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CORPORACIÓN AUTÓNOMA

REGIONAL DE CUNDINAMARCA
CORPORACIÓN AUTÓNOMA
REGIONAL DE CUNDINAMARCA

Manual de procedimientos
para el manejo de procesos denudativos
con obras de Bioingeniería
Convenio Interadministrativo No 1085 de 2013

Autores

José Horacio Rivera Posada


Ingeniero Agrónomo, Universidad del Tolima,
Especialista en Uso, Manejo y Conservación de Suelos, Aguas y Bosques;
Msc en Suelos y Aguas, PhD Ingeniería, Área Aprovechamiento de Recursos
Hidráulicos con Énfasis en Erosión, Universidad Nacional.

Fernando de Jesús Sánchez Zapata


Ingeniero Geólogo, Especialista en Geotecnia, Universidad Nacional,
Msc Ciencias de la Tierra, Universidad de Caldas,
Profesor asociado, Universidad de Caldas
Coordinador Especialización en Geotecnia, Universidad de Caldas.

Alejandra Osorio
Licenciada en Biología y Química, Universidad de Caldas
Msc Ecología Humana y Saberes Ambientales, Universidad de Caldas
Investigadora, Universidad de Caldas.

Luz Elena Franco García


Geóloga, Especialista en Geotecnia, Universidad de Caldas
Profesora ocasional, Universidad de Caldas.
CRÉDITOS
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DE CUNDINAMARCA CAR

DIRECCIÓN GENERAL
ALFRED IGNACIO BALLESTEROS ALARCÓN
ABOGADO. ESPECIALISTA EN DERECHO PÚBLICO

DIRECCIÓN DE CULTURA AMBIENTAL Y SERVICIO AL CIUDADANO


MARTHA MERCEDES CARRILLO SILVA

REVISIÓN DE CONTENIDOS TÉCNICOS


JHON ALEXIS SERRATO SUÁREZ

SUPERVISIÓN
CARLOS JULIO CASTRO MARTINEZ

Cra 7 N 36 – 45, Mezanine.


PBX 1 – 32090000
Bogotá D.C., Colombia, Suramérica
www.car.gov.co

UNIVERSIDAD DE CALDAS

RECTOR
FELIPE CÉSAR LONDOÑO LÓPEZ
ARQUITECTO. DOCTOR EN INGENIERÍA MULTIMEDIA

DECANO FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES


MARCO TULIO JARAMILLO SALAZAR

AUTORES
JOSÉ HORACIO RIVERA POSADA
FERNANDO DE J. SÁNCHEZ ZAPATA
ALEJANDRA OSORIO
LUZ ELENA FRANCO GARCÍA

DISEÑO EDITORIAL Y DIAGRAMACIÓN


OLGA LUCÍA HENAO LEMA

ILUSTRACIONES
MAURICIO TORO TIRADO
OLGA LUCÍA HENAO LEMA

Cl 65 # 26 - 10
PBX: 6 - 8781500
Manizales, Colombia, Suramérica
www.ucaldas.edu.co

Manual de procedimientos para el manejo de procesos denudativos con obras de Bioingeniería / José Horacio Rivera
Posada… [et.al.]. --
Manizales : Universidad de Caldas : Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, 2015.

104 páginas : ilustraciones, fotos a color.

ISBN 978-958-759-159-0

Bioingeniería /Procesos denudativos / Restauración vegetal en las obras de bioingeniería /Tit. /Sánchez Zapata, Fernando
de Jesús, coautor / Osorio, Alejandra, coautora / Franco García, Luz Elena, coautora / CDD 620.82/M294.
TABLA DE CONTENIDO

1 PREFACIO............... 5

2 RESUMEN.............. 12

3 FUNDAMENTACIÓN TEÓRICO PRÁCTICA DE LAS OBRAS DE


BIOINGENIERÍA............... 17

3.1 MATERIALES GEOLÓGICOS............... 22

3.1.1 Materiales cristalinos............... 22

3.1.2 Materiales cristalinos clásticos............... 23

3.1.3 Materiales clásticos no cristalinos............... 24

3.2 DIVISIÓN GENERAL DE LOS MATERIALES............... 25

3.2.1 Materiales arenosos............... 26

3.2.2 Materiales arcillosos y lodosos............... 26

3.2.3 Materiales franco............... 27

3.3 PROCESOS DENUDATIVOS............... 29

3.3.1
Erosión............... 30

3.3.2 Remoción en masa............... 33

3.4 COMPORTAMIENTO DE LOS MATERIALES GRUESOS EN


PROCESOS DENUDATIVOS............... 42

3.5 COMPORTAMIENTO DE MATERIALES FINOS EN


PROCESOS DENUDATIVOS............... 47

4 OBRAS DE BIOINGENIERÍA............... 50

4.1 TAPONAMIENTO DE GRIETAS............... 50

4.2 FILTROS VIVOS – BIOFILTROS............... 53



4.3 TRINCHOS VIVOS ESCALONADOS EN VERTEDERO – TRINCHOS
DISIPADORES............... 64

4.4 TRINCHOS VIVOS ESCALONADOS DE LADERA............... 71



4.4.1 Trinchos de ladera o terrazas escalonadas............... 72

4.4.2 Pantallas............... 76

5 USO DE LA VEGETACIÓN COMO UN COMPLEMENTO BIOLÓGICO EN


OBRAS DE BIOINGENIERÍA............... 79

5.1 PAPEL DE LA VEGETACIÓN EN EL CONTROL HIDROLÓGICO DEL SUELO


............... 85

5.2 ARQUITECTURA DE LAS RAÍCES Y CONTRIBUCIÓN MECÁNICA A LA


RESISTENCIA DEL SUELO............... 89

5.3 ESPECIES VEGETALES USADAS PARA LA ESTABILIZACIÓN DE LADERAS
............... 92

5.3.1
Matarratón - Gliricidia sepium............... 92

5.3.2
Sauce - Salix humboldtiana............... 93

5.3.3
Nacedero - Trichanthera gigantea............... 94

5.3.4
Sauco - Sambucus nigra............... 94

5.4 RECOMENDACIONES PARA LA SIEMBRA............... 95

5.5 RESTAURACIÓN DE LA COBERTURA VEGETAL EN LAS OBRAS DE


BIOINGENIERÍA............... 96

5.5.1 FILTROS VIVOS O BIOFILTROS............... 96

5.5.2 TRINCHOS VIVOS............... 97

6 BIBLIOGRAFÍA............... 100
Manual de procedimientos
para el manejo de procesos denudativos
con obras de Bioingeniería

1 PREFACIO

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca - CAR, dando alcance a las


funciones otorgadas por la Ley 99 de 1993, fijó en su plan de acción, entre otras, la
meta de implementar estrategias de prevención, recuperación y educación, para la
mitigación de procesos de degradación de suelos en 2.400 hectáreas en 3 cuencas
de su jurisdicción, identificándose que, la calidad de los suelos no tienen el nivel de
producción de décadas pasadas por causa de la erosión y la disminución de los
contenidos de materia orgánica, que traen como consecuencia la degradación de los
suelos, la pérdida de su capacidad productiva y fertilidad.

La problemática de degradación de suelos y la ausencia de sistemas alternativos de


producción y de asistencia técnica a pequeños productores para que puedan solucionar
esta necesidad, constituyen una obligación de los entes territoriales municipales, que
condujo a la Corporación, a desarrollar con el proyecto CHECUAPROCAS, estrategias
de acción con las siguientes características:

ESTRATEGIA DE PREVENCIÓN:
La prevención, es aplicada en áreas con erosión ligera o moderada, sin presencia de
surcos, cárcavas, o remociones de terreno, donde el eje central es la utilización de
prácticas de “agricultura y ganadería de conservación” con la finalidad de evitar el
arrastre del suelo por efecto del viento y las lluvias, situación que se presenta cuando
los productores utilizan prácticas agropecuarias no sostenibles.

Manual Bioingeniería 5
ESTRATEGIA DE CURACIÓN:
La metodología para el tratamiento de procesos erosivos, está dividida en dos:
En zonas donde predomina la erosión de tipo superficial, con presencia de surcos y/o
cárcavas, se han venido implementando con éxito durante 30 años, tratamientos que
basan su accionar en el aumento de la rugosidad del terreno y la reducción de la longitud
de la pendiente, como pocetas, zanjas de infiltración o banquetas, trinchos, diques en
tierra y otros materiales, que adicionalmente permiten la infiltración de las aguas de
escorrentía en el terreno y retienen sedimentos, con lo que se acelera la dinámica del
establecimiento natural de especies vegetales rastreras que mejoran la cobertura del
terreno y detienen la erosión.

En zonas donde por sus precipitaciones moderadas a altas, tipo de suelo, formaciones
geológicas, prácticas culturales, la problemática pasa de fenómenos de erosión
superficial moderada, a remociones en masa del terreno que causan daño ambiental y
pérdidas productivas, y ponen en riesgo la vida de los pobladores del sector afectado y
la infraestructura; se requiere la construcción de obras de bioingeniería que, contrario
al caso anterior, impiden la infiltración de agua en el terreno y evitan la saturación de
las capas profundas.

En este caso, la utilización de filtros vivos en guadua que drenan el agua, trinchos vivos
en vertedero que conduzcan las aguas superficiales y trinchos vivos escalonados que
permitan restablecer las bancadas de los terrenos, se hacen necesarias y servirán como
un referente que marcará de aquí en adelante las actividades que la CAR, realizará en
las direcciones regionales donde se presenta esta problemática.

Municipios jurisdicción CAR, intervenidos con obras de Bioingeniería

Las primeras obras de bioingeniería construidas por la CAR, se localizan en los municipios
de Suesca, Tena y Pacho, abarcaron áreas superiores a 6000 m2, con deslizamientos
severos, expuestas a altas pluviosidades, estabilizados mediante la evacuación segura
y continua del exceso de agua, reduciendo la presión hacia las partes bajas del suelo
(un metro cúbico de agua pesa una tonelada).

En el municipio de Tena, centro poblado de la Gran Vía sector Villa Herrera, el movimiento
en masa, afectó viviendas de un barrio, generando una presión social alta. En este
sector se contó con la colaboración y disposición del propietario del predio, donde se
logró reducir la amenaza sobre las vidas humanas y las viviendas.

El éxito logrado en estos municipios, impulsó a la CAR, a realizar una validación de


las obras de bioingeniería, para que sirvan como referentes en la difusión de las
metodologías evaluadas y permitan a las comunidades vecinas apropiarse de estas
técnicas; que además, reducen costos para las entidades públicas y privadas presentes
en la zona y convierten a los damnificados de los deslizamientos en actores y participes
de la solución a su problemática.

6 Manual Bioingeniería
La validación de las obras de bioingeniería, se ejecutó mediante el convenio interadministrativo
No 1085 de 2013, suscrito con la Universidad de Caldas, en cuatro municipios jurisdicción CAR. El
convenio buscó el análisis, la descripción y sustentación de estas biotecnologías, involucrando
estudios integrales, desde ciencias como la Geología, Geotecnia, Biología, Ecología y Educación.

• Municipio La Calera, vereda El Líbano

El deslizamiento ocurrido en el año 2012, afectó dos predios y la vía secundaria que conduce a la
escuela. Las obras realizadas en la vereda, comprendieron la construcción de trinchos de ladera
para impedir la erosión y filtros vivos para permitir el drenaje de los materiales.

Las obras de bioingeniería


fueron realizadas con la
A activa colaboración de la
comunidad y la financiación
del propietario de uno de
los predios afectados. La
fotografía 1, muestra el
estado del terreno entre el
momento del proceso y la
evolución del mismo, dos
años después.

Fotografía 1.
Deslizamiento planar - flujo de
tierra, estabilizado con filtros
y trinchos escalonados. (A). 20
de octubre de 2012. (B). 14 de
diciembre de 2014. Punto
de referencia. Fotografías: (A).
Jhon Alexis Serrato. (B). Luz
Elena Franco García.
B

Manual Bioingeniería 7
• Municipio La Calera, vereda El Triunfo

En la vereda El Triunfo, se construyeron trinchos vivos escalonados en vertedero


y filtros vivos. El estado actual del terreno, evidencia la efectividad de las obras de
bioingeniería, con las cuales, se pudo abrir el paso del carreteable, sin que representará
un peligro para la integridad de las personas que transitan por la zona (fotografía 2).

La construcción de las obras, inició en marzo de 2013, gracias a la colaboración de la


Administración Unidos Somos Más, la Concejal Esperanza López, la comunidad del
Triunfo, Sector Las Golondrinas y la CAR.

Fotografía 2.
Deslizamiento rotacional
de tierra. (A). 19 de marzo
de 2013. (B). 4 de julio de
2014. Fotografías: (A).
Jhon Alexis Serrato. (B).
Luz Elena Franco García.

8 Manual Bioingeniería
• Municipio de Pacho, vereda Pan de Azúcar

En el municipio de Pacho, vereda Pan de Azúcar, el deslizamiento afectó la vía que comunica la
zona con la cabecera municipal; durante la construcción de las obras, miembros de la comunidad
participaron en su ejecución, generando así la posibilidad de aprendizaje de una técnica efectiva,
económica y fácil de replicar.

Aunque el predio intervenido tenía una pendiente considerable, permitió la construcción de


filtros que descargan el agua en zanjas colectoras y drenajes naturales; la estabilización del área
afectada logró la recuperación de la bancada de la vía. En la fotografía 3, se observa la evolución
del sector, dos años después de la construcción de las obras de bioingeniería.

Fotografía 3.
Deslizamiento planar
de escombros. (A).
8 de septiembre de
2009. (B). 1 de junio de
2012. Fotografías: Jhon
Alexis Serrato.

Manual Bioingeniería 9
• Municipio de Suesca, vereda San Vicente

El proceso de remoción en masa ocurrido en la vereda San Vicente, afectó dos viviendas
y una cochera. Para estabilizar el terreno, se construyeron filtros vivos y trinchos vivos
en la corona. La construcción de las obras, inició en enero de 2012, con la colaboración
técnica de la CAR y la financiación de los propietarios del predio. La fotografía 4, muestra
el estado de terreno, tres años después de construidas las obras de bioingeniería.

Fotografía 4.
(A). 1 de diciembre de
2011. (B). 25 de febrero
de 2014. Fotografías: (A).
Jhon Alexis Serrato. (B).
Luz Elena Franco García.

10 Manual Bioingeniería
• Municipio La Mesa, vereda Tolú Bajo

El convenio realizado entre la CAR y la Universidad de Caldas, además tuvo como


objetivo, realizar el diseño de obras y su validación, en la vereda Tolú Bajo, municipio La
Mesa, donde sucedió un proceso de remoción en masa, causado por la deforestación
de la cobertura vegetal y el exceso de agua en los materiales del suelo. El deslizamiento,
afectó varios predios y viviendas ubicadas en la zona.

La construcción de filtros vivos permitió el drenaje de los materiales y los trinchos


escalonados de ladera, establecieron la configuración del terreno, favoreciendo la
siembra de vegetación.

Fotografía 5.
A). Corona del proceso, antes
del inicio de las obras (25 de
marzo de 2014). (B). Estado de
las obras (17 de diciembre de
2014). Fotografías: Luz Elena
Franco García.

Manual Bioingeniería 11
2 RESUMEN

La bioingeniería mediante la construcción de obras, logra captar y disminuir la velocidad


de las aguas de escorrentía e infiltración, evitando los procesos erosivos y la saturación
de terrenos, responsables de la generación de los movimientos en masa; además,
permite la restauración ecológica de los suelos con la siembra de especies forestales y
la sucesión natural de la vegetación.

(Rivera, 2011) considera que “el drenaje interno contribuye a la estabilización de las
masas de suelo, ya que controla el flujo de agua subterránea, reduce la presión de
poros, aumenta la cohesión y la resistencia del suelo a los deslizamientos; conduciendo
el agua a lugares seguros, como drenajes naturales y cunetas”. Además, plantea
que “por lo general, el 98% de los movimientos en masa, están relacionados con la
saturación de los suelos por el agua y la deforestación de las laderas”, situación que se
contrarresta al implementar soluciones bioingenieriles, como filtros vivos que favorecen
de manera importante la evacuación del exceso de agua de los terrenos afectados y
otras estructuras de modelación de la pendiente, como los trinchos escalonados tipo
terrazas y/o pantallas, que protegen el terreno de la erosión superficial y profunda.

La caracterización de las propiedades texturales, mecánicas e hidráulicas de un terreno,


determina el tipo de estructura bioingenieril, que se requiere implementar con el fin de
captar, conducir y disponer las aguas, para así controlar los efectos de los procesos de
infiltración y escorrentía.

En los materiales arenosos, las aguas superficiales se deben intervenir con trinchos
vivos en vertedero (dique abierto), que evitan la erosión lateral y el ensanchamiento
de los surcos, las cárcavas y los canales (figura 1); los cuales se deben escalonar a lo
largo del cauce del drenaje. Esta estructura se debe complementar con trinchos vivos
escalonados de ladera, cuya altura máxima no sobrepase los 0,35 metros, para impedir
los efectos de la erosión causada por la escorrentía (figura 2).

12 Manual Bioingeniería
Manual Bioingeniería 13
En materiales arcillosos y lodosos, la saturación se drena con filtros vivos, los cuales
se deben confinar cada cuatro, cinco o seis metros (según la longitud disponible de
la guadua), con trinchos empotrados profunda y lateralmente (figura 3). Estas obras
se complementan con trinchos vivos escalonados de ladera, cuya altura máxima no
debe sobrepasar los 0,85 metros, para impedir la erosión causada por la escorrentía
(figura 4).

14 Manual Bioingeniería
Manual Bioingeniería 15
16 Manual Bioingeniería
3 FUNDAMENTACIÓN TEÓRICO PRÁCTICA
DE LAS OBRAS DE BIOINGENIERÍA

Los procesos denudativos están relacionados con la pérdida o degradación del suelo,
tanto por acción netamente del agua, que origina arrastre de partículas (erosión),
como por la acción de la fuerza de la gravedad, en conjunto con el agua (remoción en
masa). Los movimientos en masa y la erosión, actúan individual y conjuntamente, para
generar los procesos denudativos de inestabilidad en terrenos montañosos y laderas
(fotografía 6).

Fotografía 6.
Deslizamiento diédrico - flujo de tierras en arenas arcillosas, en
un perfil de meteorización de rocas ígneas de grano grueso, tipo
granodiorita, donde se combinan procesos de erosión laminar,
pluvial, cárcavas y surcos. En color rojo se delimita el proceso
de movimiento en masa; en color naranja se delimitan algunas
cárcavas, indica la línea de mayor pendiente de los planos
estructurales. Localización: sector hacienda La Paz, transepto
Maltería – Sabinas, municipio de Manizales, Caldas. Fotografía:
Fernando de Jesús Sánchez Zapata.

Manual Bioingeniería 17
Para controlar estos procesos de inestabilidad, mediante obras de bioingeniería, es
necesario determinar cuál es el proceso hidrológico (escorrentía o infiltración) que
predomina sobre el material, para generar erosión o movimiento en masa y cómo
estos procesos (escorrentía e infiltración), actúan conjuntamente, presentándose en
un mismo lugar.

Determinar el tipo y la textura de los materiales afectados y las posiciones espaciales


(estratigráficas) de estos en el terreno afectado y sus alrededores (figura 5), es la clave
para establecer cuál de los dos fenómenos erosión o movimiento en masa del proceso
actúa inicialmente.

18 Manual Bioingeniería
Igualmente, se deben establecer las condiciones hidrológicas y climáticas del terrirorio
(figuras 6 y 7) y las condiciones hidráulicas de las líneas de servicios de acueducto y
alcantarillado y su relación con las condiciones hidrogeológicas de los materiales
(que dependen de la textura) y cómo intervienen en la generación inicial de procesos
erosivos o movimientos en masa, mediante la combinación de procesos de infiltración
– saturación – movimiento en masa, en materiales arcillosos; infiltración – saturación
– flujo subterráneo – erosión subterránea o sub superficial – movimiento en masa, en
materiales arenosos y escorrentía – erosión, tanto en materiales arenosos y arcillosos.

Manual Bioingeniería 19
En esta última combinación los procesos erosivos, escorrentía – erosión y las
características de las cárcavas, permiten diferenciar claramente si los materiales son
finos (arcillosos y lodosos) o gruesos (arenosos y gravosos).

En materiales finos, las cárcavas son numerosas, en forma de uve (V), más profundas
que anchas y su profundidad depende del espesor del material (fotografía 7); por el
contario, en materiales gruesos, las cárcavas son pocas, en forma de u (U), más anchas
que profundas y su amplitud depende de la continuidad (área de afloramiento) del
material (fotografía 8).

20 Manual Bioingeniería
Fotografía 7.
Deslizamiento diédrico - flujo de
tierra en arcillolitas y lodolitas
arcillosas de la formación
Quebradagrande, con erosión
laminar, en surcos y cárcavas
en forma de V. En color rojo se
delimita el proceso de remoción
en masa; en color naranja se
delimitan algunas las coronas
de las cárcavas individuales y
en color azul se ilustran algunos
drenajes, indica la línea de
mayor pendiente de los planos
estructurales. vereda río Claro,
municipio de Villamaría, Caldas.
Fotografía: Cruz Roja Colombiana.

Fotografía 8.
Deslizamiento diédrico -
flujo de tierra en arenas
gruesas de la graniodiorita
de Manizales, con erosión 12 m
laminar, en surcos y
cárcavas en forma de U.
En color rojo se delimita el
proceso de remoción en
masa; en color amarillo se
delimitan las coronas de
las cárcavas individuales.
Localización: Hacienda
La Paz, sector Maltería
- Sabinas, municipio
de Manizales, Caldas.
Fotografía: Fernando de
Jesús Sánchez Zapata.

Manual Bioingeniería 21
3.1 MATERIALES GEOLÓGICOS
A partir de la Geología, en la naturaleza se presentan materiales cristalinos (rocas
ígneas y metamórficas), clásticos (rocas sedimentarias y depósitos cuaternarios in
situ, transportados y antrópicos) y cristalino clásticos (rocas volcánicas sedimentarias,
depósitos transportados).

3.1.1 Materiales cristalinos

Los materiales cristalinos, conformados únicamente por la unión de cristales de


minerales (fotografía 9), inicialmente no son afectados por la erosión debido a su
cristalinidad donde el agua actúa como un agente de meteorización o proceso de
descomposición de la roca. Así la textura de estos materiales, permite o no su afectación
por procesos erosivos y movimientos en masa, porque controla la relación con el agua,
principal causante de estos dos procesos.

B
A

5m

Fotografía 9.
Macizo rocoso en materiales cristalinos de rocas ígneas intrusivas, tipo granodiorita,
caracterizada por su textura gruesa. (A). Muestra de mano. (B). Afloramiento
configurado en este tipo de roca. Se pueden apreciar al menos tres estructuras
geológicas, tipo diaclasas. Sector Maltería - Sabinas, municipio de Manizales, Caldas.
Fotografía: Luz Elena Franco García.

22 Manual Bioingeniería
Los materiales cristalinos, primero se tienen que descomponer (meteorizar) y formar
depósitos cuaternarios in situ, como se muestra en la figura 8, para ser afectados por
procesos erosivos.

3.1.2 Materiales cristalinos clásticos

Los materiales cristalinos clásticos, son aquellos que contienen minerales y fragmentos
de rocas. Las rocas sedimentarias clásticas cristalinas (aglomerados), así como los
depósitos derivados de actividad volcánica, tales como flujos piroclásticos y de
escombros, son un buen ejemplo de este tipo de materiales. Dependiendo de su
edad y grado de consolidación, pueden o no presentar estructuras geológicas, tipo
estratificación y/o diaclasamiento.

Manual Bioingeniería 23
Son afectados de igual forma que los cristalinos y los clásticos, dependiendo de la relación
cristalinidad – clasticidad, de las estructuras tectónicas y geológicas diagenéticas y del
grado de meteorización (depósitos de materiales residuales in situ).

Fotografía 10.
Materiales clásticos cristalinos. Depósitos
ignimbriticos originados por la caldera Huichapan,
México. A: Acercamiento. Obsérvese la disyunción
columnar y la inclinación producto del enfriamiento.
B: Detalle. Se puede observar la estructuración
formada por el aplastamiento de las pómez y
las diaclasas originadas durante el enfriamiento.
Fotografías: Hugo Fernando Murcia Agudelo

3.1.3 Materiales clásticos

Los materiales clásticos, se componen de fragmentos de rocas, embebidos en una


matriz fina o gruesa y están conformados por los depósitos in situ, derivados de
rocas sedimentarias y depósitos transportados. Dependiendo de su edad y grado de
consolidación, pueden o no presentar estructuras geológicas, tipo estratificación y/o
diaclasamiento.

En los depósitos que no son afectados por estructuras geológicas, los contactos entre
materiales y su diferenciación textural, determinan la susceptibilidad del terreno a
generar procesos de erosión y/o remoción en masa.

24 Manual Bioingeniería
De acuerdo con lo anterior, los materiales
de grano fino (arcillosos y lodosos), al
principio de su degradación, son afectados
por procesos de remoción en masa y los
materiales de grano grueso (arenas y
gravas), son más afectados por procesos
erosivos.

A Fotografía 11.
(A). Materiales clásticos, tipo depósito
coluvial - aluvial, en contacto discordante con
materiales clásticos, tipo arenisca. (B). Detalle del
conglomerado que constituye el depósito. Margen
derecha río Guacavía, vereda Chepero Alto. Meta.
Fotografía: Fernando de Jesús Sánchez Zapata.
Abril de 2014.

3.2 DIVISIÓN GENERAL DE LOS MATERIALES

En general los materiales se dividen principalmente en (Rivera, 2008):

• Arenosos gravosos (tamaños gruesos)


• Arcillosos lodosos (tamaños finos)
• Francos (mezclas de arenosos – lodosos (limosos) – arcillosos)

Manual Bioingeniería 25
Esta diferenciación aplica tanto en los depósitos de perfiles de meteorización de
macizos rocosos (cristalinos, cristalinos clásticos y clásticos), con sus materiales
superficiales orgánicos; los depósitos transportados y sus posibles perfiles de
meteorización y actualmente los depósitos antrópicos (escombreras, cortes, llenos
sanitarios, terraplenes).

3.2.1 Materiales arenosos

Los materiales arenosos menos porosos, A


más permeables (mayor porosidad efectiva)
y granulares gruesos friccionantes, son más
propensos a la infiltración profunda, flujos de
agua interna direccionados por la pendiente y
erosión cuando el agua emerge como escorrentía
superficial. Estos además son inertes desde el
punto de vista químico, carecen de propiedades
coloidales y de reservas de nutrientes.

De acuerdo con (Rivera, 2008) presentan mala


estructuración, buena aireación, muy alta
permeabilidad y nula retención de agua. Están
formados por granos individuales de arena, por lo
que la impresión al tacto permite determinar que
no existen terrones o agregados (fotografía 12).

3.2.2 Materiales arcillosos y lodosos

Por el contrario, los materiales arcillosos y


lodosos son más porosos, menos permeables
(poca a nula porosidad efectiva) y granulares
finos cohesivos, son más propensos a la
infiltración superficial, la saturación de los
materiales y movimientos en masa.
B
Los materiales arcillosos son muy activos
desde el punto de vista químico, adsorben
iones y moléculas, floculan (la fracción arcilla
permanece inmóvil) y dispersan (migran), son Fotografía 12.
ricos en nutrientes, retienen mucha agua, bien (A). Roca sedimentaria consolidada,
estructurados, pero son impermeables y de tipo arenisca (http://diarium.usal.es/
mala relación aire - agua. Tienen capacidad alta rocalbum/rocas-sedimentarias/). (B).
Arenas no consolidadas. Fotografías:
de amortiguación, pueden fijar y transformar los Luz Elena Franco García.
contaminantes y por tanto tiene una capacidad
alta de autodepuración (Rivera, 2008).

26 Manual Bioingeniería
Son suelos de textura fina o pesada que al secarse forman terrones muy duros,
compactos y con resquebrajamientos. Cuando están húmedos son plásticos, pegajosos
y se dejan moldear con facilidad sin romperse (fotografía 13 B). Los materiales
lodosos o limosos tienen nula estructuración, no poseen propiedades coloidales, son
impermeables y tienen una mala aireación (Rivera, 2008).

Fotografía 13.
Materiales lodosos - arcillosos. (A).
Afloramiento rocoso de materiales
clásticos, tipo lutita. (B). Depósito
coluvial, con matriz lodo arcillosa y
fragmentos de lutitas. Fotografías:
Luz Elena Franco García.

3.2.3 Materiales francos

Los materiales francos son los mejores para cualquier tipo de cultivo y tienen en igual
proporción los contenidos de arena, limo y arcilla. Se caracteriza porque son suaves al
tacto, mostrando algo de plasticidad. En estado seco puede manipularse con cuidado y
sin desmoronarse; en estado húmedo resisten la manipulación (Rivera, 2008).

En los materiales franco arenosos predomina la arena, pero aparece cantidad suficiente
de limo y arcilla, lo que le imprime al suelo cierta compactación; al comprimirlo en
estado seco se desmorona y en estado húmedo puede manipularse con algún cuidado
sin desintegrarse (Rivera, 2008).

Manual Bioingeniería 27
A

Fotografía 14.
Materiales franco arenosos, depósito
de cenizas volcánicas, municipio de
Marquetalia, Caldas. (A). Afloramiento.
(B). Material franco arenoso, proveniente
del afloramiento. (C). Material franco
arenoso remoldeado, humedad entre
el 75% y 100%, según (USDA, 2015).
C Fotografías: Luz Elena Franco García.

De acuerdo con (Rivera, 2008) los materiales franco limosos son suaves al tacto, ya que
la arena que contienen es fina y la cantidad de arcilla es poca; al presionarlo entre los
dedos pulgar e índice forman una cinta un poco resquebrajada.

Los materiales franco arcillosos son aquellos que cuando húmedos forman cinta entre
los dedos sin romperse, y cuando secos forman terrones endurecidos (cementados) y
el terreno se resquebraja (Rivera, 2008).

28 Manual Bioingeniería
Las determinaciones de textura al tacto, se deben hacer a la humedad de capacidad de
campo. En la práctica, dicha humedad se determina saturando el suelo y cubriéndolo
con hojarasca u otro material y al cabo de 2 días a 3 días, el contenido de humedad
corresponde a la humedad de campo (Rivera, 2008).

3.3 PROCESOS DENUDATIVOS

Los procesos denudativos están relacionados con la pérdida o degradación del terreno,
tanto por acción netamente del agua, que origina arrastre de partículas (erosión), como
por la acción de la fuerza de la gravedad, en conjunto con el agua (remoción en masa).

De acuerdo con (Pla, 2013) en los procesos de erosión, las partículas sueltas del
terreno, son separadas por las gotas de lluvia (erosión pluvial o saltación) y luego
son transportadas por flujos de agua superficial (erosión laminar). En los procesos
de remoción en masa, el movimiento del terreno es gravitacional, pendiente abajo
y en terrenos tropicales como los de Colombia, generalmente se presentan con la
intervención del agua en movimiento.

Ambos procesos (erosión y remoción en masa), pueden presentarse en un terreno,


individual y/o conjuntamente, para generar los procesos denudativos de inestabilidad
de terrenos montañosos y laderas, como se observa en la fotografía 15.

Fotografía 15.
Deslizamiento diédrico - flujo
de tierra en arenas arcillosas, en
un perfil de meteorización de 8m
rocas ígneas de grano grueso,
tipo granodiorita, donde se
combinan procesos de erosión
laminar, pluvial, cárcavas y
surcos, En color rojo se delimita
el proceso de movimiento en
masa; en color naranja se delimitan
algunas cárcavas, indica la
línea de mayor pendiente de los
planos estructurales. Parte aguas
localizado en el PR9+800, vía
Manizales - Bogotá. Fotografía:
Fernando de Jesús
Sánchez Zapata.

Manual Bioingeniería 29
3.3.1 Erosión

La erosión del suelo es una forma severa de degradación física y consiste en la pérdida
de la capa superficial del terreno por el arranque y transporte de partículas, debido al
impacto de la lluvia y las aguas de escorrentía y/o por efecto del viento (Rivera, 2008).

En sectores donde la erosión actúa continuamente durante largos periodos de tiempo,


la degradación puede profundizarse y alcanzar grandes profundidades, por ejemplo, el
proceso denudativo conocido como La Cárcava del Tablazo (fotografía 16), localizado
en la ciudad de Manizales, el cual inició como un proceso erosivo tipo surco y cárcava,
entre 1970 y 1980. En la actualidad, es un proceso denudativo compuesto, de gran
magnitud (aproximadamente 60 ha), que incluye carcavamiento, erosión lateral y de
fondo y deslizamiento rotacional – deslizamiento diédrico – deslizamiento planar –
flujos de escombros y avalanchas.

Fotografía 16.
Cárcava del
Tablazo. Fotografía:
Fernando de Jesús
Sánchez Zapata.
2014.

Según (Pla 2013) los procesos de erosión están asociados con:

• Eventos de lluvia de gran intensidad.


• Alta separabilidad de las partículas del suelo superficial.
• Reducción en la infiltración por la degradación de la estructura del suelo.
• Pobre cobertura de vegetación y/o residuos vegetales

30 Manual Bioingeniería
Además, bajo estas condiciones establecidas o generadas por prácticas inadecuadas
de manejo de suelos y cultivos, las partículas del suelo superficial son separadas por
el impacto de las gotas de lluvia o por el agua de escorrentía, y son transportadas
pendiente abajo en suspensión, en el agua no infiltrada que escurre más o menos
uniformemente distribuida sobre la superficie del suelo o concentrada en surcos y
cárcavas de diferentes dimensiones (figuras 9 y 10).

Continúa

Manual Bioingeniería 31
Continuación

De acuerdo con (Morgan, 1986) citado en (Rivera, 2008) los factores que influyen la
tasa de erosión son la lluvia, la escorrentía, el viento, el suelo, la inclinación y longitud
del terreno, la cobertura de las plantas y la presencia o ausencia de prácticas de
conservación.

Los anteriores parámetros, se pueden analizar mediante la ecuación universal de


pérdida del suelo, USLE (Wischmeier & Smith, 1978) citados en (Rivera, 2008).

32 Manual Bioingeniería
El establecimiento de obras de bioingeniería en un terreno susceptible a erosionarse,
controla y regula el arrastre de las partículas, reduciendo la pérdida del suelo.

3.3.2 Remoción en masa

Es el desplazamiento de una masa de terreno, causada por el exceso de infiltración del


agua y la acción de la gravedad. En la literatura técnica, los procesos de remoción en
masa se dividen, según su mecanismo de falla o movimiento en: Desplomes, caídas,
deslizamientos, flujos y propagaciones laterales (Varnes, 1978; Hutchinson, 1988;
Cruden & Varnes, 1996; Suárez, 2015). Es común encontrar la combinación de varios
mecanismos en un solo sector, denominándose procesos complejos (Varnes, 1978;
Hutchinson, 1988; Cruden & Varnes, 1996).

Según (Pla, 2013) en materiales gruesos, los movimientos en masa se producen en


las paredes de las cárcavas, desarrolladas inicialmente por procesos de erosión y en
materiales finos, los procesos de remoción en masa se inducen por la saturación de las
capas superiores de la ladera o talud, aumentando su peso, alterando su consistencia
y disminuyendo su resistencia al corte, debido a la presencia de presiones de poros en
exceso, por encima de capas menos permeables, que impiden el drenaje interno.

El agua en el suelo superficial saturado o cercano a saturación, está bajo un gradiente


hidráulico positivo en el sentido de la pendiente, lo cual depende de la continua
suplencia de agua y de la inclinación del terreno, que sirve además de lubricante para
la capa subyacente, que facilita el deslizamiento del material superficial sobrecargado
con agua (Pla, 2013).

Manual Bioingeniería 33
De acuerdo con (Sidle & Swanston, 1982) generalmente la remoción en masa se inicia
durante:

• Eventos lluviosos concentrados y continuos.


• Periodos húmedos prolongados.
• Lluvias antecedentes persistentes.
• Materiales situados por encima de otros, donde las velocidades de infiltración son
superiores a las posibilidades de percolación por drenaje interno.
• Saturaciones periódicas del suelo superficial.

(Pla, 1996 y 2013) establece que los movimientos en masa tipo deslizamientos (figuras
11 y 12), generalmente afectan materiales con una excepcional resistencia a procesos
de erosión superficial, las cuales poseen suelos con estructura muy estable.

Continúa

34 Manual Bioingeniería
Continuación

Sin embargo, los cambios en peso y consistencia del suelo superficial no pueden por
sí solos, causar deslizamientos de tierra, pero favorecen la susceptibilidad cuando
se presentan factores que, pueden iniciar dicho proceso; por ejemplo, pequeños
sismos, remoción de soporte pendiente abajo (cortes para carreteras u otros fines) o
lateralmente (cárcavas, grietas) y precipitaciones de gran intensidad (Pla, 2013).

Según (Rivera, 2008) los materiales finos, presentan micro – agregados muy estables
hasta diferentes profundidades. Es frecuente que dicha capa de suelo pierda la
cohesión entre micro – agregados y adquiera una consistencia fluida al alcanzar
condiciones de humedad cercanas a la saturación (límite líquido). Estos materiales
incluso pueden mantenerse por encima del límite líquido, por muchas horas después
de alcanzar la saturación, condición en la cual es mínima la cohesión y la fuerza de
fricción interna entre los micro-agregados.

Manual Bioingeniería 35
Según (Pla, 2013) las probabilidades de deslizamientos de tierra, se incrementan a
partir de pendientes del 15% al 30%, por el aumento de la relación entre el componente
de la fuerza de deslizamiento en el sentido de la pendiente del plano potencial de
deslizamiento (Fp) y la fuerza en sentido vertical (Fv) o peso del suelo húmedo en la
consistencia en que se hace fluido.

Otros factores como el vertimiento de aguas de escorrentía, los nacimientos naturales


de agua, el descole de alcantarillas en vías, los pozos sépticos, tuberías de la red de
acueducto o alcantarillado en mal estado, entre otros, favorecen la infiltración en
exceso de agua en un terreno (Rivera, 2008) y los movimientos en masa (fotografía 17).

36 Manual Bioingeniería
Fotografía 17.
Deslizamiento rotacional -
deslizamiento planar- flujo de
tierra, en el barrio Cervantes
ubicado en Manizales,
ocasionado por la saturación
y erosión de los materiales
gruesos, sobre materiales finos,
menos permeables, debido a
la ruptura del tubo madre del
alcantarillado. Fotografía: Cruz
Roja Colombiana.

El mecanismo del proceso de remoción en masa, que afecta materiales cristalinos,


clásticos cristalinos y clásticos, depende del número de estructuras tectónicas (fallas,
pliegues y diaclasas) y estructuras geológicas diagenéticas (estratificación, foliación).

La manera en que la orientación de estas estructuras geológicas interactúa con la


orientación de la ladera o talud, conformados en los materiales, determina los siguientes
mecanismos de falla:

• Deslizamientos planares (condicionados por una estructura, como se observa en la


figura 13).

Manual Bioingeniería 37
• Volcamientos, condicionados por una estructura, como se observa en la figura 14.

38 Manual Bioingeniería
• Deslizamientos diédricos o en
cuña, condicionados por la línea
de intersección de dos estructuras,
cuña simple o bloque, como se
observa en la figura 15. También es
común encontrar deslizamientos
multidiédricos, condicionados por la
línea de intersección de tres o más
estructuras, cuña irregular.

• Caídas, las cuales pueden estar


condicionados por una, dos o más
estructuras o por grietas de tensión en
el terreno (figura 16).

Manual Bioingeniería 39
• Deslizamientos circulares (condicionados por cuatro o más estructuras, que generan
macizos rocosos muy fracturados).

Es común encontrar la combinación de varios mecanismos en un solo sector, como se


puede observar en la fotografía 18.

Fotografía 18.
Materiales cristalinos
afectados alrededor de tres
estructuras geológicas tipo
diaclasas. Indica la línea
de mayor pendiente de los
planos, representa un
plano de deslizamiento planar,
muestra zonas de caídas
de bloques.

Para el análisis de los procesos de remoción en masa se utilizan métodos matemáticos


que permitan determinar la resistencia al cortante de los materiales involucrados en
el proceso, parámetro fundamental para el cálculo del factor de seguridad (FS) y la
evaluación de la estabilidad del sector.

La resistencia al cortante de un material, en condiciones normales (humedad de


campo) se determina a partir de la ley de teoría de falla de Mohr Coulomb, 1776; citado
por (Das, 2001).

40 Manual Bioingeniería
Dónde:
S: Resistencia efectiva al corte del material (t/m2)
S = C + σ * tan φ C: Cohesión (t/m2)
φ: Ángulo de fricción interna del material (°, grados)
σ: Esfuerzo normal

El análisis del efecto de la presencia de agua, sobre la resistencia al corte del material,
se realiza a partir de la ecuación de Terzaghi (Das 2001).

Dónde:
S’: Resistencia al corte efectiva del material, en t/m2
o kN/m2
S’ = C’ + σ’ tan φ’ C’: Cohesión efectiva (C’ = 2/3C) en t/m2 o kN/m2
φ’: Fricción efectiva (φ’= tan-1(2/3tanφ)) (°, grados)
σ’: Esfuerzo normal efectivo (σ’ = (peso unitario X
profundidad – presión de poros) en t/m2 o kN/m2

El factor de seguridad, es la relación entre las fuerzas resistentes o que equilibran y las
fuerzas cortantes o desequilibrantes de una ladera o talud. Para que un terreno sea
considerado como estable, las fuerzas para resistir el movimiento deberán ser mayores
que las fuerzas que lo desequilibran (FS>1).

FS
= (FUERZAS EQUILIBRADORAS)
(FUERZAS DESEQUILIBRADORAS)

Existen programas de computador (software) que calculan los factores de seguridad,


tales como SLIDE, WEDGE, STABLE, entre otros.

La intensidad de la lluvia es un factor que controla la inestabilidad de los taludes debido


a que el FS es directamente proporcional a la magnitud de la intensidad de lluvia, a
mayor intensidad, este valor decrece rápidamente (Rahardjo et al., 2007); citados en
(Aristizabal, Martinez & Vélez, 2010).

Manual Bioingeniería 41
3.4 COMPORTAMIENTO DE LOS MATERIALES
GRUESOS, ANTE PROCESOS DENUDATIVOS

Los materiales gruesos (arenas medias a finas – gravas – bloques), son menos porosos,
más permeables (por la conexión entre sus poros, que equivale a una mayor porosidad
efectiva) y tienen propiedades granulares friccionantes; esta situación los vuelve más
propensos a la infiltración, a los flujos de agua interna direccionados por la pendiente y
a la erosión cuando el agua emerge como escorrentía superficial.

Fotografía 19.
Proceso de erosión
laminar, surcos, cárcavas
en materiales arenosos,
provenientes de la
meteorización de rocas
ígneas cristalinas, tipo
granodiorita. Fotografías:
Fernando de Jesús
Sánchez Zapata.

42 Manual Bioingeniería
Los materiales gruesos tienen un comportamiento particular que se establece con
relación al agua de las lluvias, que cae en la superficie del suelo, se escurre a las
corrientes y se infiltra a través del terreno para surgir posteriormente como un drenaje
o humedal.

Este comportamiento se puede observar en un corte, a través de la ladera y del drenaje,


que posteriormente involucra simulaciones del agua, para lluvias de cortas y extensas
duraciones y poca intensidad, así como para lluvias muy intensas, de cortas y largas
duraciones, como se muestra a continuación.

La textura gruesa, permite que el agua se infiltre con mayor facilidad en el terreno
(80% infiltración – 20% escorrentía). En el inicio de la temporada invernal, el agua que se
infiltra alcanza un contacto hidráulico, generado por un material con menor capacidad
de infiltración o más baja permeabilidad (figura 17).

Si el suministro de agua continúa, el material por encima del contacto hidráulico,


empieza a saturarse desde el contacto, hacia la superficie (figura 18).

Manual Bioingeniería 43
Con el establecimiento de la temporada invernal, la saturación del material es tal, que
empieza a generarse un flujo de agua, movilizado por la fuerza de la gravedad, en el
sentido de la pendiente, generando un empuje hidráulico (figura 19).

44 Manual Bioingeniería
A medida que el flujo sigue su curso pendiente abajo, de manera paulatina a través
del contacto, alcanza el borde libre del talud, emergiendo como un nacimiento
o manantial que empieza a erosionar el material grueso por encima del contacto
hidráulico, generando una pérdida de soporte lateral de este, formando un negativo
sobre el terreno (figura 20).

Con el incremento de la lluvia y del caudal que fluye por este contacto, el negativo
aumenta su tamaño (figura 21) y la pérdida de soporte lateral y de fondo de la capa de
arena ubicada por encima del contacto, generando la falla del material, a través de una
superficie circular, si el espesor es considerable, o una superficie planar, condicionada
por el contacto hidráulico, si el espesor es delgado (figura 22).

Es importante aclarar que el material involucrado en el deslizamiento, no alcanza su


resistencia máxima, si no que falla por la falta de soporte y el negativo generado por el
proceso erosivo.

Esta modelación permite visualizar la influencia de la fuerza gravitacional, la pendiente, las


intensidades y duraciones de las lluvias. Posteriormente se modela la cobertura vegetal
existente; así como la presencia o ausencia de materiales orgánicos en la superficie.

Manual Bioingeniería 45
46 Manual Bioingeniería
3.5 COMPORTAMIENTO DE MATERIALES FINOS
ANTE PROCESOS DENUDATIVOS

La textura fina en los materiales arcillosos, franco arcillosos, lodosos, franco


lodosos y arcillosos lodosos, no permite que el agua se infiltre con facilidad en
el terreno, predominando más la escorrentía que la infiltración (80% escorrentía -
20% infiltración)

En el inicio de la temporada invernal, el agua que logra infiltrarse empieza a saturar el


material desde la superficie hacia un contacto hidráulico (figura 23).

El agua que se percola y logra infiltrarse, humedece los materiales superficiales que
conforman el perfil estratigráfico, saturándolos poco a poco (figura 24).

Manual Bioingeniería 47
A medida que aumenta la profundidad de la saturación, se genera una deformación
de la parte superficial del terreno, que se manifiesta a partir de una serie de
agrietamientos, a lo largo de la ladera, aumentando la infiltración y el contenido de
agua en el material (figura 25).

48 Manual Bioingeniería
El agua que se infiltra avanza en profundidad, hacia un contacto menos permeable,
profundizando la saturación del material. Debido a la ausencia de porosidad efectiva del
suelo, el agua se mantiene dentro del sistema, generando presión de poros y aumentando
la deformación y el agrietamiento del terreno (figura 26).

Si el suministro de agua continúa, el material pierde por completo sus propiedades resistentes
y se produce el deslizamiento, cuya superficie de falla, es el contacto hidráulico generado
entre el material completamente saturado y el húmedo por debajo de este (figura 27).

Manual Bioingeniería 49
4 OBRAS DE BIOINGENIERÍA

Las obras bioingenieriles en terrenos con excesos de agua y/o sujetos a procesos
erosión concentrada, comprenden: El sellamiento de grietas (materiales finos y
gruesos), los filtros vivos (materiales finos), los trinchos vivos en vertedero abierto
(materiales gruesos), trinchos de ladera – terrazas - pantallas (materiales finos y
gruesos), restauración de la vegetación, recuperación de áreas de cultivo y cerramiento
del área intervenida.

4.1 TAPONAMIENTO DE GRIETAS

Por lo general un proceso denudativo con movimiento en masa y erosión, presenta


grietas longitudinales paralelas (fotografía 20) y transversales perpendiculares al
escarpe principal.

Fotografía 20.
Grietas longitudinales paralelas
al escarpe principal del
deslizamiento planar, en la
finca la Marmolera. Municipo
de Manizales, Caldas.

50 Manual Bioingeniería
Las grietas en el terreno, permiten la infiltración de aguas lluvias y de escorrentía,
por lo que se deben tapar y desaparecer, pero pueden ser utilizadas como canales de
recolección para evitar el acceso del agua al escarpe principal (fotografía 21).

Fotografía 21.
Sellamiento de grietas y
construcción de canales
en el escarpe principal del
deslizamiento de la finca la
Marmolera, municipio de
Manizales, Caldas

La excavación debe tener una profundidad mayor que la alcanzada por la grieta
(fotografía 22). Puede involucrar uno o dos de sus lados.

Fotografía 22.
Excavación de grieta de
tensión y/o tracción desde
la parte superior de la grieta.
Vereda San Roque, municipio
de Marquetalia, Caldas
Fotografía: Fernando de
Jesús Sánchez Zapata.

Manual Bioingeniería 51
Posteriormente, se apisona la parte profunda de la excavación (fotografía 23), utilizando
el material de la excavación o material arcilloso de otro lugar.

Si el material arcilloso de la zona, está muy húmedo, se puede mezclar con cal (fotografía
24) y luego apisonar con el pisón de madera.

Fotografía 23.
Apisonamiento de la excavación
de la grieta, con compactación del
material desde la parte profunda
de la excavación. Vereda San
Roque, municipio de Marquetalia,
Caldas. Fotografía: Fernando de
Jesús Sánchez Zapata.

Fotografía 24.
Cal agregada y mezclada con el material, para secar el material arcilloso
humedo de la región. Vereda San Roque, municipio de Marquetalia, Caldas.
Fotografías: Fernando de Jesús Sánchez Zapata.

52 Manual Bioingeniería
Por último, se rellena la excavación, compactando el material, para que desaparezca la
grieta (fotografía 25).

Fotografía 25.
Relleno y finalización del taponamiento y sellamiento de grietas. Finca la Marmolera,
municipio de Manizales, Caldas. Fotografías: Fernando de Jesús Sánchez Zapata.

4.2 FILTROS VIVOS - BIOFILTROS

Los filtros vivos son zanjas interconectadas en el sentido de la pendiente, que se


rellenan con camas superpuestas de material vegetal (guadua o especies leñosas),
con capacidad de rebrote. Los filtros vivos permiten la evacuación rápida de las aguas
internas que saturan el terreno, conduciéndolas a lugares seguros como drenajes
naturales y cunetas (Rivera, 1998), (Rivera & Sinisterra, 2006), (Rivera, 2008).

La ubicación de los filtros vivos, se establece una vez se ha recorrido toda la zona del
movimiento en masa, el techo, el escarpe o corona, el cuerpo y tipo de movimiento;
y se han localizado todos los surcos, las cárcavas y los drenajes que lo afectan;
posiciones que permitirán determinar con exactitud, los sitios donde se inician las
zanjas de drenaje.

Manual Bioingeniería 53
Los movimientos en masa, afectan principalmente materiales finos saturados y
generan depósitos igualmente saturados, generando un techo que drena agua al
escarpe y al cuerpo del deslizamiento; una corona o escarpe que puede o no drenar
agua hacia el cuerpo (fotografía 26) y un cuerpo de material saturado, que drena agua
y se mueve a través de la ladera dependiendo de la magnitud del movimiento en masa,
la relación geométrica de los materiales, la Hidrología e Hidrogeología y los usos de la
zona y el territorio.

Escarpe

Fotografía 26.
Nacimientos de agua en la corona y el cuerpo del deslizamiento rotacional - caída de
rocas - flujo de escombros, ubicado en la parte media, vereda Tolú Bajo, municipio La
Mesa, Cundinamarca. Nacimientos de agua. Fotografía: Luz Elena Franco García.

El reconocimiento de los materiales finos saturados, afectados por movimientos en


masa y erosión, se inicia en la base de la corona y en el cuerpo del movimiento, donde
al pisar los materiales son blandos y el pie se hunde fácilmente, quedando atrapado por
el material que lo envuelve; el material fino, es extruido, es decir encierra y amarra el
pie de una persona, expulsando agua en superficie (Rivera, 2011).

Los filtros vivos principales se ubican a lo largo de los ejes longitudinales de los drenajes
o las cárcavas, desde donde se desprenden los secundarios a través de los surcos, con
el fin de drenar el agua, de los materiales saturados que conforman el escarpe y el
cuerpo del deslizamiento.

54 Manual Bioingeniería
Donde no son tan evidentes los surcos y las cárcavas, se deben delimitar los cursos
de los drenajes intermitentes o vaguadas, que se generan durante la época invernal o
asesorarse de un Geólogo y/o Geomorfólogo que los demarque.

La construcción de filtros vivos comprenden la construcción de zanjas en el sentido de


la pendiente del terreno a profundidades de 0,5 metros a 1,5 metros y 0,5 metros a 1
metro de ancho, que se llenan con varios tendidos (3 a 4) de guaduas jóvenes (menores
de dos años de edad).

Los filtros vivos principales y secundarios, configuran un sistema de drenaje en espina


de pescado (fotografía 27), muy similar al que conformaba el sistema de cárcavas y
surcos en el cuerpo del deslizamiento.

Fotografía 27.
Estructura en espina de
pescado, configurada por un
filtro vivo central y uno o varios
filtros secundarios, vereda El
Triunfo, municipio La Calera,
Cundinamarca. Fotografías:
Jhon Alexis Serrato.

Manual Bioingeniería 55
La profundidad de la zanja la establece el cambio de humedad del material al pasar de
saturado (totalmente humedecido; humedad de límite líquido) a húmedo (humedad de
campo) o seco (humedad de límite de contracción). Por lo general, esta profundidad
de la zanja varía entre 0,6 metros y 2,5 metros (fotografía 28).

Fotografía 28.
Construcción de la zanja para un biofiltro, vereda Tolú Bajo, municipio La
Mesa, Cundinamarca. Fotografías: Fernando de Jesús Sánchez Zapata.

Un método recomendado para determinar la profundidad de las zanjas, es dejar caer


una barra de hierro, desde una altura de 2 metros, en el material arcilloso, blando,
saturado y mal drenado. A la profundidad que esta se entierra, se le suman 0,5 metros.

Si a esta profundidad, el material sigue húmedo, se repite el procedimiento con la


barra, sumando a la excavación, la longitud a la que esta se entierra. Esta acción se
repite hasta que la barra rebote, sin enterrarse, ya que a esta profundidad, se debió
alcanzar el contacto hidráulico que sirve como plano de deslizamiento.

La zanja deberá seguirse excavando hasta encontrar material totalmente firme, sin exceso
de humedad o hasta hallar la roca sin disturbar, que por efecto de la pendiente del terreno y
la saturación del material mismo, obra como un plano del deslizamiento (Rivera, 2011).

56 Manual Bioingeniería
En algunos sectores, este contacto hidráulico puede estar profundo, por ejemplo en
la parte alta de la vereda Tolú Bajo, donde se encontró a 2,8 metros; profundidad que
genera problemas en la excavación, haciendo necesario la entibación de las zanjas y
además sobrepasa los 1,5 metros, recomendados anteriormente.

El diseño con profundidades de máximo 1,5 metros de las zanjas, es funcional, ya que
establece a este nivel de construcción, una red de drenaje de los materiales finos y
francos, controlando su saturación a mayor profundidad.

Si la humedad del material fino y franco es tal que, al iniciar la excavación de la zanja, esta
tiende a cerrarse, se deben disponer los sobrantes de las guaduas dentro de esta, para
evitar su cerramiento.

Por lo general, el filtro vivo comienza a extraer agua y a secar el material, desde la
superficie hacia profundidad, como se observa en la fotografía 29.

Fotografía 29.
Drenaje de agua de los materiales saturados. Secamiento del material desde superficie
a profundidad. Vereda Tolú Bajo, municipio La Mesa, Cundinamarca. La imagen de
la derecha muestra cómo el material se ha secado paulatinamente, después de la
construcción del filtro. Fotografías: Fernando de Jesús Sánchez Zapata.

Manual Bioingeniería 57
Simultáneamente a la construcción de las zanjas para los filtros vivos, se realizan las
excavaciones para los trinchos de soporte y confinamiento. Estos se construyen cada 4
metros o 5 metros, según la longitud de la guadua disponible (fotografías 30 y 31), con
el fin de evitar el desplazamiento de estos o el socavamiento de la base por las aguas
colectadas por el filtro.

Fotografía 30.
Excavación de la sección del
trincho de confinamiento,
transversal al eje del biofiltro.
Fotografía: Fernando de
Jesús Sánchez Zapata.

Fotografía 31.
Cada 4 metros y 5
metros, se construyen
secciones transversales
que conformaran los
trinchos de soporte o
confinamiento del filtro
vivo. Fotografía: CAR.

58 Manual Bioingeniería
En las excavaciones transversales al filtro, donde se construye el trincho de soporte, se
excavan dos o tres perforaciones profundas de 0,5 metros a 2 metros, dependiendo de
la dureza del material para colocar las guaduas que soportaran y confinarán el trincho
contra la zanja (fotografía 32).

Fotografía 32.
Excavaciones para enterrar las
guaduas de soporte del trincho
de confinamiento o soporte del
biofiltro. Fotografía: CAR

Posterior a la construcción de los hoyos para los parales, se entierran los postes
verticales y después se instalan de cuatro a cinco guaduas horizontales (la cantidad
dependerá del número de camas de guadua que componen el biofiltro), que quedarán
enterradas, al igual que el filtro en guadua (fotografía 33).

Fotografía 33.
Zanja del biofiltro con trinchos
de confinamiento, en la parte
alta vereda Tolú Bajo, municipio
La Mesa, Cundinamarca.
Fotografías: CAR.

Continúa

Manual Bioingeniería 59
Continuación

Fotografía 33.
Zanja del biofiltro con trinchos
de confinamiento, en la parte
alta vereda Tolú Bajo, municipio
La Mesa, Cundinamarca.
Fotografías: CAR.

60 Manual Bioingeniería
Una vez construidos los trinchos de
soporte del filtro vivo, se extienden
camas de guaduas de 4 metros a 5
metros de longitud y de 0,10 metros a
0,12 metros de diámetro, hasta cubrir el
ancho de la zanja; encima de esta cama
de guaduas, se extienden otros tendidos,
hasta alcanzar de cuatro a cinco camas
por filtro (fotografía 34).

Fotografía 34.
Instalación de las camas de guadua,
entre dos trinchos de soporte. Parte
baja, vereda Tolú Bajo, municipio La
Mesa. Fotografía: CAR.

Consecutivamente, se cubren las camas de guadua con pasto, hojarasca, chamizos o


material vegetal del territorio, que cubra unos 0,5 metros, la última cama de guadua
(fotografía 35), con el fin de evitar el taponamiento de los traslapes o uniones de las
guaduas, cuando se cubra con el mismo material excavado en la construcción de la
zanja o material sobrante en el perfilado continuo o en terrazas del talud.

Fotografía 35.
Hojarasca y pasto para
cubrir la parte superior de
las camas de guadua, antes
de cubrirlas con material
compactado. Parte baja
vereda Tolú Bajo, municipio
La Mesa. Fotografía: CAR.

Manual Bioingeniería 61
Por último, se debe tapar el filtro con el material húmedo a seco, derivado de la
excavación de la zanja y compactarlo, hasta cubrir la superficie excavada por completo
(Rivera & Sinisterra, 2006), (fotografía 36).

Fotografía 36.
Vista hacia aguas abajo de
una línea de filtros vivos,
construidos en el sector de
la EDS Texaco, municipio
de Villamaría, Caldas. En
color azul se muestra la
dirección del filtro vivo.
Fotografía: Fernando de
Jesús Sánchez Zapata.

La CAR, ha implementado un sistema de trinchos de soporte, los cuales en superficie


funcionan como trinchos en vertedero (ver más adelante), en los cuales el relleno de
la zanja se realiza, dejando libres los últimos 0,3 metros a 0,4 metros (fotografía 37),
generando una cuneta de recolección de agua de escorrentía, que la dirige hacia el
filtro vivo (fotografía 38).

Fotografía 37.
Trinchos de soporte lateral
que en superficie funcionan
como trinchos vivos
escalonados en vertedero,
construido en la parte
media de la vereda Tolú
Bajo, municipio La Mesa,
Cundinamarca. Fotografía:
Consorcio Bioin.

62 Manual Bioingeniería
Adicionalmente, como complemento biológico a la construcción de los biofiltros,
se usan especies vegetales, tales como Guadua – Guadua angustifolia, Nacedero –
Trichanthera gigantea, Matarratón – Gliricidia sepium, Acacia Forrajera – Leucaena
leucocephala, Sauco – Sambucus nigra, Sauce – Salix humboldtiana, entre otras
especies, que son sembradas por cada metro de filtro, con el fin de que este material
vivo rebrote y aumente el amarre, anclaje y cohesión del terreno, garantizando la
permanencia a futuro de los drenajes construidos.

Fotografía 38.
Secuencia constructiva de un filtro vivo.
(A). Zanja excavada. (B). Disposición de
camas horizontales de guadua, contra el
trincho de soporte o confinamiento. (C).
Filtro cubierto con el material excavado,
apisonado. Fotografías: CAR.

Manual Bioingeniería 63
La finalidad de estos filtros es la de sacar del terreno lo más rápidamente posible los
excesos de agua que satura el material, sobre todo en temporadas invernales y dejarlo
en la condición de capacidad de campo, que impide su desplazamiento ladera abajo.

Existen fórmulas para determinar el espaciamiento entre drenajes, como la de


Hooghoudt (Pizarro, 1978) en (Rivera, 2008), que establece:

Siendo:
L: Espaciamiento entre drenajes (m)
R: Percolación (m/día)
L2 8K2hd + 4K1h2 K1: Permeabilidad del estrato situado sobre los drenajes (m/día)
=
R K2: Permeabilidad del estrato situado bajo los drenajes (m/día)
h: Altura de la capa freática en su punto medio, respecto al nivel
de los drenajes (m)
d: Espesor equivalente de Hooghoudt, que depende de D
(espesor del estrato a través del cual se mueve el agua y r
(radio de los drenajes).

El primer sumando 8K2hd/R se refiere al movimiento del agua por debajo de los drenajes
y el segundo, 4K1h2/R, al movimiento por encima. No obstante, en zonas de ladera y
especialmente en terrenos irregulares y totalmente inestables, es preferible hacer un
sistema de drenajes en forma empírica, buscando los afloramientos de agua o donde se
está acumulando, los cuales son detectados fácilmente ya sea utilizando una barrena o
caminando, ya que por lo general son los lugares más blandos dentro del terreno.

Por lo general los movimientos en masa, se presentan en temporadas lluviosas y lugares


donde no se cuenta con información básica para el establecimiento más técnico de un
sistema de drenajes, siendo necesario dar soluciones inmediatas y sencillas para evitar
que el proceso continúe ladera arriba y hacia los lados, poniendo en peligro el resto del
terreno o su infraestructura.

4.3 TRINCHOS VIVOS EN VERTEDERO -


TRINCHOS DISIPADORES
Los trinchos en vertedero, son estructuras en guadua, que se construyen
perpendicularmente y en forma escalonada, a lo largo del eje longitudinal de las cárcavas
y surcos, permitiendo la evacuación rápida de las aguas de escorrentía y a su vez,
evitando que se erosionen los materiales gruesos y/o franco arenosos; conduciéndolas
hasta lugares seguros, como drenajes naturales y cunetas (Rivera, 1998), (Rivera, 2002),
(Rivera & Sinisterra, 2006) y (Rivera, 2011).

64 Manual Bioingeniería
Al igual que con los filtros vivos, la ubicación de los trinchos en vertedero, se establece
determinando en toda la zona del movimiento en masa, el techo, escarpe o corona,
cuerpo y tipo de movimiento, la localización de los surcos, cárcavas y drenajes; posición
que permitirá determinar con exactitud, los sitios donde se inician las zanjas de drenaje.

Aunque se presente un movimiento en masa, en materiales gruesos (gravas, arenas


gruesas, arenas medias, arenas finas y franco arenas), el proceso actuante de
forma inicial e individual sobre estos materiales, es la erosión en cárcavas, surcos y
tubificaciones (erosión subterránea), que genera deslizamientos por pérdida de
soporte por socavación lateral y de fondo del cauce de la cárcava, surco y drenaje, que
se ensanchan lateralmente por movimientos en masa tipo deslizamiento planar o en
cuña. Este proceso denudativo, es frecuente en los cortes de carretera (fotografía 39).

Fotografía 39.
Deslizamiento rotacional
- deslizamiento planar A
de tierra, generado
por erosión y pérdida
de soporte lateral, en
materiales franco arenosos;
barrio El Prado, municipio
de Manizales, Caldas. (A).
Vista de frente, hacia la
corona. (B). Vista desde
la corona hacia el pie.
Fotografías: Luz Elena
Franco García.

Manual Bioingeniería 65
El movimiento en masa genera un techo que drena agua al escarpe y al cuerpo del
deslizamiento; una corona o escarpe principal, con múltiples surcos, cárcavas y
desprendimientos de material, un cuerpo que se eroda y drena agua. La actividad del
proceso, depende de la magnitud del movimiento en masa, la relación geométrica de
los materiales, la Hidrología e Hidrogeología y los usos de la zona y el territorio.

El reconocimiento de los materiales gruesos, se establece en la base de la corona y en


el cuerpo del movimiento, donde al pisar estos materiales, no soportan el peso, por
lo que el pie se hunde fácilmente, pero no queda atrapado por el material. El material
grueso, es arrastrado por los flujos de agua, hacia afloramientos o nacimientos en el
escarpe y la base de la corona del deslizamiento.

Los trinchos en vertedero principales, se ubican a lo largo de los ejes longitudinales


de las cárcavas y/o drenajes, desde donde se desprenden los trinchos en vertedero
secundarios a través de los surcos, formando una estructura en espina de pez, muy
similar al que conformaba el sistema de cárcavas y surcos en el cuerpo del deslizamiento
(Rivera, 1998), (Rivera, 2002), (Rivera & Sinisterra, 2006), (Rivera, 2011).

La construcción de los trinchos vivos escalonados en vertedero, inicia con la localización


de la red de drenaje que se va a intervenir. Se recomienda que la distancia entre los
vertederos, no supere los 2 metros, especialmente en zonas de alta pendiente, siendo
necesario hacer seguimiento y evaluación periódicos, para observar si se presentan
socavamientos entre trinchos consecutivos en el cauce de la cárcava o lecho del drenaje
natural, para colocar en dichos sitios una estructura nueva (Rivera, 1998), (Rivera,
2002), (Rivera & Sinisterra, 2006), (Rivera, 2011) y (Rivera, 2008).

Se excava una zanja transversal al eje longitudinal del drenaje, en todo su ancho de
unos 0,45 metros a 0,65 metros de profundidad y empotrado a ambos lados del cauce,
entre 0,5 metros y 1,5 metros. Simultáneamente, se excavan dos a cuatro perforaciones
profundas de 0,5 metros a 2 metros, dependiendo de la dureza del material para
colocar las guaduas que soportaran y confinarán el trincho contra la zanja (Rivera,
1998), (Rivera, 2002), (Rivera & Sinisterra, 2006), (Rivera, 2011) y (Rivera, 2008), como
se muestra en la figura 28.

Posteriormente, se entierran de cinco a siete guaduas en la base del drenaje y sus


orillas y dos a diez guaduas por encima del terreno, en las excavaciones laterales en las
orillas, dependiendo de la altura del talud (lados) de las laderas afectadas por erosión
(fotografía 40).

66 Manual Bioingeniería
Manual Bioingeniería 67
Fotografía 40.
Trincho vivo escalonado
en vertedero, donde se
observan 5 guaduas por
debajo del nivel de la zanja
de drenaje y 2 guaduas
en los lados, vereda El
Líbano, municipio La Calera,
Cundinamarca. Fotografía:
Jhon Alexis Serrato.

Las guaduas enterradas en la zanja (cauce y empotramientos laterales) y una a dos


guaduas por encima del cauce, tienen una longitud total, igual al ancho del cauce más
lo que se empotró a ambas lados del mismo. El resto de las guaduas por encima de la
zanja se seccionan o cortan para construir el vertedero y dejar libre el cauce para que
pase el agua. Esta estructura se repite, para generar su escalonamiento a lo largo del
drenaje, que se protege contra la erosión por socavación lateral y de fondo (fotografías
41 y 42).

Fotografía 41.
Detalle de la estructura en
vertedero, donde las guaduas por
encima de la zanja se seccionan o
cortan para construirlo, dejando
libre el cauce para que pase el
agua de la cárcava y/o drenaje.
Vereda El Líbano, municipio La
Calera, Cundinamarca. Fotografía:
Jhon Alexis Serrato

68 Manual Bioingeniería
Fotografía 42.
Sistema de trinchos vivos
escalonados en vertedero.
Vereda El Líbano, municipio
La Calera, Cundinamarca.
Fotografía: Jhon Alexis Serrato.

El vertedero del trincho de abajo, debe quedar a nivel de la base del vertedero del
trincho de arriba, para evitar el socavamiento y volcamiento de este último.

Aproximadamente el 70% de la obra se encuentra empotrada en una zanja construida


en el terreno y su longitud depende del relieve del drenaje encontrado en el sector
específico del terreno que se esté estabilizando, por esta razón no son zonas de
acumulación de sedimentos, ya que su principal función es disipar la energía del
agua que escurre y por tanto, estas estructuras no obstruyen el paso libre del agua
y no deben sobrepasar el metro (1) de altura (Rivera, 1998), (Rivera, 2002), (Rivera &
Sinisterra, 2006), (Rivera, 2011), (Rivera, 2008).

En zonas de ladera los trinchos muy altos se pueden volcar fácilmente, represar el
caudal de agua y originar avalanchas catastróficas en épocas de lluvias largas y de
intensidades altas (Rivera, 1998), (Rivera, 2002), (Rivera & Sinisterra, 2006), (Rivera,
2011), (Rivera, 2008).

Estas estructuras disipan la energía del agua de escorrentía, evitan la socavación lateral
y de fondo y controlan la generación de movimientos en masa (Rivera, 1998), (Rivera,
2002), (Rivera, 2011) por pérdida de soporte lateral.

La CAR, modifica esta estructura, y combina los trinchos de soporte lateral de los filtros
vivos, para que, en superficie, funcionen como trinchos en vertedero (figura 29).

La fórmula más sencilla recomendada para calcular el espaciamiento entre trinchos es


la propuesta por (Anaya, Martínez, Trueba, Figueroa, & Fernández, 1977) citados en
(Rivera, 2002)

Manual Bioingeniería 69
H E = Distancia entre dos trinchos consecutivos (m).
E = x 100 H = Altura efectiva entre trinchos (m).
S S = Pendiente de la cárcava (%).

Otros autores reportan la misma ecuación con algunas constantes empíricas implícitas
(Kirby & Morgan, 1984), (Gray & Leiser, 1982) en (Rivera, 2008).

Dado que, por lo general las pendientes en las zonas de ladera colombiana, son
superiores al 50%, al hacer los cálculos de distancia entre trinchos para una pendiente
del 50% y una altura efectiva del trincho de 0,5 metros, sería necesario hacer trinchos
cada metro, lo cual es dispendioso y costoso. Por lo tanto, se recomienda la construcción
de trinchos cada 2 metros, siendo necesario hacer seguimiento y evaluación periódicos,
para observar si se presentan socavamientos entre trinchos consecutivos en el cauce de
la cárcava o lecho del drenaje natural, para colocar en dichos sitios una estructura nueva.

70 Manual Bioingeniería
4.4 TRINCHOS VIVOS ESCALONADOS
DE LADERA

Los trinchos en ladera configuran: terrazas de pendiente escalonada y pantallas (base


del escarpe) y se construyen para reconfigurar la ladera en pendiente continua (trinchos
en ladera) y en escalones (terrazas).

Estos trinchos en ladera, para la configuración en pendiente continúa, tienen por


objeto, reconfigurar las laderas afectadas por procesos erosivos y por movimientos
en masa (figura 30). Nunca los trinchos en ladera pretenden servir como estructuras
de contención.

Manual Bioingeniería 71
La altura de los escalones o terrazas y las pantallas depende de la textura fina o gruesa
de los materiales, donde se van a implementar variando entre alturas máximas en sus
bordes libres, de 0,4 metros en materiales gruesos y franco arenosos a 0,8 metros en
materiales finos y franco lodosos arcillosos. El resto de la obra se encuentra empotrada
en una zanja que se excava en el terreno.

4.4.1 Trinchos de ladera o terrazas escalonadas

La longitud de las terrazas, depende del relieve encontrado en el terreno, deben tener
una guadua vertical al menos cada 0,6 metros, como soporte de una cortina de guaduas
dispuestas horizontalmente, desde la base de la zanja construida para la consolidación
del escalón o la terraza (figura 32).

Las obras se inician con la excavación de una zanja de 0,45 metros a 0,75 metros de
profundidad, a lo largo de la dirección de la ladera, en la que se enterraran 5 a 8 guaduas
(fotografía 43).

Fotografía 43.
Zanja excavada, para
extender las guaduas
que quedaran enterradas
en el terreno, la guadua
superior mitad enterrada y
la otra mitad sobresaliendo
en superficie. Vereda
El Líbano, La Calera,
Cundinamarca. Fotografía:
Jhon Alexis Serrato.

Posteriormente, se excavan perforaciones de 0,10 metros a 0,12 metros de diámetro


y de 1,5 metros a 2,5 metros de profundidad, hasta encontrar material resistente al
barreno con que se hace la perforación. En estas excavaciones se entierran los postes
de guadua, que sostendrán las guaduas que sobresalen 0,3 metros a 0,8 metros como
máximo, por encima de la superficie y configuran el trincho. La distancia entre los
parales varía entre 0,6 metros y 0,8 metros, como se observa (fotografía 44).

72 Manual Bioingeniería
Fotografía 44.
Parales de soporte
de las terrazas
escalonadas,
vereda El Líbano,
municipio La Calera,
Cundinamarca.
Fotografía: Jhon
Alexis Serrato.

Consecutivamente, se instalan las guaduas horizontales, desde la profundidad


alcanzada en la excavación de la zanja, hasta máximo 0,4 metros de altura, si la ladera
está conformada por material grueso o franco arenoso (fotografía 45 y figura 31) y
hasta máximo 0,85 metros de altura si la ladera está conformada por material arcilloso
(fotografía 46 y figura 32).

Fotografía 45.
Configuración de una
ladera en pendiente
escalonada, con un sistema
de terrazas, en materiales
franco arenosos. Vereda El
Líbano, municipio La Calera,
Cundinamarca. Fotografía:
Luz Elena Franco García.

Manual Bioingeniería 73
74 Manual Bioingeniería
Manual Bioingeniería 75
Fotografía 46.
Configuración de una ladera en pendiente escalonada, con un sistema
de terrazas, en materiales lodo arcillosos. Parte media vereda Tolú Bajo,
municipio La Mesa, Cundinamarca. Fotografía: Luz Elena Franco García.

La obra requiere movimiento y apisonamiento de la tierra que va a conformar la


terraza, evitando la infiltración del agua en el terreno. Este sistema se construirá con
una distancia entre terrazas de 1 metro y se dispondrán 12 guaduas de 0,12 metros
de grosor, horizontalmente y paralelas a la pared de la terraza. De forma similar se
realizan las terrazas consecutivas que configurarán el terreno.

4.4.2 Pantallas

Corresponden a una variante de las terrazas, se ubican en la parte más alta del escarpe
principal y/o los escarpes secundarios, rematando la intervención para evitar el
socavamiento por las aguas lluvias de estos taludes, que son altamente susceptibles a los
procesos denudativos.

La pantalla con respecto a las terrazas, requieren mayor número de guaduas para
cubrir el escarpe intervenido y un bajo porcentaje de relleno y apisonado. También
son elaboradas en guadua y tendrán adicionalmente 4 estacas vivas de Nacedero
(Trichanthera gigantea), y/o Matarratón (Gliricidia sepium), por cada metro de terraza
construida.

76 Manual Bioingeniería
Las pantallas deben tener una altura promedio de 1,9 metros con el 60% de la obra
empotrada en una zanja que se ubica en el terreno. La longitud de la pantalla, depende
del relieve encontrado en el sector específico que se esté estabilizando, deben tener
una guadua vertical al menos cada 0,8 metros, como soporte de una cortina de guaduas
colocadas horizontalmente, desde la base de la zanja para la consolidación de la terraza.

La pantalla requiere movimiento de tierra para la consolidación de esta, para lo que se


debe apisonar la tierra de la terraza y evitar la infiltración del agua en el terreno (figura
33 y fotografía 47).

Manual Bioingeniería 77
Fotografía 47.
Sistema de pantallas, sobre el escarpe principal del proceso,
vereda El Triunfo, municipio La Calera, Cundinamarca.
Fotografía: Fernando de Jesús Sánchez Zapata.

78 Manual Bioingeniería
5 USO DE LA VEGETACIÓN COMO
UN COMPLEMENTO BIOLÓGICO
EN OBRAS DE BIOINGENIERÍA

La siembra de especies pioneras como un complemento biológico en las obras de


bioingeniería, tiene varios beneficios además del control de la erosión y la estabilidad
mecánica e hidráulica de las laderas; la restauración de la cobertura vegetal y sus
funciones permite recuperar servicios ecosistémicos que se pierden después de la
ocurrencia de un deslizamiento.

El problema del establecimiento de la vegetación en una pendiente recién deslizada,


es en realidad un problema de sucesión, donde las modalidades de reproducción de las
especies son cruciales, especialmente en ambientes hostiles donde el establecimiento
de plántulas es limitado y el brote de las plantas tiene menos posibilidades después de
la perturbación (Vesk & Westoby, 2004).

La introducción de la vegetación pionera que inicia la sucesión, ayuda a acelerar el


proceso, debido a que es importante mientras comienza la estabilización y acumulación
de material orgánico (Rey, Ballais, Marre & Roviera, 2004). El establecimiento de
vegetación pionera es indispensable para la restauración física de una pendiente y la
estabilización en todo el proceso de sucesión que tarda más tiempo (Burylo, Rey &
Delcros, 2011).

La fotografía 48A, muestra las estacas de Nacedero (Trichanthera gigantea), sembra-


das junto a trinchos vivos construidos con Guadua (Guadua angustifolia), sobre la coro-
na y el cuerpo de un deslizamiento ocurrido en la vereda Tolú Bajo, municipio La Mesa,
Cundinamarca. Cinco meses después de la siembra de las especies pioneras (fotografía
48B), los trinchos son poco visibles, debido al crecimiento de la vegetación en las obras
de bioingeniería.

Manual Bioingeniería 79
A

Fotografía 48.
Restauración ecológica y estabilidad de laderas con Nacedero (Trichanthera gigantea).
(A). Suelo sin capa vegetal, estacas sin rebrote, y trinchos en Guadua (Guadua
angustifolia). Diciembre de 2014. (B). Nacederos con alturas entre 0,7 metros y 0,9
metros. Mayo de 2015. Vereda Tolú Bajo, municipio La Mesa, Cundinamarca. Punto
de referencia. Fotografías: Alejandra Osorio.

80 Manual Bioingeniería
La cobertura vegetal altera su entorno de diferentes maneras, “ejerce en el suelo una
función estabilizadora extremamente intensa y diversificada” (Fernández, Pires &
Sauto, 2010). Las raíces de las plantas y árboles tienen una amplia variedad de procesos,
incluyendo la absorción de agua y nutrientes, anclaje y soporte mecánico, funciones
de almacenamiento y principal interface entre la planta y diversos factores bióticos y
abióticos en el ambiente del suelo (Smet & lve, 2012). Al penetrar en el subsuelo, las
raíces producen unos exudados que son lubricados en sus puntas (Bais Weir, Perry,
Gildoy & Vivanco, 2006) que estimulan la diversidad y actividad microbiana (Czarnes,
Hallett & Young, 2000).

Los microorganismos del suelo (figura 34), cumplen un papel fundamental en la


sustentabilidad de los diferentes ecosistemas, desarrollan funciones esenciales para
el crecimiento de las plantas como la formación del humus, mejoramiento de las
propiedades físicas del suelo y el mantenimiento de la biodiversidad del ecosistema.
También aumentan la estabilidad de los agregados a través de la producción de
polisacáridos y otros compuestos extracelulares. La glomalina es una glicoproteina
que produce microrrizas que contribuyen significativamente a la reserva de Carbono
en el suelo (Wrigh, Cavigelli & Green, 2007).

Manual Bioingeniería 81
En la fotografía 49, se observa la restauración ecológica de una ladera a través del tiempo
(1 año y 3 meses), localizada en el municipio La Calera, Cundinamarca. Fotografías 49A y
49B (febrero de 2014). Fotografías 49C y 49D (mayo de 2015).

Fotografía 49.
Restauración ecológica y estabilidad de laderas con obras de bioingeniería y Sauco
(Sambucus nigra). (A y B). Febrero de 2014. (C y D). Mayo de 2015, vereda, El Líbano,
municipio La Calera, Cundinamarca. Fotografías: (A y B) Fernando de Jesús Sánchez
Zapata. (C y D). Alejandra Osorio.

82 Manual Bioingeniería
La presencia de cobertura vegetal en una ladera, aumenta la diversidad de flora y fauna
nativa de la zona (Cavaillé et al., 2013), además ofrece beneficios para la mitigación
del cambio climático, la forestación aumenta el almacenamiento de carbono, en
comparación con los pastizales o zonas de cultivo (Eclesia et al., 2012). La biodiversidad
superior también mejora el funcionamiento de los ecosistemas y la resistencia a
perturbaciones como sequias y huracanes (Loreau et al., 2001). Los bosques sirven
como hábitats y corredores de migración de las especies, algunas traen beneficios
como la polinización de los cultivos (Kremen et al., 2007), mejorando la vida silvestre a
lo largo de los cursos de agua y la calidad del aire.

La fotografía 50A, muestra el estado de la ladera, unos días después de construidas


las obras de bioingeniería, localizadas en la vereda Pan de Azúcar, municipio de Pacho,
Cundinamarca; donde se observa el suelo sin capa vegetal, que con el tiempo se está
restaurando. 2 años y 5 meses (fotografía 50B). Dos años y once meses (fotografía 50C).

Fotografía 50.
Restauración ecológica y estabilidad
de laderas con obras de bioingeniería y
Nacedero (Trichanthera gigantea) y sucesión
natural de la vegetación. (A). Septiembre
de 2011. (B). Febrero de 2014. (C). Agosto
de 2014. Vereda Pan de Azúcar, municipio
Pacho, Cundinamarca. Fotografías: (A). Jhon
Alexis Serrato. (B). Luz Elena Franco García.
(C). Alejandra Osorio.

Manual Bioingeniería 83
Los procesos ecosistémicos restaurados con la bioingeniería, permiten la diversidad
de funciones entre las plantas, microorganismos, hongos y animales del suelo, que
producen la liberación y uso eficiente de nutrientes y control del agua. Más allá de la
vegetación, los componentes de los ecosistemas, incluyen los organismos del suelo,
dispersores, polinizadores y herbívoros (Walker & Shiels, 2013), que son nuevamente
atraídos con la restauración ecológica en las obras, como se observa en la fotografía 51.

Fotografía 51.
Sucesión natural de la vegetación en las obras de bioingeniería
y presencia de especies polinizadoras. Agosto de 2014, vereda
El Líbano, municipio La Calera, Cundinamarca. Fotografía:
Fernando Gustavo Ramírez Arias.

Los servicios ofrecidos por los ecosistemas son indispensables para la vida y dependen
de interacciones de gran complejidad que resultan alteradas por los seres humanos,
“la gestión de la naturaleza busca la integración de la sociedad humana con el
entorno natural, para el beneficio de ambos” (Mitsch & Jorgensen, 2004), lo cual se
logra mediante la aplicación de los principios de la bioingeniería, donde la inclusión,
participación y educación de la comunidad (fotografía 52), cumplen una función
importante.

84 Manual Bioingeniería
Fotografía 52.
Taller y conversatorio sobre Bioingeniería. Vereda El Líbano, municipio La
Calera. Cundinamarca. (Diciembre de 2014). Fotografía: Universidad de Caldas.

5.1 PAPEL DE LA VEGETACIÓN


EN EL CONTROL HIDROLÓGICO DEL SUELO

La vegetación ayuda a regular el control hidrológico del suelo, las raíces de los
árboles extraen grandes cantidades de agua por efecto de la evapotranspiración, una
función importante que favorece la estabilidad de las laderas, considerando que es
precisamente el agua, uno de los principales desencadenantes de los deslizamientos.
Según (Toll et al., 2011) aunque los eventos de precipitación están a menudo ligados
con la activación de los deslizamientos de tierra, es el cambio en la presión del agua en
el poro la causa que hace fallar los materiales.

Manual Bioingeniería 85
Según (Wu, 2015) la vegetación puede ser beneficiosa para la estabilidad de laderas de
varias maneras:

• Las hojas de las plantas amortiguan el impacto de las gotas de lluvia, reducen el área
de escorrentía y la susceptibilidad de la degradación del suelo y la zona de la erosión.
El dosel de las plantas proporciona una cubierta protectora contra la precipitación, la
copa de la planta tiene un impacto significativo en la cantidad de escorrentía superficial
y la infiltración de agua, que tiene incidencia significativa en la estabilidad de las laderas.

• La transpiración de la vegetación, tiene una amplia influencia en la presión de poros


y el contenido de agua del material. El contenido de agua en las proximidades de las
raíces a menudo se reduce, da lugar a una menor presión del agua en los poros y mayor
fuerza de succión.

Las raíces de las plantas que penetran el suelo, absorben agua y nutrientes, formando
un material fibroso, las raíces más fuertes proporcionan puntos de anclaje. El grado de
refuerzo depende principalmente de la arquitectura y la masa de las raíces.

En la figura 35, se observa el modelo de una ladera en un perfil de suelos arcillosos


con vegetación multistrata arbórea, arbustiva y herbácea, cuya presencia disminuye
la escorrentía e infiltración de agua en el suelo. La vegetación tiene raíces de hasta 5
metros de profundidad, que aumentan la cohesión aparente, al disminuir la presión de
poros por efecto de la evapotranspiración. La zona de raíces (RAR), refuerza el suelo
mejorando la estabilidad, favorece la fertilidad mediante la abundancia de materia
orgánica y microorganismos. La cobertura vegetal, también evita la erosión causada
por el viento y las precipitaciones.

En la figura 36, se observa el modelo de una ladera en un perfil de suelo arcilloso


sin presencia de vegetación, el suelo sin cobertura vegetal es fácilmente degradado
por factores climáticos. En periodos de lluvias, aumenta la escorrentía que a su vez
favorece el desprendimiento de las partículas del suelo (erosión), la pérdida de la
materia orgánica, de nutrientes y disminución de los microorganismos. La ausencia de
vegetación, aumenta la infiltración de agua en el suelo, produciendo la saturación y
aumento de la presión de poros en los materiales, que conduce a los deslizamientos.

86 Manual Bioingeniería
Manual Bioingeniería 87
88 Manual Bioingeniería
5.2 ARQUITECTURA DE LAS RAÍCES Y CONTRIBUCIÓN
MECÁNICA A LA RESISTENCIA DEL SUELO

La arquitectura de las raíces, es determinada por las condiciones del suelo y del clima de
cada región, que establecen diferencias morfológicas incluso para plantas de la misma
especie. En general, con respecto al tamaño, las raíces se clasifican como: raíces finas
entre (0,1 mm a 2,0 mm), raíces delgadas entre (2 mm a 10 mm), cuyas funciones son
tomar agua y nutrientes, y raíces gruesas (mayores de 10 mm) encargadas del anclaje
de la planta al suelo. Las fotografías 53 y 54, muestran raíces finas, delgadas y gruesas,
con diámetros entre 1 mm y 42 mm y una densidad de 13 raíces en 10 cm2. En cuanto
a la orientación, las raíces se clasifican como raíces horizontales y raíces verticales o
laterales.

Las raíces influencian la estabilidad de las laderas en dos formas esencialmente:


removiendo la humedad del suelo por efecto de la evapotranspiración y generando
cohesión por las raíces en el manto del suelo (Sidle & Ochiai, 2006).

Fotografía 53.
Arquitectura de raíces, con una profundidad de 2,30 m.
Vereda Alto Tablazo, municipio de Manizales, Caldas.
Fotografía: Alejandra Osorio.

Manual Bioingeniería 89
Según (Stokes et al., 2009) y (Wu, 2015) en las laderas, las raíces gruesas actúan como
clavos, reforzando el suelo de la misma manera que el hormigón está reforzado con
barras de acero y las raíces finas actúan en tensión durante la falla y si cruzan la superficie
de falla del deslizamiento, proporcionan una importante contribución a la estabilidad.

(Norris, et al., 2008) mencionan que para estabilizar mecánicamente una ladera, las
raíces de la vegetación deben atravesar la zona de cizalla que puede estar hasta 2
metros por debajo de la superficie del suelo.

Ahora bien, aunque Norris y otros autores referencian deslizamientos superficiales


y profundos, en la realidad se dan procesos de remoción en masa superficiales y
profundos y también procesos de remoción extensos, que pueden abarcar varias
hectáreas de tierra; y como se específica en el manual, la mayoría de los deslizamientos
son ocasionados por la saturación de los materiales del suelo; entonces, si hay un
manejo adecuado de las aguas desde la superficie hasta las zonas de infiltración, se
evitan los deslizamientos, bien sean, superficiales o profundos.

A
Fotografía 54.
Raíces finas y raíces gruesas
(A) Raíz fina de 2 mm de diámetro. (B).
Raíz gruesa de 42 mm de diámetro.
Fotografías: Alejandra Osorio.

90 Manual Bioingeniería
Según (Bischetti, Chiaradia & Basserelli, 2014) sólo las raíces menores de 3 mm de
diámetro se consideran, que son los que tienen la mayor resistencia a la tracción;
los valores a la resistencia de la tracción de las raíces puede variar desde 20 Mpa
hasta 730 MPa, en una gama de diámetros de 0,15 mm a 4,5 mm, este último valor
sorprendentemente alto, para la Haya (Fagus sylvatica).

(Rivera, 2008) referencia la resistencia promedio a la tensión de la especie Matarratón


(Gliricidia sepium) 249,366 MPa en una raíz de 1,05 mm de diámetro, la resistencia a la
tensión del Pasto grass, 210,65 MPa en una raíz de 0,63 mm de diámetro y la resistencia
a la tensión del Pasto (Hyparrhenia rufa) 98 MPa en una raíz de 0,49 mm de diámetro.

El aumento de la fuerza por las raíces de las plantas, es considerada como una cohesión
adicional que se introduce en el criterio de rotura de Mohr-Coulomb. La cohesión es
influenciada principalmente por dos factores, la relación media de la resistencia a la
tracción de la raíz y la raíz de zona, que es la proporción de área ocupada por las raíces
en un plano.

La fotografía 55, muestra el sistema radical de un Sauco (Sambucus nigra) con una
altura de 1,65 metros, sembrado en las obras de bioingeniería, municipio La Calera,
Cundinamarca.

Fotografía 55.
Arquitectura de la raíz de la especie
B forestal Sauco (Sambucus nigra). Edad
8 meses. (A). Morfología pivotante
o axinomorfa. (B). Raíz terciaria,
diámetro de 0,1 mm. Fotografías:
Alejandra Osorio.

Manual Bioingeniería 91
5.3 ESPECIES VEGETALES USADAS
PARA LA ESTABILIZACIÓN DE LADERAS

Las plantas usadas para estabilización de laderas, son seleccionadas de acuerdo a su


capacidad para restablecer y crecer en el entorno destino, que se define en términos
del clima, condiciones físicas, químicas y biológicas del suelo, las tasas de crecimiento
y de supervivencia de la especie, longevidad y dinámica de sucesión (Sidle et al., 2009).
Si no hay información al respecto, se recomienda, el uso de especies endémicas, que
tengan raíces pivotantes y fasciculadas.

Es fundamental, la siembra de vegetación mixta en las obras de bioingeniería, la siembra


de una sola especie es inadecuada porque existen diversos riesgos como la destrucción
generalizada por plagas y enfermedades, capacidad limitada para adaptarse a cambios
ambientales, posibilidad de aumentar la proliferación de especies invasoras que pueden
reducir la colonización de especies nativas y la sucesión (Walker et al., 2010).

Por el contrario, la siembra de la vegetación multistrata garantiza una mayor resistencia


al ataque de plagas, enfermedades y climas extremos, favorece la disminución de la
velocidad de las gotas de lluvia antes de impactar sobre el suelo. Además la variabilidad
de formas, diámetros, longitudes y densidades de las raíces, ayudan al anclaje y refuerzo
del suelo.

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca CAR, ha implementado el


uso de cuatro especies forestales en las obras de bioingeniería, por su rápida y fácil
propagación vegetativa (rebrote de yemas entre 45 días y 60 días), adaptación a un
rango amplio de latitudes y versatilidad de usos tanto en sistemas agroforestales
o silvopastoriles, mejoramiento de los suelos, control de la erosión, escorrentía,
estabilidad y restauración ecológica de las laderas.

5.3.1 Matarratón - Gliricidia sepium.

Leguminosa forrajera arbórea (fotografía 56), crece desde el nivel del mar hasta 1600
m, tolera una amplia gama de suelos, su altura oscila entre 10 metros y 15 metros.
“Para garantizar mayor cantidad de rebrotes y porcentaje de supervivencia, las estacas
sembradas deben tener un diámetro entre 2,6 cm y 5,5 cm” (Razz, Tyrone & Rosa,
2002).

92 Manual Bioingeniería
Fotografía 56.
Restauración ecológica y estabilidad de laderas con obras de
bioingeniería y Matarratón (Gliricidia sepium) de tres años y cinco
meses de edad. Vereda el Tigre, municipio San Javier (diciembre
de 2014). Fotografía: Luz Elena Franco García.

5.3.2 Sauce -
Salix humboldtiana.

Árbol que puede medir


hasta de 25 metros de altura
(fotografía 57), se desarrolla
mejor en suelos húmedos,
tolera inundaciones periódicas,
crece entre los 500 metros y
2800 metros. Se recomienda
usar estacas provenientes de
ramas jóvenes y rectas con una
longitud de 10 cm a 30 cm y 1
cm a 2 cm de diámetro, con dos
o más nudos. Se deben cortar
Fotografía 57.
los entrenudos termínales más Sauce (Salix humboldtiana), municipio de Suesca,
lignificados. Cundinamarca. Fotografía: Alejandra Osorio.

Manual Bioingeniería 93
5.3.3 Nacedero - Trichanthera gigantea.

Árbol mediano con una altura de 4 metros hasta 12 metros (fotografía 58), crece entre
el nivel del mar y 2300 metros. Según (Jaramillo & Rivera, 1991) “las características
de la estaca más favorables para propagar esta especie son: Longitud 0,2 metros,
diámetro: 2,2 cm y 2,8 cm, con 3 nudos, observándose que si el corte de la parte que va
a ser enterrada, se hace debajo del
nudo hay una mayor proliferación
de raíces”.

Fotografía 58.
Restauración ecológica con obras
de bioingeniería y Nacedero
(Trichanthera gigantea), vereda
Pan de Azúcar, municipio de
Pacho, Cundinamarca. Febrero
de 2014. Fotografía: Alejandra
Osorio

5.3.4 Sauco - Sambucus nigra.

Especie arbustiva con una altura entre 4 metros y 6 metros (fotografía 59), “existen va-
riedades adaptadas desde el nivel del mar hasta 3.000 metros” (CORPOICA, 2006). En
la selección de estacas es importante considerar el buen estado físico y sanitario de la
planta madre y la presencia de
yemas en las estacas, ya que
su ausencia afecta el proceso
de enraizamiento.

Fotografía 59.
Restauración ecológica con
obras de bioingeniería y Sauco
(Sambucus nigra), vereda El
Líbano, municipio La Calera.
Mayo de 2015. Fotografía:
Alejandra Osorio.

94 Manual Bioingeniería
5.4 RECOMENDACIONES PARA LA SIEMBRA

Para propiciar el rebrote de las


estacas, se recomienda sembrar
cerca al periodo de lluvias,
siguiendo las curvas de nivel de
la pendiente. La distancia entre
estacas entre 0,20 m y 1,50 m,
dependiendo del lugar y la obra
(fotografía 60).

Es importante proteger el área


en recuperación y las especies
forestales sembradas en las obras,
cercando para impedir el pastoreo.

En épocas de sequía, se
recomienda hacer riego.
Fotografía 60.
Siembra de estacas de Nacedero (Trichanthera
gigantea), sobre un filtro vivo. Diciembre de
2014, vereda Tolú Bajo, municipio La Mesa,
Cundinamarca.

Figura 37

Protección del área en las obras de bioingeniería para evitar el pastoreo.

Manual Bioingeniería 95
5.5 RESTAURACIÓN DE LA COBERTURA
VEGETAL EN LAS OBRAS DE BIOINGENIERÍA

En los sistemas de drenaje con filtros vivos y trinchos vivos escalonados y en vertedero,
se recomienda el revestimiento vegetal con la siembra de especies forestales que con el
tiempo, se pueden convertir en un bosque de galería, que realizará las funciones de las
obras tanto en el manejo del agua de escorrentía e infiltración como en la estabilización
de las laderas.

5.5.1 FILTROS VIVOS O BIOFILTROS

En la fotografía 61A, se observa un filtro con estacas de Nacedero (Trichanthera


gigantea), sembradas en diciembre de 2014, cinco meses después, en mayo de 2015
(fotografía 61B) se observan Nacederos con alturas entre 0,7 metros y 0,9 metros.

Fotografía 61.
(A). Filtro vivo en funcionamiento, con estacas
de Nacedero (Trichanthera gigantea), sin rebrote
A (diciembre de 2014). (B). Filtros vivos con Nacedero
de 0,9 m de altura (mayo de 2015). Vereda Tolú
Bajo, municipio La Mesa, Cundinamarca. Fotografías:
Alejandra Osorio.

96 Manual Bioingeniería
Las fotografías 62A y 62B, muestran
dos filtros vivos drenando agua
durante el periodo de lluvias.

Fotografía 62.
(A). Funcionamiento de filtros vivos con Sauco
(Sambucus nigra). Vereda El Líbano, municipio
La Calera, Cundinamarca. (B). Funcionamiento
de un filtro vivo con Nacedero (Trichanthera
gigantea), vereda Tolú Bajo, municipio La Mesa,
Cundinamarca. Fotografías: Alejandra Osorio.

5.5.2 TRINCHOS VIVOS

Son estructuras biomecánicas que disipan la energía cinética del agua y controlan el
arrastre de partículas (Rivera, 2008). En la fotografía 63A, se observa la vista panorámica
de la obra construida en la vereda El Líbano, municipio La Calera, en la fotografía 63B,
se observan trinchos vivos en la parte alta, con Sauco (Sambucus nigra) con una altura
entre 0,5 metros y 0,7 metros. En la fotografía 63C, se observan trinchos vivos en la
parte baja, sembrados con Sauco y la fotografía 63D, muestra Saucos con 2,10 metros
de altura.

Manual Bioingeniería 97
A

Fotografía 63.
Trinchos vivos con Sauco (Sambucus
nigra), sembrado en las obras de
bioingeniería. (A). Vista panorámica de la
obra. Agosto de 2014. (B y C). Trinchos
vivos con Saucos de 0,7 metros de
altura. Febrero de 2014. (D). Saucos con
2,1 metros de altura. Diciembre de 2014.
Fotografías: Alejandra Osorio.
B

C C

98 Manual Bioingeniería
La fotografía 64, muestra trinchos vivos construidos con Guadua (Guadua angustifolia)
sobre la corona de un deslizamiento ocurrido en la vereda El Triunfo, municipio La
Calera, Cundinamarca. En los trinchos fueron sembrados Saucos (Sambucus nigra).
La fotografía 64C, muestra el estado de la ladera, recién construidas las obras. En la
fotografía 64D, se observa la restauración ecológica de la ladera a través del tiempo (3
años y 4 meses).

A B

Fotografía 64.
(A y B). Trinchos vivos con Sauco (Sambucus nigra), con una altura entre 0,5 m y 0,7 m. (C).
Vista panorámica de la construcción de las obras de bioingeniería. Abril de 2011. (D). Vista
panorámica de la restauración ecológica. Agosto de 2014. Fotografías: (A). Alejandra Osorio.
(B y D) Fernando de Jesús Sánchez Zapata. (C). Jhon Alexis Serrato.

C D

Manual Bioingeniería 99
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