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Sala de lo Civil
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Visto por la Sala Primera del Tribunal Supremo, integrada por los Magistrados al
margen indicados el recurso de casación contra la sentencia dictada en grado de
apelación por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cordoba, como
consecuencia de autos de juicio declarativo ordinario de menor cuantía 120/97, seguidos
ante el Juzgado de Primera Instancia de Priego, cuyo recurso fue interpuesto por la
Procuradora Doña Lourdes Fernández Luna Tamayo, en nombre y representación de D.
Rodrigo y Doña Catalina, y como parte recurrida la Procuradora Doña Lydia Leiva
Cavero, en nombre y representación de Fundación Juan de Dios Jiménez.
ANTECEDENTES DE HECHO
3.- Recibido el pleito a prueba se practicó la que propuesta por las partes fue declarada
pertinente. Unidas las pruebas a los autos, las mismas partes evacuaron el trámite de
resumen de pruebas en sus escritos. El Ilmo. Sr. Magistrado-Juez del Juzgado de
Primera Instancia de Priego de Cordoba, dictó sentencia con fecha 31 de Noviembre de
1999, cuya parte dispositiva es como sigue: FALLO: Que estimando parcialmente la
demanda interpuesta por el Procurador Don José Luis Castilla Linares en nombre y
representación de la Fundación Juan de Dios Giménez contra Doña Catalina y Don
Rodrigo, representados por D. Antonio Ajona Aguilera y en su virtud: -Debo declarar y
declaro resuelto el contrato de arrendamiento suscrito sobre la finca descrita en el hecho
primero de la demanda que ha durado hasta marzo de 1997.Debo condenar y condeno a
los demandados a estar y pasar por las anteriores declaraciones y a que deje libre y a
disposición de la actora la finca rústica arrendada en el plazo legal, con apercibimiento
de lanzamiento en caso de no verificarlo. Debo condenar y condeno a Doña Catalina a
que abone a la entidad actora la renta pendiente correspondiente al año 1996 /97 más
intereses legales, según se establece en el Fundamento de Derecho Quinto absolviendo a
los demandados de pagar las rentas a partir del año 1986 reclamadas del punto 4º del
suplico de la demanda. Asimismo, desestimando la reconvención formulada por D.
Antonio Arjona Aguilera en nombre y representación de Doña Catalina y Don Rodrigo
debo absolver y absuelvo a la Fundación Juan de Dios Giménez de la pretensión
formulada de contrario, con la salvedad establecida en el Fundamento de Derecho Sexto
en relación al cercado, pudiendo ser retirado por los reconvinientes siempre que no
cause deterioro en la finca.
TERCERO.- 1.- Por la Procuradora Doña Lourdes Fernández Luna Tamayo, en nombre
y representación de D. Rodrigo y Doña Catalina interpuso recurso de casación contra la
anterior sentencia, con apoyo en los siguientes MOTIVOS DEL RECURSO:
PRIMERO.- Al amparo del número 2º del artículo 1692 de la L.E.C. por inadecuación
de procedimiento.Como norma infringida por interpretación errónea se cita el párrafo 1º
del artículo 131 de la Ley de Arrendamientos Rústicos que según el fundamento de
derecho tercero de la sentencia objeto de este recurso hace posible la tramitación y
enjuiciamiento de todas las peticiones contenidas en la demanda formulada por la
Fundación Juan de Dios Jiménez por los trámites del Juicio de cognición. SEGUNDO.-
Al amparo del inciso segundo del ordinal 3º del art 1692 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil por infracción de las normas que rigen los actos y las garantías procesales, siempre
que en esté último caso de haya producido indefensión, se alega como infringida por
inaplicación la norma contenida en el artículo 154 de la Ley de Enjuiciamiento Civil en
su apartado primero en relación el ordinal 3º del mismo articulo que dispone que será
incompatible el ejercicio de dos o más acciones en un mismo juicio y no podrán, por
tanto, acumularse..." 3º Cuando con arreglo a la Ley deben ventilarse y decidirse las
acciones en juicios de diferente naturaleza". TERCERO.- Al amparo del nº 3 del
artículo 1692 de la Ley de Enjuiciamiento Civil por infracción de las normas que rigen
los actos y garantías procesales, habiéndose producido indefensión a esta parte.Se alega
como norma infringida la contenida en el artículo 642 de la Ley de Enjuiciamiento Civil
en sus dos párrafos en relación con lo prevenido en el apartado 3º del art. 238 de la Ley
Orgánica del Poder judicial.CUARTO.- Al amparo del nº 4 por infracción de las normas
del ordenamiento jurídico y de la jurisprudencia, aplicable para resolver las cuestiones
objeto del debate. Como norma infringida por interpretación errónea se cita el art 60 de
la Ley de Arrendamiento Rústicos. QUINTO.- Al amparo del n º 4 del artículo 1692 de
la Ley de Enjuiciamiento Civil, por infracción de las normas del ordenamiento jurídico
y de la jurisprudencia aplicable para resolver las cuestiones objeto de debate. Se cita
como norma infringida por interpretación errónea el art. 73 de la Ley de
Arrendamientos Rústicos.
3.- No habiéndose solicitado por todas las partes la celebración de vista pública, se
señaló para votación y fallo el día seis de septiembre del 2006, en que tuvo lugar.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Procede desestimar los dos primeros motivos en los que los recurrentes
apoyan el recurso de casación, formulado al amparo de los números 2 y 3 del art. 1.692
de la Ley de Enjuiciamiento Civil, por entender que la sentencia recurrida admite el
ejercicio en un único juicio de dos acciones de distinta naturaleza, cuales son la
resolución del contrato por agotamiento de plazo contractual y sus prorrogas y la de
reclamación de cantidad por rentas adeudadas, acción esta - dicen- no sujeta al curso
procesal establecido en el artículo 131 de la LAR y que es además de naturaleza distinta
de la anterior, lo que impide su acumulación, conforme al artículo 154 de la LEC.Como
ha sido puesto de manifiesto en la Sentencia recurrida, y como claramente se deduce del
contexto del art. 131 de la Ley de Arrendamientos Rústicos de 31 de diciembre de 1980
(en el que la clase de juicio no viene determinada por la cuantía del pleito, sino por la
materia del mismo), tienen ambas acciones la posibilidad de tramitación con base en el
juicio de cognición, y ello indudablemente posibilita la acumulación de las referidas
acciones en un mismo juicio, a tenor de lo prevenido en el artículo 154 de la LEC, en
relación con el art. 126 de la precitada Ley de Arrendamientos Rústicos, texto que
autoriza al actor a acumular las acciones que le asistan contra el mismo demandado, con
el efecto de discutirse todas ellas en un mismo juicio y resolverse en una sola sentencia.
La sentencia de esta Sala de 9 de Marzo de 1.993, que se cita en el motivo, nada tiene
que ver con el supuesto enjuiciado, puesto que parte de una reclamación formulada
frente a quien ya no era arrendatario, en base a un arrendamiento extinguido con
lanzamiento de la finca.
SEGUNDO.- El tercero se formula al amparo del nº 3 del artículo 1.692 por infracción
de las normas que rigen los actos y garantías procesales, causando indefensión. Se
denuncia en concreto infracción de los preceptos relativos a la prueba testifical que cita
(art. 642 LEC), en cuanto uno de los testigos por dicha parte propuestos declaró sin
haberle comunicado nada y sin dale oportunidad de asistir a su practica, siendo esencial
para acreditar que la demandada tenia conocimiento de la subrogación de Don Rodrigo
en el contrato de arrendamiento y de los gastos extraordinarios hechos en la finca. El
motivo se desestima como los anteriores. Es cierto que en lo que concierne a la prueba
de testigos la imperatividad sobre la observancia del artículo 642-1 no deja lugar a
dudas (STS 4 de junio 1.996). Ahora bien, para el supuesto de infracción de normas
relativas a los actos y garantías procesales, se requiere la petición de subsanación de la
falta o transgresión en la instancia en que se hubiere cometido (art. 1.693 LEC), lo que
no se llevó a cabo en la Primera Instancia pues una cosa es que no pudiera hacer la
protesta pertinente en el momento en que la falta se produjo, y otra distinta que no
hiciera valer esta irregularidad cuando tomó conocimiento de la misma pues es lo cierto
que nada se dijo en el Juzgado en el que se practicó la prueba ni nada tampoco con
posterioridad habiéndose devuelto el exhorto por el Procurador actuante sin hacer tacha
o protesta alguna sobre la irregularidad denunciada.
Por lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad conferida por el pueblo español
FALLAMOS