Sei sulla pagina 1di 3

Petroglifos de Pusharo

Pusharo, 60 metros cuadrados de petroglifos, en un solo


conjunto de grabados ubicados en la cuenca media del río
Palotoa, distrito y provincia de Manu, Madre de Dios. Según
algunos Machiguengas, el nombre provendría del término
“pushari”, que significa “dulce” en referencia al buen clima
de esta zona. Por el alto grado de abstracción de los
grafismos es de suponer que estos fueron la obra de una
sociedad amazónica culturalmente avanzada que habitaba la zona
hace miles de años atrás. Los arqueologos aun no pueden
definir la filiación cultural exacta de los autores, algunas
hipotesis sostienen que fueron los antepasados de los
matsiguenkas o miembros de una etnia diferente que ha
desaparecido dejando como única huella palpable de su paso por
el mundo esta extraordinaria obra rupestre.

Los Petroglifos de Pusharo son un conjunto de grabados en


roca, se encuentran precisamente en el “Pongo de Meganto, Zona
histórica cultural- PNM”, en las riberas del río Palotoa que
es un afluente del Alto Madre de Dios, en el departamento de
Madre de Dios, Perú; dentro del territorio ancestral de la
comunidad nativa Palotoa – Teparo, grupo étnico Matsiguenka,
familia lingüística Arawak, de acuerdo a las investigaciones
realizadas los petroglifos fueron grabados por los antepasados
del grupo étnico matsiguenka que tuvieron contacto con los
Incas.

Los grabados se pueden encontrar en tres zonas las cuales han


sido categorizadas en A,B y C. Los Petroglifos del sector A de
Pusharo se caracterizan por su estilo eminentemente geométrico
y abstracto; los pocos motivos clasificables como figurativos
son principalmente antropomorfos, en formas de cabeza o
mascaras humanas, serpientes, huellas de felinos y
representaciones del astro sol a la vez se puede observar
algunos motivos peculiares compuestos de dos elementos una
figura en forma de T, contorneada o simple, con un apéndice
complejo o sencillo que desprende de la parte superior, se
podría interpretar de manera especulativa como abstracciones
de cabeza antropomorfa o zoomorfas (jaguar) adornados con
penachos de pluma. Los grabados del sector B están ausentes
los relieves pronunciados o dobles bordes, predominando las
rectilíneas sobre las curvilíneas; se presenta depresiones
rectangulares y en cuanto a los surcos de los grabados
prevalece el perfil en V. En el sector “C” se pueden encontrar
pocos petroglifos los cuales han resistido a la arremetida del
río, por encontrarse a mayor altura los cuales son de surcos
delgados y poco profundos diferentes a los de los sectores “A”
y “B”.

Los petroglifos de Pusharo es de gran interés turísticos por


los grabados que se puede encontrar en las tres paredes del
río; a la vez por el misticismo y la interacción que se
realizan con la comunidad de Palotoa – Teparo que es la
comunidad guardiana de los petroglifos de Pusharo. Las paredes
“A” y “B” se encuentran en buen estado de Conservación la
Pared “C” se encuentra en regular estado debido a la erosión
de la piedra provocado por la corriente de agua del río
Palotoa.

El 23 de enero del 2003 los petroglifos de Pusharo fueron


reconocidos como Patrimonio Cultural de la Nación por el
Instituto Nacional de Cultura mediante la Resolución
Directoral Nacional N° 015/INC; hasta la fecha no han sufrido
ninguna modificación. Los Petroglifos de Pusharo, como lugar
arqueológico, representa un patrimonio mixto, de carácter
cultural y natural, y encierra una gama de valores que, en su
conjunto, le confieren un significado particular al sitio; El
principal valor es, sin duda, de carácter histórico y
simbólico porque representan el legado cultural de pueblos
amazónicos desaparecidos y son un testimonio de su percepción
del cosmos y de su gran capacidad de abstracción.

ESTADO ACTUAL
Se encuentra en buen estado de conservación; la Comunidad
Nativa de Palotoa – Teparo, el Ministerio de Cultura y el
Parque Nacional del Manu trabajan conjuntamente para mantener
en buen estado la zona y la Pared donde se encuentran ubicados
los petroglifos.

Los petroglifos de Pusharo fueron descubiertos en el año 1921


por el padre Vicente de Cenitagoya, quien lo interpretó como
un conjunto de letras góticas.

(Mincetur)

Potrebbero piacerti anche