COLOMBIA ESTA ENFERMA….

LA CORRUPCION

Se entiende por corrupción como una carencia o ausencia de principios éticos y

morales en ser humano que direccionan su comportamiento, deducimos el por qué
este sentimiento de ambición por el beneficio individual e inconformismo de lo que
se tiene se presenta en todos los espacios en los que se relaciona el hombre
como por ejemplo: en el sector privado en las empresas y en las familias; en el
sector público en las entidades educativas, en el Estado y en toda la sociedad
civil.

El entender la corrupción como un asunto de origen privado que se manifiesta en

público nos da una mirada más amplia es decir que nos permite entender de
manera más clara que corrupción no es solo todo aquello que se da en el sector
administrativo sino también todas las conductas delictivas como asesinato, robo,
secuestro o violación que aunque generalmente buscan un beneficio propio se
identifican como corrupción, por ello es necesario la búsqueda de la verdad lo
posible de esclarecer toda actitud sospechosa para que sea el cambio de la
mentira por la verdad, de la injusticia por la equidad, del irrespeto por la
consideración a los demás, porque es un peligro permitir que las cosas se den
vuelta a tal extremo que los delincuentes se conviertan en víctimas y los
denunciantes acaben procesados por decir su verdad. Así como no se puede
defender la calumnia, tampoco se puede encubrir el delito porque es otra faceta de
la misma corrupción.

La corrupción en Colombia no es un tema nuevo, todo lo contrario es una

“tradición” que se ha traído desde la época en que los españoles gobernaban este
territorio, en la cual los intereses de los colonizadores se imponían sobre los
intereses de la comunidad; cosa que no ha cambiado hasta la actualidad. La
diferencia radica en la ampliación de la participación ciudadana, que permite
percatarse de esta situación y las consecuencias que está generando en la
sociedad.

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La corrupción es un síntoma del gran deterioro social existente en el país,
mientras no se den medidas para este problema de fondo, todas las luchas contra
la corrupción representaran tiempo y esfuerzo perdidos.

De igual manera no se puede dejar de lado el análisis del papel vital que cumplen
los medios de comunicación en el tema corrupción o la innegable influencia de los
medios, pero también manipulable y por ello delicada en extremo que requiere de
una imparcialidad, por ello es preciso aclarar para los más ingenuos o menos
avisados, que los coloquialmente llamados “medios de comunicación” son en
realidad “empresas” o “grupos” de comunicación que sustenta el equilibrio
económico de su empresa y, en definitiva, su propio puesto de trabajo, esto es
fundamental para entender que la mayoría de medios actúa básicamente no en la
búsqueda y publicación de la verdad en sí misma, sino bajo estrictos criterios
económicos, defendiendo una línea editorial próxima a aquellas opciones políticas
que más convienen a la supervivencia y a los intereses de su grupo empresaria
esto sin tener en cuenta que hoy la corrupción ya no es un asunto personal que
pone en juego el buen nombre, sino que se ha convertido en una cuestión estatal
que acarrea claras sanciones jurídicas por el “dolor o el daño” cometido contra el
interés público.

En síntesis, la corrupción más que un problema que nació de la avaricia de los

funcionarios públicos, es el síntoma del evidente deterioro político y social exis-
tente en el país, en el cual los recursos económicos están mal divididos, es esta
distribución la que ocasiona que las personas –funcionarios-- que se sienten en
desventaja se creen con el derecho de usar los recursos públicos para su egoísta
beneficio.