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La Visión de la Comunicación desde la perspectiva del Siglo XXI

Mónica Herrera C.

Hay 2 hechos que resaltar para entender en la actualidad esto de la Comunicación


Humana:

• Lo primero es que ella es esencialmente simbólica, es decir no es tangible, no la


podemos tocar. Es un proceso que ocurre en el imaginario de las personas. Y el
imaginario es un escenario lábil, cambiante, no del todo previsible y conocido.

• lo segundo es que en la actualidad en la definición de Comunicación se incluyen


todos los procesos a través de los cuales las personas se relacionan e influyen
recíprocamente: incluidas acciones, no acciones, sucesos, objetos y mensajes. Esta
definición está basada en que todos esos procesos son percibidos
significativamente.

De lo anterior se derivan implicancias importantes tales como


-que en la comunicación humana no es dable separar forma de contenido, ya que ambos
están unidos como en un tejido o malla de tapiz. Por eso es cierto aquello de “cómo digo,
lo que digo es lo que digo.” El tono de voz dulce, tierno puede lograr que un “no seas
tonto” sea un apelativo cariñoso.

- que no podemos separar en la comunicación humana el proceso del resultado. El


proceso es el resultado. Muchas veces cambiando el proceso o forma de comunicación,
por ejemplo en una organización laboral, cambia a la comunicación misma.

Y por último, como tanto lo que se expresa como lo que se calla tiene significado para el
que escucha, así como lo que se hace o deja de hacer…es imposible no comunicar.
Estos principios adquieren relevancia con el uso masivo de las TICS: tecnologías de la
comunicación.

Las tecnologías digitales cambian a las personas: cambian su cerebro y por lo tanto su
manera de percibir el mundo, a sí mismos y a los demás. Esto, por lo general los
educadores no lo consideran, y proyectan sus clases a un alumno nativo del mundo
digital como si fuera un no nativo, creyendo que sus alumnos de hoy son como eran
ellos a su edad.

En la actualidad se define “comunicar” como “el complejo proceso a través del cual se
crean comunidades humanas en los que emergen los espacios de desarrollo mental,
afectivo, espiritual y corporal de cada persona” (Tolosa 2008)

Con el uso de las tecnologías digitales lo que ocurre es que su uso, al modificar nuestro
cerebro, modifica también la manera de percibir y estar en el mundo y establece ciertos
espacios de distinciones. Así, como señala Tolosa, “tal como no es lo mismo estar, vivir
y mirar el mundo desde el español, turco, árabe o inglés, tampoco es lo mismo ser nativo
en las tecnologías digitales que ser inmigrante, o usuario de mail, twitter o wikies.
Se definen “comunidades” como un grupo de dos o más personas que, comunicándose
han desarrollado un pensar, un sentir y un hacer en su mundo. Las comunidades pueden
ser una pareja, una familia, una profesión, una empresa, una universidad, un gobierno o
un país.

Lo importante es que cada comunidad comunicándose configura una representación, un


sentido común, una comprensión de las cosas, una emoción, ciertos valores, normas,
prejuicios, estilos, conductas y rituales que las hacen diferentes y particulares,
reconocibles por sus propios miembros y por otros. Y eso es lo que está ocurriendo con
quienes se comunican a través de las redes sociales: están configurando una
comunicación rápida, e instantánea que – en mi opinión configura un tipo de relaciones
muy superficiales y desechables: un clic hace posible que elimines ese contacto en
Twitter o en Facebook, sin mayores problemas y sin tener que dar explicaciones.

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