Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Paralelo : A
Or. 24/03/2017
NOMBRES DE LOS PERIODOS GEOLÓGICOS
El Paleozoico hace uso de la raíces griegas paleo ‘antiguo’ y zoo ‘vida animal’, con
el significado de ‘vida antigua’. El Mesozoico hace lo propio con meso ‘media’, con
el significado de ‘vida media’ y el Zenocoico con el significado de ‘vida reciente’.
Como los ingleses eran los más activos en los primeros años de esta disciplina,
predominan en el léxico los nombres ingleses.
Los estratos del Cámbrico se estudiaron por primera vez en Gales y tomaron su
nombre de Cambria, el antiguo nombre romano de esta región de la Gran Bretaña.
El Ordovícico debe su nombre a una tribu que vivió antiguamente en Gales, los
ordóvices. Las rocas que cuentan la historia de este período se encontraron y
estudiaron por primera vez en Gales. Al igual que el Silúrico debe el suyo a la tribu
de los silures por el mismo motivo.
El período Carbonífero debe su nombre al carbón, que inició su vida como plantas
hace unos 300 millones de años, en este periodo. Cuando los árboles muertos y otros
vegetales caían en los pantanos, quedaban cubiertos de lodo y con el tiempo pasaron
a formar lo que llamamos turba que, al comprimirse, se convirtió en carbón.
El periodo Triásico recibe su nombre del prefijo latino tri- ‘tres’, y alude a las tres
diferenciadas capas de roca que se depositaron durante el mismo.
El nombre de Jurásico alude a las montañas del Jura, la cordillera que divide Francia
y Suiza y que se formó durante este periodo.
Toda esa materia, comprimida y contenida en un único lugar, fue impulsada tras la
explosión, comenzó a expandirse y se acumuló en diversos puntos. En esa
expansión, la materia se fue agrupando y acumulando para dar lugar a las primeras
estrellas y galaxias, formando así lo que conocemos como el universo.
Las primeras explicaciones sobre cómo se formaron el Sol, la Tierra, y el resto del
Sistema Solar se encuentran en los mitos primitivos, leyendas y textos religiosos.
Ninguno de ellas puede considerarse como una explicación científica seria.
Los primeros intentos científicos para explicar el origen del Sistema Solar invocaban
colisiones o condensaciones de una nube de gas. El descubrimiento de los
'Universos-Islas', que ahora sabemos que son galaxias, se pensó que confirmaba esta
última teoría.
En este siglo, Jeans propuso la idea de que el paso de una estrella había arrastrado
material fuera del Sol, y que este material se había entonces condensado para formar
los planetas. Hay serios problemas en esta explicación, pero se han hecho recientes
desarrollos sugiriendo que se sacó un filamento de una proto-estrella de paso, en
momentos en los que el Sol era miembro de un holgado cúmulo de estrellas, pero las
teorías más favorecidas, todavía involucran el colapso gravitacional de una nube de
gas y polvo.
Problemas a ser encarados por cualquier teoría sobre la formación del Sistema Solar:
Cualquier teoría tiene que explicar algunos hechos bastante problemáticos sobre el
Sistema Solar.
Esto, adicionalmente al hecho obvio de que el Sol está en el centro con los planetas
orbitando a su alrededor.
Hay 5 de estas áreas de problemas:
1. El Sol gira lentamente y sólo tiene 1 por ciento del momento angular del
Sistema Solar, pero tiene el 99,9 por ciento de su masa. Los planetas tienen el
resto del momento angular.
2. La formación de los planetas terrestres con núcleos sólidos.
3. La formación de los planetas gaseosos gigantes.
4. La formación de los satélites planetarios.
5. Una explicación de la ley de Bode, que dice que las distancias de los planetas
al Sol siguen una sencilla progresión aritmética.
TEORIAS SOBRE EL ORIGEN DE LA TIERRA
Después de la gran explosión (Big Bang en Inglés) que dio origen a nuestro universo,
grandes masas individuales compuestas básicamente de partículas subnucleares (quarks)
dominaban el espacio en expansión. Estas inmensas masas de gas y partículas fueron
precursoras de las galaxias, las cuales están constituidas por conjuntos estelares, uno de los
cuales es nuestro sistema solar.
Nuestro sistema solar se generó a partir de una masa caliente de gas y polvo (nebulosa),
dentro de la Vía Láctea (nuestra galaxia). Esta nebulosa de gas y polvo colapsó a su centro
por efecto de su propia gravitación y por las ondas de densidad generadas por el
movimiento rotatorio de nuestra galaxia espiral. Debido a este colapso hacia su centro, la
masa se calentó.
Esta masa, llamada nebulosa solar, aumentó su movimiento rotacional a medida que se
contraía debido a la conservación del momento angular. La gravedad, el movimiento de
rotación y la presión del gas causaron que la masa se aplanara, formando un disco con un
abultamiento en el centro. Este abultamiento generaría al sol, mientras que el disco
periférico daría lugar a los planetas y demás cuerpos celestes de nuestro sistema.
A medida que la masa se contraía, las masas individuales rotatorias colapsaban debido a la
fuerza gravitacional y a las inestabilidades provocadas por el movimiento rotatorio. Cabe
mencionar que el disco periférico al protosol se ahusó, es decir, adquirió forma de un bucle
espiral con la parte media más abultada. Este disco de masas individuales (protoplanetas)
daría lugar a los planetas. En esta fase, en la nebulosa solar, se generaron el agua y los
compuestos orgánicos necesarios para el ensamble de los seres vivos.
A la masa central se le denomina protosol porque generaría al sol, en tanto que a las
condensaciones individuales del disco se les llama protoplanetas, pues darían lugar a los
planetas.
Esta etapa dio lugar a una conflagración planetaria, durante la cual los planetas y el sol
fueron bombardeados por cuerpos más pequeños, como cometas, partículas de polvo y
meteoritos. También ocurrió la captura de productos químicos por el efecto gravitacional de
los planetas, algunos en forma de microesferas y otros en estado gaseoso.
En la Tierra ocurrió que, conforme el exceso de calor se disipaba hacia el Cosmos, el agua
en estado gaseoso comenzó a condensarse en pequeñas gotas que se precipitaban al suelo
en un movimiento de vaivén, pues al aproximarse al suelo sobrecalentado de la Tierra, de
inmediato volvían a evaporarse para volver a la estratosfera, donde volvían a condensarse
para precipitarse nuevamente. Este vaivén de gotas de agua ayudó a enfriar la corteza
terrestre, poco a poco, a través de miles de años, hasta que el agua líquida pudo depositarse
en cuencas, formando así a los océanos, lagos, charcas, etc. El agua arrastró consigo todos
los compuestos orgánicos e inorgánicos necesarios para el acoplamiento de los seres vivos.
ORIGEN Y ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA
La Tierra se puede dividir en capas externas e internas. En este contenido veremos las
estructuras internas de la Tierra, donde encontramos la corteza, el manto y el núcleo
Se distinguen dos tipos de corteza, que se diferencian por sus características físicas y su
composición química.
- La corteza continental: forma los continentes. Tiene un espesor promedio de 35 km, pero
puede alcanzar más de 70 km. Está compuesta por rocas como granito, basalto, pizarra y,
en menor proporción, arcilla y caliza.
- La corteza oceánica: forma los fondos de los océanos. Tiene un espesor promedio de 7 km
y está compuesta por rocas más densas, fundamentalmente basalto y gabro.
- Litosfera: capa solida formada por rocas, conformada por los continentes. Comprende la
corteza y la parte superior del manto, es el lugar en donde suceden los procesos geológicos
(meteorización, erosión, sedimentación, etc.), se obtienen los recursos geológicos (carbón,
minerales, etc.) y suceden los riesgos geológicos (terremotos, inundaciones, etc.).
El manto superior tiene una profundidad de 10 a 660 kilómetros. Su estado oscila entre
líquido y sólido, con una temperatura que va desde los 1400°C a los 3000°C. En la capa
externa del manto superior se encuentra parte de la litosfera, que tiene características
sólidas y a continuación una capa llamada astenosfera, que está formada por rocas
parcialmente fundidas que reciben el nombre de magma.
El manto inferior se encuentra entre los 660 Km a 2900 Km bajo la superficie de la Tierra.
Su estado es sólido y alcanza una temperatura de 3000° C. El manto inferior también se
denomina mesosfera.
El núcleo es la capa más interna. Está formado mayoritariamente por metales (hierro y
níquel). Los materiales que forman el núcleo están fundidos debido a las altas temperaturas.
La temperatura en esta capa supera los 5.000 grados. El núcleo se divide en dos zonas:
núcleo externo y núcleo interno.
Núcleo interno: es una esfera que se encuentra en estado sólido a pesar de que su
temperatura que van desde 5.000°C a 6000°C. En la superficie terrestre, el hierro se funde a
1.500°C; sin embargo, en el núcleo interno las presiones son tan altas que permanece en
estado sólido.
ROCAS IGNEAS
Granito:
El granito es una piedra que se compone de los granos de varios otros tipos de rocas
y minerales. La dureza del granito y su durabilidad lo hacen una opción popular
como material de construcción. La apariencia moteada y brillante del granito pulido
también hace que sea un material atractivo para los productos de decoración. Se
forma por la actividad volcánica y se puede encontrar en depósitos en todo el
mundo.
Obsidiana:
Se puede encontrar en negra, marrón, arco iris, con manchas blancas y con reflejos
dorados.
Tiene la peculiaridad que según como sea cortada tendrá un color negro o gris si es
tallada perpendicularmente.
Pegmatita:
Diorita:
También intrusiva, de estructura similar al granito pero con mucho menos contenido
de cuarzo. También se utiliza en la construcción, pues los triturados de diorita tienen
buena adherencia al asfalto.
Gabro:
De color más oscuro, también es intrusiva y prácticamente no tiene cuarzo. Está constituido
de muchos minerales, como hornblenda y apatito.
ROCAS METAMORFICAS
Mármol:
Basalto: Una piedra dura de grano fino que se rompe con dificultad, el basalto se
utiliza en la construcción para el afirmado de las vías de tren, construcciones bajo el
agua, enladrillados pequeños y en forma de grava para las carreteras. A pesar de su
firmeza, la finura de su grano hace que se pulimente naturalmente con el tiempo;
con la humedad se pone resbaladizo y por eso no es indicado para adoquinar las
calles.
Las finas partículas de cuarzo de las arenas silíceas son usadas como abrasivo para
pulimentar superficies metálicas (arenado). De acuerdo al grado de molienda, a su
utilización, y al contenido de impurezas, se puede clasificar el cuarzo de dos
maneras:
Cuarzo para vidrio, cuarzo para cerámica, cuarzo para esmaltes y para derivados
químicos: son empleados en la obtención de silicatos solubles, xerogeles e
hidrogeles, como elemento ligante y agente antideslizante