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Historia y Crítica II
Facultad de Arquitectura y Urbanismo ///
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE
AUTOR:
Sitio Web:
Ramón GUTIERREZ http://arq.unne.edu.ar/catdep/arq/hyc2/index.html
TITULO
Correo Electrónico:
HISTORIA DE LA ARQUITECTURA hycritica2@hotmail.com
Y EL URBANISMO EN IBEROAMERICA
SERIE / EDITORIAL
Federico Ortiz, Graciela Viñuales, Dick Alexander, Jorge Ott, José Antonio Viñuales y Juan
Carlos Ortiz (Argentina); Mariano Arana (Uruguay); Daniel Schavelzon (México); Rodolfo
Vallín, Antonio Castañeda y Alberto Corradine Angula (Colombia); Augusto Silva Telles (Brasil);
Antonio Bonet Correa y Cristina Esteras (España).
Archivo General de Indias (Sevilla); Servicio Histórico Militar (Madrid); Instituto Nacional de 1. EL CARIBE, POLO DEL NUEVO MUNDO, 13
Antropología e Historia (México); Instituto Nacional de Bellas Artes (México); Instituto Nacional
de Cultura (Perú); Archivo General de la Nación (Argentina).
SEGUNDA -,/+/43
Reservados todos los derechos. De conformidad con lo dispuesto 3. ESPAÑA n EL IMPERIO INCAICO: ESPINADORSALDE SUDAMÉRICA,47
en el arto 534-bis del Código Penal vigente, podrán ser castigados
con penas de multa n privación de libertad quienes reprodujeren
o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria, artística
o científica fijada en cualquier tipo de soporte
sin la preceptiva autorización.
r Ramón Gutiérrez
Ediciones Cátedra, S. A., 1992
Telémaco, 43. 28027 Madrid
Depósito legal: M. 16.130-1992
ISBN: 84-376-0442-7 (Rústica)
ISBN: 84-376-0441-9 (Tela)
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Impreso en Rogar, S. A.·PUENLABRADA (Madrid) 6. EL DESARROLLODE LA ARQUITECTURABARROCAEN MÉXICO, CENTROAMÉRICAn EL CARIBE, 103
Papel: Torras Hostench, S. A.
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Gddbdd.
11'"
10. EL NEOCLASICISMO EN AMÉRICA, 237 15. LA ORGANIZACIÓN PROFESIONAL DE LA ARQUITECTURA DURANTE LA COLONIA, 343
El impacto académico en América. Neoclasicisrrw, 237 Los gremios, 343
El neoclasicismoespañol en México (1780-1810), 237 Los arquitectosy los inteligentes en arquitectura, 345
El neoclasicismoen México, 238 Los ingenieros militares y de marina, 346
El neoclasicismoen Guatemala, 241 La Academia de Bellas Artes, 347
El neoclasicismoen Venezuelay Colombia, 242 Las escuelas de dibujoy matemáticas, 350
El neoclasicismoen el virreinato del Perúy la Capitanía de Chile, 243
El neoclasicismoen el virreinato del Río de la Plata, 244 16. LA ARQUITECTURA POPULAR AMERICANA, 351
El neoclasicismoen Brasil, 245
17. LA ARQUITECTURA DE AMÉRICA INDEPENDIENTE, 365
11. ANÁLISIS DE TIPOLOGÍAS: LA ARQUITECTURA RELIGIOSA, ASISTENCIAL Y EDUCATIVA, 247 La reacciónantihispánica, 365
Las formas de transculturación, 247 La arquitectura en la América fracturada, 366
La extroversión de! culto, 247 México independiente, 366
La iglesia urbana, 250 Centroamérica, 370
La iglesia rural, 252 El Caribe, 370
Los diseños de los templos, 253 La Gran Colombia, 374
Los conventosy monasterios, 256 Venezuela, 374; Colombia, 375; Ecuador, 376
Conventos rurales, 256 Perú, 377
Conventos urbanos, 258 Bolivia, 381
Los monasterios de monjas¿ 261 El desarrollo autónomo. Paraguay, 383
Hospitales, 264 " Chile, 385
CAPÍTULO 7
ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA
DURANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII
fachada de ladrillo «en limpio» de la igle- ladas que sirven de pedestal a las rejas- En la zona central (tanto en Tunja como
sia de los Reyes en Aragua con elevado cuer- cajón, con cubierta decorativa muestran en Bogotá) se nota una .intencionalidad
po central cuya altura es equivalente a la un lenguaje afin al de las de Trujillo (Perú) decorativista al cubrirse las antiguas pin-
del campanario. o Cartagena (Colombia), indicando a la vez turas murales con estructuras de madera
En las casas venezolanas del XVII siguió la unidad de expresión de ciertas regiones y a los propios artesones mudéjares se les
predominando la ocupación extensa del amencanas. colocan florones dorados que enfatizan los
lote, con una sola planta, portada principal, También aquí predomina la masa sobre cambios de gusto. La recuperación que ha
ubicada al centro de la fachada, yorganiza- el vacío y el volumen sobre la silueta, a emprendido el Instituto Colombiano de
da en torno a patios, solución que sólo se excepción de ejemplos notables como la Cultura (COLCUL TURA) de las pinturas
altera en ejemplos excepcionales [141]. casa «de las ventanas de hierro» de Coro, murales de templos y casas de ambas ciuda-
No faltaron aquí los dinteles mixtilíneos, donde el peinetón de la portada (ubicada des, constituye un gran aporte para el cono-
arcos carpaneles e inclusive columnas «pan- en un extremo) sobrepasa el cornisamento. cimiento de las concepciones espaciales de
zonas», como las que se encontraban en la Los estípites y dinteles mixtilíneos de los siglos XVI al XVIII.
antigua casa de Vega y Bertodano de Cara- algunas portadas de San Carlos (Cojedes), En las capillas de pueblos de indios se
cas (1783) y que se atribuyen a la influencia Turmero (Atragua) o la pilastra ondulante mantuvo un criterio planificado, pero tam-
holandesa de Curacao, de Guanara (Portuguesa) indican el rico re- bién én el XVIII sufrieron modificaciones en
En Coro, la casa delos Arcaya presenta la pertorio de una arquitectura popular que su conformación espacial ~a través del equi-
solución de balcón corrido sobre la fachada asimila y reelabora los diseños formales eru- pamiento y pinturas entre los cuales puede
que se localiza también en Cuba o en Carta- ditos con amplia libertad. señalarse especialmente el caso de Tópaga
gena. Las rejas de cajón de madera proli- Patios y galerías señalan los elementos con sus retablos de espejería.
feran en Petare, Baruta, la Guaira y Puerto esenciales de la organización de partidos Las diversidades regionales de la arquitec-
Cabello. señalando la continuidad de un arquitectónicos de las viviendas, donde la tura colombiana nacen de las propias difi-
lenguaje. estratificación jerárquica persiste. Las ha- cultades geográficas y de comunicación del
La imagen fisica de los poblados venezo- bitaciones cubiertas con alfarjes se comuni- territorio, de tal manera que aun dentro de
142. Venezuela, Caracas,
lanos tienen mucho del paisaje urbano de los caban alineadas entre sí y con las galerías. un conjunto de obras que representan una Museo de Arte Colonial, cocina. Siglo XVIII
caseríos andaluces, aunque en América el Las cocinas adquirían importancia en un calidad urbana o rural marginal de los
uso del color introduce una variable esencial extremo de la casa con múltiples hornos, centros de poder económico (fundamenta-
en la valoración del espacio. como puede verse hoy en el interesante dos en el XVIII esencialmente en la minería),
Las ventanas de Coro con las repisas vo- ejemplo del Museo de Arte Colonial de las respuestas tendrán el carácter de las cul-
Caracas [142]. turas y sociedades locales. Se mantendrá,
sin embargo, la vigencia de los elementos
urbanos estructuradores como los templos,
COLOMBIA conventos y plazas [143].
Téllez afirma que al no existir en Colom-
Ciertas áreas del virreinato de Nueva bia ningún ejemplo «que se apartara ínte-
Granada mantienen características muy gramente del sistema de diseño y construc-
similares a las de la arquitectura venezolana ción a base de sencillos volúmenes prismá-
como sucede con Mompox, que estudiara ticos rectangulares y un acusado planismo
Corradine Angula. en las superficies envolventes del espacio»
La navegación del río Magdalena le dio puede decirse que «no hay barroco arquitec-
jerarquía comercial, que luego perdió, pero tónico en la construcción colonial neogra-
durante el XVIII vio erguirse templos de es- nadina», aunque reconoce los aportes deco-
tructura maderera con portadas-tapa de rativos superpuestos a los volúmenes.
piñón y hasta una notable torre octogonal La afirmación es cierta en la medida en
1·11. V enczuela, La Guaira, con balcón externo (¿capilla abierta?) en que concibamos el barroco arquitectónico
"',1,' de' la ( :llmpañía Guipuzcoana. Siglo XVIII la parroquia de Santa Bárbara. como una respuesta formal preestablecida, 143. Colombia, Villa de Leyva. Siglo XVIll
1 ,1,1 • I.A ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA DPRANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII COLOMBIA • 145
es decir, definamos un «modelo» (proba- traduce pragmáticamente a su tiempo y puesta cuya ruptura se acentúa por la cor-
blemente romano) al cual referirnos. Si por circunstancia. nisa volada y corredor con baranda que
el contrario rescatarnos del barroco las ideas Las limitaciones económicas y tecnoló- marca 'el límite de los paramentos, En
troncales y conceptuales y analizamos cómo gicas actuaron --como en el caso de Vene- San Pedro Claver de Cartagena aparece la
dan respuesta a las mismas diversas culturas zuela- para circunscribir las potencialida- curiosa solución de un primer piso con bal-
(Italia, Austria, Alemania) e inclusive re- des de alardes que se obtendrán en otras cón a las naves --como es común en las
giones de otros países, entenderemos que áreas de América; por ello parece esencial iglesias brasileñas- aunque aquí la altura
«el modelo» formal es variado, pero lo que la comparación de la producción arquitec- de las arquerías de la nave ubica muy alto
es común es el concepto, tónica a partir de los parámetros de su los balcones. La obra fue realizada en-
En ese marco y con las limitaciones que propio contexto. tre 1695 y 1716 por un lego jesuita y pre-
la propia realidad contingente podía dar en La capilla del Rosario en Santo Domingo senta también la peculiaridad de arcos trilo-
el desarrollo de las ideas, las posibilidades de Tunja reitera valores que ofrecerán sus bulados en el primer tramo y el coro del
económicas y tecnológicas, los modos de similares de Puebla o Quito, aun tratándose templo.
vida y sensibilidades, cada región de Amé- de una obra del siglo XVI que se unifica en San José de Popayán fue realizada por el
rica vivió (y vive, que no en vano está sus tres espacios -vestíbulos, capilla y cama- jesuita Simón Schenherr quien retoma la
«Macando» en Colombia) su realidad ba- rín- mediante un notable tratamiento de- idea de las naves de doble altura aunque
rroca. corativo policromado y dorado, aquí están cubiertas con cañas y teja, y
Bien señala Téllez que los ejemplos neo- El modelo europeo del Gesü de Vignola en lugar de balcón se abren triforios. La
granadinos no tienen la integración entre en Roma, aparece como ejemplo paradig- obra fue comenzada en 1744 y se con-
arquitecturay equipamiento que se encuen- mático para los templos jesuíticos de Bogo- cluyó poco antes de la muerte de Schenherr
tra en otras áreas del Perú, México o Bra- tá, Cartagena o Popayán por voluntad de en 1767.
sil, Pero ello sin duda no descarta una forma la propia Compañía de Jesús. La decoración de las bóvedas del crucero
diferencial de expresarse, como no dejan de La «planta jesuítica» de tres naves (prin- 144. Colombia, Bogotá, templo
recuerda el tratamiento dé Bogotá aunque
de San Ignacio, bóvedas. SiglosXVII-XVIII
ser barrocos ciertos ejemplos del Cono Sur cipal y laterales estrechas, que pueden ser en la nave sólo están jerarquizados orna-
cuya influencia alemana pudo ser notoria, usadas como naves-capillas) y crucero con mentalmente los arcos fajones y se acentúa
como las estancias jesuíticas de Córdoba, cúpula, marca una constante de uso en la continuidad vertical al prolongarse a la
sin tener vigencia lo indígena, ni darse la Sudamérica. La valoración del espacio a altura de las claves de las tribunas.
correlación antes mencionada con el equi- través de un recorrido ritmado que se ex- La interesante solución de la columna
pamiento. pande verticalmente al llegar a la cúpula central en la sacristía aparecerá también
Pero la intencionalidad de la actitud ten- acelera el sentido de participación dinámi- en Chiquinquirá y en el templo de Huaro-
sionada del barroco puede darse en los ca y la persuasión de una trascendencia. condo (Cusca, Perú),
recubrimientos de antiguas estructuras, en Claridad y certeza se unifican con tensión El convento de Monguí, cuya evolución
la localización caprichosa de unas hornaci- y vacilación en el juego de los efectos del ha estudiado con detalle Jaime Salcedo, fue
nas (arco abocinado de la Compañía de color y de la luz. fruto de un proceso de adiciones a la capilla
Jesús en Popayán), en la plenitud de cora- Las obras jesuíticas de Nueva Granada, que erigiera a comienzos del XVII Rodrigo
tiva de pequeños espacios (capilla de Do- a excepción de San Pedro Claver de Car- Yáñez. La iglesia actual fue trabajada ha-
minguez Camargo en la catedral de Tunja), tagena de la que se desconoce la autoría, cia 1739-40 por Martín Polo Caballero y
en la absurda escala de un templo de tres fueron realizadas por religiosos o legos de continuada por Francisco José Camero de
naves con cúpula (Siecha), es decir, rasgos la Compañía de Jesús cuyos conocimientos los Reyes, aunque las obras debieron con-
que identifican una forma de pensamiento de arquitectura deberían tener. bastante cluirse a fines del XVIII Y las del claustro con-
abierto, más «teoría» ,que la habitual entre los maes- tinuaron entre 1805 y 1809. La imponente
Una manera de expresarse barroca, en tros de obra locales, pero a la vez, bastante escalera «imperial» de Monguí constituye
síntesis, que tiene que ver con las posibilida- menos que Vignola, creador del modelo. un elemento espacial de notable calidad.
drs, con los grados de libertad creativa y En San Ignacio de Bogotá, el tratamiento En la ciudad de Cali, en el valle del Cauca,
los programas de una arquitectura «sujeta» ornamental de las bóvedas [144] y arcos fa- la obra más interesante es sin duda la iglesia 145. Colombia, Monguí, convento.
5h 1111 modelo irreal e inaccesible y que se jones enfatiza la idea de la cubierta super- SiglosXVIII-XIX
de San Francisco cuya torre mudéj ar [146]
146 . LA ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA DURANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII COLOMBIA • 147
las que se mimetizan cuando los muros de liaridad de una clara división interna en
volviendo todo el conjunto una moldura li-
piedra y ladrillo carecen de revoque, como pleno siglo XVIII de su población española
neal continua da un insólito efecto de mo-
e indígena [151 J.
sucede en la casa de Marisancera en Car- vimiento con quiebros, curvas y contracur-
tago (aunque dudamos que originariamente vas.
haya estado totalmente «pelada»). En Santa Fe de Antioquía yen Popayán,
ECUADOR
Una portada excepcional en la arquitec- los patios tienden a ampliarse con galerías
tura civil colombiana es la de! palacio de de pies derechos de madera que los rodean
la Inquisición en Cartagena que abarca Durante los siglos XVII y XVIII continúa en
definiendo ámbitos que unen a la función
los dos pisos y donde nuevamente se conju- Quito el impulso arquitectónico que se
de vertebrar las circulaciones, las de sitio
gan las .indefiniciones estilísticas tan caras desarrollará en las últimas décadas del XVI.
de estar mediante la tamización del sol con
a nuestro barroco. Algunas obras serán adición o comple-
la vegetación de! patio y e! aprovechamien-
La parte inferior con pilastras cajeadas y mento de la ya existentes como la famosa
to de la ventilación cruzada. 151. Colombia, Zipaquirá, balcones y catedral
entablamento clásico soporta visualmente capilla de Cantuña adyacente al convento
En Zipaquirá los balcones volados crean
una decoración de roleos y heráldicas. En- de San Francisco y que fue la sede de la Co-
el paisaje de un pueblo que tiene la pecu-
fradía de San Lucas de los pintores y escul-
tores quiteños y para la cual hicieran retablos
Caspicara y Legarda. .
Un hecho notable que señalara el arqUI-
tecto Alberto Nicolini es la existencia de
bóvedas soportadas por arcos de doble cur-
vatura lo que implica un avance notorio
tanto en lo tecnológico como en la bús-
queda de definición de un espacio barroco
a la usanza europea.
También en San Francisco se renovó el
artesonado de la nave principal, incendiado
hacia 1770, con el tratamiento que se integra
a la lacería del XVI.
En la iglesia de Santo Domingo realiza-
da en la primera mitad del XVII volvemos a
encontrar una capilla del Rosario de inte-
resante factura. El templo mantiene las
características de los excelentes artesonados
del XVI quiteño y la capilla del Rosario
(1733) se estructura en espacios comparti-
mentados con sus amplios espacios policro-
mados y retablos barrocos de calidad. Es de
interés su ubicación volumétrica adosada
al templo, que origina un cuerpo superior
con un arco al exterior bajo el cual se desa-
rrolla una calle. Merece especial referencia
la bóveda elipsoidal de la escalera del claus-
tro de La Merced [153].
La iglesia de la Compañía de Jesús de
Quito es una de las obras más significativas 152. Ecuador, Quito, capilla de Cantuña,
11'1, (:ololl1hia, Bogotá, casa del marqués +/*& Colombia, Bogotá, casa del marqués del barroco sudamericano y tiende a desa- bóvedas de doble curvatura. Siglo XVIII
d" Sall.lOI'g;(·, Siglo XVIII de San Jorge, área de servicio
150 . LA ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA DURANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII ECUADOR • +/+
rrollar algunas de las tendencias que anali- XVIII- entre San Ignacio de Bogotá y Quito españoles, belgas o franceses realizan sus
zamos en las obras de los jesuitas en Co- se evidencia en el diseño de los estucos, si edificios urbanos con un mínimo de parti-
lombia. bien el policromado de Quito y la unidad cipación "en las decisiones de los artesanos
Aunque el templo original se trazó en que le da el tomar la decoración desde los locales; la propia portada del colegio de
1605 según el diseño que el padre Durán zócalos hasta la clave de las bóvedas Quito está tomada de un diseño de Miguel
Mastrilli trajo de Roma, los trabajos fueron señala la potenciación del antiguo esquema Ángel reproducido en el tratado de Vignola
lentos. En 1634 se hacía el crucero por el bogotano. y en los retablos influye el padre Pozzo.
jesuita Gil de Madrigal, pero las obras co- La decoración de lacerías de estuco dora- 'El esquema de la fachada de la iglesia
braron impulso con la llegada del hermano das constituye uno de los ejemplos artesana- se ha señalado como «muy italiano» aunque
Marcos Guerra en 1636, quien era arquitec- les más singulares y su efecto para la modio el primer constructor fuera alemán, lo cual
to y escultor. ficación del espacio es notable. Los muros indica la fuerza del modelo jesuítico del
El hermano Guerra, nacido en Nápoles, tienden a perder su fuerza portante por las Gesu romano y del baldaquino berniniano.
trabajó dos años en la obra de San Ignacio manifestaciones de la textura y el color que La precisión de la talla manifiesta la calidad
de Bogotá y luego se ocupó de la Compañía los efectos de la luz acentúan. Hasta los de los oficiales canteros quiteños, quienes
de Quito y del monasterio carmelita hasta mismos arcos fajones tienden a mimetizarse interpretaron complejos programas sim-
su muerte en 1668. en un continuo visual con las bóvedas. bólicos y jeroglíficos.
La relación en el tratamiento interno Las ventanas de la cúpula generan la En el XVII la obra del jesuita Marcos
--que Navarro sin embargo fecha en el cisura luminosa que enfatiza la capilla ma- Guerra la continuará el franciscano fray
yor y su retablo (1735). Las naves laterales Antonio Rodríguez quien realizó con los
de capillas adquieren mayor autonomía por mismos criterios ornamentales los estucos
la solución de sus cubiertas y el tratamiento de la iglesia de Guápulo (1649-53) y pro-
singular de los retablos. En el sotocoro se re- bablemente la portada de la portería del
presenta en pintura mural una escalera de claustro de su convento, tomada como se ha
caracol que tiende a acentuar el sentido dicho de un diseño de Miguel Ángel para el
154. Ecuador, Quito, iglesia de la Compañía
irreal, ya que sólo intenta --con su carácter Palacio Farnesio en Caprarola. de Jesús. 1722-1765 .
tardío-- integrarse pictóricamcnte en el Este arquitecto realizó la importante
conjunto. iglesia de Santa Clara, uno de los pocos
La fachada del templo donde trabajó ejemplos de monasterios de monjas con
enl722 el jesuita alemán Leonardo Deubler, templo de tres naves y quizá estuvo vincu-
misionero de Maynas, fue concluida por el lado a la portada de la iglesia de San Agus-
hermano Venancio Gandolfi en 1765, dos tín, obra manierista, que sin embargo es remate. El óculo octogonal introduce otro
años antes de la expulsión de los jesuitas. anterior en un siglo a la artesa de la sala elemento atípico en el edificio.
Se la concibió como un gran imafronte capitular de este convento, lo que con- El desarrollo de la policromía en los es-
unitario que abarcaría las tres portadas con firma la peculiar utilización de los «tiem- tucos, la evolución de una excelente escuela
la idea de fachada-tapa. La idea del reta- pos estilísticos arquitectónicos» en nuestra de escultura quiteña, la presencia de talleres
blo se enfatiza para el cuerpo central con América. de pintores de calidad generará en el XVIII
una calle que vertebra la puerta y la ven- La iglesia de la Merced de Quito [155] fue un movimiento cultural notable. La pintura
tana del coro con un remate elevado. La realizada sobre el modelo de la Compañía mural fue utilizada con frecuencia, corno "e
parte inferior de la fachada presenta las por el arquitecto José Jaime Ortiz a partir ha constatado recientemente en la restaura-
columnas salomónicas en piedra más espec- de 1701 y hacia mediados del siglo estaba ción que ha hecho Alfonso Ortiz Crespo
taculares que se hayan realizado en porta- concluida. La portada del hospital de San en San Diego, o en el estudio de Dora Ari-
da alguna de Sudamérica [154]. Juan de Dios, cuya capilla se concluye ha- zaga Guzmán para el Carmen de Cuen-
Es, en efecto, una propuesta nítidamente cia 1779, presenta un esquema clásico que se ca [156]. .
europea colocada en América y ello es fre- desvirtúa con el tratamiento ornamental de Las casas quiteñas del XVIII continuaron
1:,:1. E('uador, Quito, convento-de la Merced, cuente en algunas obras de los jesuitas donde las pilastras cajeadas y los motivos vege- manteniendo las características de estruc-
1"',, .•., 1;, d,' la ('s('alera. Siglo XVIII sus propios arquitectos italianos, alemanes, tales y de frutos que envuelven los roleos de turación en torno a patios que a la vez cons-
+/, p LA ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA DURANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII
tituían jerárquicamente los centros de di- proceso de ocupación más tardío que ha al- obras· efímeras, boato virreinal, etc. y la
versas funciones. En general se trataba de canzado vigor en las últimas décadas. del mundo indígena y mestizo que incorpo-
patios pequeños con galerías perimetrales, Las localizaciones geográficas son deter- raba los valores esenciales de su propia
pavimentos de «huevillos» y en muchos za- minantes en cuanto a la disponibilidad de cultura y los vertía en formas externas de
guanes enchinados con guardas de huesos. recursos materiales y condicionan por ello ritual popular.
Hay casas excepcionales como la casade la propia evolución tecnológica de cada re- Sobre un mismo trasfondo o ideología
«siete patios» que demuestra una ocupación gión. En la costa la piedra es escasa y por ello barroca las respuestas serán diversas porque
extensiva del espacio urbano. La superposi- predominarán las arquitecturas de tierra la forma de valorarlo o sentirlo, las dispo-
ción del centro comercial a la zona resi- cruda o cocida. En la sierra abunda la piedra nibilidades de recursos y tecnologías serán
dencial fue forzando el desarrollo de vivien- pero -sobre todo en las mesetas altiplá- distintas. Si ello sucede así, en un mismo
das en altura introduciendo el hábito de nicas-- falta la madera y se recurrirá tam- país, en dos regiones próximas, cabe. pre-
arrendar para tiendas o depósitos la planta bién al uso del adobe y ladrillo. guntarse ¿Por qué continuamos pretendien-
baja y manteniendo la alta como residen- Las respuestas frente al común desafio do que una arquitectura, para ser barroca,
cia. sísmico fueron diversas; en la costa se adop- deba tener columnas salomónicas y plantas
El posterior desplazamiento de los sectores taron sistemas livianos y flexibles con es- curvas borrominescas?
tradicionales del centro histórico, generaría, tructúra de madera y entramado de cañas, Creemos que es momento. de concluir
junto con la migración rural, el grave pro- barro y estuco que se denominó «quincha». con los complejos de inferioridad que se
ceso de tugurización del área central que Su uso se proyectó inclusive a áreas del van fomentando desde fuera y dentro por
padece Quito. altiplano. decenas de años (¿siglos?).La arquitectura
En el interior la arquitectura residencial En la sierra la respuesta fue rígida, ma- barroca iberoamericana expresa una situa-
muestra notables ejemplos de obras made- ciza: acumular piedra y trabarla adecua- ción cultural en un determinado momento
reras en Cuenca, Gualaceo, Zaruma y La- damente para resistir el movimiento. Tam- histórico, sus productos son r~levantes, en
tacunga señalando el ámplio campo que aún bién el adobe, de reconocidas condiciones un primer plano como rasgos de identidad, @
tienen los estudios de nuestra arquitectura frente a los temblores, siempre que esté en un segundo porque constituyen manifes-
para ampliarse. bien realizado y trabado, es usado por los taciones artísticas, sociales y culturales de
155. Ecuador, Quito, iglesia y claustro
de la Merced. Siglos XVII-XVIII En Latacunga se conservan casas del XVIII sectores de menores ingresos, aquí, en am- primer orden.
con notables bóvedas de piedra con orna- bas regiones. La arquitectura del Perú aparece además
mentos que reiteran los. diseños de estuco La valoración del barroco peruano, como ritmada por las fatídicas acciones de los
de lacería de las iglesias quiteñas del XVII. la del americano en general, se ha venido terremotos que jalonan las etapas de la
La proyección del centro emisor quiteño haciendo sobre la base de que es un arte evolución arquitectónica al obligar a las
llegó hasta Pasto y Popayán en el sur co- esencialmente decorativo. No dudamos que permanentes reposiciones edilicias.
lombiano y tuvo directa relación con las ésta pueda ser una aseveración válida para Los terremotos de 1607, 1655 y 1746 en
obras limeñas contemporáneas. ciertos y circunscritos ejemplos regionales, Lima, de 1650 en el Cusco y de 1583 y 1867
pero es indudable que las obras de arqui- en Arequipa, señalan hitos evidentes. para
tectura no pueden comprenderse sino en las ciudades.
forma integral porque no hay decoración
PERÚ
sin soporte, como no puede evaluarse una =QTI & SI 5VZ[I
obra meramente por el soporte.
También el Perú mantiene en el des- Pero esto es lo que hace a los aspectos for- En el siglo XVII limeño habrían de desco-
arrollo de su arquitectura las características males del problema; a nosotros nos debe llar arquitectos como Juan Martínez de
geográficas y culturales que han señalado preocupar esencialmente el «clima» cul- Arrona y Pedro Noguera, quienes unían
claramente tres áreas diferenciadas en el país: tural que generan estas obras como respues- a su carácter de «arquitectos» el oficio de
la costa, la sierra y la selva. Durante el tas a sus demandas y aquí aparecen nítidas entalladores de retablos. Recuérdese que
periodo colonial las dos primeras de ellas las dos variables: la de la ciudad, Lima, que entonces se llamaba arquitecto a quien
constituyen el teatro esencial de los acon- aspiraba a remedar las formas de vida de la podía dibujar, lo que generalmente sabían
156. Ecuador, Cuenca, pinturas murales
en el rnonastcrio del Carmen. Siglo XVIII tecimientos, mientras que la selva tiene un corte, con sus títulos de nobleza, heráldicas, hacer los retablistas que ejecutaban las
PERÍJ • 15S
154 . LA ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA DURANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII
portada y sobre todo e! almohadillado rús- trada que recorren las portadas (San Fran-
tico de ladrillo revocado tienden a enfatizar cisco) y el perfil del edificio (la Merced) o se
la horizontalidad y gravitación del conjunto. colocan pináculos e perillanes que tiendena
La fuerza de las cornisas tiende, en su relativizar la 'gravidez de! volumen.
quiebra, a llamar la atención sobre la por- Escobar, quien fallece en 1693, trazó y
tada, único elemento donde predomina e! dirigió las obras de la desaparecida iglesia
sentido vertical, tanto por sus dimensio- de los Desamparados, donde reiteraba los
nes como por la inteneionalidad del diseño almohadillados, claraboyas elípticas y la
que parece ascender en sucesivas ondas de balaustrada que festoneaba e! conjunto.
remates curvos y quebrados. La portada de La influencia de la portada -retablo de
San Francisco realizada entre 1672 y 1674 San Francisco, se proyecta en otros ejemplos
reitera e! esquema señalado para la catedral, limeños, como los del templo de la Merced
con hornacina irrumpiendo en el frontón (1697-1704) y de San Agustín (1720).
abierto y más arriba un óculo elíptico, cuyo Eí esquema de frontón partido y hornaci-
antecedente puede encontrarse en la Com- nas se mantiene, pero en la Merced [158],
pañía -de Jesús de! Cusca, obra de Diego cuya piedra se trajo de Panamá, 'la Virgen
Martínez de Oviedo. aparece en una suerte de balcón con balaus-
La densidad de! tratamiento en piedra tres flanqueado por columnas salomónicas
de la portada nos recuerda sin duda los apareadas. Aquí la estructura arquitectónica
ejemplos mexicanos verificando la coinci- de! retablo no' se pierde por un lenguaje
dencia de los centros económico-políticos preciso de las calles y cuerpos, mientras que
con la ejecución de determinados tipos de en San Agustín la profusión decorativa
obras de gran envergadura. tiende a desmaterializar la estructura para
La fuerza de las cornisas, la intenciona- forzar una lectura de conjunto, de masa.
lidad de! juego ilusorio de luces y sombras, La ornamentación llena pletóricamente to-
157. Perú, Lima, convento de San Francisco. Siglo XVII
e! esquema de la portada retablo sobre e! dos los planos de la portada y las figuras e
acceso principal, señala la proyección esce- imágenes no dejan nichos ni hornacinas li-
nográfica hacia e! medio urbano de los bres. En ambos casos las cartonerías latera-
contenidos simbólicos de! templo. En la les ratifican la vigencia de la imagen de!
portería adyacente, veremos aparecer e! retablo trasladado al exterior.
arco trilobulado que también haría escuela Puede parecer que San Agustín marca e!
trazas de sus diseños. La portada de la ca- de Bogotá y la Merced en Quito, mediante
en e! barroco peruano. punto máximo de aproximación a la sensi-
tedral, realizada por ambos maestros suce- e! uso de estuco formando almohadillados
El claustro principal de San Francisco bilidad de las portadas atectónicas mexica-
sivamente, se superpone al diseño manierista y motivos geométricos que cubren las bó-
retoma la experiencia de San Agustín de nas, pues los ejemplos posteriores, como la
de las pilastras apareadas con hornacinas vedas y e! intradós de la cúpula, acentuando
Quito, al variar las dimensiones de los arcos, sacristía de San Francisco (1728) de Lu-
centrales (<<serlianas») y un frontón par- mediante e! contraste de color los efectos
tido. realizando en planta alta una arquería cas Me!éndez y e! testero de la catedral
de «figura y fondo».
doble. Aquí sin embargo e! vano de! arco (1730-32) retornan al predominio de la es-
La obra más destacada de! barroco li- El exterior de San Francisco se abre sobre
menor se ha convertido en un óvalo acen- tructura sobre e! efectismo ornamenta],
meño es sin duda e! enorme convento de una amplia plazoleta ~atrio con su fuen-
tuando e! efecto de un paramento perfora- aunque en San Francisco aún predomina el
San Francisco comenzado hacia e! 1657 te y a cuyos lados se organizan espacial-
según los diseños de! arquitecto portugués do, más que e! de sucesión de arcos con planteamiento esconográfico.
mente la portería de! convento y la iglesia
tímpanos. Esta idea de «irrealidad», de El claustro principal de la Merced (1780)
Constantino Vasconcellos a quien continuó de la Orden Tercera.
en las obras de Manue! Escobar [1571- falta de fuerza expresiva, de dubitación, de mantiene el sistema de doble arco en la
El imafronte de! templo es imponente,
arquitectura de bambalinas, se maneja con planta alta, pero, al utilizar columnas de
La iglesia de San Francisco tiene tres aunque se sabe que las torres fueron acor-
frecuencia en la arquitectura limeña. madera como soporte, varía la sensación
llaves y cúpula en e! crucero y un: profundo tadas en altura en virtud de los terremotos.
Aun en conjuntos «fuertes» visualmente espacial de! claustro franciscano. La nota-
mro a los pies. El tratamiento interno rei- La sensación de masa sólida, la fuerza de las
@["aS [Sb búsquedas expresivas de San Ignacio se introducen cornisas de madera con balaus- )?,Ie cúpula de la escalera, hecha en quincha,
torres de amplia base que comprimen la
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PERÚ • %()
más claustros.
Un ejemplo excepcional es e! claustro
circular de! colegio dominico de Santo
Tomás [159], sin antecedentes en edificios
docentes españoles, que se concluyó hacia lada con decoraciones rococó de notable
fines de! siglo XVIII. También e! templo de diseño (conchas, cariátides); las torres de!
las Huérfanas de Lima presenta una planta templo presentan una sección octogonal,
atípica formada sobre un diseño ovalado tema que se repite en ejemplos relevantes
que abarca la totalidad del espacio interno. como los de Santo Domingo, Santa Lucía
La intencionalidad espacial barroca de de Ferreñafe o San Javier de Nazca.
este templo, concluido hacia 1766, es clara, Los tratamientos ornamentales de los
ya que distribuye los retablos como aplica- espacios limeños son variados, desde un sen-
dos sobre nichos, mientras que e! altar ma- tido unitario como e! que encontramos en
yor se hunde en un presbiterio profundo las naves laterales de San Pedro (iglesia de los
con cubierta más alta que lo enfatiza visual- jesuitas), donde e! espacio parece crecer
mente. La sensación de movimiento se re- a saltos por pantallas sucesivas y con micro-
fuerza en la segmentación por arcos de la espacios (las capillas) que a la vez entran
bóveda y la baranda del comulgatorio así en contradicción con la luminosa y case-
como la presencia de un coro de curvatura tonada nave principal, hasta la frecuente
alabeada en su baranda que generan con- sensación de espacios fragmentados donde
tradicciones con la dirección de la curva- cada retablo pone su acento autónomo den-
tura de la planta de! templo. tro de un conjunto que se va descubriendo
1 ,11 \"'I"Íl, Lima, portada de la iglesia de la Merced. Siglo XVIII '6 baptisterio presenta una cúpula ova- como sumatoria de partes.
158 • LA ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA DURANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII PERÚ' 159
La blandura de una arquitectura de es- «lo barroco» queda relegado a ornamentos catedral y San Francisco, que estaban en traremos en las áreas marginales a fines
tuco y quincha se expresa en las fachadas mixtilíneos y un arco rebajado en la planta obras y próximos a concluirse. de! XVII Y XVIII. Desde la superposición de la
«ornamentalistas», carentes de fuerza arqui- baja, mientras en el cuerpo superior apa- La reconstrucción arquitectónica de! Cus- ciudad española sobre la indígena se plan-
tectónica, que podemos encontrar en tem- recen pilastras curvas con roleos de corte ca fue impulsada por un espíritu de cuerpo, teó una solución irreversible donde la per-
plos como Jesús María (1721). Aquí la aper- rococó. La influencia francesa puede no- de solidaridad comunitaria entrañable que meabilidad a las formas de expresión arqui-
tura de un gran vano con balcón central tarse más claramente en los retablos y púl- une a los cusqueños frente a la adversidad tectónica indígena fue prácticamente nula.
-una solución decorativa tomada de las an- pitos de! interior que preanuncian algunos tal cual volvería a ocurrir con e! sismo Ello puede verificarse claramente en e!
tiguas capillas abiertas de la sierra- quita de los elementos que encontraremos en la de 1950. diseño de la iglesia de San Pedro, realizado
fuerza al plano de la fachada que remata en propia Quinta de Presa. Contó además en e! último tercio de! por el cacique Juan Tomás Tuyro Tupa,
una liviana baranda de madera con dos cha- De todos modos los elementos básicos siglo con la increíble capacidad organiza- que no se aparta en absoluto de los diseños
pite!es --casi de juguete- que remedan to- para e! desarrollo de una arquitectura «efec- tiva y visión de estadista del obispo Manue! de sus colegas españoles. Por otra parte la
rrecillas. Una cinta mixtilínea recorre toda tista» estaban presentes en la tecnología de de Mollinedo Angulo, quien rescató con ciudad contó con una serie de notables re-
la portada semejando una cartonería que la quincha y e! estuco que disfrazaba de pragmatismo las potencialidades de sus tablistas durante e! XVII como Juan de Sa-
recuerda la solución de! palacio de la In- pesado lo liviano, y de robusto lo endeble. párrocos y comunidades para rehacer los manes, Meza, Martín de Torres y Pedro de
quisición en Cartagena. La intencionalidad barroca ilusionista de templos parroquiales de las feligresías indí- Oquendo y algunos ensambladores y ar-
La sencillez de este exterior contrasta con esta arquitectura queda claramente plas- genas· en los más alejados parajes. Los vein- quitectos de la calidad de Francisco de
la fuerza de! espacio interior donde los reta- mada en la cúpula con pinjantes de la sa- tiséis años de su obispado significan e! Chávez y Arellano, Pedro de Aranda, Se-
blos juegan un pape! esencial focalizando cristía de la Merced de Lima. avance claro de! espíritu barroco de la bastián Martínez y su hijo Diego Martínez
las visuales y unificando en estos puntos de La mayoría de las propuestas formales y contrarreforma, e! celo por la doctrina y la de Oviedo.
atención la idea de! espacio dinámico. espaciales ensayadas en Lima se proyectan justicia, e! ensalzar e! testimonio de vida Para la realización de varias de las obras
Una última fase de la arquitectura lime- en las ciudades de la costa peruana como como e! mejor ejemplo, el desprendimien- que se encararon se utilizarán piedras pro-
ña de! XVIlI manifiesta e! influjo de la ilus- Trujillo, Huaura, Pisco o Nazca. La iglesia to y e! fomento de las devociones. cedentes de las andenerías incaicas de
tración borbónica a través de uno de sus de la Compañía de Pisco, concluida hacia Aunaba a ello e! respeto por e! pensamien- Pichu e inclusive de Sacsahuamán, por lo
funcionarios calificados: e! vierrey Manue! 1723 es pequeña y compacta, con torres que to mítico del indígena, buscaba por ello que en la composición de los muros apare-
Amat y Junyent quien introdujo los rasgos apenas superan la clave de las bóvedas y la persuadir por los sentidos y la razón. Era cen elementos arcaizantes derivados de esta
de vida urbanos y las primicias formales de! altura de la fachada, pero cuyas portadas absolutamente práctico en sus decisiones; reutilización, lo que también sucede en
rococó. de ladrillo y estuco recuperan la densidad mientras mandaba cubrir de pintura mural múltiples viviendas.
Sus diseños para e! «Paseo de Aguas», ornamental y e! sentido plástico escenográ- las paredes de sus templos no vacilaba en La propuesta externa de los templos cus- '
plaza de toros y la Alameda expresan los fico, recurriendo incluso al resalte de ele- blanquear e! templo de San Gerónimo queños comprende el esquema de dos ro-
cambios en los modos de vida que forman mentos y al tradicional óculo elíptico. Al -totalmente pintado de rojo- pues de- bustas torres de basamento liso y remate tra-
parte de la festividad más frívola de! barro- enfatizar nítidamente el arco de la bóveda jaba su interior muy oscuro. bajado, portada-retablo con el esquema de
co tardío. y de! remate de! óculo central, llama la aten- Como las comunidades indígenas de Mé- frontón partido superpuesto por un óculo
En lo formal, la fuerza de los conjuntos ción que aquí no sobresalga en altura nada xico se hermanaron en torno a la Virgen de o ventana del coro y un remate en arco que
se va ablandando en esa suerte de «arqui- más que la portada lateral. En Ferreñafe, Guadalupe, Mollinedo empleó este rol de la determina el fondo.
tectura de repostería» que configuró una la iglesia de Santa Lucía presenta un balcón iglesia en e! Cusca y e! Altiplano, afian- La conjunción entre entalladores y ar-
etapa de las obras limeñas, que retomó en central en la portada, con acceso desde e! zando en sus poblados a las diezmadas co- quitectos que encontramos, garantiza la
nuestro siglo e! «neocolonial». La influencia coro y e! esquema visual es de portada- munidades indígenas sujetas a la mita, similitud de tratamientos. Diego Martínez
francesa del virrey Amat se manifiesta en retablo apoyada sobre un fondo tangible con la tarea común de reconstrucción del de Oviedo hace los retablos y la portada de
la iglesia de las Nazarenas, concluida en de fachada. templo y !1;enerando demanda de mano de la Compañía de Jesús, así como e! claustro
Inl y cuyo diseño se le atribuye. Se trata obra, así como la creación de cofradías de la Merced, de tal manera que el lenguaje
en su fachada de agudizar las contradicciones y hermandades como entes de acción social de la madera trasladado a la piedra asegura
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entre e! basamento rústico de las torres, y asistencial. una calidad de tratamiento y fineza que
cuyo cuerpo superior se «despega» median- La arquitectura cusqueña de! XVII tiende Es interesante constatar que a pesar de califica a la arquitectura cusqueña del XVII.
te un estrechamiento de! volumen, con la a expresarse claramente después de! terremo- ser Cusca la ciudad cabecera de la región, Por otra parte, Sebastián Martínez man-
portada trabajada como un retablo de es- to de 1650 que destruye la casi totalidad de sin embargo, no es claramente la generadora tiene e! criterio de apertura funcional colo-
tructura «arquitectónica» nítida, y donde los edificios religiosos, con excepción de la de las innovaciones expresivas que encon- cando en lo alto de la portada de la Merced
160 . LA ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA DURANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII
PERÚ • 161
el balcón (capilla abierta) para decir misa El piso superior reitera el esquema e las
en ejemplos tan lejanos como Pomata o
a los indios del tianguez, que presta servi- arquerías carecen prácticamente de para·
Chumbivilcas; la calidad de la esterotomía
cios habituales hasta que se construye en- peto.
de la piedra en las pechinas de la cúpula y
frente la Casa de la Moneda a fines del Sobre la piedra almohadillada se aplica-
pilastras señala la eficacia de los canteros
siglo XVII. rán las columnas exentas que crean una
indígenas y constituían una muestra del
Las portadas de Domínguez Chávez de nueva «piel» con el típico esquema del re-
florecimiento de las artes en la segunda mi-
Arellano son quizás las menos apegadas a la tabla; la tensión entre la dinámica de ambos
tad del siglo XVII.
idea del retablo e más próximas al modelo lenguajes y la calidad del tratamiento con-
La portada de la Compañía se aparta del
de los tratadistas como fray Lorenzo de fieren a este espacio valores singulares.
esquema tradicional en diversos aspectos;
San Nicolás. A la vez la iglesia de la Compañía de *5
en primer lugar divide el basamento de las
El claustro principal de la Merced [160] sús, obra del mismo arquitecto, concita
torres en dos tramos, el primero de los cuales
es probablemente la obra más destacada en muestras de admiración en aquellos que aún
queda liso y el segundo recibe un aplica-
su tipo del barroco cusqueño y se caracteriza persisten en calificar de «provincianas»
ción ornamental sobre una repisa balcón
por un lenguaje, asaz diferente de los ejem- estas expresiones arquitectónicas [161].
(que recuerda a Monguí) y culmina en una
plos limeños. Por una parte el soporte de La obra se realizó entre 1651 y 1668
gran. cornisa volada que abraza las dos
piedra es robusto, de anchos pilares, estre- con 'la participación del jesuita Juan Bau-
torres a la vez que sirve de remate a la por-
chos corredores y techo plano de madera. tista Egidiano, quien a «la vejez» se dedicó
tada-retablo.
a aprender la arquitectura «en libros»,
El remate de las torres, con los vanos ova-
pero no cabe duda de la autoría de los tra-
lados para las campanas y cupulilla con
bajos de la portada desde 1664 por Martínez
tambor octogonal y pináculos en los ángu-
de Oviedo, aunque no es seguro que sea
los, se reitera en muchos otros templos de
suya la portada del colegio, recubierta de
la región. La escuela cusqueña se plasma
puntas de diamante.
en la misma época en las obras de San Se-
El diseño, que quizás realizara Egidiano,
bastián, donde el maestro indígena Juan
-no se aparta de la tradición de los templos 161. Diego Martínez de Oviedo: Perú, Cusco,
Manuel de Sahuaraura realizó' una espec-
jesuíticos en la región, aunque la realiza- iglesia de la Compañía de Jesús. 1651-1668
tacular fachada retablo, en San Pedro y en
ción de sus bóvedas de crucería y la cúpula
Belén [162].
con casetones es excepcional. Los canónigos
Se proyecta a la vez a los propios valles
de la catedral se opusieron a la actitud del
del Cusca, con ejemplos como los templos de
diseñador de la Compañía de elevar su
Urabamba y Acomayo, a las zonas del al-
templo con sentido verticalista pues consi-
tiplano con las obras de Ayaviri, Asilla y
deraban que entraba en competencia con el
Lampa o hacia el área de Apurimac con la
templo mayor. Ello era cierto, pero la obra
espectacular iglesia de San Miguel de
se hizo y crea un magnífico contrapunto con
Mamara.
la horizontalidad manifiesta de la catedral.
En esta proyección las portadas-retablos,
El espacio interno de la Compañía es de
sin perder la claridad de su diseño arqui-
aquellos que atrapan irremisiblemente. Su
tectónico, se van modificando en su concep-
ritmo, la plenitud espacial de la cúpula, la
ción espacial. En Ayaviri o Asilla el retablo
sensación de magnificencia y dominio del
toma movimiento, se densifica notoriamente
espacio anonadan, yeso que carece de la
el número de columnas y pilastras que crean
mayoría de sus retablos originales, pues los
varios planos y la decoración tiende a cu-
que hay en la nave proceden de la antigua
brir la totalidad de las superficies.
iglesia de San Agustín.
Por otra parte la temática ornamental
El tratamiento decorativo de las pechi-
va integrando valores simbólicos de la
IhO. Die~o Martínez de Oviedo: Perú, Cusco, nas de prieta labra en piedra constituye
mitología y del pensamiento cristiano con 162. Perú, Cusco, iglesia de Nuestra Señora
rluustro de la Merced. Siglo XVII uno de los motivos que alcanzarían éxito
las identificaciones naturalistas vegetales o de Belén. Siglo XVII
162 • LA ARQUrrECTURA
EN SUDAMÉRICA
DURANTELOSSIGLOSXVII-XVIII E=Fl" 163
Este cambio de escala vuelve a re!ativi- 5IRITIYKI$ 3`IK\KPV$:\IUKIVMSQKI$ toria de los aportes para generar una res- cana y al diseño de la casa Barrantes en
zar e! problema del decorativismo y de la 3YMX\QWI` 5VSSIV puesta nueva. Cajamarca.
importancia de la traza del templo. Una de Si así 'fuese estaríamos totalmente de El templo de Santo Domingo conforma
de las características más notables para Hacia e! norte la influencia cusqueña, acuerdo en descartar e! término «mestizo» un interesante espacio urbano con una cruz
verificar la poca importancia que daban los o mejor dicho, la coincidente problemática que en definitiva es, como e! término «mu- en un ángulo, una espadaña exenta de la-
indígenas a la búsqueda de nuevos trazados indígena llegará a Cajamarca donde la déjar», un apelativo convencional para iden- drillo en otro, pequeña portería y el templo
son las modificaciones que introducen sobre iglesia catedral propone la inédita forma- tificar un fenómeno cultural y que hoyes de amplia galería (¿capilla abierta?) en
las antiguas iglesias. En San Pedro de Acora lización de la «fachada total», con un tra- aceptado a efectos de precisar obras, un el frente sobre un atrio de arcos. El trata-
alargan el presbiterio y en la Santa Cruz tamiento que abarca las tres portadas y por periodo o una forma de expresión. miento de las torres, con piedras de diverso
deJuli superponen a la portada de! XVI una ende e! cuerpo bajo de las torres. Mientras no haya una idea mejor, «lo tono que enfatizan líneas horizontales deco-
de! XVIII [164], como superpondrían reta- La obra quedó inconclusa en 1762, ya mestizo», acuñado por Angel Guido hace rativamente, recuerdan las posibilidades
blos del XVIII a los antiguos en San Pedro que faltan los cuerpos superiores de las medio siglo, nos puede seguir siendo útil de aprovechamiento de los materiales loca-
de Andahuaylas, San Gerónimo de! Cusca, torres, lo que permite en alguna medida y permítasenos la licencia de continuar les con fines decorativos.
o Tatay. enfatizar el cuerpo central --«retablo>}-- usándolo. Esta idea se repite en el templo de la
que emerge del conjunto. Aquí la incorpo- La .misma tendencia decorativa de la Compañía, adyacente al cual se encuentra
ración de la temática ornamental que se catedral de Cajamarca, se proyecta en la la notable portada de acceso al colegio con
ha denominado «mestiza» como los pájaros iglesia de Belén, realizada por José de Mora- un diseño clasicista y el monograma de la
y flores y frutas locales, unida a las repre- les en 1746, lo que evidencia que la presión Compañía junto a un insólito elefante ro-
sentaciones indígenas o la presencia de ins- del medio era tal que los propios europeos deado de follajes.
trumentos musicales americanos (charan- captaban ---eomo sucede con Lorenzo Ro- En general, la resultante espacial de estas
gos, maracas, etc.) marca la incursión de dríguez en México- la sensibilidad cultu- obras es mucho más sencilla que la de otros
la temática marginal en un templo cate- ral de su circunstancia. ejemplos de la sierra y tanto los templos como
dralicio urbano, que se reiterará en San An- El interior aparece ornamentado con las torres son de menor envergadura por
tonio. puntas de diamante romboidales y en la temor a los temblores. Un rasgo peculiar
Con respecto a la terminología del arte cúpula se exhiben ángeles con faldellines, lo constituyen las cúpulas de sección circu-
«mestizo» permítasenos una breve consi- mientras la portada presenta un óculo cua- lar, aplanadas y formadas por tambores
deración ya que desde hace diez años el drilobulado que actúa como centro de la superpuestos cubiertos de tejas y cuyo di-
centro de la polémica sobre los valores de la composición. La portada del Hospital de seño se proyecta a zonas del altiplano cus-
arquitectura americana parece reducirse Mujeres (1767) retoma figuras femeninas queño.
a la pertinencia o no del término. con faldellines y cuatro senos, cuyo diseño En Huancavelica, la antigua iglesia ma-
Hecha, hace ya años, la aclaración por se tomó del tratado de Serlio y que nos triz (1675) tiene un emplazamiento domi-
Pal Kelemen, sobre la inutilidad bizantina aproximan formalmente a las portadas nante respecto a la plaza y sus robustas torres
de la discusión semántica sobre el término del hospital de San Andrés (también de flanquean una notable portada-retablo de
y acotando sus alcances al proceso no bioló- mujeres) en el Cusca, realizado un siglo piedra roja que tiende -por su cromatismo
gico, sino de síntesis cultural que quiere antes. y tratamiento- a destacarse del conjunto.
expresar la figura de «arte mestizo», cabe en En Ayacucho, la catedral, concluida ha- Wetheyseñala que la portada de Santo
definitiva pensar en reiterativas ignorancias cia 1762, presenta un partido horizontalista Domingo sería del mismo autor, aunque
o en tozudez congénita de quienes cuestio- aunque las torres están espaciadas sin dar la aquí apreciamos una utilización más sim-
nan aún el término. imagen de contrafuerte que ofrecen en plificada de los elementos de composición
Entendemos que es posible el reemplazar Cusca y Lima. La fachada se estructura con y la presencia clara de rasgos decorativistas
la denominación si se encuentra un apela- un cuerpo central elevado, con portada-re- que tienden a desvirtuar la fuerza de! con-
tivo más claro que califique el concepto. Es tablo y dos portadas laterales cuyo «fondo» junto. El interior de este templo sorprende
decir, si existe algún otro término que ex- es más bajo y se remata con balaustradas. por la fragmentación de sus espacios, que
prese mejor la fusión o simbiosis cultural La actual portada del municipio en la recuerda los arcos ritmados de algunas
[YU(I'I·rít,.Juli (Callao), portadas superpuestas que se produce entre lo indígena y lo espa- plaza, recuerda ---eon su dintel poligonal- iglesias de la región potosina.
de la Santa Cruz: Siglos XVI-XVIII
de [S Yhh5@#"bYS ñol y cuya resultante va más allá de la suma- las propuestas de Arrieta en la capital mexi- La iglesia de San Francisco de Huanca-
••
...•.
...••.
nieristas se le adicionan ahora los temas del
propio medio vegetal y hasta figuras mito-
lógicas prehispánicas como e! gato-tigre.
forja de la propia identidad.
Como un removerse de antiguas creen-
cias, de afirmación de presencia, de inte-
I{'('nicas de cisuras alrededor de los motivos
d('corativos que generan fuerte contraste
('ntl"(,luz y sombras.
Cabe recordar aquí la vigencia de una de las
invariantes hispánicas planteadas por Chue-
ca Goitia en la concentración decorativa
..1. A la vez las partes se integran en un todo
que les da relevancia a la vez que las su-
gración de culturas, esto es en definitiva
la visión de un «arte mestizo» que va más
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+02 p LA ARQurrECTURA EN SUDAMÉRICADURANTELOS SIGLOSXVII-XVIII
PERÚ' 169
allá del aporte individual del indígena o del necesariamente coincidía con la visión bí- baja, cuyas conexiones con los sucesivos
español y mucho más allá de la simple su- blica. Hasta los propios españoles aproxi- patios recuerdan el efecto de los espacios
matoria de formas. maron la identidad de la festividad del musulmanes conformados por planos para-
Discutir, como se ha venido haciendo, Corpus Christi con la del Inti Raymi in- lelos tal cual sucede en las capillas laterales
sobre la procedencia del diseño de la sirena, caICO.
de la Compañía de Lima.
sobre el parecido de las formas vegetales Nos queda aún por hacer una historia del La experiencia constructiva de las bóve-
altiplánicas con las sirias y captas, la clasi- arte americano, visto con ojos americanos das arequipeñas se prolongó hacia el alti-
ficación entomológica de cuanta papaya, que sean capaces de partir de su realidad y plano de la mano del constructor italiano
mazorca o mono aparezca en una portada no por europeos que necesariamente la ana- Avanzini que había trabajado en Caima
es recurrir a un sistema mecanicista y posi- lizan a partir de la suya. Una historia que en 1784 y que en 1792 estaba colaborando
tivista de valoración del problema. tenga la propia circunstancia como eje del en las obras de Cabana y Pupuja donde pro-
No es más «americana» la portada de análisis y horizonte cultural. bablemente trasmitió las técnicas del oficio
Tiahuanacoque tiene un mono que la de La fachada de la Compañía de Arequipa a los maestros indígenas de la familia Ticona,
la Compañía de Arquipa que no lo tiene, es un hito para reflexionar sobre la catali- cuyas obras llenan más de un siglo de traba-
ni es menos «americana» la fachada de zación de este proceso cultural. De sus expe- jos enel altiplano peruano.
Asilla porque en un raro libro editado en riencias saldrán propuestas paradigmáticas En efecto, los Ticona concluyen las obras 167. Perú, Santiago dePupuja (Collao),
Amsterdam en el siglo XVI aparezca una como la portada de San Agustín y las de las de Santiago de Pupuja [167], rehacen las iglesia parroquial. Siglo XVIII
sirena paracida a la de su portada. Todo parroquias indígenas de Yanahuara, Caima bóvedas de Ayaviri en piedra, construyeron
esto tiende a encubrir lo esencial; la valo- y Paucarpata donde la idea de figura-fondo Pucara y los arcos fajones de Lampa y apa-
ración del todo como expresión cultural de se realza con un tratamiento cromático en recen vinculados a muchos otros trabajos en
la época y a reducirnos a la estéril polémica el soporte. la región. ¿Cuál es el sentido de este ser y no ser de
de las filiaciones. En Chihuata reaparecen en la cúpula Con anterioridad, en la zona de los pue- una arquitectura que se afirma en sus dis-
¿Por qué hemos de aceptar que los ele- los ángeles con faldellines de Belén de Caja- blos originarios de la provincia de Chucuito tintas tradiciones, pero a la vez se modifica,
mentos simbólicos europeos son trasladados marca, pero ahora son una docena que con- se habían realizado trabajos singulares como aún sin dejar de lado la vigencia del planteo
linealmente a la cosmovisión indígena? Sa- vergen en la claraboya central preanuncian- la iglesia de Santiago de Pomata ubicada primigenio?
bemos por ejemplo que el sol tenía un valor do el notable desarrollo estilizado de Poma- sobre un cerro dominante y con un atrio Este cuestionamiento está en directa vin-
propio para el mundo indígena y que no ta, donde tienden a estrecharse las manos concluido hacia 1763 que originariamente culación con la problemática conceptual del
danzando en círculo en torno a la cúpula. había tenido capillas posas. En Pomata las barroco. Si analizamos el partido arquitec-
Aquí puede rastrearse el desarrollo de una portadas y los elementos jerarquizados del tónico de la planta de Pomata, como de cual-
temática decorativa-espacial a cientos de interior (vanos, pechinas, arcos, cúpulas) quiera de los otros templos altiplánicos no
kilómetros de distancia. son recubiertos con una decoración a bisel veremos modificaciones sustanciales a la
El claustro de la Compañía deJesús [166], que llena pletóricamente los espacios apro- propuesta tradicional.
iniciado en el último tercio del siglo XVIIpor vechando los efectos de la luz rasante. Sin embargo, si analizamos el problema
el maestro Lorenzo de Pantigoso y el can- La desmaterialización de los elementos desde sus comienzos, veremos que el templo
tero Juan Ordóñez, según señala Alejandro de piedra se logra por voluntad de los artí- es el tercero del pueblo (además de San Mar-
Málaga Medina, se concluyó hacia 1738 fices, que sin romper con la configuración tín y San Miguel) y está próximo a una ca-
y constituye a nuestro juicio una de las me- de los límites y manteniendo el carácter ar- pilla que recuerda el origen del asentamien-
jores obras del siglo XVIII en el Perú. quitectónico acentúan la idea del «tapiz» to. Los otros templos respondieron a las
La dimensión de los patios, la robusta y de la decoración aplicada. Así los arcos formas clásicas de la organización social y
proporción de los pilares que contrasta con torales de la puerta de Pomata presentan espacial indígena (Hanan-Hurin) desde el
la estrechez de los arcos señala la intencio- cartelas espaciadas que remarcan el sentido siglo XVI, pero Santiago es el punto de con-
nalidad de la respuesta antisísmica. Pero de adhesión a la estructura y las propias fluencia de todo el pueblo y por ello adquiere
a la vez, la pesadez está atenuada por el tra- fajas que acusan los diámetros de la cúpula en su nuevo emplazamiento dominante la
bajo de «encaje» de la piedra que cubre con su ornamentación llegan justo un poco prelacía urbanística.
I liG, Lorenzo de Pantigoso: Perú, Arequipa, desde el basamento al cornisamento y sobre antes de la cornisa para enfatizar su carác- El acceso principal del templo es la por-
claustro de la Compañía de Jesús. 1738 todo por la escala del claustro de planta ter exclusivamente ornamental. tada lateral, lo cual condiciona la forma de
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170 . LA ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA DURANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII
+ PERÚ' 171
captación del espacio interno que no enfa- presenta como otras iglesias de la region
tiza la direccionalidad al altar mayor, sino (Cabana, Cabanilla, Putina o Yanarico)
que adopta un recorrido deambulatorio y fuertes incidencias de la tecnología y las
tensionado por la atracción del coro, el ba- formas arequipeñas en sus contrafuertes
tisterio, la cúpula y el presbiterio [168]. escalonados, canes de piedra, bóvedas y
La importancia de la portada lateral está cúpulas.
subrayada por la distribución urbana del El retablo de piedra de las Ánimas en
templo, cuya relación con la plaza se forma- Santo Tomás es la conjunción de ciencia y
liza a través de un arco ubicado sobre el eje sabiduría, en un dechado de confluencias
del acceso. La portada, estructurada en el eruditas y populares. Una cruz central y
lenguaje del retablo, emerge del soporte de dos hornacinas para San Juan y la Dolorosa
piedra canteada por la silueta que le define aparecen enmarcadas en un arco trilobulado
su frontón en arco y por el tratamiento de (como la puerta de Cabanillas) y flanqueado
fina labra. por pilastras cajeadas con efigies de perso-
Su ubicación en cuanto a orientación es najes _de la Pasión.
la mejor para aprovechar el sol rasante y Estos personajes policromados, están iden-
realzar las calidades ornamentales, lo que tificados con nombres y elementos simbó-
además exige una aproximación clara para licos (Herodes con. una corona de rey al
su valoración. Hay en esto una intenciona- revés, personajes negativos con turbantes
lidad superpuesta de valoración del todo y a moriscos, etc) y su presencia detallista
la vez de comprensión de las partes. ejemplifica un manejo erudito de las fuentes
El atrio-cementerio posee una interesan- evangélicas. En la parte superior del reta-
168. Perú, Pomata (Collao), iglesia
de Santiago, interior. Siglo XVIII te cruz catequística ubicada en la proximi- blo aparecen motivos de nítida raigambre
dad del acceso y que tiende a ordenar el en la cosmovisión indígena, como el sol, la
punto de concentración en torno a la por- luna y estrellas, que se prolongan en la car- 170. Perú, Coporaque (Cusco),
tada. En ella, el tratamiento de «retablo» no tonería de papayas y frutos locales. portada de pies de la iglesia parroquial.
desdice la propia estructura, sino que enfa- Lo verdaderamente espectacular está da- Siglo XVIII
tiza el carácter de los elementos portantes. do por la idea de abstracción del Cristo
Así las columnas cilíndricas se transforman crucificado, representado por un rayo de
visualmente en salomónicas por la adhesión luz que ingresa al templo por un hueco
de una faja helicoidal que no niega el so- abierto en el muro en la confluencia de los
porte. brazos de la cruz. ejemplos, como en Chumbivilcas, el sentido
Esta misma relación se plantea en el in- Esta capacidad de síntesis entre lo eru- de masa, de fuerza constructiva propia de
terior y marca la tensión entre soporte y tra- dito, lo naturalista y simbólico, lo abstracto la arquitectura arequipeña aparece comple-
tamiento, donde lo ilusorio tiene siempre al e ilusorio, expresan cabalmente la síntesis mentado por la calidad de los trabajos de
final un acto de racionalidad que desvela de una búsqueda barroca que apela a di- las portadas e interiores que tienden a
el «misterio». versos recursos para generar creativamente «ablandan> las presuntas rigideces.
Puede parecer que en Santiago de Po- una respuesta propia. Espacios desornamentados como los de
mata [169] se hubiera buscado apelar no La idea de la «portada-tapiz» con moti- Cabana, Putina, Pucara, o los tardíamente
sólo a la sensibilidad de los sentidos, sino vos ornamentales de clara procedencia in- equipados como Santa Catalina de Juliaca
también a la comprensión intelectual y ra- dígena puede encontrarse en la cabecera y la catedral de Puno nos aproxima a una
cional de la propuesta. el templo de Coporaque (Espinar, Cusca) visión neoclásica del espacio, donde la es-
El mismo exceso de «intelectualidad» [170] yen la mayoría de los templos del va- tructura portante adquiere una fuerza irre-
(para el barroco) lo podemos encontrar en lle de Colea (Yanque, Tuti, Chivay, Caba- versible.
+\( Perú, Pomata (Collao), iglesia Santo Tomás de Chumbivilcas, que a naconde y Tisco) cuyo estudio realizara re- La expresividad formidable de los con-
dI' Santiago, la cúpula pesar de pertenecer a la diócesis del Cusca, cientemente Luis Enrique Tord. En estos trafuertes, bóvedas y cúpula de la catedral
111111111111111111111
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1 que abarca los dos pisos rompiendo el pretil
de la planta alta, flanqueada a la vez por dos
ción con azulejo o pintura mural como 678
patios con dibujo ornamental en piedras
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el siglo XIX eran frecuentes en Sevilla hasta de fondo a los múltiples lienzos que poblaban
que razones de asoleamiento e higiene hi- las paredes. El recurso de la pintura mural
cieron retirarlos dada la estrechez de las fue frecuente tanto en paredes formando ce-
calles de la ciudad hispalense. En Lima, el nefas o zócalos y hasta en los tumbadillos y
clima estable, y la carencia habitual del sol artesones.
y la lluvia posibilitaron el desarrollo de cu- En la casa cusqueña, la escalera es, hasta
biertas de terrados, el uso de la quincha y el el siglo XIX, predominantemente de cajón
recurso de las claraboyas teatinas para ilu- y ubicada en uno de los ángulos del patio,
minar ambientes interiores. mientras que en Ayacucho donde los patios
Ál mismo tiempo obras como la de Torre suelen ser mucho más amplios, la escalera
Tagle ponen en evidencia la vitalidad de la aparece con gran empaque en el eje de
antigua capital del virreinato del Perú acceso.
como lugar de confluencia económica, pues Las casas cusqueñas del XVIII desarrollan
allí se utiliza la piedra procedente de Pana- el sistema de comunicación con corredores-
má, el cedro de Costa Rica para los arte- balcón laterales y las galerías en las crujías
sones, el cocobolo de Guayaquil para los de la fachada y su paralela. También tienden
corredores y los azulejos sevillanos en la a utilizar balcones externos aunque no to-
caja de escalera y zócalos. talmente cerrados como los limeños y ape-
En la casa de Oquendo aunque la porta- lan desde el XVII a ajimeces y miradores.
da toma también dos pisos, a los que se La incorporación de tiendas, chicherías y
suman un tercero y un mirador, los patios otros tipos de locales en la planta baja hacia
son más reducidos y sin galería en la planta la calle fue modificando el uso del patio fa-
baja, es decir con simples balcones-corredor miliar y trasladando a la planta alta el ca-
en la alta. Los ajimeces en esquina, las lo- rácter residencial, aunque siempre se man-
gias-miradores y las solanas constituían tuvo el patio de servicio conectado por un
junto con los balcones de cajón el sistema de chiflón al principal.
proyección al exterior de la casa, de la El uso del color, tanto en la pintura mural
apropiación de aspectos de la vida social de los salones principales como en zagua-
urbana y de participación más allá de la nes y cajas de escaleras evidencia la vo-
portada. luntad de engalanar los espacios principa-
En los corredores y balcones de los patios les de la casa. El patio mantiene hasta el
se desarrolló todo un arte de la carpintería siglo XIX las mismas funciones vitales que
que se prolongaba en los barandales de la tenía la plaza a escala urbana. Era un lugar
escalera. Es que el patio y la escalera daban de estar, de reunión y comunicación que
la imagen interna de la casa como la por- ordenaba las actividades sociales.
tada daba la externa. En Lima no fue Por contraste a este uso, el patio de la
tan frecuente como en el Cusca que la casa arequipeña es pequeño y carece total-
escalera estuviera en una caja y solía en- mente de balcones o galerías, su escalera es
contrársela directamente desde el patio. exenta y la calidez del espacio la daba la
173. Perú, Lima, casa del marqués de Torre Tagle. Siglo XVIII
En ambos casos fue frecuente la decora- vegetación y los fuertes tonos de pintura
Se trata en general de casas de planta baja con un frontón curvo y quebrado dentro del formales de los antiguos grutescos renacen- primer y tercer cuerpo son molduras o ro-
con recintos reducidos, cubiertos con bóve- cual se encierra una prieta decoración de tistas, los motivos antropomorfos, el felino leos curvos estilizados, pero donde se nota
das que descargan las aguas por gárgolas elementos vegetales y anagramas. y otros elementos mitológicos y naturalistas una sensible diferencia es en la talla de la pie-
con cabezas de felinos. Los arranques de las Al costado de la portada de unos cántaros que identifican en tema y tratamiento las dra en forma planista que cubre todo el para-
bóvedas se acusan al exterior en una suerte ubicados en el zócalo sale una filigrana expresiones «mestizas». La singularidad de mento sin apelar al juego de contrastes y si.
de cornisa guardapolvo o doble dintel con vegetal que conforma una cartonería vir- su planteo radica no sólo en su presencia me tría que encontramos en San Francisco.
cartelas decorativas sobre las que continúa tual y empalma con el remate. Aquí puede en lo urbano, sino en que la portada-re- La influencia altiplánica peruana de la
un parapeto que oculta las claves de la detectarse el parentesco entre estas porta- tablo abarca ambos cuerpos y remata sim- construcción de los templos de bóvedas y
bóveda. das civiles y las religiosas en su estructura plemente en un frontis mixtilíneo que pa- cúpulas de piedra con pináculos se prolonga
Las portadas arequipeñas son especial- de composición. rece aplicado sobre el eje central [176]. en ejemplos como el de Santiago de Gua-
mente imponentes y se relacionan con las El tipo de tratamiento ornamental de la La cercana población de Sica-Sica tiene qui (1795) en múltiples obras mestizas del
de otras zonas de la sierra. Las cusqueñas portada-tapiz se repite en otros ejemplos un templo que ha sido realizado hacia 1725 siglo XVII y XVIII [177].
por ejemplo fueron únicamente importantes como la casa de Moral o la de Iriberry, por .los maestros Diego Choque y Marcos Avanzando en el altiplano boliviano hacia
en el XVII (Valleumbroso, Almirante), pero mientras que en otras se recurre a las jambas Maita. Suportada muestra una visión po- Oruro se reiteran las temáticas de los tem-
en el XVIII salvo algunos balcones tallados y dintel con algún motivo heráldico como pular de la arquitectura «mestiza» con una plos parroquiales de los caseríos indígenas
(Marqueses de Casa Concha) las limitacio- pueden encontrarse en Maras, Cusco o estructuración atectónica al incluir inter- con sus programas de atrios con capillas
nes económicas de la ciudad también se Moquegua [175].
expresan en la vivienda. El acceso directo sin zaguán se encuentra
La pujanza comercial de Arequipa que tanto en Arequipa como en Tacna y Mo-
comienza en la segunda mitad del si- quegua, donde también se desarrolla una
glo XVIII a disputar la hegemonía cusqueña interesante tipología de viviendas apareadas
del sur peruano se expresa por el contrario con habitaciones cubiertas a dos aguas con
en sus viviendas [174]. mojinete y altillo. Aquí también es posible
Un amplio zaguán permite el acceso a las encontrar patios de planta baja con gale-
caballerizas ubicadas al fondo. La portada rías de pies derechos de madera.
BOLIVIA
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+12 p LA ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA DURANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII BOLIVIA • +13
posas. Lo tenía la antigua iglesia de Sica- (Argentina) donde las posas en el atrio son girse notables ejemplos arquitectónicos em-
Sica como se desprende de una pintura y se acompañadas por otras posas-ermitas ubi- parentados con el movimiento contemporá-
prolonga en múltiples ejemplos como Calla- cadas en el pueblo en los cuatro puntos car- neo del altiplano.
pa, Jesús de Machaca, Palea, Ancocala, dinales a la salida de los caminos. Uno de los primeros ejemplos es sin duda
Chipaya, Totora, Poopó, Sepulturas, San La sacralización de los espacios urbanos el de la Compañía de Jesús cuya torre-espa-
J osé de Cala, Sabaya, Yarvicolla y Sora- adquiría así una presencia indubitable re- daña, realizada por el maestro indígena
sora '#$%#" marcando el sentido ritual y procesional de Sebastián de la Cruz emerge sobre el perfil
Las estructuras superpuestas de posas en la fiesta que se completaba en otras calles de la ciudad. Marco Dorta estima que para
atrios y en la plaza que encontramos en del pueblo con altares efímeros. su realización se siguió el modelo de algún
Chipaya (Oruro) se origina en los ejemplos El barroquismo de esta visión cultural no tratadista.
de Huaro (Cusca) y Tiquillaca que detec- se plasma en las plantas de curvatura barro- La obra, sin embargo, no tiene preceden-
tara originariamente Harth Terré en el alti- ca sino en los simples recursos de modestas tes en el medio, y se manifiesta con una
plano peruano y se prolongará en Susques comunidades que disponían del adobe, la traza de arco triunfal de cinco vanos flan-
caña, el ichu, espejos y el color para lograr queados por columnas salomónicas con cu-
su mundo de participación y construir la bierta de tres cúpulas y pirámides. Algo
escenografía para su «teatro de la vida». de esto en menor envergadura puede en-
Lo barroco no es pues meramente lo in te- contrarse en la torre-espadaña de la hacien-
rior de la arquitectura como pretende ver da Quispicanchis de los marqueses de
Bayón sino la amplia proyección urbana Valleumbroso en el Cusca.
externa de la misma. Sebastián de la Cruz actuó también en la
Las proyecciones de las posas en Totora, obra de San Francisco que a su muerte con-
Tomave o Caripaya se complementan con tinuaron los hermanos Arenas quienes la
los balcones-capilla abierta que encontramos completaron en 1714. En la fachada se in-
en Palea, Santiago del Paredón, Carabuco traduce el arco trilobulado y se densifica la
y en la propia catedral de Sucre. ornamentación pero su aporte más singular
177. Bolivia,Carabuco, ángelestocando bombos
Teresa Gisbert ha estudiado recientemen- es la concreción de cúpulas en las naves altiplánicos. SiglosXVIll-XIX
te la presencia de este tipo de estructuras laterales y tres medias naranjas en el crucero
en una contribución muy valiosa para la que varían sustancialmente la identificación
comprensión del espacio arquitectónico y de los espacios internos potosinos.
urbano americano. En efecto, los últimos ejemplos del XVII
Un ejemplo notable por su emplazamien- como Jerusalén y San Martín presentaban
to es el del Santuario de Manquiri cercano armaduras de madera, pero a partir del
a Potosí ubicado en una plataforma arti- cambio en San Francisco se colocan cúpulas
ficial apoyada en la roca y que se encuentra en San Benito, Belén y San Bernardo, estas
cercada con arquerías. La iglesia realizada a últimas realizadas por el maestro Bernardo
fines del XVIII tiene la peculiaridad de un de Rojas.
doble crucero que determina la existencia San Benito es el ejemplo más caracterís-
de dos cúpulas, una elíptica y otra circular. tico y fue concluida hacia 1727 con toda su
Su portada se inserta dentro de un arco cubierta constituida por nueve monumenta-
cobijo, solución que tiene su antecedente en les cúpulas de piedra, dos de ellas elípticas
la portada lateral de Zepita en el Callao para sacristía y batisterio, en un diseño que
peruano y que hará también fortuna en múl- no registra antecedentes en España [179].
tiples ejemplos potosinos y del noroeste ar- La conformación de los espacios de
gentino. San Benito aparece claramente ritmada
17(;. Bolivia,La Paz, iglesiade San Francisco. La villa imperial de Potosí, a pesar de su por la autonomía de las cúpulas y las divi- 178. Bolivia,Totora (Oruro), iglesia
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XVIII presunta decadencia del siglo XVIII, ve eri- siones de los arcos. Esta tendencia se encuen- con atrio y posas. Siglo XVIll
+2* p LA ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA DURANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII
tra en otros templos de la región potosina renzo cuya portada aparece encuadrada en
como Puna, donde se recurre a arcos-dia- un .arco cobijo como la de Belén. El trabajo
fragma para compartimentar el espacio. fue realizado por indígenas entre 1728 y
En San Bernardo, el maestro Rojas des- 1744 Y allí se conjugan nuevamente los
arrolla un interesante partido volumétrico elementos troncales de la génesis del arte
con enhiesta espadaña que retomando los americano del XVIII: un programa erudito,
ejemplos de Santa Teresa y Santa Bárbara un repertorio formal europeo asimilado,
hará fortuna en poblados indígenas de una presencia de los elementos del propio
Potosí a Tarija (Belén, Conapaya, Cha contexto y la sensibilidad expresiva de los
yanta). artífices americanos [180].
La portada parece adosada a un paramen- Todo ello constituía a la vez una respues-
to que sirve de basamento a la espadaña y ta integral de carácter funcional y simbó-
aparece flanqueada por dos contrafuertes lico que partía de la peculiar visión cultural
bajos. La fuerza del conjunto de piedra está de ese mundo americano y que daba iden-
enfatizada por la veracidad en la expresión tidad a sus demandas como conjunto.
\d..e las formas de las bóvedas y la cúpula, lo El programa erudito que aparece en la
'rot:ualfacilita la lectura del conjunto y la portada de San Lorenzo parece extraído de
comprensión de la yuxtaposición de volú- los 7TJSMTIZ de Orozco e Covarrubias
menes . -según los Mcsa- y la dccora.ión H'getal
. La obra más significativa de.la arquitec- parece indicar una vinculación entre el
cdaS«mestiza» potosina es sin duda San Lo- mundo altiplánico y la selva, por lo que va- 180. Bolivia, Potosí, iglesia de San Lorenzo. Siglo XVIII
BOLIVIA • @?4Y
182 • LA ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA DURANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII
los soportes de los coros de Azángaro, Oru- LA ARQUITECTURA EN EL CONO basa y pinturas murales de rombos y roleos
rillo y Lampa en el altiplano peruano. SUR AMERICANO que con certeza tienen relación con los que
Hacia Cochabamba y Santa Cruz de la contemporánearnente hacía el padre Sch-
Sierra la creciente utilización de aleros se 5PQSM midt en las misiones de San Rafael y San Mi-
vincula a las características climáticas de los guel de Chiquitos (Bolivia).
valles, las galerías de madera señalan las La arquitectura chilena del XVII Y XVIII La iglesia de la Compañia tenía bóveda de
amplias disponibilidades de este material, sufrirá el mismo ciclo de catástrofes sísmi- ladrillo con lunetas y esbelta cúpula de ma-
tan escaso en las ti erras altas. cas que en un área marginal del virreinado dera de alerce. Como en Bogotá, tenía una
Las casas de dos plantas con balcones e peruano la afectaron con más notoriedad balconada-balaustre que rodeaba el tem-
inclusive mirador tienen ejemplos excep- por las dificultades para obtener recursos e plo soportada por una cornisa. Lo interesante
cionales en Cochabamba y en los poblados encarar la reposición edilicia. es que para la traza del templo, en 1670,
de los valles circunvecinos de Mizque, Tara- Estos recursos, por otra parte, se concen- el padre Francisco Ferreyra trajo las dimen-
ta, Totora, Toco y Ayquile. traban en la concreción de las necesarias mensiones y diseño del templo de San Pedro
obras de fortificación en la frontera sur, de y San Pablo que los jesuitas tenían en Lima.
tal manera que los sismos de Santiago de Esto demuestra que un similar diseño, el
Chile de 1647 y 1730 asumen características tratamiento de los elementos puede modi- 183. Chile, Santiago, proyecto para el hospital
dramáticas, aunque quedan algunos testi- ficar sustancialmente la valoración del es- de Belén. 1766
monios del XVIII de importancia [182]. pacio y la comprensión de las propias formas
La impronta que los jesuitas dejaron en la que se tomaron como modelo.
arquitectura chilena del periodo ha sido La expulsión de los jesuitas en 1767 privó
enfatizada por diversos autores. Por gestión al desarrollo arquitectónico chileno de un
inicial del padre Bitterich y luego de Hay- florecimiento que alcanzará a fines del XVIII
maussen pasaron en 1748 a Chile 40 jesuitas, con la llegada del arquitecto J oaq uín Toesca
coadjutores e artesanos capacitados en los y Ricci.
más diversos oficios que fueron quienes for- Hacia el norte en la región de la Puna de
maron las escuelas en la Capitanía General. Atacama se reiterarán los partidos arquitec-
En la lista de religiosos había escultores, tónicos de tradición indígena con atrios ce-
ebanistas, peltreros, herreros y cerrajeros, rrados, capillas posas, torres exentas, ete...•
ingenieros fundidores, torneros, arquitectos, en variados ejemplos como Chiu-Chiu,
alfareros y organeros. Los artesanos se es- San Pedro de Atacama [184], Peine, Putre,
tablecieron en Calera del Tango formando Toconao, Conchi o Caspana.
un formidable centro de irradiación cultu- Se trata de una arquitectura que toma los
ral bajo la dirección del padre Carlos materiales de recolección y que por ello
Haymaussen. tiende a mimetizarse con el propio paisaje
En Santiago el único edificio sobrevivien- árido. Una arquitectura popular de adobe
te a los terremotos es el de San Francisco, y madera que parece querer concentrar
al cual hemos hecho referencia. Conocemos todo su esfuerzo expresivo en los retablos
otros proyectos cuyos diseños se conservan policromados y moldeados en el propio
en el Archivo de Indias, como el del hospital barro e en el manejo de las secuencias de
de Belén [183], pero que han desapa- ocupación del espacio externo con sus er-
recido, lo cual lamentablemente también mitas a la salida de los caminos, las torres
sucedió con la Compañía de Jesús incen- como hito de referencia y los atrios con arco
diada en 1863 en un tragedia que costó y escalinata que fragmentan la comunica-
miles de vidas. El edificio tenía claras in- ción con la plaza.
I¡¡~. Chile, Santiago, la casa colorada. fluencias germanas en su resolución, con Hacia el sur, las mismas condiciones eco- 184. Chile, San Pedro de Atacama,
GYX[^XVIII torre rematada en un domo de madera bul- lógicas fomentan el desarrollo de una ar- iglesia. Siglo XVIII
quitectura maderera en el archipiélago de jesuitas en sus templos de Asunción, Córdo- las influencias sino también la propia ver-
Chiloé con obras de notable calidad [185]. ba, Santa Fe y Salta. tebración económica y social con los polos
En la segunda mitad del XVIII, con la funda- Se adjudica a los jesuitas alemanes la de desarrollo económico que estaban más
ción de la villa de San Carlos (1768) apare- construcción de la iglesia de Santa María allá de su territorio.
cen consolidados cinco poblados principales de Achao, que junto con la de Quinchao La corriente colonizadora del Perú se
(Castro, Chacao, Carchiaapú y Chonchi) y presentan galerías laterales que los aproxima encontró en el noroeste con las estribaciones
múltiples caseríos. a los templos perípteros del área guaranítica. del sistema incaico y la mayor densidad y
De esta época nos quedan algunos edi- El interior de la iglesia de Achao consti- desarrollo de la población indígena. La
ficios religiosos de gran calidad que han sub- tuye un alarde artesanal del trabajo en gravitación de esta región fue principalísima
sistido a los frecuentes incendios. Su partido madera de alerce y ciprés con una bóveda hasta que la creación del virreinato privi-
arquitectónico responde al esquema misio- central de perfil lobulado que descarga legia otras zonas del país.
nal que introdujeron los 'jesuitascondicio. sobre una cornisa con una suerte de lunetas En el noroeste se concentran los más im-
nado por la tecnología maderera. Se trata ciegos que generan una insólita sensación portantes centros urbanos del interior: San-
de templos de tres naves con atrio cubierto espacial. tiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy,
y torre central de sección octogonal que se- San Francisco de Curimón al norte de que se vinculan con la zona central: Cór-
ñala la influencia germana. La nave prin- Santiago se concluyó en 1765 y tiene un dobá, La Rioja, y en una organización más
cipal está cubierta con bóveda de madera partido similar a los templos de Chiloé con amplia articulan su sistema productivo
de cañón corrido y las laterales con techo torre central y pórtico de acceso, aun cuan- conectado a las demandas del emporio
186. Argentina, Yavi (Jujuy), iglesia.
plano. El cañón corrido colgado de la ar- do conforma Un conjunto trabado con el económico minero del Potosí. Siglo XVII
madura ya había sido ensayado por los convento adyacente. La torre data de fines El desarrollo de una economía de subsis-
del XIX Y está emparentada a la vez con la tencia a escala regional encontró en el in-
de San Francisco de Santiago, obra de Fer- tercambio con Potosí la fuente de renova-
mín Vivaceta (1870). Los claustros con pies ción de recursos y complementación gene-
derechos de madera son altos y estrechos, rando una industria artesanal textil con por supuesto, en una escala más modesta que
una proporción poco usual en los conventos chorrillos domésticos y una movilidad de los ejemplos peruanos y alto peruanos en
rurales sobre todo en áreas sísmicas. recursos naturales con la crianza, engorde y consonancia con las disponibilidades de ~
formación de las recuas de mulas que eran recursos y densidad de la población.
necesarias en el Alto Perú y aun en el Cusca. Estas capillas de poblados indígenas u ora-
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El trajín de estos convoyes de arrieros y torios rurales van jalonando las líneas de
El cono sur constituyó un área marginal mulas facilitó la penetración de las corrientes penetración de las rutas del noroeste. Junto
dentro del imperio español en América culturales del Altiplano en el noroeste ar- a ellos se ubicarán los tambos o postas y mar-
hasta que el avance portugués sobre el río de gentino donde las pinturas cusqueñas y carán las pautas esenciales de refer~nc~a
la Plata primero y los intentos de invasiones potosinas pueden encontrarse con frecuen- arquitectónica. Ejemplos como Fiambalá
inglesas después, persuadieron a la corona cia a la vez que los artesanos se intercambia- (1770) en Catamarca señalan los límites de
española de la importancia geopolítica de la ron en función de la vigencia de la relación penetración rural de la pintura cusqueña
región. centro-periferia que habría de variar según y San Isidro de la Sierra de Minas en la
Ello motivó en 1776 la creación del virrei- el polo estuviera en Lima o en Buenos Rioja reitera en pintura mural sobre adobe
nato del río de la Plata con sede en Buenos Aires. los retablos indígenas del arte «mestizo».
Aires que se desgajó del antiguo virreinato No debe pues extrañar la continuidad El ejemplo más relevante es la capilla y ha-
del Perú y las ordenanzas de libre comercio de los programas de la arquitectura de los cienda de Yavi (Jujuy) sede del marquesado
en 1778 que vinieron a reconocer la vigencia poblados indígenas: iglesias con atrio y posas de Tojo donde la familia Campero, residente
de un flujo comercial que actuaba a través los hay en Casabindo, Coranzulí y Susques, en Cusca, manejaba sus vastas posesiones
del contrabando. torres exentas en el atrio (Uquía), capillas altoperuanas [186].
La ocupación territorial de la Argentina balcón-abiertas (Molinos), pinturas mura- Los Campero eran dueños de los pueblos
se fue realizando por distintos centros emi- les (Santo Domingo de Oro, Seclantás), mineros de Casabindo y Cochinoca, pero
IWl. Chile, islas de Chiloé, templo de madera sores y ello contribuyó a enfatizar no sólo catequísticas (Taína, Cobres) todo, en Yavi realizaron una obra a fines del
188 • LA ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA DURANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII LA ARQUITECTURA EN EL CONO SUR AMERICANO· +23
siglo XVII claramente emparentada con los en casos extremos (La Rioja, Catamarca) nardo y la portada de madera tallada traída
ejemplos bolivianos y¡:ieruanos, donde la casi no residía la gente más que en los fines de una residencia particular y colocada en
sencillez exterior contraste con la riqueza de semana, festividades y mercados o fe- su portería constituyen ejemplos relevantes
de los retablos dorados y donde se recurre nas. de la calidad artesanal [188].
a la piedra de «berenguela», «huamanga- Salta es sin duda la ciudad que logra un Hacia el centro, la ciudad de Córdoba
(alabastro) para ventanas del templo lo mayor clima «urbano» con obras de enver- constituyó el eje de desarrollo del comercio
que origina notables efectos lumínicos que gadura arquitectónica y sobre todo nota- entre el noroeste, Cuyo y el litoral argentino.
incluyen los deun lucernario absidal. bles residencias que señalan la presencia Desde aquí los jesuitas organizaron sus es-
En Casabindo el conjunto de iglesia, atrio continua de un núcleo permanente de espa- tancias que habían de mantener los colegios
y posas están realizadas homogéneamente, ñoles y criollos. urbanos e impulsaron la formación de la
recurriendo al sistema de bóvedas de cañón La antigua iglesia de la Compañía de U niversidad (la primera del país), Seminario
y pinturas «arquitectónicas» murales que Jesús [187] realizada a mediados del si- y Colegio Convictorio.
no guardan relación con la propia estructura glo XVIII y demolida a principios del actual, Sus arquitectos desplegaron una intensa
de la Iglesia. estaba como la catedral (repitiendo el esque- actividad rotando en las obras de la orden y
Entre las ciudades del noroeste, Salta ma cusqueño) en la misma plaza. Su fachada en cuanto edificio público de importancia
(1582) se caracteriza por su empuje, la ca- era imponente encuadrándose claramente hubo.
lidad de su desarrollo agrícola, y sobre todo en la idea de una tapa adosada a la construc- La catedral de Córdoba [189] es sin duda
ganadero, así como la instalación de los ción y estaba formada por un orden de pi- una de las obras claves de la arquitectura 188. Ramón García de León e Pizarra:
primeros ingenios azucareros que encon- lastras clásicas que abarcaban el basamento colonial argentina y fue comenzada en el Argentina, Salta, portada de San Bernardo.
traran rápido eco en Tucumán. y se prolongaban en la alta espadaña de último tercio del siglo XVII por un arquitecto Siglo XVIII
Siendo la actividad predominante de ca- cuatro ojos y remate mixtilíneo. Era un vinculado a la obra de la catedral de Sucre.
rácter rural, las 'ciudades se constituían en ejemplo típico de lenguaje escenográfico La sede episcopal pasó de Santiago del
centras de servicios complementarios, donde urbano que tendía a crear una imagen en Estero a Córdoba en 1699 pero la obra de la
el ámbito de la plaza más que a transparen- catedral se prolongó excesivamente.
tar su propio contenido arquitectónico. En 1729 a más de medio siglo de comenza-
El tratamiento interior se vinculaba a la da se convocó al jesuita Andrés Blanqui
solución de los templos jesuíticos aunque cu- quien cerró las bóvedas del templo y le hizo
bierto con bóvedas de madera del mismo el cuerpo central de la portada en un lengua-
tipo de las que analizaremos en Córdoba. je manierista de pilastras pareadas y horna-
La iglesia de San Francisco de Salta fue cinas (serlianas) que reitera en múltiples
realizada en el XVIII aunque su espacio no de sus obras.
puede apreciarse cabalmente pues su fa- La cúpula de la catedral obra maestra
chada, torre, retablos y pinturas del interior de la arquitectura colonial argentina fue
son de fines del XIX. Uno de los elementos realizada en 1758 por fray Vicente Muñoz,
más notables del templo es la cúpula realiza- sevillano, quien ya había trabajado con
da por el lego franciscano fray Vicente Blanqui en Buenos Aires y a quien se adjudi-
Muñoz (siglo XVIII), de dilatada actuación can sin certeza, las torres del templo.
en las obras de su orden. Como señala Buschiazzo la cúpula es
El Cabildo de Salta, realizado en las úl- «un magnífico domo barroco, dividido por
timas décadas del XVIII es uno de los ejem- fuera en husos por unas nervaduras o meri-
plos característicos de la arquitectura civil dianos que terminan en gruesas volutas, so-
en Argentina y reflejo de una tipología que portadas a su vez por pares de columnas con
es interpretada libremente. entablemento. En los cuatro ángulos de la
La portada del «orden compósitr» que cúpula hoy unas torrecillas que al mismo
187. Argentina, Salta, iglesia . Ramón García de León y Pizarra hiciera tiempo que contienen las escaleras sirven de
de la Compañía de Jesús. Siglo XVIII hacer para el convento hospital de San Ber- contrarresto para los empujes del domo». +23& Argentina, Córdoba, catedral. Siglo XVIII
En Córdoba la intencionalidad de Le- de aquel bagaje que puede ser útil y recrear-
maire se verifica desde un comienzo de la lo con nuevos significados.
obra y la adopción del sistema no está vin- Las bóvedas de la Compañía policroma-
culada aparentemente a las dificultades de das y doradas con sus costillas que ritman
realizar bóvedas -por lo menos desde el y dan secuencia al espacio, generan valores
punto de vista estátic()--- a juzgar por los plásticos inesperados frente a. los sistemas
robustos muros del templo. Sin embargo tradicionales. La cúpula que se expresa exte-
debemos señalar que en Córdoba en 1756 riormente como un cimborrio (solución que
había un solo artesano, el italiano Juan usaron los jesuitas en San Juan de Juli) re-
Bautista Pardo, maestro de rivera, que sabía toma el sistema de armado de. costillas y
hacer cerchas para volar bóvedas lo cual gajos de madera.
demuestra la escasez de mano de obra es- La fachada del templo la Compañía, de
pecializada. que se termina hacia 1671, es un caso no-
Desde el punto de vista tecnológico es table de sinceridad tecnológica-constructiva.
probable que la misma solución aplicada Se trata en definitiva de un gran cuadro de
en lbs muros de tapia, ladrillo o adobe de «piedra bola» (canto rodado) sobre el cual
Salta, Santa Fe y Asunción significaría un se han abierto los vanos imprescindibles
aligeramiento notorio de cargas y em- de las tres puertas, ventana grande sobre
pUJes. el coro y cuatro ventanas pequeñas, todas
Lemaire comenzó el templo de la Compa- ellas con esmerados arcos de ladrillo como
ñía hacia mediados del XVII aprovechando dintel.
190. Argentina, Córdoba, iglesia de la Compañía de Jesús. Siglos XVII-XVIII
su experiencia en carenas en Bélgica y Al final del paramento una cornisa define
Brasil y recurriendo a las maderas de cedro el límite sobre el cual descansan dos chapi-
que le proveyeron desde las misiones jesuí- teles de torres no muy altas. Este esquema de
ticas. Pero su fuente de inspiración fue apa- definición del volumen del basamento total
el diseño original contemplaba una sola rentemente, por la mención de las Cartas y torres adicionales lo podemos encontrar
Este tipo de solución se puede hallar en es-
nave que luego fue ampliada a las tres ac- Anuas de que «sacó las formas de esa es- luego en Santo Tomás de Chumbivilcas
bozo en la Compañía del Cusca, además
tructura de un libro impreso entre los ga- (Perú fines del XVIII) Y en la iglesia de la
de los clásicos ejemplos españoles de Zamora tuales.
La iglesia de la Compañía de Jesús de los», el tratado de Philibert de L'Orme, Compañía en Bahía (Brasil) contemporánea
y Salamanca.
El movimiento volumétrico de la cúpula Córdoba [190] es uno de los escasos edificios ?V\VMSSMZ QU]MU[QVUZ$
editado en l56!. a la de Córdoba aunque con respuesta for-
del siglo XVII que quedan en la Argentina. La historia de la arquitectura americana mal diferenciada.
y la fuerza de su presencia en el achaparrado
Se trata de una obra atípica y singular es reiterativa en esta forma de crear respues- La fuerza de este lenguaje macizo se pro-
paisaje urbano de Córdoba, debieron signi-
que si no dejó secuencias formales en el tra- tas integrando la formación y aprendizaje longa en las paredes laterales del colegio
ficar un hito esencial identificativo. Lo «ba-
tamiento de sus fachadas generó una escuela previo, la habilidad del oficio y la erudición enfatizando el contraste entre la simple ru-
rroco» se iba definiendo en la imagen mis-
teórica. deza del exterior y la fina organización del
ma de la ciudad, donde predominaban tecnológica para cubrir templos.
América se forma de visiones superpues- espacio interno, entre la aparente fortaleza
torres, cúpulas y espadañas en un contra- Hoy tengo mis dudas sobre si el templo de
tas que son capaces de relativizar la propia portante y la ligereza del lenguaje made-
punto formal que llevó a calificarla de la Compañía de Córdoba cubrió su nave
acepción del modelo. Desde el grado extre- rero. Si hay algo barroco en la Compañía de
«ciudad conventual». con bóvedas de madera antes que el de la
mo de un proyecto de Bramante que nunca Córdoba es está visión diáléctica y dinámica
Las torres, de la catedral, realizadas a Asunción, que se estaba realizando en el pri-
se concretó en Italia y se realizó en Quito, entre exterior e interior, que se unifica en los
fines del XVIII Y la ornamentación concluida mer tercio del XVII, pero lo cierto es que ya
hasta artesones convertidos en pintura mu- notables ejemplos de las estancias jesuíti-
hacia 1804, muestran nuevamente la capa- fuese el origen en Asunción (lógico desde el
ral de bóvedas, guardas de chimeneas usa- cas [191].
cidad de los arquitectos para integrar len- punto de vista del desarrollo artesanal de la
das como pilastras en las fachadas y quillas En el templo de San Roque del hospital,
guajes diferenciados como un pórtico manie- carpintería)o Córdoba (probable por la pre-
de barcos transformados en bóvedas de vuelve a reiterarse el uso contrastante entre
rista y cúpula y torres barrocas. El interior, sencia del jesuita belga Philippe Lemaire,
templos ... la piedra y el ladrillo que genera texturas y
pintado a .fines del XIX resultaba excesiva- constructor de barcos) la tipología es por
No se trata de copiar, sino de apropiarse valores expresivos muy interesantes.
mente oscuro, lo cual puede deberse a que demás notable y novedosa.
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+3, p LA ARQUITECTURA EN SUDAMÉRICA DURANTE LOS SIGLOS XVII-XVIII LA ARQUITECTURA EN EL CONO SUR AMERICANO • 19:i
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presenta dos puertas laterales al centro de la un manejo erudito del lenguaje barroco, la fachada, pero en 1752 se derrumbó el
nave (como San Pedro Claver de Carta- una intencionalidad racionalmente contro- edificio quedando solamente la fachada.
gena) y sistemas de tribunas más amplias lada y muy poco de arbitrario. La imagen de El nuevo templo fue proyectado por el
que las de Popayán. La falta de decoración Buenos Aires como «síntesis europea» apare- arquitecto italiano Antonio Masella sobre
interior en estuco y policromía que carac- cía en esta expresión temprana del barroco un diseño de cinco naves, cruceros y cúpula
teriza a aquellos templos, redimensiona el jesuítico. y mantuvo la fachada de Blanqui a despecho
sentido volumétrico y la fuerza espacial de Como sucediera en Chile, la llegada de un de las diferencias de tamaños. Los problemas
la caja muraria. numeroso contingente de jesuitas en 1717 técnicos de la cúpula de la catedral en 1770
Las pilastras que sostienen arcos fajones entre los que había varios arquitectos y arte- demostraron en diversos peritajes el cre-
son sin embargo enfatizadas con estrías en sanos iba a modificar el panorama de la ar- ciente peso que tenía la formación teórica
el fuste hasta la altura de las tribunas remar- quitectura tradicional bonaerense basada de los tratadistas del XVITI en los maestros
cando la verticalidad. Los pilares que sepa- hasta el momento en el desarrollo de diste- porteños. En 1778 se demolió la fachad~ de
ran las naves son a la vez cajeados al igual mas constructivos empíricos y simples. Blanqui y en 1822 se adicionó el pórtico.
que los arcos en el intradós. Entre los recién llegados descollaban dos Masella y su hijo también estuvieron
La portada de la iglesia [194] es absoluta- italianos, Juan Bautista Prímoli y Andrés vinculados a la obra del templo de Santo Do-
mente novedosa y señala un origen europeo, Blanqui, que cubrieron toda la producción mingo (1751-83) que concluyera el maestro
probablemente alemán a juzgar por las gran- regional hasta mediados del XVIII. de obras Francisco Álvarez.
des ménsulas con roleos girados en diagonal En la Recoleta del Pilar, Blanqui traza Este. conjunto de iglesias y la Casa de
que flanquean el vano central. El cornisa- un planteo simple de nave única y capillas Ejercicios representan los únicos ejemplos
mento está cerrado en coincidencia con este poco profundas cubriendo el crucero con de arquitectura colonial --que junto con
vano, elevando así la ventana del coro y for- una bóveda vaída ciega que semeja una el amputado Cabildo- se conservan en
zando un movimiento barroco en el remate cúpula [195]. Buenos Aires, señalando la rápida y violenta 195. Andrés Blanqui: Argentina, Buenos Aires,
que culmina con una ventana abierta (¿hor- La valoración del espacio interno nos reposición edilicia que sufriera la ciudad iglesia de la Recoleta del Pilar. 1725
nacina? ¿espadaña?) sobre el eje central. presenta una lectura simple y ritmada que en el siglo XIX.
El ordenamiento de la estructura arqui- adquiere fuerza por su claridad visual y se De todos modos el tipo de casa azotea,
tectónica de la portada es clara y demuestra tensiona con la incorporación de un con- En Córdoba se encontraban casas de otra
que se introdujo en Buenos Aires en la s~-
junto de excelentes retablos rococó de fines gunda mitad del siglo XVIII, penetró rápi- magnitud, quizás por una menor subdivi-
del XVIII. damente en el litoral a partir de la capita- sión del loteo, como sucede también en
La expresión externa debe analizarse en Salta, pero sobre todo por un tipo de desa-
lidad virreinal de la ciudad-puerto. El
rrollo arquitectónico más orgánico en su
el contexto de un área marginal, «extra- lenguaje andaluz de los muros blancos "
muros» de la ciudad, y predomina un des- relación con el ambiente rural y donde el
ventanas con rejas y guardapolvos se d]m'
arrollo horizontalista del conjunto que sin ficó con la tradicional tipología funcional entorno comercial (tiendas-depósitos, al-
embargo tiende a destacarse en el paisaje macenes, etc.) no presiona tan claramente
de la casa mediterránea organizada alre-
por su torre de chapitel recubierta de azu- sobre el uso residencial como es verificable
dedor de los patios. La presencia del zaguán
lejos y su esbelta espadaña conventual. y las directrices quebradas que generab~n en Buenos Aires.
Blanqui actuará entre 1725 y 1745, en las La transferencia de formas ornamentales
los pasajes de comunicación entre los pat~os
obras de los templos de la Merced, San Tel- señalan la persistencia de los rasgos m- que se localizan en portadas de Buenos
mo, San Francisco y Santa Catalina, que timistas desarrollados en Andalucía por los Aires desde Brasil (casa de Basavilbaso)
han sido muy transformados. La cúpula de [196], se originan en Córdoba a partir de los
árabes.
San Francisco fue realizada como en casos A fines del XVIII se tendió a sistematizar tratadistas (casa de Allende ya mencionada)
ya mencionados por Fray Vicente Muñoz la realización de diseños previos y efectuar y aún desarrollando interesantes respuestas
y constituye un alarde técnico notable. un control urbano de las obras privadas, lo formales como el balcón esquinero y el pilar
La actual imagen de la catedral de Buenos en ángulo de la casa del Virrey en la propia
que permite poseer una colección de planos
Aires es neoclásica en virtud del pórtico de viviendas porteñas que incluyen algunas ciudad de Córdoba.
194. Argentina, Buenos Aires, fachada dodecástilo que se le adicionó en el siglo XIX. En Salta, que contaba con un importante
residencias colectivas 'construidas con fines
de San Ignacio. Siglo XVIII Comenzada en el siglo XVIII, Blanqui rehizo conjunto de casas de dos pisos, sólo se man-
de renta.
ficación espacial y de creación de nuevos barroco brasileño y que son inusuales en Este ejemplo -por demás innovador-
ám bitos de vida. e! resto del continente. muestra a la vez las contradicciones de la
Muy distinta sería la imagen de San Be- También e! desarrollo de la azulejería en continuidad histórica, recurriendo a téc-
nito de Río de Janeiro o de San Francisco claustros, dependencias e incluso en inte- nicas constructivas de arcos y bóvedas pro-
de Bahía si prescindiéramos de la clara in- riores de templos señala --sobre todo en las pias de! XVII Ylo que es aún más claro demos-
tencionalidad espacial de sus retablistas y series «historiadas» y en los «recortes» de trando un carácter embrionario en e! uso
tallistas, como nos sería inútil comparar terminación -una distancia con e! uso del espacio interno barroco. En efecto, no
plantas de estos edificios con otros cuyo habitual en otras regiones como México hay aquí nada que recuerde los intentos de
tratamiento espacial partiera de premisas o Perú. «desmaterialización» de los muros borro-
ajenas a éstas, a pesar de coincidencias de El sentido de planitud de ocupación de! minescos, ni la luz juega un pape! sorpre-
trazas o dimensiones. espacio por los tallistas no agotó e! reper- sivo. Todo es claro, diáfano en su lectura
Los cie!orrasos (forados), pintados con torio de búsqueda de! barroco brasileño y acentuada por las pilastras de cantería que
efectos perspectivistas de recrear «cielos» casi en consonancia con lo que sucedía en enfatizan los quiebros y facilitan la com- 199. Manuel Cardoso da Saldanha:
con sentido de infinito, sujetos a veces a in- la metrópoli en las primeras décadas de! prensión compositiva. Brasil, Salvador (Bahía), Nuestra Señora
teresantes «estructuras» arquitectónicas su- siglo XVIII se realizaron obras de ruptura, Otro ejemplo -'-----queya fue demolido-s- de la Concepción de la Playa. 1765
perpuestas a la estructura real, muestran una ya fuera por su inserción en las propuestas era e! de San Pedro en Río, construido por
de las variables de las cuales hace uso e! borrominescas de plantas compuestas por Cardoso Ramalho en 1733, donde apelaba
polígonos u óvalos, ya por una utilización a la forma elíptica con presbiterio rectan-
más libre de los recursos compositivos. gular. El volumen se enfatizaba en un atrio Otro ejemplo innovador es sin duda e!
El primero de estos edificios parece ser y torres circulares valorándose plenamente de la iglesia de la Concepción de la Playa de
cronológicamente la iglesia de Nuestra Se- e! efecto de silueta. En San Pedro de los Salvador (Bahía) [1991 realizada entre 1736
ñora de la Gloria de Outeiro atribuida al Clérigos de Recife (1728-59) , diseño de y 1765 cuyo diseño se atribuye al ingeniero
ingeniero portugués José Cardoso Ramalho Manoe! Ferreira Jacome, se afianza la militar Manue! Cardoso da Saldanha y
y realizada entre 1714 y 1739, según afirman idea de la prolongación verticalista de una que fuera traída totalmente desmontada
Moreira de Azevedo y Silva Telles [198]. espectacular fachada de tres piezas, muy desde Portugal para ser colocada en Bahía.
Como bien señala Buschiazzo si la fecha estrecha y flanqueada por torres que entran La obra de cantería fue realizada por e!
de la traza fuese exacta esta obra brasileña a través de! tratamiento aventanado de sus «pedreirr» Eugenio de Mota.
precede en bastante tiempo a los templos basamentos a generar una tensión dialéc- Buschiazzo la clasifica como una síntesis
«borrominesco» de Portugal sobre todo al tica en la lectura, ya que ora se perfilan de la influencia italiana (frontis triangular)
más próximo a ella que fue San Pedro de los como esbeltas torres y ora se perciben como y alemana (torres ubicadas en diagonal) y
Clérigos de Oporto diseñado y realizado por parte de una fachada que sólo posee unos enfatiza la presencia de la decoración roco-
Niccoló N azzoni entre 1732 y 1748. capiteles colocados sobre un amplio sopor- có en los laterales. Aquí nuevamente encon-
La iglesia de Nuestra Señora de Outeiro te y que flanquean e! remate-hornacina. tramos las pilastras de orden monumental y
se estructura sobre la base de dos octógonos San Pedro de los Clérigos tiene también la presencia de un atrio con escalinatas que
irregulares utilizados uno como nave y una traza octogonal a pesar de expresarse tiende a jerarquizar e! cuerpo central de la
otro como presbiterio y sacristía (que lo exteriormente como un rectángulo y la fachada, privilegiado en este caso por e! es-
envuelve como deambulatorio). La calidad altura interior se ve reforzada por la nota- corzo de las. torres. Silva Telles señala que
de su emplazamiento sobre un cerro domi- ble pintura de! cie!orraso obra de .Joao de estas torres en diagonal son cronológica-
nante y su torre central la ubican como un Deus Sepúlveda. El tratamiento de la fa- mente anteriores a las tres que existen loca-
hito de referencia urbana de calidad, acen- chada está reforzado por las pilastras mo- lizadas en Portugal.
tuando la valoración de su tratamiento numentales que abarcan los tres pisos y Ello no hace más que ratificar la impor-
volumétrico. El lugar de emplazamiento encuadran tanto la definición visual de! tancia que la «colonia» tenía por su gravi-
había sido ocupado con anterioridad por basamento de las torres como e! de la tación económica y territorial frente a la
una ermita de! siglo XVII, pero adquiere portada de cantería que tiende ya a unificar metrópoli.
198. José Cardoso Ramacho: Brasil,
Río de janeiro, Nuestra Señora'de la Gloria identidad escenográfica (tan propia de la e! vano de la puerta y la ventana de! coro a Es interesante constatar aquí la disímil
deOuteiro.1714-1739 visión barroca) con este nuevo templo. través de la decoración. respuesta regional frente a esta apertura del
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200 • ARQUrrECTURABARROCAEN BRASILY ÁREA GUARANÍTICA
EN EL SIGLOXVIII
, BRASIL· 201
barroco brasileño. En áreas como Recife nexo de las pilastras, la valoración del óculo, Goa y Macao. Notable es por ejemplo el
sólo San Pedro de los Clérigos significará una notoria densidad decorativa y mayor cielorraso (forado) de la sacristía de Nuestra
un avance y los ejemplos posteriores del fuerza en los campanarios pueden detec- Señora de Belén en Cachoeira con motivos
XViIIretoman ,el planteo tradicional aunque tarse en ejemplos como el Rosario de los copiados de platos de Cantón o las cajonerías
su decoración adscriba claramente el ma- Negros en Recife, San José de Ribamar e imágenes de la sacristía de la Orden Ter-
nejo del espacio barroco. (iglesia del gremio de carpin teros y can teros), cera del Carmen también en Cachoeira,
La iglesia de la Concepción de los Milita- el convento de Santo Antonio, el Carmen de pintadas con motivos chinescos [202].
res conforma la notable imagen de iglesia Recife y la Concepción de Jaqueiras. En Río de Janeiro uno de los ejemplos
salón con una decoración barroca unitaria En Bahía, la iglesia de la Santa Casa de más interesantes desde el punto de vista es-
y notables cielorrasos con medallones roco- Misericordia [200] que data del siglo XVIIya pacial es la iglesia de Nuestra Señora de
có. El arco triunfal y la capilla mayor total- presenta la tendencia verticalista, un tra- Lapa de los Mercaderes. Ubicada en un
mente cubiertos de tallas y pinturas contras- tamiento denso de ocupación de la fachada barrio de estrechas callejuelas su fachada
tan claramente con las paredes laterales con ventanas, una portada emergente y una se alza como terminal de una calle.
donde solamente las cornisas y las ventanas resultante de nave única con altares-capi- Fue realizada entre 1747 y 1750 con
internas o puertas presentan la misma den- llas embutidas en nichos laterales que planta oval que tiende a integrarse con una
sidad decorativa. preanuncia la idea de las iglesias salón decoración unitaria y efectos de luz ceni-
Como contrapartida, con una decoración del XVIII. tal con el presbiterio.
más puntual y localizada, menos exuberante, Esta temática del tempo-salón se popu- Sin embargo, este ejemplo y el templo de
la iglesia: del Carmen de J oáo Pessoa, acha- larizó en la región de Cachoeira (Matriz) Nuestra Señora Madre de los Hombres
flana los cuatro ángulos de la nave tendiendo [201], Santo Amaro (N. S. Purificación), en (de planta octogonal) son los únicos que re-
a crear la imagen de un espacio interno oc- Maragogipe (San Bartolomé) yen la propia toman la precoz iniciativa de la Gloria de
togonal, quedando también a mitad de Bahía como en la iglesia del Rosario de los Outerio ya que la mayoría de las iglesias
camino entre la coherencia del manejo de Negros, recientemente restaurada, en el bao se adscriben al partido de nave prolongada y
la envolvente y el tratamiento espacial rrio del Pelourinho. corredores laterales. Entre ellas podemos
barroco. El traslado de la capital de Bahía a Río recordar San Francisco de Paula, La Cruz 201. Brasil, Cachoeira (Bahía),
de los Militares (diseñada por Custodio de iglesia Matriz, SigloXVIII
Las variaciones formales en las portadas, de J aneiro en 1763, en virtud de su mejor
sobre todo en lo referente al remate como ubicación geográfica y potencialidades de
generar ocupación territorial, disminuyó no-
toriamente la gravitación de la antigua ca-
pital.
En la segunda mitad del siglo XVIII, sin
tomarse transformaciones de fondo en los
partidos arquitectónicos las iglesias dismi-
nuyeron en sus dimensiones aunque se valori-
zaron aún más los esfuerzos decorativos.
La tipología de la iglesia-salón flanqueada
por corredores laterales se mantiene, aun
cuando comienzan a exhibirse óculos de
formas arbitrarias en los remates (cimalhas),
como podemos ver en el Pilar, o torres bul-
bosas, como en el Señor del Bomfim.
Es necesario puntualizar como una carac-
terística interesante la presencia de elemen-
tos decorativos de origen asiático tomados
200. Brasil, Salvador (Bahía), . seguramente de vajillas o imaginería intro-
Santa Casa de Misericordia. SigloXVIII ducida desde las colonias portuguesas de 202. Brasil, Cachoeira (Bahía), iglesia de Nuestra Señora de Belén. Siglo )\VIII
BRASIL' ,*-
202 • ARQUITECTURA BARROCA EN BRASIL Y ÁREA GUARANÍTICA EN EL SIGLO XVIII
Señora de la O, en Sabará [206], cuya torre de nave con capillas laterales: Matriz negra, Antonio Francisco vio la luz en Ouro
central reemplaza a la fachada tradicional. de Nuestra Señora Concepción de Sabará o Preto en 1730 y falleció en la misma ciudad
El tratamiento interior de tallas y paneles Nuestra Señora de Asunción en Mariana, en 1814. En su juventud contrajo un reúma
pintados con motivos chinescos reitera (junto ampliada para catedral. deformante -'-para algunos una forma de
con el tejado de puntas levantadas) la in- lepra- que le fue destruyendo sus manos y
fluencia oriental que localizáramos en Ca- %%% brazos hasta obligarlo a atarse las herra-
choeira. mientas para poder esculpir.
En el caso de Minas Geraes se trata pro- Otra tipología recogía el desarrollo del Su participación en obras de arquitectura
bablementede artesanos que pasaron de las litoral brasileño (sin antecedentes en Por- es variada y abarca desde la incorporación
coloilias' portuguesas de India o China tugal) de nave flanqueada lateralmente por de obras escultóricas, realización de por-
atraídos 'por la riqueza minera y allí plas- corredores que desde el acceso bajo las torres tadas, colaboración en la finalización de
maron su arte inclusive' en obras tan singu- comunicaban con las sacristías en el fondo trabajos, hasta diseños propios.
lares como la sillería del coro de la catedral del templo (Santa Efigenia, Ouro Preto, En la iglesia del Carmen de Sabará que
de Mariana. Nazaré en Cachoeira do Campo). fue iniciada en 1762 por Tiago Moreira,
Las primeras matrices realizadas fueron Hay casos particulares como señala Silva colaboró en obras en 1770-72 haciendo por-
hi.~Q, modificadas, pero se trataba en gene- Telles en que los corredores pierden su fun- tadas, decoración de ventanas y el frontón
ral de templos `g estructura de madera y ción o la influencia de la metrópoli es tal en piedra jabón.
adobe y respondían -al trazado tradicional que modifica con subdivisiones la circula- De la misma manera, aun cuando con
ción como sucede en la Matriz de Tira- mayor margen de libertad, participa en
dentes. 1770 en la obra que su padre dirigía para
Justamente este templo de Santo Antonio los Carmelitas de Ouro Preto y que origi- 207. Aleijadinho: Brasil,Ouro Preto,
de Tiradentes es notable por su tratamiento nalmente debía ajustarse a la traza tradi- iglesiade San Francisco de Asís. 1770.
interno con tallas realizadas hacia 1740 cional de nave única con corredores late-
con conceptos muy libres para su época rales y torres en el extremo.
tanto en la ejecución de la capilla mayor El Aleijadinho genera modificaciones en
como el propio coro. La. escultura de bulto el diseño, achaflanando los costados de la
adquiere en ambos casos un sentido esceno- nave junto al arco triunfal de la capilla ma- Preto que señalan nuevos hitos en su bús-
gráfico cercano al de la arquitectura barroca yor, introduce la curvatura de la fachada y queda expresiva formal y espacial.
efímera de los túmulos, donde la pintura el retiro de las torres a un plano un poco En San Francisco de Ouro Preto [207] el
del presbiterio semeja un tejido oriental y los posterior. Todo ello le permite enfatizar diseño se ajusta a las proporciones del nú-
soportes estípites del coro aparecen acompa- escenográficamente la portada, que reali- mero de oro y reitera algunas de sus pautas
ñados por guirnaldas y festones tallados que zada en piedra jabón esculpida, adquiere del Carmen (chaflan de ángulos ahora en los
acentúan el carácter ilusorio y tienden a des- una fuerza y dinamismo vertical notorios al cuatro lados, curvatura de coro), pero intro-
materializar la talla. vincularse escultóricamente al óculo que duce magistrales modificaciones. en la reso-
La arquitectura del· último tercio del desciende del frontón a la fachada y retoma lución de la fachada, ernbutiendoe incor-
siglo XVIII aparece claramente signada por las caprichosas formas que se habían des- porando visualmente las torres ovaladas me-
la obra de uno de los más grandes arquitec- arrollado en Recife o en ejemplos locales diánte un cornisamento fuerte quejas abra,
tos de América. Antonio Francisco de Lis- como Santa Ifigenia. A la vez las paredes la- za a partir del connotado movimiento K\Y]V
boa, O 3SMQRILQUPV& terales fueron parcialmente ensanchadas del frente del templo.
El conjunto de obras realizadas por el para introducir las escaleras helicoidales que La portada carece ahora' de óculo que es
Aleijadinho ha sido abordada en diversas facilitaban los accesos a los púlpitos e inte- reemplazado por un medallón en bajo relie-
oportunidades, pero aún sorprende la loca- riormente en el coro reprodujo el movi- ve que presenta a San Francisco y Cristo
lización de nuevos documentos que de- miento curvilíneo de la fachada. que a su vez se prolonga en escultura mane-
muestran su vitalidad creadora. En 1774 el Alejaidinho proyectó la igle- jada como cascada de guirnaldas, carteles y
206. Brasil, Sabará, iglesiade Nuestra Señora Nacido de la relación entre el arquitecto sia Franciscana de San José del Rei y la ángeles {).ue rodean otro medallón de la
de la O. Siglo XVIII Manuel. Francisco Lisboa con una esclava fachada de San Francisco de Asís de Ouro Virgen sobre la puerta principal. La ten-
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206 . ARQUITECTURA BARROCA EN BRASIL Y ÁREA
partido e la terminación. El primero fue En la región de Salvador (Bahía) el cuya construcción se atribuye al maestro
diseñado por el arquitecto y cantero José Cabildo local tuvo claras influencias sobre Gabriel Ribeiro. Esta portada es un pre-
Pereira dos Santos con una espectacular las «Casas de Camara e Cadeia» de los po- anuncio barroquista ~ue no tiene conse-
escalera central de doble rampa que da ac- blados vecinos como Maragogipe, Santo cuentes en la ciudad- con atlantes en bulto
ceso a una portada (con un escudo superior) Amaro y Cachoeira. Esta última presenta esculpidos en piedra calcárea y rodeados
que se proyecta sobre la pequeña torre del una excepcional ubicación urbana que la densamente de volutas e columnas seme-
reloj. El planteo de estos Cabildos (Camara e jerarquiza a pesar de su pequeñez volumé- jando la talla de un retablo de madera [212].
Cadeia) es compacto pudiendo usarse como trica. Ubicada sobre un basamento con es- A la vez podemos encontrar una notable
balcón concejil el espacio definido por el calinata frontal tiene una recova de cuatro arquitectura maderera en la zona de San
acceso superior de la escalera. arcos sobre la cual se distribuyen casuística- Cristóbal (Sergipe) mientras en otras áreas
El Ayuntamiento de Ouro Preto (hoy mente las ventanas. Un planteo similar como San Luis de Maranhao y Alcántara
Museo de la Inconfidencia) [210] tiene ya aún más compacto -por carecer de reco- los conjuntos de arquitectura residencial dan
209. Aleijaidinho: Brasil, Congonhas do Campo, un carácter monumental e se encuadra el) vas-- presenta el Palacio Municipal de el valor al paisaje urbano de estos pueblos.
santuario de Bom J esusde Matozinhos.
las premisas neoclásicas. Tiene también am-
Siglo XVIII Jaguaripe. Casas de tres plantas con miradores sobre
plia escalinata e se desarrolló sobre un ele- Las residencias bahianas desde fines del los tejados, con una uniformidad increíble
vado podio con fachada central de dos cuer- siglo XVII marcan altos índices de calidad en en sus aventanamientos son los que presen-
pos de piedra, torre e balcón central. El con- su tratamiento [211]. Ejemplos de enorme tan las viviendas que rodean la Plaza de la
simplicidad y adoptan interesantes solucio- junto está rematado en pilastras-esquinas de dimensión, como el Solar Ferrao que perte- Matriz en Alcántara.
nes, como el acceso en escalinata a la calle cantería que sirven de base a sendas escul- neciera a los jesuitas y hoy en proceso de res- El balcón de cajón con celosías de madera,
(casa de Rolin, Diamantina), galería lateral turas que emergen sobre el elevado pretil tauración, se unen a portadas atípicas como soportado por canes de piedra puede en-
con celosía y ventana a la calle (casa Chica de balaustres. En la parte inferior de la esca- la que encontramos en el Paso de Saldanha contrarse también en Olinda. En Recife
da Silva, Diamantina), portadas o balcones linata se encuentra una interesante fuente
de piedra jabón calada (Barao do Pon tal, (Chafariz).
Mariana), etc., e interesantes cielorrasos de El conjunto de estas fuentes en la región
madera con temas sacros o profanos. constituye otro de los motivos de interés ar-
Entre los edificios públicos, el Cabildo de quitectónico destacándose la del Lago de
Mariana y la Casa de Moneda (Cantos) de Marilia y la de los Cantos en Ouro Preto y
Ouro Preto se destacan por la calidad del la de San José en Tiradentes.
En Río de Janeiro la realizada por el
maestro Valentim en el paseo 15 de noviem-
bre y la del Paseo Público señalan obras
singulares que se complementan con la
notable construcción del acueducto que
debió atravesar en 1720 los cerros de Santo
Antonio y Santa Teresa en magistral esfuer-
zo tecnológico.
La capital presenta en su arquitectura
civil obras de importancia como la residen-
cia de los Gobernadores realizadas a media-
dos del siglo XVIII y que hoy sirve de edificio
de Correos y Telégrafos luego de sufrir modi-
ficaciones en el diseño. Similar ordenamien-
c^ racionalista se ve en la fencstración de
las casas de Teles de Meneses que incluyen
,+#$( Brasil, Ouro Preto, Ayunfamiento. en su diseño un arco en planta baja que per-
GYX[^ XVIII mite el tránsito de una calle. 211. Brasil, Salvador (Bahía), viviendas colectivas. Siglos XVIII-XIX
4k +* p ARQUITECTURA BARROCA EN BRASIL Y ÁREA GUARANÍTICA EN EL SIGLO XVIII
PARAGUAY Y EL ÁREA GUARANÍTICA • ,++
indios y lo negativo del rechazo de sus pau- vez que las carencias notorias de ciertos há- deman de Vries, Samuel Marolois o Diego
bitos de su subsistencia (cazadores nómadas) López de Arena, pero hasta la segunda mi-
tas de creencias en bloque. ]uli, convertida
los introducían en una visión absolutamente tad del- siglo XVIII sus obras se realizaban
en Seminario de Lenguas, para que los pre-
dicadores conocieran el idioma y las costum- coyunturalista sin posibilidades aparentes con las estructuras portantes de madera en
un tácito reconocimiento a lo que el propio
bres indígenas, fue el laboratorio ideal para de organización sistemática.
Los jesuitas obtuvieron para su 30 pue- medio brindaba.
proyectarse en las misiones de guaraníes.
En la ornamentación vemos conjugarse
Junto a ello los esfuerzos realizados por los blos la excepción del servicio de encomiendas
la representaciones realistas de la flora (isipó)
franciscanos y miembros del clero secular en a la vez que se comprometieron a pagar el
y la fauna local (murciélago en San Cosme
la organización de los pueblos de indígenas tributo equivalente, para lo cual debieron
originarios del Paraguay e inclusive en pue- implementar un circuito de comercializa- y Damián), los personajes mitológicos (pisos
de San Ignacio Miní) y las abstracciones de
blos de negros, como Emboscada [218] mos- ción de la yerba fuera de las misiones a tra-
traban la viabilidad de la capacitación en vés de las Procuradurías ubicadas junto a animales desconocidos (caballos marinos
en San Ignacio Miní o el púlpito de San Ra- 219. Bolivia, San Rafael de Chiquitos,
oficios artesanales, el sentido religioso y ri- sus colegios urbanos.
Atendieron también a la estructura socio- fael de Chiquitos). Un mundo cultural interior del templo, columnas salomónicas
tual de la vida que exhibía el guaraní, a la
donde el ritual, la música y el canto cons- de madera. Siglo XVIII
política del indígena respetando los rasgos
de su cacicazgo, integrando a sus jefes en la tituian uno de los elementos vitales de la
organización del cabildo local y contando persuasión barroca de la evangelización.
con su colaboración esencial para la estruc- Donde verdaderas orquestas de violines,
turación de la productividad. órgano y chirimías no temían incorporar la
maraca indígena (como puede observarse Hasta ese momento habían estabilizado
Las 30 misiones del Paraguay afianzaron
en los «ángeles músicos» de Trinidad), 30 pueblos cuyos vestigios hoy se localizan
su idea de «nación» a través de una conduc-
donde se preservó el idioma nativo, el guara- en territorios del Paraguay (8), Brasil (7) y
ción política planificada. Sus economías eran
ní, yen esa lengua se editaron las obras en la Argentina (15) y además otros tantos distri-
complementarias y tendían en conjunto a
imprenta que los jesuitas instalaron en las buidos en las misiones de Mojos y Chiquitos
producir lo necesario, actuar mediante true-
misiones y que son a la vez las primeras obras (hoy Bolivia) cuya instalación comenzó a
que entre ellas y obtener un excedente co-
aparecidas en el cono sur americano. fines del XVII.
mercializable fuera del circuito misionero
Misiones cuyas poblaciones superaban a La antigua arquitectura de madera que
para pagar el tributo. La base de la econo-
las ciudades más importantes de la región y generaba notables espacios unitarios del
mía era mixta, con tierras propias de cada
que eran administradas y conducidas por tipo iglesia-salón pasó del Paraguay a la
unidad familiar (cuya producción aseguraba
sólo dos religiosos son testimonio elocuente zona de Chiq uitos [219]. La necesidad teen *'
la subsistencia) y tierras del común trabaja-
de una capacidad organizativa excepcional, lógica de contar con galerías perimetrales
das por el conjunto. El carácter asistencial
de la ductilidad del indígena y del acierto forzó una planta del templo compacta e ins-
para viudas, huérfanos e impedidos, la or-
del sistema de incorporación social y culturaL crita en un rectángulo. De esta forma, sa-
ganización y complementación del trabajo
Las bondades del sistema lo hacían ob- cristía y contrasacristías tendieron a ubicarse
para quienes desempeñaban oficios arte-
viamente riesgoso y las misiones fueron ata- tras el presbiterio, que tomó forma de una
sanales, cuidaban las estancias, etc., mues-
cadas no sólo por los bandeirantes paulistas capilla profunda, y en algunos ejemplos del
tra los índices más avanzados de planifica-
que destruyeron varias de ellas para apode- siglo XVIIIse colocaron por el tallista portu-
ción a que se llegó en Sudamérica, en su
rarse de los indígenas como esclavos, sino gués Souza Cavadas notables retablos ba-
tiempo.
también por los propios vecinos españoles rrocos (Yaguarón, Capiata).
Aquí también confluían los marcos teóri-
y criollos que veían sustraerse del mercado Los campanarios se situaron externos
cos de los tratadistas de arquitectura, los co-
de mano de obra cerca de 100.000 indígenas. al conjunto con una especie de torre-atala-
nocimientos eruditos del humanismo rena-
Intrigas, presiones, reducciones de los cupos ya de madera donde se manifiesta toda la
centista, el trasfondo bíblico y las simples
de producción de yerba mate y exporta-· capacidad artesanal de los guaraníes. En los
experiencias del indígena y su mundo.
ción fueron algunas de las vicisitudes que pueblos de Chiquitos el sistema de trabajo
En las bibliotecas de los jesuitas en los
debieron soportar los jesuítas antes de su con azuela y hacha no les impidió realizar no-
g @:( Paraguay, Emboscada, púlpito con atlante. pueblos de misiones había raras ediciones
expulsión en 1767. tables columnas salomónicas de 60 cm de
Si¡.:loXVIII de Vitrubio, Palladio, Serlio, Vignola, Vre-
,+0 p ARQUITECTURA BARROCA EN BRASIL Y ÁREA GUARANÍTICA EN EL SIGLO XVIII
j LAS MISIONES .JESUÍTICAS • ~ %)
LA POLÍTICA FUNDACIONAL
Y LA AMPLIACIÓN DE FRONTERAS
222 . EL URBANISMO AME¡tICANO EN EL SIGLO XVIII
POLÍTICA FU:O;DACIOKAL y AMPLIACIÓN DE FRONTERAS • 22:i
teras organizado por Francisco Betzebé Torre Miranda fundó 43 poblaciones con
por instrucciones expresas del virrey V ér- 22 parroquias con un total de 41.133 a lmas,
tiz para ampliar el área territorial de Buenos de las cuales aún hoy subsisten 27 pueblos.
Aires se originarían 13 poblados al amparo La «noticia individual» formada en 1794
de fuertes y fortines a partir de 1779. por el funcionario no deja lugar a dudas
Esta política fundacional masiva tuvo sobre el origen de la preocupación fundacio-
también su correlato en otras áreas del con- nal al mencionar explícitamente los esfuer-
tienente. En México se formó en 1751 un zos de la Corona en la Sierra Morena y espe-
conjunto extenso de poblados que incluía las cíficamente a los pueblos de Carlota, Lui-
villas de Altamira, Burgos, Escandón, Hor- siana y Carolina, así como las tareas de
casitas, Dolores, Camargo, Reinosa, Revi- regadío y canales que se estaban haciendo
lla, San Fernando, San Antonio de Padilla, en Campos, Manzanares y Murcia.
Santa Bárbara, San Francisco de Güemes, La localización de los poblados fue encara-
228. José Pérez Brito: Argentina, Patagonia, Santa María de Aguayo, Santa María de
trazado del poblado «Nueva Murcia». 1779 da conjuntamente con una red de caminos y 230. Antonio de la Torre Miranda:
lleva y Soto la Marina. picadas abiertas en la selva y a través de Colombia, poblado de Nueva Fundación
Todas ellas presentan un modelo homo- pantanos, lo que aumenta aún más la cali- con templo en el centro de la plaza. Siglo XVIII
géneo con plazas cuadradas cuyas dimensio- dad del esfuerzo del fundador.
nes varían desde 124 (Burgos, Escandón, La economía agrícola fue complementada
nas) mientras la Plaza es en realidad un es- etcétera), a 224 varas las más importantes con la instalación de obrajes textiles y te-
pacio muy reducido en escala de la proyec- como Camargo o Dolores «capital del nuevo En la Capitanía de Chile también encon-
lares de algodón que dieron con rapidez
ción del Fuerte [228]. Santader», en todos los casos las calles tenían buen resultado. La ganadería y la pesca en tramos ejemplos programados de ciudades
En los pueblos fundados por Sobremonte 12 varas. militares, traslados urbanos y repoblamien-
algunos casos, pero sobre todo la proxi-
en Córdoba, como la Concepción del Río La distribución de las manzanas varía midad de comercio con Cartagena posi- tos que presentan notable interés.
Cuarto, el fuerte se localiza en el extremo sin según el ancho de la plaza, cuando ésta es En este último plano, los intentos del .
bilitaron la estabilidad de los conjuntos.
interferir la regularidad de la traza, aunque de 124 varas, las cuatro manzanas que dan a En materia urbana Torre Miranda fue presidente O'Higgins para refundar Osor-
en la Carlota la Plaza de Armas del Fuerte ellas son rectangulares tJ.24 L 248) y en ecléctico o quizás sustancialmente prag- no (1796) y los núcleos de Villarrica, la
vendrá rápidamente a constituir la plaza las esquinas se estructuran manzanas cua- mático. Sus trazados [230] no responden a Imperial y Angol son sumamente impor-
principal de la población. En el plan de fron- dradas (248 X 248). En los otros pueblos ningún modelo de planificación previa. Los tantes.
todas las manzanas son cuadradas (224 L hay absolutamente organicistas (San José La idea en Osorno, de una ciudad de la-
224). Siempre se prevé un lote de 200 varas de Rocha, Santa Rosa de Flamenco, San bradores y artesanos se emparenta con el
para iglesia, convento y huerta frente a la Francisco de Asís, Santero) semirregulares modelo «ideal» rural que Campomanes
plaza [229]. (San Juan Nepomuceno, San Luis de Sinse, había concebido para Sierra Morena. La
U na variación sustancial respecto de las San Onofre de Torobe) y en damero (San traza trató de respetar las evidencias de la
ordenanzas de población se verifica en el Pedro Apóstol de Pinchorroy, San José antigua población destruida como vínculo
loteo de la manzana que abarca 16 a 20 uni- de Pileta, San Benito Abad). simbólico y a la vez esfuerzo concreto de
dades, señalando la partición notoria de los No es pues posible encontrar ni en calles, asumir la memoria histórica.
antiguos cudrantes seguramente en función ni 'en amanzanamientos una ley generadora Esta decisión de respeto a la tradición, de
del valor de la tierra, la mayor densidad po- y las mismas plazas varían en dimensiones veneración por la antigua traza, sitúa la
blacional y la desaparición de los privilegios y concepciones espaciales, ubicándose a repoblación de Osorno sobre la misma base
notorios en los antiguos repartos. veces el templo dentro de ellas, otras for- que originara los asentamientos fisicos del
Una operación notable por su envergadu- mando un rincón de un paseo alargado o en siglo XVI, como sucedió en su momento
ra fue la realizada por Antonio de la Torre definitiva recuperando las dimensiones y con el traslado de la Villa de Concepción
Miranda a quien el Gobernador de Carta- disposiciones tradicionales. Lo que es evi- (1751) .
gena de Indias le encomendó en 1774 que dente es que la normatividad imperativa Dentro de las ciudades de origen militar
229. México, Pueblo de Camargo, redujera a poblaciones «las infinitas almas de las ordenanzas de población había pasado podemos recordar el notable ejemplo-ya
loteos diferenciados. 1751 dispersas en su provincia». En una década a mejor vida. mencionado-- de N acimienro, formado en
~24 . EL URBANISMO AMERICANO EN EL SIGLO XVIII MODIFICACIONES DE ANTIGUOS NÚCLEOS URBANOS • ,,/
ya establecida «tradición» indiana sino Este ensanche tendía más a responder a los
incorporar a la misma variaciones yarticula- ejes de las antiguas arterias de acceso que a la
ciones que la convierten en expresión con- contin~idad de la trama del damero preexis-
temporánea de nuevos conceptos e ideas. tente y a la vez el remate de las vías buscaba
La idea de una ciudad como objeto inte- cierta perpendicularidad respecto al trazo
gral, escenográfico, valorable estéticamen- de las murallas.
te que informa el espíritu urbano está pre- Hemos señalado a la vez que en Pomata
sente desde la búsqueda de regularidad, (Callao, Perú) la reconversión del templo de
orden, simetría, diúribución jerárquica de Santiago modifica la organicidad de la an-
los elementos que caracteriza los principios tigua traza, introduciéndose libremente en
planificadores del XVI. ella. Otro tanto, quizá, podemos señalar en
Aquí nace la distancia con la búsqueda la plazoleta Zabala de Montevideo que
del urbanismo barroco europeo que actúa 235. Colombia, Cartagena de Indias,
irrumpe en diagonal recortando cuatro man- calle e fluidez espacial
sobre una realidad morfológica más com- zanas caprichosamente [236].
pleja, estratificada a trav.és de siglos, con Una segunda actitud barroca nace en la
sistemas viales carentes de perspectivas, con intención de dominio de la naturaleza y su
obras singulares y monumentos limitados subordinación a la acción del hombre. Lo común en el siglo XVIII fue, al parecer,
espacialmente en. su percepción urbana. Aquí también es válido lo que hemos seña- la búsqueda de una impronta donde lo
Así, pues, rastrear similares intervenciones lado entre la actitud dual del europeo rural quedara.por lo menos en lo inmediato
prescindiendo del marco concreto es equi- respecto del paisaje urbano rural y la rea- fisicamente subordinado a lo urbano.
vocar el camino, lidad americana donde la ciudad tiende a Por un lado el proceso de densificación
Se podrá acotar que la estructura urbana integrarse por mimetización -r-r-O eventual- fue fragmentando los solares del área cen-
4,--& Brasil,Salvador (Bahía), calle-escalinata
americana no jerarquizaba adecuadamente mente por contraste-s- con ese medio na- tral y eliminando no sólo la zona de quintas
e iglesiado Passo,escenografiabarroca los ejes, que la distribución de las obras sin- tural. internas sino los propios centros de manza-
gulares respondía más a razones de equidis-
tancia de la plaza central o de articulación
barrial que a la valoración espacial en una
constelación centrípeta. También es cierto
que rara vez los puntos de fuga directos que
plantea una calle encontraban referencia
terminal en un «monumento». (Hay ejem-
plos obviamente en Morelia, Cartagena,
Santa Teresa en Cusca [234, 235].
La cierta flexibilidad para la propuesta
urbana del XVIII americano señala la dis-
ponibilidad para enriquecer con nuevos
aportes al antiguo modelo indiano.
Un reciente estudio de Leonardo Mattos-
Cárdenas nos aproxima el análisis de algu-
nas de las variables que configuran esta
apertura «barroca» del urbanismo ameri-
cano. Al respecto acotaba el ensanche de
Lima desde finales del siglo XVII para ir
cubriendo la zona de chacras que bordeaba
la ciudad, formando un cerco rural hasta el 236. Uruguay, Montevideo, plano de +2I25 la casa del gobernador cn diagonal
4,48.& México, Morelia, calle y templo en el cierre perímetro de la muralla. '1 determinará la plazoleta Zabala
228 • EL URBANISMO AMERICANO EN EL SIGLO XVIII
MODIFICACIONES DE ANTIGUOS NÚCLEOS URBANOS • ~~9
Aires, el Paseo Bucarelli y el Jardín Botánico La idea del límite urbano tiende a utili-
en México [237], el Paseo del Campo de zar con mayor profusión que en la antigüe-
Santa Clara en Guamanga [238]. dad las puertas y arcos de acceso a las ciuda-
La idea de la avenida flanqueada simé- des. Los tuvo Cusca (Arcopunco, Santa
tricamente por arboledas o glorietas, cir- Ana) y los hubo enJuli (Perú), en Potosí y en
cundada por rejas con jarrones y estatuas, diversas ciudades mexicanas (Puebla, Mé-
señala en definitiva la nueva manera de con- rida, Taxco). Puede verse en ellos la remi-
cebir la inserción del paisaje. niscencia de las antiguas puertas medievales
En Buenos Aires la proximidad con el río o del ingreso a las ciudades amuralladas,
y el arbolamiento nos hacía, sin embargo, pero también expresan la concreción fisica
olvidar la lamentable vista de los «fondos» estable de los arcos triunfales que preanun-
237. México, proyecto de jardín botánico. de las casas que daban sobre la barranca. ciaban la llegada de virreyes y obispos en el
Siglo XVIII
El intento del virrey Amat en Lima quedó fervor de la arquitectura efimera del ba-
parcialmente frustrado y su conjunto del rroco. 239. Luis Diez Navarro: Guatemala,
otro lado del Rimac está esperando una ade- La ciudad se engalanaba en su escenogra- trazado para la Nueva Guatemala. 1776
cuada valoración que rescate esta peculiar fia urbana para estas fiestas que incorpora-
nas. Ello define los límites de lo rural con visión del barroco urbano en América. ban tinglados, y altares realizados por gre-
una suerte de «expulsión» de las áreas ver- De todos modos la reconstrucción de Lima mios y corporaciones.
des naturales. después del terremoto de 1746 fue espectacu- De balcones y ventanas pendían tapices y rros eran resueltos con un sentido procesio-
A la vez se crean las áreas verdes «cultu- lar, incorporándose la Plaza de Toros (1768), telas finas, lienzos y flores, mientras los cas- nal señalándose la cantidad de posas o
rales» dentro de la ciudad. Demoliciones el Paseo de Aguas (1770), la Alameda (1773), tillos de fuegos artificiales tendían a real- estaciones que debía hacer el difunto de
de edificaciones existentes para crear plazo- alumbrado público (1776) y Jardín Botá- zar la imagen irreal de una ciudad que era acuerdo a su rango y posibilidades econó-
letas como sucede frente a San Antonio nico (1791). la adecuada escenografia para esta puesta micas. Todo era barroco en. la idea de parti-
Abad o Santa Catalina en Cusca, cración La idea de un cinturón paisajístico para de escena teatral. cipación de la población y aquella envol-
de nuevas áreas de paseo y recreación como el trazado de las nuevas ciudades aparece El sentido ritual de la vida urbana, poten- vente racional, geométrica y ordenada se
la Alameda limeña y el Paseo de las Aguas explícito en dos diseños del XVIII por lo cia las calidades «sociales» de una ciudad iba cargando de la vitalidad de la cultura y
del Virrey Amat, la Alameda de Buenos menos: Guatemala y San Ramón de la que, dialécticamente, en sus ejemplos de sabiduría popular.
Nueva Orán (Salta, Argentina). mayores dimensiones pretendía seculari- Las transformaciones de las propias plazas
El ingeniero militar Diez Navarro propo- zarse. La sacralización fisica del ámbito ur- con arcos de acceso, altares posas y palcos
nía en 1776, para Guatemala, un Paseo de bano no se daba meramente por la vigencia escénicos o los tablados para corridas de
Circunvalación con hemiciclos en conso- de una arquitectura religiosa dominante en toros introducían un nuevo uso y una arqui-
nancia con las calles que eran tangenciales los monumentos significativos. tectura de «bambalinas» que hacía esencial-
a la plaza. En este diseño, como el posterior
de Marcos Ibáñez (1778) -que elimina la
,. Complementaba esta visión la presencia
de verdaderas vías sacras procesionales como
mente a la transformación del espacio ur-
bano.
Alameda-s- varían los tamaños de las man- podemos encontrar en-el Cusca con la calle La organización administrativa del impe-
zanas con hasta una decena de dimensiones que articula San BIas, la catedral, el Triun- rio español, la creación de nuevos virreina-
diferentes [239]. fo, la Compañía, la Merced, San Francis- tos y de intendencias jerarquiza a diversas
En Orán (1795) la forestación externa se co, Santa Clara y San Pedro. ciudades a la vez que reclama nuevos edi-
prolonga hacia los caminos y la plaza, ex- Además los elementos del equipamiento ficios públicos que constituyen «el ornato»
céntrica aunque cuadrada, está rodeada de religioso: cruces de piedra, altares calle- del núcleo urbano. Audiencias, Consulados,
manzanas cuyo loteo no coincide en ninguno jeros, estaciones de vía crucis y los propios Palacios, Casas de Moneda, Factoria de
de los casos entre sí. calvarios ubicados en alturas dominantes, Tabaco, Reales Cajas iban generando Ull
Adiciones sobre ciudades existentes po- van señalando esa idea de la éxtroversión y contrapunto con los edificios religiosos.
demos encontrar en el proyecto para Vera- exteriorización del culto que las propias La presencia de monumentos escultóri-
238. Perú, Guamanga (Ayacuého), cruz (1800) con alamedas y plazas circula- fachadas-retablos tendían a enfatizar. cos y fuentes decorativas señalan también la
Paseo del Campo de Santa Clara. 1806 res a las salidas de los caminos. Hasta hechos cotidianos como los entie- idea de dignificar los ámbitos abiertos. Los
111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!IIIIII1111i!111111111111111111111111111111111111111111111111IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII~IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII11111111111111111111111111111111111111111,111111111111111111111,1111111111111111111111111111!1111111111111111IIIIIIIIIIIIII!IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII1II1III1III1II1III1IIIIII1III1II11II1III1II11II1III1II11II1III1II11I111II1II111I11111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111I111
230 • EL URBANISMO AMERICANO EN EL SIGLO XVIII
LAS MISIOKES JESUÍTICAS DEI. P.\RAf;L\Y • 2:{ l
estaba formado por las casas colectivas indí- de la capacidad ritual de! guaraní, como
genas rodeadas de galerías. Las dimensiones la inserción en las ideas barrocas de partí-
de estas viviendas variaban de acuerdo con cipación y persuasión de la trascendencia
los pueblos y en función de! número de uni- de la vida y en su ordenamiento terreno,
dades de familias. en base al plan de Dios. Capillas de! miserere,
La distribución respecto de la plaza posas, cruces y otros elementos permanentes
podía también variar en atención a la con" se complementarán con arquitectura eíl-
formación de unidades barriales según pa- mera para las fiestas. .
rentescos étnicos o procedencias tribales. Los resultados sociales, culturales, eco-
La idea del 'acceso focalizado aparece nómicos y la conducción y organización
nítida en la composición, cuyo eje desem- interna de estos poblados indígenas no tuvo
boca en la fachada del templo. La intencio- parangón en el resto de América y consti-
nalidad del encuadre perspectivístico se tuye un modelo de desarrollo que se frustró
acentúa con edificios simétricos de cierre por la carencia de fuerza alternativa y de
lateral (ermitas en la periferia, capillas de autonomía frente al sistema colonial.
miserere sobre e! borde de la plaza, etc.). Todavía la organización de esta experien-
El templo aparece habitualmente sobreele- cia jesuítica fue barroca en su concepción,
vado con una plataforma (temenos) yesca- pero pragmática en el desarrollo. El modelo
linata. urbano del Paraguay fue parcialmente usa-
La inserción de! control de la naturaleza do en Mcjosy Chiquitos e descartado .en
se efectúa en e! área de huerta ubicada Maynas (Perú) donde se optó por la estruc-
243. Argentina, Misiones, pueblo de Candelaria en 1767 tras e! núcleo principal. En un poblado to- tura indígena preexistente de pequeños
talmente rodeado de selva esta pequeña caseríos a lo largo de los ríos. En la propia
zona de cultivo de frutales, hortalizas, selva paraguaya de! Tarumá los jesuitas
tas muy diversas que se fueron ree!aborando La limitación al crecimiento fisico del flores y hasta jardines botánicos en minia- hicieron contemporánearnente a sus misio-
hasta generar e! modelo. Así podemos cons- pueblo se plantea con la definición de! tura ejemplificaba esa transición entre me- nes pueblos de chozas dispersas cuando cons-
tatar que de las leyes de Indias se tomaron núcleo edilicio constituido por e! templo, dio cultural y medio natural, a la vez que tataron que los indios mbyas y monteses
las recomendaciones referentes al emplaza- colegio y cementerio. Hacia ese lado no se verificaba e! dominio sobre la naturaleza persistían en la costumbre de Ios cazadores
miento; de.la misión deJuli, que los propios podía extender el pueblo que se prolonga- a través de un orden selectivo. de quemar e! rancho al abandonar e!
jesuitas tenían en e! Perú, ciertas condicio- ba necesariamente hacia los otros tres la- La política poblacional de los jesuitas pueblo.
nantes de organización interna; de los pue- dos [243]. los llevó a un permanente control de las Quizá la imagen «urbana» se deterioraba,
blos de indios originarios de! Paraguay, la Este núcleo servía de telón de fondo al dimensiones de los pueblos en virtud de la pero e! agrupamiento de los ranchos hubiera
valoración de la plaza y e!.espacio sacro, etc. vasto escenario que constituía la plaza; allí capacidad de autosostenimiento económico, generado e! incendio total de! pueblo. El
El diseño urbano de estas misiones pre- las actividades rituales cívico-religiosas de organización de la producción, capacidad diseño urbano siguió pues aprendiendo de
senta circunstancias totalmente diferencia- los guaraníes hacían efectiva la barroca de personalización de la comunidad, etc. las realidades culturales de los usuarios.
das de los modelos españoles y de los demás idea de! «teatro de la vida». La presentación En este sentido, cuando ciertos pueblos su- Esa fue una gran lección de esta experiencia
pueblos indígenas. escénica del núcleo es evidente en todos los peraban sus posibilidades eran subdivididos, jesuítica que sin renunciar a conceptos
Se pueden resumir brevemente en: pueblos y simbólicamente recorría la se- generando nuevos asentamientos. Se ha ideales, siempre fue actuando a partir de las
cuencia de la vida y muerte. La plaza como relacionado esta actitud con la aproxima- posibilidades concretas.
( Limitación al crecimiento fisico. espacio sacro estaba pues precedida por ción a las ideas de Platón o Aristóte!es sobre
) Desaparición de la manzana. este núcleo edilicio que definía e! marco de las dimensiones ideales de la ciudad, pero LA INFLUENCIA DEL TRAZADO REGULAR
M# Jerarquización notoria de! acceso. referencia urbana. ello no es verificable taxativamente; más AMERICANO
* Constitución de un núcleo edilicio fijo. La estructura de la trama prescindía de la bien parece responder a una política prag-
M# Tratamiento del entorno inmediato. manzana por lo menos en los términos con mática de control [244]. La experiencia urbana en las colonias es-
R# Control de dimensión del. poblado. que la encontramos en las ciudades his- El uso de la plaza de la misión jesuítica; pañolas había' de alcanzar proyecciones de
+ Uso escenográfico y ritual dela Plaza. panoamericanas. El módulo de composición asegura en definitiva tanto la potenciación importancia en e! propio continente europeo
, y en las regiones dominadas por Portugal en
LA INFLUENCIA DEL TRAZADO
1II1111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111I111I111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!IIII11111111111111111111111111111111111111111111111111111IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII~IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIlllllllllllllllllillllllllll,111111111111111111111111lilllllllllllllllllllllllllllllllllllllllillllllllllllI1IIIIIIIIII1III1IIIIII1III1II1III1III1II1III1III1II1III1III1II1II111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111I11111I1II1III1IIIIII1III1III1II1III1II1III1III1II1III1IIIIII1III1III1II1III1IIIIII1III1II1IIIllIlIiI
CAPÍTULO +*
EL NEOCLASICISMO EN AMÉRICA
1111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111I1111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!IIIII1I111I111111111111111111111111111111111111111111111111IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII~IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII¡IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII11II1IIIIIII111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111IIIIIIIIIIIIIIIIIII!IIIIII!IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111
240 • EL NEOCLASICISMO EN AMÉRICA
EL NEOCLASICISMO EN GUATEMALA '. ,.+
Pusterla, Gómez de Agüero, García Ca- un grupo de ingenieros militares como Agus- (1804), otra de las temáticas novedosas que
rrasco -y sobre todo-i--, Badarán y José tín Caballero y Migue! María Atero, o en introduce e! proceso de expansión econó-
Antonio Birt, abrieron las puertas a las ex- arquitectos como Juan José Goicolea quie- mica y comercial de! área.
periencias neoclásicas de sus sucesores en el nes realizarían e! Consulado (1801-7), la En e! Alto Perú, la inexistencia de ingenie-
Real Cuerpo. Sin embargo, el tránsito fue Aduana (1805-7), la iglesia de Santa Ana ros militares, que fueron reiteradamente
casi dialéctico: los planos de Birt para la (1806), los baños públicos, e! frontón de llamados para que pasasen desde Buenos
Moneda fueron rechazados por tener «mu- pelota, convirtiendo así a Santiago en una Aires, retrasó la primicia de! neoclasicismo
chos adornos impropios que más ridiculi- capital «aggiornada» en relación con mo- y lo limitó a un puñado de obras antes de la
zan que hermosean», y por no atenerse a vimiento arquitectónico de la metrópoli. independencia, las principales de ellas rea-
uno de los cinco órdenes. lizadas por e! padre Sanahuja.
Vignola transformando así de manual en Sin embargo los primeros ejemplos de
receta, triunfó al decir de Gabriel Guarda EL NEOCLASICISMO EN EL VIRREINATO corte neoclásico fueron: las Teresas de Co-
«sin contrapesos» por la limitada presencia DEL Río DE LA PLATA chabamba y San Felipe Neri en Charcas,
de! barroco aún en la arquitectura popular. que se atribuyeran al ingeniero militar
La expansión en lo que se ha dado en El Río de la Plata alcanza su culminación, Jo_aquín Mosquera quien pasó de Buenos
llamar la escuela de Toesca se encarnó en tanto por su importancia estratégica cuanto Aires a La Paz.
por la económica, a partir de la formación La obra más destacada es, indudable-
de! virreinato con capital en Buenos Aires mente, la catedral de Potosí, realizada bajo 251. Tomás ~oribio: Uruguay, Montevideo,
en 1776. plano del Cabildo. 1804
la dirección de fray Manue! de Sanahuja,
Sin embargo el neoclasicismo llega tardía- franciscano de Moquegua que llegó a la
mente y se expresa en un puñado de obras Villa Imperial en 1808. Sanahuja comenzó
durante e! último periodo de la dominación la Matriz en 1809 y la dirigió hasta 1820
hispánica. Sólo un arquitecto de la Aca- en que pasó al Cusca, regresando a La Paz
demia, Tomás Toribio (1756-1810) llegó en 1826 para diseñar la nueva catedral.
a estas costas en 1799 realizando lo esencial . La Matriz de Potosí [253] se concluyó
de su trabajo en Montevideo. La obra de en 1836, pero la mano de Sanahuja se hace
mayor interés es, sin duda, e! Cabildo de evidente en la calidad de su espacio arqui-
Montevideo (1804), atípica en la región pero tectónico que incorpora los retablos dise-
encuadrada en los postulados académicos. ñados por él mismo.
Cabe mencionar otros de los proyectos de En e! proyecto para La Paz reitera e!
Toribio: La Recova (1804) y la Casa de partido arquitectónico de Potosí, quedando
Misericordia (1809) en Montevideo, y e! sin embargo trunco en e! primer cuerpo.
Coliseo (1805) y la fachada de San Fran- También trabajará Sanahuja la cúpula y e!
cisco (1808) en Buenos Aires. retablo mayor de la Merced en La Paz
Curiosamente los principios del neoclasi- y asimismo hará e! de Cusca) y refaccionará
cismo académico prendieron en un grupo de e! interior de Santo Domingo de La Paz.
maestros de obras porteños, entre ellos los De esta manera culmina e! neoclasicismo
hermanos Cañete, Juan Bautista Segismun- virreinal en e! cono sur de! continente ce-
do, Agustín Conde y Juan Antonio Hernán- rrando el ciclo arquitectónico de la domina-
dez. Este último propulsaría la formación ción hispánica.
de la Escuela de Dibujo de! Consulado en
1799, que finalmente es desaprobada por
EL NEOCLASICISMO EN BRASIL
Real Orden un año más tarde.
Francisco Cañete tendría a su cargo la Mientras el resto de! Brasil. acusaba cla-
( .!oaqllill
gg4@@$ Toesca: Chile, Santiago, realización de la Casa del Consulado (1805) ramente la efervescencia de! barroco mine-
(:asa de Moneda. 1780-1799 252. Joaquín Mosquera: Bolivia, Sucre,
[fc"[@[ y Segismundo y Conde la antigua Recova ro o la continuidad evolutiva LM sus anti- iglesia de San Felipe Neri. 1797
246 • EL NEOCLASICISMO EN AMÉRICA
guos programas arquitectónicos, en Be!em e! Alto Perú, con Álvarez de Sotomayor y CAPÍTULO 11
do Pará se producían importantes acon- Aymerich en Mojos y Chiquitos, etc.
tecimientos derivados de los tratados de En Belem do Pará se unió a esta coyuntura ANÁUSIS DE TIPOLOGÍAS:
límites entre España y Portugal. favorable la presencia de un notable arqui- LA ARQUITECTURA RELIGIOSA, ASISTENCIAL Y EDUCATIVA
Como sucedió en las demás zonas de fron- tecto italiano Antonio José Landi quien di-
tera, la presencia de las Partidas Demarca- señaría las modificaciones de los templos
doras con sus ingenieros y agrimensores sig- de! Carmen y la Merced dentro de criterios
nificaron para estas áreas marginales el aún rococós. LAS FORMAS DE TRANSCULTURACIÓN
disponer de técnicos capacitados que fueron Sin em bargo sus proyectos para las igle-
requeridos para peritajes, diseños y construc- sias de San Juan Bautista y Santana son Definida la fuerza de! sentido misional
ción de nuevas obras. ya claramente neoclásicos utilizando en esta como una de las motivaciones esenciales de
Ello sucedería conJulio Ramón de César última una cúpula sobre e! crucero (solu- la conquista, la tarea que encara España en
o Félix de Azara en Asunción del Paraguay, ción muy poco frecuente en la arquitectura este campo es ardua y enorme.
con Rubin de Cclis ojoaquín Mosqueta en brasileña) yen SanJuan Bautista una planta Se enfrenta a multitud de valores cultura-
de base octogonal abovedada. les, religiosos, animistas y míticos de enrai-
Entre las obras civiles· diseñadas por zada vigencia y con una dispersión territo-
Landi cabe recordar e! palacio de los Gober- rial que obligaba a multiplicar esfuerzos.
nadores y e! antiguo Hospital Militar donde La necesidad de conjugar la tarea misio-
se guardan las normas de simetría. nal y la faz productiva en el imperio espa- 254. Perú, San Gerónimo (Cusca),
En e! Hospital Militar e! cuerpo central ñol coincidirá con las facetas de agrupamien- proyección del templo hacia la plaza. Siglo XVII
glo XVI (Acolman, Actopan, etc.) yen ellos dro de la presencia de estos elementos ejem-
se esbozan ciertos elementos que se conver- plificados en diversos países, verificando ade-
tirán en programas arquitectónicos --con más que ellos se perpetúan desde el siglo XVI
respuestas variables- en casi todo el conti- al XIX.
nente. Los atrios cerrados tenían como finalidad
Los esquemas de atrio cercado, capillas agrupar a los indígenas para la enseñanza
abiertas, capillas de miserere, cementerios, del catecismo o para las festividades religio-
capillas posas, cruces misionales, altares sas, las posas cubrían el papel de estaciones
urbanos, capillas absidiales, ermitas-orato- en las ceremonias procesionales (sobre todo
rios, vía crucis, etc., se reiteran mostrando Semana Santa y Corpus Christi) y las capi-
la fuerza de este sentido de extroversión de llas abiertas posibilitaban la realización de
culto [255]. misas y otras funciones hacia el exterior ya
Por ello el análisis del edificio «iglesia» que el número de indígenas requería este
sería sólo parcial si no hiciéramos referencia tipo de soluciones. También es frecuente
a toda la riqueza de sus implicaciones litúr- encontrar estas capillas abiertas en ciudades
gicas y simbólicas y en definitiva a esa ex- de mercados importantes, de esta manera
presión tan peculiarmente americana. los feriantes ubicados en la plaza a través
Ello no significa que algunas de las solu- de un balcón (catedral de Sucre [256], si-
ciones no se encuentren en estado embriona- glo XVII).
rio en España, pero las respuestas america- Una variante del sistema tradicional de
nas por su número, calidad y diversidad su- posas (ubicadas en los cuatro ángulos del
peran notablemente aquellos intentos. Hay atrio) puede ser el de los «pasos» lusitanos
casos inclusive excepcionales de tres capillas (Matonzinhos) o el de los altares provisio-
abiertas en Meztitlan (México) y en ellas, nales en las plazas (pueblos del Perú, Co-
como en las cuatro iglesias de Juli (Perú) lombia, etc.). También hay posas ubicadas
los religiosos predicaban en diversos idiomas. en las plazas e inclusive en los cerros o sa-
Como ejemplificación de la unidad con- lidas de caminos y su número puede ir desde
ceptual de esta temática a nivel continental, las cuatro clásicas hasta cinco (Santo Do-
podemos ver en la página siguiente un cua- mingo en Tlaquiltenango, México) y ocho
en Chipaya (Oruro, Bolivia) [257].
Los cementerios se situaron en cier-
tas áreas de los atrios cerrados, aunque fue
frecuente el enterramiento dentro de las
iglesias hasta que en 1786 fue prohibida esta
práctica por razones salubridad.
Las cruces misionales constituían el punto
de reunión para el catecismo, pero también
son frecuentes las cruces de piedra en los ce-
menterios (ambos casos tienen ejemplos en
la Asunción de Chucuito y en Andahuayli- g d
@
11I1111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111IIIIillllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllll1IIIIIIIIIIIIIIIIIIIImllllllllllllllllllllllllllllllll11111111111111111111111111111111111111111,111111,1111111111,111111111111111111111111111111111111111111111111IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!I11111111I1111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111I111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111 1
">&+[ p ,\lll'I'ITJ<.l:TI'RA RELIGIOSA, ASISTENCIAL Y EDUCATIVA LA IGLESIA URBANA • +$%(%
cada en sentido longitudinal, criterio adop- Sin embargo, buena parte de los núcleos LOS DISEÑOS DE LOS TEMPLOS
tado frecuentemente en el virreinato del urbanos nace espontáneamente en América
Perú (Quito, Cuenca, Checacupe, Huara- en torno a las pequeñas capillas y oratorios Cualquiera de las formas de clasificación
condo, Chucuito, Arequipa) [261 J. que constituyen el punto de reunión de un que utilicemos es en definitiva una arbitraria
vecindario disperso. manera de simplificar la compleja realidad
La política de ocupación territorial y la . de variables formales que ofrece la arqui-
LA IGLESIA RURAL formación de poblados indígenas para el tectura religiosa americana a un programa
adoctrinamiento dieron origen a otras tipo- similar en lo conceptual como es la Iglesia.
Definidos los tipos de asentamientos ur- logías de iglesias más rurales que urbanas Sin duda existen gradientes que van des-
banos (que incluyen en la colonia muchos donde la precariedad tecnológica era la de las dimensiones del templo, hasta su in-
núcleos de producción eminentemente agrí- única constante arquitectónica. serción en un contexto urbano o rural, tal
cola o extractiva), lo rural aparece como Hubo también iglesias rurales incorpora- como lo hemos señalado.
aquello que no ha generado un aglutina- das a otros tipo de conjuntos como los ora- Los programas más simples son sin duda
miento de población diversificada como para torios de las haciendas y fundos, las anexas los de los oratorios de residencias urbanas
/o(('Jlcrar las funciones más complejas (en a fuertes, tambos o postas y también, obvia- donde los espacios habilitados son habita-
producción, mercado y relación social) de un mente, las de conventos rurales y estancias ciones reducidas con retablo y lienzos además 263. Bolivia, misión de San Francisco
ITlIlro urbano. de religiosos [2621. de un equipamiento convencional de bancos de Mositenes. 1796
254 • ARQUITECTURA RELIGIOSA, ASISTENCIAL Y EDUCATIVA
LOS DISEÑOS DE LOS TEMPLOS • ~5.'i
Paraguay y Venezuela ello llevó a la solu- máticos (Callao, Perú) o por las posibili-
ción de una gran sacristía de desarrollo per- dades que el propio sistema constructivo
pendicular al eje del templo. modulado permitía (arquitectura madere-
Lo habitual fueron los templos de una ra en el Paraguay). La apertura de capillas
o tres naves en cruz latina. Excepcionales fue frecuente en templos ya construidos lo
-fruto en general de adiciones posteriores- mismo que adición de contrafuertes e in-
son los de dos naves (San Francisco y San clusive la apertura de naves laterales (las
Diego en Bogotá, Colombia, por ejemplo). Chacras del Cerro Negro, Catamarca, Ar-
En general tiende a conservarse el criterio gentina; iglesia de Sao Bento, Río de Ja-
de la compartimentación espacial ibérica neiro, Brasil; Honda Colombia, San Fran-
jerarquizando el presbiterio por diversas cisco, en Santiago de Chile).
formas: Las variaciones de las disposiciones de!
a) Cubierta independiente de mayor altu- templo dentro de su misma estructuracarn-
biando e! eje o la ubicación del presbiterio
ra (artesonado mudéjar de Andahuaylillas,
Perú); b) formando una portada interna también pueden verificarse (Santo Domingo
(catedral de Bahía, Brasil); c) enfatizando la en Tunja, Colombia) o variando su uso
profundidad escenográfica del retablo (Ya- (Almudena en Cusca, Perú).
guarón, Paraguay); d) creando un trata- La adición de capillas puede sin duda
miento especifico del arco triunfal (pintura modificar totalmente el espacio con esque-
mural en Azangaro, Perú); e) reduciendo mas que se aproximan a los de Cruz Egip--
sus dimensiones e fragmentando espacio cia, Latina o de Caravaca, cuya intenciona-
264. Paraguay, Itá, oratorio popular de San Bias. Siglo xx
(Chiva tá, Colombia). lidad no es planteada en los inicios, pero
que surge como resultante de la conforma-
La compartimentación espacial se pro- ción del templo a través del tiempo.
yecta en diferentes casos a la adición de ca- La utilización de las capillas laterales di-
pillas laterales que adquieren autonomía señadas desde un comienzo puede plantear
modos se trata, junto con los oratorios rura- Las iglesias de poblados de indios presen- funcional: batisterio, contrasacristía, depó- diversas alternativas:
les y ermitas, de la dimensión menor de la tan una gama variada aunque predominan sito de andas, etc. Esta autonomía se expresa
capilla autónoma, es decir de volumen indi- los de una nave extensa cubierta con una respecto a la vinculación con el espacio a) Margen de autonomía de acuerdo con
vidualizable no englobado especialmente en armadura de par y nudillo durante las pri- (acceso exterior en Santo Tomás de Chum- planteo jesuítico con cubierta autónoma.
otra construcción mayor, aunque pueda meras épocas (valles y sierras de Colombia, b) Inserción como nave lateral en e! espacio
bivilcas, Perú), solucionesde cubiertasautó-
formar parte de un conjunto. Ecuador y Perú). de la nave principal.
nomas y rejas de madera o hierro (catedral
En general se trata de ejemplos de una Los ejemplos, sin embargo, llegan hasta e) Desarrollo como corredor independiente
de Lima, etc.) o volúmenes externos que se-
sola nave con sacristía y en el caso de las templos de cinco naves (Concepción de la ñalan nítidamente la adición (iglesia de e incomunicado tal como se da en la arqui-
ermitas puede presentar un atrio cubierto Sierra, Misiones Jesuíticas, Argentina) y Barcelona, Venezuela). tectura brasileña. Las capillas junto al pres-
(alpendre en Brasil) o por simple avance templos de tres naves con cúpulas, bó- En la conformación de no pocas matrices biterio, frecuentes en esta arquitectura, tam-
del techo donde se ubican poyos para el vedas, cruceros y sacristías en piedra (Tri- y catedrales del siglo XVI, la venta de los es- bién aparecen en ejemplos como San Fran-
descanso del viajero (Tumbaya, Argentina; nidad, Misiones Jesuíticas, Paraguay). cisco de Quito o Caracas.
pacios para capillas de entierro que permi-
N uestra Señora de la Concepción, Bahía, Las soluciones del área guaranítica de tían financiar la construcción del templo lle- La localización del coro en las catedrales
Brasil, etc.). Son excepcionales los edificios templos perípteros son excepcionales, aun- varon a formar espacios de cubiertas de bó- constituye otro elemento de alteración en la
más complejos como la «iglesia» en minia- que galerías laterales podemos encontrarlas vedas autónomas. En algunas obras estas organización de! espacio.
tura de Siecha (Colombia) con tres naves, en Venezuela,' Chile, Argentina o Brasil. capillas primigenias posibilitaron el pos- Cuando se ubica cerca de las portadas
cruceros y cúpula o los oratorios devociona- La utilización del esquema de «planta terior crecimiento lateral del templo (ca- de acceso (Puebla, México) fragmenta indu-
les del Paraguay, que a pesar de contar con compacta» ceñida al rectángulo alcanzó tedral de Sucre, Bolivia). dablemente la visión integral del espacio,
.urio, campanario y pórtico no superan las fortuna en lospueblos de indios originarios Las iglesias con frecuencia ampliaron sus pero permite la existencia de una girola
rlin n-usioncs de una casa pequeña [264]. del Paraguay y en Colombia. En Brasil, dimensiones ya fuera mediante planes siste- (Cusca), solución que desaparece cuando ["@
256 • ARQUITECTURA RELIGIOSA, ASISTENCIAL Y EDUCATIVA
CONVENTOS RURALES • 4( [1
coro pasa a la cabecera tras e! presbiterio que expresan esta realidad rica y facetada tal como sucediera en la Edad Media eu-
(Sucre). Las discusiones sobre la efectividad de la arquitectura eclesial americana, que ropea.
de estas localizaciones y los antecedentes la ambigüedad formal de las notables ca- El convento como centro de irradiación
españoles que avalaban las mismas pueden pillas a bsidiales [265]. y de ocupación plena de! territorio se pro-
encontrarse en numerosos expedientes sobre
yectaba en capillas denominadas «visitas»
la arquitectura americana.
que permitían la presencia periódica de!
A excepción de los diseños que caracteri- LOS CONVENTOS Y MONASTERIOS sacerdote y la celebración de! culto. Algo
zan la escuela barroca brasileña los ejem-
similar sucedía en e! siglo XVIII con los
plos de modificación de! trazado rectangu- El desarrollo de los monasterios medieva- «oratorios» de las misiones jesuíticas de!
lar de plantas en templos están en América les constituye uno de los puntos esenciales Paraguay.
limitados al barroco mexicano (Santa Brí- de! estudio de la arquitectura occidental La tarea de evangelización se adentraba
gida, Capilla de! Pocito, la Enseñanza, pres- como concreción de los valores simbólicos en e! proceso de enseñanza, capacitación ar-
biterio de Santa María la Redonda), a los de la «Ciudad de Dios». tesanal, adiestramiento para e! trabajo agrí-
que podemos adicionar las Huérfanas de Bajo e! impulso de Cluny y posteriormen- cola, etc. Zawisza ha visto en esta actitud,
Lima, Santa Teresa de Cochabamba, San te con las reformas de San Bernardo y los en la similitud coyuntural y en el pensamien-
Lorenzo de Anzoátegui en Venezuela o San cistercienses, la tipología de los monasterios to recurrente de algunas de estas obras
Vicente en El Salvador. y abadías van definiendo un partido homo- (como la planta basílical de Cuilapan) la
La ubicación del campanario posibilita géneo caracterizado por la austeridad expre- presencia de un arcaísmo místico.
analizar otra serie de variables: exento en e! siva y la extensión sistemática a tareas pro- Los elementos componentes de los con-
pueblo fuera de! contexto de! templo (Cupi ductivas. ventos mexicanos de! XVI son los clásicos:
o Paruro en Perú; Santa Rosa, Paraguay), La densidad económico-productiva auto- porterías, claustros de celdas, refectorio,
exento en e! atrio (Umachiri, Perú; Uquía suficiente alcanzó tal envergadura que supe- eventualmente salón de profundis, sala ca-
en Argentina, etc.) y colocado junto al tem- raba en diversos aspectos a los incipientes pitular, sacristía y cocina. 266. Argentina, Alta Gracia (Córdoba),
plo, ya sea simple o doble. núcleos urbanos. A partir del surgimiento El patio era e! elemento organizador y lo ig-lesiade la estanciajesuítica. Siglo XVIII
También obviamente las hay sin campa- de las órdenes mendicantes: franciscanos, habitual que las celdas-dormitorios se ubi-
nario o con espadañas de diversa localiza- dominicos, agustinos y carmelitas en 1274 caran en la planta alta. En general la di-
ción, campanarios exentos que además sirven la acción de propagación de la fe se proyecta mensión de los patios era reducida, máxime
de capilla o batisterio (Coporaque, Espinar, en estructuras arquitectónicas urbanas. si tenemos en cuenta la extensión de los
Perú) o de atalaya defensiva (mangrullo) Ambas formas, las del monasterio rural propios atrios conventuales. En general el ventas-estancias que los jesuitas organiza-
y la del convento insertado en la trama urba- tamaño del claustro era aproximadamente ron en diversas partes de América para sos-
na se incorporan a la arquitectura ameri- un tercio del largo del templo (Tepeyango, tener con sus rentas los colegios y universi-
cana de! siglo XVI. dades urbanas. Los ejemplos de Santa Ca-
Huejotzingo, Tezontepec, Cholula) y su
En e! primer caso e! ejemplo más desta- forma era predominantemente cuadrada talina, Caroya o Alta Gracia en Córdoba
cado es e! de los conventos mexicanos, en e! aunque no faltan ejemplos rectangulares (Argentina), son relevantes [266].
segundo -por su envergadura- los con- (Acatlán). En Ocopa (1725) la estructura de los
ventos franciscanos de! virreinato de! Perú, La formación de este tipo de conventos claustros se mantiene aun cuando el templo
particularmente en Quito y Lima. rurales con finalidad de apertura de fron- aparece lateralizado en la composición.
teras y evangelización de los infieles se pro- Hacia e! exterior de! núcleo compacto se
longa en e! siglo XVIII en los cenobios de los abre la hospedería y el claustro de la
CONVENTOS RURALES
colegios de Propaganda Fide entre los que «Obrería» para los trabajos artesanales y
podemos recordar en el virreinato de! Perú que fuera e! primer edificio construido.
Los conventos asentados en medios rura- el de San Pedro de Tarata (Bolivia) o el En las estancias ganaderas jesuíticas la
les cubrían una extensa variedad de ser- propio convento de Santa Rosa de Ocopa estructura es más simple habida cuenta de
gWY4$( Perú, Haquira (Apurimac), vicios para una población indígena -en (Perú) y en Colombia los de Ecce Hamo, la limitada cantidad de pobladores, aunque
•.apilla abierta absidial doble.en la iglesia general pre!ocalizada allí- y por ende pa- la Candelaria de! Desierto o Monguí. en las haciendas de la Orden en Perú
dI' GS[$ Pedro. Siglo XVIII
saban a ser centro vital de la comunidad, También deben recordarse aquí los con- (Pichuychuro, Cusca) las dimensiones SOI1
g""P@[
p YP[[;' ["@"@"@"4[4"@"["@f9
REumOSA, ASISTENCIAL y EDUCATIVA
IlIayol'C'spues se integran tareas agrícolas, de Quito [267] o Lima con seis claustros y va-
Kalladc,ras y hasta obrajes textiles. rias huertas y dependencias, hasta las esca-
Otra temática generadora de conventos las más reducidas de pequeños conventos de
en e! medio rural es la de los santuarios que un solo claustro y capilla cuyo partido fue
tienden a construir polos de peregrinación habitual en las recoletas.
y con el tiempo a organizar estructuras ur- Las recoletas ubicadas generalmente en
banas. Algunos de ellos como e! de Copa- la periferia de los centros urbanos constitu-
cabana (Bolivia) atendido por los agustinos yen la transición entre las estructuras típi-
alcanzó más desarrollo que los de Cocharcas camente rurales y las integradas al trazado
(Perú) o Copacabana (Argentina) que sólo ciudadano. Muchas de ellas ya se han in-
formaron hospederías temporales. corporado a dicha traza (El Pilar en Buenos
Aires, San Diego en Bogotá, El Tejar en
CONVENTOS URBANOS Quito), pero otras aún permanecen en me-
dios rurales o semirrurales manteniendo su
En esta tipología las variaciones de tama- uso (Urquillos) o convertidas inclusive en
ño son notorias desde los ejemplos de enor- viviendas (Recoleta de U rubamba).
me envergadura como los de San Francisco Un caso peculiar dentro de las propias es-
tructuras conventuales está definido por la
superposición con antiguos recintos indí-
genas. El ejemplo más notorio es e! de Santo
Domingo de Cusca ubicado sobre el antiguo
templo de! Sol (Coricancha) incaico y que
por ende debió no sólo respetar las construc-
ciones existentes sino que buscó superponer
el presbiterio sobre la plataforma del muro
curvo [268].
Los primeros asentamientos urbanos de
acuerdo al número de religiosos y funciones
se constituían como hospicios y mediando
autorización real se conformaban como
conventos.
Muchas órdenes siguieron la política de
«hechos consumados» estableciéndose en
ciudades sin permiso de la autoridad civil
y eclesiástica lo que derivó en conflictos e in-
cluso destrucción de obras realizadas (jesui-
tas en.Arequipa, recoletos en Asunción).
La calidad tecnológica de los edificios
estaba en directa relación con la evolución
del medio urbano en el cual se insertaban y
del cual provenían las rentas para su erección
y subsistencia. Sobre un esquema similar de
organización claustral es posible encontrar
un patio reducido con galerías de pies dere-
:ili7. Ecuador, Quito, claustro del convento de chos de madera cubiertas con paja en e!
Santo Domingo. Siglo XVII convento de San Francisco en Santiago de
268. Perú, Cusca, Coricancha e convento de Santo Domingo. Siglo XVI
111111I111I111111111111111111111111111111111111111I111IIIIIIIIIII!IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII1111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111
:loO • ARQUITECTURA RELIGIOSA, ASISTENCIAL Y EDUCATIVA
LOS MONASTERIOS DE MONJAS • 21il
Los diseños de la segunda mitad de! XVIII compacto y enrevesado que sitúa e! área
marcan una mayor tendencia a la regulari- de servicio en la planta baja con múltiples
dad de trazados y complejidad de funciones pasillos y pequeños patios de «luz» y las
aunque no suelen ocupar áreas urbanas tan celdas, libería y enfermería en planta alta.
extensas como las de! siglo XVI, incluso en Un claustro trata de organizar e! conjun-
ciudades de nueva fundación. to. En La Paz (Bolivia, 1875) e! diseño es
En general se mantenía la idea de la man- mucho más generoso, con dos claustros, uno
zana adjudicada al conjunto (San Ramón de de los cuales estaba destinado a funciones
la Nueva Orán), pero la ocupación de! te- hospitalarias y tenía acceso independiente.
rreno no era tan 'intensa. San Francisco Muchos de estos antiguos conventos han
de Guatemala (1775) tenía, por ejemplo, un sido recientemente refuncionalizados para
solo claustro completo y los demás eran pa- usos turísticos [271].
269. M.éxico, Patzcuaro (Michoacán), tios externos y huerta, habiéndose variado
271. Brasil, Salvador (Bahía),
presencia de la arquitectura religiosa los accesos y disposición de la iglesia para su convento do Carmo (hoy hotel de turismo)
en la estructura urbana utilización como monasterio de Santa Clara. LOS MONASTERIOS DE MONJAS
El hospicio franciscano de San Vicente
[270] diseñado en 1765 para e! Salvador Los monasterios de monjas presentan res-
presentaba numerosas modificaciones de pecto de los conventos la peculiaridad de que
Cuba (1746) o una más amplia y de dos planteo insertando la peculiaridad de abrir e! acceso a los templos se efectúa por la
plantas en Santo Domingo de Popayán (Co- pasadizos en e! claustro que comunicaba puerta lateral ya que la zona de pies está
lombia) [269]. , .
con la cocina y refectorio respectivamente. ocupada por e! coro bajo con su reja de
Aun en pequeña escala, los elementos Las celdas tenían doble habitación y se clausura; esta solución, como la de doble
clásicos de! convento están presentes incor- abrían a patios, jardín o huerta. Lo más portada, se encuentra excepcionalmente en
porando a veces enfermerías para actuar notable era e! templo de planta barroca colegios y otros edificios religiosos.
como hospitales provisorios o aulas para curva [270], cuya sacristía, contrasacristía En general las estructuras de organiza-
escuela pública (convento franciscano de y almacén eran de diseño regular por e! ción siguen manteniendo e! claustro como
Irapuato, México, 1762). contrario. La inserción de! templo en e! elemento ordenador. Ello puede verificarse
conjunto muestra la libertad compositiva en un diseño temprano como e! emprendido
a pesar de la rigidez de! edificio conventual. en Chiapas hacia 1595, pero que aún en
La tendencia a un ordenamiento más ajus- 1609 no permitía la clausura. En 1618 e!
tado y sujeto a las leyes de simetría de los e! monasterio de la Encarnación en San Cris-
principios académicos está expresada en el tóbal ya tenía claustro, patio y huerta. Con
diseño del convento de franciscanos de un esquema bastante similar se estructuró e!
Puruandiro (1797) que tiende a insertarse primer monasterio sudamericano, e! de
en un cuadrado perfecto con tránsitos en e! Santa Clara de! Cuzco, que luego de ocupar
cruce de sus medianas y a uno de cuyos lados una residencia como casa de recogidas, se
está e! templo. Tanto este diseño como el trasladó en 1697 a unas pequeñas casas de la
de! Salvador incluyen la presencia de! «fundadora» quien haciendo muralla formó
«chacal atero». clausura y construyó en los primeros años
Tardíamente en e! XVIII se establecen en de! siglo XVII e! claustro y templo.
América los oratorios y hospicios de San Fe- Otro proyecto temprano, e! de La Haba-
lipe Neri, pero la orden no parece tener res- na (1624) presenta un ordenamiento más
puestas sujetas a modelo alguno ni en lo re- claro, diseñado por e! maestro de obras
~!7(). San Salvador, El Salvador, ferente a los templos ni a los claustros. Andrés Calero sobre la base un claustro
hospicio de San Vicente; iglesia de planta oval. En Valladolid de Michoacán (Morelia, cuadrado, patio y amplia huerta con estan-
17(;:, 272. Perú, Cusco, claustro principal
México, 1777) optan por un planteamiento ques y acequias. El diseño proveía la posible del monasterio de Santa Clara. Siglo XVII
262 . ARQUITECTURA RELIGIOSA, ASISTENCIAL Y EDUCATIVA LOS MONASTERIOS DE MONJAS • ~ti:i
construcción de tiendas y casas a la calle diseño neoclásico de Tolsá quien sitúa de- guIares y tres patios cuadrados tiende a guar-
para alquiler. cididamente el templo en el centro de la dar los ejes de simetría de la composición.
Apartándose totalmente de este planteo composición con acceso frontal, trasladando La ubicación del coro bajo sigue el esquema
se formularon en el virreinato del Perú di- el coro bajo a una capilla lateral del altar. del diseño de Tolsá,junto al presbiterio, pero
seños donde el monasterio cercado se es- En este esquema el claustro queda localiza- a la vez presenta una sacristía de similares
tructura como una pequeña ciudadela me- zado en un ángulo, como una especie de dimensiones simétricamente hacia los pies
dieval de casitas y callejas, donde cada mon- jardín cerrado perdiendo el carácter de es- del templo.
ja tiene su celda y habitación independiente pacio distribuidor y adoptando el de huerto, Es evidente que estos diseños son mucho
para sí y su servidumbre. Aparecen además pequeños patios articuladores asumen peno- más complejos que los que encontramos dos
los lugares colectivos: lavaderos, sala capi- samente las funciones del claustro. siglos antes, no sólo por la adición de espacio
273. Perú, Arequipa, monasterio tular, coros, etc., pero los patios claustrales Con mayor calidad -a nuestro juicio- para las novicias, sino por la fragmentación
de Santa Catalina; la ciudad dentro de la ciudad resuelve su estructura en el convento de car- de los antiguos depósitos y almacenes con
no existen como tales. El monasterio de
Santa Catalina de Arequipa y algunos más melitas de Morelia [276], el arquitectoJosé carboneras, leñeras, cuartos de utensilios
de Lima presentaban esta peculiar solución Gutiérrez en 1818. El templo ubicado sobre de huerta, fregaderos, lavaderos, piezas para
de «ciudad dentro de la ciudad» [273]. uno de los lados asume un carácter espec- calentar agua, guardarropas, bodegas, cho-
En otros casos los monasterios se instala- tacular con doble acceso jerarquizado, cú- colateros, salas de costura, etc.
ron en casas de familia transformadas y ha- pula y torre central. La organización del Dos casos que se apartan de los esquemas
bilitadas para tal fin como sucede con San- monasterio en torno a dos claustros rectan- habituales, los constituyen finalmente los
ta Teresa del Cusca [274] Ysobre todo con la
mayoría de los beaterios para indias cuyas
reglas menos estrictas y su tamaño favorecía
tal uso.
Sin embargo, a fines del XVI~I también los
beaterios son expresamente diseñados en
núcleos claustrales compactos de los cuales
se desprenden únicamente las cocinas la-
274. Perú, Cusco, monasterio vaderos y el noviciado tal como puede ~erse
de Santa Teresa'. Siglo XVII en el proyecto que realiza Luis Díez Na-
varro para el beaterio del Rosario en Guate-
mala (uno de los más antiguos de su tipo
ya que databa originariamente de 1568).
El convento de carmelitas descalzas de
~an Rafael en Santiago de Chile (1773)
tiene la peculiaridad de poseer una iglesia
con puertas de pies, además de la lateral
y que se abre con autonomía sobre una vasta
plazuela que da a la cañada. Rodeado de
jardines o huertas el monasterio constaba
de dos grandes claustros y un noviciado y fue
construido a expensas del corregidor Luis
Manuel Zañartu. También amplias huertas
- a pesar de su presencia en pleno centro
de la ciudad- presenta el monasterio del
Carmen en Cuenca (Ecuador).
'27:>. Chile, Santiago, convento de carmelitas Más compactas aparecen las propuestas
,1,· San Rafael. 1773
para las carmelitas de Querétaro según el 276. México, Morelia, convento de carmelitas. proyecto del arquitecto José Gutiérrez. 1818
,0. p ARQUITECTURA RELIGIOSA, ASISTENCIAL Y EDUCATIVA
HOSPITALES • :,2li.~
conventos de las carmelitas de Cochabamba HOSprL\I.h fortuna en España y de aquí pasará a Amé-
(Bolivia) y las capuchinas de Antigua Gua- nca.
temala. En el primer caso el templo fue dise- Cuando se produce el descubrimiento de Diversos tratadistas coinciden en señalar
ñado con muros curvos que por dificultades América, la experiencia europea y española que el modelo italiano alcanzó ~u máximo
de la cubierta fueron reemplazados por un en materia de hospitales era variada. Sobre desarrollo en España con los ejemplos de
templo de carácter rectangular. La persis- todo en la Edad Media, su desarrollo había Santiago de Compostela, la Santa Cruz de
tencia de las antiguas construcciones genera sido grande a partir del esquema benedic- Toledo, el Hospicio Real de Grana~a, el de
sin embargo, pasillos sinuosos y otra serie de tino de Sto Gall, de las enfermerías y salas Valencia y e! Hospital de la Candad en
efectos espaciales en el monasterio. incorporadas a los monasterios, los asilos y Sevilla (XVII).
En el monasterio de las Capuchinas de leproserías ubicados en el medio rural y La combinación de patio y logias carac-
Antigua Guatema, la «torre de retiro» finalmente los hospicios de albergue tem- terizó desde la segunda mitad de! siglo XVI
o «claustros de las novicias» presenta una poral para los peregrinos. las innovaciones de esta arquitectura hos- 278. Bolivia, Sucre, hospital de Santa Bárbara
planta circular que los Mesa consideran an- Esta movilidad de las peregrinaciones a pitalaria. . (relevamiento: H. Schenone)
terior al resto de las construcciones y que fue Jerusalén y en el caso español las de San tiago En América tempranamente el hospital
luego incorporado al conjunto. El diseño de Compostela, ratificó las fundaciones de de San Nicolás en la Española (Santo Do-
de claustro circular aparece tempranamente órdenes religiosas que habrían comenzado mingo) presenta estas características, for-
en 1561 en el tratado de Philibert de L'Or- males, que se repiten parcialmente con una con la vida parroquial. Ello no implica la
en las Cruzadas, particularmente la orden
me, ?V\VMSSMZ QU]MU[QVUZWV\YJQMUJIZ[QYy tam- planta en «T)) en Santa Bárbara de Sucre desaparición de los altares interi~res' de las
de los Hospitalarios o Sanjuanistas (1099).
bién en el quinto libro de Arquitectura de (1544) [278]. ,. enfermerías e incluso de pequenos orato-
U n siglo más tarde la formación de la orden
Serlio (1584) se encuentra un templo ro- Las disposiciones funcionales no se .alt~- rios como los ubicados en las salas especiales
Teutónica dio lugar a otro conjunto de edi-
mano de planta central que pudo servir de ran de acuerdo con los usuarios del edificio de enfermería para religiosos o clérigos.
ficios hospitalarios además de las enferme-
modelo sobre todo atendiendo a la utiliza- hospitalario, cuyas divisio~es ~abitual~s fue- En la ubicación en la trama urbana es
rías y boticas incorporadas a los castillos.
ción de un criterio similar en la capilla de ron las de los destinados a indios, espanoles y muy curioso e! caso de Lima donde e~ tres
En Francia la orden Hospitalaria de San An-
Pocitoen México. mujeres. En el Cusca existían respec,tiva- manzanas adyacentes se ubican los hospitales
tonio (1198) y los hermanos del Espíritu
La idea del «torreón de retiro» aparece mente e! hospital de naturales (parroquia de de españoles, indios y negros [279].
Santo en Alemania son otros de los mo-
también en las curiosas torres con «mira- vimientos que favorecen la difusión de una San Pedro), de San Juan de Dios (antes d.e
dores» sobre la ciudad que presentan algunos arquitectura asistencial. San Bartolomé) y de San Andrés. Los hospi-
de los monasterios de monjas en Bahía En época renacentista el hospital adopta tales de indios se levantaban en México y
(Brasil) con sólidas proporciones volumé- la tipología palaciega estructurándose en en el Perú desde la segunda mitad de~ si-
tricas y considerable altura. torno a patios, con solar para enfermos en glo XVI, tanto en ciu~ades cuanto en conjun-
crucero. Si bien esto implica de alguna tos de pueblos. Hospitales para negros pode-
mos encontrar desde comienzos de! XVII en
manera un margen de autonomía y secula-
rización respecto de las vinculaciones a las Lima (San Bartolomé).
estructuras conventuales, ello es relativo en No faltaron tampoco hospitales que se
virtud de la atención y dependencia cultural alojaran en residencias. de cie,rto .t,amaño.
A través del sistema de jerarquizacion de la
y funcional que los mismos conjuntos tuvie-
estructura conventual la idea de! claustro
ron por parte de entidades de origen reli-
gioso. alcanzó creciente importancia y se buscó
La elaboración técnica del edificio hospi- compatibilizar las prolongadas dime~sio~,es
talario formulada por Lean Battista Alber- de las enfermerías con la orgamzaclo~
ti y sobre todo por Filarete, quien diseñó el compartimentada de las celdas de los reli-
hospital mayor de Milán, adscribieron la giosos,
temática a la estructura de esquemas «idea- En este momento las antiguas capillas
les» en lo funcional. ubicadas en los cruceros de las crujías, ad- 279. Perú, Lima, hospitales de San Andrés,
277. Guatemala, Antigua, plano del monasterio El desarrollo del modelo renacentista en quieren relevancia propia y ~~diseña~ co~o Santa Ana e San Bartolomé (relevamiento
de capuchinas (relevamiento: A. Treik) iglesias articulando la función hospitalaria de E. Harth-Terré) ,
cruz griega con cuatro «claustros» hará
4( [Y[Yp i\RQtJln:CTlIRA RELIGIOSA, ASISTENCIAL Y EDUCATIVA
HOSI' I'I'A I.ES • :lll 7
CAPÍTULO 12
LA ARQUITECTURA DE GOBIERNO
Aunque se ha sostenido que este tipo de Lo interesante es constatar que este tipo
arquitectura no tuvo vigencia real en el de edificaciones era relativamente reciente
periodo colonial tal aserto es erróneo. en España en el momento del descubrimien-
Sin duda que la estructura no compleja to de América. Si bien existían ayuntamien-
de las ciudades americanas en su primera tos con sede propia como Valladolid (1338),
fase evolutiva, se verifica al derivar los re- o Barcelona (1369), muchos ocupaban anti-
cursos a las tareas defensivas y a la acción guos edificios o inclusive torres (Burgos)
evangelizadora, pero la creciente seculari- yen el Ordenamiento de las Cortes de To-
zación de actividades en el siglo XVIII derivó ledo de 14,80los Reyes Católicos impulsaron
en la realización de numerosos programas la realización de edificios propios en cada
arquitectónicos. La ampliación temática municipio.
cubrió desde los iniciales Cabildos y Pala- El palacio municipal español adquiere
cios de Gobierno hasta los derivados de la pues su mejor desarrollo en el siglo XVI,
creciente actividad económica, Cajas Rea- coincidiendo con su ejecución en América
les, Casas de Moneda, Factorías de Tabaco, y como aquí, comenzó adscribiendo a una
Aduanas, Real Consulado; respuestas asis- simple casa acomodada las nuevas funciones
tenciales como Casas de Expósitos; comer- hasta desarrollar una tipología más precisa
ciales como las Recovas; y recreativas como y autónoma.
los teatros, plazas de toros, reñideros de ga- Los ayuntamientos americanos se apro-
llos, paseos y jardines, puentes, acueductos, ximan en dimensiones a los de las nuevas
acequias, calzadas y otros elementos de in- fundaciones municipales españolas y que
fraestructura complementan esta realidad Lampérez describe como los que tienen
edilicia americana de la cual hacemos un «pórtico en planta baja y galería cubierta
somero análisis. en la principal». Es la franca expresión de
las necesidades municipales; el pórtico para
. CABILDOS los ciudadanos, donde a cubierto pueden
reunirse, leer los edictos y esperar las deci-
Los edificios capitulares americanos pre- siones y la galería como balcón concejil
sentan un programa arquitectónico similar desde donde el ayuntamiento se muestra al
al ayuntamiento hispano, concentrando las pueblo y preside las fiestas. Este esquema
funciones de acción municipal, las de poli- puede verse claramente en el Palacio Mu-
cía y las penales (cárcel).
nicipal de Tlaxcala (1539) que mantiene
Sin embargo, nuevamente en un proceso reminiscencias góticas y platerescas. Cier-
de síntesis, sus propuestas formales serán tas ideas rectoras constituyen el partido bá-
más unitarias que las españolas, habiendo sico de estos edificios. La recova venia
mayor similitud entre dos cabildos de cual- impuesta por su propia localización urbana
quier parte de América que las que pode- en la plaza mayor, el balcón concejil y a
mos encontrar entre un ayuntamiento anda- veces (sobre todo en el XVIII) la torre del
luz y uno del País Vasco.
reloj que eran los símbolos dominantes de la
276 . LA ARQUITECTURA DE GOBIERNO
CABILDOS • ",11
ficio en virtud de su carácter oficial, con cre- tral que distribuye las principales funciones, salas de visistas, enfermería, convalecencia.
cimiento y modificaciones permanentes. aun cuando hacia el exterior había numero- piezas de corrección, etc. U no de los ele-
Esta actitud de cambio, muchas veces sas habitaciones con sus recámaras que eran mentos más notables es la capilla, dividida
sujeta a la voluntad y arbitrariedad de los arrendadas. Las cárceles de mujeres y hom- en cuatro partes y con accesos independientes
funcionarios de turno se percibió también bres ocupaban los laterales del patio prin- para que los reos pudieran oir misa sin co-
en las obras de las Casas de Gobernadores cipal, con sus respectivos patios, zonas de municarse entre sí.
del Paraguay. Diseñadas como Casa de servicio, graneros, cocinas, fuentes, coche-
Gobierno, Reales Almanenes y Caja Real ras, pajares, etc. Hacia el fondo del diseño
en 1777 se buscaba dar soluciones a la one- se encontraba un núcleo compacto de habi- ADUANAS
rosa tradición de que careciendo de casas taciones celulares (<<bartolinas») con calle
los gobernadores se alojaban en la mejor casa central y callejones de acceso. En un ángulo La importancia del control comercial
del vecindario, que los pobladores debían de la planta baja está localizada la casa marítimo y terrestre era obvia dentro del
ceder a tal efecto. El proyecto del Goberna- del juez. esquema de la administración colonial.
dor Pinedo incluía --elandestinamente- En el piso superior se encontraban las La presencia de los edificios aduaneros pre-
la voluntad de fabricar junto a aquellas obras oficinas del Tribunal, escribanía, archivo, sidió pues la tarea económica desde un co-
reales su propia residencia y de sus suce-
sores lo que derivó en pleitos sobre los dere-
chos del gobernador a construir a expensas
del real erario y en detrimento de las ofi-
cinas públicas sus propias habitaciones.
Los palacios arzobispales no se quedaron
@ a la zaga de las comodidades previstas para
303. México, Guadalajara, Palacio Real. 1756 los virreyes. Un ejemplo de ello es el diseño
1
1
que en 1784 presentó el arquitecto Antonio
Bernasconi para la sede eclesiástica de la
Nueva Guatemala [305].
El proyecto presenta innovaciones ur-
banas interesantes, ya que ocupa dos man-
zanas que se vinculan por medio de un
puente que cruza la calle. U na parte del
palacio es adyacente a la catedral y la obra
(cruzando la calle) se construía junto a una
plazuela con hemiciclo que marca el acceso
al cementerio, una huerta y zonas de espar-
cimiento.
En la primera parte del palacio se locali-
zaban viviendas principales así como las de
huéspedes. La otra sección, cruzando el
puente, incluye áreas de servicio, cocheras y
,caballerizas, residencia de sacerdotes y cel-
das de castigo.
Un caso peculiar dentro de estos edificios
de Gobierno es el de Tribunal de la Acordada
con su cárcel, que se realizó en México entre
1777 y 1781 [306]. Su estructura compleja
:\05. Guatemala, Palacio Arzobispal. 306. México, Tribunal de la Acordada.
:ml. Antigua Guatemala, Palacio Real. 1755 responde en lo esencial a un gran patio cen- Proyecto de Antonio Bernasconi, 1784. 1777-1781
:.184 • LA ARQUITECTURA DE GOBIERNO ADUANAS • :.111;)
mienzo y SU inserción en la trama urbana verdadera fortificación de planta rectan- formar con ellas la aduana, lo que evidencia Un caso de aduana «seca» lo constituyó
fue importante. Sus lineamientos adoptan gular con bastiones angulares. El conjunto a la vez la inexistencia de una tipología ar- el de Potosí, que así como otros de este tipo
inicialmente las tipologías residenciales, de almacenes se dispone paralelamente quitectónica definida para estos edificios. en Santa Fe, Córdoba o Jujuy se ubicaron
pero, como bien señala Angula, si la aduana sobre una «espina» organizadora formada El diseño formulado en 1776" por Luis en simples residencias.
de México se aproxima a una fortaleza, la por la recurrencia de dos patios (uno cua- Díez Navarro comprendía un patio de La de Potosí va directamente unida al
de Cartagena de Indias se parecía a un drado y otro rectangular). Sobre el frente de planta cuadrada rodeado de almacenes que diseño del Banco de Rescate y Cajas Reales,
palacio renacentista. mar presenta muelles y murallas y con un tenía en su exterior el acceso, baños y co- expresando uno de los proyectos para reac-
El planteo estaba definido con portales desarrollo longitudinal el edificio de las cina que daban hacia una huerta donde se tivar la alicaída economía que venía depri-
hacia la plaza del muelle, oficinas, almace- oficinas de contaduría, Por la parte poste- hallaban amplias caballerizas. En la parte miendo una amplia región (de Cusca a
nes y un patio interior en planta baja, mien- tior un acceso permitía el ingreso de los alta se ubicaban las viviendas para los mi- Buenos Aires) y que había venido girando
tras los altos se destinaban a residencia del carros que trasladaban las mercancías. nistros, contador y administrador. sobre la base de su antiguo poderío econó-
Oficial Real. Del siglo XVI nos queda un excelente La aduana de México también fue am- mico. Para ello se utilizarían instalaciones
La aduana de Veracruz (México, 1586) ejemplo en el aduana de Portobelo (Pana- pliada en la plazoleta de Santo Domingo de la antigua Casa de la Moneda (1779)
[307], situada frente a la isla de San Juan de má) que fuera construida entre 1630 y adicionando una casa -en el diseño que formando la aduana sobre la plaza, el
Ullúa, por el contrario aparece como una 1634 para «evitar el exceso con que se de- efectuara Pedro de Arrieta en 1731- que banco hacia la calle de Carma y los almace-
fraudaban los reales derechos ocultando perténeciera a la marquesa de Villamayor. nes de azogue al fondo, los dos conjuntos
muchas mercaderías» [308]. Su disposición La vinculación entre ambos patios fue resuel- edilicios se formarían sobre dos patios sin
arquitectónica está conformada por un ta con una extraordinaria escalera imperial corredores y en dos plantas con corrales al
rectángulo que abre sus lados mayores hacia y unificando el lenguaje externo del edificio. fondo y caballerizas adyacentes entre sí.
el mar y la plazuela con cuidadas arcadas
centrales de ladrillo que recuerdan el esque-
ma del palacio de Diego Colón. Cierta acti-
tud manierista puede detectarse en la ruptu-
ra del orden de columnas cilíndricas reem-
plazándolas por columnas cuadradas en el
centro, así como la variación de arcos en
ambos' frentes (como sucede en el palacio
de Cortés en Cuernavaca). En la planta
baja estaba la recepción y los almacenes y
en la parte superior las contadurías. El edi-
ficio fue parcialmente destuido en el terre-
moto de 1882 y hoy se está restaurando.
U n caso particular que demuestra la
tendencia a ocupar antiguas edificaciones
para las oficinas públicas es el de la aduana
de Guatemala que se alojó en el colegio de
los Mercedarios de San Jerónimo cuya
fundación desechó el Rey a pesar de haber-
se realizado el edificio. La ubicación de esta
obra «extramuros, fuera de todo comercio
y expuesta a robos» no hacía aconsejable
tal destino, pero se desestimó la utilización
del colegio de los expulsados jesuitas y final-
mente con modificaciones se mantuvo en
:\07. México, San Juan de-Ulúa (Veracruz), San Jerónimo. Las alternativas planteadas
.ulu.ma. 1.186 incluían la idea de comprar tres casas para :108. Panamá, Portobelo, aduana. 1630-1634
@
,20 p LA ARQUITECTURA DE GOBIERNO CAJAS REALES, CASAS DE MONEDA, CONSULADOS' ,21
La integración con otros edificios aparece gena de Indias eran de tablas), pero al ad- mente destinada al uso de las cajas reales
también en e! caso de Bogotá donde la quirir importancia e! movimiento portuario no supera un tercio de la totalidad de! edi-
Aduana se encuentra adjunta a la Casa de fue construido sobre proyecto de! ingeniero licio señalando la aproximación de! tema a
Correos. En los propios soportales se ubica Cristóbal de Roda en 1622 un edificio ado- la idea de jerarquizar al funcionario de turno
la estafeta postal, mientras en la planta baja sado a la muralla e! cual daba directamente más que a lograr eficacia funciona!.
se distribuyen los almacenes, caballerizas, al muelle. La planta baja presentaba un La tendencia a incorporar las cajas reales
administración y contaduría. La vivienda y cuerpo de guardia y almacenes con porta- a otros conjuntos de edificios burocráticos
salas principales se ubican en la planta alta. les que se abrían a la plaza donde había aparece también con claridad, como sucede
La aduana de Campeche (México, 1789), «feria en tiempo de flota» la planta alta era en otras cuestiones. Las oficinas de la Real
fue realizada utilizando los antiguos cuerpos ocupada por la contaduría, tesorería y otras Hacienda se ubicarán así en e! siglo XVIII en
de Guardia y Almacenes de Pertrechos, oficinas. La disposición edilicia era quebrada el Fuerte de Buenos Aires y en San Salva-
debido a la carencia de espacios hábiles cer- siguiendo los condicionantes del trazado de dor en 1784 [309] se diseña un edificio
canos al muelle y a la inutilidad de las resi- la muralla. conjunto para Caja Real, Casa Municipal,
dencias particulares que se estudiaron para En 1727 se hizo por e! ingeniero Domingo Aduana y Reales Rentas de Tabacos, com-
tal fin. El edificio proyectado comprendía Petrarca un proyecto para Reales Cajas partiendo todos ellos una gran recova sobre
un patio claustral y un medio patio, todos en Buenos Aires con un diseño simple de la Plaza Mayor.
con arquerías y tendían a unificarse con la bóveda de cañón corrido sobre planta rec- Como en otros casos, los edificios de los
recova de! Cabildo ubicado adyacente- tangular que comprendía espacios destina- jesuitas expulsados en 1767 servirán para
mente. dos a sala de recibimiento, Secretaría, suplir las carencias presupuestarias de! mu-
En Mérida de Yucatán (México, 1788) cuerpo de guardia, almacén de fardos y nicipio y e! real erario y así veremos que
se optó por refuncionalizar para este fin e! «cuarto para la plata». En 1729 se le adicio- durante décadas e! colegio de Corrientes
antiguo colegio de los jesuitas según e! di- nó una sala de armas. La característica esen- (Argentina) albergó e! Cabildo, Real Ha-
seño de! ingeniero Juan José de León, obra cial de! edificio era ~por su propia función- cienda y Correos.
que se concluyó en 1794. la búsqueda de seguridad, lo que se expresa Sin duda que uno de los temas esenciales
Como puede apreciarse las tipologías de en e! planteo cerrado e las pequeñas ven- dentro de la arquitectura civil americana
las aduanas, van desde una utilización de tanas con rejas que exhibe. de los siglos XVI al XVIII ha sido e! de las 309. El Salvador, San Salvador,
edificios propios en los siglos XVI Y XVII También esta tipología crece en comple- casas de moneda que nos ha dejado varios Casas Reales. 1784.
hasta tender a ser acoplados con otras ofi- jidad en e! tiempo como podemos constatar de los exponentes de mayor envergadura y
cinas públicas o ubicarse en edificios preexis- en e! diseño que en 1774 realiza el arquitecto calidad.
tentes adaptados para tal fin en e! siglo XVIII. José Joaquín García de Torres para las En 1620 se resolvió colocar casas de mo-
Reales Cajas de Pachuca (México). Se neda en Cartagena, pero sólo una década existencia de un pasadizo perimetral interno
trata de un edificio amplio de dos plantas más tarde puede concretarse por los ala- que permite recorrer la totalidad del edificio
EDIFICIOS PARA CAJAS REALES, CASAS con patio y gran escalera. Se accede por un rifes locales una obra cuya estructura es como una especie de camino de ronda. Inter-
DE MONEDA Y CONSULADOS zaguán flanqueado por dos entradas para bastante inorgánica. Presenta hacia e! fren- namente se trata de un conjunto edilicio de
cochera y en la planta baja se distribuyen te un zaguán flanqueado por la sala de la carácter funcional muy trabado con sola-
Este tipo de edificios estuvo también la contaduría, vivienda de sala, bodegas de balanza y un despacho, sobre un patio mente dos patios (de fundición y principal)
sujeto a la propia evolución de! medio azogues, dependencias de servicios, caba- trapezoidal se abren las oficinas de! tesore- que dan expansión a los espacios.
urbano en e! cual se asentaba. Las cajas llerizas y los «cubos de necesarias» (sani- ro, talla, afinación, acuñación, la fundición Es clara aquí la tendencia utilitaria en la
reales tuvieron así un gradiente de res- tarios) . de oro y plata, las hornazas y el ensaye con adecuación de las soluciones volumétricas y
puestas que va desde la simple ocupación En la planta alta a la cual se accede por @@[@ corral posterior. y e! esquema compositivo está supeditado
de una casa de vivienda adaptada (Chu- escalinata de dos rampas están las viviendas En Guatemala la Casa de la Moneda se al circuito de producción sin concesiones
cuita, Perú, siglo XVIII, su incorporación de los oficiales reales, su servidumbre y instala en 1731 teniendo como modelo la de de búsqueda estéticistas o a espacios super-
a edificios o la propuesta de edificios autó- una serie de espacios, altamente innece- México de donde se traen los planos corres- fluos como se detecta en otras obras pú-
nomos. sarios, para pasadizos, azotehuelas, corre- pondientes ~la obra fue comenzada en 1733 blicas.
l Jurante e! siglo XVI existieron, pero con dores, etc. e sc concluyó cinco años más tarde. Un planteo más denso y confuso presenta
carúctcr precario (por ejemplo en Carta- En rigor, la superficie funcional estricta- l J no de los elementos interesantes es la el diseño de la Casa de la Moneda de Bogotá
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(1754) que incluye las viviendas del inten- irregular. Finalmente se decidió ocupar la de las Cajas Reales. La estructura plantea
dente y el fiel ensayador. De todos modos plazoleta del Gato (Ccatu) que servía de una solución típica en los diseños acadé-
la estructura de un pasillo prolongado que mercado indígena, pues en el solar de la micos de doble patio separados por el volu-
vincula las distintas áreas de trabajo tam- antigua Casa de la Moneda en la plaza del men de la caja de escaleras.
bién está presente. La parte superior del Regocijo no había capacidad suficiente y El programa del edificio era breve, cen-
edificio está ocupada por vivienda, conta- requería adquirir nuevas casas adicionales trado en el proceso de ensayo y de acuña-
duría, tesorería y escribanía. y cerrar una calle. ción, así como en los depósitos para los hor-
Una de las obras cumbres de la arquitec- En 1755 llegó a Potosí Salvador Villa que nillos, baños, herramientas, ciscos, barredu-
tura civil sudamericana fue sin duda la había actuado de arquitecto en las obras de ras y la fundición. La planta alta estaba ocu-
Real Casa de Moneda de Potosí. Desde los las casas de moneda de México y Lima. pada por el alojamiento del ensayador.
últimos años del siglo XVI exhibía un edi- La dimensión que tendría la obra compren- Sin duda la otra obra que señala un
ficio destinado a tal fin, que sin embargo ya día dos manzanas y su realización exigió jalón memorable es la Casa de la Moneda de
311. Chile, Santiago, Real Casa de la Moneda.
en el siglo XVIII resultaba anticuado. modificar la técnica habitual de adobe, Santiago de Chile cuyo programa arquitec- "#$! "#%%
En 1751 se había adquirido para la acu- realizando los nuevos exteriores de cal y tónico supera en escala a cuanto se había
ñación de moneda maquinaria nueva que canto, arcos y bóvedas de ladrillo, entre hecho entonces en el cono sur americano
obligaba a dar respuesta edilicia adecuada y ellas la notable cúpula de la sala de fundi- pOÍ" obra de la administración española.
se dispuso elegir un emplazamiento dentro ción [310]. La Casa de la Moneda constituía a la
de la ciudad, lo que fue bastante dificultoso Luego de largos pleitos la obra comenzó vez la conjunción de diversos programas samento O el remate de balaustres gigantes
por la densa trama de la misma y su traza en 1759 y la dirigió Villa hasta su muerte como las vastas áreas residenciales desti- que atiende a su presentación escenográfica
un lustro después y fue concluida por di- nadas a albergar a multitud de funcionarios, en el medio urbano.
versos maestros, incluyendo el aporte del sus oficios y despachos, los talleres y depó-
ingeniero militar Antonio Aymerich y Villa- sitos, las fundiciones, bodegas, ensayos y
juana. hasta enfermería y una excepcional ca- FÁBRICAS Y OTROS EDIFICIOS URBANOS
El diseño, de notable calidad, presenta la pilla [311].
nueva imagen de elementos arquitectónicos Para esta obra vino de España el italiano Hacia la segunda mitad del siglo XVITI
trabados, aunque el sistema organizativo Joaquín Toesca y Ricci, alumno dilecto de la política de fomento productivo e indus-
es más nítido. La parte anterior del edificio Sabatini quien dirigía las obras reales en trial de los Barbones y particularmente de
estructura en tres patios las zonas de residen- Madrid. Su diseño guarda todos los requi- Carlos III fue motivando la instalación de
cia y tareas del intendente, contador, ensa- sitos de la simetría compositva de la aca- algunos establecimientos de transformación
yador y tesorero y hacia atrás en torno a un demia, pero además tuvo la virtud de ser de materias primas en América.
gran patio y en su prolongación en pasa- tan realista que entrenando las capacidades Si bien no fueron significativos cuantitati-
dizo se forman las oficinas y talleres con las profesionales y tecnológicas del medio pudo vamente, sí lo fueron cualitativamente pues
salas de fundición al fondo del terreno. ser llevada a la práctica. abrieron nuevas perspectivas temáticas a la
El patio, como es habitual en Potosí, ca- La capacidad de trabajo y dirección de arquitectura americana.
rece de galería, pero presenta balcones ma- 'loesca fue tal que realizó 372 planos de En un comienzo vuelve a darse la estruc-
dereros que vinculan las habitaciones de plantas, plantillas de detalles y perfiles o tura de integración de estos edificios en con-
las residencias en la planta alta. La idea de cortes, así como extensos escritos que docu- textos de otras obras de gobierno, lo que irñ-
masa que predomina en toda la construcción mentaban la obra y sus ideas. La obra fue pide dilucidar con claridad la existencia de
se ve únicamente alterada por la presencia la cantera de aprendizaje para técnicos y tipologías autónomas. Un ejemplo claro de
de una exótica portada clasicista, ajena al .urcsanos de todo Chile, y los materiales este sentido es el de la Dirección de Tabaco
vocabulario del barroco «mestizo» que por locales se complementaron con envíos de de Buenos Aires [312] que tiene incorpora-
entonces se expresaba en la Villa Imperial. lu-rrcria y forja de España. dos dos grandes salones destinados a la fábri-
Con un léxico neoclásico acabado se pro- El sentido de grandilocuencia del edi- ca de tabacos junto a patios amplios e zonas
yectó en 1799 por el ingeniero mili tar Miguel licio se expresa en su majestuosidad, en la de fabricar «picadura de tabaco». Sin em-
:llll. Bolivia, Potosi, Casa de la Moneda. Constanzó la Casa de Ensayo para el Real sC'\'('ridad de líneas que sin embargo es capaz bargo, aun sumando las áreas de almacena-
@7:l':I-17B:i de Minas de Zacatecas, ubicada a espaldas dc' permitirse las licencias de un gran corni- miento, el conjunto de la superficie que oc u-
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paban las oficinas y la residencia del Direc- cada de! siglo XVIII para las Reales Fábricas crear un doble sistema en paralelo estruc-
tor de la Real Factoría superaban amplia- de Tabaco en México y Lima. turado sobre patios [313]. Sobre e! eje de
mente el área productiva. Los diseños de la fábrica mexicana cono- acceso se articulan tres patios sucesivos que
Este edificio tuvo la peculiaridad de ser cida como la Ciudadela fueron realizadas califican las construcciones: principal, al-
realizado por el constructor, escultor y em- en 1792 por e! arquitecto Antonio González macenes y administración. El otro sistema
presario Isidro Lorea para arrendarlo a la Ve!ásquez, de la Real Academia de San aparece estructurado por las grandes super-
Real Factoría. Concluido en 1781, fue ad- Carlos de México y modificados parcial- ficies cubiertas de! «laboratorio de cigarros»
quirido un lustro más tarde a su propietario mente en la Academia de San Fernando en y los «salones de labor» que cubrían las de-
quien había realizado en él dos notables Madrid. La obra, de azarosa construcción, mandas de! «cernidor» mexicano. Un patio
portadas rococó. se concluyó en 1807 concretando la efectiva mayor destinado a la «fábrica de cigarros»
Se conoce un interesante plano de la concentración monopólica de! tabaco decre- debería cumplir las funciones de los patios
fábrica de aguardiente de Santa Marta tada cuarenta años después. de asoleo y al fondo un gran salan de labor
(Colombia) levantado con ocasión de las La obra, de gran envergadura, fue cimen- «para los pureros)) diferenciaba jerárquica-
necesarias reparaciones al edificio. El es- tada sobre bóvedas para evitar la humedad; mente las tareas. Los accesos también esta-
quema organizativo parte de un gran patio éstas fueron realizadas por e! ingeniero ban separados, e! principal para las áreas de 313. Perú, Lima, Real Fábrica de Tabacos. 1770
rectangular rodeado de galerías con oficinas Constanzó probablemente de acuerdo con administración con otra lateral para coche-
y depósitos perimetrales. Al fondo estaba técnicas de fortificación. El diseño arqui- ras y en e! otro extremo de la composición
el almacén de leños y las ramadas de la tectónico fue también aquí organizado sobre el acceso independiente, con un largo pasillo a comienzos de! siglo XIX tenía dos amplios
noria y e! saque y sobre uno de los costados la base de patios, integrados en un cuadro para la fábrica. cuerpos unidos por un gran arco, y su ubi-
los hornillos y alambiques. virtual con patio en cruz y un volumen cen- Otra tipología interesante que tuvo su cación a la vez fragmentaba en dos la plaza
Una compleja serie de albercas para tral para e! cernidor. En e! área de acceso desarrollo hacia fin del siglo XVIII es la de las mayor definiendo el ámbito de prolonga-
guarapos y mostos conectadas por una ca- se situaron las oficinas de tesorería y conta- recovas para comercio. En realidad este ción de! Fuerte y e! área específica de la plaza
ñería subterránea y canales, así como los duría y los almacenes y hacia atrás los patios tipo de edificio recuperaba las antiguas ca- cívico-religiosa junto al cabildo y catedral.
depósitos para mieles y licores completaban de labores de hombres y mujeres. lidades de los soportales o galerías que de- Otro tipo de edificio destinado a activi-
la instalación de la fábrica que documentara Las salas de labores comprendían fábricas berían rodear las plazas, pero su omisión dades económicas y que merece recordarse
en 1792 Domingo Caicedo. de cigarros y puros, tabaco picado, sellos, en algunos casos o e! crecimiento del volu- es el de la Compañía Guipuzcoana ubicado
Dos edificios de gran complejidad y largo encajonado y costelería, etc. De! cernidor men comercial en otros llevaron a estas res- en La Guaira (Venezue!a) para centralizar
aliento fueron construidos en la última dé- se podía salir a los contra patios adyacentes puestas. la importante actividad portuaria que se
que servían para asolear e! tabaco. En Val paraíso, Chile, e! Gobernador in- desarrolló en Caracas en la segunda mitad
Aunque e! esquema funcional es similar al terino José Salvador realizó en 1786 una de! siglo XVIII.
de la famosa Real Fábrica de Tabacos de recova de 78 varas para instalar en ella la A su vez el Real Consulado de Buenos
Sevilla diseñada por Diego Bordick (1728) pescadería y la carnicería, además de cuartos Aires constituyó ---desde e! campo del Es-
e! esquema de la Ciudadela mexicana es para verduleros y fruteros. Se trataba de un tado-- otro elemento renovador de las acti-
más claro. De todos modos ambos tienden conjunto simple de habitaciones con corre- vidades que la creación de! virreinato del
a un planteo simétrico, aunque la obra se- dor en arquería que repetía el esquema de Río de la Plata en 1776 había acelerado en
villana tiene foso y murallas. las «tiendas». Este sentido de las «tiendas» la capital. Su edificio concluido ya avanza-
Por su parte la Real Fábrica de Tabaco de o cajones sin recova aparece en las propuestas do e! siglo XIX y que luego se destinara a
Lima tenía su origen en un pequeño estanco para Guayaquil (Ecuador) de Ramón Gar- funciones bancarias marca la presencia del
formado en 1752 en una residencia parti- cía de León y Pizarro, en Guatemala (diseño neoclasicismo tardío.
cular, de allí se decidió su traslado ocupando de Bernasconi) o en la Plaza Mayor de Ca-
la antigua chacarilla de San Bernardo que racas (Venezue!a) cuyos portales fueron
poseían los expulsadosjesuitas. construidos en 1755. Por e! contrario en CASAS DE EXPÓSITOS Y BENEFICENCIA
Quizás las construcciones existentes con- Buenos Aires y Montevideo se opta por la
dicionaron e! trazado, más lo cierto es que e! recova aunque con mayor envergadura que La acción de la ilustración borbónica
312. Argentina, Buenos Aires, partido arquitectónico es distinto del se- la planteada en Valparaíso. tendió en e! siglo XVIII a generar respuestas a
Real Factoría de Tabacos. 1781 villano y el mexicano. La idea rectora fue La recova concretada en Buenos Aires diversos problemas sociales y culturales,
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ARQUITECTURA PARA EL ESPARCIMIENTO • :.!9:i
secularizando tareas que habitualmente ha- tral que tenía otra capilla perpendicular con las propias del mercado, paradas cívico- galería abierta con ventanas de corte «oji-
blan estado a cargo de la Iglesia. reja hacia el patio de las mujeres. militares, o procesiones religiosas. val y morisco», coronadas a la vez con peri-
Un primer ejemplo de este tipo de edi- Cada cuerpo se estructuraba en torno a Eri algunas ciudades la Plaza del Rego- llanes y vasos de terracota.
ficio, de la etapa de control eclesial, lo po- tres patios, el principal rodeado de oficinas, cijo aparecía diferenciada de la Plaza Mayor Este lenguaje popular, realzado por el
demos ubicar en el Casa Cuna de La Haba- salas de pobres, recogidos y amas, el de ser- (Cusca, Potosí), pero en la mayoría coinci- encalado de la parte inferior de la plaza y el
na, originado en el proyecto, frustrado de vicio con pozo, lavadero, cocina y refectorio, día con ella. La plaza se acomodaba para las ladrillo visto del cuerpo superior contrasta
1697 de crear un monasterio de carmelitas. y el patio de oficinas con despensas, depó- fiestas mediante el uso de una arquitectura notoriamente con las formas de expresión
Denegada la autorización, las monjas es- sitos y almacenes. Se reservaban las habita- efímera de palcos, plataformas, accesos, etc., neoclásicas que adquiere la arquitectura
taban con todo en La Habana y se instalaron ciones esquineras a la calle para tiendas con tal como puede verse en el dibujo de la plaza efímera de la plaza de toros del Real de los
junto a la iglesia del Cristo del Buen Viaje. la puerta geminada según era habitual en la del Panamá preparada para una corrida de Catorce (México, 1791) con ocasión de las
La Casa de Niños Expósitos se convirtió región. toros. fiestas. Las obras fueron donadas por el
de esta manera en. convento, pero se tras- En Buenos Aires el virrey V értiz fundó Este sistema era el tradicional en España, genovés Jorge Parrodi quien terraplenó la
ladó un lustro más tarde en 1710 a una casa en 1779, por iniciativa del síndico de la ciu- donde aún plazas como la de Chinchón plaza y formó un octógono de madera con
en la Plaza Nueva adecuada para tal fin. dad Marcos José de Riglos, la Casa de Expó- se estructuran con tal fin u otras como la de un gran arco triunfal de cinco varas y rema-
Se colocó una capilla bajo la advocación sitos destinando para tal fin la Casa de Ejer- Tembleque o Tarazana han sido edificadas te de pináculos con la ubicación de las esta-
de San José junto a la portería y en tomo cicios para mujeres y la renta de diversas atendiendo a este criterio para utilizar los tuas alegóricas de la religión cristiana, la
a un patio donde se distribuyeron la «sala viviendas. La casa fue atendida a partir balcones y galerías de las casas. El alquiler de Prudencia, la América, el Real de los Ca-
para partos secretos», lavaderos, cocina, de 1784 por la Hermandad de la Caridad los balcones sobre la plaza era una de las torce, la Religión del Rey, la Fortaleza, la
comedor, el dormitorio de las amas, las y se adquirió una residencia mayor tras el rentas más importantes que podían ofrecer Justicia, la Providencia, La Fama y los
cunas, y la sala del capellán. Hacia la plaza convento de San Francisco para la misma. las casas en tiempo de fiesta y su uso solía Blasones Reales.
habla tiendas «accesorias» cuya rentas sos- U n último ejemplo sumamente interesante estipularse en los contratos de arrendamien- En Lima las fiestas de toros comenzaron
tenían económicamente la Casa Cuna. es el proyecto para Casa de Misericordia de to. Ya avanzado el siglo XVIII, el crecimien- hacia 1540 en la Plaza Mayor, pero la cons-
Sobre la base de los donativos realizados Montevideo que se proyecta en 1809 para to de la población llevó a la realización espe- trucción de un edificio específico se debió el
en 1759 por el marqués de Monte Pío se albergar a los huérfanos y víctimas de las cífica de plaza de toros en los principales virrey Amat quien lo instaló en el barrio del
construyó en Santiago de Chile por la invasiones inglesas. El diseño de Tomás To- núcleos urbanos. Rimac «en sitio defendido de importunos
la Real Hacienda una Casa de Expósitos y ribio responde claramente a las disposicio- En Buenos Aires, como en otras ciudades vientos». Lo edificó por concesión acordada,
asilo. El diseño era simétrico para dividir nes de las academias, con eje de simetría, americanas las corridas de toros eran frecuen- Agustín Hipólito de Landaburu, con la
el hospicio según' el sexo con la capilla cen- capilla de planta central con oratorios ra- tes desde el siglo XVI, utilizándose para tal condición de que no se hiciera otro en un
diales, estructuración en torno a patios y fin una estructura precaria de madera. siglo y se inauguró en 1768 [315].
huertas al fondo del conjunto, Las separacio- En 1790 el carpintero Raimundo Mariño Su trazado original fue tan notable que
nes de hombres y mujeres, la localización propuso a las autoridades construir una pla- en su momento fue considerada de las gran-
autóctona de niños huérfanos y desampara- za de toros en Montserrat un poco en la des del mundo. Lo interesante de su cons-
dos demuestra la preocupación funcional periferia de la ciudad. Ello unido al carácter trucción radica en el sistema de gruesos
de este proyecto que por su magnitud am- marginal social de la zona, llevó al traslado contrafuertes de adobe que sostienen las
biciosa y las circunstancias políticas que a la zona del Retiro sobre el proyecto de graderías. La plaza fue reconstruida en 1863
pronto viviría la ciudad, no logra plasmarse Martín Boneo y que fuera el «más famoso y continua actualmente en uso.
concretamen te. monumento» de la capital del virreinato. En México, la plaza de toros se estaba
La plaza de Montserrat era de madera y construyendo en 1788 en la plaza de las
estaba formada por un octógono con el pa- Vizcaínas, pero el virrey Flores ordenó la
ARQUITECTURA PARA EL sillo de distribución de palcos y gradas en suspensión de estas obras y su traslado a la de
ESPARCIMIENTO: PLAZAS DE TOROS, la parte superior. El palco del virrey ocupa- San Pablo donde se concretó finalmente con
REÑIDEROS, TEATROS, PASEOS ba tres cuerpos y como los demás tenía cu- ruedo circular que fuera luego ampliado en
riosos arcos polilobulados. La plaza del Re- el siglo XIX.
4]j+( Uruguay, Montevide~. Proyecto Las antiguas plazas de regocijos fueron tiro era también octogonal, interior y ex- El reñidero de gallos de México se habla
dI' (;:lsa de Misericordia, arq,uitecto los escenarios naturales para la recreación teriormente, aunque el ruedo era circular. formado en una vivienda arrendada hacia
TOll\ás Torihio. 1809
urbana, superponiendo así sus funciones a Estaba construida con cal y ladrillo con alta mediados del siglo XVIII y en 1793 se propone
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ARQUITECTURA PARA EL ESPARCIMIENTO • 295
EQUIPAMIENTOS E INFRAESTRUCTURA
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