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MENÓN SOBRE LA VIRTUD

Los personajes en este dialogo lo son Menón, Sócrates, Esclavo y Anito. Ménon pregunta a Sócrates sobre la
virtud, si ¿esta puede adquirirse con instrucción o por ejercicio o si no independiente de la instrucción o del
ejercicio le es dada al hombre por la naturaleza de cualquier otra manera? Sócrates niega saber y le pide a Ménon
que defina y este lo hace de la siguiente manera: la virtud de un hombre es ''Ser capaz de manejar los asuntos
de la ciudad, y al hacerlo beneficiar a sus amigos y dañar a sus enemigos, cuidándose uno mismo de no sufrir'',
y para una mujer es; “administrar bien su casa, preservando en buen estado lo que hay dentro de ella, y
obediencia a su marido''. Ménon dice que hay una especie de virtud para cada ocupación, sin embargo, siguen
teniendo la misma esencia, es decir no se puede generalizar la virtud a un solo ser. La segunda definición de
Sócrates sobre la virtud es “ser capaz de mandar a los hombres”, Sócrates le reclama y concluye que quizá la
justicia es un tipo de virtud. La tercera definición de Ménon gracias a los cuestionamientos de Sócrates es
“procurarse y gozar de las cosas hermosas”, Bajo este concepto Sócrates sugiere a Ménon incluir en la definición
el procurarse las cosas con justicia y moderación, pero no concluyen en ninguna definición. Dado lo anterior
Sócrates dialoga sobre la paradoja del conocimiento, sobre la inmortalidad del alma, de cómo el alma ha
aprendido todo y que lo único que hay que hacer es recordar, y este se logra mediante el aprendizaje, y propone
ejemplificar mediante un esclavo enseñándole geometría, Sócrates inicia con preguntas básicas y conforme
avanza el dialogo cuestiona al esclavo con preguntas más complejas, demostrando a Ménon que nuestra alma
ya sabe que buscamos conocer, solo hay que recordarlo. Sin embargo, Sócrates sigue dudando y dice que pueda
que la virtud no fuera enseñable por el hecho que no existen maestros que enseñen virtud. La llegada de Anito a
la conversación hizo que se aportara un poco más en la posibilidad de enseñar la virtud, ¿A quién acudir? Al
respecto Anito responde a cualquier ciudadano educado distinguido., Sócrates cuestiona el aporte de Anito y este
se retira, no obstante amenaza a Sócrates. Al respecto Ménon no está seguro si los sofistas puedan ser maestros
de la virtud, si no hay maestros la virtud no se puede enseñar. Finalizando Sócrates dialoga sobre la verdadera
creencia que se diferencia del saber por el medio en que se logra, se concluye que la virtud no puede ser
enseñada sino se justifica por la inspiración divina y esto puede explicar la esencia del ser humano que nace, sin
ningún tipo de prejuicios.

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