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una disciplina científica cuyo objeto de estudio es la conducta anormal o desviada, y que presta
especial interés a la naturaleza u orígenes de los comportamientos patológicos. Sirve como base
para disciplinas más aplicadas, como la psicología clínica o la psiquiatría, y guía los procesos
de prevención, diagnóstico y tratamiento. Uno de sus principales objetivos es lograr establecer
unos principios generales que permitan identificar las causas de la conducta anormal mediante la
aplicación del método científico.1
Sociedades primitivas
Un cráneo trepanado que data del periodo neolítico. El crecimiento de nuevo tejido óseo alrededor de la oquedad
indica que el individuo sobrevivió a la intervención.
Además de los hallazgos arqueológicos, otra fuente de datos al respecto es la que se obtiene a
partir del estudio etnográfico de sociedades actuales cuyo nivel de evolución cultural se supone
equiparable al de los periodos paleolítico y neolítico.7 A partir de los estudios realizados sobre
estas sociedades se ha señalado la existencia de un tipo de pensamiento mágico que, sin
embargo, no adquiere las connotaciones negativistas de la demonología, sino que se considera
algo positivo para la sociedad. Bajo esta concepción se encuentra la figura del chamán,
considerado por los miembros de la sociedad como un individuo con poderes especiales, capaz de
comunicarse con los espíritus y de realizar rituales curativos, entre otras habilidades, y cuya
sintomatología sería considerada en otro tipo de sociedades como indicativa de la presencia de
un trastorno mental.8
[editar]Civilizaciones preclásicas
En las civilizaciones anteriores al pensamiento greco-romano, entre las que se encuentran las
culturas mesopotámica, hindú, china, hebrea y egipcia, también predominó una concepción
sobrenatural de la naturaleza de los comportamientos anormales, entendiéndose en muchos casos
como una suerte de castigo divino o posesión maligna.9 En la cultura mesopotámica, los espíritus
vigilaban los actos de los hombres y castigaban sus males acciones enviándoles la enfermedad.
Una de ellas era la locura, que se atribuía a la intervención del demonio Idta. Las técnicas curativas
pasaban por averiguar la causa del castigo, por lo que se hacía necesaria una labor de
investigación e interrogación acerca de los actos cometidos. Ensalmos, oraciones ysacrificios eran
prácticas habituales para tratar de alcanzar la sanació
Respecto a la cultura hebrea, existen pasajes del Antiguo Testamento en los que la locura se
explica como un acto de Dios contra los pecadores. Así, en el Deuteronomio se advierte de que la
violación de los mandamientos será castigada con «la locura, la ceguera y la paralización del
corazón». Asimismo, en el libro hindú Mahábharata aparecen descripciones de sintomatologías
que se ajustan a lo que hoy se considerarían conductas psicopatológicas. 11 Bajo la influencia
del confucianismo, en la antigua China se consideraba que la locura era la consecuencia de no
respetar las tradiciones instauradas por los antepasados. Por su parte, el hinduismo especifica los
siete demonios responsables de los diferentes tipos de locura.12
Se considera que el inicio de la psicopatología como tal tiene lugar con la obra de Hipócrates (460 -
370 a. C.), que desde una perspectiva somatogénica equiparó las alteraciones mentales al resto
de enfermedades físicas, en el sentido de que todas ellas tendrían un origen natural radicado en
determinadas alteraciones anatómicas o fisiológicas. Hipócrates situó el origen de las funciones
intelectivas en el cerebro, y realizó la primera clasificación de los trastornos mentales, dividiéndolos
en tres grupos: manía, melancolía y frenitis. Describió las afecciones que hoy relacionamos con los
términos de paranoia, alucinosis alcohólica y psicosis postparto, y desdeñó las interpretaciones
mágicas al respecto de la epilepsia.17 Desde un punto de vista constitucionalista, elaboró su
célebre teoría de los cuatro humores corporales (sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema), de cuyo
equilibrio (eucrasis) o desequilibrio (discrasis) dependía la salud del individuo. A pesar de los
escasos conocimientos fisiológicos de la época, la tradición constitucionalista ha seguido ocupando
un lugar en la psicopatología hasta nuestros días, con un mayor o menor grado de aceptación. 18 19
Ya en la época romana, destaca la figura de Galeno (130 - 200), médico de la corte del
emperador Marco Aurelio. En su obra El tratado de las pasiones, Galeno esboza la figura del
psicoterapeuta, como una persona que orienta al paciente a través de la palabra, señalando sus
defectos y equilibrando sus emociones.20 De sólida formación fisiológica, incorporó la teoría
hipocrática de los cuatro humores a la tradición médica occidental. Empleó el término
«temperamento» (en latín, temperamentum, «mezcla proporcionada») para referirse al resultado de
la mezcla de las cuatro cualidades fundamentales (caliente, frío, húmedo y seco). Estableció nueve
posibles combinaciones de los cuatro humores, una de ellas temperada o proporcionada, y las
otras ocho, intemperadas o desproporcionadas.nota 1
[editar]Edad Media
Sin embargo, en la Edad Media también existió una preocupación por establecer una distinción
entre los «locos» y los «endemoniados». Autores como Alberto el Grande (1193 - 1280), Tomás de
Aquino (1225 - 1274) o Arnau de Vilanova (1204 - 1311) establecieron relaciones entre la
enfermedad mental y la enfermedad somática. Las teorías humorales seguían estando presentes,
así como la teoría de las facultades, según la cual la locura podía deberse a la pérdida de alguna
facultad de tipo sensorial, intelectual o conativa. En los casos en los que se consideraba que la
locura no obedecía a una posesión demoníaca, los afectados podían ser cuidados en sus casas
por sus familiares cercanos si no se les consideraba peligrosos, y en caso contrario podían ser
recluidos en cárceles.27 De entre las primeras instituciones dedicadas al cuidado de los enfermos
mentales en Europa, destaca el Hospital Real de Bethlem, considerado el primer hospital
psiquiátrico de Europa. Otros centros a mencionar son los de Metz (1100), Braunschweig (1224),
y Érfurt (1385).28 En Valencia, el religioso Juan Gilaberto Jofré fundó el primer centro dedicado
exclusivamente al cuidado de los enfermos mentales en el año 1409, que se inauguró el 1 de junio
de 1410 bajo el nombre de Hospital d’Innocents, Follcs i Orats, conocido popularmente como
Hospital de Inocentes de Valencia. El papa Benedicto XIII autorizó el hospital con la condición de
que se encontrara bajo la advocación de los Santos Inocentes Mártires. En el año 1412, el Hospital
de la Santa Cruz de Barcelona designó un departamento para atender a este tipo de pacientes.29
[editar]Renacimiento e Ilustración
A partir del siglo XVI tiene lugar en occidente la que se ha considerado como la «primera
revolución en salud mental». El humanismo que caracteriza al periodo delRenacimiento establece
el centro de interés en el ámbito del hombre, la razón, la ciencia y la naturaleza, aunque en el
ámbito de la salud mental, las creencias religiosas encuentran un arraigo muy firme que se
mantendría todavía durante mucho tiempo. No obstante, el estudio de la salud mental abandona
paulatinamente el modelo demonológico para adoptar una
perspectivanaturalista, organicista y biologicista; la idea del pecado deja paso a la de enfermedad;
los «endemoniados» pasan a ser pacientes.30 Entre las causas de este cambio de perspectiva
puede señalarse un enriquecimiento de la infraestructura cultural: la aparición de
la imprenta favorece la difusión de los textos científicos; los avances alcanzados durante el Imperio
Bizantino fluyen hacia Occidente tras la conquista de Constantinopla; y el descubrimiento de
nuevos territorios (América, Asia) amplía la visión general del mundo. Además, aumentan en gran
medida los conocimientos en las áreas de medicina, anatomía y fisiología. Todos estos factores
hacen que el periodo comprendido entre los siglos XVI y XVIII se caracterice por una densidad
cultural muy superior a la de épocas anteriores.31
Juan Luis Vives, precursor de la organización de los servicios sociales en Europa y un defensor del trato humanitario
al enfermo mental.
Ya en el siglo XVII, el neuroanatomista inglés Thomas Willis (1621 - 1675) clasificó la epilepsia,
la histeria y la hipocondría entre las enfermedades nerviosas; y el también inglés Thomas
Sydenham (1624 - 1689) aplicó por primera vez a la medicina el método inductivo en la práctica
clínica, valiéndose de la observación para identificar los diferentes síntomas y posteriormente
poder agruparlos en síndromes. Otros autores que posteriormente conceptualizaron la enfermedad
mental como una alteración de tipo nervioso fueron William Cullen (1710 - 1790), que acuñó el
término «neurosis»;Johann Cristian Reil (1759 - 1813) y Robert Whitt (1714 - 1766).35
San Juan de Dios salvando a los enfermos de incendio del Hospital Real, Manuel Gómez-Moreno González(1880).
Así, la proliferación de las instituciones de cuidados a enfermos mentales continúa su curso. Bajo
el influjo de la Ilustración, surge el culto a la razón, por lo que lalocura o sinrazón pasa a
convertirse en un fenómeno despreciable. Disminuye el número de centros de carácter religioso,
pero en
Respecto a la cultura hebrea, existen pasajes del Antiguo Testamento en los que la locura se
explica como un acto de Dios contra los pecadores. Así, en el Deuteronomio se advierte de que la
violación de los mandamientos será castigada con «la locura, la ceguera y la paralización del
corazón». Asimismo, en el libro hindú Mahábharata aparecen descripciones de sintomatologías
que se ajustan a lo que hoy se considerarían conductas psicopatológicas. 11 Bajo la influencia
del confucianismo, en la antigua China se consideraba que la locura era la consecuencia de no
respetar las tradiciones instauradas por los antepasados. Por su parte, el hinduismo especifica los
siete demonios responsables de los diferentes tipos de locura.12
Se considera que el inicio de la psicopatología como tal tiene lugar con la obra de Hipócrates (460 -
370 a. C.), que desde una perspectiva somatogénica equiparó las alteraciones mentales al resto
de enfermedades físicas, en el sentido de que todas ellas tendrían un origen natural radicado en
determinadas alteraciones anatómicas o fisiológicas. Hipócrates situó el origen de las funciones
intelectivas en el cerebro, y realizó la primera clasificación de los trastornos mentales, dividiéndolos
en tres grupos: manía, melancolía y frenitis. Describió las afecciones que hoy relacionamos con los
términos de paranoia, alucinosis alcohólica y psicosis postparto, y desdeñó las interpretaciones
mágicas al respecto de la epilepsia.17 Desde un punto de vista constitucionalista, elaboró su
célebre teoría de los cuatro humores corporales (sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema), de cuyo
equilibrio (eucrasis) o desequilibrio (discrasis) dependía la salud del individuo. A pesar de los
escasos conocimientos fisiológicos de la época, la tradición constitucionalista ha seguido ocupando
un lugar en la psicopatología hasta nuestros días, con un mayor o menor grado de aceptación.18 19
Ya en la época romana, destaca la figura de Galeno (130 - 200), médico de la corte del
emperador Marco Aurelio. En su obra El tratado de las pasiones, Galeno esboza la figura del
psicoterapeuta, como una persona que orienta al paciente a través de la palabra, señalando sus
defectos y equilibrando sus emociones.20 De sólida formación fisiológica, incorporó la teoría
hipocrática de los cuatro humores a la tradición médica occidental. Empleó el término
«temperamento» (en latín, temperamentum, «mezcla proporcionada») para referirse al resultado de
la mezcla de las cuatro cualidades fundamentales (caliente, frío, húmedo y seco). Estableció nueve
posibles combinaciones de los cuatro humores, una de ellas temperada o proporcionada, y las
otras ocho, intemperadas o desproporcionadas.nota 1
[editar]Edad Media
Sin embargo, en la Edad Media también existió una preocupación por establecer una distinción
entre los «locos» y los «endemoniados». Autores como Alberto el Grande (1193 - 1280), Tomás de
Aquino (1225 - 1274) o Arnau de Vilanova (1204 - 1311) establecieron relaciones entre la
enfermedad mental y la enfermedad somática. Las teorías humorales seguían estando presentes,
así como la teoría de las facultades, según la cual la locura podía deberse a la pérdida de alguna
facultad de tipo sensorial, intelectual o conativa. En los casos en los que se consideraba que la
locura no obedecía a una posesión demoníaca, los afectados podían ser cuidados en sus casas
por sus familiares cercanos si no se les consideraba peligrosos, y en caso contrario podían ser
recluidos en cárceles.27 De entre las primeras instituciones dedicadas al cuidado de los enfermos
mentales en Europa, destaca el Hospital Real de Bethlem, considerado el primer hospital
psiquiátrico de Europa. Otros centros a mencionar son los de Metz (1100), Braunschweig (1224),
y Érfurt (1385).28 En Valencia, el religioso Juan Gilaberto Jofré fundó el primer centro dedicado
exclusivamente al cuidado de los enfermos mentales en el año 1409, que se inauguró el 1 de junio
de 1410 bajo el nombre de Hospital d’Innocents, Follcs i Orats, conocido popularmente como
Hospital de Inocentes de Valencia. El papa Benedicto XIII autorizó el hospital con la condición de
que se encontrara bajo la advocación de los Santos Inocentes Mártires. En el año 1412, el Hospital
de la Santa Cruz de Barcelona designó un departamento para atender a este tipo de pacientes.29
[editar]Renacimiento e Ilustración
A partir del siglo XVI tiene lugar en occidente la que se ha considerado como la «primera
revolución en salud mental». El humanismo que caracteriza al periodo delRenacimiento establece
el centro de interés en el ámbito del hombre, la razón, la ciencia y la naturaleza, aunque en el
ámbito de la salud mental, las creencias religiosas encuentran un arraigo muy firme que se
mantendría todavía durante mucho tiempo. No obstante, el estudio de la salud mental abandona
paulatinamente el modelo demonológico para adoptar una
perspectivanaturalista, organicista y biologicista; la idea del pecado deja paso a la de enfermedad;
los «endemoniados» pasan a ser pacientes.30 Entre las causas de este cambio de perspectiva
puede señalarse un enriquecimiento de la infraestructura cultural: la aparición de
la imprenta favorece la difusión de los textos científicos; los avances alcanzados durante el Imperio
Bizantino fluyen hacia Occidente tras la conquista de Constantinopla; y el descubrimiento de
nuevos territorios (América, Asia) amplía la visión general del mundo. Además, aumentan en gran
medida los conocimientos en las áreas de medicina, anatomía y fisiología. Todos estos factores
hacen que el periodo comprendido entre los siglos XVI y XVIII se caracterice por una densidad
cultural muy superior a la de épocas anteriores.31
Juan Luis Vives, precursor de la organización de los servicios sociales en Europa y un defensor del trato humanitario
al enfermo mental.
Ya en el siglo XVII, el neuroanatomista inglés Thomas Willis (1621 - 1675) clasificó la epilepsia,
la histeria y la hipocondría entre las enfermedades nerviosas; y el también inglés Thomas
Sydenham (1624 - 1689) aplicó por primera vez a la medicina el método inductivo en la práctica
clínica, valiéndose de la observación para identificar los diferentes síntomas y posteriormente
poder agruparlos en síndromes. Otros autores que posteriormente conceptualizaron la enfermedad
mental como una alteración de tipo nervioso fueron William Cullen (1710 - 1790), que acuñó el
término «neurosis»;Johann Cristian Reil (1759 - 1813) y Robert Whitt (1714 - 1766).35
San Juan de Dios salvando a los enfermos de incendio del Hospital Real, Manuel Gómez-Moreno González(1880).
Así, la proliferación de las instituciones de cuidados a enfermos mentales continúa su curso. Bajo
el influjo de la Ilustración, surge el culto a la razón, por lo que lalocura o sinrazón pasa a
convertirse en un fenómeno despreciable. Disminuye el número de centros de carácter religioso,
pero en
1970), Carl Rogers (1902 - 1987) o Eric Berne (1910 - 1970),64 autoproclamada como «la tercera
fuerza» frente a las posturas psicoanalíticas y conductuales. 65