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REPRODUCCIÓN ASISTIDA O FECUNDACIÓN ARTIFICIAL

La reproducción asistida o fecundación artificial es el conjunto de técnicas o métodos


biomédicos que facilitan o sustituyen a los procesos naturales que se dan durante
la reproducción.

1. Historia de la reproducción asistida


Hasta casi el final del siglo XX, las personas con problemas de fertilidad debían resignarse o
acudir a la adopción si deseaban formar una familia.
A partir de 1978 todo esto cambió con el nacimiento de Louise Brown, la primera «niña
probeta», y las personas estériles vieron en la reproducción asistida la solución a sus
problemas de fertilidad.
La técnica que permitió este primer nacimiento fue la FIV. Se extrajo un óvulo de la paciente y
se realizó la unión con el espermatozoide en una placa en el laboratorio. El embrión fecundado
se dividió hasta cuatro células y se volvió a implantar en la madre.

2. Metodos
La reproducción asistida puede ser llevada a cabo empleando diferentes técnicas y la más
adecuada a emplear en cada caso, dependerá de las circunstancias y problemas particulares
de cada pareja. Sin embargo la secuencia de técnicas a emplear, de menos a más compleja e
invasiva, es la siguiente: coitos programados, inseminación artificial y fecundación in
vitro/transferencia de embriones.

Coitos programados: Está indicado en parejas muy jóvenes (menores de 35 años), que lleven
poco tiempo intentando quedar embarazada (menos de 6 meses), presenten poca ansiedad y
la causa de la esterilidad sea de origen desconocido ya que todas las pruebas básicas a las
que han sido sometidos han dado resultados normales. Al paciente se le puede mantener su
ciclo natural (no es sometido a estimulación) o ser inducida la ovulación de forma controlada.
Ciclo natural: Está indicado en parejas con alergia a medicamentos o convicciones éticas o
religiosas que les llevan a rechazar cualquier otra técnica de reproducción asistida que no sea
natural. En esta técnica la paciente no recibe ningún tipo de medicación, sino que simplemente
se controla el crecimiento del folículo dominante. El momento de las relaciones sexuales viene
determinado por el pico de LH, que ocurre 24 horas antes de la ovulación espontánea. Debe
ser monitorizada desde el noveno día después de la regla, para ello existe un kit de orina muy
sencillo y cómodo de usar para la paciente.
Inducción de la ovulación: Para evitar el seguimiento del peak endógeno de LH necesario en
la técnica anterior, los médicos se adelantan con la administración intravenosa de 5000 UI de
hCG en el momento en que se constata mediante ecografía la existencia de un folículo maduro
ovulatorio. Tras la administración de 5000 y 10000 UI hCG, el folículo ovulará entre 37 y 38
horas más tarde. La hCG y la LH son hormonas muy similares ya que provocan y mantienen la
luteinización. La hCG se elimina más lentamente y su actividad biológica es mayor (se requiere
menos unidades). La LH produce menos complicaciones (síndrome de hiperestimulación, SHO)
pero la presentación comercial impide usar miles de UI (15 y 30000 UI). Esta técnica permite
un mayor control sobre el momento de la ovulación, lo que permite programar el coito (0 y 48
horas), la inseminación (24 y 48 horas) o la aspiración folicular (por las mañanas 36 horas
después). De esta forma se facilita la planificación de la clínica y sobre todo del laboratorio FIV.
Inseminación artificial:La inseminación artificial permite que la fecundación se realice de
forma natural. Al introducir el espermatozoide en el útero, éste debe buscar su camino hacia el
óvulo maduro e insertarse por su propia cuenta,tal como ocurría en un embarazo tradicional. La
gran diferencia y ventaja de la inseminación artificial es que el recorrido del espermatozoide es
más corto y menos riesgoso. Introducción médica del semen o esperma en la vagina de la
mujer con la finalidad de conseguir una gestación. Esta vía recibe el nombre de 'inseminación
artificial'. Normalmente, con esta técnica, de cada 100 ciclos de inseminación 13 resultan en
gestación, y de cada 100 parejas que completan 4 ciclos, 60 consiguen gestación. De todos los
embarazos conseguidos, un 15-20% son gemelares y otro 15% se malogran. Para poder
someterse a un ciclo de inseminación artificial se han de cumplir una serie de requisitos: las
trompas de Falopio han de ser permeables, el semen ha de ser de buena calidad, y se han de
considerar otros factores como la edad de la mujer, el tiempo de esterilidad y los ciclos de
inseminaciones anteriores para decidir si es conveniente realizar un nuevo ciclo de
inseminación artificial o por el contrario sería más recomendable someterse a otra técnica más
compleja como la fecundación in vitro y transferencia de embriones, la cual ofrecería más
garantías de éxito. Se distinguen dos situaciones según el origen del semen:

 Inseminación artificial homóloga o conyugal (IAH): el semen procede de la pareja. Se lleva


a cabo la inseminación de manera artificial cuando hay alguna dificultad para que se
deposite el esperma en la vagina de la mujer de manera natural (el coito), por ejemplo
debido a problemas de eyaculación precoz, vaginismo, impotencia o eyaculación
retrógrada. También puede recurrirse al IAH cuando la mujer presente malformaciones
uterinas, un moco cervical demasiado espeso, disfunciones ovulatorias, etc. O
simplemente cuando la causa de esterilidad en la pareja sea desconocida (34% de los
casos).
 Inseminación artificial con donante (IAD): el semen proviene de un donante anónimo. Se
recurre a un banco de semen cuando el integrante masculino de una pareja heterosexual
presenta azoospermia, una enfermedad genética hereditaria o una enfermedad de
transmisión sexual, cuando se trata de una pareja de lesbianas o la paciente es una mujer
sin pareja y cuando ya ha fallado la técnica ICSI, ya sea por fallo de fecundación o por
mala calidad de los embriones (genética o morfológica). Con esta técnica sólo se precisa
un espermatozoide por un óvulo, mientras que sin ICSI son necesarios entre 50.000 y
100.000.
La inseminación artificial consta de tres fases:

 Estimulación hormonal del ovario, para aumentar el número de ovocitos maduros.


 Preparación del semen, seleccionando y concentrando los espermatozoides móviles.
 Inseminación de la mujer, que se realiza en una consulta.
Fecundación in vitro (FIV)
Extracción del ovocito femenino para fecundarlo fuera del organismo de la mujer con
espermatozoides obtenidos previamente del hombre. Tras la fecundación, el embrión es
implantado en el cuerpo de la mujer. Esta vía recibe el nombre de fecundación in vitro (FIV). La
FIV consta de seis fases:

 estimulación del ovario con hormonas.


 extracción de ovocitos; en el caso de infertilidad femenina, se puede recurrir a la donación
de ovocitos.
 inseminación de los mismos, que puede producirse:
 de forma clásica, poniendo juntos los ovocitos y los espermatozoides previamente
seleccionados y tratados.
 mediante inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) en el caso de que
los gametos masculinos presenten problemas de movilidad.
 cultivo in vitro del embrión; durante el periodo de cultivo el embrión pasa por diferentes
estados de desarrollo. Habitualmente los embriones permanecen en cultivo un total de tres
días. En algunas ocasiones, es conveniente prolongar el cultivo de los embriones en el
laboratorio hasta el estadio llamado de blastocisto (~6 días).
 transferencia embrionaria; se puede realizar bien en el útero o en las trompas y tiene lugar
por vía transcervical, sin anestesia. Las tasas de embarazo con FIV e ICSI están alrededor
del 50%, siendo superiores al 60% en el caso de donación de ovocitos. Hoy en día, gracias
a la utilización de los incubadores cinematográficos como EmbryoScope [1], las
posibilidades de éxito en técnicas de reproducción asistida son un 20% mayores.
 congelación y descongelación de embriones en su caso; una vez que se ha transferido el
número de embriones adecuado para cada caso, los embriones viables sobrantes se
someten a un proceso de congelación, lo que permite conservarlos durante un tiempo. De
esta forma, estos embriones están disponibles en el momento en que sean requeridos por
la pareja. Las tasas de éxito con transferencia de embriones congelados son similares al
resto de los tratamientos, superando el 40%, sin aumento del riesgo de aborto o
malformaciones.
Cada vez son más las parejas homosexuales femeninas que se someten a una fecundación in
vitro, mediante el llamado método ROPA (Recepción de Ovocitos de la Pareja). De este modo,
un miembro de la pareja puede gestar con el ovocito de su compañera y el espermatozoide de
un donante de semen anónimo. Así, la maternidad es compartida, ya que el tratamiento se
comparte entre la pareja. Una de las mujeres se estimula y cede sus ovocitos para el
embarazo, mientras que la otra, se somete a la transferencia y hace frente a la gestación y el
parto. En la actualidad la reproducción asistida (in útero o in vitro) es una práctica muy común,
aunque dependiendo de los centros, los resultados pueden cambiar.
Gestación subrogada
La gestación subrogada o subrogación gestacional (también conocida como gestación en
«vientre de alquiler») es una técnica de reproducción asistida en la que una mujer acepta
gestar y dar a luz al hijo de otra pareja o persona soltera. Normalmente la gestante no tiene un
vínculo genético con el niño que dará a luz, ya que este es fruto de una fecundación in vitro.
Los padres pueden aportar el propio material genético (óvulo y esperma) o en su defecto se
recurre a un donante de óvulos y/o esperma. En España cualquier contrato de gestación por
sustitución se considera nulo por ley. 1 Sin embargo, en países como por ejemplo Estados
Unidos, Canadá, Ucrania, México, existe una legislación que regula esta técnica de
reproducción asistida.

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