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La especie Humana

Los seres humanos somos animales, pertenecemos a la especie Homo sapiens, nuestra
clasificación sería:

Nombre común Humanos


Especie Homo sapiens
Género Homo
Familia Homínidos
Orden Primates
Subclase Euterios
Clase Mamíferos
Filum Cordados

El nombre científico, es el asignado por el naturalista sueco Carlos Linneo (1707-1778)


en 1758, alude al rasgo biológico más característico: sapiens significa «sabio» o «capaz
de conocer», y se refiere a la consideración del ser humano como «animal racional», al
contrario que todas las otras especies. Es precisamente la capacidad del ser humano de
realizar operaciones conceptuales y simbólicas muy complejas —que incluyen, por
ejemplo, el uso de sistemas lingüísticos muy sofisticados, el razonamiento abstracto y
las capacidades de introspección y especulación— uno de sus rasgos más destacados.
Posiblemente esta complejidad, fundada neurológicamente en un aumento del tamaño
del cerebro y, sobre todo, en el desarrollo del lóbulo frontal, sea también una de las
causas, a la vez que producto, de las muy complejas estructuras sociales que el ser
humano ha desarrollado, y que forman una de las bases de la cultura, entendida
biológicamente como la capacidad para transmitir información y hábitos por imitación
e instrucción, en vez de por herencia genética. Esta propiedad no es exclusiva de esta
especie y es importante también en otros primates.
Una connotación moderna del ser humano es la de homo faber, que significa hombre
que fabrica, hombre que crea, haciendo alusión a la tecnología de que dispone y ha
sido artífice por medio de la civilización.
Linneo clasificó al hombre y a los monos en un grupo que llamó antropomorfos, como
subconjunto del grupo cuadrúpedos, pues entonces no reconocía signos orgánicos que
le permitieran ubicar al ser humano en un lugar privilegiado de la escala de los
vivientes. Años más tarde, en el prefacio de Fauna suecica, manifestó que había
clasificado al hombre como cuadrúpedo porque no era planta ni piedra, sino un animal,
tanto por su género de vida como por su locomoción y porque además, no había
podido encontrar un solo carácter distintivo por el cual el hombre se diferenciara del
mono; en otro contexto afirmó sin embargo que considera al hombre como el fin
último de la creación. A partir de la décima edición de Systema naturae reemplazó a los
cuadrúpedos por los mamíferos y como primer orden de estos, puso a los primates,
entre los cuales colocó al hombre. Linneo tuvo el mérito de dar origen a un nuevo e
inmenso campo epistemológíco, el de la antropología, si bien se limitó a enunciarlo y
no lo cultivó. A él tendrán que remitirse todos los científicos posteriores, tanto para
retomar sus definiciones como para criticarlas. En 1758 se definió al Homo
sapiens linneano como una especie diurna que cambiaba por la educación y el clima.
En la actualidad existen defensores de incluir al ser humano, chimpancé (Pan
troglodites) y bonobo (Pan paniscus) en el mismo género, dada la cercanía filogenética,
que es más estrecha que la que se encuentra entre otras especies animales que sí
están agrupadas genericamente.
Animal terrestre

Los artrópodos (como las moscas) son los animales terrestres más abundantes en número de
especies.

Los animales terrestres son animales que viven predominante o totalmente en la tierra, a
diferencia de los animales acuáticos, que viven predominante o totalmente en el agua o los
anfibios, que dependen de la combinación de hábitats terrestres y acuáticos.

Clases terrestres

El término terrestre se suele aplicar a especies que viven primariamente en el suelo, a


diferencia de las especies arborícolas, que viven principalmente en los árboles.

Existen otros términos menos comunes que se aplican a grupos específicos de animales
terrestres:

Los saxícolas son animales que viven en las rocas. La palabra saxícola deriva del latín Saxum
que significa «roca».

Los arenícolas viven en la arena.

Los troglobitas viven predominantemente en cuevas.

Taxonomía[editar]

La invasión terrestre es uno de los más importantes eventos en la historia de la vida.123 Se


desarrollaron linajes terrestres de varios filos de animales, y entre ellos, los vertebrados,
artrópodos y moluscos representan los grupos más exitosos de animales terrestres.

Los animales terrestres no forman un clado unificado, sino que comparten únicamente el
hecho de vivir en la tierra. La transición de un medio acuático a uno terrestre ha evolucionado
de forma independiente y con éxito muchas veces en varios grupos de animales.3 Muchos de
los linajes terrestres se originaron en un clima tropical o suave durante el Paleozoico y el
Mesozoico, sin embargo pocos animales se hicieron completamente terrestres durante el
Cenozoico.

Excluyendo a los parásitos internos, las especies que viven en entornos terrestres están
representadas por los siguientes diez filos: platelmintos, nemertinos, nematodos, rotíferos,
tardígrados (osos de agua), onicóforos, artrópodos, moluscos (gasterópodos: caracoles
terrestres y babosas), anélidos y cordados (tetrapodos). Los nematodos, tardigrados y rotíferos
son animales microscópicos que requieren una película de agua para vivir, por lo que no se
consideran completamente terrestres. Los platelmintos, nemertinos, onicóforos y anélidos
dependen de hábitats más o menos húmedos, al igual que los artrópodos ciempiés y milpiés.
Los tres filos restantes —artrópodos, moluscos y cordados— contienen especies que se han
adaptado totalmente a entornos terrestres secos, y especies que no tienen fase acuática en su
ciclo vital.

Dificultades para la clasificación

Algunos animales no pueden clasificarse de forma estricta como terrestres o acuáticos, sino
que se mantienen en una situación ambivalente: por ejemplo, los pingüinos pasan buena parte
del tiempo en el agua.

La clasificación de una especie animal como «terrestre» o «acuática» es a menudo difícil, y se


convierte en una cuestión de juicio. Muchos animales considerados terrestres tienen un ciclo
vital que se desarrolla en parte dentro del agua. Pingüinos, focas y morsas duermen en tierra y
se alimentan en el mar, pero están considerados animales terrestres. Muchos insectos, como el
mosquito, y todos los cangrejos terrestres, entre otros clados, tienen una fase acuática en su
ciclo vital: sus huevos tienen que ponerse y abrirse en el agua. Tras la eclosión hay una primera
fase acuática ya sea como ninfa o como larva.

Hay especies de cangrejos que son completamente acuáticas, otras que son anfibias y otras
terrestres. El cangrejo violinista se denomina «semiterrestre» porque hace agujeros en el
sustrato lodoso, en los que se refugia durante las mareas altas. Cuando baja la marea, el
cangrejo violinista busca alimento en la playa. Lo mismo se aplica a los moluscos: cientos de
géneros y especies de gasterópodos viven en situaciones intermedias, como por ejemplo los
del género Truncatella. Algunos gasterópodos con branquias viven en tierra, mientras que otros
con pulmones viven en el agua.

Además de los animales totalmente terrestres y totalmente acuáticos, hay muchas especies
que rozan la frontera entre ambas clasificaciones. No existe un criterio universalmente
aceptado para etiquetar estas especies, por lo que algunas designaciones han dado lugar a
discrepancias.

Animales acuáticos

Se deben distinguir entre los animales que pueden aprovechar para la respiración el oxígeno
disuelto en el agua y los que necesitan respirar el oxígeno del aire. Los animales acuáticos
están distribuidos por toda la escala zoológica siendo casi exclusivamente acuáticos los de
grupos inferiores (protozoos), así como los espongiarios, los pólipos y los equinodermos, gran
número de gusanos, la mayor parte de los moluscos y todos los braquiados y tunicados. De los
artrópodos que viven en el agua, se encuentran casi todos los crustáceos, raramente los
arácnidos y los insectos acuáticos, los zancudos.
Entre los vertebrados también abundan los animales acuáticos, distinguiéndose las especies
que viven completamente en el agua respirando mediante branquias como los peces y todas
las formas larvarias de los anfibios aunque estos últimos, en sus fases adultas (con respiración
pulmonar) son unas veces acuáticos como la rana, la salamandra y otras, terrestres como el
sapo. Los demás vertebrados respiran por medio de pulmones pero esto no es obstáculo a que
haya entre ellos muchas especies acuáticas como:

Entre los reptiles: numerosas tortugas, algunas serpientes los cocodrilos y caimanes.

Entre las aves: las palmípedas.

Entre los mamíferos: los cetáceos y pinnípedos, varios roedores como el castor, ciertos
carnívoros como la nutria y algunos paquidermos como el hipopótamo entre otros como los
carnívoros y los omnívoros.

Los animales acuáticos que respiran a través de branquias hacen el intercambio de gases con el
agua. La cantidad de oxígeno que contiene el agua es menor que la del aire, por lo que estos
animales adaptados a estas condiciones necesitan sistemas muy eficaces capaces de extraer el
oxígeno del agua.

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