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Para mí tu recuerdo Visión lejana

(Arturo Borja) (Arturo Borja)

Para mí tu recuerdo es hoy como una sombra ¿Qué habrá sido de aquella morenita,
del fantasma que dimos el nombre de adorada… trigo tostado al sol –que una mañana–
Yo fui bueno contigo. Tu desdén no me asombra, me sorprendió mirando a su ventana?
pues no me debes nada, ni te reprocho nada.
Tal vez murió, pero en mí resucita.
Yo fui bueno contigo como una flor. Un día
Tiene en mi alma un recuerdo de hermana
del jardín en que solo soñaba me arrancaste;
muerta. Su luz es de paz infinita.
te di todo el perfume de mi melancolía, Yo la llamo tenaz en mi maldita
y como quien no hiciera ningún mal me dejaste… cárcel de eterna desventura arcana.
No te reprocho nada, o a lo más mi tristeza,
Y es su reflejo indeciso en mi vida
esta tristeza enorme que me quita la vida,
una lustral ablución de jazmines
que me asemeja a un pobre moribundo que reza
que abre una dulce y suavísima herida.
a la Virgen pidiendo que le cure la herida.
¡Cómo volverla a ver! ¿En qué jardines
emergerá su pálida figura?
¡Oh, amor eterno el que un instante dura!

Pero, ¿quién atendía a las explicaciones?


Aniversario Hay tanto que observar en los negros rincones
(Medardo Ángel Silva) y, además, es mejor contemplar los gorriones
en los nidos, seguir el áureo derrotero
Hoy cumpliré veinte años. Amargura sin nombre de un rayito de sol o el girar bullanguero
de un insecto vestido de seda rubia o una
de dejar de ser niño y empezar a ser hombre;
mosca de vellos de oro y alas de color de luna.
de razonar con lógica y proceder según
los Sanchos, profesores del sentido común. El sol es el amigo más bueno de la infancia;
Me son duros mis años y apenas si son veinte- nos miente tantas cosas bellas a la distancia,
tiene un brillar tan lindo de onza nueva! Reparte
ahora se envejece tan prematuramente;
tan bien su oro que nadie se queda sin su parte;
se vive tan de prisa, pronto se va tan lejos
y por él no atendíamos a las explicaciones.
que repentinamente nos encontramos viejos
en frente de las sombras, de espaldas a la aurora Ese brujo Aladino evocaba visiones
y solos con la esfinge siempre interrogadora. de las mil y una noches -de las mil maravillas-
y beodas de sueño nuestras almas sencillas
¡Oh madrugadas rosas, olientes a campiña
sin pensar, extendían sus manos suplicantes
y a flor virgen; entonces estaba el alma niña
como quien busca a tientas puñados de brillantes.
y el canto de la boca fluía de repente
y el reír sin motivo era cosa corriente! Oh, los líricos tiempos de la gorra y la blusa
y de la cabellera rebelde que rehúsa
Iba a la escuela por el más largo camino
la armonía de aquellos peinados maternales,
tras dejar soñoliento la sábana de lino
cuando íbamos vestidos de ropa nueva a Misa
y la cama bien tibia, cuyo recuerdo halaga
sólo al pensarlo ahora; aquel San Luis Gonzaga dominical, y pese a los serios rituales,
de pupilas azules y rubia cabellera al ver al monaguillo soltábamos la risa.
que velaba los sueños desde la cabecera. Oh, los juegos con novias de traje a las rodillas,
los besos inocentes que se dan a hurtadillas
Aunque íbamos despacio, al fin la callejuela
a la bebé amorosa de diez o doce años,
acababa y estábamos enfrente de la escuela
con el “Mantilla” bien oculto bajo el brazo y los sedeños roces de los rizos castaños
y las rimas primeras y las cartas primeras
y haciendo en el umbral mucho más lento el paso,
que motivan insomnios y producen ojeras.
y entonces era el ver la calle más bonita,
más de oro el sol, más fresca la alegre mañanita. ¡Adolescencia mía! te llevas tantas cosas,
Y después, en el aula con qué mirada inquieta ¡que dudo si ha de darme la juventud más rosas!,
se observaban las huellas rojas de la palmeta ¡y siento como nunca la tristeza sin nombre,
de dejar de ser niño y empezar a ser hombre!
sonriendo, no sin cierto medroso escalofrío,
de la calva del dómine y su ceño sombrío. Hoy no es la adolescente mirada y risa franca
sino el cansado gesto de precoz amargura,
y está el alma, que fuera una paloma blanca,
triste de tantos sueños y de tanta lectura…!
Volverán las oscuras golondrinas Pero aquellas cuajadas de rocío
(Gustavo Adolfo Bécquer) cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
Volverán las oscuras golondrinas ésas... ¡no volverán!
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales Volverán del amor en tus oídos
jugando llamarán. las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
Pero aquellas que el vuelo refrenaban tal vez despertar.
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres... Pero mudo y absorto y de rodillas,
ésas... ¡no volverán! como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
Volverán las tupidas madreselvas nadie así te amará.
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Se ha demostrado que el baile es uno de los mejores antídotos contra el estrés y el mal humor. No en vano
es un gran estimulante en la producción de endorfinas, las hormonas del bienestar. Bailar es una especie de
meditación activa que permite alejar de la mente las preocupaciones y tensiones, otorgándole al cuerpo una libertad
que habitualmente le negamos. Todos podemos conectarnos con nuestra más íntima esencia si dejamos que sea el
cuerpo quien asuma su capacidad sanadora, aunque esto nada tiene que ver con los diez minutos de gimnasia que
podamos practicar a diario. Las investigaciones confirman que el baile aumenta la creatividad y la autoestima. La
persona se siente más relajada, receptiva y llena de energía. Entonces, al regresar del trabajo o del estudio, baile en
casa. No importa el tipo de música que prefiera, porque a veces no se necesita de una canción para dejar que su
cuerpo se libere a través del baile. Hablamos de la música interior, del ritmo que su cuerpo es capaz de expresar
tarareando o cantando a pleno pulmón para liberar lo que siente. Todos tenemos una melodía interna que la mente
reconoce como una partitura con la cual liberar los sentimientos atrapados. Quizás sea una canción entera o unas
notas sueltas. No importa solo necesita dejar que suene en su interior y que su cuerpo siga el son.

1. ¿Qué título expresa mejor la idea central del texto?


A. Que el cuerpo siga el ritmo musical. B. El baile es mejor que el ejercicio.
C. Baile en casa al regresar del trabajo. D. Más salud con el baile.

2. El texto no evidencia que el baile garantice la:


A. felicidad. B. relajación. C. autoexpresión. D. creatividad.

3. El autor destaca del baile su:


A. superioridad sobre todo ejercicio físico.
B. condición de antídoto contra el estrés y el mal humor.
C. bondad en la estimulación de las hormonas del bienestar.
D. capacidad sanadora de cuerpo y mente.

4. ¿Cuál de los siguientes términos tiene una mayor aproximación al sentido en el que se emplea la palabra
baile?
A. ejercicio B. reflexión C. bienestar D. endorfinas

5. El autor recomienda, sobre todo, que:


A. se haga más ejercicios físicos con música.
B. se cante o se tararee para reforzar los sentimientos.
C. cada quien siga el ritmo de su música.
D. se medite activamente mediante el baile.

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