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Ensayo Europeo de Prevención de las

Drogodependencias (EU-DAP)

Evaluación de la eficacia de un programa de prevención del abuso de


drogas en la escuela

Presentación del estudio

Enero de 2004
EU-Dap Presentación del proyecto

1. Introducción

La drogodependencia se describe generalmente, tanto desde el punto de vista médico como


social, como una enfermedad crónica que cursa con recaídas, caracterizada tanto por los efectos
del propio uso prolongado de la droga como por la alteración del comportamiento debida a su
búsqueda compulsiva (Leshner: 1997).
No hay duda de que, una vez adquirida, la dependencia «suele ser una compulsión incontrolable
de buscar y usar drogas» (Leshner: 1999). Se han identificado al menos dos grupos de usuarios
de drogas, los denominados «buscadores de sensaciones» y las personas que usan drogas «como
una forma de abordar los problemas de la vida o de afrontar un humor disfórico». Además, no
todos los usuarios que se inician en el consumo pasan del uso experimental a la dependencia. De
hecho, está muy aceptado que el uso experimental es típico de los adolescentes, que «utilizan
drogas fundamentalmente por las sensaciones placenteras o la euforia que pueden producir, o
bien para ser aceptados por sus compañeros» (Leshner: 1999). Aun cuando ha de tenerse en
cuenta la vulnerabilidad individual, consecuencia de una predisposición biológica o psicológica,
«incluso el uso ocasional de drogas puede llevar, involuntariamente, a la adicción» (Leshner:
1997; Leshner: 1999). Para explicar los orígenes de la dependencia, otros autores sugieren la
«hipótesis de la progresión en escalada». Según esta teoría, el uso de drogas sigue pasos
determinados culturalmente; por ejemplo, las bebidas alcohólicas de alta graduación y el tabaco
serían un paso intermedio entre el vino o la cerveza y los derivados del cannabis, mientras que
estos últimos representan un paso más allá hacia otras drogas ilícitas (Kandel, 1975).
Considerando que éstos no son modelos explicativos alternativos, cualquiera que sea el modelo
de explicación elegido las intervenciones primarias deberían perseguir tanto la prevención del
inicio (reducir la incidencia del primer uso), como el bloqueo de la progresión, es decir, la
transición del uso experimental a la dependencia. Modelos de intervención específicos podrían
tener como objetivo un único acercamiento; el fumar cigarrillos, por ejemplo, es el prototipo de
esto último, ya que el inicio hasta ahora es casi universal, mientras que la progresión afecta al
30-50% de los que lo prueban; la progresión desde el cannabis (prevalencia de uso en vida >
30%) a otras drogas ilícitas (prevalencia < 5%) podría ser objeto tanto de una intervención
dirigida a reducir el inicio como a reducir la progresión (Siliquini: 2001).
Teniendo en cuenta estos modelos y las teorías modernas (Wise: 1998; Nestler: 1997), la
dependencia se puede considerar como un único problema, cualquiera que sea su objeto, y las
intervenciones preventivas deben tener como objetivo categorías de edad en vez de problemas
específicos. Este enfoque tiene en cuenta que nuestro entendimiento de las dinámicas y los
determinantes del abuso de drogas está lejos de ser satisfactorio (Green: 1991).

2. El papel de la escuela en la prevención del uso de drogas

Las escuelas son instituciones apropiadas para desarrollar programas preventivos del uso de
alcohol, tabaco y drogas ilícitas; de hecho, cuatro de cada cinco personas fumadoras comienza su
relación con el tabaco antes de alcanzar la edad adulta. La prevención del uso de sustancias
debería, por lo tanto, concentrarse en niños y adolescentes en edad escolar. Las escuelas ofrecen
la forma más sistemática y eficiente de llegar a un número significativo de estudiantes cada año.
El personal de la escuela puede dirigirse a jóvenes en una edad temprana, antes de que sus
creencias sobre la conducta de fumar y de usar otras sustancias se hayan asentado.

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Las intervenciones específicas para la prevención del inicio en el uso de sustancias deben
complementarse con el desarrollo e implantación de políticas escolares adecuadas. Las políticas
escolares articuladas de forma clara, aplicadas de manera justa y coherente, pueden ayudar a los
estudiantes a decidirse a no usar tabaco, alcohol y drogas ilícitas (CDC: 1994). Estas políticas
escolares deben cubrir los siguientes aspectos:

- Una explicación lógica para prevenir el uso de drogas (por ejemplo, el tabaco es la principal
causa prevenible de muerte, enfermedad e invalidez).
- Prohibiciones contra el uso del tabaco, alcohol y otras drogas por parte de los estudiantes, el
personal de la escuela, visitantes dentro de la escuela, en vehículos escolares y en actos
apoyados por la escuela fuera de su recinto.
- Prohibiciones contra la publicidad de alcohol y tabaco en los edificios de la escuela y en
actos y publicaciones escolares.
- Materiales para que los estudiantes y el personal de la escuela tengan acceso a programas
que les ayuden a dejar las drogas.
- Procedimientos para comunicar la política a los estudiantes, personal de la escuela, padres o
familias, visitantes y comunidad.

Como se ha destacado anteriormente, las intervenciones en las escuelas no necesitan centrarse


específicamente en una sustancia, en tanto que prevenir el uso del tabaco contribuye así mismo a
prevenir el uso de drogas ilícitas, pero supone una ventaja si esos programas se diseñan también
para prevenir el consumo de las diversas sustancias consumidas en el entorno de la escuela en la
que el programa vaya a desarrollarse.

3. Intervenciones en la escuela para la prevención del uso de sustancias


La mayoría de las intervenciones de prevención del uso de sustancias en el ámbito escolar se
basa en teorías conductistas (Kelli: 2002; Tobler: 2000) y persigue reducir el comienzo del
consumo de alcohol, tabaco y drogas ilícitas entre los adolescentes minimizando los factores de
riesgo personales y sociales y reforzando los factores de protección personales y sociales (Ente:
2003).
Algunos estudios han comparado la eficacia de diferentes intervenciones en la escuela. Life
Skills (Botvin et al.: 1995), Project Northland (Perry: 1996), The Midwestern Prevention Project
(Pentz: 1989), Project SMART (Hansen: 1991) y Project ALERT (Ellickson: 1993) son ejemplos
de programas de prevención en la escuela que enseñan a los adolescentes habilidades de
afrontamiento, generales, sociales y personales. Aunque el programa de prevención con más
impacto en la reducción del inicio en el uso de drogas parece ser el modelo denominado Life
Skills (Faggiano: 1994), los resultados de la mayoría de los proyectos muestran, en general, un
pequeño efecto sobre el uso del tabaco, y efectos inconsistentes sobre el consumo de alcohol y
otras drogas (Ashton: 2000; Tobler: 2000).
Estos programas se han desarrollado sobre todo en Norteamérica, hecho que puede suponer
diferencias en cuanto a su eficacia cuando son puestos en práctica en otros contextos culturales.
Un trabajo reciente realizado en el Reino Unido (Ashton: 2003) subraya problemas tanto

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metodológicos como de difusión en la aplicación de intervenciones complejas como Life Skills


en un escenario europeo.
En un vasto análisis, Tobler muestra que un currículum interactivo es más eficaz que uno no
interactivo a la hora de prevenir el uso de drogas ilícitas y legales entre los adolescentes (Tobler:
2000). Tobler, además, identifica varios componentes que son fundamentales en el aumento de la
eficacia de la intervención basada en la escuela (Tobler: 2000). Estos componentes son (I)
información apropiada sobre drogas, incluyendo información sobre efectos a corto plazo y
consecuencias a largo plazo; (II) entrenamiento en habilidades personales, sociales y de
afrontamiento, para ayudar a identificar y manejar presiones internas (ansiedad, estrés) y
externas (compañeros y publicidad); (III) énfasis en la educación normativa y refuerzo de la
conciencia de que la mayoría de los adolescentes no toman alcohol, tabaco u otras drogas; (IV)
formación en competencias personales y sociales generales, como establecimiento de metas,
control del estrés, habilidades comunicativas, habilidades sociales generales y entrenamiento en
asertividad; (V) formación a los profesores y apoyo a las personas que desarrollan programas y a
los expertos en prevención; (VI) participación activa de la familia y la comunidad; (VII)
sensibilidad cultural, por ejemplo, incluyendo actividades que requieran aportaciones del
profesor y los alumnos y que puedan adaptarse a la experiencia cultural de la clase (Kelli: 2002).

4. La evaluación de la prevención primaria del uso de sustancias


La evaluación del impacto de una intervención de reducción del uso de sustancias necesita dos
decisiones metodológicas fundamentales:
- La primera es el uso de un grupo de sujetos a los que no se les aplica la intervención (grupo
control) por razones comparativas; la simple comparación previa a la exposición no se
considera válida para la evaluación de eficacia, por el gran número de factores que afectan al
uso de sustancias que compiten con la intervención (aumento de la edad, las campañas de
prevención de los medios, etc.). El grupo control juega el papel principal para dar cuenta de
la prevalencia del consumo de drogas por parte de un grupo de sujetos similar al grupo
intervención, pero que no se expone a la intervención. Por esta razón, el grupo control se
someterá a los mismos cuestionarios, con la misma planificación temporal, que el grupo de
la intervención.
- La segunda es la aleatoriedad en la selección de las escuelas que formarán el grupo
intervención y el grupo control. Para representar a la población no expuesta al programa, el
grupo control tiene que ser, en teoría, idéntico al grupo de intervención, excepto por la
intervención en sí. El único procedimiento que asegura esta condición es la aleatoriedad. Por
esta razón, las escuelas serán invitadas a participar en el estudio, en vez de en la
intervención, y las escuelas que acepten participar serán posteriormente asignadas al azar a
un grupo u otro.
Los resultados a evaluar son otro tema crítico para este tipo de investigación. Las variables
inmediatas no son suficientes; las pruebas de que una intervención aumenta el nivel de
conocimiento sobre los riesgos asociados a fumar tabaco o al consumo de alcohol no pueden
considerarse válidas para evaluar la eficacia de la intervención, porque no están necesariamente
asociadas a una reducción en el uso de las sustancias. Sólo la evidencia de que la intervención es
capaz de reducir el número real de usuarios de drogas puede utilizarse como demostración de
eficacia.

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Las demás características de un estudio de evaluación fiable carecen de relevancia para esta
concisa presentación; remitimos al protocolo del estudio EU—Dap para explicaciones
complementarias (EU-Dap: 2004).

5. El proyecto EU-DAP

En la mayoría de los institutos de enseñanza media europeos se lleva a cabo alguna intervención
preventiva respecto al uso del tabaco, alcohol o drogas ilícitas todos los años. En la mayoría de
los casos se trata de programas que no han sido nunca evaluados empleando una metodología
científica, por lo que no existe información acerca de su verdadero impacto sobre el
comportamiento de los destinatarios con respecto al uso de sustancias. Esta carencia constituye
un problema particularmente grave por varias razones: por un lado, como se ha mencionado
anteriormente, la teoría sobre el origen del uso de drogas es todavía débil, por lo que ninguna
intervención seria puede basarse en ella; por otro lado, las evaluaciones de eficacia que se
realizan presentan muchas limitaciones: en algunos casos se adquieren pruebas del impacto de la
intervención en variables intermedias, como el conocimiento o la modificación de algunas
habilidades, en vez de en la aptitud para modificar la frecuencia de inicio en el uso de drogas o la
prevalencia de ese comportamiento (por ejemplo, la eficacia del programa preventivo en reducir
el uso regular de tabaco en la juventud). De las intervenciones evaluadas con un diseño
apropiado, algunas indicaron una reducción de la prevalencia del uso de drogas en la población-
diana (Pentz: 1989), mientras que la mayoría reveló que no había diferencias entre el grupo de
estudio y el grupo control (Botvin: 1995; Dejong: 1987); unas pocas informaron incluso de un
aumento de la prevalencia del uso de drogas después de la intervención (Dukes: 1997;
Hawthorne: 1996). Es útil recordar el resultado de un programa de prevención muy extendido,
Life Education, cuyos autores afirmaron lo siguiente: «Cuando los datos se extrapolan realizando
estimaciones a nivel estatal en cuanto a las conductas de fumar y beber, éstos muestran que, de
todos los escolares fumadores en 6.º curso, el uso de tabaco del 25% de las chicas y del 19% de
los chicos podía atribuirse a la participación en Life Education, así como el consumo de alcohol
reciente del 22% de todos los chicos». Los autores señalan que «las conclusiones sugieren que
los programas de intervención deberían ser evaluados a fondo antes de ponerse en práctica de
forma generalizada…» (Hawthorne: 1996). Desde un punto de vista ético, es absolutamente
inaceptable que una intervención llevada a cabo sin una necesidad expresa, pueda causar
perjuicio (Gillon: 1994).
A falta de programas de prevención del uso de sustancias con pruebas sólidas de eficacia, existe
la necesidad de una evaluación responsable de los programas que puestos en práctica,
especialmente en los países europeos. El proyecto EU-DAP aspira a llenar este hueco de
conocimiento llegando al núcleo de una evaluación de un programa de prevención concebido a
partir de los componentes y características de las intervenciones señaladas por la literatura
científica como más útiles a la hora de reducir la prevalencia del uso de sustancias (Tobler: 2000;
Faggiano, 2004).
El deseo de los investigadores del EU-DAP es proporcionar a las escuelas europeas y a las
autoridades responsables en la materia, información útil para la puesta en práctica de
intervenciones eficaces de prevención del abuso de drogas y para aplicar métodos de evaluación
de la eficacia de las intervenciones en escuelas.

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6. Objetivo del proyecto

El objetivo de este proyecto consiste en contribuir a demostrar la eficacia de los programas de


prevención de drogodependencias, definida como:
- una intervención compleja
- destinada tanto a frenar el inicio en el uso de drogas
- como a retrasar la transición desde la experimentación al comportamiento adictivo
- en relación con las siguientes drogas: tabaco, alcohol, hachís y otras drogas ilícitas.
El proyecto pretende valorar la eficacia de un programa de prevención de drogodependencias en
las escuelas de Europa mediante una evaluación multicéntrica. El programa, basado en las teorías
del aprendizaje social (Kelli: 2002; Tobler: 2000), lo ha realizado especialmente el grupo IPG
EU-DAP, que se presenta en un documento de forma separada (EU-DAP IPG Group: 2004).
Junto a la intervención básica, EU-DAP incluye la evaluación independiente del impacto de
otros dos componentes: la participación de los padres y la participación de los compañeros,por lo
que, en conjunto, el estudio evaluará tres intervenciones diferentes por medio de tres grupos de
intervención diferentes:
- intervención escolar sola;
- intervención escolar más la participación de los padres;
- intervención escolar más la participación de los compañeros.

7. Material y métodos

7.1 Diseño del estudio


La evaluación se llevará a cabo con un diseño de grupo control y aleatorio (RCCT). Las tres
intervenciones en la escuela se compararán con un grupo control que no recibirá ninguna
intervención. La asignación de las clases al tipo de intervención se hará al azar por el centro
coordinador del estudio. El diseño de la aleatoriedad se realizará mediante un diseño
estratificado para tener en cuenta características sociodemográficas específicas de los centros
incluidos. Las características de base del consumo de drogas (alcohol, tabaco, hachís y otras
drogas) se comparará con la prevalencia de consumo después de un año.

7.2 Población base


La población-objetivo la forman adolescentes de 13-14 años de edad del área de los centros
participantes (ver tabla).

Centro N.º de Características Coordinador N.º de colegios /


habitantes socioeconómicas estudiantes
implicados

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GRECIA 500.000 Mezcla de Greece REITOX Focal 15/600


Atenas industria y Point
agricultura
ALEMANIA 2.800.000 Mezcla de IFT – Nord Institute 15/600
Kiel turismo, for Theraphy and
agricultura e Health Research
industria
BÉLGICA De Sleutel 15/600
Merelbeke
ITALIA 100 000 Comunidades University of Eastern 15/600
Región de urbanas medias Piedmont
Novara
ESPAÑA 2.000.000 Mezcla de sector EDEX 15/600
País Vasco terciario,
agricultura e
industria
SUECIA 1.800.000 Comunidades Centre for 30/1.200
Región de urbanas grandes y Tobacco/Drug
Estocolmo medias Prevention -
Stockholm centre of
Public Health
ITALIA 900 000 Ciudad industrial OED –University of 30/1.200
Turín Torino
AUSTRIA 1.562.482 Tecnología Institut fur social-und 15/600
Viena urbana, turismo, Gesundeits Psycologie
educación y
administración

Total 150/6.000

La unidad de aleatoriedad es la escuela. El número mínimo de escuelas que tiene que identificar
cada centro es de 15 (tres para cada rama del estudio y seis de control); no obstante, los centros
de Estocolmo y Turín incluirán una muestra doble. Las características de las escuelas
involucradas las ha definido el Grupo Coordinador del Estudio (SCG) y se describen en el
protocolo de estudio.
Las escuelas se repartirán al azar en cuatro ramas: tres ramas de intervención y una de control.
Las unidades de control continuarán con su programa habitual de prevención, si es que lo tienen.
La distribución al azar se hará de forma central y se basará en una lista enviada por cada
organización participante al centro coordinador.
En cada escuela, al menos dos clases serán incluidas en el estudio.

7.3 Características generales de las intervenciones


Cada intervención se aplicará a lo largo del curso académico 2004-2005. Los dinamizadores de
la intervención pueden ser identificados tanto entre el profesorado como entre personal externo.
Se llevarán a cabo intervenciones de refuerzo en los años siguientes.

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Para asegurar la estandarización de la intervención por los diferentes centros y países, la


formación al personal involucrado en la intervención se realizará de forma centralizada, y una
página web contendrá las actualizaciones de todas las herramientas para guiar la intervención
(manuales, cuestionarios, preguntas frecuentes, etc.).
La intervención ha sido desarrollada por los Grupos de Planificación de la Intervención (IPG)
bajo la supervisión del Grupo Coordinador del Estudio.

7.4 Planificación temporal para las escuelas

Controles Componente de Componente de Intervención


los padres los compañeros básica
Formación del 2,5 días
profesorado
Administración de 1
cuestionario antes del
test
Administración de la 12
intervención
Formación de los 2,5 h
compañeros
Administración de 1
cuestionario después
del test
Total 19

7.5 Problemas específicos


Abandono de un profesor (por ejemplo, por una baja maternal): intentar implicar a otro profesor
del mismo colegio y, si el número de profesores es muy elevado y no existen otros medios para
asegurar los currículos, cada centro es libre para organizar nuevos cursos para formar a más
profesores. De todas formas, el seguimiento de los estudiantes tiene que tener resultados y el
análisis debe concebirse como un análisis con intención de llegar a acuerdos.

7.6 Evaluación de resultados


El objetivo del programa es reducir la prevalencia, a una edad concreta, uso de las siguientes
drogas: tabaco, alcohol, hachís y otras drogas.
La prevalencia del inicio en el uso y del uso regular, antes y después de las intervenciones,
representa el resultado del estudio. Teóricamente, la comparación antes-después no es esencial,

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por la homogeneidad de las poblaciones aleatorias; sin embargo, ya que el proceso de asignación
se hace por grupos, podría ser útil estimar la magnitud de los cambios dentro de los grupos.
Por esta razón se realizará una evaluación antes del test para medir los principales factores de
confusión y confirmar el éxito de la aleatoriedad. Se distribuirá un cuestionario para rellenar
individualmente durante el primer mes del curso escolar 2004-2005, y así evaluar el uso de
sustancias en estudio y recoger datos sociodemográficos y de otro tipo.
Las principales secciones del cuestionario son las siguientes:
- entorno social;
- uso personal de sustancias;
- conocimiento y opiniones acerca de las sustancias;
- uso de sustancias en el entorno inmediato;
- entorno familiar y social;
- entorno escolar y clima escolar;
- problemas y habilidades.
Un año después de que comience la intervención, se realizará una segunda evaluación. Para
evaluar la eficacia del programa a largo plazo, se han planificado evaluaciones similares después
de dos, tres y cinco años.
Un código anónimo generado automáticamente (ver documento adjunto) se usará para unir el
cuestionario anterior al test con las evaluaciones posteriores, para proteger así la identificación
personal. Este sistema tiene el propósito de prevenir la conexión entre identificadores personales
que permitan, a su vez, la conexión entre los distintos cuestionarios rellenados por el mismo
sujeto.

7.7 Análisis y difusión de los resultados

Se realizará una valoración del punto de partida para comparar las características de base de los
grupos estudiados. Estos datos, tenidos en cuenta para una estimación de la prevalencia de los
factores de riesgo de las escuelas incluidas, serán presentados a las escuelas implicadas al final
del año escolar, con datos específicos referentes a cada centro.
El análisis final se realizará con el fin de evaluar la eficacia comparativa de cada tipo de
intervención con el grupo de control, y entre los distintos tipos de intervención. Serán
examinadas la prevalencia del uso de drogas alguna vez en la vida y la prevalencia del uso en un
pasado cercano (últimos seis meses, último mes, etc.); se harán comparaciones entre los efectos
de los diversos programas.
Se organizará un congreso final en Lisboa durante 2006. Se invitará a todas las escuelas a que
participen y los resultados estarán disponibles en la página web de EU-DAP.

8. Más información

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Para más información, visitar la página web del EU-DAP, www.oed.piemonte.it, o contactar:

Centro Persona de contacto Correo electrónico Número de


teléfono
Centro coordinador Fabricio Faggiano fabricio.faggiano@unito.it +390116706558
EU-DAP
Centro de Tesalónica Maro Vassara pyxida@the.forthnet.gr +3031204453
Centro de Kiel Gudrum Wiborg wiborg@ift-nord.de +4943157029
Centro de Merelbeke
Centro de Novara
Centro del País Vasco Tatiana Pérez drogas@edex.es +34944425784
Centro de Estocolmo Rosaria Galanti Rosaria.galanti@smd.sll.se +46851778072
Centro de Turín Massimiliano Panella panella@med.unipmn.it +390321660635
Centro de Viena Karl Bohrn isg@chello.at +4317861810

9. Referencias bibliográficas

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