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CUARTA CLASE

ARREPENTIMIENTO Y CONVERSION

META: Enseñar en qué consiste el arrepentimiento y que siempre debe estar seguido de un
cambio de dirección en la vida.

En las clases pasadas hemos estado reflexionando en tres verdades fundamentales: "Dios no
ama", "Somos pecadores" y "Recibimos la salvación de Jesús", siendo ésta la mayor prueba de
amor que Dios podía darnos: entregar por nosotros a su único Hijo.

Dios quiere darnos una nueva vida por medio del Espíritu Santo, quiere sanar todas nuestras
angustias y disipar nuestras obscuridades, llenando nuestra vida de luz y de amor.

Pero tenemos que permitirle, con nuestra actitud, hacer todas las maravillas que Él quiere hacer.

Habiendo reconocido que somos pecadores, tenemos que volvernos hacia El por medio del
arrepentimiento.

ARREPENTIMIENTO

El arrepentimiento es el dolor de haber equivocado el camino,

despreciando el que Dios nos presentaba y siguiente el nuestro.

Cuando el arrepentimiento es verdadero, debe contener varias cualidades:

a) Sinceridad: Admitir que hay cosas erróneas o equivocadas en nuestra vida, cosas que debemos
cambiar.

b) Humildad: Reconocer que, a pesar de querer cambiar esas cosas equivocadas, nuestra debilidad
sola no lo haría, por lo que necesitamos la ayuda de Dios, y la pedimos. (Jn. 15, 5).

Jua 15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en


mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada
podéis hacer.
c) Renunciamiento: Lo que hacíamos erróneamente, lo hacíamos porque nos gustaba; tenemos
que renunciar a esos gustos y aficiones equivocadas, aunque nos cueste, y decidir no volverlos a
consentir en nuestra vida.

Todo lo anterior supone un cambio total de dirección, quitando lo que constituía una barrera
entre Dios y nosotros, y evitaba nuestra amistad con El, dándole a Satan6s dominio facil sobre
nuestra vida.

Sólo cuando decidimos seguir a Dios obedeciendo sus leyes amorosas, siendo verdaderamente sus
hijos, reconociendo a Jesús como nuestro único SEÑOR, puede El hacer su obra de amor en cada
uno.

A ese cambio total de dirección en nuestra vida es a lo que llamamos conversión.

CONVERSION
La conversión (en griego "metanoia"), significa comenzar a pensar en forma diferente. Es una
transformación que Dios realiza en nuestro interior y que nos impulsa, por su amor, a cambiar
todo lo que El mismo nos hace ver que estaba equivocado. (Ez. 36, 26).

Eze 36:26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de


vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un
corazón de carne.
La luz de Dios nos ayuda a reconocernos pecadores, necesita-os, limitados, enfermos, llenos de
pecados, y por la conversión damos una vuelta total, rompiendo con todo lo que nos aleja de Dios.

Convertirse es volverse hacia Dios, caminar en sentido contrario a lo que nos aparta de Él. Por eso
nos apartamos del pecado y de nuestros ídolos o fetiches, que quitan a Dios el lugar central que
debe tener en nuestra vida.

Al encontrar al Señor, queremos ir tras El y comprendemos que para seguirlo debemos quitar
todos los obstáculos, que son el pecado, los ídolos, los egoísmos, los rencores, .etc.

IDOLOS

Como veíamos en la clase de explicación, muchas veces ponemos en el centro de nuestra vida algo
o alguien, que puede ser nuestro egoísmo, el dinero, alguna persona (hijo, novia, esposo, etc.) y
esto está ocupando el lugar que debe corresponder siempre a Dios. Estas cosas o personas, que
ocupan nuestro interés, que nos llevan a obras o actitudes que únicamente deberían dirigirse a
Dios, son las que constituyen nuestros ídolos.

Esos ídolos hacen que la imagen de Dios se borre o desdibuje en nosotros. Por complacer a la
persona que es nuestro ídolo, por conseguir sus favores, olvidamos lo que es recto. Si el idolo es
una cosa, por ganarla llegamos a hacer incluso acciones deshonestas y pecaminosas, como cuando
por conseguir dinero robamos, mentirnos, sobornamos y en ocasiones llegamos hasta a matar.

Debemos pedir al Señor que nos indique cuáles son nuestros ídolos, y cuando nos los descubra,
estar decididos a quitarlos, para que sólo Dios sea nuestro centro.

VOLVER AL PADRE

Sólo el Espíritu Santo nos puede hacer conscientes de nuestro pecado (Jn. 16, 8-9)

Jua 16:8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de


justicia y de juicio.
Jua 16:9 De pecado, por cuanto no creen en mí;
y darnos un corazón nuevo, capaz de volverse hacia Dios para recibir por Jesús el regalo de una
nueva vida, la vida de la gracia .

Pero aunque la converson es obra de Dios, sabemos que Él nos da toda la ayuda que necesitamos
para ella, puesto que Jesús comenzó su predicación diciendo: “convertíos, porque el Reino de los
cielos está cerca". (Mt. 4, 17).

Mat 4:17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir:


Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Debemos responder libremente a esa invitación de Jesús, levantándonos y emprendiendo
decididos el camino que nos lleva al Padre. (Lc. 15, 18).

Luc 15:18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado


contra el cielo y contra ti.

REFERENCIA
Renovación Cristiana en el espíritu Santo
Iniciación
Comunidad de San Juan Bautista

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