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Curso Liderazgo de AlabanzaPágina 1

En Su Presencia
Objetivo : Hacer conciencia de entrar y estar en Su presencia
Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora
tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta
gente es pueblo tuyo. 14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso
( Exodo 33:13-14 )
En este capítulo 33 del Libro del Exodo, vemos a Moisés necesitando la
presencia de Dios. Y Dios le promete su presencia constante, pero, al parecer
Moisés se mostraba un tanto dudoso de que Dios pudiera abandonarle. Moisés
había sido un medio extraordinario por el cual Dios había mostrado su
presencia, tanto en Egipto, como ahora fuera de Egipto (Las plagas, la salida
del pueblo abriendo con gran poder las aguas del mar Rojo, el maná y el agua
en medio del desierto, la ley dada en el Sinaí, la visión del tabernáculo) ¿Cómo
es posible que Moisés siendo testigo de ello, pidiera a Dios su presencia?
Dice el verso 11 que hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla
cualquiera a su compañero y dice el verso 9 que cuando Moisés entraba en el
tabernáculo, la columna de nube descendía... y Jehová hablaba con Moisés.
Podemos entender una presencia prácticamente visible, una señal inequívoca
de la presencia de Dios. Moisés la veía y hablaba con Dios y dice el verso 10
que también el pueblo veía la columna de nube, tanto, que se levantaba cada
uno a la puerta de su tienda ¿Y qué hacía? ... y adoraba.
¿Por qué entonces la incertidumbre y la desconfianza de Moisés según los
versos 12 y 13?:
Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me
has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he
conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos. Ahora, pues,
si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino,
para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es
pueblo tuyo.
Descubrimos en el verso13, la razón del escepticismo de Moisés: .para que te
conozca y halle gracia en tus ojos. El hombre desde que es hombre no ha
podido aceptar una presencia espiritual de Dios; todos quieren una presencia
material de Dios; física. Esa es la razón por la que el hombre se hizo dioses(as)
palpables, tangibles. Vemos en el capítulo anterior que el pueblo se hizo un
dios de oro : Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en
sus orejas, y los trajeron a Aarón; y él los tomó de las manos de ellos, y le dio
forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel,
estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de EgiptoEx 32:3-4
Es por eso que el mundo actual está lleno de dioses pintados, de pasta, de
fundición, o "nehustanes", es decir, becerros y becerras de oro y otros
materiales diversos, porque no puede entender la presencia de Dios.
Así como Moisés dijo, que yo te conozca, el hombre necio de este siglo sigue
tratando de conocer a Dios, sin conseguirlo, porque lo confunde con estampas
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y objetos materiales, tangibles o visibles para el ojo humano. Vea como Moisés
insistió: verso18) te ruego que me muestres tu gloria... ¿Que no había
mostrado Dios su gloria desde la zarza?
Dios tuvo paciencia, mucha paciencia (como la tiene con nosotros
actualmente), porque en el verso 19 le dice a Moisés, que va a complacerle: Yo
haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, o que es lo mismo: mi presencia
irá contigo, pero luego hace una declaración fundamental: verso 20) No
podrás ver mi rostro, porque no me verá hombre y vivirá. Y el verso 23
concluye diciendo; y verás mis espaldas, mas no se verá mi rostro. Dios se
reserva el derecho de mostrarse; muestra su gloria, mas no su rostro. Eso
quiere decir que buscar una presencia física, tangible o material de Dios, es
una de las más grandes necedades del hombre ignorante o religioso.
Usted cierra sus ojos de carne y abre los ojos del espíritu para ver al Señor.
Tenemos que entender y conocer a Dios, haciendo a un lado toda figura,
pintura, estatua o representación corpórea, para entrar en su presencia. La
promesa está hecha, para Moisés y para nosotros, en el verso 14: Mi
presencia irá contigo, y te daré descanso. Sólo hay que aprender a entrar en
su presencia, en lugar de decirle: "Señor: que yo te conozca..." ¿Ha recibido
usted muestras tangibles de su presencia? Entonces tenemos que aprender
también a no escapar de esa presencia, porque ese es el problema de muchos
hoy (démonos cuenta) : escapamos de su presencia.
Algunos le dicen: "Señor: no me dejes, no me abandones...- Señor, no te veo...
quiero verte... ¿Me estás oyendo? ¿Señor? Es como la estulticia del ateo que
dice: No hay Dios; me niego ¡a creer en El, hasta que yo lo vea... o como aquel
que dijo: Me niego a creer que el aire existe, porque no lo veo.
Y el creyente no anda muy lejos: Dice que cree en Dios, dice que conoce a
Dios, hasta habla con El, pero se las ingenia y se toma tiempos para escapar
de su presencia.
¿Cuánto tiempo hace Dios presencia entre nosotros? Todo el tiempo ¿verdad?
Ahora ¿Cuánto tiempo estamos nosotros en su presencia? ¿Todo el tiempo? Si
así fuera, ya seríamos perfectos ¿No cree que deberíamos aprender a vivir
constantemente en su presencia? Si alguno piensa que no es posible. haga
una prueba: deje de respirar, nada más 10 minutos ¿Se muere verdad? Pues
cualquiera que se quede siquiera diez minutos fuera de la presencia del Señor,
también se puede ir muriendo espiritualmente. Y no quiero decir que hay que
vivir 24 horas de rodillas o hacer ... no!
Quiero decir: Hacer presencia constante de Dios en nuestro diario vivir, al
comer, al trabajar, al estudiar, al dormir, al divertirse, lo que se llama, tener una
presencia constante de Dios en nuestra vida. Si alguno piensa que no es
posible... ¿Por qué no trata de hacerlo posible?
Una vez un varón me dijo: Si yo estoy en una junta de negocios, tengo que
estar discutiendo con proveedores, calculando presupuestos, haciendo
cheques, surtiendo pedidos, hablando por teléfono ¿Cómo hago para tener
presencia de Dios? Le respondí: acostúmbrate a este pensamiento constante:
¡Dios está aquí! Te aseguro que te sale mejor el negocio porque lo vas a hacer
sin componendas, sin chanchullos y sin transas. Si estás manejando tu auto:
"Dios está aquí"... siéntelo en el asiento de junto;
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¿Qué va a ocurrir? No vas a rebasar por la derecha, no vas a entrar por las
salidas ni salir por las entradas, no te pasarás la luz roja, ni pelearás con .no
vas a rebasar por la derecha, ni te pasas una luz roja, ni peleas conlos
microbuses; vas a saludar y a bendecir a todos en el periférico y no vas a sufrir
ningún accidente y hasta vas a ahorrar tiempo y gasolina.
- ¿Y cuando voy al cine o prendo la televisión? Si dices "Dios está aquí",
seguro no perderás tiempo y apagarás el aparato, o te sales de la sala de cine,
sobre todo cuando la cinta es inconveniente.
Ahora mismo, mientras usted lee este mensaje, Dios está aquí...
¿Cómo es la presencia de Dios?
La Biblia dice que en el principio Dios se paseaba en el huerto al aire del día
(Gn 3:8). En Exodo es zarza que arde y no se consume... (Gn 3:8) ...
apariencia de fuego, o fuego abrazador... columna de nube. Y al final del
Exodo dice que no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la
nube estaba sobre él y la gloria de Jehová llenaba todo (Ex 40:34).
¿Cómo es la presencia de Dios?
Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó
cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios. Y allí se metió
en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le
dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová
Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han
derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he
quedado, y me buscan para quitarme la vida. El le dijo: Sal fuera, y ponte en el
monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y
poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de
Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero
Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no
estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. Y cuando lo
oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la
cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías? 1Reyes
19:8-13.
Elías estaba justo en el mismo lugar (el Monte Horeb), donde estuvo Moisés.
De entre cuatro presencias, una, una presencia le confirmaría lo mismo que a
Moisés: Mi presencia ira contigo y te dará descanso. Si Elías se hubiera
equivocado, se hubiera ido tras el viento, el terremoto o el fuego, pero
discernió; escuchó ese: ¿Qué haces aquí Elías?
Los cristianos, hemos de discernir hasta sentir ese ¿Qué haces aquí hijo? Es
entonces que sabemos que ahí está la presencia de Dios. Una presencia que
se tiene que percibir, que distinguir, que apreciar, y para ello necesitamos
desarrollar nuestro discernimiento espiritual. Es el Espíritu Santo el que nos
hace exclamar Abba Padre (Rm 8:15) y lo más sugestivo es que esa presencia
de Dios nos rodea, como el aire, que está por todas partes; nadie puede
escapar de ella.
Si alguno quiere esconderse de la presencia de Dios, sería tan risible como
Adán y Eva ¿Sabe qué hicieron? ...se escondieron de la presencia de Jehová
Dios entre los árboles del huerto (Gn 3:8)
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Eso es como el niño que juega a las escondidillas y mete la cabeza debajo de
la cama, pero deja todo el cuerpo afuera, y grita: "A que no me encuentras" .
Por eso David le decía al Señor: ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde
huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú y si en el Seol hiciere
mi estrado... allí estás tú. Si tomare las alas del alba y habitare al extremo del
mar, aún ahí me guiará tu mano y me asirá tu diestra... (Sal 139:7-10)
Nadie puede escapar de su presencia (ni el avestruz). Jonás me recuerda al
avestruz, porque para huir de la presencia de Dios, se quiso ir a Tarsis en un
barco. (Usted y yo a veces la hacemos al avestruz)
En cambio, Josué (por favor vuelva a Exodo 33). Josué fue más listo que
muchos; mientras el pueblo se quedaba en la puerta de su tienda, Josué
adoraba en medio del tabernáculo: Y viendo todo el pueblo la columna de nube
que estaba a la puerta del tabernáculo, se levantaba cada uno a la puerta de
su tienda y adoraba. Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla
cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué
hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo Ex
33:10-11. ¿Qué hacía Josué? Se llenaba del Espíritu Santo, y eso le valió ser
el que introdujera al pueblo en la tierra prometida ¿Qué hacía Josué?
Experimentaba constantemente la presencia de Dios y, disfrutaba de la
promesa y de la presencia.
¿Y nosotros? ¿Ya entramos en la tierra que fluye leche y miel?
En este mundo hay dos clases de personas, los excluidos de la presencia de
Dios y los que la disfrutan ¿En qué grupo está usted?
Vea en la Biblia, lo que excluye de la presencia de Dios. En primer lugar, la
maldad: Porque mis ojos están sobre todos sus caminos, los cuales no se me
ocultaron, ni su maldad se esconde de la presencia de mis ojos. Jer 16:17
En segundo lugar, la inmundicia: Todo varón de toda vuestra descendencia en
vuestras generaciones, que se acercare a las cosas sagradas que los hijos de
Israel consagran a Jehová, teniendo inmundicia sobre sí, será cortado de mi
presencia. Yo Jehová Lev 22:3. El Señor lo firma: será cortado de mi
presencia.
En tercer lugar: la impiedad: Y él mismo será mi salvación, Porque no entrará
en su presencia el impío Job 13:16. Vea lo que agrega el Libro del Eclesiastés:
no le irá bien al impío, ni le serán prolongados los días, que son como sombra;
por cuanto no teme delante de la presencia de Dios Ec 8:13. Queda implícito
que entra en su Presencia, quien le teme.
En cuatro lugar: la incredulidad: Levántese Dios, sean esparcidos sus
enemigos, Y huyan de su presencia los que le aborrecen Sal 68:1.
Rechazar a Dios y su presencia, desobedecer la Palabra de Dios, continuar en
eso que usted hace y sabe que está mal, excluye de su presencia... nos deja
fuera.
...en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni
obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de
eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder
2Tes 1:8-9.
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En pocas, pocas palabras, el pecado excluye de la presencia del Señor. La
maldad, la inmundicia, la impiedad, la incredulidad, la desobediencia, hace que
cualquiera, quede afuera de la presencia del Señor.
¿Le ha pasado que cuando peca, no tiene ganas de alabar a Dios. Estando en
su presencia, usamos la puerta falsa de escape, pero El nos mira. Quien trata
de vivir en su presencia: tiene regocijo, hay plenitud de gozo, porque entra en
esa presencia, en la misma gloria de Dios
Dice el salmo 100: Cantad alegres a Dios habitantes de toda la tierra, servid a
Jehová con alegría, venid ante su presencia con regocijo, reconoced que
Jehová es Dios, El nos hizo... Y como dice el salmo 16:11 En su presencia hay
plenitud de gozo... o como decía Pedro: Me llenas de gozo con tu presencia
(Hch 2:28).
Si alguno, al leer esto, no siente la presencia de Dios, es porque no ha
aprendido a entrar en su presencia y le quiero invitar a entrar, indicándole tres
pasos sencillos:
Primer paso: Entonces se juntaron aquellos hombres, y hallaron a Daniel
orando y rogando en presencia de su Dios. Dan 6:11. Ese es el inicio: orando y
rogando en presencia de su Dios; vea que ocurre: Entonces me dijo: Daniel, no
temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a
humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de
tus palabras yo he venido Dan 10:12 Mire qué promesa: a causa de tus
palabras yo he venido. El viene a nosotros en una presencia sensible, pero
sin imágenes, ni figuras,
Ayuda mucho lo que dice Jeremías profeta: Levántate, da voces en la noche, al
comenzar las vigilias; Derrama como agua tu corazón ante la presencia del
Señor; Alza tus manos a él... (Libro de Lamentaciones 2:19) ¿Quiere
probarlo?
Segundo paso: Venid, aclamemos alegremente a Jehová; Cantemos con júbilo
a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza;
Aclamémosle con cánticos... Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos
delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios; Nosotros el
pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz (Libro de los
Salmos 95:1-2,6-7). Nuestra alabanza alegre, postrándonos y adorando, nos
mete en su presencia.
Tercer paso: Ciertamente los justos alabarán tu nombre; Los rectos morarán en
tu presencia. Sal 140:13. Una vida comprometida con Dios, es una vida que se
expresa con rectitud en todo momento, en todos los órdenes, en cualquier
circunstancia, es lo que nos hace no sólo entender la morada de Dios sino
morar en su presencia.
Tres pasitos sencillos, pero que deben vivirse constantemente.
Ahora, algo aún más sencillo: si usted quiere vivir en su presencia, como se
dijo antes, repítase a cada momento del día: Dios está aquí... Dios está aquí
Si hace conciencia plena de que Dios está juntito a usted, difícilmente podrá
pecar, o cometer una injusticia o decir un disparate. Siempre pongo un ejemplo
a los varones: Si tu esposa te acompañara a todos los lugares donde te metes
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¿podrías invitar a salir a la secretaria? Por supuesto que no. Pues quien está
junto a ti, es alguien más que tu esposa, es tu Señor.
Si cada vez que sientes que vas a hacer eso que tú sabes está mal, dijeras:
Dios está aquí, no pecarías, porque sentirías su presencia. Cuestión de hacer
una disciplina: Dios está aquí...
Si dijeras, por ejemplo, Dios está aquí, no llegarías tarde, ni pelearías con el
cónyuge, tomarías un principio bíblico de cada mensaje que lees en estas
páginas y lo vivirías toda la semana, porque además, harías conciencia de que
Dios está también en tu casa, en tu trabajo, en tu auto, en tu actividad.
Dios está en todo lugar, es como el aire que respiramos... ¿Cómo huir de El?
La promesa está hecha: Mi presencia irá contigo y te daré descanso. ¿No
es verdad que necesitas ese descanso?
Jesús dijo: He aquí yo estoy con vosotros todos los días... donde estén dos o
más congregados en mi Nombre ahí estoy yo en medio de ellos. No hay razón
para querer escapar de su presencia; mas bien deberíamos aprender a entrar y
a estar en esa presencia, que reconforta, que aviva, que fortalece, que anima,
que nos da todo lo que necesitamos.
Oro al Señor porque a cada momento del día, el Espíritu Santo le recuerde:
"Dios está aquí" y actúe usted de tal modo, que viva en su presencia...

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