Introducción

A lo largo de la historia el ser humano se ha desarrollado y ha vivido en sociedad

con sus semejantes, ha ido formando su propia cultura y sus costumbres, se ha
ido formando así mismo y a la vez formando las bases para las próximas
generaciones, el ser humano ha desarrollado muchas cualidades positivas, pero
también negativas y en el presente hablaremos sobre una cualidad negativa en
especial la cual en vez de hacernos avanzar nos hace retroceder como seres
humanos, nos hace ver muchas veces como seres primitivos y con falta de sentido
común, en esta ocasión hablaremos de la violencia, pero más específicamente
hablaremos sobre la violencia emocional.

Existen muchas opiniones sobre la naturaleza o el origen de este comportamiento

en el ser humano. Para algunos la violencia es un asunto hereditario, biológico,
que se asemeja con una personalidad antisocial y agresividad, para otros es una
característica que se relaciona con el medio ambiente, con los aspectos culturales,
sus relaciones con las personas, su educación y su familia, en pocas palabras se
dice que el ser humano nace bueno y el entorno en el que se desarrolla es el que
se encarga de inducir a la persona a la violencia.

Aquellos que manifiestan que la violencia en el ser humano es un asunto natural o

biológico se apoyan en la teoría de la supervivencia y la evolución, debido a que el
hombre siempre ha utilizado su ingenio, creatividad y habilidades para someter y
controlar a la naturaleza y a sus semejantes en beneficio suyo. Esto puede llegar a
tener algo de razón, pero sin embargo una cosa es el uso de la fuerza en una
situación de supervivencia y otra cosa muy distinta es la aplicación de la crueldad
a sangre fría, el odio, o la maldad por puro placer sin ningún tipo de justificación.

Tipos de violencia existen muchos, desde aquellas que utilizan fuerza física,
palabras, intimidaciones, humillaciones, abusos, etc., hasta aquellas que son casi
imperceptibles o que ejercen control sobre el agredido, entre otras, pero todas
ellas tienen algo en común, y es que sea cual sea el tipo de violencia siempre
terminan afectando la psicología de las personas de manera gradual hasta causar
grandes daños en la mente, traumas, o por otro lado también violentando la
psicología de los afectados y transformándolos totalmente en personas violentas
que solo buscan agredir o poner en practica todos aquellos malos ejemplos que la
sociedad o la misma familia le inculcaron.
 Desarrollo
Antes de entrar más a fondo con el tema de la violencia es necesario definir o
aclarar primeramente lo que es la violencia para de esta manera entender de una
mejor manera el tema en particular.

Según (Chávez, 2009) La violencia es la acción ejercida por una o varias personas
en donde se somete de manera intencional al maltrato, la presión, el abuso de
autoridad, el sufrimiento, la manipulación u otra acción que atenta con la integridad
tanto física como psicológica y moral de cualquier persona o grupo de personas.

Por otro lado (Julián Pérez Porto, 2009) nos habla de que la violencia es
la cualidad de ser violento o la acción y efecto de violentar o violentarse. Lo
violento, por su parte, es aquello que está fuera de su estado natural, situación o
modo; que se ejecuta con fuerza, agresión o brusquedad; o que se hace contra el
gusto o la voluntad de uno mismo.

Es un comportamiento deliberado que puede provocar daños físicos o psíquicos al

prójimo. Es importante tener en cuenta que, más allá de la agresión física, la
violencia puede ser emocional mediante ofensas o amenazas. Por eso la violencia
puede causar tanto secuelas físicas como psicológicas.

Además, La Organización Mundial de la Salud define la violencia como: El uso

intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho, o como amenaza, contra uno
mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas
probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del
desarrollo o privaciones (Salud, 2002).

Con todo esto podemos observar que la violencia puede ser una acción o cualidad
negativa la cual es utilizada por una persona que es el agresor mediante abuso,
maltrato, brusquedad, amenazas, autoridad, manipulación, más comúnmente
utilizando la fuerza y todo esto aplicándolo a una persona que puede ser uno
mismo u otra persona, afectando de esta manera tanto de manera física como
psicológica la salud de la persona, causando a largo plazo y mediante una
violencia constante traumas psicológicos y daños irreparables para aquella
persona afectada, muchas veces también afectando su manera de pensar e
incitando ser un agresor o a ser una persona violenta, tomando como ejemplo
aquellas malas cualidades o comportamiento humano, los cuales van destruyendo
poco a poco la integridad de la persona afectada y causando consigo una serie de
problemas como el rechazo de la sociedad o una personalidad antisocial o
agresiva que no solo lo afectan a al individuo si no a todas aquellas personas que
lo rodean.

Existen muchos tipos de violencia los cuales se caracterizan por afectar de

maneras particulares a la integridad de las personas, así como a su salud física y
psicológica, la agresión física suele ser la más común de todas, pero no es la
única manera de ejercer violencia, sino que el ser humano a lo largo de la
evolución ha encontrado también diferentes maneras de practicar estas malas
costumbres o acciones, a continuación, veremos algunos de los más comunes e
importantes tipos de violencia.

Violencia física: Es “todo acto de fuerza que cause daño, dolor o sufrimiento
físico en las personas agredidas, cualquiera que sea el medio empleado y sus
consecuencias, sin considerar el tiempo que se requiere para su recuperación”.

Es importante considerar que la violencia física hace referencia a todas las

acciones que afectan directamente al cuerpo y a la salud de las víctimas sean
estas bofetadas, empujones, patadas, agresiones con objetos, golpes y otros. Las
consecuencias visibles de esta violencia son lesiones en el cuerpo, abortos,
incapacidades e incluso la muerte (Mayra Atariguana, 2010).

Violencia verbal: La violencia verbal o maltrato verbal se caracteriza por

acusaciones, insultos, amenazas, juicios, críticas degradantes, ordenes agresivas
o gritos. El simple hecho de pronunciar frases que tienen como objetivo socavar la
dignidad y la autoestima de la otra persona mediante insultos o humillación, si se
da repetidamente durante un cierto tiempo, se considera violencia verbal.

Los ejemplos más comunes de la violencia verbal suelen ser:

Acusaciones, culpas, palabras degradantes, bloqueo del diálogo, juzgar, criticar,

trivializar (Le resta importancia a tus opiniones), amenazas, dar órdenes, gritos e
insultos (Cabana, 2014).

Violencia emocional: La violencia emocional, también conocida como abuso

mental o psicológico, puede darse en una multitud de formas, como, por ejemplo:
atemorizar, aterrorizar, amenazar, explotar, rechazar, aislar, ignorar, insultar,
humillar o ridiculizar. Puede tratarse asimismo de no prestarle apoyo emocional,
en el caso de los niños desatender sus necesidades educacionales o médicas,
exponerle a violencia doméstica y acoso psicológico o someterles a novatadas.
Tampoco podemos olvidar las prácticas extremas de violencia emocional, como el
aislamiento y otras formas degradantes de reclusión. Si bien la angustia o el daño
emocional son, a menudo, consecuencia de haber sufrido violencia física o sexual,
los niños también son blanco de actos de agresión psicológica o verbal.

La violencia emocional contra los niños es habitualmente perpetrada por personas

con las que éstos tienen una relación o vínculo personal estrecho, según estudios
los principales infractores de este tipo de violencia hacia los niños suelen ser los
padres o tutores (UNICEF, 2015).

Violencia sexual: La violencia sexual es aquella que se manifiesta con agresiones

a través de la fuerza física, psíquica o moral, rebajando a una persona a
condiciones de inferioridad, para implantar una conducta sexual en contra de su
voluntad. Este es un acto cuyo objetivo es someter el cuerpo y la voluntad de la
víctima.

Puede ser: física, mediante el acto sexual, tocamientos; psicológica, cuando existe
acoso sexual, propuestas indecentes, insinuaciones; y sensoriales, ocurre cuando
se expone en forma deliberada o no, escritos, imágenes, llamadas telefónicas,
lenguaje verbal o gestual, etc. (Orozco, 2016).

Afecta a mujeres, hombres y niños durante sus vidas. Es una violación al derecho
humano a una vida segura. Sus efectos pueden ser devastadores para las
personas, familias y comunidades.

Violencia Patrimonial: Es cualquier hecho o supresión que, con ilegitimidad,

implique daño a la supervivencia de la víctima; se manifiesta a través de: la
pérdida, sustracción, transformación, ocultamiento, destrucción, o retención de
bienes, instrumentos de trabajo, documentos o recursos económicos, destinados a
la satisfacción de sus necesidades.

Aunque generalmente esta forma de violencia es en contra de los adultos, también

existen casos en donde la violencia patrimonial es en contra de adolescentes o
niños, cuando existe apropiación inadecuada de bienes, beneficios monetarios o
en especie, perteneciente al menor de edad por parte de algún familiar o persona
autorizada (Escorza, 2017).

Violencia económica: La violencia económica es toda acción efectuada por un

individuo que afecta la supervivencia económica de otro. Se presenta a través de
limitaciones, orientadas a controlar el ingreso obtenido; así como la percepción de
un salario más bajo por igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral (Escorza,
2017).
Al igual que las demás formas de violencia, su función es generar dependencia y
temor, que ayudan a reforzar la primacía del varón jefe de familia, en un esquema
de desigualdad de género que se prolonga gracias a la violencia.

Este tipo de violencia se encuentra enmarcada dentro de la violencia de género y

hace referencia a la desigualdad que existe, en el acceso a los recursos
económicos que deberían ser compartidos entre el hombre y la mujer.

Violencia familiar: La violencia familiar es un acto de poder u omisión intencional,

dirigido a dominar, someter, controlar o agredir física, verbal, psicológica,
emocional o sexualmente a cualquier integrante de la familia, dentro o fuera del
domicilio familiar, por quien tenga o haya tenido algún parentesco por afinidad,
civil, matrimonio, concubinato o a partir de una relación de hecho y que tenga por
efecto causar un daño (Lucía Rodríguez Quintero, 2016).

Se considera el uso de fuerza física o moral que ejerza un miembro de la familia

contra otro integrante de la misma, que atente contra su integridad física, psíquica
o ambas, independientemente de que pueda producir o no lesiones, siempre y
cuando el agresor y el agredido tengan una relación de parentesco.

Violencia intrafamiliar: La violencia Intrafamiliar es aquella violencia que tiene

lugar dentro de la familia, en la que el agresor comparte el mismo domicilio que el
agredido, y que comprende, entre otros, violación, maltrato físico, psicológico y
abuso sexual.

También conocido como violencia doméstica u hogareña es un modelo de

conductas aprendidas, coercitivas que involucran abuso físico o la amenaza de
abuso físico. También puede incluir abuso psicológico repetido, ataque sexual,
aislamiento social progresivo, castigo, intimidación y/o coerción económica (Silva,
2016).

Es el abuso al interior del núcleo familiar que se lleva a cabo por diferentes
razones, como por ejemplo económicas o culturales, los más afectados por este
tipo de violencia son menores, ancianos, incapacitados y mujeres, si no se detiene
a tiempo tiende a repetirse e incrementar su intensidad y frecuencia.

Violencia simbólica: Es la violencia que se ejerce a través de patrones

estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos que transmiten y reproducen
dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando
la subordinación de la mujer en la sociedad. Implica una reproducción encubierta y
sistemática, difícil de distinguir y percibir (García, 2017)
Fue definida por primera vez en la década de los ’70, por el sociólogo francés
Bourdieu, quien la describió como una relación social donde el “dominador” ejerce
un modo de violencia indirecta y no físicamente directa en contra de los
“dominados”, los cuales no la evidencian o son inconscientes de dicha práctica en
su contra, por lo cual se tornan “cómplices de la dominación a la que están
sometidos”. Su característica imperceptible a simple vista, hace que ésta violencia
pueda diferenciarse de forma muy sencilla de la corporal. Por contraste, la
agresión física o maltrato produce daños tangibles en el cuerpo humano,
fácilmente identificables.

Existen una gran variedad de tipos de violencia quizá muchas de ellas no

especificadas en los párrafos anteriores, pero sin embargo a pesar de las grandes
o pequeñas diferencias que pueden tener una con la otra sobre como agredir a un
individuo, todas ellas tienen algo en común y es que todas tienen un solo objetivo
el cual es agredir la persona afectada de manera física y mental de manera
gradual y en los casos más extremos causando daños irreparables en aquellos
afectados. Se puede considerar también que cualquier tipo de violencia sea cual
sea la agresión siempre culmina afectando al agredido de manera psicológica,
emocional o mental, muchas de las veces la violencia es el pan de cada día de los
más pequeños ya que en la actualidad es muy común observar ejemplos de
familias violentas y conflictivas, ya sea que el agresor sea el padre, la madre e
inclusive los hermanos, donde los niños son sometidos a abusos, regaños sin
sentido, golpes, falta de atención o intimidaciones por parte de su misma sangre y
no solo se puede observar en las familias sino también en la misma sociedad o en
las escuelas ya que hoy en día está muy de moda el bullying que es la agresión o
violencia y acoso físico o psicológico hacia un alumno provocado alguno o varios
de los mismos compañeros del afectado, en este tipo de agresiones el individuo es
afectado de diferentes maneras tanto de manera física, verbal, emocional, e
inclusive patrimonial y económica. Todo este tipo de abuso constante pueden
incitar al individuo a volverse una persona antisocial o agresiva, ya que a lo largo
de su vida lo único que recibió fueron abusos y violencia y todo puede afectar en
los casos más extremos de manera irreparable la mentalidad de una persona.

El Caso de Oscar
(Monroy, 2011)
La historia empezó cuando la familia de Óscar consiguió cambiarlo del turno
vespertino al matutino en la secundaria ubicada en la calle Parcela, colonia Lomas
de San Bernabé, delegación Magdalena Contreras.
Desde el principio la profesora de español Norma Gómez Botello comenzó a
acosar al niño.

El niño padece de incontinencia urinaria debido a un accidente que tuvo en un

testículo, y no puede aguantar las ganas de ir al baño; pero aun así su maestra de
español no le daba permiso de ir al baño, pero no era todo, además se negaba a
calificarle sus trabajos y en una ocasión Óscar acudió con una asesora escolar,
pero ese hecho sólo empeoró la actitud de la docente hacia su estudiante.

Un día la maestra no lo dejó ir al baño y le ganó la pipí en sus pantalones y todos

sus compañeros se burlaron de él, a partir de ese día Óscar no sólo tenía que
lidiar con los malos tratos de su profesora de Español, Norma Gómez, sino con el
acoso de sus compañeros, por lo que se convirtió en un niño inseguro y no
contaba con amigos.

La situación empeoró drásticamente. A Óscar le daban crisis nerviosas en clases,

que derivaban en diarreas severas y vómitos incontrolables, un día de enero sus
nervios lo vencieron y comenzó a revolvérsele el estómago. Pidió permiso a su
maestra para ir al baño, pero le fue negado. Momentos después vomitó dentro del
salón. No obstante, Óscar no fue enviado a la enfermería, sino que la profesora lo
obligó a limpiar su vómito ante las burlas de sus compañeros.

Óscar ya no quería regresar al colegio. Un profesor se percató de su situación y le

consiguió un permiso de 15 días para que faltara a clases y fuera llevado a
terapia, pero la situación no mejoró.

Pasaron los días y Óscar debía regresar a la escuela, su abuela y su mamá

hablaron con el niño, le pidieron que se bañara para luego cenar y prepararse para
el día siguiente. Óscar hizo caso y entró en la regadera.

Pasaron dos minutos cuando el niño comenzó a vomitar sangre, todos

tranquilizaron al muchacho, pues pensaron que era otra de sus crisis nerviosas
derivadas por la presión de regresar al colegio. Posteriormente su abuelo le dijo
que se metiera a bañar, pero fue entonces que el pequeño le dijo al abuelo “Ven,
ven tu solo” y entonces le conto que tomo un líquido destapa caños,
inmediatamente vistieron al niño y lo trasladaron a la Clínica 140 del IMSS, de ahí
lo canalizaron a la Clínica 8 y, al percatarse que la situación era muy grave, fueron
enviados al Centro Médico Siglo XXI.

Óscar permaneció en estado grave dos semanas, fue sometido a varios lavados y
una cirugía. Hoy no puede hablar, ni siquiera puede tragar su saliva, por lo que
tiene que escupir constantemente y las enfermeras aspiran sus flemas varias
veces al día, está tan débil que ponerse de pie le resulta muy complicado.

Durante su estancia en el hospital la familia notó que, cuando era mencionada su

escuela, Óscar entraba en pánico, por lo que pidieron que no se dejara pasar a
ningún profesor o autoridad de la Secundaria Técnica 72. Sin embargo, argumentó
que no podían impedir el acceso de los profesores y dejaron entrar al subdirector
de la escuela. Al verlo, Óscar tuvo un acceso de tos que casi provoca su
ahogamiento, por lo que las enfermeras retiraron al profesor.

La familia decidió interponer una denuncia de tipo penal. Explicaron que una
conocida escribió la denuncia dirigida a Jorge Mauricio Ferman Quirarte, Fiscal
Central de Investigación para la Atención de Niñas, Niños y Adolescentes de la
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

Norma, la madre de Óscar, acudió a las instalaciones de la dependencia, en la

colonia Doctores, para tratar de entregar el documento en las oficinas del
funcionario, ubicadas en el segundo piso del llamado búnker.

La misión fue frustrada por los funcionarios que están en la entrada del edificio:
negaron el acceso a Norma y le indicaron que primero debía de hacer un escrito
dirigido al Fiscal para que éste pudiera atenderla.

El 15 de febrero Ferman Quirarte, junto con el procurador del DF, Miguel Ángel
Mancera, y el secretario de Educación capitalino, Mario Delgado, firmaron un
convenio para la creación de una red de prevención del delito, enfocada a
establecer bases sólidas y mecanismos institucionales de apoyo para conocer,
sensibilizar, capacitar y combatir el fenómeno del hostigamiento escolar.

El convenio instruye que, a través de la Fiscalía Central de Investigación para la

Atención de Niños, Niñas y Adolescentes de la PGJDF, se brinde asesoría a
profesores, padres y madres de familia y a estudiantes víctimas o victimarios de
este fenómeno, para fortalecer el tema de la prevención.

El abuelo de Óscar explicó que el profesor que consiguió el permiso para que su
nieto recibiera apoyo sicológico redactó un documento firmado por las autoridades
escolares y la familia, con el fin de dejar un antecedente. Él acudió a la escuela
para solicitarlo, pero cuando el profesor iba a entregárselo fue llamado por el
director del plantel, José de la Cruz Patiño, quien le llamó la atención y le ordenó
no entregar el documento.

La profesora Norma Gómez continúa dando clases en la secundaria 72. El director

y subdirector del plantel siguen en sus puestos y Óscar sigue postrado en la cama
571 del Centro Médico en espera de su recuperación. Su futuro, no hace falta ser
sicólogo, es absolutamente incierto. El niño tiene un cuaderno donde escribe lo
que piensa. “La garganta me duele, aunque no me aspiren”.

En diciembre pasado, otro niño de la misma secundaria fue víctima de bullying por
parte de un compañero. Tampoco quería regresar al colegio, pero su madre habló
con el padre del agresor, quien decidió sacar a su hijo de la escuela. En ese caso
los directivos metieron las manos.
 Conclusión
Concluyendo con el tema podemos decir que la violencia es la cualidad o acción
negativa que tiene el agresor de ejercer abusos, intimidaciones, humillaciones,
golpes, rechazo, acoso y maltratos tanto físicos como psicológicos sobre una
víctima, que mediante constantes abusos van deteriorando gradualmente la salud
física y mental de la persona, ocasionándole problemas emocionales,
personalidad antisocial, baja autoestima, inclusive transformando a estas personas
en auténticos agresores o en el peor de los casos llevándolos a tomar decisiones
fatales con tal de terminar con los abusos. Actualmente la violencia de cualquier
tipo es algo con lo que se vive día con día, debido a que el mismo ser humano es
el que se ha provocado, generación con generación se les van inculcando las
mismas costumbres violentas a los más pequeños los cuales crecen con una
imagen distorsionada de lo que es la vida, toman los peores ejemplos de los
mayores y crecen con ellos, esto es lo que ocasiona que aun a pesar del
desarrollo de la cultura sigan existiendo esta clase de agresiones y
comportamientos.

Si la violencia hacia los desconocidos difícilmente se puede entender menos aún

se comprende la violencia entre los miembros de una misma familia. La violencia
humana tiene su origen más concretamente en las tradiciones, usos y costumbres
de las culturas, pero esto no impide que podamos cambiar estas malas cualidades
y considero que aún estamos a tiempo para ponerle un alto a la violencia o al
menos disminuirla, educando a los menores para bien, mostrándoles las graves
consecuencias que pueden tener este tipo de comportamientos e instruyéndolos
en un camino de bien.
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