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Lo Básico

de la

Profecía Bíblica

Preparado por

John R Ecob D.D.

para el

Herald of Hope Inc.


(Traducido por
Raquel Morales Castedo)

Junio del 2010

Derechos de copia © J. Ecob 2005

No es para la venta
Acerca del libro

C omo el nombre lo da a entender, “Lo Básico de la Profecía Bíblica’’,


provee una simple presentación de los más grandes elementos de
la profecía de la Escritura. En este libro se encuentran seis secciones
designadas a guiar al estudiante de la Palabra de Dios a través de los
siguientes temas:
1) Las Siete Dispensaciones.
2) La profecía de las 70 “Semanas” concerniente a la Historia de
Israel (Daniel 9:24-27).
3) Los Tiempos de los Gentiles (Daniel capítulos 2 y 7).
4) La Alianza Rusa y Musulmana, usada por Dios para el
arrepentimiento de Israel. (Ezequiel capítulos 38 y 39 y Joel
capítulo 2).
5) Señales de Los Últimos Días.
6) El libro de la Revelación de Jesucristo.
Esta publicación es una extensión del ministerio del ‘Herald of Hope’,
una revista australiana basada en la profecía bíblica y publicada cada
dos meses. Este ministerio afirma que el arrebatamiento o rapto de
la iglesia es pretribulacional, y que la segunda venida de Cristo es
premilenial. Desde el año 1948 la revista ha provisto la exposición
de la Biblia y testimonios personales de salvación enseñando temas
proféticos y comentarios de eventos internacionales relacionados con
las profecías de los Últimos Días.
Los miembros del comité de redacción han mantenido siempre un
ministerio de conferencias en toda Australia, como el Señor lo ha
permitido. Este libro ha sido producido como un regalo especial
para los asistentes a las series de profecía bíblica, presentada en la
conferencia efectuada en las Filipinas, en el mes de Junio del 2005.
Para más información contacte:
Señor Editor, C/- Herald of Hope,
P.O. Box 4216 Marayong, NSW 2148, AUSTRALIA
E-mail: editor@heraldofhope.org.au
Sección 1
Las Siete Dispensaciones

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado


como obrero que no tiene de que avergonzarse,
QUE USA BIEN LA PALABRA DE VERDAD” (2Tim. 2:15).
Introducción

L a Biblia debe de ser interpretada literalmente en todo el sentido de


la palabra, desde Génesis capítulo 1 hasta Apocalipsis capítulo 22,
hay que acercarse a ella teniendo en cuenta que éstas son las palabras
de Dios, infaliblemente inspiradas y preservadas por el Espíritu Santo.
Dios dijo lo que quiso decir y lo que quiso decir lo dijo.
Para entender la palabra profética de Dios es necesario –
i) Adoptar principios sólidos de interpretación.
ii) Distinguir entre el judío, el gentil y la iglesia.
iii) Reconocer las siete dispensaciones.
Cuando se usan símbolos, estos tienen que ser entendidos dentro de
su contexto. El significado llega a ser evidente cuando se compara la
Escritura con la misma Escritura, bajo la guía del Espíritu Santo.
En la Biblia no hay mitos ni leyendas. Esta es histórica y consta de
hechos. Los personajes mencionados en la Biblia fueron reales, personas
que se movieron a través del tiempo; así como fueron también reales
los lugares o sitios. Los milagros no fueron la norma, pero sí fueron la
excepción y ellos ocurrieron a través de la divina intervención en los
asuntos del ser humano. Ellos se oponen a la explicación humana, por
lo tanto, deben ser aceptados como hechos verídicos que han sucedido.
Similarmente, la profecía debe ser interpretada en forma literal. Israel,
las naciones y la iglesia del mismo modo, no deben ser confundidos.
Lo que fue prometido a Israel como nación será cumplido y esto no
puede ser aplicado a la iglesia. El no hacer distinción entre el judío, el
gentil y la iglesia, llevará a la confusión.
Finalmente, la administración de Dios puede ser vista en siete
distintas dispensaciones, cada una de ellas empieza con una nueva
oportunidad, terminando en un completo fracaso, mereciendo castigo.
Vivimos en los últimos días de la sexta dispensación; observando que
el mundo pronto va experimentar los castigos de la Gran Tribulación.
Cuando la última dispensación se complete al final del reino milenial
de Cristo, ya no habrá más tiempo, y todos los salvados de todas las
edades entrarán a la eternal bendición del nuevo cielo y de la nueva
tierra cuando:
“todas las cosas le estén sujetas...para que Dios sea en todos” (1Cor. 15:28).

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Lo Básico de la Profecía Bíblica

Los Principios de la Interpretación Bíblica


No se exagera al afirmar la importancia de adoptar principios sólidos
de interpretación bíblica. La Biblia no es una “caja conteniendo números
sorteados,” de la cual pueden ser sacados versos aislados, para ser
interpretados fuera del contexto. Pedro nos dice que:
“... ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada’’ (2Ped. 1:20).
Cada Escritura debe ser entendida de acuerdo a su contexto histórico
y textual. Esta tiene que estar de acuerdo con las otras Escrituras que
hablan del mismo tema, no tiene que tener un significado aislado, pues
Dios ha confirmado cada verdad en su Palabra con muchos testigos.
La Biblia es el libro más antiguo del mundo, por consiguiente, han
transcurrido más de 3.500 años desde que Moisés escribió los primeros
cinco libros, y aún más, él introdujo archivos aún más antiguos,
incluyendo los del “Libro de las Generaciones de Adán” (Gen. 5:1). Poder
encontrar una genealogía confiable y continua desde Adán hasta
Cristo, que abarquen 4.000 años, no es fácil, pues no hay nada igual a
los registros antiguos.
La explicación para tal fenómeno, tan solo puede ser encontrada
en su procedencia, pues la Biblia clama ser la Palabra de Dios dada
por inspiración divina (aliento de Dios), cuando los hombres de
Dios fueron movidos (llevados a lo largo) por el Espíritu Santo. Por
esta razón, la Biblia firmemente puede reclamar ser las palabras del
Espíritu Santo (Hech. 1:16; 28:25), usando las bocas de los profetas.
Por consiguiente, la Biblia es infalible, sin error y completa.
Pruebas de la eficacia de la Biblia son muchas; con todo, una de las
mejores formas de demostrar su increíble origen divino, es a través
de sus anuncios proféticos, pues la predicción es un atributo único de
Dios. Es Él quien dice:
“Yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo
por venir desde el principio, y desde la antigüedad, lo que aun no era hecho;
que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero” (Isa. 46:9-10).
Muchas profecías de la Biblia han sido cumplidas asombrosamente.
Por lo menos 33 de ellas fueron cumplidas en un sólo día – ¡el día en
que Cristo murió!
Los poderosos imperios de Egipto, Asiría, Babilonia, Persia y Grecia,
todos ellos se levantaron y cayeron, así como la Biblia lo profetizó. Las
ciudades de Tiro, Nínive, Sodoma, Babilonia y Jerusalén, todas ellas
fueron destruidas en la misma manera que la Biblia lo profetizó.

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Las Siete Dispensaciones
El hecho de que muchas profecías han sido cumplidas, incita a creer
que aquellas profecías que son para el futuro, por seguro que serán
cumplidas.
El Judío, el Gentil y la Iglesia
Hay tres grupos de personas dentro del género humano respecto al
trabajo de Dios con ellos. Estos grupos son claramente declarados por
el apóstol Pablo:
“No seáis tropiezo ni a JUDÍOS, ni a GENTILES, ni a la IGLESIA de
Dios” (1Cor. 10:32).
No hacer diferencia entre estos tres grupos de personas, hace que sea
imposible la interpretación de las profecías de las Escrituras. En los
días de Abraham hubo JUDÍOS y GENTILES, pero desde el día de
Pentecostés hasta el presente, Dios introdujo una tercera categoría;
esta es la IGLESIA.

Especial atención será dada al plan de Dios para los judíos en la


sección 2 – “Las 70 Semanas de Jerusalén e Israel”, y para los Gentiles
será en la sección 3 – “Los Tiempos de los Gentiles”. La iglesia será
presentada en la sección 6 – “La Revelación de Jesucristo”. En las cartas
a las siete iglesias de Asia veremos su historia. Este estudio de las siete
dispensaciones provee un panorama de los tres grupos. Los siguientes
diagramas muestran sus lugares en la historia.

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Lo Básico de la Profecía Bíblica

Las Siete Dispensaciones


Existen siete claros y definidos periodos de historia desde Adán
hasta el fin del tiempo. Estos son conocidos como las “LAS SIETE
DISPENSACIONES”.
Una “dispensación” puede ser definida como “una edad o periodo de
tiempo, en el cual Dios trabajó con y a través de una persona particular
o gente para la bendición de la humanidad”. En el Antiguo Testamento
tales periodos son descritos como “generaciones” (Sal. 100:5), y en el
Nuevo Testamento como “siglos” (Heb. 9:26; Gal. 1:4).
Tenemos que reconocer que la administración del ser humano hecha
por Dios ha variado en los 6,000 años de historia. Hubo y habrá
diferentes dispensaciones. En la Epístola a los Efesios leemos “Los
siglos venideros”, “otras edades” y “todas las edades” (Efe. 2:7; 3:21). La
Epístola a los Colosenses habla de “siglos y edades” (Col. 1:26). Los
discípulos de Jesús le preguntaron “¿qué señal habrá de tu venida, y el
fin del siglo?” (Mat. 24: 3).
La historia del mundo es la historia de la
humanidad. Sorprendentemente, la Biblia
da una vista panorámica de la historia de
acuerdo a la perspectiva de Dios. La historia
es intercalada con tiempos de intervención
divina, cuando la humanidad fue sometida
a juicios específicos. Después de cada juicio,
Dios ajusta Su administración para gobernar
los asuntos del ser humano, pero bajo cada
tipo de administración, el ser humano ha
fallado completamente.
Para dividir correctamente la Palabra de Dios, es esencial reconocer
las diferentes formas que Dios ha administrado Su Verdad en Su
revelación al humano. Las siete dispensaciones son las siguientes:
1) La Edad de la Inocencia – Adán y Eva en el Jardín del Edén.
2) La Edad de la Conciencia – Desde Edén hasta el Diluvio. (Noé)
3) La Edad del Gobierno Humano – Desde el Diluvio hasta La Torre
de Babel.
4) La Edad de la Promesa (Pactos) – Desde Abraham hasta el Éxodo.
5) La Edad de la Ley – Desde Éxodo hasta Cristo.
6) La Edad de la Iglesia – Desde Pentecostés hasta el Arrebatamiento.
7) La Edad del Reino – Desde la Segunda Venida de Cristo hasta el
Nuevo Cielo y la Nueva Tierra.

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Las Siete Dispensaciones

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Lo Básico de la Profecía Bíblica

1ª Dispensación – la Edad de la Inocencia Gen. 1 al 3


Cuando creó Dios a Adán y Eva, los puso en el Jardín de Edén. Dios
diariamente caminaba y hablaba con ellos en perfecta comunión.
Se nos dice muy poco acerca de la vida en el jardín de Edén, pero es bien
claro que la relación con Dios fue continua y perfecta. Toda la creación,
la flora y fauna estuvo en armonía con Su Creador; enfermedades y
muerte no eran conocidas, y al hombre se le dijo: “señoread en los peces
del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre
la tierra” (Gen. 1:28).
Se hizo una completa provisión para el hombre, y para los animales.
Dios dijo a Adán,
“he aquí os he dado toda planta que da semilla... y todo árbol en que hay
fruto y que da semilla, os será para comer” (Gen. 1:29).
Adán no estaba ocioso, porque Dios plantó un jardín y le mandó “a
que lo labrara y lo guardase“ (Gen. 2:15). Adán fue el primer granjero;
él disfrutó de cada fruta que creció en el jardín, con la excepción del
árbol ”de la ciencia del bien y del mal”.
A través del engaño de parte de Satanás, Eva y Adán desobedecieron
al mandamiento Divino y comieron del fruto de la ciencia del bien
y del mal. Al instante el pecado entró en la humanidad, rompiendo
la amistad con Dios. El humano experimentó la culpa y vino a ser
consciente de lo bueno y de lo malo.
Toda la creación llegó a estar bajo la maldición del pecado – “por
tu causa” (Gen. 3:17). La tierra produjo “espinos y cardos” y Adán y
Eva fueron expulsados fuera del jardín de Edén, “vestidos (por Dios)
con túnicas de pieles” (Gen. 3:21). Dios tuvo que matar animales para
cubrirlos y guardó el camino del árbol de la vida poniendo querubines
y una espada encendida.
Las túnicas de pieles muestran la muerte de animales, significando que
la paga del pecado es la muerte y que sólo una muerte sustituta puede
quitar la condenación del juicio por el pecado. Desde entonces, esta
naturaleza pecaminosa de Adán, ha sido pasada a todo ser humano.
Leemos esto en Romanos 5:19,
“Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno (Cristo) los
muchos serán constituidos justos”.
Jesucristo vino a ser “obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”, para
que nosotros podamos ser vestidos, no con pieles de animales, sino
con la justicia del Cordero de Dios.

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Las Siete Dispensaciones
De esta manera, la Edad de la Inocencia empieza con bendición,
pero termina con juicio, mostrando la gracia de Dios proveyendo
expiación (cubierta) por el pecado.
2ª Dispensación – La Edad de la Conciencia Gen. 4 al 8
Afuera del Jardín del Edén, provisiones fueron hechas para la comunión
con Dios la cual incluía la muerte de un sustituto. Un cordero fue
prescrito y pronto leemos de Caín y Abel trayendo una ofrenda a Dios.
Caín firmemente rechazó derramar la sangre de un cordero, y de
este modo fue rechazado por Dios. Después de haber rechazado el
derramamiento de la sangre del cordero, como una ofrenda por el
pecado (Gen. 4:7), mató a su hermano y después de esto la violencia
caracterizó la Edad de la Inocencia, así lo leemos en Génesis 6:11 “y
se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia”.
La civilización antes del diluvio era culta y fue adiestrada en la
fabricación de instrumentos de música y en implementos de hierro,
bronce y oro. Leemos de los hijos de Lamec, (descendientes de Caín)
que su hijo Jubal, “fue padre de todos los que tocaban arpa y flauta”
(Gen. 4:21). Su hermano Tubal-cain fue “artífice de toda obra de bronce
y de hierro” (Gen. 4:22). Tales habilidades indican, que ésta fue una
sociedad avanzada en industria y cultura.
En 1922, el arqueólogo Leonard Wooley condujo estudios arqueológicos
en Ur, para el Museo Británico. Ur fue el lugar donde Abraham vivió.
Wooley, después de haber cavado 2½ m en una densa arcilla, encontró
un yelmo con diseños muy hermosos. Junto con este hallazgo se
encontraron otros artefactos. Estos artículos encontrados en tumbas
antiguas, datan de épocas anteriores al Diluvio, testificando de las
asombrosas habilidades de la civilización antediluviana.
Sir Leonard observó:
“Que no había ni siquiera una sola tumba con símbolo u ornamento
o figura de un dios; mostrando así que no tenían una naturaleza
religiosa’’.
La civilización antediluviana fue aparentemente materialista y
sensual. Esto es consistente con todo lo que La Escritura dice. Jesús
habló acerca de los días antes del diluvio.
“...estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta
el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el
diluvio y se los llevó a todos” (Mat. 24:38-39).
Génesis capitulo 6 pinta el horrendo cuadro:
“Aconteció que cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre

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Lo Básico de la Profecía Bíblica

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Las Siete Dispensaciones
la faz de la tierra... tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas...
todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo
solamente el mal y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra
llena de violencia” (Gen. 6:1-2, 5, 11).
En medio de tales maldades hubo un sólo hombre, Noé quien “halló
gracia ante los ojos de Jehová” (Gen. 6:8), y cuando el diluvio universal
cubrió toda la tierra, él y aquellos que entraron en el arca, fueron
salvos de la ira de Dios.
De esta manera, la segunda dispensación muestra que el conocimiento
de lo bueno y lo malo no salva y se termina bajo el Divino juicio de
Dios. Sólo por gracia (favor no merecido) de Dios, a través de la fe,
cualquiera puede ser salvo.
3ª Dispensación – La Edad del Gobierno Humano Gen. 4 al 11
Antes del Diluvio no se
mencionan reyes, o reinados.
La Biblia simplemente habla
de “valientes que desde la
antigüedad fueron varones de
renombre” (Gen. 6:4). Con
todo, después del Diluvio,
por primera vez se habla de
un reinado. Nimrod, el hijo
de Cus, es descrito como “el
primer poderoso en la tierra” y
como “vigoroso cazador delante
de JEHOVÁ” (Gen.10:8, 11).
También se nos dice que fue “el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y
Calne, en la tierra de Sinar” (Gen. 10:10).
Babilonia no fue la única civilización en esos días. La versión
inglesa King James nos dice que fue Asur el que salió de la tierra
y edificó Nínive, Rohobot, Cala y Risén que estaba entre Nínive y
Cala (Gen. 10: 11-12).
La versión española omite el nombre Asur y da a entender que fue
Nimrod el que edificó estas ciudades. Tenemos que recordar que la
población en ese tiempo y después de varios años, después del diluvio
era pequeña. Mucha gente se estableció a los alrededores del río
Éufrates donde Nimrod estaba en control. Nimrod era descendiente
de Cam, pero Asur venía de la línea de los hombres que temían a

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Lo Básico de la Profecía Bíblica
Dios, la línea de Sem. Sem vivió 600 años y tanto él como Asur vivían
cuando Nimrod construyó la Torre de Babel.
Es bien conocido que en la “creciente fértil” se estaban desarrollando
dos civilizaciones. Una de ellas fue Babilonia
extendiéndose en el sur y parte del norte
del río Tigris. La segunda fue Asiria cuyo
nombre proviene de Asur, el padre de
esa civilización.
Puesto que Asur viene de la línea
de la gente que temía a Dios, es
muy probable que éste llevara a
su familia lejos de la idolatría que
Nimrod profesaba, para construir
Nínive y las otras ciudades que
se encontraban alrededor de ésta.
Por lo consiguiente, no es Nimrod
el que edificó Nínive, sino Asur.
Recordemos a Jonás. Él fue enviado
a Nínive para alertar a la población
del juicio que se aproximaba. Tanto
el rey como el pueblo se arrepintieron
proclamando ayuno, cubiertos de cilicio y
sentados sobre ceniza (Jonás 3:5-6), porque
ellos temían a DIOS.
Los nombres dados en capítulo 10 de Génesis, son conocidos por
los estudiantes de historia antigua. La historia secular reconoce que
los primeros trazos de civilización son encontrados en la “creciente
fértil”, que se extiende desde el Golfo de Persia, hasta el valle del río
Éufrates y al sur a lo largo de la costa de Israel (Canaán) abarcando
hasta Egipto. Esta área es referida como la “cuna de la civilización”.
Sabemos que los reinados de la antigua Acad y Sumeria, florecieron en
la tierra de Sinar, entre el río Éufrates y Tigris. También sabemos que
los Faraones de Egipto gobernaron la región del Nilo.
Cuando recordamos que el Arca vino a reposar sobre los montes de
Ararat, donde nacen el río Éufrates y Tigris, nosotros suponemos que
algunos de los descendientes de Noé podrían haber bajado a los valles
del Éufrates, a la tierra plana y fértil de Sinar, y que otros podrían
haberse movido al Sur, al fecundo e irrigado Delta del Nilo. El hecho
de que Nimrod edificó la ciudad de Acad, nos da una conexión con el
reino de Acad. Ciudades tales como Babel, Ur, Erec, Nínive y la tierra

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Las Siete Dispensaciones
de Sinar, son siempre mencionadas en los libros de la historia antigua.
Inclusive, la fecha atribuida a Sargón, primer rey de Acad, está de
acuerdo con la cronología de la Biblia.
El Profesor J. H. Breasted dice en su libro Ancient Times (tiempos
antiguos) que “alrededor del año 2.500AC se levantó en Acad un
guerrero semita llamado Sargón... el primer líder grande en la historia”
(Pagina 159).
Después del Diluvio, numerosos cambios ocurrieron. Primero, el
dominio del hombre sobre el reino animal fue reafirmado. Leemos:
“El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra,... aves
y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados” (Gen. 9:2).
Leemos luego que todos los animales fueron dados al humano para que
sean su alimento, pero que no comieran la sangre; esta fue prohibida.
En Gen. 9:4 leemos:
“Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis”.
Después el poder civil recibió autoridad para ejecutar juicio a los
hacedores de maldad.
“El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será
derramada” (Gen. 9:6).
Este mandamiento demuestra un contraste al primer mandamiento
Divino concerniente a Caín, (el primer asesino) a no ser asesinado por
la mano del hombre. Dios dijo:
“Cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado” (Gen. 4:15).
Finalmente, Dios estableció Su pacto con Noé y sus descendientes,
diciendo que Él nunca más destruiría la tierra con agua. El arco iris fue
dado como señal, o evidencia del pacto.
Lamentablemente, el nuevo poder que se le otorgó al humano fue
abusado, y se usaron prácticas de idolatría para controlar a la gente.
El centro de esta idolatría fue la Torre de Babel “cuya cúspide llegue al
cielo” (Gen.11:4) para así poder adorar al sol, a la luna y a las estrellas.
Esto fue el comienzo de la astrología, la superstición de los ”Signos
del Zodíaco.“
La Biblia nos dice que Taré, el padre de Abraham “servía a dioses
extraños” (Jos. 24:2, 14). La tradición judía registrada en el Talmud
dice que Abraham tuvo que escapar y refugiarse en los dominios
de Sem, porque Nimrod ordenó su muerte por haber destruido los
ídolos de Taré. La tradición antigua también dice que Nimrod fue
muerto por Sem por causa de su idolatría, y que después de esto, un

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Lo Básico de la Profecía Bíblica
sistema sacerdotal fue formado por la esposa de Nimrod, Semiramis,
quien tuvo un hijo ilegitimo. Esta instituyó la adoración a la “madre
y al hijo”, un ejemplo que llegó a nosotros: la adoración a María y el
Niño Jesús.
Como se puede esperar, esta idolatría trajo el juicio Divino. La
construcción de la Torre de Babel intentaba unir a toda la gente “Y
dijeron: Vamos, edifiquemos una ciudad y una torre... y hagámonos un
nombre” (Gen. 11:4). Dios viendo lo que hacían, confundió el lenguaje
hablado por ellos, y “los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la
tierra” (Gen. 11:6-8). De esta forma, en los días de Peleg, la tierra fue
repartida y la construcción del la Torre de Babel cesó (Gen. 10:25).
La Edad del Gobierno comienza con un Pacto, y termina en
confusión. El tiempo había llegado para que Dios trabajase a través
de un nuevo canal.
4ª Dispensación La Edad de la Promesa Gen. 12 al 50
Abraham vivió en Ur de los Caldeos, y de acuerdo a los libros históricos,
Ur fue la ciudad principal en la planicie del Sinar. Esta ciudad se
encontraba situada en el área del río Éufrates, y en su puerto anclaban
muchos barcos. El Profesor J. H. Breasted escribe lo siguiente:
“El período de los reyes de Sumer y Acad (empezando en el 2.300
AC) pueden que hayan disfrutado la prosperidad por lo menos cien
años. Esta prosperidad estuvo bajo el liderazgo de Ur, luego esta
opulencia declinó cuando estuvo en las manos del sucesor de Ur,
durando un periodo de doscientos años... El poder y el esplendor de
Ur en este tiempo nunca fueron olvidados” (Ancient Times páginas
163 y 166).
Ur fue la cuidad en donde vivieron los reyes. El mapa adyacente
muestra las tumbas de los reyes. La mayor parte de la ciudad tenia
templos paganos. Esto nos hace entender la causa por cual el padre de
Abraham Taré, se involucro en la idolatría, así como lo testifica el libro
de Josué 24:2. El Talmud judío, citando la tradición judaica dice que
Taré fue la mano derecha del Nimrod.
De acuerdo a este libro, el Talmud, Abraham se sentía desilusionado
con la adoración al sol, la luna y las estrellas, por el hecho de que él no
podía orar al sol en la noche y a las estrellas en el día. Él juzgaba que
estos dioses eran inútiles y que no hacían nada por él. Por esta razón
él rompió los ídolos de su padre Taré, y tuvo que ir a refugiarse en la
casa de Sem, el hijo de Noé.

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Las Siete Dispensaciones
La salida de Abraham de la ciudad de Ur, fue porque DIOS le mandó
que dejara esa tierra. La Biblia lo testifica de la siguiente manera:
“Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y
de la casa de tu padre, a tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación
grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición,... y
serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Gen. 12:1-3).
La Edad de la Promesa es también la edad de los patriarcas. Esta
empezó con Abram y sigue los sitios de estancia de Abram, Isaac,
Jacob, (Israel) y la de los 12 patriarcas, los hijos de Jacob, cuyas familias
vinieron a ser las doce tribus de la nación de Israel.
Durante esta edad la tierra prometida no había sido poseída.
Hebreos 11:9-16 así lo indica:
“....conforme murieron estos sin haber recibido lo prometido, sino
mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, ....y confesando que eran,
extranjeros y peregrinos sobre la tierra”.
En este tiempo Dios hizo promesas (pactos) a Abraham y las confirmó
a Isaac (Gen. 26:1-5) y a Jacob (Gen. 27:28-29); 28:4, 13-15; 35:9-12).
Estas promesas son conocidas como el Pacto Abrahámico, y dicen:
I) Dios bendecirá a Abraham y hará de él “una nación grande”
(Gen. 12:1-3; 22:15-18).
II) Todo aquel que bendiga a Abraham y a su descendencia será
bendecido, y todo aquel que maldiga a su descendencia será maldito
(Gen. 12: 3).
III) Dios daría a Abraham y a su descendencia toda la tierra ”desde
el rió de Egipto hasta el rió grande, el rió Éufrates; en heredad perpetua “
(Gen. 13:14-18; 15:18-19; 17:8).
IV) En la simiente de Abraham (Cristo) todas las familias de la
tierra serían bendecidas (Gen. 22:18) “y a tu simiente, la cual es
Cristo“ Gal. 3:16).
V) Abraham empezaría a ser el “padre de muchedumbre de gente”
(Gen. 17: 5).
Lamentablemente, la Dispensación de la Promesa termina mal, en
caída. José es vendido como esclavo a Egipto por sus hermanos y 22
años después, las 12 familias terminan también siendo esclavos del
faraón.
Tenemos que recordar que Dios supo lo que pasaría, por esta razón
informó a Abraham mucho antes. En Génesis 15:13-16 Dios dijo a
Abraham,
“... Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será

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Lo Básico de la Profecía Bíblica
esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años... y en la cuarta generación
volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo
hasta aquí”.
Un Caso de una Promesa Cumplida
El tiempo de la peregrinación de la descendencia de Abraham duró
430 años; desde el día en que Abraham salió de Harán para entrar a la
tierra de Canaán (Ex. 12:40-41) hasta el día del escape de Israel en el
Éxodo, bajo el liderazgo de Moisés.
De esos 430 años, 400 años fueron llenos de aflicción debido a los
egipcios que controlaban Canaán. Los 30 años restantes fueron buenos,
porque José estaba bajo la gracia del faraón, pero cuando “se levantó
sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José” la persecución continuó
(Ex. 1:8).
La parte final de la profecía indica que la simiente de Abraham sería
extranjera en una tierra que no pertenecía a ellos (Egipto), pero que
en la cuarta generación ellos retornarían a la tierra de Canaán
(Gen.15:16). Estudiando el cuadro sinóptico de la página 9 se verá a
la descendencia de Abraham radicándose en la tierra de Egipto por
215 años. También se verá a la cuarta generación compuesta por Leví,
Coat, Amram y Moisés (Ex. 6:16-20).
Aunque los israelitas fueron esclavos por su propia causa en Egipto,
también es verdad que ellos no pudieron poseer la tierra dada a
Abraham hasta que no pasaran 400 años de aflicción “porque aún no
ha llegado a su colmo la maldad del amorreo” (Gen. 15:16). Aquí vemos
la paciencia y sufrimiento de Dios, Él no pudo permitir el juicio de
los amorreos hasta que ellos mismos no hubieran sellado su propio
desastre, endureciendo sus corazones, pero una vez que la copa de
sus iniquidades haya sido llena, el divino juicio de Dios pudo ser
ejecutado. Dios así lo hizo por medio de la espada de Josué, lo cual
nos lleva a la Edad de la Ley.
Como con las otras dispensaciones, la Edad de la Promesa empieza con
una nueva administración y oportunidades, pero lamentablemente
termina en fracaso y esclavitud. No importa lo que Dios escoge
para administrar los negocios de este mundo; el humano siempre ha
demostrado fracaso. La maravilla es que Dios persiste; pero claro “Él
es Dios de toda gracia” (1Pd. 5:10).
5ª Dispensación – La Edad de La Ley Exo. 1 a Hech. 1
El periodo desde Moisés a Cristo constituye la quinta Divina
administración bajo la cual el ser humano ha vivido. Esta empieza
con una nueva revelación de Dios y grandes manifestaciones de Su

14
Las Siete Dispensaciones
Descendientes Descendientes Descendientes de
de JAFET de CAM SEM a través de ABRAM
Gen 10:2-5 Gen 10:6-20
40 años en el desierto LA
Gomer& Magog
(Ucrania)
Cus (Etiopía y
Babilonia)
Conquista de Canaán
el liderazgo de Josúe EDAD
Otoneil
Magog, Mesec &
Tubal (Rusia)
Mizraim (Egipto) Aod
Samgar DE LA
Fut & Ludim (África) Barac
Askenaz & Madai Gedeón LEY

15 JUECES
(Medos/Central de Seba & Dedán Abimelec
Asia) (Arabia) Tola
Jair
Togarma Canaán Jefté
(El Este de Tur- (Cananeo) Ibzán
Elón
Sidón, Het, Abdon
quía)
Jebuseos, Amoreos Sansón
Javán (Grecia) Eli
Casluhim & Samuel
Quitim (Italia) Patrusim
Saúl
(Filisteos) David
Tarsis
Salomón
(Gran Bretaña)
Reboham Jeroboam

El reinado del norte en Samaria


Abiam Nadab
Estas naciones en Asa Baasa
EL IMPERIO EGIPCIO

Ela
EL IMPERIO ASIRIO

Zimri
(Descendientes de SEM)

su mayoría son Josafat Omri


El reinado del sur en Judá

europeas y eslavas Joram Acab


Slavic nations. Ocozías Ocazías
Joás Joram
Amasías Jehu
Azarías Joacaz
(Uzías) Joas Jonás
Jeroboam Amós
Jotam II
Zacarías Isaías Oseas
Acaz Salum
Ezequías Manahem Miqueas
Manasés Pekaía EL CAUTIVERIO DEL
Griegos/Romanos Peka REINO DEL NORTE POR
Amón Oseas
LOS ASIRIOS
Josías 721 AC
Sofonías Nahum
Joacaz
606 AC 612AC Habacuc
Joacim
Joaquín Jeremías S
A T
Sedequías
EL IMPERIO BABILONICO Abdías FE Daniel
70 años de O Ezequiel
568 AC R
P
LOS TIEMPOS DE LOS GENTILES

cautividad en
Babilonia S
LO
536 AC
Reconstruc- Hageo Zacarías
ción del
templo
Joel
EL IMPERIO PERSA 516 AC
Samaritanos

445 AC Reconstruc- Malaquías


ción de
Jerusalén
332 AC

EL IMPERIO DE GRECIA
63 AC
32 DC
EL IMPERIO ROMANO

La Edad de La Iglesia
7 AÑOS DE TRIBULACIóN

15
Lo Básico de la Profecía Bíblica
poder en la tierra de Egipto. En su cautiverio, Israel clamó a Dios.
Sus clamores fueron oídos y Moisés fue mandado para liberarlos del
poder del faraón. Diez plagas fueron mandadas a Egipto, y finalmente
después de estas plagas, el faraón dejó ir a Israel. Muchas señales y
maravillas ocurrieron en el trayecto. Una columna de nube y de fuego
iba delante de ellos noche y día, el Mar Rojo se abrió para permitir a la
gente pasar y cruzar al otro lado, agua fue provista en el desierto, pan
(el maná) fue enviado diariamente y Dios manifestó su presencia en el
Monte Sinaí. El Río Jordán dejó de seguir su curso en el tiempo cuando
este se desbordaba, para permitir a Israel pasar a la tierra prometida.
Y por último, las paredes de Jericó se derrumbaron al sonido de las
trompetas de los sacerdotes de DIOS.
Al principio de la Edad de La Ley, Dios dio Diez Mandamientos, leyes
de higiene sanitaria, alimento y leyes morales. Un nuevo calendario,
y un Tabernáculo con sacrificios y ofrendas para ser administrados
por los sacerdotes y los Levitas, quienes proveían el servicio cívico
espiritual sostenido por los impuestos (diezmos) de la gente de Dios.
La Edad de La Ley fue también el tiempo cuando Dios escogió
una nación de entre todas las naciones para que fuera el canal de
revelación. El Antiguo Testamento de la Biblia fue escrito durante este
tiempo. Sus profecías se extienden hasta el fin de los tiempos.
La historia de Israel durante la Edad de La ley puede ser estudiada
analizando el cuadro sinóptico en la página 16. En este se verá a Israel
cubriendo un período de 1.500 años durante el cual Israel peregrina en
el desierto, conquista la tierra de Canaán, y es gobernada por jueces,
reyes y Gentiles. Este tiempo de la ocupación de Jerusalén por los
babilónicos en el año 606AC es conocido como el comienzo de “Los
Tiempos de los Gentiles” y concluirá cuando el Hijo de David, el Señor
Jesucristo vuelva de nuevo a la tierra para sentarse en el trono de
David en Jerusalén para establecer su reino milenial (Lc. 21:24).
Dios escogió a la nación de Israel como cumplimiento de Sus promesas
a Abraham. Este (Israel) fue la simiente de Abraham a través de Isaac
y Jacob. Por esta razón Israel tiene el derecho de reclamar todas las
bendiciones encerradas en el Pacto Abrahámico.
Ninguna nación en la tierra ha experimentado lo que Israel ha visto.
Moisés lo hace claro en Deuteronomio 4:32-39:
“Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados... desde el día que creo
Dios al hombre sobre la tierra... ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios,
hablando de en medio del fuego, como tú la has oído sin perecer? ¿O ha

16
Las Siete Dispensaciones
intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación,
con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano poderosa y
brazo extendido, y hechos aterradores como todo lo que hizo con vosotros
JEHOVÁ vuestro Dios en Egipto ante tus ojos?... Desde los cielos te hizo
oír su voz para enseñarte...y has oído sus palabras de en medio del fuego”.
El Pacto Abrahámico es el contrato de Dios con Israel, el cual Dios
siempre mantendrá, pero para que Israel disfrute de las bendiciones
del pacto, todo depende de su obediencia a las leyes de Dios. Este
principio está bien claramente expresado en el Pacto Palestino escrito
en Deuteronomio 28 al 30. Dios nunca romperá Su pacto (Lev. 26:44).
Esto se puede resumir bajo 3 puntos.
1) Si Israel obedeciere al SEÑOR, Dios les bendeciría de acuerdo a las
promesas dadas en el Pacto Abrahámico.
“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para
guardar y poner por obra todos sus mandamientos.... vendrán sobre ti
todas estas bendiciones... bendito serás tú en la ciudad, y bendito en el
campo... te confirmará Jehová por pueblo santo suyo... y verán todos los
pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te
temerán.... y te hará Jehová sobreabundar en bienes... en el país que Jehová
juro a tus padres que le había de dar” (Deut. 28:1-14).
2) Si Israel desobedeciere al SEÑOR, ellos vendrían a estar bajo la
dureza de la mano de Dios, y serían echados afuera de la tierra de la
cual Dios prometió a Abraham y su a su descendencia por siempre.
“Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios... vendrán sobre ti
todas estas maldiciones y te alcanzarán.
a) JEHOVÁ te llevará a ti, y al rey que hubieras puesto sobre ti, a nación
que no conociste ni tú ni tus padres.
b) JEHOVÁ traerá contra ti una nación de lejos, del extremo de la
tierra... cuya lengua no entiendas... pondrá sitio a todas tus ciudades...
JEHOVÁ te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra
hasta el otro extremo... y ni aún entre estas naciones descansarás...”
(Deut. 28:15-68; 29: 1-29).
3) Si después del esparcimiento de Israel, ellos vuelven a Dios, Él
mantendría Su promesa y otorgaría a la nación todas las bendiciones
del Pacto Abrahámico.
“Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas... y te
arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado
JEHOVÁ tu Dios, y te convirtieres a JEHOVÁ tu Dios, y obedecieres a su

17
Lo Básico de la Profecía Bíblica
voz... entonces JEHOVÁ hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia
de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos, y de allá te tomará,
y te hará volver JEHOVÁ tu Dios A LA TIERRA que heredaron tus
padres.... a fin de que habites sobre la tierra que juró JEHOVÁ a tus
padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar” (Deut. 30:1-20).
Estos son los tres elementos del Pacto Palestino siendo lo básico
del convenio de Dios con Israel a través de La Edad de La Ley. Este
simplemente declara:
1) Obedezcan - y ellos serán bendecidos EN LA TIERRA.
2) Desobedezcan - y ellos serán SACADOS DE LA TIERRA.
3) Arrepiéntanse - y Dios los TRAERÁ A LA TIERRA.
Es interesante notar que dos dispersiones de Israel son descritas. La
primera sería cuando Israel tuviera un rey. Esto ocurrió cuando los
babilónicos tomaron cautivo al rey Joaquín, y lo llevaron a Babilonia
en el año 597AC. La segunda dispersión sería después de la terrible
siega de Jerusalén la cual esparciría a los judíos en todas las naciones.
Esto ocurrió sin duda en el año 70DC bajo la mano de los romanos,
y por cerca de 2.000 años, los judíos siguen esparcidos alrededor del
globo, en cada nación, ¡exactamente como lo describe Deuteronomio
28 y 29! Así mismo, hay otros pasajes bíblicos que indican que después
del Rapto de la Iglesia Israel retornará al Señor y de nuevo serán los
testigos en la tierra.
La Edad de La Ley empieza con una grandiosa salvación, la salida de
Egipto, pero finaliza con la nación viviendo apartada y alejada de Dios,
rechazando a Jesucristo, el Mesías y crucificándolo en una cruz romana.
En el año 2009, 5.66 millones de judíos volvieron a su tierra, pero ellos
todavía siguen ciegos para poder reconocer quien es Su Mesías.
Cuando los judíos crucificaron a su Rey, la nación fue puesta a un
lado, y Dios escogió una nueva administración, un nuevo canal para
comunicar Su verdad al mundo – La Iglesia. Ahora estudiaremos La
Edad de La Iglesia.
6ª Dispensación – La Edad de La Iglesia Hech. 2 al Apo. 4
La Edad de La Iglesia empezó en Pentecostés y será completa al tiempo
del Rapto. En esta edad todo aquel que se arrepienta de sus pecados y
venga a Cristo confiando en su sangre redentora, para obtener perdón,
es inmediatamente bautizado por el Espíritu en el Cuerpo de Cristo, y
llega a ser miembro de la Iglesia de Jesucristo. Donde:
“No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer;
porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús“ (Gal. 3:28).

18
Las Siete Dispensaciones

Antes de que Jesús ascendiera al cielo del Monte de los Olivos, sus
discípulos le preguntaron:
“Señor, ¿restaurarás el reino de Israel en este tiempo?”
El Señor les respondió:
“No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones... pero... me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la
tierra” (Hech. 1:6-8).
Evidentemente los discípulos no sabían nada acerca de la iglesia, por
lo tanto esperaban a la prometida Edad del Reino profetizada por los
profetas del Antiguo Testamento. Jesús les dio a entender que el reino
terrenal sería aplazado, y que una nueva dispensación la cual incluía
a los Gentiles estaba a punto de empezar.
Nosotros tenemos que recordar que el Antiguo Testamento no
menciona a la iglesia. Todo lo que sabemos acerca de ésta es escrita
en el Nuevo Testamento, y Pablo nos dice que ésta fue un “misterio”,
“escondido desde los siglos”, “y no se dio a conocer a los hijos de los hombres”
(Efe. 3:1-9; Rom. 16:25).
Durante el largo tiempo de la Edad de La Ley, Israel fue el testigo de
Dios para con el mundo y Jehová el Señor fue el “Dios de Israel” (Ex. 5: 1).
Cuando un gentil era convertido, él renunciaba a los dioses de su nación
y se identificaba con la gente de Jehová.
Pablo describe en Romanos capítulo 11 la relación de Israel y la iglesia
durante la Edad de La Iglesia. Él compara a Israel con “las ramas
naturales” del olivo, y a los Gentiles con el “olivo silvestre”. Las “ramas
naturales del olivo” son despojadas y las “ramas del olivo silvestre” son
injertadas en el buen olivo. Aquí vemos a Pablo indicando que a
causa del rechazo del Mesías, Israel ha sido puesto a un lado, y que
los Gentiles han tomado el lugar de este para ser los testigos de Dios
en el mundo. De todas maneras, si Israel se arrepiente de su pecado,

19
Lo Básico de la Profecía Bíblica
el rechazo de Cristo, ellos serán injertados de nuevo en el tronco del
olivo bueno.
“... pues poderoso es Dios para volverlos a injertar“ (Rom. 11:23) ...que
ha acontecido a Israel endurecimiento en parte HASTA que haya entrado
la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito:
Vendrá de Sion el Libertador.... cuando quite sus pecados” (Rom. 11:25-27).
¿Cuándo acontecerá “la plenitud de los gentiles”? La respuesta es clara;
en el tiempo del Rapto. Cuando la novia de Cristo esté completa, el
novio celestial la arrebatará para luego comenzar la semana 70 de
la historia de Israel (Dan. 9:24-27), “el tiempo de angustia para Jacob”
(Jer. 30:7), también conocida como “la gran tribulación” (Mat. 24:21, 29).
En la primera mitad de los 7 años de La Gran Tribulación, Israel será
invadido por un ejército que viene del Norte, guiado por Rusia. A este
ejército norteño se le unirá Irán, (Persia) Libya, Etiopia (incl. Sudan)
y Turquía. Este será el momento y la causa para que Israel confíe en
el Señor y reconozca que Jesucristo es el Mesías (Eze. 39:22). Vea la
sección 4.
Al principio de La Gran Tribulación el anticristo se levantará y hará un
pacto con Israel por 7 años, (Dan. 9:27) pero a la mitad de los 7 años,
el anticristo romperá su tratado, y “hará cesar el sacrificio y la ofrenda”
(Dan. 9:27) en el nuevo templo de Jerusalén. El se exaltará y se sentará
en el templo “haciéndose pasar por Dios” (2Tes. 2:4). Vea el estudio No 2.
Inmediatamente después de La Gran Tribulación, Cristo retornará con
gran poder para castigar al anticristo y a todos los ejércitos de las
naciones que se reunirán contra Jerusalén (Mat. 24:29; Apo. 19:11-21;
Zac. 14:1-9). Las naciones que hayan sobrevivido irán a vivir al reino
milenial de Cristo, el cual es la 7ª Dispensación, La Edad del Milenio.
7ª Dispensación – El Reino Milenial Apo. 20
La séptima dispensación empieza cuando nuestro Señor Jesucristo
retorna como Rey de reyes y Señor de señores, inmediatamente
después de la Gran Tribulación. Este reinado durará mil años.
En Apocalipsis 20:1-7 se lee seis veces acerca de este periodo de mil
años, en el cual Satanás será atado para no engañar a las naciones. Se
nos dice también que los mártires de la tribulación, los que rechazaron
la marca de la bestia reinaran con Cristo mil años.
El capítulo 25 de Mateo enseña que las naciones salvadas, las que
hayan sobrevivido la Tribulación entrarán al reino milenial de Cristo.

20
Las Siete Dispensaciones
Leemos:
“Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles
con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante
de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el
pastor las ovejas de los cabritos” (Mat. 25:31-32).
A sus ovejas Jesús dirá:
“Venid, benditos de mi padre, heredad el reino preparado para vosotros
desde la fundación del mundo” (Mat. 25:34).
Las naciones salvadas, las que hayan sobrevivido el terror y la matanza
de la Gran Tribulación, irán por lo tanto vivos al reino milenial de
nuestro Señor Jesucristo, pero las naciones incrédulas, no salvadas,
quienes hayan recibido la marca de la bestia y hayan adorado al
anticristo durante la Tribulación, serán echadas al fuego eterno. Jesús
les dirá:
“Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles” (Mat. 25:41).
Los mil años del reinado de Cristo empezarán en medio y rodeado de
las ruinas del Armagedón. El salmista describe gráficamente la escena
en Salmos 46:6-10.
“Bramaron las naciones, titubearon los reinos; dio él su voz, se derritió
la tierra. JEHOVÁ de los ejércitos está con nosotros; (Israel arrepentido)
nuestro refugio es el Dios de Jacob”. Selah (piensa en esto). Venid ved las
obras de JEHOVÁ, que ha puesto
asolamiento en la tierra. Que
hace cesar las guerras hasta los
fines de la tierra. Que quiebra el
arco, corta la lanza, y quema los
carros en el fuego. Estad quietos,
y conoced que yo soy Dios; seré
exaltado entre las naciones;
enaltecido seré en la tierra”.
Al fin, la oración del Señor
será respondida; “Venga tu
reino”. Grandes cambios habrán
bajo el gobierno del Rey de
reyes. Algunos de estos son
mencionados en la siguiente lista:
1) El Señor será el Rey sobre
toda la tierra y “regirá con vara
de hierro a todas las naciones”
(Zac. 14:9; Apo. 12:5).

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