¿Qué cambios deben ocurrir a nivel político para hacer posible la transición energética?

(Por Hernán Alexis Muñoz Alvarado).

Antes de comenzar a exponer cada uno de los cambios políticos que, creo, deben darse, hay que
recordar que éstos los pensé basado en el artículo “¿De cuánta energía podremos disponer
realmente?”. En otras palabras, los cambios políticos que creo deben realizarse fueron pensados
sobre la base de que la demanda de recursos en las siguientes décadas seguirá aumentando y que,
además, en el mejor de los escenarios tecnológicos no alcanzamos a cubrir toda la demanda.

Dicho lo anterior, los cambios que creo que deben hacerse a nivel político para hacer posible la
transición energética son:

1. Urgente fomento a la investigación científica dedicada a la búsqueda del “santo grial

renovable”: Aunque de acuerdo a lo planteado en el artículo antes mencionado, las
tecnologías renovables que se conocen de momento no serían la solución definitiva al
problema, no significa que deberíamos dejar de investigarlas. Que la solución aún no esté
descubierta, no significa que no exista. Hay que seguir investigando para dar con soluciones
más satisfactorias. Lamentablemente, las investigaciones se tornan lentas y dificultosas
cuando no hay recursos para llevarlas a cabo de la mejor manera posible. Por lo tanto, es
necesario fomentar la investigación científica en este campo.
2. Urgente fomento a la investigación de tecnologías descontaminantes y de renovación de
los ecosistemas: Otros aspectos que son determinantes y urgentes para la crisis económica
y medioambiental que se avecina, son la contaminación y el consecuente deterioro de los
ecosistemas. Si queremos pasar de una economía basada en combustibles fósiles a una
basada en energías renovables, hay que hacerlo sin perder de vista el problema de fondo.
No pasamos de una energía a otra solo para poder seguir consumiendo, sino también, y esto
es mucho más importante, para cuidar los ecosistemas en los que habitamos y que, en
definitiva, nos permiten la vida. Por esta misma razón, es urgente fomentar la investigación
en torno a la restauración de los sumideros naturales y en torno a la recuperación de la
fauna y flora extinta (y en vías de extinción) por la contaminación y el aumento de la
temperatura media del planeta.
3. Cambio a una economía decreciente: A pesar de lo difícil que resultaría aplicar un cambio
de esta magnitud, el decrecimiento económico parece ser un panorama inevitable. Por este
motivo, tenemos dos opciones al respecto. O lo hacemos de forma deliberada y ordenada
o la naturaleza y los bajos instintos bélicos del humano se encargarán de hacerlo. Si los
gobiernos optasen por la primera opción, lo lógico sería que fomentaran la austeridad, el
consumo de productos de primera necesidad y castigaran el consumo excesivo.
4. Fomento de programas de educación ambiental: Por último, ninguna de las acciones
anteriores se podría llevar a cabo si es que la población en general no está consciente de la
magnitud del problema. Las personas, por ignorancia o deliberada indiferencia, se
opondrían a medidas en pro del medio ambiente y, puesto que los gobiernos para
mantenerse en el poder deben satisfacer las necesidades de su pueblo, no aplicarían las
medidas necesarias. Por el contrario, si pensamos en un escenario en el que la población
está muy informada sobre el problema, es probable que dicha población exija y presione al
gobierno de turno medidas que prevengan futuros problemas y solucionen los problemas
económicos-medioambientales presentes y futuros.