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México D.F.
Publicado junio 2009
INTRODUCCION
Por todo esto, en los últimos años se han realizado cada vez más investigaciones y
programas de intervención basados en un entrenamiento social, con el fin de potenciar los
recursos individuales de afrontamiento y la red de apoyo social, con el fin de atenuar o
eliminar los estresores ambientales.
De igual manera que con la definición, sucede con el contenido del programa, pues
algunos autores potencializan más algunos rasgos sociales que otros y han logrado
encontrar factores comunes a varias propuestas de contenido.
Sin embargo, algunos teóricos como Bandura, Rotter y otros, elaboraron su propia
propuesta de los principios de aprendizaje, refiriéndose a los efectos del “aprendizaje vicario”
(modelado), las expectativas de índole cognitiva, el valor subjetivo del reforzamiento, la
especificidad situacional de la conducta y el papel tan importante de las conductas cognitivas
(autoverbalizaciones y autoinstrucciones).
Por lo cual, un sujeto que interprete una nueva situación parecida a un anterior,
tenderá a conducirse de la manera en la que obtuvo un reforzamiento positivo, de ahí que la
generalización sea mayor si la nueva conducta tiene éxito en la nueva situación, y viceversa;
dejará de realizarse dicha conducta si durante varios intentos no es reforzada positivamente.
En cuanto al aprendizaje de habilidades como resultado de experiencias
observacionales, Bandura describió lo que denomino “modelado” (el que alguien desarrolle
una conducta y se aprenda a partir de ese ejemplo de reforzamiento).
1. el observador, por el hecho de observar el modelo, adquiere una nueva conducta que
no presentaba anteriormente.
2. puede darse el efecto de desinhibición, el cual consiste en que el observador emita
con más frecuencia una conducta que ya presentaba (después de haber observado el
modelo).
3. también puede suceder lo contrario: inhibición, reduciendo el observador la frecuencia
de presentar una conducta, que antes del modelado era más frecuente.
Esta puede ser de naturaleza positiva o negativa y llegar a ser un reforzamiento social
(presente o ausente), que es administrado contingentemente por la otra persona durante la
intervención.
Es así como la teoría del aprendizaje social brinda una parte importante en el E H S,
aportando pautas para saber como y para que aplicar las distintas técnicas de
entrenamiento, nos da una dirección para saber de que manera nuestros pacientes
aprenderán a desempeñarse en el medio social (Nelly, 2002).
Los principales representantes son Aaron Beck y Albert Ellis y sus respectivos
planteamientos teóricos y terapéuticos.
Solo se mencionaran los errores sistemáticos, si se desea conocer más sobre el tema,
se puede consultar a Beck, Rush, Shaw y Emery (1999).
De ahí que sea importante cambiar los marcos de referencia con psicoterapia, pues es
a partir de estos marcos que organizamos las experiencias cotidianas o enfrentamos nuevas.
Por eso los terapeutas que se dicen llamar cognitivo – conductuales no solo cambian
conductas, sin que también se abocan a el análisis de los contenidos del pensamiento, de las
ideas, de las “falsas creencias”, de los “pensamientos automáticos”, así como la organización
de las percepciones auto o heterodirigidas, no dejando de lado la importancia del análisis de
las conductas y actitudes sintomáticas resultantes (Zumaya, 1993).
LA VALORACION
Uno de los primeros pasos antes de iniciar un EHS es conocer al paciente, sus
habilidades cognoscitivas, sus déficits en cuento a estas, con que habilidades sociales
cuenta, el motivo de porque algunas no las ha aprendido o porque aunque ya las posea no
las lleva a cabo.
Existen diferentes test psicológicos que nos permiten darnos cuenta de los déficits del
paciente, de las distintas habilidades en que el paciente no se encuentra bien desarrollado,
permitiéndonos establecer un plan o programa de trabajo.
Los puntos que abarca dicha escala van desde calificar algo muy grave como la
conducta antisocial, hasta aspectos muy sencillos como la disposición a la critica y la
tolerancia para escuchar a los demás.
Se aplica en poco tiempo, además para obtener datos más confiables; se entrevista
también a la familia y al personal de salud si es que el paciente esta interno.
Una vez que ya se tiene la información clara, entonces se planea un role – play para
observar en vivo que habilidades del paciente es necesario trabajar y saber específicamente
en que parte de la interacción social es en donde falla el paciente.
Por lo cual se debe de considerar para el inicio de una intervención los siguientes
puntos:
Con estos puntos aclarados podemos ahora definir el objetivo del EHS para personas
con Esquizofrenia: la adquisición de habilidades sociales, de pensamiento y emocionales
para desarrollar redes de apoyo social y de ayuda en el afrontamiento efectivo del estrés
cotidiano.
Sin embargo, no en todos los casos será lo mejor un EHS, y aunque no existen
muchas contraindicaciones, si es necesario tomarlas en cuenta antes de iniciar este
tratamiento:
Algunos autores (Pérez, Fernández, Fernández, Amigo, 2003; Nelly, 2002, Caballo,
1993), proponen algunos contenidos o pasos que deberá tener un EHS.
Un requisito terapéutico que determina las periocidad de las sesiones, es que estas
sean lo suficientemente frecuentes como para que los pacientes no olviden los componentes
previamente entrenados o presenten un detrimento en la ejecución de algún componente de
una sesión a otra.
Es muy común que los pacientes con Esquizofrenia presenten problemas en sus
habilidades cognoscitivas, por lo que se puede esperar que cualquier periodo entre sesiones
superior una semana ejerza una influencia nociva sobre el entrenamiento, por lo que es
aconsejable que las sesiones sean más frecuentes.
LA GENERALIZACION.
Para evaluar esto y lograr que el paciente le sea fácil generalizar se le presenta
variaciones de la practica que ya tiene dominada (variaciones que pueden ser preguntas
nuevas, variaciones en las características del interlocutor, entre otras), lo cual permitirá crear
nuevas estrategias para afrontar en su momento variaciones a lo ya ensayado, además el
paciente crea el pensamiento de que no todo va a ser exactamente igual a lo ensayado.
Otra forma es pedirle al paciente que describa las ocasiones que tiene de utilizar las
nuevas habilidades en interacciones reales pidiéndole que se vaya exponiendo
progresivamente a ellas aunque antes las evitara y haciéndonos esta pregunta ¿es necesario
trabajar con el paciente para “situarlo” en contextos naturales donde tenga oportunidad de
Para esto se le puede pedir al paciente que colabore con el terapeuta para identificar y
hacer una lista de las consecuencias positivas derivadas del empleo de las nuevas
habilidades en contextos naturales, así como también de las consecuencias negativas.
Es necesario trabajar con las personas que viven con el paciente (generalmente es la
familia), cambiar falsas creencias sobre la enfermedad de su paciente, sobre su
recuperación, las expectativas que se han creado sobre la reintegración a la actividad
económica productiva. Esto se puede lograr mediante talleres psicoeducativos e intervención
con cada familia en particular.
Esto da oportunidad que de manera más directa y precisa se trate de ejercer el cambio
en la actitud de los familiares, buscando primeramente una sensibilización sobre la
enfermedad, para posteriormente llevar a cabo una reestructuración cognitiva.
CONCLUSIONES
El trabajo que se lleva a cabo mediante el EHS, constituye una parte fundamental en
el tratamiento del paciente Esquizofrénico, pues le ayuda a reestructurar parte del ambiente
que en ocasiones le constituye una fuente de estrés importante y que juega un papel
definitivo en las recaídas.
BIBLIOGRAFIA