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X~W
Todo lo que sigue girará en torno a esta idea. Cómo discurre en Marx, su actualidad o
cómo discurre en la realidad y, finalmente, cómo ha sido malentendida o no asumida por
el obrerismo italiano desde Rainaro Panzieri hasta Imperio de Negri y Hardt.
Si bien nos fijamos, el aforismo que nos ocupa contiene la idea del desarrollo total de la
sociedad burguesa y la precisión acerca de la forma de su revoluncionamiento. Por eso
es que pudo promover en el texto de Marx una larga exposición (casi todo el tercer
manuscrito) que podemos considerar como un comentario en siete pasos sobre dicho
aforismo.
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1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Prólogo
Excurso Excurso II
I
1. 2. 3. 4. 5. 7. 6. Prólogo
Propiedad P r i v a d a y C o m u n i s m o NPDT El Dinero CDFHG
Sin embargo, esos siete pasos son simplemente la explanación del hecho de que
“la superación de la autoenajenación hace el mismo camino que la autoenajenación”.
Aforismo que contiene toda una nueva racionalidad superadora de la burguesa y, aún, de
la de Hegel basada en la dialéctica de la sociedad burguesa, o de la autoenajenación,
siendo este su horizonte; mientras que la de Marx se basa en la dialéctica de la lucha del
proletariado, la de la superación de la autoenajenación, esto es, se basa en la
superación de la sociedad burguesa. Por eso, la tesis X ad. Ludwing Feuerbach siendo
válida su aplicación también para el idealismo hegeliano ⎯con base en lo expuesto por
la tesis I iii ⎯ la tesis X informa puntualmente que “El horizonte del viejo materialismo es
la sociedad civil o burguesa; mientras que el del nuevo [el de Marx] la sociedad humana
o la humanidad socializada”
Resalta el que en el aforismo que nos ocupa Marx diga autoenajenación por decir
capital. Pero es que así va al fondo del problema en vista de resolver la pregunta
implícita ⎯que hemos restablecido y⎯ que conecta el primer párrafo de propiedad
privada y comunismo (excurso I) si, conecta ese párrafo cuyo final habla de la “relación
energética que impulsa a su disolución” ⎯que eso es el capitalismo, la relación
capitalismo, la relación capital-trabajo⎯ si, esta idea, este qué es conectado por una
pregunta implícita con la exposición del modo en que se supera la contradictoria
relación capitalismo. Y bien, el capital ha sido producido todo él por el trabajador y ha
quedado en manos ajenas a éste, en propiedad del burgués. El obrero ha desplegado,
pues, un trabajo enajenado, nos dijo Marx al final del primer manuscrito v . Y él, el
trabajador, es por su parte el sujeto de ese trabajo; así que con la actividad del obrero
se trata de una autoenajenación (Selbstentfremdung) la cual resulta en un producto
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Debo señalar que pormenorizo en estas ideas no sólo porque los obreristas
italianos al rescatar a la clase obrera como sujeto histórico ⎯lo que constituye un
progreso para el análisis histórico del capitalismo⎯ retoman esta idea de Marx pero
sin todo lo que involucra y la sostiene, así que construyen un despropósito, se
autoenajenan, digamos, y obligan a criticarlos para superar esa enajenación de la
conciencia comunista. Pero pormenorizo no sólo para comentar o discutir ese
despropósito sino, sobre todo, porque al pormenorizar restablezco directamente la
coherencia de la conciencia comunista acerca de su propia praxis. Y bien, me mueve
la fascinación de ese aforismo de formulación luminosa tan concentrada y rica. Cuya
fuerza impulsa a que se la libere para que vitalice a todos.
Mario Tronti ix (y Sergio Bologna) x establecieron una idea fundamental del obrerismo
italiano: que la organización de la clase obrera dependía cada vez más de la
composición de la clase. Esto es, cuando los trabajadores no son calificados les
corresponde una forma de organización diversa que cuando lo son etcétera. Idea que
constituye un aspecto de la más general de Marx y que venimos comentando: “la
superación de la autoenajenación ⎯ aquí la forma de organización⎯ hace el camino
(o depende) de la autoenajenación misma” ⎯aquí la composición de clase⎯. Pero
Mario Tronti añade un corolario equivocado. Pues ⎯según él la anterior idea implica
convalidar las formas previas de organización que ha mostrado la clase (el
sindicalismo, la socialdemocracia, y el leninismo etcétera) a la vez que obliga a
criticarlas hoy como ya obsoletas. Ambos aspectos establecen para él la
especificidad histórica de esas formas de organización. Dimensión efectivamente
decisiva a establecer. Pero se trata por un lado, de una especificidad formal y
burocrática porque no incluye azar en la historia; y, de otro lado, es una
pseudoespecificidad por ser doblemente oportunista: tanto porque convalida para el
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Tanto en Hegel como en Tronti hay sólo una pseudohistoria ⎯en Tronti del
desarrollo capitalista⎯ en la que se escenifica el decurso necesario de las formas del
espíritu en Hegel y de las de organización de la clase obrera en Tronti.
El caso personal de este es aleccionador porque a mediados de los sesentas del siglo
XX sale del Partido Comunista Italiano para formar parte de la izquierda
extraparlamentaria, precisamente en el tiempo en que lleva a cabo las reflexiones
antecedentes, pero para volver al Partido Comunista Italiano en 1970 ¿cuál es el
verdadero Tronti? ¿El del Partido Comunista Italiano o el extraparlamentario
enfrentado virulentamente con ese partido? Ninguno de por si sino los dos; porque,
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(Tronti dixit) xii ; pero es auténtico en tanto sometido o bien, no obstante encontrarse en
una relación de sometimiento es posible descubrir su autenticidad. Sin embargo los
obreristas parecen olvidar esta relación. Pero un sujeto así ⎯sin relación real con la
objetividad que produce⎯ es una mera fantasía, un sujeto meramente ideal aunque los
autonomistas italianos lo quieran material y colectivo como clase obrera autónoma.
Cierto que la clase obrera es el único sujeto auténtico de la sociedad burguesa pues
produce la totalidad de la riqueza del modo de producción capitalista; pero es un sujeto
materialmente determinado. Lo que para el caso significa que no sólo está atado a su
elección tal y como Sartre xiii habla de la conciencia libre (pero obligada a elegir).
Además está atado a sus actos materiales y a los productos materiales de los mismos, a
la riqueza burguesa que produce. Y aún está atado a los actos materiales de los otros
hombres ⎯de cada obrero singular y del capitalista⎯ que responden a aquellos actos y a
la riqueza burguesa producida por ellos. Y está determinado por los actos de los otros,
así sea que esos otros ⎯es decir, del capitalista y de su ejército antiobrero ideológico y
práctico material⎯ hayan sido suscitados precisamente por la existencia material de la
riqueza producida por la clase obrera. Único sujeto auténtico de la relación capitalismo
pero sometido al capital. Por lo que la clase obrera como sujeto autónomo sólo puede
ser un resultado histórico del despliegue de esa misma clase, no una premisa o un a
priori como sucede en el discurso de los obreristas autonomistas italianos. xiv Veamos
algunos de sus planteamientos decisivos: expuestos en publicaciones tales como
cuaderni rossi (1960-1966 clase operaia (1964-1967) laboro zero (1975) contropianno
(1967-1972) primo maggio (1973 en adelante) y cuaderni del territorio (1976 en
adelante)
inherente a los obreros sino importada de fuera en tanto hecha por intelectuales no
obreros; combatiendo contra esta idea zafaron ⎯sin percatarse⎯ a la clase obrera de su
condición sometida al capital; sobre todo cuando se ocuparon del estadio de la lucha de
clases de la clase trabajadora; donde quisieron ver que esta no había sido mera víctima
y que no propone sino que sólo reacciona y defiende sus intereses sólo ante el ataque
del capital.
Por lo que no quisieron restringirse a considerar con Marx que el poder de los
trabajadores para derrotar finalmente al capital depende de su lucha cotidiana ⎯esa a
la que están forzados⎯, la cual obliga al capital cada vez a reorganizarse para
contrarrestarla. Es decir que, según Marx es una víctima activa y que se autoenajena,
pues al provocar la reorganización del capital produce su propio sometimiento en forma
más desarrollada. Mientras que los obreristas captaron triunfalista y voluntaristamente
el efecto producido necesariamente por las luchas obreras ⎯la reorganización del
capital⎯ y la captaron como proviniendo de ninguna acción reactiva de los obreros
contra el capital sino por una básica acción libre y trascendente de éstos.
Es decir, que no captaron que también la trascendencia debe ser producida por la
clase obrera; es decir, que ésta debe probar con hechos que ha logrado producirla en
lugar de partir de ella como de premisa siempre ya dada.
Pues allí tenemos “el motor realmente eficiente que conduce el desarrollo
capitalista desde su núcleo más profundo”: los movimientos y luchas del proletariado
...” xviii Postura acorde con la de Marx sobre la praxis humana y proletaria en
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particular. xix Pero HN le dan aún el siguiente sesgo: “la historia posee una lógica sólo
cuando la subjetividad la dirige, sólo cuando (como decía Nietzsche) la emergencia de la
subjetividad reconfigura causas eficientes y causas finales en el desarrollo de la
historia”. xx Esta misma idea Marx la matiza así: “los hombres hacen la historia pero en
condiciones determinadas independientes de su voluntad” pero HN recurren a Nietzsche
precisamente, para deshacerse de esas condiciones determinadas independientes de la
voluntad de los actores.
Pero, además de por las premisas, se puede criticar la tesis de HN asintiendo con
su formulación resultante pero añadiendo: si, claro que ese es el alto papel de la
subjetividad, “de los movimientos y luchas del proletariado” pero sólo en tanto los
consideramos como sometidos bajo el capital, con base en la sf y sr pti/k. xxi
Antonio Negri fue leninista así que el subjetivismo y voluntarismo del partido
revolucionario de Lenin fue su punto de arranque; pero desde mediados de los sesenta
del siglo xx criticó esta postura a favor, sin embargo de otro subjetivismo: sin
“maduración o aprendizaje revolucionario de la clase obrera” que la lleva de ser clase
en si a ser clase para sí; paso que Lenin resolvía en la relación de la clase con el partido.
No es este el caso de Negri y Hardt para los cuales la constitución del sujeto no depende
de esta conquista sino que sus condiciones para la liberación están siempre dadas a
priori. xxii
“De ahí que cuando los autores de imperio se enfrentan con la situación de
comienzos de los ochenta y la mayor parte de los noventa donde se consolida el auge
neoliberal, donde el sujeto real se encuentra fragmentado y en retirada, lejos de las
“llamas constituyentes” de los años setenta su matriz teórica se vuelve absolutamente
incapaz de explicar la realidad”. xxiii Por aquí, llegan a la sorprendente y fantástica tesis
de que la hegemonía de EU está realmente sostenida por el poder antagónico del
proletariado de EU”. xxiv Y aunque en Europa la representación sindical y partidaria de los
trabajadores es reformista y sometida a la burguesía, constituye un “sinsentido” lo que
hacen HN: “celebrar la debilidad de la organización sindical y la ausencia de la más
mínima representación de clase en el sistema político bipartidista norteamericano como
una muestra de fortaleza...”. xxv
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Así que se le enfrentaron y, aún, al PC; pero en un nivel básico quedaron presos
de las premisas voluntaristas del stalinismo contra cuyos efectos se alzaron contra la
intención antiestalinista de los obreristas italianos cuya grave paradoja consiste en
situar al sujeto en el centro pero denegándolo ¿cómo? Pues al exaltar su autenticidad
como autonomía olvidan su sometimiento así que lo que el obrero hace como sometido
creen que lo hace por liberado así que el camino de la liberación auténtica de éste se les
escapa de las manos. Su voluntarismo libertario los esclaviza correlativamente al
voluntarismo burocrático estalinista contra el que se alzaron.
En realidad, la fábula del sujeto puro ⎯ya vimos como Tronti la repitió a lo
Hegel⎯ no la aprehendieron en Marx. Las cátedras de esa materia las imparte el
capitalismo, pues el valor que se valoriza es esa ígnea pureza que devora a todo valor de
uso para acrecerse, sobre todo, al de la fuerza de trabajo y, aún, al de la fuerza
revolucionaria del proletariado mientras puede. Y bien, esto que ha sucedido
históricamente por siglos Hardt y Negri lo vuelven a escenificar imbuyendo al imperio
con esa fuerza, al tiempo en que figuran falazmente la acción histórica de la clase
obrera enajenada al capital tanto laboral como políticamente. Si, ⎯creyendo hacerle un
favor⎯ han figurado falazmente a la clase obrera de carne y hueso a imagen y
semejanza del valor que se valoriza en toda su libre pureza. Mientras que la clase obrera
cargada de materialidad, miseria, contrafinalidad y sometimiento redoblado se aliena y
se realiena cada vez. Pues hasta que no se sube la cuesta y se llega realmente a la
cumbre no se ve el valle del otro lado ni menos se desciende la cuesta. Pero eso sí, hay
que decirles a HN que la clase obrera alienada y que se realiena es el único sujeto
auténtico, mientras que el capital sólo pseudosujeto. Y ellos lo han escogido a él para
encapuchárselo a la clase obrera para que ésta se vea mejor, para que la jeta de pobre
de esta no se mire; así que en medio de su alienación y reenajenación le reexpropian la
capacidad (subjetiva) y la posibilidad (objetiva) de llegar a liberarse realmente (no sólo
en la fantasía). No obstante que en esto ⎯y únicamente en esto⎯ consiste el hecho de
que la clase obrera es el único sujeto auténtico aunque se encuentre alienado y su
alienación sea un proceso histórico precisamente.
Pero no se crea que salimos del atolladero si le damos todo al objeto, al capital y
a sus contradicciones, sepultando al sujeto bajo sus propias cadenas y pasando a
desconocerlo como sujeto ⎯ya Louis Althusser de la mano de Heidegger lo hizo⎯; o
simplemente siendo indiferente a él como en el objetivismo de Giovanni Arrighi en su
Largo siglo XX donde el capital se derrumba en el siglo XXI por arte de magia de un ciclo
sistémico de acumulación; pero tampoco se resuelve el problema tratando a la clase
obrera como sujeto pero como sujeto pelele que sólo el partido sabe como guiar, según
fue la práctica staliniana y antes la socialdemocrática (y, en medio, la de Lenin
esforzándose en zafarse de la trampa sin lograrlo). El objetivismo sepulta a la revolución
de entrada y el subjetivismo la exalta de entrada para sepultarla resultantemente, como
lo ilustra Imperio de HN.
Con un solo factor unilateralizado se está preso tanto como con otro. Y con dos
factores combinados en paralelo también pues que ya uno unilaterizado remite de todos
modos implícitamente al otro; así que queriendo zafarse del error de Negri se recae en
él o en el de Arrighi, y queriendo salvar el de Althusser o el del PCI se recae en ellos
como le sucedió a Negri teóricamente. xxxii Tal es el círculo dialéctico de la enajenación.
aquella causó en el movimiento socialista. Por eso diseñó su discurso crítico comunista
precisamente para resolver el enigma, cuando también otros lo intentaron sin lograrlo.
Él pudo diseñar la CEP precisamente de acuerdo con la clave descubierta a tal fin. Y aún
la expuso ⎯casi dialogadamente como preguntas y respuestas⎯ en La sagrada familia o
Crítica de la crítica crítica de Bruno Bauer y Consortes. Lo cito: “Proletariado y riqueza
son términos antagónicos. Forman, en cuanto tales, un todo. Ambas son modalidades del
mundo de la propiedad privada. De lo que se trata es de la posición determinada que
una y otra ocupan en la antítesis. No basta con decir que se trata de los dos lados de un
todo.
Karl Marx expone en el Tomo I (secc. IV) de El capital los hitos de este proceso
contradictorio a trav´s del que ocurre una modernización creciente del proceso de
trabajo, desde su figura artesanal heredada por el capital hasta la maquinaria gran
industrial en desarrollo. Así que el paso de explotación del plusvalor absoluto a la del
plusvalor relativo y luego, la creciente explotación de este ocurre por medio de la lucha
de clases. El paso de la sfpti/k en la que se explota plusvalor absoluto a la SRPTI/K ⎯en
la que se explota plusvalor relativo⎯ ocurre sólo en segundo lugar como resultado de la
competencia entre los capitales (o contradicción capital-capital) por obtener
plusgancias, xxxiv pero es, en primer lugar, resultado de la contradicción capital-trabajo
en la que la lucha política de la clase obrera contra el capital obliga a éste a desarrollar
la tecnología como reducto final mediante el cual termina este por apaciguar la lucha
obrera después de intentos varios: jurídicos, represivos, distractivos, etcétera. xxxv Pero
Panzieri viendo que el desarrollo tecnológico capitalista depende de la emergencia de la
lucha obrera y no de decisiones libres sino obligadas de los capitalistas, ensalza la fuerza
progresista de tales luchas y las señala como “lucha autónoma de la clase trabajadora”,
como quien olvida que son luchas obligadas por el sometimiento que el capital le impone
a dicha clase. Confunde pues el arrinconamiento con libre elección heroica y la carencia
con virtud, y, en fin, el logro posible de la lucha ⎯la autonomía real⎯ con su premisa;
por eso ⎯antes de ver cualquier resultado⎯ nombra autónoma a la clase obrera que
lucha.
He aquí un curioso triunfalismo que más se ufana cuantas más derrotas sufra y si
tiene éxito no lo distingue de aquellas; todo se confunde en la embriaguez del triunfo
fantaseado. Así que el triunfo real en verdad se aleja o se imposibilita francamente
porque nos negamos a ver la realidad de la lucha. Este motivo se heredará al resto de
autores obreristas.
En 1963 Mario Tronti xxxvi deriva de la tesis de Panzieri, que, entonces, el capital
no es algo independiente de la clase obrera. Son polos dialécticos interpenetrados en la
misma relación. Pero como simultáneamente ⎯y aquí lo incoherente de su
planteamiento⎯ capto este vínculo a propósito de la lucha política de la clase obrera
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contra el capital ⎯calificada por Panzieri de entrada como autonóma⎯ Tronti no sólo
pone en dependencia al capital respecto del proletariado sino que olvida que éste
depende así mismo del capital; y, más bien, ve los esfuerzos del capitalista por someter
aún más a la fuerza de trabajo como si fueran sólo por someterla; mientras que ensalza
el que, por otro lado, la clase logre independencia en su lucha. Así que de la dialéctica
entre el capital y el trabajo llegamos a la unilateralidad autonomista del sujeto
proletario del que depende el capital pero aquel no depende de éste. Así que el
sometimiento cada vez mayor de la clase obrera al capital producto precisamente del
paso ⎯mediado por la lucha de clases⎯ de la SF a la SRPTI/K y luego de los diversos
estadios de subsunción real, no son registrados como de mayor y más perfecto
sometimiento sino como triunfos a través de los que la clase obrera obliga al capital a
reorganizarse (al parecer sin el efecto de resometerla perfeccionadamente).
El enredo denunciado se combinó con otro que le fue previo. Pues si bien nos
fijamos, Panzieri dice lucha autónoma de la clase obrera por decir lucha política; toda
vez que ésta es autodecidida. Mientras que si se dice lucha económica “esta parece
obligada por las circunstancias de la explotación impuesta”. La dicotomía lucha
económica/lucha política se cruzó con la dicotomía/heteronomía (o lucha obligada) y
autonomía (o lucha autodecidida) y cada término de una dicotomía se adscribió
unilateralmente al de la otra dicotomía. Así que ya no se vió que la lucha económica
también es decidida por el combatiente, ni que la lucha política de la clase obrera está
obligada por las condiciones de explotación y opresión que aquella vive. Sin embargo hay
una superación de un nivel a otro de lucha; pero no de la heteronomía básica a partir de
la cual tu decides cómo, cuándo y con qué luchar etcétera.
En esta ocasión la fuerza revolucionaria produce su autonomía toda vez que vece
realmente al capital que la sometía.
y subsunción real etcétera. Conceptos a los que les imprimió análoga dialéctica que al
de enajenación.
Así que si los autonimistas pensaron la lucha obrera a partir de los conceptos de
explotación de la fuerza de trabajo y de subsunción formal y subsunción real del proceso
de trabajo inmediato bajo el capital etcétera, experimentaron la dialéctica propia de
estos; aunque desafortunadamente la malinterpretaron.
Mario Tronti se acerca al tema y aún más a la clave, en tres ocasiones. Primero
incursiona en el pasaje titulado “Trabajo enajenado” y el titulado “El salario”
pertenecientes al primer manuscrito. Aquí la enajenación hace referencia a la función
económica de la clase obrera para el capital.
El texto de Tronti está fuertemente marcado por Althusser, así que ideologiza lo
que lee, por ejemplo cuando dice: “Bajo la forma fuertemente «ideológica» de los
Manuscritos se descubre arduamente nada más que la dirección […] de la investigación
futura” de El capital “totalmente correcta tan sólo en El capital” xliv
Mario Tronti inicia recordando que ya Lukács xlviii citaba la Sagrada Familia en
aquello de que “No se trata de saber que se propone temporalmente como meta este o
aquel proletario, o incluso el proletariado en su totalidad. Se trata de saber qué es (was
ist) y qué estará obligado a hacer históricamente en acuerdo a su ser. xlix
“La forma de esta rebelión surge al principio de la manera más evidente, más
estridente, más repugnante del hecho de la pobreza, de la esencia contradictoria de la
propiedad privada. Decíamos la forma de esta rebelión [del proletariado]. Proletariado y
riqueza son de hecho términos antitéticos, que se hayan en un único todo que los
comprende. «la propiedad privada en cuanto propiedad privada, en cuanto riqueza, está
forzada a conservar [erhalten] su propia existencia y con ello a conservar la de su
término antitético, el proletariado. Este es el aspecto positivo de la antítesis, la
propiedad privada que se satisface a sí misma. El proletariado, a la inversa, está forzado
en cuanto proletariado a suprimirse (aufheben) a sí mismo y, con ello, al término
antitético que lo condiciona, que lo convierte en proletariado, a la riqueza. Es este el
aspecto negativo de la antítesis, su perturbación interior (Unruhe), la propiedad privada
disuelta y que se disuelve»” l .
El caso es que entre el resumen (deficiente) del argumento de Marx y la cita que
escoge Mario Tronti quedó fuera un asunto decisivo para Marx, precisamente para
conectar ambos extremos (la cita y lo resumido por Mario Tronti)
Marx critica la idea de Edgar Bauer de buscar la clave o el significado del todo
fuera de ese todo. li Mientras que Marx dice que si el todo lo es, lógicamente contiene la
razón de si mismo (su clave o significado) dentro de sí. Y bien, la sociedad burguesa es
un todo contradictorio de proletariado y capital, un “único todo”.
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Pero marx señala que esta contradicción es esencial no meramente vulgar como
la desprecia Edgar Bauer. Esencial, porque entrega la razón del todo.
Se ilusiona en creer que la lucha obrera desde que inicia es autónoma. Cito a
Marx: “Proletariado y riqueza son términos antagónicos. Forman, en cuanto tales, un
todo. Ambas son modalidades del mundo de la propiedad privada. De lo que se trata es
de la posición determinada que una y otra ocupan en la antítesis. No basta con decir que
se trata de los dos lados de un todo” lii . Tronti cita los dos párrafos siguientes sin atender
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Mario Tronti inicia con el pie izquierdo, pues titula su apartado “3. Crítica de la
ideología” sin asumir que la “crítica del comunismo y la crítica del socialismo” —según
matiza luego Mario Tronti— es una cuestión teórico práctica del desarrollo del
capitalismo.
Aunque para añadir sin fundamento ninguno para ello: “Este último punto [la
“crítica del comunismo desde el punto de vista de la propiedad privada” no ha sido
correctamente abordado [por Marx]. lv
La única enseñanza que saca Tronti es por demás justa: “todo el movimiento
organizado [en 1966 y a la fecha, añado] vive una existencia premarxista lvi pues usa “el
comunismo crítico-utópico como ideología del socialismo práctico” esto es, de los
partidos comunistas y socialdemócratas que “desechan” la acción revolucionaria y se
reducen al afán de “mejorar la situación existencial de todos los miembros de la
sociedad”, etcétera. lvii
Pero esta diferencia es, en realidad, el síntoma de otra que es la que le interesa
sobre todo a Marx. A saber, los socialistas hacen esta rica descripción del futuro porque
parten de la idea correcta de que este futuro es socialista aunque no logren fijar el
principio correspondiente de abolición de la propiedad privada asumido de entrada por
los comunistas. En efecto, el progreso de la humanidad consistirá en socializarse lix , esto
es, vivir en acuerdo a su esencia genérica: social; así que coincidir consigo misma en vez
de estar enajenada viviendo como suma de propietarios privados etcétera.
De tal manera, Mario Tronti está criticando el aforismo de Marx pero sin decirlo
ni citarlo sólo porque cree tener razón Mario Tronti en este caso particular; esto es, sin
discutirle a Marx todos los casos para los que la regla es válida ni discutir la formulación
general y aforística de la misma. Buen truco para salirse Tronti con la suya.
Pero ni eso, porque tampoco para esta único caso tiene razón contra Marx. Quien
sabe perfectamente que el igualitarismo social comunista antecedió al político burgués
y que expresa la situación de “eterna miseria” ⎯dice Mario Tronti⎯ de la clase obrera.
Así que Mario Tronti no le puede enfrentar a Marx lo que este ya asume; pero Mario
Tronti ha leído de prisa ⎯según se denuncia en aquel curioso “parece que Marx” que ya
denunciamos⎯ y creyó que Marx decía lo contrario.
Cabe desglosar la idea de Marx para estimarla en todo lo que vale. La lucha
obrera expresa la situación de su clase, su elección aunque obligada por las
circunstancias impuestas por el capital. La clase obrera busca superar esta circunstancia
económica con un movimiento político. Marx dice que esta superación intentada lo es,
en efecto, pero sólo parcial así que confirma en lo general a la propiedad privada. De
hecho, el movimiento político superador de la clase obrera arranca de una situación
capitalista (K1) para llegar a otra (K2) producida por efecto de la acción política obrera.
(Rp revuelta o revolución proletaria)
Puede darse el caso de que la acción obrera destruya la situación capitalista (K1)
sin que reponga otra sino construya una sociedad nueva, comunista donde este abolida
la propiedad privada y, aún, su generalización. Pero esta posibilidad ella misma depende
del desarrollo de la autoenajenación no del acto mismo de intentar superarla bajo
cualquier configuración sino sólo en su Máximo desarrollo. “Máximo desarrollo” que
como en todos los fenómenos ofrece contrarrestos y condicionamientos relativizantes.
Como los que Marx señala para la posible revolución social en Rusia en 1881 en su
célebre carta a Vera Zazulich a través de complementar la revolución social rusa (aún no
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socialista) con una revolución socialista en Europa; para que, así, y sólo así la rusa
devenga socialista.
K1 Rp K2
Y el mismo esquema sigue el desarrollo tecnológico capitalista, toda vez que
forma parte del desarrollo histórico general de la sociedad burguesa: a través de la
revuelta obrera pasa de la subsunción formal a subsunción real del proceso de trabajo
inmediato bajo el capital.
SF Rp SR
Donde el dinero que quiere funcionar como capital (K1) si se intercambia por
mercancía (M) que sabemos es de dos tipos: 1) fuerza de trabajo y 2) medios de
producción cuyo consumo productivo (p) permite explotar plusvalor y plasmarlo en una
nueva mercancía (M´) que es vendida por dinero incrementado (K2).
Según nos esclarece la sección I del tomo II de El capital la fórmula general del capital
con la fórmula del capital dinero: lxix
fuerza de trabajo...
D´-M〈 P.....M´-D´
medios de producción...
K1 Rp K2
Esta fórmula donde la clase obrera rebelde media dos situaciones capitalistas
distintas, recuerda la manera en que el capital social circula. Veamos.
En la sección III del T. II Marx expone la circulación del capital social o de toda la
sociedad. Resulta ser idéntica con la reproducción simple o ampliada de capital. Pero si
lo es sin incoherencia ni contradicción ninguna, eso sólo es posible por una operación
general de represión de la reproducción de la sociedad para reducirla a las necesidades
de la reproducción/zirculation de capital. Tal es la existencia completa en un momento
dado de la autoenajenación. Y como tal obliga a una contestación rebelde, a un intento
de “superación de la autoenajenación”. Pero Marx en el tomo II sólo establece el hecho
crítico de la represión social bajo la Zirculation de capital lxx . Pero ya vemos cuánta
relación guarda con nuestro tema.
Ahora bien, esa represión global de la reproducción social ocurre bajo la forma
de la Zirculation del capital social y Marx ofrece los esquemas de su reproducción. En
esencia se trata de que el sector capitalista I productor de medios de producción
intercambia sus mercancías con el sector capitalista II, productor de medios de
consumo, así que circulan mercancías del sector I al II y viceversa.
Los medios de consumo también circulan dentro del sector II que los produce y
tanto los obreros de sector I como los del sector II reciben salarios que gastan en el
sector II productor de medios de consumo. De tal manera el gozne decisivo de estos
intercambios sectoriales lo constituye el que establecen los obreros que trabajan en el
sector I y que reciben su salario que es parte del capital variable de este sector pero lo
gastan en el sector II.
Y bien, con el dinero correspondiente a ese capital variable que proviene del
sector I, el sector II le compra al sector I medios de producción por ese monto:
como un todo, y en especial la de los obreros⎯ sí, que la reproducción del capital,
ocurre utilizando como mediadora de si en intercambio equivalente ⎯sin represión
ninguna⎯ a la clase obrera. Esta pasa de un sector capitalista a otro porque sólo así
obtiene salario y lo gasta en medios de consumo para sobrevivir; pero haciéndolo
garantiza la reproducción del capital social todo. Así que la fórmula del sometimiento
de la clase obrera a la circulación entre los sectores de capital.
K1 CV (ft) K2
K1 Rp K2
Esta variación dependería del desarrollo tecnológico capitalista. Del que ya conocemos
la fórmula: SF Rp SR
O también:
SR1 Rp SR2
K1 Rp K2
K1 CV (ft) K2
O mejor, de capital social bajo cierta situación (K1) a otra (K2) mediada por la
circulación mercantil del capital variable portado por la clase obrera garantiza la
reproducción del capital.
K1 CV (ft) K2
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Esta fórmula es la clave para responder aquella donde la clase obrera se alza
políticamente contra el capital intentando superarlo revolucionariamente, realizarse
autónomamente pero viéndose luego sometida:
K1 Rp K2
La idea esencial de esta fórmula la tuvo clara Marx desde 1844 y sólo hasta 1872
se ocupó de construir unos esquemas de reproducción del capital que exponen
críticamente la comprensión del tiempo histórico a través de la en apariencia inicua y
cotidiana circulación de mercancías y dinero.
K1 Rp K2
de la que ya dio un atisbo en el capítulo XIII de El capital parágrafo 6 (título) donde las
revoluciones campesinas sirven de mediación política para el desarrollo económico del
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capitalismo en las regiones atrasadas del sistema (lo que la revolución mexicana de
1910, la rusa de 1917 y la china de 1949 ilustran perfectamente entre otras muchas).
Karl Marx expresó esta amenaza y esta idea crítico científica ⎯pues en el
capítulo XLII “las clases” de El capital quedó implícita toda vez que quedó inconcluso⎯
expresó esta idea, en su análisis de la comuna de París. lxxii
CONCLUSIÓN
Los grandes temas que hemos tratado en lo que antecede fueron en primer lugar
(capítulo 1) El multicitado aforismo de Marx en el contexto de “Propiedad Privada y
Comunismo” perteneciente al tercer manuscrito de 1844. Pero sorprendentemente en el
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capítulo 4 retomamos este aforismo que nos permitió establecer lo que denominé: la
fórmula del desarrollo histórico capitalista siguiendo la pista al desarrollo de la
subsunción formal y de la subsunción real del proceso inmediato del trabajo bajo el
capital, a la fórmula general del capital y a la del capital dinero así como a la
Zirculation del capital social (tomo II) y el tomo III de El capital. Pues en todos estos
casos pudimos constatar variantes o tematizaciones del aforismo de 1844. Nuestro
segundo gran tema (capítulo 2) fue evaluar la perspectiva obrerista de Hardt y Negri en
Imperio. Así como también la manera en que el obrerismo y autonomismo italianos
analizan la lucha obrera con base en una peculiar lectura del capítulo VIII y XIII de El
capital. Además pudimos observar en el capítulo 3 que Mario Tronti abordó ex profeso
los textos “Propiedad Privada y Comunismo” (1844) y La Sagrada familia (1844) pero los
malinterpretó y malversó. Frente a lo cual hicimos la observación en reiteradas
ocasiones de que es obligado usar el aforismo de Marx de 1844 para analizar la lucha de
clases actual en particular la política revolucionaria.
La ley del valor –misma que se desarrolla hasta la ley de la tendencia decreciente
de la tasa de ganancia en tanto ley del valor que se valoriza y que, por ende, preside la
escritura de los tres tomos de El capital– es ciertamente una ley económica
específicamente mercantil. Por ello es necesariamente –por ser mercantil– ley de
socialidad y de socialización; así las cosas tenemos que es también ley de organización
política y por ende no sólo ley de desarrollo del capitalismo sino también ley de su
autodestrucción. De tal manera, el aforismo de Marx “la superación de la
autoenajenación hace el mismo camino que la autoenajenación” no hace sino expresar a
la ley del valor en cuanto ley de constitución histórica del sujeto proletario
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revolucionario ,es decir, la expresa del lado subjetivo, político y trascendente respecto
de la sociedad burguesa y, por tanto, respecto de esa misma ley de enajenación.
i
Claudio Albertani. “Las trampas de Imperio. Antonio Negri y la extraña trayectoria del obrerismo italiano”
(Inedito).
ii
Boron, Atilio; Imperio e imperialismo. Itaca, México, 2004.
iii
Tesis I ad. Feuerbach. “El defecto fundamental de todo el materialismo anterior —incluido el de
Feuerbach— es que sólo concibe las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto o de
contemplación, pero no como actividad sensorial humana, no como práctica, no de un modo subjetivo. De
aquí que el lado activo fuese desarrollado por el idealismo, por oposición al materialismo, pero sólo de un
modo abstracto, ya que el idealismo, naturalmente, no conoce la actividad real, sensorial, como tal. Feuerbach
quiere objetos sensoriales, realmente distintos de los objetos conceptuales; pero tampoco él concibe la propia
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actividad humana como una actividad objetiva. Por eso, en La esencia del cristianismo sólo considera la
actitud teórica como la auténticamente humana, mientras que concibe y fija la práctica sólo en su forma
suciamente judaica de manifestarse. Por tanto, no comprende la importancia de la actuación «revolucionaria»,
«práctico-crítica»”.
iv
De ahí que El capital. Crítica de la economía política constituye una teoría del desarrollo capitalista, pues
sólo observándolo puede incidirse revolucionariamente en él, sólo en el desarrollo del capitalismo es que se
ve en qué momento, cómo y por qué amanece la revolución y cómo puede triunfar. El capital se ocupa del
desarrollo capitalista porque es una teoría revolucionaria: crítica de la economía política con perspectiva de
clase.
v
Manuscritos de 1844. “Trabajo Enajenado”
vi
En la Sagrada Familia Marx retoma estas ideas y las expresa más desglosadamente así: CITAR
CAPÍTULO IV PARÁGRAFO 4
vii
Bolívar Echeverría así lo denuncia en El discurso crítico de Marx. Era, México, 1986.
viii
Marx dice: macht; lo que en castellano significa literalmente hace.
ix
Obreros y capital. Akal, Madrid, 2001.
x
Bologna, Sergio; “Composición de clase y la teoría del partido en el origen del movimiento de los consejos
obreros”.
xi
En efecto, esta idea inicia el segundo excurso a la página XXXIX del segundo manuscrito (extraviada) y
abre una sucesión de incisos que del 1 al 3 tratan sobre las formas de comunismo ⎯siendo la tercera la de
Marx⎯ el 4, trata del desarrollo de la ciencia y la filosofía conforme se desarrolla la revolución comunista y
la nueva sociedad; el 5 el destino posible de la religión y el 6 la crítica a Hegel o qué rescatar y qué no de su
filosofía para el movimiento comunista; finalmente, el 7 trata de la enajenación de las necesidades bajo el
capitalismo o la dialéctica total de la sociedad enajenada, de la que el sistema hegeliano es espejo; por ello la
precisión de éste sirve de clave y de guía para entender y aún para criticar aquella sociedad.
xii
Lo cosifican porque es tal sujeto autónomo sólo por quedar desvinculado de la relación con el capital. Pues
si se asume esta relación se reconoce su dependencia. El obrero ha quedado pues como un ente para el que la
relación social no es algo que lo determina esencialmente. Esto es, como cosa.
xiii
Jean Paul Sartre; El ser y la nada (1942). Losada, Buenos Aires, 1956.
xiv
En realidad, los autonomistas italianos, ellos mismos, surgieron posibilitados o determinados por el
desarrollo del sometimiento del mundo bajo el capital, por el progreso del establecimiento del mercado
mundial capitalista hegemonizado por Estados Unidos. En efecto: “Al revés de lo ocurrido en los Estados
Unidos donde el retorno a Marx ocurrió en el marco de la influencia predominante del neomarxismo, en Italia
y Francia surgió del conflicto con el Partido Comunista y los sindicatos dominados por los comunistas. Esta
confrontación surgió cuando la rápida circulación de formas nuevas de las luchas de la clase trabajadora en la
fábrica y en la comunidad empezó a escaparse del control del partido. En Francia el punto de inflexión ocurrió
en los acontecimientos dramáticos de mayo de 1968, cuando millones de trabajadores y centenares de miles
de estudiantes tomaron las fábricas y levantaron barricadas en un levantamiento autónomo que tomó por
sorpresa al Partido tanto como al gobierno. En Italia fue menos dramática la revuelta pero creció rápidamente
durante los años sesenta, escapando al control y el entendimiento de la ortodoxia marxista. cuando, en ambos
casos, el Partido Comunista se unió a las fuerzas capitalistas para tratar de contener los movimientos de
rebelión, reveló su naturaleza como una organización dentro del capital” Harry Cleaver, Una lectura política
de El capital. FCE, México, 1985. pp.46-147
xv
En mi El siglo de la hegemonía mundial de Estados Unidos. Guía para comprender la historia del siglo
XX. Muy útil para el XXI, Itaca, 2004. he intentado representar teóricamente el desarrollo capitalista
precisamente de este modo ⎯siguiendo a Marx a partir de sus conceptos de subsunción formal y subsunción
real del proceso de trabajo inmediato bajo el capital⎯ como desarrollo de la subsunción formal y real de la
historia bajo el capital. E incluso la Revolución de Octubre de 1917 la considero como acto político
autoalienado al desarrollo del capital mundial. Toda vez que no probó fácticamente haber trascendido a esta
relación histórica. Con lo cual la URSS se convirtió en un hito del desarrollo mundial del capitalismo del siglo
XX, precisamente sometido a un proceso de capitalismo más basto: la forja secular de la hegemonía mundial
de EU etcétera.
xvi
Itaca, México, 2004.
xvii
Imperio. Capítulo 3.1 “Los límites del imperialismo” pp.234-235.
xviii
Ibid.
xix
Adolfo Sánchez Vázquez; Filosofía de la praxis. Grijalbo, México, 1968.
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xx
Imperio Loc. cit. Por eso las teorías del imperialismo clásicas ya no les bastan, a Hardt y Negri, porque
ellas se detienen en las contradicciones del capital en tanto objeto.
xxi
Y esto es algo que las teorías del imperialismo no asumieron explícitamente. Así que comparten con HN el
mismo terreno alienado. Aunque estos las vean como antípoda.
xxii
Señalan justamente Juan Chingo y Gustavo Dunga en su “¿Imperio o imperialismo? Una polémica con “El
largo siglo XX de Giovanni Arrighi e Imperio de Tony Negri y Michael Hardt” Publicado en revista
Estrategia internacional no. 17 Otoño 2001 pp. 34-55 Buenos Aires en p.46
xxiii
Ibid.
xxiv
Imperio. Capítulo 3.3 “Resistencia, crisis y transformación” pp 268-269
xxv
Juan Chingo y Gustavo Dunga. Op. Cit. P 47.
xxvi
Ibid. P 47
xxvii
Año de publicación en francés de Pour Marx (la revolución teórica de Marx) ed. SXXI, México, 1968 de
Louis Althusser
xxviii
La revisa Cuaderni rossi se funda en 1960 y el célebre artículo de Mario Tronti “La fábrica y la
sociedad” se publica en el número 2 en 1962, poco antes los de Rainero Panzieri etc.
xxix
Recuérdese el artículo de Karl Korsch “El joven Marx como filósofo y activista” (1931) publicado en
Eduardo Subirats; Karl Korsch o el nacimiento de una nueva época. Anagrama; Barcelona, 1974.
xxx
Véase por ejemplo Mario Tronti; “Marx, fuerza de trabajo, clase obrera” 1966 en Obreros y capital ed.
Cit.
xxxi
Al modo en que los trostkistas Chingo y Dunga lo ilustran redondamente cuando señalan: “ambos
elementos, el desvío y la derrota de la “acumulación de luchas” de los setentas y la respuesta imperialista a la
crisis de acumulación, fueron los que dictaron los términos de la reestructuración capitalista, y no sólo el
primer elemento haciendo abstracción del resultado concreto del combate de clases.” Chingo y Dunga, Loc.
cit. P. 45.
xxxii
Y ya dijimos, también, a Mario Tronti prácticamente
xxxiii
Raniero Panzieri; Lotte opieraie nello sviluppo capitalistico; Einaudi; Italia, 1976.
xxxiv
Cfr. El capital. T.I capítulo X “El plusvalor relativo” y T.III. secc. II “La transformación de valores en
precios de producción”
xxxv
Así lo expone Karl Marx en el capítulo VIII La jornada laboral y, sobre todo, en el XIII “Maquinaria y
gran industria”
xxxvi
En Capital social ⎯o como se tituló después este artículo⎯ El plan del capital” en Obreros y capital.
Ed. cit
xxxvii
K. Marx; La miseria de la filosofía. Parte II
xxxviii
“Escritos matemáticos de Marx”. Comentario a…de JVU
xxxix
K. Marx. El capital. T.I capítulo VI “Capital constante y capital variable”
xl
Lo que Marx señala desde 1843 al final de su “En torno a la crítica de la Filosofía del derecho de Hegel”
(Introducción) “Dónde reside, pues, la posibilidad positiva de la emancipación alemana?
Respuesta: en la formación de una clase con cadenas radicales, de una clase de la sociedad burguesa que no
es una clase de la sociedad burguesa; de un estado que es la disolución de todos los estado; de una esfera que
posee un carácter universal por sus sufrimientos universales y que no reclama para sí ningún derecho especial,
sino el desafuero puro y simple; que no puede apelar ya a un título histórico, sin simplemente al título
humano; que no se halla en ninguna índole de contraposición unilateral con las consecuencias, sino en una
contraposición omnilateral con las premisas del Estado alemán; de una esfera, por último, que no puede
emanciparse sin emanciparse de todas las demás esferas de la sociedad y, al mismo tiempo, emanciparlas a
todas ellas; que es, en una palabra, la pérdida total del hombre y que, por tanto, sólo puede ganarse a sí misma
mediante la recuperación total del hombre. Esta disolución de la sociedad como una clase especial es el
proletariado”. K. Marx, “En torno a la crítica de la filosofía del derecho” en K. Marx, La sagrada familia.
Grijalbo, México, 1958.
xli
El capital, capítulo VIII. La Jornada de Trabajo, parágrafos finales.
xlii
Zull´ autonomía dell político (1977).
xliii
K. Marx; URTEXT 1858. δ5 pp. 901-918 (Tomo III de los Grundrisse de SXXI)
xliv
Ed. Cit. P 132
xlv
Ibid. P. 134
xlvi
Ibid. P 131-133
xlvii
María de la Concepción Tonda Mazón. Tesis de licenciatura
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xlviii
“La cosificación y la conciencia del proletariado” en Historia y conciencia de clase. Grijalbo, México,
1968.
xlix
La Sagrada Familia. Capítulo IV parágrafo 4 Glosa marginal II
l
Mario Tronti, Obreros y capital. p. 197
li
Rosa Luxemburgo cometió este error en su crítica a los esquemas de reproducción del capital de Marx del
Tomo II
lii
La Sagrada Familia. Ed. Cit. p. 100.
liii
Ibid. p. 101.
liv
Tronti, Op. Cit. p. 158
lv
Ibid. p. 158
lvi
Tronti, Op. Cit. p. 161.
lvii
Mario Tronti cita aquí al Manifiesto del Partido Comunista de 1848.
lviii
Cfr. la justificación de Federico Engels y Karl Marx de porque llamaron comunismo y no socialismo a su
doctrina y al Manifiesto del Partido comunista en el prólogo de dicho Manifiesto [citar ad. filantropía de los
socialistas y los comunistas en cambio… proposición de la abolición de la propiedad privada.]
lix
Así lo entiende ⎯siguiendo a los Manuscritos de 1844⎯ la tesis X ad. Feuerbach: “el punto de vista del
nuevo materialismo es la sociedad humana o la humanidada socializada”
lx
Ibid. p. 160.
lxi
Ibid.
lxii
Cfr. el puntual estudio de: Monty Johnstone “Marx y Engels y el concepto del partido” en Teoría marxista
del partido político. PPy P-SXXI, México, 1969, pp. 67-93.
lxiii
Ibid.
lxiv
p. 161
lxv
Citar. Leer nuestro tiempo…
lxvi
Jorge Veraza U. El siglo de la hegemonía mundial de Estados Unidos.
lxvii
O puede sustituirse K1 por Subsunción Formal y K2 por Subsunción Real etcétera para expresar el
desarrollo histórico de la tecnología
lxviii
Cfr. Karl Marx, El capital. Capítulo 4 “La transformación del dinero en capital”
lxix
K. Marx, El capital/t. II, sección I. capítulo 1
lxx
K. Marx, El capital/ t. II, secc. III “La reproducción del capital social en general”. Para hablar de la gran
circulación del capital que coincide con su reproducción, Marx usa el término de origen latino Zirculation que
distingue la circulación entre mercancías y dinero. Por eso he mantenido en el texto el término diferenciador
que introduce Marx.
lxxi
Jorge Veraza U, Reflexiones sobre El capital de Marx, Paradigmas y utopias, en imprenta.
lxxii
Karl Marx, La Guerra Civil en Francia..citar, buscar pasaje
lxxiii
Ley general de la acumulación y el derrumbe…. Capítulo final