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El 15 de abril de 2018 los guatemaltecos participarán en la consulta popular para decidir si se

le concede la potestad a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de solucionar el diferendo


existente. A diferencia de lo que muchos creen, no estarán decidiendo recuperar Belice como
territorio guatemalteco.

El propósito de la Consulta Popular del 15 de abril es decidir si el caso se llevará


ante la CIJ para encontrar una solución definitiva y permanente respecto al tema
limítrofe con Belice. Para solucionarlo ante esa instancia, ambos países deben estar
de acuerdo en llegar a esta corte y la forma de saberlo es a través de la consulta
popular.

¿Cómo nace el diferendo?


Llamamos “diferendo territorial” a las diferencias entre dos naciones con respecto a
dónde yacen sus fronteras. En este caso, el territorio en cuestión comprende
aproximadamente 19,600 kilómetros cuadrados de tierra, costas, islas, islotes y
cayos. Para entender sus raíces es necesario regresar a épocas
coloniales.

La historia se remonta a los años 1783 y 1786 con los primeros acuerdos entre la
Corona Española y la de Gran Bretaña. Según estos acuerdos, los británicos podían
aprovechar los recursos del territorio comprendido entre el río Hondo (frontera
con México) y el río Sibún. Sin embargo, estas tierras permanecían bajo
mandato español.

En su independencia del 15 de septiembre de 1821, Guatemala heredó todo el


territorio y los tratados que poseía el antiguo Reyno de Guatemala. Entre ellos se
incluían los tratados con Gran Bretaña sobre lo que hoy es Belice, pero con el paso
del tiempo, los británicos incrementaron paulatinamente sus asentamientos más
allá del río Sibún, hasta llegar al río Sarstún (límite con Izabal).

En su independencia del 15 de septiembre de 1821, Guatemala heredó todo el


territorio y los tratados que poseía el antiguo Reyno de Guatemala. Entre ellos se
incluían los tratados con Gran Bretaña sobre lo que hoy es Belice, pero
con el paso del tiempo, los británicos incrementaron paulatinamente sus
asentamientos más allá del río Sibún, hasta llegar al río Sarstún (límite con Izabal).

CONSULTA POPULAR

El 15 de abril los guatemaltecos tendrán la oportunidad de ser parte de la solución.


El procedimiento a seguir es sencillo, tal como el de una elección, pero con la
diferencia que la papeleta tendrá una pregunta en lugar de agrupaciones políticas.

Las respuestas en la papeleta serán “sí” o “no". Si la persona está de acuerdo en que
el caso sea resuelto por jueces internacionales responderá “sí”. En caso de lo
contrario responderá “no”.
Podrán participar los guatemaltecos mayores de 18 años que estén empadronados.

La consulta popular es el momento para ser partícipes de un proceso


democrático, donde la voz del pueblo guatemalteco decidirá el rumbo a seguir.
Belice tiene el compromiso de llevar a cabo un proceso de la misma naturaleza.

En caso que uno de los países responda “no” el conflicto se quedaría sin resolver
por tiempo indefinido y Guatemala estaría obligada a encontrar otra vía para
solucionarlo, pues está estipulado en su Constitución.

Ventajas
La adhesión del territorio terminaría siendo un aporte ventajoso para Guatemala por los
recursos madereros, pesqueros, petroleros que existen en esta región. Asimismo, este
territorio serviría para incrementar la agricultura. Cabe destacar que, el aspecto más
ventajoso sería el turismo ya que Belice posee la barrera de coral más grande de
Centroamérica y una de las playas más bellas del mundo. Además, esto podría significar la
oportunidad de nuevas alianzas económicas para Guatemala.

Desventajas
De ser obtenido el territorio, Guatemala se podría ver afectada por el tráfico de droga que
se mantiene en constante crecimiento alrededor de Belice. A su vez, la población contiene
diversos grupos étnicos y poseen un lenguaje diferente al nuestro. El disgusto de los
pobladores del territorio también sería una desventaja considerable en caso de ser adherido.

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