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En ocasiones, el artículo el puede formar una sola palabra con las preposiciones a y de, dando
lugar a las contracciones al y del,1 tal y como se muestra en la siguiente tabla:
neutro lo
Artículos determinados[editar]
Ejemplos
Índice
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o 2.1Artículos determinados
2.1.1Concordancia de género
o 2.2Artículos indefinidos
4Referencias
5Bibliografía
6Enlaces externos
La interjección es una clase de palabras de las lenguas naturales que no constituye una parte de
la oración. Equivalen a oraciones que expresan un sentimiento vivo (¡ay!), una llamada enérgica
(¡eh!) o describen elementalmente una acción (¡zas!, zigzag) sin ser léxica y gramaticalmente
organizadas. Son signos pregramaticales que desempeñan las tres funciones elementales del
lenguaje: expresiva, conativa o representativa. En idioma español es, en su forma pura, invariable
(solo tiene una forma acuñada), se pronuncia con entonación exclamativa y posee acento de
intensidad. Las interjecciones propias, o propiamente dichas se emplean únicamente como
interjecciones y constituyen una sola palabra, comprendida entre signos de admiración o
de interrogación:
«¡Arre, caballo!» (para azuzar un caballo) «Arre, dijiste eso y te pasó» (ironía) «Arre, vamos a la
plaza.»
¡ay!: sirve para expresar dolor. Es una interjección que puede ser seguida de una
expresión confirmatoria, por lo que cabe integrarla en una oración; pero como las
interjecciones forman una unidad en su entonación oral, se separa con una coma: «¡Ay,
cómo me duele!».
¡Che!: utilizado en Español rioplatense para expresar llamado de atención, saludo o queja.
¡ea!4
¿eh?: siendo una forma interrogativa, expresa duda de haber comprendido lo oído, o una
solicitud de que se repita algo que no fue atentamente escuchado; también se emplea en
el contexto de un discurso, como una suerte de consulta acerca de si se ha comprendido lo
expresado, o si se está de acuerdo con ello. Es una de las pocas interjecciones que
eventualmente pueden intercalarse en una oración, con ese sentido:
―¿Eh?
¡epa!: expresión usada en América Latina como advertencia o para llamar la atención. En
Venezuela es común usarla como saludo informal (especialmente entre los hombres).
«¡Guay, que se nos vienen encima!» (advertencia), «¡guay de los que pequen!» (amenaza) o
«¡guay, nos vamos de excursión!» (admiración).
¡hala!: sirve para expresar prisa. Por ejemplo: «¡Hala, hala, no os detengáis que se nos
hace tarde!». Se utiliza en España.
¡Hey!: sirve para expresar llamado de atención, saludo o queja. El uso la ha españolizado
como «¡ey!» (tal como existe «¡ay!» y «¡eh!»), aunque la Fundéu recomienda utilizar
«¡eh!»5
¡hola!: sirve para expresar bienvenida, saludo, satisfacción por el encuentro con la
persona a quien es dirigido.
¡huy!: sirve para expresar asombro, sorpresa por algo insólito. Según la RAE se puede
escribir con hache o sin ella.6
¡oe!4
¡olé!4
¡ojalá!: sirve para expresar un deseo de que algo se realice. Sería una palabra de origen
árabe, proveniente de los tiempos históricos en que el sur de la península ibérica estaba
ocupada por los moros, siendo contracción de inch Alá (‘quiera Dios’). Es una palabra que
frecuentemente no es empleada como interjección, incorporándose a una oración: «Ojalá
que no llueva».
―¡Ojalá!
¡sale!: también sirve para mandar a un animal a marcharse. Un ejemplo es: «¡sale perro!"
¡uda!: generalmente despectivo, sirve para llamar la atención de un animal. Por ejemplo:
«¡Uda de aquí!" para ordenarle que se marche.
¡uy!: sirve para expresar asombro, sorpresa por algo insólito. Según la RAE se puede
escribir con hache o sin ella.6
¡vamos!: se usa para animar, meter prisa o llamar la atención, mayormente en América
Latina y en España en menor medida.
¡zas!: es una onomatopeya utilizada imitar el sonido que hace un golpe, o el golpe mismo.
En este mismo sentido también se usan expresiones como ¡pum! o ¡cataplún!
Interjecciones impropias[editar]
Las interjecciones impropias son formas creadas a partir de sustantivos o sintagmas nominales
(¡cielos!, ¡hombre!, ¡Virgen santa!), verbos (¡arrea! ¡venga!), adverbios (¡adelante! ¡fuera!) o
adjetivos (¡bravo!), de forma que no son interjecciones idiomáticamente puras. Se emplean como
interjecciones por su significación usual: «¡Socorro!», «¡caracoles!», «¡diablos!», «¡rayos y
centellas!» Algunas expresiones de este tipo son consideradas palabras de lenguaje soez.
Locuciones interjectivas[editar]
Embarcó en el
hacia
vuelo hacia Cochabamba.
Intercambiable con la
Resolvió el caso mediante pistas
mediante preposición con en la mayoría de los
encontradas.
casos.
Clasificación[editar]
El adjetivo (del latín: adiectīvus,1 "que se agrega") es una parte de la oración o clase de
palabra que complementa un sustantivo para calificarlo; expresa características o propiedades
atribuidas a un sustantivo, ya sean concretas (perceptible por los sentidos, como en el libro
verde o the big book) o abstractas (cognoscible por la mente, como en el libro difícil). Estos
adjetivos acompañan al sustantivo (libro, book) y cumplen la función de especificar o resaltar
alguna de sus características.
afortunadodiligentenegroaltodirectonegroamabledosnueveamableduroobsecuenteamarillentoelo
choamarilloenormepacienteangostoestupendopequeñoaquelextremopopularargentinofácilprimer
azulfamosoqueridobajísimoflexiblequintobajogenerososredondablancogranderígido
Fuente: http://www.ejemplos.co/100-ejemplos-de-adjetivos/#ixzz4zf4qQVqj
unas’,
Fuente: http://www.ejemplos.co/100-ejemplos-de-adjetivos/#ixzz4zf4x1gi8
Algunas de las palabras consideradas por la gramática tradicional precientífica como adverbios
pueden considerarse en categorías independientes. Por ejemplo, los adverbios de ubicación, modo
y cantidad pare
oraciones.