Qué son los White Papers y cómo triunfar con ellos

Carolina Rondón
Blog de Comunicación Digital y Branding

– ¿Qué es un White Paper?

– ¡Un papel blanco!
– Wow, tu nivel de inglés es superior…

Un White Paper, o informe blanco, es una documento o guía con autoridad que describe un
problema e intenta solucionarlo. Tiene una mezcla de contenido educativo y de contenido
corporativo. Podría también parecer un libro pequeño. Un White Paper bien usado puede ser una
valiosa herramienta del marketing de contenidos.

Un white Paper puede ayudarte en uno o en varios de tus objetivos, como:

 Agregar nuevos leads, o prospectos, a tu tunel de ventas y encaminarlos a través este con
el fin de aumentar tus ventas.
  Ganar credibilidad y autoridad profesional que posteriormente te harán más fácil cumplir
otros objetivos.
 Posicionarte en la mente de las personas que consumen tus productos y servicios para
futuras compras.

Para ser exitos@ en la creación de un White Paper, tienes que mantener a tu lector entretenido e
interesado en leer el documento desde el principio al final. Cuando lleguen al final el lector debe
sentirse motivado a realizar el siguiente paso, el paso que antes de lanzar el White Paper definiste,
como comprar lo que ofreces (productos, servicios, cursos, etc.), recomendarte, ser parte de tu
comunidad o cualquier otro objetivo.

Cuando creamos mensajes dentro de nuestra estrategia de contenidos puede que nos enfoquemos
más en el contenido y nos olvidemos del marketing. Un white paper no solo debe educar al usuario
pues este no va a tomar acción alguna solo por que lo eduques, y más si lo haces en cómo usar tu
producto.

Educar a tu usuario es importante, pero cuando solo le hablas de los features de productos él/ella
piensa “Y entonces…?”. Tu lector no le importa tanto tu producto o servicio per se, sino qué puede
hacer este por él, qué problema le resolverá, cuál meta logrará, etc. Por lo que siempre ten en
cuenta “Enfócate en tu usuario, su problema, su necesidad y cómo serás parte de la solución”

Para saber cómo dirigirte a tu lector hazte estas tres preguntas:

1. ¿Quién necesita los consejos de los que quieres escribir? o si por el contrario tienes un
público definido y no el tema, ¿Qué consejos podrían ser relevantes para estas
personas?
2. ¿Cuáles son sus funciones laborales? ¿Son tomadores de decisiones en sus
organizaciones?
3. ¿Dónde trabajan? Incluye tipo de industria, tamaño, localidad, etc.

Con estas preguntas debes tener uno a tres personajes de tu típico lector. Por ejemplo “Nuestro
lector promedio es [género], de [edad], trabaja como [título] en una compañía de [tamaño]
[industria] en [localidad]. Además [otros detalles importantes].“
Vamos a la acción
A continuación unos tips finales para un White Paper de calidad.

 Crea un título vendedor

 Una portada de buen diseño gráfico o fotografía
 Redacta el documento con una longitud de 10 a 30 páginas como máximo
 Cuida la gramática y la ortografía
 Distribúyelo en formato .PDF en vez .docx u otros
 Mantén un hilo conductor: inicio, desarrollo, conclusión
 Hazlo visualmente atractivo con una línea gráfica limpia, y unas cuantas imágenes si
aplica
 Agrega tus datos de contacto y/o redes sociales en la cabecera o pié de cada página
 En la última página amplía información sobre ti además de tus productos y/o servicios
 Invítalo a realizar el siguiente paso
Los mejores gazapos en el cine

Un libro recoge estas meteduras de pata: desde relojes en «una de romanos» hasta miembros del
equipo de rodaje que se cuelan donde no deben

Miguel Ángel Barroso

Entre las diferentes manifestaciones de frikismo cinematográfico está la del cazador de gazapos,
individuo que invierte gran parte de su tiempo en descubrir meteduras de pata en las películas. Una
prueba más de que el humano es un ser que se equivoca por definición y que -también por
definición- disfruta echando en cara los errores al prójimo. No crean que el top ten de los peores
filmes en este sentido lo ocupan producciones de serie B o C, sino algunas obras maestras o
blockbusters, como Apocalypse Now (en primer lugar, con 562 fallos), Los pájaros (546), El mago
de Oz (421), Piratas del Caribe. La maldición de la Perla Negra (388), Tiburón (283) o La guerra
de las galaxias (278). El periodista y cinéfilo Víctor Arribas nos descubre los traspiés en Goof!
Los mejores gazapos del cine (Espasa, 2017), aunque también pone el foco en disparatadas
traducciones de títulos de películas o renuncias de actores a papeles que habrían cambiado sus
carreras.

Pero los gazapos centran este ameno ensayo, desde los relojes y las zapatillas deportivas que lucen
algunos romanos en clásicos del péplum (Espartaco, La túnica sagrada, Gladiator) hasta miembros
del equipo de rodaje que se cuelan donde no deben, como el tipo con sombrero de vaquero que
comparte la cubierta de la Perla Negra con Jack Sparrow (Johnny Deep) en Piratas del Caribe.
Cambio de plano

En Dos hombres y un destino, Paul Newman y Katharine Ross dan un paseo en bicicleta mientras
suena la tonadilla «Raindrops Keep Fallin’ on My Head». La escena es de las que se grapan en la
memoria. Él con bombín, ella con vaporoso vestido blanco... sentada en el cuadro de la bici y, en
el siguiente plano, sobre el manillar, como si en un parpadeo hubiera hecho una acrobacia digna
del Circo del Sol. Casablanca es otro ejemplo de (im)perfección. El fallo más recordado sucede en
la estación de París donde Rick (Humphrey Bogart) espera a Ilsa (Ingrid Bergman) bajo la lluvia.
Pero Ilsa no viene. En su lugar, el fiel Sam aparece y le entrega a Rick una nota en la que se
confirman los peores presagios. Rick está empapado, goterones caen del ala de su sombrero al
papel diluyendo la tinta. En la toma siguiente avanza hacia el tren, seco como si se hubiera
sometido a un centrifugado.

La famosa escena de «Dos hombres y un destino»

No es errata, sino alevoso error el que la Hammer perpetra en Hace un millón de años, donde
Raquel Welch interpreta a una mujer prehistórica con peinado de peluquería, pestañas postizas y
bikini hecho con piel de animales.

Arribas no hace sangre: el suyo es un ejercicio de humor centrado en un arte que deja cabos sueltos,
que comete incorrecciones históricas y biográficas, pero que apela a las emociones y los sueños.
En el fondo, nadie está legitimado para arrojar la primera piedra, ni siquiera el autor de este libro,
que en un pasaje se refiere a King Kong como «chimpancé gigante».