La sociedad unidimensional es una sociedad fundada principalmente en relaciones
de producción. Estas relaciones de producción van a determinar todas las
dimensiones del Estado, es decir, los factores políticos, sociales, culturales, económicos, etc. Como primera parte, el autor mencionará que existen ciertas necesidades básicas que tiene naturalmente el hombre para vivir, y son: Comida, vestido y vivienda. Pero surgirán otras necesidades que no serán propiamente de esa necesidad humana del sujeto por subsistir. Y dirá que dichas necesidades son impuestas o creadas por la sociedad industrial avanzada. Estas necesidades les dará el concepto de "Falsas Necesidades". Estas Falsas necesidades son aquellas que exigen un represivo desarrollo del individuo entorno a lo material. Y esas mismas necesidades serán la herramienta principal por la cual el hombre estará doblegado en la sociedad. Pues al parecer, una sociedad que es capaz de satisfacer continuamente las necesidades de los individuos por medio de su estructura y su organización hace posible que el hombre actúe irracionalmente y no sea independiente en su forma de pensar. Se va a concluir entonces que las necesidades de la sociedad se vuelven aspiraciones de los individuos, y que estas relaciones de productividad, destruye la esencia misma del libre desarrollo de las necesidades humanas.
De lo anterior el hombre no será capaz de hacer una función básica de crítica a su
entorno. Es decir, no será capaz de identificar que está en una condición de subordinación del mercado. Difícilmente podrá emanciparse, ¿Por qué le será difícil al hombre emanciparse? Esto tiene una razón, la cual Marcuse expresa así: El hombre no podrá concebir fácilmente su emancipación porque acepta su realidad y la represión que se le impone. El hombre aceptará la realidad que se le otorga como la mejor manera de vivir, y la sociedad industrial avanzada es la que le impone eso. Esta le dice que la mejor manera de vivir y de desarrollarte como persona en la sociedad, es la que te estoy mostrando. Y lo que va legitimar entonces la subordinación del individuo es la productividad, o en otras palabras el producto. Cuanto más asequible sea para las distintas clases dichos productos, mayor será la dominación que tenga el mercado sobre los individuos, pero además de ello, dicho adiestramiento doctrinal (Porque en eso se convierte el mercado en una doctrina la cual nos dice que no podemos vivir sin el mercado) se convierte en un modo de vida. Lo que antes eran comodidades, ahora son necesidades fundamentales para el ser humano. De allí es entonces donde surge esa conducta o pensamiento unidimensional en la sociedad. Marcuse, abarca una de las problemáticas en esta sociedad y es el factor tecnológico. La tecnología en la sociedad se puede tomar como una forma implacable de control social, de otra manera, la tecnología es un sistema de dominación en la sociedad. También tiene una función de adiestramiento, acompañado de una cohesión agradable para el individuo. En este pequeño punto, es donde, la tecnología se adentra tanto en la sociedad que se convierte en una razón política. Pero a la final, esta misma tecnología va a servir de herramienta fundamental para su propia liberación. De aquí partirá un concepto importante para el autor y es el concepto de libertad. El hombre en la sociedad industrial avanzada tiene millones de objetos que puede elegir a los cuales puede acceder con el fruto de su trabajo. Es decir, el hombre tiene libre elección entre marcas y gadgets. Pero escoger una gran cantidad de servicios y de productos no significa tener libertad cuando dichos factores siguen alimentando y reproduciendo la misma alienación del individuo. Y acá es donde viene una de las ideas más asombrosas de Marcuse expuestas en el texto, y es que la libertad se convierte en un implacable instrumento de dominación. La forma más implacable de dominación en una sociedad, es en la cual, los individuos crean actuar autónomamente, y en medio de dicha dominación sientan que son absolutamente libres.