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La devoción familiar es la disciplina espiritual por medio de la cual la familia aprende a conocer,
confiar, obedecer y adorar a Dios a través de la enseñanza de las Escrituras y la oración en el hogar.
Un antiguo predicador decía: “Una familia sin oración es como una casa sin techo, abierta y
expuesta a todas las tormentas del cielo”.
Esta disciplina es un aspecto importante de la vida cristiana, sin embargo, es un aspecto descuidado
con facilidad entre los creyentes. El estado de muchas familias cristianas es muestra de eso. Hijos
rebeldes, divorcios entre cristianos, violencia familiar, crisis matrimoniales, el poco interés por las
cosas de Dios son, en la mayoría de los casos, evidencias del estado espiritual de las familias y la
falta de devociones en el hogar es un indicador de eso.
El deseo de Dios es que cada familia disfrute de la armonía y felicidad familiar, y esto sólo se logra al
poner en práctica y obedecer los mandatos del Señor.
En el Antiguo Testamento, podemos notar la importancia de los altares; hoy nuestros altares no son
de piedra, ni ofrecemos animales, ofrecemos nuestra vida a Dios y esto es vital para cada cristiano
en particular, pero los niños y jóvenes sin la madurez cristiana, necesitan la guianza y estímulo de
sus padres para realizarlo.
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Existe un pasaje en la escritura que nos manda explícitamente a tener devociones familiares, es un
pasaje elocuente, un texto del Antiguo Testamento; el texto forma parte de una oración que los
judíos llamaban el Shema (¡Escucha Israel!): Deuteronomio 6:4-9
En este pasaje es sorprendente, que de siete instrucciones que nos ayudan a que la palabra de Dios
esté en nuestro corazón, cinco de ellas se dan en el contexto familiar, el hogar. El devocional
familiar es la actividad en la que Deuteronomio 6 puede cumplirse. El mandato bíblico de este
pasaje se hace realidad por medio de las devociones familiares. El deber de orar con la familia
encuentra expresión por medio de ellas.
Jonathan Edwards, teólogo americano del siglo XVIII, dijo que: “Cada familia cristiana debería ser
como una pequeña iglesia, consagrada a Cristo, influenciada y gobernada por sus leyes”.
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Una manera de hacer que los estudios bíblicos sean más interesantes con los niños, es por
medio de objetos. Ejemplo: Mat. 5:13. Ponga un poco de sal en la mano de cada uno y
dialogue sobre los usos de la sal. Refuerce la lección bíblica con experiencias comunes.
Tener un día en el cual se ore por peticiones personales (conocer más a las personas)
misioneros, pastores, la iglesia; buscar que sea algo variado pero que se disfrute.
Se puede tener una noche musical donde ellos canten o toquen algún instrumento, y se
puede contar la historia de un himno, etc.
No siempre los altares tienen que realizarse en casa, pueden ser en otro lugar.
Con muchachos mayores y jóvenes, se pueden analizar varios temas, por ejemplo: La Biblia,
La oración, dinero, amigos, diversiones, relaciones interpersonales, música, belleza,
responsabilidad, evangelización, sexo y matrimonio. Se puede tomar un tema por mes.
Que los padres seamos recordados y despertados a la consciencia del valor, de la necesidad y de los
beneficios de las devociones familiares. Que no descuidemos tan importante responsabilidad. Que
seamos obedientes. Que el Señor nos ayude y nos conceda fruto mientras adoramos en familia.
Deuteronomio 6:1-10.
Y amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y
hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en
los postes de tu casa, y en tus puertas.