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nsf/SesionesPleno/052564B40021
2FE1052565690076F8FB

DIARIO DE LOS DEBATES


Comisión Permanente
8ª Sesión
Lunes 6 de octubre de 1997

PERÍODO LEGISLATIVO 1997-1998

COMISIÓN PERMANENTE

8ª SESIÓN
(Matinal)

(Texto Borrador)

LUNES, 6 DE OCTUBRE DE 1997

PRESIDENCIA DEL SEÑOR CARLOS TORRES Y TORRES LARA

SUMARIO

Se pasa lista.— Se abre la sesión.— Se aprueba,


sin observaciones, el Acta de la sesión
anterior.— DESPACHO: Oficios.— ORDEN DEL
DÍA: Exposición del señor Normand Sparks,
Presidente de la Comisión que redactó el
anteproyecto de la Ley General de Sociedades,
respecto de las disposiciones y artículos
reservados (artículos 4º, 207º, 234º, 249º,
259º, 263º, 413º y disposiciones transitorias
primera y tercera).— Se levanta la sesión.

—A las 11 horas y 30 minutos, bajo la Presidencia


del señor Carlos Torres y Torres Lara e integrando
la Mesa Directiva la señorita Edith Angélica Mellado
Céspedes, el señor Oswaldo Sandoval Aguirre y la
señora Aurora de Jesús Torrejón Riva de Chincha, el
Relator pasa lista, a la que contestan los señores
Alva Orlandini, Blanco Oropeza, Del Castillo Gálvez,
Estrada Choque, Estrada Pérez, Forsyth Mejía,
Hermoza Ríos, Lajo Lazo, Lozada de Gamboa, Marcenaro
Frers, Medelius Rodríguez, Merino Lucero, Siura
Céspedes, Trelles Montero y Velit Núñez.

Con licencia, las señoras Chávez Cossío de Ocampo


y Salgado Rubianes de Paredes.

Con aviso, los señores Larrabure Gálvez, Rey Rey y


Zumaeta Flores.

El señor PRESIDENTE.— Con el quórum reglamentario,


se inicia la sesión.

Habiéndose repartido a los señores congresistas


copia del Acta correspondiente a la sesión anterior,
se va a poner en observación dicho documento. Si
ningún señor congresista formula observaciones al
Acta, se dará por aprobada.

—Se aprueba, sin observaciones, el Acta


correspondiente a la sesión anterior, celebrada el
día lunes 29 de setiembre de 1997.

El señor PRESIDENTE.— Se va a dar cuenta del


Despacho.

DESPACHO

El RELATOR da cuenta de los siguientes documentos:

Oficios

Del señor Trelles Montero, solicitando que se amplíe


a 30 días útiles el plazo concedido a todas las
subcomisiones investigadoras de denuncias
constitucionales que preside.

El señor PRESIDENTE.— Se va a consultar el pedido.

—Efectuada la consulta, se acuerda, por unanimidad,


el pedido del señor Trelles.

El RELATOR da lectura:
Del señor Espichán Tumay, que, por motivos
personales, se inhibe de integrar la subcomisión,
que preside, encargada de investigar las denuncias
constitucionales números 87 y 88, formuladas contra
el señor Ministro del Interior, General de División
Ejército Peruano, César Saucedo Sánchez.

El señor PRESIDENTE.— Se va a consultar.

—Consultado al Pleno, se acepta la inhibición del


señor Espichán.

El señor PRESIDENTE.— A las 11 horas y 43 minutos,


con el quórum reglamentario, se pasa a la Segunda
Hora.

ORDEN DEL DÍA

Exposición del Normand Sparks, Presidente de la


Comisión que redactó el anteproyecto de la Ley
General de Sociedades, respecto de las disposiciones
y artículos reservados

El señor PRESIDENTE.— Encontrándose en los Salones


de la Presidencia el doctor Enrique Normand Sparks,
Presidente de la Comisión que redactó el
anteproyecto de la Ley General de Sociedades, así
como los integrantes de la misma Comisión, que
concurren invitados para exponer y aclarar diversos
puntos sobre el proyecto de Ley General de
Sociedades, van a ser invitados a pasar a la Sala de
sesiones.

La señorita primera vicepresidenta del Congreso


tendrá la gentileza de acompañar a los invitados.

Se va a suspender la sesión por breves minutos.

—Se suspende la sesión.

—Ingresan a la Sala de sesiones los doctores Enrique


Normand Sparks, Alfonso Rubio, Emil Ruppert Yáñez,
Julio Salas Sánchez, Ricardo Beaumont Callirgos,
Hernando Montoya y Oswaldo Junco.
—Se reanuda la sesión.

El señor PRESIDENTE.— Se reabre la sesión.

La Presidencia saluda muy cordialmente la presencia


de los doctores Enrique Normand, Alfonso Rubio, Emil
Ruppert, Julio Salas Sánchez, Ricardo Beaumont,
Hernando Montoya y Oswaldo Hundskopf. El señor
Enrique Normand presidió los trabajos de preparación
del anteproyecto de la Ley General de Sociedades.
Estas personas han sido invitadas especialmente hoy,
con el propósito de que den algunos alcances sobre
el documento semifinal que hemos elaborado y que
pasará todavía por una nueva revisión después de la
exposición del doctor Normand, así como de las
preguntas que se pudieran formular y de los puntos
de vista de quienes elaboraron el primer documento-
base, que fue estudiado, primero, en una comisión
revisora y, luego, por la comisión especial que
preside el señor Marcenaro.

Doctor Normand, le damos la bienvenida. Queremos


escuchar su exposición desde el avance del
anteproyecto hasta la publicación en el diario
oficial El Peruano en su última edición de consulta.

El señor NORMAND SPARKS.— Señor Presidente de la


Comisión Permanente; señores congresistas; doctor
Marcenaro: En nombre mío y de los miembros de la
Comisión que redactó el anteproyecto, les
agradecemos la gentil invitación a esta reunión, y
también queremos agradecerles por permitirnos
participar en forma constante en esta segunda etapa
de la elaboración del proyecto de la Ley General de
Sociedades.

La Comisión Redactora trabajó arduamente durante más


de dos años, y en diciembre de 1996 cumplió con
presentar un primer proyecto que fue publicado por
disposición del Congreso de la República. Tuvimos
también, entonces, la oportunidad de hacer una
presentación del proyecto ante la Comisión Revisora;
presentación que también fue publicada en el diario
oficial El Peruano.
No obstante que en la primera etapa de elaboración
del proyecto habíamos invitado y recibido numerosas
iniciativas y sugerencias de distintas entidades,
asociaciones gremiales y agrupaciones de
profesionales de diversas áreas de la actividad
económica, nuevamente se recibieron más aportes y se
trabajó arduamente en la Comisión Revisora, que
presidió el doctor Torres y Torres Lara por más o
menos cuatro meses y medio. Durante este proceso, se
introdujeron en el proyecto original importantes
sugerencias. La más destacable fue la
reincorporación, en el esquema de la ley, de la
sociedad comercial de responsabilidad limitada. Este
trabajo culminó con una segunda publicación en el
diario oficial El Peruano el 10 de mayo del año en
curso.

En adelante hubo una nueva tarea: la Comisión


Permanente realizó una nueva revisión total a través
de un grupo, presidido por el doctor Marcenaro, con
la que se nos pidió que continuáramos colaborando.
La Comisión recibió muchas sugerencias del público y
de distintas instituciones, entre ellas, la Cámara
de Comercio de Arequipa, la Cámara de Comercio de
Lima, la Superintendencia de Banca y Seguros, el
Colegio de Abogados de Lima, la CONASEV y varios
abogados independientes.

En esta segunda revisión se elaboraron ochentiún


artículos, en todos los niveles: se afinaron ciertas
concordancias, se adecuó la terminología, se
hicieron precisiones en la redacción y hubo ajustes
y cambios de conceptos.

Como miembros de la Comisión Redactora, nos es muy


grato ver que no se ha roto la estructura del
proyecto original; sin embargo, se han introducido
importantes precisiones, adiciones y modificaciones
que enriquecen el proyecto, que ha culminado con
esta etapa final en la que se han dado dos rondas de
revisión y la reserva del texto de solamente nueve
artículos del proyecto.

A solicitud del doctor Marcenaro, nos hemos


permitido traer una propuesta de redacción de los
nueve artículos reservados, y esperamos que dicha
propuesta también se enriquezca con las nuevas
sugerencias del público en general, según la última
invocación que se ha hecho a través de la
publicación.

Presentamos los citados nueve artículos, y estamos a


su disposición para responder cualquier pregunta o
inquietud que tengan a bien formular los miembros de
la Comisión Permanente.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE.— Estamos recibiendo del doctor


Normand las nuevas propuestas de los artículos
reservados, cuyas copias se van a distribuir a cada
uno de los miembros de la Comisión Permanente.

Habrá una breve exposición del doctor Normand sobre


cada uno de los artículos reservados, y luego se
formularán las preguntas del caso.

Doctor Normand, puede exponer, en primer lugar,


sobre el artículo 4º.

El señor NORMAND SPARKS.— Gracias.

Sobre el artículo 4º nos plantearon si se debía


requerir una pluralidad mayor de dos socios, sobre
todo basada en el precedente que contiene la Ley
General de Sociedades vigente que establece un
mínimo de tres socios para el caso de la sociedad
anónima y de dos socios para las demás formas
societarias.

La Comisión Redactora se permite proponer que se


mantenga la pluralidad mínima de dos socios, porque
no existe una razón doctrinaria ni práctica que
justifique aumentar en una de las formas
societarias, como la anónima, una pluralidad mayor
de dos socios.

El señor PRESIDENTE.— Artículo 207º.

El señor NORMAND SPARKS.— Sobre el artículo 207º, el


único punto que se debe aclarar se refiere a la
concordancia que resulta de la modificación del
artículo 259º que veremos más adelante,

El texto del artículo 207º no se ha modificado


sustancialmente. Sólo se incluye en su último
párrafo la referencia al artículo 259º.

El señor PRESIDENTE.— Artículo 234º.

El señor NORMAND SPARKS.— En el artículo 234º se ha


introducido, a sugerencia de la Comisión Permanente,
un cambio bastante importante en el sentido de que
la sociedad anónima cerrada pasa a ser absolutamente
voluntaria. Se ha considerado que la sociedad
anónima cerrada es una facilidad que se da al
desempeño societario. De manera tal que depende de
la voluntad de los socios de una sociedad anónima si
se acogen o no a la forma cerrada.

El señor PRESIDENTE.— Tiene la palabra el señor


Estrada Choque.

El señor ESTRADA CHOQUE (UPP).— Mi saludo al


expositor.

Entiendo que tratándose de la sociedad anónima


cerrada, se requieren dos socios como mínimo ¿no es
cierto? y cuando se trata de la sociedad anónima
abierta también se requieren dos socios. ¿En la
sociedad anónima abierta no debiera establecerse una
diferencia respecto del mínimo de socios porque,
según tengo entendido, esa sociedad puede manejar
hasta quinientos accionistas? Pienso que ese número
mínimo de dos no debe mantenerse tratándose de las
sociedades anónimas abiertas. ¿O cómo nos explica el
doctor Normand?

El señor PRESIDENTE.— El doctor Normand tiene la


palabra.

El señor NORMAND SPARKS.— Señor Presidente:


Efectivamente, en la sociedad anónima abierta, tal
como está establecido en el artículo 249º, que vamos
a ver más adelante, cabe que desde el inicio se
constituya una sociedad anónima abierta con dos
socios. Quienes constituyen una sociedad anónima con
sólo dos socios y dan a la sociedad la calidad de
abierta es porque obviamente tienen la vocación, la
intención de abrir esa sociedad a un número grande
de accionistas. No se justificaría que dos personas
hagan una sociedad anónima abierta con el propósito
de quedar solos los dos socios fundadores. Resulta,
entonces, que la presencia de dos socios en la etapa
inicial no es sino una etapa transitoria, por cuanto
la sociedad está orientada a la vocación verdadera
de la sociedad anónima abierta: acoger al
accionariado difundido.

El señor PRESIDENTE.— Artículo 249º.

El señor NORMAND SPARKS.— En el artículo 249º, a


sugerencia también de la Comisión, y atendiendo a
numerosas solicitudes y propuestas, hemos revisado
el esquema de la sociedad anónima abierta. Sugerimos
que se mantenga el criterio de que es obligatoria, a
diferencia de la sociedad anónima cerrada que es una
facilidad. La sociedad anónima abierta responde a
otro propósito: proteger a las minorías en las
sociedades grandes y además darles mayor
transparencia y seguridad en el mercado. Y por eso
hemos mantenido la sociedad anónima abierta como
obligatoria en los siguientes casos:

"Cuando se haya hecho una oferta pública primaria de


acciones u obligaciones convertibles en acciones".
Es decir, el hecho de que alguien ha tomado la
decisión de salir al mercado a través de una oferta
pública, y tiene que pasar por los trámites y
requisitos de CONASEV, ya constituye un paso que
demuestra la acogida por un accionariado abierto.

El segundo caso es "cuando tenga más de setecientos


cincuenta accionistas". ¿Por qué hemos escogido
setecientos cincuenta accionistas? La ley actual
tiene dos calificaciones: la sociedad anónima
abierta, de un lado, y la sociedad de accionariado
difundido, de otro lado. Son dos formas grandes de
sociedades anónimas. De estas dos formas
societarias, para la sociedad anónima de
accionariado difundido la legislación actual exige
mil accionistas. Como estamos eliminando la forma
tradicional de la sociedad anónima abierta para
refundirla en una sola, hemos buscado una cifra
intermedia, que no sería mil ni trescientos, como
tenía antes, sino una cifra intermedia que podría
ser setecientos cincuenta accionistas. Cabe señalar
que actualmente hemos hecho una investigación en la
CONASEV y podemos decir que, aparte de algunas
sociedades de carácter agrícola, solamente hay ocho
sociedades anónimas de accionariado difundido que
tienen más de mil accionistas; por tanto, bajar ese
número a setecientos cincuenta nos pareció prudente
y aceptable.

La tercera hipótesis para que se dé una sociedad


anónima abierta es "cuando el capital tiene un
accionariado difundido", que se refleja en una
minoría difundida; se ha establecido que esa minoría
difundida podría ser ciento setenta y cinco
accionistas, y solamente se considera dentro de
estos ciento setenta y cinco a aquellos que
verdaderamente tienen una participación minoritaria
pero significativa. Para lo cual hemos introducido
dos límites: un mínimo del dos por mil de capital y
un máximo del cinco por ciento del capital para ser
computado dentro de la minoría. Quien tiene menos
del dos por mil del capital no entra en ese cómputo,
tampoco entra quien tiene más del cinco por ciento
del capital.

Hemos hecho esta propuesta con el objeto de evitar


una difusión artificiosa o artificial de las
acciones. Podría darse esta difusión artificial si
se consigue cinco o seis accionistas que tuvieran el
cinco por ciento del capital y luego se completa los
ciento setenta y cinco restantes dándoles una acción
a cada uno de ellos. Disponer de ciento setenta y
cinco acciones no es, en muchos casos, oneroso; sin
embargo, había sido suficiente para cumplir con tal
requisito. Por tanto, para que no se pueda recurrir
a tal argucia, hemos establecido el límite del dos
por mil del capital, que multiplicado por los ciento
setenta y cinco accionistas da el treinta y cinco
por ciento del capital.

Finalmente, la sociedad anónima es abierta cuando se


constituye la sociedad desde su inicio como tal; es
el caso que señalaba el congresista que intervino
anteriormente; y también la sociedad anónima es
abierta cuando, durante la vida societaria, la
totalidad de los accionistas acuerdan convertir la
sociedad anónima en sociedad anónima abierta.

El señor PRESIDENTE.— Doctor Alva Orlandini, tiene


la palabra.

El señor ALVA ORLANDINI (CODE-AP).— Aprovechando la


presencia del doctor Normand, quisiera que explique
las alternativas que se plantean en cada inciso de
este artículo 249º. Al final de cada inciso hay una
"o". Esto significa que sería suficiente cualquiera
de los supuestos que considera el artículo 249º para
que la sociedad anónima sea abierta. Es así, ¿no es
cierto?

El señor PRESIDENTE.— Doctor Normand, tiene la


palabra.

El señor NORMAND SPARKS.— Con la venia de la


Presidencia. Sí, doctor Alva. Si reúne el requisito
de cualquiera de las cinco hipótesis, se daría la
sociedad anónima abierta.

El señor PRESIDENTE.— Correcto. Seguimos con el


artículo 259º.

El señor NORMAND SPARKS.— El artículo 259º contiene


una innovación interesante: en las sociedades
anónimas de accionariado difundido, en las
sociedades anónimas abiertas, se permite que se
pueda dar un aumento de capital con renuncia o
privación del derecho de suscripción preferente. En
ese caso, nosotros habíamos puesto, en el proyecto,
que se adoptara la resolución con los requisitos
pertinentes y, además, que deberá contarse con un
número de votos a favor no menor del 20% de las
acciones. Al respecto, se nos hizo ver que tal
porcentaje es muy reducido, y a sugerencia de la
Comisión, luego de los debates y aportes recibidos,
hemos aumentado el porcentaje a 40% para que haya la
posibilidad de realizar un aumento de capital sin
derecho de suscripción preferente. No es el caso de
renuncia, sino que se resuelva hacer un aumento de
capital sin suscripción preferente.
El señor PRESIDENTE.— Si no hay más preguntas,
pasamos al artículo 263º.

El señor NORMAND SPARKS.— El artículo 263º es


también una consecuencia de los cambios anteriores.
No ha habido mayor cambio substancial en este
artículo. Simplemente se reservó porque su redacción
final dependía de lo que se adoptara con relación al
artículo 249º.

El señor PRESIDENTE.— Artículo 413º.

El señor NORMAND SPARKS.— Se reservó el artículo


413º por una sugerencia que consistía en la
posibilidad de establecer ciertos plazos para la
liquidación de las sociedades en general. En un
momento se habló inclusive de establecer un plazo de
dos años.

La Comisión Redactora se permite sugerir que se


mantenga el artículo 413º —traemos la propuesta— por
cuanto la duración de la liquidación es una cuestión
de hecho, depende de la circunstancias de cada
sociedad. Hay sociedades que al momento de su
disolución están muy maduras para su liquidación;
por tanto, se puede liquidar en muy breve plazo.
Pero hay empresas que por la complejidad de sus
actividades necesitan un plazo muy prolongado para
su liquidación.

Hemos tenido en el país casos de sociedades cuya


liquidación ha durado muchos años, porque la
liquidación tiene tres fines fundamentales: cobrar
lo que nos deben, pagar lo que uno debe y repartir
el saldo resultante. El proceso de cobrar y pagar
puede depender mucho, en su duración, de la
complejidad y de la naturaleza de las operaciones
que ha realizado la sociedad durante su vida.

El señor PRESIDENTE.— La primera disposición


transitoria: adaptación de las sociedades a la ley.

El señor NORMAND SPARKS.— La primera disposición


transitoria ha sido retrabajada un poco para
eliminar cualquier duda que pudiera haber sobre la
aplicación de las reglas del artículo 62º de la
Constitución. Este artículo constitucional prohíbe
que por ley posterior se puedan modificar los pactos
contractuales.

Aquí nosotros estamos partiendo de la base de que la


sociedad no es un contrato sino una institución; y
como institución tiene que estar sometida a las
disposiciones imperativas de la ley y, por ello,
hemos buscado cómo eliminar las referencias más
directas a ese tema.

El señor PRESIDENTE.— La tercera disposición


transitoria se refiere a la adaptación a la ley de
las sociedades anónimas.

El señor NORMAND SPARKS.— En esta disposición


transitoria se establecen los mecanismos de
conversión de las sociedades anónimas a las nuevas
formas de la sociedad anónima: cerrada o abierta. La
única modificación, que hemos introducido, trata de
puntualizar su cuarto párrafo: aquellas sociedades
que hoy en día califican como abiertas, sólo
accederán a esa calidad si reúnen algunas de las
exigencias o condiciones que señala el artículo
249º.

¿Por qué hemos propuesto esto? Porque el nuevo


proyecto, en la sociedad anónima normal, en la
sociedad anónima ordinaria, recoge fundamentalmente
las notas particulares de lo que ha sido la sociedad
anónima abierta; es decir, con la nueva ley, las
actuales sociedades anónimas abiertas no pierden
ninguno de sus atributos; simplemente van a ser
sociedades anónimas abiertas no aquellas a las que
hoy en día conocemos bajo esa denominación sino más
bien aquellas que estaban en el campo de las
sociedades anónimas con accionariado difundido. Con
el propósito de que esto quedara absolutamente claro
y no haya lugar a dudas, se ha precisado el texto
del cuarto párrafo.

El señor PRESIDENTE.— Con esa exposición, quedan


aclarados los puntos de vista... Doctor Alva
Orlandini, tiene la palabra.
El señor ALVA ORLANDINI (CODE-AP).— Señor
Presidente: En atención a las tres primeras
disposiciones transitorias, especialmente a la
primera y a la tercera, que han sido comentadas por
el doctor Normand, parecería, entonces, que la
tercera disposición final estaría de más, puesto que
dice que "quedan sometidas a la presente ley todas
las sociedades mercantiles y civiles sin excepción,
así como las sucursales cualquiera fuera el momento
en que fueron constituidas". Parecería, digo. No sé
cuál es la opinión del doctor Normand.

El señor PRESIDENTE.— Doctor Normand, tiene la


palabra.

El señor NORMAND SPARKS.— Efectivamente, la tercera


disposición final es la disposición-sábana que cubre
la aplicación general del régimen; en cambio, la
tercera disposición transitoria, relativa a la
adaptación a la ley de las sociedades anónimas, es
simplemente el mecanismo que se debe seguir y es la
precisión relativa a en qué momento se aplica la
vigencia, que, por lo demás, es concordante con la
regla que está en el artículo pertinente de la
sociedad anónima abierta, por la cual la
calificación se hace al término de cada ejercicio.

Esto se regula así para no alterar o dislocar la


vida societaria. El hecho de alcanzar los
setecientos cincuenta accionistas o que la minoría,
dentro de la sociedad, alcance los ciento setenta y
cinco accionistas puede ocurrir en el transcurso de
un ejercicio. Para evitar que ello disloque la vida
societaria, la calificación sólo ocurrirá al término
del ejercicio en que se alcanzó tal calificación.
Esa norma se está precisando, como tercera
disposición transitoria. No sé si con esto queda
claro el tema.

El señor PRESIDENTE.— La doctora Beatriz Merino


tiene la palabra.

La señorita MERINO LUCERO (FIM).— Señor Presidente:


He escuchado con atención las explicaciones del
doctor Enrique Normand. Pero me da la impresión de
que sobre algunos de los artículos reservados no se
ha levantado ninguno de los comentarios que hemos
hecho.

Por ejemplo, en el caso de la pluralidad de socios


señalamos, en su oportunidad, cuando se debatió este
asunto, que, a nuestro entender, la pluralidad de
dos, vigente durante muchos años, se había eliminado
porque se consideró que se podría producir un
estancamiento de las decisiones de la sociedad si
los dos socios no se ponían de acuerdo, y por esa
razón apareció en la legislación peruana el tercer
socio. Sobre este tema concretamente nada ha dicho
el doctor Normand.

Para el caso del artículo 207º, también artículo


reservado, no se han aceptado nuestras sugerencias.
A nuestro entender el derecho de suscripción
preferente es irrestricto; por tanto, no cabe poner
prohibición o restricción alguna, como se esta
haciendo con el tercer párrafo del artículo 207º,
debido a que se estaría atentando contra uno de los
derechos sustanciales del accionista: concurrir a
los aumentos de capital, los que se deciden en
proporción a sus participaciones. Porque ésa es la
única forma de mantener invariable el porcentaje que
poseen sobre el capital de la sociedad. Insistimos,
señor Presidente. A nuestro entender, el derecho de
suscripción preferente es irrestricto. Entendemos
que eso tampoco ha sido explicado o sustentado por
el doctor Normand en esta presentación.

En cuanto al artículo 249º, también artículo


reservado, quisiera conocer la opinión del doctor
Normand sobre la propuesta específica que dio el
diario El Comercio, en su edición del día domingo 21
de setiembre de 1997. El diario El Comercio ha
editorializado en dos o tres oportunidades sobre
este nuevo proyecto de Ley General de Sociedades, y
ha hecho observaciones específicas. El editorial del
día domingo 21 de setiembre ha hecho una propuesta
clara, con texto específico. Me gustaría saber si
los miembros de la Comisión se han reunido con el
directorio del diario El Comercio, con sus asesores
o quienes redactaron la propuesta, para saber cuál
es la preocupación del diario decano de nuestro
periodismo; diario que merece nuestro respeto y
merece que al menos una de sus propuestas se tome en
cuenta. Quisiera saber si el doctor Normand tiene
algo que decirnos al respecto, o si usted,
Presidente, piensa convocar a alguien para que
sustente la propuesta del diario El Comercio.

Finalmente, quisiera señalar lo siguiente en cuanto


al tema de la adaptación de la sociedad anónima,
artículo 263º. Yo creo, señor Presidente, que éste
es un momento en el que realmente se pone a prueba
el artículo 62º de la Constitución.

El artículo 62º de la Constitución es muy claro. Su


texto señala que no pueden ser modificados
legislativamente los contratos; no pueden ser
modificados por leyes u otras disposiciones de
cualquier clase. El texto y el concepto del artículo
62º de la Constitución es muy claro. Tampoco se ha
levantado la objeción que hace el Presidente de la
Cámara de Comercio de Lima, en el sentido de que —a
su entender, y ellos son los operadores de las
normas, es decir, ellos son los que representan a
las empresas— no debe obligarse a las sociedades a
pactar contra las cláusulas que están en sus
contratos societarios ya existentes.

Creo, señor Presidente, que esta materia merece un


debate muy serio, porque estamos poniendo a prueba,
por primera vez en la legislación del Perú, el
artículo 62º de la Constitución. Me gustaría conocer
también la opinión del doctor Normand. En todo caso,
usted, señor Presidente, podría invitar a los
miembros de la Cámara de Comercio de Lima para que
sustenten la opinión discrepante de la opinión de la
Comisión.

Gracias.

El señor PRESIDENTE.— Señor Normand, tiene la


palabra.

El señor NORMAND SPARKS.— Señor Presidente: El tema


de la pluralidad de socios ha sido analizado con
todo detalle, y hemos conocido el planteamiento de
insistir en una pluralidad mínima de tres fundadores
para la sociedad anónima.
La verdad es que yo nunca me he explicado por qué la
Ley Nº 16123, cuando reforma el Código de Comercio,
hace la dualidad de poner tres socios como mínimo
para la sociedad anónima y dos socios para todas las
otras formas societarias. Si se consideraba que
había el riesgo de un empate —por llamarlo así,
entre 50% y 50%— eso no se soluciona poniendo tres
socios, porque la calidad de socio se da no porque
la ley lo dice sino por la real voluntad de los
socios que deciden formar una sociedad. Por ejemplo,
si son dos los socios que deciden formar una
sociedad, alguno de ellos va a tener que buscar un
socio calificador —así lo llama la doctrina— que
sería el tercer socio, quien tomaría una de las
acciones del 50% de aquél y, por tanto, siempre va a
votar igual que aquél. De manera tal que el empate
se va a producir igualmente con tres socios. Esta es
una realidad insoslayable; es una posibilidad muy
cierta, la cual no se soluciona aumentando la
pluralidad inicial.

No creemos que el aumento de la pluralidad sea un


mecanismo eficiente para solucionar el empate. Eso
sí ocurre en un tribunal arbitral en que se nombra
un tercer miembro, o en una Corte en que se nombra a
un vocal dirimente. Pero dentro de una estructura
societaria hay que recurrir a otros mecanismos. La
propia exigencia de la vida societaria conducirá a
los socios por el buen camino del entendimiento, en
lugar de imponerles una fórmula rígida. Otras
legislaciones toman cifras totalmente arbitrarias.
Hay legislaciones que establecen once socios como
mínimo; otras, nueve; y otras, siete; pero son
cifras tomadas sin fundamento matemático alguno, sin
fundamento práctico alguno.

Ésa es la razón por la cual nos hemos inclinado a


mantener la pluralidad de dos. Un planteamiento
diverso resultaba en nuestro derecho positivo una
peculiaridad. Teníamos seis o siete formas
societarias que se constituían con dos socios; pero
la sociedad anónima tenía que constituirse con tres
socios. ¿Por qué? No había razón alguna.

En cuanto al artículo 207º, entendemos que la


suscripción preferente —y coincidimos totalmente con
la doctora Merino— es un derecho fundamental e
importantísimo en la vida societaria. La regla del
artículo 207º ha sido puesta como una innovación.
Hemos establecido un doble requisito. ¿Y por qué el
doble requisito?

Aquí lo que tenemos que entender muy claramente es


que cuando ponemos "cuente con el voto de no menos
del 40% de las acciones" no se refiere al quórum que
se requiere para votar el aumento. En la propuesta
además de tomar la resolución de aumentar el capital
sin derecho de suscripción preferente, se tiene que
tomar la resolución con una mayoría calificada.

Como en la ley se permite que, para adoptar este


acuerdo, esa mayoría baje en tercera convocatoria,
en el caso de las sociedades anónimas abiertas, es
decir, que se puede adoptar una resolución con un
número menor del 51% de las acciones, se ha obligado
que, en esa circunstancia y para este caso concreto,
se requiera un número mínimo especial de votos
favorables, que no sea menos del 40% de las
acciones. Nosotros habíamos considerado
originalmente 20%. Pero, a solicitud de la Comisión,
creemos que es posible aumentar el porcentaje a 40%.

¿Qué ocurre? Ha habido etapas en la vida societaria


—y la doctora Merino conoce esto porque ha trabajado
mucho en el extranjero— en que las grandes
corporaciones mundiales no podían tomar decisiones
por no contar con el número suficiente de
accionistas para realizar sus juntas. Es conocido el
caso de la empresa General Motors que, durante
muchos años, después de la guerra, no pudo celebrar
sus juntas generales porque no reunía sino sólo el
8% de sus accionistas. Eso determinó que se bajara
el quórum. Esta tendencia moderna también la estamos
siguiendo nosotros en el Perú: bajar el quórum. Pero
bajar el quórum, por otro lado, no significa que se
acuerde un aumento de capital con el 40%, si es que
hay un 50% que se niega a aumentarlo o que se niega
a renunciar al derecho de suscripción preferente.

Acá la decisión del aumento de capital va a tener


que ser tomado por una mayoría calificada; es decir,
esa mayoría debe reunir cuando menos un 40% de votos
favorables. Ése es el sentido que se ha querido
poner en la norma. Sabemos que ésta es una cosa
novedosa, y creemos que es una disyuntiva que se
presenta a las sociedades: o crecen o se quedan
pequeñas. No debemos entorpecer su crecimiento, y
por eso se ha puesto otra condición adicional: en el
artículo 259º se ha precisado que el aumento de
capital no puede estar destinado, directa o
indirectamente, a mejorar la posición accionaria de
alguno de los accionistas. Es decir, se está
protegiendo a las minorías que pierden su derecho de
suscripción preferente cuando se señala que la
aplicación de dicho artículo no se haga en beneficio
de las mayorías sino en beneficio de las sociedad en
general. De esta manera se permite que la sociedad
crezca. En algún momento la sociedad va a estar en
la disyuntiva de crecer, dando acceso a terceros, o
de quedarse pequeña, dentro del derecho de
suscripción preferente. La propuesta es una novedad,
y creemos que es positiva. Con el 40% requerido se
asegura un control bastante eficiente.

Finalmente, sobre el artículo 249º, hemos tomado en


consideración las sugerencias que han aparecido en
diversos diarios. En especial, las de El
Comercio son muy puntuales. Ha habido otras
sugerencias que las hemos tratado largamente con el
congresista Marcernaro. Creemos que en este nivel se
ha dado un cambio muy importante, sobre todo porque
se establecen dos parámetros en los cuales se mueve
el cómputo de la minoría para calificar las
sociedades anónimas abiertas.

En principio, el proyecto de la Comisión Redactora


solamente había establecido que no se computen,
dentro de la minoría, a aquellos accionistas que no
tuvieran más del 5% del capital. Sin embargo, la
reflexión que hemos recibido de parte de algunas
publicaciones así como las diversas opiniones dadas,
nos hizo ver que tal propuesta podía ser fácilmente
burlada y que podía escamotearse la realidad que
tratamos de proteger al señalar un mínimo para
calificar al socio como minoritario. Creemos que
hemos logrado evitar con ello que se haga una
difusión artificial o artificiosa para dar cabida,
para alcanzar esa minoría difundida que debe
constituir el 35% del capital de la sociedad.

La fórmula que presentamos, por tanto, la hemos


conversado con varias personas que han tenido
inquietudes como ésta, y creemos que tal fórmula es
aceptable y salva los problemas expuestos.

El señor PRESIDENTE.— Doctora Beatriz Merino, tiene


la palabra.

La señorita MERINO LUCERO (FIM).— Señor Presidente:


Creo que falta el comentario del doctor Normand
sobre el tema del artículo 62º de la Constitución y
la declaración del Presidente de la Cámara de
Comercio de Lima con relación a la retroactividad de
los pactos societarios.

El señor NORMAND SPARKS.— Voy a separar el tema en


dos aspectos.

De un lado, de acuerdo con la doctrina moderna del


derecho societario, la sociedad nace como un
contrato. En su etapa formativa es un contrato. Pero
una vez nacida la sociedad deja de ser contrato para
convertirse en una institución, por tanto, ya no se
regula por las reglas contractuales.

En un contrato no se presenta la institución con la


cual ustedes están tan familiarizados: la asamblea
democrática. En un contrato, la mayoría no puede
aumentar la merced conductiva que se debe pagar de
acuerdo a sus términos; en las sociedades, sí,
porque éstas se rigen por el régimen de la asamblea
democrática, y las mayorías toman decisiones que las
minorías deben acatarlas dentro de la vida
societaria. Éste es el quid que ha determinado que
la doctrina más moderna sostenga que la etapa
contractual de las sociedades cesa una vez formada
la sociedad. O sea que estamos frente a la sociedad
como un ente, como una institución, que funciona con
otras reglas. Por eso creemos que no hay
contradicción de esta norma legal con la aplicación
del artículo 62º de la Constitución.
Por lo demás, el proyecto reconoce que pueden
existir, y de hecho existen, pactos contractuales
entre los accionistas o entre éstos y la sociedad.
Respecto de los pactos contractuales, hemos
introducido en otro artículo de la ley una novedosa
figura: que las sociedades tienen la obligación de
reconocer los pactos contractuales que sus
accionistas presenten a la sociedad. Estos pactos
deben ser reconocidos, y la sociedad tiene que
acatarlos. Es decir la sociedad, como institución,
va a estar obligada a respetar los acuerdos
contractuales que puedan celebrar los socios entre
sí, o los socios con terceros, que afecten la vida
societaria. Ésa es una manera de proteger los
pactos, lo que no existe hoy en nuestra legislación.

La sociedad anónima, que es la más importante, según


nuestra legislación, solamente inscribe la
transferencia de acciones, los gravámenes, los
embargos y otro tipo de garantías reales que se
establecen sobre las acciones. El proyecto, sin
embargo, ha ampliado eso: se ha incluido la
obligación de que las sociedades acojan, registren y
hagan suyos los pactos contractuales que puedan
existir entre sus socios.

El señor PRESIDENTE.— Sobre la retroactividad.

El señor NORMAND SPARKS.— Señor Presidente:


Reconocemos que la retroactividad es un tema muy
importante.

En nombre de la Comisión Redactora, me he permitido


hacer un contacto con el profesor
constitucionalista, colega mío en la universidad,
doctor Domingo García Belaunde, para que me dé una
opinión personal y más luces sobre la aplicación del
artículo 62º de la Constitución. Porque de los
estudios y del análisis que hemos hecho en la
Comisión Redactora consideramos que no se vulnera la
citada norma constitucional. Tan pronto tengamos el
informe del doctor García Belaunde podemos tener más
y mejores luces al respecto.

El señor PRESIDENTE.— Señor Aldo Estrada, tiene la


palabra.
El señor ESTRADA CHOQUE (UPP).— Señor Presidente:
Creo que los dispositivos reservados han quedado
explicados convenientemente por el doctor Normand;
por lo menos así lo he entendido.

Yo he encontrado aquí una aparente contradicción en


el artículo 237º, y quisiera que se me explique. Se
refiere, señor, al derecho de adquisición
preferente. La norma dice, en su primera parte: "El
accionista que se proponga transferir total o
parcialmente sus acciones a otro accionista o a
terceros debe comunicarlo a la sociedad mediante
carta dirigida al gerente general, quien lo pondrá
en conocimiento de los demás accionistas dentro de
los diez días siguientes, para que dentro del plazo
de treinta días puedan ejercer el derecho de
adquisición preferente a prorrata de su
participación en el capital".

Pero en la última parte dice: "El estatuto podrá


establecer otros pactos, plazos y condiciones para
la transmisión de las acciones y su valuación,
inclusive —dice— suprimiendo el derecho de
preferencia para la adquisición de acciones".

La pregunta es la siguiente: si en la primera parte


de dicho artículo se reconoce el derecho de
adquisición preferente, ¿cómo es que el estatuto,
por encima de la ley, puede prever lo relativo a la
supresión del derecho de adquisición preferente de
acciones? Yo encuentro allí una contradicción.

El señor PRESIDENTE.— Doctor Normand, tiene la


palabra.

El señor NORMAND SPARKS.— El artículo 237º es una


norma genérica. Este artículo es un escalón más
hacia la libertad contractual, y permite también que
en el acto contractual, en el acto fundacional o,
posteriormente, a través de una modificación del
estatuto, pueda suprimirse. Es decir, la ley dice
que la regla general es que hay derecho de
adquisición preferente en la sociedad anónima
cerrada, sin embargo, de acuerdo al proyecto, se
permite que se pueda resolver en contra, pactar o
resolver en contrario. O sea, es una autorización
para demostrar que aquélla no es una norma
imperativa ineludible sino una norma supletoria
respecto del cual se puede pactar o resolver en
contra.

El señor ESTRADA CHOQUE (UPP).— En el artículo


237º, yo encuentro una declaración a través de la
cual lo que la ley permite es la adquisición
preferente a prorrata de la participación en el
capital. Hasta ahí está perfecto. Sin embargo, se da
a los socios la facultad para que en el estatuto
pueda —dice— suprimir el derecho de preferencia en
las adquisiciones.

Mi pregunta es ésta: ¿un estatuto puede ir más allá


de lo que establece la ley? Insisto. En el proyecto
de ley se reconoce el derecho preferente de
adquirir, pero en todo este dispositivo no se
establece que se pueda suprimir ese derecho para que
el estatuto pueda regularlo o normarlo. Creo que ahí
hay una contradicción, doctor Normand.

El señor PRESIDENTE.— Doctor Normand, su opinión al


respecto.

El señor NORMAND SPARKS.— La contradicción es


aparente que real porque lo que se está tratando de
decir a través del artículo 237º es que "ésta es la
regla general y, además, se permite que se pueda
pactar en contra de esa regla"; es decir, se puede
modificar la regla, y tal modificación puede llegar
hasta el extremo de suprimir totalmente el pacto. No
hay una contradicción en la ley; la ley está
autorizando para que el estatuto pueda suprimir ese
derecho por un pacto. La propia ley dice que el
estatuto podrá suprimirlo; o sea la misma ley es la
que está autorizando a que el estatuto pueda
suprimir el pacto.

El señor PRESIDENTE.— Señor Oswaldo Sandoval, tiene


la palabra.

El señor SANDOVAL AGUIRRE (C90-NM).— Señor


Presidente: Sobre el mismo artículo 237º. Me parece
pertinente la pregunta del doctor Estrada Choque. Yo
pregunto al doctor Normand: ¿no será que esa parte
del artículo 237º no garantiza plenamente el derecho
de las minorías? Porque si se mantiene la norma tal
como está, no va a permitir ejercer el derecho de
las minorías. A partir de esto, los accionistas
mayoritarios, en todas las sociedades, podrían tomar
una decisión en contra de las minorías, quitándoles
el derecho de preferencia.

Para completar esta parte de la norma, ¿no se


debería establecer alguna votación especial que, de
alguna manera, permita que las minorías estuvieran
de acuerdo con esa posibilidad? Porque de lo
contrario se podría violar fácilmente el derecho de
las minorías.

El señor PRESIDENTE.— Tiene la palabra, doctor


Normand.

El señor NORMAND SPARKS.— Está protegido en cierta


forma. Por ejemplo, las sociedades anónimas pueden
convertirse en cerradas, y esa conversión se da por
un acto voluntario. Si es una sociedad anónima
cerrada, y tiene este pacto en el estatuto, aquí
sí se requiere un quórum calificado para modificar
el estatuto, por cuanto en la sociedad anónima
cerrada no se bajan los quórums.

El señor PRESIDENTE.— Señor Daniel Estrada, tiene la


palabra.

El señor ESTRADA PÉREZ (UPP).— Señor Presidente: Dos


inquietudes. La primera está relacionada con el
artículo 4º que trata de la pluralidad de socios.

El doctor Normand, para no aceptar la propuesta de


un sector político del Congreso de ampliar o
disminuir el número de socios, sostiene que siempre
existe el riesgo del empate, aun si hay más de dos
socios. A nuestro modo de ver las cosas, el empate
entre accionistas produce un estancamiento en el
desarrollo de la empresa. También es cierto que dos
socios tienen más posibilidades de empatar si tienen
igual cantidad de acciones. Por tanto, creo que es
preferible optar por el riesgo menor, es decir,
buscar un mecanismo que en lo posible garantice que
se produzca menos veces el empate.
Es cierto que si solamente hay dos socios, en lugar
de tres o de uno solo, el riesgo o el peligro del
empate y, por tanto, el peligro del entrampamiento
para el desarrollo empresarial es mayor. Sin
embargo, dejo constancia de que se trata de
criterios o puntos de vista.

Por otro lado, señor Presidente, yo tenía entendido


que había quedado en suspenso el artículo 54º en
cuanto a la fijación de un mínimo del capital. Esta
misma Comisión solicitó que se haga una consulta a
la Cámara de Comercio de Lima para que ésta exponga
los criterios por los cuales se tiene que poner un
mínimo de capital en el acto de constitución social.
La mencionada Cámara de Comercio ha absuelto esa
consulta. Me gustaría conocer, dada su especialidad,
doctor Normand, los criterios que tienen ellos y los
que puedan contrarrestar a los de la Cámara de
Comercio de Lima. De tal manera que todos podemos
tener un pleno convencimiento de que la no fijación
de un mínimo de capital en la constitución de una
empresa es lo que más conviene o, en sentido
contrario, si es que es admisible la postura,
debidamente fundamentada, de que haya un mínimo de
capital en el caso de las sociedades anónimas.

Gracias.

El señor PRESIDENTE.— Doctor Normand, tiene la


palabra.

El señor NORMAND SPARKS.— Señor Presidente: En


cuanto al tema de la pluralidad de socios, yo
entiendo perfectamente el problema del equilibrio.
Pero ese problema, en la sociedad anónima, tampoco
se resuelve si se exige un mínimo de tres socios,
porque en la sociedad anónima se vota por acciones y
no por personas. Si hay dos socios, uno puede tener
el 75% del capital; y el otro, el 25%; o uno puede
tener el 66% del capital; y el otro, el 33%. O sea,
la combinación que se puede dar, en la realidad
social, es muy variable, y no es un elemento
trascendente.

En cuanto al tema del monto mínimo del capital, debo


decir que no conozco la fundamentación de la Cámara
de Comercio de Lima. Sé la inquietud que tiene dicha
Cámara de Comercio; he conversado con ellos en
varias oportunidades. Ellos creen que el
establecimiento de un capital mínimo podría ser una
manera disuasiva para que no se formen sociedades
fantasmas, que se usan por poco tiempo y luego las
abandonan. El monto del capital, en la doctrina y en
la práctica, responde a una realidad. La sociedad no
es sino un vehículo para el ejercicio de una
actividad económica.

Si yo voy a hacer una gran fábrica, necesitaré un


capital acorde con el volumen de la empresa. Si, por
el contrario, voy a hacer una pequeña empresa para
dedicarme a un negocio muy modesto, pues necesito un
capital muy reducido para cumplir ese propósito.
Creo que el monto del capital debe dejarse al juego
del libre mercado, de lo que realmente necesite la
sociedad. El capital no es sino la cifra inicial con
que cuenta la sociedad para despegar en su etapa de
formación; después tiene una función de garantía,
etcétera. Inicialmente una empresa puede iniciar sus
actividades con un capital muy pequeño, y con el
esfuerzo de los socios puede crecer por encima de
ese capital.

El señor PRESIDENTE.— Señor Daniel Estrada, tiene la


palabra.

El señor ESTRADA PÉREZ (UPP).— Yo pido que usted,


señor Presidente, disponga que se transcriba al
doctor Normand la respuesta de la Cámara de Comercio
de Lima para que él se sirva hacer un comentario por
escrito.

Si se sostiene la tesis de que no haya un capital


mínimo —que de todas maneras estaría establecida en
un sol— yo creo que deberíamos modificar, en ese
caso, el inciso 3) del artículo 54º. Éste señala
que, como contenido del pacto social, debe fijarse
"el monto del capital y las acciones en que se
divide". Si se guarda correspondencia con la tesis
de que no es necesario fijar un monto, entonces
habría que modificar radicalmente esa redacción.

Gracias.
El señor PRESIDENTE.— Doctor Normand, ¿alguna
precisión?

El señor NORMAND SPARKS.— El objeto del inciso 3) es


poner un monto del capital debidamente identificado
y comprometido.

Lo que nosotros sugerimos, como Comisión Redactora,


es que el monto del capital quede librado a la
voluntad de las partes. Pero que no haya un capital
de monto mínimo.

El señor PRESIDENTE.— La copia del documento que nos


ha llegado de la Cámara de Comercio de Lima vamos a
cursarla al doctor Normand para que pueda emitir un
informe sobre la materia, si él lo estima
conveniente.

En vista de que no hay otra observación, damos


nuestro agradecimiento al doctor Normand y a los
señores asesores que, han tenido la gentileza de
acompañarnos, en esta oportunidad, en la
eventualidad de alguna consulta.

Iniciaremos el estudio del texto final la próxima


semana.

Se levanta la sesión.

—A las 12 horas y 43 minutos, se levanta la sesión.

Por la Redacción:

Julio Carmelo Herrera Vargas.

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