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Análisis de la película Eye in the Sky

Realizan
Michael Cabrera Moreno
Jose Yamid Quintero Otálvaro

Aprueba
César Augusto Sarache Silva

Institución Universitaria
Politécnico Grancolombiano
Facultad de Ciencias Sociales
Programa de Derecho
Medellín
2018
1. Delitos Cometidos

Para nosotros, en este ataque se deja entrever que la actuación de los militares que

adelantaron la operación obedeció a dolo en el resultado del ataque, incurriendo en lo prescrito

por el artículo 135 del C.P. Adicionado por el art. 27, Ley 1257 de 2008. “El que, con ocasión y

en desarrollo de conflicto armado, ocasione la muerte de persona protegida conforme a los

Convenios Internacionales sobre Derecho Humanitario ratificados por Colombia, incurrirá en

prisión de treinta (30) a cuarenta (40) años, multa de dos mil (2.000) a cinco mil (5.000) salarios

mínimos legales mensuales vigentes, e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones

públicas de quince (15) a veinte (20) años (…) “Para los efectos de este artículo y las demás

normas del presente título se entiende por personas protegidas conforme al derecho internacional

humanitario: 1. Los integrantes de la población civil. (…)”

No obstante, son más los delitos en los cuales se enmarca la actuación objeto de nuestro

análisis, como la Perfidia, estos pertenecen a la Jurisdicción Penal Internacional, y dado que la

materia se centra en el derecho penal colombiano, es motivo suficiente por cual no hacemos

énfasis en estos, empero, es de adelantar que, en lo requerido, se hará llamamiento a la

legislación internacional para argumentar nuestras posturas.

2. Responsabilidad para superiores jerárquico

En Colombia, y si no nos equivocamos, en ninguna parte, se hace una evaluación

porcentual para saber si el daño colateral causado por un misil (o dos) a una persona en especial

es superior a la media, se hace, efectivamente, el cálculo de la zona de afectación por la onda

explosiva generada por el misil (misiles), la presencia de la niña generaba una situación que no

corresponde a la analizada por el jurídico militar, puesto que no sería un daño eventual, sería un
acto intencional de causar daño. Luego, la niña fue atacada indirectamente, no es una víctima

emergente, desde el momento que se decidió realizar cálculos aritméticos con su vida se

convirtió en un objetivo más, militar o no, no sabríamos concluirlo.

Estamos, con esto, en un escenario de guerra, por lo que corresponde observar lo

preceptuado por el derecho a hacer la guerra, el cual se refiere a las condiciones que se tienen

que reunir para hacer una guerra.

La ONU nos dice que la guerra está prohibida, la guerra esta proscrita y que solo hay dos

formas para hacer la guerra, solo dos vías; una es la referida a la legitima defensa, esto es,

cuando un Estado es atacado puede recurrir a la guerra; la otra es por resolución del Consejo de

Seguridad de las Naciones Unidas.

En la situación que nos reúne, la legítima defensa, es la invocación de nuestro país para

recurrir al homicidio de la civil, pero dónde está el límite entre defenderse de un ataque o

vengarse de un grupo armado al cual vienen persiguiendo durante seis años, y esos actos de

venganza, están completamente prohibidos por el derecho internacional.

Si consideramos la legítima defensa, me parece que no había un peligro de ataque real e

inminente, el peligro era de un ataque futuro, situación que implica un tiempo de respuesta

adicional, que pudiese cambiar el resultado ocasionado por un improvisado plan. Ahora, en

cuanto lo reprochable debe estar enmarcado al conocimiento, expectativas o actitudes que los

combatientes posean con relación al daño que el ataque al ejecutarse pueda causar, la

ponderación del dolo sobre el daño excedido. (Crawford, 2013, pág. 179)
Es posible considerar que la Responsabilidad debe recaer sobre toda la cadena de mando

militar, puesto que los civiles al mando fueron seducidos a apoyar tal decisión, además de no

tener todos los datos de valor para llegar a una conclusión propia, no infundada.

Por tanto, los llamados a responder según nuestro criterio serían el general Frank Benson

y la coronel Katherine Powell.

3. Responsabilidad para el que ejecuta la orden

Para encontrar una respuesta satisfactoria, debemos remitirnos a la Corte Constitucional,

quien ha dicho, en sentencia C 64 de 2006, que la responsabilidad penal es aquella que: “(…) se

finca en el acto que el hombre realiza con voluntad y no en consideraciones genéricas relativas

al carácter, a la manera de ser o al temperamento de un individuo”.

Ahora la responsabilidad penal puede ser impuesta a una persona bajo el cumplimiento de

ciertas condiciones, condiciones que no encuentran discusión en la doctrina y que determinan

que la persona será objeto de este tipo de responsabilidad, generando con esto algunas causales

de exoneración de responsabilidad que, en últimas, es la información que requerimos.

Las casuales de exoneración de la responsabilidad penal, se encuentran expresamente

consagradas en el Código Penal colombiano Ley 599 de 2000 y en el Código Penal Militar, tanto

en la Ley 522 de 1999 como la Ley 1407 de 2007, en estos se tipifican como causales de

exoneración de responsabilidad penal, entre otras, las siguientes:

Cuando se obre en cumplimiento de orden legítima de autoridad competente emitida

con las formalidades legales.


Cuando se obre en legítimo ejercicio de un derecho, de una actividad lícita o de un

cargo público.

En el contexto penal entonces no cabría la responsabilidad del piloto Steve Watts, cuando

se logre probar la ocurrencia de al menos una de las causales anteriormente mencionadas.

4. ¿Este hecho es justificable desde la perspectiva de la teoría del daño colateral?

Para responder este interrogante se hace indispensable comentar que Colombia cuenta

con una amplia normatividad para la garantía y el respeto del Derecho Internacional

Humanitario, algunas de ellas se encuentran consagradas en la Constitución Política de 1991,

Ley 599 Código penal, Ley 906 Código de procedimiento Penal, Ley 1407 del 2010, Código

Penal Militar, Ley 522 de 1999 Código de Procedimiento Penal Militar, Ley 734 de 2002 Código

Único Disciplinario, Ley 836 de 2003 Régimen Disciplinario Para Las Fuerzas Militares y de

Policía, entre otras. (Mejía, López y Sánchez, 2008, p. 320)

Con todo, es determinante observar que las Fuerzas Militares Colombianas no tienen

contemplado el daño colateral dentro de sus operaciones, debido a que en la doctrina militar no

se concluyó, y aunque en el ordenamiento jurídico se hace una breve alusión al concepto de daño

colateral, no ha sido objeto de discusión y razonamiento en las altas cortes, en donde se siente

jurisprudencia sobre las incidencias del daño colateral en Colombia. (Quintero, 2017, p. 49)

Para nosotros es claro que el cumplimiento de la delicada misión institucionalmente

confiada a las Fuerzas Armadas entraña, lamentablemente, un alto riesgo para la comunidad,

como quiera que implica el uso de misiles cuyo uso constituye una clara actividad peligrosa, no

sólo para las personas que participan en las hostilidades sino para los miembros de la comunidad
que son ajenos al enfrentamiento armado, o lo que se asume como Daño Colateral. (Acosta,

2010, p. 24)

Cierto es que la idea central sobre la que giraba el argumento de la situación fundamental

de la película es el asesinato de la pequeña niña, además, consideraban que cualquier decisión

que tomen las Fuerzas Estatales podría resultar en la muerte de gente inocente.

En esta película mucho hablan los personajes sobre el daño colateral, dado que la teoría

se encuentra adoptada por el ordenamiento norteamericano, se comenta sobre quién moriría en el

ataque, una niña, pero nada se habla del daño a su familia, la gente que pasa por la calle o los que

viven en las casas de alrededor, no obstante, si hacen mucho énfasis en quiénes morirían si es

que no detienen a los terroristas, preocupados más por un abstracto que por la realidad.

Mejía (2011) manifestó que para determinar que efectivamente la ventaja militar concreta

y directa esperada, es superior a los daños colaterales se pueden utilizar los siguientes parámetros

de valoración:

La importancia del objetivo militar para el enemigo.

La importancia del objetivo militar para el atacante.

La capacidad de amortiguamiento.

Reservas existentes de la misma naturaleza.

Distancia del objetivo desde el punto inicial.

Facilidad para su identificación.

Son estos factores los que ponderados permitirán establecer el equilibrio entre los

principios de Proporcionalidad, Ventaja Militar y Distinción, resaltando que cuando el daño que
se ocasione en la población civil sea más grande que la victoria militar que se espera no debe

adelantarse la operación militar.

De acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja Internacional (CICR) “En

tiempo de guerra, se deben observar ciertas normas de humanidad, incluso para con el enemigo.

Tales normas figuran principalmente en los cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de

1949”. (2017)

Es bueno recordar que “las bases de los Convenios de Ginebra son el respeto y la

dignidad del ser humano. En ellos se estipula que las personas que no participan directamente en

las hostilidades y las que están fuera de combate a causa de enfermedad, herida, cautiverio o por

cualquier otro motivo, deben ser respetadas, protegidas contra los efectos de la guerra, y las que

sufren deben ser socorridas y atendidas sin distinción”, según indica la CICR, agregando que “en

los Protocolos adicionales se extiende esa protección a toda persona afectada por un conflicto

armado. Además, se impone a las Partes en conflicto y a los combatientes abstenerse de atacar a

la población civil y los bienes civiles y conducir sus operaciones militares de conformidad con

las normas reconocidas y de la humanidad”.

El caso que nos atañe no supone las condiciones básicas para denominar algo daño

colateral, en el entendido que era previsible el daño antijurídico en la vida de la niña, además,

existe la clara intención de cometer el acto que conduciría a tan lamentable resultado, situación

que implica dolo en la actuación militar, por tanto, de acuerdo con el Derecho Internacional

Humanitario, el asesinato doloso de una niña, no combatiente, podría constituir crimen de

guerra, en conclusión, respondiendo el cuestionamiento planteado, Este hecho NO es

justificable desde la perspectiva de la teoría del daño colateral.


Referencias

Acosta, K. M. (2010). Los Principios Humanitarios de Distinción y Proporcionalidad en la


estructuración de las faltas disciplinarias. Derecho Público Militar UMNG, 3.

Comité Internacional de la Cruz Roja. (29 de octubre de 2010a). ¿Qué es el derecho

internacional humanitario? Recuperado el 17 de marzo de 2018 en

https://www.icrc.org/spa/war-andlaw/treaties-customary-law/geneva-conventions/overview-

geneva-conventions.htm

Comité Internacional de la Cruz Roja. (29 de octubre de 2010b). Los convenios de Ginebra de

1949 y sus protocolos adicionales. Recuperado el 17 de marzo de 2018 en

https://www.icrc.org/spa/war-and-law/treaties-customary-law/genevaconventions/overview-

geneva-conventions.htm

Crawford, N. C. (2013). Accountability for killing: Moral resposability for collateral damage in

America´s Post 9/11 wars. New York: oxford University Press.

Mejía D, López A y Sánchez, A. (2008). La armonización del Derecho Internacional de los

Derechos Humanos con el Derecho Penal Colombiano. Revista Colombiana de Derecho

Internacional, No. 12, 317-351.


Mejía, A. (21 de enero de 2011). El dilema del soldado. Todo está por hacer en derecho

internacional humanitario. Recuperado el 17 de marzo de 2018 en

http://jeancarlomejiaazuero.blogspot.com.co/2011/01/el-dilema-del-soldado.html

Quintero. J. (2017). Implicaciones Jurídico – Políticas del Daño Colateral en Colombia.

Recuperado el 17 de marzo de 2018 en

http://repository.ucatolica.edu.co/bitstream/10983/14080/1/ART%C3%8DCULO%20DA%C3%

91O%20COLATERAL%20RAE.pdf

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