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Mi querido amigo:

Aquí estoy haciéndote llegar, tal como me pediste, varios textos bíblicos que pueden
ayudarte a comprender por qué los Testigos de Jehová no creemos que Jesús sea el
Dios todopoderoso.

Es importante que entiendas que eso no significa en modo alguno que no apreciemos
y amemos a Jesús con todo nuestro corazón. Su impresionante ejemplo de abnegación
a favor nuestro al ofrecer su vida nos llena de agradecimiento y amor por él. Pero, aún
en este caso, no podemos ir mas allá de lo que las Escrituras nos enseñan sobre Jesús,
atribuyéndole una posición que la Palabra de Dios solo da a su Padre. Para este análisis
voy a utilizar la traducción de la Biblia conocida como Reina Valera. No obstante, en
algunos momentos, a fin de poder clarificar el verdadero significado de un texto en
particular, voy a citar de otras traducciones de la Biblia, que han sido producidas por
doctos de las iglesias de la Cristiandad, no por los Testigos de Jehová.

Antes de pasar directamente al tema son muy importantes algunos comentarios


iniciales. Lo primero que debemos tener en consideración es el hecho de que la vida de
Jesús se divide en tres importantes etapas: 1-Su vida prehumana (Juan 17:5: “Ahora
pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que
el mundo fuese.”) 2- Su vida en la Tierra (Gálatas 4:4 “Pero cuando vino el cumplimiento
del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley…”) y 3- Su
resurrección como criatura espiritual (Juan 21:14: “Esta era ya la tercera vez que Jesús
se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos.”; Juan
17:5: “Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve
contigo antes que el mundo fuese.” Obviamente aquí Jesús habla de ser levantado con
la misma gloria celestial que tenía antes de ser un humano.)

Este es un punto vital pues muchas expresiones sobre Jesús, o de Jesús mismo,
pierden su fuerza y sentido si no tomamos en consideración el momento preciso en que
fueron dichas. Vamos entonces a comenzar el análisis con aquellos textos bíblicos que
hacen referencia a la relación entre Jesús y su Padre cuando él estuvo en la tierra y
amorosamente dio la vida por todos nosotros.

Debemos tener en mente que las expresiones que vamos a citar son palabras propias
del mismo Señor Jesucristo. La Biblia nos dice sobre lo que Jesús hizo y dijo: “Pues para
esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para
que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca” (1 Pedro
2:21, 22) Esto significa que podemos confiar plenamente en lo que Jesús mismo enseño
sobre su posición, naturaleza y relación con su Padre Celestial. Veamos lo que él enseño
al respecto.
¿FUE JESUS IGUAL AL PADRE Y AL ESPIRITU SANTO CUANDO
ESTUVO EN LA TIERRA?

Lo primero que debemos analizar sobre este punto es: ¿Qué dijo Jesús mismo, cuando
estuvo en la tierra sobre su relación con su Padre? Este es un punto lógico de partida
pues nadie puede ayudarnos a comprender la relación de Jesús con su Padre que él
mismo. Analicemos pues lo que él dijo:

“Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais


regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.” (Juan
14:28) ¿En qué sentido es el Padre mayor que Jesús? Para entender esto es muy
importante, primero entender las características del Padre de Jesús y a continuación
compara estas con las de Jesús mismos.

Entre las características que Dios, el Padre de Jesús, tiene están:


• Todopoderoso: Génesis 17:1 “Era Abram de edad de noventa y nueve años,
cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante
de mí y sé perfecto.”
• Puede conocer de antemano todo lo que se proponga: Isaías 46:10 “que
anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún
no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero”
• Es eterno, Inmortal: “Antes que los montes fuesen engendrados, antes que naciesen
tierra y orbe, desde siempre hasta siempre tú eres Dios.” (Biblia de Jerusalén,
1976.) “¡Tú, Señor, existes desde la eternidad! ¡Tú, mi santo Dios, eres inmortal!
Tú, Señor, los has puesto para hacer justicia; tú, mi Roca, los has puesto para
ejecutar tu castigo.” (Habacuc 1:12, Biblia al día, 1979)
• No reconoce la existencia de ningún Dios en igualdad con Él, mucho menos alguien
superior a Él que sea Su Dios: “Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová
de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.”
(Isaías 44:6)

Hay muchas otras características que distinguen a Jehová de Su creación, pero las
anteriores lo individualizan como alguien único, el Altísimo de toda la Tierra. Comparar
lo que Jesús mismo dijo sobre sí con lo anterior puede ayudarnos a entender si él se
consideró a sí mismo igual a su Padre, cuando estuvo en la tierra.

¿Fue Jesús el Dios Todopoderoso cuando estuvo en la Tierra?

Para hallar la respuesta a esta pregunta necesitamos, primero, entender lo que significa
ser el Dios Todopoderoso. Felizmente la Biblia contiene suficiente información para
ayudarnos al respecto.

Alguien que, por su experiencia humilladora, logró comprender que implica el hecho de
que Jehová sea el Todopoderoso fue el rey de Babilonia, Nabucodonosor. Al terminar
su experiencia personal el expresó: “Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos
al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para
siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes
de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército
del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga:
¿Qué haces?” (Daniel 4: 34,35)

Podemos ver dos detalles importantes sobre lo que implica ser el Dios Todopoderoso:
1. El todopoderoso hace según su voluntad. En otras palabras, Jehová no depende
de que otra persona le dirija y le deje saber lo que debe hacer o no. Al ser el
Todopoderoso él puede hacer lo que desee y sin que nadie se lo impida.
2. Nadie puede detener la mano del Todopoderoso. Eso significa que nadie puede
poner límites a lo que Jehová puede hacer. Esa es la esencia de la palabra
todopoderoso. Jehová no solo hace según su voluntad, sino que al mismo tiempo
puede hacer lo que se proponga.

Teniendo claro en mente lo que implica el ser el Todopoderoso ahora veamos lo que
Jesús mismo enseñó acerca de esto.

Juan 5:30: “No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio
es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del
Padre.” Aquí hay un agudo contraste entre Jehová Dios y el Señor Jesús. Mientras que
Jehová hace según su voluntad, Jesús dice “No puedo yo hacer nada por mí mismo…
porque no busco mi voluntad…” Con total honestidad Jesús nos dice que él no puede
hacer nada por sí mismo. ¿Es esa una expresión que esperaríamos de Jesús si él fuera
el Dios Todopoderoso? ¡Por supuesto que no! Jesús nos está diciendo aquí con total
transparencia que, en su vida como humano aquí en la Tierra, el ciertamente no era igual
al Dios Todopoderoso como algunas iglesias afirman. De hecho, nos dice que ni siquiera
buscaba hacer su propia voluntad, sino la de su Padre, reconociendo así la superioridad
de su Padre sobre él. No en balde Jesús expresó a sus discípulos “…el Padre mayor es
que yo.” (Juan 14:28)

Veamos ahora un detalle sutil en este asunto que en ocasiones se pasa por alto: Jesús
tiene su propia voluntad, que en ocasiones puede diferir de la del Padre. Para entender
este punto es bueno entender el significado de la palabra griega traducida aquí por
“voluntad” La palabra griega aquí es θέλημα (pronunciada Télema) Según el Diccionario conciso
griego-Ingles del Nuevo Testamento, por Newman Barclay, la palabra θέλημα puede significar
“Voluntad, anhelo o deseo”. Aunque Jesús pueda tener un deseo o anhelo diferente del
de su Padre, el somete ese deseo o voluntad, a la voluntad de su Padre, veamos un
ejemplo.

“Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,


Diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino
la tuya.” (Lucas 22:41,42) Examinemos en detalles este pasaje. Jesús estaba tenso con
la inmensa responsabilidad que pesaba sobre sus hombros. La santificación del Nombre
de su Padre, y la salvación de todo el género humano dependían de que el venciera en
la terrible prueba que le esperaba. En las Escrituras hay descripciones graficas del
sufrimiento que el Mesías tenía que pasar para dar su vida en favor de los seres
humanos. (Isaías 53.) Peor aún Jesús sabía que habría de sufrir esa pena bajo la
acusación mentirosa de ser un blasfemo contra Dios. El dolor de saber que eso le
sucedería le afligió tanto que la Biblia dice que su sudor fue como gotas de sangre.
(Lucas 22:44) Según la revista médica Diario de la Asociación Médica Americana
““Aunque este es un fenómeno muy raro, puede haber sudor como sangre [...] en
situaciones de intensa emoción.” Y ciertamente esta fue una situación de intensa
emoción para Jesús. Tan intensa fue esta ocasión para él que su Padre envió un ángel
para fortalecerle (Lucas 22:43) ¿Qué quiso Jesús expresar al decir “… no se haga mi
voluntad, sino la tuya? La lectura paralela del mismo suceso en el evangelio según
Mateo nos ayudará a comprenderlo: “Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro,
orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como
yo quiero, sino como tú.” (Mateo 26:39) Aquí Jesús está hablando de lo que él quería,
en contraste con lo que su Padre quería. Evidentemente Jesús no quería tener que pasar
por la vergüenza pública, el dolor y el sufrimiento que experimentaría en las próximas
horas. Pero, sin embargo, estaba dispuesto a pasar por alto sus sentimientos personales
con tal de agradar a su Padre Celestial y salvar al hombre.

Aquí podemos ver que Jesús sujetaba su voluntad, sus deseos, sus anhelos a su Padre
Celestial, Jehová Dios. Él fue un excelente ejemplo de obediencia y abnegación. Pero al
sujetar su voluntad a la de Dios, el ciertamente no estaba mostrando ser el Todopoderoso
pues el Todopoderoso hace según su Voluntad, sin que nadie pueda impedir que esa
voluntad se realice. Es tal como Jesús mismo reconoció: “… el Padre Mayor es que yo.”
(Juan 14:28.)

Según la Biblia revela Dios no necesita a nadie que le revele alguna faceta del
conocimiento y mucho menos que le instruya sobre cómo realizar algo (Isaías 40:13).
Esa es una característica de su posición como Dios Todopoderoso. En contraste con
esto Jesús usa expresiones muy interesantes cuando él fue un Ser humano aquí en la
tierra.

Veamos por ejemplo lo que Jesús dice en el libro de Juan 8:28: “Entonces Jesús les
dijo: —Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces entenderéis que yo soy, y
que nada hago de mí mismo; sino que estas cosas hablo, así como el Padre me
enseñó.” (Reina Valera Actualizada) A diferencia de Dios, quien no necesita que alguien
le enseñe cosa alguna, Jesús reconoce la superioridad de su Padre al afirmar que su
enseñanza provenía de su Padre y su Padre se la había enseñado.

Ahora enfoquémonos en otra capacidad que Dios posee como Dios todopoderoso: Él
puede conocer el futuro sin limitaciones de ningún tipo. Isaías 46: 9,10 dice: “Acordaos
de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro
Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde
la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo
lo que quiero;” Según estos versículos Dios tiene la capacidad de poder saber el porvenir
y anunciarlo anticipadamente. ¿Qué Hay del Señor Jesucristo?
Jesús reconoció que como humano él no tenía conocimiento de ciertas cosas que
sucederían en el futuro. Mateo 24:36 dice: “Pero acerca de aquel día y hora, nadie sabe;
ni siquiera los ángeles de los cielos, ni aun el Hijo, sino sólo el Padre.” Aquí Jesús nos
está hablando del día y la hora en el que el fin de este mundo llegaría. En pleno
reconocimiento de la superioridad de su Padre Jesús dice que solo el Padre suyo tiene
conocimiento acerca del día y la hora en la cual el fin llegará. De hecho, Jesús reconoce
que ni siquiera él, como Hijo de Dios, tenía ese conocimiento.

Puede que alguien diga: “Pero la Reina Valera de 1960 no tiene la expresión ni aún el
Hijo” Eso es cierto, en el momento en que Casiodoro de Reina realizó su traducción él
no tenía acceso a manuscritos griegos más antiguos a los cuales nosotros tenemos
acceso hoy. Los traductores de la Reina Valera Actualizada reconocen en su traducción
que la expresión “ni aún el hijo” sí estaba en el griego original. Otros traductores
reconocen este hecho como puede apreciarse a continuación.

Biblia al día: “Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en
el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.”
Nueva Biblia de los Hispanos: “Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los
ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.”
La Biblia en lenguaje sencillo: “Nadie sabe el día ni la hora en que yo vendré; no lo
saben ni siquiera los ángeles del cielo. Es más, tampoco yo lo sé. Sólo Dios, mi Padre,
lo sabe.”
Palabra de Dios para todos: “Nadie sabe el día ni la hora, ni siquiera los ángeles del
cielo, ni el Hijo mismo. Solamente lo sabe el Padre."
La Biblia Latinoamericana: “Por lo que se refiere a ese Día y cuándo vendrá, nadie
lo sabe, ni siquiera los ángeles de Dios, ni aun el Hijo, sino solamente el Padre.

Pudiéramos citar otras muchas traducciones de la Biblia para apoyar el hecho de que
en Mateo 24:36 el texto griego original contenía la expresión “ni aun el Hijo”, pero
tenemos un texto paralelo en el evangelio de Marcos capítulo 13 versículo 32 que, en la
Reina Valera de 1960 dice: “Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles
que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.” Aquí, en plena concordancia con Mateo
24:36 Marcos recoge las palabras del Señor Jesucristo y en ellas el revela que solo su
Padre tenía conocimiento del día y la hora en que llegaría el fin de este mundo. Veamos
otro pasaje.

En Hechos 1:6, 7 se presenta el momento antes de que Jesús volviera al cielo. Los
discípulos de él le preguntan si él estaba restaurando el reino a Israel en ese tiempo. Sus
discípulos, judíos de nacimiento e influenciados por la esperanza del pueblo judío de una
restauración del reinado de un descendiente de David, hacen esa pregunta. Jesús no se
detiene en ese momento a explicarles que él Reino que el gobernaría sería no sólo sobre
Israel sino sobre toda la Tierra. Prestando atención a la preocupación de ellos sobre el
tiempo en que estos sucesos ocurrirían, Jesús les dijo: “Y les dijo: No os toca a vosotros
saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad” Otra vez
Jesús pone de relieve que solamente el Padre tiene conocimiento del tiempo exacto en
el cuál el fin de este mundo llegará.
¿Por qué los hechos citados anteriormente son relevantes? Recordemos que Una de
las características de Dios, como Todopoderoso, es que puede conocer el futuro sin
limitaciones de ningún tipo. Él puede dar a conocer el por venir desde el principio, es
decir, nada limita el conocimiento que él tiene o puede tener.

En agudo contraste, cuando estuvo en la tierra, Jesús reconoce abiertamente que hay
conocimiento sobre el futuro que escapa de sus manos. Este conocimiento lo posee solo
Su Padre. Algunos pudieran decir: Bueno, recordemos que Jesús estaba aquí hablando
como humano. ¡Exactamente! ¡Ese es el punto que intentamos demostrar, que Jesús,
cuando fue un humano en la Tierra no era el Dios Todopoderoso!

¿Puede Dios morir?

Esta es una pregunta que pudiera parecer innecesaria. Pero la verdad es que es un
punto de referencia muy importante para aquellos que queremos entender la posición
del Señor Jesús con relación a su Padre. Dado que las escrituras dejan claramente
establecido que Jesús murió, necesitamos saber que dice la Biblia sobre el hecho de si
el Dios Todopoderoso puede morir o no.

Comencemos con la Primera Carta a Timoteo capítulo 1, escrita a este por el apóstol
Pablo. En el versículo 1 Pablo hace una distinción entre Dios, nuestro salvador, y el Señor
Jesucristo, nuestra esperanza. Entonces en el versículo 2 Pablo vuelve a establecer una
distinción entre el Padre y el Hijo al decir: “… de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús
nuestro Señor” Ahora en el versículo 17 Pablo da una calificación muy interesante sobre
Dios: “Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea
honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.”

Que significa el hecho de que Dios no puede morir. La palabra griega usada aquí por
Pablo es ἄφθαρτος (afzartos). Según la obra de consulta ANALYTICAL LEXICON OF THE GREEK NEW
TESTAMENT, por Barbara Friberg, Timothy Friberg, Neva F. Miller, esta palabra griega significa: “No
sujeto a la descomposición o muerte, inmortal, incorruptible, imperecedero.
Substantivamente carácter inmortal. Esta palabra griega tiene el significado de sujeto a
la muerte, o sea que no muere, que es inmortal. De modo que el Padre, en calidad de
Dios Todopoderoso, no puede morir, es inmortal, no está sujeto a la muerte. Veamos
ahora lo que dice Romanos 1:23. Hablando de hombres insensatos que adoraban a la
creación más bien que al creador Pablo dijo: “pues cambiaron la gloria del Dios inmortal
por la representación de figuras de hombres mortales, de aves, cuadrúpedos y reptiles.”
Aquí Pablo usa la misma palabra griega que en 1 Timoteo 1:17, ἄφθαρτος (afzartos). Como
ya vimos el significado básico de esta palabra es que no está sujeto a la muerte, que es
inmortal. La Reina Valera traduce aquí esta palabra como “incorruptible”, y es una
traducción posible. Pero en armonía con el uso que Pablo da a esta palabra otros
traductores traducen esta del siguiente modo:

• Biblia al día: “y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes que eran
réplicas del hombre mortal, de las aves, de los cuadrúpedos y de los reptiles.
• La Palabra de Dios para todos: “"y cambiaron la grandeza del Dios inmortal
para adorar ídolos, hechos con forma de simples hombres mortales, aves,
cuadrúpedos y serpientes."
• Incluso reemplazaron al Dios de la Gloria, al Dios inmortal, con
imágenes de todo lo pasajero: imágenes de hombres, de aves, de
animales y reptiles.

• La Biblia Latinoamericana: “Incluso reemplazaron al Dios de la Gloria, al Dios


inmortal, con imágenes de todo lo pasajero: imágenes de hombres, de aves, de
animales y reptiles.
• Nueva Reina Valera 1990: “y cambiaron la gloria del Dios inmortal por
imágenes de hombre mortal, y hasta de aves, cuadrúpedos y reptiles.
• Nueva Versión Internacional: “y cambiaron la gloria del Dios inmortal por
imágenes que eran réplicas del hombre mortal, de las aves, de los cuadrúpedos
y de los reptiles.

Veamos ahora otro texto que establece claramente que Dios no muere. Antes de
citarlo es importante explicar un hecho ocurrido en el pasado con este pasaje de la Biblia.
Los Soferim fueron escribas israelitas que contribuyeron a preservar el texto de la Biblia.
Eran muy meticulosos en el proceso de hacer copias de las Escrituras Hebreas, hoy
conocidas como Antiguo Testamento. Pero al encontrar algunos pasajes que parecían
faltarle el respeto a Dios hicieron algunos cambios en esos pasajes para que estos no
dieran esa impresión. Hicieron en total 134 alteraciones en las Escrituras Hebreas.
Posteriormente otros copistas de las escrituras conocidos como Masoretas pusieron
notas al pie de los manuscritos para a fin de dar la lectura original del pasaje. El texto
que leeremos a continuación en la Reina Valera 1960 tiene la lectura alterada de los
Soferim, después citaremos diversas traducciones de las Escrituras que ya han corregido
el texto para que aparezca la lectura original.

Habacuc 1:12, Reina Valera 1960: “¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío,
Santo mío? No moriremos. Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste
para castigar.” En esta traducción de la Biblia el versículo dice que los Israelitas no
morirían. Pero como ya hemos dicho este pasaje fue alterado por considerarse que
faltaba el respeto a Dios. Veamos ahora la lectura original de este pasaje tal como lo
traducen las siguientes traducciones de la Biblia.
• La Biblia al Día: “¡Tú, Señor, existes desde la eternidad! ¡Tú, mi santo Dios,
eres inmortal! Tú, Señor, los has puesto para hacer justicia;tú, mi Roca, los has
puesto para ejecutar tu castigo.
• La Santa Biblia, Castillian: “¿No eres tú desde siempre, Yahveh, mi Dios, mi
Santo, tú que no puedes morir? Para juzgar, ¡oh Yahveh!, lo designaste, para
castigar, ¡oh Roca!, lo pusiste.
• La Biblia, Corona de Jerusalén: “¿No eres tú desde antiguo, Adonai, mi Dios, mi
santo? ¡Tú no mueres! ¡Para juicio le pusiste tú, Adonai, oh Roca, para castigar
le estableciste!
• La Biblia de Jerusalén, 1976: “¿No eres tú desde antiguo, Yahveh, mi Dios, mi
santo? ¡Tú no mueres! ¡Para juicio le pusiste tú, Yahveh, oh Roca, para castigar
le estableciste!
• La Biblia Latinoamericana: “Mi Dios, mi Santo ¿no eres tú el Yavé de antes que
no puede morir? ¿Has hecho de este pueblo, oh Yavé, el instrumento de tu
justicia? ¿Acaso lo has escogido, Roca mía, para corregirnos?
• La Santa Biblia, Evaristo Martin Nieto: “¿No eres tú el Señor desde el principio,
mi Dios, mi santo? Tú eres inmortal. Señor, tú los has puesto para ejercer el
derecho, los has establecido para hacer justicia.
• Santa Biblia, Nacar-Colunga: “¿No eres tú desde antiguo Yahvé, mi Dios, mi
Santo, tú que no puedes morir?5 Tú, Yahvé, no dejarás perecer al estableciste
para la justicia y lo fundaste como roca para castigar.
• Nueva Versión Internacional, 1984: “¡Tú, Señor, existes desde la eternidad! ¡Tú,
mi *santo Dios, eres inmortal! Tú, Señor, los has puesto para hacer justicia; tú,
mi *Roca, los has puesto para ejecutar tu castigo.
• La Biblia, Serafin de Ausejo: “¿No eres tú desde siempre, Yahvéh, mi Dios, mi
Santo, tú que no puedes morir? Para juicio, ¡oh Yahvéh!, lo designaste, para
castigo, ¡oh Roca!, lo pusiste.
• La Biblia de Nuestro Pueblo: “Señor, ¿no eres tú, desde antiguo mi Dios santo
que no muere? Señor, ¿lo has puesto tú en el tribunal? Roca, ¿lo has establecido
para que juzgue?

Podemos citar otras muchas traducciones, pero las ya citadas son suficientes para
mostrar cual fue la idea original que Habacuc expresó: Que Dios es Inmortal, o como lo
dice muy acertadamente la Traducción Biblia Nacar-Colunga, Dios no puede morir. Por
qué es este hecho relevante para el tema que estamos tratando. Muy simple, si Jesús
era el Dios Todopoderoso cuando estuvo en la Tierra, es evidente que, siendo inmortal,
no podía morir. Pero dado que Jesús verdaderamente murió, ¿Qué nos muestra ese
hecho? Que, estando como hombre aquí en la tierra, simplemente no podía ser el
Todopoderoso dado que Jesús ciertamente murió. De hecho, tuvo que ser rescatado de
la muerte por medio de la resurrección. Un hecho más que nos ayuda a comprender por
qué Jesús dijo “… el Padre mayor es que yo”.

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