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WmWum
HISTORIA
^MVNDO
A ntîgvo
ROMA
Director de /a obra:
Diseño y maqueta:
Pedro Arjona
© E d ic io n e s A k a l, S . A . , 1991
Los Berrocales del Jarama
Apdo. 400 - Torrejón de Ardoz
Madrid - España
Téls. 656 56 11 - 656 49 11
Fax: 656 49 95
Depósito le g a l:M . 4 7 27 -1 9 91
ISBN: 84-7600-274-2 (Obra completa)
ISBN: 84-7600-617-9 (Tomo Ll)
Impreso en GREFOL, S.A.
Pol. II - La Fuensanta
Móstoles (Madrid)
Printed in Spain
Indice
Págs.
Introducción ................................................................................................. 7
I. La guerra civil (193-196): hacia una nueva época ................................... 8
1. El agotamiento de la dinastíaantoniniana ......................................... 8
2. Pertinax: la precaria soluciónde compromiso .................................. 9
3. Didio Juliano ......................................................................................... 10
4. La rebelión de los jefes militares ........................................................ 11
5. La guerra civil en Oriente ................................................................... 12
6. Batalla de Lugdunum: fin de la guerra ............................................ 14
7. Las secuelas de la guerra ..................................................................... 14
Introducción
Aug.-GETA Cés.
GETA Augg.
217 11 abril
MACRINO
218 _— 16 mayo —
fl jliniO --------------- 2 5 * ^ HELIOGABALO
SEVERO ALEJANDRO
19 marzo
MAXIMINO TRACIO
ANARQUIA MILITAR
l^feb. GORDIANOS I y II
GORDIANO III
A ka ! H istoria deI M undo Antiguo
irresoluble. A fines de ese año la debi segundos term inaron por obtener ma
lidad del régimen es extrema; entonces yores ventajas; era lógico; en realidad
la oposición senatorial vio llegado al Pertinax les estaba hipotecando porque
momento de actuar. En la última noche su legitimidad dependía más del senado
del 192 el atleta Narciso estranguló al que de los pretorianos o de la plebe;
soberano, previamente debilitado por no ocurría lo mismo con el predecesor,
una dosis de veneno. Al alba del primer quien le recibía sobre todo de la he
día del 193 Roma despertó con la no rencia antoniniana y por eso podía ac
ticia de que un nuevo monarca ocupaba tuar con independencia del senado.
el trono: Publio Helvio Pertinax. Primero accedió a decretar la condena
Los magnicidas temían la reacción de del recuerdo de Cómodo (damnatio
la plebe y de las cohortes pretorianas. memoriae) y luego prometió actuar se
Dijeron que el emperador había falle gún los modos antoninianos, reclamó
cido de muerte natural y se apresuraron junto a sí a senadores antes marginados
a ofrecer el trono a Pertinax; no creemos y abolió los juicios de lesa majestad,
aceptable la tesis moderna que lo ve aceptó el retorno de los exiliados y
implicado en la conjura (A. Birley, quiso relegar a quienes habían entrado
1969). Había que contar con los preto- al senado por decisión directa (adlectio)
rianos, que encarnaban en la capital la en favor de los que pasaron por
voluntad del partido comodiano; se magistratura.
negoció febrilmente durante la noche del Entre los pretorianos y la plebe ro
asesinato y el consenso en torno a Per m ana, sabedores pronto del asesinato
tinax no fue difícil. Era la personalidad de Cómodo, fue creciendo la intran
que todos aceptaban; la plebe y los quilidad y el nerviosismo cuando vieron
pretorianos porque, como leal colabo frustradas las espectativas depositadas
rador de Cómodo en los últimos años, en Pertinax. El prefecto del pretorio,
veían en él al continuador político del Leto, debió encabezar el descontento
desaparecido monarca; el ejército por y sus relaciones con el emperador co
su enorme prestigio militar; finalmente m enzaron a agriarse. A primeros de
el partido anticom odiano (mandos marzo del 193 los pretorianos se amo
provinciales y aristocrácia senatorial) tinaron, se ejecutó a los cabecillas y se
porque su avanzada edad (65 años) no llegó a la ruptura abierta. El 28 del
le permitiría la vitalidad suficiente para mismo mes moría el viejo Pertinax a
imponer decisiones personales. En suma: manos de unos cientos de soldados
Pertinax fue el emperador del com exaltados; había reinado 87 días.
promiso entre sectores enfrentados, igual
que 100 años atrás lo fuera el anciano
Nerva tras el asesinato de Domiciano;
no puede aceptarse la versión d e ja s 3. Didio Juliano
fuentes, que hacen de Pertinax el puro
representante de la reacción senatorial; A continuación las fuentes narran un
no es cierto. episodio que, de ser cierto, habría sido
Como em perador de transición, las uno de los más vergonzantes de la his
medidas de su breve reinado tuvieron toria de Roma; numerosos pretendien
carácter contradictorio; comodianos y tes se precipitaron sobre la verja del
anticomodianos presionaban sobre el campam ento pretoriano porque los
trono; para satisfacer a los primeros soldados subastaban allí públicamente
confirmó las concesiones de Cómodo, el trono y el Imperio. El agraciado fue
se preocupó de los suministros a la Didio Juliano, un personaje pintado
capital y prom ulgó una ley que am como ambicioso y sin escrúpulos; nadie
pliaba las posibilidades de expropiación pudo igualar los 25.000 sestercios/
de tierras incultas (agri deserti). Los hombre de su puja última.
Los Severos 11
Hay que albergar serias dudas del sí a los gobernadores y legiones de las
relato; en realidad Juliano era entonces provincias danubianas y en seguida se
el consular de m ayor edad en Roma puso en marcha hacia Roma; la rapidez
(salvo Claudio Pompeyano, yerno de de su decisión es explicable si todo es
Marco Aurelio y retirado de la vida taba preparado de antem ano en previ
política) y había desarrollado una ca sión de acontecimientos. Del mismo
rrera paralela a la de Pertinax, con modo las tropas de Britania habían
quien le unían muy buenas relaciones. aclamado a Clodio Albino; era gober
Ni los pretorianos actuaron de modo nador de la isla, tenía a su mando una
tan egoísta, ni Didio era tan ciego y poderosa fuerza legionaria y abundan
ambicioso como dicen los textos. En tes tropas auxiliares; enterado Severo,
su elección debieron darse criterios ra le ofreció el título de César y la condi
cionalmente explicables, cuya natura ción de heredero si algo le ocurría;
leza se nos escapa por completo. Desde Albino aceptó y permaneció quieto en
luego su ascenso fue un golpe de estado Britania. Al tiempo que las anteriores
frente a los progresos de la reacción tuvo lugar una tercera rebelión en el
senatorial al final de Pertinax. Lo pre frente oriental; las tropas allá estacio
cario de la situación derivaba de que nadas se habían pronunciado por el
estas batallas tenían lugar entre los legado de Siria Pescenio Niger; agru
agentes políticos de la capital (senadores paba bajo su m ando 10 legiones y
contra pretorianos y a la inversa), como contaba con amplios apoyos en las
si creyeran que los sucesos de aquí provincias orientales; resurgían ahora
implicaban a las provincias, como si muchas de las exigencias de éstas
ignoraran que en éstas existían agentes cuando habían apoyado la fracasada
más poderosos y decisivos. Los acon rebelión de Avidio Casio 18 años atrás.
tecimientos inmediatos desenmascara Este era el panoram a del Imperio en
ron la ficción, porque ni los senadores abril del 193: un em perador de cir
de Roma era toda la élite política, ni cunstancias en Roma y tres generales
los pretorianos la totalidad del ejército. rebeldes apoyados en numerosas tropas
Los gobernadores provinciales, los dispuestas a entrar en combate. La
jefes legionarios y las tropas de frontera guerra civil era un hecho consumado.
estaban a la espectativa de lo que ocu Septimio Severo había neutralizado al
rría; en sus manos estaban los auténti flanco occidental con su oferta a Albino;
cos resortes de fuerza desde que hacía sin amenazas por ese lado avanzó sobre
125 años crearon en la persona de Roma, donde entró triunfante tras ca
Vespasiano el prim er em perador fuera pitular las cohortes pretorianas aterradas
de Roma; muchos debieron estar im ante las aguerridas tropas de frontera
plicados en la conjura contra Cómodo, que aquel traía consigo; los mismos que
bajo Pertinax mantuvieron sus posi pusieron en el trono a Didio Juliano
ciones, pero tenían ojos y oídos en la acabaron ahora con su vida para con
capital y fueron sabiendo que las solu graciarse con el nuevo hombre fuerte.
ciones allí ensayadas no podrían pros Severo estuvo poco tiempo en la ca
perar. pital; el suficiente para controlar la
situación y para hacerse, mediante el re
curso a sus leales, con la prefectura de
4. La rebelión de los jefes la Urbe y con diversos departamentos
militares de la cancillería imperial de gran im
portancia económica; introdujo a par
El 9 de abril, a sólo 12 días del asesi tidarios suyos en el senado y se aseguró
nato de Pertinax, se rebelaba Septimio el consulado (junto a Albino) para el
Severo en Panonia; fue proclamado 194; desarmó y licenció a las cohortes
emperador por las tropas, aunó tras de pretorianas sustituyéndolas por tropas
12 A ka ! Historia deI M undo Antiguo
leales; reclutó 3 nuevas legiones (I, II y y Nicea, logró el control de todo el Asia
III Párticas), hizo que el senado le vo Menor. Niger se hizo fuerte en Isos,
tara los plenos títulos de la dignidad junto a las angosturas que daban paso
imperial y que decidiera la divinización a Siria; ahí tuvo lugar el choque deci
de Pertinax; añadió el nombre de éste sivo a fines de abril del 194, en el
al suyo propio, prometió respetar los mismo lugar en el que 500 años antes
privilegios senatoriales tradicionales y Alejandro Magno derrotara al persa
llevar sus relaciones con el senado según Darío. Niger fue muerto y su cabeza
los modos anteriores a Cómodo; eran expuesta ante los muros de Bizancio;
tácticas para atraer partidarios a su todo el Oriente cayó en manos de
causa, en principio con menos apoyos Severo.
entre la aristocracia que la de sus Dado que Albino capitaneaba un
rivales. partido fuerte en el Occidente, el ven
cedor de Niger consideró necesario
perdonar la vida a los jefes derrotados;
5. La guerra civil sin embargo, necesitado de dinero como
en Oriente estaba, decretó la confiscación de sus
propiedades e impuso pesadas multas a
Menos de 30 días habían transcurrido las ciudades; les exigía el cuádruplo de
desde la entrada de Severo en Roma, lo que habían aportado a la causa de su
cuando en julio del 193 partía con sus rival. Distribuyó castigos y premios se
tropas contra Niger. Había llegado la gún el comportamiento de cada uno en
hora de las armas. El despliegue de la guerra; Antioquía, cuartel general del
Septimio Severo fue empujando al ene enemigo, fue privada de su rango de
migo hacia oriente; primero lo desalojó capital y reducida a simple aldea de
de Tracia, aunque Bizancio resistiría pendiendo de Laodicea, la cual había
largo asedio; luego, ya pasado el He- desertado pronto; con una parte de Siria
lesponto y tras dos encuentros en Cícico hizo una nueva provincia, premiando a
7Λ'■
Fragmento de un fresco
(finales del siglo II d. C.)
Antiquarium , Roma
Tiro con la capitalidad, con el ius Itali las ciudades, para los puestos provin
cum y con exenciones tributarias por ciales y para los sacerdocios oficiales.
haberse mantenido leal. El resto del 194 En la primavera del 195 Septimio
estuvo Severo ocupado en tomar el Severo cruzó el Eúfrates contra las
control del Oriente y en reorganizar los tropas de Niger en fuga y contra los
territorios romanos. Las élites ciudada pueblos que le habían ayudado. Con
nas y provinciales vivieron entonces cierta rapidez salió victorioso de tres
traumáticos momentos por el ajuste de encuentros, no sin graves pérdidas, y
cuentas; se prodigaron las destituciones pudo asegurar la frontera oriental. De
en numerosos cargos y emergieron la victoria obtuvo buenos dividendos
nuevas personas para los gobiernos de políticos: recibió de los soldados nuevas
14 A k a l Historia dei M undo Antiguo
. Eboracum
3. Marco Opelio Macrino Deva
BRITANNIA Rhenus fl.
a) El primer emperador Lo nd inu m *
ecuestre ^olon¡¡
GERMÁN IA
Las noticias llegadas de primera línea BELGICA GERtyA
en el frente anunciaban el pronto ata LUGDUNENSIS
que del rey Artabano contra la frontera
rom ana; por esa razón el 11 de abril
del 217, cuatro días después de la Lugdunum ., .·
muerte de Caracala, el ejército expedi
cionario elevaba al trono a Macrino; AQ UITANIA \
........... ALPES
por primera vez en la historia de Roma NARBONENSIS. Arin
*Legio
era emperador un caballero sin haber
sido antes senador.
TARRACONENSIS
Su posición era precaria; le faltaban CORSICA
los elementos tradicionales de legiti LU SITANIA ‘ Tarraco
midad y tenía ante sí una situación mi
litar amenazante; tras su prim era pro SARDINIA'
clama a las tropas, añadió a su onomás e Itálica
tica el nombre de Severo y adoptó los BAETICA ►Carthago Nova
diversos títulos de la dignidad imperial;
dirigió una carta al senado en la que
contaba lo acaecido y solicitaba su re
conocimiento; en ella manifestaba la
voluntad de desarrollar una política
como la de M arco Aurelio, Pertinax y
Severo, porque así podía ganar apoyos
en el senado por odio a Caracala, pese
a que su origen humilde y no aristo
crático levantaba recelos en la curia.
Macrino tenía en su contra, además, el
grave obstáculo de la respetable figura
de Julia Domna; tan pronto como ésta
comenzó desde Antioquía a aglutinar
Fronteras
un núcleo de oposición, se le impuso
tan estrecha guardia que a la ilustre Límites provinciales
Augusta sólo le quedó el recurso de
perecer por hambre.
La posición de Macrino era dema
siado débil para enfrentarse con éxito EI Imperio romano
a los amenazantes problemas del mo en época de Septim io Severo
mento; al mes de su elevación al trono (según A. Birley, 1971)
Los Severos 21
MARCOMANI
^ P' QUADI
COSTOBOCI
y¡ndoboná.“ O afR utum <
Í)ACIA
A α \ Aquí mcum<
^Qv ρδμ μ π Κιιδ <
PANNONIA _
>ia^ O ^ ! NFERI _ S arm ^e g e tu se u ^o ^
• Artaxata
S iri m iu m . . · ' . H i s t e <<
Singidunum
DALMATIA Serdica Philippopolis BITHYNIA Y PONTUS ^ ARMENIA
T H R A C IA B iza n tiu m C h a lce d o n .. —
p e r|n tus * ’ .‘ ^ c o m e d i a C A P P A D O C IA N js^ is
♦Roma
<o MACEDONIA
M A n c n n M .A C yzicu s rA1 A T IA E d e ssa . M E S O P O T A M IA
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Brundisium Pergamun . ASIA ’ Carrhge PARTII
Tarsus«Jssos ·.· H
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EPIRUS .A th e n a e ° Smyrna CILICIA «Antiochia
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Corinthus ® E phesusLYCIA Y Laodicea. SYRIA Seleucia
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drumetum SYRIA
PALAESTINA
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•Cyrene Pelusium
Alexandria .
»Leptis Magna ARABIA
Memphis ·
CYRENAICA
AFRICA
AEGYPTUS
Philae
24 A ka ! H istoria deI M undo Antiguo
Continuidad y discontinuidad
dinástica durante los Severos
(banda izquierda-derecha: sucesión de emperadores.
Banda arriba-abajo: fin de la descendencia
directa de Septimio Severo)
28 A k a i Historia deI M undo A ntiguo
LU
<
_l
P R 0 C U R A T 5
sexagenarias centenarias ducenarias tricenarias
emperadores 60.000 100.000 200.000 300.000 TOTAL
sest./año sest./año sest./año sest./año
Domiciano 13 22 29 — 64
Trajano 21 29 34 — 84
Adriano 35 35 34 — 104
Antonino Pío 35 37 35 — 107
Marco Aurelio 42 49 33 1 125
Cómodo 49 49 36 1 135
Sept. Severo 71 56 36 10 173
Filipo el Arabe 77 58 36 11 182
ñas); normalmente había dos prefec tenía que delegar y, precisamente como
tos, uno de los cuales era senior y instancia delegada, la prefectura del
destacado en rango, pero hubo mo pretorio acrecentó su papel rompiendo
mentos en que la prefectura estuvo el viejo equilibrio de época antoniniana.
ejercida por uno sólo. En la época que Dado que los prefectos del pretorio
narramos la prefectura había alcan eran ecuestres, a través de la prefectura
zado tal añadido de funciones y com se fue gestando el progresivo ascenso
petencias, que en nada recordaba a las de los caballeros en el estado; sobre la
de su humilde origen bajo Augusto prefectura presionaban las bases socia
cuando era la simple jefatura de la les del orden ecuestre, encarnando
guardia imperial. Peremne (182-185) aquella los intereses de las capas medias
había sido el primero de los grandes de las provincias, cuyas exigencias se
prefectos y quizá, también, el forjador planteaban ahora con más fuerza que
del acrecentado papel del cargo. Según antes. A partir de los Severos los caba
Howe, la prefectura se convirtió en lleros amenazaban con igualar en re
época severiana en representante de la levancia política a los senadores; se
autoridad imperial; el prefecto del pre debía a la complejificación de la buro
torio era de facto un vice-emperador; cracia y a que se les permitió el acceso
llegó a tener m ando sobre todos los a puestos de mando antes reservados a
ejércitos, como representante del mo senadores. El primer caso importante
narca adm inistraba los altos tribunales en la progresión ecuestre lo dio Adriano
de apelación, dom inaba con su opi cuando recambió a los libertos impe
nión en el consejo imperial y en oca riales por caballeros en numerosos
siones llegó a tener capacidad legisla puestos de la central imperial; con An
dora. Quizá el momento de mayor tonino Pío, Marco Aurelio y Cómodo
encumbramiento se dio entre el 202 y no cesó la tendencia, pero con Septimio
el 205 cuando Plautiano fue prefecto Severo los caballeros recibieron un
sin colega. impulso sin precedentes. Creó nuevos
De ahí la sorda lucha de los senado cargos y procúratelas; por ejemplo, la
res por lograr que el consejo imperial administración del patrimonium se di
(consilium principis) recuperara su papel vidió en regiones, al cargo de cada cual
rector de época antoniniana. Dos ins puso a un caballero; la misma m ulti
tituciones, consilium y prefectura del plicación se produjo al sectorializar por
pretorio, disputan por capitalizar las áreas el cargo de praefectus vehiculorum.
cuestiones clave del estado: legislación, Los datos que siguen (pág. 35), elabora
elección de magistrados y cargos, ad dos por Pllaum muestran en síntesis la
ministración superior de justicia, asun progresión de las procúratelas ecuestres.
tos militares y de guerra y, en general, La nueva provincia Mesopotamia
las principales instancias ejecutivas. creada por Severo el 198/9 fue puesta
Estas funciones tradicionalmente ha bajo el mando del ecuestre C. Julio
bían recaído en el consilium principis, Pacatiano y no bajo un senatorial como
que desde Adriano se mostró como el era la tradición. La novedad quizá más
principal órgano rector y en el que amenazante para los privilegios inhe
dom inaban los miembros senatoriales. rentes a los senadores fue la práctica
En época de los monarcas severianos inaugurada también por Severo de
el senado asistía impotente a la pérdida sustituir temporalmente a gobernadores
de funciones y el m onarca emergía senatoriales por procuradores ecuestres
como absoluta fuente de poder, al financieros; el ejemplo fue secundado
tiempo que se iba olvidando la primi por los sucesores y el sistema debió
tiva concepción m agistratural del prin- m ostrar eficacia, cuando en época de
cips para reafirmar la del dominus. Galieno vemos que los gobernadores
Cuando más poder acumulaba, más ecuestres «provisionales» se convirtie
Los Severos 35
C é s a r/ M axim .
D o m icia n o S evero C aracala
A u g u s to T racio
fuentes, pero no es necesario; el hori ción de los precios les obligaba a hipo
zonte social vinculado a la economía tecarse ante los ricos propietarios;
agraria se hallaba al borde del agota empobrecimiento, inseguridad e impo
miento total por la presión del fisco, sibilidad de satisfacer los préstamos
por la corrupción de los funcionarios obligaba a muchas gentes a caer en
y por la voracidad de los grandes p ro manos de los grandes possessores, a
pietarios. Tales problemas alcanzaron poner bajo su protección personas,
cotas críticas en la segunda m itad de bienes y haciendas y a quedar iure pre
la dinastía severiana, coincidiendo con cario en relación de dependencia con
su colapso final. Ulpiano advertía que ellos. Tal tendencia estaba ya plena
el gobierno provincial debía velar para mente im plantada al final de los Seve
que los potentiores no abusaran de los ros, lo que añadido a la debilidad del
humiliores; enuncia la responsabilidad gobierno imperial, hizo que las pro
protectora del estado hacia los ciuda puestas de Dion Casio sólo cuajaran
danos frente a los más potentes, porque en medidas de Severo Alejandro, cuyos
se estaban generalizando los abusos; es afectos para invertir el curso de las co
curioso que por esos tiempos el senador sas no fueron perceptibles.
Dion Casio, miembro de la aristocracia Parece claro que los esfuerzos de los
unido a sus intereses agrarios, proponga monarcas severianos, en lo que atañe
una curiosa especie de reforma en el a la agricultura, no se centraron en co
discurso de Mecenas (52.28.1-4). rregir defectos estructurales, sino en
Aconseja al em perador que saque a garantizar la estabilidad fiscal y la paz
subasta las propiedades imperiales y social. El mismo fin último debía tener
que otorgue créditos a bajo interés para su política de prom ocionar los collegia
adquirirlas y para com prar aperos y profesionales; seguramente los empe
simientes; se busca restaurar aquella radores tenían interés en las corpora
capa de propietarios modestos prote ciones para mejor canalizar a través de
gida por los monarcas del S. II; es el ellos la fiscalización de la producción
reconocimiento de su papel en la pro a modo de instrumentos administrativos
ducción y, por tanto, en la estabilidad intermedios. Ello es cosa clara en los
económica del estado; necesidad fiscal datos que tenemos en el período sobre
por un lado, pero tam bién interés en los collegia de naviculari (armadores de
disminuir el enorme horizonte de ham barcos).
bre y de miseria que se extendía por el
Im perio al final de los Severos y que 3. La constitutio
podía ser m anipulado por cualquier
usurpador o estallar incontroladamente. antoniana
Además ampliando la capa de tributa
rios, las crecientes exigencias dinerarias Uno de los aspectos más llamativos
del estado presionarían menos sobre los del reinado de Caracala fue la concesión
grandes poseedores; no era filantropía universal de la ciudadanía rom ana a
lo que movía a Dion Casio en su pro todos los súbditos del Imperio; fue
puesta, era interés de grupo privile por un edicto del 212, que conocemos por
giado. un papiro egipcio (Pap. Giessen 40),
Y es que por esta época llegó a ha por Dion Casio (77.9.5) y por una re
cerse insoportable para amplias capas ferencia de Ulpiano en el Digesto
de campesinos propietarios el mante (1.5.17). Parece ser que no fue acogida
nimiento autónom o de su propiedad; como algo extraordinario, pues otras
la crisis política disminuía la protección fuentes literarias no mencionan el
efectiva del estado, la corrupción ad edicto; en realidad la ciudadanía se
m inistrativa derivaba hacia ellos el había ido generalizando ya por todas
m ayor peso de los tributos y la eleva las provincias, lo que había traído ob
Los Severos 41
los rectores de las ciudades apenas zación municipal; era tam bién el co
compensa la responsabilidad en que mienzo de su agonía como expresión
incurren ante el fisco; es el tránsito de de las libertades locales, aunque éstas
los decuriones (el senatus de la ciudad fueran antes en realidad puro form a
durante el Alto Imperio) a los curiales lismo. El estado severiano todavía
del Bajo, solidarios ante la adm inistra protege y cuida a las aristocracias ur
ción con sus propias haciendas; es el banas, pero concibe a la ciudad como
momento en que los honores y la dig instrum ento administrativo al servicio
nificación social derivados de pertenecer de las necesidades más generales del
al gobierno ciudadano quedan reba estado, en especial para canalizar la
sados por las obligaciones y empiezan acción fiscal. De ese modo se inicia
a no ser apreciados. ahora una tendencia que adquiere pleno
Decíamos que bajo los Severos se desarrollo en el S. III y total consa
extendió considerablemente la organi gración en el Bajo Imperio.
V. Religión y cultura
ciones?; no exactamente, sólo contra llegaron a perder del todo las tradi
algunos de sus valores, o mejor aún ciones locales.
reconducción protagonista por el cris Aproxim adam ente, hacia la época
tianismo del tiempo histórico de Ro severiana comenzó un renacer, al
ma. En el fondo, en el pensamiento menos aparentem ente, de ciertas for
tertulianeo, y por extensión el del cris mas de cultura indígena. Si las consi
tianismo, están ya todos los com po deramos con objetividad, ajenos a
nentes básicos que en el S. IV gestaron aquella perspectiva milenarista de Hi
el perfecto maridaje entre cristianismo pólito, vemos que no son defiribles
e Imperio Romano; cristianismo e igle como tendencias disgregacionistas en
sias del S. II van dejando paso a lo sí mismas, aunque en m ayor o menor
largo del S. III a Cristiandad e Iglesia grado pudieron afectar al problema de
del IV y siguientes. la unidad interna del Imperio Romano.
En época severiana resurgen ciertos En muchos casos son formas de pro
aspectos de la tradición griega que su testa ante el orden imperial, que no
brayaban la relatividad de los valores atiende a sus demandas y que no les
absolutos e inmutables mediante la protege adecuadamente.
comparación de los usos de pueblos En el gran arco del celtismo residual
diversos. Un ejemplo es el Libro de las que va de Hispania a Panonia, las len
leyes del sirio Bardesano en época de guas autóctonas habían sobrevivido
Caracala; trabó fuertemente la idea fi como lenguas orales en los ámbitos ru
losófica de libertad (en sentido antide- rales, de tal modo que Ireneo de Lyon
terminístico) con el de «nación»; para tiene que aprender céltico para dirigirse
Bardesano es el cristianismo el que a los fieles. En el norte de Africa no
daría unidad a aquella «libertad» de las había desaparecido el púnico, como
diversas tradiciones nacionales forzadas confirma San Agustín en el S. V. En
a la unión bajo el yugo de Roma; Hi Egipto aparece a finales del S. II la
pólito de Roma llevaba esta misma lengua copta derivada de la demótica.
postura básica a sus consecuencias ló En Oriente los particularismos tienen
gicas: argum entaba la ruina del Impe más desarrollo, alcanzando formas li
rio, como obra satánica que era, sobre terarias las lenguas vulgares; en Siria y
la exégesis bíblica (Comentarios a Da en Osroene el siriaco, derivado del
niel, Anticristo) y tendría lugar por la arameo, se eleva a literatura de la mano
rebelión de los pueblos y de las naciones de Bardesano (154-222), prefiriendo éste
al final de los tiempos, lo que habría acercarse a las gentes en su propia len
de acaecer el año 500; para él las na gua, pese a conocer el griego culto.
ciones son las plebes de las provincias Todos estos movimientos jugaron
oprimidas por los impuestos. un papel limitado; la inmensa mayoría
Las élites, los grupos y la ideología de las capas cultivadas, aparte del cos
nacional rom ana que en los siglos I y mos educativo y religioso-m oral en
II constituían una poderosa corriente que se desenvolvieran, siguieron inmer
homogeneizadora, parece que a partir sas en el ecumenismo de la tradición
de ios Severos han perdido mucho de greco-latina, se formaron en el yunque
su viejo papel como símbolo y como de la paideia clásica y legitimaban su
punto de referencia para los pueblos hegemonía social desde la conciencia
sometidos a Roma; el mismo senado de superioridad moral y cultural que
se ha obscurecido enormemente en esta obtenían de esa paideia. La idea de
función iluminadora y polarizadora. unidad esencial del or bis romanus se
Durante largas generaciones muchos había tem plado con tal fuerza a lo
pueblos habían alcanzado notables largo de los siglos anteriores a los
avances en la asimilación a las formas Severos, que sobrevivió incluso a la
rom anas de vida, pero no siempre se ruina del estado imperial del Siglo V.
Los S eve ro s . · 55
De más fácil manejo y de mayor utilidad Aufstieg und Niedergang der Rom. Welt,
que los grandes repertorios epigráficos Berlin-N. York, 1975, vols. II.2, 551 ss.,
tradicionales ( Corpus Inscr. Latinarum o con diversos artículos para la historia del
Corpus Inscr. Graecarum) son las seleccio mom ento; vol. 11.15, 1976, 632 ss., otros
nes realizadas por H. D essau, Inscr. L ati sobre el derecho severiano; vol 11.16, 1978,
nas Selectae, 3 vols., 1962 (3. ed.), y por R. otros sobre paganismo y culto imperial;
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,
Esta historia obra de un equipo de cuarenta profesores de va
f im m ,
rias universidades españolas pretende ofrecer el último estado
,
de las investigaciones y, a la vez ser accesible a lectores de di
HISTORIA versos niveles culturales. Una cuidada selección de textos de au
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