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Clínica y Salud, 2007, vol. 18 n.° 3 - Págs. 305-324.

ISSN: 1135-0806

ARTÍCULOS

Los trastornos de personalidad según


el modelo de Millon: una propuesta
integradora
Personality disorders according to
millon’s personality model: an integrative
approach
VIOLETA CARDENAL1
M.ª PILAR SÁNCHEZ1
MARGARITA ORTIZ-TALLO2

RESUMEN

Se presentan en este artículo las líneas fundamentales que guían el modelo


de estilos de personalidad y de trastornos de personalidad de Theodore
Millon: la utilización de una perspectiva teórica integradora, su insistencia en el
continuo “normalidad/patología” y la incorporación de los principios de la Teo-
ría de la Evolución. Se analiza también su propuesta multiaxial en la que cobra
relieve la dinámica interactiva que se establece entre los distintos ejes, con
especial atención al papel preponderante del Eje II, de Trastornos de persona-
lidad, en la génesis, determinación o al menos precipitación de los síndromes
clínicos del Eje I, más transitorios y transversales.
Se completa esta breve exposición con las características del instrumento
de evaluación MCMI-III (Millon Clinical Multiaxial Inventory) del que dispone-
mos de adaptación española a cargo de las autoras, así como de algunas de
las orientaciones principales para el tratamiento psicológico.

1 Universidad Complutense de Madrid.


2 Universidad de Málaga

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Los trastornos de personalidad según el modelo de Millon: una propuesta integradora

ABSTRACT

In this paper, we present the main lines driving Theodore Millon’s model of
personality styles and personality disorders –an integrative theoretical perspec-
tive, the author’s insistence on the continuum normality-pathology and the
incorporation of the principles of the Theory of Evolution. His multi-axial pro-
posal is also analyzed, in which the interactive dynamics established between
the diverse axes are underscored with special attention to the outstanding role
of Axis II, Personality Disorders, in the genesis, determination, or at least pre-
cipitation of Axis I clinical syndromes –of a more transient and cross nature.
This brief account is completed with a description of the characteristics of
the instrument –the MCMI-III (Millon Clinical Multi-axial Inventory). The Spanish
adaptation by the authors is available as well as a number of relevant guide-
lines for psychological treatment.

PALABRAS CLAVE

Trastorno, Personalidad, Multiaxial, Evolución, Integradora.

KEY WORDS

Personality disorder, Multi-axial, Theory evolution, Integrative approach.

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Violeta Cardenal, M.ª Pilar Sánchez y Margarita Ortiz-Tallo

CARACTERÍSTICAS teoría para concretar en los siguien-


FUNDAMENTALES DEL MODELO tes apartados sus aportaciones
DE PERSONALIDAD DE sobre los trastornos de personali-
THEODORE MILLON dad, evaluación y tratamiento.

“En su forma actual, puede decir- Si hubiera que escoger unos po-
se que la teoría de Theodore Millon cos aspectos fundamentales pro-
es la teoría de la personalidad más puestos por Millon, probablemente
comprehensiva que se ha desarro- éstos serían los más significativos:
llado nunca”. Esta frase no pertene-
ce a la solapa de ningún libro o test 1. La utilización de una perspec-
de Millon. Por supuesto, su autor no tiva teórica integradora
es tampoco el propio Millon. Fue
escrita en 1999, en las páginas del 2. Su insistencia en el continuo
Journal of Personality Assessment, “normalidad/patología”
que dedicaba un número monográ-
fico a la evolución del modelo en los 3. La incorporación a su modelo
30 años anteriores a esa publica- de los principios de la Teoría
ción, mediante el análisis de distin- de la Evolución
tos autores que conocían y habían
utilizado el modelo y los instrumen-
tos de medida de la personalidad La utilización de una perspectiva
derivados de él. teórica integradora

Naturalmente, no todo el mundo Efectivamente, la integración es


está de acuerdo con esa visión tan una de las características básicas
positiva del trabajo de Millon, y a lo del modelo de Millon. La integra-
largo de estos años se han publica- ción, por ejemplo, entre la estructu-
do críticas, puntualizaciones, mati- ra y la dinámica de la personalidad.
zaciones, etc. Pero la frase expresa Nos interesa mucho conocer la
ese entusiasmo que muchos autores estructura básica de la persona,
y profesionales del estudio del com- pero también su dinámica, su cam-
portamiento humano sienten por el bio; ambas cosas son imprescindi-
modelo y los instrumentos de medi- bles para entender su funciona-
da de Millon. ¿Ese entusiasmo está miento. De la misma forma en que
basado en la realidad? El de Millon es necesaria la integración entre la
es un modelo complejo y lleno de perspectiva nomotética (que se cen-
matices; es difícil resumirlo en unas tra en descubrir cómo se relacionan
pocas páginas. Este trabajo se pro- entre sí las necesidades, los moti-
pone ofrecer una visión lo más clara vos, los mecanismos, los rasgos,
posible de algunos de los aspectos los esquemas, las defensas, etc., es
del modelo integrador sobre la per- decir, se interesa por la generaliza-
sonalidad y los trastornos de Theo- ción) y la perspectiva idiográfica
dore Millon. Se expondrán en primer (que centra su atención en las dife-
lugar algunos puntos centrales de su rencias individuales, enfatizando

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que la personalidad de un individuo vención específica, que puede pro-


es el resultado de una historia única venir de diferentes modelos de tra-
de transacciones entre los factores tamiento.
biológicos y los contextuales).
Pero esta insistencia en la inte-
Precisamente, esta concepción gración de diferentes perspectivas
integradora se plasma en la pro- nada tiene que ver con el eclecticis-
puesta de una serie de estilos o pro- mo, al menos si se entiende éste
totipos, que son esencialmente como el producto de beber de dife-
nomotéticos, puesto que incorporan rentes fuentes para producir un
constructos desarrollados por la resultado compatible con diferentes
teoría de la evolución (las polarida- enfoques teóricos que, además, sea
des), a los que Millon añade un aceptable para clínicos de orienta-
rango de subtipos de personalidad, ción diversa. El enfoque integrador
fruto de un estudio más específico e de Millon se caracteriza por la cons-
idiográfico. tante búsqueda de coherencia teóri-
ca a partir de principios universales,
Integración también entre diferen- comunes a todas las ciencias, lo
tes modelos teóricos y diferentes que le permite no renunciar a lo que
perspectivas de intervención. Entre de valioso tengan las tradiciones
los primeros, el mismo Millon cita teóricas anteriores.
las bipolaridades de “Los tipos psi-
cológicos de Jung” (Externa/Interna,
Tangible/Intangible, Intelecto/Afec- Su insistencia en el continuo
to), más centradas en los aspectos “normalidad/patología”
más cognitivos de la personalidad;
el modelo interpersonal de Leary; el En el modelo de Millon, se entien-
sistema clasificatorio del DSM; el den la “normalidad” y la “patología”
“Proyecto para una psicología cien- como conceptos relativos, como
tífica” de Freud; la socibiología de puntos representativos dentro de un
Wilson y la combinación de la teoría continuo, no como categorías nomi-
evolucionista con la teoría de las nales discretas (Millon, 2002). No
diferencias individuales y los rasgos hay una línea divisoria tajante entre
de personalidad de Buss. Distintas y las dos. La personalidad normal y la
dispares perspectivas a las que patológica comparten los mismos
Millon sabe dotar de coherencia, principios y mecanismos de desa-
sabe “encajar” unas con otras de rrollo; las personalidades del mismo
forma adecuada. tipo, sean normales o patológicas,
son esencialmente las mismas en
Por otra parte, esos diferentes cuanto a los rasgos básicos que
enfoques no se limitan sólo a la teo- las componen. La diferencia funda-
ría, sino también al encaje entre mental es que las personalidades
diferentes perspectivas de interven- “normales” son más flexibles cuan-
ción, que Millon aconseja proponer do se adaptan a su entorno, mien-
para cada caso concreto; una inter- tras que las personalidades con

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trastornos muestran conductas mu- • Los patrones de conducta pre-


cho más rígidas y muy poco adap- dominantes tienen efectos per-
tativas. niciosos sobre la salud.

Así, se entiende por Personalidad Esta concepción permite estable-


normal los estilos distintivos de cer unos criterios relacionados con
adaptación que resultan eficaces en la presencia de un patrón de perso-
entornos normales. Los Trastornos nalidad con trastornos:
de Personalidad son estilos de fun-
cionamiento inadaptados, que pue- a) Escasa flexibilidad adaptativa,
den atribuirse a deficiencias, des- que refleja tendencia consis-
equilibrios o conflictos en la capaci- tente en relacionarse consigo
dad para relacionarse con el medio mismo y enfrentarse a las de-
habitual. mandas del ambiente median-
te estrategias rígidas e inflexi-
Es decir, la personalidad normal y bles, que se aplican de forma
saludable se caracteriza porque: siempre igual.

b) Tendencia a crear círculos


• Tiene capacidad para relacio- viciosos, producto de esas es-
narse con su entorno de forma trategias rígidas e inflexibles,
flexible y adaptativa. que hacen que el malestar de
la persona persista y se inten-
• Las percepciones sobre sí sifique.
mismo y su entorno son funda-
mentalmente constructivas. c) Labilidad, que se manifiesta en
la fragilidad y ausencia de
• Los estilos característicos de elasticidad de la persona ante
su conducta son promotores situaciones que provocan
de salud. estrés.

La continuidad entre normalidad y


Mientras que la personalidad con patología permite estudiar:
trastornos:
• Las maneras en las que las
• Afronta las responsabilidades y personalidades sanas y las pa-
las relaciones cotidianas con tológicas son similares y dife-
inflexibilidad y con conductas rentes,
desadaptativas.
• El proceso de desarrollo de los
• Tiene percepciones sobre sí trastornos,
mismo y sobre el entorno frus-
trantes. • Y, sobre todo, cómo los indivi-

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Los trastornos de personalidad según el modelo de Millon: una propuesta integradora

duos con trastornos pueden sión se diferencian las reacciones y


ser ayudados para conseguir respuestas de la persona, los sín-
un funcionamiento saludable. dromes que presenta y sus rasgos
de personalidad (Strak y Millon,
Esta continuidad entre normali- 2007).
dad y trastornos se refleja desde
luego, también, en la propia cons-
trucción de los instrumentos de La incorporación a su modelo de
evaluación que tienen que ver con los principios de la Teoría de la
su modelo, de tal forma que Millon Evolución
construye tests para ambos tipos
de personalidad; por ejemplo, el Los principios explicativos que
MIPS como Inventario de Estilos emplea Millon son esencialmente
para Personalidad normal (Millon, los mismos que los de Darwin: en
1994) -adaptación española de vez de utilizarlos para explicar el ori-
Sánchez, Díaz y Aparcio (2001)-, y gen de las especies, Millon los
el MCMI-III como Inventario Clínico emplea para explicar la estructura y
Multiaxial (Millon, 1997) -adapta- la dinámica de los Estilos de Perso-
ción española de Cardenal y Sán- nalidad. El “complejo de adaptacio-
chez (2007)-. Otro ejemplo de eva- nes y estrategias” de la ecología
luación de la personalidad en ado- evolutiva es el equivalente biológico
lescentes es el MAPI (Millon Ado- de los estilos de personalidad. La
lescent Personality Inventory) Personalidad se concibe, entonces,
(Millon, Green y Meagher, 1982a), como el estilo más o menos distinti-
para personalidad normal, por un vo de funcionamiento adaptativo
lado, y el MACI (Millon Adolescent que un miembro de una especie
Clinical Inventory) (Millon, 1993) presenta para relacionarse con su
para población adolescente clínica, ambiente.
del que escribe adaptación espa-
ñola. Millon ha desarrollado tam- Esa personalidad está constituida
bién otros dos instrumentos de por los constructos bipolares, que
evaluación, el MBHI (Millon Beha- provienen de cuatro principios evo-
vioral Health Inventory) (Millon, lutivos básicos, como se representa
Green y Meagher, 1982b) y el en el cuadro 1.
MBMD (Millon Behavioral Medicine
Diagnosti) (Millon, Antoni, Millon y Por tanto, la teoría de la evolución
Davis, 1997). es la base que utiliza Millon para
definir su modelo de la personalidad
Cabe destacar, dentro del conti- desde un nivel estructural y funcio-
numm de normalidad-patología que nal, utilizando tres polaridades psí-
expone Millon, el concepto de Esti- quicas (Millon y Grossman, 2006).
lo y la importancia de los Prototi- Este punto es clave a la hora de
pos a la hora de conceptualizar los desarrollar la propuesta de los tras-
trastornos de personalidad (Millon, tornos de personalidad y la Terapia
2002). Así, a lo largo de una dimen- Personológica de los mismos, que

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Cuadro 1. Principios evolutivos, funciones de supervivencia y constructos


bipolares del modelo de Millon (1998)

desarrollaremos en el siguiente ciales en la formulación de sus teo-


apartado. rías:

— En 1969 Millon publica


TRASTORNOS DE Modern psychopathology: A
PERSONALIDAD, biosocial approach to mala-
INSTRUMENTOS DE daptive learning and functio-
EVALUACIÓN Y TRATAMIENTO ning, donde presenta el Mode-
PSICOLÓGICO lo Biosocial exponiendo sus
primeras conceptualizaciones
Sin lugar a dudas, el área donde sobre los trastornos de perso-
Millon ha realizado mayores aporta- nalidad (Millon, 1969/1976;
ciones ha sido y es en el estudio de Millon, 1981a; Millon y Everly,
los Trastornos de Personalidad. 1985/1994).

Hay dos momentos importantes — Y en 1990, el autor (Millon,


en su obra que marcan etapas cru- 1990; Millon y Davis, 1995/

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Los trastornos de personalidad según el modelo de Millon: una propuesta integradora

1998; Millon y Escovar, 1999) categoría nosológica más dentro del


desarrolla el Modelo Bioevolu- espectro de los síndromes). Así, lo
tivo, una segunda propuesta que contaba antes era el conjunto
de los trastornos de personali- de síntomas, el “síndrome” que
dad que completa y encuadra padecía el paciente, cualquier
sus aportaciones anteriores paciente, sin detenerse en su idio-
dentro la teoría de la evolu- sincrasia. Lo relevante era atender a
ción. las descripciones de la depresión,
por ejemplo: la melancolía, la triste-
Las repercusiones de estas dos za, la pérdida de apetito, los trastor-
obras se ilustran en los apartados nos del sueño, etc. Y así para cual-
siguientes. quier síndrome.

Pero la evaluación multiaxial res-


Naturaleza interactiva del sistema cata y defiende que lo verdadera-
multiaxial mente significativo es la personali-
dad, donde se están produciendo
Es a partir de la década de los 70 esas conductas patológicas, de
con esta publicación de 1969 cuan- manera que hemos de “contextuali-
do Millon logra gran influencia en la zar” el síndrome y dotarle de senti-
APA (American Psychiatric Associa- do a través de la comprensión glo-
tion) quien le incluye en su comité, bal de la persona que está sufriendo
encargándole oficialmente la con- esos síntomas.
ceptualización de los trastornos de
personalidad que culmina con la Esta concepción tiene grandes
propuesta del Eje II del DSM-III implicaciones en el tratamiento psi-
(Manual diagnóstico y estadístico de cológico: será muy diferente tratar
los trastornos mentales -DSM-) en de curar los síntomas de una depre-
1980. sión en una mujer que ha perdido a
su pareja por excesiva dependencia
Este sistema multiaxial que arran- hacia él que en otra persona que no
ca con el DSM-III, ofrece la posibili- es capaz de relacionarse e implicar-
dad de establecer diagnósticos de se afectivamente -aunque nos refi-
comorbilidad con los síndromes clí- ramos a las mismas conductas
nicos del Eje I y que habían sido depresivas-. Tendremos que acudir
hasta ese momento el diagnóstico inexcusablemente al conocimiento
principal de las “enfermedades del estilo o trastorno de personali-
mentales”. Se introduce, realmente, dad de ese paciente que está propi-
en esta clasificación una apuesta ciando la aparición de la “conducta-
por la personalidad, otorgando problema” que es simplemente la
importancia a las diferencias indivi- punta del iceberg.
duales que habían estado soslaya-
das en las clasificaciones anteriores Por consiguiente, y a pesar de las
(el DSM-II recogía los trastornos de muchas críticas dirigidas contra los
personalidad pero como una mera sistemas de clasificación de los tras-

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tornos mentales en general y contra de un interés científico mundial. El


el sistema DSM en particular, desde desarrollo del “Journal of Persona-
la publicación del DSM-III en 1980, lity Disorders” y The International
los trastornos de personalidad se Society for the Study of Personality
han convertido en referencia inevita- Disorders ilustran la importancia
ble para los psicólogos y psiquiatras que se le ha dado a estos síndro-
de todo el mundo, hasta el punto de mes, como componente significati-
que en tan sólo unos 22 años en las vo de los trastornos mentales. Estos
bases de datos de Psicología se dos foros principales informan y
encuentran registrados más de reflejan el renacimiento de las teorí-
8.000 escritos especializados (artí- as de personalidad y de su evalua-
culos, capítulos de libros, libros, ción, que comenzaron a finales de
etc.) que de un modo u otro han tra- los 70 y en los 80 (Millon y Everly,
tado cuestiones relativas a estos 1985/1994; Millon, 1990) y continúa
trastornos. Lo mismo ocurre con la hoy día.
psiquiatría, pues durante el mismo
período aparecen registradas en las Así, el modelo multiaxial se ha
bases de datos de medicina más de establecido, específicamente, como
8.300 referencias sobre los trastor- señala el propio Millon (1997), para
nos de personalidad (Quiroga, 2005). promover las concepciones integra-
doras de los síntomas manifiestos
Podemos decir, además, que se de un individuo en términos de la
ha posibilitado un lenguaje común interacción entre estilos arraigados
entre los distintos profesionales de de afrontamiento y estresores psi-
la salud que disponen ahora de cosociales. Por otro lado, no hay
unos conceptos compartidos para que perder de vista la influencia de
entender el complejo mundo psico- los factores socioculturales sobre
lógico del ser humano. Por tanto, el los estilos y trastornos de personali-
hecho de tener una sistematización dad, pues su interacción con la per-
de contenidos, una nosología, más sonalidad pueden producir la retroa-
que ser un reduccionismo como limentación y potenciación de deter-
algunos quieren hacer creer, es un minados rasgos patológicos (Millon
gran avance en una de las ciencias y Grossman, 2005a).
(la Psicología) donde ha brillado el
personalismo e individualismo de Nuestra labor como clínicos con-
algunos de sus autores, plasmado a siste en recapitular la progresión
través de sus particulares teorías, histórica dentro de la persona indivi-
más que una auténtica búsqueda dual, para conseguir una concep-
del estudio completo de la persona ción de la psicopatología de cada
reflejado en el esfuerzo por compar- paciente que no simplemente diag-
tir hipótesis de trabajo, conceptos y nostique o documente los trastor-
modelos de consenso. nos del Eje I, sino que integre estos
trastornos manifiestos en el contex-
Por tanto, el área de los trastor- to más amplio del estilo individual
nos de personalidad disfruta ahora de percibir, pensar, sentir y compor-

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Los trastornos de personalidad según el modelo de Millon: una propuesta integradora

tarse. El proceso interpretativo pue- la depresión, ni los estresores de


de describirse a través de varios la temprana niñez o de la vida
niveles u órdenes que faciliten contemporánea. Más bien, es el
dichas interpretaciones integradas, equivalente mental del sistema
como se expondrá en el apartado inmunológico del cuerpo -aquella
de Instrumentos de evaluación. estructura y estilo de procesos
psíquicos que representan nues-
Además, Millon (1997) afirma que tra capacidad general de percibir
el movimiento hacia el integracionis- y de afrontar nuestro mundo psi-
mo en la concepción de la enferme- cosocial- es decir, el constructo
dad es un hecho empírico histórico, psicológico que denominamos
ilustrado por la evolución de las personalidad” (Pág. 191).
ciencias de la salud a través de dos
revoluciones paradigmáticas, ningu-
na de las cuales se ha completado Modelo Evolutivo
en la psicopatología (Millon, 2005).
Las series de círculos concéntricos Con la segunda publicación de
en la Figura 1 representas los cam- 1990 a la que hacíamos referencia
bios que han acontecido en la medi- al principio del apartado 2, los con-
cina a lo largo del siglo pasado. tenidos sobre los que se basa la
comprensión y estudio de los tras-
El autor establece un paralelismo tornos de personalidad ya no se
con la Psicopatología y añade los centran principalmente en los princi-
posibles síndromes y trastornos psi- pios comportamentales del refuerzo
cológicos descritos en el DSM que y el condicionamiento (Millon, 1969/
se asemejan a las distintas enferme- 1983, 1981; Millon y Everly, 1985);
dades y síntomas físicos en cuanto en vez de eso se sustentan amplia
al nivel de implicación de los agen- y firmemente en una teoría evoluti-
tes externos y de la propia persona va (Millon, 1990; Millon y Davis,
en la causa de la enfermedad. 1998).

Como muy bien explica Millon Con este cambio, se considera


(Millon y Davis, 1998): que los trastornos de personalidad
son constructos evolutivos que se
“La medicina ha aprendido que derivan de las tareas fundamentales
ni los síntomas -los estornudos y a las que todos los organismos se
las toses- ni tampoco las infeccio- enfrentan, es decir, la lucha por
nes intrusas -los virus y las bacte- existir o sobrevivir (placer versus
rias- son la clave de la salud o la dolor), el esfuerzo de adaptarse al
enfermedad. Más bien, el último medio o de adaptar el medio a uno
determinante es la competencia mismo (pasivo versus activo), y la
de la propia capacidad defensiva estrategia del organismo para inver-
del cuerpo. Así, también en la psi- tir de forma reproductiva en los
copatología, la clave del bienestar parientes o descendientes frente a
psicológico no es ni la ansiedad ni una inversión en su propia replica-

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Figura 1. Naturaleza interactiva del Sistema Multiaxial


(Millon y Davis, 1998)

ción personal (otros versus self/uno de los trastornos de personalidad


mismo). basado en la teoría. Y se intenta
explicar la estructura y los estilos de
Así, estas tres polaridades bási- personalidad con referencia a
cas (placer-dolor, pasivo-activo, modos de adaptación ecológica o
otro-sí mismo) se emplean para de estrategia reproductiva deficien-
construir un sistema de clasificación tes, desequilibrados o conflictivos.

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Los trastornos de personalidad según el modelo de Millon: una propuesta integradora

Algunas personalidades exhiben interactiva que se establece


un equilibrio razonable en uno u otro entre los distintos ejes, con
de los pares de polaridad. No todos especial atención al papel pre-
los individuos caen en el centro, por ponderante del Eje II en la
supuesto. Las diferencias individua- génesis, determinación o al
les en los rasgos de personalidad y menos precipitación de los
el estilo global reflejan las posicio- síndromes clínicos más transi-
nes relativas y los puntos fuertes de torios y transversales.
cada componente de la polaridad.
Las personalidades deficientes en b) La posibilidad de utilizar el
placer carecen de la capacidad de marco de la teoría evolutiva
experimentar o representar ciertos para operacionalizar los cons-
aspectos de las tres polaridades tructos de personalidad y sus
(por ejemplo, la personalidad esqui- trastornos a partir de las pola-
zoide tiene un substrato defectuoso ridades fundamentales que ya
tanto para el placer como para el se describieron.
dolor). Las personalidades interper-
sonalmente desequilibradas tienden Puede esquematizarse, por tanto,
fuertemente a uno u otro extremo de la teoría evolutiva de forma muy
una polaridad (por ejemplo, la perso- abstracta, señalando dos niveles en
na con rasgos dependientes se los que pueden operacionalizarse
orienta casi exclusivamente hacia la los constructos de personalidad:
recepción del apoyo y el cuidado de primero, en términos de las polari-
los otros). Las personalidades con dades fundamentales de la teoría y
conflictos intrapsíquicos presentan segundo, en términos de los ámbi-
ambivalencia y se debaten entre tos funcionales y estructurales de la
extremos opuestos de una bipolari- personalidad.
dad (por ejemplo, el estilo negativis-
ta vacila entre cumplir las expectati- Por tanto, en este tercer epígrafe,
vas de los demás y hacer lo que él o vamos a señalar otra aportación
ella quisiera) (Millon y Davis, 1998; fundamental del autor: la considera-
Millon y Grossman, 2005b). ción de la personalidad como un
constructo multideterminado y mul-
tirreferencial.
Características clínicas y focos
de observación Se podría decir que esta tercera
aportación de Millon trata de descen-
Hasta ahora en los apartados der a un nivel de mayor concreción a
anteriores, se han expuesto dos la hora de definir los trastornos de
ideas principales en la considera- personalidad. De acuerdo con su
ción de los trastornos de personali- planteamiento integrador y, coheren-
dad por parte de Millon: temente, con la adscripción de las
polaridades, da un paso más y des-
a) Una filosofía multiaxial en la taca los niveles y ámbitos de obser-
que cobra relieve la dinámica vación que deben ser tenidos en

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Violeta Cardenal, M.ª Pilar Sánchez y Margarita Ortiz-Tallo

cuenta en un proceso de evaluación los cimientos, basados en el extenso


que abarque a la persona de la forma marco de una teoría evolutiva, que
más completa y global posible. trasciende cualquier escuela concre-
ta o perspectiva tradicional sobre la
Por tanto, es una preocupación personalidad. De acuerdo con ello,
constante del autor que no se des- los trastornos del Eje II ya no se con-
menuce, que no se divida el com- sideran como derivados principal-
portamiento humano en comparti- mente de un único nivel de datos clí-
mentos moleculares que pierdan el nicos, ya sea conductual, fenomeno-
significado final de la acción huma- lógico, intrapsíquico o biofísico (es
na. Es prioritario que se consiga un decir, dentro de una de las cuatro
equilibrio entre los objetivos lícitos aproximaciones tradicionales a la
de una investigación rigurosa y ana- ciencia psicológica). En vez de eso,
lítica y una formulación final de los se considera que los trastornos de
hallazgos que ofrezca una guía personalidad se reflejan en toda la
general, amplia y unificadora para matriz de la persona, expresándose
seguir caminando hacia formulacio- a través de varios ámbitos clínicos
nes integradoras. (Millon y Davis, 1997).

Las tres polaridades fundamenta- Así, la perspectiva integradora


les que se han señalado conforman defendida por Millon considera la

Cuadro 2. Ámbitos funcionales y estructurales de la personalidad


(MIllon y Davis, 1998)

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Los trastornos de personalidad según el modelo de Millon: una propuesta integradora

personalidad como un constructo vo, mecanismos de defensa, autoi-


multideterminado y multirreferencial magen, representaciones objetales,
que puede ser estudiado y evaluado organización morfológica y estado
adecuadamente a través de una de ánimo-temperamento. En defini-
gran variedad de áreas de conteni- tiva, esta propuesta abarca diversas
do, de múltiples esferas personoló- perspectivas psicológicas y consi-
gicas, si dicha evaluación pretende dera que, aunque todas ellas son
tener validez de contenido. importantes y necesarias en el estu-
dio de la personalidad, ninguna de
En el cuadro 2 se muestra un ellas es suficiente por sí sola ni es la
resumen de los principales niveles y mejor.
focos de observación que deben
tenerse en cuenta en un análisis de El propósito de la terapia debe
los ámbitos funcionales y estructu- ser relajar estas restricciones, per-
rales de la personalidad. mitiendo al sistema asumir una
mayor variedad de estados o de
Para Millon (Millon y Davis, 1998), comportamientos adaptativos a tra-
esta diferenciación refleja los cuatro vés de las situaciones.
enfoques históricos que caracteri-
zan el estudio de la psicopatología.
Estas estructuras y funciones unen Evaluación con el MCMI-III
al organismo en una entidad cohe- y su adaptación en España
rente. Cada ámbito es una parte
legítima, pero muy contextualizada, El MCMI-III (Inventario Clínico
de un único todo integrado, el cual Multiaxial de Millon) (Millon, 1997)
es absolutamente necesario para es un instrumento multiaxial, deriva-
que se mantenga la integridad fun- do de un modelo integrado de la
cional-estructural del organismo. psicopatología y la personalidad
Sin embargo, los individuos difieren como ya se ha explicado, y sin
con respecto a los ámbitos que embargo coordinado con el modelo
representan más frecuentemente. multiaxial del DSM. En general, la
Los pacientes reales varían no sólo lógica interpretativa del MCMI se
en el grado en el que se aproximan sigue de estos dos hechos básicos.
a cada prototipo de personalidad, En coherencia con los aspectos
sino también en el grado en el que básicos que se han expuesto hasta
las restricciones en cada ámbito ahora, Millon recomienda a los clíni-
moldean su comportamiento gene- cos que empleen el MCMI con el fin
ral así como en la peculiar forma de de alcanzar una comprensión de la
expresión de cada persona. persona como una entidad integra-
da, y no una agregación de diag-
Por tanto, Millon define a cada nósticos.
trastorno de la personalidad en
estos ocho ámbitos distintos: com- Además, este cuestionario clínico
portamiento observable, comporta- ofrece numerosos rasgos que le dis-
miento interpersonal, estilo cogniti- tinguen de otros inventarios, inclu-

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Violeta Cardenal, M.ª Pilar Sánchez y Margarita Ortiz-Tallo

yendo su brevedad relativa, su base vestigación (después de la expe-


teórica, sus características estructu- riencia positiva de haber realizado la
rales, etc. Por otro lado, el MCMI-III adaptación al español del MIPS, su
ofrece varias aportaciones con res- instrumento para la evaluación de la
pecto a la versión del MCMI-II como personalidad normal) y nos enco-
la inclusión de dos nuevas escalas: mendó este trabajo.
un patrón de personalidad clínico
(Depresivo) y un nuevo síndrome Desde la primera fase con la con-
(Estrés Postraumático), así como la siguiente traducción del cuestiona-
incorporación de la Sección de Res- rio hasta la obtención final de nues-
puestas Llamativas donde se alerta tras propias Puntuaciones de Preva-
al profesional del padecimiento de lencia españolas se ha pasado por
síntomas correspondientes a áreas diferentes etapas como:
de especial relevancia como Anore-
xia y Bulimia, Abuso Infantil, etc. a) la elaboración de la guía con
Además, con la finalidad de optimi- las instrucciones para los
zar la correspondencia con el DSM- Coordinadores de las distintas
IV, se han sustituido 95 elementos. universidades y centros,
Y también se ha trabajado en la
modificación del sistema de ponde- b) el desarrollo de la Hoja del Clí-
ración de ítems prototípicos y de la nico para obtener la evaluación
corrección de los efectos de distor- y diagnóstico que realizaban
sión. los profesionales en su queha-
cer clínico.
Por todo ello, es de gran interés
que podamos disponer en España c) la selección y búsqueda de
de la adaptación del MCMI-III (Car- centros y profesionales colabo-
denal y Sánchez López, 2007). radores clínicos,

Esta labor de adaptación ha d) el análisis y envío de los infor-


implicado la colaboración y partici- mes psicológicos a los distin-
pación de un numeroso grupo de tos profesionales: además de
profesionales de modo que haya- devolver un perfil de cada
mos podido garantizar que la mues- paciente se adjuntaba un infor-
tra se haya seleccionado cuidado- me clínico con la interpretación
samente y haya cumplido unos de los aspectos fundamentales
requisitos muy exigentes que hacen del Eje I y del Eje II de ese
difícil el acceso a los pacientes. paciente y con unas considera-
ciones terapéuticas particula-
Por este motivo, el proceso de res,
adaptación ha sido muy largo y
complicado: nuestra empresa e) la construcción de la base de
comenzó a finales del año 2002, datos,
cuando el propio Millon depositó su
confianza en nuestro grupo de in- f) el cálculo de las tasas de Pre-

Clínica y Salud, 2007, vol. 18 n.º 3 319


Los trastornos de personalidad según el modelo de Millon: una propuesta integradora

valencia de cada trastorno y dad del Eje II y la relación de estos


síndrome en la población de rasgos con síndromes clínicos del
estandarización española (N = Eje I.
964), imprescindibles para
establecer los puntos de corte De este modo, el MCMI-III recoge
de cada escala, la variedad y heterogeneidad, en
muchos de los casos, que presenta
g) la generación y construcción la forma de sentir, pensar, relacio-
de las Puntuaciones de Preva- narse y comportarse de un pacien-
lencia para la población de te. Es difícil detectar casos puros, y
estandarización española. será el profesional y estudioso del
tema el que deberá realizar una
En la selección final de los cen- interpretación idisosincrásica, por-
tros participaron un total de 105 menorizada y detallada del perfil
profesionales, quienes utilizaron el concreto que obtenga en su trabajo
MCMI-III en su práctica clínica clínico (en muchas de las ocasiones
durante tres años (2002-2005), junto será recomendable, incluso, rastrear
con otras pruebas de evaluación ítem a ítem la sospecha de sínto-
como, por ejemplo, el MMPI-2. mas poco claros o confusos).

Por otro lado, y como comple- Además, a la información arroja-


mento a la adaptación al español da por el MCMI-III se deberá añadir
del MCMI-III, se ha elaborado una el conjunto de datos provenientes
Guía práctica (Cardenal, Sánchez y de otras técnicas de evaluación
Ortiz-Tallo, 2007) donde se mues- necesarias e imprescindibles utiliza-
tran catorce casos clínicos evalua- das para la elaboración de la histo-
dos a través del MCMI-III. Preten- ria clínica, como la entrevista, otros
den servir de referencia tanto a tests y cuestionarios, la observa-
estudiantes como a profesionales a ción, datos reportados por otras
la hora de interpretar el perfil obteni- personas, etc. Con todo ello, se es-
do con el MCMI-III. Son cuestiona- tará en disposición de formular
rios administrados a pacientes en el hipótesis de trabajo iniciales y de
proceso de estandarización con apoyar o refutar conclusiones que
población española. Por tanto, aun- pueden ser contrastadas a lo largo
que se han elegido casos que tien- del tratamiento.
den a ser prototípicos en los que
prima más un trastorno de persona-
lidad sobre otro, nos encontraremos Diseño y plan terapéutico: rees-
con una circunstancia que es expre- tablecimiento de las polaridades
sión de la realidad y del quehacer alteradas en los trastornos de
clínico en el desempeño habitual de personalidad.
esta tarea: la coexistencia en un
mismo sujeto de rasgos de perso- A partir de las características que
nalidad, característicos de distintos se han mencionado anteriormente,
estilos o trastornos de la personali- Millon (1981b) propone una trata-

320 Clínica y Salud, 2007, vol. 18 n.º 3


Violeta Cardenal, M.ª Pilar Sánchez y Margarita Ortiz-Tallo

miento integrador que incluye las fica explicando el hecho de que es


terapias correspondientes a las más fácil modificar comportamien-
perspectivas psicodinámica, bioló- tos puntuales que rasgos de perso-
gica, comportamental y fenomeno- nalidad. Así, el objetivo de una
lógica. sesión puede ser el cambio de un
comportamiento particular mientras
Millon y Davis (1998) describen que la estrategia a largo plazo sería
del siguiente modo su visión del la intervención sobre un rasgo de
integracionismo: personalidad. De este modo, la
explicitación de conductas o
“Nuestra tarea como terapeu- expectativas es muy útil a la hora
tas no es ver cómo podemos de escoger la técnica de tratamien-
combinar modelos discordantes to más adecuada para cada
de técnicas terapéuticas, sino unir paciente, lo que facilitaría la inte-
el patrón integracionista que gración de diversas técnicas de
caracteriza a cada paciente y intervención.
entonces seleccionar los objeti-
vos y las tácticas de tratamiento De todo lo anterior, se desprende
que representan óptimamente que los principales objetivos de la
este patrón” (pág. 189). Terapia Personológica propuestos
por Millon pueden resumirse en:
Las terapias integracionistas son
fundamentales para los trastornos 1. Reestablecer el equilibrio entre
de personalidad debido a las pro- las polaridades propuestas
piedades del propio constructo de según el modelo evolutivo.
personalidad. Así, los conceptos de
prototipo y estilo cobran especial 2. Romper con la dinámica que
relevancia en este punto ya que caracteriza a los trastornos de
indican que un mismo tratamiento personalidad, es decir, la retro-
puede tener resultados distintos en alimentación de los propios
función de las características idio- síntomas y síndromes produce
sincrásicas de cada persona (Strak una acentuación y crecimiento
y Millon, 2007). de los síntomas.

Por lo que es determinante dise- Como hemos expuesto anterior-


ñar un tratamiento específico para mente, la teoría evolucionista en la
cada paciente en función de su eva- que se basa Millon como funda-
luación y sin perder de vista sus mento de su teoría de la personali-
rasgos y patrones específicos e dad desemboca en cuatro polarida-
individuales. des que constituyen los principios
del tratamiento. Por tanto, las tácti-
A la hora de planificar el trata- cas específicas y estrategias de tra-
miento, Millon menciona tácticas tamiento se seleccionarán con el
centradas en la sesión y objetivos a objetivo antes citado de equilibrar
largo plazo. Esta distinción la justi- dichas polaridades según las carac-

Clínica y Salud, 2007, vol. 18 n.º 3 321


Los trastornos de personalidad según el modelo de Millon: una propuesta integradora

terísticas del trastorno de personali- bién en evitar la pervivencia del


dad en cuestión. trastorno en cuestión junto con sus
correspondientes secuelas, intervi-
Por ejemplo, el objetivo primordial niendo en los propios síntomas y
de la terapia en los sujetos con ras- conductas que son manifestación
gos histriónicos, desde esta pers- del trastorno y que lo refuerzan, de
pectiva, se fundamenta en desper- tal modo, que si no se interviene en
tar un mayor interés propio en vez dicha cadena, el trastorno quedará
de centrarse en el de los demás más cristalizado.
(Millon, 1996). Sin embargo, cuando
se requieran más cambios de per- Como conclusión, podemos decir
sonalidad significativos, el clínico que la terapia personológica está
deberá trabajar hacia la alteración pensada y formulada desde un
de las polaridades para conseguir modelo integrador con base evolu-
mayor equilibrio (Millon, 1988). Se cionista que pretende desarrollar
puede motivar al paciente demasia- unas estrategias de tratamiento,
do pasivo hacia una mayor activi- también, integradas con el objetivo
dad, se puede animar al paciente de aportar una terapia personaliza-
vehementemente independiente da para cada paciente, teniendo en
hacia una mayor interdependencia, cuenta el trastorno que presenta,
y el paciente con capacidad hedóni- pero siempre respetando sus carac-
ca limitada debería aprender a dis- terísticas idiosincrásicas y el con-
frutar de la vida de forma más texto previo de los paciente. De este
expansiva. modo, se conseguiría un tratamien-
to “sinérgico” y adecuado que com-
El otro objetivo fundamental de la bina diferentes técnicas según las
terapia personológica consiste tam- características de cada paciente.

322 Clínica y Salud, 2007, vol. 18 n.º 3


Violeta Cardenal, M.ª Pilar Sánchez y Margarita Ortiz-Tallo

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