Las cuestiones eé ticas y sociales en

Sistemas de Informacioé n
"DÍA DE DETOX DIGITAL"
 Apagado del teléfono móvil: Jueves 22 de Febrero 9.00h
 Encendido del teléfono móvil: Jueves 22 de Febrero 23.00h

Crítica y análisis del experimento

1. Tareas que no pude realizar para la Universidad por no usar aplicaciones móviles.

Durante el 22 de Febrero la profesora de Política de Distribución, nos pidió que

difundiéramos una encuesta que ya habíamos realizado en clase anteriormente. Sin
embargo, al no poder utilizar el teléfono móvil, no pude enviársela a mis contactos
para que la realizaran. Por otro lado, para el trayecto de ida y vuelta a la universidad,
no pude consultar en la aplicación “EMT” cuánto tiempo faltaba para que el autobús
llegara a la parada, por lo que no pude calcular el tiempo para llegar a coger este
medio de transporte.

2. Actividades de ocio que no pude practicar en sus aplicaciones móviles.

No pude utilizar las aplicaciones de Whatsapp, Instagram, Facebook, Twitter, Youtube,

y Spotify. La aplicación que más eché en falta fue Whatsapp, ya que es una aplicación
que utilizo casi todo el rato para comunicarme con mis amigos y mi familia. Sin
embargo, en Instagram también paso mucho tiempo viendo las fotos de mis seguidores
y no usarla a lo largo de todo el día lo noté bastante. También utilizo mucho Youtube
cuando tengo bastante tiempo libre ya que entrar en la aplicación a través del móvil
me resulta mucho más cómodo que tener que hacerlo desde el ordenador. El resto de
aplicaciones, solo las uso en ocasiones puntuales y no me supuso un gran problema
dejar de utilizarlas.

3. Descripción de mis sentimientos y emociones durante mi día de "desintoxicación

digital"
Las primeras horas de “desintoxicación” no me resultaron demasiado duras porque
estaba en clase, a pesar de no poder realizar la tarea que la profesora nos mandó. Sin
embargo, el primer momento en el que eché en falta el teléfono móvil fue cuando tuve
que coger el autobús para ir a casa, ya que no pude mirar cuánto tiempo iba a tardar ni
calcular a qué hora salir para que me diera tiempo a cogerlo. El momento en que más
ganas tuve de utilizar el móvil fue a lo largo de la tarde, ya que suelo pasar bastante
tiempo en Whatsapp e Instagram, sobre todo después de comer.
Sin embargo, al final estuve sin utilizar el móvil 2 horas más de lo previsto, ya que
aunque podía volver a utilizarlo a las 21.00h, a esa hora yo estaba en el gimnasio y al
saber que no lo iba a usar, no lo conecté a Internet hasta que salí de allí a las 23.00h.
 En el momento de encender el móvil sentí un gran alivio, sin embargo, esto solo fue al
principio ya que al haber estado 14 horas sin utilizarlo, ya me había acostumbrado un
poco a no tener que estar pendiente de él. El peor momento fue sin duda a lo largo de
la tarde, cuando tenía ratos libres y no podía despejarme usando Internet.

4. Proceso de búsqueda de dispositivos digitales alternativos para resolver el problema o

aliviar el estrés por no tener conexión a Internet en el teléfono móvil.

Como alternativa al uso del teléfono móvil, utilicé la aplicación de Netflix que tenía
instalada en la tablet para ver una película mientras comía en casa, además de estar
utilizándola a modo de entretenimiento viendo fotografías de la galería. Al no poder
utilizar Whatsapp ni ningún otro tipo de chat, tuve que realizar muchas más llamadas
de las que suelo hacer a mis amigos y familiares para contactar con ellos cuando era
necesario.

Conclusiones y recomendaciones

Con este trabajo, he sido víctima del tecnoestrés de una forma mucho más intensa a lo que
estaba acostumbrada. Además, he aprendido varias cosas y el experimento me ha sorprendido
en un par de ocasiones. En primer lugar, no pensé que me fuera a costar tanto desconectarme
de internet al principio, aunque si sabía que me causaría incomodidad. Sin embargo, me volví a
sorprender a mi misma al atrasar 2 horas más el momento de encender el móvil y por
consiguiente, darme cuenta del poco tiempo que me había costado empezar a acostumbrarme
a vivir sin internet.

He llegado a la conclusión de que cuando más disfruto utilizando internet es cuando tengo un
poco de tiempo libre para desconectar, pero que al mismo tiempo también es necesario
desconectar de Internet y, sobre todo, de las redes sociales. Creo que el hecho de utilizar las
redes sociales con tanta frecuencia solo consigue desgastarnos y saturarnos.

Precisamente, el momento en el que empezamos a usar las redes sociales de una forma
exagerada, es cuando experimentamos la pérdida de la realidad y le otorgamos mucha más
importancia de la que en realidad tiene, llegando a causar ansiedad o incluso pérdida de la
autoestima.

Internet se inventó con el fin de facilitarnos la vida y mantenernos más comunicados de una
forma positiva. Sin embargo y como todo, hay que saber utilizarlo en su justa medida, aunque
hoy en día sea prácticamente imposible debido a la fuerte dependencia que nos ha creado a
todos nosotros.