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ASIGNATURA: ESPAÑOL 2017-II GRUPO 13

PROFESOR: JULIÁN CUBILLOS


ESTUDIANTE: FRANCISCO DURÁN DEL CASTILLO CÓDIGO: 201717800
PROGRAMA DE ESTUDIOS: MÚSICA

Uber y la democratización del transporte público


En el siguiente texto, se abordará una defensa a Uber, una de las plataformas de transporte público que ha
causado mayor controversia desde su fundación en marzo del 2009. Parto desde la siguiente pregunta: ¿Es
Uber, como una economía colaborativa, capaz de contribuir al proceso de democratización del transporte
público? Frente a la cual defiendo que, efectivamente, Uber como servicio, debido a su promoción de la
economía colaborativa, permite que los consumidores del transporte público se apropien de este y lo
modifiquen a partir de lo que crean necesario; dándole valor a su existencia como servicio alternativo al
transporte público ofrecido por el gobierno colombiano.

Para contextualizar el porqué de este texto, es necesario aclarar cuál es el estatus legal de Uber en
Colombia hoy día, y cuál es el argumento central de los taxistas para oponerse a Uber. El estatus legal de
Uber en Colombia en el presente es bastante inestable. Hasta cierto punto, el Gobierno ha tratado de
regular a Uber por medio del uso de una modificación a la legislación preexistente desde el 2012 con
respecto a los servicios de transporte de lujo por tierra. Esta modificación reconoce la necesidad de la
integración entre los sistemas de transporte previamente existentes con las nuevas propuestas tecnológicas.
Dicha legislación fue rechazada por Uber y la ciudadanía, y en el momento se está discutiendo un proyecto
de ley llevado al congreso por los ciudadanos que busca crear una nueva ley para servicios como Uber.
Por otra parte, los taxistas se oponen a Uber partiendo del argumento de que Uber es una competencia
injusta para ellos, que incluso llega a rozar en la ilegalidad. Esto, debido a que: los taxistas aseguran que
ellos tienen que pagar una serie de impuestos y cumplir con una cantidad determinada de condiciones de
seguridad para poder circular la cuales Uber simplemente no debe cumplir (Las 10 claves para entender la
pelea de Uber y los taxistas, 2015).

En primera instancia, Uber como servicio, tiene un modelo de negocios correspondiente a lo que se
conoce como una economía colaborativa. Es decir, una economía: “que está basada en redes de individuos
y comunidades interconectados, en oposición a las instituciones centralizadas, que están transformando la
forma de producir, de consumir, de financiar y de prestar” (Méndez Picazo y Castaño Ramírez, 2016,
p.12). Esto permite que un individuo particular sin ningún vínculo directo con alguna empresa de
transporte pública o privada pueda ofrecer el servicio de transporte a los consumidores a cambio de dinero
que le llega directamente, sin necesidad de pagar impuestos adicionales a los de un ciudadano particular.
A partir de lo anterior, es posible pensar que la naturaleza misma de Uber como economía colaborativa
hace que este contribuya a la democratización del transporte público. En tanto que, gracias a Uber, ahora
los proveedores del servicio de transporte son los mismos ciudadanos.

En segunda instancia, la existencia de Uber como servicio desligado de los controles directos del Estado,
permite a los ciudadanos tener una alternativa a servicios estatales ineficientes y promotores de
inseguridad como lo son los taxis, demostrado por el hecho de que: “Los delitos más asociados con el uso
de taxis son el “paseo millonario”, el “fleteo” y atracos a residencias; en una proporción menor, el
transporte de drogas y de armas.” (Escobedo, Alfonso, Arango, Betancourt, Parra, Salas y Valencia, 2008,
p.74). Y, debido a la existencia de esta alternativa, los ciudadanos pueden ser más críticos con la manera
en la que servicios de transporte como los taxis se están prestando. Porque, sin importar la respuesta a esta
crítica por parte de los prestadores del servicio de taxis, los ciudadanos tendrán una opción viable para
movilizarse. Esto podría hacer que los taxistas se vieran obligados a escuchar a los ciudadanos
consumidores de su servicio de transporte, y así mejorar su servicio teniendo en cuenta las demandas de
estos. Lo anterior es un claro ejemplo de cómo Uber podría contribuir a la democratización del transporte
público; pues sería el ciudadano el que moldearía las modificaciones que se harían a la prestación del
servicio de transporte público, no el Estado ni alguna compañía privada.

Por último, Uber podría ser la clave para acabar con los monopolios que se han generado en Colombia
alrededor de ciertas empresas prestadoras del servicio de taxis, como por ejemplo el caso de Taxi Imperial,
coalición de empresas de taxis la cuál: “firmó un contrato para prestar el servicio de transporte de pasajeros
por cinco años con Opaín, que opera en concesión el nuevo aeropuerto, que controla el transporte desde
el aeropuerto El Dorado”. ( Monopolio de taxis: imperialismo amarillo, 2012). Puesto que Uber debido a
su naturaleza de economía colaborativa tiene la capacidad de evitar la formación de monopolios de
transporte. Uber por su funcionamiento no permite que ninguno de sus prestadores de servicio forme un
monopolio de transporte, y si la ciudadanía comienza a utilizar Uber en vez de los servicios
correspondientes a alguno de dichos monopolios, estos ya no podrán mantenerse, pues existe competencia
directa manifiesta en Uber. Así, Uber contribuye a la democratización del transporte público, pues la
existencia de monopolios es, en sí misma, antidemocrática, en tanto que permite a un monopolio prestar
un mal servicio sin la necesidad de mejorarlo.
En suma, Uber es un servicio capaz de: poner al ciudadano particular en calidad de prestador del servicio
de transporte, en vez de individuos vinculados con el Estado o con alguna compañía; y promover la crítica
de los ciudadanos hacia modalidades de transporte existentes, como el taxi. Además, tiene potencial como
posible solución para la crisis de los monopolios de taxistas en Colombia, debido a que puede hacerles
competencia. Por todo lo anterior, Uber es tal vez una de las mejores alternativas de transporte disponibles
para los ciudadanos colombianos en este momento; en tanto que es una plataforma que, por su misma
naturaleza, promueve la democratización del transporte público por medio de una economía colaborativa.
La pregunta que surge es entonces: ¿Cómo integrar el servicio prestado por Uber con los otros servicios
de transporte preexistentes en Colombia?

Bibliografía:
Cano J.A (2015/03/25). Sobre UBER y los dilemas de las nuevas tecnologías. Semana Sostenible.
Recuperado de: http://sostenibilidad.semana.com/opinion/articulo/sobre-uber-dilemas-nuevas-
tecnologias/32769

Méndez Picazo, M.T. y Castaño Ramirez, M.S. (2016). CLAVES DE LA ECONOMÍA


COLABORATIVA Y POLÍTICAS PÚBLICAS. Economía Industrial, 402, pag.11-pag.17. Recuperado
de:http://www.minetad.gob.es/Publicaciones/Publicacionesperiodicas/EconomiaIndustrial/RevistaEcono
miaIndustrial/402/MT%20MENDEZ%20y%20MS%20CASTAÑO.pdf

Monopolio de taxis: imperialismo amarillo (10/27/2012). Semana. Recuperado de:


http://www.semana.com/nacion/articulo/monopolio-taxis-imperialismo-amarillo/266991-3.

Las 10 claves para entender la pelea de Uber y los taxistas (7/29/2015). Semana. Recuperado de:
http://www.semana.com/tecnologia/articulo/las-10-claves-para-entender-la-pelea-de-uber-los-
taxistas/436646-3

Medina, M.A. (28 Nov 2015). Uber: ¿debate tecnológico o de transporte? El Espectador. Recuperado de:
https://www.elespectador.com/noticias/economia/uber-debate-tecnologico-o-de-transporte-articulo-
601796

Escobedo L.R., Alfonso A.L., Arango V., Betancourt Villamil P.A., Parra Oviedo J.L., Salas Salazar L.G.,
y Valencia Barón S.E. (2008). Los taxistas como factor significativo en la seguridad de Bogotá. Scielo,
50(2), p.71-p.85. Recuperado de: http://www.scielo.org.co/pdf/crim/v50n2/v50n2a06.pdf

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