo un nombre comercial común y
de acuerdo con un procedimiento común o patrón establecido o controlado por el
franquiciante, haciendo aquel una inversión financiera sustancial con sus propios recursos y
en su propio negocio".12

Pongamos un ejemplo para entender el negocio de la franquicia comercial y utilicemos como


objeto un servicio de comida rápida que opera en el mercado guatemalteco: la empresa "Pollo
Campero". Supongamos que los propietarios de esa empresa y esa marca se quieren trasladar al
mercado de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. En principio podrían establecer
sucursales u otro procedimiento de desplazamiento de establecimientos. Esto significaría
autorización gubernamental en cada país para poder operar, relación directa con el personal
propio de cada sucursal, inversiones directas de la empresa guatemalteca en cuanto a los
establecimiento, materias primas, etc. Ante esas dificultades, recurre a la franquicia comercial,
celebrando contratos con comerciantes de cualesquiera de los países nombrados, quienes pondrán
sus empresas y sus capitales para comercializar el producto de la empresa guatemalteca. En este
caso, el franquiciante, "Pollo Campero", instruirá al franquiciado, comerciante salvadoreño,
hondureño, etc., sobre la calidad de la materia prima, procedimientos de confección, elementos
adicionales, modos de presentación, comportamiento del personal, organización del negocio,
modos de publicidad y, en fin, todo lo que la empresa hace en Guatemala y que conforman su
estrategia de mercado, en el entendido de que el franquicia- do debe observar tales reglas de
conducta comercial y conducirse respetando aquellos conocimientos que le han sido transmitidos
como confidenciales, pues siguen perteneciendo al franquiciante. Al celebrarse este contrato, la
actividad del comerciante guatemalteco se extenderá a nuevas plazas y su preocupación se
concentrará en velar porque el franquiciado se desenvuelva cumpliendo con sus obligaciones, sin
tener que afrontar barreras legales que encontraría su desplazamiento personal. Vemos entonces
que este contrato representa una gran ventaja para la integración empresarial y los negocios
transnacionales. Así, a los consumidores de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, que

10 Carlos Alberto Ghcrsi. Ob. Cit. p. 186


308 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

utilizamos en el ejemplo, se le serviría el producto como si estuviera consumiéndolo en Guatemala:


las mismas comodidades del establecimiento, el mismo uniforme del personal, la misma atención,
además de los mismos productos. Estos son los efectos de un contrato de franquicia comercial, del
que genéricamente puede decirse que:
"...es un sistema de distribución utilizado por empresas legalmente independientes y con una organización vertical cooperativa,
basada en una relación contractual permanente. Esta organización aparece en el mercado con un formato uniforme y se caracteriza por
un programa que divide las tareas entre las diferentes partes, así como también por un sistema de instrucciones y controles que
aseguran el cumplimiento del sistema por el franquiciado". 13

Como consecuencia de este contrato, el franquiciante recibe una suma de dinero que se conoce
como derecho de entrada, al inicio del contrato; y, posteriormente, se queda recibiendo regalías
periódicas, según se haya pactado, durante el plazo del contrato. Como regularmente el
franquiciante suele tener registrada la marca del producto o del servicio cuya,comercializa- ción se
traslada al franquiciado, el contrato de franquicia comercial implica el uso de tal marca,
configurando esta relación lo que en el derecho de la propiedad industrial se conoce como licencia
de marca o licencia de uso de marca.

4.1 CAKACI fcKÍS 1 ICAS DE LA FRANQUICIA

De lo expuesto podemos precisar como características de la franquicia comercial, las


siguientes:
a) Es una relación continuada de transferencia de la tecnología del franquiciante hacia el
franquiciado, para la comercialización del producto o la prestación del servicio.
b) El franquiciante a cambio, recibe el pago de una cuota inicial y se queda recibiendo regalías
periódicas.
c) La franquicia implica licencia de uso de la marca que distingue el producto o el servicio objeto
del contrato, en favor del franquiciado.
d) El franquiciante mantiene una relación constante sobre las actuaciones del franquiciado en la
ejecución del contrato, a efecto de controlar el cumplimiento de los requerimientos propios de
un contrato de franquicia, principalmente en cuanto a que el producto o servicio se
comercialice como lo hace la empresa franquiciante.
Ahora bien, cuando el contrato de franquicia se ejecuta en. un país distinto al de la empresa
franquiciante, pues no existe limitación para que se- diera dentro de un mismo país, dadas las
relaciones complejas que se dan en este negocio, el franquiciante deberá estudiar el ordenamiento
jurídico del país recipiendario, con la colaboración del franquiciado, a efecto de establecer los
términos contractuales que se afecten por leyes laborales, fiscales, de protección comercial, de
propiedad industrial, de derecho mercantil en general, de solución de conflictos entre los
contratantes, etc.

DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS PARTES .


Cuando se redacta un contrato típico, fuera de las cláusulas que hacen de la autonomía de la
voluntad de las partes contratantes, la ley establece los derechos y obligaciones de cada sujeto que
negocia, lo cual facilita establecer los alcances de la relación jurídica contractual y la interpretación
13 Marzorati. Ob. Cit. p. 192
René Arturo Villegas Lara 309

de sus términos, cualesquiera sea la forma que se haya observado. Pero, cuando se trata de un
contrato atípico, como en el caso de la franquicia comercial, es la doctrina la que ayuda a precisar
los derechos y obligaciones de los sujetos que lo celebran, a efecto de establecer sus características.
Al respecto, el profesor argentino, Carlos Alberto Ghersi, dice lo siguiente:
"...existen tres obligaciones que para los franquiciantes son muy relevantes y usualmente ponen especial
énfasis: el secreto del know how, la no competencia y el reingreso de información.
a) El primero apunta a una cuestión fundamental, pues e! valor de la información, métodos, etc., es tan
importante que implican la esencia de la fabricación o la exclusividad del método científico. Esta
obligación se mantiene aun a posteriori de finalizado el contrato de franquicia, con fuertes
penalidades, responsabilidades personales y solidarias, avales comerciales y bancarios, etcétera.
b) El segundo acápite se relaciona precisamente con la protección legal de la franquicia. En los Estados
Unidos son muy rigurosos en el tratamiento de las indemnizaciones por incumplimiento de estas
obligaciones, las consideran dentro del ámbito de los ilícitos de competencia desleal entre empresas.
(Esto
quiere decir que al franquiciado no le es permitido entrar en competencia con el franquiciante).
310 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
c) En cuanto al reingreso de información implica no sólo la posibilidad de obtener información para el
franquiciante, sino indirectamente una imposibilidad de desarrollo para el franquiciado, o visto desde
otra óptica, la posibilidad de un mayor control". 48

De acuerdo a la compleja relación jurídica que surge del contrato de franquicia, se pueden
establecer que el franquiciante tiene como derechos, entre otros, los siguientes:
a) A percibir la suma que convengan como derecho de entrada y las regalías periódicas que
convengan.
b) A exigir que la ejecución del contrato por parte del franquiciado, se haga cumpliendo las
normas de calidad con que el producto o servicio es dado al consumidor en la empresa del
franquiciante. Este derecho, a su vez, genera la obligación para el franquiciante de darle
acceso al franquiciado a todo el proceso productivo y de mercado, que utiliza la empresa
franquiciante: propaganda, sistemas, organización, aviamiento, modo de expender el
producto o prestar el servicio, etcétera, de manera que el negocio de! franquiciado viene a ser
una reproducción del negocio del franquiciante.
c) El franquiciante también tiene derecho al control de la contabilidad interna del franquiciado.
El franquiciado, por su parte, va a comerciar con un negocio cuya rentabilidad está casi
asegurada, pues el producto o servicio a ofrecer ya ha sido probado y se identifica con una marca y
publicidad conocida. Por esa circunstancia:
a) Corre el riesgo del negocio con empresa propia.
b) Debe comprar la maquinaria y hacer las instalaciones que le sugiera el franquiciante.
c) Se obliga a pagar el precio de entrada y las regalías.
d) Debe seguir las instrucciones del franquiciante.
c) Adicionalmente debe pagar un derecho por el uso de la marca.' 5 Esta última
obligación consideramos q ue puede estar incluida en el valor de las regalías periódicas.

48 Ob. Cii. p. 43
René Arturo Villegas Lara 311

De esta relación de los derechos y obligaciones de las partes, se estima que el franquiciante
tiene grandes ventajas porque aprovecha el accionar del franquiciado y su empresa, para obtener,
ganancias, sin arriesgarse directamente como sucedería con una sucursal.

4.2 CLASES DE CONTRATO DE FRANQUICIA

En la doctrina se han establecido algunas variantes del contrato de franquicia, las cuales
responden a los diversos intereses comerciales que en el mismo se negocien.
Carlos Alberto Ghersi habla de tres modalidades: franquicia piloto (frachicisng master), que
es aquélla en que se establece una empresa intermedia encargada de controlar a los franquiciados
que en una zona hayan celebrado contratos de tal naturaleza. En este caso se considera que se dan
contratos de subfranquicia, pues el franquiciante ha delegado en la empresa master todas las
facultades que él tendría con respecto al franquiciado. La franquicia directa es aquélla que se
celebra entre franquiciante y franquiciado y es la que hemos venido tratando en este capítulo; y, la
que podría llamarse franquicia tecnológica, o sea aquella en que, a partir del efecto propio del
contrato, el franquiciado desarrolla su propia tecnología. 16
El autor Marzorati nos habla también de franquicia de producción, de servicios y de
distribución, que coincide con los tipos que establece la Regulación de la Comisión Europea, así:
franquicia industrial, para la fabricación de bienes; franquicia de distribución, para la venta de
mercaderías; y, franquicia de servicios, para la prestación de servicios. 17

4.3 CARACTERES DEL CONTRATO DE FRANQUICIA

Por último y de acuerdo con lo establecido en la doctrina para este contrato, estamos ante un
contrato bilateral, conmutativo, oneroso, por adhesión, de tracto sucesivo y atípico.

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¡ 16 05. Ci¡. p.p. 41-42

17 Oh. Cit. p. 218


5. CONTRATO DE "JOINT VENTORES"

5.1 GENERALIDADES

Un contrato de "Joint Venture" es un modo de colaboración empresarial que permite


conjuntar recursos dinerarios y no dinerarios en la explotación de una negociación comercial; y aun
cuando es perfectamente factible que se de como sistema de entente comercial dentro de un país, el
origen de esta figura contractual en nuestro medio lo encontramos en la recepción de capital
extranjero que posibilita el desarrollo de negocios difíciles de emprender en forma individual. Así,
sin llegar a formar una sociedad u otras formas de unión de empresas —un consorcio, por
312 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

ejemplo—, un "Joint Venture" permite realizar negocios en común particularmente en aquellas


naciones carentes de capital y tecnología, aunque con grandes recursos naturales que requieren
explotación. En ese sentido, como afirma el autor Carlos Alberto Ghersi, se trata de un
agrupamiento de recursos (bienes y servicios) más que de empresas.18

5.2 CARACTERÍSTICAS

El autor citado, Ghersi, caracteriza al Joint Venture en lo siguiente:


a) Se refiere a un negocio único, no en el sentido de tracto único, sino de tracto sucesivo. Por
ejemplo, el propietario de un inmueble a la orilla del lago de Atitlán podría celebrar un joint
venture con un empresario canadiense para construir y explotar un hotel.
b) El aporte de una de las partes puede ser de variada especie: capital, transferencia de
tecnología, una marca, una patente, etc.
c) Los sujetos contractuales pueden ser personas individuales o jurídicas, nacionales o
extranjeras. Lo que interesa, afirma el autor, es que haya una “combinación estructurada de
operaciones en la realización de un objeto común”.
d) Una expectativa de beneficio o pérdida. A veces el beneficio, dice Ghersi, no resulta en una
ganancia pecuniaria, sino, en el conocimiento que la población llega a tener de una marca, de
un producto patentado, es decir, de un puesto en el mercado de una plaza, lo cual tiene valor
económico.
e) La participación de cada contratante y de sus respectivas empresas, no significa una fusión o
absorción total, pues cada contratante mantiene su individualidad en el mercado. 49

5.3 CONCEPTO

Tomando en cuenta las anteriores características, Ghersi conceptúa el contrato de joint


venture como
"aquel por el cual el conjunto de sujetos de derecho —nacionales o internacionales- realizan
aportes de las más diversas especies, que no implicarán la pérdida de la identidad e
individualidad como persona jurídica o empresa, para la realización de un negocio común,
pudiendo ser éste desde la creación de bienes hasta la prestación de servicios, que se
desarrollará dentro de un lapso limitado, con la finalidad de obtención de beneficios
económicos (financieros, monetarios o simplemente de apreciación patrimonial".50

El jurista guatemalteco Francisco Villagrán Kramer, en un interesante ensayo titulado: "Joint


Venture. Régimen Legal de las empresas en Estadcfs Unidos y América Latina", dice: ^
"Lo relevante es que esta figura contractual permite a dos o más personas o empresarios
tener, tomar o adquirir un interés directo en un contrato. Este puede ser un proyecto

49 Ob. cu. p. 50
50 Ob. CU. p. 51

18 Ob. Cit. p. 49
René Arturo Villegas Lara 313

de urbanización o de un parque industrial, la producción y comercialización de un detert(¡£


nado producto o la prestación de servicios específicos por tiempo determinado".21 ,lV'

Interesante es la exposición que hace el maestro guatemalteco en este ensayo, al señalar que
este contrato no conduce a la creación de un ente societario. Esto es importante para el profesional
que redacte un contrato de joint venture, en el sentido de establecer la ejecución de los derechos y
obligaciones de las partes sin recurrir a la trama orgánica de una sociedad; aunque dependerá de
cada derecho nacional identificar a este contrato como una pseudo persona particularmente en el
campo de la tributación, tal como sucede con el artículo 3 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta de
Guatemala. Por otro lado: si buscáramos un contrato en la legislación guatemalteca que se acerque
un poco a un joint venture, quizá lo encontraríamos en el contrato de participación, ya estudiado,
aunque este sirva para negocios más sencillos.
En cambio, el joint ventura, canaliza negociaciones mucho más complejas, sobre todo cuando se
trata de recibir inversión extranjera.
Por último, hay que decir que este contrato, atípico en el derecho guatemalteco, aunque
nominado por la práctica comercial internacional, lo ubicamos dentro de los contratos plurilaterales,
como sucede con el contrato societario, pues los co-ventureros no tienen intereses
contrapuestos, sino comunes. Además es oneroso, consensual, de tracto sucesivo y de naturaleza
mercantil.

6. CONTRATO DE CONCESIÓN COMERCIAL

La figura de la concesión se estudia particularmente en el Derecho Administrativo, como el


contrato por el cual el Estado faculta a una persona privada para que construya una obra y la explote
o bien le otorga la explotación de un servicio publico; en ambos casos a cambio de una remuneración.
Del campo del Derecho Público ha pasado al terreno de lo comercial, desde luego con las
características propias de los negocios mercantiles. Y ha surgido la concesión comercial de la
necesidad que tiene el comerciante principalmente a nivel industrial, de desentenderse de la
comercialización directa de sus productos con relación al consumidor final, utilizando a cambio a
otras empresas cuyos titulares son los típicos comerciantes que intermedian entre productor y
consumidor. Como hemos visto, no es la concesión el único contrato que permite esa intermediación.
El contrato de agencia, el de distribución, el de franquicia, son instrumentos que también acercan al
productor con el consumidor final, por conducto de un intermediario, siendo ia reaiiaaa oei mercauo
y ué ios negocios lo que va determinando que se utilice uno u otro contrato de los que hacen posible
la llamada colaboración o entendimiento empresarial. En lo que se refiere a la concesión comercial su
utilización es en el ramo de la industria automotriz; así, escuchamos dentro de la publicidad
comercial que algún comerciante se anuncia como "concesionario exclusivo" de tal o cual marca de
automóvil, aunque también lo podría hacer como agente o distribuidor; pero entonces, la relación
contractual tendrá otros matices que, con lo ya estudiado, el lector podrá establecer.
314 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo ¡II

6.1 CONCEPTO

No existiendo ley que tipifique este contrato, es obligado recurrir a la práctica comercial y a la
doctrina para formular un concepto aproximado sobre lo que es la concesión comercial.
Se considera que el contrato de concesión comercial existe:
"Cuando un comerciante concesionario, pone su empresa de distribución o de venta en su caso, al servicio de
otro comerciante o industrial llamado concedente, para asegurar exclusivamente en un territorio
determinado, durante un período limitado y bajo la vigilancia (dirección) del concedente, la distribución de
sus productos, de los que se le ha sido concedido el monopolio de reventa".51

Para Ghersi la concesión comercial


"...es el contrato según el cual un comerciante o empresario (concedente) otorga a otro comerciante
(concesionario) el derecho a la compra de sus productos para su posterior reventa a nombre y por cuenta
propia de este último, que pone su empresa a disposición de aquel que en forma exclusiva, y sujeto a un
conjunto de normas que establece el concedente por medio de un reglamento". 52

6.2 ELEMENTOS

a) Subjetivos: Concedente y concesionario;


b) Objetivos: Proporcionar productos para su venta;
c) Formales: No existe una forma obligada de celebrar este contrato, de manera que se esta al
principio de libertad de la forma, aunque es aconsejable y prudente hacerlos constar por
escrito.

6.3 CARACTERES

a) Bilateral
b) Consensúa!
c) Atípico
d) Conmutativo
e) No formal
f) Intuitu personae
g) De tracto sucesivo.

51 Chainpaud.
24 Ver Aguirrc CiladoOb.
.\Í3tos. por Roberto
Cit. p.Aguine
50 Malos en su tesis doctoral: El contrato de concesión comercial, p. 28
52 Ob. Cit., pp. 66-67
René Arturo Villegas Lara 315

6.4 DIFERENCIA CON OTRAS FIGURAS AFINES

Al exponer sobre los contratos en que se da una colaboración empresarial, concretamente en


los de agencia y distribución, incluidos dentro de los contratos tipificados por la ley guatemalteca,
se distingue la función de cada uno de ellos; pero, al estudiar la concesión comercial encontramos
que la mecánica de los tres contratos pueden tener algo en común, particularmente con el de
distribución. La doctrina suele establecer parangones con el mandato, con la compraventa, con el
suministro, etcétera. Sin embargo, creemos que basta establecer las diferencias específicas con los
de agencia y distribución, para definir el perfil de este contrato.

6.4.1 Diferencias con el contrato de agencia

a) En el contrato de agencia, al ejecutarlo, el agente actúa en representación del principal. En la


concesión comercial, el concesionario actúa en nombre propio.
b) Por la representación que ejerce el agente, si puede celebrar contratos, resultan éstos
celebrados por el principal; en cambio en la concesión, el concedente no es parte de los
contratos de venta de sus productos. Se trata de contratos celebrados entre concesionario y
cliente.
c) En e I contrato de a gcncia el a gente n o corre c on 1 os r iesgos a que e stá sujeto el objeto
negociado, pues estos los sufre el principal. En la concesión los riesgos sólo los corre el
concesionario. .
d) El agente no está integrado verticalmente a la empresa del principal; en cambio el
concesionario si lo está y es el concedente el que fiia contractualmente, o como se dice,
mediante un reglamento, el modo de desarrollar la actividad negocial o la estrategia del
mercado.24 I

6.4.2 Diferencias con el contrato de distribución

Más complicado resulta establecer la diferencia entre el contrato de concesión comercial y el


de distribución, pues las similitudes son marcadas, además de que en la práctica mercantil un
concesionario se anuncia indistinta-
mente como distribuidor exclusivo de la marca tal. Ghersi señala sutilmente cuatro diferencias
entre concesión y distribución, a saber:
"1. En la concesión existe una subordinación técnica y económica por parte del concesionario al concedente (el propio contrato
establece por medio de un reglamento las directivas a que debe ajustarse el concesionario); en la distribución, el distribuidor
316 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo ¡II

conserva una mayor autonomía.


2. El concedente no tiene bocas de expendio propias (establecimientos), a diferencia del distribuidor (principal) que puede
tenerlas.
3. Para algunos autores, el contrato de concesión se refiere a bienes de alto costo y envergadura tecnológica, no siendo así en el
contrato de distribución. (Por ejemplo, no seria dable celebrar un contrato de concesión para negociar refrescos
embotellados; pero si un contrato de distribución).
4. También puede distinguírselos en lo que respecta al régimen de publicidad. En la distribución se publicita tanto el producto
y su marca como a la empresa distribuidora. En la concesión se publicita sólo la marca del producto y éste en si mismo". 25
í'js
*|T-

Un aspecto que consideramos importante en la ejecución de la concesión por parte del


concesionario, demostrado por la práctica, es prestar el servicio de venta de repuestos y
reparación de los objetos vendidos, así como responder de sus posibles vicios. En todo caso, como
decimos anteriormente, és“el mercado el que nos indica los elementos tipificadores de este
contrato atípico, al observar el modo y la forma como los comerciantes llevan a cabo esta clase
de negocios.

7. CONTRATOS DE TIEMPO COMPARTIDO Y CLUBES DE CAMPO (53)

La idea de transmitir algunos conocimientos sobre los contratos de tiempo compartido y


clubes de campo, como contratos atípicos, obedece a que en nuestro medio ya se celebran estos
negocios, por lo que es necesario que los estudiantes tengan acceso a los conceptos esenciales que
los describen y tratan como tales.

53 'Tiempo Compaxtido. Clubes de Campo. Barrios Residenciales". Trabajo presentado en la XXXVI Jomada Notarial Uruguaya. Rcbista
24 Ver Aguirrc .\Í3tos. Ob. Cit. p. 50
Notarial argentina, año 2000.
317 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

7.1 CONTRATO DE TIEMPO COMPARTIDO

El contrato de tiempo compartido es aquél por el que un empresario, individual o social,


ofrece a los usuarios la utilización de un inmueble durante un plazo determinado que se va a dar
dentro un año calendario, con el objeto de que, para su distracción, disfrute personalmente o con su
grupo familiar de la estancia y la diversión que gira en torno al inmueble. Por ejemplo: El
empresario B es el titular y propietario de un complejo hotelero en Atitlán. En ejecución de su
actividad comercial celebra contratos de tiempo compartido con quienes tienen interés en habitar las
unidades del complejo. Entonces, por este contrato, A tiene derecho a habitar en el hotel durante la
primera quincena de noviembre, C durante la primera de diciembre, y así, va distribuyendo los
"turnos", para que todos los usuarios compartan la utilización del complejo. De ahí el nombre de
este contrato: "Tiempo Compartido".
Para el autor uruguayo, Arturo Iglesias, en este contrato se dan las características
siguientes:
a) Carece de regulación legal específica. Esto sucede también en Guatemala. Atendiendo al
nuestro ordenamiento jurídico, este contrato se celebra con base en la autonomía de la
voluntad y el concepto general de contrato que da nuestro Código Civil.
b) Tiene una finalidad turística, de residencia transitoria y cíclica. Turística porque se explota la
situación geográfica del lugar en que se va a dar el goce de las prestaciones a favor del usuario.
De residencia transitoria y cíclica, porque el usuario tiene derecho usar del inmueble durante un
tiempo determinado para cada año calendario.
c) El bien sobre el que recae es de naturaleza inmobiliaria, aunque hay casos en que se extiende a
casa rodantes y yates.
d) Es unarelación dederechos reales y derechos personales: los derechos reales como expresión
de riqueza y los personales como expresión de servicios, según la explicación de J. Bonnecase.
El contrato de tiempo compartido se formaliza en documentos que lo definen como un contrato por
adhesión, pues quien ofrece el servicio le presenta al usuario las "condiciones generales" del
negocio, para su aceptación o rechazo. En Guatemala ya funcionan empresas con esa finalidad de
negociación y, como lo dice el autor antes citado, se trata de empresas que ofrecen un servicio que
tiene que ver con el turismo y con instalaciones hoteleras en lugares de recreo. Además, debe
señalarse que quien ofrece c propone la celebración de este contrato suele ser una sociedad
anónima; y el tiempo mínimo para compartir el bien es regularmente de una semana, reiterado
todos los años, durante el plazo del contrato.

7.2 CLUBES DE CAMPO

En los clubes de campo se parte de una idea diferente al tiempo compartido, pues el Club
implica una intención asociativa muy especial. Por ejemplo: un empresario, regularmente una
sociedad anónima, construye en área no urbana, porque de eso depende que sea un "club de
318 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

campo", instalaciones que, en su descripción gráfica, va a contener canchas de fútbol, de tenis, de


básquetbol, instalaciones para natación, campos de golf, áreas para trotar a caballo, bosques para
recorrer a pie, chozas pequeñas para que los usuarios se instalen en los días de recreo, áreas
comunes para fiestas, restaurantes, etc. Es decir, un lugar completo en donde el usuario encuentre
las comodidades necesarias para disfrutar la estancia en el campo. Y lo quiera o no el comerciante o
empresario que ofrece, constituye un negocio que obliga a la preservación del entornó natural.
El empresario ofrece a los potenciales usuarios una membresía para ingresar al club de
campo, a cambio de un precio. Obtener tal membresía le va dar derecho a utilizar de las
instalaciones del club, durante los días en que funcione como tal, sin más costos que el precio que
paga por pertenecer al club. Por esta forma de funcionamiento, se afirma que un club de campo es
una asociación civil. Sin embargo, creemos que no es así, porque la organización o sociedad,
anónima o limitada, que funda, por así decirlo, el club, puede ser, y de hecho así es, que sus socios
no son quienes disfruten de la instalaciones, sino los usuarios ajenos a la sociedad, a quienes se les
vende la membresía mediante el contrato del club de campo. El costo de esas membresías mediante
el contrato del club de campo. El costo de esas membre- sías y otros servicios que se vendan, como
aparcamientos, venta de comida rápida, etc., van a ser otros ingresos que la sociedad perciba y que,
al generar ganancias, va a producir los dividendos de los socios de la sociedad constructora y
explotadora del club. Y como no existe la afectio societatis entre los que toman la membresía,
porque incluso no se conocen y puede ser que nunca lleguen a conocerse, es inconducente pensar
que se trate de una asociación civil, máxime que, como sucede, quien ofrece el servicio es
regularmente una sociedad mercantil.
El contrato de club de campo es, pues, un negocio que se celebra entre el propietario de un
club de campo y un usuario, por el cual este último tiene derecho a utilizar las instalaciones
campestres del club, a cambio del pago del precio que vale la membresía. En Guatemala, se puede
señalar como ejemplo de este negocio, el Club La Montaña.

8. CONTRATOS RELACIONADOS CON LA PROPIEDAD INTELECTUAL,


EL SERVICIO PROFESIONAL Y LA INFORMÁTICA.

Antes de las nuevas definiciones adoptadas en materia de propiedad intelectual, incorporadas


a la reciente legislación emitida en Guatemala, no se distinguía el derecho de autor del derecho de
propiedad industrial, materias que ahora se tratan bajo un solo título: propiedad intelectual, que
comprende los dos derechos. Los contratos que se relacionan con los derechos autorales como los de
edición, de representación y ejecución pública, etc., fueron tratados en el capítulo décimo noveno de
este texto, pues son contratos tipificados en la Ley de Derechos de Autor. La otra vertiente de la
propiedad intelectual, los llamados derechos de propiedad industrial, también se negocian por
medio de contratos que pueden o no estar tipificados en el ordenamiento jurídico. Por esa razón
desarrollaremos en este capítulo algunos de éstos, aunque en el caso del contrato de licencia algo se
René Arturo Villegas Lara 319

dijo al tratar el contrato de franquicia. La doctrina contractual mercantil trata como contratos
relacionados con la propiedad industrial, entre otros, los siguientes: Transferencia de Tecnología,
Licencia, Consultoría, Informáticos y de Asistencia administrativa. Sobre estos contratos haremos
una breve referencia, aunque a nuestro juicio algunos de ellos no tienen relación directa con la
propiedad industrial, que comprende, además de la patente, los signos distintivos de la empresa.,
como las marcas, los nombres comerciales, los avisos comerciales, las señales de propaganda, etc.

8.1. TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA.

Entendida la tecnología como el conjunto de conocimientos sobre la técnica, por


transferencia de tecnología entendemos el negocio aquél en que el titular de una propiedad
industrial, ya sea una patente, un modelo industrial, un dibujo industrial o una marca, etc., concede
el uso de uno de éstos a otra persona, para que lo utilice y obtenga los resultados para los que dicho
bien
existe, lo que implica transferir la técnica existente para el uso del bien y de la tecnología que el
mismo contiene. Ello significa que la persona que recibe la transferencia se va a beneficiar con los
recursos tecnológicos que se le dan en transferencia, a cambio de una contraprestación que
usualmente se conoce como regalía y que se pagará en la forma que se convenga.
Regularmente estos contratos se celebran entre personas que pertenecen a lugares de
desigual desarrollo tecnológico. De países desarrollados en el campo científico y tecnológico, a
países de poco desarrollo.
El tratadista argentino, Juan M. Fariña, afirma que la transferencia de tecnología puede
presentarse con diferentes nombres, aunque cumplan ía misma función. Así, podemos encontrar
que los contratos de licencia, de know how, de información técnica, de asistencia técnica o de
consultoría, pueden tener el mismo objetivo que la negociación genérica conocida como "Transfe-
rencia de tecnología".26 A ello debe agregarse que la transferencia de tecnología, como licencia o
como know how, también forman parte de contratos más - amplios en su cobertura negocial, tal
como quedó expuesto al tratar el téma de la franquicia, que comprende la autorización para
fabricar un producto • o prestar un servicio sujeto a una patente o a una marca propiedad de ún
titular originario, autorización que implica transferir toda la tecnología utilizada para la
explotación de la patente o marca, así como los "secreto?" industriales que permiten la correcta
explotación de la patente o de la marca y que se conoce como know how. Lo anterior significa que
la transferencia de tecnología puede presentarse en forma genérica o como prestación de otro
contrato. El tema del contrato de licencia sobre una patente o sobre una marca, ya fue tratado en
el Tomo I, al desarrollar los signos distintivos de la empresa. El lector encontrará allí, el concepto
sobre esta modalidad de transferencia
dp tornnlnoín,
..—’o
320 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
Siendo la transferencia de tecnología un contrato atípico, es necesario recurrir a la doctrina a
efecto de establecer qué términos deben ser usuales en un contrato de transferencia de tecnología.
A ese respecto, Fariña, aconseja el contenido siguiente: a) Tecnología a transferir; b) Derechos y
obligaciones de cada una de las partes; c) Plazo durante el cual se ejecutará la transferencia; d)
Contraprestación que debe pagar la persona beneficiada con la transferencia, su modalidad, fecha
de pago, etc.; e) Limitaciones a que queda sujeto el beneficiado con la transferencia; f) Delimitación
del mercado en que
actuará el beneficiado, tanto en lo geográfico como en el tipo de negocios; g) Todo lo referente a la
utilización de la tecnología, la guarda de los secretos industriales propios de la tecnología transferida,
la calidad de los productos o servicios que va a comercializar, h) La modalidad de extinción del
contrato; i) La forma de resolver las controversias entre las partes; y, j) Otras cláusulas que devengan de
la naturaleza del negocio y de la autonomía de la voluntad de los contratantes 27.

8.2. CONSULTORÍA

El contrato de consultoría, a mí juicio, está más ligado a la propiedad del derecho de autor, que al
derecho de la propiedad industrial. Para ofrecer el servicio de consultoría pueden existir empresas
organizadas corno consultoras de distintas materias como la ingeniería, la economía, el derecho, etc. El
consultor puede ser una forma societaria o bien un profesional liberal que trabaja en forma individual,
regularmente con grado universitario y que ejerce como consultor. En el caso de una empresa social
organizada para ofrecer consultoría, debe recordarse que, en última instancia y según lo prevé el
Código de Comercio, será un profesional el que dé la consultoría por tratarse de un servicio que sólo
puede provenir de una persona individual con grado, conocimiento y crédito científico o técnico.
"Mediante este contrato, dice Fariña, la consultora (generalmente una organización creada a ese
fin) se obliga a suministrarle a la otra parte (Consultante) una información o, más precisamente, un
dictamen sobre alguna cuestión tecnológica, comercial., financiera, legal o de otro orden que requiera
un análisis, evaluación y conclusión fundada en conocimientos científicos o técnicos" 23. En el caso de
los abogados, por ejemplo, pueden ser consultado para que rindan dictámenes sobre asuntos de
naturaleza legal, ya sea que el consultante sea una dependencia pública o una entidad privada. En todo
caso, la consultoría implica que el consultado tenga suficientes conocimientos sobre la materia cuya
opinión científica o iécnica se le requiere, en ei entendido de que la opinión expresada en la consulta no
lo vincula al resultado de la ejecución de los actos relacionados con los aspectos requeridos. Sin
embargo,
el dictamen o estudio que se rinda al consultante, además de los requisitos de todo informe
científico o técnico, debería comprender las alternativas de solución al problema consultado, a
menos que sólo fuera una la solución, a efecto de que el consultante tome las decisiones que estime
adecuadas según sus intereses. Debe entenderse que el dictamen, luego de ser emitido, puede ser
ampliado o aclarado según las circunstancias del consultante o del mismo consultor.
Un aspecto importante con respecto al consultor es la confidencialidad de su informe o
dictamen. Debe entenderse que si el consultado es un profesional universitario, está sujeto a las
limitaciones que impone el secreto profesional, de manera que no puede hacer público el dictamen
oRené Arturo Villegas Lara
estudio 321
que emita a requerimiento, sin dejar de incurrir en responsabilidad, si con ello causa un
daño o un perjuicio. En todo caso, esa limitación es propia de cualquier consultor, tenga o no grado
universitario. En resumen, el resultado de la consultoría es propiedad del consultante, pues en el
fondo se trata de un bien producido por encargo.
En cuanto a la forma en que puede darse este contrato, ella depende de la clase de relación
negociar entre consultante y consultor. En el caso de los abogados consultores, por ejemplo, ya sea
dentro de la Administración Pública o en la empresa privada, se suele dar, en el primer caso, como
una relación de dependencia presupuestada o mediante el contrato de servicios profesionales; y en
el segundo, como consecuencia de una relación de dependencia. Aunque a veces se solicitan
consultorías aisladas sobre un tema específico. También funcionan empresas profesionales para dar
consultoría en materia económica, análisis de mercado, ingeniería en sus diversas especialidades,
estudios actuariales, etc. La relación individual de trabajo, en el caso de los profesionales
universitarios dependientes y que ofrecen consultoría dentro de su responsabilidades laborales, y el
contrato de servicios profesionales, son formas en que se puede dar el servicio de consultoría,
aunque nada impide que se le llame por su verdadero nombre: Contrato de consultoría. En cuanto
al contenido o términos propios de este contrato, Fariña 29, tomando como referencia los contratos
internacionales de consultoría, recomienda el contenido siguiente: a) Idioma en que debe rendirse el
dictamen; b) Número de ejemplares del dictamen; c) Citas de las fuentes científicas, técnicas o
bibliográficas consultadas: d) Plazo para rendir el dictamen; e) Honorarios y forma de pago. A lo
requerido por Fariña, podemos agregar que la materia-sobre la cual se

29 Ob. Cit., p. 6S7


322 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III
consulta, ya sea en forma genérica o sobre un problema específico, también debe ser parte de
los términos de contratación.

8.3. CONTRATOS INFORMÁTICOS

En la década de 1960, al promulgarse el Código Civil de Guatemala, en materia de perfección


de los contratos, escasamente se normaba la celebración del contrato por teléfono (artículo 1524).
Hoy, en el inicio del siglo XXI, la llamada tecnología de punta ha invadido la vida total de la
sociedad de tal manera, que nada está fuera del mundo de la informática. Y por supuesto, del
mundo de la contratación. Los mismos bienes o servicios que genera la electrónica y su tecnología,
son objeto de diversos contratos que se nutren de nuevas figuras jurídicas que integran el llamado
derecho de la informática, del cual forma parte la regulación jurídica de los contratos que le son
propios. En esa idea, los llamados "Contratos informáticos, dice Ghersi, "Son aquellos que
establecen relaciones jurídicas respecto de prestaciones consistentes en transferir la propiedad o el
uso y goce de bienes (informáticos) o prestar servicios (informáticos)" 30. En este concepto se recoge
todo lo que puede ser objeto de la adquisición de bienes o servicios que nos permitan utilizar toda la
gama de satisfactores tecnológicos que existen dentro de la tecnología de punta.
Si el objeto de los contratos son los bienes y servicios que da la informática, este puede
presentarse como algo físico o material (máquinas, monitores, pantallas, etc.); como algo inmaterial
(los programas hardware -duro- o software —blando—); como elemento humano en la medida en
que la intervención del hombre hace posible la interconexión dpi sistema; la documentación que
permite acceder al conocimiento del funcionamiento y aprovechamiento del sistema; y la asistencia
técnica que suele recibir el adquirente del bien o del servicio. Cualesquiera de lo que se ha señalado
como objeto de un contrato informático, puede negociarse como un todo o en forma
individualizada. Pero, cualquier negocio sobre estos objetos configura un contrato informático que,
en todo caso, no agota el objeto contractual, pues cada día el avance de esta tecnología se va
extendiendo y ello amplía el radio de estos contratos.
Si regresamos al estudio general de las obligaciones mercantiles, debemos decir que estos
contratos se concluyen por adhesión. Todas las cláusulas en las que se expresa el negocio, han sido
prerredactadas por quien ofrece los bienes o servicios informáticos, con la particularidad de que,
por el poco conocimiento que el adquirente tiene sobre la terminología y el alcance de los
términos, su desventaja frente a la otra parte es más grande que frente a otros contratos comunes
que se concluyen por adhesión. En ese sentido, las reglas para la interpretación del contrato
informático, en caso de conflicto, se vuelven más estrictas en su interpretación. Estimamos también
de mucha importancia y alcance legal señalar dos condicionantes que deben funcionar, según
Ghersi54, en estos contratos, particularmente como obligación de quien da el bien o el servicio y a
favor de quien lo recibe: a) La compatibilidad, como obligación de proporcionar un bien o un
servicio que le permita al usuario utilizar los bienes o servicios que ya tiene, si fuere el caso. O sea

54 Ob. Cit., p. 349

30 Ob. Cit., p. 347


René Arturo Villegas Lara 323

que lo que se adquiere como nuevo, sea compatibles con lo que ya se tiene, algo que resulta
ilusorio porque la producción moderna pareciera ser de naturaleza desechable. Y, b) La
modularidad, que sería la posibilidad de que lo que^e adquiere sea posible ampliarlo en el servicio
que presta, mediante adquisiciones futuras según el adelanto de la tecnología, que también nos
parece utópicp, pues es común escuchar que una computadora ya ha caído en desuso poé£l
transcurso del tiempo. V
El resumen, dentro de los contratos informáticos se pueden señalar los siguientes: compra,
venta o arrendamiento de equipo, procesamiento de datos, desarrollo de programas,
mantenimiento de sistemas, consultoría de sistemas
o software, etcétera55.

8.4. ASISTENCIA ADMINISTRATIVA

El contrato de asistencia administrativa, conocido como "management” en inglés, es un


contrato que se da, regularmente, entre sociedades mercantiles. Si existe una sociedad cuyo objeto
societario es administrar otras sociedades, entonces se negocia el contrato de asistencia
administrativa, pues ello significa gerenciar, administrar o gestionar a una sociedad que confia en
otra la dirección de sus negocios. Si nos trasladamos al campo del servicio profesional liberal, se
puede decir que la sociedad que presta la asistencia administrativa es equivalente a lo que haría un
administrador de empresas o un ingeniero industrial, profesiones que de alguna manera cumplen
funciones similares, aunque no exactamente iguales.
Si este contrato lo califica la doctrina como propio del funcionamiento de los antes societarios,
estimamos que en Guatemala no existe experiencia práctica. Al observar el índice de formación de
sociedades, no se encuentra alguna cuyo objeto social sea el administrar otras sociedades. En tal
caso, la fuente de las prestaciones de las partes habría que encontrarla en las normas que rigen el
funcionamiento de las sociedades mercantiles, y no en las que rigen la contratación privada, pues,
confiarle la administración de una sociedad a otra sociedad, implica entender bien el tema de la
administración y la delegación de la función interna y externa de la representación, que
originalmente está confiada al órgano administrativo, y por delegación a los gerentes; sin embargo,
creemos que si el contrato es compatible con el principio de que lo que no está jurídicamente
prohibido, está jurídicamente permitido, ya dependerá del conocimiento y asesoría del notario que
autorice la formalizarían del contrato, que pueda negociarse una relación jurídica de esta naturaleza
sin contradecirse con el Código de Comercio en materia de sociedades.

55 Ver: Ghersi, p. 352


NOCIONES DE DERECHO MERCANTIL
MARÍTIMO
CAPÍTULO VIGÉSIMO QUINTO NOCIONES DE DERECHO MERCAISTTIL MARÍTIMO

El Código de Comercio anterior al ahora vigente, contenido en el Décreto Gubernativo 2946, emitido
en 1942, se dividía en cuatro libros, así: el Libro
I trataba de los negocios mercantiles, de los comerciantes y de los agentes de comercio; el Libro II,
normaba los contratos mercantiles, dentro de los cyal.es se regulaba el contrato de sociedad, el
contrato de cambio, que inclufa'.el régimen de los títulos de crédito y lo relativo al contrato de
seguro; el Libro III que normaba el "comercio marítimo"; y, el Libro IV que se refería a la quiebra y su
procedimiento. Al emitirse el nuevo Código de Comercio, contenido en el Decreto 2-70 del Congreso
de la República, se ordenó en mejor forma la materia jurídica mercantil, en cuyos libros se tratan los
temas referentes a los sujetos del derecho mercantil, las cotias mercantiles (empresa y títulos de
crédito) y los contratos mercantiles. La materia de la quiebra ya había sido derogada por el Decreto
Ley 107, pues siendo una institución procesal, era necesario trasladarla al Código Procesal Civil y
Mercantil. Ahora bien, en cuanto al Libro III del Código derogado, que rige el tema del comercio
marítimo, el legislador lo dejó vigente, a la espera de que se emitiera el Código Marítimo
Centroamericano, cuyo anteproyecto fue elaborado por una comisión que contó con la colaboración
del profesor mexicano, Raúl Cervantes Ahumada. Dicho anteproyecto nunca llegó a ser derecho
uniforme entre los estados centroamericanos, debido al estancamiento del proceso de integración. De
esa cuenta y desde 1970, el comercio marítimo en Guatemala sigue rigiéndose por ese Libro III del
Decreto Gubernativo 2946, aunque creemos que más se tienen en cuenta los usos, costumbres,
convenciones y tratados
327 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

internacionales que se han celebrado para regular el comercio marítimo a nivel internacional, pues el
citado libro, redactado en el Siglo XIX, al igual que el español, ya ha caído en desuso.
Para el caso nuestro, el conocimiento de las normas nacionales e internacionales que rigen el
comercio marítimo, así como la doctrina que las fundamenta, es de suma importancia. La mayor
parte de nuestro comercio de importación y de exportación se hace por la vía marítima, y de ahí la
necesidad de su estudio para el abogado dedicado al Derecho Mercantil, al momento de ser
requerida su asesoría profesional en esta especialidad, la que prácticamente ha sido relegada al
olvido en los pensa de estudios y en la bibliografía que se ha producido Guatemala, en materia
mercantil. Ante esa realidad nos proponemos desarrollar aquí los conocimientos básicos con
respecto al Derecho marítimo, con el propósito de despertar la curiosidad intelectual de los
estudiosos del Derecho mercantil y que en el futuro se profundice el acceso a dicha materia,
mediante investigaciones que amplíen la bibliografía, partiendo de lo que informa nuestro derecho
positivo y las normas internacionales que rigen esta actividad mercantil, ya sea como usos,
costumbres convenios o tratados internacionales.

PRIMERA PARTE
GENERALIDADES

i. ORIGEN DEL DERECHO MARÍTIMO O DERECHO DE


LA NAVEGACIÓN MARÍTIMA

El maestro español Joaquín Garríguez, 56 expresa que el Derecho marítimo, al que algunos
autores denominan Derecho de la navegación marítima, tal el caso de Rodrigo Urías 57 y Manuel
Broseta Pont,58 también tratadistas españoles, no rige relaciones jurídicas a las que haya de
aplicárseles sin reserva las normas y principios del comercio terrestre, pues el medio en que se
desenvuelve la navegación tiene características y dificultades que son propias de la vía que permite
ese accionar comercial: el mar. Esta vía hace que nos encontremos ante normas con singularidades
muy especiales y originales, que se han venido dando desde los orígenes del actuar comercial. Para
dar un ejemplo de las particularidades del comercio marítimo, la doctrina informa de la autarquía
de que estaba investido el capitán de una nave en cuanto a su administración, pues una vez
internado en el mar, de sus decisiones dependía el éxito del viaje, para que las mercancías o las
personas llegaran a su destino y obtener el lucro que el negocio tenía como fin, pues no sólo se
transitaba sin los medios de comunicación que existen en la actualidad, sino que también había que
enfrentar peligros de diverso origen: tormentas, huracanes, piratería, etc.

56 Derecho mercantil, Tomo II, p. 503


57 Derecho mercantil, p. 848
58 Manual de Derecho Mercantil, p. 635
René Arturo Villegas Ixira 328

La navegación, como medio de transporte comercial, data desde antes de la era cristiana. En
los anales de la historia se cuenta la leyenda de un hombre primitivo que arrastrado por el agua
logró asirse a un tronco y recorrer una considerable distancia, lo que no sólo le permitió salvar su
vida, sino también descubrir que se podía transportar de un lugar a otro si aparejaba o unía varios
troncos, utilizando los remansos de ríos, lagos o la misma inmensidad del mar. A los cretenses y a
los fenicios se les atribuye haber utilizado la navegación como medio de realizaciones comerciales
en las costas del Mar Mediterráneo. Hay vestigios de pinturas, en murales y jarrones, en donde
barcos de vela se desplazan por el río Nilo; y es sabido que el Imperio Romano utilizaba barcos de
vela o de remos para trasnportar a sus legiones hasta donde llegaba su dominio, lo cual tenia
incidencia también en la actividad comercial con sus colonias. Indudablemente la utilización del
mar como vía de transporte era una consecuencia de las dificultades que se presentaban con el
comercio terrestre. Utilizando ei mar o ios ríos navegables, no había que remontar montañas,
barrancas u otros obstáculos que existieran en la agreste geografía. Así que era más fácil comerciar
por medio de la navegación, al no existir caminos ni carreteras ni medios de transporte terrestre,
salvo la utilización de bestias de carga. Con el paso del tiempo los barcos o naves se fueron
perfeccionando y se descubrieron procedimientos que permitían utilizar el curso del viento para
adquirir la velocidad necesaria que ayudara a llegar al destino propuesto. La cantidad de velas que
un barco tuviera permitía desplazarse con más impulso, y la capacidad de maniobrarlas, junto al
descubrimiento de la brújula, imprimieron seguridad y éxito a esas empresas. Así, transcurrida la
Edad Media y en cuanto a nuestros países se refiere, cuando España se aventuró en los viajes de
descubrimiento, conquista y colonización, Vasco da Gama cruzó el Cabo de Buena Esperanza para
llegar a la India y Cristóbal Colón descubrió América.
Estos antecedentes del Derecho marítimo se plasmaron en conocidos instrumentos legales
que los usos y la práctica fueron introduciendo con carácter nacional e internacional, para resolver
conflictos de intereses que surgían como, consecuencia de la navegación comercial. Entre esos
instrumentos legales cabe señalar el que fue conocido como Consulado del Mar, que era una
colección de normas jurídicas originadas en la Edad Media, allá por 1730, como especie de Derecho
general para el comercio que utilizaba el mar Mediterráneo. A esto deben sumarse las colecciones
de usos normativos en el comercio marítimo conocidos como los "Rooles de Olerón", que regían el
comercio por la costa atlántica francesa; o las llamadas "Leyes de Wisby" o Derecho marítimo
flamenco, que regía en Holanda e Inglaterra. También deben recordarse las Ordenanzas de la Casa
de Contratación de Sevilla, que se aplicaban al comercio marítimo entre la Metrópoli y sus colonias
en América. "A partir del Siglo XIX, dice Broseta Pont, en la evolución del transporte marítimo y, por ende, de su
régimen jurídico, se consolida una segunda etapa, como resultado de la conjunción de tres factores esenciales. Etapa
que, vigente en nuestros días, se caracteriza por un acercamiento entre las circunstancias que caracterizan a los
transportes marítimos y a los terrestres, o por la reducción (no la desaparición) de la importancia de sus notas
diferenciales. Estos tres factores (señalados por Rodiere) fueron: la aparición en el siglo XVII de los armadores
profesionales (actualmente grandes sociedades anónimas) cuya profesión o actividad económica consiste
precisamente en la oferta y prestación de los servicios de transporte, en favor de los cargadores con los que estipulan
René Arturo Villegas Lara 329

verdaderos contratos de transporte y no contratos asociativos que fueron peculiares de épocas anteriores; la
aplicación del maquinismo y del progreso técnico a la navegación (el motor de explosión, las hélices, la radiofonía,
los grandes buques metálicos) eliminando así los grandes riesgos y los peligros de la navegación anterior y
reduciendo la "autarquía" del transporte marítimo; el último factor esencial fue la sustitución del transporte
mediante buques "tramps" (que buscan fletes para evitar el retorno del buque vacío) por el establecimiento de
grandes líneas regulares de transporte que cubren todo el mundo y que con escalas e itinerarios fijos dotan de gran
seguridad en la obtención del transporte, debilitando así —en alguna manera cuantitativa— los contratos que
(presentes en nuestro Código) respondían a un transporte ocasional y sin líneas regulares." 4

En la actualidad, el comercio que utiliza la vía marítima como medio de conducción de mercancías,
es de gran importancia en el intercambio de
satisfactores. Basta observar los grandes barcos cargados de contenedores que traen y llevan
mercaderías de y hacia diversos destinos, para estimar lo que eso significa dentro de la economía
global. Y si nos circunscribimos a Guatemala, salvo los productos perecederos, como las flores,
para poner un ejemplo, su comercio de exportación de productos como el azúcar, el café, la carne,
se trasladan hacia los países compradores por la vía marítima. Esto hace necesaria la existencia
empresas dedicadas a la transportación o agentes navieros, empresas propietarias de buques
mercantes, aseguradores especializados en cubrir los riesgos propios del transporte por mar,
algunos de ellos comunes al transporte por tierra y por aire, sin olvidar que la navegación también
presta el servicio de la transportación a las personas, lo que también es una tema que contempla el
Derecho comercial marítimo. Y como el comercio internacional es del interés de todos los estados,
las exportaciones y las importaciones aumentan cada día y las características y la tecnología de los
barcos modernos se va volviendo más sofisticada, el Derecho comercial marítimo se amplía con la
existencia de usos, costumbres, convenios y tratados internacionales que hacen de las legislaciones
nacionales, verdaderos apéndices del Derecho Mercantil Internacional, pues como veremos en el
desarrollo de este tema, las instituciones existentes en el Libro III a que nos referimos, sólo se
explican en relación al comercio por mar; y es obligada esa relación con la norma internacional que
resulta más reciente, pues dicho libro dftta desde la legislación de la Revolución Liberal de 1871.
En suma, agreguemos que el Derecho Marítimo de hoy se integra con normas de Derecho
privado y con normas de Derecho público: el Derecho internacional, privado y público, el Derecho
penal, el Derecho administrativo, el Derecho civil, etc., contribuyen con el Derecho comercial
marítimo a regular el fenómeno de la naveeación en sus diversos matices. Piénsese nada más en la
figura de la capitanía de un puerto, del capitán de un buque mercante o de transporte de
pasajeros, de sus facultades para actuar en alta mar en materia de matrimonios, fallecimientos,
otorgamiento de disposiciones de última voluntad etc., en las medidas sanitarias que se aplican en
los puertos de arribo o el hecho de navegar en aguas nacionales o internacionales para determinar
330 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

la ley que rige una situación; en fin, son tantas las relaciones jurídicas que pueden darse con
motivo de la navegación, como para concebir que este Derecho es bastante complejo, y por eso
mismo exige un tratamiento y estudio particular como sub-rama del Derecho Mercantil en general.
2. LA NAVEGACIÓN Y SU RÉGIMEN JURÍDICO

Para Broseta Pont, la doctrina moderna concibe el régimen jurídico de la navegación en tres
sentidos:

2.1. DERECHO DE LA NAVEGACIÓN EN SENTIDO AMPLIO

En este sentido la navegación comprende el transporte por mar, por ríos, por canales y lagos y por
la vía aérea. En nuestro medio sólo se integraría con la navegación marítima y la aérea, pues carecemos
de vías fluviales y lacustres de importancia para el comercio de importación y exportación. Esta forma
de concebir la navegación, en sus tres modalidades, se basa, a su vez, en tres componentes: un
comerciante o empresario que realiza el transporte; una empresa organizada para realizarlo; y, la
ejecución de una actividad económica comercial similar, que utiliza como vía de transporte el mar, el
aire, los ríos o los lagos. Creemos que designar a este concepto como sentido amplio de la navegación,
es porque trata únicamente de resaltar el hecho de la navegación y su fin general.

2.2. DERECHO DE LA NAVEGACIÓN EN SENTIDO ESTRICTO

En este sentido se comprenden las modalidades de la navegación señaladas en el numeral


anterior, excluyendo la navegación militar, ya sea que se haga con fines comerciales o no, pues lo
importante es que se utilicen medios de transporte y vías de transporte que se rigen por normas
jurídicas del derecho de la navegación y como una generalización de las instituciones mercantiles. Aquí
se integrarían normas de las ramas del Derecho privado y de Derecho público que resuelven relaciones
jurídicas que se den con motivo de la navegación.

2.3. DERECHO DE LA NAVEGACIÓN MARÍTIMA EN SENTIDO ESTRICTO

Este derecho comprende únicamente las normas jurídicas y los usos y costumbres que rigen las
relaciones jurídicas que nacen del hecho de la navegación por mar, ya sea de cosas o personas, realizada
empresarialmente y con fines comerciales o de lucro. Quedan separadas estas normas de las que rigen
para la navegación aérea, pues, como dice Joaquín Garríguez, son otras las circunstancias de su
realización y diferentes los instrumentos legales
«
René Arturo Villegas Lara 331

que utilizan, así como de las que norman la navegación fluvial y lacustre. 5 Esta última no tiene
importancia en Guatemala, por no existir ni ríos ni lagos que reúnan las características que se
necesitan para ser vías de navegación comercial.

3. CONTENIDO DEL DERECHO COMERCIAL MARÍTIMO

Para establecer el contenido del Derecho comercial marítimo en Guatemala, exclusión hecha
de los usos, costumbres, convenios y tratados internacionales que rigen la actividad económica de
la navegación por mar con fines de comercio, debemos extraer del contenido del Libro III del
Código de Comercio que estaba contenido en el Decreto 2946, del Presidente Jorge Ubico, que no es
más que una reformulación del Decreto Gubernativo 191, emitido por el Presidente de la
República, Justo Rufino Barrios, el 20 de julio de 1877. Antes de esta fecha la actividad comercial en
nuestro país se regía por las leyes españolas que venían desde el tiempo de la Colonia y que se
conocían como Ordenanzas de Bilbao. El código de 1877 fue redactado tomando en cuenta la
orientación del Código de comercio francés de 1807, el español de 1810 y los códigos de México y
Chile, que seguían las directrices de la codificación del siglo XIX. Así, el libro tercero del Código de
España de 1829, al igual que el libro tercero del de 1877 y del de 1942 en Guatemala, tratan la
materia del comercio marítimo.
Conforme a dicho libro, el derecho comercial marítimo en Guatemala, comprende las
materias siguientes:
a. De las naves mercantes y de los propietarios y copropietarios de ellas;
b. De las personas que intervienen en el comercio marítimo;
c. De los contratos de los hombres de mar;
d. Del fletamento, del conocimiento y de los pasajeros; c. De los
riesgos y daños del transporte marítimo;
f. Del préstamo a la gruesa o a riesgos marítimos;
g. Del seguro marítimo; y,
h. De la prescripción de las obligaciones del comercio marítimo y de la excepción de
inadmisibilidad de algunas acciones en especial.

De las materias anteriores, lo relativo al seguro marítimo ya no forma parte del libro tercero a
que nos referimos, pues en las disposiciones derogatorias que regula el artículo 1, del Decreto 2-70 del
Congreso, Código de Comercio actual, se deja vigente la totalidad de dicho libro, excepto el Título VII,
que regulaba precisamente el contrato de seguro marítimo, pasando a ser éste una modalidad del
seguro de transporte en general. Esta forma de prever el aseguramiento del transporte por mar, la
estimo deficiente. En efecto, si juzgamos la forma en que estaba normado este seguro en el libro tercero
ya comentado y lo que aparece en el régimen del seguro de transporte contenido en el libro IV del
Código que nos rige, encontramos que este contrato pareciera estar destinado sólo a cubrir los riesgos
del transporte de mercaderías, en tanto que el seguro marítimo anterior estaba previsto también para
cubrir los que corrían las personas como pasajeros. Por otro lado, si hacemos una lectura detenida del
5 Ob. Cíí.,pp. 509-510
articulado actual, la regulación es más explicable en razón del transporte por tierra, aun cuando el
artículo 950 diga que "por este contrato, todos los medios empleados para el transporte y los efectos
transportables
332 podrán ser asegurados...". Y es deficiente en cuanto al seguro
Derecho marítimo,
Mercantil porque Torno
Guatemalteco, como III
ya
quedó asentado, comerciar por mar, ya sea transportando mercaderías o transportando personas, en
una actividad que se desempeña con características muy especiales, como para someter los riesgos que
le son propios, a formas de contratar de manera genérica. Hoy por hoy y dejando a salvo lo establecido
en los usos, costumbres, convenios y tratados internacionales que pudieran tener incidencia jurídica en
este seguro, cubrir los riesgos del transporte marítimo en cuanto al medio y lo que se transporte, ya sea
cosas o personas, estaría sujeto a un contrato de seguro de transporte o a un seguro de personas, según
el caso. De ahí nuestra idea de que en cuanto al contrato de transporte, el libro Tercero también fue
derogado en razón de normarse el contrato en una ley posterior.

4. CONCEPTO DEL DERECHO MERCANTIL MARÍTIMO

El maestro español, Joaquín Garríguez, al tratar el tema del concepto del Derecho marítimo,
señala que la actividad comercial está regida por otras ramas del derecho y no exclusivamente por las
leyes, codificadas o no, específicamente mercantiles. Por ejemplo, la actividad comercial constituye
hecho generador de tributos y eso es materia del Derecho Tributario; el Estado puede controlar
importación o exportación de mercaderías y eso es materia del Derecho administrativo o del Derecho
aduanero, si es que a esta rama se le reconoce autonomía; la producción de ciertas mercaderías, como
alimentos o medicamentos están sujetos a controles de calidad y eso tiene que ver con el Derecho de la
salud o el derecho de consumidor; y, así podríamos señalar otras ramas del derecho que rigen la
actividad comercial, no necesariamente en la esencia que define al Derecho Mercantil: las producción,
la intermediación y los servicios con fines de lucro. 59
Con base en los lincamientos anteriores, la actividad comercial que utiliza la vía marítima
también se rige por ramas diferentes al Derecho mercantil, como es el caso del Derecho internacional
público, el Derecho internacional privado, el Derecho administrativo, etc. En esas circunstancias, el
denominado Derecho marítimo, que a nuestro criterio debe llamársele Derecho mercantil marítimo, es
el que se expresa en normas de derecho positivo, usos y costumbres del tráfico en el mar y que rigen
las actividad comercial que utiliza la navegación en buques como medio de transporte.
Los autores consultados en cuanto a la doctrina expuesta en torno al Derecho marítimo, resumen
el concepto de este derecho señalando como esencial la navegación por mar como medio de traficar
con finalidad conté!-' cial. Así, para Raúl Cervantes Ahumada,
"...el derecho marítimo en particular, es un conjunto de construcciones ideales'o instituciones

jurídicas, emanadas de un poder público efectivo y destinadas_a realizarse o actualizarse en la

vida humana de relación social, en el teatro del n^a't


o en relación con los espacios marítimos..."60 •.$?
El concepto del maestro mexicano nos parece muy genérico, de manera que comprende todo el
régimen jurídico que exista en torno al uso del mar y a cualquiera de sus elementos que se estime como
bien jurídicamente tutelado. En cambio, el concepto que da Broseta Pont es más específico en cuanto a
la actividad mercantil como esencial al concepto del Derecho marítimo:
"...el Derecho Marítimo...es el sector del Derecho mercantil aplicable a quienes explotan un buque

para el transporte, a los contratos mediante los cuales el buque se utiliza, a las instituciones

auxiliares que lo posibilitan, así como a los riesgos, daños y accidentes que puedan surgir con

59 Ob. Cit., pp. 509-510


60 Derecho Marítimo, p. 6
René Arturo Villegas Lara 333
ocasión de la navegación marítima. Del derecho de la navegación marítima así enlendido no puede

excluirse el transporte sin finalidad comercial, porque en él cabe todo contrato y forma de

utilización del buque, cualquiera que sea su destino" 61

61 Ob. Cit., p. 635


334 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo ¡11

Para la formulación de un concepto de Derecho mercantil marítimo, atendiendo a nuestra


legislación vigente, creemos que cualquier idea al respecto deberá tener en cuenta que el Libro III
del Código de comercio de Guatemala, emitido en 1877, es una copia del Código de comercio
español. Ambos instrumentos legales son del siglo XIX; hechos para situaciones y relaciones
jurídicas que necesariamente han cambiado con el desarrollo técnico • de la navegación. A eso debe
sumársele, en nuestro caso, el hecho de no ser Guatemala un país de flotas mercantes; más sin
embargo, como no nos es ajeno un comercio de exportación e importación realizado por empresas
navieras extranjeras o filiales de ellas, esta actividad económica está sujeta a un régimen jurídico
que debe estudiarse e investigarse, particularmente en el caso de aquellas normas contenidas en
usos, costumbres, convenios y tratados internacionales que rigen la navegación marítima con fines
comerciales y no necesariamente en las reglas contenidas en el Libro III del Código de Comercio de
1877 y el de 1942. Y es que este libro fue dictado para la navegación en una época en la que los
buques se desplazaban por el impulso que les daba el viento; luego, el antiguo contrato de
flelamento, en cierta medida, ha sido abandonado a cambio de insistir más en el contrato de
transporte; y así, sin necesidad de agregar otros ejemplos, lo cierto es que los supuestos jurídicos
normados en esa legislación decimonónica, ya no responden a las situaciones de la actualidad. Hoy
por hoy, el derecho de la navegación marítima, particularmente la de fines comerciales, se basa en
una serie de normas nacidas del consenso entre naciones interesadas, al alero de organismos
internacionales, tema que el maestro Garríguez, comenta así: "...La Sociedad de Naciones contribuyó
a la unificación del Derecho marítimo, por medio áe ia Oficina Inieinaciundl uel Trabajo y de! Comité

de exporte pora b Codificación progresiva del Derecho internacional. Y hoy en día la Organización de
las Naciones Unidas, a través de Agencias Especializadas como la I.M.C.O. (Organización Marítima

Consultiva Intergubernamental), patrocinando las Conferencias del Derecho del Mar de Ginebra (que

van codificando mediante Convenios las costumbres relativas al Derecho Internacional Público

Marítimo), o por medio de profunda revisión de la legislación internacional marítima que están

llevando a efecto la U.N.C.T.A.D. (Conferencia de las N.U. para el Comercio y Desarrollo) y la

C.N.U.D.M.l. o U.N.C.I.T.R.A.L., es decir, la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil

Internacional."9

Por último, creemos importante para esta introducción que una legislación codificada del
Derecho marítimo que pudiera darse en el futuro y sin perjuicio del Derecho Internacional Marítimo,
podría referirse a los temas esbozados en el Proyecto de Código Marítimo Centroamericano que
redactó el maestro Raúl Cervantes Ahumada, para referirse a:
1. Ambito de Aplicación y jurisdicción
2. Bienes del dominio público marítimo
3. Autoridades marítimas

9 Ob. Cit., p. 519


René Arturo Villegas Lara 335

4. Registro marítimo, matrículas y patente de navegación


5. Auxilio, salvamento y naufragios
6. Servicios de navegación
7. Puertos marítimos
8. Actividad a bordo del buque
9. De la oficialidad
10. Del trabajo del mar
11. Construcción y venta de navio
12. Propiedad de la nave
13. Hipoteca naval
14. Empresa naval Contratos de comercio marítimo
15. Tnnsporte de cosas y de personas
16. Seguro Marítimo.

La temática anterior se sugiere a título de ejemplo, pues entre 1956, año en que se elaboró el
anteproyecto de ese Código centroamericano, a la fecha, 201)6, muchas cosas deben investigarse para
constatar cuánto han cambiado los hpfhos a que se refiere y sobre si es necesario legislar sobre 1a
materia de manera doméstica; o bien seguir "navegando" al amparo de los usos, costumbres y normas
internacionales. Además, a treinta y cinco años de que el Decreto 2-70 del Congreso de la República
dejó vigente el Libro III del Código derogado, pareciera que la segunda opción es la conveniente,
porque existen nuevas situaciones en esta rama del Derecho mercantil y es obligado estudiarlas con
fines de ejercicio profesional. En todo caso, en una exposición de la temática referida al comercio por
mar no puede eludirse el desarrollo conceptual de lo que, hoy por hoy, es la legislación que está
vigente conforme al tantas veces citado Libro III del anterior Código de Comercio, aunque su
contenido normativo ya no se adapte a las circunstancias y a los medios que permiten el comercio por
mar. Y si a eso le sumamos la total ausencia de una flota mercante guatemalteca, pues sólo ha existido
la precaria Flota Mercante Centroamericana, ya desaparecida por su total fracaso empresarial, es
obligado llegar a la conclusión de que este libro es derecho vigente no positivo, entendiendo estos
términos como una ley que ya no se aplica.

SEGUNDA PARTE INSTITUCIONES JURÍDICAS DEL DERECHO COMERCIAL MARÍTIMO

1. RÉGIMEN JURÍDICO DEL BUQUE O NAVE MERCANTE

Conforme al artículo 827 del Libro III, "La palabra nave comprende el casco y quilla, los aparejos
y accesorios de toda embarcación principal, sea cual fuere su denominación y magnitud, sea de vela,
remo o vapor". Como podemos observar, este artículo contempla naves impulsadas por fuerzas que
hoy, salvo para esparcimiento, ya no existen, incluyendo las de vapor, pues la fuerza que hoy se utiliza
se obtiene de otras fuentes de energía, incluyendo la atómica. Por otro lado el término que hoy es el
336 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

usual es el de "buque", que en algunos derechos, como el español, se extiende a los pontones, a las
dragas y a los diques flotantes que suelen utilizarse para el comercio marítimo o fluvial. Por aparte y
como un caso de interpretación auténtica, el término "aparejos" está explicado en el artículo 828 del
libro citado, entendiéndose como tales los palos, botes, anclas, cables jarcias, velamen, mástiles y todos
los demás objetos que, sin formar parte estructural del buque, le sirven para navegar. En consecuencia
no comprende el armamento, las vituallas, fletes devengados o salarios pagados por anticipado a la
tripulación.
Como bien, la nave o buque es de naturaleza mueble, según lo prevé el artículo 829 del Libro III.
Este artículo está en armonía con el Código civil contenido en el Decreto Ley 106, no obstante la amplia
diferencia de fechas de emisión de cada uno. Así, en la ley civil, el régimen legal del buque, como bien
objeto de inscripción en el Registro de la Propiedad, está sujeto a los artículos 1125, inciso 7,1185,1207 y
1215. En estos artículos el término "nave" es utilizado únicamente para los aviones y en los mismos está
previsto que la propiedad se formaliza en escritura pública y se complementa con la matrícula que está
sujeta a disposiciones de naturaleza administrativa. En el estado actual de nuestra legislación los
buques, como cosa mueble, no se inscriben en el Registro Mercantil, sino en el Registro General de la
Propiedad. El Código de comercio no estipula nada al respecto. Por otro lado, a los buques se les
reconoce la naturaleza de "guatemaltecas", cuando han sido matricula-
das en el país de acuerdo con las disposiciones aplicables. Pero, estimamos que ese gentilicio no
alude a la nacionalidad guatemalteca a que se refiere el texto constitucional y del cual están
investidas las personas individuales originarias o naturalizadas en Guatemala, pues ello no es
posible conforme a disposiciones de dicho texto, ya que la nacionalidad en nuestro ordenamiento
jurídico, como vínculo socio político que une a la persona con el Estado de Guatemala, es un
atributo específico de la persona individual; ni las personas jurídicas ni las cosas pueden tener
nacionalidad. De manera que decir que un buque navega con bandera guatemalteca significa
únicamente que su matrícula original se obtuvo en Guatemala y de allí devienen otras consecuen-
cias. A este respecto, Rodrigo Uría, dice:
"Todo buque necesita acogerse al pabellón de un Estado. La nacionalidad el buque hace

referencia justamente a esa relación de vinculación a un Estado determinado, que es necesaria

tanto para resolver los conflictos de orden internacional que se suscitan entre buques de

diferentes estados, como para resolver la disciplina a qu? quedan sometidos... La nacionalidad

se obtiene por el abanderamiento o matriculacián del buque..." 62 'Ir'í

1.1. INDIVIDUALIZACIÓN DEL BUQUE

Bajo este subtítulo, entiende Broseta Pont aquellos hechos que identifican al bien mueble
llamado buque: Nombre, lugar de su matriculación, el tonelaje y la nacionalidad que determina la
bandera que enarbola,63 En nuestro régimen jurídico debemos entender esta "nacionalidad" con
las limitaciones ya comentadas. Veamos por separado estos elementos de individualización,
siguiendo al autor citado:

62 Ob. Cit., p. 857


63 Ob. Cit., p. 658
René Arturo Villegas Lara 337

1.1.1. EL TEMA DE LA NACIONALIDAD DEL BUQUE

Ya se dijo cuál es el alcance de esa nacionalidad. Ahora bien, pueden existir


abanderamientos de buques por parte de Estados que ni siquiera tienen acceso al mar o no tiene
costas marítimas, pero que tienen empresas navieras y sus buques reciben el abanderamiento o
nacionalidad para los efectos ya indicados. Y es tan necesario este elemento de individualización
que, un buque que no muestre la bandera al amparo de la cual navega, se considera un buque
338 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
pirata. A este respecto creemos más aceptable la previsión del Proyecto de Código Marítimo
Centroamericano, pues en lugar de hablar de nacionalidad del buque, se le da la categoría de territorio
del país que lo abandera, lo cual está más acorde con los lineamientos del Derecho Internacional
Público y Privado.

1.1.2. PUBLICIDAD DEL BUQUE

El buque, como bien mueble, está sujeto a la publicidad registral. Como ya señalamos, en el
ordenamiento jurídico de Guatemala esta publicidad no está prevista en el Código de comercio, sino,
en el Código civil, Libro IV, artículos 1125 inciso 7, 1207 y 1215. En este último artículo se hace alusión
a que la inscripción de la propiedad sobre el buque se hace con base en la escritura que prueba el
derecho y certificación de la matrícula extendida de conformidad con la ley. El registro marítimo es
una exigencia del Derecho marítimo y en él se registrarían las empresas navieras, las embarcaciones o
barcos mercantes, los actos o negocios realizados en relación a empresas y barcos y cualquier otro acto
o bien que exija la publicidad registral marítima según las leyes y reglamentos. En la actualidad, en
Guatemala, la obtención del registro de un barco, conforme al Código civil, se obtendría con el
testimonio de la escritura pública en que constara el acto o contrato y con la matrícula, documento que,
según se colige de los instrumentos consultados, no la extiende una autoridad registral, sino una
autoridad administrativa, que según el Proyecto indicado, la otorgaría el Presidente de la República.

1.1.3. ADQUISICIÓN DE LA PROPIEDAD DEL BUQUE

Como cualquier otro bien que esté dentro del comercio de los hombres, el buque es objeto de
adquisición de propiedad por los modos conocidos en la actividad negocial, ya sea por actos inter-
vivos o por causa de muerte. Sin embargo, existes algunos modos que son peculiaridades propias de la
forma de adquirir esta propiedad y que devienen de acciones de naturaleza pública, a saber: a) La
presa del buque por parte de un Estado en guerra, del de otro beligerante o neutral (Convenio de la
Haya de 1909 y Declaración de Londres de 1909); b) Confiscación por omisión en el cumplimiento de
obligaciones fiscales o aduaneras, y c) La requisa que permite a un Estado apropiarse un buque por
razones graves de orden militar o civil... Así también, en los artículos 832 y 837 del Libro III en
Guatemala, está normada la adquisición por prescripción, por contrato de compraventa, con la
formalidad de la escritura pública, y por testamento. Advertimos que en la doctrina y en otras
legislaciones está prevista la llamada "hipoteca naval", que sería la garantía hipotecaria que afecta al
buque en el cumplimiento de obligaciones. Pero, en nuestra legislación mercantil y civil no está
regulada esta figura, sobre todo porque la naturaleza del buque es la de ser un bien mueble, y la
hipoteca, en Guatemala, sólo puede tener como objeto los bienes inmuebles. En cambio, en el Proyecto
de Código Marítimo Centroamericano, sí se trata el tema de la hipoteca naval. La única garantía que
aparece en el Libro III, sobre todo para asegurar las obligaciones del préstamo a la gruesa ventura, es la
fianza.

2. PERSONAS QUE INTERVIENEN EN EL COMERCIO MARÍTIMO


René Arturo Villegas Lara 339

2.1. NAVIERO

Se entiende por "naviero" a la persona individual o jurídica que se dedica a explotar un buque
que destina al transporte de personas o mercaderías. En la actualidad y dado el volumen y costo de
los buques, el naviero suele ser una sociedad anónima de grandes capitales como para transportar
hasta puertos muy lejanos del lugar de donde parten.
Como consecuencia de la antigüedad de nuestra ley, el concepto de naviero coincide poco con el
que la doctrina mercantil nos da acerca de este sujeto, pues al decir el artículo 865, "llamase naviero o
armador"a quien se dedica al servicio de transportación, pareciendo entonces que se trata del mismo
sujeto. Pero, conforme a la doctrina, ei naviero, que puede ser propietario o no del buque que utiliza
para el transporte, es el sujeto que, como comerciante que presta un servicio, transporta mercaderías o
personas en un buque, celebrando el originalmente llamado "contrato de fletamento", y que hoy es el
contrato de transporte de cosas o personas tipificado en el Código de comercio con ese nombre.
Tomando en cuenta lo previsto es el Código de comercio, reiteramos que lo referente al fletamento del
libro 111, está derogado, pues el contrato de transporte regulado como contrato típico en dicho
Código, comprende el servicio por tierra, aire y mar. En ese sentido, al anterior contrato de fletamento,
debemos llamarle ahora contrato de transporte marítimo. El armador, en cambio, es la persona que
(siendo o no su propietario) pertrecha y dota al buque poniéndolo en condiciones técnicas y jurídicas
para hacerse al mar. Este concepto coincide con lo que preceptúa el artículo 865 del Libro
III, el que, relacionándolo con otros del mismo texto legal, hacen surgir el concepto de naviero de
manera más precisa e independientemente del de armador, particularmente en lo que indica el artículo
978, pues éste dice que sólo el naviero puede celebrar el contrato de fletamento y éste es el negocio de
la transportación como acto propio del naviero. En todo caso, pueden coincidir en una misma persona
las figuras de propietario del buque, armador del buque y naviero, o ser personas distintas.
El anteproyecto de Código Marítimo Centroamericano, es más claro en cuanto a definir qué se
entiende por naviero. En efecto, el artículo 1, Título
II, capítulo I, dice que se entiende por naviero el titular de una empresa naval. Y el artículo 2 dice que
la empresa naval es la que se organiza para la explotación de uno o más buques en el tráfico marítimo.
Dentro del personal auxiliar del buque como medio de transporte, la doctrina y la legislación
siempre han tenido como tal al capitán, que es el jefe superior del buque en cuanto a su gobierno y
dirección. El piloto, cuya función esencial es dirigir el derrotero del viaje y el rumbo del buque, el que
no puede variar sin la anuencia del capitán. El contramaestre, quien asume, en caso de necesidad, las
funciones del piloto; pero, tiene como propia la atribución de ejercer el mando sobre la tripulación y
vigilar el cumplimiento de sus obligaciones. Y, el sobrecargo, que es una especie de factor o auxiliar del
comerciante, pues tiene a su cargo la administración económica de la nave. Según el artículo 932 del
Libro III, el sobrecargo es nombrado por el naviero o los cargadores. Recordemos que cargador,
remitente o consignante, es la persona que por cuenta propia o ajena contrata con el porteador la
conducción de las cosas o mercaderías.

2.2. DEL TRABAJO DE LOS HOMBRES DE MAR


340 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

La legislación del comercio marítimo, incluyendo la del siglo XIX, regula las relaciones jurídicas
que se entablan entre el empresario naviero o quien resulte ser el patrono de la tripulación que
viabiliza con su trabajo los viajes que realiza el medio de transporte llamado buque. En el Libro III,
Título III, se trata de estas relaciones y constituye lo que podría llamar un derecho laboral marítimo,
que va más allá de la legislación laboral que rige las relaciones jurídicas que se dan en tierra con motivo
del trabajo. Y precisamente por la naturaleza y trayecto de los viajes que hacen los buques, saliendo
periódicamente del mar territorial de los estados que los abanderan, es que las disposiciones legales
aparecen en el Derecho Laboral Internacional. A este respecto, es interesante transcribir lo que se dice
en la exposición de motivos del Proyecto de Código Marítimo Centroamericano:
"Las condiciones de trabajo en el mar constituyen un ingente motivo de preocupación, al que no

han sido ajenos los organismos especializados de las Naciones Unidas. La Organización

Internacional del Trabajo ha laborado activa e intensamente para tratar de unificar reglas laborales

que establezcan condiciones mínimas para el trabajo del mar."

Como podemos observar, lo que ya se dijo, el comercio por mar, tiene una serie de implicaciones
jurídicas que dan lugar a la conjunción de normas mercantiles, civiles, penales, laborales,
administrativas, tributarias, internacionales, etc., que constituyen, de manera genérica, el Derecho
marítimo, el que, incluso, deberá contener normas de Derecho público en materia de espacios
marítimos, como el mar territorial, la plataforma continental, etc., lo cual está reflejado, en parte, en las
mismas leyes del siglo XIX, y que sin lugar a dudas seguirá siendo la pauta para organizar la temática
de una futura ley que rija el comercio marítimo de nuestro país, la que no puede apartarse (Je la
orientación que en la actualidad le imprime el Derecho mercantil internacional. Lo anterior quiere
decir que el Derecho mercantil marítimo es una parté del derecho del mar. • ?..

TERCERA PARTE '‘ ;r

CONTRATOS DEL COMERCIO MARÍTIMO

Los contratos que se celebran con ocasión del comercio por mar, tienen mucha similitud con los
que se negocian en tierra. Incluso los nombres guardan algún parecido. En esta parte del capítulo nos
referiremos a los que consideramos más comunes, sin uaile espacio ai seguro marítimo, pues ya se
encuentra regulado en el contrato de seguro del transporte, y dando algunos elementos muy generales
en cuanto al contrato de transporte marítimo, pues también se trata esta figura en el contrato de
transporte en general. En una próxima edición deberá ampliarse este contenido, siempre y cuando la
legislación de esta materia exista en Guatemala, con la estabilidad que necesita un ordenamiento
jurídico. Hoy por hoy, lo que perseguimos es transmitir algunos conocimientos que aproximen al
estudiante de licenciatura a una materia que, con más investigación, da para escribir un cuarto
volumen de nuestra obra. Los contratos que merecen atención, son los siguientes:
é
René Armo Villegas Lara 341

1. CONTRATO DE CONSTRUCCIÓN DE BUQUE

Un buque puede ser construido "por economía" o construcción "a forfait", según la terminología
utilizada por los franceses. En el primer caso, la persona interesada en adquirir el buque, proporciona
al constructor todos los materiales necesarios para la construcción. En cambio, en la modalidad "a
forfait", el astillero pone todos los materiales para construir el buque que se le ha encargado, lo que
resulta más práctico dado el precio de un bien de esta naturaleza.
En la doctrina francesa se ha estimado que este contrato es una compraventa de cosa futura y
por lo mismo le sería aplicable el régimen de esta modalidad. No obstante, nosotros lo asimilaríamos
más a un contrato de obra.

2. CONTRATO DE ARRENDAMIENTO DEL BUQUE

Al igual que se da en arrendamiento un inmueble, el buque también puede ser objeto de este
contrato. En esa idea, mediante el arrendamiento de buque, el propietario se obliga a conferir al
arrendatario, contra el pago de una renta, el uso y control de un navio, sin tripulación y sin abastecerlo
para la navegación. Este concepto, tomado de la Ley Suiza de Navegación, nos demuestra que el
concepto de arrendamiento que nuestro Código civil contiene, es aplicable al arrendamiento de buque.

3. CONTRATO DE FLETAMENTO Y DEL TRANSPORTE

El término fletamento sirve para designar un contrato que, tal como se dice en el anteproyecto
de Código Marítimo Centroamericano, permite que el naviero se obligue a realizar un servicio de
navegación, conservando la posesión, dirección y responsabilidad del viaje. Este fletamento se da por
medio del negocio del transporte, ya sea de cosas o de personas. Al estudiar el contrato de transporte
en capítulo anterior de este libro, dijimos que esta figura es aplicable a las tres vías posibles de
transportar: por tierra, por aire y por agua, conforme al artículo 795 del Código de comercio. En el caso
del transporte por agua, que podría ser utilizando ríos, canales, lagos o el mar mismo, el contrato es
siempre de transporte, sólo que, si se da en el mar se le denomina "transporte marítimo". El transporte
marítimo tiene diversas modalidades y en ellas influye también lo que se transporta. Por ejemplo, un
buque petrolero está sujeto a regulaciones distintas a las de un buque que transporta bananas. Este
contrato, que para algunos debe llamársele contrato de fletamento, es un negocio por el cual se presta
un servicio: el servicio de transporte. La doctrina distingue el fletamento según: que el buque se
negoció para utilizar su espacio total o por entero, cuando se da por compartimiento, cuando es para
transportar mercancías y para cuando es para transportar personas, situación última que configura el
llamado fletamento-pasaje. En resumen, todo lo que se describe en el capítulo décimo quinto de este
libro, se aplica para el entendimiento de este contrato.

12 Dcrciho Marítimo, pp. 628-629


4. CONTRATOS DE REMOLQUE
342 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
Según lo que informa el maestro Cervantes Ahumada/ 2 el contrato de remolque es aquel por el
cual una embarcación o buque de características especiales, sirve para que, con su fuerza, otro buque
sea trasladado de un lugar a otro, aunque lo remolcado no necesariamente es un buque. Puede ser otra
cosa que necesite fuerza para desplazarse en el agua. El mismo autor indica que hay tres tipos de
remolque: portuario, de salvamento y de fletamento.
a) Portuario: Es el servicio que se utiliza en zonas portuarias o canales para que un buque navegue
sin utilizar sus fuentes de propulsión. Es el caso de los remolcadores que ayudan a que los
buques surquen el canal de Panamá.

b) De s alvamento: Puede s uceder q ue un buque s e e ncuentre afrontando diversos peligros que.


ponen en riesgo su trayecto úe navegación, su integridad y de las cosas o personas que
transporta. En tal caso el servicio de remolque pone a su disposición la fuerza del buque
remolcador, a efecto de llevarlo a destino seguro.

c) De fletamento: Consiste en el servicio por el cual un buque remolcador sirve para tirar un “tren
de chalanes" que van cargados de mercaderías, de un lugar a otro. En el diccionario de la Real
Academia, no existe el término “chalanes”, sino “chalana” y denomina así a las embarcaciones
que transportan mercaderías en aguas poco profundas. Como se trata en definitiva de
transportar mercadería, a este servicio se le denomina remolque fletamento.
CUARTAPARTE
DE LOS RIESGOS Y DAÑOS EN LA NAVEGAC IÓN MARÍTIMA

Las averías, el abordaje y la arribada forzosa, son temas que se estudian dentro de los diversos
riesgos que se corren en la navegación marítima. Sobre estos tres riesgos daremos una breve
explicación, para saber en qué consisten.
*

1. AVERÍAS

El tema de los riesgos que los buques y lo que transportan puedan afrontar en el mar, ha dado
lugar a lo que en la legislación y la doctrina se conoce con el término de "avería". Conforme a la
doctrina, la avería es todo gasto en que se incurre para conservar el buque o lo que se transporta, o
ambas cosas a la vez, o para cubrir los daños que se sufren en el proceso de navegación. Regularmente
se clasifica la avería en: avería común o gruesa y avería simple o particular. Nuestra ley les llama
simplemente avería común y avería particular. El artículo 1083 nos da un concepto genérico de avería,
así:
Artículo 1083. Son averías en la acepción legal de esta palabra:
Io. Todos los daños que sufre el buque, cargado o en lastre, antes de hacerse a la mar, durante el viaje o después de
fondeado en el puerto de su destino, y los que reciben las mercaderías desde su desembarque en lanchas u otros
buques menores, en el lugar de la expedición hasta su desembarque en el de la consignación.
2o. Todos los gastos extraordinarios e imprevistos causados durante el viaje para la conservación del buque, de la
carga o de ambos a la vez.
Luego de ese concepto genérico, se pasa a definir cada una de las averías que existen, así:
a.RenéEArmo
n c l artículo
Villegas 1088
Lara se establece que screputacomo avería común(o gruesa), no solo el daño 343que
en virtud de deliberaciones motivadas y anteso después de emprendido el viaje se causan en
conjunto o separadamente al buque o a su carga, para salvarlos de un inminente riesgo de mar,
sino también el daño •sobreviviente por consecuencia directa e inevitable del sacrificio y lbs
gastos imprevistos ejecutados en provecho común en las épocas y forma indicada. Luego, en el
artículo 1089 se da una lista de hechos que deben estimarse como averías comunes. Las llamadas
Reglas de York y de Amberes, contribuyen a clarificar cuándo se está ante un hecho que clasifica
dentro de la avería común, los que, aun cuando están tipificados en la ley, la decisión

12 Dcrciho Marítimo, pp. 628-629


René Arturo Villegas Lara 344
que torne el capitán del buque para salvar el buque o la carga deberá ser razonable. El
carácter de la avería común consiste en que todos los interesados en el buque y en lo que se
transporta, van a soportar las consecuencias de las medidas tomadas con motivo del
salvamento, como costo de la avería. En resumen, en la avería común hay un costo para
todos, distribuido según el valor del interés que cada uno tiene.

b. La avería particular o simple, según la doctrina, está normada en el artículo 1123 del libro III.
Para Broseta Pont, la avería simple (o particular) “...son los gastos y perjuicios causados en el
buque o en su cargamento que no hayan redundado en beneficio y utilidad común de todos
los interesados en el buque y su carga.” 13
De lo anterior puede establecerse que la avería común es con relación a todos los afectados
con la medida de salvamento que se toma; mientras la particular es para determinados
interesados.

A B O RD A J E v ,ñ r ’

El abordaje es toda colisión fortuita de buques que causa un daño. Coírtb]' en principio el
daño se presume fortuito, el buque que lo sufre tiene que soportar la pérdida. Pero si fue
ocasionado por dolo, negligencia o impericia del capitán o de la tripulación de lo buques que
choquen, el daño lo indemniza el culpable. Y si la culpa la tienen ambos capitanes o tripulaciones,
cada buque soportará su respectivo daño. El abordaje está normado del artículo 1128 al 1134 del
Libro III.

2. Arribada forzosa

La arribada forzosa ocurre cuando un barco tiene que entrar necesariamente a un puerto que
no era su destino. Tanto en la doctrina como en nuestra ley está establecido que la arribada
forzosa puede ser legítima e ilegítima. Es legítima cuando el barco entra a puerto distinto por un
caso fortuito inevitable;
e, ilegítima, cuando se hace por dolo, negligencia o impericia del capitán. La arribada forzosa se
encuentra regulada del artículo 1135 al 1148 del libro III.
ANEXO

LIBRO III Del comercio marítimo

TÍTULO I

De 1 as n aves m ercantes y de I os p ropietarios y c opropietarios d e e lias CAPÍTULO I Délas navesmercantes


Artículo 827.—La palabra nave comprende el casco y quilla, los aparejos y accesorios de toda embarcación
principa!, sea cual fuere su denominación y magnitud, sea de vela, remo o vapor.

Artículo 8 28.—El nombre colectivo ‘‘aparejos" designa los palos, bot es, anclas, cables, jarcias, velamen,
mástiles y todos los demás objetos fijos o sueltos que, sin formar parte del cuerpo de la nave, son indispensables para
13 Ob. Cit., p. 699
René Arturo Villegas Lara 345

su servicio, maniobras o navegación.


No designa ni comprende el armamento, vituallas, flete deveng ado y salarios anticipados a la tripulación.

Artículo 829.—Las naves son muebles, pero atendiendo a su importancia, serán inscrit as en un registro
especial. 64
Sin embargo, las naves responden de las deudas comunes y privilegiadas del propietario y pueden se r
perseguidas en poder de terceros por los respectivos acreedores.

Artículo 8 30 — La nave conserva su identidad aun cuando los materiales que la forman sean sucesivamente
cambiados.
Deshecha y reconstruida la nave, aunque sea con los mismos materiales, será reputada como una embarcación
nueva y imiiu'u.

Artículo 831.—Ninguna nave será considerada como guatemalteca si no estuviere matricu lada con arreglo a las
disposiciones de materia.’

Artículo 832.—Para adquirir la nave por prescri pción se requiere, a más de título y buena fe, el transcurso de diez años
de posesión en las condiciones que determina el derecho civil.
Faltando título traslativo de dominio sólo podrá adquirirse la propiedad de la nave por la prescripción
extraordinaria de treinta años.
El capitán no puede adquirir por prescripción la propiedad de la nave que gobierna a nombre de otro.

Artículo 833.—Terminada que sea la construcción o reconstrucción de una nave, el propietario de ella no podrá
hacerla navegar mientras no sea visitada, reconocida y declarada en buen estado para la navegación por peritos que
nombrará la autoridad competente.

Artículo 834.—La propiedad de las naves guatemaltecas vendidas fuera del territorio de la República se
transmite según las leyes o usos vigentes en e l lugar del contrato.

Artículo 835.— La enajenación de la nave importa la de todos lo aparejos y pertrechos que le pertenezcan, a no
ser que sean excluidos por convenio de las partes.

Artículo 8 36.—Si la nave fuere vendida hallándose en viaje, corresponde rá íntegramente al comprador el flete
que devengue en el viaje desde que recibió su último cargamento.
Pero si el tiempo de la venta hubiere llegado la nave a su destino, los fletes pertenecerán al vendedor. Las
partes sin embargo podrán estipular en ambos casos lo que más les convenga.

Artículo 837.—El dominio de la nave adquirida por contrato no podrá ser justificado contra terceros sino por
medio de escritura pública, de la que se tomará nota en el registro correspondiente.
La misma disposición se aplica al dominio de la nave que una persona construye o hace construir por su
cuenta.
Adquirida por sucesión testamentaria o hereditaria, o por apresamiento, la propiedad no podrá ser probada,
según el caso, sino con testimonio fehaciente del testamento, actas de adjudicación, o sentencia de tribunal
competente.
Las disposiciones del párrafo primero no se extienden a las naves que midan menos de diez toneladas.

Artículo 838.—La enajenación de la nave hecha dentro o fuera de la República, se entiende ejecutada co n todas
las responsabilidades que la afectan y salvo los privilegios que establece la ley.
El vendedor dará al comprador una nota firm ada de todas las deudas privilegiadas que reconozca la nave, y
esa nota deberá insertarse en la escritura respectiva.
Habiendo deudas, la omisión de alguna de ellas o la falta de la nota establece una presunción de mala fe
contra el vendedor.

64 Artículos 377 y 1133 del Código Civil.


346 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

Artículo 8 39.—Son créditos privilegiados sobre la nave o su precio:


P. La prima de aviso, gratificación, costos de salvamento y sa larios de los pilotos prácticos; 2 o . Los derechos de
puerto;
3 o . El salario de los depositarios y guardianes de la nave y los gastos causados en la conservación del casco y
aparejos, desde su entrada al puerto hasta su venta;
4 o . La renta del almacén donde fueren custodiados los aparejos y pertrechos de la nave;
5 o . Los sueldos, gratificaciones y desembolsos del capitán y los salarios de los oficiales y marineros que compongan
la tripulación en el último viaje, sin perjuicio de su privilegio sobre el flete; contratados para un viaje de ida
y vuelta, estos dos viajes serán considerados como uno solo para la aplicación de este privilegio.
El capitán y la tripulación no gozarán de este privilegio si se hubieren ajustado a la parte o al flete.
6 o . Todas las deudas que durante el último viaje hubiere contraído el capitán en beneficio de la nave con el objeto de
satisfacer cualquiera necesidad urgente e inevitable, inclusive las causadas por adquisición de víveres para los
pasajeros y las proveniente s de la venta de una parte del cargamento hecha con el indicado objeto;
7 o . Las cantidades que se deban al último vendedor de ta nave o a los proveedores de materiales, artesanos y obreros
empleados en su construcción, sino hubiere hecho viaje alguno despu és de la venta o construcción; y las sumas
debidas por trabajos, mano de obra y suministros empleados en la reparación, apresto y aprovisionamiento de la
nave para su último viaje, si ya hubiere navegado.
El privilegio de los proveedores, artesanos y obrer os de que habla el párrafo anterior se extiende al caso en que
la construcción o reparación, el apresto o aprovisionamiento, se hayan verificado por un ajuste determinado, a
no ser que el propietario acredite que dio conocimiento del contrato a los proveed ores, artesanos y trabajadores
por avisos en los periódicos o de otra manera legal.
Aun en este caso los proveedores, artesanos y obreros podrán usar de la acción subsidiaria que tienen por
derecho común y reclamar del propietario la cantidad que deba al e mpresario. El privilegio otorgado en la
segunda parte del párrafo primero, es extensivo a las cantidades debidas por reparación de los deterioros que
sufra la nave de reciente construcción, antes de haber realizado su primer viaje;
8 o . Las sumas prestadas a la gruesa sobre el casco y quilla de la nave con el objeto de repararla, aprestarla y
aprovisionarla para su último viaje;
9 o . Las primas délos seguros contratados para último viaje sobre los objetos indicados en el número precedente;
10°. Las indemnizaciones debidas por el valor de las mercaderías cargadas y no entregadas, y por las averías sufridas
por culpa del capitán o la tripulación y las que se deban al pasajero en razón de los objetos introducidos a la
nave y puestos al cuidado del capitán.

Artícu lo 840.—Los privilegios enunciados en el artículo anterior comprenden tanto el capital como los intereses
estipulados, y en los préstamos a la gruesa se extienden al provecho marítimo y a los intereses de tierra que corran
desde la cesación de los riesgos hasta el efectivo reembolso del capital.

Artículo 841.—Concursada la nave, los créditos enumerados en el artículo 839 serán gra duados entre sí según el
orden en que aparecen enunciados.
Los créditos comprendidos bajo un mismo número serán pagados a prorra ta, siempre que el precio de la nave
fuere insuficiente para cubrirlos íntegramente.
Concurriendo créditos privilegiados de idéntica naturaleza sucesivamente causados en un mismo puerto, serán
pagados también a prorrata; pero si en el progreso déla navegación fueren contraídos en disti ntos puertos, se observará
en su graduación el orden inverso de sus fechas.
Si los créditos concurrentes procedieren de préstamos a la gruesa, serán graduados entre sí en la forma que
dispone el artículo 1201.
Los acree dores comunes serán pagados sueldo a libra. 65
Artículo 842.—Encaso de quiebra del propietario, los acreedores privilegiados de lanave serán preferidos en la
distribución del precio de ella a los demás acreedores de la masa; esta preferencia se extenderá a l as cantidades que
pagaren los aseguradores.

65 Expresión con que se explica la proporción con que se reputa una cosa según lo que conesponds al capital que
cada uno tiene. Diccionario de la Lengua Castellana.
René Arturo Villegas Lara 347

Artículo 843.—Para gozar de los privilegios que concede el artículo 839 los acreedores no podrán justificar sus
créditos sino por los medios expresados a continuación:
I o . La prima de aviso, gratificación y costa s de salvamento, con certificación de la autoridad que haya presidido esa
operación;
2 o . El pilotaje con certificación del servicio prestado, expedida por el capitán o Comandante del Puerto;
3 o . Los derechos de puerto, con certificación del hecho que los c ause, dada por el Administrador de la Aduana;
4 o . Los salarios y gastos de conservación con testimonio de las resoluciones del tribunal que los haya autorizado y
aprobado;
5 o . La renta del almacén en que se hubieren depositado y custodiado los aparejos y p ertrechos de la nave, con
testimonio también de la resolución que autorizó el depósito;
6°. Los sueldos y gratificaciones del capitán y los salarios de la tripulación, con la liquidación practicada a vista del
rol y libro de cuenta y razón de la nave, aprobada por el capitán del puerto; >,v
T. Las deudas contraídas durante el último viaje con los documentos que el capitán hubiere, extendido. La toma de
víveres y venta de mercaderías, con los recibos que el capitán* hubiere firmado y con testimonio del a cuerdo
celebrado por los oficiales de la nave^ p 8 o . Los créditos procedentes de la venta o construcci ón de la nave, con
las escrituras de que trata el artículo 837 y los causados por suministros de provisiones o materiales, con upa.
cuenta firmada por los proveedores, reconocida al pie por el capitán y visada por el navi'^rói" con tal que un
duplicado exacto de ella se haya protocolizado en la oficina del Juzgado respectivo antes de la salida de la
nave;
9 o . Los préstamos a la gruesa, con escrituras públic as, oficiales o documentos auténticos; 10°. Las primas de los
seguros con las pólizas respectivas;
11°. Las indemnizaciones debidas a los fletadores y pasajeros, con la sentencia judicial o arbitral que las declare.

Artículo 844.—Fuera de los modos generales de extinción de las obligaciones, los privilegios enumerados en el
artículo 839 y el derecho que concede a los acreedores en general el artículo 829, se extinguen:
I o . Por la venta judicial de la nave, ejecutada en la forma que prescribe el artículo 851 ;
2 o . Por la venta extrajudicial de la nave que se halle en el puerto cuando después de verificada dicha venta fuere
despachada la nave a nombre y por cuenta y riesgo del comprador, y navegare por el espacio de sesenta días sin
oposición o protesta de los acreedores.
Se entiende que la nave viaja a nombre del nuevo propietario siempre que éste hubiere hecho anotar la
transferencia en la matrícula y certificado respectivos.

Artículo 845.—Pendientes las responsabilidades de la nave, los acreedores privilegiados o comunes podrán
solicitar la rescisión de la venta privada por falta de pago del precio, o por haber sido ejecutada la venta en fraude de
sus derechos.

Artículo 846 —Todo acreedor puede solicitar el embargo y remate de un buque guatemalte co en cualquier puerto
de la República en que se encuentre.
Artículo 847.—La nave que se hallare despachada no podrá ser embargada, salvo por deudas contraídas con el
objeto de aprestarla y aprovisionarla para la realización del viaje.
La nave se considera d espachada para los efectos de la disposición precedente, desde el momento en que el
capitán obtiene del Comandante del Puerto el permiso de zarpar.

Artículo 848.—Las naves extranjeras surtas en los puertos de la República no podrán ser embargadas por
deuda s que no hayan sido contraídas en teVtorio guatemalteco por causa o inutilidad de las m ismas.

Artículo 8 49.—Los capitanes, maestres o patrones no están autorizados por razón de su oficio para enajenar las
naves de su mando.
Pero si la nave que estuviere en viaje llegare al estado de no poder navegar, podrán solicitar su venia ante el
Juzgado del departamento a que pertenezca el puerto de su primera escala o arribada, ofreciendo justificación del
daño que hubiere sufrido y de que no puede ser rehabilitada para continuar el viaje.
Comprobados estos extremos el Juzgado autorizará la venta judicial y ésta se hará, encontrándose en alguno de
los puertos de la República, en la forma que prescriben el artículo 843 y las leyes que a él se refieren.

Artículo 850.—Cuando la necesidad de vender la nave fuera conocida en un puerto extranjero, la solicitud e
348 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

información se harán ante el Cónsul guatemalteco o en su defecto, ante el tribunal mercantil y no habiéndolo, ante la
justicia ordinaria del lugar.

Artículo 8 51.—Las naves no podrán ser judicialmente vendidas sin que previamente se haya anunciado la
venta por el término de diez y ocho días por m edio de carteles y avisos en los periódicos si los hubiere en el lugar del
juicio.
Los carteles serán fijados en los sitios acostumbrados del lugar del juicio, en el puerto donde se encuentre la
nave, si éste fuere distinto de aquél, y en la puerta principal de la Comandancia del puerto.
La fijación de carteles y publicación de los avisos se harán constar en el expediente resp ectivo, so pena de
nulidad, y daños y perjuicios.
El remate se hará en h forma y con las solemnidades que prescriben las leyes para las ventas judiciales.

CAPÍTULO II De los propietarios y copropietarios de la nave


Artículo 852.—Los extranjeros propietario s de nave guatemalteca quedan sometidos a las prescripciones de la
ley de navegación y a todas las providencias de seguridad que adopte el Gobierno de la República en caso de guerra
con la nación a que pertenezcan.
La copropiedad de la nave no constituye una sociedad sino una comunidad de intereses.

Artículo 853.—El dueño de una nave o los copartícipes, en caso de pertenecer ésta a muchas personas, podrán
administrarla por sí misinos teniendo las calidades que requiere el artículo 866 para ser naviero.
Careciendo de estas calidades estarán obligados a nombrar una persona que las tenga, la cual administrará la n
ave a nombre y por cuenta y riesgo de ellos. El nombramiento se hará por escritura pública que será inscrita en el
registro del Juzgado respectivo.
Artículo 8 54.—El administrador de la nave tiene las mismas facultades que el naviero, salvas las modificaciones
y restricciones que se hagan en la escritura de su nombramiento.

Artículo 855.—En defecto de convenciones expresas y formales que reglamenten e l modo de la administración de
los copartícipes de la nave, todas las resoluciones de interés común serán adoptadas por la mayoría de sufragios, salvo
los casos en que la ley disponga otra cosa.
La mayoría se constituye por la reunión de un número de parte s de propiedad de la nave que formen más de la
mitad de su valor, con tal que esa reunión no se verifique en la persona de un solo partícipe.
En caso de empate se someterá la decisión al juzgado respectivo; pero si el empate recayere sobre la
continuación del armamento o el desarme de la nave, se llevará a efecto la opinión favorable al primero de estos dos
extremos.

Artículo 8 56.—Son de interés común las resoluciones relativas al armamento, equipo y aprovisionamiento de la
nave, el nombramiento de adminis trador, la elección de capitán y tripulación y los contratos celebrados con ellos, la
reparación, fletamento e instrucciones para el viaje y, en general, todo lo que concierne a la nave y su uso.
La venta voluntaria de la nave común, el seguro de la misma y la expedición de su cargamento por cuenta y
riesgo de todos los condueños, no son actos de interés común.

Artículo 857.—Habiendo disentimiento acerca de la venta voluntaria de la nave, los condueños podrán salir de
la comunidad por licitación entre ellos , siendo todos mayores; pero si hubiere menores, la nave será vendida en
pública subasta a requerimiento de cualquiera de los mayores o del representante legal de los menores.
Cualquiera de los partícipes podrá pedir la admisión de licitadores extraños.

Artículo 858.—Hallándose la nave en el puert o de su matrícula o armamento, el propietario es personalmente


responsable de los gastos de refacción y demás que en ella se hagan, siempre que se verifiquen por su orden.
En igual forma y hasta por la concurrenc ia del valor que tengan en la nave los copartícipes, responden de todos
los gastos que se hagan en utilidad de la nave por acuerdo de la mayoría.

Artículo 8 59. —Los condueños están obligados a contribuir en proporción de las partes que tengan en la nave, a
su armamento, equipo, aprovisionamiento y reparaciones, siempre que la mayoría haya acordado cualquiera de estas
operaciones.
Pero tratándose de refaccionar la nave, la mayoría no tendrá derecho de fijar a su arbitrio la naturaleza de las
René Arturo Villegas Lara 349

reparaciones y su costo y disintiendo acerca de estos puntos la minoría, podrá exigir se forme un presupuesto por
peritos y que la obra se contrate en igualdad de condiciones con la persona que ofrezca realizar la reparación por el
precio más equitativo.

Artículo 860.—Acordada la reparación de la nave y llenados los requisitos que exige el artículo anterior, la
minoría estará obligada a contribuir con la cantidad que le corresponda en el perentorio término de ocho días,
contados desde la notificación que se le haga al efe cto o a renunciar en el mismo término a favor de sus condueños la
parte que tenga en la nave.
No eligiendo en el plazo indicado se entiende que la minoría renuncia sus partes en la nave; en este caso se
procederá a adjudicarlas privadamente a los demás par tícipes por el valor que tengan a justa tasación, a no ser que
alguno de los interesados sea menor o que, sin serlo, solicite que la adjudicación se verifique en pública subasta.
Antes de principiar la reparación se hará el justiprecio por peritos elegidos por las partes o por el Juzgado
competente, caso que alguna de ellas se niegue a hacer el nombramiento.

Artículo 861.—Si la mayoría no aceptare la adjudicación de la parte o partes de la minoría, podrá solicitar del
Juzgado respectivo la autorización nece saria para tomar sobre ellas dinero a la gruesa y pedir su embargo y venta en
pública subasta.

Artículo 862.—Siempre que la minoría, aunque la constituya un sólo condueño, entendiere que el estado de la
nave exige una pronta reparación, resistida por la mayoría, podrá solicitar un reconocim iento judicial por peritos
nombrados por el Juzgado de 1*. Instancia; y si éstos opinaren que la reparación es indispensable, los copartícipes
disidentes estarán obligados a contribuir co n los fondos necesarios y, no ha ciéndolo, la minoría podrá usar de
cualquiera de los arbitrios enunciados en los dos artículos precedentes.
Resultando que la reparación es innecesaria, los copartícipes que hubieren solicitado el reconocimiento, pagarán
los gastos de esta diligencia.

Artículo 863.—Todo copropietario tiene derecho para vender a un tercero su parte en la nave, pero sus
copartícipes podrán, dentro del preciso término de treinta días, ejercer el derecho de tanteo o retracto, consignando en
el acto el precio, salvo el caso de e stipulación en contrario.

Artículo 8 64.—Las disposiciones del presente libro no son aplicables a la navegación en las aguas interiores.

TÍTULO II

De las personas que intervienen en el comercio marítimo

CAPÍTULO I

Del naviero o armador


Artículo 865.—Llámese naviero o armador la persona que, sea o no propietaria de la nave, la apareja, pertrecha y
expide a su propio nombre y por su cuenta y riesgo, percibe las utilidades que produce y soporta todas las
responsabilidades que la afectan.

Artículo 866.—Para ser naviero se requiere aptitud para comerciar.

Artículo 8 67.—Son atribuciones del naviero:


P. Nombrar persona que gobierne la nave o mandarla por sí mismo, teniendo patente de capitán;
2 o . Elegir los hombres de mar que deban componer la tripulación entr e los que le proponga el capitán, sin que pueda
obligar a éste a que reciba hombre alguno que no sea de su elección;
3 o . Celebrar los respectivos ajustes con el capitán y la tripulación, los fletamentos y, en general, todos los contratos
que exija la admin istración de la nave;
4 o . Dar al capitán las instrucciones necesarias para el gobierno de la nave y dirección de los negocios que le
encomiende;
5 o . Despedir al capitán y a los demás hombres de mar sin expresión de causa, antes de la salida o durante el viaje de la
350 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

nave.
René Arturo Villegas j.ra 351
Este derecho no puede ser válidamente renunci ado por el naviero.

Artículo 8 68.—El naviero está obligado:


1°. A pagar al capitán y hombres de mar los sueldos y retribuciones estipulados y las indemnizaciones que les
correspondan por la ley o el contrato, caso de ser despedidos; la liquidación y pago de los salarios se hará
dentro del término de ocho días contados desde la conclusión del viaje o desde la despedida del capitán u
hombre de mar;
2 o . A reintegrar al capitán los suplementos que haga en beneficio de la nave en cumplimiento de sus instrucciones
o en uso de sus facultades;
3°. A pagar las deudas que el capitán contraiga para habilitar y aprovisionar la nave, aunque proceda sin su orden
y aprobación en los casos permitidos por la ley;
4 o . A responder civilmente de los hechos del capitán o tripulación, bien constituyan delito, cuasi delito o
importen una mera culpa;
5 o . A cumplir los contratos lícitos que el capitán celebre en utilidad de la nave o de la expedición;
6 o . A llevar a efecto los fletamentos que celebre por sí, su consignatario o el capitán de la nave;
T. A indemnizar a los cargadores los perjuicios que sufran por haber contratado más carga de la que corresponda
a la capacidad de la nave.
;fJ
Artículo 869 —Cuando el capitán fuere de spedido antes de la salida de la nave, el naviirft deberá pagarle
los sueldos que haya devengado; y el capitán no podrá reclamar ninguna otrá' -- indemnización, salvo que la
hubiere estipulado por escrito.
'
v
Despedido durante el viaje, el naviero abonará a l capitán los sueldos vencidos y el que„ corresponda al
tiempo absolutamente indispensable para que regrese al lugar donde fu£; contratado, a no ser que hubiere
cometido alguna de las faltas que expresa el artículo 875.^’ Estas reglas son aplicables al cap itán condueño
elegido por un naviero extraño.

Artículo 8 70.—La mayoría de los copartícipes que desempeñen el oficio de naviero en alguna de las formas
que expresa el artículo 853 puede también despedir, antes o después de emprendido el viaje, al capitán c ondueño
elegido por ellos; pero si lo despidiere sin causa legal, el capitán será pagado de los sueldos devengados y tendrá
derecho para exigir a los copartícipes que formaron la mayoría el reintegro del valor de su parte en la nave,
determinado por conven io o por peritos.

Artículo 8 71.—Lo dispuesto en el artículo precedente es aplicable al capitán condueño que hubiere
obtenido el mando de la nave por pacto con sus copartícipes. Pero en este caso el capitán despedido tendrá
además derecho a solicitar indem nización de los daños y perjuicios que sufriere.

Artículo 872.—La cesión del goce de la nave a favor de un tercero i mporta de derecho la despedida del
capitán copartícipe; y en tal caso éste, si hubiere sido elegido por los condueños, podrá exigirles el reintegro de
su parte en la nave en la forma que p rescribe el artículo 870.
Si el capitán hubiere obtenido el gobierno de la nave por pacto, podrá también exigir indemnización de
daños y perjuicios.

Artículo 8 73.—Ajustado el hombre de mar por tiempo o viaje indeterminado, el naviero que le despida, con
causa o sin ella, antes que la nave se haga a la mar, deberá pagar los sueldos devengados.
En caso de despedirle sin causa deberá pagarle también una indemnización si se hubiere estipulado por escrito.
Despedido sin causa durante el viaje, el naviero deberá abonar al hombre de mar los sueldos vencidos y los que
se venzan hasta su regreso al puerto de su ajuste; pero si fuere retirado del servicio con causa, el naviero sólo estará
obligado a pagarle los sueldos que hubiere devengado hasta el momento de la sep aración.
En los dos casos previstos en el párrafo anterior el naviero costeará el transporte del hombre de mar hasta el
puerto donde hubiere celebrado su ajuste.

Artículo 874.—Si el hombre de mar estuviere contratado por tiempo o viaje determinado, e! navi ero podrá
despedirlo a su arbitrio antes o después de emprendido el viaje abonándole los sueldos correspondientes a todo el
tiempo que debiera durar su contrata; pero si fuere retirado con causa, sólo deberá pagarle los sueldos devengados.
Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
352Ocurriendo la despedida del hombre de mar durante el viaje convenido, con causa o sin ella, se observará lo
dispuesto en el último párrafo del artículo anterior.

Artículo 875.—Son c ausas 1 egales p ara 1 a d espedida d el capitán y d e 1 os h ombres d e m ar: I o . La


inhabilitación para desempeñar las funciones y cumplir los deberes de su respectivo cargo;
2 o . La violación de las instrucciones respecto del capitán;
3 o . La desobediencia en materia de su respectiva obligación;
4 o . El abandono de la guardia de la nave;
5\ La embriaguez habitual;
6 o . La perpetración de un delito;
7°. El daño causado a la nave o al cargamento por dolo o negligencia;
8". Cualquier otro hecho que a juicio del Juzgado competente fuere de igual o mayor gravedad que los indicados.

Artículo 876.—La responsabilidad establecida en el número cuarto del artículo 868 afecta al naviero, aunque no
sea propietario de la nave.
El naviero tiene en todo caso derecho para reclamar de los culpables la competente indemnización.

Artículo 877.—El naviero responde también de los hechos del substituto que el capitán nombrare durante el
viaje, aun en el caso de que tal nombramiento le estuviere prohibido por el contrato o las instrucciones.

Artículo 878.—Siendo dos o más los navieros, cada uno de ellos será responsabl e hasta la concurrencia de la
parte que tenga en la nave.

Artículo 879.—Cesa la responsabilidad del naviero:


I o . Si los hechos del capitán o tripulación no fueren concernientes a la nave o a la expedición; 2'\ Si el que persigue
esa responsabilidad fuere cómplice de los hechos del capitán o tripulación;
3 C . Si los hechos del capitán constituyen una infracción de las obligaciones que por razones de interés público le
impone la ley en su calidad de jefe de la nave.
Artículo 880.—No son de la responsabilidad del naviero las obligaciones contraídas por el capitán en su
provecho particular, ni las que je están prohibidas, ni las permitidas en que se hubieren omitido las condiciones
habilitantes o las formalidades sustanciales prescritas por la ley.

Artículo 881.—Para hacer efectiva la responsabilidad civil del naviero por un hecho del capitán, el acreedor
podrá demandar a cualquiera de ellos separadamente o a ambos a la vez; y la sentencia que se pronunciare podrá ser
indistintamente ejecutada en la persona y bienes de uno y otro.
El acreedor que lo sea en virtud de un contrato ajustado con el capitán podrá ejercitar su acci ón en los términos
indicados en el párrafo anterior; pero si el capitán fuere condenado solo o en unión del naviero, la sentencia se
ejecutará exclusivamente en la persona y bienes de éste.
Podrá ser ejecutada también en la persona y bienes del capitán, siempre que éste se hubiere obligado
personalmente al cumplimiento del contrato.

Artículo 882.—El naviero, sea o no propietario de la nave, podrá libertarse de responder de los hechos del
capitán y tripulación y de las obligaciones contraídas por aquél, abandonando la nave y los fletes percibidos o por
percibir en razón del viaje a que esos hechos y obligaciones se refieren.
El naviero, extraño o condueño, quedará obligado por el abandono a indemnizar cumplidamente al propietario o
copartícipe de la nave.

Artículo 883.—Perteneciendo el cargamento al naviero, no estará éste obligado a abando narlo; pero deberá pagar
a los acreedores el flete correspondiente, estimado por peritos.
Tampoco estará obligado a hacer abandono de la indemnización que obtenga de los aseguradores de la nave.

Artículo 884 —El naviero que hubiere conferido al capitán poder especial para administrar la carga de su
pertenencia, tomar dinero a la gruesa o ejecutar otros actos análogos, no podrá libertarse mediante el abandono de las
obligaciones que su mandatario hubiere contraído dentro de los límites del mandato.
René Arturo Villegas Lara 353

Artículo 885.—El naviero, propietario o partícipe, que sea al mismo tiempo capitán de la nave, no podrá
exonerarse por el abandono de la responsabilidad de sus propios hechos ni de las obligaciones que hubiere contraído.
Pero si el capitán sólo fuere copartícipe no será responsable con todos sus bienes de las obligaciones contraídas
por causa y en utilidad de la nave o de la expedición sino en proporción del interés que en ella tenga.

Artículo 886.—En los casos del artículo 853 bastará el voto de la mayoría para hacer abandono a favor de los
acreedores; pero si la mayoría prefiriere conservar la nave y pagar las deudas, la minoría no estará obligada a
someterse a esta resolución y podrá abandonar las partes que le correspondan.
Esta disposición será aplicable al caso en que la mayoría haya autorizado al capitán contra el voto de la minoría
para obligar indefinidamente a todos los condueños de la nave.
Artículo 887.—La pérdida de la nave no extingue la facultad de abandonarla, pero en tal caso el naviero deberá
entregar a los acreedores el flete que hubiere recibido.
Ladejación delanave y fletea favordelos aseguradores tampoco extingue esta facultad.

Artículo 888.—El naviero puede abandonar la nave después de embargada y en cualquier eslado de la causa, con
tal que no haya renunciado formalmente la facultad q ue le otorga la ley y que haga el abandono antes que haya sido
judicialmente vendida.

Artículo 889.—El abandono no transfiere la propiedad de la nave y, en consecuencia, el precio que restare
después de pagados los acreedores será entregado al naviero.

Artículo 890.—Por el abandono hecho a favor de uno de los acreedores quedan completa mente extinguidas las
acciones de los demás contra el naviero.
Pero si esas acciones trajeren su origen de un delito o cuasi delito del capitán, el abandono no privará a los
acreedores del derecho de perseguirle criminalmente.

Artículo 891.—El abandono se hará en instrumento público y será notificado a los acreedores.

CAPÍTULO II Del

capitán
Artículo 892.—El capitán es el jefe superior de la nave mercante, encargado de su gobierno y dirección, mediante
una retribución convenida con el naviero.
La tripulación y pasajeros le deben respeto y obediencia en cuanto se refiere al servicio de la nave y seguridad
de las personas y carga que conduzca.

Artículo 8 93.—El capitán es delegado de la autoridad pública para la conservación del orden en la nave y
salvación de los pasajeros, gente de mar y carga.
Es al mismo tiempo factor del naviero y representante de los cargadores en todo lo relativo al interés de la nave
y su carga y al re sultado de la expedición.

Artículo 894.—Ei capitán está obligado a respetar y cumplir las leyes y reglamentes fiscales de marina, de
sanidad y policía de los puertos de salida, escala, arribada y destino de la nave, y a fondear en todos ellos en el lugar
más conveniente a la seguridad de ésta y de las demás existentes en el mismo puerto.

Artículo 895.—No puede ser capitán el menor de edad ni el mayor que no justifique haber navegado cinco años
en un buque de guerra o mercante, sufra un examen satisfactorio de la teoría y práctica de la navegación y obtenga la
patente de tal.
Un reglamento especial determinará las materias del examen, la comisión ante quien deba hacerse y los
documentos con que se haya de justificar el ejercicio de la navegación por el términ o señalado en el párrafo
precedente.

Artículo 896.—El naviero que no tenga patente de capitán no puede mandar su nave; pero podrá tomar a su cargo
la administración económica de ella a condición de abstenerse de todo acto que se refiera a la navegación.
Artículo 897.—Contratado para un viaje el capitán está obligado a favor del naviero y de los cargadores a
emprenderlo y acabarlo personalmente, haciéndose a la mar en la primera ocasión favorable que se le presente
después de aparejada, pertrechada, aprovisionada, cargada y despachada la nave, salvo que el tiempo no sea
354 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III
favorable o que sobrevenga peste, guerra u otro accidente de fuerza mayor que se lo impida.

Artículo 8 98.—El privilegio que el artículo 839 otorga al capitán so bre la nave para el pago de sus
sueldos, gratificaciones y desembolsos, afecta también los fletes de la misma.

Artículo S 99.—El capitán puede exigir el íntegro pago de sus sueldos, gratificaciones y desembolsos en el
momento en que sus cuentas hayan sido aprobadas por el naviero.
Si ofrecieren reparos que retarden su ajuste definitivo, el capitán podrá exigir el pago prest ando fianza a
satisfacción del naviero de restituir la cantidad que reciba, si resultare alcanzado.

Artículo 900.—Sin perjuicio de las facultades concedidas y de las obligaciones y prohibiciones impuestas
al capitán en los demás títulos de este libro, tiene por razón de su oficio las que expresan los siguientes
artículos.

Artículo 9 01.—Son atribuciones del capitán: y


I o . Dictar las órden es necesarias para el gobierno y dirección de la nave;
2 o . Imponer a bordo las penas correccionales establecidas por la ley o los reglamentos alas' personas que
perturben el orden de la nave, cometan faltas de disciplina y rehúsen u omitan, prestar el serv icio que les
corresponda; í’V"^
3 o . Arrestar a los que se hicieren culpables de algún delito, levantar información del heéhtfr y entregar los
delincuentes a la autoridad competente;
4 o . Proponer al naviero los hombres de mar que deben componer la tripulaci ón y despedirlos del servicio con
causa o sin ella;
5 o . Tomar las disposiciones necesarias para mantener la nave bien carenada, aparejada, pertrechada y provista,
siempre que las circunstancias no le permitan solicitar la autoriza ción e instrucciones del naviero o de su
consignatario;
6 o . Contratar fletamentos y celebrar ajustes con la tripulación, pero sólo en ausencia del naviero
• o de su consignatario;
1~. Disponer por sí durante la navegación las reparaciones que urgentemente exijan la nave, sus aparejos y
pertrechos para la continuación y conclusión del viaje; pero si el naviero se encontrare en el puerto donde
hayan de hacerse las reparaciones o hubiere en él persona que le represente, el capitán no podrá proceder
sin previa autorización especial del uno
o del otro;
8°. Tomar dinero a la gruesa en ausencia del naviero o de su consignatario sobre el casco, quilla y aparejos de la
nave para costear las repa raciones y aprovisionamiento que sean de urgente y absoluta necesidad, siempre
que encontrándose agotados los fondos del naviero no pueda obtenerlos de sus corresponsales o de los
interesados en la carga. Aun en este caso el capitán no podrá contratar un p réstamo a riesgo marítimo sin
previa información de la necesidad y autorización del Juzgado respectivo, si se encontrare en un puerto de
la República, del Cónsul guatemalteco si el puerto fuere extranjero o, en su defecto, de la autoridad local
que conozca de las causas mercantiles;
9 o . Girar letras de cambio contra el naviero hallándose en circunstancias como las previstas en la parte primera
del inciso anterior y no pudiendo obtener un préstamo a la gruesa.
Firmándolas como mandatario del naviero, el capi tán no será responsable personalmente de la aceptación y
pago de las letras.
Se entiende haberlas girado en calidad de mandatario, aunque no se exprese, siempre que las letras
contengan la cláusula valor recibido por cuenta de la nave u otra equivalente;
10°. Vender en pública subasta con previa autorización judicial la parte de la carga que baste para cubrir las
necesidades urgentes de la nave cuando no pueda proporcionarse fondos por ninguno de los medios indicados en
los dos incisos anteriores; en este c aso el capitán deberá responder del precio corriente que las mercaderías
vendidas tengan en el puerto de su destino o del precio de venta a elección del propietario.
Si el cargador, fuere uno solo o si siendo varios estuvieren de acuerdo, podrán oponerse a la venta de sus
mercaderías y descargarlas pagando el flete en proporción a la distancia recorrida.
Sí, en el segundo caso, los fletadores no est uvieren de acuerdo, el que quiera descargar sus mercaderías
René Arturo Villegas Lara 355

pagará el flete íntegro;


1 I o . Obligar a los que tengan víveres por su cuenta particular a que los vendan para el consumo general. El capitán no
podrá usar de esta facultad sino en el caso extremo de hallarse consumidas las provisiones de la nave y previo el
dictamen de los oficiales de ella.
El pago se hará al contado y si el dueño lo prefiere se verificará en el puerto de la primera arribada o en el
de descarga, al precio corriente que los víveres tengan en aquél o en éste;
12°. Hacer echazón de la parte de la carga, aparejos o pertrechos de que fuere n ecesario deshacerse para salvar la nave
de un riesgo conocido y efectivo. La echazón se hará en la forma que prescriben los artículos 1100 y 1101 y
oyendo previamente el parecer de los oficiales a presencia de los cargadores o del sobrecargo;
13°. Obligar al piloto a que varíe de rumbo cuando lo juzgue indispensable, aunque éste se oponga y proteste contra la
determinación del capitán;
14°. Recibir y autorizar en alta mar los testamentos de las personas que conduce la nave pertenezcan o no a la
tripulación y custodiar los testamentos abiertos que se otorguen en alta mar, haciendo mención de ellos en el
diario de navegación;
15°. A continuación del rol de la tripulación hará constar los nacimientos y defunciones que ocurran en alta mar, a fin
de cumplir con lo que sobre el particular preceptúan los artículos 308 y 344 del Código Civil.

Artículo 9 02.—El capitán, antes de emprender el viaje, está obligado:


I o . A proveerse del certificado de matrícula de la nave, patente de navegación, rol del equipaje, boleta o patente de
sanidad, pólizas de fletamento, conocimientos de la carga, un ejemplar de este Código y los demás documentos
que exijan las leyes y reglamentos;
2°. Abrir tres libros encuadernados y foliados, rubricados por el Juez de la. Instancia respectivo y titulados, el
primero diario de navegación; el segundo libro de cuenta y razón; y el tercero libro de cargamentos;
3 o . A ejecutar por sí mismo, antes de hacerse a la mar, un prolijo reconocimiento del estado del buque, asociado de los
oficiales del mismo, un carpintero de ribera y un maestro ca lafate, elegidos éstos por el capitán del puerto; el
acta de reconocimiento será consignada en el diario de navegación y firmada por las personas indicadas; y
apareciendo que el buque no está en condición de hacerse a la mar se suspenderá el viaje hasta qu e se hayan
realizado las reparaciones necesarias. Los cargadores podrán impugnar el acta de visita y producir contra su
contenido las pruebas que permite este Código;
4 o . A poner la nave franca de quilla y costados y apta para recibir la carga en el termin o
pactado con el fletador; ;
5 o . A mantenerse a bordo con toda la tripulación mientras la nnve reciba la carga y a cuidar de que ésta quede
bien arrumada;
6 a . A cuidar que no se cargue en la nave más délo que corresponda a su arqueo y a poner en tierra, a disposición
del dueño, siendo conocido, o en caso contrario a la de la autoridad local, las mercaderías que
clandestinamente se hubieren introducido de más;
7°. A dar recibos parciales de las mercaderías que sucesivamente se embarguen, y a cambiarlos oport unamente
por los conocimientos que firme;
8 o . A no admitir a bordo mercaderías visiblem ente averiadas, mermadas o mal acondicionadas sin mencionar en
los recibos parciales o conocimientos el vicio que en ellas notare; omitida esta mención se presume que el
capitán a cargado las mercaderías sanas, íntegras y bien acondicionadas; !
9 o . A entregar o remitir al naviero un estado exacto y completo de las mercaderías cargadas
y a comunicarle los nombres y domicilios de los cargadores y los fletes estipulados; i
10°. A inventariar, antes de salir del puerto, las provisiones, anclas, velas, aparejos, jarcias y demás pertrechos de
la nave, con expresión del estado en que se encuentren.
El inventario será formado con asistencia del piloto y contramaestre y firmado por éstos y ei capitán.
Podrá omitirse el inventario si se hubiere formado al tiempo de recibir el capitán el mando de la nave.
Las pérdidas o deterioros que ocurrieren durante la navegación en los objetos inventa riados, serán
anotados en el libro de cuenta y razón, firmando el asiento los oficiales referidos.

Artículo 9 03.—El rol de la tripulación deberá expresar:


1°. El nombre de la nave y los nombres y apellidos del capitán, oficiales y hombres de mar. con indicación de su
origen y nacionalidad, edad, estado civil, domicilio, empleo a bordo y salarios estipulados;
356 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

2 o . El puerto de salida y el de destino de la nave;


3°. El nombre y apellidos de los pasajeros y el del lugar a que se dirigen.
El rol deberá ver firmado por el capitán, íob oficiaies y ios hombr es de la tripulación que supieren, y será
visado por el capitán o comandante del puerto, en cuyo poder se dejará una copia fehaciente. [

Artículo 904.—En el diario de navegación el capitán anotará diariamente el estado del \


tiempo y de los vientos, el progreso o retardaci ón diaria de la nave, el grado de longitud y de !.
latitud en que ésta se encuentre día por día, los daños o pérdidas que sufra, la derrota seguida, los niüiivos de
las desviaciones voluntarias o forzosas, el encuentro con otras embarca ciones y todas las resoluciones relativas a
la nave y cargamento que requieran el dictamen de los oficiales.
En el libro de cuenta y razón asentará el capitán todo cuanto perciba por cuenta de la nave, los gastos que
haga en reparaciones, aprestos, vituall as, saiarios o en cualquiera otro objeto, los ajustes de la tripulación, ¡as
cantidades que reciba por sueldos cada uno de los hombres de mar y las asignaciones que dejare a su familia. ¡I
En e¡ libro de cargamento llevará el capitán la entrada y números y marcas de los bultos, nombre de los cargadores y
consignatarios, puertos de carga y descarga y fletes estipulados. í
Artículo 9 05.—Despachada la nave, el capitán no podrá ser detenido por deuda civil, a no ser que proceda de efectos suministrados
para el viaje. Aun en este caso el capitán podrá evitar la detención prestando fianza.

Artículo 9 06.—La exención otorgada a la persona del capitán se extiende a su equipaje de camino, mas no a sus sueldos y
gratificaciones, mercaderías cargadas por su cuenta y demás objetos de su propiedad que tuviere a bordo.
Los acreedores podrán hacer embargar las mercaderías del capitán pagando el falso flete por cuenta de éste, siempre que la de scarga
no produzca un retardo grave que perjudique los intereses de la nave y de los cargadores.

Artículo 907.—Lo dispuesto en el artículo 905 no es aplicable a los capitanes de buques extranjeros, pero éstos podrán solicitar el
alzamiento de la detención, afianzando la deuda a satisfacción del acreedor.

Artículo 9 08.—Es obligación del capitán durante el viaje;


I o . Mantener el orden de la n ave, cuidar de la salud de la tripulación y de la conservación de la carga, y dirigir las maniobr as;
2 o . Permanecer a bordo desde el momento en que principia el viaje hasta que eche el ancla en pue rto seguro;
3°. Llevar los libros que prescribe el artículo 904 y formar diariamente con su segundo las anotaciones que haga en el diario de navegación;
4 o . Defender la nave por todos los medios que sugiera la prudencia o salvarla por la huida si fuere ata cada por enemigos o piratas;
5°. Reclamar contra el apresamiento, embargo o detención de la nave y su cargamento, comunicar al naviero y cargadores estas ocurrencias
por todos los medios disponibles y adoptar, mientras no reciba instrucciones, todas las pr ovidencias necesarias para la conservación
de la nave y de las mercaderías cargadas;
6 o . Ajustar el rescate de la nave apresada, asentar en el libro respectivo las cantidades de dinero o las mercaderías que entre gare en
cumplimiento del ajuste, formalizar la correspon diente protesta en el puerto de su primera escala o arribada dentro de veinticuatro
horas, contadas desde que sea admitido a libre plática, y j ustificar en el de su destino los hechos referidos en la protesta ;
7°. Presentarse al Comandante de l puerto dentro del término designado en ei inciso anterior, siempre que arribe a uno de la República, darle
cuenta de las causas de la arribada y recoger un certificado de haber cumplido estas prescripciones, así como de la época de su arribo
y salida del puerto.
Si el puerto de arribada fuere extranjero, practicará las diligencias enunciadas ante las autoridades indicadas en la segunda parte del
inciso 17 de este artículo;
8 o . Extraer el dinero, libros y la parte más preciosa de! cargamento siempre que, constituido en la imposibilidad de salvar la nave, resuelva
abandonarla;
9 o . Presentarse a la autoridad más inmediata al lugar en que naufrague o encalle la nave, hacer ante dicha autoridad una relaci ón jurada del
suceso, comprobarlo con las declara ciones de la tripulación y pasajeros y solicitar la entrega de las actuaciones originales en
resguardo de sus derechos.
Los interesados en la nave o cargamento podrán producir prueba contra las declaraciones de! capitán, tripulación o pasajeros, aun en
el caso d e hallarse contestes;
10°. Solicitar la venta de la nave en el caso previsto en ei artículo 849;
11°. Servirse de pilotos prácticos en todos los l ugares donde la ley, la costumbre o la prudencia lo exija;
René Arturo Villegas Lara 357

12°. Mantener a bordo, hallándose la nave anclada e n un puerto cualquiera, el suficiente número de marineros para ejecutar todas las
maniobras necesarias;
13°. Formar inventario de los papeles y bienes del pasajero u hombre de mar que muera en la nave y ponerlos en buena custodia .
El inventario será firmad o con asistencia de dos pasajeros o, en su defecto, de dos individuos de la tripulación que deberán
firmarlo como testigos;
14°. Dar noticia al naviero en todas las oportunidades que se le presenten, del estado de la nave y carga;
15°. Arribar a puerto n e utral cuando d espués desús alida s obrevenga guerra entre la R epública y la nación a que pertenezca el puerto
de su destino, y permanecer en aquél hasta el restablecimiento de la paz o hasta que reciba órdenes del naviero y cargadores.
Caso de hallarse bloqueado el puerto a que se dirija la nave, el capitán arribará al más inmediato que se encuentre libre y
esperará allí el levantamiento del bloqueo o las órdenes del naviero y cargadores. .-
16°. Consultar con los oficiales de la nave, fuera de los caso s especialmente previstos en este Código, siempre que fuere necesario
tomar durante el viaje una resolución importante, como hacerse ala mar, abandonar las anclas de la nave, picar cables o másti les,
ajustar'd rescate de la nave o ejecutar otras operacione s de igual gravedad y trascendencia;
17°. Protestar en el puerto de arribada o escala dentro del término señalado en el inciso 6Í& det este a rtículo, 1 as p érdidas o a verías
delanaveodelc argamento c ausadas p or d eliberación propia o de la junta de ofi ciales, por fuerza mayor o accidentes de mar,
hacer visar e), diario de navegación por la autoridad que corresponda según lo dispuesto en el siguient^ - párrafo y justificar en
el puerto de su destino el hecho que las haya producido. •'
La justificación se hará ante el tribunal respectivo si el puerto de escala o arribada* perteneciere a la República. Si fuere
extranjero será presentada ante el Cónsul guatemal teco, y no habiéndolo, será dada ante la autoridad local que conozca de las
causas mercantiles y, e n su defecto, ante la just icia ordinaria.

Artículo 9 09.—Concluido el viaje, el capitán está obligado:


I o . A dar al naviero pronto aviso de su arribo caso de no hallarse en el puerto;
2 o . A protestar dentrn de! término señalado en c! inciso 6". del anterio r artículo y justificar las pérdidas y averías conocidas o presuntas
de la nave o su carga, ratificar dentro del mismo término las protestas que hubiere hecho en el curso de la navegación y hace r
visar el diario, si antes no hubiere sido visado;
3°. A entregar la carga con sus aumentos a los consignatarios que designen los conocimientos. Al tiempo de la entrega las mercaderías
serán contadas, pesadas o medidas siempre que el capitán se hubiere constituido responsable de su número, peso o medida;
4°. A recog er, al tiempo de entregar la carga, los conocimientos que hubiere firmado, percibir recibo de la entrega en uno de ellos y
devolver el conocimiento que tuviere del cargador;
5°. Aponerla carga a disposición del Juzgado respectivo para que ordene su depósito cuando los consignatarios no soliciten su entrega
dentro de un término razonable, se nieguen a recibirla o se ignora la persona a quien deba entregarse;
6 o . A llevar una razón individual de las mercaderías que entregue parcialmente y copiarla en e l libro de cargamento;
7 o . A dar cuenta a! Comandante del puerto de los hombres que falten en la tripulación por deserción, muerte o cualquiera otra c ausa y
hacerle entrega del inventario y bienes en los que hubieren fallecido en la nave para que los ponga a disposición de los
herederos;
S°. A entregar a la autoridad indicada copias autorizadas de las actas que levante con motivo de los nacimientos o defuncione s ocurridos en
la nave para los efectos de la inscripción en el Registro Civil, en conformidad con lo que disponen los artículos 308 y 344 del Código
Civil;
9 o . A dirigir el desarme de la nave;
10°. A rendir cuenta al naviero de la administración de la nave y cargamento y entregarle bajo recibo todos los papeles, libr os y dinero que le
pertenezcan.

Artículo 9 10.—Se prohíbe al capitán:


I o . Faltar sin justa causa a su contrata con el naviero y si lo hiciere, a más de responder de los daños y perjuicios, quedará inhabilitado por
cuatro años para ejercer el oficio de capitán;
2°. Proponer al naviero y ajustar gente de mar a sabiendas de hallarse contratada con otra nave, so pena de una multa de cien que tzales;
3 o . Sustituir con otra nave la designada en el contrato, salvo los casos previstos por la ley y el de consentimiento del c argador;
4 o . Recibir en la nave efectos de ilícito comercio;
5 o . Contratar más carga que la correspondiente a la cabida de la nave;
6 o . Diferir el viaje por inhabilitación de alguno de los oficiales u hombres de mar, causada por enfermedad o por cualquiera otro suceso
358 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

involuntario; en este caso será de su obligación reemplazar inmediatamente al individuo inhabilitado;


7 o . Colocar sobre cubierta parte alguna de la carga, a no ser que unánimemente lo consientan por escrito el naviero, oficiales y cargadores.
Esta prohibición no se extiende a los buques de cabotaje menor;
8 o . Recibir otra carga que la perteneciente al que hubiere fletado la nave por entero, salvo que éste lo consienta por escrito;
9 o . Cargar mercaderías por su cuenta particular sin permiso escr ito del naviero o del que hubiere fletado íntegramente la nave y permitir que
lo haga individuo alguno de la tripulación o un pasajero;
10°. Celebrar en beneficio propio con los cargadores pactos públicos o privados;
11°. Hacer negocios por su exclusiva cu enta cuando navegare a ganancia común sobre el cargamento, so pena de que las utilidades se
aplicarán a los demás interesados y las pérdidas
... 4.. ¿ ...
l l UUü l l 1 1 1 ¿U p ci j u i wt u .
Esta prohibición se extiende al caso de emprender negocio en otro buque que lleve el mismo destino.
Navegando a flete común o al tercio, el capitán podrá cargar de su cuenta, pagando a sus asoci ados el flete correspondiente;
12°. Poner en su lugar otro capitán sin consentimiento del naviero, de sus apoderados o del Cónsul guatema lteco en su caso.
Si lo hiciere, el naviero podrá separarlo de su empleo sin perjuicio de que el capitán responda en todo caso de los hechos de l
substituto;
13°. Desamparar la nave en la entrada y salida de los puertos y ríos y pernoctar fuera de ella esta ndo de viaje, a no ser que así lo elija alguna
grave ocupación de su oficio;
14°. Tomar dinero a la gruesa para sus negocios particulares bajo pena de nulidad; si el capitán fuere copropietario podrá co ntratar un
préstamo a riesgo marítimo sobre la parte q ue tenga, siempre que antes no se hubiere tonudo a la gruesa sobre ella o sobre toda la
nave.
En el caso propuesto se expresará precisamente cuál es la proporción que corresponc: al tomador en la nave;
15°. Contratar préstamos a la gruesa sobre el cargamen to, aun cuando los necesite para reparar la nave o aprovisionarla.
Contraviniendo esta prohibición, el préstamo será de la exclusiva responsabilidad del capitán;
16°. Tomar derrota contraria a la que debía, variar de rumbo o entrar en puerto distinto del d e su destino sin haber tomado antes el parecer
de los oficiales en presencia de los cargadores o sobrecargo que se hallaren a bordo.
Procediendo en otra forma no se le admitirá ninguna excepción en descargo de su responsabilidad;
17°. Abandonar la nave, po r grave que sea el peligro que corra, mientras haya esperanza de salvarla y, en ningún caso, sin haber oído antes
el parecer de los oficiales;
18°. Abrir las escotillas antes de haber protestado las pérdidas o averías conocidas o presuntas, justificando lo s hechos de que proceden;
19°. Manifestar a los interesados, antes de que se lo ordene el Juzgado, la razón de las mercaderías arrojadas al mar o entre gadas a los
piratas por vía de composición;
20°. Dejar ningún hombre de mar en puerto extranjero;
21°. Anticipar a los hombres de la tripulación durante el viaje más de una tercera parte de sus sueldos.

Artículo 911.—El capitán es civilmente responsable aun de la culpa leve que cometa en el ejercicio de sus atribuciones, de la
inobservancia de los deberes d e su cargo y de la violación de las prohibiciones que le impone la ley.
En consecuencia, el capitán deberá indemnizar cumplidamente a los interesados los daños y perjuicios que directa o indirectam ente
les sobrevengan por cualquiera de las causas enunciada s.
Si los daños y perjuicios fueren imputables a dolo o fraude del capitán, c'ste será castigado con arreglo a las leyes penales sin quedar
por esto exonerado de las indemnizaciones que deba a las personas damnificadas.

Artículo 912.—Es también responsable civilmente de los hurtos cometidos por la tripula ción, salvo su derecho contra los culpables, y
de los daños causados por las riñas de la gente de mar, ¿sí como sus faltas cr. c! servicio de la nave, a menos que justifiqu e que puso en
ejercicio su autoridad para prevenirles oportunamente.

Artículo 913.—Responde igualmente de las multas, comisos, pérdidas, daños y perjuicios que produzca su contravención a las leyes y
reglamentos fiscales, de marina, sanidad y policía de los puertos de salida, escala, arri bada y descarga.

Artículo 914.—La responsabilidad del capitán para con el naviero principia desde que le hace reconocer como jefe de la nave y
termina por el desarme y entrega de ella.
René Arturo Villegas Lara 359

Respecto de los cargadores la responsabilidad del capitán comienza desde que la carga entra en la nave y expira en el momento de ser
entregada al costado de la misma nave en el puerto de su destino, a no ser que los interesados hubieren pactado otra cosa.

Artículo 915.—El capitán r.o es responsable de ¡os daños que sufra la nave o el cargamento por fuerza mayor o caso fortuito, salvo que
estos sucesos hayan sido preparados por su culpa, ni de los que sobrevengan a las mercaderías por vicio propio de las mismas.
360 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

Artículo 916.—El capitán que venda la nave , tome dinero a la gruesa sobre el casco y quilla, gire letras a cargo del naviero, venda
mercaderías o vituallas o tome provisiones pertenecientes a los pasajeros fuera de los casos y sin las solemnidades prevenida s por la ley,
suponga gastos o exagere lo s que hubiere hecho, o cometa cualquiera otro fraude en sus cuentas, será castigado como reo de hurto, debiendo
además indemnizar a los interesados todos los daños y perjuicios.

Artículo 9 17.—Condenado por dolo cometido en el ejercicio de sus funciones o en el cumplimiento de sus obligaciones, el capitán
quedará inhabilitado por el término de seis años para desempeñar cargo alguno en las naves mercantes.

CAPÍTULO III

Del piloto

Artículo 918.—El piloto toma el gobierno y dirección del buque por muerte, ausencia o inhabilidad del capitán, a no ser que el naviero
hubiere nombrado persona que lo reemplace.
En tal caso son aplicables al piloto todas las disposiciones que contiene el capítulo precedente.

Artículo 919.—Para ser piloto se requieren las mismas c ondiciones de edad, examen, práctica de la navegación y patente que se exigen
para desempeñar el empleo de capitán. 66

Artículo 920.—Corresponde al piloto dirigir la derrota del viaje y llevar el rumbo de la


nave.

Artículo 921.—Son obligaciones del piloto:


I o . Proveerse de las cartas de navegación, libros e instrumentos necesarios para el buen desempeño de sus funciones;
2 o . Llevar por sí el cuaderno de observaciones, anotar en él diariamente la altura del sol, la derrota, la distancia y la longi tud en que se halle
la nave y dar cuenta al capitán del resultado de sus observaciones.

_ ca «i n<Jq*q r"iz: c! rumbe síi» previo sCu^rdo de! cnpitd n » Pero


si é ste se o pone a q ue s e tome e 1 rumbo p royectado, el p iloto 1 e expondrá s us observaciones e n presencia de los demás oficiales de l a
nave; e insistiendo el capitán, cumplirá las órdenes que le comunique formalizando en el diario de navegación la correspondie nte protesta
en descargo de sus responsabilidad.

Artículo 923.—El piloto es responsable de las pérdid as y daños que sufra la nave o el cargamento por su impericia, descuido o
imprudencia.
Si las pérdidas y daños procedieren de dolo, el piloto será castigado con arreglo a las leyes y, además, quedará inhabilitado por el
término de seis años para desempeñar empleo alguno en las naves mercantes.
Artículo 924.—La responsabilidad particular del piloto no excluye la que tiene el capitán en los mismos casos.

CAPÍTULO IV Del contramaestre


Artículo 9 25.—Por imposibilidad e inhabilitación del piloto tomará el contramaestre el gobierno y dirección de la nave, quedando
sometido a todas las prescripciones legales relativas al capitán.

Artículo 926.—No puede ser contramaestre el que no puede ser piloto.

Artículo 927.—El contramaestre es el jefe inmediato de la trip ulación y en este carácter le corresponde mandar las maniobras bajo las
órdenes del capitán, distribuir a bordo los trabajos mecánicos entre los hombres de mar y vigilar que los ejecuten debidament e.

Artículo 9 28.—Son obligaciones del contramaestre:

66 El Reglamento para ejercer el oficio de piloto está contenido en el acuerdo de I o . de julio de 1908. Tomo27, página 96, y véase el
Capítulo IX. Título 11 del Reglamento para el Gobierno y Policía de los Puertos de la República, Tomo 58, página 378.
René Arturo Villegas Lara 361

1°. Reconocer el aparejo y todos los demás objetos necesarios al servicio de la nave, .cuidar de su conservación y dar cuenta al capitán de las
faltas y deterioros que notare;
2°. Cuidar del buen arrumaje de la carga y visitar frecuentemente la bodega para cer ciorarse de que la carga se conserva en buen estado;
'V
3 o . Tener expedita la nave para todas las maniobras que exige la navegación;
4°. Mantener el orden y la disciplina en la tripulación, cuidar que los hombres que la componen cumplan sus respectivas obl igaciones y dar
pronto aviso al capitán de todas las ocurrencias que requieran el ejercicio de su autoridad;
5 o . Recoger, inventariar y custodiar el aparejo y pertrechos de la nave, llegado el caso de desarme, a no ser que el naviero lo releve de esta
obligación.

Artículo 929.—El contramaestre es responsable de los daños y perjuicios que sobrevengan por su culpa; y si éstos fuesen causados por
dolo, será castigado con arreglo al Código Penal.

CAPÍTULO V

Del sobrecargo

Artículo 930.—El sobrecargo es un factor nombrado por el naviero o por los cargadores y, en consecuencia, está sujeto en cuanto a su
capacidad, modo de contratar y responsabilidades, a las disposiciones que contiene el Capítulo II, Título I del Libro I de es te Código.

Artículo 931.—El naviero o cargadores otorgarán al sobrecargo un poder especial que será com unicado al capitán.

Artículo 932.—Nombrado por el naviero, el sobrecargo ejerce la administración económica déla nave o la parte de administración que
expresa y determinadamente se le hubiere conferido en el poder y lleva el libro de cuenta y razón de que trata el párrafo segundo del
artículo 904.
Elegido por los cargadores, el sobrecargo cuida de la conservación y venta de la carga, compra de las mercaderías de retorno, asiste a
las jun tas de oficiales en que la ley exige su presencia y lleva un libro de cuenta y razón de todas sus operaciones, encuadernado y foliado y
rubricado por el Juzgado respectivo.
En ningún caso podrá tener ingerencia el sobrecargo en el ejercicio de las atribuci ones que privativamente competen al capitán para la
dirección facultativa de la nave y del viaje.

Artículo 933.—Cesan las atribuciones)' responsabilidades del capitán en cuanto a taparte de administración que el naviero o
cargadores hubieren confiado al sobrecargo; pero subsistirán siempre las que tiene en razón de su empleo y autoridad.

Artículo 934.—Siempre que la persona a quien fuere consignada la carga se negare a recibirla, el sobrecargo que carezca de
instrucciones para este caso formalizará la pro testa de estilo y dará cuenta al Juzgado o al Cónsul guatemalteco, o en defecto de éste, a la
autoridad local para que nombre consignatario que reciba las mercaderías y cumpla las órdenes del propietario de ellas.

Artículo 9 35.—Se prohíbe al sobrecargo ha cer negocio por su cuenta durante el viaje a menos que su comitente o la costumbre del
puerto de salida le permita llevar una pacotilla.
En este último caso el sobrecargo no podrá invertir en retornos, sin especial autorización de su comitente, una cantida d que exceda del
producto a la pacotilla.

TÍTULO III De los contratos de los hombres de mar


Artículo 936.—Las palabras hombre de mar, gente de mar, en su acepción legal, significan las mismas personas que las palabras
tripulación o equipaje.
Estas comprenden a los marineros y grumetes déla nave y a los oficiales de ella, excepto al capitán.

Artículo 937.—La edad y demás calidades que debe tener el simple marinero serán determinadas por el reglamento de marina.
362 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Artículo 938.—El contrato que celebran los hombres de mar con el naviero, sea que éste obre personalmente o lepresentado por el
capitán, consiste respecto de los primeros en prestar a bordo los servicios estipulados, y de parte del segundo, en recibirlo s en la nave,
alimentarlos y pagarles el s ueldo o retribución convenidos.

Artículo 939.—El ajuste de los hombres de mar por una suma determinada por el viaje o por un tanto por mes, es un arrendamiento de
servicios.
El ajuste al flete o a la parle en los beneficios eventuales de la expedición es u na sociedad.

Artículo 940.—Los contratos entre el naviero y los hombres de mar serán extendidos por escrito en el übro de cuenta y razón y
firmados por ellos o por otro a su ruego si no supieren hacerlo.
En todas las diferencias que ocurran entre el navier o y la tripulación en razón de sus contratos y de las anticipaciones que ésta reciba,
hará fe el enunciado libro siempre que aparezca llevado en conformidad con las prescri pciones legales y exento de toda sospec ha de
alteración en sus asientos.
El capitán está obligado a dar a los interesados una copia autorizada por él de sus respectivos contratos.

Artículo 941.—A falta de un convenio escrito y de medios probatorios de las condiciones de ajuste, serán determinadas en
conformidad con la costumbre de la loca lidad.

Artículo 942.—En caso de duda acerca de la duración del empeño de los hombres de mar, se entenderá que se han ajustado por el
viaje de ida y vuelta al puerto de salida.

Artículo 943.—Si el hombre de mar se contratare para servir en dos buques, el se gundo contrato será de ningún valor y efecto, y el
naviero o capitán con quien se hubiere ajustado primero podrá hacerle apremiar al cumplimiento de su empeño o buscar a sus ex pensas
persona que le sustituya.
En el caso propuesto, el hombre de mar perderá a beneficio del buque los sueldos que hubiere devengado, restituyendo al mismo
tiempo las cantidades que se le hubieren anticipado y el naviero o capitán que le hubiere contratado a sabiendas de su compro miso
anterior incurrirá en la multa señalada en el i nciso 2 o . del artículo 910.

Artículo 944.—Los hombres de marque al tiempo de contratarse con el naviero o capitán declaren haberse ejercitado en la
navegación serán responsables por este solo hecho de los daños y perjuicios causados por su impericia.

Artículo 945.—El hombre de mar puede ser despedido con causa o sin ella, antes o después de principiado el viaje; pero si lo fuere
sin motivo legal será indemnizado, según el caso, en la forma que previenen los artículos 873 y 874 por la persona a quien co rresponda
hacerlo.

Artículo 946.—La tripulación tiene derecho a ser alimentada a bordo, de una manera conveniente, sin perjuicio de su salario y de las
indemnizaciones convencionales o legales, en su caso.

Artículo 947.—El hombre de mar enfermo, herido o m utilado durante la navegación, ganará siempre el salario convenido hasta su
vuelta al puerto de salida, y caso de volver en otro buque, percibirá además una indemnización para los gastos de viaje de re greso, a
menos que la enfermedad, herida o mutilación t raiga su origen de un hecho culpable de su parte.
Pero sea cual fuere la causa de esos accidentes, los gastos de asistencia y curación serán costeados con los fondos de la nav e, con o
sin cargo de reintegro.
Si la enfermedad, herida o mutilación fuere cons ecuencia de un hecho culpable, como haber salido de la nave sin permiso del
capitán, los gastos indicados serán de su cuenta particular y deberá reintegrarlos con sus salarios, y siendo éstos insuficie ntes con los
demás bienes que tenga.
Si proviniere de los servicios ordinarios en la nave, los gastos serán de la exclusiva cuenta del naviero; pero si procediere de
servicios extraordinarios prestados a la nave y cargamento, los gastos serán distribuidos como avería gruesa entre el naviero y los
cargadores.

Artículo 948.—El oficíalo marinero muerto en defensa de la nave será considerado com o vivo para devengar los salarios y
René Arturo Villegas Lara 363

retribuciones estipuladas, siempre que la nave concluya su viaje.


364 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

Esta regla será aplicada también al oficial o marinero apresado con motivo de la defensa de la n ave.

Artículo 949.—Los herederos del hombre de mar contratado por meses, que muere durante el viaje por causa extraña a la defensa de la
nave, tienen derecho a los sueldos devengados hasta el día del fallecimiento.
Si el ajuste fuere por viaje, los hereder os sólo tendrán acción a la mitad de la cantidad estipulada ocurriendo ia muerte en el viaje de
ida; pero si acaeciere en el de regreso, podrán exigir el pago en su totalidad.
Si el contrato fuere a la parte o al flete y el hombre de mar falleciere después de principiado el viaje, se abonará íntegramente a sus
herederos toda la cuota convenida; mas si ocurriere el fallecimiento antes de comenzarse, no tendrán derecho alguno a la retr ibución
estipulada.
Contratada la tripulación para muchos viajes sucesivos, podrá exigir el pago de sus sa larios o retribuciones estipuladas a la
terminación de cada viaje.

Artículo 9 50.—En caso de apresamiento o naufragio con pérdida absoluta de la nave y cargamento, los hombres de mar no tienen
derecho alguno a los sueldos o retribuciones convenidas; pero tampoco podrán ser obligados a devolver las anticipaciones que hubiere n
recibido.
El producto de los restos de la nave y el flete de las mercaderías salvadas están afectos privilegiadamente al pago de los sa larios de la
tripulación ajustada por meses o por una cantidad convenida.
El capitán será comprendido en la distribución por la parte proporcional que corresponda a sus sueldos.

Artículo 951.—Si los ajustes de los hombres de mar fueren al flete, tendrán derecho solamente, en el caso previsto en el artículo
anterior, a exigir el pago de sus salarios a prorrata de los demás copartícipes sobre el flete de las mercaderías salvadas.
En el caso de haber trabajado en el salvamento de los despojos de la nave, se les abonará una grati ficación proporcionada a sus
esfuerzos y a los riesgos que hubieren corrido para salvarlos.

Artículo 9 52.—La exención que el artículo 905 otorga al capitán se extiende también a los hombres de mar.

Artículo 953.—La nave y fletes quedan afectos directamente al pago de los salarios e indemnizaciones debidos a los hombres de mar
ajustados por meses o por viajes.

Artículo 954.—El hombre de mar puede rescindir su compromiso en los casos siguientes: 1°. Por la variación d el destino de la nave
antes de principiarse el viaje para el cual se hubiese contratado;
2°. Por la declaración de guerra entre la República y la Nación a cuyo territorio estuviere destinada la nave;
3°. Por la adquisición de noticias seguras de la existen cia de una epidemia en el puerto de descarga antes de comenzarse el viaje o durante
una arribada;
4°. Por la muerte o despedida del capitán antes de la salida de la nave;
5°. Por la falta de convoy cuando se hubiere ajustado para navegar bajo la escolta de un buque de guerra;
6 o . Por cualquiera enfermedad que le inhabilite para prestar el servicio a que se hubiere com prometido;
7 o . Por el maltrato o falta de alimentos convenientes.
La rescisión en este casó podrá ser solicitada durante el viaje ante el Juzgado competente en los puertos de la República y en los
extranjeros ante el Cónsul guatemalteco y en su defecto, ante la autoridad local.

Artículo 955.—Se prohíbe a los hombres de mar, bajo pena de perder sus íalarios, demandar al capitán durante el via je, salvo en
los casos previstos en el artículo precedente.

Artículo 956.—La tripulación no puede cargar mercadería por su cuenta sin consentimiento del naviero o del que hubiere fletado
la nave por entero, a no ser que la costumbre de la localidad se lo p ermita.

Artículo 957.—Los hombres de mar están obligados;


I o . A cumplir su contrato bajo responsabilidad de daños y perjuicios y bajo las penas que establecen las leyes y reglamentos de marina,
a menos que les sobrevenga justa causa para no hacerlo. En con secuencia, para pasar al servicio de otra nave sin incurrir en las
responsabilidades indicadas, deberán obtener permiso por escrito del naviero o capitátt - con quien se hubieren ajustado;
2°. A embarcarse en el momento en que el capitán los requiera y a eq uipar y cargar la náyéj:? 3 o . A obedecer sin contradicción al capitán
René Arturo Villegas Lara 365

y a los oficiales, en su caso, en todo lo concerniente al servicio de la nave;


4°. A permanecer a bordo y no salir de la nave sin licencia del capitán o del que haga sus'i veces;. . ‘
5 o . A defender la nave atacada por enemigos o piratas y a auxiliar activamente al capitán en todos los casos en que el buque pe ligre;
6 o . A d eclarar I a verdad d e I os h echos acaecidos siempre q ue e 1 c apitán 1 o pida p ara j ustificar sus protestas;
7 o . A descargar el buque concluido el viaje y a desarmarlo y amarrarlo en lugar seguro.

Artículo 9 58.—Las obligaciones recíprocas del naviero y gente de mar principian en el momento de firmarse los contratos y
concluyen por el desarme ¿el buque.

Artículo 9 59.—Las obligaciones del hombre de mar se extinguen:


Io. Por la conclusión del tiempo del ajuste o del viaje para que fuere contratado;
2°. Por su muerte;
3o. Por su despedida del servicio;
4o. Por la venta, apresamiento o naufragio del buque;
5o. Por la variación del destino del mismo;
6o. Por la revocación voluntaria o forzada del viaje.

Artículo 960.—Aconteciendo la revocación del viaje por un hecho voluntario del naviero antes de que el buque haya zarpado del
puerto, los hombres de mar ajustados por me ses percibirán por vía de indemnización una mensualidad de su respectivo salario y el que
hubieren devengado.
Ajustada la tripulación por un precio dado, los salarios serán determinados dividiendo el precio por el número de días que
aproximadamente se calcule que debería durar el viaje.
Este cálculo se hará por peritos.
Calculándose que la duración del viaje proyectado no debería pasar de un mes, la indemnización se reducirá al salario de quin ce días.
Las anticipaciones hechas a la tripulación serán deducidas del importe de la indemnización.

Artículo 961.—Siempre que la revocación ocurra después de principiado el viaje, los hombres de mar contratados por meses percibirán
el salario devengado y además el correspon diente al tiempo que necesiten para llegar al puerto de destino del buque, y los contratados por
viaje devengarán la cantidad que hubieren estipulado.
A unos y otros se les proporcionará transporte para el puerto de salida o de descarga, a su elección.

Artículo 962 —Las disposiciones de los do s artículos precedentes serán aplicadas aún en los casos en que la revocación del viaje
provenga de un hecho voluntario de los cargadores, salvo el derecho del naviero para reclamar de éstos la indemnización corre spondiente.

Artículo 963.—Revocado el viaje antes de la salida por justa causa, independiente del naviero o cargadores, los hombres de mar no
tienen derecho a indemnización alguna y sólo podrán reclamar el pago de los salarios devengados hasta el día de la revocación .

Artículo 9 64.—Son causas justas para la revocación del viaje:


1". La declaración de guerra entre la República y la nación a que pertenezca el puerto de la descarga, y la prohibición del c omercio con esa
misma nación;
2o. El bloqueo del puerto a que fuere destinada la nave o una pe ste existente en el mismo puerto;
3 o . La prohibición de importar al puerto a que se dirige el buque mercaderías de la misma especie de las que conduce;
4°. El embargo del buque de orden de autoridad competente o la detención por causa ajena de la voluntad del naviero;
5°. Cualquiera avería del mismo buque que lo inhabilite para navegar.

Artículo 965.—Ocurriendo después de comenzado el viaje alguno de los casos indicados en ios ires primero* incisos de! artículo
anterior, les hombres de mar concertados ñor m eses percibirán en el puerto de la primera arribada los salarios que le correspondan, según el
tiempo que hubieren servido, y los ajustes quedarán rescindidos.
Si éstos fueren hechos por cantidad determinada, el monto del salario será fijado en la form a qu e prescribe el inciso 2°. del artículo
954.
366 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Pero si el buque hubiere de seguir navegando, el capitán y la tripulación están recíproca mente obligados al cumplimiento de sus
ajustes.

Artículo 966.—En el caso previsto en el inciso 4°. del artículo 964 se abo nará a la tripulación contratada por meses la mitad de sus
salarios durante e 11iempo que dure c 1 embargo o la detención; pero si durare más de noventa días, el ajuste quedará rescind ido sin
indemnización.
El contrato celebrado por cantidad fija será también rescindido pasados los noventa días.

Artículo 967.—La tripulación no podrá exigir más que el pago de los salarios devengados en el caso que expresa el inciso 5°. del
artículo 964.
Si la inhabilitación del buque fuere causada por dolo o culpa del ca pitán o piloto, !a tripulación podrá exigir de éstos la
indemnización que corresponda.
Artículo 968.—Variado el destino del buque antes de su salida y no conformándose los hom bres de mar con la variación, el naviero
Ies abonará los salarios correspondiente s a los días transcurridos desde la fecha del respectivo ajuste y una mensualidad por vía de
indemnización.
Si aceptaren la variación y la distancia, y otros motivos dieren mérito a un salario o retribución mayor, el aumento será fij ado por
peritos si las partes no lo fijaren de común acuerdo.
La regla establecida en el párrafo primero se aplicará también al caso en que la variación provenga de un hecho de los cargad ores, sin
perjuicio délas indemnizaciones que correspondan al naviero.

Artículo 969.—La pro longación del viaje a puertos más distantes de los designados, causada por un hecho voluntario del naviero o de
los cargadores, da derecho a los hombres de mar, contratados por cantidad fija, a un aumento de salario proporcionado al conv enido en sus
respectivos ajustes.
El caso contrario no priva a los hombres de mar del derecho al íntegro pago de los salarios estipulados.

Artículo 970.—Los hombres de mar ajustados a la parte no tienen derecho a reclamar salarios ni indemnizaciones por la revocación,
variación, retraso o prolongación del viaje, provenientes de un caso fortuito o de fuerza mayor.
Pero si tales sucesos fueren ocasionados por u n hecho del naviero o del capitán, l a gente de mar tendrá derecho a una indemnización
cuyo monto será fijado por peritos.
Si ocurrieren por un hecho de los cargadores, los hombres de mar no tendrán otra acción sino a la cuota proporcional que les
corresponda según sus ajustes en la indemniza ción que aquéllos dieren al naviero.

Artículo 971.—Las reglas de este título son aplicables a los contratos del capitán en cuanto no se opongan a las establecidas en el
Capítulo II del Título anterior.

TÍTULO IV

Del fletamento, del conocimiento y de los pa sajeros CAPÍTULO I Definiciones y reglas relativas al fletamento
Artículo 972.—El fletamento es un contrato de transporte por el cual el naviero, personal mente o representado, arrienda a otro el
buque equipado y armado y se obliga a conducir en él a un lu gar determinado mercaderías o personas, mediante un precio convenido.
Este precio se llama flete. Llámese fletante la persona que da en arrendamiento el buque y promete el transporte; y fletador el que
carga el buque y paga el precio estipulado.

Artículo 973.—El buque puede ser fletado total o parcialmente.

Artículo 974.—El fletamento total se celebra:


1°. Por un viaje redondo, cualquiera que sea su duración, estipulándose por flete una cantidad
determinada;
2°. Por tiempo y cantidad determinados;
3 o . Por meses fijándose por flete una cantidad por cada uno de los que dure el viaje; éste
René Arturo Villegas Lara 367

comprende la ida y la vuelta del buque a no ser que las partes acuerden otra cosa.
El fletamento total no comprende la cámara del capitán ni el espacio necesario para el aposentamiento de la tripulación y custodia de
los aparejos y vituallas.

Artículo 975.—El fletamento parcial se celebra:


I o . Por una parte determinada del buque;
2 o . Por cierta cantidad de mercaderías consideradas a bulto y por un precio dado;
3 o . Por peso o a tanto el quintal;
4°. Por cabida o a tanto la tonelada;
5 o . A carga general.

Artículo 976.—El fletamento es a carga general cuando el fletante ss obliga a transportar las mercaderías del fletador en caso que en
un determinado plazo complete la carga d el buque mediante el ajuste de otros fletamcntos.
Esta manera de fletamento lleva implícita una condición resolutoria que se considera cumplida cuando el fletante no complete en el
término estipulado las tres cuartas partes de la carga que puede llevar el buque.

Artículo 977.—Los flctamcntos de buques extranjeros celebrados en puertos de la República están sujetos a las disposiciones de este
Código, aunque el capitán sea también extranjero.
Ajustados fuera de la República se sujetarán a las mismas disposiciones en todo lo concerniente a la descarga o a cualquiera otro acto
que deba realizarse en el territorio guatemalteco.

CAPÍTULO II

De la capacidad para fletar el buque y de la póliza de fletamento

Artículo 9 78.—Sólo el naviero puede celebrar el c ontrato de fletamento.


Artículo 9 79.—El capitán podrá asumir el carácter de fletante en el caso previsto en el inci so 6 o . del artículo 901; pero si fletare el
buque en el lugar de la residencia del naviero o de su consignatario, el fletamento será válido siempre que el fletador haya procedido de
buena fe.
El fletamento ajustado en ausencia del naviero o de su consignatario será válido aunque el capitán haya contravenido a sus
instrucciones.
En uno y otro caso será responsable de los daños y perjuicios que sufra el naviero.

Artículo 980.—Puede ser fletador cualquiera persona que tenga capacidad para obligarse.

Articulo 981.—El contrato de fletamento debe ser redactado por escrito, antes o después de recibida la carga, y no podrá ser probado
con testigos cuando el flete exceda de trescientos quetzales.
El documento en que se consignen las condici ones del contrato se llama póliza de fletamento y puede constar en escritura pública o
documento autenticado. En este último caso se extenderá en tantos ejemplares como fueren los contratantes, y si alguno de éstos no supiere
firmar lo hará a su ruego otra persona.
Artículo 982.—Hacen fe las pólizas extendidas en documento privado si las partes reconocen sus firmas. Si las negaren, la existencia y condiciones del fletamento
podrán ser justificadas por los medios que establece este Código.

Artículo 9 83.—La escritura de fletamento debe expresar:


1°. El nombre, apellidos y domicilio del naviero, consignatario y capitán, si alguno de éstos fuere el que celebre el fletamento;
2o. El nombre, apellido y domicilio del fletador y obrando éste por comisión, el de la persona por cuya cuenta se ajusta el fletamento;
3o. La clase, nombre, porte, pabellón y puerto de matrícula del buque;
4°. El puerto de carga y descarga;
5°. La cabida, el número de toneladas o la cantidad de peso o medida que las partes se obliguen respectivamente a cargar y conducir;
6o. El flete y lugar donde deba hacerse el pago y si está ajustado por cantidad fija por el viaje, por un tanto al mes o por la parte de la nave que se hubiere de ocupar o por el
peso o la medida de las mercaderías en que consista el cargamento;
368 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

7o. Si el fletamento es total o parcial;


8o. El número de días convenidos para la carga y descarga;
9C. Las estadías y sobrestadías acordadas para el caso que la carga o la descarga no coticftiya dentro de los días señalados al efecto y la indemnización que deba pagarse por
cada.,una de ellas;
10°. El tanto que se haya de dar al capitán por capa; "■'r í.
11°. Todos los demás pactos en que convinieren las partes.
• i .i

Artículo 984.—Declarándose en la póliza mayor porte del que efectivamente tenga -, el buque, el fletador podrá rescindir el fletamento o exigir reducción del flete.
'V;:
En uno u otro caso el fletante deberá indemnizar al fletador los perjuicios que sufra, a menos que la diferencia entre el porte declarado y la verdadera cabida del
buque no exceda de una cuadragésima parte o que la designación aparezca conforme con el certificado de la matrícula.
Excediendo la diferencia de una cuadragésima parte, ésta será tomada en cuenta para determinar el importe de la indemnización debida al fletador.

Artículo 985.—Si el porte declarado fuere menor que la capacidad efectiva del buque fletado por entero en una cantidad fija, el fletador no estará obligado a
suministrar carga sino hasta la concurrencia del porte declarado ni el fletante podrá exigir aumento alguno de flete.
Pero si el flete fuere ajustado por un tanto por tonelada, el fletador deberá abonar el precio correspondiente a todas las toneladas que ocupe.

Artículo 986.—Aunque en la póliza de un fletamento a carga general se haya designado con exactitud el porte del buque, el fletante, si se hubiere comprometido a
recibir mayor cantidad de mercaderías de la que pueda conducir, indemnizará a los fletadores que no carguen por falta de espacio.

Artículo 987.—Ocultándose en la póliza el verdadero pabellón del buque, el fletador podrá rescindir el fletamento y el fletante deberá inde mnizarle de la
confiscación, aumento de derechos y de cualquier otro perjuicio que le sobrevenga por la ocultación.
Artículo 9 88.—No designándose en la póliza el plazo para la carga y la descarga, cada una de estas operaciones se hará en los puertos de la República dentro del término de
quince días útiles y consecutivos desde que el capitán haya prevenido al fletador o a su consignatario que está dispuesto a cargar o a descargar.
En el mismo caso la carga de los buques de cabotaje menor se hará en tres días útiles y consecutivos, que se contarán desde la fecha del contrato, y la descarga dentro
del mismo plazo contado desde el arribo del buque.
En los puertos extranjeros se hará la carga o la descarga, en defecto de convenio, en el término que designen los usos locales.

Artículo 989.—Omitida en la póliza la designación de las estadías o sobrestadías, la duración de unas y otras se arreglará a los usos locales.

CAPÍTULO III De los derechos y obligaciones del fletante


Artículo 990.—El fletante estará principalmente obligado, bajo responsabilidad de daños y perjuicios, a poner el buque pertrechado y aprovisionado a disposición del
fletador, a mantenerle en el libre goce de él en el modo y durante el tiempo convenido y a firmarle conocimientos de la carga.

Artículo 991.—Con excepción de los casos previstos en los artículos 999 y 1020, el fK'tante no podrá verificar el transporte en otro buque que el designado en la póliza
del fletamento.

Artículo 992.—El fletante es responsable a los fletadores de los daños y perjuicios si por su culpa sufre retardo el buque en su salida, durante el viaje o en el puerto de
descarga.
Hay retardo en la salida cuando el buque no emprende el viaje en la época y plazos que determinan los artículos 997, 998 y 999.
Sin embargo, el fletador no podrá reclamar los perjuicios que le sobrevengan por el retraso voluntario de la salida del buque si no hubiere
requerido al fletante por medio de una protesta conminatoria para que emprenda el viaje.

Artículo 993.—Aunque el fletador por entero no ponga a bordo toda la carga correspondiente a la capacidad del buque, el flotante no podrá embarcar sin
consentimiento del fletador otras mercaderías para completarla.
Si lo consintiere, el flete de las mercaderías complementarias, sea cual fuere, pertenecerá exclusivamente al fletador.

Artículo 994.—Si éste prohibiere al fletante completar la carga, podrá obligarlo a embarcar una cantidad de mercaderías suficiente para responder del flete.

Artículo 995.— Autorizado para completar la carga, el fletante no podrá contratar mercaderías por un flete más bajo que el señalado por el fletador, y si lo hiciere
responderá a éste de la diferencia.

Artículo 996.—Antes de que el buque se haea a la mar, el fletante podrá desembarcar las mercaderías puestas a bordo sin su consentimiento o transportarlas por el
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flete más alto que haya obtenido en aquel viaje.


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El desembarque se hará a costa del propietario, dándosele previo aviso.


Si durante el viaje el fletante conociere la introducción clandestina de tales mercaderías estará obligado a conservarlas en el buque; pero entonces, además de exigir
por ellas el más alto flete podrá depositarlas en manos de una persona abonada en el primer puerto de arribada, dando oportuno aviso al propietario.
Aunque las mercaderías clandestinamente introducidas no sobrecarguen el buque, el fletante deberá verificar el depósito siempre que el fletamento sea por entero y
que el transporte de ellas pueda perjudicar los intereses del fletador.

Artículo 997.—Fletado el buque por entero, el fletante deberá hacerse a la mar en la época que determina el artículo 897.
Aun en el caso de no estar completa la carga, el fletante deberá emprender el viaje a requerimiento del fletador, siempre que éste haya embarcado una cantidad de
mercaderías suficiente para asegurar el flete.

Artículo 998.—En los fletamentos parciales el fletador está obligado a emprender el viaje ocho días después que tenga a bordo las tres cuartas partes de la carga
correspondiente a la cabida del buque.

Artículo 999.—Si después de embarcada parte de la carga el fletante no completare las tres cuartas partes de la que corresponda a la capacidad del buque, podrá
subrogarlo con otro cue haya sido visitado y declarado apto pare el viaje, siendo de su cuenta los gastos del trasbordo y el aumento de flete, si lo hubiere.
No haciendo la subrogación, el fletante emprenderá el viaje con la carga que tenga a bordo dentro de treinta días contados desde el en que hubiere comenzado a
cargar.
El fletante no podrá hacer subrogación sin el consentimiento de todos los cargadores en el caso de un fletamento por entero ni en el de uno parcial, si hubiere
reunido las dos terceras partes de la carga correspondiente al porte del buque.

Artículo 1000.—Recibida una parte de las mercaderías contratadas a carga general, el fletante no podrá negarse a embarcar las demás que se le ofrezcan a precio y
condiciones iguales a los concertados por las ya recibidas, a no ser que encuentro otras fiiciCdderías que ie prometan mayores ventajas.
Negándose a aceptar el ofrecimiento y a continuar la carga, el fletante no podrá hacer la subrogación que le permite el anterior artículo, aunque no haya completado
las tres cuartas partes y estará obligado a hacerse a la mar con la que tenga en el buque.

Artículo 1001.—Vencido el plazo para cargar o descargar el buque y el de las estadías y sobrestadías sin que el fletador haya verificado la carga o la descarga, el
fletante podrá reclamar la indemnización estipulada y, en su defecto, la que se regule por peritos.
Si la demora resultare que el fletador no puso la carga al costado del buque, el fletante podrá además rescindir el fletamento exigiendo la mitad del flete convenido.
Si 1 a demora consistiere en n o recibirse la carga, el fletante procederá en los términos que prescribe el inciso 5 o. del artículo 909.

Artículo 1002.—Cuando el fletador hubiere embarcado sólo una parte de la carga durante el plazo estipulado y en el término de las estadías y sobrestadías, el
fletante tendrá los mismos derechos que se le conceden en los dos primeros párrafos del artículo precedente.
Artículo 1003.—El fletante que contratado para tomar carga en otro puerto que el del fletamento no la recibiere del consignatario dentro del tiempo designado, deberá
dar aviso al fletador y esperar sus instrucciones y entretanto correrán las estadías y sobrestadías que establezca el contrato o el uso de la localidad.
No recibiendo instrucciones en un término prudencial, el fletante diligenciará un nuevo fletamento; y no obteniéndolo u obteniendo uno parcial, después de vencido
el término de las estadías, formalizará su protesta y regresará al puerto de su salida.
El fletador pagará, en el primer caso, el flete estipulado y, en el segundo, la diferencia entre aquél y el que hubiere devengado el buque.

Artículo 1004.—Luego que el buque llegue al puerto de su destino, el capitán hará entrega de la carga en los términos que previenen los incisos 3°., 4°., 5°. y 6 o. del
artículo 909.

Artículo 1005.—Si en el caso previsto en el inciso 3 del artículo 909, el fletante descargare las mercaderías sin contarlas, pesarlas o medirlas, el fletador o su
consignatario podrá establecer la identidad, el número, peso y medida de ellas, aun por declaración de las personas que le hubieren servido en la descarga.

Artículo 1006.—Si los bultos de mercaderías ofrecieren señales exteriores de faltas o averías, elcapitán, consignatario o cualquiera otro interesado podrán solicitarun
reconocimiento judicial y el justiprecio de las faltas o averías antes de verificar la descarga.
Esta diligencia no obstaculizará otros medios de defensa del capitán, aun cuando hubiere sido solicitada por él.

Artículo 1007.—Si las mercaderías fueren entregadas sin previo examen o bajo de protesta, de un recibo o de un conocimiento cancelado que in dique la falta o avería,
el consignatario podrá pedir su reconocimiento judicial dentro de cuarenta y ocho horas, contadas desde la entrega total o parcial.
Vencido el plazo indicado no se admitirá ninguna reclamación por faltas o averías.

Artículo 1008.—No habiendo en los bultos señales exteriores de faltas o averías, el reconocimiento judicial podrá hacerse válidamente, aun hallándose las mercaderías
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en poder de! consignatario, con tal mip. <;<». verifique dentro de setenta y dos horas contadas desde la entrega y previa justificación de su identidad.

CAPÍTULO IV De los derechos y obligaciones del fletador


Artículo 1009.—El fletador del buque puede subfietarlo total o parcialmente sin consentimiento del fletante, pero quedará siempre responsable a éste del
cumplimiento del contrato.
Aunque el fletamento sea hecho por cantidad fija, corresponderá al subfletante cualquiera ventaja que obtenga en el subfletamento.

Artículo 1010.—La venta del buque fletado no extingue el derecho adquirido por el fletador, y el nuevo propietario estará obligado a respetar y cumplir el fletamento
celebrado, salvo su derecho para reclamar del vendedor la indemnización de los daños y perjuicios que se le siguieron.
Artículo 1011.—Las principales obligaciones del fletador consisten en cargar y descargar el buque en tiempo convenido y pagar el flete estipulado.

Artículo 1012.—La carga y descarga se hará en el plazo principal que designe la póliza o en el suplementario de las estadías o sobrestadías si las hubiere.

Artículo 1013.—No limitándose el fletamento a un número fijo de toneladas, el fletador podrá cargar todo el buque estando vacío, o la parte que estuviere libre al
tiempo del contrato.

Artículo 1014—Siendo insuficiente el porte del buque parcialmente fletado para recibir toda la carga contratada, los fletadores serán preferidos según la prioridad de
sus contratos; y si fueren de una misma fecha, cargará a prorrata de las cantidades de peso y cabida que cada uno hubiere contratado.
En ambos casos el fletante indemnizará a los fletadores los perjuicios que les cause la falta de cumplimiento de sus respectivos contratos.
El fletador que hubiere cargado primero quedará en posesión de la parte que tuviere ocupada, sea cual fuere la fecha de su fletamento.

Artículo 1015.—El fletador que no embarque la totalidad de la carga contratada pagará el flete de la parte que deje de cargar. r' v,

— A!*-,;

Artículo 1016.—Si el fletador cargare mayor cantidad de mercaderías que la convenida, pagará por el exceso el mismo flete que hubiere estipulado en la póliza de
fletamento. " ’

Artículo 1017—El fletador no puede cargar mercaderías de ilícito comercio ni otrás^que las designadas o manifestadas al fletante, y si las cargare serán de su cuenta
todos los daños y perjuicios que sobrevengan al buque y a los fletadores.
Cargando mercaderías prohibidas con conocimiento del fletante, ambos responderán definitiva y solidariamente de todos los perjuicios que sufran el buque y los
demás cargadores, aunque entre sí hubieren pactado lo contrario.

Artículo 1018.—Si por causa del cargador o de su consignatario el buque fletado para un viaje de ida y vuelta, regresare sin carga, se dr.herá a! fletante todo el flete
estipulado y una indemnización por la demora.

Artículo 1019.—Cuando el capitán se viere en la precisión de arribar para hacer reparaciones urgentes en el casco, aparejos o pertrechos del buque, los fletadores
deberán esperar treinta días sin indemnización, a menos que prefieran descargar sus mercaderías.
Si las descargaren dentro del plazo indicado pagarán íntegramente el flete convenido; pero si lo hicieren después de vencido sólo abonarán el que corresponde' en
proporción de la distancia recorrida.
Estando fletado el buque por meses, el fletador no deberá flete aiguno durante el tiempo de la reparación, ni un aumento de flete si estuviere ajustado por viaje.

Artículo 1020.—Si el buque no pudiere ser útilmente reparado el capitán deberá fletar otro por su cuenta y verificar en él el transporte sin derecho a aumento de flete.
En este caso será de su obligación acompañar la carga hasta entregarla en el lugar de su destino.
No encontrándose otro buque en los puertos que estén a ciento treinta kilómetros de distancia, el capitán depositará la carga por cuenta de los fletadores, dándoles
aviso y exigirá el flete sin otra indemnización, en proporción a la distancia que la hubiere conducido.

Artículo 1021.—Siempre que por malicia o negligencia del capitán no se consiguiere buque que transporte el cargamento, los fletadores podrán buscarlo y fletarlo por
cuenta y bajo responsabilidad del fletante, después de haber hecho al capitán dos interpelaciones judiciales dentro de los últimos quince días del plazo que señala el artículo
1019.
El fletamento celebrado por los cargadores se llevará a efecto a pesar de la oposición del capitán.

Artículo 1022.—Justificando los cargadores que el buque no se hallaba en estado de navegar cuando recibió la carga no estarán obligados a pagar flete alguno y
podrán reclamar del fletante los daños y perjuicios que hubieren sufrido.
La prueba es admisible no obstante el acta de visita de que trata el inciso 3°. del artículo
902.
372 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Artículo 1023.—Antes o después de haber embarcado toda la carga o parte de ella podrá el fletador desistir del fletamento, sea total o parcial, pagando la mitad del
fletamento convenido.
En el segundo caso pagará también los gastos de descarga y los perjuicios que cause esta operación.
Las reglas precedentes son aplicables al desistimiento del fletamento por viaje redondo.
Si el fletamento fuere ajustado por mes, el falso flete que debe pagar el fletador será el correspondiente a la mitad de la duración probable del viaje, calculada por
peritos.

Artículo 1024—El fletador que voluntariamente y fuera de los casos de fuerza insuperable descargare sus mercaderías antes de llegar al puerto del destino del buque
pagará íntegramente el flete convenido y los gastos de la arribada hecha con tal objeto.

Artículo 1 025.—En los fletamentos por meses o días, el flete corre desde el día en que comienza la carga hasta el en que concluye la descarga en el puerto de la
consignación.
Para el efecto de fijar el importe de los fletes el mes principiado se tendrá por concluido.

Artículo 1026.—Fletado el buque por un tiempo determinado, el flete corre desde el día del contrato.

Artículo 1027.—En el fletamento por peso se calculará el peso bruto y, en defecto de un convenio especial, se entenderá que las partes se han referido a la unidad de
peso usada en el lugar de la carga.

Artículo 1 028.—Se deben fletes:


Io. Por las mercaderías que el capitán vende durante el viaje para atender las necesidades
urgentes del buque;
2o. Por las mercaderías deterioradas o disminuidas por caso fortuito, vicio propio de las mismas,
mala calidad o condición de los envases;
3o. Por lasque fueren deliberadamente arrojadas al mar para salvar el buque y el cargamento; 4 o. Por el aumento de peso o volumen de las mercaderías cargadas.
Artículo 1029.—No se debe flete por las mercaderías perdidas en naufragio o varamiento, robadas por piratas o violentamente tomadas por enemigos.
En todos estos casos el fletador tiene derecho para exigir la restitución de la parte del flete que hubiere anticipado.

Artículo 1030.—Salvadas o rescatadas las mercaderías, el fletador pagará el flete que hubiere devengado hasta el lugar del naufragio o apresamiento.
Si reparado elbuque fueren conducidas enél hastael puertode sudestino las mercaderías salvadas, el fletador abonará el flete íntegro, sin perjuicio de lo que
resuelva sobre la avería.

Artículo 1031.—Tampoco se debe flete alguno por las mercaderías que fueren salvadas en el mar o en la costa sin cooperación del capitán o de la tripulación.

Artículo 1032.—El flete es debido y exigible desde el momento en que se ponen a disposición del consignatario las mercaderías conducidas.

Artículo 1033.—El fletante no está obligado a recibir en pago del flete mercaderías, sanas o averiadas; pero los cargadores podrán abandonarte por el flete los
líquidos cuyas vasijas hubieren perdido más de la mitad de su contenido.

Artículo 1 034.—El fletante no soporta disminución alguna en los fletes devengados con arreglo a la póliza fuera de los casos expresados por la ley.

Artículo 1 035.—El capitán no puede retener a bordo la carga para asegurar el pago del flete, pero podrá solicitar el depósito de ella hasta que se verifique.

Artículo 1036.—La capa será pagada al capitán en la misma proporción que los fletes y con las modificaciones a que éstos se hallen sujetos según los casos.

Artículo 1 037.—El cargamento está afecto privilegiadamente al pago de los fletes, capa e indemnizaciones que deban los cargadores en razón de fletamento.
F.l privilegio dura, treinta días contados desde 1a conclusión de la descarga; y el fletante podrá solicitar dentro de ellos la ver.ta judicial de las mercaderías que
basten para cubrir los créditos enumerados, aun cuando el consignatario se haya constituido en quiebra.
Las mercaderías que, pendiente aquel plazo, pasaren a tercera mano por un título legal, quedan libres de toda responsabilidad por el simple transcurso de los ocho
días siguientes a la entrega de ellas.
Vencidos los treinta días, los créditos del fletante se consideran como créditos comunes.

CAPÍTULO V De la rescisión del fletamento.


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Artículo 1038.—Fuera de los casos de rescisión anteriormente previstos, el fletamento, sea total o parcial, se rescinde sin indemnización antes de principiarse el viaje
por las siguientes causas:
Io. La prohibición di exportar del lugar de la carga o de importar al de la descarga el todo
o parte de las mercaderías comprendidas en una misma póliza a no ser que el fletador
quiera cargar otras mercaderías permitidas;
2a. La interdicción del comercio, declaración de guerra entre la República y la nación a la
que estuviere destinado el buque, y el bloqueo del puerto de la descarga;
3o. Cualquier otro caso fortuito o de fuerza mayor que impida el viaje.
Si el caso fortuito fuere imputable a culpa de alguna de las partes, habrá lugar a la
rescisión con indemnización de daños y perjuicios.

Artículo 1039.—Si por alguna de las causas expresadas se rescindiere el fletamento después de hallarse cargado el buque, el fletador soportará todos los gastos de la
descarga y el fletante los salarios y gastos de la tripulación, sin perjuicio del derecho que hubiere adquirido al pago de estadías , sobrestadías y avería común por daño
ocurrido antes de la rescisión.

Artículo 1040. —Suspendida temporalmente la salida del buque por clausura del puerto, por embargo emanado de orden de autoridad competente o por cualquiera
otro acontecimiento de fuerza mayor, subsistirá el fletamento sin derecho a indemnización, y los gastos de manutención y sala rio de la tripulación serán pagados como avería
común.
En el caso propuesto, el fletador podrá descargar y volver a cargar sus mercaderías y si después d c haber c esado la c ausa que s uspendió 1 a salida d el buque n o
volviese a cargar d entro del plazo acordado al efecto, estará obligado a pagar estadías.

Artículo 1041. —Sobreviniendo durante el viaje alguno de los sucesos expresados en los incisos Io. y 2°. del artículo 1038, el capitán seguirá las instrucciones que para
tales casos hubiere recibido del fletador, y si obrando en conformidad de ellas arribare al puerto que se le hubiere designado o regresare al de partida, cobrará solamente el
flete de ida, aun cuando el buque estuviere fletado por viaje redondo.

Artículo 1 042. —Careciendo de instrucciones en los casos referidos, el capitán procederá en la forma que determina el inciso 15 del artículo 908.
No recibiendo instrucciones dentro de un plazo razonable, a juicio del tribunal ordinario del puerto de arribada, el capitán pedirá el depósito de la carga, el pago del
flete de ida solamente y la venta de las mercaderías que basten a cubrirlo.
Los gastos hechos y los salarios devengados durante la detención del buque serán considerados como avería común y pagados como tal; pero el costo de la descarga,
depósito y venta serán de la exclusiva cuenta del fletador.

Artículo 1043.—Si el buque volviere al puerto de salida por tiempo contrario o por temor de piratas o de enemigos y los cargadores convinieren en su total descarga, el
fletante no podrá negarse a hacerla y en tal caso tendrá derecho para exigir por entero el flete correspondiente al viaje de ida, aunque el buque se halle fletado por viaje
redondo.
Si el fletamento estuviere ajustado por meses, los cargadores pagarán el flete que corresponda al n úmero de m eses que h ubiera debido d urar el v iaje de i da, calculado p or
peritos.

Artículo 1044.—Los fletadores podrán también descargar totalmente el buque y concluir el viaje si arribare a un puerto distinto del de la expedición por alguna de las
causas indicadas en el párrafo primero del precedente artículo.
En tal caso, los fletadores deberán pagar el flete íntegro por el viaje de ida si el puerto de arribada estuviere a más de la mitad de la distancia que medie entre el de la
expedición y el del destino del buque, y solamente la mitad, si la distancia fuere menor.
Artículo 1045.—Arribando la nave a un puerto distinto del de su destino por falta de víveres proveniente de no haber sido bien aprovisionada, o por averías que
procedan de la impericia del capitán, tendrán derecho los cargadores para rescindir el contrato y solicitar indemnización de los daños que les sobrevengan.

Artículo 1046.—Si el buque fuere detenido durante su viaje por orden de una potencia extrajera subsistirá el fletamento; pero no se deberá flete alguno por el tiempo
de la detención si el fletamento estuviere ajustado por meses, ni aumento de flete si lo estuviere por viaje.
La cesación del flete en el primero de los casos indicados se entiende sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1040.

CAPÍTULO VI

Del conocimiento

Artículo 1047.—Llámese conocimiento o póliza de carga el documento en que el capitán y cargador reconocen el hecho del embarque de las mercaderías y expresan
374 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

las condiciones del transporte convenido.

Artículo 1048.—El conocimiento debe contener:


Io. El nombre, matrícula y porte del buque;
2 o. El nombre, apellidos y domicilio del capitán; .
3°. Los nombres y apellidos del cargador y consignatario;
4 o. Número y marca de los bultos, calidad y cantidad de las mercaderías; ££
5 o. El puerto de la carga y el de la descarga; »;??'*
6 o. El flete y capa contratada;
7 o. La fecha y las firmas del capitán y cargador.

Artículo 1049.—El conocimiento será extendido por lo menos en cuatro originales de un mismo tenor: uno para el cargador, otro para el consig natario, otro para el
capitán y otro para el naviero.
Cada conocimiento llevará la indicación del número que le corresponda en el orden de los ejemplares que se hubieren firmado.
El capitán firmará, además, tantos cuantos le exija el cargador.

Artículo 1050.—El cargador presentará al capitán los conocimientos dentro de veinticuatro horas de concluida la carga de sus mercaderías y ambos deberán firmarlos
en el mismo término bajo responsabilidad de daños y perjuicios, aun cuando no se hubiere extendido póliza de fletamento.
Un ejemplar destinado al cargador será escrito por el capitán y llenado por él siendo impreso.

Artículo 1051.—Si el capitán o alguno de sus parientes dentro del grado prohibido para la testificación fuere cargador, los conocimientos serán firmados por los dos
principales oficiales.

Artículo 1052.—Los conocimientos pueden ser extendidos a favor de una persona determinada con la cláusula ala orden o a favor de una persona también
determinada s in dicha cláusula o a favor del portador.
375 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

En el primer caso los derechos del fletador sobre la carga se transmiten por endoso ejecutado con arreglo a las prescripciones que contiene el Capítulo V, Título XI del
libro segundo de este Código; en el segundo por cesión notificada al capitán; y en el tercero por la simple tradición del conocimiento.
El fletante puede oponer al cesionario todas las excepciones que podría hacer valer contra el ccdente, siempre que se deriven del fletamento.

Artículo 1053.—Los cargadores no podrán desembarcar sus mercaderías ni variar la consignación sin restituir al capitán todos los conocimientos que les hubiere
entregado.
Si el capitán consintiese el desembarque o el cambio de la consignación sin haber retirado los conocimientos, será responsable de la carga al portador legítimo de
ellos.

Artículo 1054.—Siempre que los cargadores no puedan devolver los conocimientos deberán otorgar fianza a satisfacción del capitán por el valor íntegro de la carga, y
no otorgándola, no podrá ser compelido a entregar las mercaderías ni a firmar nuevos conocimientos para distinta consignación.

Artículo 1055.—Falleciendo el capitán o cesando en su oficio antes de hacerse a la mar, los cargadores exigirán al sucesor la revalidación de los conocimientos, y no
exigiéndola, el sucesor responderá solamente de la carga existente a bordo cuando entró a ejercer su empleo.
El capitán que revalide los conocimientos de su antecesor sin previo examen de su conformidad con la carga, responderá de las faltas que ulteriormente se notaren.
Si para la revalidación el capitán exigiere el reconocimiento de la carga, el costo de esta diligencia será de cuenta del naviero, sin perjuicio de su derecho para cobrar
los del capitán cesante si éste dejó de serlo por haber dado motivo para su remoción.

Artículo 1056.—Antes de principiarse la descarga el portador de un conocimiento deberá presentarlo al capitán para que se le entreguen directamente las mercaderías;
y omitiendo hacerlo, serán de su cuenta los gastos de almacenaje y comisión de depósito, si el capitán lo hubiere solicitado.

Artículo 1057.—El portador de un conocimiento no responde del cumplimiento de las obligaciones contenidas en la póliza del contrato, a menos que el conocimien to
lleve la cláusula según la póliza de fletamento u otra equivalente.

Artículo 1058.—El consignatario devolverá al capitán los conocimientos al tiempo de recibir la carga y en uno de los ejemplares pondrá el recibo correspondiente.
Siendo moroso en la entrega del conocimiento con recibo, el consignatario responderá al capitán de los daños y perjuicios que le ocasione la demora.
No incurre en mora el consignatario que retarda la entrega del recibo hasta el resultado del reconocimiento de sus mercaderías.

Artículo 1059.—Se prohíbe al capitán hacer entrega de la carga si concurren a exigirla varios portadores de conocimientos relativos a unas mismas mercaderías.

Artículo 1060.— Llegado el caso previsto en el anterior artículo el capitán pondrá la carga a disposición d el respectivo Juzgado para que ordene su depósito con
noticia de los i nteresados, oiga a éstos y resuelva acerca de la propiedad y entrega de las mercaderías.
Los interesados y el depositario en su caso, deberán solicitar la venta de las mercaderías que por su naturaleza o por su estado se hallen expuestas a sufrir algún
deterioro. El producto de la venta, deducidos los costos y comisiones de depósitos, será judicialmente consignado.

Artículo 1061.—Los conocimientos redactados y firmados en la forma indicada en el artículo 1048 hacen fe entre las partes interesadas en la carga y entre éstas y los
aseguradores, salvo la prueba de que hubo fraude o colusión.

Artículo 1062. —No estando conforme los conocimientos de un mismo cargamento


se estará al contenido del presentado por el capitán, si estuviere escrito en su totalidad o llenado de mano del mismo cargador o del dependiente encargado de la
expedición de su tráfico o al contexto del exhibido por el cargador, siendo escrito o llenado por el capitán.
Si todos los conocimientos presentados tuvieren la calidad que expresa el párrafo anterior se estará al resultado de las demás pruebas que produzcan las partes.

Artículo 1063—En defecto de póliza de flelamento se entiende que éste ha sido ajustado en los términos y con las condiciones que expresen los conocimientos.
Las dudas que ofrezca la póliza de fletamento serán resueltas por los conocimientos.

Artículo 1064—El conocimiento cancela los recibos provisionales de fecha anterior que el capitán y sus subalternos hubieren dado al cargador.

Artículo 1065—No se admitirá al capitán la excepción de que firmó los conocimientos en confianza y bajo promesa de que se le entregaría la carga designada en
ellos.

Artículo 1066 —Las demandas entre el capitán y cargador que se refieran a la carga serán necesariamente apoyadas en el conocimiento, y sin la exhibición de éste no
se les dará curso.
376 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

CAPÍTULO Vil

De los pasajeros

Artículo 1067.—El pasajero tiene derecho a ser alimentado por el capitán, salvo convenio en contrario.

Artículo 1068.—Si un pasajero se embarcare clandestinamente, el capitán podrá usar del derecho que le confieren los párrafos primero y tercero del artículo 996 con
las modificaciones que exija el transporte de personas.

Artículo 1069.—Sea en el puerto de salida, sea en el de escala o en el de arribada, el pasajero deberá embarcarse el día y hora que señala el capitán; y si por su culpa
partiere el buque sin él, deberá pagar íntegramente el pasaje convenido.

Artículo 1070. —Hallándose el buque pronto par darse a la mar, los pasajeros no podrán bajar a tierra sin permiso del capitán bajo la responsabilidad que impone el
artículo anterior.

Artículo 1071.—El pasajero no puede ceder a otro sin consentimiento del capitán su derecho a ser transportado.
Artículo 1 072 —Si el pasajero desistiere voluntariamente del viaje antes de que el buque se haya hecho a la mar, pagará al capitán la mitad del pasaje estipulado y
ocurriendo el desistimiento durante la navegación lo abonará íntegramente.

Artículo 1073.—El contrato se rescinde sin indemnización por la suspensión del viaje antes de la salida del buque siempre que tal suceso fuere causado por fuerza
mayor o caso fortuito que no se origine por culpa del capitán.
Suspendido o interrumpido el viaje después de principiado, el capitán cobrará solamente el pasaje que corresponda a la distancia recorrida si ésta fuere de alguna
utilidad al pasajero.

Artículo 1074.—Si en el caso propuesto en el artículo 1019 el pasajero resolviere esperar la reparación del buque, no estará obligado a aumentar el valor del pasaje
estipulado. En este mismo caso el pasajero podrá continuar su viaje en otro buque abonando el pasaje a prorrata de la parte del viaje que hubiere verificado.

Artículo 1075.—Se prohíbe al capitán arribar o detenerse en parte alguna a solicitud o en interés de los pasajeros. Sin embargo, si un pasajero fuere atacado de una
enfermedad contagiosa deberá desembarcarlo en un lugar habitado, aun contra su voluntad.

Artículo 1 076.—Consumidas o inutilizadas las provisiones de los pasajeros en el caso de la excepción determinada en el artículo 1067 por cualquier motivo que sea, el
capitán deberá proporcionarles los víveres necesarios a un precio equitativo.

Artículo 1 077.—La obligación de pagar el pasaje está subordinada al evento del arribo del buque al puerto de su destino.

Artículo 1078.—Falleciendo el pasajero antes de principiarse el viaje, sus herederos deberán pagar la mitad del pasaje convenido, deducidas las costas de mantención
si estuvieren comprendidas en el precio de transporte. I
Pero si la muerte acaeciere durante el viaje estarán obligados a abonar el pasaje íntegramente.

Artículo 1 079.—No se debe aumento alguno de pasaje por las personas nacidas durante la navegación.

Artículo 1 080.—El pasajero se reputa cargador se los objetos que lleve en el buque y gozará de ios derechos de tal, siempre que ponga dichos objetos al cuidado y
guarda del capitán.
Pero si el pasajero los conservare bajo su propia custodia, el capitán no será responsable de la pérdida o daños que sufran sino en el caso de que sean causados por
culpa de el o de la tripulación.

Artículo 1 081.—Los objetos que el pasajero introduce al buque están afectos privilegiadamente al pago del pasaje y de los gastos que hubiere causado durante el
viaje.

Artículo 1082.—Fuera de la obligación que el artículo 892 impone a los pasajeros, éstos tienen la de prestar asistencia al capitán en todos los casos urgentes que la
exijan para la salvación del buque.
TÍTULO V

De los riesgos y daños del transporte marítimo

CAPÍTULO I

Reglas generales
Artículo 1083 —Son averías en la acepción legal de esta palabra;
1°. Todos los daños que sufre el buque, cargado o en lastre, antes de hacerse a la mar, durante el viaje o después de fondead o en el puerto de su destino, y los que reciben las
mercaderías desde su desembarque en lanchas u otros buques menores, en el lugar de la expedición hasta su desembarque en el de la consignación;
2°. Todos los gastos extraordinarios e imprevistos causados durante el viaje para la conservación del buque, de la carga o de ambos a la vez.

Artículo 1084.—No son averías en los casos ordinarios:


P. Los pilotajes de costas y puertos;
2°. Los gastos de lanchas y remolques;
3o. Los derechos llamados de puerto;
4°. Los gastos de alijo del buque que por falta de agua no puede hacerse a la mar o entrar al puerto de su destino con toda su carga;
5o. En general, todos los gastos ordinarios de la navegación.
Todos los enunciados son de la exclusiva cuenta del naviero a menos que en las pólizas
o en los conocimientos se hubiere estipulado otra cosa. '
Artículo 1085.—A falta de convenciones especiales la responsabilidad, liquidación y pago de las averías serán determinados en conformidad con las disposiciones de este
título.

Artículo 1086.—En el arreglo de averías hecho fuera del territorio de la República se observarán las leyes y usos del lugar donde se verifique.

Artículo 1087. —La avería es común o particular.

CAPÍTULO II

De la avería común, de la resolución para causarla y de la echazón


Artículo 1088.—Se reputa como avería común no sólo el daño que en virtud de deliberaciones motivadas y antes o después de emprendido el viaje se causan en
conjunto o separadamente al buque o a su carga para salvarlos de un inminente riesgo de mar, sino que también el daño sobreviniente por consecuencia directa e inevitable
del sacrificio y los gastos imprevistos ejecutados en provecho común en las épocas y forma indicadas.

Artículo 1 089.—Corresponde a la clase de averías comunes:


Io. La entrega de cualquier cosa hecha a los enemigos o piratas por composición y a título de rescate del buque, del cargamento o de ambas cosas a la vez;
2o. Los s ueldos y gastos de los rehenes durante su detención hasta su regreso al buque o a su domicilio;
390 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

3C. Los gastos hechos para reclamar conjuntamente la libertad del buque y carga capturados y el costo de residencia del capitán, oficiales y tripulación durante la detención,
inclusos los sueldos y manutención;
4o. Los daños que recibe el buque o el cargamento defendie'ndose contra enemigos o piratas, la pérdida de municiones de guerra consumidas en el combate y las
recompensas prometidas o dadas a los hombres de mar para estimular su valor;
5o. Los gastos de curación, manutención y asistencia de los hombres de mar y pasajeros heridos, mutilados o estropeados en defensa del buque o en el servicio de la
maniobra durante el combate, y los sueldos que los primeros devenguen hasta su completo restablecimiento;
6o. Los salarios, manutención y rescate del hombre de mar que hubiere sido preso o detenido hallándose ocupado en tierra o mar en servicio del buque. Los salarios y
manutención de los hombres de mar correspondientes al tiempo en que el buque espere un convoy o permanezca en un puerto neutral por temor fundado de
enemigos o piratas o por hallarse bloqueado el puerto de su destino;
7o. La pérdida de las cosas arrojadas al mar para aligerar el buque, sea que pertenezcan a él, al cargamento o a la tripulación, y el daño que cause la echazón a las que
quedaren a bordo;
8". La cortadura o inutilización deliberada de los mástiles, cables, amarras, velas o cualquiera otro objeto accesorio del buque;
9o. El abandono voluntario de las anclas, botes, lanchas y demás aparejos para salvar el buque de un abordaje o de cualquier otro riesgo de mar;
10°. Los daños causados por el forzamiento de velas para preservar el. buque o la carga de un peligro inminente;
1 Io. El daño intencionalmente causado al buque para extinguir un incendio o facilitar el desagüe, la echazón, el alijo o la extracción de la carga y el ocasionado por
consecuencia de estas operaciones;
12°. Los gastos de alijo o trasbordo de una parte de la carga con el designio de tomar un puerto que no sea el del destino del buque y salvarlo de la persecución de enemigos
o piratas, de una tempestad o de cualquiera otro riesgo de mar y la pérdida de las mercaderías alijadas o trasbordadas por el deterioro que les cause el alijo,
trasbordo o reembarque;
13°. Los salarios y mantención de la tripulación en los casos de arribada forzosa en beneficio común, pero sólo los correspondientes ai tiempo estrictamente necesario para
satisfacer la urgencia que la hubiere causado, los derechos de entrada y salida del puerto, los gastos de descarga y recarga y el alquiler de los almacenes en que se
depositen las mercaderías que no puedan permanecer a bordo durante la reparación;
14°. El quebranto de valor de las mercaderías vendidas en una arribada forzosa para reparar el buque de un daño sufrido por un accidente que constituya avería común, el
provecho marítimo, la comisión de los préstamos a la gruesa, tomados para cubrir los gastos de reparación y el premio del seguro de esos mismos gastos;
15°. Los daños causados conjunta o separadamente al buque o carga por el varamiento voluntario ejecutado con el fin de salvarlos de un riesgo de mar y los gastos hechos
para poner a flote el buque;
16°. Los gastos causados en el reconocimiento, clasificación y distribución de una avería común;
17°. En general, todas las pérdidas, daños y gastos que reúnan las circunstancias que expresa el artículo 10S8.

Artículo 1090.—Para determinar la responsabilidad del asegurador del buque y la del


dador a la gruesa sobre el casco y quilla, serán también considerados como avería común los
daños que el buque sufra y los gastos que haga navegando en lastre, con tal que sean de la naturaleza de los indicados en el artículo 1088.

Artículo 1091.—Las averías comunes son de la responsabilidad del buque, del flete y de las mercaderías que existan en él al tiempo de correrse el riesgo y serán
pagadas por contribución de los propietarios de los expresados objetos.
En consecuencia, contribuyen al pago de la avería común:
Io. El buque por el valor que tenga en el puerto de la descarga;
2°. El flete íntegro que d evengue por los p asajeros, las mercaderías s alvadas y 1 as sacrificadas en beneficio común, previa deducción de los gastos de manutención y
sueldos del capitán y de la tripulación;
3o. Las mercaderías existentes a bordo, incluso las que fueren transportadas en el combés o bajo la cubierta sin los debidos conocimientos;
4°. Las mercaderías vendidas para ocurrir a las necesidades del buque y la cantidad en que se estimen las que fueron sacrificadas;
5o. La moneda efectiva perteneciente al buque, cargadores y pasajeros según el curso del cambio en el lugar donde termine el viaje.
Contribuyen también los sueldos del capitán y tripulación en el caso de rescate.

Artículo 1092.—La regla establecida en el inciso I o. del artículo precedente es aplicable al caso en que la salvación del buque o su carga no sea debida a los medios
deliberadamente empicados para su preservación
Es igualmente aplicable el caso en que el buque y carga salvados de un siniestro perezcan después en otro ocurrido en el progreso de la navegación, siempre que se
salven algunos de los objetos existentes a bordo en la época del primero.

Artículo 1093.—No gozan del beneficio de la contribución:


René Arturo Villegas Lara 391

Io. La avería que no pase de la centésima parte del valor del buque o de la carga a que pertenezcan los objetos o las mercaderías sacrificadas;
2o. Las mercaderías que fueren embarcadas sin los debidos conocimientos;
3o. Las mercaderías cargadas sobre el combés del buque sin el consentimiento unánime de todas las personas designadas en e.l inciso 7°. del artículo 910.
En este último caso el fletante responderá de la perdida o avería aun cuando las mercaderías hubieren sido colocadas sobre el combés con anuencia del cafgador a
quien pertenezcan.

Artículo 1 094.—Las mercaderías arrojadas al mar y recobradas después, entrarán en la regulación de la avería sólo por el valor del menoscabo que tuvieren y por los
gastos hechos para salvarlas. Si el importe de esas mercaderías hubiere sido incluido en la avería común y pagado a los propietarios antes de verificarse el recobro, éstos
devolverán la cuota recibida reteniendo únicamente lo que les corresponda en razón del deterioro y gastos del salvamento.

Artículo 1 095.—No contribuyen a la indemnización de la avería común:


Io. Las municiones de guerra ni las de boca destinadas al consumo del buque;
2". La ropa y vestidos ya usados del capitán, oficiales y tripulación;
3o. La ropa y vestidos también usados de cada uno de los cargadores, sobrecargos y pasajeros hasta el monto del valor que se asigne a los que el capitán excluya de la
contribución; 4 o. Las mercaderías perdidas en un siniestro anterior.
Artículo 1096.—Corresponde a la junta de oficiales del buque resolver la ejecución de los daños y gastos que constituyan avería común.
Los cargadores y sus sobrecargos serán citados a la junta y oídos por ésta para que, instruidos del acuerdo, hagan la protesta que Ies convenga; pero no tendrán voto
deliberativo.
Las resoluciones de la mayoría de la junta serán ejecutadas no obstante oposición de los cargadores o sobrecargos y bajo la responsabilidad de los miembros que las
hubiesen acordado.
En este caso quedará a salvo el derecho de los cargadores que se reputen perjudicados para reclamar indemnización de los vocales de la junta que hubieren votado la
avería con dolo, negligencia o ignorancia. Habiendo empate, el capitán tendrá voto de calidad.

Artículo 1097.—Si la inminencia del peligro no permitiere al capitán recabar la opinión de los oficiales ni oír a los cargadores o sobrecargos podrá por sí solo resolver,
bajo su responsabilidad, la ejecución del daño o gastos que juzgue necesarios a la salvación común.
Podráasimismo separarse del acuerdo de la junta siempre que lo juzgue opuesto al i nterés común; pero en este caso él solo re sponderá de los daños y perjuicios que
causen sus resoluciones.

Artículo 1 098.—Permitiéndolo la urgencia del caso, el capitán extenderá en el diario de navegación las resoluciones de la junta antes de llevarlas a efecto. El acta
expresará la citación y audiencia de los cargadores o sobrecargos presentes, las razones que hubieren motivado la resolución y los votos contrarios, con los fundamentos
alegados por los vocales disidentes, y será firmada personalmente o a ruego, por todas las personas que hubieren asistido a la junta.
El capitán pondrá una copia autorizada del acta en la Secretaría del Juzgado ordinario del primer puerto guatemalteco a donde arribe, dentro de las veinticuatro horas
contadas desde el momento en que el buque sea admitido a libre plática, ratificando al mismo tiempo bajo protesta todos los hechos que aquélla contenga.
Si el puerto de la primera arribada fuere extranjero, la presentación y ratificación del acto se harán ante el Cónsul guatemalteco y, en su defecto, ante las autoridades
que designa el último párrafo del inciso 17 del artículo 908.

Artículo 1099.—Omitida la citación y audiencia de los cargadores o sobrecargos presentes, quedarán exonerados de contribuir a la avería común y el capitán deberá
satisfacer por ellos la cuota que les corresponda en la distribución, salvo el caso previsto en el párrafo primero del artículo 1097.

Artículo 1100.—Tan pronto como cese el peligro que hubiere obligado al capitán a resolver por si solo una avería común, deberá extender y firmar en el diario de
navegación una relación circunstanciada del suceso, expresando los motivos de su determinación y los que hubiere tenido para omitir la reunión de la junta y la audiencia de
los cargadores o sobrecargos.
Los oficiales y los dueños o representantes de la carga podrán abstenerse de firmar la relación, pero si la firmaren deberán ratificar oportunamente su contenido.
La relación será presentada y ratificada por el capitán en la forma y dentro del término que prescribe el artículo 1088.

Artículo 1101.—Siempre que la junta de oficiales o el capitán por si solo resolviere arrojar al mar parte de la carga o algunos objetos accesorios del buque, la echazón
se hará en el orden siguiente:
1°. Las mercaderías colocadas sobre el combés del buque;
2°. Los objetos menos necesarios al servicio de la tripulación, o del buque;
3o. Las mercaderías más pesadas y de menos valor;
4o. Las que se hallen en el primer puente y después las del segundo, siendo unas y otras de la misma clase.
Este orden podrá ser alterado por el capitán de acuerdo con los oficiales si así lo exigieren las condiciones del arrumaje de la carga y demás circunstancias del caso.
392 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

Artículo 1102.—Concluida la echazón, el capitán anotará al pie de la relación respectiva los objetos arrojados y los daños que el buque y el resto de la carga hubieren
sufrido por consecuencia inmediata y directa de la operación. La anotación será firmada por el capitán y los oficiales, y pod rá ser rectificada al tiempo de la descarga si por la
precipitación y conflicto de la echazón se hubiere omitido mencionar alguno de los objetos arrojados.

CAPÍTULO III

De la justificación, regulación y repartimiento de las averías comunes.

Artículo 1103.—La justificación, regulación y repartimiento de la avería común se harán a solicitud del capitán ante el tribunal competente del puerto de la descarga,
sea guatemalteco o extranjero, con citación y audiencia de todos los interesados presentes o sus consignatarios en la forma que determine la ley. ' -r
No hallándose presentes todos los interesados bastará la citación y audiencia de los dos principales consignatarios. A falta de personas que representen legalmente a
los interesados ausentes, se nombrará un defensor de bienes que gestione por ellos.

Artículo 1104.—Si el capitán no cumpliere oportunamente la obligación que le impone el párrafo primero del artículo anterior, el naviero, los cargadores y cualquiera
otra persona interesada podrán provocar el juicio sobre arreglo de la avería común, salvo su derecho para exigir indemnización de daños y perjuicios que les cause la demora.

Artículo 1105. —Las operaciones expresadas en el artículo 1103 podrán ser ejecutadas en el puerto de la expedición en los siguientes casos:
Io. Cuando ajuicio del tribunal respectivo hubiere sido imposible la justificación, regulación y distribución de la avería er. el puerto de la descarga;
2o. Siempre que acaeciendo la echazón en un punto cercano al puerto de la procedencia, el buque regresare a él o arribare a otro inmediato y el propietario de las mercaderías
arrojadas las reemplazare con otras de igual clase y calidad.

Artículo 1106.—Se entiende por puerto de descarga no sólo el del destino de la expedición sino también aquel en que se desembarque la mayor parte del cargamento,
atendido su valor, y el en que se concluya el viaje por no ser posible continuarlo o por revocación o a cortamiento forzado del mismo, salvo que en el primero de estos tres
últimos casos la carga sea conducida en otro buque.

Artículo 1107.—Las averías serán justificadas con el acta o relación de que tratan los artículos 1098 y 1099, siendo ratificada por las personas que la hubieren suscrito.
El capitán podrá confirmai e! contenido del acta con la declaración de los pasajeros y en su defecto con la cíe los hombres de la tripulación. El acta admite prueba en
contrario y su falta puede ser suplida por cualquiera de los medios probatorios que establece este Código.
393 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Artículo 1108.—Al presentar el acta, el capitán pedirá el nombramiento de peritos que, bajo protesta, reconozcan y presencien la apertura de las escotillas c
inmediatamente informen por escrito acerca de lo que hubieren observado respecto al estado del buque y carga.

Artículo 1109.—En vista de las pruebas que produzcan los interesados, el tribunal declarará la legitimidad o ilegitimidad de la avería.
En el primer caso hará la correspondiente clasificación de las averías y dispondrá que los interesados nombren peritos, tanto para el justiprecio del buque, carga,
pérdidas y deterioros, cuanto para la liquidación y prorrateo de la avería común.
En el segundo caso condenará al capitán al pago de los daños y perjuicios a que hubiere lugar por derecho.

Artículo 1110. —Aceptado y jurado el cargo, los peritos estimarán las mercaderías perdidas y el menoscabo que hubieren sufrido las salvadas.
Las mercaderías perdidas se estimarán, deducidos el flete, derechos de importación y gastos ordinarios, por el precio corriente que tengan otras de la misma clase en
el puerto de la descarga.
La especie y calidad de las mercaderías perdidas serán justificadas por los conocimientos y, en su defecto, por las facturas o por cualquiera otra prueba legal.
Las pérdidas o daños causados al buque en su casco y accesorios serán estimados por el valor que tengan al tiempo de la avería.

Artículo 1111.—Las mercaderías salvadas se estimarán, previa su inspección y reconocimiento, por el precio corriente en el puerto de la descarga, deducidos los
fletes, derechos de importación, gastos ordinarios y la a vería particular que h ubieren s ufrido durante la navegación.
Haciéndose la liquidación y reparto de la avería común en el puerto de la procedencia del buque, las mercaderías salvadas serán estimadas según el precio corriente
que tengan al tiempo de la carga, agregando los gastos del embarque y excluyendo la prima del seguro, si lo hubiere.
En los casos de revocación del viaje o de venta de mercaderías en un puerto de arribada forzosa para subvenir a las necesidades urgentes del buque, la estimación
de las mercaderías ¡.ulváuas se hará por e! precio rnrriente del lugar donde ocurra la revocación a la venta.
El buque y sus accesorios serán apreciados según el estado de servicio en que se encuentren.

Artículo 1112.—Si la calidad délas mercaderías salvadas fuere superior ala que expresen los conocimientos, contribuirán al pago de la avería por la estimación que
de ellas se haga.
Las mercaderías perdidas serán pagadas, en el caso propuesto, por el precio que se les asigne según la calidad declarada.
Si la calidad de las mercaderías salvadas fuere inferior a la que expresen los conocimientos, contribuirán por el valor que se les fije con arreglo a su calidad.
Las mercaderías perdidas serán pagadas al precio corriente.

Artículo 1113.—Verificado el justiprecio de que tratan los artículos 1110 y 1111, los peritos encargados de la liquidación y prorrateo de la avería común formarán tres
estados generales: el primero del pasivo repartible; el segundo del activo contribuyente, y el tercero de! repartimiento de la avería entre los interesados.

Artículo 1114.—El pasivo repartible comprenderá: r. Los gastos hechos en beneficio común;
2o. El monto de los desembolsos hechos durante el viaje en el puerto de descarga para reponer los objetos pertenecientes al buque, sacrificados en provecho común;
3o. El precio corriente que tengan en el puerto de la descarga las mercaderías perdidas y el importe del menoscabo de las averiadas;
4o. F.I flete correspondiente a las mercaderías perdidas;
5o. Los salarios de los peritos que intervengan en la justificación, regulación y repartimiento de la avería común.
Los valores indicados en el inciso 3 o. figurarán en este estado por la estimación que hagan los peritos tasadores.

Artículo 1115.—El activo constituyente se compondrá: l8. Del precio corriente que tengan en el lugar de la descarga las mercaderías salvadas, perdidas y averiadas;
2o. Del valor que tengan al tiempo del siniestro los objetos pertenecientes al buque que hubieren sido sacrificados;
3°. Del valor del buque y sus accesorios y del flete íntegro hechas las deducciones expresadas en el inciso 2°. del artículo 1091.
En este estado no figurará en partida separada el flete de las mercaderías arrojadas.

Artículo 1116.—En el tercero se distribuirá sueldo a libra entre los contribuyentes el importe total de las averías. 67

Artículo 1117.—Los contribuyentes que no hubieren sufrido avería común pagarán la cuota que les corresponda en el estado del repartimiento.
Los que la hubieren sufrido compensarán su crédito con su débito hasta la cantidad concurrente y cobrarán o pagarán la diferencia.

67 expresión con que se explica la proporción con que se repula una cosa según lo que corresponde al capital que cada uno tiene. Diccionario de
la Ung ua Castellana.
394 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

Artículo 1118.—Todas las operaciones de la liquidación serán presentadas al tribunal que conozca de ellas para su aprobación, previa audiencia de los interesados
presentes o de sus legítimos representantes.

Artículo i i 19.—Ei capitán hará electivo ei repartimiento y responderá a ios interesados en él de los daños y perjuicios que les cause su negligencia o morosidad.

Artículo 1120.—Los contribuyentes satisfarán sus respectivas cuotas dentro de setenta y dos horas contadas desde la que designe la notificación del auto aprobatorio
del repartimiento.
No pagando dentro de ese término, el capitán pedirá la venta de las mercaderías salvadas hasta la cantidad necesaria para cubrir las cuotas insolutas y los gastos de la
ejecución.

Artículo 1121.—El capitán no estará obligado a entregar a los contribuyentes sus mercaderías hasta que sea cubierta la contribución, salvo que el interesado en
recibirlas le otorgue fianza solidaria por el importe de su cuota.
Artículo 1122.—El dueño de las mercaderías perdidas o deterioradas puede reclamar directamente de su asegurador, la indemnización correspondiente, salvo el
derecho de éste para repetir lo pagado de todos los que deben contribuir a la avería común.

CAPÍTULO IV

De la avería particular

Artículo 1123.—Avería particulares todo daño que sufre el buque o el cargamento, desde su embarque hasta su descarga, por accidente de mar o fuerza mayor, vicio
propio de la cosa o culpa del naviero, capitán, tripulación, cargadores, pasajeros o cualquiera otra persona, y todo gasto hecho en exclusivo beneficio del buque, del
cargamento o de una parte de éste.

Artículo 1124.—Pertenecen a la clase de averías particulares:


Io. Las cosas que toman los apresadores del buque sin preceder convenio y las que Ies entrega espontáneamente cualquiera de los cargadores para salvar sus mercaderías;
2o. Los gastos de la reclamación entablada para obtener separadamente la libertad del buque o la del cargamento, y los salarios y manutención de los hombres de mar durante
el juicio; 3o. La pérdida del buque y resto de la carga después del alijo;
4o. La reparación de los barriles, pipas o cualesquiera otros envases y los gastos hechos para la conservación de las mercaderías averiadas, salvo que el daño provenga
inmediatamente de una causa que lo caracterice de avería común;
5o. Los gastos de salvamento;
6o. La diferencia entre el precio de la venta y el que tengan en el puerto de su destino las mercaderías vendidas para atender a las necesidades urgentes del buque en el caso de
arribada forzosa por accidente de mar;
T. Los gastos de arribada, ejecutada con el fin de aprovisionar el buque o repararlo de los daños causados pro tempestad u otros accidentes de mar;
8o. Los salarios y manutención de los hombres de mar durante la detención por orden legítima o fuerza mayor, sea que el buque haya sido fletado por viaje o que lo haya sido
por meses; 9 o. El aumento de flete y los gastos de descarga en el caso de innavegabilidad declarada, siempic que las mercaderías sean conducidas en otro buque por cuenta de
los cargadores; 10°. La manutención y salarios de la tripulación mientras el buque permanezca en cuarentena ordinaria;
11°. En general, todos los daños y gastos que no redunden en beneficio común del buque y su carga y que no merezcan el concepto de avería co mún conforme lo determinado
en el artículo 1088.

Artículo 1125.—El propietario de la cosa que hubiere sufrido el daño o causado el gasto soportará la avería particular, sin perjuicio de su derecho para reclamar la
competente indemnización, si hubiere sido ocasionada por culpa de un tercero.

Artículo 1126.—Se exceptúan de la regla anterior:


Io. El echamiento a pique del buque incendiado o del más inmediato a él para evitar la propagación del incendio;
2o. Los salarios y alimentos de la tripulación en el caso de detención del buque fletado por
meses;
3o. Los gastos de una cuarentena imprevista al tiempo de celebrarse el fletamento y los salarios y manutención de los hombres de mar dutíhle la misma;
4o. El daño de las mercaderías confundidas por voluntad de los cargadores o por caso fortuito, siempre que no sea posible determinar quién es el dueño de las averiadas o
perdidas;
5o. Los daños que el abordaje de dudosa imputación produzcan a los buques que chocan o se amarran.
René Arturo Villegas Lara 395

En todos los casos anteriores, la avería será pagada por contribución de los interesados.

Artículo 1127.—En caso de seguro total o parcial del buque o su cargamento, los aseguradores pagarán la avería particular según las reglas establecidas en el título de
los seguros marítimos.

CAPÍTULO V Del abordaje


Artículo 1128.—El daño causado por el abordaje fortuito será soportado sin repetición por el buque que lo hubiere sufrido, sin perjuicio del seguro, si existiere.
*■

Artículo 1129.—Si el abordaje fuere ocasionado por dolo, negligencia o impericia del capitán o tripulación de uno de los buques que choquen, el daño será
indemnizadoi ;por el culpable. 'To
siendo causado por culpa de los dos capitanes o de las dos tripulaciones, cada buque soportará el daño que le sobrevenga. . ;V'

Artículo 1130.—En los casos de abordaje culpable, el capitán es responsable al naviero de las averías del buque y cargamento salvo su derecho contra los oficiales y
tripulación, siempre que el abordaje Ies fuere imputable.

Artículo 1131.—Si el abordaje ocurriere cuando el buque se halla dirigido por un piloto práctico, el capitán condenado al pago de la avería podrá reclamar del
referido piloto la correspondiente indemnización.

Artículo 1132.—En caso de duda acerca de la causa del abordaje los buques que hubieren chocado se repartirán el daño por mitad.

Artículo 1133.—El abordaje se presume fortuito; pero se reputará culpable de parte del capitán del buque que se encuentre en alguno de los siguientes:
Io. Si el buque estuviere mal fondeado por inobservancia de los reglamentos y usos del puerto, o si tuviere sus anclas sin las boyas necesarias;
2°. Si zarpare de noche sin haberse puesto previamente en franquía, o navegare a toda máquina a la inmediación de otro que estuviere fondeado o a la capa;
3o. Si a la entrada de un puerto, el buque tratase de tomar la delantera a otro que le preceda, o si a la salida no cediere el paso al que entrare al puerto;
4o. Si navegando con viento en popa, en una dirección tal que pueda encontrarse con otro en un puntodeintersccción.no tomare las precauciones necesarias para evitar el
abordaje; 5°. Si el buque, cualquiera que sea el punto donde se encuentre, no tuviere encendidas sus luces siendo de noche.
494 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Artículo 1134.—Si después del abordaje perece el buque al dirigirse a un puerto de arribada para reparar sus averías, se presume que la pérdida ha sido causada por
aquel accidente.

CAPÍTULO VI De la arribada forzosa


Artículo 1135.—Llámese arribada forzosa la entrada necesaria del buque a un puerto o lugar distinto del prefijado para el viaje convenido.

Artículo 1136.—La arribada forzosa es legítima o ilegítima.


Es legítima la que procede de caso fortuito inevitable, e ilegítima la que trae su origen del dolo, negligencia o impericia del capitán.

Artículo 1137.—Son justas causas de arribada:


Io. La falta de víveres;
2°. El temor fundado de enemigos o piratas;
3”. Cualquier accidente en la tripulación o el buque, que le inhabilite para continuar el viaje.

Artículo 1138.—La justicia de la causa no legítima la arribada en los siguientes casos: I o. Si la faltade víveres proviene de sucorrupción o perdida por mala colocación o
descuido en su custodia y conservación, de no haberse hecho el aprovisionamiento necesario según el uso y circunstancias de la navegación;
2“. Si e.l riesgo de enemigos o piratas no fuere manifiesto y fundado en hechos positivos y justificados:
3“. Si la peste u otras enfermedades de la tripulación procedieren de la mala calidad de ¡os víveres que forman el aprovisionamiento del buque;
4°. Si la inhabilitación de éste proviniere de no haberlo reparado, pertrechado y equipado convenientemente para el viaje, de alguna disposición desacertada del capitán o de
no haber tomado la que convenía para evitar el descalabro.

Artículo 1139.—La resolución de la arribada forzosa corresponde a la junta de oficiales y se llevará a efecto lo que acuerde la mayoría de vocales, computada en los
términos del artículo 1096.
Los cargadores presentes o sobrecargos serán citados ala junta para los efectos que indica el artículo precitado.
El acta será redactada, firmada y presentada en la forma que prescribe el artículo 1098, y las protestas serán insertadas literalmente en ella.

Artículo 1140.—Los gastos de la arribada legítima proveniente de un hecho que constituya avería común serán de la responsabilidad del buque y del cargamento; pero
si la arribada trajere su origen en un hecho constitutivo de avería particular, los gastos serán de la exclusiva cuenta del buque.
Los gastos de la arribada i legítima son de la responsabilidad del n aviero, salvo s u derecho para reclamar la debida indemnización de la persona que la hubiere
causado.

%
René Arturo Villegas Lara 399

Artículo 1141— El naviero y capitán no son responsables a los cargadores de los daños y perjuicios que les ocasione la arribada legítima.
Pero si la arribada fuere ilegítima, ambos serán solidariamente obligados a indemnizar a los cargadores.

Artículo 1142.—El capitán no podrá descargar las mercaderías en el puerto de arribada forzosa sino en los casos siguientes:
Io. Si los cargadores lo exigieren para prevenir el daño de las mercaderías;
2o. Si la descarga fuere indispensable para hacer la reparación del buque;
3*. Si se reconociere que el cargamento ha sufrido avería.
En los últimos casos el capitán solicitará la competente autorización del Juzgado respectivo; y si el puerto de arribada fuere extranjero, del Cónsul guatemalteco o, en
su defecto, de la autoridad local.
Los gastos de la descarga y recarga serán de cuenta de los cargadores.

Artículo 1143.—Notándose que la carga ha sufrido avería, el capitán hará la protesta que prescribe el inciso 17 del artículo 908 ante la autoridad competente y
cumplirá las órdenes que el cargador presente o su consignatario le comunique acerca de las mercaderías averiadas.

Artículo 1144.—No encontrándose el propietario de las mercaderías averiadas o persona que le represente, el capitán pedirá al Juzgado respectivo, al Agente
Consular o a la autoridad local en sus respectivos casos, el nombramiento de peritos para que, previo reconocimiento de las mercaderías averiadas, informen acerca de la
naturaleza y extensión de la avería, de los medies de repararla o evitar su propagación, y si será o no conveniente, el reembarque y conducción de las mercaderías al puerto
de la consignación.
En vista del informe de los peritos, la autoridad que conozca del caso proveerá la reparación y reembarque de las mercaderías, o que se mantengan en depósito
según lo juzgare conveniente a los intereses del propietario, y el capitán llevará a efecto bajo su responsabilidad lo que se dccrctarc.

Artículo 1145. —Ordenándose la reparación y reembarque, el capitán empleará sucesivamente para cubrir los ga¡>lus que taies operaciones exijan, los arbitrios que
se expresan a continuación:
Io. Tomar de la caja del buque la cantidad necesaria, con calidad de reintegro y abono del
interés corriente;
2o. Contratar un préstamo a la gruesa sobre las mismas mercaderías, previa autorización según
lo prescribe el inciso 8 o. del artículo 901;
3o. Solicitar de la autoridad competente la venta pública de las mercaderías averiadas, hasta
la cantidad indispensable para cubrir los gastos.
El capitán, o el dador en su caso tienen privilegio sobre todos los acreedores para ser reintegrados del capital e intereses del préstamo con el producto de las
mercaderías averiadas.

Artículo 1146.—Decretándose el depósito, el capitán dará cuenta al cargador o a su consignatario para que resuelva lo que mejor le convenga.
Pero si el mal estado de las mercaderías ofreciere un inminente peligro de pérdida o aumento de deterioro, el capitán pedirá que se proceda inmediatamente a su
venta en pública subasta.
Con su producto pagará los gastos causados y los fletes que hubiere devengado el buque en p roporción d el camino a ndado, y d epositará e 1 resto a 1 a o rden d el
interesado, d ándole d esde luego el correspondiente aviso.

Artículo 1147.—El capitán está obligado, bajo responsabilidad de daños y perjuicios, a continuar el viaje tan luego como cese la causa de la arribada forzosa.
Pero si ésta fuere motivada por temor de enemigos o piratas, el capitán no podrá hacerse de nuevo a la mar sin el previo acuerdo de la junta de oficiales en la forma
que determina el artículo 1096.

Artículo 1148.—Corresponde al capitán la custodia de las mercaderías descargadas hasta que se entreguen, reembarquen, depositen o vendan y salvo los casos
fortuitos o de fuerza mayor, será personalmente responsable de su conservación.

CAPÍTULO VII Del naufragio y varamiento


Artículo 1149.—Perdiéndose la esperanza de salvar el buque y permitiéndolo la urgencia del caso, el capitán reunirá la junta de oficiales en la forma que dispone el
artículo 1096 y someterá a su deliberación, si atendidas las circunstancias, debe o no abandonarse el buque.
Resolviéndose el abandono, el capitán cumplirá las obligaciones que le imponen los incisos números 8 y 9 del artículo 908 y si llegare a consumarse el naufragio,
recogerá los fragmentos del buque y los restos del cargamento.
400 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

Artículo 1150.—Naufragando el buque que va en convoy o en conserva, se distribuirá entre los demás que lo acompañen, en proporción al espacio que cada uno tenga
desembarazado, la parte de la carga y pertrechos que se hubieren salvado.
Si alguno de los capitanes rehusare sin justa causa recibir la parte de la carga que le corresponda, el capitán náufrago protestará contra él ante dos oficiales de mar, los
daños y perjuicios que causa su negativa y ratificará la protesta en el primer puerto de arribada dentro del término legal.
U'na copia de ia protesta será agregada ai proceso informativo de que traía ci inciso 9". del artículo 908.

Artículo 1151.—El capitán que reciba mercaderías náufragas no está obligado a variar de rumbo para transportarlas al puerto de la consignación; pero deberá
conducirlas al del destino de su buque y entregarlas a los propietarios o consignatarios.
Por falta de unos y otros pondrá las mercaderías a disposición del tribunal respectivo para que ordene su depósito por cuenta de los interesados.

Artículo 1152.—Caso que sin variar de rumbo y continuando el mismo viaje sea posible descargar las mercaderías náufragas en el puerto al que fueren destinadas, el
capitán podrá arribar con este objeto, siempre que lo consientan los cargadores o sobrecargos y los pasajeros y oficiales del buque, consultados en la forma que prescribe el
artículo 1096, que el puerto no sea de peligroso acceso y que no haya temor fundado de piratas o enemigos.
Los daños que cause la arribada ejecutada sin el consentimiento de todas las personas expresadas, así como los perjuicios, serán de la responsabilidad del capitán.
Artículo 1153.—En los casos previstos en los dos artículos anteriores las mercaderías conducidas responden privilegiadamente del pago del flete y de los gastos de
arribada, descarga y cualquiera otro que se haga por causa y en beneficio de ella.
El capitán del buque que verifica el transporte de las mercaderías náufragas gozará del privilegio que establece el párrafo final del artículo 1145 por las cantidades
que anticipe y el interés corriente.
El flete, si no hubiere convenio, será regulado por peritos en el puerto de la descarga, teniendo en consideración la distancia recorrida, la demora que sufra el buque,
las dificultades vencidas y los riesgos corridos para recoger y poner a bordo las mercaderías.

Artículo 1154.—El capitán que sin hallarse presente en los momentos del naufragio encontrare mercaderías náufragas, estará obligado a recogerlas, transportarlas y
entregarlas al propietario o a la persona que la represente, cobrando los gastos y fletes que correspondan.

Artículo 1155.—Siempre que el capitán náufrago o algún corresponsal de los cargadores o consignatarios rehúse anticipar las cantidades necesarias para pagar los
fletes y gastos, el Juzgado respectivo mandará vender en pública subasta la parte de los objetos salvados que considere suficiente para cubrir su monto.

Artículo 1156.—Ninguna persona podrá entrar al buque con pretexto de socorrerlo o salvarlo del naufragio o varamiento, emprender el salvamento del que se
encuentre encallado o quebrantado, ni recoger objetos náufragos que floten en el mar o salgan a la costa, sin ¿I expreso consentimiento del capitán presente o del oficial que
lo reemplace.

Artículo 1157.—Las personas que tengan conocimiento de un naufragio o varamiento en lascostasde la República o de la s alida de ellas de los fragmentos de
unbuqueo de losrestos de un cargamento, cumplirán las obligaciones que impone el derecho, quedando sujetas a la acción y pena que él establece siempre que se apropien
objetos náufragos.
En el caso de pillaje, la conducta de los individuos que no denuncien el naufragio o varamiento será examinada por la autoridad competente para investigar su
complicidad en aquel delito.

Artículo 1158.—El funcionario público a quien se denuncie, un naufragio o varamiento ocurrido en el distrito de su jurisdicción, se traslada rá inmediatamente al
lugar del suceso y dictará todas las providencias conducentes a la salvación de los hombres de mar, del buque, sus papeles, libros y cargamento y a la conservación de los
objetos que se puedan salvar.
Evacuadas estas diligencias, dará cuenta al Juzgado del departamento para que proceda a lo que haya lugar conforme a derecho.

Artículo 1159.—Fuera del caso indicado en el artículo 1154, los objetos salvados serán vendidos en pública subasta si no fuere posible conservarlos por estar
averiados o hallarse expuestos a perderse o deteriorarse por vicio propio.
El producto de la venta será judicialmente depositado por cuenta de quien corresponda.

Artículo 1160.—El naviero y los cargadores podrán reclamar del capitán o piloto la competente indemnización con arreglo a lo dispuesto en el artículo 915, siempre
que el naufragio o Vaíamicnto provenga de dolo, cuífi z impericia de alguno de ellos.
401 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Si el naufragio o varamiento procediere de que el buque no fue convenientemente reparado y pertrechado para el viaje, el naviero responderá exclusivamente a los
cargadores de los perjuicios causados a la carga, salvo su derecho contra los que hubieren practicado el reconocimiento ordenado en !e inciso 3o. del artículo 902.

Artículo 1161.—Los objetos salvados del naufragio o varamiento o el producto líquido de su venta son privilegiadamente responsables de los gastos hechos y de los
salarios debidos por los servicios prestados para salvarlos; y los propietarios deberán pagar el importe de unos y otros antes de la entrega, a no ser que p resten fianza a
satisfacción de los interesados.

Artículo 1162.—Son casos de salvamento:


Io. Si el buque o su carga fueren repuestos en alta mar o conducidos a buen puerto y si fueren extraídos del fondo del mar algunos objetos pertenecientes al buque o
cargamento; 2o. Si el buque o mercaderías encontradas sin dirección en alta mar o en la costa fueren salvadas;
3o. Si se salvare la carga del buque varado en la costa o arrojada contra las rompientes, encontrándose en un peligro tal que no ofrezca seguridad a la tripulación y
mercaderías; 4 o. Si se extrae la carga de un buque destrozado;
5o. Si el buque abandonado por la tripulación fuere ocupado por personas resueltas a salvarlo y conducirlo a puerto seguro con toda la carga o parle de ella.

Artículo 1163.—En la estimación del salario de salvamento se tendrán en consideración la prontitud del servicio, el tiempo empleado en el número de personas
necesario para prestar una asistencia eficaz, la naturaleza del servicio, el peligro corrido para prestarlo y el que corrían los objetos salvados, la fidelidad con que estos hayan
sido entregados y su valor determinado por peritos.

Artículo 1164.—Los salarios serán fijados por la autoridad que presida el salvamento y en su caso, por el respectivo Juez del departamento.

Artículo 1165—El primer denunciante del naufragio o varamiento tiene derecho a una prima de aviso que será regulada por el funcionario que asista a! salvamento,
atendidas las circunstancias de! caso.
Reuniendo una misma persona la doble calidad de denunciante y salvador, la gratificación del salvamento podrá extenderse hasta el tercio del valor de los objetos
salvados, previa deducción del importe del salario de asistencia y salvamento.

Artículo 1166.—Los individuos que ocupen el buque con el designio de salvarlo, lo pondrán a disposición del capitán o de los oficiales al primer requerimiento que
se les dirija, bajo pena de perder su salario y de responder de los daños y perjuicios.
La entrega del buque dejará a salvo los derechos ya adquiridos por el salvamento.

TÍTULO VI

Del préstamo a la gruesa o a riesgo marítimo

CAPÍTULO I

Disposiciones generales
Artículo 1167.—Se reputará préstamo a la gruesa o a riesgo marítimo aquel en que, bajo cualquiera condición, dependa el reembolso de la suma prestada y el premio
por ella convenido del feliz arribo a puerto de los efectos sobre que esté hecho o del valor que obtengan en caso de siniestro.
El que entrega la cantidad se denomina prestador o dador el que la recibe prestatario o tomador, y el premio convenido cambio, provecho o
interés marítimo.

CAPÍTULO II

De la forma y registro del préstamo y de la cesión de las pólizas

Artículo 1168—El préstamo a la gruesa puede ser hecho por viaje redondo, sólo por la ida o sólo por la vuelta. Puede también ser hecho por un tiempo limitado, sea
con designación de viaje, sea por todos los que emprenda el buque en el tiempo que se prefije.
En caso de duda acerca del viaje convenido se entenderá que el préstamo ha sido hecho por el viaje de ida y vuelta.

Artículo 1169.—Los contratos a la gruesa deberán celebrarse en escritura pública o documento privado.
Las p ólizas privadas h aran f e en j uicio s i fueren reconocidas e n la f orma q ue determina e I artículo 982.
Los préstamos celebrados de palabra son ineficaces en juicio y no se admitirá prueba sobre
U J I Q C r oJv Q q itA A 1 rJ p r a r H Q CXCCílS ¿i tíCSClCHtOS (jüwlZulw
402 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

Artículo 1170.—La escritura de préstamo a riesgo marítimo deberá expresar;


Io. Los nombres, apellidos y domicilio del prestador y del tomador;
2°. El capital prestado y el premio convenido;
3°. Los objetos afectos al pago del préstamo;
4°. El viaje y los riesgos marítimos que el dador haya tomado sobre sí;
5o. El nombre y apellidos del capitán, así como su domicilio;
ó9. La época del reembolso;
7°. La clase, nombre y matrícula del buque; y,
8°. Las demás formalidades prescritas para toda clase de escrituras.

Artículo 1171.—Omitiéndose en la escritura o póliza las designaciones indicadas en los números I o., 2°., 3 o. y 4 o. del anterior artículo, el préstamo a que se refiere será
considerado como terrestre y el dador sólo tendrá derecho a la restitución del capital y al pago del interés corriente de plaza sin privilegio.
Artículo 1172.—Los préstamos a la gruesa hechos antes de principiarse el viaje serán anotados en los conocimientos de la carga, designándose la persona a quien el
capitán deba dar aviso de su feliz arribo al puerto de descarga.
Omitidas la anotación y designación indicadas, el consignatario que hubiere aceptado letras por cuenta de la carga será preferido al portador de la póliza del
préstamo.
Ignorando quien sea la persona a quien deba notificar el feliz arribo del buque, el capitán podrá descargar y entregar las mercaderías que conduzca sin contraer
responsabilidad alguna a favor del portador de la póliza del préstamo.

Artículo 1173.—Las pólizas de préstamo a la gruesa pueden ser otorgadas y cedidas en la misma forma que los conocimientos.
La cesión transfiere al cesionario todos ios derechos y obligaciones del cedente y produce acción a favor de aquél para demandar a éste, en caso de insolvencia del
tomador, el capital prestado, los intereses corrientes de tierra y los gastos.
Esta acción se extiende al provecho marítimo, a menos que las partes estipulen expresamente lo contrario.

Artículo 1174.—Teniendo el préstamo a la gruesa un plazo fijo, el cesionario exigirá el pago el día del vencimiento y no obteniéndolo, forma lizará el correspondiente
protesto en el día siguiente, bajo pena de caducidad de la acción.
Si el plazo fuere indeterminado, el cesionario solicitará el reembolso en el mismo día que llegue a su noticia el suceso de que dependa la exigibilidad del contrato; y si
no fuere pagado levantará al siguiente el respectivo protesto.

Artículo 1175.—La interpretación de las cláusulas obscuras o dudosas del contrato se hará a favor del tomador.

CAPÍTULO III De las personas capaces para dar y tomar a la gruesa


Artículo 1176.—Pueden tomar a la gruesa todos los que tienen la libre administración de sus bienes.

Artículo 1177.—Son h ábiles p ara tomar u n p réstamo a I a g ruesa, el p ropietario d el b uque, el naviero y los cargadores.
El propietario que no sea naviero sólo podrá contratar un préstamo a la gruesa sobre el casco y quilla del buque; y siendo muchos los propietarios, será preciso el
acuerdo de la mayoría.
El simple naviero no puede tomar a la gruesa sino sobre el armamento, vituallas y demás objetos que le pertenezcan.

Artículo 1178.—El capitán no puede en caso alguno contratar un préstamo a la gruesa en el lugar donde resida el naviero o su consignatario, a no ser que alguno de
éstos intervenga en el otorgamiento de la escritura o póliza o le autorice especialmente por escrito para tomar el préstamo.

Artículo 1179.—Si el buque fuere armado en otro lugar que el de la residencia del naviero o consignatario, el capitán que no haya sido provisto de fondos puede tomar
dinero a la gruesa para habilitarlo y ponerlo en estado de navegar.
Artículo 1180.—Durante la navegación no podrá el capitán celebrar un préstamo sino en el caso y con las solemnidades prescritas en el inciso 8 o. del artículo 901.
Contraviniendo aquellas disposiciones, el capitán será personalmente responsable al dador de buena fe del cumplimiento del contrato.
Pagando el naviero al dador, podrá reclamar del capitán el reembolso de la cantidad prestada y el premio correspondiente previa deducción de los gastos útilmente
hechos en la reparación del buque.
El dador de un préstamo contratado por el capitán fuera del caso previsto en el inciso 8* del artículo precitado, no podrá re clamar el pago privilegiado en perjuicio de
terceros interesados.

CAPÍTULO IV Del capital y premio y de las cosas afectas al préstamo


René Arturo Villegas Lara 403

Artículo 1181.—Puede hacerse el préstamo a la gruesa no solamente en dinero efectivo sino también en cosas fungibles, estimadas en una cantidad fija, con tal que
sean adecuadas para el consumo de la tripulación o servicio del buque y que puedan ser objeto de una especulación lícita.

Artículo 1182.—El cambio marítimo no está sujeto a tasa alguna y las partes podrán determinarlo libremente señalando una cantidad dada por e l viaje o una suma
cierta por mei o por ida y vuelta y convenir en que el premio se aumente o disminuya según el aumento o disminución de los riesgos o de la duración del viaje.
En efecto de una convención expresa, la supervivencia de un aumento o disminución de riesgos y la prolongación o acortamiento del viaje no dan derecho a un
aumento o disminución del provecho marítimo.

Artículo 1183.—Pueden ser obligadas al préstamo a la gruesa todas las cosas vendibles expuestas a riesgos marítimos.
En consecuencia, el préstamo a la gruesa sólo podrá ser contratado conjunta o separadamente sobre estos objetos:
1°. El casco y quilla del buque;
2o. J.ns anareios de! mismo;
3°. El armamento y vituallas;
4°. Las mercaderías cargadas.

Articulo 1184.— Constituido el préstamo a la gruesa sobre el casco y quilla quedan afectos privilegiadamente al pago del capital y cambio marítimo, el mismo
buque, los aparejos, el armamento y en general, todos los accesorios de él.
Contraído sobre la carga, sin otra designación, quedan afectas en la forma expresada todas las mercaderías que la componen siempre que la cantidad prestada sea
equivalente al valor convencional o estimativo que tengan; pero, en el caso contrario, el privilegio afectará taxativamente una parte indivisa, determinada por la relación de la
suma prestada con el valor íntegro de la carga.
Recayendo sobre un objeto determinado del buque o carga, el privilegio sólo afectará esc objeto en la proporción que establece el párrafo anterior.
Artículo 1185.—Se prohíbe bajo pena de nulidad todo convenio que directa o indirectamente tienda a libertar al dador de la pérdida del capital prestado y de su
premio.

Artículo 1186.—No podrá tomarse a la gruesa sino hasta la suma concurrente a! valor que los objetos afectos al pago tengan en el puerto dond e principien a correr los
riesgos.

Artículo 1187.—Todo préstamo que exceda el límite que designa el precedente artículo podrá ser declarado nulo a solicitud del dador, acreditando que hubo fraude de
parte del tomador; y en tal caso, éste deberá restituir el capital con el premio estipulado, aun cuando el prestador no haya corrido riesgo alguno.
No habiendo fraude, valdrá el préstamo hasta el monto del valor que, a juicio de peritos, tengan al tiempo del contrato los objetos afectos al pago; y la cantidad
excedente será devuelta al dador con el interés corriente de plaza, aunque hayan perecido las cosas afectas al préstamo.
Las reglas de los dos párrafos precedentes serán también aplicables al caso en que el tomador no invierta en la carga toda la cantidad prestada con ese objeto o no
cargue todas las mercaderías recibidas en préstamo.

Artículo 1188.—No puede tomarse un préstamo a la gruesa sobre los objetos siguientes: 1°. La vida de los pasajeros y gente de la tripulación;
2°. Los salarios de la gente de mar;
3o. Los fletes no devengados;
4o. Las ganancias esperadas;
5°. Las cosas que estén corriendo los riesgos de mar ai tiempo del contrato;
6°. Los objetos asegurados o afectos al pago de un préstamo anterior, salvo en la parte que
no estuviere protegida o gravada;
V. Las mercaderías de ilícito comercio.

Artículo 1189.—El préstamo a la gruesa sobre el flete no devengado o las ganancias esperadas no confieren al dador más derecho que el reembo lso del capital sin
interés alguno.

Artículo 1190.—El privilegio del dador se extiende respectivamente a las ganancias realizadas por el cargador y a los fletes devengados por el naviero, aun en el caso
de haberlos recibido anticipadamente.
Pero este privilegio no podrá ser ejercitado sobre los fletes estipulados con la condición de que en todo evento serán adquiridos por el prestamista.

Artículo 1191— Si en la escritura o póliza de un préstamo a la gruesa sobre el cargamento se concediere la facultad de hacer escala, quedarán obligadas no sólo las
404 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

mercaderías embarcadas en el puerto de salida sino también las cargadas por el tomador durante el viaje.
Celebrado el préstamo a la gruesa por viaje redondo se entenderán afectas a él las mercaderías de retorno cargadas en el buque que designe la póliza del contrato.

CAPÍTULO V

De los derechos y obligaciones del prestamista y prestador

Artículo 1192.—El préstamo a la gruesa puede ser afianzado y el fiador se entenderá solidariamente obligado con el tomador, a menos que las partes acordaren otra
cosa.
René Arturo Villegas Lara 405

Artículo 1193—El prestador a la gruesa toma por su cuenta todos los casos fortuitos y de fuerza mayor conocidos bajo la denominación de fortuna de mar que pueden
causar la pérdida total de los objetos gravados en el tiempo y en los lugares convenidos.
Los riesgos podrán ser convencionalmente ampliados; pero el dador a la gruesa no podrá limitarlos sino a los términos permitidos en el párrafo 2 o. del artículo 1198.

Artículo 1194.—Si el principio y conclusión de los riesgos no fueren fijados en la póliza del contrato, comenzarán a correr por cuenta del dador respecto del buque,
aparejos, armamento y vituallas, desde el momento en que el buque se haga a la mar hasta que quede fondeado en el puerto de su destino.
En cuanto a las mercaderías, los riesgos comenzarán a correr desde que sean cargadas en lanchas u otros buques menores en el muelle o playa del puerto de la
expedición y concluirán en el momento en que sean puestas en tierra en el puerto al que fueren destinadas.
Esta reglano es aplicable, a menos de convenio en contrario, al caso en que la carga o la descarga se verifique bajando o subiendo un río.

Artículo 1195—El puerto del destino es aquel a donde se dirige el buque cuando el dador toma por su cuenta los riesgos de ida o vuelta solamente, y el de la
expedición cuando éstos corren a su cargo acumulativamente por la ida, permanencia y vuelta del buque.

Artículo 1196.—Los riesgos de merma, deterioro o pérdida de las cosas obligadas al préstamo a la gruesa no son de la responsabilidad del dador cuando tale»
accidentes proceden de alguna de estas causas:
1°. Vicio propio de la cosa obligada;
2’. Dolo o culpa del capitán o tripulación;
3o. Variación voluntaria de ruta o de viaje después de principiado éste;
4a. Cambio del buque designado en el contrato, salvo que después de principiados los riesgos
ocurra un caso fortuito o de fuerza mayor que haga indispensable el transbordo de la carga; 5". Dolo o culpa del tomador;
6o. Empleo del buque en un comercio prohibido.
En todos los casos indicados el dador tiene derecho al reembolso del capital prestado y premio convenido, a no ser que las partes acuerden lo contrario.

Artículo 1197.—El prestador a la gruesa puede tomar por su cuenta las pérdidas provenientes de cualquiera de las causas expresadas en los cuatro primeros incisos
del anterior artículo. Pero le es prohibido constituirse responsable de las ocasionadas por las causas que se expresan en los dos últimos números del mismo artículo.

Artículo 1198.—El dador a la gruesa contribuirá en proporción de su interés al pago de las averías comunes y particulares que sufran los objetos afectos al préstamo.
No podrá exonerarse por pacto de la obligación de soportar hs averías comunes; pero le es permitido libertarse de la contribución al pago de las averías particulares.
El importe de las averías no será imputado al capital prestado sino desde el día en que el dadur se haya constituido en mora.

Artículo 1199.—El dador tiene derecho al pago del interés marítimo desde el momento en que comienza a correr los riesgos, aun cuando cesen antes del tiempo
convenido o sobrevenga la cesación del viaje, con tal que algún accidente de mar no haya causado la pérdida de los objetos gravados.

Artículo 1200.—El pago del capital y premio de préstamo a la gruesa sobre el casco y quilla del buque, se hará, a falta de convención, en el lugar en que se encuentre al
tiempo de la cesación de los riesgos, aun cuando ese lugar no sea al término del viaje.
Recayendo sobre la carga, se hará el pago en el puerto al que ésta fuere destinada.

Artículo 1201—No estando designada en la póliza la época del reembolso, el dador podrá pedir el capital y premio, si el préstamo recayera sobre la carga, luego que
los riesgos hayan cesado de correr por su cuenta; y en caso de mora el tomador pagará el interés de plaza sobre el capital prestado.
Si el préstamo fuere hecho sobre el buque, el prestador a la gruesa no podrá exigir el pago sino un mes después de la cesación de los riesgos; pero durante este plazo
el tomador deberá abonar el interés corriente de tierra sobre la cantidad prestada.
El prestamista abonará también al dador el interés expresado, sobre la cantidad a que ascienda el provecho marítimo, desde la fecha de la demanda judicial.

Artículo 1202.—Las cantidades tomadas a la gruesa sobre el buque para su último viaje serán reembolsadas con preferencia a las prestadas para los anteriores, aunque
sean dejadas en poder del tomador por vía de prórroga o de renovación.
Los préstamos a la gruesa celebrados durante el viaje serán preferidos a los hechos antes déla salida del buque; y concurriendo muchos, contratados en diversas
épocas del mismo viaje, serán preferidos entre sí por el orden inverso de sus respectivas fechas.
Los contraídos en un mismo lugar y para subvenir a las mismas necesidades serán pagados a prorrata, sin consideración a su fecha.

Artículo 1203.—Los préstamos a la gruesa hechos sobre el cargamento no tienen entre sí preferencia alguna y serán pagados sueldo a libra sea cual fuere la época de su
celebración y aun cuando los hechos durante el viaje tengan por objeto aumentar la carga.‘
406 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

Artículo 1204.—Concurriendo un préstamo a la gruesa, tomado antes del viaje, y un seguro sobre el buque o la carga, el producto de los objetos salvados de un
siniestro mayor, deducidos los costos del salvamento y los salarios del capitán y tripulación, será dividido sueldo a libra entre el prestador por su capital y el asegurador por la
cantidad asegurada, siempre que ésta cupiere, al tiempo de celebrarse el seguro, en valor libre de los objetos gravados. 68
En el caso contrario, el asegurador percibirá solamente la parte proporcional al resto del 'valor de la cosa asegurada, previa la expresada deducción.

Artículo 1205.—Celebrándose dos préstamos a la gruesa, uno sobre el casco y quilla y otro sobre uno o más objetos accesorios del buque, ambos prestadores tendrán
derecho sobre el flete de las mercaderías salvadas en proporción al valor del buque y de los objetos accesorios.

Artículo 1206.—Las acciones del dador quedan extinguidas por la pérdida total de los objetos afectos al préstamo marítimo, ocurriendo en el lugar y tiempo
convenidos para correr los riesgos y procediendo de los que aquél hubiere tomado a su cargo por pacto o debiere tomar en virtud de la ley.
Entiéndese por lugar convenido el buque, el viaje y la ruta que designe la póliza.

Artículo 1207. —En el primer caso a que se refiere el párrafo segundo del artículo 1184 la pérdida parcial extingue las acciones del dador hasta el monto del producto
de los objetos salvados, previa deducción del costo del salvamento y los salarios del capitán y tripulación.
En el segundo caso del precitado párrafo las acciones del dador quedan también extinguidas hasta la suma que sobre el producto de los objetos salvados le
corresponda en concurrencia con el tomador, representando el primero su capital solamente y el segundo la cantidad que complete el valor de los objetos gravados.

Artículo 1208.—El préstamo a la gruesa no tendrá efecto alguno si los objetos sobre que recae no llegaren a estar en peligro, sea por hecho del prestamista o por caso
fortuito o fuerza mayor.
En el primer caso el prestador podrá demandar la devolución del capital con el interés corriente de tierra desde el día de la entrega. En el segundo podrá exigir el
reembolso del capital con el interés corriente de plaza desde que el tomador se constituya en mora.
La restitución del capital e intereses se hará con la preferencia que corresponda.

Artículo 1209.—Descargando el tomador durante la travesía, parte de las mercaderías afectas al préstamo por haberse reservado expresamente la facultad de hacerlo,
el dador no podrá perseguir esas mercaderías caso que después de su desembarque ocurriere algún siniestro mayor; pero tendrá derecho para exigir del tomador la
justificación de que trata el artículo 1212.
Si las mercaderías restantes fueren de un valor inferior a la cantidad prestada, el dador podrá demandar la rescisión proporcional del préstamo.

Artículo 1210.—Salvándose total o parcialmente las cosas afectas al préstamo alagruesa, el tomador pagará al dador el capital con el premio estipulado, en la forma,
lugar y tiempo que determinan los artículos 1167, 1200 y 1201.

Artículo 1211.—Si el buque o la carga afectos al préstamo sufrieren un sinistro mayor, el tomador estará obligado. hajo responsabilidad de daños y perjuicios, a
comunicarlo al dador tan luego como el suceso llegue a su conocimiento.
Deberá además practicar todas las diligencias conducentes a la salvación del buque a costa de los objetos gravados, siempre que se encuentren en un lugar próximo
al del desastre, y no verificándolo, será responsable de todos los daños y perjuicios que su negligencia cause al prestador.

Artículo 1212.—La prueba de la pérdida de los objetos gravados incumbe al tomador, y si el préstamo fuere hecho sobre el cargamento, le corresponde también
acreditar que al tiempo del siniestro existían en el buque por su cuenta mercaderías de un valor equivalente a la suma prestada y que corrieron los riesgos.
El dador no está obligado a justificar que la cantidad prestada ha sido útilmente empleada por el tomador.

Artículo 1213.—El tercero que en el caso de un siniestro mayor paga deudas preferidas a las procedentes de un préstamo a la gruesa queda subrogado de pleno
derecho al acreedor pagado.

68 "Sueldo a libra", expresión con que se explica la proporción con que se reputa una cosa según lo que conesponde al capital que cada uno tiene. -Diccionario de la
Lengua Castellana.
407 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

TÍTULO VII

Del seguro marítimo

CAPÍTULO I

De la forma interna del seguro


Artículo 1214.—Las disposiciones que contienen los artículos 484 y siguientes hasta el 529 inclusive, son aplicables a los seguros marítimos, salvo los casos
exceptuados en el presente Título.

Artículo 1215. —Son objeto del seguro marítimo:


1°. El casco y quilla del buque, armado o desarmado, con carga o sin ella, sea que esté fondeado en el puerto de su matrícula o en el de su armamento, sea que vaya navegando
solo, en convoy o en conserva;
2o. Los aparejos;
3o. El armamento;
4o. Las vituallas;
5o. El costo del seguro;
6°. Las cantidades dadas a la gruesa;
T. La vida y libertad de los hombres de mar y de los pasajeros;
8U. Las mercaderías cargadas y, en general, todas las cosas de valor estimables en dinero expuestas a los riesgos de pérdida o deterioro por accidente de la navegación.

Artículo 1216. —Fuera de las cosas expresadas en el inciso 2 o. del artículo 492 no pueden ser asegurados:
P. Los sueldos del capitán y tripulación;
2". El flete no adquirido del cargamento existente a bordo;
3°. Las cantidades tomadas a la gruesa;
4o. Los premios de los préstamos marítimos;
5o. Las cosas pertenecientes a súbditos de r.acién enemiga;
6°. El buque habitualmente ocupado en el contrabando, ni el daño que se sobrevenga por haberlo hecho.

Artículo 1217.—El seguro genérico del buque o del cargamento no comprende sino el objeto expresado en la póliza, aun cuando ambas cosas pertenezcan al mismo
naviero.
El seguro sobre el casco y quilla del buque abraza los aparejos, el armamento, las vituallas y todos los accesorios, salvo estipulación en contrario.
El seguro del cargamento, sin otra designación, comprende todas las mercaderías embarcadas fuera del oro o plata amonedados, las barras de estos mismos metales,
las municiones de guerra, los diamantes, perlas y demás objetos preciosos.
Los objetos exceptuados en el párrafo precedente deberán ser especificados necesariamente en la póliza.
Si el seguro fuere hecho por viaje redondo comprende también las mercaderías cargadas en el puerto del destino y en los de escala de la travesía de la vuelta.
Artículo 1218.—El buque puede ser asegurado por todo el valor del casco y quilla, aparejos, armamento y vituallas, deduciéndose previamente las cantidades tomadas
a la gruesa.
El cargamento podrá también ser asegurado, previa la deducción expresada, por el íntegro valor que las mercaderías tengan en el puerto de la expedición al tiempo de
su embarque, incluso los gastos causados hasta ponerlas a bordo y la prima del seguro.

Artículo 1219.—El seguro puede versar conjunta o separadamente sobre el todo o parte de los objetos expresados en el artículo 1215 y celebrarse:
a) En tiempo de paz o de guerra;
b) Antes de principiarse el viaje o hallándose éste pendiente;
c) Por el viaje de ida y vuelta o por uno solo de ellos;
d) Por toda la duración del viaje o por un tiempo limitado;
e) Por todos los riesgos de mar o solamente por alguno de ellos;
f) Sobre buenas o malas noticias.
408 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

Artículo 1220.—Por el hecho de la suscripción de la póliza se presume que los interesados han reconocido justa la valuación hecha en ella de las cosas aseguradas;
pero tanto el asegurado como el asegurador podrán reclamar contra ella en virtud del derecho que le otorga el artículo 498.
Ni el asegurado ni el asegurador podrán ejercitar esc derecho después de tener conocimiento del feliz arribo o de la pérdida o deterioro de los objetos asegurados.

Artículo 1221.—En el caso del artículo 503 el valor de las mercaderías aseguradas se fijará por peritos, tomándose por base el precio que se les asigne con arreglo a lo
dispuesto en el párrafo segundo del artículo 1218.

Artículo 1222.—No determinándose en la póliza el valor de las cosas aseguradas y consistiendo éstas en los retornos de un país donde no se haga el comercio sino por
cambios, la valuación se hará por el precio que tengan las mercaderías permutadas en el puerto de su carga, incluyendo todos los gastos posteriores.

Artículo 1223— La valuación hecha en moneda extranjera se reducirá a ia de la República conforme al curso del cambio en el día en que se hubiese firmado la póliza.

Artículo 1224 — En el seguro marítimo las cosas aseguradas corren los riesgos de tempestad, naufragio, varamiento con rotura o sin ella, abordaje fortuito, cambio
forzado de ruta, de viaje o de buque, echazón, fuego, apresamiento, saqueo, declaración de guerra, embargo por orden de autoridad competente, retención por orden de
alguna potencia extranjera, represalias y, generalmente todos los casos fortuitos que ocurran en el mar, salvo los exceptuados expresamente en la póliza.

Artículo 1225.—No fijándose en la póliza el principio y fin de los riesgos se entenderá que principian y concluyen para los aseguradores en las épocas que determina
el artículo 1194.
En el seguro de sumas prestadas a la gruesa los riesgos comienzan y acaban para los aseguradores desde el momento en que comienzan y acabar, para el dador, según
la ley o la convención notificada a los aseguradores.
Artículo 12-26.—Revocado o variado el viaje antes de que las cosas aseguradas hayan principiado a correr los riesgos, el seguro quedará rescindido.

Artículo 1227.—Es de ningún valor el seguro contratado con posterioridad a la cesación de los riesgos si al tiempo de firmar la póliza el asegurado o su mandatario
tuviere conocimiento de la pérdida de los objetos asegurados o el asegurador de su feliz arribo.
Este conocimiento puede acreditarse por cualquiera de los medios probatorios que admite este Código.

Artículo 1 228.—Se presume de derecho el conocimiento del asegurador o asegurado si, atendida la distancia desde el sitio del arribo o pérdida del buque, o desde el
punto de donde se haya tenido la primera noticia, pudo llegar al lugar del contrato antes de firmarse la póliza.
Esta presunción no tendrá lugar cuando la póliza exprese que el seguro se celebra sobre buenas o malas noticias.
En tal caso el seguro se reputará valedero a menos que se pruebe plenamente por cualquiera de los otros medios legales que el asegurado conocía la pérdida o el
asegurador el feliz arribo antes de firmarse la póliza.
No obstante la expresada cláusula, el asegurador podrá solicitar la nulidad del seguro si al tiempo de celebrarlo el asegurado le hubiere ocultado los antecedentes
que le hacían temer la pérdida de los objetos asegurados.

Artículo 1229.—Probado el fraude del asegurado o asegurador en los términos que expresa el párrafo tercero del anterior artículo, el primero pagará una doble prima
y el segundo el duplo de la misma, a más de restituir el premio, si lo hubiere recibido.
El asegurado o asegurador serán además perseguidos y castigados como reos de tentativa ■ de estafa.

Artículo 1 230.—Declarada la nulidad del seguro celebrado por muchos aseguradores, el asegurado queda exonerado de la obligación de pagar la prima, aun a los
aseguradores que no hubieren participado en el fraude.
Pero en tal caso los aseguradores fraudulentos responderán a los de buena fe de los premios que les correspondan según el contrato.

Artículo 1231.—La regla establecida en el artículo 1227 es aplicable al seguro contratado por comisión, aunque el asegurado ignore la pérdida de la cosa asegurada.
El comisionista tendrá en esa hipótesis la misma responsabilidad que si hiciera el seguro por cuenta propia.

Artículo 1232.—Aunque el comisionista ignore la pérdida, si el comitente tuviere conocimiento de ella al tiempo de dar la orden de asegurar, el seguro será nulo y en
ese caso el comitente quedará sujeto a las responsabilidades que establece el artículo 1229.

Artículo 1233.—Si el comitente y comisionista tuvieren noticia de la pérdida, ambos sufrirán por entero las penas que establece c! artículo precitado.
René Arturo Villegas Lara 409

Artículo 1234.—Las partes podrán estipular que la prima será aumentada en caso de guerra o disminuida restableciéndose la paz.
Si se omite la fijación de ia cuota, ésta será determinada por peritos teniendo en consideración el aumento o disminución de los riesgos.

Artículo 1235.—El acortamiento voluntario del viaje sin variación de ruta no autoriza la reducción de la prima.

CAPÍTULO II

De la forma externa del seguro

Artículo 1236. —Fuera de las enunciaciones que exige el artículo 486, la póliza de seguro del buque o de su cargamento deberá expresar:
Io. El nombre, apellidos y domicilio del capitán;
2o. El nombre del buque, su porte, pabellón,-matrícula, armamento y tripulación, ya se trate de seguro sobre el mismo buque o sobre las mercaderías que constituyen su
cargamento. En el primer caso el asegurado expresará la clase de construcción del buque;
3o. El lugar de la carga y de la descarga y los puertos de escala;
4o. El puerto de donde ha salido o debido salir el buque y el de su destino;
5o. El lugar donde los riesgos empiezan a correr por cuenta del asegurador, con específica designación de los que fueren excluidos del seguro;
6o. El viaje asegurado, con expresión de si el seguro es por viaje redondo o sólo por- el de ida y vuelta;
7o. La época, lugar y modo en que deba hacerse el pago de la pérdida, de los daños y de la prima;
8o. La fecha y hora del contrato, aunque el viaje no se haya principiado;
9o. Todos los demás pactos y condiciones que acuerden los interesados.

Artículo 1237.—La póliza de seguro de las cantidades dadas a la gruesa deberá expresar: P. El nombre del tomador, aun cuando sea el capitán;
2o. El nombre y destino del buque que debe hacer el viaje y el del capitán que lo mande; 3 o. Los riesgos que tome sobre sí el asegurador y los que hayan sido exceptuados por
el dador; 4a. Si las cantidades prestadas han sido empleadas en la reparación del buque o en otros gastos necesarios en el lugar de la descarga o en el puerto de arribada
forzosa.

Artículo 1238.—La póliza de seguro de vida se arreglará a lo prescrito en el artículo


542.

Artículo 1239.—Además de la enunciaciones contenidas en los números 1°., 2o. y 4 o. del artículo 1236, la póliza de seguro de la libertad de los navegantes deberá
expresar:
Io. El nombre, apellidos, edad y señales que identifiquen la persona asegurada;
2°. La cantidad convenida para el rescate y los gastos de regreso a la República;
3o. El nombre, apellidos y domicilio de la persona encargada del rescate;
4o. El término en que se ha de verificar y la indemnización que deba darse al asegurado, caso de no conseguirse.

Artículo 1240. —Los Cónsules guatemaltecos podrán autorizar las pólizas de los seguros que se celebren en las plazas de comercio de su residencia si alguno de los
contratantes fuere guatemalteco.
410 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Las pólizas autorizadas por un Cónsul guatemalteco, siempre que sea Notario en ejercicio, tendrán en la República la misma fuerza probatoria que las extendidas en
escritura pública.

Artículo 1241.—Siendo muchos los aseguradores de una misma cosa firmará la póliza simultáneamente o si no lo hicieren así, cada uno de ellos consignará antes de su
firmalafecha y hora en que la pone.

Artículo 1242.—Una sola póliza puede comprender diferentes seguros en un mismo buque.
Puede también comprender el del buque y su cargamento; pero en este caso se expresarán distintamente las cantidades aseguradas sobre cada uno de estos objetos so
pena de nulidad del seguro.

Artículo 1243.—Las disposiciones que contiene el artículo 1236 son aplicables a las pólizas del seguro marítimo.

Artículo 1244.—Las pólizas de seguro pueden ser cedidas en la misma forma y producen los mismos efectos que los conocimientos y las pólizas de préstamos a la
gruesa.

Artículo 1245.—Ignorando el asegurado la especie de mercaderías que espera o el buque que debe transportarlas, podrá celebrar el seguro en el primer caso bajo el
nombre genérico de “mercaderías”, y en el segundo, con la cláusula “en uno o más buques", con tal que manifieste en la póliza que ignora dicha circunstancia y que exprese la
fecha y firma de las órdenes o cartas de aviso que hubiere recibido.
Pero en el caso de siniestro el asegurado deberá probar la salida del buque o buques del puerto de la carga, el embarque en ellos de las mercaderías perdidas, el
verdadero valor de éstas y la pérdida del buque.

Artículo 1 246.—El seguro contratado por un tiempo limitado se extingue por el simple transcurso del plazo convenido, aun cuando al vencimiento de éste se hallen
todavía pendientes los riesgos.

Artículo 1247.—La demora involuntaria del buque en el puerto de ia expedición importa prórroga del plazo estipulado por todo el tiempo que dure dicha demora.

CAPÍTULO III De las obligaciones y derechos del asegurador


Artículo 1243.—El asegurador está obligado a indemnizar al asegurado las perdidas y averías de los objetos asegurados, causadas por accidentes de mar y los gastos
hechos para evitarlas o disminuirlas, siempre que excedan del uno por ciento del valor del objeto perdido o averiado.

Artículo 1249.—No expresándose en la póliza la época uel pago de las cosas aseguradas, daños y gastos de la responsabilidad de los asegurado res, deben verificarlo
dentro de los diez días siguientes al en que el asegurado les presente su cuenta debidamente documentada.
Artículo 1250.—Siempre que distintas personas aseguren el cargamento por partidas separadas o por cuotas sin expresar los objetos que abrace cada seguro, los
aseguradores pagarán a prorrata la pérdida total o parcial que el cargamento sufra.

Artículo 1251.—La variación de rumbo o de viaje ocasionada por fuerza mayor para salvar el buque o su cargamento no extingue la responsabilidad de los
aseguradores.

Artículo 1252.—El cambio del buque ocasionado por causa de no ser posible que pueda navegar o por fuerza mayor después de principiado el viaje, no liberta a los
aseguradores de la responsabilidad que les impone el contrato, aun cuando el segundo buque sea de distinto pabellón y porte, salvo si fuere enemigo.
Pero si la imposibilidad de navegar ocurriere antes que el buque haya salido del puerto de la expedición, los aseguradores podrán continuar el seguro o desistir de él,
pagando las averías que hubiere sufrido el cargamento.

Artículo 1253.—La cláusula “libre de avería” exonera al asegurador del pago de toda avería común o particular, con excepción de las que dan lugar a la dejación de la
cosa asegurada.

Artículo 1 254.—Si el cargamento asegurado con designación de buques y fijación de la cantidad asegurada sobre cada uno de ellos fuere embarcado en menor
número de buques que el señalado en la póliza o en uno solo de ellos, la responsabilidad de los aseguradores estará reducida a las sumas aseguradas sobre el buque o
buques que hubieren recibido el cargamento.
En este caso el seguro de las cantidades aseguradas sobre los demás buques será ineficaz y se abonará a los aseguradores la indemnización legal.
René Arturo Villegas Lera 411

Artículo 1255.—La autorización para hacer escala confiere derecho al capitán para arribar, hacer una cuarentena, descargar, vender mercaderías por menor y aun para
formar un nuevo cargamento, corriendo siempre los riesgos por cuenta de los aseguradores.
Las mercaderías cargadas en un puerto de escala convenida subrogan para los efectos del seguro a las descargas en el mismo.

Artículo 1256.—Celebrado el seguro con la cláusula "libre de hostilidades”, el asegurador no responde de los daños y pérdidas causadas por violencia, apresamiento,
saqueo, piratería, orden de potencia extranjera, declaración de guerra y represalia, aun cuando tales actos precedan al manifiesto de guerra.
£1 retardo o cambio de viaje de los objetos asegurados por causa de hostilidad, hace cesar les efectos del seguro, sin perjuicio de la responsabilidad de los
aseguradores por los daños o pérdidas ocurridos antes de las hostilidades.

Artículo 1257 —No son responsables los aseguradores de los daños o pérdidas provenientes de alguna de las causas que siguen:
1°. Cambio voluntario de ruta, de viaje o de buque sin consentimiento de los aseguradores; 2°. Separación espontánea de un convoy habiendo estipulación para navegar en
conserva; 3°. Prolongación de! viaje asegurado a un puerto más remoto que el designado en la póliza;
Mermas, desperdicios y pérdidas procedentes de vicio propio de los objetos asegurados; 5 o. Deterioro del velamen y demás útiles del buque causado por su uso
ordinario;
6°. Dolo o culpa del capitán o de la tripulación, a menos de convención en contrario.
412 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

Esta convención es prohibida en el caso de que el capitán sea también marino o copartícipe;
T. Culpa del asegurado o de cualquiera otra persona extraña al contrato;
8o. Gastos de remolque y demás que no constituyen averías según el artículo 1084; •
9o. Derechos impuestos sobre el buque o su cargamento.

Artículo 1258.—La liquidación y pago de la avería particular que sufran los objetos asegurados se ajustarán a las reglas que contengan los siguientes artículos.

Artículo 1259.—Las cosas perdidas y las vendidas durante el viaje por hallarse averiadas serán pagadas por el asegurador según el valor expresado en la póliza del
seguro o, en su defecto, al precio de factura aumentando los costos causados hasta ponerlos a bordo.
Si las mercaderías 1 legaren averiadas en todo o en parte al puerto de la descarga, se fijará por peritos el precio en bruto que habrían tenido si hubiesen llegado ilesas
y el precio actual, también en bruto; y el asegurador pagará al asegurado una cuota que guarde con la suma asegurada la proporción que exista en los precios expresados.
El asegurador pagará además los gastos de la regulación

Artículo 1260.—Para averiguar y fijar el valor de los objetos asegurados no podrá el asegurador, en ningún caso, obligar al asegurado a venderlos.

Artículo 1261.—Si las mercaderías llegaren exteriormente averiadas o mermadas, el reconocimiento y estimación del daño se hará por peritos antes de entregarlas al
asegurado.
Pero si la avería no fuere visible al tiempo de la descarga, el reconocimiento y regulación se harán después de que las mercaderías se hallen a disposición del
asegurado, con tal de que ambas diligencias se practiquen dentro de setenta y dos horas, contadas desde la descarga, sin perjuicio de las demás pruebas que produzcan los
interesados.

Artículo 1262.—Siempre que el buque asegurado sufra avería por accidente de mar, el asegurador solamente pagará dos tercios del importe de las reparaciones,
háyanse o no verificado cñ proporción de la parte asegurada, con tal que se encuentre descubierta, y el otro tercio quedará a cargo del asegurado por el mayor valor que se
presume que adquiere el buque mediante la reparación.

Artículo 1 263.—El costo de la reparación será justificado con las cuentas respectivas y, en su defecto, con la regulación por medio de peritos o por cualquiera otro
medio'probatorio.
Si no se hubiere verificado la reparación, el monto de los gastos que exija será también regulado por peritos para los efectos del precedente artículo.

Artículo 1 264.—Probándose que las reparaciones han aumentado el valor del buque en más de un tercio, el asegurador pagará el costo de dichas reparaciones con
arreglo a lo dispuesto en el artículo 1262, previa deducción del mayor valor adquirido por las susodichas reparaciones.
La deducción del tercio no tendrá lugar si el asegurado prueba con un reconocimiento de peritos que las reparaciones no han aumentado el valor del buque, sea
porque éste fuese nuevo y el daño hubiese ocurrido en su primer viaje, sea porque la avería hubiese recaído en velas, anclas o en otros accesorios nuevos; pero aun en este
caso los aseguradores tendrán derecho a que se les rebaje el importe del demérito que hubieren sufrido los objetos indicados por su uso ordinario.
Artículo 1265.—Encontrándose los aseguradores en la obligación de pagar el daño causado por la filtración o licuefacción de las mercaderías aseguradas, se deducirá
del importe del daño el tanto por ciento que a juicio de peritos pierdan ordinariamente mercaderías de la misma especie.

Artículo 1266.—La restitución gratuita del buque o del cargamento apresado cede en beneficio de los respectivos propietarios y en tal caso, los aseguradores no
tendrán obligación de pagar la cantidad asegurada.

Artículo 1267.—Los aseguradores devengan la prima estipulada en cualquiera de los casos expresados en el artículo 1257, siempre que los obje tos asegurados
hubieren principiado a correr los riesgos.

Artículo 1268.—Si estando asegurada la carga de ida y vuelta el buque no trajere mercaderías de retorno o las traídas no llegaren a las dos terceras partes de las que
podían transportar, los aseguradores solamente podrán exigir dos terceras parles de la prima correspondiente al viaje de regreso, a menos que en la póliza se hubiere
estipulado otra cosa.

Artículo 1 269.—Los aseguradores tienen derecho para exigir al comisionista, llegado el caso de un siniestro, la manifestación de la persona por cuya cuenta hubiere
celebrado el seguro.
Hecha la manifestación, los aseguradores no podrán pagar la indemnización estipulada sino al mismo asegurado o al portador legítimo de la póliza.

Artículo 1 270.—Tiene asimismo derecho para rescindir el seguro siempre que el buque permanezca un año después de firmada la póliza sin emprender el viaje
asegurado.
René Arturo Villegas Lara 413

Artículo 1271.—Los aseguradores tienen derecho a cobrar o retener un medio por ciento sobre la cantidad asegurada en los casos siguientes:
Io. Si la nulidad del seguro fuere declarada por alguna circunstancia ignorada por los aseguradores;
2o. Si antes que el buque se haga a la mar el viaje proyectado fuere revocado aunque sea por causa del asegurado o emprendido para un destino diverso del que señale la
póliza;
3o. Si el buque fuere retenido antes de principiarse el viaje nnr orden de autoridad competente; 4 o. Si no se cargaren las mercaderías designadas o si fueren
transportadas en distinto buque o por otro capitán que el contratado;
5o. Si el seguro recayere sobre un objeto íntegramente afecto a un préstamo a la gruesa ignorándolo el asegurador;
6o. En el caso previsto en el artículo 1254;
7o. En todos los demás de rescisión total o parcial que comprende el artículo 497.

Artículo 1272.—Los aseguradores pueden contradecir los hechos en que el asegurado apoye su reclamación y producir la prueba que les convenga.
Pero si la póliza aparejare ejecución y el asegurado prestare fianza suficiente, a juicio del juzgado respectivo, de restituir en su caso la cantidad reclamada, los
aseguradores deberán pagarla dentro del segundo día, sin perjuicio de llevar adelante su oposición si la hubiere.
La fianza queda extinguida por el transcurso de un año si no se entabla demanda que la interrumpa.

CAPÍTULO IV De las obligaciones y derechos del asegurado


Artículo 1273 —El asegurado está obligado a ejecutar bajo las responsabilidades legales lodo cuanto se enumera en el artículo 526.

Artículo 1274.—Para obtener la indemnización de un siniestro mayor o menor, el asegurado deberá justificar:
a) El viaje del buque;
b) El embarque de los objetos asegurados;
c) El contrato de seguro;
d) La pérdida o deterioro de las cosas aseguradas.
La justificación se hará, según el caso, con el contrato de seguro, el conocimiento del capitán, los despachos de la Aduana, la carta de aviso del cargador, la póliza del
seguro, la copia del diario de navegación, la protesta del capitán y las declaraciones de los pasajeros y tripulación, sin perjuicio de los demás medios probatorios que admite
este Código.

Artículo 1275.—En caso de pérdida o deterioro de las mercaderías que el capitán hubiere asegurado y cargado de su cuenta o por comisión en el buque que gobierne,
estará obligado a probar fuera de los hechos expresados en los cuatro incisos del precedente artículo, la compra de Jas mercaderías con las facturas de los vendedores, y su
embarque y transporte con el conocimiento, que deberá ser firmado por dos de los principales oficiales del buque, y los documentos de expedición y pago de los derechos de
Aduana.

Artículo 1276.—Navegando el asegurado con sus propias mercaderías aseguradas en la República y embarcadas en un puerto extranjero, estará ob ligado a justificar la
compra de ellas con las facturas respectivas y su embarque y transporte con certificación del Cónsul guatemalteco o en su defecto, del tribunal de comercio o de la autoridad
civil del lugar de la carga.

Artículo 1277.—El asegurado puede rescindir el seguro sin expresión de causa abonando a! asegurador !a indemnización legal.

Artículo 1278.—Señalándose en la póliza diferentes buques para embarcar las mercaderías aseguradas, el asegurado podrá distribuirlas a su arbitrio en los buques
designados o cargarlas en uno solo de ellos.
El ejercicio de este derecho no produce alteración alguna en la responsabilidad de los aseguradores.

Artículo 1279.—El asegurado puede hacer dejación de las cosas aseguradas en los casos determinados por la ley y cobrar a los aseguradores las cantidades que
hubieren asegurado sobre ellas.
El comisionista que contrata un seguro está autorizado para hacer dejación siendo portador de la póliza legítimamente.

Artículo 1280 —La dejación tiene lugar, salvo estipulación en contrario:


1®. En el caso de apresamiento del buque asegurado;
2°. En el naufragio del mismo buque;
3o. En el de varamiento o rotura;
4o. En el de innavegabilidad absoluta por accidente de mar o relativa por imposibilidad de
reparar el buque;
5o. En el de embargo o retención por orden de autoridad competente o de una potencia
414 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

extranjera;
6o. En el de pérdida o deterioro material de los objetos asegurados que disminuyan su valor
en las tres cuartas partes por lo menos de su totalidad;
7o. En el de pérdida presunta de los mismos.
Todos los demás daños serán considerados como simple avería y deberán soportarse por la persona a quien corresponda según la ley o la convención.

Artículo 1 281.—La dejación no puede ser condicional ni parcial.


En el caso de que el buque o su carga no hayan sido asegurados por todo su valor, la dejación no se extenderá sino hasta el monto de la suma asegurada en proporción
con el importe de la parte descubierta.
Si el buque o su carga fueren separadamente asegurados, podrá hacer dejación el asegurado de uno de los seguros y no del otro , aunque ambos se hallen comprendidos en
una misma póliza.

Artículo 1282.—La dejación del buque comprende el precio del transporte de los pasajeros y el flete de las mercaderías salvadas, aun cuando hayan sido
completamente pagados, sin perjuicio de los derechos que competan al prestador a la gruesa, a la tripulación por sus salarios y a los acreedores que hubieren hecho
anticipaciones para habilitar el buque o para los gastos causados durante el último viaje.

Artículo 1283.—Por causa de apresamiento no podrá hacerse dejación sino en el caso en que por la represa pasen los objetos asegurados al dominio de un tercero.
Si la represa del buque reintegrare al asegurado en la propiedad de las cosas aseguradas, los perjuicios y gastos causados por el apresamiento se reputarán avería y
serán pagados por los aseguradores.

Artículo 1284.—El asegurado, o el capitán en su ausencia, pueden proceder por sí al rescate de hs cosas apresadas; pero después do ajustado el ¡escale deberán hacer
notificar ei convenio a los aseguradores en la primera oportunidad que se les presente.

Artículo 1285.—Los aseguradores podrán aceptar n rehusar el convenio comunicando su resolución al asegurado o al capitán dentro de las veinticuatro horas siguientes a su
notificación.
Aceptando el convenio, los asegurados entregarán en el acto el importe del rescate, y los riesgos ulteriores del viaje continuarán por su cuenta conforme a las estipulaciones
delapóliza.
Rehusándolo, pagarán la cantidad asegurada sin conservar derecho alguno sobre los objetos rescatados.
No manifestando su resolución en el término señalado en el párrafo primero, se entenderá que han repudiado al convenio.

Artículo 1 286.—El simple varamiento no autoriza la dejación del buque sino en el caso en que no pueda ser puesto a flote.
El varamiento con rotura parcial autoriza la dejación cuando tal accidente afecte las partes esenciales del buque, facilite la entrada de las aguas del mar y ocasione
graves daños, aunque no pasen de los tres cuartos del valor del buque.
Artículo 1237.—No podrá hacerse dejación por causa de innavegabilidad, siempre que el buque pueda ser rehabilitado para continuar y concluir el viaje.
Verificada la rehabilitación, los asegurados responderán solamente de los gastos y averías causados.
Se entiende que el buque no puede ser rehabilitado si el costo de la reparación excede de las tres cuartas partes de la cantidad asegurada.
La innavegabilidad será declarada por la autoridad judicial que entienda en negocios mercantiles.

Artículo 1288.—La falta del acta de visita del buque no priva al asegurado del derecho de probar que la innavegabilidad ha sido consumada por accidente de mar y no
por vicio de construcción, deterioro o vejez del buque.

Artículo 1 289.—Declarándose que el buque ha quedado innavegable, el propietario de la carga asegurada hará notificar la resolución a los aseguradores dentro de
tres días contados desde el momento en que dicha resolución llegue a su conocimiento.

Artículo 1290.—Los aseguradores y el asegurado, o en ausencia de éste el capitán, practicarán en caso de innavegabilidad todas las diligencias posibles para fletar otro
buque que conduzca las mercaderías al puerto de su destino.

Artículo 1291.—Verificándose el transporte en otro buque, los aseguradores correrán los riesgos del transbordo y los del viaje hasta el luga r que designe la póliza y
responderán, además, de las averías, gastos de descarga, almacenaje, reembarque, aumento de flete y gastos causados para salvar y transbordar las mercaderías.

Artículo 1292.—Recayendo el seguro sobre el casco y quilla del buque, el asegurado podrá hacerdejación de él al tiempode notificar alos aseguradores la resolución
quelo declare innavegable.
René Arturo Villegas Lara 415

Pero si el seguro versare sobre la carga, no podrá abandonarla hasta que hayan transcurrido seis meses, si la inhabilitación del buque ocurriere en la costas de
América; ocho sucediendo en las de Europa y doce si acaeciere en cualquiera otra parte.
Estos plazos correrán desde la notificación que prescribe el artículo 1289.

Artículo 1293.—Si dentro de los plazos que establece el artículo precedente no se encontrare buque para continuar el viaje y verificar el transporte de las mercaderías
aseguradas, el asegurado podrá hacer dejación de ellas.

Artículo 1294.—Embargado el buque, el asegurado hará a los aseguradores la notificación que prescribe el inciso 5°. del artículo 526 y mientras no hayan transcurrido
los plazos prefijados en el artículo 1292 no podrá hacer dejación de los objetos asegurados.
En el ínterim, el asegurado practicará por sí o en unión con los aseguradores las gestiones que juzgue conducentes al alzamiento del embargo.

Artículo 1295.—No es admisible la dejación por otras pérdidas o deterioros del objeto asegurado que aquellos que ocurran después de que los riesgos hayan
principiado a correr por cuenta de ios aseguradores, según el artículo 1225.
Artículo 1296 —Para determinar si el siniestro alcanza o no a las tres cuartas partes del valor de la cosa asegurada, se tomará en consideración la
pérdida o deterioro material causado )
directamente por un accidente de mar o que sea un resultado forzoso del mismo accidente.
La venta autorizada de mercaderías que se efectuare durante el viaje importa pérdida o i
deterioro material, siendo hecha para ocurrir a las necesidades de la expedición o para evitar que el deterioro sufrido por accidente de mar cause la pérdida
total. '
En los casos de apresamiento, naufragio o varamiento con rotura, las diligencias que practique el asegurado en cumplimiento de las
obligaciones que le impone el inciso 4°. del artículo 526, no importarán renuncia del derecho que tiene para hacer dejación de los objetos
asegurados. 'i
El asegurado será creído sobre la cantidad de los gastos de salvamento y recobro que determine su declaración hecha bajo protesta,
pero el asegurador tendrá derecho para acreditar su inexactitud o exageración.

Artículo 1297.—El asegurado deberá hacer la dejación dentro de los siguientes plazos:
Io. De seis meses acaeciendo el siniestro en la costa occidental de América;
2o. De ocho meses ocurriendo en la costa oriental de América, en la occidental de Africa o
en cualquiera de Europa; ,
3o. De doce meses si sucediere en cualquiera otro puerto del mundo. . • • ...
La dejación se hará ante el tribunal que entienda en negocios de comercio, a fin de que XV. j mande notificarla a los aseguradores para los efectos
de derecho. .

Artículo 1298.—Los plazos señalados en el anterior artículo correrán en los casos de £*-•:&*. i apresamiento desde que el asegurado reciba la
noticia de que el buque ha sido conducido a I-
cualquiera de los puertos de alguna de las costas mencionadas. .. V\-' .
En los casos de naufragio, varamiento con rotura, perdida verdadera o deterioro, los plazos ¿ ■ serán contados desde que se reciba la noticia del
siniestro, y en los de innavegabilidad o embargo, desde el vencimiento de los plazos señalados en el artículo 1292.
El derecho de hacer la dejación caduca por el vencimiento de los respectivos plazos.

Artículo 1 299.—La noticia se tendrá por recibida si se probare que el siniestro ha sido notorio entre los comerciantes de la
residencia del asegurado o que a éste le ha sido comunicado por el capitán, su consignatario o sus conespumalcs.

Artículo 1300.—Se presume perdido el buque si dentro de un año en los viajes ordinarios, o de dos en los extraordinarios o de larga
travesía, no se hubieren recibido noticias de él y, en tal caso, el asegurado podrá hacer dejación y exigir a los aseguradore s el pago de la
indemnización estipulada sin necesidad de probar la pérdida.
El año o los dos años se contarán desde la salida del buque o desde el día a que se refieran las últimas noticias.
La dejación se hará dentro de los plazos designados en el artículo 1297.
Estos plazos correrán desde el vencimiento del año o de los dos años expresados y para determinar el que corresponda en un caso
dado, se reputará acaecida la pérdida en la costa o puerto de donde se hubieren recibido las últimas noticias y según la distancia de esos
lugares el plazo será de seis, ocho o doce meses.
416 Derecho Mercantil Guatemalteco, Torno III

Artículo 1301.—Para la aplicación de lo dispuesto en el párrafo primero del artículo anterior se consideran viajes ordinarios los que se hagan en la costa
de la República o para alguno de los puertos del Pacífico, y extraordinarios o de larga travesía los que se hagan a cualquiera otra parte del mundo.

Artículo 1302.—La presunción de pérdida establecida en el artículo 1300 es aplicable al seguro por tiempo limitado, sin perjuicio del derecho de los
aseguradores para reclamar la devolución de lo que hubieren pagado, probando que la pérdida ocurrió después de haber expirado el término estipulado.

Artículo 1303.—Además de la declaración ordenada en el inciso 6 o. del artículo 526, el asegurado h ará o tra a 11 iempo d e v erificar 1 a dejación e n I a q
ue d eberá m anifestar 1 os p réstamos a la gruesa que hubiere tomado sobre los objetos abandonados.
El plazo para el pago de la indemnización convenida no principiará a correr sino cuando el asegurado haya hecho las declaraciones indicadas.
El retardo de las declaraciones preceptuadas, no prorroga los plazos concedidos para entablar la acción de dejación.

Artículo 1304.—Cometiendo fraude en las declaraciones prescritas, el asegurado perderá todos los derechos que le confiere el seguro y pagará , además,
los préstamos a la gruesa que hubiere tomado, no obstante la pérdida de los objetos gravados.
El asegurado, sin embargo, podrá acreditar que las omisiones o inexactitudes en que hubiere incurrido no han procedido de un designio fraudulento o
que no causan perjuicio iilguno a los aseguradores.

Artículo 1305.—La dejación admitida y declarada válida enjuicio contradictorio, transfiere desde su fecha a los aseguradores el dominio irrevocable de las
cosas aseguradas con todos los derechos y obligaciones del asegurado.
Si el buque regresare después de admitida la dejación, el asegurador no quedará por eso exento del pago de los objetos abandonados; pero si el sinie stro
en que se hubiere fundado la dejación no fuere efectivo, cualquiera de las partes podrá demandar su nulidad.
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asegurado podrá retractarla.

Artículo 1306.—El asegurado puede optar entre la acción de dejación y de avería; pero no podrá ejercitar ambas a la vez sino subsidiariamente.
La sentencia que declara sin lugar la dejación no produce los efectos de cosa juzgada respecto de la acción de avería.

Artículo 1307.—Las cosas abandonadas están privilegiadamente afectas al pago de la cantidad asegurada.
TÍTULO VIII

De la prescripción de las obligaciones del comercio marítimo y de la excepción de inadmisibilidad de algunas acciones especiales.

CAPÍTULO I De la prescripción
Artículo 1 308.—Prescriben en seis meses las acciones para el cobro del pasaje, de los fletes del buque y de la contribución a las averías comunes.
Los seis meses principian a correr en el primer caso desde el arribo del buque, y en el segundo y tercero desde la efectiva entrega de las mercaderías que
adeuden los fletes y la contribución; pero si el capitán solicitare judicialmente el arreglo de la avería, el plazo indicado correrá desde la terminación del juicio.

Artículo 1309.—Prescriben en un año las acciones dirigidas a obtener el pago:


Io. De los suministros de maderas y demás objetos necesarios para aprovisionar el buque; 2 o. De los salarios debidos a los artesanos y obreros por trabajos hechos
en la construcción
o reparación del buque o del precio de las obras destinadas al servicio del mismo buque; 3 o. De los alimentos o dinero suministrados a la tripulación por
orden del capitán;
4o. De los salarios y gratificaciones debidas a los sobrecargos, oficiales y tripulación del buque.
En el mismo tiempo prescribe la acción dirigida a obtener la entrega de la carga.

Artículo 1310.—En los tres primeros casos del artículo anterior, el año se contará respectivamente o desde el momento en que se hayan entregado las
especies o desde aquel en que se haya efectuado el servicio, para lo cual será necesario que el buque haya estado fondeado por espacio de quince días dentro del
mismo año en el puerto donde se hubiere contraído la deuda.
En el caso contrario, los acreedores conservarán su acción, aun después de vencido el año, hasta que fondee el buque y quince días más.
En los casos expresados en el inciso 4 o. y en el último párrafo del mismo artículo, el año correrá desde que ei buque sea admitido a libre piática.
René Arturo Villegas Lara 417

Artículo 1311.—Las acciones procedentes de un préstamo marítimo o de un seguro prescriben en cinco años, contados desde la fecha del respectivo
contrato, sin perjuicio de las prescripciones especiales referentes a la acción de dejación.

Artículo 1312—La prescripción de la acción de dejación noextingue la acciónde avería.

Artículo 1313.—Las acciones que proceden de ias obligaciones de que trata el presente libro y que no tengan plazo señalado para prescribir, durarán
cinco años.
418 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

CAPÍTULO II

De la excepción de inadmisibilidad

Artículo 1314.—Son inadmisibles:


Io. La acción contra el capitán y aseguradores por la avería particular o común que hubieren sufrido las mercaderías, siempre que sean recibidas sin protesta;
29. La acción de avería contra el fletador, siempre que el capitán entregue las mercaderías y reciba el flete sin protestar;
3°. La acción dirigida al resarcimiento de la avería causada por abordaje, si el capitán no hubiere protestado oportunamente. Esta disposición no se extiende al
caso en que el abordaje cause la pérdida total del buque.

Artículo 1315.—Las protestas expresadas en el precedente artículo, no producirán efecto alguno:


1°. Si no fueren hechas y notificadas dentro de setenta y dos horas en los casos designados en los dos primeros incisos y de veinticuatro en el que designa el
tercero;
T. si hechas y notificadas en los plazos indicados no se entablare demanda dentro de dos meses contados desde la fecha de la respectiva protesta.

Artículo 1316.—Haciéndose por partes la entrega de mercaderías visiblemente averiadas, las setenta y dos horas se contarán desde que dicha entrega
quede enteramente concluida.
En todo caso, sí la avería no fuere visible, el plazo correrá desde el momento en que las mercaderías ingresen al almacén del asegurado.
Si la apertura de los bultos en la Aduana en presencia del asegurado, o un accidente cualquiera conocido por éste, manifestare la existencia de la avería
antes de que las mercaderías hubieren sido introducidas a sus almacenes, el plazo expresado correrá desde el descubrimiento de la avería.

Artículo 1317.—Las veinticuatro horas correrán en el caso de abordaje, sea cual fuere el lugar donde haya ocurrido, desde el primer momento en que el
capitán pueda protestar.

Artículo 1 318.—Los aseguradores no podrán oponer la inadmisibilidad y caducidad que expresan los artículos 1224 y 1225 si antes de la entrega las
mercaderías fueren vendidas a solicitud de algún acreedor del asegurado. Pero podrán oponerlas habiendo entrega y recibo de mercaderías, sea cual fuere la
acción a que dé lugar el daño que éstas hubieren sufrido.

Artículo 1319.—tampoco podrá alegar el fletador las excepciones que establecen los artículos 1224 y 1225 si hallándose en el buque al tiempo dei
siniestro, hubiere firmado el acta de echazón o si antes de recibir las mercaderías y pagar el flete hubiere convenido por escrito con el capitán en el arreglo de la
avería.
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Código Civil.
Código Municipal.
Código de Derecho Internacional Privado.
Código de Comercio de Costa Rica.
Ley de Seguro de la República Argentina.
Ley de Derechos de Autor.
Ley de Bancos.
Ley de Transporte Extraurbano.
Ley de Almacenes Generales de Depósito.
Ley de Empresas Aseguradoras.
Legislación Internacional sobre Seguro Agrícola y Ganadero (Publicación de Naciones Unidas unidas por
medio de la FAO).
1 lnslitucior.es de Derecho Mercantil, p. 572
2 Ob.Cii.p 1 1 3 .
1. CONCEPTO

El contrato estimatorio es aquél por medio del cual un sujeto, llamado consignante, entrega a otro, llamado
consignatario, mercaderías a un precio
3. ELEMENTOS

a) Personales. Los elementos personales del contrato de depósito son: el depositante y el depositario. Son
obligaciones del depositante: pagar el valor o precio del depósito, sin que pueda darse el pacto en
contrario a que se refiere el artículo 1977 del Código civil, ya que en lo mercantil no pueden darse los
negocios gratuitos; pagar los gastos que haya hecho el depositario para la custodia del bien depositado; y,
pagar los daños y perjuicios que el depósito hubiere causado. Estas obligaciones las tiene el depositante
para con el depositario y están normadas en el Código civil (Arto. 1981), ya que el de comercio no
establece nada sobre el particular. En cuanto al depositario, tiene las siguientes obligaciones: custodiar la
cosa depositada para una adecuada guarda y conservación; dar aviso al depositante o a un juez, sobre un
peligro que amenace con la pérdida o deterioro de la cosa y de las medidas que pueden evitarlos, ya que si
por su culpa o dolo se deteriorare o perdiere la cosa depositada, deberá indemnizar daños y perjuicios; y,
restituir la cosa depositada.
5. DEPÓSITO EN ALMACENES GENERALES

En el volumen segundo de este texto de Derecho Mercantil, cuando desarrollamos el Certificado de


depósito y el Bono de prenda, hicimos una relación de lo que es el depósito mercantil en una empresa
almacenadora conocida como: Almacén General de Depósito, que es una sociedad anónima con carácter de
René Arturo Villegas Lara 423

institución auxiliar de crédito, cuyo objetivo es el depósito de mercaderías de importación y exportación. Por
tratarse de un depósito mercantil revestido de características especiales, el Código de comercio en su artículo
717, remite su conocimiento a sus leyes específicas: Decreto 1236 del Congreso de la República, Decreto 1746 del
Congreso de la República, reformado por el Decreto 55-73 del mismo organismo; leyes que rigen a los
almacenes del Crédito Hipotecario Nacional de Guatemala y los que se organizan a nivel de empresa privada.
Nota especial de este depósito es que permite la emisión de los títulos de crédito conocidos como certificados
de depósito y bonos de prenda; y que el sujeto depositario sólo puede serlo una sociedad anónima
debidamente autorizada para ello.
1 Apéndice, p. 133.
2. BANCA Y LAS OPERACIONES DE CREDITO,

Conforme a lo que establece la Ley de Bancos y Grupos financieros vigente, Decreto 19-2002 del Congreso
de la República, los bancos privados organizados en Guatemala, son sociedad anónimas cuyo objeto social es la
intermediación financiera bancaria, que consiste en la captación de dinero o cualquier instrumento que lo
represente, proveniente de los usuarios del servicio bancario, tales como la recepción de depósitos, colocación de
bonos, títulos u otras obligaciones, destinándolo al financiamiento de cualquier naturaleza, sin importar la forma
que adopten las captaciones y los {mandamientos (Artículo 3 y 6).
Del concepto anterior debe señalarse que el negocio bancario está reservado para el comerciante social y en
el caso específico, la sociedad anónima.
3 Prescribe la reciente Ley del Mercado de Valores que, si .ce irata de un fideicomiso de inversión, la substiiución del fiduciario se puede hacer, en
documento privado, lo cual es una contradicción con el artículo 1578 del Código Civil.
8. NULIDAD

De conformidad con el artículo 789 del Código de comercio, son nulos los fideicomisos constituidos en
forma secreta. Estos se darían en el caso de que se prescindiera de la escritura pública, o sea que se constituyeran
en
l. CONCEPTO

De acuerdo a lo que estipula el Artículo 866 del Código de comercio, afirmamos que existe cuntrato de
hospedaje cuando una persona da albergue a otra mediante una retribución, comprendiéndose o no la
alimentación.
La ley guatemalteca está redactada de tal forma que insinúa la presencia de una empresa para la prestación
del servicio, con lo cual caracteriza la ubicación mercantil del contrato. Estas empresas no se pueden organizar si
no es llenando requisitos de orden administrativo, sobre todo los que exige la autoridad encargada de fomentar el
turismo en el país: el Instituto Guatemalteco de Turismo.
La finalidad del contrato es prestar un servicio: el albergue o alojamiento. Por añadidura pueden darse
otros como la alimentación, limpieza de ropa personal, cajas de seguridad, recreación, etcétera. Esto dependerá de
cada negocio en particular. Pero, el servicio esencial es el albergue, que a nuestro juicio, jerárquicamente, es el que
define este contrato.
3. ELEMENTOS
424 Derecho Mercantil Guatemalteco, Tomo III

a) Personales. Los elementos personales del contrato de hospedaje son: el hotelero, hospedero, albergador
o fondista; o sea el comerciante que presta el servicio de alojamiento; y el viajero o huésped que, a cambio
de la retribución que paga, usa del servicio que se le presta.
b) Reales. Los elementos reales del contrato son el precio o retribución que paga el huésped y el servicio o
servicios que presta el hotelero. En cuanto a la retribución debemos recordar que los hoteles, sujetos a
control administrativo,
1 Clemente de Diego, Instituciones de Derecho Civil Español, citado por Rafael de Pina. Elementos de Derecho Civil, pág. 194.
1. CONTRATO DE AGENCIA

1.1 CONCEPTO

Existe el contrato de agencia cuando un comerciante, que en la tradición mercantil ha sido conocido como
principal, encarga a otra, el agente independiente, que va a fungir como su auxiliar, la promoción de negocios de
su giro, que celebrará por su cuenta y riesgo. Puede suceder que el agente sólo promo- cione el negocio; o que lo
promocione y celebre. En este último caso estamos ante el agente representante.
En razón de ese concepto cabe afirmar que el contrato de agencia permite al comerciante ejercer su giro
comercial en zonas distintas a la de su establecimiento, aprovechando la organización empresarial de otra
persona y sin asumir responsabilidades de otra índole, de naturaleza laboral o tributaria, por ejemplo, logrando
llegar a otros mercados o áreas de consumidores sin necesidad de abrir sucursales. En ese sentido puede
calificarse a este contrato como de colaboración entre personas dedicadas al comercio.

1.2 ELEMENTOS

a) Subjetivos: El comerciante o principal y el agente independiente.


2 Ob. Cit., p. 53.
l. CONTRATO DE EDICIÓN

El titular de un derecho de autor de una obra literaria, científica o artística, que puede ser el mismo autor
o sus derechohabientes, puede contratar con un editor la reproducción de la obra, para ser vendida, a cambio de
una retribución. Al derecho de autor se le conoce también como propiedad espiritual, propiedad
l. CONCEPTO

Cuando estudiamos la Letra de cambio, en el volumen que desarrolla los títulos de crédito,
expusimos que una de las funciones de dicho título es la de facilitar las operaciones de descuento y
redescuento. Si una persona tiene a su favor una letra de cambio cuyo vencimiento está previsto dentro de
un plazo determinado o determinable, tiene que esperar su transcurso para poder tener en sus manos el
dinero que el título representa. No obstante, puede optar por recurrir a un banco, por ejemplo, entregarle
el título y obtener el dinero por el representado, menos una suma que se descuenta y que constituye la
ganancia de quien facilita la negociación. Vemos entonces, que de la operativi- dad de la relación ha
surgido el nombre del contrato. Ahora bien, el descuento
René Arturo Villegas Lara 425

(”)Reformado por el artículo 3 del Decreto Número 56-2000 del Congreso de la República de Guatemala.
l. CONTRATO DE R EASEGURO

Dentro del negocio del seguro se encuentra prevista la rentabilidad del negocio empresarial. Los cálculos
actuariales permiten un margen seguro del negocio del seguro . Pero esa efectividad de la empresa no se agota
ahí; se consolida más aún con el reaseguro, que viene a ser otro contrato de seguro, con la particularidad de
que el asegurador pasa a ser sujeto asegurado. Por ejemplo, la Aseguradora La Fortuna, S. A., asegura una
fábrica en Q 1,000.000.00. Para no correr sólo ella el riesgo de pagar la indemnización si sucede el siniestro, la
aseguradora se reasegura con una reaseguradora, celebrando un contrato mediante una póliza y pagando
una prima. Efecto: trasladar al reasegurador el riesgo de pagar eventualmente la indemnización del seguro
contratado para proteger la fabrica. En consecuencia, el reaseguro es un contrato por el cual el
asegurado traslada al reasegurador todo o parte de su propio riesgo.
Este contrato se encuentra regulado, del artículo 1020 al 1023 del Código de comercio, en donde se le
señalan las siguientes particularidades:
1 Ob.Cit, pp. 271-272.
l. GENERALIDADES

a) Finalidad. El artículo 67 establece que los contratos de bolsa son aquellos que crean, modifican, extinguen
o transmiten obligaciones que se contraen y liquidan en el seno de una bolsa de valores. Si hacemos una
comparación con lo preceptuado en el artículo 1517 del Código Civil, encontramos que el a rtículo 67
pretende ampliar el efecto contractual, pues el del Código Civil refiere que el contrato crea, modifica o
extingue obligaciones; mientras que en el que comentamos se aumenta la transmisión de las obligaciones.
Esta extensión la juzgamos innecesaria porque la transmisión es una forma de modificar la obligación, pues
esta, la modificación, puede ser en su elemento objetivo o subjetivo, en cuyo último caso estaríamos ante la
transmisión de las obligaciones contractuales. Por lo demás, este artículo 67 reitera las pautas que el artículo
669 del Código de Comercio da para la interpretación de las obligaciones y contratos mercantiles, ya
estudiadas en la parte general de
15 Marzorali. Ob. Cit. p.p. 226-227
21 p. 19
25 Ob. Cit. p. 96
2/ Oh. Cit., pp. 65-666.

2S Ob. Cit., p. 668


2 El Capítulo XII, Título II del Reglamento para el Gobierno y Policía de los puertos de la República contiene las
disposiciones relativas a la matricula e inscrip ción de buques y el subsiguiente lo que se refiere al abanderamiento de los
mismos. Tomo 58, página 381, y véanse el Decreto gubernativo 1355 y los acuerdos de 1" y 12 de enero de 1933 en el Tomo
51. página 517,1027 y 1030.

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