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Básicamente, nuestro carácter está compuesto por nuestros hábitos. Los hábitos son factores
poderosos en nuestras vidas. Dado que son pautas consistentes, a menudo inconscientes, de modo
constante y cotidiano expresan nuestro carácter y generan nuestra efectividad... o inefectividad.
Según dijo alguna vez el gran educador Horace Mann: “Los hábitos son como hebras. Si día tras día las
trenzamos en una cuerda, pronto resultará irrompible”. Personalmente, no estoy de acuerdo con la
última parte de esta sentencia. Sé que los hábitos no son irrompibles; es posible quebrarlos. Pueden
aprenderse y olvidarse. Pero también sé que hacerlo no es fácil ni rápido. Supone un proceso y un
compromiso tremendo.
Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva enumeran treinta y dos principios de acción, que, una
vez establecidos como hábitos, ayudarán al lector a alcanzar un alto nivel de efectividad en todos los
aspectos importantes de su vida. El autor afirma que dichos hábitos están basados en principios de la
ética personal y del carácter, que no son afectados por el tiempo y de aplicación universal.
El autor Stephen Covey ha propuesto una cuarta que encuentra su sustento en la matriz de
administración personal, en la que cada actividad puede ser clasificada según dos criterios: 1)
Urgencia, aquellas actividades que requieren una acción inmediata. 2) Importancia, aquellas
actividades que tienen que ver con los resultados. Así, cada actividad es susceptible de clasificarse en
los siguientes cuadrantes: 1) Urgente e importante: Administración por crisis; 2) No urgente e
importante: Administración proactiva; 3) Urgente y no importante: Administración reactiva; 4) No
urgente y no importante: Administración inefectiva. Resulta obvio que es el segundo cuadrante el que
resulta clave para el logro de la efectividad.
Habito 4 – Piense en ganar/ganar
La efectividad de este hábito muestra el beneficio mutuo entre seres humanos y ayuda de forma
poderosa a encontrar equilibrio en las relaciones humanas con un sentido del bien común recíproco e
igualdad. Este hábito posibilita el lograr satisfacciones compartidas entre todas las personas que
participen en un proceso de intercambio o de negociación.
En una sociedad como la actual donde predomina más el egoísmo y el aislamiento basados en el
paradigma de la acumulación y escasez de los recursos este hábito abarca el estudio de seis
paradigmas en las interacciones humanas: 1) ganar / ganar; 2) gano / pierdes; 3) pierdo / ganas; 4)
pierdo / pierdes; 5) gano; 6) ganar / ganar o no hay trato.
Cada uno de estos paradigmas modela las relaciones humanas y conllevan a consecuencias
determinadas; no obstante el primer modelo en una realidad de ayuda mutua es el único viable para
generar vínculos de apoyo entre las partes y la duración de cualquier relación humana. Este primer
modelo representa beneficios que dan mutua satisfacción, adicionalmente permite el aprendizaje e
influencia mutuos. Todos los conflictos en los diferentes ámbitos sociales y económicos reflejan la
ausencia de la comprensión y aplicación de este modelo
Habito 6 – Sinergice
La sinergia ocurre cuando el todo es mayor a la suma de las partes, es decir la aritmética convencional
no se aplica en este caso. La efectividad de este hábito implica la suma de talentos de un equipo que
puede producir muchas mayores conquistas y ventajas que un sólo individuo por inteligente que este
sea.
Una de las formas de aplicar la sinergia está en la creación de nuevas relaciones humanas sean de trabajo
o personales, esto crea una corriente de nuevas ideas por asociación siempre y cuando sean
personas que aporten valores y progreso. Actuando así cultivas tu habilidad y tu actitud a la hora de
valorar a otras personas, otros pensamientos, otros paradigmas. Sumar distintas buenas ideas
produce siempre mejores ideas.
La sinergia es pues un producto resultante de la calidad de las relaciones internas y externas de un
equipo de personas. Así la sinergia intrapersonal es consecuencia de la práctica de los tres primeros
hábitos que propician la victoria privada o maestría personal; en tanto que la sinergia interpersonal es
el resultado de la práctica de los tres segundos hábitos que generan la victoria pública o maestría
interpersonal. Otra manera de enfocar la sinergia interpersonal es considerarla como un producto de
la mentalidad de abundancia, la cuenta bancaria emocional y el esfuerzo por procurar primero
comprender. Un ejemplo notable de sinergia son los círculos de calidad japoneses comprometidos,
productivos y creativos.
En conclusión, Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva representan un método claro y
secuencial de inteligencia emocional que permiten definir, refinar y verificar el progreso personal, social
y económico y ayudar a otros a beneficiarse también del mismo proceso.