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Héctor Tarancón Royo

Lecturas comentadas

¡Bernhard P oesía
miente! William Carlos Williams
Paco Paños
Los ecos del estallido
Nuestros poetas debieran
UN DÍA ENCONTRÉ MAESTROS ANTIGUOS mi- Versos sueltos avergonzarse: han contraído la fiebre de moda;
rando entre los libros expuestos en las mesas de impresionados
una librería. El autor me era totalmente desco- por el ‘laboratorio’,
nocido pero leí lo escrito en la contraportada. El Héctor han olvidado
libro iba de un hombre que, una mañana de cada las flores,
dos y desde hace más de treinta años, visita la pi- Tarancón ¡y estas superan cualquier
nacoteca de un museo para reflexionar, delante laboratorio!
de un cuadro de Tintoretto, sobre música. De Han renunciado al oficio
modo que literatura sobre pintura y sobre músi- de la invención, y
ca ¿qué más podía pedir? Lo digo ya y así no di- EL INMENSO LEGADO QUE DEJÓ EL POETA WALT WHITMAN su imaginación dormita
lato más mi calificación: Una obra maestra, por sirvió, pasado el tiempo, para implosionarlo desde dentro en un jarrón de amapolas.
más que Reger, el personaje de Bernhard, opine y, así, crear otras corrientes poéticas que profundizaron en
«No hay ningún cuadro perfecto, ni ningún libro el absoluto experiencial, lleno de voces, tensiones y ele- Entre otras, una de las más importantes fue el oficio
perfecto, ni ninguna pieza musical acabada». mentos cotidianos, que inauguró el poeta estadouniden- poético y, con él, las dudas, reafirmaciones y ensayos
Digo más, admiro a Bernhard aunque «Sólo el se en algunas de sus obras, como Hojas de hierba (), con el objetivo de llegar a lo profundidad de lo inefa-
tonto admira, el inteligente no admira sino que modificada como un proceso orgánico a lo largo de su vida. ble, aunque fuera a través de la destrucción: «¡Soy un
respeta, estima, comprende…», dice Reger. Tardío para los cánones con los que se regían, y se siguen poeta! Eso / soy. Eso soy: un poeta, lo confirmo, aver-
Por mucho que me guste esta obra, siento la ne- rigiendo en la actualidad, la carrera artística de un poeta, gonzado // Ahora la música se abre paso / en el soli-
cesidad de contradecir a su autor. Por más que él la poesía de William Carlos Williams (-) fue evo- tario momento en que la escucho».
me anime a no admirar a ningún artista, a ningún lucionando hasta introducir, en sus últimas obras, el pie Dispuestos, como consecuencia del pie variable, en
hombre, a no deleitarme ante una obra de arte o variable: «una rigurosa medición ‘de los espacios entre los forma de escalera, los versos se van encadenando has-
una pieza musical o un libro (este libro)… yo ne- acentos’ —que se entendían como ‘unidades rítmicas’». ta formar un viaje experiencial en el que el lector asis-
cesito admirar, deleitarme y leer a Bernhard. Frente a esa expansión del verso libre, la intención de Wi- te a una polifonía atronadora, llena de acordes, que poco
Pero él no se calla, habla y lo hace con sarcasmo. lliams fue la de ofrecer cierta contención, mesura formal, a poco deja entrever una suave melodía de fondo, un
Intenta herir y lo consigue. A veces duele leerlo. en el verso que le permitiera abordar la experiencia coti- hilo por el que la realidad se termina desvelando. La po-
Tan duro es lo que escribe. Pero Bernhard mien- diana, despojada de cualquier elemento trivial, desde esía de Williams es suave, pero ello solo es consecuencia
te. Solo un hombre que se conmueve ante una pie- cierta tensión de contrarios, de formas fragmentadas efí- de una lectura atenta,
za musical, que se deleita ante un cuadro o que meras, para proyectar una visión mental, a la par que sen- instintiva, que va de-
se emociona con un libro puede escribir, al final, timental, de los elementos: jándose llevar por las
lo que escribe en Maestros Antiguos. Dice «…pero diferentes intensidades
no tener ningún Goya, para un museo como el El descenso nos llama y todo el eslabón, sin
Kunsthistorisches Museum, es algo francamen- como nos llamaba el ascenso. centro de gravedad o
te mortal». ¿Es esta la opinión de alguien que no La memoria es una especie / de consumación, finales efectistas, que
admira a Goya? ¿Sólo es respeto? Impostura, de una suerte de renovación, van conformando las
eso va esta novela. incluso palabras, los fragmentos
Escucho la Sonata la Tempestad interpretada de inicio, pues los espacios que abre son lugares nuevos del espejo que el poeta
por Glenn Gould mientras leo este largo monó- habitados por hordas ha roto para que, por
logo pensado por Atzbacher de las opiniones de de espacies medio de lo cotidiano y
Reger sobre la impostura en el arte y los artistas, hasta entonces impensadas. la memoria, podamos
en la Iglesia católica, en la sociedad, el Estado, los acercarnos directa-
políticos, los ciudadanos de Austria, y de todo el Poesía reunida, editado por Lumen, reúne, de la in- mente, sin que ello res-
mundo en realidad. mensa trayectoria del poeta estadounidense, La música te un ápice de profun-
Dice la verdad Berhard «El hombre que pien- del desierto (), Viaje al amor () y Cuadros de didad, a la vida:
sa es infeliz». Refugiarse en las obras de arte, en Brueghel (), ya publicados anteriormente por el se-
los Maestros Antiguos, es el ‘intento de escapada’, llo, y Kora en el infierno (), uno de sus primeros po- WILLIAM
pero ¿funciona? Texto lleno de rabia, de crítica, de emarios, elaborado como un experimento en prosa po- CARLOS
ironía, de humor ¿negro? de soledad, de llanto, de ética de corte reflexivo, que se vio ensombrecido por la WILLIAMS Son ridículos
grito desesperado. Pero también es un texto que publicación, poco después, de La tierra baldía, de T. S. Poesía nuestros aires de gente
conmueve, porque al final todo se reduce a la so- Eliot, en . A pesar de este pequeño fracaso, en esta reunida profunda
ledad, a esa tremenda soledad del personaje, a primera tentativa el lector puede, por primera vez, adivinar LUMEN mientras el corazón
esos recuerdos contantes a su mujer muerta. muchas de las motivaciones y críticas que dominarían pos- agoniza
Y este final, este conmovernos ¿no es la im- teriormente su poesía: carente de amor.
postura, la gran impostura, de Bernhard? O qui-
zá no. Y luego está la forma, el cómo está escrito
este libro, ese extenso monólogo, el acierto de la
ausencia de puntos y aparte, el uso de la tercera
persona por el narrador que sólo nos cuenta sus MUNDO LIBRESCO José Luis G. Gómez
recuerdos de lo que ha escuchado decir a Reger
y el cambio a un nuevo narrador en la última pá-
gina ¿El mismo au- Iluminaciones de un indeciso
tor? ¿El lector?
Desde luego que Si hay que buscar las claves para entender nuestro tiempo, tarea que quizá ya no merezca la pena, Guía del usuario
Dios concede a muy para el nuevo milenio (Minotauro, ) puede servir como un gran punto de partida. Esta reunión de ensayos de J. G
pocos la capacidad Ballard muestra la visión iluminada del novelista británico, muy en especial en sus artículos de los  y  (no importa
de escribir como si habla de cine o ciencia ficción, lo que transmite es una lectura profunda y provocadora de su-nuestra- sociedad). La
Thomas Bernhard. misma sensación reveladora la tuve hace unos días viendo Mi cena con André (Louis Malle, ), largometraje de fama
más que merecida; a mí esta película me ha planteado muchas más preguntas de las que aparentemente se responden
THOMAS en esa conversación filmada. Así, resulta que las obras que mejor me están ayudando a desvelar los lugares comunes y
BERNHARD las mentiras del presente son el producto de un tiempo ya pasado. Y aún mejor, éstas son obras y autores divertidos y en-
Maestros Antiguos tretenidos que se cuestionan lo que damos por hecho y lo hacen con buen humor y de buena gana, aunque no se mues-
ALIANZA tren demasiado optimistas sobre dónde nos llevan nuestras decisiones (en el caso de que alguien tome decisiones pro-
1999 pias, porque ese no es mi caso, claro).

SÁBADO, 29 DE ABRIL, 2017 LaOpinión

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