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David Abraham Maruri Cielo 512

Contaminación ambiental
Cada año se arrojan a los océanos grandes cantidades de desechos y contaminantes. Muchas de estas sustancias
ni siquiera existían hace 50 años. La contaminación de los océanos, en particular de las aguas costeras, se
debe tanto a las actividades terrestres como a las marinas.
Los fertilizantes y los pesticidas utilizados en las granjas agrícolas, los desechos industriales y las basuras
nucleares, los gases de escape emitidos en las carreteras, las aguas usadas y los desperdicios, se vierten en los
cursos de agua y terminan en el océano. Las emisiones a la atmósfera provocadas por la industria y los
transportes, son otra fuente relevante de contaminación que proviene de la tierra. Una vez emitidos, muchos
componentes químicos (cobre, níquel, mercurio, cadmio, plomo, zinc y compuestos orgánicos sintéticos)
permanecen en al aire durante semanas o más. Se trasladan a través de los vientos y recaen en los
océanos. Todos estos contaminantes y desechos son después redistribuidos por la superficie del globo a través
de las corrientes de los mares.
Las actividades marinas, como la extracción de combustibles fósiles, los transportes (incluidos los viajes de
crucero) y la pesca, arrojan grandes cantidades de sustancias tóxicas en el océano.
La contaminación acústica, que turba profundamente el comportamiento de algunas especies animales como los
grandes mamíferos marinos, es otra cuestión cada día más grave.
La contaminación petrolífera causada por colisiones navales o naves encalladas, es desde hace bastante tiempo
un problema internacional de relieve, al que recientemente han venido a añadirse los de las sustancias de riesgo
y nocivas.
Una vez vertidos en el ambiente marino, muchos contaminantes de origen terrestre o marino se acumulan en
la cadena trófica y amenazan gravemente los ecosistemas, sean los costeros, sean los de alta mar.
Según un reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente (PNUA), los plásticos, en
particular las bolsas y las botellas en PET (Tereftalato de polietileno), son los residuos marinos más difundidos en
el mundo: en muchos mares regionales representan más del 80% de los residuos.
Los residuos de plástico se acumulan en los ambientes terrestres y marinos de todo el mundo, se descomponen
lentamente en pequeños pedazos tóxicos que pueden ser consumidos por los seres vivos a todos los niveles de la
cadena alimentaria. Muchos animales, incluidos los mamíferos marinos, las aves, los peces y las tortugas, pueden
confundir los plásticos por alimentos. Las tortugas marinas, en particular, confunden las bolsas flotantes con las
medusas, uno de sus alimentos preferidos. Un estudio de cinco años de duración sobre los fulmares en la región
del Mar del Norte, ha revelado que el 95% de estas aves contiene plástico en su propio estómago.
El monstruo de la desertificación, un proceso de destrucción de suelo fértil prácticamente irreversible, avanza
por diferentes ecosistemas que ocupan el 70 % de la superficie de España debido a la mala planificación y
sobreexplotación de los recursos naturales, sobre todo del agua.
Mientras los desiertos naturales son ecosistemas sorprendentemente ricos en biodiversidad por sus variables
condiciones de temperatura (entre la noche y el día) y humedad (entre lugares de sombra y sol), la
desertificación arrasa tierras prósperas y las vuelve yermas de manera irreversible. Según los datos del Programa
de Acción Nacional contra la Desertificación (PAND) del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio
Ambiente (Mapama), más de dos tercios de la superficie de España es susceptible de sufrir desertización.
13 millones de hectáreas se pierden al año
Los bosques son el hogar del 80% de las especies de plantas, animales e insectos de la Tierra. Además, regulan el
clima, previenen la degradación ambiental y reducen los riesgos de desastres naturales.
También, se estima que 1.600 millones de personas, el 25% de la población global, depende de este recursos
para obtener alimentos, como medios de subsistencia y fuente de energía.
No obstante, dijo Thomson décadas de prácticas degradables han destruido enormes cantidades de bosques.
“En la actualidad, 13 millones de hectáreas se pierden cada año. Las razones de la deforestación son múltiples y
en su mayoría propiciadas por las actividades humanas”, lamentó el alto diplomático.
David Abraham Maruri Cielo 512

Estas actividades incluyen el crecimiento de la población, el ritmo de consumo y la enorme demanda por tierras
agrícolas, así como la expansión de centros urbanos en sitios boscosos.

Referencias.
http://slowfood.com/slowfish/pagine/esp/pagina.lasso?-id_pg=46
https://www.efe.com/efe/espana/sociedad/la-desertificacion-avanza-por-el-70-del-territorio-mala-planificacion/10004-
3299888
http://www.elcolombiano.com/medio-ambiente/ciudades-mas-contaminadas-del-mundo-JE6237319
http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2017/05/hasta-13-millones-de-hectareas-de-bosques-desaparecen-
cada-ano-por-la-accion-del-hombre/

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