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Con el noveno mes, se inicia la recta final de la gestación y comprende desde la semana 33 de embarazo a la 36.
En estos últimos días, los síntomas en la futura madre son bastante molestos, pues el desarrollo del bebé está
finalizado y éste se dedica básicamente a ganar peso.
El parto se puede producir en cualquier momento durante estas semanas, por lo que conviene evitar viajes o
desplazamientos largos y estar atenta a cualquier síntoma que pueda ser indicio de que el bebé va a nacer.
A pesar de que cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, de media, un feto de 36 semanas puede medir ya casi
50 cm y pesar entre 2200 y 2800 g, pues es capaz de engordar hasta casi 30 g diarios.
Las características físicas que presenta el feto en este mes de su desarrollo son muy similares a las que tendrá en
el nacimiento, pues apenas quedan unas semanas para ello.
El lanugo se ha desprendido casi en su totalidad de la piel del bebé. Esto, junto con la acumulación de grasa
debajo de ésta, la cual ya es lisa y rosácea, hacen que tenga un aspecto completamente humano.
Si quieres saber qué es el lanugo fetal y qué función tiene en el embarazo, te recomendamos que sigas este
enlace: ¿Qué es el lanugo?
Los pulmones
ya están completamente desarrollados y son aptos para que el feto pueda respirar fuera del organismo de
la madre gracias a los corticoides secretados por las glándulas adrenales.
El sistema digestivo
es capaz de digerir el líquido amniótico y sus intestinos se llenan de meconio.
Cambios en la madre
La situación de la futura madre en el noveno mes de de embarazo es muy similar a la de las semanas anteriores.
Ahora bien: las molestias se han acentuado por el estado tan avanzado de la gestación.
Si el bebé ya ha adoptado la posición cefálica en el útero, la madre puede notar cierto alivio, pues la presión
sobre el estómago es menor. Sin embargo, los pies se sitúan bajo el esternón, lo cual hace que las patadas sean
muy molestas y la respiración se haga difícil. A su vez, la cabeza presiona fuertemente la vejiga y aumenta la
frecuencia de micción.
Es muy probable que la hinchazón y la retención de líquidos se vean agravadas si además se está en una
estación calurosa. Es muy normal notar los pies y tobillos excesivamente hinchados.