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La evolución, el proceso de cambio a lo largo del tiempo, es el hilo que conecta a la enorme diversidad del
mundo vivo.
Una inmensa cantidad de evidencias indica que la Tierra ha tenido una larga historia y que todos los
organismos vivos -incluido el ser humano- surgieron en el curso de esa historia, a partir de formas
anteriores más primitivas. Esto implica que todas las especies descienden de otras especies; en otras
palabras, que todos los seres vivos comparten antecesores comunes en el pasado distante. Así, los
organismos son lo que son a raíz de su historia. Una serie de evidencias llevaron a Darwin a concebir las
ideas que constituyen los pilares de la teoría evolutiva contemporánea.
La evolución humana u hominización es el proceso de evolución biológica de la especie humana desde
sus ancestros hasta el estado actual. El estudio de dicho proceso requiere un análisis interdisciplinar en el
que se aúnen conocimientos procedentes de ciencias como la genética, la antropología física,
la paleontología, la estratigrafía, la geocronología, la arqueología y la lingüística.
El ser humano actual es el resultado de un largo proceso evolutivo que se conoce con el nombre de
proceso de hominización. Hay que tener en cuenta las dificultades que se encuentran a la hora de
establecer una cadena evolutiva (no se puede asegurar nada con certeza), ya que la teoría de la
evolución, aun en nuestros días no cuenta con una certeza
Hace 65 millones de años desaparecieron los grandes reptiles dinosaurios y comenzó el desarrollo de los
mamíferos. Estos pequeños animales que dejaron el suelo para trepar a los árboles. El salto a la vida
sobre los árboles se debió, posiblemente, a la necesidad de sobrevivir. Podemos decir que al desaparecer
los grandes dinosaurios, los mamíferos sobrevivientes ocuparon el lugar predominante en la naturaleza y
entre ellos se destacaron los primates que habitaban en las copas de los árboles y que desarrollaron una
gran capacidad para sobrevivir: poseían un cerebro superior puesto que podían coordinar la vista y el
movimiento de las manos. Sus manos eran prensiles y la posición de los ojos les permitía una visión
tridimensional.
2.- ORIGEN DE LOS PRIMATES.
El grupo de los primates tienen características anatómicas que poseen ciertos rasgos que en su conjunto
permiten identificarlos, tales como manos y pies con cinco dedos, pies plantígrados, pulgar oponible en
manos y pies, clavículas presentes, uñas planas en lugar de garras, visión a color, articulaciones del
hombro y del codo bien desarrolladas, hemisferios cerebrales bien desarrollados, visión binocular (en
diferentes grados) y órbitas oculares rodeadas de hueso.
2) LOS HOMINOIDES (gibones, grandes simios y humanos) y los monos del Viejo Mundo se
encuentran dentro del grupo de los Catarrinos y destaca que los integrantes de este grupo
comparten un ancestro común más reciente que con cualquiera de los restantes grupos de
primates
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El análisis presentado hasta el momento sugiere que los gibones, orangutanes, gorilas y chimpancés
constituyen nuestros parientes vivos más cercanos.
Las antiguas especies de homínidos se fueron adaptando a nuevos entornos para sobrevivir a medida que
sus genes iban mutando, modificando así su anatomía (estructura corporal), fisiología (procesos físicos y
químicos tales como la digestión) y comportamiento. A lo largo de grandes periodos de tiempo esta
evolución fue modificando profundamente al ser humano y a su forma de vida.
absoluta.
Se llama así a una de las dos familias de monos en que se dividió el grupo de los primates. Mientras que
en la familia del orangután, del gorila y del chimpancé no hubo cambios, hace 15 millones de años en la
familia de los homínidos comenzó la evolución hasta el hombre actual.
Los científicos han estimado que las líneas evolutivas de los seres humanos y de los PRIMATES se
separaron hace 5 a 7 millones de años. A partir de esta separación, la estirpe humana continuó
ramificándose, originando nuevas especies, todas extintas actualmente a excepción del Homo sapiens.
Los primeros homínidos aparecieron en África (por ello se le llama la “cuna de la humanidad”) y desde allí
colonizaron todo el mundo. Al principio se alimentaban sólo de vegetales, pero los cambios climáticos les
obligaron a incluir la carne en su dieta y esto permitió el aumento del tamaño del cerebro.
Los primeros seres que empezaron a caminar erguidos sobre dos piernas han sido clasificados como
HOMINIDOS. Se les considera parte de nuestros antepasados, pero no pertenecientes al género Homo,
porque los homínidos aún pasaban parte de su tiempo en los árboles y su forma de vida
era más parecida.
Su cerebro y su cara eran pequeños y era poco agresivo socialmente, lo que se deduce
del pequeño tamaño de sus dientes.
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Se han encontrado restos de 5 especies distintas de Australopithecus
(anamensis, africanus, afarensis, bahrelghazali, garhi), pero todas ellas
comparten características comunes.
Los restos más antiguos son los del llamado Australopithecus anamensis, con
una antigüedad de entre 4,5- 4 millones de años. Sin embargo, los restos más
conocidos son los relacionados con el Australopithecus Afarensis: las huellas
de Laetoli (Tanzania), unos 3,7 millones de años de antigüedad, y el
esqueleto casi completo de una hembra a la que sus descubridores
llamaron Lucy. Lucy fue encontrada en 1974 en la región de Hadar (Etiopía).
Se cree que convivió con los diferentes tipos de Australopithecus y que fue
precisamente la presión ejercida por el género Homo lo que hizo desaparecer a los
australopithecinos. Sin embargo, a pesar de la aparente superioridad tecnológica
del Homo habilis sobre sus antecesores, las diferencias anatómicas eran
relativamente escasas, aunque poseían un cerebro ligeramente más grande que
los homininos anteriores. Fue el primer homínido que fabricó herramientas. Las
herramientas eran sencillas y no las conservaban: las fabricaban golpeando unas
piedras contra otras, las usaban y las abandonaban. Parece posible que usaran un
lenguaje muy rudimentario.
HOMO ERECTUS. El H. habilis evolucionó hace unos 1,5 millones de años hacia el Homo erectus,
especie que llegó a habitar gran parte del Viejo Mundo, desde África hasta China e Indonesia. Erectus
significa “que camina erguido”. Se han encontrado restos en Asia Oriental y el archipiélago de
Indonesia.
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Tenían un cerebro de mayor tamaño (entre 900 y 1.200 cc3), medían entre
1,50 y 1, 70 m, su dieta era omnívora y cazaban animales de mayor tamaño.
Su cerebro tenía entre 100 y 1.200 cc3, medían entre 1,60 y 1,85 m y
pesaban entre 60y 90 kilos. Fabricaban instrumentos rudimentarios.
Eran omnívoros y practicaron el canibalismo, es decir, se alimentaron
de otros homínidos de su misma especie. No se sabe por qué: tal vez
formaba parte de un ritual o simplemente lo hicieron para alimentarse.
Su cara era muy parecida a la del ser humano actual.
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mar era más bajo.
A América llegaron desde Asia caminando a través del Estrecho de Bering, que se encontraba congelada
(una especie de puente de hielo: puente de Beringia) hace unos 15.000 años.
Eran similares al ser humano actual. Su mejor capacidad comunicativa y organizativa les permitieron
adaptarse a todos los hábitats y convertirse en la única especie de homínidos que sobrevive en la
actualidad.
4.- El ORIGEN DE LOS HUMANOS MODERNOS.
En paleontología, las culturas desarrolladas por estas sociedades de hombres genéticamente modernos
se encuadran en el llamado Paleolítico Superior, un período de la prehistoria caracterizado por la aparición
de las primeras manifestaciones artísticas, por la creación de nuevos instrumentos líticos y óseos
especializados, por la fabricación de herramientas compuestas y por el despertar de las creencias
religiosas.
El origen de los HUMANOS anatómicamente MODERNOS está en discusión. Para explicar cuál es el
origen del ser humano actual se proponen dos modelos: el modelo de Arca de Noé y el modelo del
candelabro
- "Modelo del "Arca de Noé" o "Fuera de África": propone que un pequeño grupo, ya diferenciado como
H. sapiens, migró hacia Europa desde África hace 100-150 mil años. Todos los hombres modernos
tenemos nuestro origen en una pequeña población africana. Esto significa que todos seríamos
descendientes de una “única” madre común, cuya herencia guardamos en nuestro ADN mitocondrial, las
secuencias genéticas contenidas en la parte de la célula que suministra energía, y que sólo la madre
transmite a toda su descendencia. La emigración de los descendientes de esta "Eva negra" primigenia
hacia Asia y Europa (en realidad de un grupo reducido, de unos 10000 componentes), habría resultado en
la extinción de los grupos locales humanos preexistentes, por sustitución y sin hibridación, entre ellos, las
últimas poblaciones asiáticas de Homo erectus y el Homo neanderthalensis europeo, sucesor del Homo
heidelbergensis. A partir de esta migración, colonizó el planeta y reemplazó a las otras poblaciones de
homínidos. Los datos provenientes del análisis de los genes mitocondriales parecen sustentar esta
hipótesis.
- "Modelo del candelabro" o "multirregional": propone que hubo múltiples migraciones tempranas
desde África a Asia y Europa. Estas migraciones habrían comenzado hace más de un millón y medio de
años y por ellas se habrían establecido diferentes poblaciones de H. erectus. Estas poblaciones, al
evolucionar gradualmente y en forma aislada, originaron las distintas variantes actuales de H.
sapiens (esta hipótesis se correlaciona con el concepto de razas). La existencia de flujo genético mantuvo
la integridad de la especie.
Los descubrimientos en Atapuerca (Burgos, España) han prestado inestimable apoyo al modelo
"multirregional" o "de candelabro". Según esta hipótesis, las poblaciones migratorias de Homo erectus en
Asia y Europa desarrollaron características anatómicas diferenciadas que persistieron en el tiempo, lo que
se conoce como "continuidad regional" y que habría dado origen a las diferencias raciales entre distintas
poblaciones humanas. A lo largo de miles de años, estos grupos separados evolucionaron en paralelo, y
en diversos lugares del planeta, hacia una misma forma que hoy llamamos Homo sapiens. Si, como se
postula, Homo antecessor (800000 años) fue antepasado directo de todas las especies europeas de
Homo, nosotros incluidos, entonces estos primeros pobladores no se habrían extinguido tras ser invadidos
posteriormente por Homo sapiens procedentes de África, como afirma y sostiene la teoría de la "Eva
mitocondrial", sino que habrían evolucionado de forma independiente hacia nuestra especie mientras los
grupos asiáticos y africanos hacían lo propio.
La mayor parte de las EVIDENCIAS, que incluyen el análisis genético, sugieren que los humanos
modernos evolucionaron a partir de una población africana que migró hace aproximadamente 100 mil años
y que, a medida que se expandía, fue reemplazando a las poblaciones europeas y asiáticas del género
Homo establecidas previamente.
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Las características que nos diferencian de los primates (que por tanto son propiamente humanas) y que
corresponden a hitos evolutivos de trascendencia en el proceso de convertirnos en HUMANOS son:
EL FUEGO: El control del fuego es una de las conquistas culturales más importantes en la
evolución humana. Las pruebas más antiguas de este control se remontan a 400.000 años atrás. El
fuego permitió mejorar la dieta y habitar en nuevos territorios, al proporcionar calor, luz y seguridad.
Al Homo erectus se le atribuye el ser el primero en tener habilidad para manipular el fuego. El
Homo antecessor, el primer poblador de Europa, evolucionó hacia el Homo heidelbergensis. Esta
especie europea ya dominó el fuego con facilidad.
El árbol genealógico de nuestra especie sigue aumentando con nuevos descubrimientos, que obligan a
replantearse constantemente las teorías explicativas sobre la evolución de los homínidos.
A partir de los años sesenta, los descubrimientos arqueológicos han sido constantes
Esto suscito problemas en la determinación del árbol evolutivo, ya que estos restos determinaron
de un nuevo tipo en la clasificación , que se denominará Australopitecus afarensis (por
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Donald Johanson, su descubridor). Los fósiles atribuidos a la misma especie fueron descubiertos
por el grupo de Leakey en Laetoli a 1.600 km de distancia, junto con un grupo de pisadas.
El Australopithecus afarensis hasta el momento solo aparece en África oriental, lo que la convierte
en “cuna de la humanidad”. Gracias a Lucy, se conocen mejor los rasgos postcraneales de todas
las especies de australopitecus, además el estudio posterior de afarensis demostró que estaba
capacitado para una marcha terrestre bípeda (forma en que se insertan los cóndilios femorales y la
morfología de la piel y la cadera). Si bien no llegan a presentar una marcha erguida como en el
hombre, la altura estimada esta en 1,20 a 1,50 según el sexo y la presencia de otros rasgos, como
es el hecho de tener los brazos más largos de lo normal en comparación con las extremidades
inferiores.
La determinación del género Homo siempre ha traído dificultades. Sin embargo, a partir de los años
setenta la investigación llevada a cabo en África oriental ha resultado fructífera en cuanto al
comienzo del linaje humano. Realmente el primer Homo, el homo habilis fue descubierto por
primera vez en Olduvai en los años sesenta.
ATAPUERCA (BURGOS). Estamos hablando de uno de los yacimientos más importantes del
mundo, el lugar que ha llevado a replantearse la evolución de nuestra especie, aportando una
nueva visión a nuestro "árbol familiar.
Los restos arqueológicos se han encontrado en la "Sima del Elefante", "El Complejo Galería" y la
"Gran Dolina". Fósiles de hasta cinco especies distintas y que se sucedieron en el tiempo
destacando, por su importancia, los del "Homo Antecessor" y "Homo Heidelbergensis", que han
permitido documentar un largo e importante periodo de la secuencia de la evolución humana en
Europa. En el museo de la evolución de Burgos están expuesta buena parte de evidencias
arqueológicas encontradas.
Para Darwin los sujetos son objetos pasivos de su propia evolución, sin embargo las teorías más
modernas sobre la evolución humana (Arsuaga y otros) reconocen a los organismos vivientes y al ser
humano en concreto un papel activo en su propia evolución, dándoles protagonismo en relación al
proceso de ADAPTACIÓN a los cambios ambientales.
Todo indica que la evolución de los homínidos no fue una escalera de progreso sino un arbusto con
muchas ramas, la mayoría de las cuales terminaron en la extinción. Este nuevo enfoque pone de
manifiesto que nuestra supervivencia fue simplemente casual y que nuestro éxito no es el resultado de un
plan preconcebido de progreso lineal. Por tanto, no somos la consecuencia necesaria del proceso
evolutivo sino que hemos estado expuestos a los avatares del destino. Todo apunta a que la evolución
humana no fue lineal y ordenada; más bien parece haber sido desordenada y enredada. Hubo muchos
intentos de “hacerse hombre” que, por diversos motivos, fallaron.
Otro concepto fundamental se relaciona con el establecimiento de las características clave o hitos
evolutivos.
Así como el tamaño del cerebro es variable en diferentes grupos de homínidos, el bipedalismo -la
capacidad para caminar en dos pies y no en cuatro- es un rasgo que caracteriza a todo el linaje. Así, otra
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de las ideas centrales que surge de la actual evidencia fósil es que la marcha bípeda fue el carácter que
nos puso en el camino hacia la humanidad, y no nuestra inteligencia superior.
En suma, el conocimiento actual acerca de los patrones de establecimiento de los caracteres clave de
nuestro linaje permite desterrar la popular representación de la evolución humana, en la que una
secuencia lineal de primates, con cerebros cada vez mayores, van adoptando gradualmente la
postura erguida.
Bibliografía consultada:
PREHISTORIA
CABRERA;QUIROS;MOLIST;AGUAYO;RUIZ
Editorial: HISTORIA 16 (1992)
Se trata de un manual de Prehistoria General, especialmente indicado para los
alumnos de la UNED. Comienza con una serie de temas dedicados al concepto
de Prehistoria, la Arqueología Prehistórica y sus técnicas de investigación, el
marco cronológico y el origen del hombre. El desarrollo cultural de la humanidad
en el mundo desde las primeras etapas del Paleolítico hasta los momentos
LA ESPECIE ELEGIDA
ISBN 9788484604631
JUAN LUIS ARSUAGA , TEMAS DE HOY, 2001
DATOS DEL LIBRO
448 págs.
1ª PARTE.
CAPITULO I: PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA TEORÍA DE LA EVLUCIÓN.
CAPITULO II: NOSOTROS LOS PRIMATES.
CAPITULO IV: ORIGEN DE LA HUMANIDAD.
RESUMEN
¿Es el hombre «la especie elegida», la consecuencia necesaria de la larga marcha de la evolución? ¿Es,
por el contrario, un accidente, el resultado de una de tantas opciones posibles en la historia de la vida?
¿Qué fue antes, un ser bípedo o un ser inteligente? ¿Desde cuándo hablan los seres humanos? ¿Eran
monógamos nuestros antepasados, cómo vivían, de qué se alimentaban? Este libro ha sido concebido
para dar respuestas a estas y a muchas otras preguntas acerca de nuestros orígenes. Con el rigor
científico que se espera de investigadores de primera fila mundial, Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez
nos ofrecen en La especie elegida la mejor y más documentada síntesis acerca del enigma del hombre.