Si te interesan la astronomía y los temas afines a esa ciencia fascinante, no dejes de
navegar con mucha atención por las siguientes paginas. Una figura de primer nivel en la materia, la astrofísica Gloria Dubner, te ayuda a sumergirte en el universo.
Entusiasta, inquieta y de simpatía contagiosa, Gloria Dubner nació en
Chajar, ciudad ubicada al norte de la provincia de Entre Ríos. Desde hace largo tiempo se desempeña como investigadora destacada del Instituto Argentino de Astronomía y Física del Espacio (IAFE), cuya sede esta en la Ciudad Universitaria de Buenos Aires. Su especialidad es el estudio de las supernovas, las cuales, mas que "estrellas muy grandes que de pronto explotan" –como se las suele definir en general– son, en rigor, el fin violento de esas estrellas que, al estallar como bombas atómicas, arrasan, al estilo de los barredores de nieve, con casi todo lo que encuentran a su paso. En el diálogo con educ.ar, Dubner lo dice claramente: Las supernovas, mas que un tipo determinado de estrellas, son un evento de esas estrellas. La reconocida astrofísica habla también de sus comienzos en esta especialidad de la astronomía, cuenta como es su vida cotidiana –un poco a contramano de la gente como–, describe sus frecuentes viajes de investigación a los observatorios mas importantes de Chile, Australia, Estados Unidos y otros países, y revela algunos secretos del mundo de la física espacial y, naturalmente, de la astronomía. Describe además algunos detalles desconocidos de la famosa teoría del Big Bang, que explica el origen del universo; se anima a discutir con quienes creen en la existencia de platos voladores y se ríe piadosamente de la astrología, aunque afirma que sus predicciones no hacen daño y que, por lo tanto, la polémica, en este caso, seria una perdida de tiempo. Entre otras cosas sorprendentes, la entrevistada explica también que nuestro Sol en realidad es verde y no amarillo; que el cielo es negro y no azul, y el espacio-tiempo es plano, no esférico. En la parte dedicada a los consejos prácticos, Gloria recomienda a los chicos interesados en el tema que, para empezar, se asocien cuanto antes a algún club de astronomía –como el que existe desde hace varias décadas en el Parque Centenario de Buenos Aires– y que, aunque odien materias como física y matemática, se atrevan a probar. Tal vez la astronomía –dice– les ayude a descubrir el encanto que estas materias tienen. Recomienda que lean muchos libros sobre el tema; que aprendan ingles –los mejores textos, reconoce, están escritos en ese idioma– y que naveguen mucho por los sitios de internet, locales y extranjeros, dedicados a abordar las ciencias del espacio. Si a modo de provocación se le pregunta que utilidad practica tiene estudiar objetos que están tan lejos de nosotros, como estrellas, nubes de gas, planetas, galaxias, agujeros negros y otros, la mujer de la eterna sonrisa parece enojarse. Que haría una persona a la que le dicen que de ahora en mas vivir entre cuatro paredes hasta el fin de sus días? –contra ataca–. Creo yo que explorar ese breve espacio que le ha tocado en suerte. Y nosotros, en el campo de la astronomía, todavía no llegamos ni siquiera al pasillo.
Empecemos mirando hacia arriba.
-Siempre le gusto la astronomía?
-Yo comencé estudiando física. Después dudaba entre la biofísica y la astrofísica. No se muy bien por que me incline por esta ultima. Creo que una razón fue el hecho de haber dejado mi pueblo de Entre Ríos, donde había un cielo maravilloso, para trasladarme a una ciudad como Buenos Aires, donde la inmensa cantidad de luz impide ver las estrellas. Me falto el cielo y entonces elegí la astronomía para recuperarlo. Todo empezó para mi mirando hacia arriba.
-Estudiar el cielo es una forma de escapar a la realidad?
-Lo es, claro. Yo empecé a hacer mi doctorado en Astronomía en 1976, cuando empezaba la dictadura militar. Pero me bastaba entrar al observatorio de La Plata para ver y escuchar otras cosas, otros mundos. Podría decir, entonces, que empecé en esto para escaparme de la realidad. Ahora sigo estudiando, en cambio, para encontrarla.
-Parece un eslogan publicitario...
-Si... (sonríe) pero es como lo siento. Ahora estoy buscando las raíces de la vida, los orígenes del universo. Así como a veces siento que mi vida cotidiana no tiene calma, observo que en el espacio las cosas transcurren lentamente. Y entonces puedo dedicarme a buscar con calma. Busco la realidad, pero no aquella de la vida cotidiana.
-A que le dedica sus mayores esfuerzos?
-Yo estudio los remanentes que dejaron las explosiones de las estrellas supernovas. Son los eventos mas violentos de nuestra galaxia. Ocurren en pocos segundos, barren con todo y sus efectos duran cientos de miles de años. Todo lo que yo miro es hacia atrás. Muchas de las fuentes luminosas que estudio están ubicadas a cinco mil años luz de distancia de la Tierra.