Chamanismo

Ser Chamán es:

 Conocer y respetar las leyes fundamentales del Universo.
 Reconocer en ti la energía que forma parte del todo, y ser capaz de sentirte parte
del todo.
 Respetar, por Amor todas las formas de la creación, en todos sus niveles y
evolución.
 Ser capaz de ver hasta en lo malo, el propósito y la enseñanza que cada situación
te presenta, para perfeccionarte y fortalecerte.
 Tener la capacidad de poner en las manos de quienes lo necesitan, las
herramientas para la sanación de los males de la mente y el espíritu, que
contaminan y enferman al cuerpo físico, haciendo tomar conciencia del origen
causal de los mismos.
 Enseñar con tu ejemplo a vivenciar la Sabiduría Simple y trascendente.
 Apreciar la armonía, belleza, perfección y poder de la naturaleza.
 Lograr que se manifieste en ti el poder de la Esencia Divina, ya sea en la paz de la
montaña o en el bullicio de la ciudad.
 No necesitar saber o tener como requisito para ser feliz.
 Poder amar a tu prójimo liberado de prejuicios sociales, raciales, religiosos y
culturales.
 Yo estoy en el agua, en el aire, la tierra, el fuego, el árbol, la roca y el animal,
formo parte del todo y todo forma parte de mí.
 Soy un lazo de unión eterno entre el Hombre, Dios y todas las manifestaciones de
la creación.

Palabras de un Chamán

La Sabiduría
Puedes encontrar la Sabiduría en todo cuanto te rodea, pero la mayoría de las veces se
presenta de forma tan simple que pasa inadvertida, o por tan sencilla no se la tiene en
cuenta.
Sabiduría no es la acumulación indiscriminada de conocimiento complejo, sino la
capacidad de simplificación y aplicación de las pequeñas verdades trascendentes a la
vida cotidiana.
Sabio no es aquel que conoce las fórmulas, sino aquel que las conoce y aplica.
Es aquel que logra transformar en simple lo que para muchos es complejo. Busca la
simplicidad y trata de ser feliz con ella, ya que el Universo todo esta compuesto de
elementos comunes y simples.
La Sabiduría se encuentra en todas partes, como la marca de la Suprema Fuerza de Dios.
La Sabiduría comienza cuando logras encontrar dentro de ti el punto que te une al todo,
eso solo lo conseguirás dentro tuyo, en la misma esencia Divina depositada en ti, que es
fuente de toda Sabiduría.

Los Hijos
Tus hijos no son una propiedad privada, ni la proyección de tus sueños y deseos, ellos
tienen sus propios caminos y tiempos, si intentas guiarlos puedes retrasar su aprendizaje.
Trata de acompañarlos y de seguir creciendo junto a ellos, con la menor cantidad de
intromisiones posibles.
Trata de vivir en armonía con el medio que te rodea, disfruta de cada instante, sé
paciente contigo misma, y tu ejemplo le servirá a tus hijos más que las palabra.

La Misión
Todos los seres nacen con una vibración muy personal que se corresponde con la
evolución de su espíritu.
El servicio más importante a cumplir es el que puedes realizar aquí y ahora, sin necesitar
más elementos que tu voluntad de hacer algo por alguien, por más pequeño que esto sea.
La gran montaña está compuesta también por pequeñas rocas y los océanos se nutren de
pequeñas gotas de lluvia. Si quieres encender un fogón debes comenzar encendiendo
pequeñas ramas
Procura hacer servicio en todo momento y lugar, procura de que esto sea un hábito en ti,
y la corriente de tu río interior te guiará hasta el remanso aunque no te des cuenta de
ello.

El miedo
El miedo no es del todo malo, de hecho es un imprescindible mecanismo de defensa con
el cual cuenta el ser humano, tal vez, actos imprudentes que atentarían contra tu
integridad física, también sirve como escollo necesario para que aprendas a tomar
decisiones que involucran a otros seres.
Los miedos no solo sirven de alerta sino que te marcarán los aspectos en los cuales
deberás superarte. Ellos se producen en tu mente y afloran como sensación y suelen
utilizar diferentes máscaras como la ansiedad, la angustia, la depresión, la agresión y
muchas mas sensaciones.
Cuando aparezca algún miedo ten en cuenta que siempre estará asociado con alguna
pérdida. Libérate de tu excesivo apego y te liberarás de muchos miedos.

La muerte
La mayoría de los humanos le otorga ese término al fin de la etapa de vida terrenal,
donde el cuerpo físico deja de servir como herramienta indispensable en tu mundo y
dimensión.
El cuerpo físico al no servir como vehículo portador de alma del ser, se desintegra y pasa
a ser parte del sistema ecológico y el alma del ser proseguirá su camino evolutivo.
Lo que llaman muerte yo lo llamo renacimiento, expansión cósmica de la conciencia del
ser, que en ese instante aprecia el milagro de la inmortalidad.

El Destino
Aunque el hombre pueda elegir el camino que quiera transitar, no existe ninguna
variante que no se haya tenido en cuenta en lo que le concierne al lugar que ese ser
deberá ocupar dentro del esquema del plan divino.
Cualquier camino que adopte el hombre será motivo de prueba y aprendizaje. Su destino
es evolucionar, crecer para retornar inmaculado en amor y conciencia pura a la fuente de
vida que es Dios.
Ese es un hecho invariable, la meta a la cual se llegará tarde o temprano, cualquiera sea
el camino por el que elija avanzar.

La Pureza
La pureza es un estado natural en la esencia de las almas de todos los seres, pero es
opacada por los estímulos que la mente va registrando a lo largo de toda la vida.
La baja calidad de la información acumulada por la mente tapa y oculta el brillo que
esboza de la pureza del alma.
Sólo por medio de la comprensión se deja de ser víctima inconsciente de los patrones
mentales de conducta y puede accederse a la inofensividad, y de allí a la pureza.

Fuente: Eduardo Lana