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“El club de los
BROKEN HEARTS”
PRESENTA:

Ésta es su copia número: de 100 ejemplares


Editada y Producida en México
-- Enero
MARZO MMXVI
MMXVI --

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Alejandra Santos 4
A punto 5
El día en que
el sol se cayó del cielo 6
De mi corazón 8
Hannia Soto 9
No soy ateo 10
Amor en blanco 11
Sábanas liadas
a mi cuerpo 12
Mi reina del dolor 15
Después de un día largo 16
If i were a dog 17
De lengua los tacos
que quieras 18
El hombre más grande
del mundo 19
Lily 24
Luna de miel 26
Kenia 27
Bibiana Stefanoni 28
Lienzo 29
No hables de amor 33
El neón de tus ojos 34
Balada de una memoria 36
Por perder los parpados
me enamore 37

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estamos reunidos una vez más
corazones rotos. Desahogando
nuestras penas en botes de helado
de chocolate y viendo películas
de amor mientras lloramos.

Nos une el mismo sentimiento,


del amor imposible, del amor
lejano, del amor ajeno, del
prohibido, de querer tener a
alguien y no hacerlo, de
fantasear y soñar, de tener
sueños húmedos.

Disfruten este fanzine,


donde encontrarán un cacho del
corazón de cada uno de los
participantes. Historias de
amor y odio, de sexo y
dulzura, de fantasías perver-
sas o celestiales. Regálenlo,
léanlo, quémenlo.

con amor,
eme.

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Y las encontré justo ahí
en la punta de mi lengua
Como a esas cosas a las
que no les encuentro
sentido
Salen de mi boca, se
esparcen y hieren.
El silencio ya no existe
Me desprendo hacia otro
mundo
A ese que tú sólo conoces.
Nos volvemos felinos de
esos que rasgan y lastiman
De los que andan en espera
de su presa
Dos exiliados que aun no
regresan
Creamos nuestro espacio
gris y turbio
Somos felinos de esos que
nunca domestican
No fuimos domados, no le
pertenecemos a nadie

ALEJANDRA SANTOS

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VE IRÓNICA. a punto
Hemos estado a punto de hacer el amor. O tal vez lo
hayamos hecho ya un par o un ciento de veces, claro que es
complejo decidir si lo que hacemos es el amor o si lo que
hacemos es un pastel de fresas o regar el pasto.

Es incierto, atrevido incluso tratar de definir lo que tú


y yo hacemos como amor o repostería o jardinería. Sé que
estoy desnuda, que te siento entero, que sabes delicioso
y que estoy empapada; así como cuando hago el amor, cocino
un pastel o riego el pasto, respectivamente.

Me ha dejado muda la pregunta sobre lo que he hecho con-


tigo en mi vida pasada, ésta y la futura. Ha pasado
tanto tiempo desde que nací y te obsequié mi memoria que
no recuerdo ya cuándo hacer el amor volvió hacer paste-
les y hacer pasteles hacer el amor; cuándo regar el pasto
se convirtió en hacerte el amor; cuándo mirarte, oler tu
cabello, dormir contigo, ir al cine y darte la mano fueron
actos que irremediablemente cambiaron de nombre al de HA-
CER EL AMOR con mayúsculas y todo, ¿Cuándo?

Hacer el amor contigo... Quiero hacer en todo momento el


amor contigo y en tremenda confusión supongo que deberemos
hacer todo juntos a ver si logramos de una vez por todas
saber si hacemos el amor o criamos un par de niños... He-
mos estado a punto de hacer el amor cuando lo hicimos.

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Recuerdo y quiero recordarlo

SOL SE CAYÓ DEL CIELO


EL DÍA EN QUE EL siempre, curiosamente el sol
no brillaba, claro era de
noche y llovía, Lo que no sabía
es que había algo más oscuro
que la noche y más frió que la
lluvia.
URBAN MENDIZABAL
El día en que el sol dejo de
estar en lo alto pareciera que
se desplomaba conscientemente
y sin miedo, que se abalanzaba
hacia mí en una caída tan veloz
que asustaba y confundía. Pero
el sol no se detenía, seguía
más y más rápido como si qui-
siera impactarme; pero...

¿Por qué? si lo único que hice fue admirar su


majestuosa belleza, si yo veía luz y no destellos que
cegaban, si encontré la forma de acercarme y sentir
el calor y soportar las quemaduras, si me quede tanto
tiempo cerca que el frío se convirtió en mi enemigo,
si solo quería que brillara como nunca y que fuera y
se sintiera como nunca y quizá ser la envidia de todo
el universo y que las estrellas la miraran celosa, y
que pudiera valorar su gran resplandor.

El día que el sol toco la tierra regalo una vez más


su alma en una especie de Big-Bang, que toco su ex-
citación y con algún astro cercano y teniendo la
vía láctea como pretexto consumaron la explosión que
imagino fue impactante, fuerte con una atracción in-
quebrantable, y una reacción imposible de frenar, y
es que no había nada que los frenara y menos algo o
alguien aquí en la tierra, solo eran los dos astros
solos en el universo en medio de sabanas de estre-
llas, no hay tiempo para detenerse, no hay nada que

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lo impida y explotaron juntos; y yo intrínsecamente
me volví polvo porque ya jamás podría volver a ver al
sol de la misma forma y aunque no importen mis
cenizas sé que me duele más a mí que él, porque ahora
me es difícil ver un acto tan lindo y poderoso, como
algo manchado y sin vida.

El día que el sol se hizo mortal note como nunca vio


lo real de su luz y quizá nunca lo haga; y si hay que
reconocer que el sol es muy joven, tiene aproximada-
mente 4650 millones de años, pero disculpa mi
atrevimiento ¡astro! , no creo que por eso no
sepas dimensionar la importancia de tu fuego que
puede quemar si no lo controlas. Me quemaste y te
fundiste como un foco de la menor calidad, lo siento
en verdad lo siento, aunque no te importe lo siento
mucho.

Ese día nada estuvo bien y mal; fue una especie de


cataclismo espectacular como si las partículas pre-
tendieran dar vida, aunque este es un intento fallido

por que provoca todo, menos vida; oropel que


pero...que importa, si hay vida brillan más de
más allá, que importa si alguien lo que valen,
muere por el daño colateral, solo pero sabes...
son mortales, que ellos se las Dejémoslo en
arreglen solos. Ese día fue un día que es culpa
largo más largo que 24 horas al mía a fin de
menos para algunos y me cuentas parece
dieron ganas de resucitar junto que es impo-
a su supuesto renacer, pero ya no sible dejar de
sabía si podía. mirarte.

El día que el sol cayó del cielo


me volví loco, intenso, estúpido,
humano e inhumano, dramático y
vergonzoso, pero no creo que sea
suficiente, aun no sé si es culpa
del sol o culpa de los mortales
deslumbrase con destellos de

9
ILUSTRACIÓN
MAURICIO CARRETO

10
No se acaba en mi No lamento las charlas
memoria el único que no tuvimos,
suspiro que me dedicaste. o las horas que
no nos dedicamos,
Se rebobina una y otra vez, pero recuerdo con gran
yendo lento, nostalgia
pausándose, las miradas que por más
volviendo a empezar. que se encontraran
nunca se juntaron.
Aparece claro tu
rostro mirando al suelo, Fue tuya la vida que
después de que mis ojos, escurría de cada segundo
se percataron de tu que pensaba en ti.
figura.
Perteneciste a todos los
Fuimos conscientes lugares en donde te
de que ese instante imaginé.
no podía dividirse;
habías hecho del aire una Y cuando las cosas bellas,
turbulencia enorme que me sabían inalcanzables,
entró en mí sólo para ahí estabas tú.
revolverme.
El tiempo no se encargó
¿En qué lugar, de unirnos,
de entre las estrellas, ni el mundo fue tan
ese segundo se guardó? pequeño para encontrarnos,
pero cada que pienso
Vuelve a mi memoria, en ti,
todas las veces el pasado se adueña
que le apetece, del ahora
viviendo de alguna y por un instante,
parte del universo, el riesgo de ser juntos,
desde que tú no existe.
detuviste mi huida
y no te fuiste conmigo. HANNIA SOTO

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NO SOY ATEO
GUILLERMO GONZAGA. CDMX. 03/2016

No soy ateo porque eres hijos de Ícaro para rozar


mi diosa, el cielo sin perder nues-
Mèrope de impetuosa tras alas.
inspiración Dionisio cedió a nuestra
quiero morir en tu seno y petición,
renacer de tu sexo. vino y exceso, para vivir
Morderé la madurez de tu cautivo en la prisión de
fruto prohibido tus piernas,
manzana de la discordia en condenado a perecer en sus
concordia oral, lubricaciones.
conservado con castidad. Bajo tu vientre seré el
¡Hija de Atlas! No soy último sobreviviente
héroe épico de narración que no conoce el idioma de
homérica, los dioses,
pero edifico tu figura con no necesitamos Oráculo,
pericia de rapsoda. Olimpo, Heraldos,
¿Quiénes seremos sin fan- Campos Elíseos, ni mitolo-
tasías, sin deseos corpo- gía para perpetuar nuestra
rales? especie
¡Jamás dioses imperecede- Sólo mi tacto sobre tu
ros de apariencia omnipo- cuerpo tengo como comuni-
tente! cación,
Tal vez somos progenie de y una noche juntos será
Prometeo nuestra salvación.
buscando el fuego carnal,

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GUILLERMO GONZAGA. CDMX. 03/2016

amor
EN BLANCO
Acaríciame con manos de papel
que mi lengua de grafito gratificará
pacientemente tu impaciencia,
figura áurea dibujada sin tacto,
a tientas hurgaba pasión
mientras mojabas con tinta orgasmos,
nuestra unión mantiene su ritmo innato
vivimos siempre al natural,
con besos de soneto seductor,
rimas de caricias consonantes,
sólo somos líneas poéticas de pacto verbal,
mentiría que me amas, es verdad no nos queremos,
ordinarios amantes textuales de una noche blanca,
arráncame la piel y excita el pensamiento,
masturba mi conocimiento virgen
y viaja al centro de mi placer,
eres hembra yo un hombre,
pero en este momento no importan nuestros nombres,
cómo nombrar ésta cacofonía individual
si somos amantes en celo buscando reproducción,
unidos por una adicción, Placer Textual,
es normal pululamos entre letras
no necesitamos una cama o un hotel,
sólo lápiz y papel para confeccionar el instante,
hoy no eyaculé ideas pero estas cubierta de Blanco.

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SÁBANAS
LIADAS A MI CUERPO
“EL CAMINO DEL AMOR NO ES UN ARGUMENTO SUTIL,
SU PUERTA ES LA DEVASTACIÓN”
JALAL AD-DIN MUHAMMAD RUMI

Porque cuando encendiste el ción donde uno había tenido


cigarrillo claro que enten- mayor éxito, un divague de
dí lo que significaba, qué clichés de todas las pelí-
más podía hacer sino con- culas que nos conforman.
templar la danza de nuestro Dónde nos conocimos ya no
silencio, el agua que no importa, nunca me inte-
será bebida será la que siga resaste sino hasta ahora
corriendo río abajo, y cuál que por fin veía tu mirada
tu siguiente movimiento en- sacudida por el incesante
tonces, a dónde irán a parar aburrimiento de los silo-
las cascadas de humo en la gismos de nuestra era, cómo
habitación. nunca noté lo tristes que
estábamos en todos lados y
Tu parecías Guarocuya con en todo momento, nos bri-
varios cigarros de mota llaban los corazones dentro
encima cuando estábamos de sus carcasas y cualquie-
tristes, los misterios del ra parecía poder arrancar-
mundo, una curación estar los para comérselos. Qué
juntos, en el bar, en mi gran desperdicio juventud,
casa y después cada quién en la incesante vacilación de
su propia cama recordando nuestro entorpecido sentido
las partes de la conversa- carnal.

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Hasta ese momento había elefantes blancos y tris-
considerado qué decirte tes buscando un oasis para
y con qué palabras, cómo hidratar sus lágrimas. Sólo
mirarte y cómo distraerme había reunido la atención
en mis propias conversacio- de mis anhelos en una noche
nes cuando fingías ponerme cohibida que sudaba la fie-
atención. Una y otra vez me bre de sus deseos.
masturbaba hasta quedar-
me dormida con las piernas Años después cuando mi
mojadas recordándote de no sexualidad también fue
sé dónde, era tierno ama- arrasada por el fenómeno de
necer con los aromas de mi la frivolidad supuse que
coño virgen y promiscuo, podría terminar en la cama
pero sobre todo desastroso. contigo, el agotamiento
Partía la fruta en varios existencial de los tiem-
pedazos y todos comían en pos modernos había llegado
silencio, días en que las a todas nosotras también,
palabras arruinaban lo que ya entonces la vicisitud
continuaría, un puñado de era ahora otra y nueva,
nostalgia en mi genoma, una naturaleza artificiosa
grandes distorsiones del se instauraba en nuestras
sonido que arrebataban frentes. Saber dónde y
el papel de mis paranoias cuándo podría ocurrir seme-
femeninas. jante suceso en el torrente
viscoso de las oportuni-
Estuviste en mis sueños dades era una cuestión de
varias veces para saldar probabilidad y estadística.
la cuenta de mi verdugo con Un denso y agobiante senti-
un puñado de monedas de do de individualidad y su
oro, pero alguien abrió los arrogante deseo de siempre
ojos de tu conciencia pola- estar haciendo cosas a las
rizada, un pedernal cortan- que me entregaba sin pre-
do los ciclos de una era guntarme sobre mis verda-
lunar en mi vientre, los deras esperanzas, la gran
miembros sueltos haciendo confusión de mi especie
nudos los hilos del destino diseminada entre sus hom-
y entonces esa cicatriz en bres y mujeres liquidaba
la mano izquierda a la que cualquier estratagema de un
le rezaste para alejar a tu pacífico contacto humano.
propia muerte. Pensé que Mercenaria del desencanto
entrarías a mi habitación llenaba mi corazón limitado
con una peregrinación de con artilugios y servicios

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obscenos. Un aburrimien- Un día el aliciente de
to tocaba la puerta de mi las masas lloverá del
corazón y mis pensamientos cielo, sus aguas trans-
y se daba a la tarea de parentes en tus ojos
colmar mi tedio. Lo único y los míos, el mundo
que sabía de ti y de muchos estará en el arrullo del
hombres durante esa etapa universo, cada momen-
de mi vida eran sus esta- to se precipitará hacia
dos y fotos del cara libro, nosotros desde todas
un consuelo que mantenía partes, será la convoca-
la ilusión de en cualquier toria del amor, y yo no
momento concretar una cita terminaré con las pier-
como simple posibilidad de nas mojadas después de
acariciar la realidad. masturbarme una y otra
vez hasta quedarme dor-
¿Por qué cuando encendiste mida en mi cama, sola,
el cigarrillo no lo apagas- con mis pensamientos so-
te para enseguida tomarme bre ti, con las sabanas
tuya a besos y despojarme liadas a mi cuerpo.
de cualquier delirio de
grandeza insensato y arro-
gante y convertirlo en sexo
delirante y atónito, en CANDELARIA RODRÍGUEZ
un pequeño pero memorable
orgasmo tal vez?

Una persona está enamora-


da si el amor ilumina su
alma, sensible de los mis-
mos miedos, cómplice y cie-
go, un animal hermoso que
no conoce de culpas o de
moral, que sólo sabe per-
derse en un enorme camino
donde todo lo maravilloso
y vehemente de los cuerpos
atiende al llamado de todos
los fuegos de su alma, el
único atisbo de ternura que
reconoce propio.

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ILUSTRACIÓN POR: HERSON HERRERA MORA
NOMBRE DE LA ILUSTRACIÓN: MI REINA DEL DOLOR

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DESPUÉS DE
UN DÍA LARGO I
La tarde se deslizo hasta tus
hombros y todo su peso de repente
te aturdió,se que jamas hubieses
querido despedirte pero pretendi
no saberlo,ya nada importaba,era
el final dije,el final de nada,y tu
no supiste si reír o llorar,porque
antes fue algo así como una luna
desafiante y azul,solapada por las
muecas de las mentas tan lindas y
olorosas,antes,antes fue eso que
nadie conoce e injustamente tienen,

-si,todos menos yo.


nunca supe si tus palabras eran
para mi o si solo fueron una larga
meditación.

II
Lo pensé una y otra vez,jamas
llegue a una respuesta satisfac-
toria,porque en esta vida todo lo
tiene que tener,las preguntas des-
pabilan al sueño y matan a las son-
risas,no estimo al pasado,en verdad
que no,pero que mas da cuando hoy
no hay nada nuevo que hacer?.

MAURICIO CHIN PUC

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REBECA MARTELL

19
Q
ROGER SÁNCHEZ AM UE
AR DA

“DE LENGUA
SI DE
N CR
PR ET
OH AD
IB O

LOS TACOS
IR

QUE QUIERAS”
Me vale pito decirlo
Pero mi vagina te llora
Y mi cama te pide a gritos.

A mi que chingados me importa


Que si la gente
Que si tu novia
Que si esto y que lo otro.

A LO QUE NOS ATAÑE NIÑO IDIOTA

No quiero hablar de pesadillas


Ni de sueños
Y tampoco de las cosas que nunca haremos.

Solo quiero que bebas la miel que derrama mi sexo


Que me folles con la puerta de tu habitación abierta.

Tómame
Así sin más
Sin te quieros ni caricias.

Haz de mí tu capillita o tu iglesia


Y susurrame quedito cada uno de tus pecados.

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ELHOMBREMÁS
GRANDEDELMUNDO
Ahí estaba yo, acostada en el suelo, intentado escribir
algo, viendo al techo mientras pensaba en ti. Estoy casi
a oscuras, con las luces azules que le robé a mi mamá del
árbol de navidad del año pasado.
Intentando concentrarme, respirando profundo, miro el reloj
en el celular, mientras invoco tu nombre tres veces
“Beattlejuice, Beattlejuice, Beattlejuice”, y como cosas
del diablo apareces Tú. Tocas a mi puerta.
-Ojos color infinito, como estás?- te pregunto mientras
sonrío como idiota; -bien, pensando en ti-; contestas, me
emociono pero intento calmar la voz.
Miro al suelo, nada. Permanecemos en silencio, subo la mi-
rada y veo tus manos de artista, grandes, uñas redondas y
perfectas, dedos largos y delgados; pienso que son la cosa
más hermosa que he visto en mi vida. Quiero sentir nuestros
dedos juntandose poco a poco, de Venus a Mercurio, de Jupi-
ter a Apolo; tus líneas de las manos, quiero leértelas to-
das, hacer de la quiromancia mi acto romántico para decirte
que me vuelves loca, que te tengo ganas, que te quedes ésta
y todas las noches a mi lado que te quiero en mi cama de
nubes húmedas y frías, que calientas con tu sola presencia,
con solo pensarte.
Llevas tus manos a los bolsillos, como quién tiene frío y
oculta algo. Te invito a que pases, que entres a mi casa.
Aceptas. Mientras estamos en ello pienso en The Cure y Lo-
vesong:
“Whenever I’m alone with you
You make me feel like I am home again”
-Ese Robert Smith, cuánta razón y que guapo era de joven- me
comento en voz baja. Afuera está helando, cae brizita fría,
que humedece la cara y pone la narices coloradas, hace que
cuando hables salga humo de la boca, como si fumaras un

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cigarro, aunque tú no fumas y eso me encanta.
Te ofrezco un café, de comer, hasta te quiero dar helado de
chocolate en la boca y aún así no quieres nada...
me preguntas donde está mi habitación, en silencio te
volteo a ver y tomo tu mano, te sonrío con descaro, dulce y
a la vez maldita; se justo lo que quieres, y claro que voy a
dártelo mi amor.
Te dejo frente a la puerta y te pido que aguardes. Entro
como gato, por un huequito, para que no veas el desmadre que
tengo y que soy desastrosa y desordenada. De paso me asomo
en mis pantalones, es que pareciera que justo cuando te
pones la ropa interior más vieja y fea, aparece un hombre
lobo enjaulado, reclamando a su presa. Busco bien rápido
algo decente; encaje, como te gusta mi muso. Ahora si! Ven y
toma tu premio, tu cerezo en flor que vive, muere y renace
por ti y contigo.
Entras y ves mis luces nuevas, son azules y te encanta. Te
pido que te sientes en la cama y que me leas tus nuevos
poemas, también que me cantes una canción, de nuestro
Adanowsky, evidentemente. Mientras cantas, miro como se
arruga tu nariz y me enamora, como tus dientes se asoman y
tus anteojos se resbalan un tanto, tu voz es hermosa, me
derrite. Tú, cantándome cosas de amor; yo, queriendo
quitarte esa chamarra de cuero negra y con ganas de
arrancarte los pantalones a mordidas. Acaricio tu entrepier-
na, con la puntita de mis dedos; te burlas de ellos porque
están chuecos, pero te gustan porque te hacen sonreír. Dejas
de cantar y me besas. Correspondo.
Con las manos bien consientes y los ojos cerrados, te
siento; la cara, tu cabello negro y suave que odias pero
que yo amo. Pasas tu lengua por mi cuello, me acaricias
con la punta de los dedos y arañas de poquito con tus uñas
perfectas mi espalda. Y así de un momento a otro iniciamos,
con ganas y la habitación ardiendo, nuestro ya famoso pero
secreto ritual pagano del amor ...tú, la lechuza más salva-
je y hermosa; yo, como un jaguar que quiere hipnotizar con
la mirada a su presa y llevarla a su guarida para devorarla
entera, formamos un perfecto pentagrama.
Tus manos actúan con calma, pero firmes, se sienten frías,
-me gusta-, como dos hielos recorriendo mi piel de gallina
pone huevos, aunque pronto se derriten y calientan.
Quitas mi blusa vieja y sonríes travieso; porque te has dado

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22
ILUSTRACIÓN
MAURICIO CARRETO

23
cuenta de mi delito, de mi pecado capital, pero sabes que
lo hago para ver esa cara de tonto, cuando observas mi ropa
interior nueva y te la modelo. Me besas los ojos, la nariz,
los labios, con cuidado, intentando no dejar ni un espacio
en blanco, como un lienzo que curar y recorrer con amor y
paciencia; me encanta eso de ti, tu calma cuando se trata
de seducirme.
Después bajas, besas mis oídos, y susurras cosas bellas y
perversas, cosas que solo tú y yo sabemos, y entendemos;
con los dientes me quitas el sujetador, primero un tirante
negro, luego el otro, yo no puedo ya con las ganas de
encimarme en ti, pero me contengo. Actúas con cuidado,
seguro de lo que estás haciendo y de lo que estás
logrando; besas mis asteroides y me ofrezco a ti como
tributo al rey. Somos gente de Saturno, -tenemos más de mil
lunas hasta llegar al sol, no hay prisa-, dices en voz baja
mientras me quitas el pantalón. Sonríes por segunda ocasión,
porque sabes que soy una tramposa, lo peor y te enloquece.
Me recorres con manos, lengua y labios todo el cuerpo,
mientras te desnudo de a poco y huelo tu piel de hombre
joven y dulce;
de poeta maldito, de músico enamorado, de brujo infinito, de
punk en extinción, de amante en flor de lis.
Te veo transparente frente a mi, sin secretos entre
nosotros, porque no hay nada que ocultar ni pretendemos
nada, solo el aquí y el ahora, este quererte con pasión,
locura y libertad multiversal. Hago corazones con los dedos
en tu espalda, que después bajan y bajan; se que te encan-
ta que te apriete fuerte, que te muerda los huesitos de las
caderas y después los bese dulcemente para calmar el ardor.
Todo lo que sigue es algo hermoso e increíble, dos cuerpos
hechos uno. Dos astros que chocan en el firmamento, como
en las películas de ciencia ficción, nos fusionamos y nos
hacemos andróginos, como si hubiéramos entrado al mismo
tiempo a una máquina para mutarnos y nos hubiéramos combina-
do, estamos completos; nos hicimos morado, cuarzo, amatista,
color secundario, color cielo estrellado y atardeciendo, los
volcanes de fondo o el mar perdiéndose en el horizonte.
Bailamos las danzas del amor, arriba/abajo. Afuera/aden-
tro, de un lado y del otro, haciendo un desastre por toda
la casa, hasta en la cocina y la sala, también en el jardín
y la cochera. Grito tu nombre fuerte y claro, para que el

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mundo se entere que te quiero en la rosa de los vientos, en
mi norte, en mi sur en mi este y el oeste; te pido que nunca
pares, me vuelves loca, un animal salvaje que se entrega
a su naturaleza inevitable; pasamos de fiera a domador y
viceversa, porque aquí nadie manda y todos tienen lo que
quieren. Tu respiración fuerte acelera mi corazón, tu cuerpo
húmedo, goteando desde tu frente hasta tus piernas; Estoy
igual mi amor! Inundamos la casa, la volvimos lago
cristalino, estamos en el fondo y nos reímos a carcajadas,
casi somos inmortales.
De pronto, el dulzor y las caricias se vuelven clímax,
entregados de arcoiris a las mieles del amor, nuestros
colores se juntan y brillan fuerte. Ambos aullamos a la luna
amarilla. Nos abrazamos y gritamos de felicidad, me acerco a
tu oído con la respiración hecha trizas y te digo bien baji-
to “Eres la felicidad de todos mis mundos”, te sonríes y me
besas la frente; nos queremos y con eso me basta, con saber
que existes y que somos, que de todas las vidas y de todas
las magias, tu eres la más bonita, que te escogería una y
mil veces por sobre cualquier persona o extraterrestre, o
mutante. Que hasta el tarot, y las manos y el té me dicen
que me quede contigo y hagamos de todo juntos. Tus ojos
infinito brillan más que nunca, enormes, negros, profundos,
misteriosos y hermosos se cierran lentamente.
¡Espera! aún no quiero que te duermas! Te abrazo, te
cubro entre mis sábanas y te rodeo con mis brazos agotados,
me pego a ti como chango, te beso los hombros y las meji-
llas. No aguantas más y tus ojos se van menguando, los míos
también se cierran, cansados y extasiados por tu presencia
y tu cariño, porque se que me quieres y eso me emociona; no
importaría que, te buscaría hasta debajo de las piedras, y
te regalaría conchitas de todos los colores, para recordarte
que eres de otro planeta, y que te quiero vestido de galaxia
espiral en tu foto que tengo al lado de mi cama.
Cierro los ojos y susurro por última vez “Eres la felicidad
de todos mis mundos”, te veo mi amor, te siento y te huelo.
Me duermo agotada y con todos mis sentidos llenos de ti.
Despierto y ya no estás, después me acuerdo que vives lejos,
pero existes. Y pienso que ésta historia como en las mejores
de Hollywood va a continuar.

LITTLE BUNNY

25
lily
Pasan unos minutos y dejo de
verla pero escucho el agua
de la regadera y el tarareo
de una canción que me re-
cuerda a las tardes rurales.
Estoy ansioso pues pronto
saldrá del café, vive arri-
ba de una cafetería en la
que trabaja el resto de la
Como cada domingo Lily
semana. Sale y estoy del
despierta, juguetea con su
otro lado de la calle, por
sabana y aprieta su almohada
un minuto nuestras miradas
contra su rostro. Se sien-
se cruzan, dobla a la iz-
ta en la orilla de la cama
quierda y empiezo a seguirla
y se eriza por culpa del
de lejos para que no note mi
suelo frio. Siento el olor
presencia. Un ligero viento
del café y empieza a sonar
alza su falda, unos traba-
un disco de portishead. Sale
jadores que estaban cerca
por su ventana con taza en
disfrutan la belleza de sus
mano y puedo verla, ella no
muslos translucidos y yo,
me ve, sostiene la taza con
yo muero de celos. Cami-
ambas manos y antes de cada
na calle abajo y después de
sorbo suspira como si en
algunos bloques llega al
cada exhalación dejara ir un
edificio donde vive Miguel,
poco de la magia de Morfeo.
su amante. Hasta ahí pue-
Su cabello despeinado me
do seguirla, me siento en
recuerda a los montículos de
una banca en el parque que
paja que quedan después de
esta abajo del departamento
la cosecha y pienso en mi
y espero. Después de unos
hogar. Yo vengo del campo,
minutos su imagen viene a mi
llegue a la ciudad cuando mi
cabeza y empiezo a imaginár-
familia se mudó y ella fue
mela acurrucada mientras le
lo que me hizo enamorarme de
acaricia el cabello a Miguel
este lugar tan bullicioso.
¡Quisiera que me acaricia-
Regresa a su departamento
ra¡ Me paro y me dirijo a un
y desde la ventana puedo
restaurant italiano que está
mirarla hacer el que hacer.
a unas calles, el dueño es
Sostienen el plumero tratan-
amigo mío y siempre me rega-
do de alcanzar el estante
la comida.
más alto mientras hace equi-
Han pasado un par de horas,
librio para no golpear el
regreso al parque y me sien-
viejo jarrón que tiene ahí.
to en la misma banca. Hay
Barre, y sacude sus sabanas.

26
calor y el ruido de los
niños jugando me empieza
a adormecer, mis ojos se
cierran poco a poco. Estoy
sentado afuera del café y
ella sale a darme un peda-
zo de pan, le beso la mano
y se sienta junto a mí,
besa mi cabeza y empiezo a
caer de espaldas, mi vista
su nubla y lo último que
veo son sus ojos negros.
Abro los ojos y estoy de
nuevo en el parque, el
sol se está poniendo, y
no hay señales de ella no
se sigue con miguel o se
ha ido. Empiezo a caminar
a su casa, eventualmente
tiene que volver, durante
el trayecto cae la noche
y las farolas se prenden,
a pesar de que el sol se
ha ocultado aún hay mucho
calor. Llego a su edificio
me siento en una banca que
está afuera a un costado
de la cafetería, la gen-
te pasa con prisa y mis
pensamientos regresan al
sueño, pienso en su ros-
tro y cierro los ojos como
si eso fuera a darme más
detalles, por un momento
siento como me toma con
sus brazos y me levanta.
Abro los ojos y ahí estoy,
en sus brazos, me acaricia
la cabeza y mi naturale-
za me traiciona. Rrrrrr,
miau.

BRUNO JESÚS YAT CABRERA.

27
AUTOR: MR. PULP

28
Conforme la edad se acumula, me he dado
cuenta que se han convertido en una suerte
de proceso,
Primero esta el carecer de una habilidad
para olvidar y superar,
Para luego regresar a esos momentos exactos,
En donde una vez mas lo arruine todo.
Todas las palabras que nunca llegaron mas
lejos de mi boca,
Que se convirtieron en polvo,
Impulsos que acabaron en otra uña devorada,
En el rincón de una hoja,
En otra canción personal mal dedicada,
En una confesión demasiado honesta,
Pero, jamás en una caricia correspondida,
En cartas perfumadas,
En tangos en la cama,
La expectativa, la esperanza,
las situaciones prefabricadas.

Pero pensar que si tan solo hubiera


tenido el valor,
Cuando todas las oportunidades tocaban
a mi puerta, a mi ventana,
Que me aguardaban listas e impacientes,
en esmóquines y en vestidos,
Son esas las que pronto se convierten
en laceraciones,
Que el tiempo tal vez cura pero jamás entie-
rra,
Y encima estoy yo, que conozco mejor que na-
die el arte de abrir las heridas.
kenia

Ahora son solo hubieras, que me han llegado


a helar por completo, y a regresar de vuelta
al proceso,
Con mi rostro enterrado en un libro,
O en una almohada,
O en el rostro de otra chica,
Algunos de tantos lamentos que continúan
martillándome.
DANIEL GARCÍA

Pero, ¿a quien engaño? Me gusta ahogarme en


el pasado, Y preguntarme si ella(s) hace(n)
lo mismo.

29
BIBIANA STEFANONI

30
LIENZO
Tenía un pequeño estudio de tatuajes en el centro y después de subir
unas escaleras de caracol estaba mi cama y las pocas cosas que apenas
me permitía tener, una mesa de noche plegable que sostenía dos libros
comenzados que apenas miraba de reojo, nunca los voy a terminar pero
una vez a la semana iba a la biblioteca a actualizar el préstamo. A
menudo recibía a mis amigos en el estudio, la verdad era que con lo
que yo ganaba apenas salía dinero para pagar la renta. Mis comidas se
pueden resumir de la siguiente forma: hoy pasta, mañana pasta, pasado
mañana pasta. No soy muy afecto a las drogas aunque he visto a la me-
jores mentes de mi cuadra ser consumidas por el encanto de unas líneas
y el color verde botella. Pero también, si tenía la oportunidad de po-
nerme hasta la madre lo hacía y si podía disfrutar entrar en una mujer
lo hacia sin compromiso porque es algo que tengo que hacer, siempre
pensé que un orgasmo era igual otro orgasmo. La coreografía era simple:
me desnuda, la desnudo, sexo oral, ponte el condón, ya te vas a venir,
Ok. Al acabar me vestía, avergonzado de mi cuerpo y buscaba cualquier
pretexto para salir. Una cicatriz cubría todo mi pecho derecho, un
desafortunado encuentro con una hoya llena de pasta en la cocina de
mi Madre cuando yo tenía 8 años. Espalda ancha brazos llenos de vellos
que apenas escondían mis tatuajes al comienzo de mi carrera de autodi-
dacta. Que si tome la decisión correcta mi piel lo dice. Una panza en
formación, culpemos a mis hábitos alimenticios. Con respecto a mi pene
nunca tuve quejas si quería que funcionara solo bastaba con pedirlo
escondido entre el vello sin circuncisión. No era el lobo más encanta-
dor del bosque pero me sabía defender, a menudo hacia lagartijas en la
noche solo para conciliar el sueño, calientes mis brazos palpitantes.
Ningún tatuaje se veía tan bien como en mi mente, el olor a cigarro en
mis dedos me provocaba nausea pero seguía fumando. Tal vez no tengo la
piel correcta, un lienzo perfecto o mis dedos son torpes. No hay buen
manejo de escala de grises, ni de puntillismo, ni delineado.

31
Pero eran solo cosas que yo veía, mis clientes al parecer salían
satisfechos. En esta labor me encontraba cuando Ella entró por la
puerta del estudio y detrás de ella entro Él. Pensé que estaba enojada,
hace tres semanas la deje en medio de una fiesta y me fui directo a mi
casa sin despedirme; todos sabemos que nunca se deja a alguien a mitad
de la peda sin dar explicaciones. Tuvimos sexo una vez, sus labios
sabían a saborizante artificial de cereza, lo hicimos en la oscuridad,
puntos de presión, mi abdomen rosando su pubis húmedo, ella se quedó
con la blusa y solo se levanto la falda me vine dentro de ella. Una
pastilla y no se hablo más. Fue la ultima vez que tuve sexo mantenién-
dome a pura paja por meses. Hola, corazón. Que te vine a ver, quiero
otro tatuaje el de el mándala que me hiciste se siente solo, como que
creo que le falta un amigo, estaba pensando en que me hagas una flor o
una mariposa tú qué opinas. ¿Quién era Él? Tiene los ojos muy grandes,
sentado con la pierna cruzada mirando en silencio un catálogo de
dibujos. No prestaba atención a lo que ella decía y se dio cuenta. Mira
te presento a un amigo de la facultad. Apenas alzó la vista del catalo-
go para verme, sí sus ojos eran muy grandes. Pero me puedes hacer el
tatuaje y dejarlo a mi cuenta juro que te pago cuando me depositen mis
papás. Ok. Bueno ya sabes el proceso, te lavas el tatuaje con jabón
neutro, te pones esta pomada y no te expongas al sol en dos semanas.
Tengo que decirle algo. Porque Él no habla, acaso no entiende el
idioma solo giraba los ojos por la sala, lo bueno es que limpié hoy,
rompo el silencio mientras ella miraba su tatuaje en el espejo del
baño. ¿Y tu no te vas a tatuar nada? No. Suena el timbre del teléfono
se que es el de Ella, una canción Pop cuyo nombre no conozco. Hola /
aguanta/ ya vamos/ ajá/ no lo sé/ mira/ si ya acabó/ sí se ve, lindo
está coqueto/ ya se ve una composición armónica/ wey/ recuerda que no
tengo tanto dinero/ cállate/ jajajajaja/ vale/ ahorita nos vemos.
Muchas gracias corazón, me dio un abrazo, neta te pago la otra semana,
nos vemos. Abrió la puerta y de inmediato Él se levanto, no dijo nada.
Pero su No lo estuve escuchando el resto de la tarde. 4 días después
antes de que cerrara, a las 9 de la noche más o menos la puerta del
estudio se abrió, mientras yo estaba copiando nuevos dibujos de inter-
net, cada día mi clientela era más exigente; pedían cosas como figuras
geométricas, triángulos que encerraban un circulo, dibujos de zorros,
flores de loto en abstracción, las palabras japonesas de los noventa
fueron sustituidas por runas celtas. A menudo llegaban a pedirme que le
trazara un circulo solo un circulo, un cuadrado solo un cuadrado.
Debajo de la nuca, en medio de los dedos, en la muñeca, en la espalda
baja, detrás de la oreja. En un momento. Grité. No hubo respuesta,
extrañado me asomé por la improvisada cortina que divide la recepción

32
con la sala donde dibujo y llega el WI-FI. Él estaba sentado con la
pierna cruzada y sosteniendo un cigarro mirando algo, algo, algo. ¿Te
molesta que fume? Solo en ese momento pude verlo llevaba un pantalón
ajustado de mezclilla y una playera de tirantes, brazos largos y
delgados apenas un atisbo músculos debajo de su piel, dedos estilizados
cada uno parecía moverse con independencia de los demás, pelo corto al
ras de su cabeza. Es extraño, cuando él entro en el local se provocó un
silencio como al abrirse un telón. No te preocupes, con confianza.
¿Quieres uno? dijo él sacando del pantalón una maltratada caja de
Delicados, me acerque para tomar uno de los 4 que le quedaban, al poner
el cigarro en mi boca. Sonido de encendedor. Él acerco la llama con
cautela hacia mis labios. Ella y yo quedamos de vernos en tu estudio
por estas horas, se suponía que te iba a pagar su ridículo tatuaje, la
vi en la escuela al medio día, hice tiempo mientras tanto para que ella
llegara con su elegante tardanza. Su voz era muy diferente al rotundo
No que me había dicho hace cuatro días, ahora era más aguda pero claro
solo de él había escuchado una silaba. Ella no ha pasado por aquí, no
ha de tardar. Creo que eso fue lo que respondí. Torció un poco el
cuello, como si de pues de tanto llevar una bolsa en sus hombros
necesita estirarse. Pero no llevaba ninguna mochila. Apenas si tenía
barba, solo un lunar en el mentón. Silencio incomodo. ¿Quieres un café
? Quiero una cerveza. Afortunadamente recordé que tenía un six en el
refrigerador al lado de una bolsa llena de jitomates. Cuando regresé
con dos cervezas en la mano y un cenicero lo encontré con su cabeza
entre la rodillas, es claro que yo nunca podría hacer eso. Gracias,
mientras tomaba la botella unos de sus dedos rozo mi mano. Y volvió a
mover los ojos alrededor de la sala. Silencio. Si estabas haciendo algo
regresa, no te preocupes, si ella no llega en 15 me voy; a las 10:00 pm
sale el ultimo camión. Seguro no ha de tardar, pues no estaba haciendo
gran cosa realmente. Me miro a los ojos. ¿Porque respondí eso? yo sabía
que era probable que Ella no viniera, era de las que hacen ese tipo de
cosas. Que estabas haciendo preguntó. Bocetos para nuevos tatuajes. ¿De
tu imaginación? No, la verdad es que soy un fraude, los saco de Pinte-
rest. Él sonrió tomo la cerveza y le dio un trago. Bueno Pinterest es
la madre de los Sin Talento si de algo te sirve yo hago lo mismo. ¿Qué
significaba eso? Era un halago o una ofensa ¿Cómo debía reaccionar ¿Me
esta diciendo sin talento? ¿Un fracasado? ¿O somos un fracaso en
general? El banco en el que yo estaba sentado me incomodó, me cambié al
otro lado del sillón donde Él estaba sentado. Gracias por tu honestidad
agregué. Me volvió a mirar a los ojos, bajó la mirada, ojos grandes
sobre mi cicatriz. Tranquilo llevas una playera no la puede ver. Tome
otro cigarro de la caja maltratada de delicados que estaba en medio de

33
nosotros. Miró la hora en su celular 9:40 pm. Será mejor que me valla y
se levanto del sillón. Tranquilo no tarda, yo sabía que ya no llegaría
Ella. Antes de sentarse tomo el cigarro de entre mis labios, le dio dos
caladas y lo volvió a poner donde lo encontró; en ese instante recordé
que tenía un pene por una extraño temblor que comenzó desde la punta
acabando en su base. Esto es nuevo. Dónde está el baño preguntó. Esta
arriba sube las escaleras y ahí está luego luego. Creo que lo dije muy
rápido. Una vez que él atravesó la cortina, puse mi mano sobre mi entre
pierna, estaba palpitando, acaba de despertar. Tranquilo, respira.
Inconsciente subí las escaleras de caracol atento a cualquier ruido y
justo en la entrada del cuarto me quede estático la puerta se abría, él
con la cara mojada fingió no tener sorpresa de verme, se acercó mirán-
dome con esos grandes ojos, al punto donde podía sentir el calor
expulsado por su respiración. Me besó. Me está besando. Y mientras lo
hacía pasó una de sus manos con sus dedos independientes sobre mi verga
hinchada. No había duda sabia lo que quería. Se deshizo de mi pantalón
con mucha facilidad. Estilo comando. Al final dejó la playera que lleva
puesta como si el supiera que no quería que viera mi cicatriz. Mordía
mis labios, y lentamente una de sus manos subía mi playera. Sabia que
él no me veía, tenía los ojos cerrados. Al lograr quietármela pensé
que le sorprendería ver aquella mancha de piel. Asco. Horror. Después
de besar mi cuello bajo a mi pecho y continuó, lamió mi cicatriz como
un animal que lame la herida para evitar que se infecte. Olor a hume-
dad. Venas. Fría era su saliva. Se dio la vuelta. Mi verga sobre sus
pantalones. Era la primera vez que tocaba otro pene. Su estómago plano.
Se erizaba con mis dedos. Los dos en medio del cuarto a punto de
entrar. Tratando. Desnudos. Fuerza. Su espalda blanca. Blanco de
España. Un lienzo. Lobo entregándose a un ciervo. 10:00 pm. Guerra sin
cuartel. Jadeando. Manchas rojas. Lenguas que trazan mapas. Dilatado.
Silencio. Me acomodo. Te beso. Un trueno en Australia, Tus dientes
contra mis dientes. Abdomen sobre abdomen. Grito. Te desgarro. Silen-
cio. En el vello de mi pecho su semen y sobre mi cicatriz. Adentro de
él, mi semen. Los dos mojados exhalando monóxido de carbono, pensando
en algo, algo, algo. No hay orgasmos iguales. ¿Dónde están los ciga-
rros. Quedamos dormidos. Me desperté a las 11:00 am. Él ya no estaba.
¿Realmente paso? La realidad se estiraba como una liga. La caja
maltratada de Delicados. No hay pieles iguales. Una brisa salina.
Fumo el cuarto cigarro. Y Ella sigue sin pagarme.

H. GENIS

34
ERICK PARRAGUIRRE

35
belleza, pero por desgra-
cia estoy apartado de su
orbita ya que su existen-

ELNEÓNDE
cia ambigua orbita un sol
que tiene tan poca luz
que ofrecer, en cambio
yo aun siendo un tan-

TUSOJOS
to pequeño mi luz genera
tanta energía que irradio
potencial.

Observo a esa dama como


Si los ángeles existie- un arquetipo de las vie-
ran ella será la repre- jas costumbres, esperando
sentación de dicho ser, que mi gracia sea obser-
una esencia casi perdida vada por tan divina y
en estos umbrales de prosaica existencia.
exacerbación indefinida, Pero sé que soy tan solo
ella es el potencial que un soñador que emula los
busco para hacer crecer diferentes menesteres
mi felicidad… pero yo de diversas épocas, soy
no soy ese alguien para un empedernido ante ti,
ella, esa beldad sabe que busco iniciar algo ma-
existo, pero ese armonio- ravilloso contigo pero
so ser no busca la compa- tu pareces creer que no
ñía de alguien como yo… existo… parezco ser como
ya que soy el paradigma un espejismo ante
que no se adapta a sus tu mirad.
intereses.
A veces pienso que ya eh
Es una esplendorosa rosa perdido mi propia alma,
en el universo multico- parece ser que yaz-
lor que ilumina mi pe- co vacío cada vez que
queño mundo con su luz, me ignoras y rechazas…
es el cometa que pasa manifiesto ante ti mis
tan cerca de mi corazón discursos más halagado-
que este parece sentir res pero tu pareces ser
su suave viento, es el de roca al escucharlos…
cumulo de emociones que cuando miro tus ojos me
transforman mi abnegada pierdo en ellos ante su
vida en algo sublime al negritud, esos ojos me
presenciar su innegable dicen la verdad sobre ti…

36
tan solo eres un espe- Paso así mis días crean-
jismo, eres ese algo que do diversos ramales de mi
no está destinado para bifurcada conciencia…
mí, eres como el fantas- Aquí espero la llegada de
ma plausible de la pri- aquella valerosa Valkiria
mavera borrascosa de una que se una a mí en la
noche… ahora sé porque cruzada contra las hordas
mis esfuerzos fueron tan de la oscuridad, que po-
poco efectivos… ahora me sea un corazón tenaz, una
doy cuenta que eres una sonrisa luminosa y unos
batalla perdida, tus pra- ojos como el neón
dos son estériles y ahí irradiado por el más
no puedo florecer… benigno sol.
Fui hechizado por tu be-
lleza, que tarde descu- Mi búsqueda será toda una
brí que todo lo que re- odisea, pero sé que la
presentabas tan solo fue felicidad ronda por ahí,
un efímero suspiro. tan solo hay de buscar-
Ahora me retiro de tu la en el vasto mar de la
reino, me recluyo en mi tranquilidad donde las
propio valle, en el cual estrellas danzan al
me siento tranquilo a compás de la música
respirar la esencia de la primigenia.
vida… es aquí en don-
de paso mis horas, esta Toda acción conlleva a un
es mi abadía en la cual final, todo esfuerzo es
creo mis mejoras prosas bien recompensado, todo
y halagos para aquella amor sincero conduce a
dama que deseo conocer, la lealtad y toda unión
pero que aún no ha llega- nos transporta a un bello
do a mi… sé que no soy un final.
atlas, no poseo los dotes
de Hércules… yo tan solo Nekro
soy, un soñador
Aquel que plasma sus
sueños y sentir sobre el
papel, eso soy yo.

Soy como un mago que


vierte diversos ingre-
dientes sobre el crisol
de la abundancia

37
BALADA DE LA
MEMORIA ILUMINADA
Ya ves que nadie encen- flores incendiadas,
dió las luces pero que la Ya ves que el bostezo de
buena fortuna me acompa- mis ojos nunca llego y
ño,porque la noche nunca que por todas las esqui-
nació realmente de los nas del suelo había como
cabellos sueltos del ho- un diamante ahogándose
rizonte, con placidez,derraman-
Ya ves que estuvo bien do sus raíces,cultivando
todo el desfile de pa- frondosos ríos enjoyados,
lomas incrustadas en el Y así de golpe,los labios
juego infinito de las y los huesos del momento
nubes porque sus can- se enfilaron detrás del
tos fueron sinceros, no aroma de los frágiles la-
fueron simples sonidos ni grimales de la brisa,
vacíos lamentos,no,fueron Pero da igual porque ya
algo mas, ves que todo lo que me
Y ya ves que me lamió ese pasa últimamente no pa-
infarto de luces que en rece durar demasiado,tal
los arboles habitaba,en vez sea porque siempre
los flamboyanes con sus ando queriendo mas.

MAURICIO CHIN PUC

38
P.a. RABIA

POR PERDER LOS PARPADOS


ME ENAMORÉ A PRIMERA VISTA
Decidí no levantarme. Me dejé vencer
en el segundo round, aunque, ¡sí!, sí
hubiese peleado por ti sin importar que
eso implique la muerte. Pero, por otro
lado me harté de tanto espejismo; hasta
el explorador más experimentado acepta
cuando está perdido.

No te dejé ir, desapareciste, como


siempre. Hablé de ti tantas veces, sin
tener con que justificar tu existencia,
que eras más bien un fantasma o la in-
vención de un pescador alcohólico.
No pude besarte o verte amanecer sobre
mi cama, al menos no físicamente, por-
que recostado en ella es cuando más te
pensaba, cuando más te imaginaba desnu-
da, cuando más esperaba que me hablaras
y sobre todo cuando más invisible me
sentí.

Sólo pude hacerte mía a través de le-


tras o pensamientos que no había re-
velado hasta ahora en esta carta. Pude
entender y aprender tu arte. En medio
de mi aprendizaje entendí que el amor
es más para cerebros pensantes que para
corazones valientes. Por eso es que me
dejaste mil lagunas en la mente y una
ligera sensación de excitación en el
miocardio.

No era mi intención provocarte senti-


mientos de culpa, no pediré perdón si

39
fue así. Te extrañé, dudo que sepas
cuanto, gracias a eso, por añadidura,
aprendí a no necesitarte. Hubo cambios
en mí, me volví un poco más sabio, más
prudente y más valiente. Aún recuerdo
el sonido de tu copa de vino deslizán-
dose por la barra, tu aroma combinado
con humo de cigarrillo y tu pregunta
sobre si yo pensaba que eras inalcanza-
ble, más bien, sabía que eras un sueño,
de esos donde sabes que estás dormido
pero tienes total control sobre lo que
pasa y yo, en ese sueño, decidí creer-
te, ahora cuando despierto, me pregunto
si realmente sucedió.

Decidí abandonar la miel de maple por


querer verte una vez al mes, pero re-
cibí nuevamente tu ausencia, aprendí a
amarme, a no buscarte, muy a pesar de
querer escucharte, muy a pesar de tener
letras o canciones para regalarte. Em-
pecé a enamorarme de mí, sí, de mí, de
la vida misma.

Si llegas a encontrar esta carta


que dejé navegar en alta mar, tienes
que saber que puedes invocarme cuan-
do quieras, intentaré estar ahí para
escucharte, para mirarte, pero no me
permitiré soñarte, porque para mí eres
tan visible como la luna al medio día,
tan palpable como el alma de un marlbo-
ro blanco, tan sensual como tu vestido
rojo, tan sorprendente como esos amores
secretos que no terminan en la cama.
Cuando la noche acaba, solo quedan his-
torias por crearse o escucharse. Dejé
de creerte y por consecuencia ya no me
narraré tu historia para poder conci-
liar el sueño.

40
LETRAS
URBAN MENDIZABAL
VÉ IRONICA
HANNIA SOTO
GUILLERMO GONZAGA
BRUNO YAT
CANDELARIA RODRÍGUEZ
ROGER SÁNCHEZ
NEKRO
ALEJANDRA SANTOS
MAURICIO CHIN PUC
LITTLE BUNNY
H.GENIS
REBECA MARTELL
P.a. RABIA
ERICK PARRAGUIRRE
DANIEL GARCÍA

ILUSTRACIONES
MR. PULP
MAURICIO CARRETO
BIBIANA STEFANONI
HERSON HERRERA
ERICK PARRAGUIRRE

En internet PUEDES descargar


el fanzine en formato pdf, y
compartirlo, siempre y cuando
se conserve el nombre de cada
uno de los autores.
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42
TODO EL MATERIAL INCLUIDO EN ÉSTE
FANZINE, ES ORIGINAL Y PERTENECE A
CADA UNO DE LOS AUTORES QUE
PARTICIPARON EN ÉSTA EDICIÓN.

PUBLICACIÓN INDEPENDIENTE | 2016 | 002

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