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El sentido común nos dice que la calidad del trabajo disminuye cuando no hay luz
suficiente. Por otra parte, se sabe que si una iluminación defectuosa se prolonga largo
tiempo, el sujeto puede sufrir trastornos visuales.
Al tratar este tema se debe atender a varios factores muy importantes: intensidad,
distribución, resplandor y la naturaleza de la fuente luminosa.
La intensidad, o grado de brillantez, es el factor que más a menudo se relaciona con la
iluminación. No obstante, aún no se sabe hasta qué punto una buena iluminación
contribuye al rendimiento. Sin duda el nivel óptimo depende de la índole de la tarea que
va a ejecutarse.
La magnitud del contraste entre el objeto y el ambiente general influye en la intensidad
luminosa que se necesita. Mientras menor sea el contraste, mayor deberá ser la brillantez.
El resplandor es otro factor que se combina con la intensidad, lo mismo que el tipo de
iluminación.
Otro factor es la distribución de la luz en la sala o en el área de trabajo. Lo ideal es que la
luz se distribuya de manera uniforme en todo el campo visual. La iluminación de un área
de trabajo a una intensidad mucho mayor que la del área circundante, con el tiempo
causará fatiga ocular.
Otro factor que produce la agudeza visual y ocasiona fatiga es el resplandor, que se debe a
una luz de mayor intensidad de aquella a la que está acostumbrado al ojo. La brillantez
proviene de una fuente luminosa o de superficies muy reverberantes. Este produce más
equivocaciones en trabajos delicados en un lapso de apenas 20 minutos. No sólo ocasiona
fatiga visual sino también disminución visual.
Una luz demasiado brillante puede atenuarse o excluirse del campo visual del trabajador.
A éste se le puede dar viseras o sombreadores. Pueden suprimirse las zonas demasiado
reverberantes.
El mejor sistema de evitar el resplandor consiste en iluminar uniformemente el área de
trabajo.
En la iluminación repercute igualmente la índole de la fuente de luz. Se distinguen tres
tipos que suelen utilizarse en el hogar, la oficina y las fábricas; la lámpara incandescente
normal, la luz fluorescente y la luz mercurial. Las tres ofrecen ventajas y también padecen
de limitaciones respecto al costo la intensidad y color.
La distribución de la luz puede ser:
Iluminación directa. la luz incide directamente sobre la superficie iluminada. Es la más
económica y la más utilizada para grandes espacios.
Iluminación indirecta. La luz incide sobre la superficie que va a ser iluminada mediante la
reflexión en paredes y techos.
Iluminación semiindirecta. Combina los dos tipos anteriores con el uso de bombillas
translúcidas para reflejar la luz en el techo y en las partes superiores de las paredes, que la
transmiten a la superficie que va a ser iluminada [iluminación indirecta]. De igual manera,
las bombillas emiten cierta cantidad de luz directa [iluminación directa]; por tanto, existen
dos efectos luminosos.
Iluminación semidirecta. La mayor parte de la luz incide de manera directa en la superficie
que va a ser iluminada [iluminación directa], y cierta cantidad de luz reflejan las paredes y
el techo.
También existe la necesidad fisiológica de contar con cierta cantidad de luz natural. Según
investigaciones, el cuerpo humano necesita cierta dosis diaria de luz natural. De no
recibirla, algunas funciones químicas no se realizan debidamente.
Otro problema potencial de salud se atribuye a la iluminación fluorescente. Estudios han
demostrado que este tipo de luz puede ocasionar estrés físico y mental, así como la
merma de la actividad motora y la fuerza.
Proporcionar una iluminación suficiente a los trabajadores de forma que puedan trabajar
en todo momento de manera eficiente y confortable. Evitar los cambios bruscos de
luminosidad entre distintas dependencias.
Combinar el uso de luz natural con la luz artificial. Por otro lado, la luz que entra por las
ventanas ha de poder filtrarse a través de difusores como persianas, cortinas, etc.
Ventilación
VENTILACIÓN NATURAL
En este sistema el movimiento del aire se produce gracias a los gradientes de presión
derivados de fenómenos naturales como son las diferencias de temperatura o la acción
del viento entre una y otra zona del alojamiento y entre el exterior y el interior del mismo,
y que dependen de las condiciones atmosféricas, el diseño y orientación del edificio,
existencia de obstáculos en las proximidades del mismo, etc.
De lo expuesto podemos deducir que la ventilación natural tiene numerosos
condicionantes y limitaciones y sus resultados dependerán, entre otros factores, de:
La colocación y diseño de las aberturas del edificio por donde entra y sale el aire
La pendiente de la cubierta
La velocidad del aire en el interior del local y la exposición a estas corrientes de aire
Una de las causas del movimiento natural del aire es el conocido como “efecto
chimenea” o, por emplear términos más técnicos, el empuje térmico. Cuando el aire entra
en el alojamiento, se calienta debido al calor disipado por los animales y la fermentación
de las deyecciones: al disminuir su peso específico se eleva y sale al exterior por las
aberturas dispuestas al efecto, bien sean chimeneas o, más habitualmente, una abertura
continua en la cumbrera de la cubierta o caballete. El aire, al salir, crea una ligera
depresión en el interior que provoca la entrada del aire desde el exterior al tener en este
punto una presión ligeramente superior a la que existe dentro. Este fenómeno se ilustra
en la figura 2.
El efecto viento es la segunda de las fuerzas que actúa en la ventilación natural, de forma
que su efecto es mayor que el efecto chimenea cuanto mayor es su velocidad (figura 3) y
cuanto más similares son las temperaturas externa e interna (como sucede en verano),
situación en la que el efecto chimenea tiene escasa importancia.
Existen tres tipos de ventilación dinámica (también denominada forzada o mecánica) que
difieren en la presión relativa del aire dentro del alojamiento en relación con la presión
atmosférica externa:
ventilación por extracción: los ventiladores extraen aire del alojamiento creando una
ligera depresión respecto al exterior lo que conlleva que el aire fresco penetre por las
entradas dispuestas al efecto;
ventilación equilibrada: unos ventiladores inyectan aire fresco y otros extraen el del
interior del alojamiento en cuantía similar, con lo que la presión interior es igual a la
atmosférica.
La inyección de aire exige conductos perforados que garanticen una adecuada distribución
del mismo en el espacio ocupado por los animales. La ventilación por extracción es la más
habitual.
RUIDO
Se define ruido como cualquier sonido que sea calificado como molesto, desagradable o
inoportuno, por quien lo percibe. A diferencia de otros contaminantes, el ruido no deja
residuos, no tiene sabor ni olor, textura o color, por lo que se suele decir que el ruido es
contaminante invisible. Su radio de acción o de impacto, se encuentra limitada a las
características de la fuente que lo genera y del entorno donde se propaga.
CONTROL DE RUIDO
Es la adecuación de los niveles de ruido a niveles aceptables.
a) Mantenimiento
b) Remplazo de máquinas
c) Sustitución de procesos
Los protectores auditivos que se usan comúnmente en la actualidad son del tipo
tapón u orejeras. El protector tipo tapón atenúa el ruido obstruyendo el canal
auditivo externo, mientras que el tipo orejera encierra la oreja proporcionando un
sello acústico.
NORMATIVA APLICABLE
(hr)
85 8
88 4
91 2
94 1
97 1/2
100 1/4
103 1/8
(dB)
140 100
138 158
136 251
134 398
132 631
130 1000
128 1585
126 2512
124 3981
122 6310
120 10000
118 15849
116 25119
114 39811
Las vibraciones de la membrana basilar hacen que ésta se mueva en sentido vertical. A su
vez la membrana tectorial, ubicada sobre las células ciliares (los transductores), vibra
igualmente; sin embargo, dado que los ejes de movimiento de ambas membranas son
distintos, el efecto final es el de un desplazamiento "lateral" de la membrana tectorial con
respecto a la membrana basilar. Como resultado, los cilios de las células ciliares externas
se "doblan" hacia un lado u otro.
En el caso de las células internas, aún cuando sus cilios no están en contacto directo con la
membrana tectorial, los desplazamientos del líquido y su alta viscosidad (relativa a las
dimensiones de los cilios) hacen que dichos cilios se doblen también en la misma
dirección.
Por otro lado, los movimientos de los cilios en una dirección determinada, hacen que la
conductividad de la membrana de las células ciliares aumente. Debido a las diferencias de
potencial existentes, los cambios en la membrana modulan una corriente eléctrica que
fluye a través de las células ciliares.
Las fibras aferentes están conectadas mayormente con las células ciliares internas, por lo
que es posible concluir con certeza que éstas son los verdaderos "sensores" del oído. Por
el contrario, el papel de las células ciliares externas (más numerosas que las internas) era
objeto de especulaciones hasta hace pocos años.
La actuación de las células ciliares externas parece ser la siguiente: para niveles de señal
elevados, el movimiento del fluido que rodea los cilios de las células internas es suficiente
para doblarlos, y las células externas se saturan. Sin embargo, cuando los niveles de señal
son bajos, los desplazamientos de los cilios de las células internas son muy pequeños para
activarlas; en este caso, las células externas se "alargan", aumentando la magnitud de la
oscilación hasta que se saturan.
Este nuevo modelo del mecanismo de transducción nos indica que el conjunto formado
por la membrana basilar y sus estructuras anexas forman un sistema activo, no lineal y con
realimentación, y permite explicar dos fenómenos asociados al oído interno: el "tono de
combinación", generado a partir de dos tonos de distinta frecuencia por un
elemento no lineal que contiene un término cúbico, y las "emisiones otoacústicas", las
cuales consisten en tonos generados en el oído interno en forma espontánea o
estimulada, y que pueden llegar a ser audibles.
2. Tiempo de exposición
3. Frecuencia: Los ruidos de alta frecuencia son más nocivos que los de baja
frecuencia
1. Trauma acústico, que es causado por un ruido único, de corta duración pero de
muy alta intensidad (por ejemplo, una explosión) y resulta en una pérdida auditiva
repentina y generalmente dolorosa.
La pérdida de la audición inducida por ruido (PAIR) ha sido descrita desde la revolución
industrial. Desde hace varias décadas se ha ubicado entre las diez primeras causas de
patología ocupacional; sin embargo, la mayoría de los organismos gubernamentales han
hecho poco para prevenirla.
-
La pérdida de la audición pude desarrollarse gradualmente en el tran
scurso de los años. La pérdida auditiva inicialmente es
asintomática. La frecuencia del lenguaje no es afectada sino después de
varios años.
1.1. Auditoria
criterios de interpretación.
5. Utilización de protectores de oído para las exposiciones mayores a 85 dBA, sin tomar
en cuenta la duración de la exposición.
- El éxito del PCA depende la educación del trabajador con respecto al contenido
del mismo, incluyendo la discusión de fuentes de ruidos no ocupacionales.
SANEAMIENTO INDSUTRIAL
INPSASEL
Su objetivo es garantizar una mejor calidad de vida, mediante una gestión ambiental
transversal, rectora, ejecutora y normativa, del uso y conservación de los recursos
naturales promoviendo la participación de la sociedad para lograr el desarrollo sostenible.
Órgano de la administración pública nacional, rector de la política ambiental, de los altos
niveles de excelencia, plenamente integrado en las diversas instancias decisorias de la
esfera política, económica y social del país, y que a través de una gestión desconcentrada,
descentralizada y participativa promueve el desarrollo sostenible en aras de mejorar la
calidad de vida.